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La integración tecnológica militar en el campo de la gestión de recursos logísticos: Una

mirada al futuro de las Operaciones Terrestres Unificadas.

Introducción

El empleo de la tecnología al servicio de las operaciones militares ha sido inherente a la historia

de la humanidad. Desde los primeros tiempos, el arco servía para el combate y la caza siendo así

una tecnología de doble uso (Montoya, 2019), lo cual significa que la tecnología y la defensa

siempre se han articulado en función del bienestar de la población encausada principalmente en

el ámbito militar.

De esta forma, la evolución ha ido más allá del ámbito de los conflictos, captando el interés del

gobierno, de manera que se empiece la inversión en desarrollo tecnológico, dicha inversión se

aplica no solo en los campos tradicionales sino también en estar a la vanguardia para con ello

combatir potenciales amenazas que aquejan a la población y son de interés de las Fuerzas

Armadas.

Una vez que se han identificado las formas no convencionales en la que se presentan las nuevas

amenazas (insurgencia, guerrilla, terrorismo), se ve estrictamente necesario un desarrollo tanto

científico como tecnológico que, junto con el sector de la Seguridad y Defensa, permita opacar

tales amenazas y garantizar la paz y armonía en la población.

De esta manera, surge el interrogante de ¿Cuál es la importancia de la evolución de la

tecnología militar para el sector defensa, enfocada al control de los recursos logísticos militares?

Para responder a esta interrogante, es necesario establecer el vínculo que tiene la tecnología con

la optimización de la gestión logística en el campo militar, a fin de garantizar el cumplimiento

efectivo de las misiones ejecutadas por las Fuerzas Armadas en el Ecuador. En tal virtud, el
presente ensayo abordará la temática antes señalada con una crítica hacía ciertos paradigmas que

rodean a la modernización y desarrollo tecnológico militar dentro del país.

Los avances tecnológicos en el campo de la gestión de recursos logísticos.

El término innovación puede ser empleado en diferentes áreas y entornos, cambiando así el

enfoque, sin embargo, de manera general, se define a la innovación como el avance o mejora de

tecnología que cumpla con determinado objetivo (Uribe, 2019).

En el área militar, la innovación hace referencial al cambio integral que afecto en todos y cada

uno de los ámbitos que desempeñan como fuerzas del orden (operaciones, entrenamiento y

doctrina), y entre otros aspectos, se caracteriza por la cultura en la que se hacen desarrollos

consecuentes con los objetivos, las estrategias y los modos de operar de los ejércitos (Jordán,

2018). La metodología de entrenamiento militar que se desarrolla en los soldados para la batalla,

actualmente, conlleva una serie de avances tecnológicos, los mismos que permiten prepararlos

para enfrentar los retos que se les presenten durante las misiones, así, simuladores o

entrenamientos guiados por otros países expertos enriquecen la formación profesional de las

Fuerzas Armadas.

Otra de las áreas de la era moderna que se debe tener énfasis es la ciberseguridad, área que ha

tomado gran relevancia en las políticas estatales en los últimos años. Resulta trascendental

prevenir cualquier tipo de ataque cibernético de manera efectiva, para lo cual se requieren

habilidades y herramientas que aseguren la información que se maneja. Aunque la mayoría de

estos sistemas de protección cibernética tienen repercusiones inmateriales, es necesario que la

manipulación de software, datos e información cuente con un método estratégico de contingencia

ante cualquier agresión. En la actualidad, las guerras han pasado de un plano físico a uno virtual,
por ello resulta conveniente la creación de nuevos avances que defienden y atacan a la soberanía

virtual de una nación. Por ejemplo, Alemania aplicó medidas cibercoercitivas contra Estonia,

donde observó una disminución del desempeño de los comandantes, tropas y armas, utilizando la

extensión de la "niebla de guerra", para generar indecisión y reducción de la reactividad del

oponente. Esta metodología funciona gracias a que las armas hoy en día requieren software y su

interrupción afecta de forma directa y negativa su capacidad para funcionar: interrumpir redes,

armas y estructuras de comando de un atacante proporciona beneficios significativos para la

defensa (Bundeswehr, 2019)

En síntesis, es fundamental la integración de la tecnología dentro del ámbito militar, en todo

campo, sin embargo en el ámbito de la logística es primordial ya que de existir algún tipo de

intrusión en los sistemas de control de los recursos, esto podría acarrear graves consecuencias

legales y tácticas dentro de la institución armada.

Las Operaciones Terrestres Unificadas: sus desafíos en el contexto actual de la Seguridad y

Defensa.

