y la información de archivo para desarrollar planes de trabajo para evitar retrasos anticipados del trabajo y problemas de calidad o seguridad.
Como mínimo, los planificadores son técnicos
experimentados de alto nivel que están capacitados en técnicas de planificación.
El Principio 4 dicta que la planta debe elegir entre sus
mejores técnicos para ser planificadores. Estos planificadores dependen en gran medida de sus habilidades y experiencia personal, además de la información de archivos para desarrollar planes de trabajo.
La disyuntiva que aborda este principio es doble.
Primero, la planta tiene que decidir qué nivel de habilidades requiere para la planificación. Las opciones van desde el uso de habilidades administrativas de bajo costo hasta las habilidades de ingeniería mejor pagadas. Segundo, la planta debe decidir el método apropiado para estimar los requisitos de tiempo de trabajo. También existe una amplia gama de opciones para este problema.
Parecería que, con la retroalimentación y el sistema
de archivos apropiado, cualquier empleado podría ser utilizado como planificador. Sin embargo, como mínimo, los planificadores deben ser técnicos especializados de alto nivel, de modo que puedan abordar mejor un trabajo o analizar la información en un archivo para su aplicabilidad al trabajo que se está planificando actualmente. Se espera una buena ejecución si se ha definido el alcance y estimado los recursos de forma excelente. Identificar el alcance correcto del trabajo es de primordial importancia, siendo el técnico calificado o personas similares con mucha experiencia, que han trabajado con éxito, las mejores personas para definir el alcance de un trabajo. Incluso, si el planificador no ha participado en la ejecución de una tarea en particular, un técnico experto lo puede ayudar investigar o hacer una estimación inteligente de lo que la tarea podría requerir.
Muchas empresas han considerado asignar aprendices
para el puesto de planificador. Esto conlleva dos problemas. En primer lugar, un aprendiz rara vez tiene la experiencia para analizar los trabajos correctamente simplemente por falta de experiencia. Un aprendiz tampoco ha tenido la oportunidad de desarrollar un nivel superior de habilidad. El segundo problema es que los técnicos experimentados que reciben un plan de trabajo de un aprendiz tienden a poner en duda no solo el plan de trabajo, sino también el apoyo de la gerencia a la planificación.
Un técnico sin experiencia recién ascendido tiene
esencialmente las mismas debilidades en la posición de planificador que un aprendiz. Hay más posibilidades de que un técnico experimentado sea un buen planificador, quien dictará ciertos requisitos de trabajo a todos los técnicos de campo. Si un técnico existente no es experto, es posible que no tenga la habilidad deseada para determinar el alcance de todo el trabajo de la planta. El resto de los técnicos también tienen alguna razón para dudar de los detalles de cualquier plan de trabajo basado en su percepción del talento del planificador como técnico.
Las empresas también han utilizado ingenieros y
tecnólogos como planificadores. Sin embargo, generalmente no poseen la habilidad para planificar la mayoría de los trabajos de mantenimiento. La mayoría de los trabajos de mantenimiento consisten en reemplazos, cambios o ajustes sobre los equipos que la experiencia técnica del ingeniero o tecnólogo no abarca. Cada una de estas tareas aparentemente simples está cargada de posibles problemas laborales y demoras propias del entorno de trabajo, más allá de su experiencia. El mantenimiento de rutina ofrece el mayor potencial para la contribución del planificador al éxito de la compañía porque las tareas de mantenimiento más complejas o inusuales normalmente reciben ayuda de la ingeniería de la planta. Los planificadores de mantenimiento se benefician de las decisiones que toman los supervisores experimentados que antes de ser promovidos se desempeñaban como técnicos de alto nivel con gran experiencia. Los lineamientos para seleccionar supervisores con frecuencia son satisfactorios para seleccionar a los mejores planificadores. Debido a que las compañías se dan cuenta de que deben atraer a los mejores técnicos para que la planificación funcione, muchas compañías remuneran a los planificadores al mismo nivel o superior que los supervisores de primera línea. Una empresa podría considerar trasladar a un supervisor a un rol de planificador o proporcionar una oportunidad de promoción para sus técnicos. Hacer que el cargo de planificador se convierta en una oportunidad para alcanzar una posición al mismo nivel del supervisor también puede aumentar el apoyo para la planificación en el departamento mantenimiento. Otro argumento para pagar a los planificadores a nivel de supervisores, ambos con la misma jerarquía, es que los planificadores tratan directamente con los supervisores, no con los técnicos.
