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TEMA 6

DELITOS CONTRA LA INTIMIDAD, EL DERECHO A LA PROPIA IMAGEN


Y LA INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO.

Sumario: 1. Delitos contra la intimidad, el derecho a la propia imagen


y la inviolabilidad del domicilio. 2. Del descubrimiento y revelación de
secretos. 3. Del allanamiento de morada, domicilio de personas jurídicas y
establecimientos abiertos al público.

1. Delitos contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la


inviolabilidad del domicilio.

Estos delitos se tipifican en el Título ‍X del Libro ‍II del Código Penal (artículos 1‍ 97-
204), que consta de dos Capítulos. El Capítulo I lleva por rúbrica del descubrimiento y
revelación de secretos, artículos 197-201, y el Capítulo II lleva por rúbrica del
allanamiento de morada, domicilio de personas jurídicas y establecimientos abiertos al
público, artículos 202-204.

2. Del descubrimiento y revelación de secretos.

El bien jurídico protegido, es el derecho fundamental a la intimidad, reconocido en


el artículo 18 de la Constitución Española cuando dispone, en su apartado primero que
"se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen."

Antes de leer el comentario que les voy a transcribir es necesario que lean
atentamente los preceptos del Código e intenten sacar sus conclusiones. Verán como
les resulta mucho más fácil la compresión de la materia. Entre corchetes y en negrita
les pongo palabras que les ayudarán a recordar los artículos y comprenderlos.

Artículo 197.

1. El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su


consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o
cualesquiera otros documentos o efectos personales, intercepte sus telecomunicaciones
o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido
o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas
de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses. [Tipo básico
acceso a las comunicaciones]
2. Las mismas penas se impondrán al que, sin estar autorizado, se apodere, utilice
o modifique, en perjuicio de tercero, datos reservados de carácter personal o familiar de
otro que se hallen registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o
telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado. Iguales
penas se impondrán a quien, sin estar autorizado, acceda por cualquier medio a los
mismos y a quien los altere o utilice en perjuicio del titular de los datos o de un tercero.
[Tipo básico acceso a datos personales]

3. Se impondrá la pena de prisión de dos a cinco años si se difunden, revelan o


ceden a terceros los datos o hechos descubiertos o las imágenes captadas a que se
refieren los números anteriores. [Revelación de secretos por el descubridor]

Será castigado con las penas de prisión de uno a tres años y multa de doce a
veinticuatro meses, el que, con conocimiento de su origen ilícito y sin haber tomado
parte en su descubrimiento, realizare la conducta descrita en el párrafo anterior.
[Revelación de secretos por quien no sea el descubridor]

4. [Subtipos agravados] Los hechos descritos en los apartados 1 y 2 de este


artículo serán castigados con una pena de prisión de tres a cinco años cuando:

a) Se cometan por las personas encargadas o responsables de los ficheros,


soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, archivos o registros; o

b) se lleven a cabo mediante la utilización no autorizada de datos personales de la


víctima.

Si los datos reservados se hubieran difundido, cedido o revelado a terceros, se


impondrán las penas en su mitad superior.

5. Igualmente, cuando los hechos descritos en los apartados anteriores afecten a


datos de carácter personal que revelen la ideología, religión, creencias, salud, origen
racial o vida sexual, o la víctima fuere un menor de edad o una persona con discapacidad
necesitada de especial protección, se impondrán las penas previstas en su mitad
superior. [Datos sensibles o víctimas especialmente protegidas]

6. Si los hechos se realizan con fines lucrativos, se impondrán las penas


respectivamente previstas en los apartados 1 al 4 de este artículo en su mitad superior.
Si además afectan a datos de los mencionados en el apartado anterior, la pena a
imponer será la de prisión de cuatro a siete años. [Hacerlo con finalidad lucrativa]

7. Será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a
doce meses el que, sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a
terceros imágenes o grabaciones audiovisuales de aquélla que hubiera obtenido con su
anuencia en un domicilio o en cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de
terceros, cuando la divulgación menoscabe gravemente la intimidad personal de esa
persona. [Difusión de lo obtenido en la intimidad con consentimiento]

La pena se impondrá en su mitad superior cuando los hechos hubieran sido


cometidos por el cónyuge o por persona que esté o haya estado unida a él por análoga
relación de afectividad, aun sin convivencia, la víctima fuera menor de edad o una
persona con discapacidad necesitada de especial protección, o los hechos se hubieran
cometido con una finalidad lucrativa. [Agravaciones por razón del sujeto activo o pasivo
del delito]
Artículo 197 bis.

