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Estos delitos se tipifican en el Título X del Libro II del Código Penal (artículos 1 97-
204), que consta de dos Capítulos. El Capítulo I lleva por rúbrica del descubrimiento y
revelación de secretos, artículos 197-201, y el Capítulo II lleva por rúbrica del
allanamiento de morada, domicilio de personas jurídicas y establecimientos abiertos al
público, artículos 202-204.
Antes de leer el comentario que les voy a transcribir es necesario que lean
atentamente los preceptos del Código e intenten sacar sus conclusiones. Verán como
les resulta mucho más fácil la compresión de la materia. Entre corchetes y en negrita
les pongo palabras que les ayudarán a recordar los artículos y comprenderlos.
Artículo 197.
Será castigado con las penas de prisión de uno a tres años y multa de doce a
veinticuatro meses, el que, con conocimiento de su origen ilícito y sin haber tomado
parte en su descubrimiento, realizare la conducta descrita en el párrafo anterior.
[Revelación de secretos por quien no sea el descubridor]
7. Será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a
doce meses el que, sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a
terceros imágenes o grabaciones audiovisuales de aquélla que hubiera obtenido con su
anuencia en un domicilio o en cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de
terceros, cuando la divulgación menoscabe gravemente la intimidad personal de esa
persona. [Difusión de lo obtenido en la intimidad con consentimiento]
Será castigado con una pena de prisión de seis meses a dos años o multa de tres a
dieciocho meses el que, sin estar debidamente autorizado, produzca, adquiera para su
uso, importe o, de cualquier modo, facilite a terceros, con la intención de facilitar la
comisión de alguno de los delitos a que se refieren los apartados 1 y 2 del artículo 197 o
el artículo 197 bis:
Artículo 198.
La autoridad o funcionario público que, fuera de los casos permitidos por la Ley,
sin mediar causa legal por delito, y prevaliéndose de su cargo, realizare cualquiera de las
conductas descritas en el artículo anterior, será castigado con las penas respectivamente
previstas en el mismo, en su mitad superior y, además, con la de inhabilitación absoluta
por tiempo de seis a doce años. [Sujeto activo: autoridad o funcionario público]
Artículo 199.
1. El que revelare secretos ajenos, de los que tenga conocimiento por razón de su
oficio o sus relaciones laborales, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años
y multa de seis a doce meses. [Revelación de secretos conocidos por oficio o relaciones
laborales]
Artículo 200.
1. Para proceder por los delitos previstos en este Capítulo será necesaria denuncia
de la persona agraviada o de su representante legal. [Denuncia]
COMENTARIO
“Concepto
El sujeto pasivo en estos delitos puede ser cualquier persona física, es decir, las
personas individuales, y además, conforme al artículo 200 del Código Penal, también las
personas jurídicas, es decir las sociedades, asociaciones, comunidades de bienes y
cualquier otra organización pluripersonal a la que el ordenamiento jurídico le confiere
una existencia jurídica independiente a la de sus componentes.
• Desde el punto de vista procesal, el artículo 201 del Código Penal prevé que
para poder incoarse un proceso penal para perseguir estos delitos será necesaria
denuncia de la persona agraviada o de su representante legal. Es lo que se denomina
procesalmente un delito semiprivado pues para que la Administración de Justicia pueda
intervenir tiene que estar "autorizada" por la víctima mediante su denuncia. Se basa en
que no existe un interés público relevante en la persecución de los hechos por afectar a
derechos privados.
No se exige denuncia previa para proceder por los hechos descritos en el artículo
198 de este Código, ni cuando la comisión del delito afecte a los intereses generales, a
una pluralidad de personas o si la víctima es una persona menor de edad o una persona
con discapacidad necesitada de especial protección.
Regulación
Se recogen en el Título X del Libro II, Capítulo I, arts. 197 a201 CP. Tras la reforma
operada por la LO 1/2015 en estos delitos, el esquema queda como sigue:
1. Revelación de datos que afectan directamente a la intimidad personal.
A) Tipos básicos:
B) Subtipos agravados:
• Cuando los tipos básicos se cometan (art. 197.4 CP) :- Por las personas
encargadas o responsables de los ficheros, soportes informáticos, electrónicos o
telemáticos, archivos o registros;
Este primer delito básico se contiene en el artículo 197.1 del Código Penal cuando
se castiga al que para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su
consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o
cualesquiera otros documentos o efectos personales.
