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E
l término Renacimiento designa
al conjunto de manifestaciones
culturales y artísticas surgidas
en Italia durante los siglos XV y XVI, que
pretendieron superar los modelos medievales
imperantes en Europa y poner de moda una
nueva cultura inspirada en la Antigüedad
clásica. Se impuso una visión antropocéntrica
del mundo, una filosofía humanista y un arte
basado en los modelos de Grecia y Roma.
Si el Renacimiento se inició en los estados
del norte de Italia en el siglo XV, durante el
siglo XVI la cultura y el arte renacentistas se
difundieron por Europa, desplazando al arte
gótico.
Retrato ecuestre de Gattamelata, en Padua. Donatello. (INTEF)
La influencia del Renacimiento italiano se extendió a lo largo del siglo XVI por Francia, Flandes,
Alemania, España e Inglaterra. En estos países, la pervivencia del estilo gótico fue mayor que en
Italia, y duró todo el siglo XV
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Arte del Renacimiento en Italia
ÍNDICE DE CONTENIDOS
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UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
La República de Florencia fue el principal foco creativo de la cultura y el arte del siglo XV, e influyó en toda
Italia. Estaba gobernada por la familia de los Médici, banqueros enriquecidos con la actividad financiera, las
manufacturas textiles y el comercio, típicos representantes de la burguesía urbana, que practicaron el mecenazgo
como símbolo de poder.
La cultura y el arte renacentistas persiguieron la restauración de los ideales del mundo clásico desde una
concepción humanista y científica de la actividad creativa. Se impuso una visión antropocéntrica del mundo,
donde el ser humano era el centro de la creación divina y la medida de todas las cosas. Frente al teocentrismo
medieval, que todo lo explicaba en función de la voluntad de Dios, el antropocentrismo confiaba en la capacidad
del hombre para gobernar el mundo.
El humanismo fue un movimiento cultural que valoraba la razón humana como vía de conocimiento mediante
el estudio racional y científico de la naturaleza. Humanistas como Baltasar Castiglione (1478-1529), Nicolás
Maquiavelo (1469-1527), Pico della Mirandolla (1463-1494), Erasmo de Rotterdam (1466-1536), Tomás Moro
(1478-1535) o Marsilio Ficino (1433-1499) reivindicaron la validez de la razón y creatividad del ser humano frente
a la sumisión al orden divino. Pese a todo ello, la cultura renacentista siguió siendo cristiana y la Iglesia conservó
todo su poder.
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Los intelectuales y artistas del Renacimiento volvieron sus ojos a la cultura y el arte del mundo grecorromano,
que consideraban un ejemplo de racionalismo y espíritu profano, contrapuesto a la cultura y el arte de la Edad
Media. El arte clásico era un modelo de perfección y belleza, injustamente olvidado por los artistas góticos. El
estudio sistemático del arte clásico se realizó gracias a los textos grecorromanos y a las ruinas y restos del arte
romano, que en Italia eran todavía abundantes. El arte romano especialmente inspiró a los artistas del Quattrocento,
que quisieron recuperarlo y adaptarlo a los nuevos tiempos.
El ideal de belleza del artista renacentista retornó al ideal clásico: armonía, proporción, medida, equilibrio,
serenidad. La concepción neoplatónica renacentista, divulgada por Marsilio Ficino, que sostenía que la belleza
terrenal es un reflejo de la belleza celestial, y su contemplación es un preludio de su consecución ultraterrena,
se impuso. Se estudiaron los antiguos tratados artísticos de los autores grecorromanos, especialmente los textos
del arquitecto romano Marco Vitruvio (siglo I a.C.). La admiración de la cultura clásica conllevó la aparición de
nuevos temas apenas tratados en el arte medieval, como la mitología y la historia de Grecia y Roma.
La economía mercantilista basada en el cálculo, la acción política sustentada en la diplomacia y la estrategia, la
sociedad organizada conforme a las necesidades productivas, impusieron una visión racionalista de la realidad,
basada en la razón y la ciencia, y no en los prejuicios religiosos. Así, frente al teocentrismo del arte gótico, que
consideraba que la naturaleza era un reflejo de la obra de Dios, el arte renacentista se consideraba una creación
experimental y objetiva, sometida a unas reglas científicas. La necesidad de representar en las artes figurativas
un espacio real, tal como es percibido por la mente humana, llevó a los artistas a interesarse por la perspectiva
para reproducir la profundidad, y al estudio de la geometría, ciencia necesaria para representar las proporciones,
la composición y la ordenación de las partes en las obras de arte. Este novedoso carácter científico y matemático
de la creación artística es lo que separa el arte renacentista del arte gótico.
El artista fue valorado socialmente por su capacidad intelectual para crear obras bellas, de las que se obtiene
un placer estético al margen de su utilidad. Dejó de considerarse como un mero artesano y se le consideraba un
intelectual que debía estudiar, planificar y realizar sus obras. El concepto de genio, o individuo muy inteligente con
capacidad para crear o inventar cosas nuevas y admirables, apareció en el Renacimiento. La obra de arte empezó
a ser apreciada como un objeto bello por sí mismo, no vinculado a ninguna función concreta, lo que promovió el
coleccionismo.
1.1. La arquitectura
La arquitectura italiana del Quattrocento se caracteriza por:
●● El empleo de elementos constructivos propios de la arquitectura grecorromana,
como los órdenes arquitectónicos clásicos (especialmente el corintio y el compuesto),
el arco de medio punto, la bóveda de cañón, la bóveda de arista, la cúpula, etc.
●● La aparición de la columna abalaustrada, principalmente en la arquitectura de
Lombardía, más ornamentada que la florentina, en obras como la fachada de la
Cartuja de Pavía (1501), de Giovanni Antonio Amadeo (1447-1522).
●● El uso de elementos decorativos clásicos, como pilastras, paramentos almohadillados
(aparejos de sillería con las juntas biseladas o rehundidas), molduras, casetones,
roleos (decoración a base de motivos enrollados, generalmente vegetales), tondos o
medallones, guirnaldas, volutas (ornamentos de rollos en espiral), grutescos, etc. Los
grutescos se inspiraban en las pinturas y relieves hallados en el palacio de Nerón en
Roma (la Domus Aurea) y otras construcciones romanas. Detalle de grutesco.
●● El predominio del orden, la sencillez, la simetría, la proporción y la ligereza en los (Wikimedia Commons)
edificios.
●● La preferencia por las plantas centralizadas, aunque en el caso de las iglesias se combinan generalmente
con las basilicales y las de una sola nave, dada su mayor capacidad para concentrar a los fieles.
●● Los edificios sobrios y de proporciones armónicas, que buscan la unidad espacial o correspondencia entre
el espacio interior y exterior.
●● La iluminación interior diáfana y clara, producto de la luz natural, totalmente opuesta a la luz simbólica de
los templos góticos.
●● Las nuevas tipologías de iglesias y palacios, que sustituyen a los modelos góticos.
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UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
La arquitectura en Florencia
Las principales innovaciones se produjeron en Florencia, donde los arquitectos valoraron la sobriedad y la pureza
formal de los edificios, superando las formas góticas. Los principales arquitectos fueron Filippo Brunelleschi,
Michelozzo di Bartolomeo y Leon Battista Alberti.
Filippo Brunelleschi (1377-1446). Se le considera el iniciador de la arquitectura renacentista. Estuvo interesado
en el estudio de la arquitectura romana y de la perspectiva. Fue el primero en formular las leyes que rigen la
perspectiva lineal o cónica, ya conocidas por griegos y romanos, que aplicó en sus edificios. Además fue uno de
los primeros en introducir elementos clásicos, eliminando las formas góticas. Sus principales obras se encuentran
en la ciudad de Florencia.