1. El que por cualquier medio o procedimiento, vulnerando las medidas de


seguridad establecidas para impedirlo, y sin estar debidamente autorizado, acceda o
facilite a otro el acceso al conjunto o una parte de un sistema de información o se
mantenga en él en contra de la voluntad de quien tenga el legítimo derecho a excluirlo,
será castigado con pena de prisión de seis meses a dos años. [Intrusismo informático]

2. El que mediante la utilización de artificios o instrumentos técnicos, y sin estar


debidamente autorizado, intercepte transmisiones no públicas de datos informáticos
que se produzcan desde, hacia o dentro de un sistema de información, incluidas las
emisiones electromagnéticas de los mismos, será castigado con una pena de prisión de
tres meses a dos años o multa de tres a doce meses. [Espionaje informático]

Artículo 197 ter. [Actos preparatorios y participación]

Será castigado con una pena de prisión de seis meses a dos años o multa de tres a
dieciocho meses el que, sin estar debidamente autorizado, produzca, adquiera para su
uso, importe o, de cualquier modo, facilite a terceros, con la intención de facilitar la
comisión de alguno de los delitos a que se refieren los apartados 1 y 2 del artículo 197 o
el artículo 197 bis:

a) un programa informático, concebido o adaptado principalmente para cometer


dichos delitos; o [Programas informáticos]

b) una contraseña de ordenador, un código de acceso o datos similares que


permitan acceder a la totalidad o a una parte de un sistema de información.
[contraseña]

Artículo 197 quater.

Si los hechos descritos en este Capítulo se hubieran cometido en el seno de una


organización o grupo criminal, se aplicarán respectivamente las penas superiores en
grado. [en el seno de organización o grupo criminal]

Artículo 197 quinquies.

Cuando de acuerdo con lo establecido en el artículo 31 bis una persona jurídica


sea responsable de los delitos comprendidos en los artículos 197, 197 bis y 197 ter, se le
impondrá la pena de multa de seis meses a dos años. Atendidas las reglas establecidas
en el artículo 66 bis, los jueces y tribunales podrán asimismo imponer las penas
recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del artículo 33. [Sujeto activo: persona
jurídica]

Artículo 198.

La autoridad o funcionario público que, fuera de los casos permitidos por la Ley,
sin mediar causa legal por delito, y prevaliéndose de su cargo, realizare cualquiera de las
conductas descritas en el artículo anterior, será castigado con las penas respectivamente
previstas en el mismo, en su mitad superior y, además, con la de inhabilitación absoluta
por tiempo de seis a doce años. [Sujeto activo: autoridad o funcionario público]

Artículo 199.

1. El que revelare secretos ajenos, de los que tenga conocimiento por razón de su
oficio o sus relaciones laborales, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años
y multa de seis a doce meses. [Revelación de secretos conocidos por oficio o relaciones
laborales]

2. El profesional que, con incumplimiento de su obligación de sigilo o reserva,


divulgue los secretos de otra persona, será castigado con la pena de prisión de uno a
cuatro años, multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial para dicha
profesión por tiempo de dos a seis años. [Revelación de secretos por los profesionales]

Artículo 200.

Lo dispuesto en este capítulo será aplicable al que descubriere, revelare o cediere


datos reservados de personas jurídicas, sin el consentimiento de sus representantes,
salvo lo dispuesto en otros preceptos de este Código. [Sujeto pasivo una persona
jurídica]

Artículo 201. [Condiciones objetivas de perseguibilidad]

1. Para proceder por los delitos previstos en este Capítulo será necesaria denuncia
de la persona agraviada o de su representante legal. [Denuncia]

2. No será precisa la denuncia exigida en el apartado anterior para proceder por


los hechos descritos en el artículo 198 de este Código, ni cuando la comisión del delito
afecte a los intereses generales, a una pluralidad de personas o si la víctima es una
persona menor de edad o una persona con discapacidad necesitada de especial
protección. [No es precisa la denuncia]

3. El perdón del ofendido o de su representante legal, en su caso, extingue la


acción penal sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 130.1.5.º, párrafo segundo.
[Relevancia del perdón del ofendido]

COMENTARIO

“Concepto

Son aquellos tipos penales que protegen el derecho a la intimidad, en su


dimensión negativa de exclusión del conocimiento o presencia de terceros en aquellas
parcelas de la vida privada que quieren mantenerse secretas o reservadas al sujeto
mismo, o en su dimensión positiva en cuanto a que determinados aspectos de la vida
privada se reservan a un determinado círculo de personas.
Bien jurídico protegido y elementos comunes

El bien jurídico protegido, que es la intimidad, es un derecho fundamental


reconocido en el artículo 18 de la Constitución Española cuando dispone, en su primer
apartado, "se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la
propia imagen". Este derecho fundamental tiene dos dimensiones, una dimensión que
se denomina derecho a la intimidad corporal, y otra denominada derecho a la intimidad
personal. Es un aspecto de la intimidad con un contenido más amplio que el relativo a la
intimidad corporal. Según doctrina reiterada del Tribunal Constitucional, el derecho a la
intimidad personal, en cuanto derivación de la dignidad de la persona (artículo 10.1 de la
Constitución Española) implica "la existencia de un ámbito propio y reservado frente a la
acción y el conocimiento de los demás, necesario, según las pautas de nuestra cultura,
para mantener una calidad mínima de la vida humana" (Sentencias del Tribunal
Constitucional números 231/1988, 197/1991, 20/1992, 219/1992, 142/1993, 117/1994
y 143/1994), y referido preferentemente a la esfera, estrictamente personal, de la vida
privada o de lo íntimo (Sentencias del Tribunal Constitucional número 142/1993 y
143/1994).