Sujeto activo puede ser cualquier persona puesto que no se exigen ningún
requisito especial en este delito para ser autor.
- Los datos en este caso están contenidos en un soporte material como papeles,
cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos
personales. Hay una cláusula abierta a cualquier otro tipo de documento o efecto. Estos
soportes materiales deben pertenecer al sujeto pasivo.
- En todo caso se debe obrar sin el consentimiento del titular de los documentos y
datos, que de existir haría los hechos atípicos.
Las penas previstas son las de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a
veinticuatro meses.
Se contiene en el inciso final del artículo 197.1 Código Penal, cuando castiga al que
intercepte las telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión,
grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de
comunicación.
Las penas previstas son las de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a
veinticuatro meses.
El sujeto activo del delito puede ser cualquier persona, tratándose de un delito
llamado común por no preciarse requisitos o condiciones especiales en el autor de la
infracción penal.
- La acción recae, como objeto, sobre los datos reservados de carácter personal o
familiar, pudiendo definirse los primeros como aquellos concernientes a personas físicas
perfectamente identificadas o identificables. Los datos de carácter familiar serían datos
personales de los miembros de una familia, siendo una previsión redundante e
innecesaria. Hay que excluir de estos datos del tipo básico los especialmente sensibles
que serán objeto de tratamiento en posteriores tipos agravados.
- El sujeto activo comete los hechos sin autorización, es decir, habrá que estar a la
regulación de acceso a los datos según el supuesto y soporte de que se trate,
debiéndose tener en cuenta en todo caso el Reglamento (UE) 2016/679, de 27 de abril,
de protección de datos y la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales y
garantía de los derechos digitales.
La conducta castigada es dolosa, es decir intencional, lo que se pone
especialmente de manifiesto en el precepto cuando exige que se obre "en perjuicio" del
titular de los datos o de un tercero, que puede ser el titular del soporte, de modo que se
obra con conocimiento y voluntad de acceder al secreto o información o datos
reservados sin consentimiento legítimo.
Las penas son las de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro
meses.
1. Difusión, revelación o cesión de los datos reservados a terceros (art. 197.3 CP)
• El art. 197.3 párrafo 1º, es aplicable a todos los tipos básicos anteriores, y tiene
su fundamento en que dichas acciones suponen incrementar la vulneración de la
intimidad del sujeto pasivo. Presuponen la comisión de alguna de las modalidades
básicas y comprende tres conductas: difusión, revelación y cesión, que en definitiva
suponen la comunicación a una o más personas. La significación gramatical de los verbos
utilizados parecen abarcar desde la transmisión por medio de comunicación, la
comunicación a un número limitado de personas, o a un tercero para que use dicha
información, de manera que el legislador equipara difusión, revelación y cesión a
terceros, aun cuando la primera suponga una mayor publicidad. La pena en este caso es
de prisión de dos a cinco años.
• El art. 197.3 párrafo 2º, se contiene un tipo atenuado en cuanto que el autor no
ha cometido ni participado previamente en el delito de descubrir la intimidad, no ha
sido autor ni cómplice. Se exige que el sujeto activo conozca la procedencia ilícita, que
no necesariamente delictiva, de la información que luego va a difundir. La pena prevista
es de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses.
2.- Si los hechos se cometan por las personas encargadas o responsables de los
ficheros, soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, archivos o registros, la pena
es de prisión de 3 a 5 años.(Art. 197.4 a CP)
4.- Datos sensibles o que afecten a menores o incapaces (art. 197.5 CP)
Si los hechos se realizan con fines lucrativos se impondrán las penas anteriores en
su mitad superior. Si además afectan a datos especialmente sensibles de los aludidos
arriba, la pena a imponer será la de prisión de cuatro a siete años.
