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Traducción y Diagramación:
Paulo Devai
Prefacio
¿Por qué no podemos hacer las cosas a nuestra manera? Ciertamente lo
podríamos, pero esos caminos no siempre favorecerían nuestra salvación eterna.
Los caminos de la naturaleza humana caída no son los caminos de Dios. El
Todopoderoso explica: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que
la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos
más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8, 9).
Por lo tanto, no podemos esperar disfrutar del pleno respaldo de Dios a las
formas de vida terrenales y finitas. Después de todo, ¡ni siquiera somos dueños de
nosotros mismos! Las Escrituras revelan que hemos sido comprados por un precio:
la sangre del unigénito Hijo de Dios.
Incluso nuestro amor por los demás puede no ser todo lo que debería ser.
Todos pueden beneficiarse de la inspirada advertencia dada a una familia:
“Nuestro amor es frecuentemente egoísta, porque lo confinamos a límites
prescritos. Cuando nos coloquemos en estrecha unión y compañerismo con
Cristo, nuestro amor y comprensión, así como nuestras obras de benevolencia se
profundizarán y ensancharán y fortalecerán con el ejercicio. El amor y el interés
de los seguidores de Cristo debe ser tan amplio como el mundo. Aquellos que
viven meramente para ‘mí y lo mío’ no alcanzarán el cielo. Dios los llama a ustedes
como familia a cultivar el amor, a ser menos sensibles acerca de ustedes mismos
y más sensibles a las tristezas y pruebas de otros. El espíritu egoísta que han
acariciado toda su vida está representado correctamente por el sacerdote y el levita
que pasaron de largo junto al infortunado. Vieron que necesitaba ayuda, pero lo
evitaron deliberadamente.
“Cada uno de ustedes necesita despertar y enfrentar honestamente la necesidad
de abandonar el tren del egoísmo. Mejoren el breve tiempo de prueba que Dios les
da, trabajando con todas sus fuerzas para redimir los fracasos de su vida pasada.
Dios los ha colocado en un mundo de sufrimiento para probarlos, para ver si serán
hallados dignos del don de la vida eterna.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 3, pág.
581.
El alivio de los seres humanos sufrientes, ignorantes y descarriados de hoy en
día requiere abnegación por parte de todos nosotros. No somos nuestros, somos
propiedad exclusiva de nuestro Creador, que nos ha dado un ejemplo en la vida
de Jesucristo. Representar correctamente las características del carácter celestial
requiere todo nuestro ser. Somos mayordomos de la gracia de Dios, mayordomos
de la luz, de los medios y de los talentos concedidos.
Por lo tanto, para animarnos a seguir los pasos de nuestro Maestro, las Lecciones
Bíblicas Sabáticas de los próximos dos trimestres se basan en “Mayordomos de los
Últimos Días”. A través de estos estudios, es nuestra oración que Dios nos conceda
el éxito al caminar abnegadamente con Cristo.
El Mayordomo
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu
propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él
enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5, 6).
Domingo ^
26 de junio
Año Bíblico: Salmos 1-8
1. COMPROMISO
a. ¿Cuál es la base de la mayordomía cristiana? Salmos 37:4–6; 24:1.
2. MAYORDOMÍA
a. Un mayordomo administra la propiedad de otro. Nombra algunas cosas
importantes de las que somos mayordomos. 1 Corintios 4:1, 2.
3. ACTITUDES POSITIVAS
a. ¿Qué debe tener en cuenta el mayordomo cristiano ante una recesión
económica? Filipenses 4:13; Romanos 8:28.
4. CONFIANZA
a. ¿Qué rodea al verdadero mayordomo cristiano? Salmo 32:10.
5. GRATITUD
a. ¿Qué hace el mayordomo cristiano al descubrir las verdaderas riquezas
del universo? Lucas 15:8, 9; 1 Tesalonicenses 5:18.
Viernes ^
1 de julio
Año Bíblico: Salmos 36-39
El Mayordomo Fiel
“Mi porción es Jehová; He dicho que guardaré tus palabras”
(Salmo 119:57).
Domingo ^
3 de julio
Año Bíblico: Salmos 46-51
1. CONTENTAMIENTO
a. ¿Qué comprenden los mayordomos cristianos sobre todas sus posesiones
terrenales? Job 1:21.
“Todas las cosas pertenecen a Dios. Los hombres pueden ignorar sus de-
rechos. Mientras él derrama abundantemente sus bendiciones sobre ellos,
pueden utilizar sus dones para su propia gratificación egoísta; pero serán
llamados a rendir cuentas de su mayordomía.
“Un mayordomo se identifica con su señor. Acepta las responsabilidades
de un mayordomo y debe actuar en lugar de su señor y hacer lo que haría su
señor si estuviera a cargo de la situación. Los intereses de su señor se convier-
ten en los suyos. La posición de un mayordomo está revestida de dignidad
porque su señor confía en él. Si en alguna cosa actúa egoístamente y se apro-
vecha de las ventajas obtenidas al negociar con los recursos de su señor, ha
pervertido la confianza con que se lo ha investido.”—Testimonios para la Iglesia,
tomo 9, pág. 198.
b. ¿Por qué los mayordomos cristianos deben conformarse con sus pose-
siones terrenales, aunque sean pocas? Salmo 37:16; Proverbios 15:16;
1 Timoteo 6:8.
2. EQUIDAD
a. Puesto que somos mayordomos cristianos, ¿cuál debe ser nuestra actitud
hacia el prójimo y sus posesiones? Deuteronomio 16:19.
“En la última gran contienda entre los seguidores de Cristo y las potesta-
des de las tinieblas, Satanás ofrece sus sobornos a hombres y mujeres. Algu-
nos se venden por nada; pero, ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo
entero, si pierde su propia alma?”— Manuscript Releases, tomo 19, pág. 243.
“Debemos sentir un interés especial en considerar las cosas ajenas, no
para codiciarlas, no para encontrar faltas en ellas, no para hacer comentarios
en cuanto a ellas y presentarlas en una luz dudosa, sino para hacer estricta
justicia en todas las cosas a nuestros hermanos y a todos con quienes nos
tratamos.”—A Fin de Conocerle, pág. 176.
3. HONESTIDAD
a. ¿Qué bendición es dada a todos los que siguen la integridad en todas sus
transacciones comerciales? Proverbios 10:9.
b. ¿Qué debe vincular la acción, las palabras e incluso los pensamientos del
mayordomo cristiano? Proverbios 12:5, 17; 14:2.
4. HUMILDAD
a. ¿Cuál es la recompensa para el humilde mayordomo cristiano? Salmo
37:11; Proverbios 22:4; Mateo 18:4.
“Estos son los mejores dones que el Padre celestial puede conceder: el
amor supremo a Dios y el amor abnegado por los demás. Que todos los cre-
yentes se acerquen a Dios y entre sí, para que Dios se acerque a ellos. Ningún
hombre debe ser exaltado como supremo. Ningún hombre debe suponer que
es infalible porque ha sido iluminado por Dios y utilizado por él para llevar
a las almas a la verdad. Nuestras dotes son valiosas sólo en la medida en que
son utilizadas como talentos confiados por Dios para magnificar la verdad.
Aquel mediante quien Dios trabaja nunca debe exaltarse a sí mismo, nunca
debe tratar de gobernar. Como sabio mayordomo, debe hacer su trabajo con
sinceridad y humildad. Debe servir a Dios impartiendo lo que ha recibido,
diciendo la verdad con amor, de manera clara y decidida. Así debe iluminar
a los demás, recordando siempre que sólo Dios puede impresionar la mente y
purificar el corazón.”— Manuscript Releases, tomo 21, pág. 275.
b. ¿Qué debe caracterizar a todos los que buscan estar entre los elegidos de
Dios? Proverbios 29:23.