Otro aspecto importante es el desarrollo de
estimaciones de tiempo. La opinión del técnico- planificador calificado es preferible a la información estricta de los archivos, a las comparaciones u otras estimaciones de tiempo acumuladas.
La información del archivo arroja datos históricos
sobre trabajos pasados, pero solo puede ofrecer guías generales para las estimaciones actuales. Por ejemplo, el mismo trabajo, la primera vez, pudo haber requerido 20 horas a una persona. La próxima el trabajo requirió de 8 horas a dos personas. La última vez requirió 12 horas a dos personas. Un planificador podría verse tentado a promediar los tiempos y planificar para dos personas en aproximadamente 7 horas cada una. Sin embargo, es difícil entender por qué los trabajos pasados fueron tan diferentes, especialmente si en estos casos la retroalimentación fue mínima. El trabajo más largo podría haber tenido un técnico inexperto asignado o la persona asignada no recibió otros trabajos o no tuvo presión de horario de tal forma que pudo haber tomado simplemente dos días de 10 horas para completar el trabajo. Si este fuera el caso, el planificador podría estar más inclinado a promediar solo los dos trabajos más cortos y planificar para dos personas a las 5 horas cada una. Alternativamente, ¿por qué no podría el planificador insistir en que el objetivo debería ser dos personas a las 4 horas cada una, ya que ese tiempo se logró una vez? Por otro lado, ¿qué pasa si el técnico siente, por experiencia personal que, si se realiza correctamente, el trabajo debería tomar dos personas por día, 10 horas cada una?
Quizás el planificador podría usar las estimaciones
históricas de tiempo para crear estándares de trabajo para ciertas tareas repetidas. El problema con este enfoque es primero que las estimaciones históricas de tiempo podrían no reflejar el tiempo apropiado para hacer el trabajo correctamente. En segundo lugar, a excepción de los mantenimientos preventivos rutinarios, las tareas de mantenimiento diarias generalmente no se repiten con la frecuencia suficiente o con la similitud suficiente para las mediciones estudiadas.
Otra opción para estimar el tiempo para trabajos es el
encasillamiento que implica estimar los requisitos de tiempo de un trabajo particular basándose en los tiempos que indica una tabla de trabajos similares, haciendo comparaciones y ajustes para considerar las diferencias con el trabajo particular que se está analizando. El problema con este esfuerzo es su complejidad y el tiempo que lleva encontrar y usar las tablas correctas, incluso si están disponibles y son precisas. Hay estimaciones de ingeniería industrial disponibles para porciones diminutas de tareas que son genéricas para muchos trabajos que el planificador está planificando. Se dan tiempos para sacar pernos individuales de varios tamaños, caminar ciertas distancias y movimientos particulares de la mano o el cuerpo. El planificador podría generar una estimación de tiempo para diferentes operaciones de mantenimiento utilizando estos estándares. Es dudoso que las estimaciones que estas estimaciones acumuladas generarían justifiquen el tiempo del planificador para crearlas.
En ciertas industrias, como el mantenimiento de
automóviles, existen normas disponibles para casi cualquier tarea de mantenimiento con respecto a casi cualquier automóvil. La gran cantidad de autos idénticos hace posible estos documentos.
