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Perro de Caza
Perro de Caza
Los perros de caza son aquellos perros utilizados para asistir al ser
humano durante la caza. Por lo general, los perros de caza se
mueven en tres categorías principales: perro perdiguero o de cobro,
perro de aguas y perro pointer o de muestra.
Índice
Características del perro de caza
Tipos
Sabueso
Lebrel
Terrier
Perro de muestra
Perro cobrador o Retriever
Perro de agua
Perro levantador
Adiestramiento para la caza
Abandono de perros de caza
Razas y tipos populares
Véase también
Referencias
Bibliografía sin referencias
Enlaces externos
Instinto: solo los perros ansiosos por la caza buscan con afición y con intensidad, haciendo
caso omiso al cansancio y a las más duras condiciones tanto climáticas como orográficas,
buscando en la montaña de arriba abajo.
Fuerza: para soportar las duras condiciones de la caza.
Olfato: si el perro no tiene olfato solo descubrirá las tomas cuando está delante de sus
narices los recursos.
Ladrar: aquel perro que no tiene la inclinación a ladrar no es útil para según qué tipo de
caza, ya que no avisa al ver a una pieza, y puede poner en peligro su vida si, enfrentándose
solo a un jabalí, no reclama la ayuda de la jauría.
Valentía: solo el perro valiente se atreve a encararse al jabalí o entrar a morderlo cuando
éste se detiene o duda en su huida. Si solo es descubierto por un perro que no tiene
suficiente coraje éste no será capaz de hacerlo huir.
Iniciativa: únicamente el perro que improvisa es capaz de salir sano y salvo de las
situaciones más diversas.
Tamaño: el jabalí debe sentir la fuerza de los perros. En caso contrario, permanecerá en su
emplazamiento sin inmutarse.
Tipos
Según la clasificación de la FCI, seis de sus diez grupos corresponden exclusivamente a perros de caza, en
sus distintas modalidades y dentro del grupo V también encontramos razas que son usadas en la caza. Así
encontramos perros sabuesos, lebreles, terriers, perros de muestra, perros cobradores, perros de agua, perros
levantadores o Spaniels, perros nórdicos de caza.
Sabueso
Los sabuesos son perros con una gran capacidad olfativa, de gran
variedad de tamaño y colores, pueden cazar en solitario o en grupo,
denominándose al grupo jauría. Tras encontrar el rastro de la presa
empiezan a perseguirla mientras van latiendo, es decir, ladrando,
para avisar a los cazadores del recorrido que va haciendo en la
espesura. Pueden detectar el rastro de olor dejado por una pieza de
caza muchas horas después de que ésta haya pasado por el lugar.
Beagle, raza de sabueso.
Son utilizados para la caza menor y para la caza mayor. La FCI
creó para estos perros el Grupo VI.
Los rastreadores son perros con una gran capacidad olfativa, pueden cazar en solitario o en grupo, un
conjunto de 20 a 30 perros dirigidos por los cazadores, que tiene por función detectar la toma, sacarla de su
madriguera, llevarla donde se emplazan los tiradores, ladrar para delatar su trayectoria y, en caso de que sea
posible, apresar para que el cazador pueda rematar en cuchillo. El buen cazador valora la jauría, ya que
reconoce y agradece su labor y, por tanto, cuida su actuación para no disparar nunca a una pieza cuando se
encuentra rodeada de perros, ya sea durante una fuga o bien en el curso de un agarre. Si los perros se
asustan cuando están mordiendo pueden dejar de hacerlo y, en el futuro, sentir miedo durante meses o para
siempre. Cada jauría demuestra la personalidad, la seriedad y la profesionalidad del propietario. Pero es de
desear que los ejemplares sean homogéneos, perros bravos, encastados, vigorosos y especializados en todas
o en alguna de las funciones que deben ocuparse durante la cacería.
Son utilizados por la caza menor y por la caza mayor. La FCI los clasifica en el grupo VI: perros
rastreadores, de rastro y razas semejantes.
A lo largo del tiempo se desarrolló una especial manera de seguir los perros, con particularidades diferentes
según el país de que se tratara, siguiendo al caballo. Así, en Francia se impulsó la caza del ciervo, en
Inglaterra la del zorro y España la de la liebre y el jabalí.
Hay un ritual, similar a la caza del zorro en Inglaterra, donde el objetivo primordial de cada jinete es
mantenerse al frente del pelotón perseguidor de la presa, lo más pegado posible a los perros. Hugo Mainel,
en el siglo XVIII, seleccionó perros especiales que pudieran contrarrestar las artimañas del zorro y acosarlo
a toda velocidad en campo abierto, impulsando este tipo de caza rapidísima. El Beagle, Harrier y Foxhound
son las razas más frecuentemente utilizadas. El zorro, sin embargo, es capaz de utilizar tácticas diversas que
despistan a los perros y cubre grandes extensiones de terreno, llevando los jinetes de los llanos a lo alto y
del bosque en el prado.