5. OBEDIENCIA
a. ¿Qué características le fueron mostradas a Juan el Revelador cuando vio
al pueblo de Dios en estos últimos días? Apocalipsis 14:12.
“No hay ocupación lícita para la cual no provea la Biblia una preparación
esencial. Sus principios de diligencia, honradez, economía, temperancia y
pureza, son el secreto del verdadero éxito. Estos principios, según los presen-
ta el libro de Proverbios, constituyen un tesoro de sabiduría práctica. ¿Dónde
pueden hallar el comerciante, el artesano, el conductor de hombres en cual-
quier tipo de actividad, mejores máximas para sí y sus empleados que las que
se encuentran en las palabras del sabio? [Se cita Proverbios 22:29; 14:23; 13:4;
23:21; 20:19; 17:27; 20:3, 4:14; 6:28; 13:20; 18:24.]…
“Más de un hombre hubiera escapado al fracaso y a la ruina financiera,
si hubiese tenido en cuenta las advertencias que las Escrituras repiten y re-
calcan…
“A estos principios está ligado el bienestar de la sociedad, tanto en las
relaciones seculares como en las religiosas. Ellos son los que dan seguridad a
la propiedad y la vida. Por todo lo que hace posible la confianza y la coope-
ración, el mundo es deudor a la ley de Dios, según la da su Palabra, y según
se puede encontrar aún, en rasgos a menudo oscuros y casi borrados, en el
corazón de los hombres.”— La Educación, págs. 135–137.
Viernes ^
8 de julio
Año Bíblico: Salmos 78-80
Domingo ^
10 de julio
Año Bíblico: Salmos 88-91
2. CODICIA EN EL CORAZÓN
a. ¿En qué sentido la codicia viola los mandamientos de Dios? Éxodo 20:17.
Partiendo de la experiencia de Acán, ¿qué podemos aprender sobre este
pecado? Josué 7:20–26.
b. ¿Cuál debe ser nuestra relación con los que están controlados por el espí-
ritu de codicia? Efesios 5:5; 1 Corintios 5:11.
c. ¿Con qué otros pecadores estarán los codiciosos fuera del reino de Dios?
1 Corintios 6:10.
3. EL MAL DE LA CODICIA
a. Cuando la envidia y la codicia echan raíces en el corazón, ¿qué sigue? Job
5:2–5.
4. ORGULLO
a. El concepto de orgullo es muy valorado en este mundo. ¿Cómo describen
las Escrituras al orgullo? Proverbios 16:5.
b. ¿Qué hará el Señor a los soberbios? Proverbios 15:25; 16:18, 19; Lucas
18:14. Describe lo que le fue mostrado a la sierva del Señor con respecto
al resultado final de los orgullosos, y cómo puede ser evitado.
“Vi que Dios detesta el orgullo, y que todos los orgullosos y los que obran
impíamente serán como paja, y arderán en el día que viene. Vi que el mensa-
je del tercer ángel todavía debe obrar como levadura sobre muchos corazones
que profesan creerlo, y eliminar su orgullo, egoísmo, codicia y amor al mun-
do.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 126.
5. EL AMOR AL DINERO
a. ¿Qué te aportará el amor al dinero? 1 Timoteo 6:10; Eclesiastés 5:10.
Viernes ^
15 de julio
Año Bíblico: Salmos 119
“Todos los amantes del dinero… un día clamarán con amarga angustia:
‘¡Oh, el engaño de las riquezas! He vendido mi alma por dinero’.”—Testimo-
nios para la Iglesia, tomo 3, pág. 597.
Lectura adicional: Consejos Sobre Mayordomía Cristiana, págs. 139–145.
Domingo ^
17 de julio
Año Bíblico: Salmos 132-138
1. ENGAÑO
a. ¿Cómo pervierte a menudo Satanás el corazón y la boca de las personas
que quieren obtener una ventaja injusta en las transacciones comercia-
les? Jeremías 6:13; Hechos 5:3, 4.
d. A menudo, ¿cómo permite Dios que una persona engañosa sea víctima
de sus propios ardides? Salmo 7:14–16.
2. DESHONESTIDAD
a. Describe la profundidad de la maldad que se produce cuando dañamos
la reputación de los demás, y cómo lo ve Dios. Proverbios 6:12–19.
“Las cuentas de cada negocio, los detalles de cada transacción, son so-
metidos al escrutinio de inspectores invisibles, agentes de Aquel que nunca
transige con la injusticia, nunca tolera el mal, nunca disculpa el agravio…
“La ley de Dios condena a todo aquel que obra maldad. Esta puede desa-
tender su voz, tratar de acallar su advertencia, pero es en vano. A todas partes
lo sigue. Se hace oír. Perturba su paz. Si no le presta atención, lo persigue
hasta el sepulcro. Da testimonio contra él en el juicio. Como fuego inextin-
guible, consume al fin el alma y el cuerpo.”— La Educación, págs. 144, 145.
3. INJUSTICIA
a. ¿Cómo somos advertidos para evitar la parcialidad en nuestro trato con
los demás? Levítico 19:15.
“Dios requiere que su pueblo no permita que los pobres y afligidos sean
oprimidos. Si quebrantan todo yugo y liberan a los oprimidos, y son genero-
sos y tienen una consideración bondadosa hacia los necesitados, entonces las
bendiciones prometidas serán suyas. Si hay en la iglesia quienes hacen que los
ciegos tropiecen, debieran ser llevados a la justicia: porque Dios nos ha hecho
guardianes de los ciegos, los afligidos, las viudas y los huérfanos. El obstáculo
al que se refiere la Palabra de Dios no significa un trozo de madera colocado
ante los pies del ciego para hacerlo tropezar, sino que significa mucho más
que esto. Significa cualquier conducta que pueda seguirse para lesionar la
influencia de su hermano ciego, para obrar en contra de sus intereses, o para
impedir su prosperidad.
“Un hermano que es ciego y pobre y enfermo, y que se está esforzando al
máximo para ayudarse a sí mismo a fin de no ser dependiente, debiera recibir
aliento de sus hermanos en toda forma posible. Pero aquellos que profesan ser
sus hermanos y que tienen el uso de todas sus facultades, que no son depen-
dientes, pero que olvidan su deber hacia el ciego hasta el punto de confundir
y entorpecer su camino, están haciendo una obra que requerirá arrepenti-
miento y restauración antes que Dios acepte sus oraciones. Y la iglesia de Dios
que ha permitido que su infortunado hermano sea injustamente tratado será
culpable de pecado hasta que hagan todo lo que está en su poder para corregir
la injusticia.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 3, págs. 568, 569.
“El único curso de acción seguro para los jóvenes es relacionarse con los
puros, los santos, y así las tendencias naturales hacia el mal serán manteni-
das en jaque. [Al elegir como compañeros a quienes temen al Señor, rara vez
se les encontrará descreyendo de la Palabra de Dios, albergando dudas e infi-
delidades. El poder de un ejemplo verdaderamente coherente es muy grande
para el bien.] [Original en inglés.]”— En los Lugares Celestiales, pág. 174.
