Está en la página 1de 2

Parmalat

La compañía alimentaria italiana Parmalat, para diciembre de 2003, reveló la existencia de un


agujero en sus cuentas que alcanzaban a 4 000 millones de euros, situación que obedeció a la
existencia de un financiamiento falso del Bank of America proveniente de Islas Caimán.

Tiempo después, la compañía informó que era incapaz de liquidar una inversión de 500 millones
de euros, que se encontraba en un banco en las Islas Caimán en un fondo llamado Epicurum.

La compañía entra en crisis el 17 de diciembre, justo el momento en que no pudo pagar el primer
adeudo de los 400 millones de euros requeridos por inversores minoritarios. Algunos bancos
italianos intentaron salvar a la compañía de una quiebra otorgándole créditos para sufragar sus
deudas, sin embargo el hueco contable era profundo, por lo que no fue posible saldar las cuentas,
concluyendo en la declaración de insolvencia por un juzgado de Parma, Italia.

Conforme con la auditoría realizada por la firma de auditores PrincewaterhouseCoopers (PwC),


las deudas que mantenía la transnacional italiana era de unas ocho veces mayor a la anunciada
por la anterior dirección, y alcanzaba suma de 14 000 millones de euros (17 927 millones de
dólares).

La compañía de auditores PwC, anunció que las disponibilidades financieras del coloso de la
alimentación italiana no eran suficientes para atender sus compromisos, sin Embargo, Parmalat
informó que podía pagar a algunos “proveedores corrientes” con excepción de Brasil y Estados
Unidos, ya que se crearon unidades especiales que contribuyeran con los ejecutivos locales, para
atender la crisis.

Con base en la información suministrada, proceda a indicar:

1. Existieron debilidades del sistema de control interno


2. Para cada uno de los componentes del sistema de control interno, establezca al menos 2
acciones que pudieron haber evitado este desfalco.

El gobierno italiano asignó este caso a un comisario extraordinario nombrado AD HOC, para
salvar el emporio alimentario. A raíz de lo anterior, los ejecutivos de la compañía inclusive
Calisto Tanzi, ex presidente y Fausto Tonna el ex director financiero, se encuentran en la cárcel
bajo las acusaciones de bancarrota fraudulenta, estafa y especulación abusiva.

La investigación ha debido abarcar a los bancos que en los últimos meses gestionaron préstamos
para Parmalat, el alemán Deutsche Bank, los estadounidenses Citigroup y Morgan Stanley, así
como la agencia de clasificación Standard and Poor´s (S&P).

La fiscalía busca establecer si la información presentada por los bancos de cita a S&P, con el fin
de que analizara la operación ocultó datos en contubernio con los dirigentes de la empresa
colapsada.
Para ese momento, S&P era la única agencia internacional dedicada a la confirmación y
calificación de los títulos y bonos de la transnacional, y hasta la tardía fecha del 9 de diciembre
no había advertido sobre ningún riesgo a los inversores.

Con mucha ingenuidad, los ejecutivos de S&P dijeron a la prensa que resultaba “evidente que
nos engañaron durante largo tiempo con los datos que nos enviaban Parmalat y sus auditores”.

Para que se tenga una idea de hasta dónde llega el daño producido por el desfalco contable, se
conoce que solo en Italia han sido afectados 115 000 inversionistas; en Argentina 450 000
propietarios de bonos del Tesoro del Estado y desde Alaska un fondo de pensiones de carpinteros
reclama 1 000 millones de dólares.

El ex presidente Calisto Tanzi, de 65 años, que según se afirma padece problemas cardíacos que
se le han acrecentado tras el desfalco, heredó a finales de la década de 1950 una pequeña lechería
en Parma, capital gastronómica por excelencia de Italia.

En 1961, desafió el monopolio del mercado de leche en Italia, y poco a poco Parmalat pasó a ser
la primera marca productora, al desarrollar como clave para la hegemonía de sus productos de
larga vida la pasteurización a Ultra Alta Temperatura (UHT).

La compañía aumentó sus mercados a más de 30 países con productos de yogur, zumo de frutas
y galletas. En 2002, su facturación sumó 7 600 millones de euros.

Parmalat hoy se encuentra entre las primeras compañías que a nivel mundial han cometido los
mayores fraudes fiscales de la historia lo que al parecer se ha convertido en una práctica habitual
entre empresas multinacionales.

También podría gustarte