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LOS PRINCIPIOS ECONÓMICOS DE LA ECONOMÍA COLONIAL

La economía colonial se estructuró en base a tres principios o leyes económicas que


dirigieron todo el aparato productivo en las colonias americanas, estas fueron:

 El mercantilismo

 Exclusivismo o monopolio comercial

 El intervencionismo

Mercantilismo
Es una doctrina económica que surgió en Europa durante el siglo XVI y perduró durante
los siglos XVII y XVIII. Sostenía que la riqueza de un país se basaba en la cantidad de
oro y plata acumulada es decir toda actividad económica a desarrollarse debe tener como
objetivo conseguir oro y plata para llenar las arcas del Estado. Para tal fin el Estado tenía
que controlar la industria y el comercio apoyando más las exportaciones y reduciendo las
importaciones, de tal manera que la balanza comercial siempre sea favorable, este capital
acumulado según los pensadores mercantilistas de entonces, le daba al Estado poder. Tal
es así que España desde el primer momento de la colonización, estableció un comercio
fluido con sus colonias, vendiéndole toda clase de productos producidos en la metrópoli,
los barcos retornaban cargados de metales preciosos para ser almacenados en las arcas
reales. Aparte de las minas de oro y plata descubiertas por España en el continente
americano, una nación solo podía aumentar sus reservas de estos metales preciosos
vendiendo más productos a otros países de los que compraba.

Exclusivismo o monopolio comercial

España recurrió a otra estrategia para poder enriquecerse más, establecer un monopolio
comercial, es decir, que España sería el único país que comercialice con sus colonias,
para el resto de países europeos les estaban prohibido, salvo algunos permisos que se
otorgaron merced a algunos tratados. El control rígido de esta economía llegó a tal punto,
que solo algunos puertos en España estaban autorizados para enviar barcos y solo algunos
puertos en América estaban autorizados para recibirlos. Así en América solo los puertos
de Veracruz, en el Virreinato de Nueva España, y el Callao, en el Virreinato del Perú,
podían recibir mercaderías teniendo a los puertos de Nombre de Dios y Panamá como
puertos de tránsito. En España solo estaban autorizados el puerto de Sevilla y Cadiz, esto
perduró hasta 1778 en que el rey Carlos III establecería el comercio libre entre España y
sus colonias. Cabe mencionar que este exclusivismo comercial se vio afectado por el
contrabando que otros países europeos utilizaron (Francia, Inglaterra, Holanda) así como
los asaltantes de mar: piratas y corsarios que robaban los barcos españoles.

Intervencionismo:

Debido al mercantilismo, por el cual se protegía las industrias en España, la Corona


estableció la prohibición de que en América se instalen fábricas industrias o cultivos que
afecten la producción en la metrópoli. Estaba prohibido sembrar vid, olivo, producción
textil, producción de libros, etc. Toda aquella fábrica que afectase los principios
económicos de la metrópoli era automáticamente cerrada, de tal manera que la producción
económica en las colonias fue muy restringida durante gran parte del virreinato.

La fuerza laboral:

No cabe duda, que fue la población indígena de estas tierras americanas, la que cargó
sobre sus hombros, todo el aparato de la producción. En esta política tienen un papel
fundamental, las disposiciones y dadas por el virrey Francisco de Toledo quien, entre
1569 y 1581, logró crear y establecer todo un sistema de trabajo obligatorio, tomando a
los indios como mano de obra barata, merced al restablecimiento de este sistema incásico
llamado mita. Toledo obligó a los indios a vivir en pueblos accesibles a los españoles para
cobrarles el tributo y tener trabajadores fácilmente disponibles, de tal manera que se
destruyeron los ayllus y se crearon las reducciones (Pueblos de indios). La mita colonial
causó la desintegración del mundo andino y rompió el vínculo que los ayllus tenían con
su tierra. Sin duda, Francisco de Toledo sentó las bases del virreinato peruano pues logró
lo que parecía imposible: la ordenación administrativa y política de todo el amplio
territorio del Perú. A partir de su obra, los virreyes que siguieron lograron hacer del Perú
el más importante virreinato de América para beneficio de la Corona española.