Los trabajos en muchas plantas industriales no se
adaptan tan bien a tales estándares universales. Estas plantas utilizan una variedad de equipos en una gran cantidad de aplicaciones diferentes. Las plantas también tienen diseños espaciales o geográficos únicos e instalaciones de mantenimiento y habilidades de personal únicas.
En la práctica, las estimaciones que un planificador
calificado puede hacer con base en la experiencia personal complementada por la información del archivo son completamente adecuadas. El objetivo en la planificación es ayudar a impulsar la productividad laboral, no crear estimaciones de tiempo perfectas o cumplir con los estándares. En resumen, los supervisores de mantenimiento necesitan estimaciones para ayudar a programar y controlar las tareas de trabajo. Por lo tanto, las estimaciones de los planificadores consideran los estándares de trabajo de la planta a pesar de que no son "estándares de ingeniería".
Es necesario estimar el tiempo fácilmente y que los
técnicos de campo respeten es una de las razones por las que un planificador debe poseer las habilidades de un técnico de alto nivel.
Surgen dos problemas después de aceptar cómo el
planificador estima el tiempo para el trabajo. ¿Debería el planificador planificar para un cierto nivel de habilidad y además debería dar tiempo para retrasos? La solución a estas dos preocupaciones es que el planificador estima cuánto tiempo debe llevar el trabajo a un buen técnico sin demoras imprevistas.
Primero, el planificador no quiere establecer un
objetivo ambicioso, quiere establecer un estándar de rendimiento a través de la estimación. El planificador quiere que se cumpla con el estándar, pero al mismo tiempo proporcionar una ejecución de mantenimiento adecuada del trabajo. El planificador hace esto al suponer que cada trabajo será realizado por un buen técnico. Esta metodología motiva a la mayoría de los técnicos en la mayoría de los trabajos, aunque requiere que el supervisor refuerce a técnicos más débiles en ciertos trabajos. Segundo, el planificador no permite tiempo extra para demoras que el planificador no espera. Esto mantiene la estimación precisa cuando los técnicos no encuentran demoras y proporciona al supervisor un tiempo de referencia para controlar el trabajo cuando ocurren demoras inesperadas. El supervisor puede juzgar la idoneidad del desempeño teniendo en cuenta los retrasos específicos tratados y el tiempo estimado para el trabajo sin esos retrasos. Establecer estimaciones de tiempo para trabajos que no incluyan tiempo adicional para demoras imprevistas también establece la expectativa de que el mantenimiento debe realizarse lo más rápidamente posible en condiciones normales.
La experiencia ha demostrado que las estimaciones de
trabajo para órdenes de trabajo individuales pueden ser más o menos hasta el 100%. Eso significa que, en promedio, un trabajo planificado para cinco horas laborales tiene tantas posibilidades de lograrse en 1 o 2 horas, así como en 9 o 10 horas. Esto es especialmente cierto para las órdenes de trabajo de menor alcance y corta que constituyen la mayor parte de muchas operaciones de mantenimiento. Esto no significa que las estimaciones del planificador no sean de utilidad. En general, las estimaciones del planificador son más precisas a medida que se amplía el horizonte de trabajo porque se ejecutan varios trabajos cubiertos por una sola estimación. Estadísticamente hablando, eso significa que tales estimaciones son muy precisas ya que representan el total de los tiempos requeridos para esos pequeños trabajos. Un supervisor puede usar estas estimaciones para asignar y controlar el trabajo. En lugar de simplemente asignar un solo trabajo a la vez, se debe asignar un día de trabajo. En lugar de asignar un solo trabajo de 5 horas a una persona en un turno de 10 horas, debe asignar el trabajo de 5 horas, un trabajo de 3 horas y un trabajo de 2 horas. El trabajo de 5 horas puede terminar en solo 3 horas, pero el trabajo de 3 horas puede tomar 4 horas y el trabajo de 1 hora puede tomar 2 horas. Este es un ejemplo idealista, pero señala que, si el supervisor no responsabiliza a los técnicos por un solo trabajo, sino por un día de trabajo, el supervisor puede usar las estimaciones planificadas para controlar el trabajo. Además, al supervisor no le agrada estar controlando los trabajos individualmente o diariamente, está más interesado en el desempeño a largo plazo de los técnicos en comparación con las estimaciones para los trabajos individualmente (estándares). La experiencia también muestra que, para una semana de trabajo, la estimación general de las horas planificadas es mucho más precisa. El objetivo de la planificación en este punto es proporcionar al supervisor y a los técnicos información útil para ayudarlos a controlar su trabajo, no para producir una estimación perfecta. La estimación del planificador es totalmente adecuada para este propósito.