En la península ibérica, la caza de la liebre con perros es una tradición fomentada. Cabalgar a galope
tendido en busca de un grupo de perros que persiguen a la liebre con un despliegue impresionante de
fuerza, agilidad, astucia y valentía, puede generar una emoción indescriptible. Se puede observar como la
toma finta, se escurre y finalmente se pierde después de una carrera a muerte que puede haber durado
minutos. Pero también se caza a pie con la ayuda de perros rastreadores, el ciervo, el rebeco, el corzo o el
jabalí.
Otros animales que se cazan con la ayuda de perros de rastro son el leopardo de las nieves, la foca y el
reno. Pero, sin duda, la caza del león y del tigre son las más espectaculares. El Perro crestado rodesiano es
el más frecuentemente utilizado para rastrear a los leones que acaban siendo abatidos con el fusil.
En Canadá, en Rusia y en Finlandia se caza también el oso, con el perro de osos de Carelia y en
Escandinavia también cazan con la ayuda de perros rastreadores y de trineo.
Lebrel
En Asia menor se cazaban a caballo gacelas mediante la ayuda de galgos saluki, que la descubrían y
perseguían por el desierto hasta que la mataban o era abatida por halcones.
Terrier
Los terriers son razas originarias del Reino Unido en su mayoría. Poseen un carácter muy vivo y audaz.
Han sido utilizados para la caza de alimañas en su propia madriguera. Las razas que pertenecen a este tipo
están incluidas en el Grupo III.
Los más difundidos son los perros de la familia terrier y los teckel
alemanes, todos ellos perros de cae, que entran bajo tierra y hacen
salir la presa.
Hay adiestradores que preparan túneles artificiales, zanjas tapadas con plaquetas de madera, por ejemplo,
con un pasillo de entrada, un distribuidor central, y algunas galerías, disponen en la parte final de una
sucesión de puertas, que constituyan jaulas móviles para poner el animal vivo con el que se quiere entrenar
al perro. Cuando el perro siente el olor de la presa y ladra ante la puerta que los separa, se abre la posterior
para que se aleje la toma del perro y ser nuevamente cerrada más atrás, permitiendo al perro avanzar y
ladrar de nuevo.
La guarida real suele estar en cualquier zona donde el terreno facilite su excavación, pero también puede
localizarse en el hueco del tronco de un viejo árbol o entre sus raíces.
Naturalmente, el éxito de la caza en madrigueras depende no solo de la experiencia del cazador y del perro,
sino también de la densidad de piezas en un determinado territorio de caza.
Perro de muestra
Por otra parte la presa se queda inmóvil, conducta instintiva de supervivencia ante el peligro que supone un
posible depredador. Cuando la presa sintiendo la proximidad del perro permanece prudentemente estática,
en un intento de pasar desapercibida o ser considerada muerta. En realidad, esta forma de defensa es
enormemente eficaz en la naturaleza. Y también instintivamente, la inmovilidad del ave bloquea los deseos
del perro para lanzarse sobre ella.
El perro de muestra y el cazador forman un equipo indisoluble, una perfecta máquina de cazar donde la
eficacia se basa en la efectividad de cada una de las partes. El perro enseña, apuntando la presa y el cazador
la abate.
Cuando la densidad de la vegetación impide el disparo largo, el perro debe acercarse mucho, a veces a
escasa distancia.
Para cazar la perdiz roja, la codorniz y de otras especies de pluma es necesario que el perro sea resistente e
infatigable y además debe saber desplazarse por todas las vertientes del terreno, por encima del cazador, por
la tendencia de estos animales a volar de arriba abajo, como dejándose caer. Sin embargo las codornices
que se esconden en terrenos abiertos, se cazan de maravilla con razas británicas como el setter y el pointer,
grandes bateadores del terreno.
El verdadero cazador disfruta más del trabajo de su perro que del hecho en sí de matar la caza. ¿Quién está
compenetrado con su perro siente por sus sentidos. Entre ambos se establece una especial forma de
comunicación, a un alto nivel de excitación y concentración. Abatir la presa, significa la culminación de la
eficacia, el equipo conformado por el hombre y el perro, actuando por éste como refuerzo de su conducta y
como estímulo para repetirlo.
