Jai

Cuando supe que mis padres me habían vendido en

matrimonio para pagar las deudas de mi hermana, no me
sorprendió en absoluto. Me habían quitado todo lo demás
durante toda mi vida. ¿Por qué no mi libertad también? Pero
Jake D'Amato no se parece a nadie que haya conocido. Es dulce y
amable, y parece que realmente se preocupa por mí. Cuando mi
familia decide que mi hermana sería una mejor esposa para él,
pongo mi pie en el suelo. Por una vez en mi vida, iba a luchar
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por lo que quería, y quería a Jake.

Jake
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No había llegado a donde estaba en la vida sin aprender a
luchar por lo que quería, y en el momento en que descubrí el
abuso que estaba sufriendo Jai Thomas por parte de su familia,
decidí que lo quería. Lograr que estuviera de acuerdo iba a ser la
parte difícil. No quería parte de mi dinero, lo cual fue un cambio
para mí, pero también me intrigó lo suficiente como para
considerar hacer permanente nuestro matrimonio de
conveniencia. Solo tenía que mantener a su familia lejos de él el
tiempo suficiente para convencerlo de que se arriesgara con un
completo extraño. Era más fácil decirlo que hacerlo cuando su
hermana decide que quiere reemplazar a Jai, no por mi afecto,
sino por mi cuenta bancaria.
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 Capítulo uno

Jai

—Jai, envíame dos mil dólares.

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—¿Qué? —Gemí cuando me di cuenta de que era mi hermana
gemela la que estaba hablando por teléfono. Temía cada vez que
llamaba. Nunca fue una buena conversación, y no parecía que
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esta vez fuera a ser diferente. —¿Por qué necesitas dos mil
dólares?
¿Y por qué me lo pides a mí? Tenía chicos colgando de la
punta de sus dedos. Debería pedirle a uno de ellos.
—Estoy de vacaciones en las Bahamas con un chico que conocí
en una fiesta. Me estoy quedando en un lujoso resort de cinco
estrellas con él, pero me excedí un poco en mi presupuesto, así
que no tengo dinero para pagar toda mi factura. Supongo que
me volví demasiado loca con el servicio de habitaciones.
Me encogí cuando ella se rio.
—Tenía tantas botellas de champán.
Suspiré, mis hombros hundiéndose. Sabía a dónde iba esto,
pero sentí la necesidad de tratar de evitarlo.
—¿Por qué no usas tu tarjeta de crédito o algo así?
No era como si estuviera nadando en efectivo.
 Mi hermana se rio.
—Llegué al límite de mis compras con tarjeta de crédito para
estas vacaciones.
—¿Sabías que habías llegado al límite de tu tarjeta de crédito
antes de irte de vacaciones?
¿En serio?
¿Quién hace eso?
—¿Hablas en serio, Jasmine?
—Es porque no me envías suficiente dinero todos los meses
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que mi tarjeta de crédito está al límite. Si me enviaras más
dinero, podría pagar la cuenta.
Lo dudaba. Conociendo a mi hermana, ella también habría
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gastado ese dinero en compras. No podría ahorrar dinero si todo
lo que tuviera fueran dos centavos para frotar.
Jasmine y yo éramos gemelos, aunque ella nació cinco
minutos después que yo. De alguna manera, en la mente de mis
padres, eso significaba que yo era responsable de ella. Ella era su
princesita, y yo era quien tenía que cuidarla.
No importaba que ella no hubiera trabajado un día en su vida
o que yo hubiera estado trabajando desde que cumplí quince
años. Sentían que tenía la responsabilidad de cuidar de mi
hermana holgazana.
Dios, la odiaba.
—Mira, Jasmine, estoy viviendo con un presupuesto reducido
aquí. Apenas puedo permitirme mantener un techo sobre mi
cabeza. No puedo enviarte más dinero en este momento.
 —Deberías dejar ese pésimo trabajo que tienes y buscar un
sugar daddy para pagar todo. Tal vez si fueras realmente amable
con él, te daría dinero para mantener un techo sobre tu cabeza.
Dios sabe que no eres bueno para mucho más.
La bilis se elevó en la parte posterior de mi garganta ante la
mera idea. Mi hermana podría estar dispuesta a tener sexo con
alguien por dinero, pero yo no.
Trabajé duro y ahorré cada centavo durante toda la escuela
secundaria para poder pagar mis estudios universitarios. Sabía
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que mis padres nunca gastarían esa cantidad de dinero en mi
educación. Estaban demasiado ocupados prodigando regalos a
mi hermana porque ella era la niña querida.
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Mi hermana rio más fuerte y yo me encogí de nuevo.
—Eres un poco demasiado feo para conseguir un hombre
realmente rico, pero tal vez puedas conseguir uno de esos viejos
pervertidos barrigones que no tienen ninguna posibilidad con
nadie más.
Sí, amigos, esta era mi hermana.
—Si eres tú quien tiene que pedir dinero, ¿por qué no buscas
un sugar daddy? —Yo pregunté. —Como eres tan hermosa,
estoy seguro de que podrías encontrar uno realmente rico.
Mientras ella mantuviera la boca cerrada. Una vez que la
abriera, los pobres tontos a los que había apuntado correrían por
sus vidas.
—Sabes que podría. Sin duda encontraría un millonario en
poco tiempo con mi apariencia. Pero soy una modelo. Merezco a
alguien tan hermoso como yo, y esos no crecen en los árboles,
¿sabes?
Mi hermana tenía razón. Ella era una belleza. Había nacido
con el largo cabello rubio suelto de nuestra madre, su tez clara
de porcelana y los deslumbrantes ojos azules de nuestro padre.
Al parecer, también tenía una figura que podía detener el
tráfico, aunque nunca había visto la atracción. Yo era gay hasta
los dedos de mis pies.
Asco.
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—Los hombres se vuelven locos solo para poder verme, —
continuó Jasmine con su voz enfermizamente dulce. —Todos
compiten por mi atención, incluso por una sonrisa mía.
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—Entonces, ¿por qué no les pides dinero? —Yo pregunté. —
Apenas puedo pagar mi costo de vida con lo que me quitas cada
mes.
Me ganaba bastante bien la vida como asistente de marketing,
pero casi el setenta y cinco por ciento de mi cheque de pago iba
a casa de mis padres y mi hermana cada mes. Vivía en un
estudio porque era todo lo que podía pagar. A veces, ni siquiera
podía pagar la comida, así que tenía que pasar sin ella.
Apestaba.
—No puedo pedirles dinero, —insistió Jasmine. —¿No sabes
cómo funciona esto? Tiene que ser un regalo, o se convierte en
un préstamo y luego tú tienes que devolverlo.
No creo que estuviera bromeando cuando dijo “tú”. De una
forma u otra, terminaría devolviéndole el dinero si ella lo
tomaba prestado.
 —Además, ¿qué pensarían todos de mí si supieran que tengo
que pedirle dinero a alguien? Arruinaría totalmente mi
reputación.
Como si me importara.
—¿Alguna vez pensaste que la gente podría respetarte más si
vivieras dentro de tus posibilidades? —Yo pregunté.
—No recuerdo haberte pedido tu opinión, Jai.
Hice una mueca ante la emoción de la voz que me chillaba a
través del teléfono. Las cosas nunca terminaron bien para mí
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cuando mi hermana comenzó a gritarme en ese tono. Tenía
bastante temperamento y su historial de venganza era
legendario en mi familia. A nadie le gustaba cruzarla.
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—¿Quién te crees que eres para decirme que viva dentro de
mis posibilidades? No eres más que un feo perdedor que nunca
será lo suficientemente bueno para otra cosa que no sea ganar
dinero. Eso es todo para lo que eres bueno.
Tristemente, sabía que ella realmente creía eso, al igual que
mis padres. Yo no era más que una fuente de ingresos
trabajadora para ellos. Ciertamente nunca me habían mostrado
ningún amor o afecto.
¿Quizás fueron los ojos verdes? Yo era la única persona en
toda mi familia con ojos verdes. Todos los demás tenían ojos
azules. A menudo soñaba que eso significaba que me habían
adoptado o cambiado al nacer. Desafortunadamente, nunca
había podido encontrar ninguna prueba de eso.
—¿Qué sabes del mundo real? Dudo que alguna vez hayas
tenido una cita.
 Como si supiera cómo es el mundo real. No tenía ni idea, pero
tenía razón en lo de las citas. Después de que me robara mi
primer novio y luego mi segundo y tercer novio, y conmigo
trabajando la mayor parte del tiempo, había renunciado a tener
una vida amorosa.
—Si soy tan inútil, tal vez necesites encontrar tu propio
camino a casa.
—¡Envíame mi dinero, Jai!
Podía imaginarme perfectamente a mi hermana pisando
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fuerte.
—Es mi dinero, Jasmine, y estoy harto de que siempre lo
tomes. ¿Por qué no sales y consigues un trabajo y te lo ganas tú
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misma?
—¿No vas a enviarme el dinero?
—¿Por qué debería?
No era como si ella hubiera hecho algo por mí.
—Bien entonces.
Uh, oh.
—Entonces llamaré a mamá y papá y les diré que te negaste a
salvar a tu pobre hermanita, atrapada sola en un país extranjero,
sin dinero y sin camino a casa. ¿Qué crees que dirán?
Me estremecí al pensar.
—Bien, te enviaré el dinero—. Tomaría una buena parte de
mis ahorros, pero no era como si tuviera otra opción. —Solo
prométeme que no llamarás a mamá o papá.
Nuestros padres podían enfadarse bastante si su princesita no
estaba contenta, y normalmente yo pagaba por ello de una
forma u otra. A veces eran los moretones de mi padre los que
me golpeaban. Otras veces, era la vergüenza cuando venían y
me gritaban frente a mi departamento o en el trabajo.
No eran sutiles.
—Eso depende de tu actitud de aquí en adelante, —dijo
Jasmine.
—¿Qué?
—Será mejor que no me respondas de nuevo, Jai, o los
llamaré. Puede que seas un idiota, pero no eres totalmente inútil,
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a menos que dejes de enviarme mi dinero. Y no querrás saber
qué te sucederá si haces eso.
¿Había incendiado un orfanato lleno de bebés y cachorros en
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una vida anterior? ¿Por qué fui maldecido con tener la peor
familia del mundo?

****

Miré mi teléfono cuando sonó unos días después. Lo había

puesto en silencio porque tenía una reunión, pero la maldita
cosa no dejaba de sonar. Esta fue como la décima llamada
telefónica en la última hora.
Se estaba volviendo loco.
—¿Necesita conseguir eso, Sr. Thomas?
Mi cara se sonrojó de vergüenza cuando miré hacia arriba para
ver al CEO de nuestra compañía mirándome desde el otro
extremo de la mesa. Era difícil no moverse bajo su mirada de
acero. El hombre no era llamado tiburón en la industria por
nada. Podía sujetar a alguien a su asiento desde el otro lado de la
habitación.
—No, señor —respondí.
Rápidamente apagué mi teléfono y lo metí en mi bolsillo,
decidido a no dejar que volviera a sonar. Me pregunté si mi
madre se daría cuenta de lo que estaba haciendo al llamarme
tanto al trabajo. Si conseguía que me despidieran de este trabajo,
no habría dinero para su precioso angelito.
La reunión continuó durante unos minutos más hasta que se
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abrió la puerta y una de las secretarias entró corriendo. Corrió
hacia el director ejecutivo y se inclinó para susurrarle algo al
oído. Cuando el hombre me miró, gemí.
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Sabía lo que venía.
—Sr. Thomas, parece que tiene una llamada de emergencia.
¿Por qué no nos tomamos un descanso mientras el Sr. Thomas
se ocupa de esto? Reanudaremos en quince minutos.
Oh, esto no iba a terminar bien. Pude ver desaprobación en la
mueca en el rostro del Sr. D'Amato incluso mientras miraba los
papeles frente a él. Este no era un hombre feliz.
Dios, esperaba poder mantener mi trabajo.
Me levanté y seguí a la secretaria fuera de la habitación. Una
vez que llegamos al vestíbulo de su oficina, me dirigió a un
teléfono junto a la pared.
—Línea dos.
—Gracias. —Siempre valió la pena ser cortés con las
secretarias de sus supervisores.
 Caminé hacia el teléfono y lo tomé antes de presionar el botón
de conexión. Agradecí que el teléfono estuviera en una pequeña
alcoba para que nadie pudiera escuchar mi conversación,
especialmente cuando escuché la voz estridente del otro lado.
—¡Jai! —Gritó mi madre tan fuerte que estaba seguro de que
la secretaria podía oírla desde el otro lado de la habitación. —
¿Cómo te atreves a no contestar tu teléfono cuando llamo?
—Lo siento, mamá. Estaba en una reunión importante.
—¿Estás diciendo que no soy importante? Soy tu madre.
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¡Como el infierno! Ella podría haberme dado a luz, pero no
había sido una madre para mí desde que respiré por primera vez.
—No, en absoluto, —respondí. —Es solo que mi supervisor
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requiere que todos los teléfonos estén apagados durante las
reuniones—. Una pequeña mentira piadosa, pero no iba a
discutir con ella. Recibiría una visita de mi padre si lo hiciera, y
no podía darme el lujo de perder los días libres que necesitaría
después de que él terminara conmigo.
Ya había tomado demasiados días de enfermedad este mes.
—Me llamaste tantas veces que pensé que mi teléfono se había
roto. ¿Pasa algo?
Realmente no debería haber preguntado eso.
—¿Cuál es el punto de que tengas un teléfono celular si no
contestas cuando llamo?
Estaba empezando a preguntarme.
—Estaba trabajando, mamá. No pude contestar. Estuve en
reuniones todo el día.
—Eso no es importante. Tu hermana está en problemas.
 Gran sorpresa allí.
—¿Qué ha hecho ella ahora?
—Necesita cincuenta mil dólares.
Me quedé boquiabierto.
—¿Ella necesita qué?
—Jasmine necesita cincuenta mil dólares de inmediato. Pidió
prestado algo de dinero para volar a París para una sesión de
fotos. Se suponía que sería su gran oportunidad. Sabíamos que, si
los diseñadores de moda la veían, querrían ponerla en su ropa
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para sesiones de fotos y podría ser la reina de la semana de la
moda.
No es probable.
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Mi hermana era hermosa, no se podía negar eso, pero no era
una modelo profesional. No solo no tenía el entrenamiento para
eso, sino que su ego era demasiado grande para su cuerpo
delgado. Se caería en su primer viaje por la pasarela.
—Eso no explica los cincuenta mil dólares, mamá.
—Bueno, ¿cómo podrían los diseñadores de moda verla con su
ropa si no tenía ninguna? Jasmine tuvo que ir de compras y solo
los mejores diseñadores de París servirían. Además, tuvo que
pagar su pasaje aéreo y el hotel donde quedarse. Realmente no
tenía otra opción. Hay muchos costos para ser tan hermosa.
Levanté la mano y me froté el puente de la nariz donde
empezaba a doler.
—Déjame ver si lo entendí bien. Jasmine pidió prestados
cincuenta mil dólares a alguien para poder comprar un montón
de ropa de alta gama con la esperanza de que las personas que
diseñaron esa ropa la vieran en ellas y la quisieran en una sesión
de fotos?
—Sí.
—¿Y? —Pregunté, aunque ya sabía la respuesta. —¿Se hizo una
sesión de fotos con alguno de esos diseñadores?
—Bueno... no, pero eso es simplemente porque la semana de la
moda es solo por invitación y Jasmine no tenía una invitación.
No pudo entrar a ninguna de las sesiones de fotos.
—Entonces, gastó cincuenta mil dólares para comprar un
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guardarropa nuevo y luego voló hasta París, Francia, con la
esperanza de que alguien la viera pasando el rato en la acera y la
invitara a una sesión de fotos. —Quería enfurecerme contra la
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injusticia de lo que sabía que se avecinaba. —¿Investigó la
semana de la moda antes de ir? Estoy seguro de que, si lo
hubiera hecho, habría sabido que necesitaba una invitación.
¿Qué tan estúpida podría ser mi hermana?
—Oh, Jai, no seas estúpido. Tu hermana es hermosa. Todos
sabíamos que tan pronto como llegara, la mirarían y la
convertirían en una estrella.
—Excepto que eso no fue lo que sucedió, ¿verdad? Tú y papá
necesitan despertar, mamá. Jasmine necesita conseguir un
trabajo real y comenzar a cuidar de sí misma en lugar de vivir
en este mundo de fantasía suyo. No le estás haciendo ningún
favor dejándola salirse con la suya con esta mierda.
—¡Tu hermana es modelo!
—Mi hermana era modelo cuando tenía diez años y estaba en
el anuncio de nuestra tienda de ropa local. Eso fue hace quince
años, mamá. No ha tenido un solo trabajo de modelo desde
entonces.
—Cuida tu boca, Jai. No permitiré que hables así de tu
hermana. Jasmine es una hermosa modelo y será famosa uno de
estos días. Solo observa. Tendrá una carrera maravillosa como
modelo y luego se casará con un hombre rico y apuesto que la
cuidará en el regazo del lujo por el resto de su vida.
Sí, eso no iba a pasar.
—A diferencia de ti, ella va a lugares.
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—Genial, me alegra escucharlo. Entonces ella puede usar el
dinero de todos esos trabajos de modelo para devolver el dinero
que pidió prestado. Ya tengo suficientes problemas para enviarle
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el dinero que exige todos los meses.
—¿Exige? —Espetó mi madre. —Tu hermana no exige. Es tu
deber como hermano mayor de Jasmine enviarle dinero todos
los meses. Tienes la responsabilidad de cuidar a tu hermana
menor. Deberías estar agradecido de que incluso te reconozca
como su hermano.
Prefiero ser huérfano.
—Deja de hacer que suene como si fuera una niña indefensa,
mamá. Jasmine nació cinco minutos después que yo. Es
perfectamente capaz de cuidar de sí misma, incluso si tiene que
encontrar un marido rico para hacerlo. O aquí hay un
pensamiento, tal vez ella puede ir a buscar un trabajo. No me
importa cómo lo haga, pero necesita devolver este dinero ella
misma.
—¡Jai!
 —Me tengo que ir, mamá—. Apenas me controlé para no
colgar el teléfono. Solo una vez en mi vida, deseé que mis padres
me dieran un respiro e hicieran a Jasmine responsable de su
propio comportamiento.
Ya lo había hecho.

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 Capítulo dos

Jake

—¿Hay algún problema, Sr. Thomas?

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Admito que probablemente fue un error de mi parte escuchar
a escondidas la llamada telefónica de Jai, pero parecía tan
agitado cuando salí al pasillo que quería asegurarme de que
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estaba bien.
No había podido escuchar mucho de lo que había dicho la
persona al otro lado de la línea, pero escuché lo suficiente como
para tener una idea bastante clara de lo que estaba pasando.
Jai Thomas estaba en la rama de apoyo del departamento de
marketing. Admito que lo había estado vigilando por un tiempo.
Lo encontré joven e inexperto pero ansioso por aprender. Se
destacó en su puesto, completó su trabajo de manera oportuna y
fue muy apreciado por sus colegas.
Todas las buenas marcas de un excelente empleado.
Recibir llamadas telefónicas en medio de una reunión era otra
historia. Entendí las emergencias, que probablemente era la
razón por la que su teléfono celular sonaba tanto durante la
reunión. Si alguien había estado tratando de comunicarse con él
con urgencia, también explicaría por qué llamaron a la oficina
directamente cuando no pudieron comunicarse con él.
Aun así, no era una buena práctica.
—No, señor. —Las mejillas de Jai estaban sonrojadas cuando
respondió y noté que sus ojos no se levantaron más allá de mi
pecho, como si no pudiera mirarme a la cara. —Solo un pequeño
problema familiar.
—¿Necesitas ser excusado?
—No, señor.
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—Si necesitas algo de tiempo...
—No, señor, estoy listo para ir.
Incluso mientras aceptaba las palabras de Jai, me preguntaba
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si eran ciertas. Si bien sus mejillas estaban sonrojadas, el resto de
su rostro estaba bastante pálido. Había escuchado a una mujer
gritándole por teléfono. Habiendo escuchado algunas de las
cosas que dijo Jai, supe que había estado hablando con su madre.
No pude evitar preguntarme de qué se había tratado la
acalorada conversación.
—Será mejor que regreses a la reunión entonces.
Agarré la puerta y la mantuve abierta para Jai y luego lo seguí
a la sala de conferencias. Caminé hasta el final de la mesa y me
senté, inmediatamente saqué mi teléfono celular para enviarle
un mensaje de texto a mi asistente.
—Haz una verificación de antecedentes de Jai Thomas y su
familia, especialmente de su hermana y sus padres.
—¿Hechos básicos o inmersión profunda? —Stella respondió.
—Inmersión profunda.
 Mi asistente Stella Dumont era ex CIA. Tenía conexiones en
lugares con los que solo podía soñar. Una verificación de
antecedentes básica me daría la información que casi cualquier
persona podría encontrar sobre cualquier otra persona.
Una inmersión profunda me daría todo lo demás.
—Debería tener algo para ti en veinticuatro horas.
Sonreí con satisfacción cuando dejé mi teléfono sobre la mesa
y miré hacia el frente de la sala donde el director de marketing
estaba dando su presentación.
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No podía salir de esta reunión sin importar cuánto deseaba
poder hacerlo. Todo era parte integral de ser el CEO de mi
negocio. Pero hubo momentos en los que podía enviar a alguien
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más. Estas cosas solían ser tan aburridas como el infierno.
Mi mirada se desvió hacia Jai Thomas.
Tal vez esta no sería tan aburrida como de costumbre. Al
menos el paisaje era agradable. Jai era un hombre de apariencia
promedio con cabello rubio rojizo corto y complexión delgada.
Estoy bastante seguro de que vi un puñado de pecas en su nariz.
No fue hasta que vi los ojos verdes que ocultaba detrás de sus
lentes que realmente me di cuenta de que había algo más en él.
Estaba fascinado por esos ojos. No eran de un verde esmeralda
profundo, sino más bien de un color verde mar claro. Tenía
ganas de quitarle las gafas y mirarlo a los ojos. Imaginé que
podría hacerlo durante horas.
Por supuesto, eso nunca podría suceder. Él era uno de mis
empleados y yo tenía una regla muy firme acerca de
involucrarme con cualquier persona en mi lugar de trabajo.
Creó problemas que preferiría evitar.
Estaba un poco preocupado por lo delgado que parecía ser Jai.
No era alto. No me había acercado lo suficiente a él para estar
seguro, pero creo que era al menos seis pulgadas más bajo que
yo. Incluso así, un hombre de su altura no debería ser tan flaco.
Tal vez fue una cuestión de imagen para él. Sabía que algunos
hombres preferían estar en el lado delgado. Nunca habían
entendido que un cuerpo sano es un cuerpo feliz.
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Aun así, no era asunto mío. Mientras Jai hiciera su trabajo lo
mejor que pudiera, podría estar tan delgado como quisiera y no
había nada que pudiera decir al respecto.
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—¿Señor?
Levanté la vista y luego me di cuenta de que todos me
miraban.
—Lo siento. Estaba haciendo una lista mental de preguntas
que quería hacer después de su presentación. Por favor,
continúe.
Sabía que mis mejillas no estaban sonrojadas por la vergüenza
de que me atraparan mirando al vacío porque había aprendido a
controlar esa respuesta hace años. Mis emociones rara vez se
mostraban en mi rostro.
Era malo para el negocio.
Cuando la reunión llegó a su fin, tuve que elaborar
rápidamente una lista de preguntas para hacerle al director de
marketing. Afortunadamente, pude compartimentar las cosas y
pude hacerlo fácilmente.
 Me sentí bien por lo que habíamos logrado en la reunión
cuando terminó. Vi a Jai recogiendo sus cosas mientras yo hacía
lo mismo. Quería preguntarle más sobre la conversación que
había escuchado, pero eso no parecía correcto. Después de todo,
había sido una llamada telefónica personal. No tenía por qué
entrometerme.
Aun así, no pude evitar sentir que algo andaba mal. Yo
simplemente no podía poner mi dedo en lo que era. Con suerte,
Stella tendría algo para mí cuando volviera a mi oficina.
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Esperé hasta que Jai salió de la sala de conferencias y luego
agarré mis cosas y salí tras él. Sonreí cuando miré hacia abajo.
Tenía un buen trasero incluso si estaba escondido detrás de unos
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pantalones holgados.
Lo vi alejarse, mi preocupación creció cuando lo vi
tambalearse y agarrarse a la pared para sostenerse. Pareció
sacudirse después de un momento y continuó por el pasillo.
Seguí hasta mi oficina un piso más arriba y me dirigí
directamente al escritorio de mi asistente.
—Stella, quiero que pidas el almuerzo para todos en el
departamento de marketing por mi cuenta. Diles que es por un
trabajo bien hecho en la presentación o algo así, pero asegúrate
de que Jai tenga algo de comer.
—Por supuesto, señor —dijo Stella, ya alcanzando su teléfono.
Entré en mi oficina y me acerqué a mi escritorio. Después de
dejar mi tablet y mis papeles, me quité la chaqueta y la colgué
sobre el respaldo de una silla antes de caminar hacia el aparador
para tomar una botella de agua de la pequeña nevera escondida
en el interior.
Hubiera preferido un trago, pero aún no era mediodía. Aun
así, estaba bastante seguro de que iba a tener uno al final del día.
Mi nivel de estrés aumentaba por segundos.
La gente tendía a pensar que ser el director ejecutivo de una
gran corporación era un trabajo fácil que involucraba caramelos
tontos sin cerebro y asistir a eventos para recaudar fondos.
No lo era.
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Bueno, tal vez lo era en otras empresas, pero construí esta
desde cero. Era mi bebé, y no estaba dispuesto a dejarla ir por el
desagüe por no saber exactamente lo que estaba pasando en mi
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empresa.
Por eso Jai me preocupaba.

****

—Tengo esa verificación de antecedentes para ti, —dijo Stella

cuando entró en mi oficina tres días después. Habían pasado un
poco más de veinticuatro horas, pero eso no me molestó. Si
Stella necesitaba ese tiempo extra para buscar cada trozo de
información, entonces solo significaba que había encontrado
todo lo que había que encontrar.
Me entregó el archivo, que era bastante grueso, y luego se dejó
caer en el asiento frente a mí. Sin duda ella sabía que yo tendría
preguntas.
 Abrí el archivo y comencé a leer. Comenzó a no gustarme lo
que estaba viendo en dos párrafos. En el cuarto párrafo estaba
listo para golpear a alguien.
Toda la familia de Jai era idiota.
Hubo varios informes sin fundamento de abuso físico y
mental por parte del padre, todos dirigidos a Jai. Se le había visto
con moretones en varias ocasiones diferentes a lo largo de su
vida, incluso hasta hacía poco. Incluso hubo algunos huesos
rotos.
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—¿Él sigue golpeando a Jai?
Jai tenía veinticinco años.
—Mi investigador dice que lo hace, —respondió Stella. —El
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último incidente ocurrió hace menos de una semana.
—¿Ha habido algún informe a la policía?
Seguramente Jai lo habría informado.
—Hubo un informe cuando Jai estaba en segundo grado. Fue
cuando tenía un brazo roto. La madre convenció a la policía de
que simplemente había chocado con su bicicleta, que fue como
se rompió el brazo.
Pasé unas cuantas páginas más del informe antes de volver a
la primera página.
—¿Algún informe para los servicios de menores?
—Los vecinos informaron que oyeron gritos y golpearon
algunas veces, pero nunca salió nada. La madre siempre apoyó
al padre.
—Entonces, básicamente, ¿ambos estaban abusando de Jai? ¿La
madre emocional y mentalmente y el padre físicamente?
 —Básicamente.
—¿Qué pasa con la hermana? Son gemelos, ¿no?
Stella resopló groseramente.
—La hermana es una verdadera pieza de trabajo. Según los
registros bancarios, Jai le ha estado enviando dos mil quinientos
dólares al mes todos los meses como un reloj desde que se
graduó de la universidad, que pagó él mismo trabajando a
tiempo parcial y obteniendo algunas becas pequeñas.
Entonces, Jai fue lo suficientemente inteligente como para
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obtener becas. Eso era bueno saberlo. Siempre había pensado
que era inteligente, simplemente inexperto.
—¿Qué pasa con la educación de la hermana? —Yo pregunté.
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—¿Trabajó mientras iba a la escuela o sus padres le pagaron los
gastos?
—Oh, no, Jasmine nunca asistió a la universidad. Podría entrar
en su tiempo como modelo.
—¿Ella es modelo? —Miré la foto de Jasmine Thomas. Tenía
que admitir que ella era guapa.
Su hermano era más bonito.
—Decir modelo infiere que en realidad ha estado en la portada
de algo. Tuvo un anuncio de ropa para niños cuando tenía diez
años y ha estado tratando de hacer su gran oportunidad desde
entonces.
—Así que, nada de estudios entonces. ¿Qué tal un trabajo?
—No, está demasiado ocupada tratando de ser modelo y
buscando un marido rico que la deje vivir en el regazo del lujo
por el resto de su vida para conseguir un trabajo. Parece que Jai
le paga.
Mi labio se curvó hacia atrás con disgusto.
—Ella suena encantadora.
—Ella es una maldita pesadilla, —respondió Stella. —Hace un
par de semanas, obtuvo un préstamo de cincuenta mil dólares de
unas personas muy desagradables para poder comprar un
guardarropa nuevo y volar a París con la esperanza de obtener
un contrato de modelo en la semana de la moda.
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Levanté una ceja mientras miraba a través del escritorio a
Stella.
—¿Supongo que no lo hizo?
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—Nop, —dijo Stella con un fuerte énfasis en la “p”.
—Entonces, los padres son idiotas abusivos de toda la vida, la
hermana es una perra avariciosa con ilusiones de grandeza.
¿Hay alguien en esa familia que cuide de Jai?
—Solo Jai—. Stella se levantó y se inclinó sobre mi escritorio.
Pasó algunas de las páginas hasta que llegó a la que
aparentemente quería. Tocó la página. —Lee eso.
Miré la página que Stella había indicado con creciente temor.
Según lo que habían descubierto Stella y sus secuaces, Jai
básicamente se había mantenido a sí mismo desde que tenía
quince años. Sus padres gastaron todo su dinero extra en su
hermana.
—El padre es un alcohólico que tiene un trabajo sin futuro
como vigilante nocturno en una fábrica cerca de los muelles. La
madre es una ama de casa que nunca ha tenido un trabajo en su
vida, tampoco la hermana. Jai parece ser la única joya del grupo,
y lo están desangrando.
—¿Desangrarlo hasta dejarlo seco? ¿Cómo? —Pregunté con
los dientes apretados.
En serio, no me gustaba lo que estaba escuchando.
—Como dije, Jai envía una gran parte de su dinero a casa
todos los meses. No le deja mucho para vivir.
Recordé la forma en que se había balanceado en el pasillo
hace unos días.
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—No creo que esté comiendo adecuadamente—. Rápidamente
le expliqué lo que había visto cuando Jai se tambaleó en el
pasillo después de su llamada de emergencia, así como lo que
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había escuchado mientras él estaba al teléfono. —Si esto sigue
así, no lo va a lograr.
—¿Entonces qué quieres hacer? —Stella preguntó porque
sabía que yo querría hacer algo para arreglar esto.
Después de crecer de la manera en que lo hice, tenía una
fuerte aversión por los matones, y estas personas eran
claramente matones. Necesitaban ser detenidos.
—No lo sé, —respondí, —pero está claro que tenemos que
alejarlo de esa gente.
Simplemente no estaba seguro de cómo hacerlo.
 Capítulo tres

