atributos de Dios!»
F.tcrnity
«Recupera aspectos de la fe bíblica que estaban
perdidos para el cristianismo contemporáneo».
Book Pers f.etter
03 04 05 06 07 G 08 07 06 05 04
Prefacio...........................................,.......... bueno.........................,...................................................,........................,89
,. 5 17. Dios es justo................,...............................................................,.....93
1. Por qué debemos pensar 18. Dios es misericordioso...,..,......,......,.................................................97
correctamente sobre Dios ...... 19. La gracia de Dios.............................................................................JO1
„.........,. 7 20. Dios es amor...........................,...................,....................................lO3
2. El Dios 21. Dios es santo.............................................................................113
incomprensible.......................,......,........................................................ 22. Dios es soberano ..,..............................................,..........................119
3. El atributo divino: algo cierto acerca 23. Un secreto manifiesto ............................ ............. . ......,........125
de Dios .......,..........,...............................................................................
4. La Santa
Trinidad........................,........................
. ...................,..........................................................................................
5. La autoexistencia de Dios ..............,.
................................................................................................................
6. La autosuftciencia de
Dios.......................................................
....,...........................................................................................................
7. Dios es
eterno..............................,......,......,........
........................,.....................................................................................
8. Dios es infinito.................,..........
„.................,............................................................................................
9. Dios es inmutable...........................,.................................................
57
10. Dios es omnisciente
.............................................,.....,......,...,.,
................................................................................................................
11. Dios es sabio
.....’..........................................................
.................,................................................................................................
l2. Dios es omnipotente.......................,.
................................................................................................................
13. Díos es
trascendente....................,............,.,.........................................................
14. Dios es omnipresente
,..........................,......................................................................................
15. Dios es
fiel.,.....................................,...................
.........................,........................................................................................
16. Dios es
Prefacio
a religión genuina confronta la tierra con el cielo y hace que
la eternidad alumbre al tiempo. El mensajero de Cristo, aunque
habla
lo que Dios le ha dado, también debe, como solfan decir los
cuáqueros, “hablar a la situación” de sus oyentes; de no hacerlo,
estaría hablando un lenguaje conocido sdlo por él mismo. Su mensaje
no sdlo debe ser eterno; también debe ser oportuno. Le debe hablar a
su propia generación.
El mensaje de este libro no procede de nuestros tiempos, pero es
adecuado para ellos. Ha sido puesto en acción por una situación que ha
existido en la Iglesia por años, y que está empeorando de manera
continua. Me refiero a la pérdida del concepto de majestad en la mente
religiosa popular. La Iglesia ha abandonado su elevado concepto de
Dios. Esto no se ha hecho de manera deliberada, sino poco a poco, y
sin conocimiento de la Iglesia, y el hecho mismo de que no esté
consciente de lo que está pasando, sólo sirve para hacer más trágica
aún su situación. El pobre concepto de Dios que prevalece entre los
cristianos de una manera casi universal es la causa de un centenar de
males entre nosotros, dondequiera que estemos. Una nueva filosofía de
la vida cristiana ha sido
la consecuencia de este error fundamental en nuestro pensar religioso.
Con nuestra pérdida del sentido de majestad ha llegado una pérdida
mayor del temor reverencial religioso y del reconocimiento de la
Presen- cia divina. Hemos perdido nuestro espíritu de adoración. El
cristianismo moderno no está produciendo el tipo de cristiano que
pueda apreciar o experimentar la vida en el Espíritu. Las palabras “Estad
quietos, y ctinoced que yo soy Dios” no significan nada en la práctica para
el adt›ratlor bullicioso y confiado en sí mismo de este siglo veinte.
Esta pérdida del concepto de majestad ha llegado en el
momento en que las fuerzas de la religión están logrando un fuerte
avance y las iglesias están más prdsperas que en ningtin otro momento
en unos cuantos siglos. Lo alarmante es que nuestros éxitos son
externos en su mayoría y nuestras pérdidas totalmente internas; y
puesto que es la calidad de
6 El conocimiento del Dios santo personas que se
nuestra religidn la afectada por las condiciones internas, bien podría
ser
que nuestros supuestos éxitos no sean más que pérdidas.
La ú nica forma de recuperamos de nuestras pérdidas
espirituales es regresar a la causa de ellas y hacer las correcciones
que exija la verdad. La falta de conocimiento del Santo es lo que
nos ha trafdo nuestros problemas. El redescubrimiento de la
majestad de Dios logrará grandes cosas en cuanto a la solución de
esos problemas. Nos serl imposible mantener sanas nuestras
prácticas morales, y rectas nuestras actitudes mientras nuestra idea
de Dios sea errónea o inadecuada. Si queremos traer de nuevo el
poder espiritual a nuestra vida, debemos comenzar a pensar en Dios
de un modo que se aproxime más a como Él es en realidad. Como
humilde contribución a una comprensión mayor de la Majes-
tad de los cielos, ofrezco este reverente estudio de los atributos de
Dios. Si los cristianos de hoy leyeran obras como las de Agustín o
Anselmo, un libro como éste no habrfa tenido razdn de ser. Sin
embargo, los cristianos modernos sólo conocen de nombte a esos
iluminados. Las casas editoras cumplen con su deber
dehacerreimpresiones de sus libros, y a su debido tiempo éstas
aparecen en los estantes de nuestros estudios. Ahí es donde se
encuentra el problema: se quedan en los estantes.
Es evidente que no son muchos los cristianos dispuestos a leer
centenares de páginas de m akrial religioso que requiere una
concentra- ción constante. Estos libros les recuerdan a demasiadas
personas aquellos clásicos seculares que se vieron obligadas a leer
mientras estaban en la escuela, y se apartán de ellos con una
sensación de desaliento.
Por este motivo, un esfuerzo como el presente no dejará de
tener algún efecto beneficioso. Como este libro no es ni esotérico ni
técnico, y ya que está escrito en el lenguaje de la adoracidn, sin
pretensiones de elegancia en su estilo literario, quizá haya unas cuantas
Los que no te conocen, quizá te invoqucn como otro distinto al que
no
eres, y asf te adoran a ti, siflo 9 und Criatura de su propia imaginación;
por eso, iluinfnanos * mente para que te conozcamos tal como eres, de
Capítul manera que te
podamos amar de ma»C£8J r(ecta y alabarte dignamente.
En el nombre de Jesucristo, miestro Setlor. Amén.
o1
Por qué debemos pensar
correctamente sobre Dios
L o que nos viene a la mente
importante de nosotros.
Es probable que la
pueblo se espiritual grande
cuando pensamos en Dios es lo
que ningñn l
Señor todopoderoso. no el Dios de los filósofos y de los sabios, sino el Dios será pura, o baja, se
de los profetas y los apóstoles, y lo mejor de todo, p{ Dios y Padre de Por esta razón, la cuestidfl más importante que la Iglesia tiene delante
nuestro siempre será Dios mismo, y la realidad m$s portentosa acerca de cual-
quier ser humano HO OS 10 QUe él pueda decir o hacer en un momento
sientan atraídas hacia su lectura. Aunque creo que no se hallará aquf dado, sino la OfTflá CR QtlC COnCibe a Dios en lo más profundo del
nada corazón. Por una ley secreta del corazdn, tenemos la tendencia de
que sea contrario a la sana teología cristiana, con todo, no estoy escri-
biendo para los teólogos profesionales, sino para las personas cuyo acecarnos Í2dGia la írnagcn mental de Dios que poseemos.
Esto no es
corazón las mueve a buscar a Dios mismo. cierto solamente con respecto al
cristiano de manera individual,
Tengo la esperanza de que este libro pueda contribuir en algo a la sino también Con £Cspecto al conjunto de cristianos que forma la
promoción de la religión personal y, si unos cuantos se sienten Iglesia. Lo mis revelador acerca de la lglesia será siempre su idea
animados por su lectura a comenzar la práctica de la meditacidn sobre de Dios,
su asf como
mensaje más significativo es lo que diga sobre Él, o lo que deje sin
la esencia
de Dios, eso bastan”a para pagar con creces el esfuerzo de decir, porque con frecuencia, su silencio es elocuente que sus
producirlo. mes
alabras. Nunca se podrá escapar de la revelacidn de sí misma que hart
A. W. Tozer Cl2£t ndo dé testimonio acerca de Dios.
podremos comprender tal como Él eS flf1 SÍ lTlismo. Pero aun aqui y ahora,
Id El conocimiento del Dios santo
los conceptos més refinados de los intelcctos més sabios no le pueden
decir nada, y que la bondad y la hCrmosura de su Amado sobrepasan
de manera infinita todo el conocimiento de ellos, estando persuadida
Capítulo 3
de que todas las criaturas son demasiado bunJas para informarla y
para condu- cirla al conocimiento velxladero de Dios ... Entonces,
debe seguir ade- lante con su amor, dejando detrás todo su
El atributo divino:
entendimiento. Que ame a Dios cotno Él es en sí mismo, y RO algo cierto acerca de
Gomo su imaginación dice que Él es, y lo
descri&."'
¿Cómo es Dios?" Si con esta pregunta queremos decir
Dios
“¿Cómo es Dios en st mismo?”, no hay respuesta. Sí queremos
decir “¿Qut ha revelado Dios ocercn de st rriismp, que la taz6n
Majestad inenarrable, mi alma desea verte. Clamo a ti desde el polvo.
reverente pueda com- prender?”, sí hay, creo, uR8 respuesta plena Sin embargo, cuando busco tu nombre, es secreto. Tú estás escondido en
y satisfactoria. Potque aunque el nombm de Dios sea secreto y la luz a la que ningún hombre se puede aproximan. Lo que tú eres, no puede
su naturaleza esencial sea incomprensible, Él, en su ser pensado ni dicho, porque tu gloria es inefable.
condescendiente amor, ha declarado por reve- Con todo, profeta y saimista, apóstol y santo, me han animado a creer que en
lación que hay ciertas cosas que son verdaderas con respecto a Sf mi#m- cierra medida te puedo conocer. Por eso ic ruego que, cuanto te haya
O
placido revelar de ti mismo, me ayudes a buscarlo como un tesoro más
Éstas son las que llamamos atributos.
precioso que los rubíes, oque lamercaderfa de oro fino, porque contigo viviré
Padre soberano, Rey celestial, cuando las estrellas del amanecer ya no existan, y los cielos se hayan
a ti ahora nos atrevemos a desvanecido, y sólo permanez- cas tú. Amén.
cantan alegres confesamos tus
atributos, todos gloriosos e
incontables. 1 estudio de los atributos de Dios, lejos de ser aburrido y pesado,
puede ser en ejercicio espiritual dulce y absorbente para el cris-
tiano ilustrado. Para el alma que está sedienta de Dios, nada podría haber
más deleitoso.
Sdlo sentarse a pensar en Dios,
¡qué gozo es!
Tener el pensamiento; mencionar el Nombre;
la tierra no tiene bendición mayor.