Viernes ^
22 de julio
Año Bíblico: Proverbios 8-11
“El hombre y la mujer que trabajan, son los únicos que hallan la verdade-
ra gloria y alegría de la vida. El trabajo trae su propia recompensa, y dulce es
el descanso que se compra con la fatiga de un día bien empleado.”— Christian
Temperance and Bible Hygiene, pág. 98.
Domingo ^
24 de julio
Año Bíblico: Proverbios 16-19
1. TRABAJO
a. En la creación, ¿qué fue suministrado gentilmente a la humanidad?
Génesis 2:15.
“Dios dio el trabajo como una bendición con que el hombre ocupara su
mente, fortaleciera su cuerpo y desarrollara sus facultades. En la actividad
mental y física, Adán encontró uno de los placeres más elevados de su santa
existencia. Cuando, como resultado de su desobediencia, fue expulsado de su
bello hogar, y cuando, para ganarse el pan de cada día, fue forzado a luchar
con una tierra obstinada, ese mismo trabajo, aunque muy distinto de su agra-
dable ocupación en el huerto, le sirvió de salvaguardia contra la tentación y
como fuente de felicidad. Están en gran error los que consideran el trabajo
como una maldición, si bien éste lleva aparejados dolor y fatiga. A menudo
los ricos miran con desdén a las clases trabajadoras; pero esto está enteramen-
te en desacuerdo con los designios de Dios al crear al hombre. ¿Qué son las
riquezas del más opulento en comparación con la herencia dada al señorial
Adán? Sin embargo, éste no había de estar ocioso. Nuestro Creador, que sabe
lo que constituye la felicidad del hombre, señaló a Adán su trabajo. El ver-
dadero regocijo de la vida lo encuentran sólo los hombres y las mujeres que
trabajan.”— Patriarcas y Profetas, págs. 31, 32.
2. LA ORDEN DE TRABAJAR
a. Nombra un aspecto vital del cuarto mandamiento. Éxodo 20:9.
“La senda del trabajo, señalada a los moradores de la tierra, puede ser
dura y cansadora, pero ha sido honrada por las pisadas del Salvador, y está
seguro el que sigue este camino sagrado. Por el precepto y el ejemplo, Cristo
dignificó el trabajo útil. Desde sus primeros años, vivió una vida de trabajo.
Pasó la mayor parte de su vida terrenal en el trabajo paciente de la carpintería
de Nazaret. Vestido como trabajador común, el Señor de la vida recorrió las
calles de la pequeña ciudad en la cual vivía, yendo y volviendo de su trabajo
humilde; y le acompañaban ángeles ministradores mientras caminaba lado
a lado con los campesinos y obreros sin que lo reconociesen y honrasen.”—
Consejos para los Maestros, pág. 263.
“No debes descuidar el deber que está directamente en tu camino; pero
debes aprovechar las pequeñas oportunidades que se abren a tu alrededor.
Debes seguir haciendo lo mejor que puedas en las labores más pequeñas de la
vida, asumiendo de corazón y fielmente el trabajo que la providencia de Dios
te ha asignado. Por pequeña que sea, debes hacerla con toda la minuciosidad
con la que harías una obra mayor. Tu fidelidad será aprobada en los registros
del cielo.”—The Signs of the Times, 16 de junio, 1890.
3. LA EMPRESA FAMILIAR
a. ¿Cuándo deben los mayordomos cristianos comenzar su formación?
Deuteronomio 6:7.
“La educación del niño para el bien o para el mal comienza en sus prime-
ros años. Se debe enseñar a los niños que son parte de la empresa familiar.
Deben ser instruidos para desempeñar su papel en el hogar. No deben ser
continuamente servidos, sino que deben aligerar las cargas del padre y de la
madre. A medida que los hijos mayores crecen, deben ayudar a cuidar a los
miembros más jóvenes de la familia. La madre no debe desgastarse haciendo
el trabajo que los hijos pueden y deben hacer.”— Manuscript Releases, tomo 10,
págs. 206, 207.
b. ¿Cómo pueden los padres enseñar a sus hijos los principios del trabajo y
los deberes de la vida? Proverbios 22:6.
“En la escuela del hogar se les debe enseñar a los niños a cumplir con los
deberes prácticos de la vida diaria. Mientras aún son jóvenes, la madre debe
darles algunas tareas sencillas que hacer cada día. Necesitará más tiempo
para enseñárselas que para hacerlas ella misma; pero recuerde que debe po-
ner el fundamento de la utilidad en el edificio de su carácter. Piense que el
hogar es la escuela en la que ella es la maestra principal. A ella le toca enseñar
a sus hijos a cumplir rápida y hábilmente los deberes de la casa. Tan tempra-
no en la vida como sea posible, se les debe enseñar a compartir las cargas del
hogar. Desde la infancia se debería enseñar a los niños a llevar cargas siempre
más pesadas, a ayudar inteligentemente en el trabajo de la familia.”— Consejos
para los Maestros, pág. 117.
4. DESCANSO IMPROPIO
a. ¿Cuál es el consejo para aquellos que no cumplen la orden de Dios del
cuarto mandamiento de trabajar seis días, eligiendo en su lugar descan-
sar en los seis días comunes de la semana? 2 Tesalonicenses 3:10.
“Dios ha dado a los hombres seis días en que trabajar, y requiere que su
trabajo sea hecho durante esos seis días laborables.”— Patriarcas y Profetas, pág.
315.
“La Palabra de Dios declara que si un hombre no trabaja, que tampoco
coma. (2 Tesalonicenses 3:10.) El Señor no exige que el trabajador sostenga a
otros en la ociosidad. Hay muchos que llegan a la pobreza y a la necesidad
porque malgastan el tiempo o no se esfuerzan. Si esas faltas no son corregi-
das por los que las abrigan, todo lo que se haga en su favor será como poner
un tesoro en una bolsa agujereada.”— Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 193.
“A los que se esfuerzan por reformarse se les debe proporcionar ocupa-
ción. A nadie capaz de trabajar se le debe enseñar a esperar que recibirá comi-
da, ropa y vivienda de balde. Para su propio bien, como para el de los demás,
hay que idear algún medio que le permita devolver el equivalente de lo que
recibe. Aliéntese todo esfuerzo hacia el sostenimiento propio, que fortalecerá
el sentimiento de la dignidad personal y una noble independencia. Además,
la ocupación de la mente y el cuerpo en algún trabajo útil es una salvaguar-
dia esencial contra la tentación.”— El Ministerio de Curación, pág. 132.
“Los hábitos de indolencia y descuido consentidos en el trabajo común,
serán llevados a la vida religiosa, e incapacitarán a uno para prestar cualquier
servicio eficiente a Dios. Muchos que, mediante una labor diligente podrían
haber sido una bendición para el mundo, se han visto arruinados por causa
de la ociosidad. La falta de empleo y de un propósito determinado abren la
puerta a un millar de tentaciones. Las malas compañías y los hábitos vicio-
sos depravan la mente y el alma, y el resultado es la ruina para esta vida y la
venidera.
“Cualquiera que sea el ramo de trabajo en el cual nos ocupemos, la Pala-
bra de Dios nos enseña a ser ‘en el cuidado no perezosos; ardientes en espí-
ritu, sirviendo al Señor’. ‘Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo
según tus fuerzas’, ‘sabiendo que del Señor recibiréis la compensación de la
herencia: porque al Señor Cristo servís’ (Romanos 12:11; Eclesiastés 9:10; Co-
losenses 3:24).”— Palabras de Vida del Gran Maestro, págs. 280, 281.