Jai

Gemí cuando mi teléfono sonó una semana después y vi el

27
identificador de llamadas. Sabía que no tenía sentido ignorarlo,
sin importar cuánto quisiera hacerlo. Dudaba que pudiera
soportar otra visita de mi padre tan pronto después de la última.
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Mis moretones aún se estaban curando de la golpiza de
“recordatorio de respetar a mi madre” que me había dado hace
dos días.
Resignado, tomé mi celular y contesté.
—Hola, mamá.
—Jai.
—Me estaba preparando para saltar a la ducha. ¿Había algo
que quisieras?
Si pedía más dinero este mes, no tenía suerte. Había gastado lo
último en comprar una barra de pan y no me pagarían por otra
semana. Realmente estaba empezando a detestar los sándwiches
de mantequilla de maní y mermelada.
—Quería hablar contigo sobre tu hermana.
—Por supuesto que sí.
—¿Qué se supone que significa eso?
 —Nunca llamas para preguntar cómo estoy, qué he estado
haciendo o cualquier cosa. Solo se trata de mi hermana. Siempre
se trata de mi hermana.
Realmente estaba empezando a cansarme de ser un ciudadano
de segunda clase en mi propia familia. También estaba
empezando a no importarme que mi padre viniera y me
golpeara por eso. Parecía venir de visita incluso cuando estaba
aburrido, así que ¿qué importaba?
—De verdad, Jai, ¿es esa alguna clase de actitud conmigo
28
después de todo lo que tu padre y yo hemos hecho por ti?
Un estallido de risa sorprendida salió disparado de mi boca.
—¿Qué has hecho por mí?
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Dios mío, ¿de dónde venía toda esta ira? Por supuesto, así era
como realmente me sentía, pero nunca antes había tenido las
agallas para decir algo al respecto. Ahora, parecía que no podía
mantener la boca cerrada.
¡Bien por mí!
—¡Yo te crié!
—¡No! Yo me crié. Tú y papá siempre pasaban tiempo con su
precioso angelito. Nunca tuviste tiempo para mí. Tuve que hacer
mis propias comidas desde que tenía seis años. Tuve que pagar
por ellas desde que tenía quince años. ¿Cómo es estar criándome
eso?
—¿No sientes una pizca de gratitud hacia nosotros? Sin
nosotros, ni siquiera tendrías una vida. Mostrar un poco de
gratitud y ayudar a tu hermana es lo menos que puedes hacer.
 —Jasmine siempre ha sido tu niña dorada. Yo no. Si necesitas
dinero, ¿por qué no vas a pedírselo? —No tenía ninguna duda de
que por eso me estaba llamando. —No tengo dinero para pagar
las deudas de Jasmine.
—Oh, no te preocupes por eso. Nos han hecho una gran oferta
que hace innecesario que pagues las deudas de tu hermana.
Un escalofrío me recorrió la espalda. Agarré el teléfono aún
más fuerte.
—¿Qué?
29
—Hay un hombre muy rico que se ha acercado a tu padre y a
mí para casarse con uno de nuestros hijos.
—Excelente. —¿Qué tenía eso que ver conmigo? —Parece que
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lo tienes todo resuelto entonces.
—Oh, sí, estamos bastante emocionados. Esta es una
oportunidad única en la vida para Jasmine. Entonces, debes
prepararte para casarte. Ya se han hecho todos los planes.
Tendrás que reunirte con los abogados al final de la semana
para firmar unos papeles.
—¿Disculpa?
No podría haber oído bien.
—Este hombre dice que quiere casarse contigo, Jai.
—¿Yo? —Tragué con fuerza. —Esto tiene que ser una broma.
Estás bromeando, ¿verdad?
—No seas ridículo, Jai. No bromearía sobre algo tan serio
como esto—. Mi madre dejó escapar una pequeña risa. —Yo
misma estaba un poco sorprendida al principio. Quiero decir,
¿por qué querría casarse contigo cuando puede casarse con mi
hermosa Jasmine? Pero luego escuché su nombre y todo tuvo
sentido.
—¿Cuál es su nombre?
—Harry Turner.
Me estrujé el cerebro tratando de averiguar dónde había
escuchado ese nombre antes. Sonaba vagamente familiar.
—¿Dónde he oído ese nombre antes?
—Harry y su madre solían vivir en ese parque de casas
rodantes en las afueras de la ciudad. Él era unos años mayor que
30
tú, por lo que no fuiste a la escuela al mismo tiempo, pero su
madre trabajaba como dependienta en la tienda de comestibles
justo al final de la calle de nuestra casa.
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Mi ceño se frunció cuando finalmente puse el nombre.
—¿No se mudaron de la ciudad cuando cumplí quince años?
—Sí, la madre de Harry falleció, y Dios sabe a dónde fue.
Probablemente a prisión. Harry siempre fue un alborotador.
Escuché que por eso tuvieron que mudarse. Supongo que a
Harry lo atraparon robando o algo así. Fue todo un escándalo en
su tiempo. Su madre debe haber ido a su tumba avergonzada.
—¿Y este es el hombre con el que quieres que me case?
—Por supuesto, Jai. Es rico. Aparentemente, inventó un
estúpido artilugio que usan en las computadoras y ganó mucho
dinero. Ahora es dueño de una pequeña empresa de fabricación.
No es millonario ni nada, pero parece hacer un salario decente.
—¿Qué tiene eso que ver conmigo?
—Envió a su abogado con una oferta de matrimonio. Incluso
ofreció un acuerdo prenupcial que incluye una dote de cien mil
dólares, que es suficiente para pagar las deudas de tu hermana y
darnos un poco más para ayudar a Jasmine a realizar su sueño
de ser una súper modelo.
—¿Quieres obligarme a casarme con un hombre que no
conozco para pagar las deudas de mi hermana y pagar a Jasmine
para que vuelva a París?
—Bueno, es tu deber, Jai. Solo piensa en lo mucho que esto
significaría para Jasmine. Deberías estar agradecido de tener una
oportunidad como esta para ayudar a tu hermana.
31
Esta mujer era increíble.
—No. —Fue así de simple. Mi vida podría apestar, pero seguía
siendo mi vida. No iba a dejarla por mi hermana. —No lo haré.
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—¿Qué? —Gritó mi madre. —Esta es una oferta que no
podemos rechazar, Jai. Es la única forma de salvar a tu hermana.
La dote pagará por completo sus deudas.
—Hasta que vuelva a hacer algo estúpido como eso, ¿y luego
qué? ¿Vas a hacer que me case con otra persona? Eso se llama
bigamia, mamá, y eso es contra la ley.
—Oh, Jai, eres un idiota.
¿Qué se suponía que significaba eso?
—Puede que este hombre no sea millonario, pero sigue siendo
rico. Una vez que te cases con él, seremos familia y no puede
negarse a ayudar a la familia cuando lo necesite.
Oh Dios, podía ver a dónde iba esto.
—No. —Empecé a sacudir la cabeza a pesar de que mi madre
no podía verlo. —No conozco a este tipo, pero no puedo hacerle
eso.
 Mi familia planeaba desangrarlo.
—Oh, en serio, Jai. ¿Debes ser tan ingenuo? No es como si
fueras a recibir una oferta mejor que esta. Ni siquiera estás
saliendo con nadie. Solo cásate con este hombre y paga las
deudas de tu hermana para que ella pueda convertirse en una
modelo y luego encontrar un hombre rico y apuesto con quien
casarse. Será muy feliz.
—¿Qué hay de mi felicidad, mamá? —Susurré, sabiendo que a
ella realmente no le importaba. —¿No puedo ser feliz?
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—¿No quieres ver feliz a tu hermana? —Mamá preguntó en
lugar de responder a mi pregunta.
No me podría haber importado menos si Jasmine estaba feliz.
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—Realmente no tienes ninguna razón para negarte, Jai. Si
resulta ser un mal marido, puedes divorciarte de él, después de
aceptar un gran pago de pensión alimenticia, por supuesto. Aún
obtendremos la dote debido al acuerdo prenupcial así que
realmente no importa de una forma u otra.
—Dios, están enfermos. ¿Eso es todo lo que ven? ¿Signos de
dólar?
—Este hombre quiere casarse contigo, Jai, y se ofrece a ayudar
a tu familia en el proceso. Me parece que todos ganan.
Excepto cuando me obligaban a casarme con un hombre que
no conocía.
—De todos modos, es demasiado tarde para negarse ahora. Tu
padre ya aceptó en tu nombre y firmó los papeles que nos dio el
abogado. No puedes retractarte ahora.
—¿Qué? —Rompí. —¿Cómo pudiste hacerme eso?
 —La oferta era demasiado buena para dejarla pasar, Jai.
Cuanto antes pague sus deudas tu hermana, antes podrá
convertirse en modelo y encontrar un marido rico. Eso es lo que
quieres, ¿no?
Algo así, sí. Si se casara con un tipo rico, ¿quizás dejaría de
intentar desangrarme? Por otro lado, no le desearía mi hermana
a nadie.
—Consideramos dejar que tu hermana se casara con Harry,
pero lloró y lloró, negándose siquiera a considerar la idea. No
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puedo decir que la culpe. Simplemente no se vería bien para su
imagen o carrera como modelo si se casara con un criminal, así
que tienes que casarte con él.
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—No sabes si es un criminal, mamá.
—No sé si él tampoco no lo es. Después de todo, era del parque
de casas rodantes, y de allí no salía nada más que drogadictos y
putas. Dios sabe en qué se convirtió.
—Dudo que un drogadicto se haya convertido en dueño de su
propio negocio, mamá.
Ni siquiera iba a abordar el comentario de puta.
—No importa, Jai. Una vez que te cases con él y pague las
deudas de tu hermana, ella estará libre y limpia. Y estoy segura
de que tu nuevo esposo puede presentarle a uno de sus amigos
ricos, preferiblemente uno que no haya crecido en un parque de
casas rodantes.
—Wow. —Me senté en mi silla, conmocionado hasta la
médula. —Eres fabulosa.
Mi madre se rio.
 —Lo sé, ¿verdad?
Dudaba que lo entendiéramos de la misma manera.
—Tú y papá me han tratado como una mierda toda mi vida.
Me han tratado como una carga y un esclavo, y si me atrevía a
dar un paso fuera de la línea, papá me atacaba. Al mismo
tiempo, tratabas a mi hermana como si no pudiera hacer nada
malo, como si fuera un ángel enviado del cielo.
—Ella es un ángel del cielo, —insistió mi madre.
—No, no lo es. Es una perra mimada y holgazana que no
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sabría lo duro que es un día de trabajo, aunque le diera en el
culo. Gasta el dinero que tanto me costó ganar como si se cayera
de los árboles, se endeuda por miles y miles de dólares tratando
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de perseguir un sueño que nunca va a lograr, ¿y quieres que lo
arregle todo casándome con un chico que nunca he conocido?
—Sí, —dijo mi madre simplemente. —¿Necesito enviar a tu
padre para que te ayude a decidir? Esto es por tu familia, Jai. Haz
lo correcto.
Sabía que debería haberme sorprendido de que mi madre me
estuviera amenazando con una paliza por parte de mi padre,
pero simplemente no lo estaba.
—Está bien, me casaré con él, pero luego te quiero a ti, a papá
y a Jasmine fuera de mi vida para siempre. No quiero que me
llames, que vengas a verme o incluso que me envíes un mensaje
de texto. No quiero nada con ninguno de ustedes. Si puedes
prometerme eso, entonces me casaré con él.
Valdría la pena casarme con un extraño para sacarlos de mi
vida para siempre.
 ****

Me limpié las manos sudorosas en los muslos, respiré para

calmarme y luego abrí la puerta del bufete de abogados al que
me había enviado mi madre.
Debería estar corriendo en la otra dirección.
La oficina estaba en el décimo piso de un elegante edificio de
oficinas, lo que significaba que probablemente era bastante
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elegante, pero incluso a mí me sorprendió la cantidad.
No había candelabros colgando del techo ni nada, pero no
estarían necesariamente fuera de lugar. Posiblemente podría ser
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la sala de espera más grande que jamás había visto. Había dos
áreas separadas para sentarse con sofás de cuero negro, uno a
cada lado de la entrada.
El escritorio de recepción negro en el lado más alejado de la
habitación parecía estar hecho de mármol, pero sabía que eso no
podía ser cierto. Nunca había visto mármol tallado en una curva
redondeada como esta.
Traté de poner una sonrisa en mi rostro cuando me acerqué a
la señora detrás del mostrador de recepción, pero no pensé que
tuviera mucho éxito.
—Hola, mi nombre es Jai Thomas. Tengo una cita a las dos
con el Sr. Cranston.
La mujer sonrió mientras alcanzaba el teléfono.
—Por favor, tome asiento. Le avisaré al Sr. Cranston que ha
llegado.
 —Gracias.
Caminé hacia una de las áreas de asientos y me senté, dejando
mi maletín a mi lado. Me pidieron que trajera una identificación
con foto, mi certificado de nacimiento y una nota de mi médico
que confirmara el hecho de que me habían hecho pruebas para
detectar enfermedades de transmisión sexual durante la última
semana y que actualmente no estaba tomando ningún
medicamento.
Supongo que esto no iba a ser un matrimonio sólo de nombre.
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Esto era tan loco.
Miré hacia las puertas de vidrio preguntándome si debería
salir corriendo. Sabía que les había prometido a mis padres que
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iría y firmaría cualquier papeleo que tuvieran para mí y
aceptaría el matrimonio, pero no estaba seguro de poder
hacerlo, ni siquiera para evitar una paliza de mi padre.
Tal vez podría irme a otra ciudad.
—¿Señor Thomas?
Maldita sea.
Puse otra sonrisa en mi rostro, agarré mi maletín y me puse de
pie.
—Sí, soy el Sr. Thomas.
Tenía sentido. Yo era el único en la sala de espera además de
la recepcionista.
La sonrisa del hombre parecía bastante real.
—Soy Miles Cranston.
Estreché la mano que el hombre me tendió, rezando para que
no sintiera lo sudorosas que estaban mis palmas.
 Eso sería tan vergonzoso.
—¿Por qué no viene a mi oficina y podemos repasar los
papeles que necesito que firme?
Asentí porque ¿qué iba a decir?
¿No?
Miré con anhelo las puertas una vez más antes de seguir al Sr.
Cranston a través de una puerta en el lado izquierdo de la
habitación y luego por un largo pasillo hasta una oficina en la
esquina.
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Esta habitación estaba decorada de forma muy parecida a la
sala de espera con muchos muebles negros y cromados. Era muy
moderno. Lo odiaba, pero no era mi oficina así que lo que fuera.
10/2022
No tenía que trabajar aquí.
—Por favor, tome asiento —dijo el hombre mientras caminaba
detrás de su escritorio y se sentaba.
Tomé asiento justo enfrente del escritorio y dejé mi maletín
en el suelo a mi lado.
—¿Tiene los papeles que le pedí?
—Oh, sí. —Recogí mi maletín, lo abrí, agarré los papeles que
me había pedido y luego se los entregué. Una vez que los tuvo,
cerré mi maletín y lo volví a dejar en el suelo.
Hombre, esta iba a ser una reunión larga.
El Sr. Cranston miró cada uno de ellos antes de dejarlos a un
lado. Abrió un archivo que estaba en medio de su escritorio y
luego me miró.
—Este es un acuerdo prenupcial estándar. Me gustaría que lo
leyera y, si está de acuerdo, lo firme al final.
 Mis cejas se levantaron con sorpresa.
—Pensé que mis padres ya habían firmado en mi nombre.
—La ley establece que, si tiene más de dieciocho años, y su
certificado de nacimiento lo establece claramente, debe firmarlo
usted mismo, ya que es un acuerdo legalmente vinculante.
Cierto, lo sabía.
Miré los papeles después de tomarlos. No parecía haber
mucha jerga legal en la redacción, por lo que fue bastante fácil
de leer. Estaba, por supuesto, la afirmación de que recibiría un
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pequeño pago de cien mil dólares si se divorciaban por razones
amistosas.
Esperaba eso, aunque la cantidad parecía un poco alta.
10/2022
Había otras cosas estándar con respecto a la custodia si alguna
vez decidiéramos adoptar o usar una sustituta para tener un hijo.
La custodia sería cincuenta por ciento si hubiera un divorcio, sin
manutención infantil pagada por ninguno de nosotros a la otra
persona.
Estaba un poco dudoso con eso, pero no podía discutirlo
exactamente. Realmente no planeaba tener hijos. No era algo
que jamás hubiera considerado. Mis padres apestaban y no
quería pasar eso a mis hijos.
—¿Él quiere que tome su nombre?
El abogado asintió.
—¿Será eso un problema?
—No. —Resoplé.
 Como si quisiera seguir llevando el apellido de mi familia
cuando no significaba nada para mí más que dolor y
humillación.
La propiedad de las posesiones personales tenía mucho sentido
para mí. Básicamente, si el matrimonio terminaba por razones
amistosas, me iba con lo que vine y los regalos que me habían
dado. No tenía derecho a su dinero, su propiedad o su negocio.
Sin embargo, me sorprendió la cláusula de fidelidad. Si fuera
infiel, no recibiría nada. Si mi futuro esposo me fuera infiel,
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tenía que pagarme un millón de dólares.
—¿Por qué las cantidades son tan diferentes en la cláusula de
fidelidad? —Yo pregunté.
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—¿Tiene un millón de dólares?
—No, pero... — fruncí el ceño. —No debería tener que
pagarme más de lo que yo tendría que pagarle. Si me es infiel,
todo lo que quiero es el divorcio.
Mi padre se había extraviado más de una vez, y yo había visto
lo que eso le hizo a mi madre. No me gustaría vivir así, y
tampoco esperaba que nadie más lo hiciera.
Devolví el papel.
—Me gustaría que eso cambiara, por favor.
La boca del Sr. Cranston se abrió por un momento antes de
fruncirme el ceño.
—¿Quieres que cambie el acuerdo prenupcial para que no
obtengas nada si él te es infiel?
 —No quiero su dinero—. Yo no era el bastardo avaro que eran
mis padres y mi hermana. —De hecho, me gustaría que
agregaras algo a ese acuerdo.
Los ojos del abogado se entrecerraron.
—¿Qué?
—Después de que nos casemos, él no debe dar ni prestar
dinero a mi familia de ninguna forma. Eso incluye regalos,
viajes, efectivo, líneas de crédito o cualquier otra cosa que tenga
algún valor monetario. Ni siquiera puede llamarlos para decirles
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que hay una venta de bistecs en el mercado local.
Eso disparó las cejas del hombre hacia arriba.
—¿No quieres que tu familia reciba nada?
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—Me separaré de mi familia una vez que me case. Me gustaría
que mi futuro esposo haga lo mismo. Si él no puede estar de
acuerdo con eso, entonces no nos casaremos.
Y no iba a cambiar de opinión.
 Capítulo cuatro

Jake

Un contrato de matrimonio podría no haber sido mi

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movimiento más inteligente, pero parecía la forma más rápida y
fácil de alejar a Jai de su espantosa familia. Si firmaba en la línea
de puntos, yo tenía el dinero para hacerlo realidad.
10/2022
No esperaba los cambios que quería hacer en el acuerdo
prenupcial. Jai fue sin duda una sorpresa, y nada como su
familia avariciosa.
Me habían estado llamando casi sin parar pidiendo más dinero
desde que hice mi oferta. Oh, claro, tenían sus razones, pero
todas y cada una de ellas giraban en torno a Jasmine. Ni un solo
pensamiento se le había dado a Jai.
Quería golpearlos.
Cuando el televisor en la pared comenzó a reproducir el video
en vivo de lo que estaba sucediendo en la oficina de mi abogado,
me sorprendió el estado en el que se encontraba Jai. Parecía más
delgado que la última vez que lo había visto, y un poco más
pálido, cosa que no había creído posible.
¿Y era un moretón eso que se desvanecía en su brazo?
 Apreté la mandíbula cuando la ira que había estado sintiendo
hacia esta familia se convirtió en un infierno.
El padre de Jai era un hombre grande y corpulento que medía
seis pies dos y pesaba más de doscientas cincuenta libras. Estaba
golpeando a un tipo que medía cinco pies y ocho pulgadas de
alto y pesaba menos de ciento veinticinco libras.
Fácilmente podría matar a Jai.
Stella había investigado un poco más y pudo proporcionarme
varias grabaciones de la madre reprendiendo a Jai tanto en
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mensajes de texto como por teléfono, y ella era tan mala como
el padre. Puede que no haya estado golpeando a Jai, pero el
abuso emocional y mental fue igual de malo.
10/2022
Aun así, la mayor parte de mi ira estaba dirigida a la hermana.
Jasmine tenía cabello largo y rubio, ojos azules brillantes, una
figura delgada y con curvas y una sonrisa cautivadora. Parecía
un sueño.
Ella era una maldita pesadilla.
Era cinco minutos más joven que Jai. Eran gemelos. Teniendo
en cuenta algunas de las cosas que hizo, obviamente no sentía
ese vínculo fraternal con Jai, excepto por su creencia de que su
hermano tenía el deber de cuidar de todas sus necesidades.
—Entonces, ¿qué piensas? —Preguntó Stella. —Los cambios
que quería que se hicieran eran interesantes.
Asentí distraídamente. Estaba demasiado ocupado viendo a Jai
leer el resto del acuerdo después de que Cranston hizo los
cambios que pidió. Tenía curiosidad por ver si había más
cambios que él quisiera hacer.
 Contuve la respiración cuando Jai dejó de leer y señaló otra
cláusula del acuerdo prenupcial.
¿Qué quería cambiar ahora?
—Aquí dice que él quiere que renuncie a mi trabajo y él
pagará todos mis gastos de vida. ¿Cómo es eso justo? —Jai
preguntó. —Si estamos casados, ambos deberíamos contribuir a
la casa, ¿no?
—Creo que esta cláusula se incluyó en el acuerdo prenupcial
debido a sus intereses comerciales. Él viaja mucho y, como su
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esposo, se esperaría que viajaras con él. Eso no sería muy
propicio para que tengas un trabajo, ¿verdad?
Jai hizo una mueca y volvió a mirar los papeles.
10/2022
—Obviamente no se da cuenta de la vida que le puedes
ofrecer, —dijo Stella.
—No estoy seguro de que le importe, —le dije. —Creo que
está demasiado acostumbrado a mantenerse a sí mismo que ni
siquiera puede concebir que alguien más lo haga por él.
Me estiré y recogí el archivo que tenía de Jai. Lo abrí y luego
comencé a revisar las enormes cantidades de papel hasta que
encontré el que estaba buscando.
Me tomó solo un momento leerlo y tomar una decisión.
—Encuentra un hueco entre mi personal para que Jai tenga
un trabajo y luego escríbele una propuesta para el puesto.
Salario razonable y todos los beneficios.
No era frecuente que pudiera sorprender a Stella.
Sus cejas se levantaron cuando preguntó:
—¿Vas a contratarlo como personal?
 Técnicamente, ya trabajaba para mí, pero quería que tuviera
un puesto en el que pudiera unirse a mí cuando tuviera que ir de
viaje de negocios y aún ganar un sueldo.
—Creo que se sentiría mejor si pudiera ayudar a mantenerse
—Por supuesto, él no podría contribuir a los gastos de
manutención como yo, pero si pusiera algo en el presupuesto
familiar, se sentiría mejor. —También le daría algo de dinero
que ganó por su cuenta, algo que fuera solo suyo.
Había algo que decir sobre tener ese tipo de independencia.
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Dejé caer el archivo sobre el escritorio y luego agarré mi
teléfono celular. Después de escribir un mensaje de texto rápido
a Cranston, deslicé mi teléfono celular en mi bolsillo y volví a
10/2022
mirar la pantalla del televisor.
Cranston tomó su teléfono y lo miró por un momento antes
de sonreír.
—¿Estarías de acuerdo en que ambos coloquen el cincuenta
por ciento de sus ingresos mensuales en una cuenta familiar
conjunta?
—Yo lo haría, —dijo Jai. —Pero solo mientras ambos lo
hiciéramos. No es justo que él tenga que pagar la factura de
todo.
Si tan solo supiera.
Tenía trajes que costaban más de lo que ganaba Jai en un mes.
Si colocara la mitad de mis ingresos mensuales en una cuenta
conjunta, sería más de lo que la mayoría de la gente gana en un
año.
 Cranston le tendió la mano hacia los papeles. Una vez que los
tuvo, escribió algo y luego se los devolvió. Esperaba que
estuviera escribiendo esa pequeña cláusula de cuenta conjunta.
Cuando Jai los recuperó, una pequeña sonrisa se dibujó en la
comisura de sus labios. Lo que sea que Cranston había escrito,
obviamente lo había hecho más feliz.
Jai tardó otros veinte minutos en terminar de leer el acuerdo
prenupcial, pero no hizo más cambios.
Lo consideré una victoria.
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—¿Debo firmar ahora o tiene que volver a escribirlo antes de
firmar? —Preguntó Jai mientras le devolvía los papeles.
—Si me das unos minutos, puedo hacer esos cambios e
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imprimirlos, y luego puedes firmarlos.
Jai asintió.
—¿Tienes un baño que pueda usar?
—Por supuesto. Tercera puerta a la izquierda.
Esperé hasta que Jai salió de la habitación y la puerta se cerró
detrás de él antes de salir de la sala de conferencias y entrar en
la oficina de Cranston. El hombre estaba escribiendo en su
computadora.
Por lo general, le pediría a su asistente que hiciera eso, pero
esto era un favor personal para mí. Miles Cranston era un
hermano de fraternidad de mi época en la universidad.
Seguimos siendo amigos incluso después de graduarnos y seguir
adelante con nuestras carreras y nuestras vidas.
—¿Bien?
Cranston me miró.
 —Es un tipo bastante interesante.
—Él parece serlo.
—¿De verdad vas a seguir adelante con esto, Jake? Quiero
decir, entiendo que quieras ayudarlo, pero no tienes que casarte
con él para hacer eso. Podrías instalarlo en algún lugar y darle
algo de dinero.
Dudo que Jai lo aceptaría.
—Yo sé eso. —Me crucé de brazos y me senté a un lado del
escritorio de Cranston. —Creo que necesita la protección que el
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matrimonio conmigo puede brindarle. No creo que hayamos
visto lo último de su familia.
Estaban demasiado obsesionados con el dinero y haciendo que
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Jai apoyara todos sus caprichos como para rendirse sin luchar.
—Escuchaste sobre la cláusula que quería que se agregara
acerca de no tener contacto con ellos, ¿verdad?
Asentí.
—Lo hice. —Y no podría estar más feliz por eso. Después de
leer el informe que Stella me había dado, pude entenderlo
totalmente. Yo tampoco quisiera tener nada que ver con ellos.
Le había informado a Cranston sobre muchos de los
problemas con la familia de Jai y lo que le habían estado
haciendo, pero no todos. Algunas cosas debían ser privadas a
menos que Jai decidiera compartirlas.
—No quiero que se cambie la cláusula de infidelidad.
Las cejas de Cranston se levantaron.
—¿Por qué no?
 —Porque, uno, no planeo serle infiel, y dos, quiero que sepa
que me estoy tomando este matrimonio en serio. Quiero que
aprenda a confiar en mí.
—Está bien, se lo explicaré—. Cranston hizo los cambios que
quería y luego presionó un botón. La impresora comenzó a
escupir papel—. Será mejor que vuelvas a la otra habitación si
no quieres que te vea hasta que firme.
No lo hice. Estaba bastante seguro de que Jai se negaría a
firmar si supiera quién era yo realmente.
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Regresé a la sala de conferencias y cerré la puerta justo
cuando Jai regresaba a la habitación. Me crucé de brazos y me
acerqué para recostarme contra el escritorio, mirando la pantalla
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del televisor de nuevo.
—Tu futuro prometido insistió en que la cláusula de
infidelidad se mantuviera como se estableció originalmente.
—Pero...
Cranston levantó la mano.
—Estuvo de acuerdo con todas las demás estipulaciones
excepto con esa. Quería que supieras que se toma este
matrimonio en serio y que no planea serte infiel.
Los hombros de Jai se hundieron.
—De acuerdo.
—Bien. Ahora, revísalos y asegúrate de que todos los demás
cambios que querías estén ahí.
Jai tomó los papeles que Cranston le tendía y los leyó. Fue un
poco más rápido esta vez ya que Jai solo los estaba leyendo. No
hizo más cambios antes de alcanzar un bolígrafo y firmar con su
nombre en la parte inferior y luego devolverlos.
Cranston revisó la firma y luego sonrió.
—¿Puedo traerte un poco de café o algo más para beber?
—No, estoy bien, gracias—. La frente de Jai se arrugó. —¿Qué
va a pasar ahora?
—¿Qué quieres decir?
—¿Simplemente me voy a casa y espero una llamada
telefónica o qué? Quiero decir, ¿cómo funciona esto? ¿Empiezo a
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empacar?
Cranston miró hacia la cámara que me pasaba el video.
—No estoy seguro exactamente de lo que sucede ahora. El
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acuerdo prenupcial fue mi parte de esto. ¿Por qué no me das un
momento y puedo ir a averiguarlo?
Una vez que Jai asintió, Cranston reunió todo el papeleo y
salió de su oficina hacia la sala de conferencias, cerrando la
puerta detrás de él. Se acercó a mí y me tendió los papeles.
—Si los lees y firmas, puedo hacerle una copia al Sr. Thomas
para sus registros, y luego debes decidir qué sucede a
continuación.
Tomé los papeles sin decir una palabra, los miré y luego firmé
en la parte inferior de la página, justo al lado de la firma de Jai.
—¿No conoces a alguien en la oficina de pasaportes?
Cranston frunció el ceño.
—Sí, sí. ¿Por qué?
—Jai necesita un pasaporte.
—¿Por qué?
 —Quiero llevarlo a Canadá esta noche para que podamos
casarnos a primera hora de la mañana. Quiero que esto termine
antes de que alguien interfiera.
—Pensé que estabas planeando una gran boda elaborada.
Volví a mirar hacia la pantalla del televisor.
—No creo que eso sea lo que Jai querría—. No parecía el tipo
de boda grande y elaborado. —Podemos tener una recepción
elaborada más tarde.
Una vez que Jai se acostumbrase a estar casado con un hombre
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rico.
—Tengo un amigo en el juzgado, —dijo Cranston. —
Probablemente pueda llevarte a ver a un juez al final del día. Si
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quieres ir a almorzar o algo así, puedo ver si puedo conseguirte
una cita.
Eso fue aún mejor.
—Haz eso.
—Está bien, tengo que ir a hacer copias de estos y luego hacer
algunas llamadas telefónicas—. Cranston asintió con la cabeza
hacia su oficina. —Tienes que ir a presentarte a tu prometido.
Sí, eso será interesante.
—¿Quieres ser uno de nuestros testigos? —Yo pregunté.
Necesitábamos dos.
Las cejas de Cranston se levantaron.
—Sí, por supuesto.
Miré a mi asistente por encima del hombro.
—¿Y tú?
—Por supuesto, señor.
 Casi resoplé ante el “señor”. Stella y yo habíamos trabajado
juntos el tiempo suficiente para que no me llamara “señor”, pero
tendía a hacerlo frente a otras personas.
Tomé el control remoto de la mesa detrás de mí y apagué el
televisor después de que Cranston salió de la habitación. No era
que me importara que Stella me viera decirle a Jai con quién se
iba a casar realmente, pero algunas cosas tenían que ser solo
entre él y yo.
Esta era una de ellas.
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—Si escuchas gritos, ven corriendo. Probablemente seré yo, —
dije mientras me apartaba de la mesa y comenzaba a caminar
hacia la puerta. No estaba seguro de cuál iba a ser la reacción de
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Jai cuando supiera que yo estaba detrás de todo esto.
Agarré la manija de la puerta, la giré y entré en la habitación.
Jai se puso de pie.
—Sr. D'Amato, ¿qué está haciendo aquí?
—Estoy aquí para casarme, por supuesto.
Jai se quedó boquiabierto.
Extendí mi mano.
—Jake D'Amato, antes conocido como Harry Turner.
Encantado de conocerte.
—Tú... —La frente de Jai se arrugó cuando sus cejas se
juntaron. —¿Eres Harry Turner?
—Solía serlo. Me hago llamar Jake ahora.
—¿Pero por qué?
Agité mi mano hacia la pequeña sala de estar junto a las
ventanas.
 —¿Por qué no nos sentamos y te explico todo?
Jai me siguió, sentándose en la silla frente a mí.
—¿Me recuerdas?
Jai se encogió de hombros.
—Sabía quién eras. Quiero decir, cuando eras Harry. Cuando
mi madre me dijo tu nombre, te recordé de la ciudad.
—Nací como Harry Turner, —comencé. —Después de que mi
madre falleciera, me fui a vivir con un viejo amigo de la familia.
Como habrás escuchado, tuve algunos problemas en ese pueblo
51
cuando era niño.
—Escuché muchas cosas diferentes, pero no estoy seguro de
qué era verdad y qué era un rumor. Mi mamá dijo que violaste
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un montón de leyes.
—No, no infringí ninguna ley, pero tampoco era exactamente
un ciudadano respetuoso de la ley. Crecer en ese parque de casas
rodantes con una madre soltera y ser pobre me convirtió en el
objetivo perfecto para los matones. Causó muchos problemas,
que agravé causando aún más problemas. Estoy seguro de que,
si me hubiera quedado, habría terminado tras las rejas, pero tuve
suerte. Fui acogido por mi tío Rudy.
—¿Pensé que dijiste que era un amigo de la familia?
Sonreí ante su confusión.
—Es un amigo de la familia, pero siempre me he referido a él
como mi tío.
—Ah, okey.
—Aparentemente vio algo en mí que yo no vi y me ofreció
una nueva vida después de la muerte de mi madre. Me adoptó,
cambió mi nombre legalmente a Jake D'Amato y me ayudó a
volver a la escuela. El resto estaba en mis manos.
—¿Qué hiciste? —Jai parecía realmente interesado en mi
respuesta. Incluso se inclinó un poco hacia adelante como si
estuviera fascinado por mi respuesta.
—Trabajé mucho, estudié aún más y recompensé la fe de mi
tío en mí al graduarme de la escuela secundaria como el mejor
de mi clase y luego ir a la universidad con una beca completa
donde me especialicé en ingeniería mecánica con una
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especialización en informática.
—¿No inventaste algún dispositivo que usan en las
computadoras?
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Sonreí.
—Lo hice, y lo patenté. Vendí esa patente por diez millones de
dólares antes de graduarme de la universidad. Usé ese dinero
para iniciar mi empresa, que ahora figura en Forbes Five
Hundred1.
Si supiera cuánto valgo en realidad, se le saldrían los ojos de
las órbitas.
Jai se recostó en su silla. El ceño fruncido en su rostro se
profundizó.
—No entiendo. Si tienes todo eso, ¿por qué te ofrecerías a
casarte conmigo?
Esa era la gran pregunta.

1
Forbes 500 es una lista de las 500 principales empresas estadounidenses, producida
por la revista Forbes. La lista se calculó combinando cinco factores: ventas, ganancias,
activos, valor de mercado y empleados.
 Capítulo cinco

Jai

—¿Por qué te importa?