El sujeto pasivo en estos delitos puede ser cualquier persona física, es decir, las
personas individuales, y además, conforme al artículo 200 del Código Penal, también las
personas jurídicas, es decir las sociedades, asociaciones, comunidades de bienes y
cualquier otra organización pluripersonal a la que el ordenamiento jurídico le confiere
una existencia jurídica independiente a la de sus componentes.

• Por secreto en estos delitos ha de entenderse lo concerniente a la esfera de la


intimidad que es sólo conocido por su titular o por quien él determine. Para diferenciar
la conducta típica de la mera indiscreción es necesario que lo comunicado afecte a la
esfera de la intimidad que el titular quiere defender. Por ello se ha tratado de reducir el
contenido del secreto a aquellos extremos afectantes a la intimidad que tengan cierta
relevancia jurídica, siendo así cuando se lesiona la existencia de un ámbito propio y
reservado frente a la acción y conocimiento de los demás, necesario -según las pautas
de nuestra cultura- para mantener una calidad mínima de vida humana.

• Desde el punto de vista procesal, el artículo 201 del Código Penal prevé que
para poder incoarse un proceso penal para perseguir estos delitos será necesaria
denuncia de la persona agraviada o de su representante legal. Es lo que se denomina
procesalmente un delito semiprivado pues para que la Administración de Justicia pueda
intervenir tiene que estar "autorizada" por la víctima mediante su denuncia. Se basa en
que no existe un interés público relevante en la persecución de los hechos por afectar a
derechos privados.

En estos casos el perdón del ofendido o de su representante legal, sin perjuicio de


lo dispuesto en el artículo 130.1.5.º, párrafo segundo.

No se exige denuncia previa para proceder por los hechos descritos en el artículo
198 de este Código, ni cuando la comisión del delito afecte a los intereses generales, a
una pluralidad de personas o si la víctima es una persona menor de edad o una persona
con discapacidad necesitada de especial protección.

Regulación

Se recogen en el Título X del Libro II, Capítulo I, arts. 197 a201 CP. Tras la reforma
operada por la LO 1/2015 en estos delitos, el esquema queda como sigue:
1. Revelación de datos que afectan directamente a la intimidad personal.

A) Tipos básicos:

• Apoderamiento para descubrir los secretos o interceptación de las


comunicaciones art. 197.1 CP

• Descubrimiento de secretos en soporte electrónico. Art. 197.2 CP

B) Subtipos agravados:

• Difusión, revelación o cesión de los datos reservados a terceros. Art. 197.3 CP

• Cuando los tipos básicos se cometan (art. 197.4 CP) :- Por las personas
encargadas o responsables de los ficheros, soportes informáticos, electrónicos o
telemáticos, archivos o registros;

- Mediante la utilización no autorizada de datos personales de la víctima.

• Datos sensibles o que afecten a menores o discapacitados. Art. 197.5 CP

• Ánimo de lucro. Art. 197.6 CP

C) Tipo específico: Difusión de imágenes o grabaciones obtenidas con anuencia.


art. 197. 7 CP

2. El acceso a otros datos o informaciones que pueden afectar a la privacidad.

• El acceso sin autorización a un sistema de información art. 197 bis 1 CP

• Interceptación de datos informáticos art. 197 bis 2 CP

• Facilitación de programas o contraseñas para interceptar o acceder a un sistema


de información Art. 197 ter CP

3. Subtipos agravados comunes.

• Organización o grupo criminal. Art. 197 quater CP

• Persona jurídica. Art. 197 quinquies CP

Revelación de datos que afectan directamente a la intimidad personal. Tipos


básicos

Delito de descubrimiento de secretos documentales

Este primer delito básico se contiene en el artículo 197.1 del Código Penal cuando
se castiga al que para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su
consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o
cualesquiera otros documentos o efectos personales.
Sujeto activo puede ser cualquier persona puesto que no se exigen ningún
requisito especial en este delito para ser autor.

La conducta castigada es descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin


su consentimiento, para lo cual el autor se apodera de sus papeles, cartas, mensajes de
correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales. Se puede
desglosar en los siguientes requisitos:

- Los datos en este caso están contenidos en un soporte material como papeles,
cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos
personales. Hay una cláusula abierta a cualquier otro tipo de documento o efecto. Estos
soportes materiales deben pertenecer al sujeto pasivo.