“Dios mismo midió la primera semana como una muestra para las sema-
nas sucesivas hasta el final del tiempo. Como todas las demás, constaba de
siete días literales. Seis días se emplearon en la obra de la creación; en el sép-
timo, Dios reposó, y entonces bendijo este día y lo apartó como día de reposo
para el hombre.”— Christian Education, pág. 190.
b. ¿Cómo te preparas para lo que el Señor llama “Mis sábados” o “Mi des-
canso” (Éxodo 31:13; Hebreos 4:5)? Marcos 15:42; Lucas 23:54, 56.
Viernes ^
29 de julio
Año Bíblico: Eclesiastés 5-8
30
30 Lecciones Bíblicas
Lecciones julio-septiembre, 2022
Sabáticas, julio–septiembre,
Bíblicas Sabáticas,
Lección 6 Sábado, 6 de agosto de 2022
^ Año Bíblico: Isaías 27-31
Activos y Capacitados
“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus
fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni
ciencia, ni sabiduría” (Eclesiastés 9:10).
Domingo ^
31 de julio
Año Bíblico: Cantares 1-8
b. Nombra una de las peores maldiciones para la sociedad, y una de las ma-
yores bendiciones. 2 Tesalonicenses 3:10; Proverbios 10:16.
2. UN SERVICIO ACEPTABLE
a. ¿Qué factores deben tenerse en cuenta a la hora de elegir una profesión?
¿Cómo determinan nuestras aptitudes el lugar que ocupamos en la vida?
Cita ejemplos. Filipenses 2:14, 15.
3. ÉTICA LABORAL
a. Independientemente de nuestra ocupación específica, ¿cuál debe ser
nuestra meta con referencia a nuestro trabajo? 1 Corintios 3:12–14; 2
Tesalonicenses 2:17.
“Dios no colocará su aprobación sobre la obra de ningún hombre, en-
cumbrado o humilde, rico o pobre que no haya sido hecha de todo corazón,
“La obra que está por encima de todas las obras—aquella que sobre to-
das las demás debe atraer y comprometer las energías del alma—es la obra
de salvar a las almas por las que Cristo ha muerto. Haz que ésta sea la obra
principal e importante de tu vida. Haz que sea la labor especial de tu vida.
Cooperen con Cristo en esta grandiosa y noble obra, y conviértanse en mi-
sioneros domésticos y extranjeros. Estén listos y sean eficientes para trabajar
en su país o en climas lejanos para la salvación de las almas. Trabajen en las
obras de Dios, y demuestren su fe en su Salvador esforzándose por los demás.
Ojalá que los jóvenes y los ancianos se convirtieran completamente a Dios,
y asumieran el deber que les corresponde, y trabajaran cuando tuvieran la
oportunidad, convirtiéndose en obreros junto con Dios. Si esto ocurriera,
multitudes de voces manifestarían las alabanzas de Aquel que los ha llamado
de las tinieblas a su luz admirable.”—The Youth’s Instructor, 4 de mayo, 1893.
“Cada verdadero discípulo nace en el reino de Dios como misionero. El
que bebe del agua viva, llega a ser una fuente de vida. El que recibe llega a ser
un dador. La gracia de Cristo en el alma es como un manantial en el desierto,
cuyas aguas surgen para refrescar a todos, y da a quienes están por perecer
avidez de beber el agua de la vida.”— El Deseado de Todas las Gentes, pág. 166.
b. ¿Por qué el misionero está rebosante de alegría por su labor? Lucas 15:6,
7; Salmo 51:12, 13.
“La conversión de las almas a Dios es la tarea más grande y más noble en
la cual puedan participar los seres humanos. En esta obra se ponen de mani-
fiesto el poder de Dios, su santidad, su paciencia y su amor ilimitado. Cada
conversión verdadera glorifica al Señor y hace que los ángeles prorrumpan en
cánticos.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 7, pág. 54.
“No podemos tener mayor regocijo que el de ser obreros junto con Dios,
rescatando a las almas de la esclavitud del pecado, y edificando el reino de
Cristo. Este gozo es el gozo de Cristo, y toda alma que participa de él tiene
su gozo pleno. Una y otra vez podemos beber de esta fuente de gozo, y re-
gocijarnos en ella, sabiendo que ningún otro gozo puede compararse con
este.”—The Review and Herald, 13 de febrero, 1894.
5. OTRAS OCUPACIONES
a. ¿Cómo podemos poner en práctica la obra de salvación de las almas en
diversas ocupaciones cristianas? Efesios 4:28; 1 Corintios 15:58.
“La Biblia no condena al rico por el hecho de ser rico; tampoco declara
que la adquisición de riquezas sea un pecado, ni dice que el dinero es la raíz
de todo mal. Todo lo contrario, las Escrituras declaran que Dios es el que da
el poder para conseguir riquezas. Esta habilidad es un talento precioso si se lo
consagra a Dios y se lo emplea para promover su causa. La Biblia no condena
el genio ni el arte, porque éstos proceden de la sabiduría que Dios imparte.
No podemos hacer que el corazón sea más puro o más santo cubriendo el
cuerpo de cilicio o privando el hogar de todo lo que proporciona comodidad,
gusto o conveniencia.”— Consejos sobre Mayordomía Cristiana, págs. 143, 144.
Viernes ^
5 de agosto
Año Bíblico: Isaías 22-26
“Todas las ventajas que Dios concede son medios suyos para dar ardor al
espíritu, celo al esfuerzo y vigor en el cumplimiento de su santa voluntad.”—
Patriarcas y Profetas, pág. 373.
Lectura adicional: Testimonios para la Iglesia, tomo 1, págs. 206, 207.
Domingo ^
7 de agosto
Año Bíblico: Isaías 32-37
1. DINERO FÁCIL
a. ¿Cuál será el resultado de participar en esquemas de enriquecimiento
rápido? Proverbios 21:5.
“Muchas veces cuando el Señor ha abierto el camino para que los her-
manos manejen sus recursos de tal manera que puedan adelantar su causa,
los agentes de Satanás han suscitado alguna otra empresa que ellos estaban
seguros iba a duplicar sus recursos. Se tragan la carnada; invierten el dinero,
y la causa —y a menudo ellos mismos—, nunca gana ni siquiera un dólar.”—
Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 144.
“Cada movimiento… que estimula el deseo de obtener riquezas en forma
rápida mediante la especulación, aparta las mentes de las verdades más so-
lemnes que alguna vez hayan sido dadas a los mortales. Durante un tiempo
pueden constituir perspectivas alentadoras, pero al final resultan un comple-
to fracaso. El Señor no respalda tales movimientos. Si se aprobara esta obra
muchos serían atraídos por esos proyectos especulativos, personas que en
ninguna otra forma podrían ser apartadas de la obra de presentar las verda-
des solemnes que deben predicarse en este tiempo.”— Consejos sobre Mayordo-
mía Cristiana, pág. 248.
“El trabajo es una bendición, no una maldición. El trabajo diligente aleja
a muchos, tanto jóvenes como ancianos, de las trampas de aquel que ‘busca
algún mal que hacer para las manos ociosas’. Que nadie se avergüence del
trabajo, pues el trabajo honesto ennoblece. Mientras las manos están ocupa-
das en las tareas más comunes, la mente puede estar llena de pensamientos
elevados y santos.”—The Youth’s Instructor, 27 de febrero, 1902.