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—Alguien tiene que hacerlo, Jai.
Sí, el mundo no funcionaba de esa manera.
—¿Sería tan malo estar casado conmigo? —Preguntó Jake.
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—Um... — tragué el nudo en mi garganta. —No, supongo que
no, pero...
—Pero ¿qué?
Hice una mueca incluso cuando mis mejillas se sonrojaron, y
luego bajé los ojos hacia donde estaba tirando del borde de la
chaqueta de mi traje con mis dedos.
—Quieres que esto sea un matrimonio real.
—Sí, —admitió Jake. —¿Tienes algún problema con eso?
¿En serio?
¿El tipo se había mirado en un espejo últimamente? Era
hermoso de morir. Lo había pensado desde el primer momento
en que lo vi, pocas semanas después de comenzar a trabajar en
su empresa. Solo había sido de pasada, pasó junto a mí en el
pasillo de camino a una reunión.
Casi me había tragado la lengua.
 —Um, no, pero... —Dios, sonaba como un bobo. —¿Podemos
tomarlo con calma? ¿Quizás llegar a conocernos un poco
primero?
Sabía que estaba pidiendo mucho, pero simplemente no me
atrevía a tener sexo con alguien que apenas conocía. Sé que eso
me hizo un poco raro en esta época, pero así es como era.
—Estoy de acuerdo con eso, —dijo Jake.
Mis cejas se levantaron.
—¿De verdad?
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Esperaba que él discutiera sobre ese punto. No parecía un
hombre que pasara mucho tiempo sin nada. Además, estaba
seguro de que había hombres y mujeres compitiendo por su
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atención.
Probablemente podría conseguir cualquier sexo si quisiera.
—¿La cláusula de fidelidad seguiría vigente si fuéramos
lentos?
Jake sonrió.
—Bueno, espero poder atraerte a mi cama en algún momento
de los próximos diez años, pero sí. La cláusula de fidelidad
entraría en juego en el momento en que nos casemos.
Parte de la tensión se desvaneció de mis hombros. No quería
casarme con alguien que me sería infiel, especialmente si se
suponía que era un matrimonio real.
—No sé si tuviste la oportunidad de revisar los cambios que
quería, pero...
—Lo hice, y ya he firmado en la línea de puntos.
 —Ah, okey. —Dejé escapar un suspiro. —Hay una cosa de la
que debo advertirte antes de que esto vaya más lejos.
—Tu familia.
Parpadeé con sorpresa.
—Sí.
—Soy plenamente consciente de qué tipo de personas es tu
familia. Los hice investigar a ti y a ellos antes de que mi abogado
se les acercara.
Hice una mueca cuando se formó un nudo en mi estómago.
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—Ojalá hubiera alguna manera de que pudieras recuperar tu
dinero.
Me sentí muy mal por eso. Las dotes habían pasado de moda
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hacía mucho tiempo. Se sentía un poco como si Jake me
estuviera comprando, pero si esta era mi oportunidad de
alejarme de mi familia, tenía que tomarla.
—Encontraré una manera de devolverte el dinero—. Incluso si
me tomase el resto de mi vida.
Probablemente lo haría.
—Fue un pequeño precio a pagar para alejarte de ellos.
Entrecerré los ojos.
—No me conoces. No los conoces. ¿Por qué te preocupas por
alejarme de ellos?
Sé que ya había preguntado esto, pero no lo entendí. Este tipo
no sabía nada sobre mí, e incluso si lo supiera, ¿por qué le
importaría?
—Te lo dije. Sé lo que es ser intimidado. Nadie merece lo que
tu familia te está haciendo.
 —¿Pero el matrimonio? —Esa fue la parte verdaderamente
loca. —No tenías que casarte conmigo para alejarme de ellos.
Me sorprendí cuando Jake se rio entre dientes.
—Mi abogado dijo lo mismo. Me sugirió que te diera algo de
dinero y acabara con todo.
Empecé a sacudir la cabeza.
—Nunca lo aceptarías, lo sé.
Él estaba en lo correcto. No quería ser un caso de caridad,
incluso si eso era esencialmente lo que era. Al menos si
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estuviéramos casados, sería capaz de devolver algo.
Sólo tenía que averiguar qué era ese algo.
—¿Qué pasa ahora? —Sentí como si ya hubiera hecho esa
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pregunta cien veces y todavía no supiera la respuesta.
—Bueno, si estás de acuerdo, pensé en llevarte a almorzar.
—¿Eh?
—Cranston está llamando a un juez amigo suyo. Mientras
trabaja en la organización de nuestra ceremonia de boda para
esta tarde, me gustaría invitarte a almorzar. Nos dará la
oportunidad de hablar y conocernos un poco mejor.
Mis labios se separaron, y solo miré.
Jake levantó una ceja.
—¿No quieres ir a almorzar?
—¿Nos vamos a casar hoy?
—Cuanto antes mejor.
Oh.
 No estaba seguro de qué decir a eso. Era extraño pensar que
me había despertado como un hombre soltero esta mañana y me
iría a la cama casado.
—Después de investigar a tu familia, creo que tienes razón.
Van a hacer todo lo posible para interferir en nuestras vidas.
Casarse de inmediato parecía la mejor manera de poner fin a sus
travesuras.
En realidad, probablemente las empeoraría.
—Si estás planeando una gran boda, podemos esperar.
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—No, no, no estoy planeando una gran boda en absoluto—. Mi
lado de la lista de invitados estaría vacío. No podía pensar en una
sola persona a la que invitaría. No tenía muchos amigos. Tendía
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a evitar a las personas debido a las tonterías que hacían mis
padres y mi hermana.
Ciertamente no querría a mis padres allí.
—Pensé que podríamos casarnos en la cámara del juez hoy y
luego hacer una recepción una vez que las cosas se calmen.
Casi me reí de la creencia de Jake de que las cosas se
calmarían.
—Te das cuenta de que una vez que estemos casados, mis
padres intentarán desangrarte, ¿verdad?
La amplia sonrisa maliciosa de Jake fue un poco desagradable.
Era como mirar a un tiburón salvaje.
—Pueden intentarlo.
Estaba bastante seguro de que mis padres y mi hermana no
tenían idea de que acababan de hacer un trato con el diablo, pero
yo sí.
 Simplemente no podía arrepentirme de eso.
Jake se puso de pie.
—Entonces, ¿almuerzo?
No era como si pudiera negarme.
Puse una sonrisa en mi rostro y me puse de pie.
—El almuerzo suena bien.
Suponiendo que pudiera tragarme el nudo en la garganta.
—Tenemos una parada que debemos hacer en el camino, pero
no debería llevar mucho tiempo.
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—De acuerdo.
—Me gustaría presentarte a Stella, —dijo Jake mientras abría
una puerta al otro lado de la habitación. —Ella ha sido mi
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asistente personal desde que comencé la empresa.
Había visto a la mujer de cabello oscuro caminando con Jake
en varias ocasiones diferentes. Sabía exactamente quién era ella
y, sinceramente, estaba un poco aterrorizado de ella.
Si Jake era un tiburón, ella era una raya. Hermosa, pero letal.
—Stella, este es mi prometido, Jai Thomas. Jai, esta es mi
mano derecha y la mitad de mi cerebro, Stella Dumont.
Sonreí lo que esperaba que fuera una sonrisa amistosa
mientras le tendía la mano a la mujer.
—Encantado de conocerte.
Me sorprendí cuando la mujer me devolvió la sonrisa.
—Es un placer, Sr. Thomas.
—Solo Jai, por favor.
Stella asintió.
 —Voy a llevar a Jai a almorzar, —dijo Jake. —¿Puedes reunirte
con nosotros aquí en un par de horas? Cranston debería tener las
cosas arregladas con el juez para entonces.
—Por supuesto, señor.
Mis cejas se dispararon cuando los ojos de Jake rodaron
dramáticamente.
—Jai estará aquí por mucho tiempo, Stella. Creo que está bien
si me llamas Jake delante de él.
Estela se rio entre dientes.
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—Sí, señor.
Jake gimió, agarró mi brazo y comenzó a llevarme hacia la
puerta.
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—Ella hace eso solo para tirar de mi cadena porque sabe que
puede salirse con la suya. Sabe dónde están enterrados todos los
cuerpos.
—También enterré a algunos de ellos, —agregó Stella.
—Stella tiene un pasado colorido.
Me detuve y me giré, entrecerrando los ojos y luego señalando
entre los dos.
—¿Ustedes dos...?
Parecían terriblemente amigos.
—¡Dios no! —El rostro de Stella se suavizó mientras reía. —Es
lindo y todo eso, pero no tiene el equipo adecuado para hacerme
feliz.
¿Eh?
La voz de Jake se llenó de pura diversión cuando dijo:
 —Lo que Stella está tratando de decir con elocuencia es que yo
soy gay y ella también. Me gustan los chicos y a ella le gustan
las chicas.
Oh.
—Lo siento, —susurré mientras mi cara se calentaba. —Eso
fue de mala educación preguntar.
—No, por favor, si tienes preguntas que puedan afectar
nuestro matrimonio, pregunta. Si bien soy una persona
reservada, no me gustan los secretos, especialmente con alguien
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con quien espero compartir una cama pronto.
Vi las cejas de Stella levantarse ante esa declaración, pero no
dijo nada.
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Jake me agarró del brazo y empezó a sacarme de la habitación
de nuevo. No estaba muy seguro de adónde íbamos. Tuve la
impresión de que mi idea de dónde ir a almorzar y la idea de
Jake eran dos lugares muy diferentes.
Había un coche de lujo negro con vidrios polarizados
esperándonos cuando bajamos las escaleras. Llegó completo con
un gigante de un hombre que asintió con la cabeza cuando abrió
la puerta trasera.
—Jai, este es Bruno, mi conductor. Bruno, este es mi
prometido, Jai Thomas. Lo verás mucho.
Me quedé boquiabierto cuando los ojos del conductor se
pusieron en blanco.
—Mi nombre es Fred, señor. Encantado de conocerlo.
 Uh... miré a Jake. Tenía una gran sonrisa en su rostro.
Empezaba a sospechar que mi prometido tenía bastante sentido
del humor. Me di la vuelta y le tendí la mano.
—Encantado de conocerte, Fred.
Me subí a la parte trasera del auto después de estrechar la
mano de Fred y luego esperé a que Jake se subiera a mi lado
antes de inclinarme para susurrar:
—¿Por qué lo llamas Bruno?
Jake se encogió de hombros.
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—Parece un Bruno.
Parecía un jugador de rugby.
—¿Adónde, señor? —Preguntó Fred una vez que subió al
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asiento del conductor.
—Cartier en 5th Street. Jai y yo necesitamos comprar anillos
de boda.
Mis ojos se redondearon.
—Muy bien, señor, —respondió Fred mientras el auto se ponía
en marcha.
—¿No necesitas una cita para ese lugar? —Era como una de
las cinco mejores joyerías de toda la ciudad. Estoy bastante
seguro de que ni siquiera podía darme el lujo de pasar por
delante de la ventana delantera.
—Stella habrá llamado para hacernos una cita. Sabía que
quería conseguirnos anillos tan pronto como terminara todo el
papeleo.
—¿No es ese lugar bastante caro? —Odiaba discutir sobre el
dinero en un momento como este, pero no tenía mucho. Todavía
no le había enviado el pago de este mes a mi hermana, y
supongo que podría usarlo para comprar un anillo, pero eso iba
a crear un lío aún mayor.
—Lo es. —Jake palmeó mi mano. —Pero no quiero que te
preocupes por el precio. Solo elige algo que te guste.
No estaba seguro de poder hacer eso.
Jake agarró mis manos y las sostuvo entre las suyas.
—Sé que esto es una locura, pero esta es una oportunidad para
una nueva vida para ti. Quiero poder dártela, pero tienes que
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estar dispuesto a aceptarla.
No estaba seguro de qué tenía que ver eso con los anillos de
boda, pero no me opuse a la oportunidad que Jake me estaba
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dando. Era una oportunidad de alejarme de mi familia de una
vez por todas.
La estaba agarrando con ambas manos.
—Para que lo sepas, no soy un tipo de joyería elegante.
—Yo tampoco—. Jake se subió el puño de la camisa y me
mostró el reloj de aspecto antiguo que llevaba en la muñeca. —
Esta es mi única pieza de joyería. Fue un regalo de mi tío cuando
me gradué de la universidad.
Era un reloj bonito, por lo que pude ver, pero lo que sabía
sobre relojes no podía llenar un dedal. El mío me costó menos
de veinte dólares en la tienda minorista local.
Eso trajo otra pregunta para mí.
—¿Vamos a vivir juntos? —Si lo hiciéramos, sospeché que mis
tiendas locales ya no serían mis tiendas locales. Dudaba que Jake
comprara donde yo lo hacía.
 —Me gustaría, —dijo Jake. —Creo que dos personas que están
casadas entre sí deberían vivir juntas. También creo que
debemos sacarte de la línea de fuego de tus padres. Si vives
conmigo en mi penthouse, no pueden llegar a ti.
Jake debe haber visto el escepticismo en mi rostro porque se
rio entre dientes.
—Vivo en un penthouse en el Upper East Side con vista a
Central Park. No solo hay un portero las veinticuatro horas y
patrullas de seguridad todo el tiempo, sino que también
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necesitas una tarjeta de acceso o una escolta para llegar al
penthouse.
Bien, eso me hizo sentir un poco mejor.
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—¿Qué tal esto? —Dijo Jake. —Vamos a buscar nuestros
anillos y luego salimos a almorzar. Después del almuerzo,
volveremos a la oficina de Cranston y entonces nos casaremos.
Si estás de acuerdo, mientras hacemos todo eso, puedo hacer que
alguien vaya a tu casa y empaque todas tus pertenencias y las
lleve a mi penthouse. De esa manera, nunca más tendrás que
preocuparte por eso.
Me encogí ante la idea de que alguien viera el estudio en el
que vivía, pero preferiría que fueran extraños y no Jake.
Realmente no quería que él descubriera cuán lamentable era mi
vida.
—Podría empacarlo mañana y luego tomar un taxi a tu casa.
—Realmente preferiría que me dejaras hacer esto por ti, —dijo
Jake. —No quiero correr el riesgo de que te encuentres con tu
familia.
 Yo tampoco.
—Vino amueblado, así que solo tengo que empacar mis cosas
personales. No debería tomar mucho.
En serio.
Jake sonrió y sacó su teléfono. Llamó a Stella y dispuso que
alguien fuera a empaquetar mi estudio y llevar todo al ático.
También se las arregló para dar aviso al arrendador, pero solo
después de que todo hubiera sido removido. No quería dejar una
dirección de reenvío.
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Era agradable saber que estaba pensando en el futuro. Me hizo
sentir que tenía a alguien en mi esquina luchando por mí, o al
menos alguien que entendía cuánto odiaba a mi familia y quería
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estar lejos de ellos. Teniendo en cuenta lo mucho que Jake
estaba tratando de ayudarme a lograr eso, no pude evitar estar
agradecido.
Solo esperaba que no se arrepintiera.
 Capítulo seis

Jake

Sonreía cada vez que veía a Jai mirando el anillo que le había
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puesto en el dedo. De acuerdo, era un anillo de bodas, y lo
estábamos usando como anillo de compromiso hasta que nos
casáramos, pero se negó a permitirme comprarle un anillo de
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compromiso además de nuestros anillos de bodas.
Pensé que lo había presionado lo suficiente y lo dejé caer, pero
eso no significaba que no lo haría en una fecha posterior. Jai se
merecía que lo mimaran un poco y estaba seguro de que nadie
lo había hecho antes.
—¿Qué te gustaría comer? —Pregunté mientras miraba mi
menú. —El chef te hará lo que quieras.
—No hay precios en este menú, —susurró Jai.
Duh.
El mío tenía todos los precios. No quería que Jai se preocupara
por cuánto costaba algo. Solo quería que se divirtiera.
—Solo elige lo que sea. El almuerzo corre por mi cuenta.
—Puedo pagar mi almuerzo.
No en este lugar.
 —Está bien, Jai. Te invité, ¿recuerdas? Además, estamos
celebrando nuestro compromiso. Vamos a derrochar un poco.
Vi el comienzo de una sonrisa en el rostro de Jai.
—No sé qué pedir.
—¿Hay algo a lo que seas alérgico o no te guste? —Yo
pregunté.
Estos eran detalles importantes.
—No, como casi cualquier cosa.
—Yo no como espárragos, —le dije mientras me daba un
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escalofrío exagerado. —No soporto esas cosas.
Jai apretó los labios, pero pude ver diversión bailando en sus
ojos.
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—¿Puedo ordenar por ti?
Jai me miró por un momento antes de asentir, cerrar su menú
y dejarlo sobre la mesa.
Le hice una seña al camarero. Después de que vino, hice un
pedido para Jai y para mí de lo que pensé que le gustaría. Quería
pedir una botella de champán, pero también quería que Jai
tuviera la cabeza clara. Podría sacar una botella de mi enfriador
de vino cuando llegáramos a casa... después de casarnos.
Una vez que el mesero se fue, le sonreí a Jai.
—Quería hablar contigo sobre tu trabajo.
—Sé que el Sr. Cranston dijo que no querías que yo trabajara,
pero... —cerró los labios cuando levanté la mano.
—No es que no quiera que trabajes, Jai. Es que quiero que me
acompañes cuando tengo viajes de negocios y demás. Si nos
vamos a casar, creo que es importante que pasemos tiempo
juntos. Si fueran uno o dos viajes de negocios, estaría bien, pero
viajo mucho, al menos dos veces al mes, si no más. Esa no es la
base para un buen matrimonio.
Los hombros de Jai se hundieron.
—Entonces, he hecho los arreglos para que obtengas un
ascenso para trabajar en mi personal cercano. Vendrá con un
aumento de sueldo y todos los beneficios, por supuesto, pero
será un trabajo de tiempo completo. No podrás holgazanear solo
porque estás casado con el CEO. Se espera que trabajes tan duro
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como lo haces ahora.
Los ojos de Jai se abrieron por un momento antes de
preguntar.
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—¿En serio?
—Sí.
Supe que había tomado la decisión correcta cuando comenzó a
sonreír.
—¿Qué estaré haciendo?
—Seguirás siendo un asistente de marketing. Solo serás mi
asistente de marketing. Se espera que asistas a todas mis
reuniones de negocios conmigo, lo que significa que puedes
viajar conmigo y tendrás que manejar todas mis necesidades de
marketing y coordinar con el director de marketing de la
compañía para ver que se haga. Espero que puedas manejar eso.
—Sí, señor... Quiero decir, sí, por supuesto. Mi título es en
marketing. Puede que sea nuevo en eso, pero puedo hacer el
trabajo.
 —No tengo dudas de que puedes. Tus compañeros de trabajo y
supervisores tienen muy buenas cosas que decir sobre ti. No
tengo dudas de que, si no nos hubiéramos comprometido, muy
pronto habrías sido ascendido dentro de la empresa.
—No puedo decirte cuánto...
—¿Jai? ¿Qué haces aquí?
Oh demonios.
El rostro de Jai se quedó sin color cuando miró a la escultural
rubia que se había detenido junto a su mesa.
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De toda la suerte.
—¿Conoce a esta mujer, Sr. Thomas? —Yo pregunté.
Jai me frunció el ceño.
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—Soy la hermana de Jai, Jasmine—. Me tendió una mano
delicada. —¿Y tú quién eres?
—Jake D'Amato, el jefe del Sr. Thomas—. Puse una sonrisa en
mi rostro que realmente no sentía mientras me ponía de pie,
tomé su mano suavemente y rocé sus nudillos con mis labios. —
Es un placer conocerte.
—¿Qué haces saliendo a almorzar con mi hermano?
—Tu hermano ganó el puesto de empleado del trimestre, así
que lo llevé a almorzar para celebrarlo.
Los ojos de Jai se desorbitaron, pero su hermana me estaba
mirando, así que no lo vio, lo que probablemente fue algo
bueno. Esperaba que captara la indirecta y siguiera el juego.
Si su familia pensaba que se iba a casar con Harry Turner, nos
convenía que siguieran pensando eso hasta después de que nos
casáramos.
 —Oh, eso es tan dulce de tu parte y tan generoso, —dijo
Jasmine. —Aunque no sé cómo mi hermano pudo haber sido
empleado del trimestre. Simplemente no es tan inteligente.
Esta mujer era nauseabunda.
—¿Vino con un bono?
—¿Qué vino con un bono? —Yo pregunté.
—Ser empleado del mes.
Jai sacudió rápidamente la cabeza.
—No, me temo que no, —respondí. —Tiene la oportunidad de
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almorzar con el jefe y un fin de semana de tres días de su
elección.
—Oh. —Por un momento, la cara de Jasmine cayó, pero luego
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se animó. —Bueno, igual sería agradable almorzar en un
restaurante elegante con un hombre tan guapo. ¿Tal vez puedas
salir conmigo alguna vez?
—Me temo que eso no es posible—. No hay manera en el
infierno. —Me voy para un viaje de negocios mañana.
Luna de miel... viaje de negocios... lo mismo.
El brillo salvaje que apareció en sus ojos azules era puro
depredador. Esta mujer estaba de cacería y parecía pensar que
había atrapado algo.
Oh, estaba equivocada.
—Bueno, déjame darte mi número de teléfono y puedes
llamarme cuando regreses. Siempre estoy disponible para un
CEO guapo.
Apuesto a que lo estaba.
 Jasmine sacó un trozo de papel de su bolso Gucci y anotó su
número de teléfono antes de dármelo.
Plasmé otra sonrisa en mi rostro.
—Gracias, Sra. Thomas. Me aseguraré de llamarla tan pronto
como esté disponible.
Que sería nunca.
Mis ojos casi se cruzaron cuando soltó una risa aguda. Sonaba
como gatos gritando. Incluso algunos de los otros clientes
miraron en su dirección. Era bueno que ella quisiera dedicarse al
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modelaje. No requería que ella hablara.
—Si nos disculpa, el Sr. Thomas y yo tenemos algunos asuntos
de negocios que discutir antes de mi viaje de mañana.
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—Oh, por supuesto. —Jasmine me lanzó una sonrisa radiante.
Lo acepto, era una bonita sonrisa. Simplemente no era tan
bonita como las tímidas sonrisas de Jai. —Asegúrate de
llamarme.
Solo sonreí.
No había una oportunidad en el infierno.
—Jai, todavía no he recibido la... eh... —sus ojos se clavaron en
mí por un momento —donación. La espero para el final del día,
o tendré que decirle a mamá y papá.
Jai estaba mirando hacia abajo en la parte superior de la mesa.
No dijo nada. Me preocupé cuando vi la caída de sus hombros.
Comencé a dar un paso hacia él cuando Jasmine preguntó:
—¿Me escuchaste?
—Te escuché, —respondió Jai con una voz desprovista de
emoción.
 —Bueno. —Jasmine me lanzó una rápida sonrisa. —Adiós, Sr.
D'Amato.
Asentí con la cabeza hacia ella.
—Sra. Thomas.
Esperé hasta que se perdió de vista antes de volver a sentarme
en mi silla. Arrugué el papel con su número y lo metí en mi
vaso de agua.
—¿Alguna vez tu hermana se ha hecho algún trabajo? Porque
todo en ella parecía plástico, incluso su personalidad.
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Ni siquiera quería hablar de su risa.
La cabeza de Jai se levantó de golpe.
—¿Crees que es de plástico?
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—¿No es así? —¿Cómo podría no hacerlo? ¿Estaba viendo a la
misma mujer que yo? —He conocido a mujeres como ella antes.
Me sorprende que no haya pedido ver el saldo de mi cuenta
bancaria.
—Pensé...
—¿Pensaste qué? —Yo pregunté.
—Tomaste su número de teléfono. Pensé que la ibas a llamar.
Señalé el trozo de papel arrugado empapado en agua y hielo.
—¿Te refieres a ese número de teléfono?
Jai se quedó mirando por un momento y luego una pequeña
risa salió de sus labios. Rápidamente se tapó la boca.
—Jasmine me ha robado muchos de mis novios—. Pareció
darse cuenta de lo que dijo y me lanzó una mirada rápida. —No
es que haya habido tantos, pero ella los ha robado todos.
 —Soy gay, ¿recuerdas? Las chicas no lo hacen por mí—.
Respiré un poco más tranquilo cuando Jai me sonrió. —Además,
estamos comprometidos, y me lo tomo muy en serio. No voy a
traicionar la confianza que has depositado en mí hasta ahora, y
ciertamente no por una muñeca Barbie de plástico.
—Cuando empezaste a hablar sobre el empleado del trimestre
y esas cosas, pensé que habías perdido la cabeza.
—No, simplemente no quería que supiera quién soy todavía.
Por lo que tu familia sabe, te vas a casar con Harry Turner.
72
Cuanto más tiempo podamos evitar que sepan con quién te vas a
casar en realidad, mejor.
El teléfono de Jai vibró antes de que pudiera responder. Lo
10/2022
sacó de su bolsillo y miró la pantalla, y luego dejó escapar un
resoplido.
—Mi madre me ha ordenado que me asegure de que llames a
Jasmine.
—Sí, me pondré en eso.
Jai se rio entre dientes. Era un sonido natural que iluminaba
todo su rostro.
Quería ver más de eso.
—Ese viaje de negocios que tengo mañana, sabes que en
realidad es nuestra luna de miel, ¿verdad?
—¿De verdad?
Asentí.
—Le pedí a Cranston que investigara el seguimiento rápido de
tu pasaporte, así que...
—Yo tengo un pasaporte.
 La sorpresa levantó mis cejas.
—¿Lo haces?
Jai asintió.
—Obtuve uno mientras estaba en la universidad. Había una
conferencia de marketing a la que quería asistir en Toronto, así
que necesitaba obtener mi pasaporte. Al final no fui, pero... —Jai
se encogió de hombros.
—¿Por qué no fuiste? —Pregunté, aunque estaba bastante
seguro de que ya sabía la respuesta.
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—Mi hermana tomó todo el dinero que había ahorrado para el
viaje.
Mi mandíbula se apretó.
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—¿Cuánto era?
—Tres mil dólares. —Jai comenzó a girar lentamente su vaso
de agua en círculos mientras lo miraba. —Necesitaba nuevas
fotografías para su portfolio y, por supuesto, necesitaba ropa
nueva para tomar esas fotografías, así que mis padres me
obligaron a darle el dinero.
—¿Cuánto dinero crees que te han quitado tus padres y tu
hermana a lo largo de los años?
Jai miró hacia arriba.
—¿Por qué quieres saber eso?
—Compláceme.
Jai suspiró pesadamente.
—No estoy seguro exactamente. He estado trabajando desde
que tenía quince años. Hasta los dieciocho años, se me exigió
que les diera a mis padres el cincuenta por ciento de mi cheque
de pago. Después de graduarme y conseguir un trabajo en tu
compañía, se me exigió enviarles el setenta y cinco por ciento de
mi cheque de pago.
—¿Y además de tus cheques de pago? —Pregunté con los
dientes apretados. —¿Cuánto supones que te han obligado a
darles?
Jai negó con la cabeza.
—No tengo idea, pero tiene que ser de decenas de miles de
dólares. Cada vez que ahorro un poco de dinero, a mi hermana
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le pasa algo y me obligan a darles el dinero.
—¿Cómo saben que tienes dinero?
Jai frunció el ceño.
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—No estoy seguro, pero siempre parecen saber cuándo tengo
dinero extra.
—¿Hay alguna posibilidad de que tu apartamento o tu
teléfono estén intervenidos?
—¿Cómo puedo saberlo?
—Está bien, dame tu teléfono. Haré que Stella te consiga uno
nuevo. Y una vez que te mudemos de tu apartamento, eso
debería resolver ese ángulo.
Jai entregó su teléfono con bastante facilidad.
—¿Hay algo que necesites mantener de aquí?
—No, en realidad no. No tengo un teléfono fijo, así que lo uso
principalmente para hacer llamadas telefónicas.
Apagué el teléfono, saqué la tarjeta SIM y luego dejé caer el
teléfono celular en el vaso de agua junto con el número de
teléfono de Jasmine.
 El asombro conmocionado de Jai fue algo hermoso. Echó la
cabeza hacia atrás y se rio y se rio. Sí, la gente nos miraba, pero a
diferencia de cuando su hermana se reía, sonreían cuando lo
veían.
Nuestro almuerzo llegó y hablamos casualmente mientras
comíamos. Aprendí un poco más sobre Jai durante nuestra
conversación, como el hecho de que ambos disfrutábamos de la
música jazz y habíamos leído muchos de los mismos libros.
También tenía un perverso sentido del humor debajo de toda
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esa timidez y se veía increíble cuando estaba sonriendo y
animado. Tuve la impresión de que eso no sucedía a menudo
por la cantidad de veces que se detuvo en medio de un discurso
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y sus ojos se abrieron como platos.
Me sentía bien acerca de hacia dónde se dirigía el día cuando
nos dirigimos al auto. Jai se abría más y más a mí y yo
comenzaba a tener una idea de cómo era su verdadera
personalidad y, francamente, me gustaba ese hombre.
—Llévanos de regreso a la oficina de Cranston, Fred, —le
ordené una vez que estuvimos en el auto.
—Sí, señor.
Me giré para sonreírle a Jai, pero estaba mirando algo por la
ventana. Traté de ver qué tenía su fascinación, pero no pude
elegir nada.
—Jai, ¿qué pasa?
—He visto a ese hombre antes.
—¿Qué hombre? —Rápidamente escaneé la calle, pero ya nos
estábamos incorporando al tráfico.
 —Había un hombre allí parado frente a una de las ventanas.
Nos miraba directamente.
—¿Dónde lo has visto antes? —Pregunté mientras un
escalofrío se deslizaba por mi espalda.
—De pie frente a mi edificio de apartamentos.
—Adelante, Fred, —espeté.
El auto salió disparado hacia adelante.
Saqué mi teléfono celular y rápidamente le envié un mensaje
de texto a Stella contándole sobre el incidente y pidiéndole que
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averiguara toda la información que pudiera. También le dije que
llamara a un par más de mi personal de seguridad y que nos
esperara en la oficina de Cranston. No iba a permitir que le
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pasara nada a Jai ahora que había accedido a casarse conmigo.
Stella respondió de inmediato que ella se encargaría de todo y
que deberíamos dirigirnos directamente al juzgado. Ella y
Cranston nos encontrarían allí.
—Cambio de planes, Fred. Llévanos al juzgado.
—Sí, señor.
Seguimos adelante durante un par de cuadras antes de que el
auto girara y comenzara a dirigirse hacia el juzgado.
—Crees que hay un problema, ¿no? —Jai preguntó.
—No estoy seguro, pero quiero adelantarme si lo hay—. Mi
instinto me gritaba que algo andaba mal con todo esto, pero
maldita sea si podía averiguar qué era.
—No sabía que eras tú hasta que entraste a la oficina, así que
no le dije a nadie. Lo juro.
 —Creo que esto tiene más que ver contigo que conmigo—.
También creo que tuvo mucho que ver con la familia de Jai. No
sé si se suponía que ese tipo vigilaba a Jai o qué, pero no había
una explicación razonable de por qué estaba fuera del
restaurante y del apartamento de Jai. Estaban a media ciudad de
distancia.
Debido al tráfico, tardó unos veinte minutos en llegar al
estacionamiento del juzgado. Eso me dio mucho tiempo para
hacer llamadas telefónicas y asegurarme de que todo lo que
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quería estaba en su lugar antes de que llegáramos.
Fred estacionó justo al lado de un gran SUV. Cuatro hombres
con trajes oscuros salieron tan pronto como apagó el motor.
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Jai contuvo el aliento.
—Está bien, —me apresuré a tranquilizarlo. —Esos hombres
son parte de mi equipo de seguridad. Esos son los hombres a los
que Stella llamó. Están aquí para mantenernos a salvo.
—Está bien, —susurró Jai mientras soltaba un suspiro.
—Tendrás que acostumbrarte a que haya seguridad cerca, Jai.
A menos que estés conmigo, no vas a ninguna parte sin un
guardaespaldas.
—¿Tienes un guardaespaldas?
—Sí. No voy a ninguna parte sin Fred.
—Pensé que solo era tu conductor.
—No. Bueno, él es mi conductor, pero también actúa como mi
guardaespaldas.
—¿Cómo funciona? —Jai preguntó. —¿Cómo puede ser él tu
guardaespaldas y tu chofer?
 Una risa vino del asiento delantero.
—La mayoría de la gente ignora a Fred porque piensa que es
solo mi conductor. Lo despiden como parte del servicio.
—¿Cómo? —Los ojos de Jai se redondearon. —Él es enorme.
Lo era, pero esa era la parte importante.
—Si la gente piensa que es solo un sirviente, tiende a
ignorarlo, lo que le facilita ver cualquier amenaza que pueda
surgir.
—No deberían ignorarlo solo porque creen que es parte del
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servicio, —insistió Jai. —Estoy seguro de que trabaja duro y no
tiene nada de malo ser conductor. Alguien tiene que hacerlo.
Esa es una de las cosas que me gustaban de Jai. Trató a todos
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por igual. Lo había visto una y otra vez hoy, la forma en que
saludó a Fred, al mesero, a todo tipo de personas. Era amable
con todos, sin importar quiénes fueran.
—Estoy de acuerdo, —dije, —pero no todos lo hacen.
Jai hizo una mueca como si la idea le dejara un mal sabor de
boca.
—Eso está mal.
Sí, realmente me estaba empezando a gustar.
—Vamos. —Salí de mi lado del auto y luego caminé para
esperar a que Jai saliera. Esta vez, en lugar de esperar en el auto,
Fred vino con nosotros cuando entramos, al igual que los cuatro
guardias de seguridad a los que Stella llamó.
Una vez que entramos en el ascensor, le envié un mensaje de
texto a Stella para saber dónde se suponía que debíamos
reunirnos con ella y Cranston. Una vez que tuve el número de la
habitación, marqué el piso y esperé a que el ascensor nos llevara
allí.
Cuando llegamos a nuestro piso y la puerta se abrió, Jai
comenzó a salir. Lo agarré y tiré de él hacia atrás.
—Déjalos ir primero. Necesitan revisar el área y asegurarse de
que esté bien para nosotros.
Jai me frunció el ceño, pero no dijo nada.
—No siempre es así, Jai. Por lo general, es como cuando
estábamos en la oficina de Cranston y en el restaurante. Pero
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hasta que sepamos con certeza si ese tipo que viste está
tramando algo, nuestra seguridad debe aumentar. Esto sucederá
de vez en cuando.
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—Está bien, —dijo Jai, pero todavía parecía muy confundido.
—Te acostumbrarás.
—Esperemos que no o eso significará que siempre hay gente
que nos persigue, y esa es una forma un poco apestosa de vivir.
No podría discutir con eso.
 Capítulo siete

Jai

No podía creer que me iba a casar.