Su obra más famosa es la cúpula de la catedral de Florencia (1436),
que supuso la recuperación de la costumbre romana de cubrir grandes
espacios con cúpulas; su gran tamaño fue un símbolo de la riqueza de
la ciudad y del nuevo arte renacentista. Tiene 42 metros de diámetro
y 114 de altura. Se apoya sobre un tambor octogonal, de mármoles
blancos y verdes, con óculos (ventanas circulares) para iluminar el
interior. Consta de una cúpula interior semiesférica inspirada en la del
Panteón de Agripa y otra exterior de forma apuntada y reforzada con
nervios, que contrarresta los empujes de la primera y da verticalidad al
edificio. La linterna fue terminada tras su muerte, en 1461. La cúpula
ocultaba la catedral gótica y dominaba el paisaje de la ciudad; se podía Cúpula de la catedral de Florencia. Filippo Brunelleschi.
ver desde cualquier punto, dada su gran altura y monumentalidad. (Wikimedia Commons)
Se convirtió en todo un símbolo del poder de la pujante Florencia y de la Iglesia,
y sirvió de propaganda de la nueva arquitectura renacentista. Tuvo gran éxito
y volvió a poner de moda las cúpulas como elemento de cubrición de grandes
superficies; influyó en todas las cúpulas posteriores, incluyendo la de Miguel
Ángel para la Basílica de San Pedro de Roma.
La iglesia de San Lorenzo (1422-1470) y la iglesia del Santo Espíritu
(1432-1446) son dos edificios de planta basilical de cruz latina, donde las
formas góticas desaparecen y los elementos constructivos y decorativos son
clásicos: columnas y pilastras de capiteles corintios, entablamentos, arcos
de medio punto, etc. La nave central tiene una cubierta plana encasetonada
(de influencia romana) y las laterales bóvedas vaídas. La separación entre
la nave central y las laterales viene dada por arcos de medio punto sobre
columnas, según los modelos romanos. Ambas iglesias, ejemplos de simetría,
armonía y equilibrio, fueron terminadas tras la muerte de Brunelleschi.
La Capilla Pazzi (1443), en la iglesia de la Santa Cruz, fue encargada por Interior de la iglesia de San Lorenzo. Filippo
Brunelleschi. (Wikimedia Commons)
una familia de banqueros. Consta de una planta rectangular, cubierta con cúpula
sobre pechinas reforzada con nervios, y decorada con tondos de cerámica. Su pórtico utiliza el motivo de origen
romano denominado serliana, que combina tres vanos entre columnas corintias, siendo el central arqueado (con arco
de medio punto) y los laterales adintelados. Puede considerarse la primera fachada renacentista de Italia.
Pórtico de la Capilla Pazzi. Filippo Brunelleschi. (INTEF) Interior de la Capilla Pazzi. Filippo Brunelleschi. (INTEF).
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El Hospital de los Inocentes (1427) consta de una loggia o logia (galería cubierta que está abierta por uno de
sus lados), con arcos de medio punto sobre columnas y tondos de cerámica polícroma en las enjutas.
En el Palacio Pitti (1458), ampliado en el siglo XVI, estableció el modelo de palacio florentino del siglo XV,
seguido por otros arquitectos. Se cree que fue diseñado por Brunelleschi y realizado tras su muerte por su
discípulo Luca Fancelli (1430-1495). Tiene planta rectangular con patio interior, consta de tres pisos y su fachada
tiene paramento almohadillado (por influencia romana y de los palacios góticos), que le otorga un aspecto recio y
sobrio, aparte de proporcionar efectos de claroscuro. Carece de la torre de vigilancia y de las almenas propias de
los palacios comunales góticos, y el edificio se integra en la arquitectura urbana.
Hospital de los Inocentes. Filippo Brunelleschi. (INTEF) Palacio Pitti. Filippo Brunelleschi, Luca Fancelli. (INTEF)
La iglesia de San Sebastián de Mantua, iniciada en 1460, tiene planta de cruz griega, y muestra el empeño del
arquitecto de construir una iglesia de planta centralizada, modelo ideal de planta renacentista.
Pero la que mayor éxito tuvo fue la iglesia de San Andrés de Mantua, iniciada en 1462 y no terminada hasta el
siglo XVIII. Tiene planta de cruz latina de una sola nave muy ancha, cubierta con bóveda de cañón encasetonada,
capillas laterales, ábside semicircular y cúpula sobre pechinas sobre el crucero. Su fachada sugiere un arco de
triunfo romano rematado con frontón. Fue el antecedente inmediato de la iglesia del Gesù (Roma) de Jacopo
Vignola, en el siglo XVI.
Alberti también proyectó edificios civiles. El Palacio Rucellai de Florencia (1451) tiene tres pisos con ventanas
ajimezadas en los dos superiores, y paramento almohadillado rematado con una cornisa. Entre ventana y ventana
colocó pilastras de órdenes superpuestos en cada piso (toscano, jónico y corintio de abajo a arriba), lo que recuerda
el esquema del Coliseo de Roma.
San Andrés de Mantua. Leon Battista Alberti. Interior de San Andrés de Mantua. Leon Palacio Rucellai. Leon Battista Alberti.
(Wikimedia Commons) Battista Alberti. (Wikimedia Commons) (Wikimedia Commons)
1.2. La escultura
Las principales características de la escultura italiana del Quattrocento son:
●● La influencia de los modelos grecorromanos, estudiados a través de estatuas, medallas, relieves, etc.,
clásicos.
●● La tendencia a la idealización de los personajes por influencia clasicista, junto al naturalismo y expresividad
de la escultura gótica.
●● La pervivencia de influencias de la escultura gótica, que se aprecia en el interés por lo narrativo, el gusto
por las líneas curvas y la representación minuciosa de personajes y objetos.
●● El interés por el cuerpo humano y el desnudo, severo y monumental, siguiendo los modelos clásicos en
cuanto a proporciones, anatomías y movimiento contenido. Se emplearon recursos como el contraposto y el
escorzo para dar dinamismo y gracia a las figuras.
●● El empleo de diversos materiales escultóricos, tales como mármol, bronce, madera policromada y barro
cocido (terracota) pintado o vidriado. Acorde con la tradición grecorromana, los preferidos fueron el mármol
y el bronce.
●● El predominio de la escultura de bulto redondo o exenta, independiente de la arquitectura. Se realizaron
gran variedad de esculturas, tales como estatuas, bustos, sepulcros, retratos ecuestres, relieves, etc.
●● Los relieves adquirieron un gran sentido de la profundidad y el espacio gracias a la técnica del stiacciato.
●● Los temas de las obras fueron principalmente religiosos, aunque aumentaron los temas profanos, mitológicos,
alegóricos e históricos. Así como los retratos naturalistas y psicológicos.
●● La representación naturalista y científica de la realidad, apreciable en la expresión e individualización de
los personajes, los volúmenes y el movimiento de las figuras, la plasmación de la profundidad mediante el
uso de la perspectiva en los relieves y los fondos paisajísticos y arquitectónicos que aluden a un espacio real.
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La escultura en Florencia
Al igual que en la arquitectura, los principales y más innovadores escultores trabajaron en Florencia. Los más
destacados fueron Lorenzo Ghiberti, Donatello, Luca della Robbia, Andrea del Verrocchio y Jacopo della Quercia.
Lorenzo Ghiberti (1378-1455). Fue el iniciador de la estética renacentista en la escultura. Sus composiciones son
ordenadas y armónicas, las figuras humanas se inspiran en la escultura clásica y son por lo general proporcionadas
e idealizadas, aunque en algunas obras se muestra más naturalista. Se interesó por la representación del espacio
tridimensional, tal como habían hecho los artistas grecorromanos,
recreando la profundidad en sus relieves mediante el empleo de
la perspectiva lineal. Las figuras y objetos se van reduciendo
en función de la distancia, lo que provoca la ilusión óptica de la
tridimensionalidad. El artista sitúa las figuras de más cerca a más
lejos en diferentes planos, que son paralelos al fondo.