Fue este sistema de trabajo el que permitió dar a toda actividad económica los
trabajadores para minas, haciendas, obrajes, construcciones, etc. Si bien es cierto era un
trabajo remunerado, su paga era ínfima y más sirvió como una forma encubierta de
explotación de la masa indígena. Se establecieron:

 Mita minera

 Mita de obrajes
 Mita de hacienda

 Mita de tambos

 Mita de ciudades

Los encargados de proporcionar la mano de obra indigena eran los corregidores quien
junto con los caciques de pueblos de indios realizaban el sorteo de los mitayos ante las
peticiones de mineros, obrajeros o hacendados para las actividades económicas, todo
indio entre 18 y 50 años estaba obligado a mitar, en los obrajes un año, en las minas 10
meses, en las haciendas 4 meses. Por ejemplo, la mina de Potosí tenía asignado 16
provincias del sur del Virreinato del Perú, para enviar trabajadores en un número de 4
200, siendo que cada pueblo enviase por sorteo a un séptimo de su población varonil.
Veamos lo que dice Fray Buenaventura de Salinas, cronista criollo, quien escribe en su
"Memoria de las historias del Nuevo Mundo Pirú" (1630) de cómo se efectuaba la leva
de mitayos "al tiempo de las mitas es lastima ver a los indios de cincuenta en cincuenta,
de ciento en ciento, ensartados como malhechores, en ramales y argolletas de hierro, y las
mujeres, hijuelos y parientes se despiden de los templos, dejan tapiadas sus casas y los
van siguiendo dando alaridos al cielo, desgreñándose los cabellos, cantando en su lengua
endechas tristes, y lamentaciones lúgubres, despidiéndose de ellos, sin esperanzas de
volverlo a recobrar, porque allí se quedan y mueren infelizmente en los socavones y
laberintos de Huancavelica. Aquí se ven las ventas de mulas, los empeños de los vestidos
y lo que es más de sentir, por este tiempo empeñan, alquilan a sus hijas y mujeres a los
mineros, a los soldados y mestizos a cincuenta y sesenta pesos, por verse libres de la
mina"...

Las Leyes de Indias trataron de corregir estos abusos, pero las autoridades coloniales
nunca o casi nunca le dieron validez cuya clásica respuesta ante una Real Orden era
simplemente "Obedezco, pero no cumplo", es decir, "recibo el documento y lo guardo
"así sucedió, por ejemplo, con la Real Cédula dada por rey Felipe III en 1601 donde pide
eliminar toda forma de abuso cometida con el indio; sin embargo, el virrey don Luis de
Velasco y la Audiencia de Lima no cumplieron ninguna norma dada por el rey afirmando
que los indios no trabajan, si no es por la fuerza y no hay hombres de otras razas que las
reemplacen y que su muerte por el excesivo trabajo es inevitable.

Las actividades económicas de la colonia


LA MINERÍA

La principal actividad de la colonia fue sin lugar a dudas la minería, por las ingentes
cantidades de oro y plata que la metrópoli recibió durante los tres siglos de dominación
colonial. Esta actividad iba de la mano con la doctrina mercantilista que España seguía,
fue entonces el motor de la economía colonial pues creó diversos circuitos económicos
alrededor de las minas, comerciantes de toda índole prosperaron con la minería. En un
primer momento, los metales preciosos fueron obtenidos del saqueo y pillaje de la acción
conquistadora. En un segundo momento, se obligó a los indios a buscar oro en los ríos
(lavar) y a mediados del siglo XVI se decidió explotar las vetas y yacimientos de estos
metales utilizando a los indios como mano de obra.

Formas de trabajo:

Los métodos para extraer el mineral aurífero o argentífero fue la explotación en


profundidad, es decir, se cavaron túneles o socavones siguiendo las vetas o rutas del
mineral. Estos socavones eran estrechos oscuros y sin suficiente ventilación, el tamaño
del socavón aumentaba conforme se explotaba el mineral. El indio entraba provisto de
una barreta y una vela de sebo de llama con un costal de cuero; una vez sacado el mineral
era molido para luego ser fundido en las wairas (hornos incas) este primer método
llamado de la fundición no permitía obtener buena producción por cuanto se perdía mucho
mineral argentífero en la escoria o restos de la fundición.

Para 1566 se introduce en el virreinato peruano otro método que permitiría una mayor
producción. El llamado método de la amalgamación inventado por Bartolomé de Medina
en el virreinato de Nueva España. El método de amalgamación para la obtención de la
plata se desarrollaba según las siguientes fases:

Fase Desarrollo de la fase

Mediante el empleo de molinos hidráulicos, se pulverizaban el mineral e plata


Molido
extraído de la mina.