El TS se se pronuncia por primera vez sobre este delito en su STS 24 febrero 2020,
Rec. 3355/2018, y afirma que la obtención de las imágenes o grabaciones audiovisuales
puede tener muy distintos orígenes: “Obtiene la imagen, desde luego, quien fotografía o
graba el vídeo en el que se exhibe algún aspecto de la intimidad de la víctima. Pero
también obtiene la imagen quien la recibe cuando es remitida voluntariamente por la
víctima, valiéndose para ello de cualquier medio convencional o de un programa de
mensajería instantánea que opere por redes telemáticas”.
Explica que, aunque el precepto exige que estas imágenes hayan sido obtenidas
«en un domicilio o en cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de terceros»,
domicilio es un concepto que si se entiende en su significado genuinamente jurídico (cfr.
art. 40 del Código Civil), restringiría de forma injustificable el ámbito del tipo. De esta
forma, concluye que no debe hacerse una interpretación exclusivamente literal y que el
núcleo de la acción típica del artículo “consiste no en obtener, sino en difundir las
imágenes obtenidas con la aquiescencia de la víctima y que afecten gravemente a su
intimidad”.
Concluye que aunque es cierto que predominan los supuestos de difusión de
imágenes de marcado carácter sexual, el precepto no identifica la conducta típica con
ese contenido, sino que alude a contenidos cuya divulgación menoscabe gravemente la
intimidad personal y considera que la esfera sexual es una de las manifestaciones de lo
que se ha denominado el núcleo duro de la intimidad, pero no es la única.
Además prevé una agravación cuando la víctima sea el cónyuge o ex cónyuge del
sujeto pasivo o persona que conviva o haya convivido con él o mantenga o haya
mantenido una relación análoga.
Tales conductas han sido modificadas por la LO 1/15 de 30 de marzo. Se trata del
acceso a datos o informaciones que afectan a la privacidad, pero no a la intimidad
personal como las conductas anteriores, de acuerdo con el planteamiento recogido en la
Directiva 2013/40/UE, de 12 de agosto, relativa a los ataques contra los sistemas de
información y la interceptación de datos electrónicos, cuando no se trata de una
comunicación personal, que transpone.
Tras la reforma operada por la LO 1/15 de 30 de marzo, el anterior art. 197.3 pasa
a 197 bis 1 CP, tipificándose de forma separada el mero acceso a los sistemas
informáticos, añadiéndose novedosamente el art. 197 bis 2.
La pena prevista es la de prisión de tres meses a dos años o multa de tres a doce
meses.
• Comisión por organización o grupo criminal (art. 197 quater CP): se aplicarán las
penas superiores en grado a las recogidas para el delito correspondiente.
Se trata de un delito especial impropio que solo puede ser cometido por la
autoridad o funcionario público que ha de actuar fuera de los casos permitidos por la
ley, sin mediar causa por delito, y prevaleciéndose de su cargo. Deben distinguirse de los
delitos regulados en los arts. 534 a536 CP, dentro de los delitos cometidos por los
funcionarios públicos contra la inviolabilidad domiciliaria y demás garantías de la
intimidad, en que de igual forma que en las detenciones ilegales, actúan mediando
causa por delito. Y esa es la diferencia, en el tipo analizado, el funcionario actúa como
un particular, por tanto fuera completamente de sus competencias, mientras en los
delitos contra las garantías constitucionales lo hacen en el ejercicio de las mismas pero
se extralimitan gravemente.
Secreto profesional
• En el primero se castiga a los que revelen secretos ajenos que conozcan por
razón de su oficio o sus relaciones laborales.
• El segundo regula el secreto profesional.
Recuerde que...
• Se regulan en el Título X del Libro II, Capítulo I, arts. 197 a201 CP.
A) Allanamiento de morada.