Ghiberti realizó las segundas puertas del baptisterio de la catedral
de Florencia (puertas del norte) a lo largo de veinte años (1403-
1424). Están hechas de bronce, compuestas por 28 medallones
cuadrilobulados de influencia gótica, con temas referentes a la
vida de Cristo. Representa figuras idealizadas de gran perfección
anatómica, en las que el escultor manifestó su interés en
representar el espacio real, introduciendo referencias paisajísticas.
Otra preocupación fue reproducir el espacio tridimensional, logrado
mediante la perspectiva, al realizar las figuras con distintos planos
de relieve utilizando la técnica del stiacciato. El marco lobulado El sacrificio de Isaac. Cuarterón de la puerta norte.
fue una imposición, para que las puertas fueran semejantes a Baptisterio de la catedral de Florencia. Lorenzo Ghiberti.
(Wikimedia Commons)
las primeras (las puertas del sur), realizadas en estilo gótico por
Andrea Pisano (siglo XIV).
Lo mejor y más novedoso de la producción de Ghiberti son las terceras puertas del baptisterio de la catedral de
Florencia (puertas del este), terminadas en 1452, conocidas como las Puertas del Paraíso. Son de bronce dorado,
y están divididas en compartimentos rectangulares con escenas del Antiguo Testamento, que reproducen amplios
escenarios con fondos arquitectónicos clasicistas y paisajes en perspectiva; los personajes denotan igualmente
las influencias clasicistas, sus anatomías están idealizadas y presentan un movimiento contenido. La ilusión de
profundidad la consigue Ghiberti combinando diferentes planos de relieve, de manera que los paisajes o figuras
del último plano están en bajorrelieve y sobresalen poco del fondo, mientras que las figuras del primer plano
aparecen en altorrelieve y son casi exentas.
Puertas del Paraíso. Baptisterio de la catedral de Salomón y la reina de Saba. Cuarterón de las Puertas del Paraíso. Baptisterio de la catedral
Florencia. Lorenzo Ghiberti. (Wikimedia Commons) de Florencia. (INTEF)
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UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
Donatello (1386-1466). Es el escultor más famoso del Quattrocento. Formado con Lorenzo Ghiberti, destacó
por su interés por la figura humana, a la que dotó de gran naturalismo y expresividad aunque sin faltar la
idealización clasicista. Sus personajes representan la figura humana desde la niñez
hasta la vejez, predominando la representación de la juventud. En sus relieves
representa la profundidad mediante la perspectiva, tallando distintos planos de relieve
que sobresalen más cuanto más cercanos están del espectador, procedimiento usado
por Ghiberti en sus puertas de bronce del baptisterio de la catedral de Florencia y en
los relieves clásicos.
Esculpió el San Juan evangelista (1411), estatua sedente de mármol de rostro
naturalista, al igual que las manos y los pliegues de las ropas, que forman fuertes
contrastes de luz y sombra. La posición del santo y las largas barbas, la energía de
la expresión del rostro y la fuerza contenida que trasmite, influyeron en el Moisés de
Miguel Ángel.
La estatua del evangelista San Marcos (1413) es también de mármol. Su rostro es serio
y expresivo y la verticalidad del personaje se atenúa con el contraposto que presenta,
al doblar su pierna izquierda y apoyar el peso del cuerpo en la derecha (ritmo policlético).
El San Jorge (1417) representa en mármol al guerrero cristiano, expresivo y enérgico,
modelo de fuerza y equilibrio; es un joven protegido por un escudo con la cruz de Cristo,
en la plenitud física, resuelto y decidido. En su rostro se aprecia serenidad y clasicismo
mientras que encontramos un movimiento contenido en las manos y la torsión del cuello.
Simboliza la fe del hombre renacentista en su capacidad de gobernar el mundo. La tensión San Jorge, de Donatello.
(Wikimedia Commons)
que aparece reflejada en esta y otras obras suyas, influyó en el David de Miguel Ángel.
El Zuccone (1425) representa al profeta hebreo Habacuc, en la figura de un anciano
calvo realizado en mármol con gesto de gran expresividad y dramatismo; en esta obra
Donatello se aleja de la apología de la juventud y la belleza, y nos muestra con total
naturalismo la vejez y decrepitud. Los profundos pliegues de su túnica aportan dinamismo
y fuerza dramática al personaje.
En el relieve en mármol de la cantoría de
la catedral de Florencia (1439), situada en la
zona del crucero, plasmó la alegría infantil
con un grupo de niños que cantan y saltan,
en pleno movimiento y vistos en perspectiva.
Están dispuestos a modo de friso corrido en el
frente de la tribuna y Donatello esculpió varios
planos de relieve, más o menos salientes para
plasmar la profundidad siguiendo, al igual que
Ghiberti, la técnica del stiacciato. Unas finas
Zuccone, de Donatello. columnillas se interponen entre los niños y el Cantoría de la catedral de Florencia, de Donatello.
(Wikimedia Commons) (INTEF)
espectador.
El artista realizó algunas obras de terracota policromada, como el retrato de Nicolás
de Uzzano (1432), un busto de gran naturalismo y penetración psicológica, pues un
retrato debía reproducir fielmente la fisonomía del cliente.
El David (1440) es una de las obras más conocidas de Donatello y el primer desnudo
renacentista de bulto redondo. Es una estatua de bronce que representa al personaje
bíblico adolescente en contraposto, en reposo después de matar a Goliat, cuya cabeza
tiene a sus pies. Posee un bello rostro, sobre el cual el sombrero produce efectos de
claroscuro, y una anatomía sensual y seductora. La influencia de la escultura clásica
es patente en esta figura idealizada y serena, que apoya el peso del cuerpo sobre la
pierna derecha (ritmo policlético). Fue un encargo de la familia Médici, símbolo del
orgullo y poder de la república de Florencia.
David, de Donatello.
(Wikimedia Commons)
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La María Magdalena penitente (1453) es una obra de madera policromada donde de nuevo representa
Donatello lo feo y lo deforme. La figura femenina aparece demacrada y en actitud orante, con el pelo largo y
revuelto, vestida con un tosco atuendo de piel. Posee una gran expresividad y dramatismo, lo que la aleja de
otras obras idealizadas del autor. La sensación que produce de no estar acabada influyó en algunas de las obras
realizadas por Miguel Ángel.
Con el retrato ecuestre en bronce del condotiero Gattamelata (1453), en la ciudad de Padua, con el que
abríamos esta unidad, encargo de la república de Venecia para conmemorar las virtudes de este brillante militar,
el artista recuperó y volvió a poner de moda la tradición romana del retrato ecuestre. Tomó como modelo el del
emperador Marco Aurelio, y fue el primero de este tipo que se hizo en el Renacimiento. Representa al condotiero
en actitud serena, con un rostro naturalista y expresivo, de gran penetración psicológica; sostiene un bastón de
mando como símbolo de autoridad. La pose armónica y tranquila del personaje refleja su confianza en sí mismo y
un carácter reflexivo. El caballo, en actitud de marcha, necesita para sostenerse un punto de apoyo.
Luca della Robbia (1400-1482). Introdujo la técnica del barro vidriado en
la escultura del Quattrocento. Sus creaciones, plenas de armonía y dulzura, son
generalmente figuras blancas sobre fondo azul, complementados de decoración
vegetal polícroma. Modeló gran cantidad de bustos, medallones, retablos, etc.,
entre los que destacan sus vírgenes, de gran belleza y gracia. Realizó una
cantoría para la catedral de Florencia (1439) –es la situada sobre la puerta de la
Sacristía Sur–, con relieves de figuras de cantores amables y graciosas, aunque
sin el dinamismo de las de Donatello. Sobrino de Luca della Robbia es Andrea
della Robbia (1435-1525), ceramista y escultor continuador del estilo y la técnica
de la cerámica polícroma de su tío.