Como las aves aún tras el disparo vuelan y a veces hay una gran
distancia (incluso llena de obstáculos del terreno difícilmente
franqueables) entre el lugar de su caída y el del cazador se requiere
que el perro recoja la caza allí donde el cazador no puede llegar y la
transporte hasta este.
Un spaniel bretón (cobrador) atento
Muchas de las razas de muestra comparten el instinto de cobro, al vuelo de un ave.
pero no todas. Así como los bracos son cobradores innatos, los
setters y los pointers deberán ser adiestrados para el cobro; aun así
algunos nunca llevarán las piezas.
El hombre ha obviado este inconveniente seleccionando razas especializadas en el cobro, como los perros
cobradores, que actúan junto a perros de muestra cobrando presas abatidas durante la cacería.
Perro de agua
Estos perros tienen una especial preferencia por el agua, siendo muy utilizados como perros cobradores en
la caza de aves acuáticas. Los perros de agua son un grupo de razas caninas caracterizadas por ser de
tamaño mediano y tener el pelo de consistencia lanosa y rizado. Se suelen utilizar para el cobro de aves en
zonas pantanosas y marinas.
Perro levantador
Este tipo de perros hacen salir al animal de caza fuera de su escondite, para que el cazador los pueda ver.
Los perros spaniel son especialistas en hacer levantar el vuelo a las
aves, históricamente antes de que aparecieran las armas de fuego,
cuando eran utilizados para la caza con halcones. En lugares donde
la caza está escondida es necesario un perro que haga volar a las
aves.
Los perros deben saber convivir y cazar juntos y acudir a la llamada del cazador. Solo los perros de agarre
que siguen de cerca a este necesitan aprender una obediencia básica.
Todos los perros que cazan cerca del cazador, en la mano, deben saber ir, sentarse, tumbarse y caminar
junto al guía cuando se les ordene.
Los perros de muestra, además, se trabajarán específicamente en este sentido. Para la mayoría de perros de
bozal, esta conducta es innata y solo tendrá que darle al perro oportunidad de ir adquiriendo experiencia.
Cuando se desea que el perro participe en competiciones de caza, deberá recurrir a un adiestramiento
especializado.
1. Localización de la presa.
2. Recogida.
3. Llevar la presa al dueño.
4. Posicionamiento ante él.
5. Soltar la presa a la orden.
Pero, como las otras fases del cobro deberán ser realizadas siempre de la misma manera, es preferible que el
guía enseñe a su perro interviniendo desde el principio. Hay que construir un aprendizaje con visión de
conjunto, no olvidando que el cobro es un todo dinámico y que la transición entre las diferentes etapas
teóricas debe ser fluida y llena de naturalidad.
Todos los perros de caza pueden someterse al test de la "mariposa", para valorar sus condiciones innatas de
muestra y de toma. La mariposa es un artefacto que se arma utilizando una caña de pescar con hilo, en este
extremo se sujeta un cebo que, preferiblemente no debe ser una pieza real para evitar que, si el cebo sufre
un desagradable contratiempo y se enrede al hilo mal manejado, por ejemplo.
El paso siguiente es dejar que jueguen fuera de su madriguera con el artefacto al completo, dejado en el
suelo (un palo con unos 40 cm de seda de pescar y un trapitos ligado al extremo), para que se acostumbren
a él. Ya en este momento los cachorros que muestren miedo revelarán que difícilmente servirán para cazar
en grupo.
A continuación, uno o dos días después, separados del grupo los tímidos, el examinador manejará con el
palo del cebo, moviendo primero para generar impulso de caza y deteniendo repentinamente. Ahora se ha
de observar el comportamiento del resto de la camada. Aquel que se muestra en la primera y, después,
busca con su olfato la presa artificial es sin duda el mejor. Se acabó la prueba para él. Y el resto de los
hermanos mostrará el observador experto un buen número de características que representan de forma
directa las actitudes genéticamente heredadas. Estará aquel que se haga el listo y corte el movimiento del
trapo, el que no pare y se lance sobre él, el que lo muerda con codicia y lo retenga contra el suelo, el que lo
sujete con suavidad, el que lo ladre nerviosamente, etc.
Véase también
Cazador (oficio)
Referencias
Enlaces externos
Razas de perros cazadores. (http://www.fedecaza.com/esp/canalcaza/elmundodelperro/raza
s) Federación de Caza.
Flavio Arriano: Cinegético. Texto griego (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Pers
eus:text:2008.01.0532), con índice electrónico, en el Proyecto Perseus. Empleando el rótulo
activo load, que se halla en la parte superior derecha, se obtiene ayuda en inglés con el
vocabulario griego del texto.
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