Indicar qué instituciones musicales constituyen la identidad constructora
En los inicios del siglo XIX, la música desempeñó un papel central en el anuncio de quiénes serían las nuevas naciones. Su confirmación como sociedades americanas sumado a la creación de los himnos nacionales y marchas patrióticas fueron manifestaciones de un fenómeno identitario. Los países latinoamericanos implementaron planes similares para la educación musical a pesar de haberse realizado en distintos años del mismo siglo. Estos planes intentaron propiciar las grandes corrientes culturales y a institucionalizar el estudio de la música en el centro de las sociedades.Prueba de ello es la gran cantidad de sociedades filarmónicas (algunas gestadas desde la práctica musical de instituciones religiosas del período colonial) , círculos corales, clubes musicales, sociedades líricas y academias que luego se convirtieron en los actuales conservatorios. Estas sociedades también se ocuparon de ofrecer ciclos de conciertos además de publicaciones impresas como revistas especializadas. También contribuyeron al acercamiento de la gente al arte musical (dejando de ser patrimonio exclusivo de las clases altas) , y al desarrollo pedagógico para quienes quisieran formarse como músicos profesionales. Nuestro país se destacó más que ningún otro de la región por la llegada de gran cantidad de músicos europeos quienes fueron portadores de las enseñanzas recibidas.
Caracterizar la producción cultural criolla
El salón fue el más importante de los espacios musicales del siglo XIX. Fue la contraparte de los teatros y donde transcurrió la mayor parte de la música latinoamericana en dicho siglo. Esta música fue consumida por las clases burguesas en el seno de sus hogares.Consideramos piezas de salón a las habaneras de Cervantes, los joropos, las vidalitas,las marineras, los aires nacionales como así también las mazurcas de Chopin y los impromptus de Schubert. Dentro de esta definición o categoría podemos clasificar a la música de salón en distintos grupos : música de baile , música de salón propiamente dicha y música de tertulia o concierto. El baile fue fundamental y entretenimiento favorito ya que permitía el contacto entre los jóvenes. Aunque se solían organizar grandes bailes con orquestas en vivo, en los salones transcurrían la mayoría de ellos donde las señoritas se lucían con sus interpretaciones. Dentro del grupo de la música de salón propiamente dicha están esas mismas formas bailables pero para ser escuchadas únicamente: vals de salón, polca de salón, mazurca de salón , cantidad de piezas características como barcarolas, nocturnos, reveries etc.y las piezas nacionales que le dieron un florecimiento de una identidad sonora definida en contraposición a lo europeo. El último grupo denominado música de tertulia o concierto se refiere a que las composiciones requerían un nivel de ejecución más avanzado, comparable a las tocadas por grandes intérpretes. Una pieza de tertulia es aquella que permite lucirse ante los invitados. En cuanto a la etnia de cada región, los compositores emplearon como materia prima las distintas especies locales como ser el huayno, la zamacueca, la contradanza, la samba, la rumba, el son caribeño y la canción,que a su vez cada una de ellas originan otros subgrupos según el país.
Caracterizar el papel musical, político y social de la ópera en latinoamérica
Es primordial asegurar que la ópera fue el espejo idealizado donde las sociedades latinoamericanas quisieron verse reflejadas. En todo el continente los países aspiraban contar con la infraestructura suficiente para el cultivo de la ópera. Contar con un teatro de ópera era sinónimo de civilidad avanzada, de un país adelantado y culto ya que este género era la expresión más refinada de la cultura occidental. Cualquier visitante ilustre era llevado a disfrutar de alguna de estas representaciones como muestra de jerarquía artística. En el plano musical es importante decir que si bien los teatros se construyeron en las capitales, la ópera derramó en múltiples ediciones para canto y piano, arreglos de fragmentos y oberturas para piano a dos y cuatro manos llevando las famosas melodías a lo largo de todo el territorio. La ópera italiana fue definitoria en el gusto a partir de Rossini como gran referente marcador de tendencia en cuanto a la estética de la música latinoamericana de la primera mitad de siglo. En la segunda mitad mencionamos a Wagner como nueva influencia .