“El valor del tiempo sobrepuja todo cómputo. Cristo consideraba precio-
so todo momento, y así es como hemos de considerarlo nosotros. La vida es
demasiado corta para que se la disipe. No tenemos sino unos pocos días de
gracia en los cuales prepararnos para la eternidad. No tenemos tiempo para
perder, ni tiempo para dedicar a los placeres egoístas, ni tiempo para entre-
garnos al pecado…
“Nuestro tiempo pertenece a Dios. Cada momento es suyo, y nos halla-
mos bajo la más solemne obligación de aprovecharlo para su gloria. De nin-
gún otro talento que él nos haya dado requerirá más estricta cuenta que de
nuestro tiempo.”— Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 277.
b. ¿Qué factores debemos tener en cuenta al planificar nuestro uso del tiem-
po? Santiago 4:13–15.
c. Al buscar que la obra de Dios avance, ¿de qué debemos darnos cuenta?
1 Pedro 5:8.
“No tenemos tiempo que perder. Los poderes de las tinieblas están traba-
jando con intensa energía, y con paso sigiloso Satanás está avanzando para
arrebatar a los que ahora están dormidos, como un lobo a su presa. Tenemos
ahora advertencias que podemos dar, una obra que podemos hacer, pero
pronto será más difícil de lo que imaginamos. Que Dios nos ayude a man-
tenernos en el canal de luz, a trabajar con los ojos fijos en nuestro Líder, y a
seguir adelante con paciencia y perseverancia hasta obtener la victoria.”—The
Review and Herald, 14 de noviembre, 1914.
4. SER ÚTILES
a. En lugar de dedicarnos a esquemas especulativos para volvernos ricos,
¿qué deberíamos hacer con los talentos que nos han sido confiados?
Lucas 19:13.
“El Señor nos pide a todos: ‘Negociad entre tanto que vengo’. Lucas 19:13.
De su propia sabiduría nos ha dado instrucciones para el empleo de sus do-
nes. Los talentos del habla, la memoria, la influencia, las propiedades, deben
amontonarse para la gloria de Dios y la promoción de su reino. Él bendecirá
el uso debido de esos dones.”— Consejos sobre Mayordomía Cristiana, pág. 122.
“Por muy grandes o pequeñas que sean las posesiones de cualquier indi-
viduo, recuerde que las mismas sólo le fueron confiadas. Por su fuerza, su ha-
bilidad, su tiempo, sus talentos, sus oportunidades y sus medios, debe rendir
cuentas a Dios. Esta es una obra individual; Dios nos da, para que lleguemos
a ser como él, generosos, nobles, benevolentes, dando a los demás. Aquellos
que, olvidando su misión divina, sólo buscan ahorrar o gastar en la compla-
cencia del orgullo o del egoísmo, pueden obtener las ganancias y los placeres
de este mundo; pero a los ojos de Dios, estimados por sus logros espirituales,
son pobres, desdichados, miserables, ciegos, desnudos.
“Cuando se emplea correctamente, la riqueza se convierte en un vínculo
dorado de gratitud y afecto entre el hombre y sus semejantes, y en un fuerte
lazo que une sus afectos a su Redentor.”—The Review and Herald, 16 de mayo,
1882.
“Hay una triste negación de Dios por parte de su profeso pueblo. Los
medios y esfuerzos que deberían darse a Cristo se dedican a complacerse a sí
mismos. Se roba a Dios el tiempo, el dinero y el servicio. El amor propio, la
gratificación propia, excluyen del alma el amor de Jesús, y por eso no hay en
la iglesia mayor celo y más ferviente amor por Aquel que nos amó primero.
Muchos se complacen en la comodidad egoísta, mientras perecen las almas
por las que Cristo murió.
“Por eso el Señor no puede impartir a su iglesia la plenitud de su ben-
dición como anhela hacerlo… Su bendición no puede ser otorgada en su
plenitud mientras estén tan corrompidos con el espíritu y las prácticas del
mundo.”—The Signs of the Times, 22 de diciembre, 1890.
“Tanto si damos mente, alma y fuerza a Dios como si no, todo le perte-
nece. Dios se dirige a cada ser humano y le dice: ‘Tengo un derecho sobre
ti. Dame tu celo, tus capacidades, tu energía, tus medios’. Tiene derecho a
pedirlo, porque somos suyos, redimidos del servicio del pecado por su amor
ilimitado y por la agonía de la cruz del Calvario. En ningún caso debemos
dedicar nuestras fuerzas a servirnos a nosotros mismos. Día a día debemos
devolver al Señor lo que nos ha confiado.”— Ibíd., 2 de enero, 1901.
Viernes ^
12 de agosto
Año Bíblico: Isaías 58-63
Domingo ^
14 de agosto
Año Bíblico: Jeremías 1-3
“Dios concede a los hombres diversos talentos y dones, no para que per-
manezcan inútiles, ni para que se empleen en diversiones o gratificaciones
egoístas, sino para que sean una bendición para los demás, capacitando a los
hombres para realizar una obra misionera seria y abnegada. Dios concede al
hombre tiempo con el propósito de promover su gloria.”—The Youth’s Instruc-
tor, 6 de noviembre, 1902.
“Nuestro Padre celestial no exige ni más ni menos que aquello que él nos
ha dado la capacidad de efectuar. No coloca sobre sus siervos ninguna carga
que no puedan llevar. ‘Él conoce nuestra condición; acuérdase que somos
polvo’ Salmo 103:14. Todo lo que él exige de nosotros podemos cumplirlo
mediante la gracia divina.”— Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 362.
“Cuando el Señor arregle cuentas con sus siervos, será examinado cuida-
dosamente el producto de cada talento. La obra hecha revela el carácter del
obrero.”— Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 295.
“Los que habrían podido ejercer influencia para salvar a la gente si hu-
bieran seguido el consejo de Dios, pero no cumplieron su deber a causa del
egoísmo, la indolencia o porque se avergonzaban de la cruz de Cristo, no sólo
perderán sus propias almas, sino que tendrán sobre sí la sangre de algunos
pobres pecadores. Tendrán que rendir cuenta del bien que hubieran podi-
do hacer si se hubieran consagrado a Dios, pero no lo hicieron debido a su
infidelidad. Los que de veras han gustado la dulzura del amor redentor no
descansarán hasta que todas las personas con quienes se asocian conozcan el
plan de salvación.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 447.
“Se nos hará individualmente responsables si hacemos una jota menos de
lo que podríamos efectuar con nuestra capacidad. El Señor mide con exacti-
tud toda posibilidad de servicio. Hemos de dar cuenta tanto de las facultades
no empleadas como de las que se aprovechan. Dios nos tiene por responsa-
bles de todo lo que llegaríamos a ser por medio del uso debido de nuestros
talentos. Seremos juzgados de acuerdo con lo que debiéramos haber hecho,
pero no efectuamos por no haber usado nuestras facultades para glorificar a
Dios. Aun cuando no perdamos nuestra alma, en la eternidad nos daremos
cuenta del resultado de los talentos que dejamos sin usar. Habrá una pérdida
eterna por todo el conocimiento y la habilidad que podríamos haber obteni-
do y no obtuvimos.”— Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 297.
4. RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL
a. ¿Cuáles son algunos de los talentos que el mayordomo cristiano debe
cultivar, y por qué? 1 Juan 2:14; Romanos 15:1.
“Los dones especiales del Espíritu no son los únicos talentos representados
en la parábola [de los talentos (Mateo 25:13–32)]. Ella incluye todos los dones
y talentos, ya sean originales o adquiridos, naturales o espirituales. Todos han
de ser empleados en el servicio de Cristo. Al convertirnos en sus discípulos,
nos entregamos a él con todo lo que somos y tenemos. Él nos devuelve esos
dones purificados y ennoblecidos, a fin de que los empleemos para su gloria
bendiciendo a nuestros prójimos.”— Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 263.