- En todo caso se debe obrar sin el consentimiento del titular de los documentos y
datos, que de existir haría los hechos atípicos.

En cuanto al elemento subjetivo, se castiga sólo la conducta dolosa, es decir,


intencional, y además se exige una intención especial que es realizar la acción para
descubrir los secretos del sujeto pasivo o violar su intimidad. Se debe obrar, pues, de
forma claramente maliciosa para conocer él mismo los secretos o intimidad del sujeto
activo y/o para transmitir esos datos a terceros.

Las penas previstas son las de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a
veinticuatro meses.

Delito de interceptación de comunicaciones

Se contiene en el inciso final del artículo 197.1 Código Penal, cuando castiga al que
intercepte las telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión,
grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de
comunicación.

Sujeto activo también puede ser cualquiera pues no se exigen especiales


requisitos.

La acción consiste en interceptar las telecomunicaciones o utilizar artificios


técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o
de cualquier otra señal de comunicación. Se trata, pues, de captar los datos protegidos
cuando se transmiten por señal de telecomunicación (una conversación telefónica por
ejemplo), o cuando se obtienen por procedimientos subrepticios del lugar en que se está
produciendo la manifestación de esos datos, como es grabar una conversación que
mantienen unas personas en una habitación o un despacho. No se castiga oír
personalmente la conversación sino utilizar medios técnicos de captación y almacenaje
de la información.

Se excluye la tipicidad, es decir no es delito, si hay consentimiento, como por


ejemplo cuando una persona que conversa telefónicamente con otra graba la
conversación en la que participa. Tampoco estará castigado el hecho cuando se realiza
en el ejercicio de un derecho, oficio, cargo, como prevé el artículo 22.7 del Código Penal,
como, por ejemplo, cuando la conversación es grabada por decisión judicial al amparo
de las normas sobre interceptación de las comunicaciones previstas en el artículo 18.3
de la Constitución Española y art. 579 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal como
diligencias de investigación del delito en la instrucción penal.
Se castiga sólo la conducta de propósito, es decir la conducta dolosa; el actuar a
sabiendas. No se incluyen grabaciones accidentales o negligentes, si bien de obtenerse
de esta manera los secretos, si se revelaren posteriormente podrá dar lugar al tipo penal
de revelación.

Las penas previstas son las de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a
veinticuatro meses.

Delito de descubrimiento de secretos en soporte electrónico

El artículo 197.2 del Código Penal, prevé el delito de descubrimiento y revelación


de secretos cuando los datos descubiertos y revelados se encuentran en un soporte
electrónico.

El sujeto activo del delito puede ser cualquier persona, tratándose de un delito
llamado común por no preciarse requisitos o condiciones especiales en el autor de la
infracción penal.

La conducta castigada es la de quien, sin estar autorizado, se apodere, utilice o


modifique, en perjuicio de tercero, datos reservados de carácter personal o familiar de
otro que se hallen registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o
telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado. Iguales
penas se impondrán a quien, sin estar autorizado, acceda por cualquier medio a los
mismos y a quien los altere o utilice en perjuicio del titular de los datos o de un tercero.
Varias cuestiones plantea la acción:

- Se emplean varios verbos de acción: apoderar, utilizar, modificar, acceder o


alterar. Apoderar se refiere al soporte en que los datos se encuentren, dado que estos
son inmateriales, y en definitiva la esencia de la acción no es el mero apoderamiento del
soporte sino la utilización. Como también el acceso, la modificación o la alteración son,
en definitiva, utilización de los datos.

- La acción recae, como objeto, sobre los datos reservados de carácter personal o
familiar, pudiendo definirse los primeros como aquellos concernientes a personas físicas
perfectamente identificadas o identificables. Los datos de carácter familiar serían datos
personales de los miembros de una familia, siendo una previsión redundante e
innecesaria. Hay que excluir de estos datos del tipo básico los especialmente sensibles
que serán objeto de tratamiento en posteriores tipos agravados.

- La acción realizada por el sujeto pasivo es en perjuicio de tercero o del titular de


los datos, pareciendo que el tercero al que se refiere el precepto sería el titular del
registro que fuera distinto al titular de los datos contenidos en él.

- Los datos tienen que estar alojados en determinados soportes materiales de


carácter electrónico como son ficheros o soportes informáticos, electrónicos o
telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado, se entiende
que de esa misma naturaleza electrónica.

- El sujeto activo comete los hechos sin autorización, es decir, habrá que estar a la
regulación de acceso a los datos según el supuesto y soporte de que se trate,
debiéndose tener en cuenta en todo caso el Reglamento (UE) 2016/679, de 27 de abril,
de protección de datos y la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales y
garantía de los derechos digitales.
La conducta castigada es dolosa, es decir intencional, lo que se pone
especialmente de manifiesto en el precepto cuando exige que se obre "en perjuicio" del
titular de los datos o de un tercero, que puede ser el titular del soporte, de modo que se
obra con conocimiento y voluntad de acceder al secreto o información o datos
reservados sin consentimiento legítimo.