El trabajo de mantenimiento no es un trabajo
repetitivo como el de la línea de ensamblaje. Esta es su naturaleza, donde diferentes técnicos realizan diferentes tareas todo el tiempo en una amplia gama de equipos. Por lo tanto, se prefiere la estimación de un planificador con experiencia técnica significativa sobre métodos más complejos simplemente porque producen estimaciones realistas lo más precisas posible. Sin embargo, a medida que el programa de planificación progresa en experiencia a lo largo del tiempo, produce procedimientos y listas de verificación que ayudan a estandarizar y definir mejor las tareas de mantenimiento específicas. Estos planes de trabajo "evolucionados" ayudan a proporcionar una mayor coherencia en la práctica de mantenimiento y el tiempo invertido, disminuyendo la incertidumbre de la precisión de las estimaciones individuales.
Otra preocupación con respecto a la experiencia del
planificador involucra habilidades fuera de la experiencia normal del planificador. Algunos trabajos requieren especialidades fuera del dominio del planificador. Un ejemplo podría ser un requisito de trabajo eléctrico en un trabajo principalmente mecánico. El planificador mecánico tiene varias opciones. El planificador puede pedirle información a un planificador eléctrico. Si no hay un planificador establecido para el trabajo eléctrico, el planificador también puede consultar a un técnico eléctrico o dejarlo en manos del supervisor del trabajo eléctrico para coordinar su participación en el momento de la asignación del trabajo.
El planificador también podría proporcionar
información básica de los archivos de trabajos anteriores que podrían ser útiles para los electricistas. Un planificador mecánico podría incluso tener dificultades para planificar ciertas tareas mecánicas. Muchos equipos se han vuelto tan especializados que no todos los técnicos pueden estar familiarizados con ellos. En estos casos, el planificador simplemente consulta con los especialistas que tienen conocimiento. El planificador intenta proporcionar información útil sobre el alcance, la programación y los datos de archivo, incluso en estos trabajos, para ayudar a los esfuerzos posteriores de programación y ejecución. En ciertas plantas, los planificadores pueden convertirse en especialistas en la planificación de ciertos trabajos y no intentar planificar todos los trabajos. Los trabajos que requieren la experiencia de otro planificador se remiten adecuadamente.
Dos preocupaciones finales con respecto a la
capacitación del planificador incluyen las habilidades técnicas para mantenimiento del planificador y el desarrollo de habilidades especializadas para la planificación. Primero, la experiencia ha demostrado que un planificador retiene el conocimiento práctico de las habilidades técnicas incluso cuando no las aplica en el campo. Esto se debe a la estrecha asociación con el mantenimiento real a través de las tareas de planificación. Estas tareas de planificación le permiten al planificador desarrollar continuamente estrategias para trabajos y revisar los comentarios de la ejecución real. El planificador también pasa mucho tiempo en el campo hablando con técnicos y supervisores. En segundo lugar, hay cursos formales disponibles para capacitar a los planificadores en técnicas de planificación, pero la capacitación en el trabajo proporciona la capacitación más efectiva de los planificadores. Un planificador experimentado guía al nuevo planificador a través de los procesos. El primer principio de planificación para mantener a los planificadores en un grupo separado juntos facilita este aprendizaje.
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