Frederick W. haber
Forma parte sagrada e indispensable del mensaje cristiano el cuando estamos hablando de los seres creados, pero son inadecuadas
que el resplandor pleno de la revelacidn llegase en el momento de por completo Cuando estamos pensando sobre Dios. Debemos
la encarna- ción, Cuando la Palabra Eterna se hizo carne y quitamos el hábito de pensar en el Creador de la misma forma en que
habitó en medio de nosotros. pensamos en sus criaturas. Es probable que sea imposible pensar sin
Aunque Dios nos ha proporcionado respuestas a nuestras palabras, pero si nos permiti- mos pensar con las palabras incorrectas,
preguntas con respecto a Él en su triple revelación, esas pronto estaremos alimentando Pensamientos errdneos, porque las
respuestas distan mucho de hallarse en la superficie. Es necesario palabras, que nos han sido dadas para que expresemos los
buscarlas mediante la oración, la larga meditacidn de la Palabra pensamientos, tienen el hábito de ir más allá de sus límites correctos,
escrita, y el esfuerzo ansioso y disciplina- do. Por fuerte que brille y determinar el contenido de los pensamientos. “Asf Como no hay nada
más fácil que pensar”, dice Thomas Traherne, “tampo-
20 El conocimiento del Dios santo verdad, st sabemos que el
hombre posee un cuerpo, un alma y un espíritu; sabemos que tiene
co hay nada más diffcil que pensar bien.”' Si alguna veZ Rsamos memoria, razdn, voluntad, inteligencia, sentidos, y sabemos que para
bien, debe ser cuando pensamos en Dios.
darles sentido a todas estas cosas, tiene el maravilloso don de la
Un hombre es la suma de sus partes, y su personalidad es la concien- cia. También sabemos que éstos, junto con diversas
suma de
cualidades del temperamento, componen el total de su yo humano.
los rasgos que la componen. Estos rasgos varían de un hombre a Éstos son dones procedentes de Dios, organizados con sabiduría
otro, y de cuando en cuando varían ellos mismos dentro del mismo
hombre. La personalidad humana no es constante, porque los rasgos o infinita; notas que componen la partitura de la más alta sinfonía de la
cualidades que la constituyen son inestables. Yan y vienen; son poco creación; hilos que
intensos, o brillan con gran fulgor a lo largo de toda nuestra vida. forman el tapiz maestro del universo.
Asf, un hombre que sea bondadoso y considerado a los treinta años Sin embargo, en todo esto, estamos pensando pensamientos de
criaturas y usando palabras de criaturas para expresarlos. Ni esos pensa-
p‹xlría ser cruel y grosero a los cincuenta. Este cambio es posible,
porqüe el hombre es hetho; eR un sentido muy real, es un mientos ni estas palabras son adecuados para la Divinidad. “El Padre no
compuesto. Es la suma de los rasgos que se ha hecho por nadie”, dice el Credo de Atanasio; “ni creado ni
componen su personalidad. engendrado. El Hijo procede del Padre solamente; no hecho, ni creado,
De forma natural, pensamos correctamente en el hombre como sino engendrado. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo: no
una obra analizada pot la lnteligencia diYina. Es creado y hecho a hecho, ni creado, ni engendrado, sino que procede de ellos."' Dios
la vez. Cómo fue creado es algo que permanece sin revelar entre los existe en sf mismo y pot st mismo. Su ser no se lo debe a nadie. Su
secretos de Dios; cómo fue traído de la no existencia a la existencia, sustancia
de la nada al ser, no se sabe, y quizá nunca lo sepa nadie más que 1 Thorne TC. CeMrirs o/MrditAfon (Lord: P. 1. y A. E. Dutcll, l94El. p. G. 2
Aquél que lo cred. En cambio, c6mo Dios lo hizo, es algo menos El Credo de Atanulo.
secreto, y aunque sólo conocemos una pequefia porción de toda la
El atributo divino 21
es indivisible. No está compuesto por partes, sino que es simple en
su ser unitario.
La doctrina de la unidad divina no sólo significa que existe
un Dios único; si$niEics también que Dios es simple, incomplejo,
uno consigo mismo. La armonía de su ser no es el resultado de un
perfecto equilibrio entre las partes, sino de la ausencia de partes.
Entre sus atributos no puede
existir contradicción alguna. Él no necesita suspender uno para
ejercitar otro, porque en Él todos sus atributos son uno. Dios no se
divide a sí mismo para realizar una obra, sino que obra en la
unidad total de su ser. Por todo esto, un atributo no es una parte de
Dios. Es como Dios es,
y tan lejos como pueda ir la mente en su razonamiento, podemos
afirmar que es lo que Dios es (aunque, tal como he tratado de
explicar, exacta- mente lo que Él es, no nos lo puede decir). De qué
está consciente Dios cuando está consciente de sí mismo, sdlo Él lo
sabe. “Nadie conoció las obras de Dios, sino el Espíritu de Dios.”
Sólo a un igual podría Dios comunicar el misterio de su Divinidad;
y pensar en que Dios tenga un igual sería caer en un absurdo
intelectual.
Los atributos divinos son lo que conocemos como cierto con
respecto a Dios. Él no los posee como cualidades; son como Dios es,
tal como se revela a sus criaturas. Por ejemplo, el amor no es algo
que Dios tenga, y que pueda crecer o disminuir, o dejar de ser. Su
amor es la forma en que Dios es, y cuando Él ama se está limitando a
ser Él mismo. Lo mismo sucede con los demás atributos.
Un Dios, una
Majestad. No hay
más Dios que tú,
Unidad sin límites y sin extensión.
Mar insondable,
toda vida procede de ti,
y tu vida es tu bendita unidad.
Frederick W. Fober
Capítulo 4
La Santa Trinidad
Dios de nuestros padres, entronizado en la luz, qué vigorosa y musical es
nuestra lengua. Sin embargo, cuando tratamos de hablar de tus maravillas.
qué pobres parecen nuestras palabras, y qué poco melodioso nuesoo
discurso. Cuando consideramos el temible misterio de tu Divinidad Una y
Trina, nos tenemos que poner la mano sobre la boca. Ante esa zarza
ardiente, no te pedimos comprender, sino sólo que te podamos adorar
como corresponde a ti, Dios único en tres Personas. Amén.
26 El conocimiento del Ojos santo pureza del texto, en acercarse tanto como le sea posible a la Palabra, tal
como fue dada originalmente. Puede comparar Escritura con Escritura,
Esa fue la actitud de Abraham, quien contra toda evidencia, se
hasta haber descubierto el verdadero significado del texto. No obstante, es
mantuvo firme en la fe, dando la gloria a Dios. Fue la actitud de
aquí mismo donde termina su autoridad. Nunca deberd sentarse a juzgar
Anselmo, “cl segundo Agustfn”, uno de los pensadores más grandes
lo que ha sido escrito. No se debe atrever a traer el significado de la
que ha tenido la era cristiana, quien sostenfa que la fe debe proceder
Palabra ante el tribunal de su razón. No se debe atrever a elogiar o
a todo esfuerzo por comprender. La reflexión sobre la verdad
condenar la Palabra por razonable o irracional, científica o anticientífica.
revelada sigue de manera natural al advenimiento de la fe, pero la fe
Después de descubierto el signiricado, ese significado lo juzga a él;
viene primero al oído que escucha, no a la mente que medita. El
nunca es él quien juzga al significado.
hombre que cree no sopesa la Palabra para llegar a la fe por medio
La doctrina de la Trinidad es una verdad para el corazdn. Sdlo el
de un proceso de razonamiento, ni busca confirmación a su fe por
espíritu del hombre puede entrar a través del velo y penetrar en ese Lugar
parte de la filosofía o la ciencia. Su clamor es: “Tierra, tierra,
Santfsimo. “Que te busque anhelantc”, suplicaba Anselmo, “que suspire
escucha la palabra del Sefíor. Sf, sea Dios veraz y todo
hombmmenüroso.” por ti al buscarte; que te encuentre en el amor, y te ame al encontrarte,”' El
amor y la fe están en su ambiente dentro del misterio de la Divinidad.
¿Equivale esto a echar pot tierra toda enidición como carente de
Arrodfllese la razón en reverencia fuera de él.
valor en la esfera de la religión revelada? En manera alguna. El
Cristo no vacil6 en utilizar la forma plural al hablar de sí mismo junto
erudito tiene una tarea importante y vital que realizar, dentro de un al Padre y al Espíritu. “Vendremos a él, y haremos morada con tl.” En
recinto enmarcado con cuidado. Su tarea consiste en garantizar la
otra ocasión dijo: “Yo y el Padre uno somos.” Tiene suma
f.zi Se::ta Trinidad 27
importancia que pensemos en Dios como Trinidad en la Unidad, sin
confundir a las Personas, ni dividir Ía Sustancia. Sólo asf podremos COfT€CtA sobre Dios, y de una manera digna de Él y de nuestra propia
pensar de manera alma.
La declaracidn de nuestro Señor de que era igual al Padre fue lo
que desató la ira de los religiosos de sus dfas, y lo condujo por
último a la crucifixión. El ataque contra la doctrina de la Trinidad
dos siglos más tarde por parte de Arrio y de otros, también iba
dirigido contra )a proclamacidn de divinidad hecha por Cristo con
respecto a ef mismo. Durante las controversias GOf1 Arrio,
trescientos dieciocho padres de la
IgJesia (muchos de ellos mutilados y con cicatrices de las heridas
causadas por la violeflcia ffsiGa S8frida en persecuciones anteriores)
se reunieron en Nicea y adoptaron una declaracidn de fc, una de cuyas
secciones dice:
Creo en un solo Senor
Jesucristo, el Unigénito Hijo de
Dios,
engendrado por Él antes de tOÓOS tOS siglos,
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios
verdadero, engendrado, no
creado,
de la misma sustancia que el Padre,
por quien todas las cosas fueron hechas.
Durante mts de dieciséis siglos, tsta ha permanecido como la
prueba definitiva de oRodoxia,ycsá bien que asf sea, puesto que
condensa en lenguaje teológico las enseílanzas del Nuevo
Testamento con respecto a la posición del Hijo dentro del Ser
divino.
El Credo Niceno rinde tributo también al Espíritu Santo como Dios
lTlÍSfflO, e igual al Padre y al Hijo:
Creo en el Espíritu
Santo, Seflor y dador de
vida,
que procede del Padre y del
Hijo, que junto con el Padre y
el Hijo es adorado y glorificado.
Dejando de lado la cuestión de si el Espfritu procede sdlo del
Padre, o del Padre y del Hijo, este principio doctrinal del antiguo Iglesia y por todos los cristianos, con la exce¡›cidn de una pequeña
credo ha sido Sostenido por las ramas oriental y occidental de la minon‘a.
Los autores del Credo de Atanasio detallaron con gran cuidado las
I San Anxlmo, Prosiogium (LaSelle, III.: Open Court Publishing Co.. 1903), p.