Las penas son las de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro
meses.

Revelación de datos que afectan directamente a la intimidad personal. Tipos


agravados

1. Difusión, revelación o cesión de los datos reservados a terceros (art. 197.3 CP)

Se contienen dos modalidades:

• El art. 197.3 párrafo 1º, es aplicable a todos los tipos básicos anteriores, y tiene
su fundamento en que dichas acciones suponen incrementar la vulneración de la
intimidad del sujeto pasivo. Presuponen la comisión de alguna de las modalidades
básicas y comprende tres conductas: difusión, revelación y cesión, que en definitiva
suponen la comunicación a una o más personas. La significación gramatical de los verbos
utilizados parecen abarcar desde la transmisión por medio de comunicación, la
comunicación a un número limitado de personas, o a un tercero para que use dicha
información, de manera que el legislador equipara difusión, revelación y cesión a
terceros, aun cuando la primera suponga una mayor publicidad. La pena en este caso es
de prisión de dos a cinco años.

• El art. 197.3 párrafo 2º, se contiene un tipo atenuado en cuanto que el autor no
ha cometido ni participado previamente en el delito de descubrir la intimidad, no ha
sido autor ni cómplice. Se exige que el sujeto activo conozca la procedencia ilícita, que
no necesariamente delictiva, de la información que luego va a difundir. La pena prevista
es de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses.

2.- Si los hechos se cometan por las personas encargadas o responsables de los
ficheros, soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, archivos o registros, la pena
es de prisión de 3 a 5 años.(Art. 197.4 a CP)

Si los datos reservados se hubieran difundido, cedido o revelado a terceros, se


impondrán las penas en su mitad superior.

3.- Si los hechos se llevan a cabo mediante la utilización no autorizada de datos


personales de la víctima. la pena es de prisión de 3 a 5 años.(Art. 197.4 b CP)

Si los datos reservados se hubieran difundido, cedido o revelado a terceros, se


impondrán las penas en su mitad superior.

4.- Datos sensibles o que afecten a menores o incapaces (art. 197.5 CP)

Otro supuesto agravado cuyo fundamento es la especial protección de lo que se


denomina el núcleo duro del derecho a la intimidad (núcleo duro de la privacy), además
de los casos en que la víctima fuese un menor de edad o discapacitado, por su
vulnerabilidad, que agrava la pena que resulte de la aplicación de los preceptos
anteriores, imponiéndola en su mitad superior.
Se refieren a la esfera más sensible de la intimidad como «la ideología, religión,
creencias, salud, origen racial o vida sexual». El art. 9 del Reglamento (UE) 2016/679, de
27 de abril, de protección de datos y art. 9 de la LO 3/2018, de 5 de diciembre, de
Protección de Datos Personales y garantía de derechos digitales se refieren a ellos como
categorías especiales de datos.

5.- Ánimo de lucro (art. 197.6 CP)

Si los hechos se realizan con fines lucrativos se impondrán las penas anteriores en
su mitad superior. Si además afectan a datos especialmente sensibles de los aludidos
arriba, la pena a imponer será la de prisión de cuatro a siete años.

Tipo específico: Difusión de imágenes o grabaciones obtenidas con anuencia


(sexting)

La LO 1/15 de 30 de marzo, tipifica expresamente el art. 197.7 CP castigando al


que, sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes
o grabaciones audiovisuales de aquélla que hubiera obtenido con su anuencia en un
domicilio o en cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de terceros, cuando la
divulgación menoscabe gravemente la intimidad personal de esa persona.

El tipo protege la intimidad personal en relación con materiales fotográficos o


audiovisuales cuya difusión puede generar un menoscabo grave. La conducta se
construye sobre un primer estadio en el que el material se obtiene con consentimiento
del afectado y sobre un segundo estadio en el que la difusión se produce sin tal
consentimiento. Incluye las conductas de sexting y revenge porn.

La descripción típica ofrece una acción típica básica consistente en la «difusión»,


«revelación» o «cesión» de imágenes o grabaciones audiovisuales, a la que se adiciona
un elemento subjetivo del injusto consistente en la necesaria concurrencia de la
intención de menoscabar la intimidad ajena.

El delito se configura como de tipo mixto alternativo (difundir, revelar o ceder a


terceros), aunque los términos se equiparan en el sentido de que todos ellos exigen la
comunicación o transmisión de las grabaciones o vídeos a terceros, aunque, como se
señala por la doctrina, difundir supone un número más amplio e indeterminado de
destinatarios de esa comunicación.