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Este día fue surrealista. Toda esta semana había sido
surrealista. Mis padres me estaban obligando a un matrimonio
que estaba resultando ser lo mejor que me había pasado en la
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vida. Estaría dispuesto a apostar cualquier cosa que nunca
tuvieron la intención de que eso sucediera.
A menudo había tenido la creencia de que mis padres y mi
hermana solo eran verdaderamente felices cuando me hacían
sentir miserable. Si pensaran por un segundo que tenía una
oportunidad de ser feliz con Jake, harían todo lo posible para
estropearlo.
Por eso estaba flotando y dejando que Jake me empujara a
esto. Puede que no entienda por qué no protesté más, pero tenía
mucho sentido para mí.
—¿Tienes los anillos?
Saqué del dedo el anillo que Jake me había dado solo un par
de horas antes y se lo entregué al juez.
Parecía un buen tipo en lo que respecta a los jueces. Incluso
había bromeado sobre tener que encajarnos en su horario
porque estábamos tan comprometidos y decididos a casarnos
hoy ya que estábamos enamorados, y él siempre apoyó a los
tortolitos jóvenes.
No tuve el corazón para decirle que no estábamos enamorados
y que esto era básicamente un matrimonio de conveniencia con
la esperanza de algo más.
Ciertamente no iba a decirle que mis padres me vendieron a
Jake.
Fue una ceremonia de boda simple, sin adornos, con lo cual
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estuve bien ya que nunca esperé casarme en primer lugar.
El juez dijo algunas palabras, Jake y yo dijimos algunas
palabras, intercambiamos anillos, dijimos nuestro “Sí, acepto”, y
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luego el juez dijo:
—Puedes besar a tu esposo.
Y ahí es donde las cosas se pusieron locas.
En el momento en que los labios de Jake se presionaron contra
los míos, un shock como nunca antes había sentido en mi vida
zumbó a través de todo mi cuerpo. Me quedé inmóvil por un
momento antes de derretirme en el beso.
Y eso no fue un simple beso en los labios.
La boca de Jake cubrió la mía con avidez, moviéndose sobre
ella, devorando su suavidad. Su lengua acarició mis labios una
vez, y luego una segunda vez, y una tercera. La lengua que se
lanzó entre ellos envió escalofríos de deseo a través de mí.
Jake rodeó mi cintura con un brazo, curvó el otro alrededor de
mi cuello y luego me atrajo hacia sí para un beso lleno de calor
e intensa pasión.
 No solo se me doblaban los dedos de los pies, sino que estaba
seguro de que podía escuchar el canto de los ángeles... o tal vez
solo era la sangre que corría por mis oídos.
Jake hizo una pausa por un momento para mirarme a los ojos
antes de sumergirse en otro beso, este más salvaje que el
anterior. Esta vez no fue la cosa lenta, tierna y gentil que había
sido antes. Esta vez estaba fuera de control, enloquecedoramente
frenético, necesitado.
Separando mis labios, me levanté ansiosamente para recibir el
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beso de Jake, devolviéndolo con un abandono imprudente. La
boca de mi estómago se convirtió en un remolino salvaje. La
sangre latía en mi cerebro, saltaba de mi corazón y me hacía
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temblar las rodillas.
Cuando nuestros labios finalmente se separaron, estaba
jadeando pesadamente tratando de llevar aire a mis laboriosos
pulmones. Me sentí un poco aturdido y mareado.
Jake solo me estaba mirando.
—¿Eso estuvo bien? —Susurré.
—Sí, —susurró Jake en respuesta. —Estuvo bien.
Está bien, así que no lo había estropeado.
Creo.
—Si ambos firman aquí mismo, —dijo el juez, —podemos
hacer que sus testigos firmen y luego haré que mi secretario
lleve esto a la oficina de registros.
Jake rápidamente me acompañó al escritorio. Me arrojaron un
bolígrafo en la mano. Tan pronto como firmé, Jake firmó, hizo
que Stella y Cranston firmaran y luego le entregó el papel al
juez.
—¿Ya es oficial? —Preguntó Jake. —¿Estamos legalmente
casados?
—Lo están. —El juez nos sonrió a los dos. —Felicitaciones, Sr.
y Sr. D'Amato.
Parpadeé con sorpresa.
Mierda, había olvidado que había accedido a tomar el nombre
de Jake.
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Eso iba a tomar algún tiempo para acostumbrarse.
—Supongo que necesito obtener una nueva identificación—.
Espera. —¿Seguirá funcionando mi pasaporte ya que está bajo
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mi antiguo nombre?
—Solo tienes que tener una copia de tu identificación, tu
pasaporte y tu certificado de matrimonio contigo, hijo, —dijo el
juez. —No debería haber ningún problema.
Eso fue un alivio.
Le sonreí a Jake.
—Supongo que eso significa que todavía podemos ir a ese
viaje de negocios.
—Lo parece.
Jake me estaba mirando de nuevo.
—¿Estás bien?
Él sonrió.
—Estoy bien.
Yo no estaba tan seguro.
Jake estrechó la mano del juez.
 —Gracias por hacernos un hueco.
—Fue un placer, —respondió el juez. —Prefiero mucho más
realizar ceremonias de matrimonio que presidir juicios.
Jake se volvió hacia su amigo y le estrechó la mano.
—Gracias por estar aquí hoy, Miles.
—Cuando quieras, hombre—. El señor Cranston sonrió. —No
olvides que tenemos una noche de póquer cuando regreses.
—¿Cómo podría? —Jake se rio entre dientes. —Todavía me
debes veinte palitos de pretzel.
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El Sr. Cranston se rio mientras se giraba hacia mí,
estrechándome la mano.
—Nunca juegues al póquer con este hombre. Hace trampa.
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No tenía idea de qué decir a eso.
—Gracias por toda tu ayuda, Sr. Cranston —dije en su lugar.
—Creo que puedes llamarme Miles ahora.
Asentí.
—Miles.
—Vamos. —Jake me tendió la mano. —Salgamos de aquí y
vayamos a casa. Quiero que veas nuestro ático.
Nunca había sostenido la mano de otro hombre en mi vida.
Fue una sensación extraña.
Un par de guardias salieron delante de nosotros, los otros
cerraban la marcha detrás de Stella y el señor Cranston.
Ciertamente formamos un grupo interesante mientras
atravesábamos el juzgado hacia los ascensores.
Tuvimos que tomar dos ascensores.
 Cuando llegamos al estacionamiento, Jake le agradeció a su
amigo nuevamente y luego él, Stella y yo subimos a su auto.
Cranston tenía su propio automóvil, por lo que se dirigía de
regreso a su oficina. Los guardias, menos Fred, viajarían en el
vehículo detrás de nosotros.
—¿A dónde te gustaría ir en nuestra luna de miel? —Preguntó
Jake.
—Oh...
—Tengo una villa en Italia, un castillo en Francia, una
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fortaleza en Escocia, un departamento en Londres, un ático en
Tokio, una casa en la playa en California y una propiedad en las
Bahamas. Podemos ir a cualquiera de esos o a algún otro lugar
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diferente si quieres.
—¿Tienes tantas casas?
Eso era una locura.
Jake se rio entre dientes.
—Compré la mayoría de esos lugares porque no me gusta
quedarme en hoteles a largo plazo y tengo más de la cantidad
habitual de negocios en esos lugares. Debido a eso, parecía más
rentable comprar un lugar en lugar de alquilar continuamente
una habitación de hotel. La fortaleza en Escocia y la finca en las
Bahamas son mis casas de vacaciones normales.
—¿Cuál te gusta más? —Yo pregunté.
—Me gustan todas. Solo depende de lo que te apetezca.
¿Quieres nadar en el océano, caminar por la región vinícola, ir
de compras o ver los lugares de interés? Realmente depende de
ti. Mi jet privado puede llevarnos a cualquiera de ellas o a todas
ellas. Tu elección.
Debo haber parecido confundido o indeciso porque Jake se rio
entre dientes y me palmeó el muslo.
—He reservado un mes entero para nuestra luna de miel. ¿Por
qué no las visitamos todas y luego puedes decidir cuál te gusta
más?
Me quedé boquiabierto cuando me giré para poder ver más del
rostro de Jake.
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—¿Vamos a tener una luna de miel de un mes?
Jake sonrió.
—Sí. Nos vamos mañana.
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Estaba empezando a tener la impresión de que mi vida estaba
a punto de cambiar de formas que ni siquiera podía concebir.
No estaba seguro de cómo me sentía al respecto.
Todavía estaba tambaleándome cuando nos detuvimos frente
a un edificio alto de apartamentos. Dos de los guardias se
bajaron de la camioneta que estacionó detrás de nosotros y se
movieron para esperarnos en la acera. Otro salió y caminó hacia
el lado del conductor, intercambiando lugares con Fred.
La puerta se abrió y Jake salió. Cuando comencé a salir, Stella
me detuvo y me entregó mi maletín, del cual me había olvidado
por completo. Debía de haberlo sacado de la oficina del abogado.
—Gracias, —le dije. No era un maletín caro y estaba un poco
golpeado, pero era mío.
 Salí y me paré al lado de Jake. Sonreí cuando sentí su mano
aplanarse contra la mitad de mi espalda. Comenzó a guiarme
hacia el alto edificio de cemento y vidrio.
—Jai.
Oh, Dios.
No me sorprendió en absoluto ver a mi hermana allí de pie
cuando me di la vuelta.
—Jazmine, ¿qué haces aquí?
Ella entrecerró los ojos.
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—Intenté llamarte, pero no contestaste tu teléfono.
Ups.
—Oh, sí, se cayó en un poco de agua.
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Un vaso de agua.
—Estaba conduciendo y te vi salir de ese lujoso auto negro.
—Es el auto del Sr. D'Amato, —le expliqué.
—Oh, Sr. D'Amato—. Jasmine sonrió mientras sacaba el pecho.
—No le vi allí.
Mierda de toro. Esa fue probablemente la única razón por la
que vino aquí. No estaba engañando a nadie con la forma en que
sonreía y posaba su cuerpo de manera seductora.
Si no hubiera sabido que Jake pensaba que ella era un horror,
me habría preocupado.
Jake asintió.
—Sra. Thomas.
—Por favor, llámame Jasmine.
Jake solo sonrió.
 Parecía una de esas sonrisas de plástico y algo me revolvió el
estómago porque no era la misma sonrisa que él me dio. Cuando
me sonrió, era real.
Jasmine dio un paso adelante, pisándome el dedo del pie
cuando me empujó fuera del camino en su intento de acercarse
a Jake. Hice una mueca, pero no dije nada.
¿Cuál sería el punto?
Jasmine se envolvió alrededor del brazo de Jake, presionando
sus pechos contra él.
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—¿Qué tal si vamos a esa cena ahora?
—Me temo que todavía estoy trabajando, Sra. Thomas—. Jake
se extrajo con cuidado de las garras de Jasmine. —¿Si nos
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disculpa?
No sonaba mucho como una pregunta, sino más bien como un
despido.
Jasmine obviamente no recibió el memorándum.
—¿A esta hora de la noche? —Preguntó Jasmine antes de
presionar su mano contra el pecho de Jake. —Trabajas
demasiado. Necesitas una buena mujer que te cuide.
Metí los labios cuando Stella resopló. Una pequeña sonrisa tiró
de la comisura de los labios de Jake ante el sonido.
—¿Quién eres tú? —El tono de Jasmine estaba justo debajo de
un gruñido.
—Esta es mi asistente personal, la Sra. Dumont, —proporcionó
Jake.
 —Oh. —Jasmine descartó a Stella, lo cual fue una estupidez, y
volvió su atención a Jake. —¿Estás seguro de que no podemos ir
a cenar? Puedo prometerte que realmente lo disfrutarás.
Tragué.
Sabía exactamente lo que mi hermana prometía.
—Soy un hombre muy ocupado, Sra. Thomas. Tengo que
prepararme para mi viaje de negocios mañana—. Jake una vez
más se separó de Jasmine y se alejó de ella.
—Si te vas de viaje de negocios, ¿por qué Jai está aquí? Es solo
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una abeja obrera, y probablemente no muy buena en eso. Su
salario es pésimo. A las personas que son buenas en su trabajo se
les paga más que a él.
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Los ojos de Jake se entrecerraron.
—Su hermano es asistente de marketing en mi empresa y
tiene una reputación estelar entre sus compañeros de trabajo y
supervisores. Está aquí porque todavía tenemos que revisar
algunos detalles de última hora sobre el viaje. Ahora, tengo
mucho que hacer antes mañana. ¿Si nos disculpa...?
Me di cuenta por la mirada amarga en el rostro de Jasmine y
la forma en que frunció los labios que no estaba feliz.
Probablemente esperaba que Jake cediera a su seducción y la
invitara a cenar.
—Bien. —Ella sonrió de nuevo. —Asegúrate de llamarme
cuando regreses.
Jake solo sonrió con esa sonrisa de plástico.
Estaba un poco asombrado de que Jasmine no pudiera darse
cuenta de lo falsa que era.
 Yo podría.
—¿Te importaría si hablo con mi hermano por un momento?
Jake me frunció el ceño preguntando si quería protestar.
Asentí con la cabeza y me alejé de él, pero me acerqué a Fred.
Quería un testigo de lo que tuviera que decirme. Estaba seguro
de que necesitaría uno. Jasmine continuó sonriendo hasta que
me alcanzó y luego la fachada que estaba tratando de poner para
Jake se desvaneció.
—No me importa cómo lo hagas, pero me consigues una cita
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con tu jefe.
Mis cejas se levantaron con sorpresa.
—No controlo con quién sale, Jasmine—. E incluso si lo
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hiciera, nunca le haría eso. —Si quiere salir contigo, te llamará.
Le diste tu número, ¿recuerdas?
No iba a decirle que lo empapó en un vaso de agua.
—Lo digo en serio, Jai. Ese hombre va a ser mi esposo.
—¿Qué?
Ella no podía hablar en serio.
—Lo busqué. Está cargado y es guapo. Conmigo en su brazo,
estoy segura de que me notarán. E incluso si no lo hacen, como
dije, está cargado. Viviré como una reina, y tú me vas a ayudar a
hacer que suceda.
Oh, diablos que lo haría.
—Jasmine...
Jasmine entrecerró los ojos mientras se inclinaba cerca de mí.
—Hazlo o llamaré a papá. No quieres otra visita de papá,
¿verdad?
 —Te das cuenta de que estás amenazándome con darme una
paliza si no te consigo una cita con mi jefe, ¿no?
Eso estaba tan mal.
—Ni siquiera te importa que lo envíes a golpearme, ¿verdad?
—Después de todo este tiempo y de todo lo que me había hecho,
no debería doler que no le importara, pero por alguna razón sí lo
hacía. Jasmine era mi hermana gemela. Se suponía que ella se
preocuparía por mí.
Ella no lo hizo.
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—Haré lo que sea necesario para atrapar a ese hombre.
Oh, no tenía ninguna duda al respecto. Era una lástima para
ella que ya se lo hubieran llevado.
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—Señor Thomas —gritó Jake, —Estamos perdiendo el tiempo.
Jasmine le lanzó una rápida sonrisa antes de inclinarse hacia
mí.
—Consígueme una cita.
Dejé escapar un suspiro de alivio cuando ella giró sobre sus
talones y comenzó a marchar por la calle. Cerré los ojos por un
momento, preguntándome cuándo terminaría esta pesadilla.
A pesar de todas las garantías de Jake, parecía que no había
terminado.
 Capítulo ocho

Jake

Mis fosas nasales se ensancharon con mi creciente furia. No

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sabía exactamente qué le había dicho Jasmine a Jai, pero sabía
que lo había lastimado. Podía verlo en su rostro.
¿Qué pasaba en esta familia?
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Además del hecho de que todos y cada uno de ellos estaban
locos, con la excepción de Jai, todos parecían pensar que podían
tratar a Jai como la suciedad bajo sus pies y estaba bien.
Definitivamente no estaba bien.
Me lamí el labio inferior, logrando sofocar mi ira cuando Jai
comenzó a caminar hacia mí. Tan pronto como me alcanzó, lo
agarré del brazo y comencé a guiarlo hacia mi edificio de
apartamentos.
—¿Qué quería ella?
—Una cita.
Tropecé en mi sorpresa.
—¿Ella quería qué?
Jai suspiró.
 —Ella amenazó con enviar a mi papá para que me golpeara si
no le conseguía una cita contigo. Aparentemente, ella tiene
planes de casarse contigo.
—Ya estoy casado.
Jai resopló.
—Eres afortunado.
Sí, estaba pensando eso.
—Según Jasmine, ser vista en tu brazo significa que se hará
notar, e incluso si eso no funciona, podrá vivir como una reina
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porque eres rico—. Jai inclinó la cabeza hacia atrás y me miró.
—Se supone que debo hacer que suceda.
—Creo que tenemos que movernos.
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—Escuché que Europa es agradable.
—¿Es eso lo que quieres? —Yo pregunté. —¿Quieres que nos
vayamos a Europa?
Haría que sucediera si así fuera.
Una sonrisa tiró de los labios de Jai.
—Tu negocio está aquí, Jake.
—Mi negocio es global, Jai. Puedo trabajar desde cualquier
lugar—. Tomaría algunas maniobras, pero no era imposible. —
Simplemente trabajo desde aquí porque aquí es donde está mi
base de operaciones. Nada dice que no podamos trabajar desde
una de mis otras oficinas.
—No quiero trastornar tu vida más de lo que ya lo he hecho.
Me detuve, agarré a Jai por los hombros y lo giré hacia mí.
—Escúchame. No has alterado mi vida en absoluto. En todo
caso, la has mejorado. Siento que ahora tengo a alguien con
quien compartir todos mis secretos, alguien que me escuchará
no porque esté pagándoles sino porque les importa lo que tengo
que decir.
—Sí, —susurró Jai. —Puedes compartir lo que quieras
conmigo, y te escucharé.
—Sé que lo harás, bebé—. Pasé mi mano por la mejilla de Jai
hasta que pude enroscar mis dedos en el cabello en la base de su
cuello.
—¿Por qué no empezamos con una orden de restricción? —
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Fred sugirió de la nada. —Escuché todo lo que dijo. Amenazó
con enviar al padre a golpear al joven si no hacía lo que ella
quería.
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Fred nos dio una de sus raras sonrisas mientras sostenía su
teléfono celular.
—Incluso lo grabé en cinta.
—¿La tienes amenazando a Jai en la cinta?
—Lo hice, señor—. Los ojos de Fred se dirigieron a Jai. —
Supongo que por eso te acercaste a mí.
—No sabía que ibas a grabarlo, —respondió Jai, —pero me
acerqué a ti para tener un testigo de lo que estaba diciendo.
Jasmine siempre tiene mucho cuidado de no amenazarme
cuando otras personas alrededor, pero... eh...
—Ella considera a Fred como un servidor —terminé por Jai. —
¿Recuerdas que te dije que la mayoría de la gente piensa que él
es solo mi conductor, lo que lo convierte en un servidor, por lo
que lo despiden?
Jai asintió.
 —Este es un ejemplo perfecto. Debido a que Jasmine lo
descartó por no ser importante, se sintió segura de amenazarte
frente a él.
—No creo que ella realmente se diera cuenta de que él estaba
allí, —dijo Jai. —Ella lo despidió como servicio como dijiste, y
eso significa que lo olvidó por completo. Como si él ya no
existiera en su pequeño mundo de fantasía.
Aun mejor.
—Necesitaré una copia de esa grabación para enviársela a
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Cranston, Fred.
—Se la enviaré ahora mismo, señor.
—Llamaré a Cranston cuando lleguemos arriba—. No estaba
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seguro de lo que podría hacer en este momento, pero quería
empezar a construir un caso contra Jasmine y sus padres. Los
quería fuera de la vida de Jai, aunque tuviera que trasladarlo a
Europa.
Llevé a Jai al control de seguridad. Quería que supieran que a
Jai se le permitía estar en el ático y a su hermana no.
—Este es Jai Sr. D'Amato, mi nuevo esposo. Se le dará todo el
acceso al ático y las instalaciones. Necesitaré una llave y una
tarjeta de acceso para él.
—Muy bien, señor —respondió el guardia de seguridad detrás
del mostrador. —Y felicidades.
—Gracias, —respondí. —También debe estar al tanto de una
mujer llamada Jasmine Thomas. Si mira sus cámaras de
seguridad, ella era la mujer rubia que estaba afuera. Se le debe
prohibir el ingreso a las instalaciones. Acaba de amenazar a mi
esposo.
—Por supuesto, señor. Avisaré al resto del equipo de
seguridad.
Jai me tiró de la manga hasta que me incliné y luego me
susurró al oído:
—También podrías querer prohibir a mis padres como medida
preventiva. Si Jasmine no puede llegar a mí, ellos lo intentarán.
Buena idea.
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—Los padres de Jasmine, Carlton y Marla Thomas, también
deberán ser excluidos de las instalaciones. El Sr. Thomas ya ha
atacado a mi esposo en varias ocasiones diferentes, por lo que
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debe ser considerado peligroso.
—Me encargaré de que esté hecho, señor.
—Gracias, —dije de nuevo. Me gusta un personal confiado,
incluso si fueran la seguridad de mi edificio de apartamentos.
Empecé a ponerme un poco nervioso mientras guiaba a Jai
hacia el ascensor, eso era totalmente diferente a mí. Quería que
le gustara mi ático y que se sintiera cómodo allí.
Demonios, quería que le gustaran todas mis casas.
Había muchas de ellas, pero como le expliqué a Jai, por lo
mucho que viajaba, no tenía sentido alquilar una habitación de
hotel cada vez. Si fuera solo unas pocas veces aquí y allá, sería
diferente, pero hubo momentos en los que pasé semanas en otra
ciudad. Vivir en una habitación de hotel durante ese tiempo,
incluso si era un buen hotel, apestaba.
 Una vez que estábamos en el ascensor que subía al penthouse,
me acerqué a Jai y le dije:
—Sé que dijiste que no tenías ningún mueble para llevar
contigo, pero si hay algo que quieras cambiar, no dudes en
hacerlo. Quiero que sientas que este también es tu hogar.
Jai me sonrió, pero no llegó a sus ojos.
—¿Qué ocurre?
Sacudió la cabeza.
—No es nada.
97
Pero era algo o Jai no estaría molesto. Miré a los demás en el
ascensor. Stella, Fred y uno de mis agentes de seguridad. Era
comprensible que no quisiera discutirlo frente a otras personas.
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Podía esperar.
Cuando llegamos al último piso y las puertas se abrieron, llevé
a Jai a la puerta que conducía al ático. Técnicamente, había dos
áticos en el último piso. Yo tenía uno y un banquero de
inversiones que nunca parecía estar en casa tenía el otro.
Tuve suerte. Mi mitad daba a Central Park.
El guardia que nos acompañaba entró mientras esperábamos
en el pequeño vestíbulo para registrar el lugar y asegurarse de
que nadie hubiera entrado mientras no estábamos. Teniendo en
cuenta el nivel de seguridad de este lugar, dudaba que lo
hubieran hecho, pero siempre era mejor comprobarlo.
Una vez que regresó y nos dio el visto bueno, puse mi mano
en el medio de la espalda de Jai y lo acompañé adentro. Contuve
la respiración mientras esperaba la reacción de Jai.
Su pequeño jadeo no me dijo nada.
 Me pregunto si vio las mismas cosas que yo cuando miré a mi
alrededor. En lugar de contratar a un decorador, lo había hecho
yo mismo. Quería un lugar que fuera cómodo para amigos y
familiares.
Había comprado un montón de muebles grandes y mullidos
de color crema y obras de arte coloridas para mantener el lugar
brillante y alegre. Mezclado con los muebles de madera de roble
rubio, presentaba un lugar que me pareció cálido y acogedor.
—¿Te gusta?
98
—Es asombroso. —Jai se acercó a la pared de ventanas que
daba al parque. —Esta vista...
—Lo sé. —Deslicé mis manos en mis bolsillos y me acerqué
10/2022
para mirar la ventana con Jai. —Me encantó esta vista desde el
primer momento en que la vi. El balcón de ahí es lo que me
convenció del lugar.
Me encantaba sentarme allí por las tardes, entretener a mis
amigos y simplemente disfrutar de las pequeñas maravillas en
medio de la ciudad.
—¿Cómo te has costeado todo esto?
—Un chip de energía—. Cuando Jai se giró para fruncirme el
ceño, me reí. —Inventé un chip de energía que se usa en casi
todas las computadoras y teléfonos celulares del mundo. Incluso
se usa en algunos pequeños electrodomésticos y dispositivos
médicos.
—¿Es ese el que patentaste y vendiste?
—No, en realidad era un conector electrónico. Era muy, muy
pequeño, casi microscópico. Permitía que los dispositivos fueran
más pequeños, como computadoras portátiles y demás, porque
ocupaba menos espacio. Se usa en muchos dispositivos
electrónicos.
—¿Por qué vendiste la patente entonces?
—Necesitaba el dinero para iniciar mi empresa y poder vender
el chip de energía. Debido a todas las cosas diferentes en las que
se podía usar, mi empresa se volvió global. Los fabricamos y los
vendemos en todo el mundo.
—Debe ser increíble tener un cerebro como el tuyo.
99
Sonreí mientras apartaba la mirada para ocultar el pequeño
rubor que llenaba mis mejillas.
—Tiene sus momentos.
10/2022
No me gustaba toda la mierda que sucedía con ser dueño de
una empresa. Preferiría simplemente sentarme en mi
laboratorio e inventar cosas, pero para hacer eso necesitaba
efectivo y eso significaba dirigir una empresa.
Yo era realmente un nerd de corazón.
—Puedes cambiar cualquier cosa que quieras en el lugar, —le
dije para que nuestra conversación volviera a encarrilarse.
—¿Puedo poner algunos de mis libros en la estantería?
Eché un vistazo a las dos estanterías de roble rubio a ambos
lados de la chimenea.
—Sí, por supuesto.
Jai asintió.
Fruncí el ceño mientras lo miraba.
—¿Jai?
 —Realmente no tengo mucho, y ciertamente nada como
esto—. Jai agitó su mano alrededor. —Pero realmente me
gustaría un lugar para poner mis libros. Son importantes para
mí.
—Por supuesto. —Sonreí mientras agarraba la mano de Jai. —
Si no hay suficiente espacio aquí, tengo más en la oficina.
—¿Oficina?
Tiré de la mano de Jai y luego lo llevé a las puertas dobles
justo a la izquierda de la entrada.
100
—Pensé que podríamos conseguir otro escritorio y ponerte
aquí conmigo.
Empujé las puertas y conduje a Jai dentro de mi oficina.
10/2022
Probablemente era más grande que una oficina normal, pero era
donde hacía gran parte de mi trabajo. Las cosas no
necesariamente se detenían solo porque el reloj marcaba las
cinco, especialmente cuando hacía negocios en todo el mundo.
Lo que realmente quería mostrarle era la sala de estanterías a
lo largo de una pared.
—¿Es suficiente espacio?
—Podría vivir aquí—. El asombro en la voz de Jai mientras
giraba lentamente en un círculo era un poco confuso. Esta era
solo una habitación en el lugar. Había muchas más.
—¿Crees que serías feliz aquí?
No estaba seguro de por qué eso era tan importante para mí.
—¿Estás seguro, Jake? Esto es mucho para... —Se encogió de
hombros.
 No podía soportar la incertidumbre en su rostro. Agarré su
mano de nuevo, pero esta vez cuando tiré, lo atraje a mis brazos.
—Estamos haciendo esto, ¿verdad?
Jai asintió.
Sonreí mientras estiraba la mano para quitarle el pelo de la
cara.
—Si estamos haciendo esto, entonces estoy totalmente dentro.
Eso significa compartir mi vida contigo, mi trabajo e incluso mi
hogar.
101
—No tengo nada que compartir contigo.
—No estoy tan seguro de que eso sea cierto—. Habían pasado
solo un par de semanas desde que decidí llevar nuestra vida en
10/2022
esta dirección, pero estaba aprendiendo todo tipo de cosas sobre
lo que podría ser esa vida y lo que yo quería que fuera.
—¿Sabías que nos hemos conocido antes? —No estaba seguro
de que lo recordara. Desde luego, nunca había dicho que lo
hiciera.
—Por supuesto que nos conocemos antes. Trabajo para ti.
—No, cuando éramos niños, quiero decir. Eras solo una cosita
en ese entonces, apenas a la altura de la cintura. Habías chocado
tu bicicleta junto a un pequeño arroyo, y estabas sentado allí
llorando en el agua.
Jai se dio la vuelta mientras tomaba aire.
—Me sacaste del agua y luego me acompañaste a casa,
empujando mi bicicleta por mí todo el camino.
Sonreí.
—Lo hice.
 —Mi madre te gritó. Dijo que iba a llamar a la policía y
denunciarte por atacarme y tratar de robarme la bicicleta.
—Y cuando vino la policía, les dijiste que te había salvado.
—Pareces muy bueno salvando personas.
—Tal vez no tanto, ¿eh? —Fue justo después de eso que Jai
apareció con un brazo roto. Siempre supe que lo que le había
pasado a Jai se debió a ese incidente.
—No, lo eres, —insistió Jai. —Me has salvado. No puedo evitar
preguntarme si realmente te das cuenta de lo que te puede
102
costar. Jasmine no se dará por vencida, y si quiere algo, mis
padres moverán cielo y tierra para asegurarse de que lo consiga.
—Te contaré un pequeño secreto—. Me incliné más cerca de
10/2022
Jai, descansando mi frente contra la suya. —No le tengo miedo a
tu hermana ni a tus padres.
—Deberías tenerlo.
—Nop. Dejé de sentirme intimidado por personas como ellos
hace mucho tiempo. Además, valgo mucho dinero y ese dinero
me da más poder que ellos.
Jai frunció el ceño.
—¿Cuánto vales?
Me reí.
—Digamos que, en un par de años, si el negocio continúa
como está, los números M en mi cuenta bancaria se convertirán
en números B.
Jai se quedó boquiabierto.
—¿Estás cerca de ser multimillonario?
Me encogí de hombros.
 —Asumiendo que el mercado no colapsa, sí.
—Oh hombre. —Jai palideció. —Jasmine nunca se rendirá si se
entera de que tienes esa cantidad de dinero.
—Jai, no hay nada que ella pueda hacer. Estoy casado—.
Levanté la mano con mi anillo de bodas. —¿Recuerdas?
—Sí, pero...
—Sin peros. Estoy casado contigo ahora y tendrás que
permanecer casado conmigo para salvarme de las garras
malvadas de tu hermana—. Sonreí ampliamente. —Esta vez, eres
103
tú quien me salva.
Jai me miró por un momento antes de devolverme la sonrisa.
—Nunca salvé a nadie antes.
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 Capítulo nueve

Jai

—¿Crees que podrías ser feliz aquí?

104
¿Jake hablaba en serio?
—Este lugar es como un palacio en comparación con donde
vivo.
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—Donde solías vivir, ¿recuerdas? Vives aquí ahora—. El rostro
de Jake se sonrojó. —Quiero decir, si quieres.
De repente me di cuenta de que Jake estaba nervioso, lo cual
no tenía sentido para mí. El hombre era hermoso, más rico que
Midas, y vivía en un palacio virtual sobre Central Park.
¿Por qué tenía que estar nervioso?
—Estamos casados, ¿no? —Yo pregunté.
Jake asintió.
—Bueno, no cabes en mi estudio—. No es que quisiera que él
lo viera. —Entonces, supongo que tendremos que vivir aquí.
Excepto por estar un poco asustado por la dirección que había
tomado mi vida, no sería una dificultad. El ático era muy
cómodo. Sentí como si pudiera sentarme acurrucado en uno de
los sofás de la sala de estar y mirar televisión o hacer una gran
fiesta en el mismo espacio.
 La respuesta de Jake a mi respuesta fue envolverme en sus
brazos y abrazarme. Nunca lo sabrías mirando al hombre afable
y elegante, pero era un abrazador.
Me gustó.
—Haré todo lo que pueda para hacerte feliz aquí, Jai.
—Lo estás haciendo, —le dije mientras le devolvía el abrazo.
Jake me abrazó por un momento más antes de inclinarse hacia
atrás para mirarme.
—¿Tienes hambre?
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Sorprendentemente, la tenía.
—Podría comer.
—Bueno. —Jake me sonrió antes de envolver un brazo
10/2022
alrededor de mi cintura y guiarme hacia las puertas dobles. —
Vamos a ver lo que Stella ha arreglado para nosotros.
—¿Stella?
—Ella es un poco más que mi asistente personal. Es una
amiga, y no tengo ninguna duda de que ha organizado una
comida de boda maravillosa para los dos.
—¿Qué pasa con ella? Ella también tiene que comer.
—Stella tiene un condominio dos pisos más abajo.
Probablemente ya se haya ido a casa.
Oh.
Con cada habitación por la que pasábamos, me sorprendía un
poco más. Esperaba cuero, vidrio y cromo, pero eso no fue lo que
obtuve. Había muchos colores cálidos, verdes, amarillos e
incluso azules mezclados con paredes blancas y muebles de
roble rubio.
 Cuando llegamos al comedor, no había nada allí.
Sin embargo, Jake no se detuvo. Me condujo a través del
comedor y fuera de las grandes puertas de acordeón con marco
de madera hacia el balcón. Ahí es donde encontramos una
pequeña mesa apta para un festín.
Jake me ayudó a sentarme en mi silla y luego se sentó frente a
mí antes de levantar la tapa de uno de los platos de plata.
—Bistec, langosta, papa al horno. Diría que Stella hizo todo lo
posible.
106
—Nunca he comido langosta.
Apenas había comido bistec.
Jake sonrió.
10/2022
—Entonces te espera un regalo.
Observé a Jake mientras devoraba la langosta y luego la
mojaba en una salsa de mantequilla, y entonces hice lo mismo.
Gemí cuando la primera pieza tocó mi lengua. Estaba deliciosa.
Para cuando me eché hacia atrás y me di unas palmaditas en
el estómago lleno, nada podría haber borrado la sonrisa de mi
rostro. Tuve buena comida, buena conversación y no me
preocupé de que mi teléfono celular sonara en cualquier
momento con una llamada de Jasmine o de mis padres.
El nudo continuo que había tenido en mi estómago durante
años se estaba aflojando lentamente.
—¿Has comido suficiente?
—Por primera vez en mucho tiempo, sí.
Jake frunció el ceño.
 Suspiré mientras me inclinaba hacia adelante y apoyaba los
codos en la mesa. Debería haber mantenido la boca cerrada, pero
el gato estaba fuera de la bolsa ahora.
—Enviar gran parte de mi cheque de pago a Jasmine no dejó
mucho sobrante para comida y demás después de pagar el
alquiler. Comí muchos sándwiches de mantequilla de maní y
mermelada.
El ceño fruncido de Jake se profundizó dándole una mirada
amenazadora.
107
—¿Con qué frecuencia te fuiste a dormir sin cenar?
Resoplé.
—Con demasiada frecuencia.
10/2022
—Eso no volverá a suceder. Puede que no tengamos bistec y
langosta todas las noches, pero ya no pasarás hambre.
Mis cejas se levantaron cuando Jake apretó su mano en un
puño.
—No lo permitiré.
Las palabras de Jake fueron tan vehementes y firmes que me
quedé un poco atónito. Nunca nadie se había enfadado tanto por
mí. Algo dentro de mi pecho se movió, una herida se curó.
Sonreí.
—Gracias.
Las cejas de Jake se levantaron.
—¿Por qué?
—Por cuidarme.
El ceño de Jake se profundizó mientras tomaba su bebida y
tomaba un trago rápido.
 —No deberías agradecerme por tener decencia humana, Jai.
Deberías esperar que la gente te trate así solo por principios.
Sí, no era así como sucedían las cosas en mi mundo.
—Sea como fuere, creo que es importante agradecer a alguien
cuando hace algo bueno por ti—. Arqueé una ceja para su
beneficio. —¿No es eso también parte de la decencia humana?
Jake me miró por varios momentos antes de que sus labios se
curvaran.
—Está bien, me atrapaste allí, pero hablo en serio. Debes
108
esperar que las personas te traten decentemente simplemente
porque estás respirando.
—Puedo decir honestamente que, con la excepción de mis
10/2022
padres y mi hermana, la mayoría de las personas que he
conocido en mi vida me han tratado decentemente.
Especialmente Jake, aunque estaba en una liga propia.
—Tus compañeros de trabajo y supervisores ciertamente
parecen gustar de ti. Eso dice mucho sobre tu carácter. Pasas la
mayor parte de tu tiempo con ellos, cinco días a la semana.
Nunca ha habido una sola queja en tu contra.
Mis mejillas se calentaron y bajé los ojos.
—Lo intento.
Mi trabajo era importante para mí. Traté muy duro de
llevarme bien con todos, incluso con aquellos que no me caían
bien. Hice mis tareas de manera oportuna, fui cortés y amable
con las personas con las que trabajé, y asistí al trabajo vestido
apropiadamente y a tiempo.
 —De hecho, estoy contento de haber recibido un buen
informe sobre ti de parte de todos. Hablaba en serio cuando dije
que te quería en mi personal cercano. No te ofrecería ese puesto
si no pensara que podrías manejarlo.
—No es solo...
—¿Solo porque estamos casados?
Asentí.
—No... Bueno, al principio lo era, pero luego investigué un
poco más y descubrí que en realidad puedes hacer el trabajo, así
109
que no tengo que ofrecerte una posición simbólica. Estarás
trabajando, y trabajando duro, tal vez incluso más que antes.
Espero lo mejor de mis empleados, incluso de mi esposo.
10/2022
—Sabes, mucha gente va a pensar que obtuve el puesto porque
estamos casados.
Jake se encogió de hombros.
—¿Qué diablos me importa?
Un estallido de risa salió disparado de mi boca.
Jake me sonrió por un momento antes de inclinarse hacia
adelante para apoyar los codos en la mesa. Tragué con fuerza
cuando su rostro se puso serio.
No me iba a gustar lo que fuera que estaba a punto de decir.
—Hay algo que debes saber sobre mi vida.
Oh, Dios.
—Soy rico, muy rico. Siempre hay rumores, gente hablando a
mis espaldas y gente tratando de sacar mi dinero por todos los
medios necesarios.
—Oh...
 —Una vez me tomé una fotografía con una mujer en una
recaudación de fondos. El fotógrafo estaba tomando fotos de
todos los que estaban allí, así que no pensé en nada.
Aproximadamente una semana después, comencé a recibir
facturas de boutiques de alta gama en toda la ciudad.
Fruncí el ceño.
—¿Por qué?
—Ropa, joyas, carteras, zapatos, lo que sea. Incluso hubo
algunas facturas de algunos restaurantes.
110
Estaba tan confundido.
—¿Por qué?
—Porque la mujer con la que me había tomado la foto había
10/2022
usado esa foto, diciéndoles a todos que estábamos
comprometidos. Se fue de compras y me envió todas las facturas
por una suma de casi cien mil dólares.
Me quedé boquiabierto.
—Obviamente la atraparon, pero ese es solo un ejemplo de
personas que intentan obtener mi dinero. Muchos de ellos creen
que tengo tanto que no importará si toman un poco. Otros creen
que les debo porque yo soy rico. Muy pocos saben de dónde
vengo o cuánto trabajé para llegar a donde estoy.
Yo lo hice. Puede que no recuerde mucho sobre Jake, pero
recordaba dónde había crecido. Estar donde estaba hoy era
increíble.
—Te digo esto porque necesitas entender que la gente hablará
sin importar lo que hagamos. Es la naturaleza de la bestia. A la
gente le gustan los rumores. Les gusta iniciar rumores y les
gusta difundir rumores.
Hice una mueca cuando una sensación de malestar se cuajó
en mi estómago.
—Si lo que dices es cierto, mis padres y mi hermana podrían
intentar algo si te niegas a darles dinero.
Disfrutarían de sus quince minutos de fama.
—Jasmine podría incluso comenzar algo para ser el centro de
atención. Ella lo vería como una forma de ser vista y tal vez
111
obtener su gran oportunidad.
Jake negó con la cabeza.
—Tu hermana. Te lo juro. Si pensara que la sacaría de
10/2022
nuestras espaldas, le conseguiría una sesión de fotos, pero tú y
yo sabemos que no se detendría ahí. Ella seguiría pidiendo más y
más.
Ella lo haría.
—No, ceder a sus demandas no es la forma de tratar con ella
porque nunca nada será suficiente para ella—. Lo sabía por
experiencia personal. —Ella sigue tomando y tomando hasta que
no queda nada.
—Bueno, ella tendrá un despertar muy rudo entonces porque
no permitiré que tome más de ti—. Jake extendió la mano para
tomar mi mano y luego frotó su pulgar sobre el anillo de bodas
en mi dedo—. Ahora me perteneces y yo protejo lo que es mío.
Tomé una respiración rápida. Pude ver la verdad de las
palabras de Jake en sus ojos marrones oscuros. Realmente quiso
decir lo que estaba diciendo.
 —Realmente espero que no te arrepientas de esa declaración.
—No lo haré, —prometió Jake.
Solo el tiempo lo diría.
—Probablemente deberíamos pensar en irnos a la cama.
Tenemos un gran día por delante mañana.
Asentí.
—Tendré que volver a mi casa y obtener mi pasaporte.
Jake sacó su teléfono celular y escribió por un momento antes
de sonreírme.
112
—¿Dónde está?
—Oh, uh, lo guardo en una pequeña caja negra en mi mesita
de noche junto con mis otros papeles importantes.
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—Stella lo tendrá para ti por la mañana. El resto de tus cosas
estarán empacadas y esperándote cuando lleguemos a casa
después de nuestra luna de miel.
—Necesitaré ropa.
Jake volvió a guardar su teléfono celular en el bolsillo antes
de decir:
—Yo me encargo de eso.
No tenía idea de lo que eso significaba, y mi confusión debió
mostrarse en mi rostro.
—Vamos a parar y conseguirte un guardarropa antes de irnos.
—Oh, tengo ropa.
—¿Tienes ropa de vacaciones?
—Uh... —No estaba seguro de lo que se consideraba ropa de
vacaciones.
La repentina sonrisa de Jake creó un nudo en mi garganta.
 —Esperaba verte en un Speedo2.
—¿Quieres verme en un Speedo?
¿A mí?
No había forma de ver la expresión de Jake como algo más
que una mirada lasciva.
—Oh, sí.
Este hombre estaba loco.
—Te das cuenta de que no me parezco en nada a ti, ¿verdad?
—Jake era todo músculo duro y piel bronceada. Yo era un fideo
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pastoso y desnutrido.
Jake se inclinó hacia delante de nuevo.
—Te contaré un pequeño secreto, —susurró con voz
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conspiradora. —No me siento atraído por mí. Me siento atraído
por ti.
Oh demonios.
Realmente no tenía respuesta para eso.
—Eres bastante hermoso en este momento. Con una dieta
saludable y mucho menos estrés, vas a ser deslumbrante—. Jake
sonrió incluso mientras movía las cejas. —Y por suerte, fui lo
suficientemente inteligente como para ponerte un anillo antes
de que alguien más se diera cuenta.
Miré a Jake por un momento hasta que estallé en una
carcajada. Rápidamente puse una mano sobre mi boca, mis ojos
se agrandaron. Cuando la sonrisa de Jake creció y sus ojos

