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UNIVERSIDAD UTE

Facultad de Ciencias Gastronómicas y Turismo (FCGYT)

Carrera: Gastronomía

Asignatura: Ética

9 nivel paralelo “A”

Tema: Resumen lectura Págs. 269-283

Nombres de los integrantes:

Navarrete Gómez Emilio Danilo


En 1982, en Estados Unidos, varias personas murieron después de haber tomado cápsulas de un
analgésico, Tylenol, en las que un desconocido había introducido cianuro. La compañía Johnson
& Johnson, fabricante del fármaco, actuó rápido. «Los empleados estadounidenses de la
empresa retiraron inmediatamente el fármaco, antes incluso de que la dirección hubiese hecho
pública una declaración sobre la adulteración. Nadie tuvo que explicarles cuál era la conducta
ética; sabían que eso era lo que Johnson & Johnson esperaba de ellos». Se retiraron del mercado
los 31 millones de frascos de Tylenol que representaban un valor mercantil de unos 100 millones
de dólares, se instaló una línea verde para responder a las preguntas del público, se tuvieron
reuniones con los medios de comunicación y se ofreció una recompensa de 100.000 dólares a
cualquier persona que pudiera aportar información que llevara al arresto del culpable. El
presidente de la compañía, Jim Burke, se limitó a seguir la política de responsabilidad social ética
que se recoge en la declaración de valores de la firma (su conocido credo). Cuando las pruebas
mostraron que el producto había sufrido un sabotajela empresa invirtió varios millones de
dólares en indemnizar a las víctimas, en comunicar lo que había pasado, y en realizar varios
cambios, entre ellos el del envase del producto, para impedir nuevos sabotajes. ¿A cuánto
ascendería la pérdida para esta empresa?
Once semanas después del comienzo de la crisis, la marca Johnson & Johnson había recuperado
el 80% de su mercado inicial y la totalidad del mismo en 1984. La declaración pública de la firma
todavía se recuerda: «el respeto a la vida de una sola persona debía prevalecer sobre el
negocio». La compañía conjugó el razonamiento ético con una estrategia de obtención de
beneficio, y logró una credibilidad que reforzó la lealtad y la confianza en su marca

En este último capítulo del libro se analiza la relación de la organización con su entorno. Se
estudia aquí la organización en su conjunto, en cuanto elemento constitutivo de la sociedad, de
ahí que se utilice el término ética de la organización. No conviene olvidar que la responsabilidad
ética es siempre personal, y que son personas las que representando a la organización toman
decisiones, aunque se tome aquí como objeto de estudio a la organización en su conjunto.
¿Tendría razón de ser una organización cuyos representantes actuaran en contra del bien
común? ¿Es responsable la organización de algo más que del cumplimiento de las normas legales
vigentes y las reglas del juego? Junto al contenido de las responsabilidades sociales éticas,
conviene entender ante quién es responsable la organización, y si lo es en el mismo grado para
con todos los agentes sociales o existe algún criterio para distinguir. Considerando además que
los comportamientos actuales afectarán a las futuras generaciones y a su medioambiente.
Finalmente, se describen enfoques e instrumentos prácticos que pueden ayudar a la reflexión
acerca de qué es una actuación social ética. Esta actuación tendrá repercusiones en la
reputación de la organización y en la confianza que genere.

Bibliografía:
https://lms.ute.edu.ec/pluginfile.php/1575170/mod_resource/content/1/Guillen%20Parra%2
C%20Manuel.%20Etica%20en%20Las%20Organizaciones.%20Construyendo%20Confianzas.pdf

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