Andrea del Verrocchio (1435-1488). Escultor y pintor, trabajó en la segunda
mitad del siglo y destacó por sus figuras monumentales, llenas de fuerza,
expresividad y dramatismo. Fue maestro de Leonardo da Vinci. Realizó un David
(1467) de bronce donde representa al joven héroe bíblico en una pose serena Virgen con el Niño. Luca della Robbia.
similar al de Donatello, en contraposto. Pero a diferencia del anterior, aparece (Wikimedia Commons)
vestido y su anatomía es más delgada y naturalista, como
corresponde a un adolescente; la cabeza de Goliat añade la nota
dramática, al estar colocada frente al espectador.
Otra obra suya es la Incredulidad de Santo Tomás (1483) en
la que los brazos del santo y de Cristo, y los profundos pliegues
de las ropas, dan movimiento a las figuras.
Su obra más conocida es el retrato ecuestre del condotiero
Bartolomeo Colleoni en Venecia (1488), terminado tras su
muerte. Fue un encargo de la República de Venecia para
conmemorar las virtudes militares y los servicios prestados por el
personaje. Protegido por una rica armadura y portando un bastón
de mando, es una obra llena de fuerza y tensión dramática, que
contrasta con la serenidad del Gattamelata de Donatello. El
rostro de Colleoni es de gran expresividad, reproduce su vitalidad
y energía. El caballo en actitud de marcha, al igual que el de Bartolomeo Colleoni (Venecia). Andrea del Verrocchio.
(Wikimedia Commons)
Donatello, no precisa ya de punto de apoyo.
Jacopo della Quercia (1374-1438). Este artista, originario de Siena, se caracterizó por sus figuras humanas
monumentales y de formas hercúleas, dotadas de gran expresividad, que influyeron en la obra de Miguel Ángel.
Destaca sobre todo el sepulcro de Ilaria del Carreto en la catedral de Lucca (1407), donde debajo de la estatua
yacente de la difunta, que tiene un perro a sus pies (símbolo de la fidelidad conyugal, frecuente en los sepulcros
góticos), en la parte inferior aparecen relieves de amorcillos (putti) con guirnaldas, de gusto clásico, que aluden a
la fama e inmortalidad de la difunta. Fue el modelo más famoso de sepulcro renacentista. Otra obra interesante
es el conjunto de relieves de la portada de la iglesia de San Petronio de Bolonia (1434), con escenas del Génesis.
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UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
1.3. La pintura
Las características de la pintura italiana del Quattrocento son las siguientes:
●● El empleo de las técnicas del fresco en pintura mural y del temple en la pintura sobre tabla. La técnica del
óleo, de origen flamenco, se introdujo en la segunda mitad del siglo XV.
●● La influencia de las artes plásticas grecorromanas, conocidas sobre todo a través de la escultura, medallas,
monedas, etc. Hasta el siglo XVIII no se descubrieron las pinturas romanas de Pompeya y Herculano, y
apenas había restos de pintura griega o romana.
●● El interés por la representación de la figura humana, a la que dan ya un sentido volumétrico, y del desnudo,
plasmados con naturalismo e idealización por influencia clásica. Se utilizan recursos como el contraposto y el
escorzo, para dar dinamismo a las figuras y dotarlas de expresividad.
●● La búsqueda de la belleza, basada en el canon y la proporción.
●● Las composiciones ordenadas y simétricas, donde las formas se distribuyen de forma armónica en
esquemas geométricos, utilizando generalmente composiciones isocefálicas (donde todas las cabezas
están a la misma altura) y triangulares o piramidales (donde las figuras y objetos se distribuyen en la
composición formando un triángulo).
●● La representación naturalista y científica de la realidad, utilizando el claroscuro (contraste de luces y
sombras) para producir la sensación de los volúmenes, y la perspectiva lineal, normalmente con un punto
de fuga central, para producir la ilusión de la profundidad. El artista renacentista quiso reproducir en su obra
el espacio tridimensional, tal como lo percibe el ojo humano.
●● Los fondos de paisajes y arquitecturas clasicistas, que hacen referencia al espacio real en el que se
mueven los personajes.
●● El predominio de los temas religiosos, junto a los profanos, mitológicos e históricos.
●● El interés por el retrato naturalista, que reproduce fielmente las facciones y la psicología del individuo. Son
abundantes los retratos con la cabeza de perfil, inspirados en las medallas y monedas romanas; también los
hay de frente o ladeados. El retrato fue un signo de distinción social, las clases dirigentes los encargaban
como símbolo de poder y riqueza. Los propios artistas también se autorretrataron, lo que indica su ascenso
en la categoría social.
La pintura en Florencia
La pintura florentina fue la más innovadora, se caracterizó por el gusto por la línea y la forma, que predominan
sobre el color, y por la tendencia a las figuras monumentales y geométricas.
Osciló entre una tendencia innovadora que reflejó los ideales estéticos de la burguesía, de signo clasicista,
sobria y monumental, preocupada por el claroscuro y la perspectiva, con fondos de paisaje y formas arquitectónicas
grecorromanas, y otra más conservadora, que continuó usando elementos simbólicos, narrativos y decorativos del
estilo gótico.
Fray Angélico (1390-1455). Tiene influencias góticas en
sus figuras curvilíneas y delicadas, así como en los fondos
dorados. Pintó temas religiosos de contenido simbólico, según
la tradición gótica. Sin embargo, se muestra renacentista
en el uso de la perspectiva lineal para plasmar el espacio
tridimensional, en el claroscuro para pintar las formas y en los
fondos de paisajes y arquitecturas clasicistas, que enmarcan
las escenas en un espacio terrenal, y no simbólico. Sus temas
son religiosos y entre sus obras destaca la Anunciación (1435)
pintada al temple sobre tabla, que se halla en el Museo del
Prado. A la derecha en primer plano aparecen la Virgen María
y el arcángel Gabriel, en un pórtico de formas clasicistas visto
en perspectiva, mientras al fondo, a la izquierda, aparece la
expulsión de Adán y Eva del Paraíso, con un fondo paisajístico. La Anunciación, de Fray Angélico. (Wikimedia Commons)
Nos mezcla el autor dos escenas distintas en el mismo cuadro, para destacar el mensaje simbólico del nacimiento de
Cristo para salvar a los humanos. Los personajes son curvilíneos, por influencia gótica.
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Masaccio (1401-1428). Representa la tendencia más clasicista e innovadora de la pintura florentina. Sus obras
tienen influencias de Giotto y se caracterizan por sus composiciones sobrias, ordenadas y geométricas, el uso de
la perspectiva lineal, los fondos arquitectónicos clasicistas y las figuras grandiosas y solemnes inspiradas en las
esculturas clásicas, aunque llenas de expresividad y dramatismo, a lo que contribuye el fuerte contraste de luces
y sombras. La representación de la figura humana escultural es la principal característica de su obra. Su influencia
en las musculosas y pesadas anatomías de Miguel Ángel es patente.
El fresco de La Trinidad en la iglesia de Santa María Novella de Florencia (1527) sintetiza las aportaciones
de Masaccio a la pintura renacentista. Debajo de las figuras sagradas, aparecen arrodillados los retratos de los
donantes (un comerciante y su mujer), que financiaron la obra.
Los frescos pintados por Masaccio en la Capilla Brancacci de la iglesia del Carmen de Florencia (1428) representan
escenas de la vida de San Pedro. La escena de La expulsión de Adán y Eva del Paraíso terrenal, ilustra con gran
expresividad y dramatismo el dolor y arrepentimiento de ambos por el pecado original; son seres humanos que
sienten y padecen; ambos aparecen desnudos y con anatomías proporcionadas y grandiosas, al tiempo que el ángel
que los expulsa, está pintado en movimiento, mediante un violento escorzo.