6.
relaciones de las tres Personas entre sf, llenando tanto como les fue
J2 El couocimicnfo del Dios santo dispuestos a admitir que hay muchas cosas que ellos no conocen; pero
entre eso, y admitir que hay algo que nwirq podrán conocer, y que
Pensar en aquello a lo que no se puede aplicar la idea de origen no
carecen de técnicas para descubrirlo, hay gmn distancia. Admitir que hay
es fácil, si es que resulta posible en absoluto. Asf como, bajo ciertas
Uno que se halla más allá de nosotros, que existe fuera de todas nuestras
condiciones, se puede ver un pequeflo destello de luz, no a base de
categon'as, que no es posible salir de Él con sólo ponerle un nombre, que
mirarlo de manera directa, sino a base de enfocar los ojos ligeramente
no va a comparecer ante el tribunal de nuestra razón, ni someterse a
hacia un lado, así también sucede con la idea del Increado. Cuando
nuestras curiosas investigaciones; esto exige una gran cantidad de
tratamos de centrar nuestro pensamiento sobre Aquél que es un ser
humildad, más de la que poseemos la mayoría de nosotros, de manera
puro increado, es posible que no lleguemos a ver nada en absoluto,
que salvamos las aparien- cias a base de pensar a Dios, rebajándolo a
porque Él habita en una luz a la que ningún hombre se puede
nuestro nivel, o al menos, a un nivel en el que podamos manejarlo. Y sin
aproximan. Sólo por medio de la fe y del amor, podremos captar un embargo, Él nos elude.
destello suyo, cuando Él vaya pasando junto a nuestro refugio en
una hondidura de la roca. “Y aunque este conocimiento sea muy
nebuloso, vago y general”, dice Miguel de Moli- nos, “con todo,
por ser sobrenatural, produce un conocimiento de Dios mucho más
claro y perfecto que cualquier aprehensión sensible o parti- cular
que podamos formar en esta vida, puesto que todas las imágenes
corpóreas y sensibles están inconmensurablemente alejadas de Dios."'
La mente humana, por ser creada, siente una comprensible
incomo- didad con respecto al Incteado. No nos sentimos cómodos
cuando permitimos la presencia de Uno que se halla por completo
fuera del círculo de los conocimientos que nos son familiares.
Tendemos a sentir- nos inquietos con el pensamiento de que hay
Uno que no nos rinde cuentas a nosotros en cuanto a su ser; que no
es responsable ante nadie, que es autocxistente, autodependiente y
autosuficiente.
La filosoffa y la ciencia no siempre han sido amistosos hacia la
idea de Dios, siendo la razón el que se han dedicado a la tarea de
dar cuenta de las cosas, y se impacientan ante algo que se niegue a
mndirles cuentas sobre st mismo. El filósofo y el científico están
La autoexistencia de Dios cristiana, nos podamos pasar con todt› nuestra vida entera en esta
33 tierra sin haber pensado o tratado de pensar con seriedad ni una sola
Porque Él estd en todas partes, y al mismo tiçmpo en ninguna, vez acerca del ser de Dios. Pocos de nosotros hemos dejado que
nuestro corazón contemple extasiado al yo soy, el Yo autoexistente,
puesto que la palabra “donde” tiene que ver con materia y
más allá del cual no puede pensar criatura alguna. Los pensamientos
espacio, y Dios es indcpendiente de ambos. Ni el tiempo ni el
movimiento lo afectan; Él es autixJependiente por completo, y de este tipo son demasiado angustiosos para nosotros. Preferimos
no les debe nada a los mundos que han hecho sus manos. pensar ddnde hará más bien; por ejemplo, cómo construir una
ratonera mejor, o cómo hacer que crezcan dos briznas de hierba
Sin tiempo, sin espacio, único, donde antes crecfa sdlo una. Y por esto, estamos pagando ahora un
solitario, y con todo, precio demasiado alto en la secularizacidn de nuestra religidn y la
sublimemente Tres, decadencia de nuestra vida interior.
tú eres grandioso, siempre el solo Quizá algunos cristianos sinceros pero perplejos quieran averiguar
Dios en unidad. en este momento cuán prácticos son los conceptos como los que estoy
Solo en tu grandeza, solo en tu tratando de presentar aquf. “¿Qué importancia tiene esto para mi
gloria, tquíén contará tu vida'*” dirán. “Qué significado puede tener la autoexistencia de Dios
maravillosa historia, para mí, y para otros como yo, en un mundo como éste y en tiempos
venerada Trinidad? como los que corren?"
A esto contesto que somos una obra de Dios, y de esto se sigue
Frederick W. Faber
como consecuencia que todos nuestros problemas y sus soluciones son
No es un pensamiento agradable el de que millones de seres teold- gic‹is. Es indispensable tener cierto conocimiento de la clase de
humanos que vivimos en una tierra donde hay Biblias, que Dios que r›peia el universo para tener una filosofía sana sobre la
pertenecemos a iglesias y trabajamos por adelantar la religión vida, y una visión Cuerda del escenario del mundo. El tan citado consejo
de Alexander
34 El conocimiento ‹trf Dios santo £ autoexistencia de Dios 35
Pope: “Conócetc, pues, a ti misfllO¡ RO tfátes de analizar cristo que Él es el resplandor de la gloria de Dios y la imagen misma de
presuntuoso a
Dios: el estudio adecaad0 flfB la humanidad es el hombm", si lo su Persona, y que sustenta todas las cosas con la palabra de su
poder.
seguimos de forma literal, destruirla toda posibilidad de que el imagen. Quede entendido que la imagen divina en el hombre no es una
hombre se llegue a conocer a sí mismo alguna vez de una form& fantasfa poétÍGñ, ni una idea nacida de la afioranza religiosa. Es una
Qlle nO sea la más superficial. Nunca podemos saber quiénes o qué realidad Geológica sólida, enseñada con claridad a lo largo de las
somos, hasta que sepamos al menos algo de lo que Dios es. Por esta Sagradas Escrituras y
razón, la 8lltOOhlfitP•fle1á de Dios no es un jirdn de alguna árída reconocida por la Iglesia como una verdad necesaria para tener una
doctrina, académica
realidad es algo tan cercano como nuestro aliento, y tan práctico
como
la técnica quirúrgica más avanzada.
Por razones que sdlo Él conoce, Dios decidió honrar al hombre
pOr encima de todos los demás seres, al crearlo a su propia
En esta dependencia total de todas las cosas en la voluntad normal habfa entre Dios y su criatura; rechazó a Dios como
creadora de Dios, se encuentra la posibilidad, tanto de santidad fundamento de la existencia y laR2ó al hombre de vuelta sobre sf
como de pecado. Una de las marcas de la imagen de Dios en el mismo. A partir de aquellos momentos, se convirtid, no en un planeta
hombte es sii capacidad de tomar decisiones morales. El que giraba alrededor de su Sol central, sino en un sol por derecho
cristianismo enseila que el hombre decidid ser independiente de propio, alrededor del cual debe girar todo lo demás.
Dios, y confirmó su decisidn desobedecien- do de forma deliberada No serfa posible imaginar una afimiación más positiva del ser de
un mandato divino. Este acto viold la relación que de forma Dios, que sus palabras a Moisés: yo soy el que soy. Todo cuanto Dios
comprensión correcta de la fe cristiana. es, todo aquello que es Dios, es presentado en esta declaración absoluta
El hombre es un ser creado, un yo derivado y que en de una esencia independiente. Sin embargo, en Dios, el yo no es pecado,
contingente, sí
mismo no posee nada, sino que para existir depende en cada sino la quintaesencia de toda la bondad, la santidad y la verdad
momento de Aquél que lo creó a su propia semejanza. La
posibles.
realidad de Dios es necesaria a la realidad del hombre. Deshágase
El hombre natural es pecador porque reta a la autoexistencia de
el hombre de Dios con el Dios con relación a su propia existencia, y sólo porque la reta. En
pensamiento, y se quedará sin motivos para existir.
todo lo dem$s, es probable que esté dispuesto a aceptar la soberanía
Que Dios lo es todo, y el hombre nada, es un principio doctrinal
de Dios; en su propia vida, la rechaza. Para él, el dominio de Dios
básico en la fe y la devoción cñstianas, y aquí las ensefianzas del
termina donde comienza el suyo. Para él, su yo se convierte en el
cristianismo coinciden con las de las religiones más avanzadas y Yo, y en esto imita inconscientemente a Lucifer, aquel hijo cafdo de
fiiosó ficas del Oriente. El hombre, por mucha genialidad que tenga,
la mañana que dijo en su corazdn: “Subiré al cielo; en lo alto, junto
no es mis que un eco de la Voz original; un reflejo de la Luz
increada. COmo un rayo de sol perece cuando se lo separa del sol, asf a las estrellas de Dios, levantaré mi trono ... y seré semejante al
el hombm, sin Dios, retrocedería al vacfo de la nada, del cual salid Altfsimo”.
llamado por el Creador. Con todo, el yo es tan sutil que son muy escasos los que se
No sólo el hombre, sino todo lo que existe, salid de su impulso hallan conscientes de su presencia. Porque el hombre nace rebelde, no
creador y depende de que éste continúe. “En el principio era el está consciente de que lo es. Su constante afirmación del yo, tal y
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios ... Todas lds como él lo define, le parece una cosa muy natural. Está dispuesto a
GOsas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que se ha hecho, fue compartirse a sf mismo, algunas veces incluso a sacrificarse por un fin
hecho." Así es como lo explica Juan, y con él coincide el apóstol anhelado, pero nunca a destronarse a sf mismo. Por bajo que descienda
Pablo: “Porque en fueron creadas todas las cosas, las que hay en los en la escala de la aceptación social, ante sus propios ojos sigue
cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean siendo un rey sobre su trono, y nadie, ni siquiera Dios, le puede
dominios, sean principa- arrebatar ese trono.
dos, sean potestades, todo fue creado por medio de él y para él. Y él El pecado tiene muchas manifestaciones, pero su esencia es una
es
antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.” El escritor sola. Un ser moral, creado para adorar ante el trono de Dios, se sienta
de en el trono de su propio ser, y desde esa elevada posición, declara: “yo
Hebreos une su voz a estos testimonios, atestiguando él también soy”. Eso es pecado en su esencia más concentrada; sin embargo,
sobre puesto que
3d El conocimiento def Dios santo es natural, da la impresión de que es bueno. Sólo cuando el alma es
llevada en el Evangelio ante la faz del Santfsimo, sin el escudo
protector de la ignorancia, es cuando esa terrible incongruencia moral la llegada de Cristo, el profeta Isafas identificó al pecado como la
es sacada al nivel de la conciencia. En el lenguaje del evangelismo, se rebelión contra la voluntad de Dios y la afirmación del derecho de cada
dice que el hombre que es enfrentado así con la presencia de fuego hombre
del Dios To‹lo- poderoso, se halla bajo convicción. Cristo se refirió a
esto cuand‹› elijo acerca del Espíritu que Él envian'a a este mundo: “Y
cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de
juicio”.
El cumplimiento más temprano de estas palabras de Cristo tuvo
lugar el día de Pentecostés, después que Pedro predicara el primer gran
sermón cristiano. “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron
a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?”
Este “¿qué haremos?” es el profundo grito que sale del corazón de
todo ser humano que se da cuenta de pronto de que él es un
usurpador, y deque está sentado en un trono robado. Por dolorosa que
sea, es precisamente esta aguda constemación moral la que produce el
arrepentimiento genuino y hace del penitente un robusto cristiano,
después que haya sido destronado y haya encontrado perdón y paz
por medio del evangelio.