2
Marca de bañadores pequeños y ajustados
comenzaron a brillar divertidos, dejé caer mi mano y solté la risa
que había estado conteniendo.
No me estaba riendo de él, no realmente. Me reía porque me
sentía más ligero, más libre, como si me hubieran quitado algo
del pecho y finalmente podía respirar por primera vez en años.
Me reí hasta que me dolieron los costados, pero estuvo bien.
Era como si estuviera lavando todo lo que me había sucedido a
lo largo de los años.
Era mejor que llorar.
114
Para cuando me tranquilicé, Jake estaba recostado en su silla
mirándome con su sonrisa aún en su rostro. No había dicho
nada ni me había reprendido por mi risa. Parecía entender que
10/2022
yo necesitaba esto.
Tomé un sorbo de mi vino antes de dejar mi copa y acariciar el
pie con los dedos.
—¿Cómo no estás ya casado?
Habría esperado un novio por lo menos.
Jake se puso serio rápidamente, la sonrisa desapareció de su
rostro.
—Algunas razones, honestamente. Dos sobresalen más para
mí.
—¿Y esas son?
No tenía derecho a preguntar, pero no pude evitar mi
curiosidad. Jake era guapo, rico y un tipo muy agradable.
Debería haber sido atrapado hace mucho tiempo.
—Pasé una gran parte de los últimos quince años
convirtiéndome en el hombre que soy. Debido a donde comencé,
tuve que trabajar muy duro para llegar aquí. Simplemente
cambiar mi nombre de Harry a Jake no me hizo la vida fácil.
Tenía falta de educación, un chip en mi hombro del tamaño de
Nueva Inglaterra, y nadie creía en mí excepto mi tío. Tuve que
luchar todos los días para llegar a donde estoy.
Me dolía el corazón por el dolor que podía escuchar en la voz
de Jake.
—Supongo que nunca pensé en eso. Sabía cómo era la vida
cuando vivías en casa porque lo vi, pero nunca pensé en lo que
115
podrías haber pasado para llegar a donde estás hoy. Lamento
que hayas tenido que pasar por eso.
—No lo hagas. Creo que tuve que pasar por eso para apreciar
10/2022
realmente lo que tengo hoy—. Jake hizo un gesto hacia el
interior del ático. —Todo esto es realmente bueno, y disfruto de
lo que mi riqueza puede traerme, pero nada de eso está
garantizado. Todo podría desaparecer mañana.
—¿Por eso sigues trabajando tan duro a pesar de que tienes
todo esto?
Jake asintió.
—Sí, y me alegro de que lo veas. Dudo que suceda algo, e
incluso si dejara de trabajar en este mismo momento, tendría
suficiente para vivir en el lujo durante las próximas diez vidas,
pero aun así es inteligente no dar por sentado.
—¿Y cuál es la otra razón?
—Nunca conocí a nadie con quien quisiera casarme.
Mis ojos se abrieron.
Jake se rio entre dientes.
 —No me malinterpretes, no he sido un monje ni nada, pero
nunca conocí a nadie con quien quisiera pasar toda la vida.
Siempre he tenido que estar pendiente de personas como tu
hermana, personas que realmente no me quieren a mí sino a mi
dinero. Hace que las citas sean un poco tediosas.
Bien, podía ver eso, pero...
—No estoy seguro de cómo encajo yo en esa ecuación, Jake.
No me casé contigo exactamente por tu dinero, pero...
Lo hice.
116
—No te importa mi dinero, Jai.
No, realmente no me importaba. Habría tomado a Jake si
hubiera sido pobre.
10/2022
—Le pagué una dote a tus padres para que aceptaran el
matrimonio, pero fuiste muy firme en ceder todos tus derechos
sobre mi dinero.
—A menos que me seas infiel.
Quería que quedara muy claro.
Jake se rio entre dientes y algo de la tensión pareció
abandonar su rostro.
—Dudo que eso suceda alguna vez. Creo que vamos a ser muy
felices juntos.
Dios, eso esperaba.
 Capítulo diez

Jake

Después de lavar nuestros platos, porque yo no era un

117
completo idiota, llevé a Jai al dormitorio principal.
—Normalmente duermo desnudo, pero pensé que estarías
más cómodo si me pusiera algo para dormir. Tengo un juego
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extra de pantalones de dormir si los necesitas.
—Por favor.
Saqué dos pares de pantalones de dormir de mi tocador y los
arrojé al final de la cama. Jai parecía estar allí de pie, casi como
si no estuviera muy seguro de lo que se suponía que debía hacer.
—¿Quieres una ducha?
Jai asintió.
Caminé hacia el baño. De hecho, estaba enamorado de mi
baño. Había una bañera grande, dos lavabos de mármol y una
ducha más grande que mi primer apartamento.
Revisé para asegurarme de que había toallas y otras cosas
dispuestas y luego me di la vuelta y casi me trago la lengua.
Estaba desnudo.
 Como, muy, muy desnudo. Estaba un poco flaco y pude ver
algunos moretones desvaneciéndose en su piel, pero aparte de
eso, no había nada malo en el cuerpo de Jai.
Ni una maldita cosa.
Dios, era hermoso.
—Jai.
Sus ojos se apartaron y se lamió los labios.
—Estaba pensando que tal vez podría fregarte la espalda.
Eso no era lo que estaba sugiriendo, y ambos lo sabíamos.
118
—¿Estás seguro de esto, Jai?
Jai asintió, pero luego me miró a los ojos y dijo:
—Estoy seguro.
10/2022
No esperaba que tuviéramos sexo tan pronto, incluso si soñaba
que lo haríamos. Pensé que pasaríamos un tiempo
conociéndonos primero, pero si Jai realmente quería esto, sería
estúpido si se lo negara.
—Métete en la ducha, Jai, —le ordené, —y calienta el agua.
Jai casi tropezó con el borde de la ducha cuando dio un paso
hacia atrás y alcanzó la manija del grifo. Parecía que no podía
quitarme los ojos de encima. Observó cada movimiento que hice.
Doblé mi ropa y la puse sobre el mostrador y luego di un paso
hacia Jai, empujándolo hacia la ducha y apretando su cuerpo
más pequeño.
Envolví mi mano alrededor de la nuca de Jai, agarrando un
gran mechón de cabello rubio rojizo y tirando de la cabeza del
hombre hacia atrás hasta que se inclinó hacia la mía. Jai parecía
ansioso, sus labios fruncidos como pidiendo un beso.
 Me incliné y me aferré a la boca de Jai. Lamí y chupé los
labios de Jai. Lamí y lamí hasta que estuvieron bonitos y
regordetes y luego empujé mi lengua entre ellos, ahondando
dentro para saborear y conquistar.
Jai se estremeció en mis brazos, un gemido largo y bajo salió
de los labios del hombre.
—Por favor, más, —rogó.
Me reí entre dientes mientras hacía eso. Caí de rodillas y
mordisqueé mi camino por el costado de Jai, lamiendo un
119
camino de regreso. Mordí la cadera de Jai, succionando una
marca en ella antes de arrastrar mi lengua por su abdomen para
poder morder la otra cadera, levantando una marca igual en ella
10/2022
también.
Cuando me eché hacia atrás, la polla de Jai estaba justo frente
a mí. Lo miré, encontrándome con sus ojos aturdidos mientras
me inclinaba y lamía un camino desde la parte inferior de su
polla hasta la punta.
Sus pupilas se dilataron, su aliento quedó atrapado en su
garganta. Lamí la polla de Jai, mordiendo mi camino de regreso
por el eje. Era una hermosa polla, gruesa y larga. Jai
definitivamente estaba bien dotado.
Envolví mis dedos alrededor de ella, mordisqueando mi
camino de regreso a la cabeza. Lamí todo el líquido preseminal
que goteaba. Me metí la cabeza en la boca y la chupé con un
movimiento rápido y explosivo.
 Jai agarró mi cabello, tirando de él bruscamente mientras
movía sus caderas, empujando su polla más abajo en mi
garganta.
Pasé mi otra mano por la espalda de Jai, sintiendo cada hueso
de su columna vertebral hasta que llegué a la suave curva que
conducía a las nalgas de Jai. La deliciosa y pequeña curva me
intrigó lo suficiente como para pasar mi mano sobre el lugar
durante varios momentos mientras continuaba mordisqueando
la polla de Jai.
120
Empecé a hacer pequeños círculos con mi mano, creciendo
más y más con cada golpe hasta que mis dedos rozaron la parte
superior de la hendidura entre las nalgas de Jai.
10/2022
Jai gimió y se apretó contra mí.
Sonreí y presioné mi dedo sobre la hendidura y luego
lentamente empujé hacia abajo entre las dos mejillas
generosamente redondeadas. Todo el cuerpo de Jai vibró cuando
mi dedo rozó su agujero, el hombre estaba de puntillas.
—Por favor, —suplicó Jai de nuevo, lo que se sumó al deleite
que sentí en el hermoso cuerpo del hombre.
—¿Puedes tomar el lubricante del estante? —Pregunté
mientras inclinaba mi cabeza hacia atrás para mirar a la cara de
Jai de nuevo.
—¿Lubricante? —Aturdidos ojos verdes me parpadearon.
—Lubricante, aceite—. Señalé. —Está justo ahí en el estante
detrás de ti.
Cuando Jai me miró fijamente, luciendo confundido y
aturdido, me puse de pie y tomé la botella de lubricante que
guardaba en el estante. Abrí la tapa y vertí un poco en mis dedos
antes de volver a colocar la botella en el pequeño estante.
Alcanzando detrás de Jai, empujé mis dedos lubricados entre
las nalgas del hombre. Un suave jadeo salió de los labios de Jai
cuando presioné mi dedo contra el apretado agujero del hombre.
Sonreí y acaricié el pequeño trozo de carne arrugada durante
varios momentos antes de sentir que se aflojaba lo suficiente
como para empujar un dedo dentro. Jai estaba tenso, ansioso y
suplicaba que lo llenaran, y yo era el hombre indicado para
121
hacerlo.
Maldita sea, me gustó esto.
Metí mi dedo en el trasero de Jai y luego lo saqué lentamente
10/2022
antes de volver a meterlo. Jai prácticamente se deshizo en mis
brazos cuando añadí un segundo dedo. El cuerpo del hombre
tembló. Pequeños gemidos salieron de sus labios. Su piel estaba
sonrojada por el deseo.
Bueno, al menos esperaba que fuera el deseo. Si la polla dura
goteando contra mi pierna era algo por lo que pasar, Jai estaba
en el cielo.
—¡Sí! Más, Jake, hazlo de nuevo.
Saqué los dedos por completo y luego los metí de nuevo. Jai se
volvió loco. Empujó su trasero con fuerza en mi mano, rogando
por más. Abrí mis dedos en un movimiento de tijera, estirándolo
fuerte y rápido.
—¿Te gusta eso, bebé?
Jai asintió vigorosamente.
 —¿Quieres otro? —Pregunté mientras empujaba mis dedos
dentro y fuera del culo de Jai. El hombre me agarraba con
fuerza los dedos, casi como si no quisiera soltarlos. Me costó más
sacarlos que empujarlos.
Bordeé el agujero de Jai una vez más con mis dedos antes de
empujar tres dedos, follando con fuerza la roseta rosa de Jai. Jai
estaba maullando y meciendo la cabeza de un lado a otro,
tirando de mi cabello en su agarre. Todo su cuerpo se tensó. Jai
gritó cuando un líquido caliente me salpicó la pierna.
122
Miré a Jai, sorprendido de que el hombre se hubiera corrido
con tan poca estimulación. Supuse que no debería estar
demasiado sorprendido. Jai era prácticamente virgen.
10/2022
Sin embargo, no significaba que no me lo iba a follar.
Saqué mis dedos del trasero de Jai y agarré la botella de
lubricante de nuevo. Vertí un poco más en la palma de mi mano
y volví a colocar la botella en el estante. Alcanzando entre
nosotros, froté el lubricante sobre mi pene hasta que estuve
agradable y resbaladizo.
No estaba preocupado por un condón. Jai le había
proporcionado al abogado un papel de su médico declarándolo
limpio. Tenía un papel a juego en mi oficina que le mostraría
por la mañana.
Si tuviera algo que decir al respecto, nunca habría nada entre
nosotros.
—Piernas alrededor de mi cintura, Jai —dije mientras
levantaba fácilmente al hombre por el trasero. Las piernas de Jai
inmediatamente se envolvieron alrededor de mi cintura. Gruñí
cuando las piernas de Jai se apretaron a mi alrededor en un
apretón de tornillo.
Di un paso adelante y empujé la espalda de Jai contra la pared
de la ducha. Levanté al hombre lo suficiente como para mover
mi polla en su lugar en la entrada de su culo apretado y luego
bajé lentamente el cuerpo de Jai hasta que sentí que tocaba
fondo.
Mirando a Jai, me pregunté si el hombre estaba siquiera
respirando. Sus ojos eran tan grandes como platos, y su boca
123
colgaba abierta mientras pequeños jadeos caían de sus labios.
Jai parecía aturdido, pero no pude ver signos de dolor en su
rostro.
10/2022
—¿Estás listo, bebé?
Jai asintió, pero no dejó de jadear.
No estaba seguro de que Jai supiera lo que estaba a punto de
suceder. No tenía idea de cuánta experiencia podría tener el
hombre. Eso era algo de lo que no habíamos hablado, pero tal
vez necesitábamos hacerlo.
Simplemente no ahora.
Tiré de mis caderas hacia atrás, sintiendo que mi polla se
retiraba lentamente del fuerte agarre que el cuerpo de Jai tenía
sobre mí hasta que solo la cabeza permaneció dentro, y luego
empujé hacia adelante.
Los ojos de Jai se agrandaron y su jadeo aumentó. Su pene
comenzó a endurecerse nuevamente mientras presionaba entre
nosotros.
Traté de recordar usar la paciencia y el control.
 No fue fácil.
—Joder, Jai, —gruñí mientras mi polla entraba y salía del culo
de Jai. Me tomó cada pizca de control que poseía no empujar
como una bestia. —¿Te gusta follar mi polla, Jai?
Jai gimió mientras rebotaba arriba y abajo en mi polla.
—Respóndeme, bebé.
—Sí, —siseó Jai.
Coloqué una mano plana entre los omóplatos de Jai y la otra
en la parte baja de la espalda del hombre. Empujé a Jai con un
124
poco más de fuerza de la que pretendía mientras veía a Jai
rebotar hacia adelante.
—Por favor, —gritó Jai, —Dios, fóllame.
10/2022
Enganchando mis brazos debajo de las piernas de Jai, dejé que
el hombre se deslizara un poco por la pared y luego comencé a
golpearlo sin previo aviso.
La mano de Jai se clavó en mis hombros. Sabía que tendría
marcas de uñas por la mañana.
No me importaba.
La seda caliente que envolvía mi polla cada vez que me movía
parecía mucho más importante en ese momento. El cuerpo de
Jai recibía cada embestida casi como si me diera la bienvenida.
Cuanto más fuerte embestía, más profundo podía ir y más fuerte
era el agarre alrededor de mi polla.
No podía recordar haber sentido algo así.
—¿Es esto lo que quieres, bebé?
—Más, —gritó Jai. —Quiero más.
 Deslicé mis manos por la espalda de Jai, agarré sus caderas y
las mantuve quietas mientras empujaba más fuerte, golpeando
mi polla en el estrecho agujero de Jai. Todo mi mundo se redujo
al cuerpo presionado entre la pared y yo.
—Joder, Jai, fuiste hecho para el sexo, —gemí cuando sentí
que mi pene comenzaba a hincharse. Mis bolas estaban duras
como rocas contra mi cuerpo, y sabía que estaba a solo unos
segundos de derramar mi carga.
Jai gritó. El semen salpicó entre nosotros cuando su banda de
125
músculos comenzó a ordeñar mi polla, el orgasmo de Jai
empujó a mi cuerpo más cerca del mío.
Me quedé quieto, el músculo latiendo con demasiada fuerza
10/2022
para que me moviera correctamente. Una vez que Jai se
estremeció, me solté. Puse mis manos en la pared frente a mí y
follé a Jai tan fuerte que el hombre tuvo que agarrarse a la pared
o golpearse la cabeza contra ella.
Cuando mi orgasmo explotó sobre mí, empujé una, dos, luego
tres veces, la última vez empujé mi polla tan adentro del culo de
Jai como pude.
Un largo estremecimiento sacudió mi cuerpo cuando sentí
que mi polla palpitaba y se expandía, semilla brotaba de mí para
llenar a Jai. Los chorros de semen parecían no tener fin.
Siguieron y siguieron mientras metía mi polla en el culo de Jai.
Lejanamente escuché a Jai gritar de nuevo, y el espacio entre
nosotros se llenó con más líquido caliente. Los músculos
internos de Jai agarraron mi polla con fuerza, arrastrando mi
orgasmo.
 Jadeé pesadamente cuando mi orgasmo comenzó a disminuir
lentamente. Cerré los ojos y apoyé la cabeza contra la pared de
la ducha detrás de la cabeza de Jai.
¿Eso acababa de suceder?

****

Me serví una taza de café y luego tomé mi teléfono celular

para hacer una llamada que estaba un poco nervioso por hacer.
126
No era frecuente que tuvieras que decirle a la única familia que
tenías que te habías casado sin ellos.
Mi tío no sería amable.
10/2022
—Buenos días, Jake.
Sonreí ante la calidez en la voz del hombre.
—Buenos días, tío. ¿Cómo estás?
—Bien, —respondió el tío Rudy. —Disfrutando mi tiempo en
Hawai, jugando golf. ¿Y tú?
—Me estoy preparando para irme de viaje. No estoy seguro de
dónde estaré, pero me iré por aproximadamente un mes. Si
necesitas ponerte en contacto conmigo, puedes llamarme al
teléfono móvil.
—¿Problemas de negocios, Jake?
—No. —Tragué con fuerza. —Luna de miel.
El silencio sepulcral no era bueno.
—¿Tío?
—¿Te vas a casar?
Hice una mueca.
 —Me casé ayer.
—¿Te casaste ayer?
—Íbamos a tener una gran boda elaborada, pero surgieron
algunas cosas y decidimos que sería mejor casarnos ahora y
tener una celebración más tarde.
—Ya veo.
—Jai es uno de los buenos, tío Rudy.
—¿Dónde conociste a este Jai?
—Él trabaja para mí, y antes de que digas nada, fui yo quien le
127
habló sobre el matrimonio. Ni siquiera sabía que era yo hasta
después de firmar el acuerdo prenupcial.
—Bien, ¿hay un acuerdo prenupcial entonces?
10/2022
Suspiré. Sabía que mi tío estaba preocupado por mí y lo
apreciaba, pero él no conocía a Jai.
—Lo hay. Si pudieras ver el acuerdo prenupcial en el que
insistió, verías que Jai no me persigue por mi dinero. De hecho,
hizo que Miles cambiara varias cosas para no recibir nada de mi
dinero.
—¿De verdad?
Sí, también me había sorprendido un poco.
—Me hace reír, tío.
Sabía que mi tío entendería eso. Siempre me había dicho que,
si encontraba a alguien que pudiera hacerme reír, me aferrara a
él y nunca lo dejara ir.
—Entonces, cuéntame sobre él.
 —Bueno, su nombre es Jai Thomas. En realidad, es de mi
ciudad natal. No nos conocíamos muy bien en ese entonces,
pero...
—¿Él es de tu ciudad natal y su apellido es Thomas?
Fruncí el ceño ante el temblor que podía escuchar en la voz
del tío Rudy.
—Sí.
—¿Cuántos años tiene él?
—Veinticinco.
128
El tío Rudy dejó escapar un suspiro.
—De acuerdo.
—¿Tío?
10/2022
—No es nada, Jake. Solo cuéntame sobre este jovencito tuyo.
—Bueno, como dije, tiene veinticinco años, trabaja para mí
como asistente de marketing y tiene los ojos verdes más
hermosos que he visto.
—¿Ojos verdes?
Sonreí.
—Sí.
—Háblame de su familia.
Gruñí.
—Un montón de imbéciles, todos y cada uno de ellos.
Me tomó unos buenos diez minutos cubrir todo lo que sabía
hasta ahora sobre la familia de Jai. Cuando terminé, ambos
estábamos enojados y el tío Rudy ya no cuestionaba mi
matrimonio con Jai.
Mayor plus.
 —Tienes que hacer lo que tengas que hacer para sacarlos de la
vida de Jai.
—Estoy trabajando en ello.
—Si me necesitas llámame.
—Lo haré, tío.
—Ven a presentarme a tu joven cuando regreses.
—Lo haré, tío Rudy.
—Adiós, sobrino.
Sonreí mientras colgaba.
129
En realidad, había ido un poco mejor de lo que esperaba.

10/2022
 Capítulo once

Jai

Me desperté solo.
130
Si no fuera por el delicioso dolor en mi trasero, podría haber
pensado que la noche anterior nunca había sucedido. Pero lo
hizo, y no podía esperar a que sucediera de nuevo.
10/2022
Aparté las sábanas y salí de la cama. Me apresuré al baño para
encargarme de las cosas de la mañana y encontré una pila de
ropa doblada en el mostrador con una nota de Jake diciéndome
que eran para mí y que debería unirme a él para desayunar en el
balcón después de darme una ducha.
La nota era un poco impersonal considerando lo que habíamos
compartido la noche anterior. Si no fuera por el corazoncito
junto a su nombre, habría pensado que estaba molesto conmigo.
Mientras nos duchábamos después de tener sexo esa primera
vez, Jake me había alcanzado dos veces más durante la noche.
No fue una mala idea conseguir otro.
Rápidamente me duché y luego me vestí con la ropa que Jake
me había preparado. Tenía una sonrisa en mi rostro hasta que
salí al balcón y vi a Stella sentada a la mesa con Jake. Ambos
tenían ceño fruncido en sus rostros.
 —¿Qué ocurre?
Jake sonrió cuando miró hacia arriba, pero todavía tenía el
ceño fruncido. Me tendió la mano.
—Ven a desayunar, amor.
Amor era mucho mejor que bebé.
Me habían actualizado.
Me acerqué y tomé la mano de Jake. La sorpresa me dejó sin
palabras por un momento cuando me acercó lo suficiente para
rozar mis labios con un beso antes de señalar el asiento a su
131
lado.
Me senté y luego le envié una sonrisa a Stella.
—Buenos días, Sra. Dumont.
10/2022
—Buenos días, Sr. D'Amato, —respondió Stella. —La vida de
casado te sienta bien.
Sí, me ardían las mejillas, especialmente cuando Jake se rio
entre dientes.
—Gracias.
—¿Café? —Ella preguntó.
—Sí, por favor.
Stella me sirvió una taza de café y luego me la entregó antes
de señalar un pequeño carrito plateado al lado de la mesa.
—Hay mucha comida. Si me dices lo que quieres, puedo
conseguirte un plato.
Levanté mi taza de café.
—Solo esto por ahora, gracias. Todavía no tengo ganas de
comer—. Mi estómago estaba anudado con pavor. —¿Qué hizo
mi hermana ahora?
 Las cejas de Jake se levantaron cuando se giró para mirarme.
—¿Qué te hace pensar que es tu hermana?
Levanté una ceja.
Jake se rio entre dientes.
—Está bien, es tu hermana.
Lo sabía.
—¿Qué hizo ella?
—Ella trató de entrar al edificio anoche.
Oh hombre.
132
—Cuando eso no funcionó, se estacionó afuera de la oficina y
luego comenzó a exigir la entrada cuando la oficina abrió esta
mañana. Le dijo a la recepción que teníamos una cita para cenar.
10/2022
Suspiré antes de tomar un sorbo de mi café.
—Le dijiste que te ibas de viaje de negocios hoy.
—No creo que ella me haya escuchado.
—Oh, no, estoy seguro de que lo hizo, —le dije. —Ella solo
está estableciendo una relación contigo. Estoy seguro de que se
imagina que estabas tan deslumbrado por su impresionante
belleza que ni siquiera concebirías rechazarla.
El resoplido de Jake fue grosero, pero apropiado.
—Lo siento.
—No es tu culpa, amor. —Jake se acercó y tomó mi mano
antes de presionar un beso en la palma. —No quiero que te
preocupes por eso. Hoy nos vamos de luna de miel. Eso es todo
en lo que debes pensar.
Stella le entregó una pequeña caja negra.
—Creo que necesitas esto para esa luna de miel.
 —Oh. —Era la caja de mi mesita de noche. —¿Cuándo
obtuviste esto?
—Lo recogí esta mañana cuando estaba haciendo los arreglos
para empacar tu apartamento. Hay hombres allí ahora
empacando todo para poder trasladarlo aquí.
—Te acordaste de decirles que ninguno de los muebles se va,
¿verdad?
Estela sonrió.
—Lo hice.
133
—Me siento mal por no haberle dado ningún aviso al
propietario. No era un hotel cinco estrellas ni nada por el estilo,
pero era un buen propietario. Fue muy comprensivo las pocas
10/2022
veces que pagué tarde. Ni siquiera me cobró un recargo.
—¿Te sentirías mejor si pago el alquiler del siguiente mes en
el lugar, Jai? —Preguntó Jake.
—No podría pedirte que hicieras eso.
—No es un problema, —me aseguró Jake. —Iba a hacer que
limpiaran el lugar de todos modos.
Quería discutir sobre que gastase dinero en mí, pero algo que
dijo la noche anterior me vino a la mente.
—Voy a tener que acostumbrarme a todo esto, ¿no?
Jake movió las cejas.
Cuando puse los ojos en blanco, Stella se echó a reír.
—Oh, me gusta, —dijo.
Jake sonrió mientras apretaba la mano que aún sostenía.
—A mí también.
Mientras le gustara a Jake, eso era todo lo que me importaba.
 —Necesitas comer para que podamos irnos, —dijo Jake. —
Todavía tenemos que parar en los sastres y conseguirte ese
Speedo.
Stella resopló mientras se levantaba.
—Voy a utilizar tu oficina para ocuparme de algunos detalles
de última hora.
Esperé hasta que Stella se alejó antes de preguntar:
—Ella no irá con nosotros, ¿verdad?
—Hasta el aeropuerto, —respondió Jake. —Ella cuidará el
134
fuerte mientras no estemos y me avisará si hay algún problema.
—¿Estás esperando problemas?
Por favor, di que no.
10/2022
—Stella siempre cuida el fuerte cuando me voy de vacaciones.
Tengo que dejar a alguien a cargo en quien confíe.
Bueno, eso tenía sentido, pero en realidad no respondió a mi
pregunta.
—¿Crees que habrá más problemas con mi hermana?
—Sí, pero no espero que intente nada hasta que regresemos.
Le prohibí la entrada a la oficina, pero ambos sabemos que eso
no la detendrá. Una vez que regresemos, aparecerá de nuevo.
Eso es lo que me temía.
—Come.
Sonreí mientras alcanzaba el carrito.
—Sí, cariño.

****
 Durante las próximas horas, supe por qué Jake era el director
general de su empresa. Movió montañas con una simple
llamada telefónica, hizo realidad los sueños de la gente y me
pidió un Speedo.
Era una mezcla de contradicciones. Un hombre rico con
valores de pueblo pequeño. Estaba empezando a ver lo que era
importante para él y estaba cambiando mi visión de él.
Los pequeños toques que había recibido a lo largo del día, la
forma en que se movía a mi alrededor y parecía que no podía
135
quitarme los ojos de encima. Las miradas de enfado que me dio
cuando protesté por gastar su dinero en mí, y luego se dio la
vuelta y me compró cosas de todos modos.
10/2022
Estaba empezando a pensar que Jake no veía ningún valor en
sí mismo aparte del tamaño de su cuenta bancaria. No creo que
entendiera que sería igual de feliz con él si no tuviera dinero.
Cuando salíamos de la sastrería y quería probar mi teoría, le
sonreí antes de llegar al auto.
—¿Puedes esperar solo un minuto? Necesito tomar algo muy
rápido.
—Sí, seguro.
Salí corriendo, caminando por la mitad de la cuadra hasta una
floristería que había visto cuando llegamos. Entré y miré
alrededor hasta que vi lo que buscaba.
Con una sonrisa en mi rostro, agarré una de las rosas rojas de
tallo largo, la llevé al mostrador y luego la pagué con mi propio
dinero. Considerando la calidad de las tiendas en este vecindario,
no me sorprendió que una rosa costara casi diez dólares.
 Decidí no mencionarle ese hecho a Jake cuando la llevé afuera
a donde estaba esperando y se la entregué.
Jake miró a la rosa y luego a mí, sus cejas bajando
profundamente sobre sus ojos.
—¿Para mí?
—Sí, —dije antes de inclinarme para presionar un beso en su
mejilla. —Gracias por hoy. Incluso si no hubiéramos gastado un
solo centavo, me hubiera divertido pasarlo contigo. Realmente
disfruté nuestro tiempo juntos.
136
—Nadie me había dado flores antes.
—Siempre hay una primera vez para todo, supongo.
—Sí. —Jake sonaba tan aturdido mientras continuaba mirando
10/2022
la rosa. —Gracias.
Le sonreí.
—Deberíamos...
—¡Jai, Sr. D'Amato!
Me di la vuelta y luego gemí.
—Oh, mierda, es mi hermana.
—Rápido, entra—. Jake abrió la puerta trasera de su auto antes
de que Fred pudiera alcanzarla. —Sácanos de aquí, Fred.
Salté dentro y me deslicé para hacer espacio para Jake. En el
segundo que estuvo adentro, el auto se lanzó al tráfico. La puerta
ni siquiera estaba completamente cerrada todavía.
Miré por la ventana trasera justo a tiempo para ver a mi
hermana detenerse y pisar fuerte.
—¿Cómo es que te sigue encontrando? —Preguntó Jake. —
¿Tienes un rastreador de GPS en tu trasero o algo así?
 —No. —Al menos, yo no lo creía así.
—Nos deshicimos de tu celular y estás usando ropa nueva.
¿Qué queda?
—Nada, —le dije. —Yo... — Mi mirada se posó en mi reloj
barato. —No...
—¿Qué?
Levanté mi muñeca.
—Mi reloj. Es lo único que he estado usando desde antes.
Jake le tendió la mano.
137
—Dámelo.
Mi piel comenzó a erizarse cuando rápidamente me quité el
reloj y se lo entregué. Jake le dio la vuelta varias veces antes de
10/2022
abrir la tapa trasera. La mandíbula de Jake se apretó con tanta
fuerza que escuché un crujido.
Se lo entregó a Stella, quien lo miró rápidamente antes de
devolvérselo. Ella presionó un dedo en sus labios.
—Fred, —ordenó Jake. —Llévanos a la oficina.
—¿Qué es? —Yo pregunté.
Jake negó con la cabeza y se llevó un dedo a los labios como lo
había hecho Stella. Deslizó el reloj en su bolsillo y sacó su
teléfono celular, abriendo la aplicación de notas y comenzó a
escribir.
—¿Terminó el resto de los papeles que le pedí, Sr. Thomas?
Los espero en mi escritorio para cuando me vaya hoy.
¿Qué carajo?
Jake hizo un movimiento giratorio con la mano.
—Uh, sí, señor. Me aseguraré de que estén allí.
 De repente entendí lo que Jake estaba haciendo cuando me
mostró lo que había escrito en su teléfono celular.
—Tu reloj ha sido intervenido. No sé si es simplemente un
chip de seguimiento o si también es un dispositivo de escucha.
Necesito llevarlo a la oficina para que lo revisen.
¡Santo cielo!
¿Mi hermana me había colocado un dispositivo de vigilancia?
Si también era un dispositivo de escucha, nos estábamos
moviendo hacia el área de espionaje corporativo, y eso era ilegal.
138
De acuerdo, solo era un asistente de marketing, pero discutimos
muchas cosas confidenciales durante nuestras reuniones de
proyecto.
10/2022
—Debería regresar de mi viaje de negocios en un par de
semanas. Mientras tanto, me gustaría que hiciera un
seguimiento de la fusión de Parker. Necesitaré que me envíen
esos documentos por fax tan pronto como los tenga.
—Por supuesto, señor, —respondí sin preguntar esta vez.
Estaba un poco preocupado por cómo hablaba Jake. Si Jasmine
nos había estado escuchando todo este tiempo, entonces ya lo
sabía todo. ¿Por qué estábamos tratando de ocultarlo?
Llegamos al estacionamiento subterráneo del trabajo unos
quince minutos después. Fred estacionó el auto en el lugar
reservado de Jake y luego salió.
Sabía que habíamos entrado en alerta máxima cuando las
puertas del ascensor se abrieron antes de que pudiéramos salir
del auto y dos tipos enormes con trajes salieron. Los reconocí de
cuando Jake y yo nos casamos.
 Cuando Fred abrió la puerta, esperé mi turno y luego salí. En
este punto, no estaba seguro de lo que estaba pasando o por qué
estábamos de vuelta en la oficina. Este tipo de cosas de capa y
espada estaban por encima de mi nivel salarial. Yo estaba solo
para el viaje.
Subimos en el ascensor hasta el décimo piso, un piso en el que
nunca había estado antes. Justo cuando empezábamos a salir,
Jake tomó mi mano. No estaba seguro de si estaba tratando de
hacer una declaración o evitar que me perdiera.
139
Francamente, no me importaba. Estaba contento de estar
sosteniendo su mano.
Me condujo por el pasillo hasta una habitación a la que se
10/2022
necesitaba una tarjeta llave para entrar. Stella usó la suya y
luego dio un paso atrás para que Jake y yo pudiéramos entrar
primero.
—Sr. D'Amato, —gritó un hombre con una bata de laboratorio
blanca y anteojos desde el otro lado de la habitación. —¿A qué
debemos el placer de hoy?
Jake fue directo hacia el chico. Tan pronto como lo
alcanzamos, Jake sacó el reloj de su bolsillo y se lo entregó.
—Protocolo de medianoche.
El hombre caminó instantáneamente hacia un banco de
trabajo, tomó una pequeña caja negra, colocó el reloj dentro y
luego cerró la tapa.
Jake dejó escapar un suspiro.
—¿Jake?
 —Jai, amor, este es Norris Teller, una de las mentes más
agudas que he conocido en mi vida, y esto—agitó su mano
alrededor de la habitación —es la sala de juegos de Norris.
Sonreí mientras extendía mi mano.
—Es un placer conocerlo, Sr. Teller.
El Sr. Teller miró fijamente mi mano y luego miró a Jake,
luego de nuevo a mi mano.
—Está bien, Norris. Jai es uno de los chicos buenos.
¿Chicos buenos?
140
El Sr. Teller sonrió tanto que casi pude ver todos sus dientes.
Agarró mi mano y la sacudió vigorosamente.
—Es un placer conocerte. Por favor, llámame Norris. Todos lo
10/2022
hacen. Bueno, todos los que no me llaman loco. Pero no estoy
loco. Solo tengo muchas cosas arriba, ya sabes. Siempre cosas,
cosas buenas, pero sí, cosas.
—Es confidencial de alto secreto, —dijo Jake, —pero Jai y yo
nos casamos ayer.
¿Alto secreto confidencial?
Norris se pasó los dedos por la boca como si estuviera
cerrando la cremallera y luego tirando la llave.
—Buen hombre. —Jake le sonrió a Norris antes de volverse
hacia mí. —Conocí a Norris aquí cuando asistía a la universidad.
Lo estaba pasando mal porque la gente no entendía lo genial
que es, así que hice arreglos para que compartiéramos un
dormitorio juntos. Cuando ambos nos graduamos, lo llevé
conmigo—. Volvió a sonreír cuando miró a Norris. —Todavía no
me ha defraudado.
 —El Sr. Teller ha participado en la creación de algunos de
nuestros artículos más interesantes, —dijo Stella. —La mayoría
de los cuales han sido subcontratados al gobierno de los EE. UU.
Miré a Jake en busca de confirmación.
—Tengo la impresión de que aquí no solo se inventan chips de
energía.
Jake negó con la cabeza.
Eh.
—Norris, ese reloj pertenece a Jai. Tenemos razones para creer
141
que es un rastreador o un dispositivo de vigilancia, o ambos.
Necesito que lo desmontes y me digas todo lo que sabes al
respecto.
10/2022
—Por supuesto, señor. —Norris tenía el ceño fruncido cuando
miró en mi dirección. —¿Tu reloj tiene micrófonos ocultos?
Me encogí de hombros.
—Problemas familiares.
¿Necesito decir más?
 Capítulo doce