“La facultad del habla es un talento que debiera ser diligentemente culti-
vado. De todos los dones que hemos recibido de Dios, ninguno puede ser una
bendición mayor que éste. Con la voz convencemos y persuadimos; con ella
oramos y alabamos a Dios, y con ella hablamos a otros del amor del Redentor.
Cuán importante es, entonces, que se eduque de tal manera que sea lo más
eficaz posible para bien.”— Ibíd., pág. 270.
“Nuestro tiempo pertenece a Dios. Cada momento es suyo, y nos hallamos
bajo la más solemne obligación de aprovecharlo para su gloria. De ningún
otro talento que él nos haya dado requerirá más estricta cuenta que de nuestro
tiempo.
“El valor del tiempo sobrepuja todo cómputo. Cristo consideraba precioso
todo momento, y así es como hemos de considerarlo nosotros. La vida es de-
masiado corta para que se la disipe. No tenemos sino unos pocos días de gracia
en los cuales prepararnos para la eternidad.”— Ibíd., pág. 277.
“Los padres debieran enseñar a sus hijos el valor y el debido uso del tiem-
po. Enséñeseles que vale la pena luchar para hacer algo que honre a Dios y
beneficie a la humanidad. Aun en sus tempranos años pueden ser misioneros
para Dios.”— Ibíd., pág. 280.
“Dios también confía recursos a los hombres. Él les da el poder de obtener
riquezas. Él riega la tierra con el rocío del cielo y con aguaceros de refrescante
lluvia. Él da el sol que calienta la tierra, despertando a la vida las cosas de la
naturaleza y haciéndolas florecer y producir fruto. Y él pide una retribución de
lo que es suyo.”— Ibíd., pág. 285.
“No nos ha sido dado nuestro dinero para que pudiéramos honrarnos y
glorificarnos a nosotros mismos. Como fieles mayordomos, hemos de usarlo
para honra y gloria de Dios. Algunos piensan que no pertenece al Señor más
que una parte de sus medios. Cuando han puesto aparte una porción con fines
religiosos y caritativos, consideran que el resto les pertenece para usarlo como
crean conveniente. Pero en esto se equivocan. Todo lo que poseemos es del
Señor y somos responsables ante él del uso que le demos. En el empleo de cada
centavo se verá si amamos a Dios por encima de todas las cosas y a nuestro
prójimo como a nosotros mismos.”— Mensajes para los Jóvenes, pág. 220.
“Eres un espectáculo para el mundo, para los ángeles y para los hombres…
Aprovecha los momentos de oro, poniendo en práctica los talentos que Dios
te ha dado, para que acumules algo para el Maestro y seas una bendición para
todos los que te rodean. Que los ángeles celestiales te miren con alegría por-
que eres leal y fiel a Jesucristo.”—The Youth’s Instructor, 22 de julio, 1894.
“Es el sabio aprovechamiento de vuestras oportunidades, el cultivo de
los talentos que Dios os ha dado, lo que hará de vosotros hombres y mujeres
que puedan ser aprobados por Dios, y una bendición para la sociedad. Dejad
que vuestro nivel sea alto, y con energía incansable, aprovechad al máximo
vuestros talentos y oportunidades, y avanzad hacia la meta.”— Fundamentals
of Christian Education, pág. 87.
“¿Os entregaréis al Señor? ¿Estáis dispuestos a haceros cargo de la obra
que él os ha encomendado? Jesús dijo a sus discípulos: ‘Id por todo el mundo
y predicad el Evangelio a toda criatura’ [Marcos 16:15]. Frente a este mandato,
¿os apropiaréis de vuestro tiempo y vuestras energías de acuerdo con el dic-
tado de vuestras inclinaciones, en lugar de seguir el consejo de Dios?”— Hijos
e Hijas de Dios, pág. 275.
“Aquí en este mundo, en estos últimos días, la gente mostrará cuál es el
poder que actúa en sus corazones y controla sus acciones. Si es el poder de la
verdad divina, lo conducirá a realizar buenas obras…
“Dios está probando ahora a las personas jóvenes y a las de edad. [Voso-
tros estáis decidiendo vuestro destino eterno.] [Original en inglés.]”— Maranata:
El Señor Viene, pág. 43.
Viernes ^
19 de agosto
Año Bíblico: Jeremías 19-22
Domingo ^
21 de agosto
Año Bíblico: Jeremías 26-28
2. VENCIENDO EL EGOÍSMO
a. ¿Por qué el conocimiento de la verdad —junto con la capacidad de expre-
sarla— es insuficiente para glorificar a Cristo? 1 Corintios 13:1.
“El pecado más difundido que nos separa de Dios y provoca tantos tras-
tornos espirituales contagiosos, es el egoísmo. No se puede volver al Señor
excepto mediante la abnegación. Por nosotros mismos no podemos hacer
nada; pero si Dios nos fortalece, podemos vivir para hacer bien a otros, y de
esta manera rehuir el mal del egoísmo. No necesitamos ir a tierras paganas
para manifestar nuestros deseos de consagrarlo todo a Dios en una vida útil
y abnegada. Debemos hacer esto en el círculo del hogar, en la iglesia, entre
aquellos con quienes tratamos y con aquellos con quienes hacemos negocios.
En las mismas vocaciones comunes de la vida es donde se ha de negar al yo y
mantenerlo en sujeción.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 2, pág. 120.
“Por muy noble que sea lo profesado por aquel cuyo corazón no está lleno
del amor a Dios y a sus semejantes, no es verdadero discípulo de Cristo. Aun-
que posea gran fe y tenga poder aun para obrar milagros, sin amor su fe será
inútil. Podrá desplegar gran liberalidad; pero si el motivo es otro que el amor
genuino, aunque dé todos sus bienes para alimentar a los pobres, la acción no
le merecerá el favor de Dios. En su celo podrá hasta afrontar el martirio, pero
si no obra por amor, será considerado por Dios como engañado entusiasta o
ambicioso hipócrita.”— Los Hechos de los Apóstoles, pág. 256.
b. ¿Qué peligros pueden asediar incluso a los seguidores más celosos del
triple mensaje? Apocalipsis 3:17; Isaías 65:5.
“Se ha pensado que una religión legal es la religión correcta para este
tiempo. Pero es un error. La reprensión de Cristo a los fariseos es aplicable a
aquellos que han perdido de su corazón el primer amor. Una religión fría y
legal nunca puede llevar a las almas a Cristo; porque es una religión sin amor
y sin Cristo. Cuando los ayunos y las oraciones se practican con un espíritu
de justificación propia, son abominables ante Dios. La reunión solemne para
el culto, la ronda de ceremonias religiosas, la humillación externa, el sacrifi-
cio impuesto: todo ello proclama al mundo el testimonio de que el hacedor
de estas cosas se considera justo. Estas cosas llaman la atención al observador
de los deberes rigurosos, diciendo: Este hombre tiene derecho al cielo. Pero
todo esto es un engaño. Las obras no nos comprarán la entrada al cielo. La
única gran ofrenda realizada es suficiente para todos los que crean… Con-
templen a Dios, no miren a los hombres. Dios es vuestro Padre celestial, que
está dispuesto a soportar pacientemente vuestras dolencias y a perdonarlas y
sanarlas.”—The Review and Herald, 20 de marzo, 1894.