“La pureza del corazón consiste en desear una cosa”, decía
Kierke-
gaard, y también es cierto si declaramos: “La esencia del pecado es
querer una cosa”, porque enfrentar nuestra voluntad a la de Dios
equivale a destronar a Dios, y hacemos supremos a nosotros mismos
en el pequeño reino del alma humana. Esto es el pecado en su
misma rafz de maldad. Aunque los pecados se multipliquen como
la arena de la playa, siguen siendo uno solo. Los pecados son,
porque el pecado es. Éste es el razonamiento que se halla tras la tan
malentendida doctrina de la depra- vación natural, que sostiene que el
hombre impenitente no puede hacer otra cosa más que pecar, y que sus
buenas obras no tienen nada de buenas en realidad. Sus mejores obras
religiosas, Dios las desecha, como rechazd la ofrenda de Caín. Sólo
cuando él le haya restaurado a Dios el trono que le había robado, serán
aceptables sus obras.
Pablo describe de manera vívida en el capítulo séptimo de su carta
a los romanos la lucha del cristiano por ser bueno, mientras aún vive
dentro de él la tendencia hacia la afirmacidn de sí mismo como una
especie de reflejo moral inconsciente, y su testimonio se halla en pleno
acuerdo con las enseñanzas de los profetas. Ochocientos afios antes de
La autoexistencia de Dios
37
a decidir por sí mismo la senda por donde ha de ir. "Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas”, dijo, “cada cual se apartd por su
camino.” Yo creo que no se ha dado nunca una descrip idn más
exacta del pecado. El testimonio de los santos ha estado en
perfecta armonía con el profeta y el apóstol, en cuanto al principio
interno del yo que se halla en la fuente misma de la conducta
humana, convirtiendo en maldad todo cuanto hacen los hombres.
Para salvamos completamente, Cristo tiene que invertir la
tendencia de nuestra naturaleza; tiene que implantar dentro de
nosotros un nuevo principio, de tal forma que nuestra conducta
subsiguiente brote de un anhelo de promover la honra de Dios y
el bien de los seres humanos. LoS pecados viejos del yo deben
morir, y el único instrumento con el que se los puede matar es la
Cruz. “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
y tome su cruz, y sígame”, dijo nuestro Seíior, y altos más tarde,
Pablo podría exclamar victorioso: Con Cristo estoy juntamente
mi"’. crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en
48 El conocimiento del Dios santo importante pilar de la teologfa cristiana que es la imagen de Dios en el
hombre. Las marcas de la imagen divina han quedado tan oscurecidas por
siendo para siempre el único refugio seguro para sus hijos
el pecado, que no son fáciles de identificar, pero ¿no es razonable creer que
zarandeados por el tiempo. “Señor, tú nos has sido refugio de
una de esas marcas pueda ser esa
generación en genera- ción.” El segundo pensamiento es menos
consolador: puesto que la eternidad de Dios es tan larga, y nuestros insaciable ansia de inmortalidad que tiene el hombre?
afios tan cortos, ¿cdmo vamos a establecer las obras de nuestras Tú no nos vas a dejar en el polvo; tú hiciste al
manos? ¿Cdmo vamos a escapar a la abrasiva acción de los hombre, él no sabe por qué; piensa que no fue
acontecimientos que tratan de agotamos y dcs- truimos? Dios llena hecho para morir, y tú lo has hecho; tú eres justo.’
y domina el Salmo, de manera que es a Él a quien Moisés dirige su Así razona Tennyson, y los instintos más profundos del corazón
dolorida petición: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que humano normal están de acuerdo con él. La antigua imagen de Dios
traigamos al corazón sabiduría. ”Que el conocimiento de tu eternidad susurra dentro de cada hombre sobre la esperanza eterna; él scguirá
no sea desperdiciado en mí.
Sería pnidente para ex libris
nosotros, eltropical
que vivimos en esta época nerviosa,
meditar sobre nuestra vida y nuestros dfas de forma larga y frecuente
ante la faz de Dios, y al filo de la eternidad. Porque estamos hechos
para la eternidad, tan cierto como estamos hechos pan el tiempo; y
como seres morales responsables, debemos enfrentamos a ambos.
“Ha puesto eternidad en el corazón de ellos”, dijo el Predicador,
y yo creo que aquf presenta tanto la gloria como la miseria de los
hombres. Estar hechos para la eternidad, y verse obligados a habitar
en el tiempo, es para los humanos una tragedia de proporciones
gigantescas. Dentro de nosotros, todo clama por la vida y la
permanencia, y todo lo que nos rodea, nos recuerda la mortalidad y el
cambio. Con todo, el que Dios nos haya hecho del material de la
eternidad es tanto una gloria que aún no se ha convertido en realidad,
como una profecfa que aún no se ha cumplido. Espero que no se me
considere repetitivo de forma indebida si de nuevo vuelvo a ese
Dios es eterno 49 Sefior salió de la eternidad y entró al tiempo para rescatar a sus
existiendo en algún Iugar. Con todo, no se puede regocijar, hermanos humanos, cuya locura moral los había convertido, no sólo
porque la luz que ilumina a todo hombre que viene a este
en necios del mundo pasajero, sino también en esclavos del pecado
y de la muerte.
mundo le perturba la conciencia, atemorizándolo con pruebas de
su culpabilidad y evidencias de la muerte que se aproxima. Asf Una breve vida es lo que nos toca
es molido en el molino, entre la rueda superior de la esperanza, aquí, breve angustia, cuidado de
y la rueda inferior del temor. corta vida;
Es aquí precisamente donde se hace evidente la dulce la vida que no conoce fin,
la vida sin lágrimas, está allí.
relevancia del mensaje cristiano. “Jesucristo ... quitó la muerte
y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.” Así Allí a Dios, nuestro Rey y Herencia,
escribía el más grande de todos los cristianos poco antes de salir en la plenitud de su gracia
al encuentro con su verdugo. La eternidad de Dios y la veremos para siempre,
mortalidad del hombre se unen para persuadimos de que la fe en y adoraremos cara a cara.
Jesucristo no es optativa. Para cada uno de los hombres
se trata de escoger entre Cristo, o la tragedia eterna. Nuestro Bernardo de Cluny
Capítulo 8
Dios es infinito
Padre celestial: déjanos ver tu gloria; si es necesario, desde el abrigo d¢
la hendidura en la roca y desde debajo de la protección de tu mano que nos
cubra. Cualquiera que sea el precio para nosotros, en pérdida de amigos, o
de bienes, o de largura de días, déjanos conocerte tal como eres, para que
te podamos adorar tal como debemos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amfn.
hay otr‹is medidas falTlilÍáfCS, COmo las usadas para los líquidos, la
t San Anselm . op. ci/., p. 3. energía, el sonido, la luz y los números para las pluralidades.
También tratamos de medir cualidades abstractas, y por eso
hablamos de una fe grande o
’ Novac'ano. op. ni . pp. z6-za.
$§ El cpnpcimienfo def Dios tanto
pequefía, una inteligencia grande o escasa, unos talentos notablC8 mente para nosotros, más all$ del simple asombro de pensar acerca de
O
pobms. ello? Mucho en todos sentidos, y más cuando llegamos a conocemos a
¿No se ve con total que nada de esto se aplica ni se nosotros y conocer a Dios mejor.
claridad puede
aplicar a Dios7 Ésta es la forma en la que vemos la Obra de sus Porque la naturaleza de Dios es infinita, todo lo que brota de
manos, no la forma en que lo YCfflOS a Él. Él «iii gr encima de ella es también infinito. Nosotros, pobres criaturas humanas, nos
todo esto, fuera de ello, más allá de todo. Nuestros conceptos de sentimos continuamente frustrados por las limitaciones que se nos
medida comprenden alas montañas y a los hombres, a los átomos y
imponen de dentro y de fuera. Los anos de nuestra vida son pocos, y
a las estrellas, a la gravedad, la energía, los números, la VOlH Ídad, pasan con más rapidez que la lanzadera del tejedor. La vida es un
pero Dios.
ensayo corto y febril para un concierto que no nos podemos quedar
No podemos hablar de medida, o cantidad, o tamaño, o peso, y al mismo
para dar. Justamente cuando parecemos haber alcanzado alguna
ti• po yestar habiando de Dios, porque estas cosas hablan de
grados, destreza, se nos obliga a dejar nuestro instrumento en el suelo.
en Dios no hay grados. Todo lo que Él es, lo es sin
crecimiento, adición o desarrollo. No hay nada en Dios que sea Sencillamente, no hay tiempo suficiente para pensar, para llegar a ser,
menor o mayor, grande o para realizar aquello de lo que la constitu- ción de nuestra naturaleza
pequeíio.
de Él es lo que es, en sí mismo, sin pensamientos o palabras nos indica que somos capaces.
tipo calificativo. Sencillamente, Él es Dios. Qué tan satisfactorio es volvemos de nuestras limitaciones a un Dios
En el abnimadorabismo del ser divino encontrarse atributos
alguno que no tiene ninguna. En su corazón yacen años eternos. Para Él, el
podrían
de )os cuales nada sabemos, y que quizá no tengan significado colho fl1 Otro lado de la luna, que sabemos que se halla allf, pero que
para nosotros, como los atributos de misericordia y de gracia nunca ha sido explorado y no tiene significado ÍflmCdiato para los
carecen de sentido personal para los serafines o los querubines. Es hombres en la tierra. No hay razón para que nosotros tratemos de
posible Qtl0 OStOS seres santos conozcan estas cu8lidades de Dios, descubrir lo que no ha sido uvelado. Nos debe bastar con saber que
pero no sean capaces de identificarse con ellas ¡›or la simple razón Dios
de que no han pecado, y por tanto, no han puesto en acción la es Dios.
misericordia y la gracia de Dios. Es posible que haya, y yo creo Llenando para siempre tu propio ser con una llama
en- cendida por st misma, en ti mismo estás derramando
que los habrá con seguridad, otros aspectos del ser esencial de Dios
uncio- nes sin nombre. Sin la adoración de las criaturas, sin
que Él no ha revelado ni siquiera a sus hijos rescatados e iluminados un velo sobre tus rasgos, Dios siempre cl mismo.
pot el Espíritu. Estas facetas escondidas de la naturaleza de Dios
se refieren a su relación con nadie más que consigo mismo. Son Frederick W. haber
Con todo, la infinitud de Dios nos pertenéce y se nos da a conocer tiempo no pasa, sino que permanece, y los que están en Cristo
para nuestro provecho perdurable. Ahora bien, (qué sÍgnifiGit exacta- componen con Él todas las riquezas de un tiempo sin lfmites y unos
anos sin fin. Dios nunca se apresura. No tiene fechas límite para las
obras que realiza. Sólo saber esto basta para aquietar nuestro
espíritu y relajarnos los nervios. Para los que se hallan fuera de
Ctisto, el tiempo es una bestia devoradora; ante los hijos de la nueva
creacidn, el tiempo se encoge, ronronea y les lame la mano. El
enemigo de la vieja raza humana se convierte en amigo de la nueva, y
las estrellas en su curso luchan por el hombre que Dios se deleita en
honrar. Esto es lo que aprendemos de la infinitud divina.
Sin embargo, hay más aún. Los dones de Dios en la naturaleza
tienen sus limitaciones. Son finitos, porque han sido creados, pero
el don de la vida eterna en Cristo Jesús es tan ilimitado como Dios. El
cristiano posee la vida del mismo Dios, y comparte con Él su infinitud.