Jake

En realidad, no puedo recordar la última vez que estuve así de

142
furioso.
¿Habían pinchado el reloj de Jai?
Esto necesitaba seriamente detenerse. Simplemente no estaba
10/2022
muy seguro de cómo hacerlo. No teníamos pruebas claras de
ningún delito, aunque moralmente eran tan culpables como el
pecado.
No había penalización para alguien que enviaba dinero a casa
a su familia o incluso para que la familia solicitara dinero.
Probar que el padre de Jai lo golpeaba iba a ser igual de difícil.
Era la palabra de Jai contra la de su padre, y estaba bastante
seguro de que la madre y la hermana de Jai respaldarían al
padre.
El reloj, por otro lado, podría cambiar las cosas, suponiendo
que pudiéramos encontrar un rastro que condujera a Jasmine o
a sus padres. Era ilegal rastrear o registrar a alguien sin su
conocimiento o sin una orden judicial. Dudaba que la tuvieran.
Aun así, si reuníamos todas estas pruebas, podría ser suficiente
para obtener una orden de restricción, y eso era un comienzo.
 Tan pronto como llegamos a mi oficina, me acerqué a mi
escritorio y llamé a mi abogado.
—Miles, soy Jake. Necesito algo de ti.
—No me digas que ya te estás divorciando.
—¡No!
Por supuesto que no.
Ni siquiera quería escuchar la palabra divorcio.
—Jai y yo estamos preparándonos para irnos de luna de miel.
Mientras no estamos, necesito que te reúnas con Stella y
143
empieces a armar un caso contra la hermana y los padres de Jai.
—¿Quieres que construya un caso contra la familia de Jai?
—Intervinieron su reloj, Miles. Lo han estado rastreando y
10/2022
quién sabe qué más. Jasmine sigue apareciendo dondequiera que
estemos tratando de convencerme de tener una cita con ella.
Incluso le exigió a Jai que le consiguiera una cita conmigo y
amenazó con enviar a su padre a golpearlo si no lo hacía. Si no
hubiera empujado el teléfono de Jai en un vaso de agua,
probablemente ya estaría sonando.
—¿Tienes alguna prueba de esto, Jake?
Me reí.
—Fred grabó la amenaza en una cinta.
—Envíamela.
—Revisa tu correo electrónico. Ya debería estar allí.
Sabía que debería haber llamado a Miles anoche.
—Oh, sí, aquí está. Dame un minuto.
Escuché el video de fondo, pero en realidad no había
escuchado lo que dijo Jasmine. Justo lo que me dijo Jai.
 —Ponme en el altavoz, Miles. Todavía no he escuchado esto.
Un momento después, el video se estaba reproduciendo alto y
claro, y me enfurecí. No podía creer la mierda que salía de la
boca de Jasmine.
¿Era esto lo que Jai había estado aguantando durante años?
Cuando terminó de reproducir el video, estaba tan enfadado
que apenas podía ver bien.
—¿Ves a lo que nos enfrentamos aquí?
—Esta mujer es una psicópata, Jake. Quiero decir, en serio,
144
esto es una locura de otro nivel.
—Oh, lo sé.
Por eso quería que la detuvieran.
10/2022
—Sus padres son igual de malos, si no peor. Fomentan su
comportamiento, y si Jai no se rinde, el padre va y lo golpea.
Todavía tiene moretones de la última vez que visitó a Jai...
—Quiero que quede documentado, —dijo Miles. —Tienes que
llevarlo a un médico hoy y hacerle un examen físico completo.
Quiero radiografías, análisis de sangre, todo. Y no te olvides de
tomar fotografías. Muchas de ellas. Ayudará a nuestro caso.
Tenía sentido porque no iban a tener la oportunidad de volver
a golpear a Jai. No ahora que me pertenecía.
—Llamaré a mi médico.
Odiaba posponer nuestra luna de miel, pero esto parecía más
importante. Podríamos salir mañana o pasado. Después de todo,
era mi jet. Podría tenerlo esperándonos en cualquier momento
que quisiera.
 —Voy a poner a uno de mis investigadores en esto, Jake. Sé
que Stella verificó los antecedentes de estas personas antes de
que enviaras el contrato de matrimonio, pero tengo la sensación
de que hay más en ellos de lo que parece. Gente así tienen
esqueletos en sus armarios.
—Mira a quién le pidieron el préstamo, —le dije. —Jasmine
pidió prestados cincuenta mil dólares para financiar su pequeño
viaje a París. Averigua a través de quién obtuvo el préstamo.
Parecen bastante insistentes en que se les pague de inmediato.
145
Esa fue la razón por la que acordaron el contrato de matrimonio
en primer lugar.
—Lo miraré.
10/2022
—Stella también está investigando a un hombre que Jai vio
parado afuera de su edificio de apartamentos y luego lo vio en la
calle ayer. Ella está tratando de obtener imágenes de él en este
momento. Es posible que la familia de Jai lo haya contratado
para vigilarlo.
La rápida inhalación de Jai se pudo escuchar en toda la
habitación.
—Si encuentra algo, dile que me lo envíe.
—Lo haré, Miles.
—Tal vez quieras considerar reforzar tu seguridad hasta que
podamos resolver esto, Jake. Si estas personas están tan locas
como dices que están, son un peligro para ti y para Jai,
especialmente una vez que se enteren de que ustedes dos se
casaron.
Ah, no tenía ninguna duda.
 —Sí, ya lo he hecho.
Tal vez necesitaba hacer más.
—Mira, Miles, tengo que irme. Necesito hablar con Jai sobre
algo. Si descubres algo, házmelo saber. Puedes localizarme en mi
teléfono celular. No estoy muy seguro de dónde estaremos Jai y
yo. Lo llevaré a ver todas mis casas.
—¿Lo vas a llevar a ver a tu tío?
Sonreí.
—No lo iba a hacer, pero tal vez necesito hacerlo.
146
Ni siquiera lo había considerado. Quiero decir, en algún
momento supe que se encontrarían, pero tal vez tendría que ser
más temprano que tarde.
10/2022
—Está bien, entonces hablaré contigo más tarde.
Colgué y deslicé mi teléfono en mi bolsillo. Miré brevemente
a Stella y Fred.
—¿Pueden darnos un minuto?
Fred y Stella se levantaron y salieron de la habitación sin decir
palabra, cerrando la puerta detrás de ellos. Crucé para sentarme
en el sofá al lado de Jai y agarré sus manos entre las mías.
—Necesito que hagas algo por mí.
—De acuerdo.
Sonreí ante su respuesta instantánea.
—Espera hasta que te diga lo que es antes de estar de acuerdo.
—Está bien, entonces dime qué es.
Dios, realmente no había una manera fácil de decir esto.
—Necesito que dejes que Norris coloque un rastreador en ti.
Jai se limitó a mirar.
 —Es realmente pequeño, y él puede asegurarse de que no
duela—. Agarré su dedo y lo pasé por la pequeña protuberancia
en la parte carnosa de mi mano entre el pulgar y el índice. —
¿Sientes eso?
Jai asintió.
—Tengo uno. Es uno de esos pequeños dispositivos que
inventó Norris. Es para que, si alguna vez me secuestran, Fred
pueda encontrarme. Es un dispositivo de rastreo con un radio de
quinientas millas. También lee la frecuencia cardíaca, la presión
147
arterial, y temperatura para que aquellos que me buscan puedan
saber en qué tipo de condición estoy.
—¿Crees que voy a ser secuestrado?
10/2022
—Creo que es una posibilidad, especialmente cuando tu
familia se entere de que nos hemos casado y que Jasmine no
tiene ninguna posibilidad de convertirse en mi esposa. Si te
llevaran y te retuvieran para pedir un rescate...
Pagaría cada maldito centavo que tuviera.
—No quiero correr ese riesgo. Si ponemos un rastreador en ti,
tendríamos más posibilidades de encontrarte.
—Está bien.
Mis cejas se levantaron.
—¿Está bien? ¿Me dejarás hacer eso?
—Claro, —respondió Jai. —Quiero decir, tengo la esperanza de
que no me secuestren, pero si lo hacen, no quiero que tengas que
pagar un gran rescate por mí, y mis padres tratarían de sacarte
hasta el último centavo. No quiero que eso suceda.
 —No quiero que te pase nada, Jai. No me importa el dinero. Lo
pagaría, sea lo que sea que me pidan. Me preocupa más que
intenten hacerte daño durante el tiempo en que te tuvieran o
después de que recibieran el dinero.
Jai palideció, todo el color desapareció de su rostro.
—Sí, está bien, hagámoslo entonces.
Llevé sus manos a mis labios y presioné un beso contra ellas
antes de mirarlo a los ojos.
—Haré todo lo que pueda para asegurarme de que estés a
148
salvo, Jai. Lo juro.
—Lo sé. —Una pequeña sonrisa misteriosa cruzó los labios de
Jai. —Me necesitas.
10/2022
—Lo hago. —Pero ¿cómo supo eso?
Jai movió una mano hasta que pudo tomar un lado de mi cara.
—Necesitas a alguien que sea solo tuyo, alguien con quien no
tengas que ser feroz o poner una fachada, y alguien que escuche
todos tus secretos. Planeo ser esa persona.
Respiré hondo.
¿Cómo lo supo?
No había sido mi intención cuando le ofrecí casarme con él o
incluso cuando me casé con él. No sabía lo que llegaría a
significar para mí hasta que me dio la bienvenida a su cuerpo y
me abrazó.
Yo, no el hombre de negocios despiadado, el magnate rico o el
hombre afable que mostré al mundo, sino yo, el adolescente
asustado que había sido cuando murió mi madre y me vi
obligado a enfrentar un mundo que no conocía.
 Agarré la mano que había presionado contra un lado de mi
cara y me giré para poder presionar mis labios contra su cálida
piel. Cerré los ojos por un momento y lo mantuve allí.
No sé qué hice para merecer a un hombre como Jai, pero no lo
defraudaría y no dejaría que nadie me lo quitara. No después de
haber encontrado el cielo en su dulce sonrisa.
—Vamos. —Abrí los ojos y me puse de pie, negándome a
soltar la mano de Jai. —Vamos a ver a Norris, y luego Miles
quiere que veas a mi médico. Quiere que te hagas un examen
149
completo, incluidas las fotos.
—¿Por qué?
—Va a armar un caso contra Jasmine y tus padres, así si
10/2022
continúan persiguiéndote, podemos detenerlos.
—Tenemos que evitar que te persigan también. Jasmine tiene
la vista puesta en convertirse en tu esposa y no se rendirá. El
hecho de que ya estés casado es solo un revés menor para ella.
Resoplé.
—Como si me importara un carajo.
Realmente no lo hacía.
Cuando salimos de la oficina, Stella y Fred nos estaban
esperando.
—Tenemos que ir a ver a Norris. Quiero que ponga un
rastreador en Jai.
Los ojos de Stella se lanzaron hacia Jai.
—¿Estás de acuerdo?
Jai se encogió de hombros.
—Hará que Jake se sienta mejor.
 Stella sonrió mientras asentía con la cabeza a Jai.
—Entonces vamos.
Tomé el brazo de Jai con el mío y lo llevé por el pasillo hasta
el ascensor. El laboratorio de Norris estaba en el décimo piso. Mi
oficina estaba en el piso quince. No tomó más de unos minutos
llegar hasta él.
Norris levantó la vista cuando entramos.
—Oye, jefe, me estaba preparando para llamarte—. Levantó el
reloj de Jai. —Obtuve los detalles de ese dispositivo. Era un
150
rastreador simple, no bueno para más de unas cinco millas.
—¿Sin sonido? —Yo pregunté.
—No.
10/2022
Eso fue un alivio. Todavía no estaba emocionado de que
alguien estuviera rastreando a Jai, pero escuchar sus
conversaciones habría sido aún peor.
—Necesito que consigas uno de esos pequeños rastreadores
tuyos para Jai.
—¿Mis rastreadores? —Preguntó Norris.
Señalé mi mano.
—Como el que me pusiste.
—Oh, sí, puedo hacer eso—. Se estiró y palmeó el asiento del
taburete a su lado—. Siéntate aquí y te arreglaré.
Me paré junto a Jai una vez que tomó asiento y luego vi a
Norris zumbando alrededor de su laboratorio como una abeja
obrera con esteroides mientras reunía los elementos que
necesitaría para implantar el rastreador debajo de la piel de Jai.
—¿Dolerá? —Jai preguntó.
 —No, no, no me gusta el dolor, entonces, ¿por qué se lo
infligiría a otras personas? —Preguntó Norris. —Tengo algunas
cosas aquí que adormecerán el área y solo necesito hacer un
pequeño corte. Probablemente ni siquiera lo sientas. Tal vez un
poco de presión cuando lo deslice, pero sin dolor. Y una vez que
sane, probablemente olvidarás que está ahí.
Jai sonrió débilmente y se inclinó hacia mí.
Me incliné hacia él para susurrarle al oído:
—Apuesto a que puedo hacer que te olvides del dolor o del
151
nerviosismo.
Los brillantes ojos verdes de Jai se clavaron en mí.
Me reí.
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Norris dejó todo en el banco y agarró la mano de Jai.
—Mantén tu mano ahí y trata de no moverte.
Me agaché y presioné mi mano sobre la muñeca de Jai.
Después de ver a Norris aplicar el agente anestésico, tomé la
mejilla de Jai con mi mano e incliné su cabeza hacia la mía.
Vi los ojos de Jai agrandarse justo antes de que nuestros labios
se presionaran.
Besar a este hombre era un placer. Él simplemente no se
sentaba allí y me dejaba hacerlo. Participaba plenamente en el
beso, presionando su boca contra la mía y deslizando su lengua
sobre mis labios.
Traté de mantener mi gemido atrapado detrás de mis labios,
pero fue difícil cuando quería abrirlos para poder devorar a Jai.
—Está bien, todo hecho.
 Cuando levanté la cabeza, tanto Jai como yo miramos su
mano. Había un pequeño vendaje de mariposa sobre el corte que
le había hecho Norris. No había sangre ni nada.
—Huh, no sentí nada, —dijo Jai antes de sonreírme. —Eres mi
nuevo compañero de booboo.
Mis cejas se levantaron.
—¿Compañero de booboo?
¿Era siquiera un término?
—Sí, si alguna vez tengo otro booboo, será mejor que me beses
152
y lo hagas mejor.
—¿No se supone que debo besar tu booboo?
—Nu, eh—. Jai sonrió mientras negaba con la cabeza. —Me
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estás besando a mí.
Podría hacer eso.
 Capítulo trece

Jai

Inhalé una respiración profunda mientras me estiraba y luego

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abrí los ojos. El aroma del océano entraba por la ventana con
una ligera brisa, haciendo que las cortinas blancas alrededor de
la cama se agitaran.
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En algún lugar a lo lejos, alguien estaba tocando una radio. El
aire era cálido, pero no empalagoso. El sol estaba alto, pero no
alto en el cielo. Entraba mucha luz a través de las ventanas
abiertas y las puertas de la terraza para iluminar toda la
habitación, pero no para cegarme.
Me sentí fantástico.
Habíamos visitado cuatro de las ocho propiedades de Jake en
las últimas dos semanas. Escocia, Londres, Francia y ahora Italia.
Estábamos como en la gira europea de sus casas.
Si bien las había disfrutado todas, hasta ahora la villa de nueve
dormitorios de Jake en Italia, de trescientos años de antigüedad,
era mi favorita. Estaba ubicada en el borde del lago de Como,
con acceso a la playa y un bote para llevarnos a donde
quisiéramos ir en el lago.
 Sonreí mientras rodaba y miraba al hombre que dormía a mi
lado. Todavía era un poco surrealista que estuviera casado con
un hombre tan guapo. Jake tenía un intelecto sorprendente que
me mantenía intrigado, un sentido del humor que me había
hecho resoplar agua por la nariz al menos una vez, y una
ternura que me hacía volver por más cada maldita vez.
Todavía no podía entender cómo este hombre había
permanecido soltero toda su vida. Simplemente no tenía sentido
para mí. Él era el paquete completo. Inteligencia, belleza y
154
corazón. ¿Quién necesitaba más cuando lo tenía todo?
Suspiré con arrepentimiento mientras salía de la cama y me
dirigía al baño para ocuparme de mis asuntos. Preferiría mucho
10/2022
más acurrucarme en la cama un poco más.
Resulta que Jake era un acurrucador en el armario.
¿Quién lo hubiera dicho?
Tiré de la cadena y luego me lavé las manos antes de abrir la
puerta del baño y regresar al dormitorio. Mientras caminaba
alrededor de la cama, vi la botella de lubricante en la mesita de
noche.
Miré a Jake y luego de nuevo al lubricante.
Una sonrisa astuta se extendió por mis labios cuando me
acerqué y agarré el lubricante. No tomó más de unos minutos, y
algunos gemidos ahogados, abrir la tapa, verter un poco en mis
dedos y luego estirarme por completo.
No estaba seguro de cómo se sentiría Jake si lo despertara de
esta manera, pero podía esperar lo mejor, así que cuando volví a
meterme en la cama, deslicé el lubricante debajo de mi
almohada.
Me agaché y lentamente saqué la sábana del cuerpo desnudo
de Jake. Cada pulgada de piel bronceada que se revelaba era
como un festín para mis ojos hambrientos.
—Jake, —susurré, sin saber si quería despertarlo o no.
Dejé caer la sábana al suelo y luego me incliné más cerca del
glorioso cuerpo de Jake. La piel de Jake era cálida al tacto, su
piel tan sedosa como las sábanas.
155
Me incliné aún más y acaricié con mi lengua la punta de la
polla erecta de Jake. El sabor dulce y fragante exclusivo de Jake
estalló en mi lengua.
10/2022
Jake gimió y abrió más las piernas. Ahogué mi risa ante el
movimiento sensual. Jake obviamente no estaba completamente
despierto todavía.
Solo tendría que ayudarlo.
Lamí mis labios y luego tragué la polla de Jake hasta la raíz.
Las caderas de Jake se elevaron en el aire y sus manos se
cerraron en mi cabello. Con cada movimiento de mi lengua, se
apretaron.
Cambié de marcha y lamí mi camino hacia abajo a lo largo de
la polla de Jake terminando en sus bolas. Las manos de Jake se
apretaron aún más en mi cabello cuando comencé a lamer su
saco de bolas.
Podía escuchar pequeños gemidos provenientes de él, cada
uno cada vez más fuerte hasta que llenaron el espacio a nuestro
alrededor.
 Eran música para mis oídos.
Lamí mi camino de vuelta a la polla de Jake y chupé al
hombre de vuelta a mi boca. Jake empujó sus caderas hacia
arriba, metiendo su polla más profundamente en mi boca. Tuve
arcadas por un momento y luego rápidamente retiré mi boca
cuando sentí que la cabeza de la polla de Jake se hinchaba contra
mi lengua.
Jake gritó. Semen caliente cayó en mi boca. Tragué todo lo
que pude y luego lamí el resto de los lados de la polla de Jake.
156
Las manos en mi cabello tiraron suavemente. Miré hacia
arriba para encontrar profundos ojos marrones oscuros
mirándome.
10/2022
—Ven.
—Eso pretendo. —Sonreí y comencé a trepar por el cuerpo de
Jake. Me acomodé encima de él, a horcajadas sobre sus caderas.
Gemí y me mordí el labio cuando la polla semidura de Jake rozó
la mía.
Me tomé un momento para saborear la sensación
intensamente placentera y luego miré a Jake.
—Buenos días.
Jake me sonrió.
—Buenos días.
Me apoyé en la mano con la que Jake acariciaba un lado de mi
cara. Casi lloré con el simple toque y los sentimientos que
invocó en mí. Era como un dolor profundo dentro de mi cuerpo,
creciendo con cada momento que pasaba.
 Gemí cuando Jake me atrajo hacia abajo y sus labios me
reclamaron en un beso que curvó mis dedos de los pies. Me
gustaba mucho besar a este hombre. Nadie besaba como lo hacía
Jake. Era como ser consumido por el fuego, y yo estaba tan listo
para arder.
Empujé más cerca hasta que sentí mi pecho presionar contra
el de Jake. Sus manos acariciaron mi espalda, deteniéndose en
mi trasero.
Chillé cuando Jake apretó mis nalgas. Yo estaba en el cielo
157
Podía sentir cada pulgada del cuerpo de Jake presionado contra
el mío. El endurecimiento de la polla entre mis piernas fue solo
una ventaja, una gran ventaja.
10/2022
Aparté mis labios de los de Jake y lo miré profundamente a los
ojos.
—¿Me vas a follar ahora, Jake?
—Voy a hacer algo contigo—. Jake sonrió mientras miraba a
su alrededor, pero lentamente se convirtió en un ceño fruncido.
—¿Qué ocurre? —Yo pregunté.
—Necesitamos lubricante.
Me reí y alcancé la botella que había escondido debajo de la
almohada.
—Ya me encargué de eso. Solo tenemos que arreglarte.
Jake levantó una ceja, pero tomó la botella que le ofrecí.
—¿Ya estás estirado?
Me encogí de hombros.
—Tenía esperanzas.
 Metí la mano debajo de mi cuerpo y agarré la polla de Jake. La
coloqué en la abertura de mi trasero. Cuando comencé a bajar
lentamente, pude sentir mi cuerpo estirarse mientras la polla
lubricada de Jake me llenaba.
—Maldita sea, eso es jodidamente fantástico, —gimió Jake. Sus
manos agarraron mis caderas con fuerza.
No podría estar más de acuerdo. No había nada en la tierra
como la sensación de tener la polla de Jake profundamente
dentro de mí. El hombre llenó cada pulgada de mi trasero.
158
Cuando Jake comenzó a moverse, pensé que mis ojos se iban a
poner en blanco justo en la parte posterior de mi cabeza. El
placer fue tan intenso, tan fuerte, que lo sentí en todo mi cuerpo.
10/2022
—Necesito más, —supliqué.
Necesitaba que Jake me tomara, que me reclamara, que me
marcara como suyo. Quería sentir al hombre durante la próxima
semana, mes, año. Nunca quise olvidar cómo se sentía tener las
manos de Jake acariciando mi cuerpo, o la sensación de la polla
del hombre empujando dentro de mí, o incluso la sensación de
los labios de Jake contra los míos.
No quería olvidar un momento de mi tiempo con Jake.
Grité cuando Jake apretó sus manos en mis caderas y comenzó
a empujar más fuerte. Cada movimiento frotaba la polla de Jake
contra mi próstata, enviando sacudidas de placer exquisito por
todo mi cuerpo.
—Acaríciate para mí, bebé.
Mis ojos se cruzaron mientras agarraba mi pene y
rápidamente acariciaba con mi mano de arriba a abajo. Sonreí
cuando escuché un pequeño tirón en la respiración de Jake y
miré hacia abajo para ver los ojos del hombre pegados a mis
movimientos.
—¿Te gusta eso, Jake? —Yo pregunté. —¿Te gusta verme
jugar conmigo mismo?
—Sí, —Jake jadeó pesadamente. —Es muy sexy.
Eso podría ser prometedor.
—Entonces tendré que asegurarme de hacerlo más a menudo.
Aceleré mis golpes. Podía sentirme acercándome al borde de
159
la felicidad. Sabía por los movimientos frenéticos de Jake que no
estaba muy lejos detrás de mí.
Quería que nos viniéramos juntos.
10/2022
—Pronto, ¿sí?
Jake asintió rápidamente.
La mirada hambrienta en el rostro de Jake me inflamó.
Parecía devorar cada caricia suave, cada pedacito de piel dura
acariciada.
Me estiré con mi otra mano y agarré mi saco de bolas,
masajeando suavemente los globos gemelos entre mis dedos.
—No, no te vengas todavía.
Parpadeé.
—¿Qué? —Jadeé.
¿Estaba loco?
—No te vengas todavía.
—Pe...
Mis palabras se perdieron cuando Jake de repente nos dio la
vuelta hasta que quedé atrapado entre el cuerpo más grande de
Jake y el colchón. Jake agarró mis piernas y las empujó sobre sus
hombros y luego se inclinó sobre mí, casi doblándome por la
mitad.
Grité y arqueé la cabeza hacia atrás contra la almohada
cuando Jake comenzó a golpearme a un ritmo salvaje. Agarré
las sábanas en mis manos por un momento y luego jadeé
cuando mi mundo explotó en un caleidoscopio de color y
éxtasis. El placer tan intenso que grité y llenó el espacio entre
nosotros con mi abrupta liberación.
160
—¡Jake!
Jake de repente retrocedió. Su rugido llenó mis oídos. Empujó
con fuerza y luego se puso rígido. Inhalé suavemente cuando los
10/2022
músculos tensos del cuello de Jake se destacaron. Disparos de
semen caliente llenaron mi culo, Jake temblando con cada
chorro.
Jake soltó mis piernas y caímos de espaldas al colchón. El
rostro de Jake estaba sonrojado cuando me miró de nuevo,
sonriendo. Agarré a Jake por los hombros y jalé al hombre hacia
mí hasta que estuvimos nariz con nariz.
Todavía podía sentir a Jake latiendo dentro de mí. Cada pocos
segundos, Jake se estremecía. Separé más las piernas y luego las
envolví alrededor de la cintura de Jake.
Jake se rio entre dientes mientras se acomodaba contra mí.
—Me gusta esta forma de despertar.
Moví las cejas.
—Pensé que podrías.
—Entonces, ¿qué te gustaría hacer hoy, amor?
 —Desayunamos en la veranda y luego tal vez podamos probar
ese Speedo.
—Suena como un plan.
—Ducha primero —le dije. —Siento que te escapas de mi
trasero.
Jake se rio entre dientes mientras movía sus caderas por un
momento antes de rodar sobre mí.
—Todavía no, no lo hago, pero lo haré.
Arqueé una ceja.
161
Entonces, tal vez despertarlo con sexo no fue algo tan malo.

****
10/2022

Disfruté viendo los ojos de Jake dilatarse mientras chupaba un

trozo de naranja roja siciliana en mi boca y lamía mis dedos para
limpiarlos. Su profundo gemido me hizo sonreír. Había algo que
decir sobre seducir al marido.
Jake tomó un tazón y me lo tendió.
—¿Necesitas más?
Me reí.
—¿Solo una pieza más?
Sonaba tan esperanzado.
Tuve una idea mejor. Me levanté y caminé alrededor de la
pequeña mesa de café y luego pasé mi pierna por encima de él y
me senté en su regazo. Me estiré hacia atrás y agarré otra pieza
de fruta y se la acerqué a los labios.
—¿Quieres compartir?
 Jake me miró por un momento antes de darle un mordisco a
la jugosa fruta. Rápidamente me incliné hacia adelante y lamí
las gotas de jugo que caían por su barbilla. La polla que
presionaba entre mis muslos se sacudió y se endureció en un
tubo de acero.
Oh sí, esto era mucho mejor.
Y ese era el teléfono celular de Jake sonando.
Maldición.
Suspiré cuando comencé a alejarme de Jake, pero él agarró mi
162
muslo y me mantuvo en el lugar mientras sacaba su teléfono
celular de su bolsillo y contestaba.
—¿Qué pasa, Stella?
10/2022
No me di cuenta de que lo había puesto en el altavoz hasta que
escuché su respuesta.
—Tengo información interesante para ti, —dijo Stella.
—Estamos escuchando.
—Oh, ¿Jai está ahí? —Ella preguntó.
—Hola, Stella, —le dije.
—Hola, Jai, ¿cómo va la luna de miel?
Sonreí cuando me encontré con los ojos de Jake.
—Bastante bien. Podría quedarme con él.
Stella se rio entre dientes.
—Entonces, ¿qué pasa, Stella? —Preguntó Jake.
—Durante mi indagación en las finanzas de Thomas, pude
averiguar de quién tomaron ese préstamo de cincuenta mil
dólares, y no es bueno.
 Toda la diversión que había estado brillando en los ojos de
Jake murió en un instante.
—¿De quién obtuvieron el préstamo?
—Bueno, debido a su calificación crediticia, no pudieron
obtener un préstamo por medios normales, por lo que
obtuvieron un préstamo de Carlos Borelli.
—Carlos Borelli—. Jake frunció el ceño. —¿Dónde he oído ese
nombre antes?
—Carlos Borelli dirige el Lower East Side aquí en Nueva York.
163
—¿Y le pidieron un préstamo? —Jake casi gritó. —¿Qué
estaban pensando?
—¿Quién es Carlos Borelli? —Yo pregunté.
10/2022
—Es el jefe de la mafia italiana.
Oh.
Maldita sea, mis padres eran idiotas.
—Se pone peor, Jake.
—¿Cómo podría ser peor que Carlos Borelli? —Preguntó Jake.
—Utilizaron a Jai como garantía.
Las cejas de Jake se juntaron.
—Disculpa, ¿qué?
—Utilizaron a Jai como garantía, Jake. Si no pagan el
préstamo en su totalidad antes de fin de mes, más los intereses,
Borelli se queda con Jai.
Me estremecí ante la racha de frío que me recorrió la espalda.
—¿Pertenezco a un jefe de la mafia?
Jake gruñó.
—Me perteneces.
 —Sí, pero...
—Ya les pagué la dote de cien mil dólares. ¿No han usado eso
para pagar el préstamo?
—No, —respondió Stella. —Actualmente, Jasmine está usando
ese dinero para comprar un nuevo guardarropa para poder
impresionar a su nuevo novio.
Espera.
—¿Jasmine tiene un nuevo novio? —Yo pregunté.
Stella resopló.
164
—Jasmine desearía tener un nuevo novio, específicamente, tu
esposo. Está gastando dinero como si fuera hecho en árboles
para poder impresionarlo.
10/2022
Rodé los ojos.
—Déjame ver si lo entiendo bien. Mis padres, en su infinita
sabiduría, hicieron un trato con un mafioso para vender mi
trasero a cambio de un préstamo para enviar a mi hermana a
París para la semana de la moda. Entonces vendieron mi trasero
a Jake a cambio de cien mil dólares, pero en lugar de devolverle
el dinero a la mafia, ¿están gastando ese dinero para que mi
hermana pueda ganarse el corazón de mi esposo?
—Dudo que estén detrás de su corazón, —respondió Stella. —
Quieren ganar su cuenta bancaria.
Parpadeé a Jake.
—Estas personas están locas.
¿Cómo me relacioné con ellos?
 Capítulo catorce

Jake

—¿Dónde está Borelli ahora, Stella?