Se llevaban la mena mineral molido (harina) a un gran espacio abierto pavimentado


(patio o incorporado) donde se la añadía agua, sal común y azogue, hasta conseguir
Incorporo un pasta uniforme (torta), hecho que se aceleraba andando encima de ella al mismo
tiempo que se removía con palas (repaso). Cuando el especialista (Azoguero)
consideraba que el mercurio había incorporado la mayor cantidad de plata (el
proceso denominado del incorporo se alarga hasta tres meses según las condiciones
del mineral y el clima), se procedía al lavado de la torta

El lavado de la torta se realizaba en grandes recipientes con palas giratorias para


preparar la lama (tierra e impurezas) de la pella (masa de azogue y plata), es decir,
Lavado
separar los elementos no metálicos de la amalgama

La pella (producto semilíquido) era entonces introducida en bolsas de lona para que
Filtración por el líquido fluyera la mayor cantidad de mercurio. Lo que quedaba era una masa
solida (piña)

La masa solida (Piña) se calentaba debajo de una campana (capellina) para que el
Calentamiento
mercurio se vaporizaba y se recuperara por enfriamiento

La plata pura que quedaba se fundía para convertirla en barras de igual tamaño.
fundación

Con este nuevo método la producción de plata aumento considerablemente. El proceso se


basaba en la capacidad del mercurio (azogue) de amalgamarse (fusionarse) con la plata y
fue una verdadera revolución en la minería de la plata hispanoamericana, el mercurio
absorbe la plata siempre y cuando esta se encuentre en estado de polvo o harina. "Esta
acción daba como resultado una amalgamación llamada pella". Luego se separaba el
azogue y quedaba la plata pura y de alta ley. Lo económico de este método es que el
mercurio podía volver a utilizarse luego del proceso. Esto supuso que el azogue o
mercurio cobre una importancia vital para la minería colonial. En un inicio tal mineral
era traído de España de las minas de Almadén, pero a partir de 1570 con el hallazgo de
las minas de Azogue de Huancavelica (Oropesa-Santa Bárbara) y con el hallazgo de la
mina de plata de Potosí en 1545 se produjo toda una revolución argentífera en el
Virreinato peruano. América no contenía más oro que plata, sino al revés había más plata
que oro y fue la plata la que se explotó en grandes cantidades, así tenemos que hasta fines
del siglo XVI solo el 80% del total de plata extraída del Virreinato peruano, correspondía
a Potosí y representaba el 50% de todo lo que se producía en el mundo. No podemos dejar
de mencionar que el auge en la explotación de la plata significó en términos de vidas
humanas, solamente en Potosí, la pérdida de ocho millones de vidas en un período de tres
siglos.
TRABAJADORES

Los indios bajo la condición de vasallos del rey de España, reglamentados por las
ordenanzas del virrey Toledo tuvieron que laborar en las minas a través de la mita minera
estos sorteados eran llamados mitayos o indios de cédula, habían también los llamados
indios de faltriquera quienes pagaban por no ir a trabajar luego de salir sorteados y los
llamados mingados que por ser experimentados ya en el trabajo de la mina, se alquilaban
o contrataban como trabajadores libres, habían indios barreteros, cargadores, separadores
y llameros; el sueldo que percibían era de 7 reales por jornada (un peso-8 reales). Un
salario ínfimo, si tenemos en cuenta que Potosí produjo hasta el año de 1800 la cantidad
de 1640 millones de pesos en plata. A partir de 1600 la extracción de plata fue
disminuyendo por el agotamiento de las vetas y el mercurio sufrió igual suerte a partir de
1650, es decir, que a comienzos del siglo XVII, la producción minera argentífera comenzó
a descender y entrar en franca decadencia sumado a la falta de mano de obra barata por
el exterminio del indio.

Envíos de oro y plata a España durante el siglo XVI:

Años Oro (Kilos) Plata (Kilos)

1503-1510 4965 0

1511-1520 9153 0

1521-1530 4889 148

1531-1540 14466 86193

1541-1550 24957 177573

1551-1560 42620 303121

1561-1570 11503 942858

1571-1580 9429 1118592

1581-1590 12101 2103027

1591-1600 19451 2707626


Crecimiento de Villa Rica de Potosí

Año Habitantes

1560 60000

1580 125000

1590 130000

1600 145000

1610 160000

Las minas

Según las memorias del virrey Francisco Gil de Taboada en el virreinato peruano se
explotaban, durante su gobierno, que va de 1790 a 1795, la cantidad de 728 minas de plata
y 69 de oro, 4 de mercurio, 12 de plomo y 4 de cobre. Las minas más importantes por su
volumen de extracción fueron:

Minas de plata

Potosí 1545 actual Bolivia

Huaytajaya 1566 Iquique

Castrovirreyna 1555 Huancavelica

Carabaya 1542 Puno

Caillona 1629 Arequipa

Cerro de Pasco 1630 Pasco

Laycacota 1657 Puno

Recuay 1630 Ancash

Hualgayoc 1772 Cajamarca


Minas de oro

Carabaya 1542 Puno

Chachapoyas 1555 Amazonas

Chaucalla 1550 Arequipa

Montesclaros 1612 Arequipa

Otoca 1674 Ayacucho

Chorunga 1750 Arequipa

Chalhuani 1775 Arequipa

Chocorvos 1620 Huancavelica

LOS OBRAJES

Durante la colonia otra manera de explotación y ganancia económica, fue el establecer


pequeños talleres textiles llamados obrajes, los primeros comienzan a surgir a partir de
1545 cuando Antonio de Rivera y su esposa fundan uno en su repartimiento del valle de
Jauja, su número creció rápidamente llegando a existir cerca de 300 sin contar con los
ilegales que por su tamaño pequeño eran llamados chorrillos y que abundaban por todo
el reino. La demanda de ropa para los indios, para las clases medias y populares no era
abastecida por el comercio español; no solo por su elevado precio sino también por las
medidas proteccionistas que dictara el rey Carlos I en 1552 para su industria textil, medida
que trajo como consecuencia el auge de la industria obrajera en el Virreinato peruano
durante el siglo XVII. Las ordenanzas dadas por Toledo establecían que en estos talleres
trabajen indios bajo el régimen de la mita, durante un año, cumpliendo un trabajo de 9
horas diarias y ganando 24 pesos al año. Debido a los abusos y al costo de vida que se
había elevado, el virrey Luis de Velasco en 1600 decidió aumentar el salario de acuerdo
a la región. Así en Huánuco, Huamanga y Trujillo se pagaba 35 pesos al año; en Cusco,
La Plata y Arequipa 40 pesos; sin embargo, las disposiciones para cumplirlas fueron
burladas por los hacendados quienes hicieron de estos centros textiles una nueva forma
de maltrato y abuso contra los indios.
Para 1711, el rey de España decide dar una real orden por la cual se ordena suprimir toda
fábrica de ropa en las colonias americanas, tal es así que a partir del siglo XVIII los
obrajes desaparecerán lentamente debido a las reformas económicas de los Borbones que
querían nuevamente inundar con telas de España a estas tierras.

EL COMERCIO COLONIAL

Desde los primeros momentos de la conquista, el comercio colonial se estableció bajo el


régimen de monopolio, es decir, todo el tráfico comercial España-América sería
controlado por la Casa de Contratación de Sevilla creado para tal fin en 1503.

Todo barco que vendría a América tenía que registrase en el puerto de Sevilla o sus
antepuertos San Lucar de Barrameda o Cádiz. En 1717 Cádiz se convirtió en el principal
puerto de control del tráfico marítimo, tenía mejor disposición frente al océano, Sevilla
estaba a orillas del rio Guadalquivir y se estaba sedimentando. Es en esta actividad donde
se dio con mayor claridad los principios de la economía colonial: exclusivismo,
mercantilismo e intervencionismo. Las riquezas de América conocidas en Europa originó
el aumento de piratas y corsarios quienes trasladaron sus operaciones del Mediterráneo al
Atlántico esto determinó que a partir de 1543 la Casa de Contratación ordenara que los
barcos que zarparan para América lo hagan en convoyes llamados "Flotas" y "Galeones".
La "Flota" estaba destinada para el Virreinato de Nueva España y para las colonias de Las
Filipinas, se dirigía al puerto de Veracruz, un grupo de estas mercaderías atravesaba el
Virreinato de Nueva España y llegaba la puerto de Acapulco desde donde zarpaba el
llamado "Galeón de Manila" para las colonias españolas en Filipinas. "La flota" partía de
España en marzo o abril. Para el Virreinato del Perú venía los llamados "Galeones de
tierra firme" quienes zarpaban en julio o agosto y se dirigían al puerto de Nombre de Dios,
en la actual Panamá, donde se llevaba a cabo una feria denominada "Portobelo", mercado
obligado para que los comerciantes del Callao puedan venir desde Lima cruzar el estrecho
a lomo de mula, adquirir las mercaderías y retornar a su virreinato. A mediados de febrero
los dos convoyes se reunían en La Habana (Juana - Cuba) para retornar juntos a España.

Hacia el Perú

Llegadas las mercaderías a Nombre de Dios se llevaba a cabo un mercado donde los
precios de los productos se triplicaban a más, los comerciantes del Callao compraban toda
clase de productos y luego cargados en mulas retornaban cruzando el estrecho de Panamá,
para reembarcarse y seguir en la llamada "Armada de la Mar del Sur", que a modo de un
nuevo convoy partía hacia el Callao de esta manera se evitaba mayores pérdidas por el
ataque de piratas y corsarios.