En Dios hay vida suficiente para todos, y tiempo suficiente para
disfrutarla. Todo cuanto posee vida natural pasa por su ciclo desde el
nacimiento hasta la muerte, y deja de ser, pero la vida de Dios vuelve
sobre sf misma, y nunca cesa. Y ésta es la vida eterna: conocer al
único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Él ha enviado.
La misericordia de Dios también es infinita, y el hombre que ha
sentido el acuciante dolor de la culpa interior sabe que esto es algo más
que académico. “Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia." La
áb undancia de pecado es el terror del mundo, pero la sobreabundancia
56 El conocimiento del Dios santo
de gracia es la esperanza de la humanidad. Por mucho que abunde
el
Capítulo 9
pecado, sigue teniendo sus límites, porque es de mentes y
producto
corazones finitos; pero la “sobreabundancia” divina nos introduce a
la infinitud, Contra nuestra profunda enfermedad de criaturas, se alza Dios es inmutable
la infinita capacidad de curacidn que tiene Dios.
El testimonio cristiano a lo largo de los siglos ha sido que “tanto ainó
Dios al mundo ...”; nos falta ver ese amor a la luz de la infinitud C'i isto, Señor nuestro, tú has sido nuestro lugar de habitación en todas las
divina. generaciones. Como las liebres a su roca, así hemos corrido hacia ti en busca
de seguridad; como las aves en su vuelo, asf hemos ido hacia ti en busca
Su amor es inconmensurable. Es más todavía: no tiene límites. No de paz. El
tiene límites, porque no es una cosa, sino una faceta de la naturaleza
esencial
de Dios. Su amor es algo que Él efi, y porque es infinito, ese amor azar y el cambio laboran sin cesar en nuestro pequeño mundo de naturaleza y
puede envolver en sí mismo a todo el mundo creado y seguir teniendo hombres, pero en ti no encontramos variabilidad alguna, ni sombra de
lugar para diez mil veces diez mil mundos más. mutación. Descansamos en ti sin temor ni duda, y enfrentamos nuestro
mañana sin ansiedad. Amén.
Éste, éste es el Dios que adoramos, nuestro
Amigo fiel e inmutable, cuyo amor es tan grande
como su poder, y ninguno de los dos conoce me-
a inmutabilidad de Dios se encuentra dentro de esos atributos
dida ni fin. Es Jesús, el primero y el último, cuyo
menos difíciles de entender, pero para captarla, necesitamos dis-
Espíritu nos guiará sanos y salvos al hogar; le ciplinamos para distinguir y apartar los pensamientos con los que acos-
alabaremos por todo lo que está en el pasado,
y tunibramos pensar acerca de las cosas creadas, de los menos acostum-
confiaremos en Él por cuanto está. en el brados que surgen cuando tratamos de asimos de cuanto pueda ser
porvenir. comprendido con respecto a Dios.
Decir que Dios es inmutable equivale a decir que Él nunca difiere
loseyh Han de sí mismo. El concepto de un Dios creciente o en desarrollo no se
halla en las Escrituras. Me parece imposible pensar que Dios pueda
variar de sí mismo en forma alguna. He aquí por qué:
Para que un ser moral cambiase, sería necesario que el cambio se
realizase en una de las tres direcciones siguientes. Debe ir de mejor a
peoc, o de peor a mejor; o bien, considerando que la calidad moral
permanece estable, debe cambiar dentro de sí mismo, como de
inmaduro a maduro, o de un orden del ser a otro. Debiera estar claro
que Dios no se ¡Puede mover en ninguna de esas direcciones. Sus
perfecciones des- carian para siempre todas estas posibilidades.
Dios no puede cambiar para mejorar. Puesto que es perfectamente
santo, nunca ha sido menos santo de lo que es ahora, y nunca podrá ser
más santo de lo que es y ha sido siempre. Tampoco puede cambiar
Dios para empeorar. Todo deterioro dentro de la naturaleza
inefablemente santa de Dios es imposible. En realidad creo imposible
hasta pensar en algo así, puesto que en el momento en que intentemos
hacerlo, el objeto
58 El conocimiento dcl Dios santo a ellos. Hemos visto cdmo Dios difiere de sus criaturas por ser
acerca del cual estemos pensando habrá dejado de ser Dios pam ser autoexistentc, autosuficiente y eterno. En virtud de estos atributos, Dios
algo distinto, y alguien inferior a Él. Aquél de quien estaremos es Dios y no otro ser. El ser que pueda sufrir el más ligero grado de
pensando podrá ser una criatum grandiosa y maravillosa, pero por ser cambio, no serl ni autooxistente, ni autosuficiente, ni eterno, y por
criatura, no puede ser el Creador existente en sf mismo.
tanto, no ser$ Dios.
Sólo un ser compuesto por partes puede cambiar, porque el
Así como no puede haber mutación en el carácter moral de
Dios, tampoco puede haber mutación alguna dentro de la esencia cambio consiste fundamentalmente en una alteración en la relación entre
las partes de un todo, o la admisión de algún elemento extraño dentro de
divina. El ser de Dios es exclusivo, en el único sentido de esa
la composición original. Puesto que Dios es autoexistente, no es
palabra; esto es, su ser es ajeno a todos los demás seres, y distinto
compues- to. En Él no hay partes que se puedan alterar. Además,
puesto que es autosuficiente, nada puede entrar a su ser desde fuera. Dios es inmutable 59
“Todo lo que está compuesto por partes”, dice Anselmo, “no es
totalmente uno, sino que es plural en cierto sentido, y diverso de sí y llorar, para trabajar y jugar, y después irse para dejarles lugar a
mismo; y ya sea de hecho o en concepto, es capaz de disolucidn. Estas los que le seguirán en el inkrminable ciclo.
cosas son ajenas a ti; mejor que tú, no es posible concebir nada. Por CÍ8ftOS JGO tas han hallado un morboso placer en la ley de la
tanto, no hay partes en ti, Sefior, ni eres tú mts que uno. Pero tú eres imper- manencia, y han cantado en clave menor el canto del
en realidad un ser unitario, y tan idéntico a ti mismo, que de ninguna perpetuo cambio. Omar, el fabricante de tiendas, cantó con
forma eres desigual a ti mismo: en lugar de esto, tú eres la unidad patetismo y humor sobre la mutación y la mortalidad, las
misma, a la que ningún concepto puede dividir.”' enfermedades gemelas que afligen a la humanidad. "No golpees con
Todo cuanto Dios es, lo ha sido siempre, y todo lo que Él ha tanta dureza esa arcilla", exhorta al alfare- ro, “que pudieras estar
sido golpeando el polvo de tu abuelo.” “Cuando levantes la copa para beber
siempre y es, lo será para siempre. Nada que Dios haya dicho jamás el rojo vino”, le recuerda al calavera, “pudieras estar besando los
acerca de sí mismo será modificado; nada de cuanto han dicho los labios de alguna belleza muerta hace ya mucho tiempo.”
profetas y apóstoles inspirados acerca de Él será rescindido. Su Esta nota de dulce dolor, expresada con un humor delicado, les
inmuta- bilidad lo garantiza. otorga una radiante belleza a sus cuartetos, pero, por hermoso que
La inmutabilidad de Dios aparece en su belleza más perfecta sea, este largo poema es algo enfermizo, enfermo de muerte. Como
cuando se la contrasta con la mutabilidad de los hombres. En Dios el ave hipnotizada por la serpiente que la va a demorar, el peeta está
no es posible cambio alguno; en los hombres es imposible escapar al fascinado por el enemigo que lo está destruyendo a tl, y también a
cambio. Ni el hombre ni este mundo están fijos, sino que ambos se todos los hombres, y a todas las generaciones de hombres.
hallan en un fluir constante. Todos los hombres aparecen por un poco También los escritores sagrados se enfrentan a la mutabilidad
de tiempo para refr del hombre, pero son personas sanas, y hay una sana fortaleza en sus
palabras. Han hallado la cura para-la gran enfermedad. Dios, afirman,
no cambia. La ley de la mutación pertenece a un mundo cafdo, pero
Dios es inmutable, y en Él los hombres de fe hallan por fin la
permanencia eterna. Mientras tanto, el cambio obra a favor de los
hijos del reino; no contra ellos. Los cambios que tienen lugar en
ellos son producidos por la mano del Esp/ritu que vive dentro de
ellos. “Por tanto, nosotros todos”, dice el apdstol, “mirando a cara
descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por
el Espfritu del Seíior.”
En un mundo de cambio y decadencia, ni siquiera el hombre
de fe puede estar feliz por completo. De manera instintiva, busca lo
inmutable, y se lamenta ante el paso de las cosas familiares y
queridas.
Oh, Señor, tengo el corazón enfermo,
enfermo de este cambio continuo; y la vida
corre de manera tediosa con rapidez su
incansable carrera por sus variados caminos; el
cambio no encuentra en ti nada que se le callada Eternidad.
parezca, y no despierta eco alguno en tu
ex libris eltropical Frederick W. Faher
eterna de Dios ha quedado grabada para siempre en el género vivo y
60 El conocimiento del Dios santo sensible del que está compuesta el alma humana. El santuario antiguo
ya no existe, pero el santuario nuevo es eterno ef1 lOS cielos, y allí es
Estas palabras de Faber encuentran una respuesta comprensiva en donde el Hijo de Dios ejerce su sacerdocio eterno.
cada corazón; con todo, por mucho que deploremos la falta de Vemos siervo
estabilidad de todas las cosas tetTCRales, en un mundo caído como para así que Dios usa el cambio como un humilde
éste, la capacidad misma de cambÍdf gS tln dorado tesOfO, un don bendecir a su casa redimida, pero Él mismo se halla fuera de la ley
de Dios de un valor tan fabuloso, que nos exiginh Una continua acción de la
de gracias. Para los seres humanos, toda posibilidad de redención se
encuentra en su capacidad de cambio. Pasar de un tipo de persona a
oeo es la esencia misma del arrepentimiento: el mentiroso se convierte
en veraz, el ladrón en honrado, el lujurioso en puro, el orgulloso en
humilde. Toda la textura moral de la vida queda alterada. Los
pensamientos, los deseos y los afectos son transformados, y el
hombre deja de ser lo que habfa sido antes. Tan radical es este
cambio, que el apóstol llama “hombre viejo” al hombre que existfa
antes, y el hombre que existe ahora es el “nuevo, el ctial conforme a
la imagen del que lo cred, se va renovando hasta el conrx:i-
miento pleno”.
Con todo, el cambio es más profundo y básico de lo que puedan
Tevelar cualesquiera actos externos, porque también incluye la
recepción de una vida de otra calidad más alta. El hombre viejo, aun
en sus mejores momentos, sdlo posee la vida de Adán; el hombre
nuevo tiene la vida de Dios. Y esto es más que una simple forma de
habl6f; es literalmente cierto. Cuando Dios infunde la vida eterna
en el espíritu de un hombre, ese hombre se convierte en miembro
de un orden de seres nuevo y
superior.