El TS se se pronuncia por primera vez sobre este delito en su STS 24 febrero 2020,
Rec. 3355/2018, y afirma que la obtención de las imágenes o grabaciones audiovisuales
puede tener muy distintos orígenes: “Obtiene la imagen, desde luego, quien fotografía o
graba el vídeo en el que se exhibe algún aspecto de la intimidad de la víctima. Pero
también obtiene la imagen quien la recibe cuando es remitida voluntariamente por la
víctima, valiéndose para ello de cualquier medio convencional o de un programa de
mensajería instantánea que opere por redes telemáticas”.

Explica que, aunque el precepto exige que estas imágenes hayan sido obtenidas
«en un domicilio o en cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de terceros»,
domicilio es un concepto que si se entiende en su significado genuinamente jurídico (cfr.
art. 40 del Código Civil), restringiría de forma injustificable el ámbito del tipo. De esta
forma, concluye que no debe hacerse una interpretación exclusivamente literal y que el
núcleo de la acción típica del artículo “consiste no en obtener, sino en difundir las
imágenes obtenidas con la aquiescencia de la víctima y que afecten gravemente a su
intimidad”.
Concluye que aunque es cierto que predominan los supuestos de difusión de
imágenes de marcado carácter sexual, el precepto no identifica la conducta típica con
ese contenido, sino que alude a contenidos cuya divulgación menoscabe gravemente la
intimidad personal y considera que la esfera sexual es una de las manifestaciones de lo
que se ha denominado el núcleo duro de la intimidad, pero no es la única.

Además prevé una agravación cuando la víctima sea el cónyuge o ex cónyuge del
sujeto pasivo o persona que conviva o haya convivido con él o mantenga o haya
mantenido una relación análoga.

Acceso a otros datos o informaciones que pueden afectar a la privacidad pero no a


la intimidad.

Tales conductas han sido modificadas por la LO 1/15 de 30 de marzo. Se trata del
acceso a datos o informaciones que afectan a la privacidad, pero no a la intimidad
personal como las conductas anteriores, de acuerdo con el planteamiento recogido en la
Directiva 2013/40/UE, de 12 de agosto, relativa a los ataques contra los sistemas de
información y la interceptación de datos electrónicos, cuando no se trata de una
comunicación personal, que transpone.

Se trata de conductas esencialmente dolosas, la Directiva no establece


responsabilidades penales cuando se cumplen los criterios objetivos de las infracciones
enumeradas en la misma pero los actos se cometen sin propósito delictivo —sin dolo—

El acceso sin autorización a un sistema de información.

Tras la reforma operada por la LO 1/15 de 30 de marzo, el anterior art. 197.3 pasa
a 197 bis 1 CP, tipificándose de forma separada el mero acceso a los sistemas
informáticos, añadiéndose novedosamente el art. 197 bis 2.

Las conductas consisten en:

• Acceder o mantenerse en un sistema de información sin autorización, o en


mantenerse en contra de la voluntad de quien tenga legítimo derecho a excluirlo, y ha
de realizarse vulnerando las medidas de seguridad establecidas.

• Facilitar a otro el acceso a un sistema de información, vulnerando, igualmente


dichas medidas de seguridad sin autorización.

La pena es de prisión de seis meses a dos años.

Interceptación de transmisiones entre sistemas.

La LO 1/15 incluye en el art. 197 bis 2 CP la tipificación de la interceptación de


transmisiones entre sistemas, cuando no se trata de transmisiones personales, sin
autorización.

La pena prevista es la de prisión de tres meses a dos años o multa de tres a doce
meses.

Señala la citada Directiva 2013/40/UE, de 12 de agosto, que la interceptación


abarca, sin limitarse necesariamente a ello, la escucha, el seguimiento y el análisis del
contenido de comunicaciones, así como la obtención del contenido de los datos bien
directamente, mediante el acceso y recurso a ese sistema de información, o
indirectamente, mediante el recurso a sistemas de escucha y grabación electrónicos por
medios técnicos.

Facilitación de programas o contraseñas para interceptar o acceder a un sistema


de información.

La LO 1/15 de 30 de marzo, añade un nuevo artículo 197 ter CP, estableciéndose


que será castigado con una pena de prisión de seis meses a dos años o multa de tres a
dieciocho meses el que, sin estar debidamente autorizado, produzca, adquiera para su
uso, importe o, de cualquier modo, facilite a terceros, con la intención de facilitar la
comisión de alguno de los delitos a que se refieren los apartados 1 y 2 del artículo 197
CP o el artículo 197 bis CP:

• Un programa informático, concebido o adaptado principalmente para cometer


dichos delitos; o

• Una contraseña de ordenador, un código de acceso o datos similares que


permitan acceder a la totalidad o a una parte de un sistema de información.

Subtipos agravados comunes a todos los delitos de descubrimiento y revelación de


secretos

• Comisión por organización o grupo criminal (art. 197 quater CP): se aplicarán las
penas superiores en grado a las recogidas para el delito correspondiente.