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UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
También de la Capilla Brancacci es El pago del tributo, o El tributo, que recoge un tema del Nuevo Testamento
en que Jesucristo ordena a San Pedro que pague el tributo que demanda el recaudador de impuestos . Mezcla
escenas distintas, de distinta unidad temporal, en la misma obra. Aparece a la izquierda un fondo de paisaje donde
se ve a San Pedro tomando una moneda tragada por un pez; en el centro se ve en primer plano a Cristo con los
apóstoles, mandando a San Pedro que pague al
recaudador; a la derecha, un fondo arquitectónico
clasicista, de un edificio visto en perspectiva, donde
vemos a San Pedro pagando al recaudador. La
composición es isocefálica y ordenada, las figuras
robustas y monumentales, los rostros naturalistas
y expresivos, y el movimiento está contenido.
Observamos, asimismo, cómo los personajes se
relacionan entre sí a través de los gestos y las
miradas. El pago del tributo. Masaccio. (Wikimedia Commons)
Paolo Ucello (1397-1475). Está en la línea
de Masaccio, con un sentido monumental y
geométrico de las formas, que le lleva a pintar
figuras acartonadas de movimiento congelado,
paisajes irreales, colores arbitrarios, escorzos
violentos y fondos con perspectiva lineal. Sus obras
poseen un geometrismo que se adelanta en varios
siglos a la pintura cubista. Destaca La batalla de
San Romano (1460), tríptico que conmemora la
batalla librada en 1432, entre florentinos y sieneses.
Los Médici (o Médicis) encargaron a Ucello esta
obra para celebrar la victoria sobre sus vecinos y La batalla de San Romano. Paolo Ucello. (Wikimedia Commons)
enemigos.
Piero della Francesca (1416-1492). Fue seguidor del estilo monumental de Masaccio, que se aprecia en el
gusto por las composiciones ordenadas y simétricas, los fondos arquitectónicos de formas clasicistas, las figuras
solemnes y grandiosas, con cierto hieratismo, y los rostros naturalistas y expresivos. La luz clara que inunda sus
cuadros tiene un sentido simbólico, que recrea la perfección de la creación divina (influencia gótica) pero también
le sirve para plasmar las formas, ligeras y transparentes, de gran belleza, pero con una cierta geometrización.
Entre sus obras destaca la Sacra conversación (1472) –también
conocida como Pala de Brera, por encontrarse en la Pinacoteca de
Brera, o como Virgen con el Niño y santos– donde aparece la Virgen
con el Niño rodeada de santos, y arrodillado en actitud orante el donante
de la obra, Federico de Montefeltro, famoso condotiero ataviado con
armadura. Popularmente este cuadro es conocido como la Virgen del
huevo, pues de la venera situada encima de la Virgen con el Niño,
pende un huevo de avestruz colgado de un cordón. El huevo simboliza
la sabiduría divina. La composición es isocefálica y simétrica, el fondo
arquitectónico es clasicista, con bóveda de cañón encasetonada
representada con la perspectiva lineal; la venera es un elemento de la
iconografía grecorromana asociada a la diosa Venus y las figuras son
monumentales. La cabeza de la Virgen es el lugar donde convergen
todas las líneas de fuga, en el centro geométrico del cuadro. El rostro
de la Virgen está idealizado, pero los santos y el donante tienen rostros
naturalistas. Una luz clara inunda todo el cuadro.
Otra obra conocida de Piero della Francesca es La resurrección de
Cristo (1463), donde utiliza una composición triangular y un fondo de
paisaje, para destacar la figura idealizada de Cristo. Sacra conversación. Piero della Francesca.
(Wikimedia Commons)
174
Sandro Botticelli (1445-1510). Se caracteriza por inspirarse en las fábulas paganas y pintar figuras idealizadas
de gran belleza. Protegido por Lorenzo de Médici (1449-1492), Botticelli fue seguidor de la filosofía neoplatónica,
representada en la Florencia de los Médici por Marsilio Ficino. Destacan sus vírgenes rubias y delicadas, que
recuerdan las que pintó su maestro Fray Filippo Lippi (1406-1469). Recrea temas mitológicos grecorromanos,
y desnudos, manifestación de una pintura cortesana refinada y elegante, caracterizada por su detallismo y
minuciosidad, en que los personajes se mueven con un ritmo armónico. Sus cuadros están cargados de melancolía
y refinamiento, los personajes presentan líneas curvas y ondulantes de influencia gótica.
La primavera (1482), realizada en temple sobre tabla, es una alegoría del amor platónico; en el centro aparece
la diosa Venus, sobre ella Cupido, a la izquierda el dios Mercurio (mensajero de los dioses) y las Tres Gracias, y a
la derecha Céfiro (viento del oeste) y Cloris (ninfa de la tierra), que al ser tocada se transforma en Flora (diosa de la
vegetación). En esta obra, donde el dibujo es muy preciso, predomina la luz sobre los cuerpos de los personajes los
cuales poseen figuras estilizadas y muestran un dinamismo elegante en los movimientos del cuerpo y las manos.
El nacimiento de Venus (1484), realizada en temple sobre tela, es una alegoría de la belleza espiritual, donde
aparece la diosa Venus desnuda, situada en el centro sobre una concha, nacida de la espuma del mar y del dios Urano;
a su izquierda, Céfiro con Cloris y a su derecha Flora que la cubre con un manto al llegar a la isla de Citerea (Chipre).
La obra se caracteriza por las líneas sinuosas y el estilizado canon de Venus que adopta un marcado contraposto.
La primavera, de Sandro Botticelli. (Wikimedia Commons) El nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli. (Wikimedia Commons)
Las últimas obras de Botticelli muestran el clima de crisis política y fanatismo religioso instaurado en Florencia
durante el mandato del predicador dominico Girolamo Savonarola (1494-1498). Su pintura se hizo más dramática
y mística, como queda patente en su obra La Calumnia (1495).
Otras escuelas de pintura
Aunque Florencia fue el más importante foco de la pintura cuatrocentista, no por ello faltaron artistas relevantes
en otras zonas de Italia.
●● En la región de Umbría destacó Pietro Perugino (1446-1523), pintor de bellas figuras femeninas, fondos de
paisajes y arquitecturas clásicas. Son características sus bellas vírgenes y niños dulces y delicados. Fue uno
de los primeros en emplear la pintura al óleo, por influencia flamenca. Destacó como maestro de Rafael Sanzio.
Entre sus obras están La entrega de las llaves a San Pedro (1482) y Los desposorios de la Virgen (1504).
●● Al norte de Italia, en Padua, destacó el pintor Andrea Mantegna
(1431-1506), cuyas figuras en escorzo y fondos arquitectónicos
monumentales, producen sensación de fuerza y de masa. Interesado
en la perspectiva lineal, utilizó un punto de vista bajo que da mayor
grandiosidad a los personajes, al ser vistos de abajo a arriba. Su
pintura es además muy minuciosa y reproduce con rigor arqueológico
hasta el más pequeño detalle (por influencia flamenca).
Algunas obras de Mantegna son El tránsito de la Virgen (1461) y
el Cristo muerto (1490). En el techo de la Cámara de los esposos del
Palacio ducal de Mantua (1474) pintó al fresco un trampantojo (trompe
l’oeil o engaño visual), que representa una abertura hacia el cielo con
jóvenes, angelotes y aves asomados desde una balaustrada. Todo se Cámara de los esposos del Palacio
ve de abajo a arriba en perspectiva (sotto in sù). Este tipo de pintura Ducal de Mantua. Andrea Mantegna.
(Wikimedia Commons)
ilusionista de bóvedas tuvo gran desarrollo durante el periodo barroco.