165
—Eso es lo gracioso, Jake, está en Italia.
Me quedé quieto.
—¿Crees que nos está siguiendo?
10/2022
—Desconocido, pero nada apunta a eso. Según mis fuentes, su
viaje fue planeado mucho antes de que Jai apareciera en tu
radar.
—Programa una reunión con él, Stella. Quiero que esto se
resuelva. Jai no es una garantía y él necesita saberlo.
—Tienes que tener cuidado, Jake. Este hombre no es alguien
con quien meterse.
—Lo sé, Stella, y tomaré precauciones. Solo quiero reunirme
con él y darle su dinero para que deje en paz a Jai antes de que
trate de quitarme a Jai.
Yo lo aplastaría.
—Llámame tan pronto como tengas una reunión. Necesito
hablar con Fred y pedirle que organice más seguridad.
—Podrías pensar en tener tu jet en espera en caso de que
necesites hacer una salida rápida.
 No es la peor idea que había escuchado.
—¿Qué quieres hacer con la familia del infierno?
—Vigílalos por ahora y documenta todo lo que encuentres
para poder entregárselo a Miles. Al menos, podría demandarlos
por tomar mi dinero con falsos pretextos.
Enterrarlos seis pies bajo tierra se veía mejor cada día.
—Te llamaré tan pronto como tenga algo, —dijo Stella.
—Hazlo. —Colgué y dejé mi teléfono a mi lado. Agarré el
rostro de Jai entre mis manos e incliné su rostro hacia el mío. —
166
No quiero que te preocupes por esto.
Yo lo protegería.
—¿Cómo no, Jake? Mis padres me vendieron a un mafioso y
10/2022
luego se dieron la vuelta y me vendieron a ti. ¿A quién me van a
vender ahora? ¿A una pandilla de motociclistas?
Pude ver a Jai en la parte trasera de una moto.
—No te van a vender a nadie. Me perteneces, ¿recuerdas?
—¿Cómo puedes detenerlos?
Sonreí con picardía.
—Tengo un plan.
Todavía estaba trabajando todo en mi cabeza, pero tenía que
eliminar estos obstáculos de la vida de Jai. Nunca volvería a ver
esa sonrisa feliz en su rostro si estuviera constantemente
preocupado de que sus padres lo vendieran a otra persona.
—Necesito hablar con Fred—. Trajimos a Fred con nosotros
simplemente porque necesitábamos algún tipo de seguridad, y
había un equipo en espera en caso de que hubiera algún
problema.
 Había un problema.
Más seguridad era imprescindible.
Mantuve una mano en el muslo de Jai mientras tomaba mi
teléfono y llamé a Fred.
—Oye, —le dije tan pronto como respondió. —¿Puedes salir a
la terraza? Stella acaba de llamar y tenemos un problema.
—Estaré allí enseguida, señor.
Esta vez, cuando colgué, deslicé mi teléfono en mi bolsillo.
Me incliné hacia adelante y presioné un beso en los labios de
167
Jai antes de palmear el asiento a mi lado. La boca de Jai se torció
hacia abajo en las comisuras cuando se deslizó de mi regazo y se
sentó a mi lado, justo la respuesta que no quería.
10/2022
Me agaché y agarré su mano. Creo que necesitaba la conexión
tanto como yo.
Cuando Fred salió a la terraza unos minutos más tarde,
todavía estábamos sentados en el mismo lugar. Creo que ambos
estábamos perdidos en nuestros propios pensamientos. Jai estaba
claramente molesto, y tenía todo el derecho de estarlo.
Yo estaba enojado.
¿Cómo se atreven estas personas a intercambiar a Jai como si
fuera su propiedad personal? Ni siquiera lo estaban haciendo
legalmente. No podías vender a una persona. Y lo habían
vendido dos veces, una a mí y otra a Carlos Borelli. Estaban
sumergidos dos veces, e iba a regresar para morderlos en el culo.
Me aseguraría de ello.
 —Fred, necesito que llames al equipo de reserva. Parece que la
familia de Jai lo vendió a Carlos Borelli por cincuenta mil
dólares antes de vendérmelo a mí.
—Carlos Borelli, —preguntó Fred. —¿En serio?
—¡Oh! En serio. —Y odiaba admitir eso. —Borelli está aquí en
Italia. Stella está organizando una reunión con él ahora mismo.
Quiero que esto se solucione para que Jai no tenga que seguir
mirando por encima del hombro por el resto de su vida.
—Perdóneme por hablar fuera de lugar, señor, pero ¿cree que
168
reunirse con Borelli es su mejor opción? No es un hombre fácil
de engañar.
—No planeo tratar de engañarlo. Solo quiero reunirme con él
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y pagarle el dinero que los padres de Jai le deben para que no
crea que puede llevarse a Jai si incumplen su trato.
Quería a Jai fuera de la ecuación.
—Si quiere ir tras ellos después de eso, entonces eso depende
de él. Simplemente no quiero que piense que puede tener a Jai.
Fred hizo una mueca, pero pareció aceptar mi decisión.
—¿Cuánto tiempo tengo?
—Bueno, Stella no me ha devuelto la llamada todavía, pero
me daré prisa. Una vez que se programe una reunión, quiero ir y
terminar con esto.
—No llevarás a Jai, ¿verdad?
Resoplé groseramente, pero quería que fuera grosero.
—Diablos, no.
No quería a Jai en ningún lugar cerca de Borelli.
—Creo que debería ir, —dijo Jai en voz baja.
 —Bebé...
—Hablo en serio, Jake. Creo que debo ir. Creo que Borelli
necesita vernos juntos para saber que no estoy pasando por ti.
Una mercancía que puede ser intercambiada y vendida.
Miré a Jai por un momento, deseando que no tuviera tanto
sentido. No lo quería en peligro, y ahí es exactamente donde
estaría si fuera conmigo a ver a Borelli.
—Bien, puedes ir, —dije finalmente, —pero harás exactamente
lo que Fred y yo decimos todo el tiempo. No sabes cómo es la
169
gente así.
—Tú tampoco.
—Sí, pero yo soy un tiburón, cariño. Tú eres un pescadito.
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Los ojos de Jai se entrecerraron.
—Sabes que tengo razón, —insistí.
Jai no tenía el corazón para pelear con alguien como Borelli.
Iría por la yugular y luego bailaría en su sangre cada vez.
Hice una mueca cuando sonó mi teléfono y vi que era Stella.
Por mucho que quisiera que hiciera su trabajo, esta era la única
vez que esperaba que no lo hiciera.
—Te conseguí una reunión con Borelli para esta noche a las
ocho, —dijo después de que respondí. —Te envío la dirección
ahora. Está en Milán. No llegues tarde.
—No lo planeo.
—Ten cuidado con este tipo, Jake. A Borelli no le gusta que lo
frustren. Es una mala noticia. La única razón por la que el FBI
no lo ha puesto tras las rejas es porque nunca pueden atraparlo.
 —¿Ah, de verdad? —Esa era una noticia interesante. —¿Nunca
atraparlo porque nunca pueden culparlo o nunca atraparlo
porque no pueden encontrarlo?
—Ambos en realidad. Tan pronto como comienzan a construir
un caso en su contra, él desaparece hasta que el caso fracasa, y
luego aparece como un centavo sin fondos.
—¿Hay un caso actual en su contra? —Tendría sentido si se
consideraba que estaba en Milán, Italia, en lugar de Nueva York.
Tal vez estaba huyendo de sus problemas.
170
—Hablé con algunos viejos amigos y me dijeron que el fiscal
de distrito en Nueva York está tratando de construir un caso
contra él por crimen organizado y drogas, pero como de
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costumbre, se les escapó de las manos. El caso está en suspenso
en este momento.
—Bueno, veamos si podemos cambiar eso.

****

—No te vas de mi lado por ningún motivo, ¿entiendes?

—Lo entiendo, Jake, —dijo Jai. —Sé que esto es peligroso, pero
es más peligroso para mí no estar contigo y lo sabes.
No estaba tan seguro de eso, pero tenía la loca sensación de
que tenía razón. No era nada que pudiera identificar, pero por
mucho que quisiera que Jai estuviera en un lugar seguro, no me
parecía correcto.
 Esa era la única razón por la que le permitía ir. No importa
cuánto protestase, si no tuviera un nudo en el estómago ante la
idea de dejarlo atrás, él se habría quedado atrás.
Era tan simple como eso.
Cuando Fred detuvo el auto, esperé hasta que dio la vuelta y
abrió la puerta. El equipo de reserva había sido llamado y
actualmente estaba saliendo del SUV negro detrás de nosotros.
Debido a la naturaleza de nuestra reunión, esperarían aquí a
menos que hubiera problemas.
171
Fred iría con nosotros.
Salí del auto y luego le tendí la mano a Jai para ayudarlo. Una
vez que salió, nos dirigimos hacia las puertas del restaurante
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donde nos esperaba el mafioso italiano.
Las ocho en punto.
Cuando entramos, le dije a la anfitriona a quién íbamos a ver y
que nos esperaban. Después de confirmar mis palabras con un
tipo bastante alto y de cabello oscuro, nos dirigieron hacia la
parte trasera del restaurante.
Cuando nos acercamos a un hombre mayor sentado en una
mesa comiendo un plato de pasta, el hombre levantó la vista.
Supe de inmediato que este era el hombre que estábamos allí
para ver. No solo sus ojos se abrieron un poco cuando vio a Jai,
sino que había un destello de algo malvado en sus ojos oscuros.
Justo cuando llegamos a la mesa, tropecé y me estrellé contra
la mesa. Rápidamente me corregí, retrocediendo.
—Mis disculpas, —dije antes de mirar hacia el suelo detrás de
mí. No vi nada.
 No me sorprendió de ninguna manera cuando Jai y yo fuimos
cacheados. Habría sido una estupidez no hacerlo, especialmente
si fueras un mafioso que se escondía del FBI.
—Señor D'Amato, —dijo el hombre. —Por favor tome asiento.
—Gracias. —Le hice un gesto a Jai para que se sentara y luego
me deslicé en la cabina a su lado.
El hombre tomó varios bocados más de su pasta y un par de
sorbos de su vino antes de preguntar:
—Entonces, ¿a qué debo el placer? Su asistente parecía
172
bastante firme en que nos encontráramos.
—Estoy aquí por Carl y Marla Thomas—. Los ojos de Borelli se
dirigieron a Jai, así que supe que él sabía exactamente de quién
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estaba hablando. —Tengo entendido que le pidieron prestados
cincuenta mil dólares y usaron a su hijo Jai como garantía.
—Tengo muchos intereses comerciales, Sr. D'Amato, como
estoy seguro de que usted sabe. Sería imposible hacer un
seguimiento de todos ellos sin investigarlo. Siendo usted mismo
un hombre de negocios, estoy seguro de que puede entender eso.
—Lo hago. —No es que estuviéramos en el mismo negocio,
por ningún tramo de la imaginación. —Lo que quizás no sepa es
que los Thomas usaron a Jai como garantía para el préstamo
que les dio y luego se dieron la vuelta y me lo vendieron por
cien mil dólares.
Los labios de Borelli se apretaron.
—No lo digas.
Me recliné en mi silla y estiré mi brazo detrás de Jai,
enroscando mis dedos en el cabello de su nuca.
 —No estoy dispuesto a renunciar a Jai si no le devuelven el
préstamo. Sin embargo, creo que podemos llegar a un
compromiso que será beneficioso para los dos.
Borelli se limpió la boca con una servilleta de tela antes de
volver a hablar.
—Estoy escuchando.
—Estoy dispuesto a pagar el préstamo de Thomas en su
totalidad, más los intereses, si hace correr la voz entre sus
amigos para que no les presten más dinero.
173
—¿Y por qué debería hacer eso?
Ahora para la parte difícil.
—¿Disfrutó su pasta, Sr. Borelli?
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El hombre frunció el ceño antes de mirar su plato.
—¿Qué tiene eso que ver con esto?
—¿Sabe lo que hago, Sr. Borelli? ¿Qué tipo de negocio dirijo?
—Tengo entendido que usted dirige una pequeña empresa de
fabricación que crea algún tipo de pieza de computadora que se
vende en todo el mundo.
—Esa es la respuesta simplificada. Creo microchips, fuentes de
alimentación y transmisores que se usan en computadoras,
teléfonos celulares, pequeños electrodomésticos y cosas por el
estilo. Mis productos se venden en todo el mundo. Algunos de
mis productos más interesantes se venden a agencias de todo el
mundo.
Sonreí cuando los ojos del hombre se abrieron.
—Cuando tropecé, dejé caer un pequeño transmisor en tu
pasta. Te vi tragarlo.
 El tipo que nos había llevado a la mesa dio un paso adelante.
Borelli levantó la mano y el hombre retrocedió hasta su lugar
detrás de él.
—¿Un transmisor?
—Es un transmisor de seguimiento. Está hecho de material
biodegradable, por lo que no podrá encontrarlo con una
radiografía. No se moleste en intentarlo—. Saqué mi teléfono
celular y lo puse en la mesa entre nosotros, abriendo mi
aplicación de rastreo. Señalé el botón rojo sólido. —Esta
174
aplicación está conectada a un satélite propiedad de mi empresa.
Ahora puedo rastrearle en cualquier parte del mundo para que
no haya ningún lugar donde pueda esconderse de mí.
10/2022
Los labios de Borelli se apretaron. Miró mi teléfono celular
durante mucho tiempo. Sabía que estaba tratando de ver todos
los ángulos de esta situación y cómo salir de ella.
—¿Qué está proponiendo, Sr. D'Amato? —Preguntó
finalmente.
—Tal como dije. Reembolsaré el préstamo más los intereses. A
cambio, hace correr la voz de que nadie debe prestarle el dinero
a Thomas y Jai desaparece de su radar de forma permanente.
—¿Y si no lo hago?
Sonreí.
—Entonces, esta pequeña aplicación llega a las manos de todas
las agencias del alfabeto que existen, y considerando la cantidad
de gobiernos de todo el mundo con los que hago negocios, son
muchas agencias.
—Podría quitarte tu teléfono.
 Mi sonrisa se convirtió en una mueca.
—Podría, pero está siendo monitoreado por mi asistente en
Nueva York. Ella ve todo lo que hago. Si algo me sucede a mí, a
Jai o a cualquiera de mi gente, lo entregará a las autoridades
correspondientes. Teniendo en cuenta que es una ex agente de la
CIA, ella sabrá exactamente a quién llevárselo.
Los ojos de Borelli se entrecerraron.
—Parece que me tienes en desventaja, Sr. D'Amato.
—En absoluto, —respondí. —No tengo ningún interés en
175
usted, Sr. Borelli. Podría irme de aquí y nunca volver a pensar en
usted. Sin embargo, tengo un gran interés en lo que le suceda a
mi marido.
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Los ojos de Borelli se dirigieron a Jai.
—¿Tu marido?
Levanté la mano con mi anillo de bodas.
—Jai y yo nos casamos hace un par de semanas. Le pagué a
sus padres cien mil dólares como dote y luego me casé con él. Se
suponía que usarían ese dinero para devolverle el dinero. Esa fue
toda la razón del contrato de matrimonio. En cambio, su hija
compró un guardarropa nuevo.
No iba a entrar en por qué había comprado un guardarropa
nuevo. Realmente no necesitaba saber sobre eso.
—Un millón de dólares, —dijo Borelli. —Ese es mi precio para
olvidarme de todo esto y asegurarme de que nadie en mi línea
de negocios preste más dinero a los Thomas.
Ni siquiera parpadeé.
—¿Acepta transferencias bancarias?
 Capítulo quince

Jai

—No puedo creer que le hayas pagado a ese horrible hombre

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un millón de dólares.
Jake resopló mientras se acomodaba en el asiento a mi lado en
la terraza.
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—Hubiera pagado más.
Eso fue una locura.
—¿Crees que realmente correrá la voz sobre mis padres?
—Lo hará si no quiere que entregue esa aplicación a las
autoridades.
Observé a Jake con curiosidad.
—¿De verdad pusiste un rastreador en su pasta?
Jake se rio entre dientes.
—Lo hice.
—¿Dónde lo obtuviste?
—Norris me lo dio—. Jake presionó sus dedos en el costado de
su reloj y luego giró la parte superior hasta que se desenroscó.
Me quedé boquiabierto cuando vi el pequeño espacio detrás de
la esfera del reloj. —Siempre llevo conmigo un par de estos.
—¿Por qué?
 —Nunca se sabe cuándo podría necesitar uno. A veces los dejo
en documentos confidenciales que envío a algún lugar para
asegurarme de que lleguen a donde se supone que debe ir. A
veces compro algo y quiero asegurarme de que llegue a salvo—.
Jake se encogió de hombros. —Diferentes razones.
Eso me pareció un poco raro, pero no puedo decir que estuvo
mal. Ciertamente había funcionado a nuestro favor.
—¿Crees que Borelli va a dejar pasar esto?
—Sí, —dijo Jake. —Él no tiene ninguna razón para buscarte.
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Recibió un millón de dólares por un préstamo de cincuenta mil
dólares. Le devolvieron la suma original más un montón de
intereses. También sabe lo que puedo hacer si me frustra. Es
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mejor para todos nosotros si se olvida de quiénes somos.
—¿No crees que se enojará porque le diste un rastreador?
Jake se rio.
—Oh, está muy enojado. Simplemente no sabe qué hacer al
respecto.
Honestamente, eso me inquietó.
—No me gusta la idea de que él pueda tratar de volver a
atacarnos en el futuro.
—Si se convierte en un problema, entregaré la aplicación a las
personas que puedan hacer más con ella.
—Tal vez deberías hacer eso de todos modos.
Jake negó con la cabeza.
—Por mucho que me gustaría ver a Borelli tras las rejas, tengo
que ser fiel a mi palabra, bebé. La forma en que lo
mantendremos alejado es honrando el trato que hicimos entre
nosotros.
Eso tenía un extraño sentido, pero aun así hubiera preferido a
Borelli tras las rejas.
—Piénsalo de esta manera. Digamos que voy en contra de mi
palabra y entrego esta aplicación a las autoridades y lo arrestan,
está en la cima de su organización y no hay nada que diga que
uno de su gente no vendría por nosotros. O incluso uno de sus
socios comerciales. Si honro nuestro trato, verá que realmente lo
178
dije en serio cuando dije que solo lo quería fuera de nuestras
vidas y, con suerte, nos dejará en paz.
Está bien, pero tenía una preocupación más que necesitaba ser
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resuelta.
—¿Puedes meterte en problemas por darle un millón de
dólares a un mafioso?
—No.
Mis cejas se levantaron con sorpresa.
—¿No?
—Si alguien pregunta, simplemente estaba pagando un
préstamo que un miembro de mi nueva familia tomó. Es posible
que hayan obtenido ese préstamo de las personas equivocadas,
pero aun así tenía que pagarlo. Estaba cumpliendo con mi deber
cívico pagándolo por ellos, ya que son la familia de mi esposo y
todo eso, nadie me puede culpar por eso.
Verdadero.
—¿No crees que Borelli alentará a otras personas a prestar
dinero a mis padres para que puedan obtener un pago más alto?
 Jake se puso pensativo.
—Quiero decir, podría suceder, pero entonces estaría
rompiendo el trato que hicimos, y les entregaría la aplicación a
las autoridades y él tiene que saber eso.
—Bien. —Tiré del cuello de Jake y luego alisé los bordes. —
Espero por nuestro bien que siga adelante. Estoy cansado de que
la gente me compre y venda como si fuera una propiedad.
—Sabes que no pienso en ti así, ¿verdad?
Sonreí tanto para el beneficio de Jake como para el cálido
179
sentimiento que sus palabras crearon dentro de mí.
—Lo sé.
No estaría aquí con él si pensara diferente.
10/2022
Dejé caer mi frente contra la de Jake y miré los profundos ojos
marrones en los que podía ahogarme.
—Solo quiero que todo esto termine. Quiero disfrutar de mi
nueva vida con mi nuevo esposo. No quiero estar
constantemente mirando sobre mi hombro o con miedo de
contestar mi maldito teléfono.
—Entonces, ¿cuál es tu sugerencia? —Preguntó Jake. —Los
conoces mejor que yo. ¿Cómo cuidamos a tu hermana y a tus
padres y los sacamos de nuestras vidas?
—A menos que los ponga tras las rejas, que sería mi elección,
deben entender que no estoy a la venta y que no tienen derecho
a tu dinero—. Mi mandíbula se apretó con renovada ira. —Y es
mejor que Jasmine guarde sus fantasías para sí misma. No estás
disponible para que ella se case.
Jake ya estaba ocupado.
 —¿Qué tal una fiesta?
Lentamente hice una panorámica a Jake.
—¿Una fiesta?
¿Cómo funcionaría eso?
—Sí, podríamos organizar una recepción posterior a la boda en
el ático de Nueva York. Invitaré a todos mis amigos y socios
comerciales.
—¿Y cómo sacará eso a Jasmine y a mis padres de nuestras
espaldas?
180
—Los invitaremos, por supuesto.
Me quedé boquiabierto.
—¿No crees que les gustaría venir a celebrar nuestro
10/2022
matrimonio con nosotros?
Apreté los labios porque estaba a punto de estallar en
carcajadas. ¿Jake quería en serio invitar a mi hermana y a mis
padres a la celebración de nuestra boda?
Jake inclinó su cabeza contra la mía, con una sonrisa en su
rostro.
—Estaba pensando que podríamos pedirles que vinieran un
poco antes y presentarles una factura por el dinero que tomaron
prestado de Borelli.
—¿Incluyendo intereses?
La sonrisa de Jake se volvió malvada.
—Por supuesto.
Me gustaba este plan.
Mis padres se cagarían en los pantalones si Jake les diera una
factura de un millón de dólares. Tal vez lo grabaría en video.
 Me tensé cuando sonó el celular de Jake. Habíamos tenido una
conversación tan agradable que no quería que nada la
interrumpiera.
Jake lo sacó, luego hizo una mueca mientras miraba la
pantalla y respondía.
—¿Qué pasa, Stella?
No podía escuchar lo que estaba diciendo, pero el rostro de
Jake se oscureció y comenzó a ponerse más rígido con cada
segundo que pasaba. Cuando finalmente colgó y me miró, sus
181
ojos marrones eran fragmentos de hielo.
—¿Qué?
—Parece que tu hermana decidió que atraerme con su nuevo
10/2022
guardarropa no era suficiente, así que ha estado yendo a algunas
de las boutiques de lujo de la ciudad, diciéndoles que ella es mi
prometida, comprando un montón de cosas de marca, y
enviando las facturas a mi oficina. Incluso tiene un anillo de
compromiso en espera para que lo recoja cuando regrese de mi
viaje de negocios en Tiffany & Co. Jewelers.
—¿De verdad la dejaron comprar cosas solo con su palabra?
¿Qué tipo de práctica comercial era esa?
—No todos, pero algunos lo hicieron. Parece que tenían
demasiado miedo de ofender a Jasmine en caso de que
realmente estuviera diciendo la verdad. No querían ponerse en
mi lado malo.
Demasiado tarde.
—¿Qué vas a hacer?
Jake resopló.
 —Presentarle las facturas.
—Ella no las pagará—. Casi podría garantizarlo.
—Tal vez no, pero tampoco las voy a pagar.
—¿No se verá mal para ti?
—Esas tiendas deberían haber esperado para recibir mi
confirmación antes de dejarla salir por la puerta con su
mercancía. Si tienen algún problema con eso, pueden llevarla a
los tribunales. Ella no es mi prometida, así que no soy
responsable de sus gastos.
182
No estaba seguro de que eso fuera suficiente. Jasmine seguiría
intentando cosas así hasta que consiguiera lo que quería. Esa era
su forma de trabajar, y si no conseguía lo que quería, hacía que
10/2022
nuestro padre se lo sacara a golpes a alguien, normalmente a
mí.
—¿Cómo te sientes acerca de las conferencias de prensa?
Fruncí el ceño en confusión.
—¿Qué?
—Estaba pensando que podríamos invitar a alguien de la
prensa para que viniera a hacernos una entrevista y tal vez
tomar algunas fotos de la celebración de nuestra boda. Tal vez si
saliera en las páginas sociales, la gente sabría que Jasmine no es
mi prometida.
—Esa es una lata bastante grande de gusanos para abrir. Una
vez que sepan de mí, sin duda harán un trabajo de fondo y
aprenderán sobre mi familia. ¿De verdad quieres estar asociado
con ellos?
Jake se encogió de hombros.
 —Podría ser la única forma, Jai.
Suspiré mientras apoyaba mi cabeza en el hombro de Jake. No
me gustaba, ni un poco, pero tampoco podía decir que estaba
equivocado. No tenía idea real de cómo hacer que Jasmine
dejara de meterse en mi vida.
Los brazos de Jake me rodearon, sosteniéndome fuerte.
—Resolveremos esto, Jai.
No estaba tan seguro de eso, pero renunciar a Jake no era una
opción, así que teníamos que pensar en algo.
183
—¿Y ahora qué? —Yo pregunté.
—Me temo que tenemos que acortar nuestra luna de miel.
Tenía miedo de eso.
10/2022
—Una vez que nos ocupemos de tu familia, podemos
retomarla—. La mano de Jake acarició un lado de mi cara. —Te
lo prometo, Jai.
Asentí mientras las lágrimas llenaban mis ojos. Una vez más,
mi familia me estaba quitando algo. Esta vez fueron los
recuerdos de mi luna de miel. Estaba aterrorizado de saber qué
sería la próxima vez.
—Oye, oye, va a estar bien, bebé—. Jake comenzó a presionar
pequeños besos en mi rostro, terminando en mis labios. —No
dejaré que te alejen de mí.
Contuve el aliento cuando nuestros labios se encontraron.
—Jake.
—Te tengo, cariño.
Contuve el aliento cuando Jake me levantó y comenzó a
llevarme a la habitación. Instantáneamente envolví mis piernas
alrededor de su cintura. Cuando me acostó en la cama, se estiró
encima de mí, acomodándose entre mis muslos.
—Jake, —susurré contra sus labios.
Su lengua se deslizó contra la mía, exigiendo la entrada. Abrí
la boca ansiosamente y le di la bienvenida. Besar a Jake era una
experiencia que nunca pensé que necesitaría tanto, pero sabía
que podía hacerlo durante horas y horas.
Probablemente podría correrme solo de besarlo.
Jake lo convirtió en una forma de arte. No solo me besó. Él me
184
consumió. Exigió mi sumisión con sus labios y luego con su
cuerpo.
De buena gana renuncié a ambos.
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Él podría tenerme.
Cuando Jake se inclinó hacia atrás y luego se deslizó hacia el
final de la cama, gemí en señal de protesta. La sonrisa de macho
del hombre de ninguna manera quitó su masculinidad. En él, el
ego se veía bien.
Odiaba eso.
Cuando Jake empezó a desvestirse, me apoyé en los codos para
ver el espectáculo. La razón por la que su ego pudo sostener su
actitud de macho fue porque tenía los músculos para
respaldarlo. Millas y millas de músculos dorados y bronceados.
Creo que el vello que se extendía por sus gruesos músculos
pectorales y luego se arrastraba en una fina línea hasta su ingle
fue lo que realmente me atrapó. Si Jake no se afeitaba al menos
una vez al día, comenzaba a verse desaliñado.
Era muy caliente.
 Había un brillo de depredador en los ojos de Jake mientras se
subía a la cama y se dirigía hacia mí. Mordisqueó trozos de piel y
luego calmó el dolor con la lengua. Cuando llegó a mi boca, yo
era un desastre tembloroso.
—¿Dónde está el lubricante, bebé?
¿En serio?
¿Se suponía que debía pensar?
Jake me señaló con el dedo.
—No te muevas.
185
Como si me fuera a mover.
Jake se subió a mi pierna, se deslizó a un lado de la cama y
luego metió la mano en la mesita de noche. Regresó un
10/2022
momento después, con un tubo de lubricante en la mano.
La sonrisa feroz en su rostro mientras volvía a subir a su lugar
anterior entre mis piernas debería haberme puesto nervioso.
No lo hizo
Me hizo doler.
Jake comenzó a besarme de nuevo y perdí todo sentido del
tiempo y la razón. Todo se desvaneció excepto el hombre que
me volvía loco con su toque. Cuando presionó un dedo lubricado
entre mis nalgas, abrí las piernas como una perra en celo.
Chupó mi dolorida polla en su boca y la chupó hasta la raíz
justo cuando deslizaba un dedo en mi culo. La combinación de
placer e incomodidad me robó el aliento. No sabía si joder con
mis caderas y llevar mi polla a la boca de Jake o empujar hacia
atrás y meter su dedo dentro de mí.
 Clavé mis dedos en las mantas y los enrollé alrededor del
material suave. Mi habilidad para controlarme y no gritar como
un alma en pena estaba perdiendo rápidamente su poder. Me
sentí como si estuviera en el filo de una navaja, el dolor y el
placer eran abrumadores y estimulantes al mismo tiempo.
—Por favor, —supliqué.
Sí, supliqué.
Era eso o empezar a gritar.
No pude hacer nada más que gemir cuando Jake metió otro
186
dedo en mi trasero. Sabía que habría más, pero ya me sentía tan
lleno.
Me dolía
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Jake soltó mi polla y luego se inclinó para lamer una larga
línea sobre mis bolas. No me afeitaba, pero realmente no
necesitaba hacerlo. Apenas tenía pelusa de durazno en mis
nueces.
Sentí todo.
Jake metió sus dedos dentro y fuera de mí varias veces antes
de agregar un tercero. Contuve el aliento, la invasión fue un
poco más dura que los otras dos, pero no pasaron más de un par
de segundos antes de que empujara contra los dedos de Jake.
—Mi bebé tiene hambre.
Maldita sea, tenía hambre. Estaba hambriento por el toque de
Jake. Quería que me follara en el colchón hasta que olvidara mi
propio nombre.
—Por favor, —gemí de nuevo. —Lo necesito, Jake.
 Jake sacó sus dedos de mi trasero, se limpió la mano en la
toalla de mano que había traído del baño y luego se deslizó para
arrodillarse entre mis piernas.
—¿No te dije que te tenía?
Asentí vigorosamente.
Él lo hizo.
Jake me dio una de esas sonrisas arrogantes que parecía
guardar solo para mí.
Llenó cada pulgada de mí y me hizo desear más. No podía
187
esperar a sentirlo empujando dentro de mí, empalándome. Lo
necesitaba más de lo que necesitaba el aire.
Jake se deslizó hacia adelante hasta que la cabeza de su polla
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hizo muescas contra mi pulsante entrada. Empujó hacia
adelante hasta que solo la cabeza entró y luego levantó mis
piernas con sus brazos.
—¡Jake! —Grité cuando se estrelló contra mí.
Fue directamente al modo de embestida, empujando hasta que
estuvo enterrado hasta el fondo dentro de mí. Empujó su polla
en mi culo una y otra vez, abriéndome en dos hasta que mi
cuerpo se amoldó a su polla como si hubiera sido hecho solo
para él.
Mi orgasmo se apoderó de mí y me llevó al borde del abismo.
Grité cuando mi cuerpo estalló, cuerdas de semen blanco
nacarado saliendo disparadas de mi polla y salpicando todo mi
abdomen.
Jake soltó un fuerte gruñido cuando se estrelló contra mí por
última vez y luego se quedó inmóvil, con la cabeza cayendo
hacia atrás sobre los hombros. Podría haber sido una estatua con
lo quieto que se volvió.
Por un momento, me preocupé.
Entonces Jake empujó dentro de mí una y otra vez, empujando
su polla tan profundo como podía antes de rugir su orgasmo y
llenarme.
El pecho de Jake subía y bajaba rápidamente mientras se
desplomaba sobre mí, agarrándose a mí con sus brazos. Se quedó
allí mientras recuperaba el aliento y luego salía lentamente de
188
mí.
Se estiró a mi lado y luego agarró las mantas y nos cubrió a
los dos. Me atrajo a sus brazos, su pecho contra mi espalda, su
10/2022
ingle en mi trasero y enterró su rostro en la parte de atrás de mi
cabello. Sonreí cuando sentí un beso suave como una pluma en
la nuca.
Si tuviera a Jake a mi lado, supongo que podríamos resolver
cualquier cosa.
 Capítulo dieciséis