Actualmente, con la presencia de las nuevas amenazas a nivel global, el Ejército Ecuatoriano ha

visto la necesidad de evolucionar en cuanto a sus medios, sus recursos y su doctrina, por dicha

razón se ha adoptado la Doctrina Equinoccio, donde se ha incorporado un nuevo concepto

operacional: las operaciones terrestres unificadas (OTU), donde se busca redirigir la atención de

los comandantes hacia la organización de actividades y fuerzas para lograr una posición de

relativa ventaja sobre el enemigo, mediante la obtención, explotación y mantenimiento de la

iniciativa —una marcada diferencia del lenguaje que pide lograr el “equilibrio” entre las tareas

de combate y estabilización o las tareas letales y no letales.


El incremento de conflictos no convencionales, asimismo de misiones humanitarias que muchas

de las veces se presentan en medio de luchas entre facciones de un mismo Estado, y de tareas de

apoyo al interior de nuestro país, han alterado, desde el punto de vista militar, la interpretación

previamente conocida de los principios de la conducción estratégica que se desarrollaban dentro

de las unidades de Fuerzas Armadas, dicho de otra forma, se han inmiscuido y alterado los

objetivos, los escenarios, las fuerzas, y de la gestión estratégica; todo esto conlleva a las unidades

militares al desarrollo de nuevas concepciones y cambios en la doctrina de empleo de las fuerzas,

con lo que se está influyendo en los criterios de toma de decisión que se aplican en los niveles

más bajos de la conducción táctica.

Estamos tratando con una lógica donde las operaciones se desarrollan en medio de la población y

con la participación de varios otros actores nacionales e internaciones (agencias, OG, ONG,

medios de comunicación), dejando atrás los tiempos donde los objetivos estaban determinados

y/o materializados generalmente por la fuerza adversaria, la misma que se encontraba desplegada

en zonas o puntos críticos cuya posesión determinaba una ventaja decisiva; tratándose así de un

abismal cambio. Por cuanto ahora el adversario se encuentra con que no solo deben enfrentar las

fuerzas regulares que actúan bajo criterios de un despliegue operacional basado en un formato o

doctrina convencional, sino que también se orienta a acciones puntuales y localizadas muchas

veces a objetivos de oportunidad. Con ellos se estable en las fuerzas regulares un diseño

operacional flexible que requiere conocer, de manera elemental, el sentido y los efectos que se

buscan alcanzar con el empleo de la fuerza militar, algo que requiere incorporar consideraciones

políticas y estratégicas. Este tipo de consideraciones se transforman en algo fundamental debido

a las repercusiones que se presentan en la actualidad interna política de un país, cuando en el

frente de batalla se está empleando la fuerza, y que en definitiva es el escenario de la conducción


táctica. El estudio de este tema está recién comenzando a ser objeto de investigaciones

sistemáticas, y, entre muchos otros aspectos, se destaca el problema de la “dialéctica del control”

que se presenta entre la “dispersión” y la “micro gestión”, lo que hace referencia a la lógica que

se basa en los niveles de la conducción (estratégico, operacional, y táctico), y en contraposición a

estos, la creciente tendencia a centralizar el control (Ruffa, 2015)

La modernización de los sistemas de gestión de recursos logísticos: Un factor clave para el

éxito de las OTU.

Las operaciones que difieren de actividades de guerra, se convirtieron paras las Fuerzas Armadas

en operaciones de estabilización, las cuales, hoy en día, cuentan con la misma importancia que

operaciones de combate de gran envergadura. En tal virtud, las unidades militares pusieron en

práctica los aspectos de mayor utilidad dentro de la concepción de las OTU. La definición de las

Operaciones Terrestres Unificadas es “obtener, mantener y explotar la iniciativa para ganar y

conservar una posición de relativa ventaja en las operaciones terrestres sostenidas a través de

simultáneas operaciones ofensivas, defensivas y de estabilización para evitar o disuadir el

conflicto, predominar en la guerra y crear las condiciones favorables para la resolución del

conflicto”. Dicha definición engloba las mejores técnicas y metodologías del pasado en una

doctrina que tiene como finalidad destacar en todas y cada una de las operaciones desarrolladas

por el Ejército, en cualquier entorno o contexto que éstas se lleven a cabo.