En la realización de sus procesos redentores, el Dios inmutablc
hace pleno uso del cambio, y por medio de una sacesidn de cambios,
llega por fin a la permanencia. En la epístola a los Hebreos es donde
se muestra esto con mayor claridad. “Quita lo primero, para establecef
DStO últimti.” Esto eç una especie de resumen de la ensefianza de
este notable libro. El pacto antiguo, como algo que era provisional,
ha sido abolido, y el pacto nuevo y eterno ha tomado su lUgar. La
sangre de machos cabríos y de toros petdi6 su importancia cuando fue
derramada la sangre del Cordero Pascual. La ley, el altar, el
sacerdocio, eran todos temporales y sujetos a cambio; ahora, la ley
Dios es inmutable 61 hombres sean mayoría, de ninguna manera componen el total de la
poblacidn. Aún están los siete mil que no han doblado la rodilla ante
mutación, y no es afectado por cambio alguno que tenga lugar en el
Baal. Éstos creen que fueron creados para adorar a Dios, y para gozar
universo.
por siempre de su presencia, y están ansiosos de aprender todo cuanto
Y todas las cosas, mientras cambian, proclamar que el puedan acerca del Dios con el que esperan pasar la eternidad.
Sefior es eternamente el mismo. En este mundo donde los hombres nos olvidan, cambian sus
Carlos Ifesley actitudes hacia nosotros según les dicten sus intereses privados, y
revisan su opinidn acerca de nosotros por la causa más banal, ¿no es acaso
De nuevo surge la cuestión de la utilidad. “¿Qué utilidad tiene para una fuente de maravillosa fortaleza el saber que el Dios con el que
mí el saber que Dios es inmutable?”, preguntará alguno. “¿Acaso no es tenemos que ver no cambia, que su actitud hacia nosotros ahora es la
todo esto una simple especulación metafísica, algo que les pueda pro- misma que tenía en la eternidad pasada, y tendrá en la eternidad por
porcionar cierta satisfacción a las personas con un cierto tipo concreto venir?
de mente, pero que no puede tener importancia real para los hombres Cuánta paz trae al corazdn cristiano el darse cuenta de que nuestro
prácticos?” Padre celestial nunca difiere de sí mismo. Al llegamos hasta Él en
Si llamamos “hombres prácticos” a los incrédulos enredados en los cualquier momento, no necesitamos preguntarnos si lo vamos a
asuntos del mundo, e indiferentes a las exigencias de Gristo, el encontrar de buen humor. Él siempre está receptivo ante el sufrimiento y
bienestar de su propia alma o los intereses del mundo por venir, la necesidad, y también ante el amor y la fe. Él no tiene horas de
entonces para ellos un libro como este carecerá por completo de oficina, ni aparta momentos en los cuales no quiere ver a nadie.
sentido; también carecerán de sentido todos los demás libros que Tampoco cambia su pensamiento con respecto a nada. Hoy, en este
tomen la religión en serio. Sin embargo, aunque es posible que estos momento, siente hacia sus criaturas, hacia los infantes, los enfermos,
los que han caído, los
d2 El conocimiento del Dios santo la manera indicada en el evangelio, dentro de las Escrituras de la
pecadores, lo mismo que sentt8 Gllando envid a su Hijo unigénito al verdad.
mundo para que muriese por la humanidad. Fuente del ser, Fuente del Bien, inmutable tu
Dios nunca cambia de humor, ni se enfrta en sus afectos, ni permaneces, y no puede la sombra de un cambio
pierde el entusiasmo. Su 8CtÍtud hacia cl pecado es ahora la misma oscurecer las glorias de tu reino. La tierra se disolverá
que cra cuando echó al hombre pecador del huerto del oriente, y su con todos sus poderes, si asi lo dispone el gran Creador,
actitud hacia el pecador es la misma que cuando extendió sus manos y pero tú por siempre eres el lTlÍSIRO; tU memorial sigue
clamó: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os siendo YO SOY.
haré d8SGdflSáf." Dios no entra en compollondas, ni necesita que se Tomndo de Volver’s Collection
le presione. No es posible persuadirlo para que altere su Palabra, ni
convencerlo para que responda a una oración egoísta. En todos
BUBSt£OS esfuerzos por hallar a Dios, por agradable, por tener
comunidn con Él, debelTlOS recordar que todos los cambios nos
corresponden a nosotros. “Yo Jehová no cambio." Todo lo que nos toca
haCer Cfi Cumplir con sus términos presentados con tanta claridad,
traer nuestra vida a la sintonía con su voluntad revelada,
su poder infinito comenzará de inmediato a operar a favor nuestro en
Las Escrituras enseñan que Dios nunca ha aprendido de nadie.
Capítulo 10 “¿Quién ensefi6 al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseíiándole? ¿A
quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino
Dios es del juicio, o le enseiió ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?"
“Porque
omnisciente ¿quién entendió la mente del Sefior? ¿O quién fue su consejero*"
Estas
preguntas retdricas hechas por el profeta Isaías y el apdstol Pablo
Senor, tú conoces todas las cosas. Tú conoces cuando me siento y declaran que Dios nunca ha aprendido.
cuando me levanto, y todos mis caminos te son conocidos. No te puedo Desde aquf sólo hay un paso hasta la conclusión de que Dios no
informar de nada, y es en vano tratar de esconderte nada. A la luz de tu puede aprender. Si Dios pudiese en algún momento, o de alguna
perfecto conocimiento, quisiera ser tan desmaflado como un niño manera, recibir en su mente un conocimiento que no poseía, y no
pequeño. Ayúdame a dejar a un lado toda preocupación, porque tú conoces había poseído desde la eternidad, sen‘a imperfecto, e inferior a sí
el camino que yo tomo, y cuando me hayas probado, saldré resplandeeiente mismo. Pensar en un Dios que tiene que sentarse a los pies de un
como el oro. Amén. maestro, aunque ese maestro sea un arcángel o un serafín, es pensar en
otro que no es el Dios Altísimo, el hacedor del cielo y de la tierra.
Creo que este enfoque negativo de la omnisciencia divina está
ecir que Dios es omnisciente es afirmar que Él posee un conoci- bien
miento perfecto, y por consiguiente, no tiene necesidad de justificado por las circunstancias. Puesto que nuestro conocimiento
apren- intelectual de Dios es tan pequeílo y oscuro, algunas veces podemos
der. También es decir que Dios nunca ha aprendido, ni tampoco adquirir considerable ventaja en nuestra lucha por comprender cómo es
puede Dios a través del simple medio de pensar en lo que Él rio es. Hasta
aprender. donde hemos adelantado en este examen de los atributos divinos, nos
hemos
d4 El conocimiento del Dios santo todos los negativos. El apóstol Pablo declan la veracidad eterna de Dios
visto impulsados a usar libremente de los negativos. Hemos visto que de manera negativa: “Dios ... no puede men- tir”, y cuando el ángel
Dios no tuvo origen, que no tuvo principio, que no necesita de afirmó que “para Dios no hay nada imposible”, los negativos se unen para
formar un resonante positivo.
ayudantes, que no sufre cambios y que en su ser esencial no hay
Que Dios es omnisciente no sólo lo enseñan las Escrituras, sino
límites.
Este método de tratar de hacer que los hombres vean cómo es Dios que se debe deducir también de todo lo demás que se enseíia con
a base de mostrarles lo que Él no es, lo utilizan también los escritores respecto a Él. Dios se conoce perfectamente a sí mismo, y por ser la
inspirados de las Santas Escrituras. “¿No has sabido, no has ofdo”, fuente y el autor
clama Isaías, “que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los
confines dela tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su
entendimiento no hay quien lo alcance.” También la abrupta
declaración de Dios mismo: “Yo Jehová no cambio”, nos dice más
acerca de la omnisciencia divina que cuanto se podrfa decir en un
tratado de diez mil palabras, si se eliminaran de forma arbitraria
Dios es omnisciente
65
o hace preguntas (excepto cuando interroga a los hombres por su
tlue esconder: algun pecado sin perdonar, algún delito
propio secreto cometido contra el hombre o COntra DiOS. El alma que no ha
bien).
Dios tiene existencia en sí mismo, y se contiene a sf mismo, sido bendecida pudiera muy bien temblar porque Dios conoce la
inconsisten- cia de todo pretexto, y nunca acepta las pobres excusas
y conoce lo que ninguna criatura podrá conocerjamás: a sí mismo,
y perfectamen- te. “Nadie conecid las cosas de Dios, sino el presentadas por la conducta peCaminosa, puesto que Él conoce
dera razón. “Pusiste RUCStras maldades
Espfritu de Dios.” Sólo el Infinito puede conocer al Infinito. perfectamente su verda-
delante de ti, nuestros yerros a la luz de tu rostro.” Qué cosa tan terrible
es ver a los hijos de Adán tratando de esconderse entre los árboles de
otro huerto. Con todo, ¿dónde podrian
escondese?” ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de
tu
de todas las cosas, de aquf se sigue que conoce todo cuanto se presencia?., Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la
pueda
conocer, y lo conoce de manera instantánea y con una plenitud de ncche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de
perfección que incluye todos los datos de conocimiento posibles con ti, y la ncche resplandece como el día.”
respecto a todo lo que existe, o habrfa podido existir en cualquier lugar Efi Cámbio, para nosotros que hemos huido en busca de refugio para
del universo en cualquier momento del pasado, o que puede llegar a asimos de la esperanza puesta ante nosotros en el Evangelio, qué inefa-
existir en los siglos o las edades que aún faltasen por venir. blemente dulce es el conocimiento de que nuestro Padre celestial nos
Dios conoce de manera instantánea, y sin esfuerzo alguno, toda la conoce por completo. Ningún enredador nos puede delatar ante Él;
materia y todas las materias, toda la mente y todas las mentes, todo nitigúr› enemigo puede hacer que valga su acusacidn; ningún
el espíritu y todos los espíritus, todo el ser y todos los seres, toda la pasado vergonzoso puede salir dando tumbos de algún escondido
creación y todas las criaturas, toda la pluralidad y todas las rincón para hutrlillamos y revelar nuestro pasado; ninguna debilidad
pluralidades, toda la ley y todas las leyes. todas las relaciones, todas insospechada de nuestra personalidad puede salir a la luz para hacer
las causas, todos los pensamientos, todos los misterios, todos los que Dios se aparte de nosotros, puesto que Él nos conocía por
enigmas, todos los senti- mientos, todos los deseos, cuanto secreto no completo antes que nosotros lo conociésemos a Él, y nos llamó a sí
haya sido pronunciado, todos los tronos y las dominaciones, todas las mismo con pleno conocimiento de todo lo que existía en contra
personalidades, todas las cosas, visibles e invisibles, en el cielo y en la nuestra. “Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero
tierra, el movimiento, el espacio, el tiempo, la vida, la muerte, el bien, no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se
el mal, el cielo y el infierno. Puesto que Dios conoce todas las cosas qiiebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.”
Nuestro Padre celestial conoce lo que somos, y recuerda que fuimos
perfectamente, no conoce ninguna cosa mejor que las demás, sino que
tomados del polvo. Él conocía nuestra perfidia innata, y se dedicó a
conoce todas las cosas igualmente bien. Él nunca descubre nada.