“No hay nada que pueda debilitar tanto la influencia de la iglesia como la
falta de amor… Si hemos de enfrentarnos a la oposición de nuestros enemi-
gos, que son representados como lobos, tengamos cuidado de no manifestar
el mismo espíritu entre nosotros.”— Ibíd., 5 de junio, 1888.
Viernes ^
26 de agosto
Año Bíblico: Jeremías 41-44
Domingo ^
28 de agosto
Año Bíblico: Jeremías 49-50
“Ha surgido una clase sin dominio propio; no han refrenado el tempera-
mento ni la lengua; y algunos de ellos dicen ser seguidores de Cristo, pero no
lo son. Jesús no les ha dado ese ejemplo. Cuando tengan la mansedumbre y la
humildad del Salvador, no actuarán según los impulsos del corazón natural,
porque esto es de Satanás. Algunos son nerviosos, y si comienzan a perder
el dominio propio de palabra o de espíritu bajo la provocación, están tan
intoxicados de ira como el ebrio lo está de licor. No son razonables y no son
fáciles de persuadir o convencer. No están cuerdos; por el momento, Satanás
tiene el control total. Cada una de estas exhibiciones de ira debilita el sistema
nervioso y las facultades morales, y dificulta la contención de la ira ante otra
provocación. Con esta clase sólo hay un remedio: un positivo dominio pro-
pio en todas las circunstancias.”—The Youth’s Instructor, 10 de noviembre, 1886.
2. PRUDENCIA BENÉVOLA
a. ¿Cómo somos exhortados a desarrollar una conducta semejante a la de
Cristo, especialmente hacia aquellos que pueden provocarnos injusta-
mente? Santiago 1:19–21; Proverbios 15:1; 19:11.
“En Joppe, ciudad que estaba cercana a Lidda, vivía una mujer llamada
Dorcas, cuyas buenas obras le habían conquistado extenso afecto. Era una
digna discípula de Jesús, y su vida estaba llena de actos de bondad. Ella sabía
quiénes necesitaban ropas abrigadas y quiénes simpatía, y servía generosa-
mente a los pobres y afligidos. Sus hábiles dedos estaban más atareados que
su lengua.”— Los Hechos de los Apóstoles, pág. 107.
“La predicación es una pequeña parte de la obra que ha de ser hecha por
la salvación de las almas. El Espíritu de Dios convence a los pecadores de la
verdad, y los pone en los brazos de la iglesia. Los predicadores pueden hacer
su parte, pero no pueden nunca realizar la obra que la iglesia debe hacer. Dios
requiere que su iglesia cuide de aquellos que son jóvenes en la fe y experien-
cia, que vaya a ellos, no con el propósito de chismear con ellos, sino para
orar, para hablarles palabras que sean ‘como manzanas de oro en canastillos
de plata’. Proverbios 25:11…
“Es el deber de los hijos de Dios ser sus misioneros, y llegar a relacionarse
con aquellos que necesitan ayuda. Si uno está tambaleando bajo la tentación,
su caso debe ser considerado cuidadosamente y tratado sabiamente; porque
su interés eterno está en juego y las palabras y los hechos de aquellos que
trabajan por él pueden ser un sabor de vida para vida o de muerte para muer-
te.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 4, págs. 72, 73.
“El altruismo, principio básico del reino de Dios, concita el odio de Sata-
nás, que niega hasta su misma existencia. Desde el comienzo del gran con-
flicto ha tratado de demostrar que los principios que constituyen el funda-
mento de la actividad divina son egoístas, y califica del mismo modo a todos
los que sirven a Dios. La obra de Cristo y la de todos los que llevan su nombre
consiste en refutar las acusaciones de Satanás.
“Jesús vino en forma humana para ofrecer en su propia vida un ejemplo
de altruismo. Y todos los que aceptan este principio deben ser colaboradores
con él, demostrándolo en la vida práctica. Escoger la justicia por la justicia
misma; ponerse de parte de la verdad aunque cueste sufrimiento y sacrificio,
‘ésta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo
Jehová’ (Isaías 54:17).”— La Educación, págs. 154, 155.
“En el cielo nadie pensará en sí mismo, ni buscará su propio placer; sino
que todos, por amor puro y genuino, procurarán la felicidad de los seres
celestiales que los rodeen. Si deseamos disfrutar de la sociedad celestial en
la tierra renovada, debemos ser gobernados aquí por los principios celestia-
les.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 2, pág. 120.
“Hay una labor que hacer en nuestras ciudades, una labor que hacer en
todos los lugares. Dios tomará a los hombres del arado, del redil, de la viña,
y los pondrá en el lugar de los que piensan que deben tener los salarios más
elevados. Los que se aferran a los salarios altos encontrarán en el dinero que
obtienen toda la recompensa que jamás recibirán. No se puede esperar que
tales personas sientan una carga por la salvación de las almas que perecen.
El Señor no puede utilizar a tales personas en su obra. Hasta que no destie-
rren el egoísmo de sus corazones, sus esfuerzos son inútiles.”—The Review and
Herald, 15 de diciembre, 1904.
“Los seres celestiales pueden cooperar con aquel que no trata de ensal-
zarse a sí mismo sino de salvar almas.”— El Deseado de Todas las Gentes, pág. 404.
Viernes ^
2 de septiembre
Año Bíblico: Ezequiel 5-9
Mayordomía Práctica
“El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay
Dios en ninguno de sus pensamientos” (Salmo 10:4).
Domingo ^
4 de septiembre
Año Bíblico: Ezequiel 14-16
3. EJERCITANDO LA CARIDAD
a. ¿Cómo afecta la amargura hacia nuestros hermanos o hermanas nuestra
posición ante el mundo? Hebreos 12:15.
4. UN PROBLEMA TÍPICO
a. Nombra un mal que se halla comúnmente en la iglesia. Levítico 19:16
(primera parte); Jeremías 20:10; Proverbios 16:17–20.
b. ¿Cómo podemos escapar del hábito del chisme? Proverbios 14:15; 25:9, 10.
“Cuando vemos errores en otros, recordemos que tenemos faltas más gra-
ves, quizá, a la vista de Dios, que la falta que condenamos en nuestro herma-
no. En vez de publicar sus defectos, pedid a Dios que lo bendiga, y ayudadlo
a vencer su error. Cristo aprobará este espíritu y proceder, y abrirá el camino
para que habléis una palabra de sabiduría que fortalecerá y ayudará al que es
débil en la fe.”— Ibíd., pág. 188.
5. AMANDO AL PRÓJIMO
a. ¿Qué cambios se ven cuando no somos fácilmente provocados y no pen-
samos mal (1 Corintios 13:5)? Efesios 4:23–25; 5:9–12.
“La persona que cultiva la preciosa planta del amor será abnegada de
espíritu, y no perderá el dominio propio bajo la provocación. No culpará
a otros de malos motivos o intenciones, pero se lamentará profundamente
cuando el pecado sea descubierto en cualquiera de los discípulos de Cris-
to.”—Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 115.
“El amor no es sospechoso e interpreta de la manera más favorable los
motivos y hechos de los demás. El amor jamás expondrá innecesariamente
las faltas de los otros. No escucha con ansias informes negativos, sino que
procura traer a la memoria algunas de las buenas cualidades de la persona a
quien se denigra.”— Ibíd., pág. 157.
“Que cada cual se pregunte: ¿Poseo yo el don del amor? ¿He aprendido a
ser paciente y bondadoso? Sin este atributo celestial, los talentos, la prepara-
ción y la elocuencia serán tan vacíos como metal que resuena y címbalo que
retiñe.”— Ibíd.