Ya en el Callao las mercaderías seguían subiendo de precio donde por otros mercaderes
las adquirían y a lomo de mulas caballos o llamas transportaban los bienes hacia Buenos
Aires, Charcas o Potosí. Otra pequeña ruta se hacía hacia Arica para abastecer el mercado
de la zona mapocha. Toda la transacción debía estar culminada para comienzos de año,
pues había que retornar con la plata u oro hasta Panamá y luego a La Habana y esperar a
la flota de Veracruz para retornar a España.

Los comerciantes del Callao se convirtieron en una entidad económicamente poderosa,


despertando el recelo en los comerciantes criollos de Santiago y Buenos Aires, regiones
en expansión pero contraídas por las leyes exclusivistas, que beneficiaban al Callao como
único puerto de entrada de mercaderías para esta parte de América. Sin embargo, no
perduró esta supremacía lentamente se fue liberando el comercio colonial; así en 1713 se
autorizó a Inglaterra enviar a América un "navío de registro" una vez al año para
comerciar con las colonias americanas. En 1721, Buenos Aires adquirió derechos para
comerciar directamente con España; en 1754, el Estrecho de Magallanes fue abierto a la
navegación mundial, dando por resultado que Chile se vaya independizando
comercialmente del puerto del Callao y, finalmente, en 1778 el rey Carlos III, para
combatir el contrabando que atacaba la economía española, decidió decretar el comercio
libre, por el cual se dio autorización a 13 puertos españoles y 22 puertos en las colonias
de América.

Este comercio colonial no fue constante en su crecimiento; tuvo su auge en el siglo XVI,
pero decayó en el siglo XVII debido principalmente al incremento de la industria obrajera
en el Virreinato peruano, al incremento del contrabando europeo y al accionar de piratas
y corsarios.
LA AGRICULTURA

La agricultura colonial, a diferencia de la agricultura incaica, fue muy deficiente. Hay que
tener en cuenta que los españoles se preocuparon más por conseguir metales preciosos y
la agricultura no se los otorgaría como lo haría la minería. Primero, la tenencia de la tierra
varió pues en la época inca era de tipo comunal colectivista, en donde los runas solo eran
usufructuarios de dicha tierra, pues pertenecían al Estado inca. En cambio, en la Colonia
surgió la propiedad privada en todas las clases sociales. Había tierras de los
encomenderos, de los hacendados, de las Iglesias, de las comunidades campesinas, todas
entregadas por la Corona española través de las llamadas "composición de tierras" o
"merced de tierras".

Los conquistadores se preocuparon en un inicio de tener bajo su propiedad grandes


extensiones de tierras que por la carencia de mano de obra se volvieron improductivas. A
esto hay que agregar las diferentes prohibiciones que la Corona española dio para frenar
la expansión agrícola en América sobre todo de productos agroindustriales como la vid,
el olivo, la caña de azúcar, tratando de evitar la competencia con la producción de España.

A finales del siglo XVI, la agricultura comenzó a tomar importancia económica pues los
centros mineros no podían subsistir sin los productos agrícolas. Así, en torno a las
explotaciones mineras tempranamente se establecieron haciendas y estancias, cuya
producción de trigo, carne de puerco y res, mulas, maíz, cueros y sebo se dirigió a
satisfacer las necesidades de la población minera. Alrededor de Lima y Potosí, por
ejemplo, hubo grandes hectáreas destinadas solamente a la producción local. Hacia 1600
la producción local fue lo suficientemente estable como para sustituir las importaciones
que se hacían desde España causando gran molestia a los comerciantes españoles.

A lo largo del territorio colonial destacaron zonas por su especialización en la producción.


Así tenemos, por ejemplo que en las Antillas sobresalían las plantaciones de la caña de
azúcar y la ganadería. Nueva España y Centroamérica se destacaron por el tabaco, cacao,
trigo, seda, azúcar, algodón, añil y la grana o cochinilla. En el norte de México, prosperó
la ganadería extensa, al igual que en Venezuela, tierra del chocolate. En el Perú, se cultivó
el algodón, el trigo, la cebada, la vid, el olivo, la caña de azúcar y habrá una fuerte
producción lanera.

Cabe mencionar que los productos introducidos por los españoles al territorio peruano
fueron: el arroz, la caña de azúcar, la uva, el olivo, la manzana, cítricos como el limón, la
naranja, la lima, la mandarina. Mención aparte merece mencionarse a los animales dentro
de la ganadería, así tenemos que trajeron: ganado vacuno, caprino, porcino, caballar,
ovino, conejos y aves de corral como gallinas y pavos.

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