Sal vamos (Isaías 48:8-1 l). Su Hijo unigénito, cuando caminaba entre
Nunca se sorprende, nunca se queda perplejo. Nunca se pregunta acerca
de nada, ni busca información
66 El conocimiento del Dios santo
nosotros, sintió nuestros dolores en toda su angustiosa intensidad. Su
conocimiento de nuestras aflicciones y adversidades es más que
teórico; es personal, cálido y compasiVo. Cualquiera que sea nuestra
situación.
DÍOS sabe ]gg COSAS y tÍgRg ljR ifltofés CR IlOSOtfiOS que nadie lTtúG tiene. Capítulo 11
J da SH gOzO ¡1 todos; Él GC COflViflftO Ofl l1f1
pequeño infante; Él se convierte en uff
asombroso Dios es sabio
hombre; Él siente también nuestro dolor.
No pienses que puedes suspirar una vez sin
que tu Hacedor esté junto a ti; no pienses que Tú, Cristo, que fuiste tentado en todas las cosas como lo somos nosotros,
puedes derramar una lágrima sifl Qile tu y sin embargo sin pecado, hainos fuertes para vencer el afán de ser sabios y
Hacedor se halle cerca de ti. ser llamados sabios por otros tan ignorantes como nosotros. Nos alejarnos de
Él nos da su gozo, para poder destniir nuestra propia sabiduría y también de nuestra necedad, y huimos hacia ti,
nuestras angustias; hasta que nuestra angustia que eres la sabiduría de Dios y el poder de Dios. Amén.
huya y desa- parezca, Él se sienta a gemir junto
a nosotros.
lYiffinm Bloke n este breve estudio de la sabiduría divina comenzamos por la fe
en Dios. Siguiendo nuestra pauta acostumbrada, no vamos a
tratar
de comprender para poder creer, sino de creer a fin de poder
comprender. De aquí que no busquemos pniebas de que Dios es
sabio. La mente incrédula no se convencerla con ninguna prueba, y
el corazón que adora no necesita de ellas.
“Sea benditó el nombre de Dios de siglos en siglos”, clamó el
profeta Daniel, “porque suyos son el poder y la sabidun’a ... Da la
sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. Él revela lo
profundo y lo escondido; conoce lo que estl en tinieblas, y con él mora
la luz.” El creyente responde a esto, y al coro angélico: “La bendicidn y
la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la
fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos.” A este
hombre nunca se le ocurre que Dios tenga que presentar pruebas de su
sabiduría o de su poder. ¿Acaso no basta con que sea Dios?
Cuando la teologfa cristiana declara que Dios es sabio, esto
significa muchísimo más de lo que dice o puede decir, porque trata de
hacer que una palabra comparativamente débil lleve en sf una
incomprensible plenitud de significado que amenaza con destrozarla y
aplastarla bajo el simple peso de la idea. “Su entendimiento es
infinito”, dice el salmista. Aquí es ni más ni menos que la infinitud lo
que la teologfa está luchando por expresar.
68 El conocimiento del Dios santo Dios es sabio 69
Puesto que la palabra infinito describe a to que es único, no ’l’odo cuanto Dios hace es hecho en perfecta sabiduría, en primer
puede tener modificadores. No decimos “más único”, ni “muy lugar para su propia gloria, y en segundo lugar para el mayor bien del
infinito”” Ante la infinitud, permanecemos en silencio. número mayor posible y por el tiempo más largo posible. Además,
En realidad existe una sabiduría creada secundaria, que Dios ha todos sus actos son tan puros como sabios, y tan buenos como sabios y
dado
a sus criaturas, como su bien más alto lo exija; pero la sabiduría de puros. No sdlo no se podrían realizar mejor sus actos; no se podrfa ni
cualquier criatura, o de todas las criaturds, Cuando se compara GOf1 siquiera imaginar una manera mejor de realizarlos. Un Dios
la infinitamente sabio
sabiduna sin lfmites de Dios, qoeda ridículamente pequeña. Por esa deherá obrar de una manera que no permita mejora de parte de sus
razdn, el apóstol habla correctamente cuando se refiere a Dios como criaturas finitas. Señor, cuán numerosas son tus obras, En tu sabiduría
el “único y sabio Dios”. Es decir, Dios es sabio en sí mismo, y toda las has hecíio todas. La tierra está llena de tus riquezas.
la brillante sabiduría de hombres y ángeles no es más que un reflejo Sin la creacidn, la sabiduría de Dios habrta permanecido
de esa
refulgencia increada que fluye desde el trono de la Majestad en encerrada para siempre en el abismo insondable de la naturaleza
los cielos. La idea de Dios como infinitamente sabio se halla en la divina. Dios trajo a sus criaturas a la existencia para disfrutar de
raíz de toda vetdad. Es un dato de fe necesario para la solidez de ellas, y para que ellas se regecijen en Él. “Y vio Dios todo lo que
todas las demás creencias sobre Dios. Por supuesto, siendo lo que habfa hecho, y he aquí que era bueno en gran manera.”
es sin necesidad de las criaturas, nuestras opiniones sobre Dios no le A lo largo de los siglos, muchos se han declarado incapaces de
afectan, pero nuestra cordura moral exige que le atribuyamos al creer en la sabiduría básica de un mundo donde hay tanto que parece
hacedor y sostenedor del universo unasabidun'a totalmente perfecta. andar mal. Voltaire, en su Candide, presenta a un optimista decidido,
Negarse a hacer esto equivale a traicionar aquello mismo que está en al que llama doctor Pangloss, y pone en boca de él todos los
bestias. nosotros y nos distingue de las argumentos a favor de la filosofía del “mejor de todos los mundos
En las Santas Escrituras, la sabiduría, cuando se refiere a Dios y posibles”. Por supuesto, el cínico francés se deleitó mucho en poner
a los hombres buenos, siempre lleva en sí una fuerte connotación al viejo profesor en situacio- nes que hicieran que su filosoffa
moral. Es concebida como pura, amorosa y buena. La sabiduría que quedara en ridículo.
es simple astucia se les atribuye con frecuencia a los hombres En cambio, el concepto cristiano de la vida es totalmente más
malvados, pero ese tipo de sabiduría es traicionero y falso. Estos realista que el del doctor Pangloss, con su “razón suficiente”” Es el
dos tipos de sabiduría se hallan en un conflicto perpetuo entre ellos. concepto de que éste no es, por el momento, el mejor de todos los
En realidad, cuando se la contempla desde las alturas del Sinaí odel mundos posibles, sino un mundo que yace bajo la sombra de una
Calvario, se descubre que toda la historia del mundo no es más que una gigantesca calamidad: la Ca/da del hombre. Los escritores inspirados
competencia entre la sabiduría de Dios y Ía astucia de Satanás y de los insisten en que toda la creacidn gime hoy como con dolores de parto,
hombres caídos. El resultado final de la competencia no deja lugar a bajo la poderosa sacudida de la Caída. No intentan proporcionar
dlldas. Al final, lo imperfecto deherá caer ante lo perfecto. Dios ha “razones suficientes"; afirman que la “creación fue sujetada a vanidad,
advertido que él tomará a los sabios en sus no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en
propias artimañas, y reducirá a la nada la comprensión de los pnidentes.
Entre otras cosas, la sabiduna es la capacidad de planificar esperanza”. No hay aquf esfuerzo alguno por justil’icar los caminos de
metas perfectas y ilegar a esas metas por los medios más perfectos. Dios con los hombres; sólo una sencilla decla- racidn sobre los hechos.
Ve el final El ser de Dios constituye su propia defensa.
Con todo, hay esperanza para todas nuestras lágrimas. Cuando llegue
desde el principio, de manera que no haya necesidad de adivinar o
la hora del triunfo de Cristo, el mundo que sufre entrará a la gloriosa
conjeturar. La sabiduría lo ve todo dentro de foco, cada parte en su libertad de los hijos de Dios. Para los hombres de la nueva creacidn, la
relación correcta con el todo, y así es capaz de trabajar por lograr edad de oro no es cosa del pasado, sino del futuro, y cuando comience,
las metas prefijadas con una precisión impecable. un universo maravillado verá que Dios ha abundado ciertamente hacia
nos‹›tros en toda sabiduría y prudencia. Mientras tanto, apoyamos
nues-
o espuma en el único y sabio Dios, nuestro Salvador, y de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de tl teman los
esperamos hombres."
con paciencia el lento desarrollo de sus benignos propósitos. Es de vital importancia que sostengamos la verdad de la sabiduría
A pesar de las lágrimas, el dolor y la mueve, creemos qoe el divina como un principio doctrinal de nuestro credo; pero no basta.
Dios Por medio del ejercicio de la fe y de la oracidn, debemos llevarlo al
que nos hizo a todos es infinitamente sabio y bueno. Asf como mundo práctico de nuestra experiencia cotidiana.
Abraham flO V&ciló eOf1 incredulidad ante las promesas de Dios, sino Creer activamente que nuestro Padre celestial extiende constante-
que fue fuerte en la fe, dando la gloria a Dios, y estuvo plenameno mente almdedor de nosotros circunstancias providenciales que
¡Persuadido de que cuanto Él habfa prometido, cra capaz de obran para nuestro bien presente y para nuestro bienestar eterno es
malizarlo, asf también nosotros algo que trae al alma una verdadera bendición. La mayoría vamos
por la vida orando un poco, planificando otro poco, compitiendo
esperanza, hasta que apunte el nuevo día. Descansamos en lo que por posiciones, esperando, pero nunca totalmente seguros de nada, y
Dios es. Creo‘ que sólo esta fe es la verdadera. Toda fe que necesite el siempre secreta- mente temerosos de extraviamos. Esto es un
apoyo de las evidencias de los sentidos no es una fe real. “Jesús le trágico desperdicio de la verdad, y nunca le da descanso al corazón.
dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los Hay un camino mejor. Es el de repudiar nuestra propia sabiduría
que no vieton, y para tomar a cambio la sabiduría infinita de Dios. Nuestra
creyeron." insistencia en el deseo de ver lo que hay por delante es bastante
El testimonio de la fe es que, como quiera que se vean las cosas natural, pero es un
en este mundo caído, todos los actos de Dios son realizados en
perfecta sabiduría. La encarnación del Hijo Eterno fue una de las
poderosas obras
de Dios, y podemos estar seguros deque esta grandiosa obra fue
realizada
con una perfección sólo posible para el Infinito. E verdadero obstáculo para nuestro progreso espiritual. Dios ha cargado
indiscutiblemente,
grande es el misterio de la piedad: DÍos fue manifestado en carne." sobre st toda la responsabilidad por nuestra felicidad eterna, y está
La expiación fue realizada también con la misma habilidad listo para tomar el control de nuestra vida en el mismo momento en
impeca- ble que marca todos los actos de Dios. Por poco que que nos volvamos en fe hacia Él. He aquf su promesa: “Y guiaré a
comprendemos todo esto, sabemos que la obra expiatoria de Cristo los ciegos por camino que no sabfan,1es haré andar por sendas queno
reconcilió perfectamente a Dios con el hombre, y les abrió el reino hab(an conocido; delante de ellos cambian las tinieblas en lux, y lo
de los cielos a tOdOS ÍOS creyentes. Nuestra obligación no es explicar, escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.”
sino proclamar. En reali- dad, me pregunto si Dios podrta lograr que
Deja que Él te lleve adelante con los ojos
comprendiésemos todo lo que pasó allí en la cniz. Según el ven- dados; el amor no necesita saber. Los
apóstol Pedro, ni siquiera los ángeles lo niños a quienes su Pádre guía no preguntan
cosas. por más ansiosamente que anhelen mirar dentro de estas
saben,
dónde van.