175
UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
Actividades
1. Define brevemente los siguientes términos y conceptos artísticos: grutesco, composición isocefálica,
paramento almohadillado, stiacciato.
2. Comenta brevemente la cúpula de la catedral de Florencia, de Filippo Brunelleschi.
3. ¿Qué significado tiene la palabra mecenas? ¿Quiénes fueron los principales mecenas de Florencia
durante el Quattrocento?
4. ¿Qué materiales utilizaron los escultores italianos del siglo XV?
5. Comenta brevemente el David de Donatello.
6. Indica quiénes fueron los arquitectos de los palacios Médici Riccardi, Rucellai y Pitti, todos ellos en
Florencia.
7. Resume la trayectoria artística del pintor Sandro Botticelli.
8. Explica las características principales de la arquitectura del Quattrocento.
9. Cita una obra de cada uno de los pintores siguientes: Fray Angélico, Masaccio, Paolo Ucello, Piero
della Francesca.
Recuerda
176
2. El arte del Cinquecento en Italia
Durante el Cinquecento o Quinientos (siglo XVI), la cultura y el arte renacentistas alcanzaron su plenitud. Este
apogeo se logró en Italia durante las primeras décadas del siglo, mientras el arte renacentista se difundía por toda
Europa.
La ciudad de Roma, capital de los Estados Pontificios, se convirtió en el gran centro artístico de Italia, bajo el
gobierno y mecenazgo de los papas. La Roma de los papas sustituyó a Florencia como principal foco creativo de
Italia y desempeñó el mismo papel que durante el siglo anterior había tenido la Florencia de los Médici. Papas
como Alejandro VI (1431-1503), Julio II (1443-1513), León X (1475-1521) o Clemente VII (1478-1534), se rodearon
de los artistas más famosos para engrandecer Roma y convertirla en símbolo del poder de la Iglesia. Precisamente
la venta de indulgencias decretada por el papa Julio II para recaudar fondos destinados a la construcción de
la nueva basílica de San Pedro (Roma), que sustituiría a la antigua basílica paleocristiana, motivó la crítica de
Martín Lutero (1483-1546) –quien publicaría Las 95 tesis contra las indulgencias– dirigida a la Iglesia católica y a
la autoridad del Papa. Ello abrió el camino a la difusión del protestantismo.
El siglo XVI fue una época de crisis para los estados italianos, demasiado pequeños y débiles frente a las
potencias europeas. El comercio naval mediterráneo perdió importancia tras el descubrimiento de América por
Cristóbal Colón en 1492 y la llegada a la India del portugués Vasco de Gama en 1498. La creciente importancia
económica de la ruta atlántica y el comercio con América provocaron la decadencia de los puertos mediterráneos;
entre ellos, los italianos.
En el plano político, la pugna entre Francia y España por afirmar su hegemonía en Italia, provocó una serie de
guerras, denominadas “guerras italianas”, que se extendieron entre 1494 y 1559. Estas guerras, libradas entre las
dos potencias europeas por la posesión del Reino de Nápoles y del Ducado de Milán, implicaron a la mayoría de
los estados italianos, con distinta fortuna. Francia invadió Florencia en 1494 y Milán en 1499. Durante unos años,
el fraile dominico Girolamo Savonarola (1452-1498) gobernó en Florencia (1494-1498), tras expulsar a los Médici
del poder. Sus críticas a la corrupción e inmoralidad de la Iglesia, los Médici y el papa Alejandro VI, terminaron con
su apresamiento por las tropas pontificias y su ejecución en 1498.
Las tropas imperiales de Carlos V derrotaron a las francesas mandadas por el rey Francisco I en la batalla
de Pavía (1525), y saquearon Roma en 1527, donde apresaron al papa Clemente VII, aliado de Francia. Los
pequeños estados italianos vivieron continuamente en guerra, hasta que la victoria española sobre Francia en la
batalla de San Quintín (1557) y la firma de la Paz de Cateau-Cambrésis (1559), acabó con la presencia francesa
en Italia. La España imperial de Felipe II mantuvo la hegemonía en Italia, mientras que los pequeños estados
italianos quedaron reducidos a un papel secundario en la política europea.
La crisis religiosa provocada por la Reforma protestante (Martín Lutero, 1517) y la Contrarreforma católica
(a partir del Concilio de Trento, 1545-1563) rompió la unidad religiosa en Occidente y creó un nuevo conflicto
ideológico, que tuvo sus repercusiones políticas, culturales y artísticas. Un clima de misticismo religioso y
pesimismo se extendió entonces por Europa.
Podemos diferenciar dos estilos o corrientes artísticas dentro del Cinquecento:
●● En los primeros años del siglo XVI se llegó al apogeo de los cambios, experimentaciones, innovaciones
y creaciones del arte del Quattrocento. Todo ello culminó en un estilo clasicista, que estableció como
modelo artístico el ideal grecorromano de belleza y armonía. Arquitectos como Donato Bramante y artistas
plásticos como Leonardo, Rafael o el primer Miguel Ángel, son representativos del clasicismo. El clasicismo
fue el arte de las oligarquías dirigentes, de las grandes familias burguesas y aristocráticas que ejercieron el
mecenazgo como propaganda de su poder. Los ideales platónicos de belleza y armonía, de rechazo de una
realidad vulgar que necesariamente debía idealizarse, muestran el carácter elitista de unas clases altas que
deseaban conservar su poder y diferenciarse del pueblo.
●● El pesimismo reinante producto de la crisis económica, política y religiosa del siglo XVI, se tradujo en la difusión
del manierismo, estilo artístico que, desde 1520 hasta finales de siglo, rechazó el ideal clásico de belleza, y el
racionalismo y naturalismo renacentistas, sustituyéndolos por un nuevo arte caracterizado por el antinaturalismo,
subjetivismo, misticismo y espiritualismo, aparte de su intelectualismo y refinamiento cortesano.
177
UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
La influencia de las monarquías autoritarias de Francia y España supuso la difusión en Italia de modelos
artísticos aristocráticos y cortesanos. La Contrarreforma católica, impuso en la segunda mitad del siglo XVI un
modelo de iglesia de predicación (iglesias jesuíticas) de una sola y amplia nave longitudinal, que permitiera reunir
más fieles. En escultura y pintura se optó por un arte propagandístico, que incitara la devoción de los fieles y
combatiera la herejía protestante. Arquitectos como Miguel Ángel, Jacopo Vignola o Andrea Palladio y artistas
plásticos como el propio Miguel Ángel, Paolo Veronese (o Pablo Veronés) o Tintoretto, rompieron con la ortodoxia
clasicista y derivaron hacia el manierismo. Este influyó en el origen y difusión del arte barroco entre los siglos XVII y
XVIII, más comprensible por el pueblo y mejor adaptado que el manierismo a la función propagandística. Podemos
considerar el manierismo un estilo de transición entre el Renacimiento y el Barroco.
2.1. La arquitectura
Estudiaremos las principales manifestaciones de la arquitectura clasicista y manierista del Cinquecento.
Las principales obras se encuentran en Roma, donde los papas contrataron a los mejores arquitectos.
Venecia fue otro foco arquitectónico de interés.
El clasicismo
La arquitectura clasicista floreció en las primeras décadas del siglo XVI y tiene las siguientes características:
●● La inspiración en las formas de la arquitectura grecorromana y en sus ideales de belleza, armonía y
proporción.
●● La grandiosidad y sobriedad de los edificios, en los que se valora lo constructivo ante lo decorativo.
●● La unidad espacial y correspondencia entre el espacio interior y exterior.
●● El predominio de plantas centralizadas y la cubrición de espacios mediante cúpulas.
Al clasicismo arquitectónico del siglo XVI pertenecen Donato Bramante y Antonio da Sangallo el Joven.