De forma que se reafirme el objetivo claro de institucionalidad que desarrollan las OTU, se

vuelve importante un desarrollo tecnológico a la vanguardia de las necesidades de una nación,

así el cuerpo de las Fuerzas Armadas, a través de sus operaciones descritas a lo largo del presente

ensayo, vela por la Seguridad y Defensa de la ciudadanía. El título, Operaciones Terrestres

Unificadas, implica que el Ejército opera como parte de una coalición conjunta, interinstitucional
o internacional, mediante el empleo y gestión oportuna de sus recursos logísticos, pues ¿Qué

sería de las operaciones sin un adecuado abastecimiento logístico?, la respuesta es obvia: un

fracaso total que implicaría pérdidas humanas. Por tal razón es fundamental la integración de los

sistemas de software modernos y confiables a la gestión de los recursos logísticos.

El avance tecnológico necesario producirá un cambio de proporciones que incide en el tipo de

análisis y en las consideraciones que se deben tener en cuenta en la concepción misma del

empleo de la fuerza, en las que influyen, además de las variables propiamente militares,

realidades, actores y dinámicas sociales muy diversas. Pero no solo se trata de innovar, sino

también de capacitar, es por ello que es un reto para los comandantes de todos los niveles,

incluidos los más subalternos el estar completamente al nivel de conocimientos requeridos para

el mando y control de las operaciones que se les encomienden y que tengan a la tecnología como

soporte. Finalmente, señalar que todo esto viene acompañado de factores psicológicos,

cognitivos, físicos, y el empleo racional de armamentos y tecnologías descritas, lo cual se hace

más difícil en ambientes donde prevalece la incertidumbre y la ambigüedad, cuya presión se

manifiesta directamente en la toma de decisiones y en el empleo de los medios militares.

Concluyendo la necesidad de un avance significativo en la tecnología empleada en las Fuerzas

Armadas para que las OTU cumplan de manera exitosa, cómoda y confortable con las funciones

encomendadas.

Conclusiones

En el presente ensayo, se ha examinado la integración de la tecnología militar en el campo de la

gestión de recursos logísticos, dando especial enfoque en el desarrollo futuro de las OTU. Las

Operaciones Terrestres Unificadas adoptan conceptos previos que tienen más utilidad para lograr

el éxito en el presente y en el futuro, y es en donde se concentra la atención del presente ensayo,


pues en una era moderna en la que nos encontramos, se hace indispensable que la tecnología se

involucre en todos los campos, más aún en el ámbito militar el cual es responsable de la

Seguridad y Defensa de una nación, pues con las infiltraciones de grupos irregulares, las Fuerzas

Armadas cumplen funciones más allá de las guerras. Si bien es cierto se crean diferentes

incertidumbres alrededor de un cambio tecnológico, es por ello que se ha hecho énfasis en la

descripción de las necesidades que conlleva un cambio de tal magnitud. Romper paradigmas de

la ambigüedad, el retraso de la tecnología implica retraso de funciones, implica que la nación se

encuentre desprotegida cuando la Fuerzas del orden no cuentan con el equipamiento a la par de

sus adversarios.

Los sistemas modernos de gestión de inventarios aplicados a la logística militar, hoy en día son

una herramienta fundamental para la toma de decisiones, pues de esta manera el comandante

puede tener indicadores que faciliten la distribución y cumplimiento de los ciclos de

abastecimiento del material de guerra para las Operaciones Terrestres Unificadas.

La contribución del Ejército a la acción unificada, es decir las operaciones terrestres unificadas,

representan cómo el Ejército logrará el éxito en las operaciones terrestres sostenidas como parte

de una fuerza conjunta o combinada que vaya de la mano con la integración tecnológica militar

como parte de la gestión de recursos logísticos. Constituyendo, además, una base para el

desarrollo doctrinal futuro que se encargará de guiar a las Fuerzas Armadas en los muchos

desafíos emergentes que dependen en gran medida de las operaciones logísticas y que, de no

contar con un sistema de inventarios robusto, confiable y con seguridad informática, se podría

perder la guerra antes de desplegar las tropas.


Bibliografía

Bundeswehr, K. (2019). Startseite. 58-70.

Jordán, J. (2018). ultura organizativa e innovación militar: el caso de las Fuerzas de Defensa de Israel.

Revista de Estudios en Seguridad Internacional, 17-40.

Montoya, A. (2019). Tecnología y Fuerzas Armadas. Revista del centro Superior de Estudios de la

Defensa Nacional, 54-73.

Ruffa, C. D. (2015). Soldiers drawn into polítics? The influence of tactics in civil-military relations.

Taylor and Francis Online, 322-324.

Uribe, J. (2019). Una perspectiva de la innovación tecnológica en Latinoamérica. Trilogía Ciencia

Tecnología Sociedad, 45-55.

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