1 https://guiasjuridicas.wolterskluwer.es/Content/Documento.aspx?
params=H4sIAAAAAAAEAMtMSbF1jTAAAUMjE0MztbLUouLM_DxbIwMDCwNzAwu1vPyU1B
AXZxRVnoZmxiCVmWmVLvnJIZUFqbYlRaWpaqlJ-fnZKCrjYeYAAPpJ7-lpAAAAWKE [última
visita 02/04/2020]
El tipo básico viene establecido en el artículo 202.1 del Código Penal, donde se
castiga al “el particular que, sin habitar en ella, entrare en morada ajena o se mantuviere
en la misma contra la voluntad de su morador, será castigado con la pena de prisión de
seis meses a dos años.”
Del contenido el precepto cabe señalar que se prevén dos modalidades de
allanamiento, el allanamiento activo y el pasivo, según que consista en entrar o
mantenerse en la morada ajena.
En cuanto al concepto de morada debemos de entender que es el lugar donde
habita una persona, aunque la jurisprudencia ha extendido este concepto a todas las
dependencias de la casa habitada en comunicación interior con ella. No es necesario,
para que un lugar sea calificado de morada, que sirva de residencia permanente; es
indiferente que se resida en ella de modo temporal u ocasional. Tampoco importa que
se trate de un lugar cerrado o abierto, estable o móvil. Es también indiferente que el
lugar sea o no habitable, si está efectivamente habitado; por tanto, no se comete este
delito al penetrar sin voluntad de su titular en un inmueble desocupado; aunque sí se
podría cometer el de usurpación del artículo 245.
El delito existe cualquiera que sea el título que confiera al morador el disfrute de
la morada, aun cuando la disfrutara a título de precario, pero es necesario que sea
legítimo; no es preciso que sea su titular.
El delito se consuma con la entrada, sin que sea necesario que se vulnere la
intimidad que la inviolabilidad domiciliaria protege, ya que es un delito de mera
actividad.
En cuanto a la culpabilidad, el Tribunal Supremo viene exigiendo la concurrencia
de un dolo específico de allanar.
Además el tipo penal requiere que el allanamiento se produzca sin el
consentimiento del morador, que puede ser expreso o tácito. En el caso de que haya
varios moradores, a priori, cualquiera de ellos podría consentir. Sin embargo, Muñoz
Conde, apoyándose en alguna sentencia del TS, señala que hay un principio que implica
que la voluntad del que se niega ha de prevalecer, de tal modo que, si son varios
moradores y uno de ellos se niega, su voluntad prevalece sobre la de los demás, que han
consentido. Hernández Plasencia señala que dicho sujeto no puede negarse si la entrada
no pone en peligro su propia intimidad (caso de las viviendas compartidas), siendo este
último criterio el que se viene aplicando.
En el artículo 202.2 CP se regula un subtipo agravado, de tal manera que se
imponen las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de 6:00 a 12:00 meses, si el
hecho se ejecutan con violencia o intimidación.
SITUACIONES CONCURSALES
El tipo de concurso de delitos según la jurisprudencia del TS dependen del caso.
- Cuando el delito de allanamiento de morada es un medio para cometer otros
(agresión sexual, lesiones, descubrimiento de secretos, etc.), existirá un concurso medial
de delitos, que se penará conforme al artículo 77 del código.
- Si el delito de allanamiento y el otro cometido están desvinculados
(singularmente, se entra en la morada y luego se secuestra al morador), la jurisprudencia
suele apreciar el concurso ideal. Podría haber un concurso medial si el sujeto activo
retiene en la vivienda al morador mientras efectúa el allanamiento.
- También se ha apreciado el concurso real en los casos en que el allanamiento ha
venido acompañado de la muerte del morador.
- Antiguamente, cuando el allanamiento de morada se realizaba para cometer un
delito de robo con violencia, la jurisprudencia apreciaba un concurso medial de delitos,
pero en la actualidad, tras la reforma operada por la LO 5/2010, de 22 de junio, se
tipificó expresamente como subtipo agravado el delito de robo con violencia en casa
habitada, que absorbe el allanamiento de morada (artículo 242).
- En cuanto al robo con fuerza en las cosas en casa habitada ha tenido siempre
este tratamiento bajo el Código Penal de 1995, que desde su primera redacción ya lo
calificaba como un subtipo agravado (artículo 241).