Jake

Miré alrededor de la habitación para asegurarme de que todo

189
estaba listo como yo quería. No habíamos hecho mucha
decoración, en su mayoría jarrones con rosas blancas colocados
alrededor de la habitación, pero la celebración de una boda
10/2022
requería un poco de extravagancia.
Ante la insistencia de Stella, hice que todo el asunto fuera
atendido por una conocida empresa de catering. Meseros
vestidos con pantalones negros, chalecos y pajaritas circularían
por la sala con bandejas de champán y hors d'oeuvre una vez
que llegaran los invitados. Incluso se instaló una pequeña
orquesta en la esquina de la gran sala de estar.
Jai aún no lo sabía, pero yo había pedido un pastel de bodas a
uno de los mejores panaderos de la zona. Me hubiera gustado
tener más campanas y silbatos para la celebración de nuestra
boda, pero dos semanas no era mucho tiempo para planificarlo
todo.
Cuando sonó el timbre, me acerqué para contestar porque el
mayordomo que había contratado para la fiesta estaba
trabajando con los encargados del catering para preparar todo
para la fiesta.
Sonreí cuando abrí la puerta y vi quién estaba parado al otro
lado.
—Tío Rudy, gracias por venir.
Me alegré de que pudiera tomarse un tiempo de su apretada
agenda para venir a nuestra celebración. Podría haberse retirado,
pero el hombre siempre estaba haciendo algo.
Admiraba a Rudolph D'Amato más que a casi todos los que
190
conocía y esperaba ser como él algún día. Me había acogido
cuando nadie más lo había hecho y me dio la oportunidad de
una buena vida. Aunque lo llamé tío Rudy, técnicamente no era
10/2022
pariente mío, sino un viejo amigo de mi madre. Todavía lo
adoraba y lo consideraba familia.
—Jake, mi querido muchacho—. El hombre mayor sonrió
mientras entraba al ático. —¿Dónde está tu apuesto novio? No
puedo esperar para conocerlo.
No podía esperar para presentar a las dos personas que más
me importaban.
—Jai todavía se está preparando, —le dije. —Creo que está un
poco nervioso.
El tío Rudy levantó una ceja.
—Es un poco tarde para tener los pies fríos, ¿no?
—No son nervios por la celebración de la boda. Se supone que
sus padres y su hermana estarán aquí esta noche.
La sonrisa desapareció instantáneamente del rostro de Rudy.
—¿Vienen aquí? ¿Esta noche?
 Fruncí el ceño ante la repentina preocupación que pude ver en
el rostro de mi tío.
—Sí.
—Debiste decírmelo.
—Tío...
—Creo que es mejor si vuelvo cuando no haya tanta gente
viniendo a visitarte—. El tío Rudy se volvió hacia la puerta
abierta. —Te llamaré en unos días y podemos reunirnos para
almorzar o algo así.
191
—Tío Rudy, ¿qué...?
Las puertas del ascensor se abrieron y salieron las tres
personas que menos deseaba ver en mi vida. El tío Rudy se
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congeló, su cara se volvió blanca como la pasta. Me sorprendió
cuando la madre de Jai se detuvo y también palideció.
¿Qué estaba pasando aquí?
Mi tío asintió con la cabeza hacia ella.
—Marla.
Espera.
¿Qué?
Miré lentamente de la madre de Jai a mi tío adoptivo.
—¿Conoces a Marla?
—Sí, —admitió el tío Rudy. —Nos conocimos una vez hace
mucho tiempo.
—¿Qué demonios estás haciendo aquí? —Espetó la madre de
Jai.
El tío Rudy sonrió.
—Fui invitado.
 —¿Qué? —Ella gritó. —Estás mintiendo.
—No lo hago, en realidad.
Me sentí como una pelota de ping pong por la forma en que
mi cabeza rebotaba entre los dos. Algo estaba pasando aquí
además de la furiosa animosidad entre Rudy y Marla, pero
maldita sea si sabía lo que era.
—Tienes que irte, —escupió Marla. —No te quiero aquí.
Antes de que pudiera decir algo, mi tío se rio entre dientes.
—No creo que dependa de ti, ¿verdad?
192
—Por supuesto que lo hace —espetó ella. —Esta es la fiesta de
compromiso de mi hija. Si quiero que te vayas, te vas.
La conmoción me quitó el aliento de los pulmones.
10/2022
—¿La fiesta de compromiso de tu hija? —El tío Rudy se volvió
para mirarme.
Simplemente negué con la cabeza. No tenía ni idea de lo que
estaba hablando esta mujer chiflada. Ni una sola vez dije que era
una fiesta de compromiso, e incluso si lo fuera, no estaría
comprometido con Jasmine.
—Creo que ha habido algún tipo de malentendido aquí, —le
dije.
Marla puso una sonrisa en su rostro que parecía forzada e
irreal.
—Por supuesto, tiene razón, Sr. D'Amato.
Creo que me voy a enfermar.
—Realmente debo pedirle que elimine a este hombre de la
lista de invitados, —dijo Marla. —Él no tiene derecho a estar
aquí.
 —Tengo más derecho a estar aquí que tú, —dijo el tío Rudy.
—¡Necesitas irte! —Marla gritó, completa con un pisotón.
—¿Quieres decir antes de que Jai descubra la verdad de lo que
hiciste?
¿La verdad?
Entrecerré los ojos.
—¿Qué está pasando aquí? ¿Qué verdad?
El tío Rudy se apretó cuando me miró.
—¿Hay algún lugar donde podamos discutir esto en privado?
193
¿Quizás en tu oficina?
Sí, puede que no fuera una mala idea.
Di media vuelta y me dirigí a mi oficina. Apenas había entrado
10/2022
cuando me agarraron del brazo.
—Sr. D'Amato... Jake, —dijo Marla mientras me agarraba el
brazo con fuerza. —Diga lo que diga este hombre, está
mintiendo. Me odia. Me culpa por la muerte de mi hermana.
Dirá cualquier cosa para ponerte en mi contra.
—¿Tu hermana? —¿Marla tenía una hermana? No recuerdo
que apareciera en el informe que me dio Stella.
—No me sorprende que no hayas oído hablar de Angela antes,
—dijo el tío Rudy mientras entraba a la oficina—. Murió hace
unos veinticinco años.
Hice una mueca cuando miré a Marla.
—Lo siento mucho.
—Fue un accidente sin sentido, —dijo el tío Rudy. —El auto
patinó en el hielo y se fue por un barranco. Angela, sus padres y
el bebé que Angela llevaba todos murieron. Mi bebé. ¿No es eso
lo que me dijiste, Marla? ¿Que todos murieron?
Uh, oh.
—Por supuesto que todos murieron, —dijo Marla
rápidamente.
Teniendo en cuenta lo pálida que estaba, dudé en creerle.
Ciertamente no podía creer las lágrimas que brotaban de sus
ojos.
Ella sollozó y se secó los ojos.
194
—Estaba destrozada.
—Como yo, —dijo el tío Rudy. —Es horrible perder a tu
prometida y a tu hijo por nacer en un accidente sin sentido.
10/2022
Especialmente un accidente que nunca debería haber ocurrido.
Si tus padres no hubieran obligado a Angela a irse a casa, ella ni
siquiera habría estado en el auto en primer lugar.
La palidez del rostro de Marla se volvió roja de ira cuando se
dio la vuelta y comenzó a gritarle a Rudy.
—¿De verdad crees que mis padres iban a dejar que te casaras
con ella? No eras nada. Abandonaste la escuela secundaria sin
dinero. Mi hermana era una modelo. Era querida dondequiera
que iba. No estaba hecha para gente como tú.
Eso podría explicar la obsesión de Marla por convertir a
Jasmine en modelo.
—¿Es por eso que me dijiste que mi hijo estaba muerto? —
Preguntó el tío Rudy con la voz más tranquila que jamás había
oído salir del hombre. —¿O fue por el fondo fiduciario que
Angela había establecido para nuestro hijo?
 Espera.
¿Hijo?
—¿Qué hijo? —Yo pregunté.
Estaba bastante seguro de que ya lo sabía, pero tenía que estar
seguro.
La sonrisa del tío Rudy era agridulce cuando se volvió para
mirarme.
—Sabes qué hijo.
—Pero ¿cómo? —Yo pregunté. —Jai y Jasmine son gemelos.
195
—No, no lo son. De hecho, Jai es tres meses menor que
Jasmine. Es la única hija de Carl y Marla Thomas—. El tío Rudy
respiró temblorosamente. —Jai es mi hijo.
10/2022
—¿Yo soy tu hijo?
Oh demonios.
Lentamente me giré para ver a Jai de pie en la puerta. Se veía
fantástico. El esmoquin que le habíamos hecho le quedaba como
un guante, y su cabello había sido recortado y peinado donde
enmarcaba su rostro y hacía que sus ojos verdes resaltaran como
diamantes.
Se habría visto perfecto si no estuviera tan pálido.
Rápidamente crucé la habitación hacia él y lo atraje a mis
brazos.
—No sé qué está pasando aquí, —le susurré al oído, —pero
creo que los esqueletos en el armario de tu madre acaban de
salir.
Más bien explotaron.
 —¿Qué estás haciendo? —Una alta voz femenina chilló detrás
de nosotros. —Quítale las manos de encima a mi prometido.
Oh maldición, había olvidado la otra parte de este fiasco.
—¿Desde cuándo soy tu prometido? —Gruñí mientras me
giraba para mirar a Jasmine. —Nunca hemos tenido una cita.
Jasmine sonrió tan dulcemente que quería vomitar.
—Oh, los detalles no importan, cariño. Sabía que estábamos
destinados a estar juntos desde el primer momento en que te vi.
Sí, vomitar.
196
—No soy tu prometido, Jasmine.
—Por supuesto que lo eres, —dijo Marla mientras daba un
paso adelante para pararse junto a su hija. —De eso se trata esta
10/2022
noche, ¿verdad? ¿De anunciar tu compromiso con Jasmine al
mundo?
—No. —Levanté mi mano anular y luego me estiré para
sostener la de Jai. —Es para anunciar mi matrimonio con Jai.
—¿Qué? —Jasmine gritó mientras señalaba a Jai. —¿Te vas a
casar con él?
—Ya estoy casado, —respondí con mucha satisfacción.
—¿Ya estás casado?
—Acabamos de regresar de nuestra luna de miel en Italia.
—¿Tu luna de miel? —Me giré para mirar a Jai. —¿Hay
alguna razón por la que sigue repitiendo todo lo que digo? ¿No
estoy siendo lo suficientemente claro?
Tal vez mi inglés no era tan bueno.
—No puedes casarte con él, —insistió Jasmine. —Se supone
que debes casarte conmigo.
 —¿No lloraste y lloraste porque no querías casarte con Harry
Turner, entonces mamá y papá decidieron casarme con él? —Jai
preguntó.
Sonreí.
—Por supuesto que no me iba a casar con ese perdedor
degenerado, —espetó Jasmine. —Mamá dijo que consumía
drogas y todo tipo de cosas. Se crió en un parque de casas
rodantes, por el amor de Dios. No tendría nada que ver con
gente como él. Probablemente contraería alguna enfermedad
197
contagiosa o algo así.
Jai me señaló.
—Conoce a Harry Turner.
10/2022
Saludé.
Mis cejas se dispararon cuando los ojos de Marla rodaron hacia
la parte posterior de su cabeza y se desplomó en el suelo.
Nadie trató de atraparla.
—¿Eres Harry Turner? —Jasmine susurró. —¿El tipo que
creció en el parque de casas rodantes?
Me encogí de hombros.
—Solía serlo. Cuando murió mi madre, me fui a vivir con mi
tío Rudy y él me adoptó, cambiándome el nombre a Jake
D'Amato.
—Espera... —Su frente se arrugó. —Si es tu tío, entonces no
puedes casarte con Jai—. Ella sonrió brillantemente. —Eso
funciona entonces. Te divorcias de Jai y luego puedes casarte
conmigo.
No estaba conectando los puntos.
 —¿Por qué no puedo casarme con Jai? —Yo pregunté.
—Bueno, él es el hijo de Rudy. Si fuiste adoptado por él,
entonces no puedes casarte con su hijo. Eso se llama incesto y es
contra la ley.
En lugar de responder eso porque era simplemente ridículo, le
pregunté:
—Entonces, ¿sabías que Jai no era tu hermano biológico?
—Por supuesto que lo sabía. Él estaba- ¡Ay! —Jasmine se frotó
la nuca mientras se giraba para mirar a su padre. —¿Por qué me
198
pegaste?
—¡Cállate la boca!
Al menos alguien en esta familia tenía un poco de cerebro.
10/2022
Simplemente no mucho.
—¿De verdad eres mi padre? —Jai preguntó.
Miré hacia abajo para verlo mirando al tío Rudy con tanta
esperanza en su rostro.
—Lo soy. —Las lágrimas brotaban de los ojos de Rudy. —
Durante tantos años, pensé que te había perdido en ese accidente
automovilístico junto con tu madre. No fue hasta que Jake me
dijo que se iba a casar y me dio tu nombre que supe que estabas
vivo.
—¿Por qué no dijiste nada antes de ahora?
—Estuviste fuera en tu luna de miel. Pensé en venir un poco
temprano esta noche y decírtelo—. Jai se rio entre dientes
cuando Rudy puso los ojos en blanco. —No tenía idea de que
esta tormenta de mierda sucedería.
 —Entonces, ¿no estoy relacionado con ellos? —Jai señaló a
Jasmine y sus padres.
¿Padres?
—Carl y Marla son tu tía y tu tío, no tus padres. Y Jasmine es
tu prima, tu prima mayor por tres meses—. Las fosas nasales del
tío Rudy se ensancharon. —Ella no es tu hermana.
—Oh, gracias a Dios. —Jai se derrumbó contra mí. —Creo que
es lo mejor que he escuchado—. Su cabeza se levantó. —Además
de querer casarte conmigo, por supuesto.
199
Sonreí.
—Por supuesto.
—¡No puedes estar casado!
10/2022
Jai se rio cuando puse los ojos en blanco y me volví hacia
Jasmine.
—Estamos casados. Acostúmbrate. —Me alejé de Jai y me
acerqué a mi escritorio, recogiendo los papeles que había
preparado antes. —Y estos son para ti.
Jasmine frunció el ceño mientras los tomaba.
—¿Qué es esto?
—Facturas de todas las boutiques a las que fuiste de compras
después de decirles que estábamos comprometidos y hacer los
arreglos para que me enviaran la cuenta. No estamos
comprometidos y no les pagaré.
—Pero... —El pánico puro absorbió el color del rostro de
Jasmine. —No puedo pagar esto. No tengo esa cantidad de
dinero.
 —Deberías haber pensado en eso antes de acumular una
factura tan alta—. Tenía muchas ganas de sonreír, pero no había
terminado de dejar caer el boom sobre esta perra loca. —Y no
creas que puedes ir a buscar otro préstamo. Ya hablé con el Sr.
Borelli, y él prometió no solo cortarte a ti y a tu familia, sino que
les ha dicho a sus amigos que no te prestarán dinero tampoco.
Lo había comprobado solo para asegurarme de que había
cumplido con nuestro acuerdo, y lo había hecho. Supongo que
obtener un rendimiento de un millón de dólares en un préstamo
200
de cincuenta mil dólares fue un gran avance para lograr que el
tipo hiciera lo que yo quería.
También podría haber tenido algo que ver con la aplicación.
10/2022
Jasmine trató de devolverme las facturas.
—Tienes que pagar esto.
—Ni en sueños.
Ella entrecerró los ojos.
—Te llevaré a la corte.
Resoplé.
—¿De qué cargo?
—Por alimentos.
La miré por un momento para ver si hablaba en serio. Cuando
me di cuenta de que lo hacía, me eché a reír.
—No puedes demandarme por pensión alimenticia. Nunca
hemos vivido juntos y mucho menos hemos tenido una relación.
Ni siquiera hemos tenido una cita, ¿o te olvidaste de esa parte?
Sé que lo había mencionado antes.
 —Dijiste que me llamarías tan pronto como estuvieras
disponible.
Levanté mi mano anular.
—Todavía no estoy disponible. Nunca planeo estar disponible.
No en esta vida.

201

10/2022
 Capítulo diecisiete

Jai

—¿Cómo no supe de ti?

202
—No creo que tuviéramos la intención de conocernos, Jai. Tu
tía y tu tío necesitaban que accedieras al fondo fiduciario que tu
madre creó para ti. Si supieras sobre mí, ¿puedes decir
10/2022
honestamente que te habrías quedado con ellos?
¡Diablos, no!
—¿Qué fondo fiduciario?
El hombre suspiró.
—¿Tampoco te dijeron nada de eso?
Rápidamente negué con la cabeza.
—Tu madre era modelo, muy buena. Ganaba mucho dinero y
quería asegurarse de que te cuidaran si algo le pasaba, así que
creó un fondo fiduciario para ti.
—Nunca supe nada al respecto.
Los sorprendentes ojos verdes de Rudy se entrecerraron
mientras miraba a través de la habitación hacia donde Carl
estaba parado sobre la parte superior del cuerpo boca abajo de
Marla. La mueca de disgusto que cruzó su rostro se mezcló con
una fuerte dosis de ira.
 —Tendré que contratar a un contador forense para que
investigue cómo se distribuyó el dinero, pero según tengo
entendido, si algo le pasaba a tu madre, se entregaba un
estipendio anual a quien te cuidaba para ayudarle con tus gastos.
La mayor parte del fideicomiso se te entregaría cuando
cumplieras veinticinco años.
—Ya tengo veinticinco años.
—No los tienes, en realidad. Tu cumpleaños no es hasta dentro
de dos meses. El 25 de diciembre. Eras un bebé de Navidad.
203
—¿No tengo veinticinco años?
—No.
—¿Cómo hicieron eso? —¿No había papeleo del gobierno
10/2022
involucrado? —¿Falsificaron el certificado de nacimiento o algo
así? Lo he visto y definitivamente dice que tengo veinticinco
años. También incluye a Carl y Marla como mis padres
biológicos.
—De nuevo, eso es algo que tendrá que investigarse porque no
lo sé. Lo único en lo que puedo pensar es cuando Angela murió,
pudieron adoptarte y tal vez hablaron con alguien sobre
falsificar la fecha de nacimiento porque ya tenían un bebé y
querían hacérselo más fácil.
Eh.
Sabía que debería estar enloqueciendo en este momento, pero
todo lo que quería hacer era saltar de alegría. Ni siquiera había
procesado que estaba parado frente a mi padre biológico. Estaba
demasiado emocionado de que técnicamente no era el hijo de
los monstruos que me habían criado.
 —Tengo tus ojos.
Rudy sonrió.
—Y la hermosa sonrisa de tu madre.
—¿Cómo es ella?
El hombre metió la mano en su bolsillo y sacó su billetera. La
abrió, tomó una foto y me la tendió.
—Oh. —Era una foto de una mujer de pie junto a un Rudy
mucho más joven. Su largo cabello rubio rojizo le caía por la
espalda en suaves ondas y sus ojos azules brillaban con picardía
204
mientras miraba a Rudy.
El amor y la adoración que podía ver en la vieja fotografía
arrugada me dejó sin aliento.
10/2022
—Tú la amabas.
—Lo hice, —respondió Rudy. —Iba a casarme con ella.
Miré hacia arriba.
—¿Por qué no lo hiciste?
—Sus padres estaban en contra del matrimonio. Querían que
se casara con alguien que seleccionaron para ella. Yo abandoné
la escuela secundaria sin un centavo, tal como dijo Marla.
Obtuve mi diploma de escuela secundaria en la escuela
nocturna y me uní al Servicio con la intención de obtener algo
de capacitación y luego conseguir un buen trabajo cuando
saliera para poder mantenernos. Ella murió antes de que eso
pudiera suceder.
—Lo siento. —Miré la foto una vez más antes de devolverla. —
Si estás dispuesto, me encantaría saber más sobre ella y sobre ti.
Rudy sonrió mientras guardaba la fotografía.
 —Me gustaría eso, hijo. Me gustaría mucho.
Me di cuenta de que yo también lo hacía. Jake había hablado
de su tío las suficientes veces para que yo supiera que realmente
lo respetaba. Si Rudy era lo suficientemente bueno para Jake, tal
vez también lo sería para mí.
Pero primero, necesitaba sacar a los monstruos de mi vida.
—¿Te quedarás para la fiesta?
La sonrisa de Rudy se iluminó.
—Me encantaría.
205
Le di un asentimiento antes de cruzar la habitación al lado de
Jake. Puse mi mano en su brazo para llamar su atención.
—Estoy listo para que esto se haga.
10/2022
Jake palmeó mi mano.
—Está bien, bebé.
Me volví hacia la mujer que había crecido creyendo que era
mi hermana y traté de ver si había una pizca de arrepentimiento
en sus ojos por todo lo que me había hecho.
No lo había.
—Sabes, si me hubieras mostrado algo de amabilidad, incluso
una palabra, habría compartido todo contigo. En cambio, me
menospreciaste, me amenazaste, me robaste e hiciste de mi vida
un infierno. Ahora que sé que no somos realmente familia, no
quiero tener nada que ver contigo. Estoy cortando todos los
lazos. Te quiero fuera de mi vida, y eso incluye la vida de mi
esposo.
Jasmine jadeó mientras presionaba una mano contra su
amplio pecho.
 —No puedes decir eso.
—Oh, lo hago, créeme—. Nunca quise decir nada más. —No te
moleste en venir a nosotros si necesitas dinero porque no lo
obtendrás. A partir de ahora, estás sola. No te enviaré ni un
centavo.
—Pero... pero... ¿Cómo voy a vivir?
—No es mi problema. —Realmente nunca lo había sido. —
Averígualo tú misma. Mejor aún, consigue un trabajo, y no me
refiero a un trabajo de modelo. Consigue un trabajo de verdad.
206
Si fueras lo suficientemente buena para ser modelo, ya te
habrían descubierto. Obviamente, no lo eres, así que ríndete y
comienza a asumir la responsabilidad de tu vida porque yo no
10/2022
voy a hacerlo más.
—No voy a dejar que me hagas esto, Jai, —espetó Jasmine. —
Me debes.
—¡No te debo una mierda! —Le grité de vuelta. —No solo tus
padres han estado aceptando dinero por mí todos los años solo
por criarme, sino que has estado tomando casi todo lo que poseía
durante la mayor parte de mi vida. Ni siquiera me avisaron que
tenía un padre de verdad en alguna parte. En cambio, me
vendieron. No una, sino dos veces.
—¿Cómo supiste...? Quiero decir, no sé de qué estás hablando.
Nunca haríamos algo así.
—Esta no es una maldita película, Jasmine. Deja de actuar. No
eres muy buena en eso.
Ella entrecerró los ojos.
 —¿Crees que no sé lo que hiciste? —¿Era una completa idiota?
—Me vendiste a Carlos Borelli por cincuenta mil dólares y luego
te diste la vuelta y me vendiste a Jake por cien mil dólares. No
soy una propiedad que puedas vender.
—Crees que lo tienes tan bien, ¿no? —Jasmine se burló. —
Simplemente vas a agacharte y ser el pequeño culo de Jake y él
te dará lo que quieras. Bueno, Borelli vendrá por ti cuando no
reciba su dinero y no hay nada que puedas hacer para detenerlo.
Espero que te meta en uno de sus burdeles. Entonces no te verás
207
tan engreído.
—Pagué la deuda con el señor Borelli—. Jake le tendió otra
hoja de papel. —Aquí está la factura. Espero que me devuelvan
10/2022
el dinero de manera oportuna, o los demandaré a ti y a toda tu
familia por incumplimiento de contrato.
—Si pagaste la deuda por su cuenta, no puedes demandarnos.
—Puedo, en realidad. Hiciste un acuerdo con Borelli que no
era exactamente legal ya que usaste a tu hermano como
garantía. Pero el acuerdo que tenías conmigo era legal. Incluso
tengo la firma de tu madre y tu padre en el contrato de
matrimonio. Desde que tuve que pagarle a Borelli para
quedarme con Jai, eso significa que ahora me debes ese dinero
—La sonrisa de Jake se extendió por su rostro. —Y tuve que
pagarle un millón de dólares por los intereses, así que espero
que me devuelvas todo eso.
Jasmine negó con la cabeza.
—No lo haré y tú no puedes obligarme.
 Estaba un poco emocionado por lo perversa que se volvió la
sonrisa en el rostro de Jake. Saber que estaba dirigida a Jasmine
en defensa mía fue un poco excitante, lo cual fue extraño. No
debería sentir lujuria cuando estaba diezmando a mi ex
hermana.
—¿Quieres apostar? —Preguntó Jake. —Tengo facturas de esas
boutiques de lujo en las que compraste, además de sus
declaraciones juradas de que dijiste que estábamos
comprometidos y que me enviaran las facturas. Tengo el
208
contrato de matrimonio que firmaron tus padres. Tengo un
recibo bancario por el millón de dólares. Le pagué a Borelli.
Tengo registros médicos que atestiguan el abuso físico de Jai por
10/2022
parte de tu padre. Tengo el chip de rastreo que pusiste en su
reloj. Tengo los extractos bancarios de Jai para respaldar cuánto
dinero le has exigido a lo largo de los años. Y yo tengo un
equipo de abogados muy bien pagados que lucharán contra esto
en los tribunales hasta que seas vieja y canosa.
Me incliné más cerca de Jake y le susurré:
—Quiero ser tú cuando sea grande.
Jake me guiñó un ojo.
—¿Qué va a ser, Jasmine? —Preguntó Jake. —O me pagas en
cuotas regulares o podemos llevar esto a los tribunales y puedes
arriesgarte frente a un juez.
—Bien, te lo devolveré—. Estaba claro por el tono agudo de
Jasmine que estar de acuerdo era lo último que quería. —Habría
sido una mejor esposa para ti, ¿sabes? Jai no es tan hermoso
como yo. No puede hacerte feliz.
 Jake sonrió mientras envolvía su brazo alrededor de mis
hombros y me atraía a su lado.
—Jai tiene algo que lo hace mucho más atractivo que tú,
Jasmine. Algo que nunca podrás esperar tener.
El ceño fruncido de Jasmine hizo que sus cejas cuidadas de
color rubio oscuro se juntaran en su frente, dándole varias
arrugas. Claramente no podía pensar en nada que yo pudiera
tener que ella no tuviera.
—¿Qué?
209
—Mi corazón.
Vale, me derretí en el suelo allí mismo.
Le sonreí, esperando que viera en mis ojos lo que no iba a
10/2022
compartir con toda la habitación.
—Creo que fue un trato justo. Tú tienes el mío.
—¿Sí?
Asentí.
—Espera, —dijo Jasmine. —¿Me estás diciendo que tú... amas a
Jai?
Jake se volvió para mirar a Jasmine.
—Lo hago.
Mi corazón se saltó un latido.
—¿Pero por qué?
Ella todavía no lo entendió.
—Es dulce y amable. Trabaja duro. No da nada por sentado y
no cree que nadie le deba nada. Piensa en los demás antes que
en sí mismo. No tiene miedo de reír o encontrar alegría en algo
mundano, y no tiene miedo de mostrar tristeza cuando algo le
molesta. Es fiel a sí mismo y a mí.
—Pero ni siquiera es bonito, —insistió Jasmine.
El ceño de Jake fue instantáneo.
—Jai es...
—Bebé, detente—. Tiré del brazo de Jake hasta que se giró
para mirarme. —Ella no lo va a entender, no importa cuántas
veces se lo expliques. El mundo de Jasmine gira en torno a la
apariencia. No puede concebir la idea de que podrías estar
210
interesado en mí cuando está parada justo ahí.
—Ella ni siquiera tiene un pene, —se quejó Jake.
Me reí.
10/2022
—Eso puede ser cierto.
Nunca miré
—Lo es, —dijo Jake. —Nunca me han atraído las tetas y las
partes femeninas, ni siquiera cuando vivía en ese maldito parque
de casas rodantes.
Quería reírme, pero la situación era demasiado seria para eso.
—La parte triste es que en unos años la apariencia de Jasmine
comenzará a desvanecerse, y una vez que eso suceda, se quedará
sin nada. Siento pena por ella.
Jasmine no tenía nada más que un sueño que nunca vería
cumplido. Incluso si no era material de modelo, tenía el mundo
en el hombre que estaba parado firmemente a mi lado.
—Es hora de que te vayas ahora—. Ya terminé con este show
de mierda. Tenía una celebración de boda a la que asistir. —Por
favor vete y no vuelvas.
 Nunca.
—Jai, déjame quedarme, —dijo Jasmine. —Va a haber mucha
gente importante aquí esta noche. Si no puedo tener a Jake, tal
vez pueda tener a uno de ellos.
¿Hablaba en serio?
—No.
Los ojos de Jasmine se entrecerraron y me escupieron odio
antes de mostrar lo que probablemente pensó que era una
sonrisa sensual y mirar a Jake.
211
—Me dejarás quedarme, ¿verdad, Jake?
Jake resopló.
—¡Diablos, no!
10/2022
—¿Por qué no?
—¿En serio crees que quiero que metas tus garras venenosas
en uno de mis amigos? He visto qué tipo de perra avariciosa
eres. Ni siquiera le haría eso a mi peor enemigo.
Jasmine pisoteó su tacón alto negro en el suelo.
—Esto no está bien. Se supone que somos familia. ¿Por qué me
haces esto?
—¿Recuerdas hace unas semanas cuando me llamaste y me
dijiste que te enviara dos mil dólares porque te habías gastado de
más en las vacaciones? En ese momento me dijiste que era un
perdedor feo, sin valor, que no tenía utilidad aparte de enviarte
dinero. ¿Te acuerdas de eso?
Los ojos de Jasmine se lanzaron hacia Jake cuando gruñó su
disgusto por lo que estaba diciendo. Ella podría pensar que yo no
valía nada, pero obviamente él no.
 —No somos familia, Jasmine. Nunca lo hemos sido, y nunca lo
seremos. Solo vete.
—Está bien, pero debes continuar enviándome dinero todos los
meses. Es tu deber como mi hermano mayor cuidarme.
—Uno, no soy tu hermano. Dos, eres mayor que yo. Y tres,
¿qué te da la idea de que alguna vez consideraría enviarte dinero
ahora? Me usaste y me vendiste. Pertenezco a Jake ahora. Él es
mi familia.
Y yo estaba tan bien con eso.
212
—¡Jake! —Grité justo cuando un puño salió volando hacia la
parte posterior de su cabeza. Jake no fue lo suficientemente
rápido para evitar el puñetazo, pero pudo girar lo suficiente para
10/2022
que el golpe rebotara en su hombro.
Me quedé boquiabierto cuando sonrió y se giró para mirar al
hombre que había hecho de mi vida un infierno.
—Mi turno.
Jake levantó el puño y lo soltó, golpeando a Carl lo
suficientemente fuerte como para hacerlo retroceder varios
pasos. Rápidamente compensó la distancia entre ellos y agarró a
Carl por el cuello de su camisa, tirando de él más cerca.
—Elegiste al tipo equivocado para ir detrás esta vez, Carl. Fui
el campeón de boxeo de peso pesado en la Universidad de
Harvard dos años seguidos. No buscaré una pelea, pero
ciertamente terminaré una.
Jake golpeó a Carl una vez en un lado de la cara y luego le dio
un golpe superior que lo envió volando por los aires. Carl golpeó
una de las sillas frente al escritorio de Jake al bajar y no pudo
volver a levantarse.
—¡Carl!
Oye, Marla estaba despierta.
—¿Qué le has hecho a mi marido? —Ella chilló mientras
corría a su lado. —Te demandaré por esto. Te demandaré por
cada centavo que tengas.
Rodé los ojos.
—Carl atacó a Jake primero, —dijo el tío Rudy antes de agitar
213
su teléfono celular de un lado a otro. —Y lo tengo todo en la
cámara. Ningún juez en el país ni siquiera escuchará el caso,
pero la policía podría hacerlo.
10/2022
—Entonces haré que lo arresten, —dijo Marla.
—Carl atacó a Jake mientras estaba de espaldas, —dijo Rudy.
—Estoy bastante seguro de que van a arrestarlo.
—Tengo todo el papeleo, —dijo Jake. —Agresión, chantaje,
falsificación de documentos gubernamentales, venta ilegal de
alguien, robo, amenazas de daños corporales—. Sonrió
maliciosamente. —¿Por qué no lo convertimos en un asunto de
familia?
Yo era todo para eso.
 Capítulo dieciocho

Jake

Mantuve una mano firme en la parte baja de la espalda de Jai

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mientras lo acompañaba por la habitación, presentándolo a mis
amigos y socios comerciales. A pesar de su anterior nerviosismo,
parecía estar pasando un buen rato.
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Saludó a todos los que le presenté con una sonrisa en el rostro
y un fuerte apretón de manos. Lo que me sorprendió fue la
cantidad de personas que parecía conocer, ya sea por nombre o
reputación. No estaba seguro si los conoció a través del trabajo o
si estaba obsesionado con las revistas de cotilleos.
Realmente no importaba. Todos parecían encantados con el
hecho de que Jai tuviera algo bueno que decir sobre cada uno de
ellos. Había recibido más de un cumplido por haber elegido un
excelente esposo.
Tuve suerte y lo sabía. Había anotado totalmente con Jai. Era
inteligente, hermoso y tenía el corazón más amable de cualquier
hombre que haya conocido.
Y a él no le hubiera importado menos si yo no tuviera dinero.
Ese fue un gran punto de venta para mí. Claro, él entendía el
valor de un dólar y parecía apreciar el estilo de vida que yo
podía ofrecerle, pero no tenía ninguna duda de que habría sido
igual de feliz conmigo si todavía fuera ese adolescente rebelde
incomprendido que vive en un parque de casas rodantes.
¿Puede un hombre pedir algo más?
Sonreí cuando mis ojos se posaron en el pequeño vaso que
estaba en la estantería junto a la chimenea. Jai puso los ojos en
blanco cuando conseguí la rosa roja de tallo largo que me dio
bañada en oro y exhibida.
Solo había sonreído. Como si no fuera a guardar la primera
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flor que me dieron, especialmente una que me dio el hombre
que amaba.
Eso fue estúpido.
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—¿Tienes un trago para un viejo?
Miré para encontrar a Miles de pie a mi lado.
—¿Desde cuándo eres viejo?
Miles resopló.
—Desde que me enviaste a la estación de policía con esos
idiotas.
Hice una mueca de simpatía.
—Lo lamento.
Después de que llamamos a la policía y vinieron a arrestar a
Jasmine, Marla y Carl, las cosas habían estado bastante agitadas
allí durante un tiempo mientras dábamos nuestras
declaraciones. Afortunadamente, pudimos arreglar todo y
sacarlos por la puerta antes de que llegaran los asistentes a la
fiesta.
Miles se inclinó hacia mí y dijo:
 —Carl atacó a uno de los oficiales que lo arrestaron de camino
a la comisaría. Va a pasar bastante tiempo por eso.
—Bien. Se merece pasar un tiempo tras las rejas. Solo desearía
que lo hubieran acusado de más.
—Oh, creo que lo harán—. La sonrisa de Miles se volvió
traviesa. —Dejé una copia del expediente del caso que
estábamos compilando contra Jasmine y sus padres. Sospecho
que los tres van a estar cumpliendo bastante tiempo.
—¿Por qué dices eso? —Pregunté, aunque no estaba seguro de
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que hubiera algo más que deseara, quería a estas personas fuera
de la vida de Jai.
—Bueno, parece que el fiscal de distrito frunce el ceño ante las
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personas que atacan a uno de los mejores de nuestra ciudad,
además de tratar de chantajear y estafar a uno de nuestros
principales ciudadanos. El tipo estaba prácticamente echando
espuma por la boca cuando le mostré el archivo.
—Jai se alegrará de escuchar eso.
Ciertamente yo lo hacía.
—El fiscal probablemente querrá interrogar a Jai sobre
algunas cosas, especialmente sobre sus años de crecimiento. Le
dije que me llamara y que arreglaría algo.
—¿Crees que irá a juicio? —Yo pregunté.
—No, no si estas personas son inteligentes.
—No lo son.
—Sigo pensando que aceptarán un acuerdo con la fiscalía. Hay
demasiada evidencia en su contra. Tienen más posibilidades de
recibir una sentencia más leve si aceptan un trato que si
comparecen ante un juez.
—Quiero una orden de restricción férrea contra ellos, y quiero
saber el momento en que salgan de la cárcel.
Millas sonrió.
—Ya está hecho.
Palmeé a Miles en la espalda.
—Es por eso que te pago mucho dinero.
—Si me traes un trago, estaremos en paz.
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—Listo, —dije, aunque sabía que aún le pagaría. Miles
Cranston era uno de los mejores abogados de la ciudad. Sería
estúpido si no le pagara. —¿Trajiste esos papeles contigo?
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—Sí. —Miles metió la mano en la chaqueta de su esmoquin y
sacó una pequeña pila de papeles doblados. —¿Estás seguro de
esto, Jake?
—Nunca he estado más seguro de nada en mi vida.
Jai era para mí. Lo sabía en lo más profundo de mi corazón.
Nunca iba a amar a otro hombre como lo amaba a él. Algunos
podrían llamarme ingenuo por pensar eso, pero lo sabía.
Jai era mi todo.
—¿Me disculpas, Miles? Es hora de que haga mi anuncio.
—Tengo que salir de todos modos.
Fruncí el ceño mientras lo miraba.
—¿No te vas a quedar por el resto de la fiesta?
—Ojalá pudiera, hombre, pero el hermano pequeño de Joe se
va a casar pasado mañana y me quieren allí.
 Eso era correcto. Sam Nevins era el hermano pequeño de uno
de nuestros amigos de la universidad. Me acordé del hermano
pequeño de Joe. Diablos, de toda su familia. Buena gente, por eso
estaba dispuesto a asistir a la boda de su hermano pequeño.
—Se supone que Jai y yo volaremos para eso mañana en el jet.
Podrías viajar con nosotros. Te ahorrarás un boleto de avión.
Miles me señaló con el dedo.
—Vendido.
—Entonces disfruta del resto de la fiesta.
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Sabía que yo lo haría.
—Por supuesto, —dijo Miles. —Buena suerte.
No necesitaba suerte. Yo tenía Jai.
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Hice un gesto a los camareros para asegurarme de que todos
tuvieran una copa de champán fresco y luego me abrí paso entre
la multitud bien vestida hasta el lado de Jai.
Agarré su mano y le di un suave tirón.
—Ven conmigo.
Jai frunció el ceño, pero me siguió mientras lo conducía al
área directamente frente a la chimenea. Agarré dos copas de
champán, le entregué una a Jai y me quedé con la otra.
La música se cortó y toda conversación se desvaneció cuando
todos se giraron para mirarnos. Me di cuenta de que Jai estaba
nervioso por la forma en que dio un paso más cerca de mí.
Rápidamente levanté nuestras manos entrelazadas y le di un
beso en el dorso de la mano.
Y luego me volví y sonreí a todos nuestros invitados.
 —Quiero agradecerles a todos por venir esta noche a
ayudarnos a Jai y a mí a celebrar nuestras nupcias. Puedo decir
honestamente que nunca pensé que encontraría a alguien como
Jai, pero tuve mucha suerte de haberlo hecho. Él hace que mi
vida sea mejor de lo que era hace apenas seis semanas.
—Él también es lindo, —gritó alguien de la multitud.
—Él es muy lindo. —Me reí al ver las mejillas de Jai
sonrojarse. —Pero más que eso, es amable y generoso y me hace
querer ser un mejor hombre. Me acepta tal como soy.
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Volví a mirar a mis amigos y socios comerciales.
—La gente dice que tengo el toque de Midas cuando se trata
de negocios y puedo convertir casi cualquier cosa en oro. Nada
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de eso se acerca al tesoro que Jai me dio cuando puso su corazón
bajo mi custodia.
Levanté mi copa de champán de cristal en el aire.
—Únanse a mí para dar la bienvenida a Jai D'Amato y celebrar
que está haciendo de mí un hombre honesto.
—No demasiado honesto, espero. —Miles se rio entre dientes.
—Todavía necesito un trabajo.
Habría sido tan fácil enloquecerlo.
Tomé un sorbo de mi champán cuando todos los demás lo
hicieron y luego le entregué mi copa a Miles. Agarré a Jai y lo
jalé a mis brazos antes de inclinarme para presionar nuestros
labios.
—Te amo, Jai. Espero que lo sepas.
Los ojos verdes de Jai brillaron con deleite y alegría.
—Yo también te amo, Jake.
 —Tengo algo para ti. Un regalo de bodas.
—Ya me compraste un regalo, —insistió Jai. —Me llevaste a
nuestra luna de miel.
Negué con la cabeza. Este querido hombre no tenía idea del
tipo de obsequios con los que planeaba colmarlo, comenzando
con esto. Saqué la pila de papeles que Miles me había dado de mi
chaqueta de esmoquin.
—¿Qué es eso?
—Este es nuestro acuerdo prenupcial, —dije mientras rompía
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los papeles por la mitad y luego rompía esas mitades por la
mitad. —Ya no lo quiero.
No tenía planes de que alguna vez nos divorciáramos.
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—No, no, no hagas eso—. Jai me arrebató los papeles de la
mano y trató de volver a unirlos. —Cinta. Necesito cinta.
—Jai, cariño, detente—. Agarré sus manos. Después de quitar
los papeles y tirarlos al suelo, sostuve sus manos entre las mías.
—Está bien. Ya no necesitamos el acuerdo prenupcial.
Jai se mordió el labio inferior por un momento antes de decir:
—Pero no quiero que todos piensen que me casé contigo por
tu dinero.
—Cariño, mis amigos, las personas que realmente me
conocen, las que realmente se preocupan por mí, saben que no
te casaste conmigo por mi dinero. Pueden ver lo feliz que me
haces.
Presioné un beso en la parte superior de sus manos.
 —Las otras personas van a decir lo que quieran decir, y no me
importa. No me conocen y no te conocen a ti, así que no
importan.
La gente iba a hablar sin importar lo que hiciéramos. Era un
hecho de la vida. Solo aquellos cercanos a nosotros sabrían la
verdad, pero esas eran las únicas personas que me importaban.
Comenzando con el hombre que firmó el contrato de
matrimonio y puso mi mundo patas arriba.
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FIN
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 SOBRE EL AUTOR

El mordisco cruel de un enemigo, un grito, un grito en la

oscuridad. El toque de un amante, el susurro de un beso. Un
suspiro, un gemido, los corazones latiendo más rápido, el deseo
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surgiendo. Palabras de amor pronunciadas en las sombras. El
anhelo de una caricia suave. Soy un escritor de ardiente pasión
en todas sus formas gloriosas. Libros paranormales,
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contemporáneos, de ciencia ficción, fantasía, Romance MM. No
hay límite para mi imaginación.
 Traducción y Corrección
LORETO
Diseño y Edición
IPHI
EPUB
MARA
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económica por las traducciones que realizamos.
Espero que les guste.
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