• Si es responsable una persona jurídica, de acuerdo con lo establecido en el


artículo 31 bis CP (art. 197 quinquies CP): se le impondrá la pena de multa de seis meses
a dos años. Se podrán imponer, además, las penas recogidas en el artículo 33.7.b) a g)
CP, conforme a las reglas del art. 66 bis CP.

• Cuando se cometa por autoridad o funcionario público, fuera de los casos


permitidos por la ley, sin mediar causa por delito y prevaliéndose de su cargo (art. 198
CP): se imponen las penas previstas en su mitad superior y, además la de inhabilitación
absoluta por tiempo de seis a doce años.

Se trata de un delito especial impropio que solo puede ser cometido por la
autoridad o funcionario público que ha de actuar fuera de los casos permitidos por la
ley, sin mediar causa por delito, y prevaleciéndose de su cargo. Deben distinguirse de los
delitos regulados en los arts. 534 a536 CP, dentro de los delitos cometidos por los
funcionarios públicos contra la inviolabilidad domiciliaria y demás garantías de la
intimidad, en que de igual forma que en las detenciones ilegales, actúan mediando
causa por delito. Y esa es la diferencia, en el tipo analizado, el funcionario actúa como
un particular, por tanto fuera completamente de sus competencias, mientras en los
delitos contra las garantías constitucionales lo hacen en el ejercicio de las mismas pero
se extralimitan gravemente.

Secreto profesional

El art. 199 CP se estructura en dos apartados:

• En el primero se castiga a los que revelen secretos ajenos que conozcan por
razón de su oficio o sus relaciones laborales.
• El segundo regula el secreto profesional.

El bien jurídico es el mismo en ambos supuestos, la intimidad de un tercero. Y la


conducta también, pues consiste en «revelar» o «divulgar» secretos conocidos en el
desempeño de un oficio o relación laboral, o en el ejercicio de una profesión. Sirven aquí
cuantas observaciones se hicieron al comentar el tipo básico del art. 197. Las diferencias,
que se traducen en una mayor pena para el segundo apartado, se sitúan en la distinta
naturaleza de la actividad por cuanto los profesionales incumplen el deber de secreto
profesional.

Cabe considerar como confidentes necesarios a los Abogados y Procuradores


(están obligados a guardar secretos sobre los hechos revelados por sus clientes, EGA, RD
658/2001, y EGP RD 1281/2002), médicos (art. 10.3 de la Ley 14/1986 General de
Sanidad), detectives (RD 2364/1994 y Ley 23/1992 de Seguridad Privada), profesionales
de banca (RDL 1298/1986 de 28 de junio, de entidades de crédito), informáticos,
sacerdotes, periodistas.

Recuerde que...

• Se regulan en el Título X del Libro II, Capítulo I, arts. 197 a201 CP.

• El bien jurídico protegido es la intimidad, derecho fundamental recogido en la


Constitución (art. 18 CE)

• Se distingue entre delitos de descubrimiento y revelación de datos que afectan a


la intimidad personal y aquellos que afectan a la privacidad, pero no directamente a la
intimidad.

• Se regula expresamente la difusión, sin autorización, de datos obtenidos con


consentimiento, el denominado sexting.

• De todos estos delitos puede ser responsable la persona jurídica.” 1

3. Del allanamiento de morada, domicilio de personas jurídicas y


establecimientos abiertos al público.
Se tipifica en el Capítulo ‍II del Título ‍X del libro ‍II del Código Penal, artículos ‍202-
204.

El bien jurídico protegido no es la propiedad, sino la inviolabilidad del domicilio,


proclamada como derecho fundamental en el artículo ‍18.2 de la Constitución.

A) Allanamiento de morada.