Donato Bramante (1444-1514) fue el más destacado representante del clasicismo arquitectónico italiano.
Buena parte de su obra está en Roma. Entre 1502 y 1510 edificó su obra más característica, el Templete de
San Pietro in Montorio (Roma). Es un pequeño templo conmemorativo de planta circular, donde la sobriedad
ornamental, el carácter monumental y la sensación de orden, proporción y armonía que trasmite, lo convierten en
la obra maestra del clasicismo arquitectónico.
Comentario de obras de arte
Análisis
Es un pequeño templo de planta circular, símbolo de la perfección, que está
inspirado en los tholoi griegos y templos circulares romanos, concretamente en
el templo romano de Vesta (Roma), también de planta circular. Está concebido
igualmente como un templo funerario o martyrium cristiano. Es un edificio de planta
centralizada, rodeado de una columnata de orden toscano, sobre la cual se articula
un entablamento con triglifos y metopas donde se representan escenas alusivas a la
vida de San Pedro. Se compone de un cuerpo bajo levantado sobre gradas, coronado
por una balaustrada; encima una cúpula sobre tambor, coronada por una linterna.
Hay escasos elementos decorativos: algunos nichos, pilastras, triglifos y metopas
con relieves y algunos vanos. Destaca sobre todo la sensación de orden, sencillez y
armonía que trasmite.
Clasificación
Es el Templete de San Pietro in Montorio (Roma), edificado por el arquitecto Donato
Bramante entre 1502 y 1510. Pertenece al estilo clasicista del Cinquecento italiano (siglo XVI). Templete de San Pietro in Montorio
(Roma). Donato Bramante.
Contexto histórico-artístico. (Wikimedia Commons)
Este pequeño templo conmemorativo fue edificado en el lugar donde fue martirizado
San Pedro, según la tradición. El convento de franciscanos en cuyo patio interior se halla este templete de Bramante,
fue un encargo de los Reyes Católicos para conmemorar la conquista de Granada (1492) a los musulmanes. En la
antigua Roma el orden toscano, sobrio y robusto, se asociaba a héroes y divinidades masculinas; el apóstol San Pedro,
por tanto, se equipara en esta obra con un héroe del mundo clásico. El interés de unir la tradición grecorromana con la
cristiana fue una de las características del arte renacentista. Esta obra se considera la más representativa de Bramante
y del clasicismo arquitectónico del Cinquecento.
178
La iglesia de Santa María de la Consolación de Todi fue iniciada en 1508, aunque su construcción se prolongó
hasta 1607. El proyecto se atribuye a Bramante, aunque
su edificación se debe a otros arquitectos. Es un edificio
de planta centralizada de cruz griega, con sus extremos
semicirculares, cubierto con una enorme cúpula. Su
sobriedad y monumentalidad son características de la
arquitectura bramantesca.
El Claustro de Santa María de la Paz en Roma (1504)
tiene dos pisos, el bajo con arquerías de medio punto y el
alto adintelado, en el cual se alternan columnas y pilares.
Bramante superpuso los órdenes toscano, dórico, jónico
y corintio de columnas y pilastras, siguiendo la costumbre
romana. El claustro tiene una arquitectura a la romana, con
pilastra y arcos, presenta un lenguaje clasicista: es muy Claustro de Santa María de la Paz (Roma). Donato Bramante.
severo y destaca por su simplicidad ya que apenas tiene (Wikimedia Commons)
decoración.
El afán de los papas de engrandecer Roma para convertirla en la primera ciudad de la cristiandad, símbolo
del poder de la Iglesia, promovió diversas actuaciones en el recinto vaticano. El papa Julio II mandó demoler la
antigua basílica paleocristiana de San Pedro, para sustituirla por otra más monumental de estilo renacentista.
De este modo encargó a Bramante el proyecto para la Basílica de San Pedro que quedó paralizado tras su
muerte, en 1514. El arquitecto diseñó un edificio de grandes proporciones, con planta de cruz griega (cuyos cuatro
brazos estarían orientados a los puntos cardinales, simbolizando el carácter universal de la Iglesia) y extremos
semicirculares, cubierto con una gran cúpula y torres en las esquinas. Posteriormente, como veremos, se encargó
a Miguel Ángel la continuación de las obras, apenas iniciadas. Otra de las obras bramantescas fue el patio del
Belvedere del Vaticano (1506), un amplio espacio al fondo del cual se levanta un gran nicho o exedra.
Antonio da Sangallo el Joven (1484-1546) creó el nuevo tipo de palacio cinquecentista que reemplazó a
los palacios florentinos del siglo XV. El Palacio Farnesio
(Roma), iniciado en 1514 aunque terminado tras su
muerte en 1589, consta de una fachada lisa donde ha
desaparecido el paramento almohadillado; las ventanas se
coronan con frontones curvos, triangulares y rectos. Con
ello se logra que no resulte monótona, aunque sin perder
la sobriedad. La cornisa fue construida por Miguel Ángel,
que colaboró en los trabajos junto a otros arquitectos. Las
columnas adosadas que flanquean las ventanas de los
tres pisos del palacio son de órdenes superpuestos y se
destaca el eje central de la fachada con el pórtico, que
tiene un arco de medio punto y paramento almohadillado. Palacio Farnesio (Roma). Antonio da Sangallo. (Wikimedia Commons)
El manierismo
Desde 1520, la arquitectura manierista fue paulatinamente sustituyendo a la clasicista. Las obras más
representativas se construyeron en Roma y Venecia. El manierismo se caracterizó por:
●● El rechazo del ideal clásico de belleza, perdiéndose la sobriedad decorativa, la unidad espacial, la armonía
y proporciones ideales propias del clasicismo.
●● El uso de las formas y elementos de la arquitectura clasicista, combinándolos de forma arbitraria, y empleando
tanto elementos constructivos como decorativos.
●● La búsqueda de una arquitectura de formas más dinámicas y caprichosas, que sorprenda al espectador
mediante la multiplicación de los puntos de vista, la tendencia a la grandiosidad, la división de la superficie
en partes independientes y el aumento de los elementos decorativos de los edificios.
●● La introducción del orden gigante, de origen romano, que consiste en utilizar los órdenes clásicos con un
tamaño monumental, de modo que columnas y pilastras ocupen más de un piso de altura.
179
UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
Los principales arquitectos manieristas son Miguel Ángel Buonarroti, Jacopo Vignola y Andrea Palladio.
Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564). Fue un artista excepcionalmente polifacético, al que estudiaremos
también como escultor y pintor, y al que cabe considerársele iniciador del estilo manierista en Italia. Su influencia
fue decisiva tanto en Italia como en el resto de Europa.
Miguel Ángel proyectó la Biblioteca Laurenciana,
adosada a la iglesia de San Lorenzo (Florencia).
La parte más interesante es la escalera, una obra
completamente manierista diseñada en 1524 aunque
no se terminó hasta 1558. El artista tuvo que renunciar
a levantar una escalera monumental que diese acceso
al interior de la biblioteca, pues el espacio del vestíbulo
era muy reducido. Sin embargo, la escalera se
caracteriza por su dinamismo y decoración caprichosa
que produce sorpresa, alternando escalones curvos
en el cuerpo central y rectos en los laterales, usando
columnas pareadas y ménsulas (elemento estructural
en voladizo) como elementos decorativos, así como
volutas o aletones que cierran los cuerpos laterales. Escalera de la Biblioteca Laurenciana (Florencia). Miguel Ángel.
(Wikimedia Commons)
La Capilla de los Médicis (1521-1550), situada en la
sacristía nueva del mismo edificio y cubierta con cúpula, presenta rasgos similares en la articulación de sus muros.