La operación del evangelio, el nuevo nacimiento, venida del Aunque el sendero sea totalmente desconocido,
la
Espíritu divino a la naturaleza humana, la derrota definitiva del mal divina. Los ojos más aguzados del observador más santo entre la
y el establecimiento final del reino justo de Cristo: todas estas cosas bienaventurada compañía de las alturas no son capaces de descubrir llfl
han brotado y siguen brotando de la infinita plenitud de la sabiduría SOIO defecto en
las formas en que Dios ha convertido todo esto en realidad, ni toda la
sobre pantanos y montaitas solitarias."
sabiduría de los serafines y los quembines junta es capaz de
sugerir de qué manera se pudiese mejorar el procedimiento divino. Gerhard Tersleegen
“He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aQtlello
no se añadirá, ni Dios nos exhorta constantemente a confiar en Él en medio de la
oscuridad. “Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos;
quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; y te
daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que
sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.”
Es animador saber cuántas de las poderosas obras de Dios fueron
hechas en secreto, lejos de la inquisitiva mirada de hombres y ángeles.
72 El conocimiento del Dios santo
Cuando Dios cre6 los cielos y la tierra, habfa oscuridad sobre la faz
de los abismos. Cuando el Hijo Eterno se hizo carne, fue llevado
por on tiempo en la oscuridad del vientre de una dulce virgen. Capítulo 12
Cuando murid por la vida del mundo, lo hizo en la oscuridad, sin
que nadie viese el final. Cuando resucitó de entre los muertos, cra
“muy de mañano"- Nadie IO vio resucitar. Es como si Dios estuviese Dios es omnipotente
diciendo: “Lo que yo soy es todo
86 EJ conocimiento del Dios santo de cosas inciertas sobre Dios, o de un exceso de énfasis sobre ciertas cosas
verdaderas que ha llegado a oscurecer otras cosas igualmente verdaderas.
nos asegura que posee todo el conocimiento. De igual manera, su
Engrandecer cualquier atributo, al mismo tiempo que se excluye otro,
inmutabilidad presupone su fidelidad. Si Él no cambia, se sigue de
equivale a caminar derechamente hacia uno de los tenebtosos pantanos de la
aquf que no puede dejar de ser fiel, puesto que eso le cxigirfa un
teología; y sin embargo, estamos constantemente tentados a hacer precisamente
cambio. Todo fallo dentro de la personalidad divina sería un
esto.
argumento a favor de su imperfección, y al ser Dios perfecto, no
podrfa tener lugar. Así, los atributos se explican unos a otros, y
demuestran que no son mis que destellos que disfnita nuestra mente
de ese Ser divino absolutamente
Todos los actos de Dios están en perfecto acuerdo con todos sus
atributos. Ningún atributo contradice a otro, sino que todos armonizan
entre s( y se unen en el infinito abismo del Ser divino. Todo cuando
Dios hace está de acuerdo con todo cuanto Dios es, y ser y hacer
son la misma cosa en Él. La imagen familiar de un Dios
frecuentemente dividido entre su justicia y su misericordia es
totalmente falsa con respecto a la realidad. Pensar que Dios se inclina
primero hacia uno de sus atributos, y después hacia otro, es
imaginarse a un Dios inseguro de si mismo, fnistrado y
emocionalmente inestable, lo cual, por supuesto, equivale a decir
que aquél en el que estamos pensando no es el Dios verdadero en
absoluto, sino un débil reflejo mental de Él, malamente fuera de
foco.
Dios, por ser quien es, no puede dejar de ser lo que es, y siendo lo
que es, no puede actuar en desacuerdo con su propia personalidad. Él
es fiel e inmutable al mismo tiempo, de manera que todas sus palabras
y todos sus actos tienen que ser fieles, y deben seguir siéndolo. Los
hombres se vuelven infieles, movidos por sus apetitos, por el temor,
por la debilidad, por la falta de interés, o por alguna fuerte influencia
procedente del exterior. Es obvio que ninguna de esas fuerzas puede
afectar a Dios en modo alguno. Él es su propia razón para todo cuanto
es y hace. No se le puede obligar desde fuera, sino que siempre habla y
actúa desde dentro de sí mismo, por su propia voluntad soberana, como
le place.
Creo que se podría demostrar que casi todas las herejfas que han
afligido a la Iglesia a lo largo de los aflos han surgido de una creencia
los atributos divinos. El ser de Dios es unitario. Él no puede dividirse a
sí mismo, y actuar en un momento dado impulsado por uno de sus
Por ejemplo, 1á Biblia ensefla que Dios es amor; hay atributos, mientras los dem6s permanecen inactivos. Todo lo que
quienes han interpretado esto de una manera tal que niegan Dios es deberá Concordar con todo lo que Dios hace. Su justicia
de&rá estar presente en su misericordia, y su amor en su juicio. Lo
quC Él sea justo, cosa que también enseila la Biblia. Otros mismo afirmamos con respecto a todos los atributos divinos.
llevan tan lejos la doctrina bíblica de la bondad de Dios que la La fidelidad de Dios es en dato esencial de la sana teología, pero
hacen contradecirseconsu santidad. Obien, hacen que su para el creyente se convierte en mucho más que eso: pasa a través
compasidn anule su veracidad. Hay otros que comprenden la
del proceso del entendimiento para seguir adelante y convertirse en
soberanfa de Dios de una manera tal que destniye, o al menos alimento nutritivo pan el alma. Las Escrituras no sólo se limitan a
disminuye enseííar la verdad; también indican sus usos para la humanidad.
grandemente su bondad y su amor.
Sólo podremos tener un concepto correcto de la verdad si Los escritores inspirados eran hombres con pasiones como las
nuestras que habitaban en medio de la vida. Lo que ellos aprendieron
nos atrevemos a creer todo cuanto Dios ha dicho acerca de st acerca de Dios se convirtió sara ellos en una espada, un escudo, un
mismo. Es una grave responsabilidad la que el hombre toma martillo; se convirtid en la ftlotivación de su vida, su buena
sobre sí cuando se pone a corregir la autorrevelaci6n de Dios, de esperanza, y su confiada expectacidn. A partir de los datos objetivos
tal forma que saca de ella aquellos rasgos que a él, en su
de la teologfa, su corazón hizo quién sabe cuántos miles de
ignorancia, le parecen objetables. Con toda seguridad, deberá
deducciones gozosas y aplicaciones personales. El libro de los Salmos
caer una ceguera parcial sobre todo aquél lo suficien- temente
presuntuoso como para atentar algo así. Y es algo totalmente resuena con una alegre acción de gracias por la fidelidad de Dios. El
innecesario. No tendremos por qud temer cuando dejemos que la Nuevo Testamento recoge el tema y celebra la lealtad de Dios Padre y
verdad de su Hijo Jesucristo, quien ante Poncio Pilato dio testimonio e hizo una
permanezca tal y como está escrita. No hay conflicto alguno entre buena confesión; y en el Apocalipsis, vemos a Cristo montando
88 El conocimiento del Dios santo dulce seguridad en los creyentes, y ensefió a las edades a cantar.
Sobre la fidelidad de Dios descansa toda nuestra esperanza de
en un caballo blanco, galopando hacia su victoria final, y los nombres
bendicidn futura. Sólo porque Él es fiel no quebrantará sus pactos y
que lleva son los de Fiel y Verdadero.
honrará sus promesas. Sólo teniendo una seguridad completa de que Él
Los himnos cristianos celebran también los atributos de Dios, y
es fiel podremos vivir en paz y mirar con tranquila firmeza a la vida
entre ellos, la fidelidad divina. En nuestra mejor himnodia, los
futura.
atributos se convierten en la fuente de la que corren ríos de gozosas Cada corazdn puede hacer su propia aplicacidn de esta verdad, y
melodías. Algunos himnarios antiguos podremos encontrar aún en los
sacar de ella las conclusiones que la propia verdad sugiera, y sus propias
cuales los himnos no tienen nombre; una lfnea en cursiva encima de
necesidades hagan notar. El tentado, el ansioso, el temeroso, el desalen-
cada uno indica su tema, y el corazdn que adora no puede menos que
tado, puede encontrar una nueva esperanza, y buena alegría, en el
regocijarse en lo que encuentra: “Celebracidn de las gloriosas
conocimiento de que nuestro Padre celestial es Cel. Él siempre será fiel
perfecciones de Dios”, Sabiduría, majestad y bondad”, a la palabra que ha empeñado. Los hijos del pacto, en medio de las
“Omnisciencia”, “Omnipotencia e in- mutabilidad”, “Gloria, duras presiones de la vida, pueden estar seguros de que Él nunca quitará
misericordia y gracia”. Éstos sólo son unos pocos ejemplos tomados de de ellos su amorosa misericordia, ni permitirá que falle su fidelidad.
un himnario publicado en 1849, pero todo el que conozca bien la
Feliz el hombre cuyas esperanzas descansan en
himnodia cristiana’ sabe que la corriente de cánticos sagrados brotd
el Dios de Israel: Él hizo el cielo, y la tierra, y los
hace mucho tiempo, en los primeros aíios de existencia de la Iglesia. mares, con todo cuanto contienen; su verdad per-
Desde el principio, la creencia en la perfección de Dios produjo una manece segura para siempre; Él salva al oprimido,
alimenta al pobre, y nadie hallará vanas sus
pro- mesas.
Isaac Watts
Capítulo 16
Dios es bueno
Haznos el bien según tu beneplácito hacia nosotros, Señor. No actúes
con nosotros como lo merecemos, sino como es digno de ti, ya que eres el
Dios que eres. Asf, no tendrgmns nada que temer en este mundo, ni en el que está
por venir. Amén.
Gerhard Terstr.egen
Capítulo 21
Dios es santo
Gloria a Dios en las alturas. Te alabamos, te bendecimos, te adoramos
por tu inmensa gloria. Señor, he expresado lo que no he entendido; cosas
demasiado maravillosas para mí, que desconocfa. He escuchado sobre ti con
mis ofdos, pero ahora mis ojos te ven, y me aborrezco a ml mismo en
medio del polvo y las cenizas. Señor, me voy a tapar la boca con la mano.
He hablado una vez; st, he hablado dos, pero no seguiré adelante.
Pero› mientras estaba meditando, ardió el fuego. Señor, tengo que hablar de
ti, no .sea que con mi silencio peque contra la generación de tus hijos. He
aquf que tú has escogido las cosas necias del mundo para confundir a los
sabios, y las cos:is débiles del mundo para confundir a los poderosos.
Seílor, no me abando- nes. Deja que les muestre tu fr›rtaleza a esta
generación y tu poder a todos los que han de venir. Levanta en tu Iglesia
profetas y videntes que magnifiquen tu gloria, y que por medio de tu
Espíritu todopoderoso, restauren en tu pueblo el conocimiento del Dios
santo. Améti.