1 https://guiasjuridicas.wolterskluwer.es/Content/Documento.aspx?
params=H4sIAAAAAAAEAMtMSbF1jTAAAUMjE0MztbLUouLM_DxbIwMDCwNzAwu1vPyU1B
AXZxRVnoZmxiCVmWmVLvnJIZUFqbYlRaWpaqlJ-fnZKCrjYeYAAPpJ7-lpAAAAWKE [última
visita 02/04/2020]
El tipo básico viene establecido en el artículo 202.1 del Código Penal, donde se
castiga al “el particular que, sin habitar en ella, entrare en morada ajena o se mantuviere
en la misma contra la voluntad de su morador, será castigado con la pena de prisión de
seis meses a dos años.”
Del contenido el precepto cabe señalar que se prevén dos modalidades de
allanamiento, el allanamiento activo y el pasivo, según que consista en entrar o
mantenerse en la morada ajena.
En cuanto al concepto de morada debemos de entender que es el lugar donde
habita una persona, aunque la jurisprudencia ha extendido este concepto a todas las
dependencias de la casa habitada en comunicación interior con ella. No es necesario,
para que un lugar sea calificado de morada, que sirva de residencia permanente; es
indiferente que se resida en ella de modo temporal u ocasional. Tampoco importa que
se trate de un lugar cerrado o abierto, estable o móvil. Es también indiferente que el
lugar sea o no habitable, si está efectivamente habitado; por tanto, no se comete este
delito al penetrar sin voluntad de su titular en un inmueble desocupado; aunque sí se
podría cometer el de usurpación del artículo ‍245.
El delito existe cualquiera que sea el título que confiera al morador el disfrute de
la morada, aun cuando la disfrutara a título de precario, pero es necesario que sea
legítimo; no es preciso que sea su titular.
El delito se consuma con la entrada, sin que sea necesario que se vulnere la
intimidad que la inviolabilidad domiciliaria protege, ya que es un delito de mera
actividad.
En cuanto a la culpabilidad, el Tribunal Supremo viene exigiendo la concurrencia
de un dolo específico de allanar.
Además el tipo penal requiere que el allanamiento se produzca sin el
consentimiento del morador, que puede ser expreso o tácito. En el caso de que haya
varios moradores, a priori, cualquiera de ellos podría consentir. Sin embargo, Muñoz
Conde, apoyándose en alguna sentencia del TS, señala que hay un principio que implica
que la voluntad del que se niega ha de prevalecer, de tal modo que, si son varios
moradores y uno de ellos se niega, su voluntad prevalece sobre la de los demás, que han
consentido. Hernández Plasencia señala que dicho sujeto no puede negarse si la entrada
no pone en peligro su propia intimidad (caso de las viviendas compartidas), siendo este
último criterio el que se viene aplicando.
En el artículo 202.2 CP se regula un subtipo agravado, de tal manera que se
imponen las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de 6:00 a 12:00 meses, si el
hecho se ejecutan con violencia o intimidación.

B) Allanamiento del domicilio de las personas jurídicas.


Los tipos básicos, de entrar o mantenerse contra la voluntad de una persona
jurídica, en su domicilio, se contienen en los apartados 1. y 2. del artículo 203 del
Código Penal , castigando el primero de ellos con las penas de prisión de seis meses a un
año y multa de seis a diez meses el que entrare contra la voluntad de su titular en el
domicilio de una persona jurídica pública o privada, despacho profesional u oficina, o en
establecimiento mercantil o local abierto al público fuera de las horas de apertura.
Mientras que el segundo castiga con la pena de multa de uno a tres meses el que se
mantuviere contra la voluntad de su titular, fuera de las horas de apertura, en el
domicilio de una persona jurídica pública o privada, despacho profesional u oficina, o en
establecimiento mercantil o local abierto al público.
En el apartado 3. del mismo precepto se contiene un subtipo agravado cuando el
hecho se realizare con violencia o intimidación, castigando con la pena de prisión de
seis meses a tres años, el que con violencia o intimidación entrare o se mantuviere
contra la voluntad de su titular en el domicilio de una persona jurídica pública o privada,
despacho profesional u oficina, o en establecimiento mercantil o local abierto al público.

C) Allanamiento cometido por autoridad o funcionario público.


Viene tipificado en el artículo 204 del Código Penal y en ambos casos la pena se
agrava cuando el sujeto activo del delito -cualquiera de los delitos de allanamiento- sea
una autoridad o un funcionario público en los términos contenidos en el precepto.
Así el artículo 204 del Código Penal castiga a “la autoridad o funcionario público
que, fuera de los casos permitidos por la Ley y sin mediar causa legal por delito,
cometiere cualquiera de los hechos descritos en los dos artículos anteriores, será
castigado con la pena prevista respectivamente en los mismos, en su mitad superior, e
inhabilitación absoluta de seis a doce años.”

SITUACIONES CONCURSALES
El tipo de concurso de delitos según la jurisprudencia del TS dependen del caso.
- Cuando el delito de allanamiento de morada es un medio para cometer otros
(agresión sexual, lesiones, descubrimiento de secretos, ‍etc.), existirá un concurso medial
de delitos, que se penará conforme al artículo ‍77 del código.
- Si el delito de allanamiento y el otro cometido están desvinculados
(singularmente, se entra en la morada y luego se secuestra al morador), la jurisprudencia
suele apreciar el concurso ideal. Podría haber un concurso medial si el sujeto activo
retiene en la vivienda al morador mientras efectúa el allanamiento.
- También se ha apreciado el concurso real en los casos en que el allanamiento ha
venido acompañado de la muerte del morador.
- Antiguamente, cuando el allanamiento de morada se realizaba para cometer un
delito de robo con violencia, la jurisprudencia apreciaba un concurso medial de delitos,
pero en la actualidad, tras la reforma operada por la LO ‍5/2010, de 22 de junio, se
tipificó expresamente como subtipo agravado el delito de robo con violencia en casa
habitada, que absorbe el allanamiento de morada (artículo ‍242).
- En cuanto al robo con fuerza en las cosas en casa habitada ha tenido siempre
este tratamiento bajo el Código Penal de 1995, que desde su primera redacción ya lo
calificaba como un subtipo agravado (artículo ‍241).

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