“Aunque no podamos amar y mantener comunión con quienes son
acérrimos enemigos de Cristo, debemos cultivar ese espíritu de mansedum-
bre y amor que caracterizó a nuestro Maestro: un amor que no piensa el mal
ni se deja provocar fácilmente.”—The Review and Herald, 3 de junio, 1884.
Viernes ^
9 de septiembre
Año Bíblico: Ezequiel 29-32
“Nunca debemos pasar junto a un alma que sufre sin tratar de impartirle
el consuelo con el cual somos nosotros consolados por Dios.”— El Deseado de
Todas las Gentes, pág. 466.
Domingo ^
11 de septiembre
Año Bíblico: Ezequiel 37-39
b. ¿Qué exhortaciones son dadas para motivarnos a su vez? 1 Pedro 1:22, 23.
“‘Todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así
también haced vosotros con ellos.’ Mateo 7:12. Como fruto de una conducta
tal se verán resultados bienaventurados. ‘Con la misma medida que midie-
reis, os será vuelto a medir.’ Lucas 6:38. Estos son los poderosos motivos que
deben constreñirnos a amarnos unos a otros con corazón puro y con fervor.
Cristo es nuestro ejemplo. Él anduvo haciendo bienes. Vivió para beneficiar a
otros. El amor embelleció y ennobleció todas sus acciones. No se nos ordena
que nos hagamos a nosotros mismos lo que desearíamos que otros hiciesen
con nosotros; debemos hacer a otros lo que quisiéramos que ellos nos hicie-
sen en iguales circunstancias. Siempre se nos vuelve a aplicar la medida con
que medimos. El amor puro es sencillo en sus manifestaciones, y distinto de
cualquier otro principio de acción. El amor por la influencia y el deseo de que
otros nos estimen, puede producir una vida bien ordenada, y con frecuencia
una conversación intachable. El respeto propio puede inducirnos a evitar la
apariencia de mal. Un corazón egoísta puede ejecutar acciones generosas, re-
conocer la verdad presente y expresar humildad y afecto exteriormente, y sin
embargo, los motivos pueden ser engañosos e impuros; las acciones que flu-
yen de un corazón tal pueden estar privadas del sabor de vida, de los frutos
de la verdadera santidad, y de los principios del amor puro. Debe albergarse y
cultivarse el amor, porque su influencia es divina.”—Testimonios para la Iglesia,
tomo 2, pág. 124. [Énfasis en cursiva en la fuente original.]
“No por los discursos de Pablo, sino por sus prisiones, la atención de la
corte imperial fue atraída al cristianismo; en calidad de cautivo, rompió las li-
gaduras que mantenían a muchas almas en la esclavitud del pecado. No sólo
esto, sino que, como Pablo declaró: ‘Muchos de los hermanos en el Señor,
tomando ánimo con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra
sin temor’. Filipenses 1:14.
“La paciencia y el gozo de Pablo, su ánimo y fe durante su largo e injusto
encarcelamiento, eran un sermón continuo. Su espíritu, tan diferente del
espíritu del mundo, testificaba que moraba en él un poder superior al terre-
nal. Y por su ejemplo, los cristianos fueron impelidos a defender con mayor
energía la causa de cuyas labores públicas Pablo había sido retirado. De esa
manera las cadenas del apóstol fueron influyentes, a tal grado que cuan-
do su poder y utilidad parecían haber terminado, y cuando según todas las
apariencias menos podía hacer, juntó gavillas para Cristo en campos de los
cuales parecía totalmente excluido.”— Los Hechos de los Apóstoles, pág. 370.
“La paciencia tiene sus victorias lo mismo que el valor. Mediante la man-
sedumbre en las pruebas, tanto como por el arrojo en las empresas, pueden
ganarse almas para Cristo. Los cristianos que demuestren paciencia y alegría
bajo la desgracia y los sufrimientos, que arrostran aun la misma muerte con
la paz y calma que otorga una fe inquebrantable, pueden realizar mucho más
para el Evangelio que lo que habrían realizado en una vida larga de fiel labor.
Frecuentemente, cuando el siervo de Dios es retirado del servicio activo por
una misteriosa providencia que nuestra escasa visión lamentaría, lo es por
designio de Dios para cumplir una obra que de otra manera nunca se hubiese
realizado.
“No piense el seguidor de Cristo que, cuando ya no puede trabajar abierta
y activamente para Dios y su verdad, no tiene algún servicio que prestar, no
tiene galardón que conseguir. Los verdaderos testigos de Cristo nunca son
puestos a un lado. En salud o enfermedad, en vida o muerte, Dios los utiliza
todavía.”— Ibíd., pág. 371.
3. AMOR VICTORIOSO
a. ¿Cómo puede el mayordomo cristiano obtener la victoria sobre las pala-
bras y actitudes erróneas? Santiago 3:2, 10–12; Ezequiel 36:25, 26.
4. AMOR DURADERO
a. ¿Qué es único en la planta del amor? 1 Corintios 13:8 (primera parte).
“[En la escuela del más allá] todos los que obraron con espíritu abnegado
verán el fruto de sus labores. Se verá el resultado de la aplicación de cada
principio recto y la realización de toda acción noble. Algo de ello vemos
ahora. Pero, ¡cuán poco del resultado de la obra más noble del mundo llega a
ver en esta vida el que la hace! ¡Cuántos trabajan abnegada e incansablemen-
te por los que pasan más allá de su alcance y conocimiento!… Así se hacen
dádivas, se llevan responsabilidades y se hace la obra. Los hombres siembran
la semilla de la cual, sobre sus sepulcros, otros cosechan en abundancia.
Plantan árboles para que otros coman sus frutos. Se contentan aquí con saber
que han puesto en acción instrumentos benéficos. En el más allá se verá el
resultado.
“En el cielo se guarda un registro de todo don otorgado por Dios, que ha
inducido a los hombres a hacer esfuerzos abnegados. Uno de los estudios y
las recompensas de la escuela celestial consistirá en descubrir esto en toda su
amplitud, contemplar a los que por nuestros esfuerzos han sido elevados y
ennoblecidos, y ver en su historia los frutos de la aplicación de los principios
verdaderos.”— La Educación, págs. 305, 306.
b. ¿Cuál es la mayor ilustración del amor inagotable que brillará por toda
la eternidad? Zacarías 13:6.
Viernes 16 de septiembre
^ Año Bíblico: Daniel 4-6
PREGUNTAS DE REPASO PERSONAL
1. ¿Cómo debe entender el mayordomo cristiano Mateo 7:12?
2. ¿Qué resultados puede conseguir el amor, incluso en medio de las dificultades?
3. ¿Cómo nos beneficiamos de las pruebas?
4. ¿Por qué el servicio de amor nunca se perderá?
5. ¿Dónde se encuentra el mayor gozo de la vida y la más elevada educación?
¡Misión cumplida!
“[El amor] no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad”
(1 Corintios 13:6).
Domingo ^
18 de septiembre
Año Bíblico: Daniel 10-12
1. AUTOEXAMEN
a. Aunque profesemos regocijarnos únicamente en Dios, ¿qué debemos
comprender como mayordomos cristianos? Proverbios 28:14.
“Cuando estéis juntos, tened cuidado con vuestras palabras. Que vuestra
conversación sea de tal naturaleza que no tengáis necesidad de arrepenti-
ros.”— Review and Herald, 5 de junio, 1888.
Viernes ^
23 de septiembre
Año Bíblico: Amós 6–Abdías 1