La Plaza del Capitolio (Roma) fue proyectada por Miguel Ángel en 1536, y terminada tras su muerte. Tiene
una planta trapezoidal, con la estatua ecuestre romana del emperador Marco Aurelio en el centro, y está rodeada
de palacios (Palacio del Senado, Palacio de los Conservadores y Palacio Nuevo) con fachadas de columnas y
pilastras de orden gigante, que aparecen por primera vez. Fue la gran aportación urbanística del artista para
embellecer la ciudad de Roma.
Tras la muerte de Bramante y los proyectos de Rafael y Antonio Sangallo el Joven para edificar la Basílica de
San Pedro de Roma, se encargó a Miguel Ángel la continuación de las obras en 1546. Este conservó la planta de
cruz griega de Bramante, prolongando ligeramente el tramo de los pies y eliminando las torres de las esquinas.
Cubrió la basílica con una cúpula apuntada (como la de Brunelleschi para la catedral de Florencia), con más de 42
metros de diámetro y 132 metros de altura, reforzada con nervios, que potencian su sentido ascensional, más alta
que la diseñada por Bramante. Está coronada por una linterna, apoyada sobre un tambor circular con columnas
pareadas y ventanas con frontones triangulares y curvos alternos (como en la fachada del Palacio Farnesio). La
cúpula se terminó después de su muerte y la basílica se convirtió en el edificio más alto de Roma, visible desde
cualquier punto de la ciudad, todo un símbolo del poder de la Iglesia católica. En los muros, utilizó pilastras de
orden gigante.
Ya en el siglo XVII, el arquitecto Carlo Maderno (1556-1629) convirtió la planta de cruz griega en otra de cruz
latina, para ganar amplitud, y construyó la fachada actual de la basílica.
Planta de la Basílica de San Pedro (Roma). Basílica de San Pedro (Roma). Miguel Ángel. (Wikimedia Commons)
Miguel Ángel. (Wikimedia Commons)
180
Jacopo Vignola (1507-1573). Proyectó la iglesia del Gesù (Jesús) en Roma, modelo de iglesia jesuítica
renacentista adaptada para la predicación a los fieles en plena Contrarreforma. Fue iniciada en 1568. La iglesia
madre jesuita fue construida de acuerdo con las nuevas exigencias formuladas en el Concilio de Trento. Se inspiró
en la iglesia de San Andrés de Mantua de León Battista Alberti; tiene planta de cruz latina con una sola nave
longitudinal cubierta con bóveda de cañón, capillas laterales, ábside semicircular y un crucero en cuyo centro se
levanta una cúpula sobre pechinas. Era la típica iglesia de predicación, con una amplia nave para albergar a los
fieles.
Tras la muerte de Vignola, continuó las obras de la iglesia del Gesù el arquitecto y escultor Giacomo della
Porta (1540-1602), que diseñó la
fachada en 1584. Se inspira también
en las fachadas de iglesias de Alberti
(Santa María Novella, Florencia); tiene
forma rectangular y está coronada
con frontón triangular. El espacio se
concibe a partir del juego de elementos
entrantes y salientes, que aportan
dinamismo y llaman la atención de
los paseantes, con sus contrastes de
luz y sombra. Consta de columnas y
pilastras de orden gigante adosadas,
frontones, nichos, esculturas y
grandes aletas o volutas en los lados,
que unen la nave central con las
capillas laterales, más bajas. Esta
iglesia fue el modelo de numerosas
iglesias barrocas, que repitieron tanto Fachada de la iglesia del Gesù (Roma). Giacomo della Porta. (Wikimedia Commons)
su planta como su fachada.
Andrea Palladio (1508-1580). Fue el principal arquitecto de la República de Venecia, otro foco artístico, junto
al romano, del siglo XVI. Además de tratadista de arquitectura (en 1570 publicó su obra Los cuatro libros de la
arquitectura), fue el creador de la villa o palacio de recreo, residencia de descanso de las clases altas. Fue uno
de los más importantes representantes del manierismo en arquitectura.
La basílica de Vicenza (1549-1614)
es una de sus obras más conocidas.
Palladio diseñó los pórticos que
recubren a modo de fachadas un
antiguo ayuntamiento gótico. Están
concebidos a base de dos arquerías
superpuestas, donde aparece de forma
repetitiva el motivo romano del arco de
medio punto entre dinteles (serliana);
hasta tal punto se asoció la serliana
a Palladio, que también se denominó
motivo palladiano. Otra aportación
interesante por su trascendencia
posterior es el coronamiento del edificio
con balaustradas y esculturas, que
influyó en los palacios barrocos de los
siglos XVII y XVIII. Basílica de Vicenza. Andrea Palladio. (Wikimedia Commons)
181
UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
182
2.2. La escultura
La escultura del siglo XVI fue una continuación de las aportaciones de la escultura cuatrocentista. Podemos
distinguir entre un estilo clasicista que impone un modelo ideal de belleza, proporciones, grandiosidad y armonía
propios del mundo grecorromano, y otro manierista, que rompe con ese modelo y se interesa por expresar el
movimiento, el dramatismo y la tensión interior de los personajes.
La escultura en Roma
En la Roma papal destacó la figura de Miguel Ángel, artista polifacético que reunió ambas tendencias, clasicismo
y manierismo. Formado en Florencia, estudió la escultura clásica y la obra de Donatello, de quien recibió una gran
influencia, así como de Jacopo della Quercia. Miguel Ángel utilizó preferentemente el mármol como material
escultórico. Su obra puede dividirse en dos etapas, una clasicista, entre 1490 y 1505 y una segunda, a partir de
esta fecha, con marcados rasgos manieristas, que van acentuándose con el paso del tiempo.
Nacido en Caprese, cerca de Florencia, las primeras obras realizadas por Miguel Ángel en Florencia y Roma son
clasicistas; se interesa por la figura humana idealizada y los desnudos de poderosas anatomías. De esta etapa
inicial es la Virgen de la escalera (1491) de Florencia, un relieve en mármol donde usó el stiacciato donatelliano;
sugirió la profundidad tallando con más bulto a la Virgen con el Niño del primer plano, aportó dinamismo con el
escorzo del niño que baja la escalera, y representó a un Niño Jesús musculoso en contraposto. Esta tendencia a
idealizar las anatomías, tanto masculinas como femeninas, con poderosas musculaturas, se convirtió en el rasgo
característico de Miguel Ángel.
En 1496 se trasladó a Roma, donde esculpió una estatua del
dios Baco (1498), en contraposto, bebiendo vino y acompañado
de un sátiro, un canto a la sensualidad y al hedonismo del mundo
clásico. La Piedad de la basílica del Vaticano (1499), realizada
en mármol muy pulido, es una de las obras más famosas de
su etapa clasicista. Tiene una composición triangular. La Virgen
posee un bello rostro idealizado y juvenil; los profundos pliegues
de sus ropas y el cuerpo de Cristo yacente sobre sus piernas,
dan movimiento y dramatismo contenido al grupo. El rostro de
la Virgen es más joven que su hijo, su tamaño es mayor que el
de Cristo (para sujetarlo bien en su regazo). Miguel Ángel evitó
plasmar el dolor de la Virgen en su rostro; Cristo parece dormido Piedad del Vaticano. Miguel Ángel. (INTEF)
y tampoco muestra signos de sufrimiento. Todo es contención y armonía, pese al dramatismo del tema.
De retorno en Florencia, Miguel Ángel recibió el encargo de esculpir el David
(1504). Es una estatua monumental de cerca de cinco metros de altura, tallada
en un solo bloque de mármol, que representa al joven héroe bíblico desnudo, en
contraposto, con una musculosa anatomía, mostrando tensión interior y movimiento
contenido, pues capta el momento anterior a usar la honda contra Goliat, que desliza
sobre su hombro. El rostro mira al infinito, sereno y reflexivo, sin mostrar ninguna
emoción. Sigue, pues, marcado por la corriente clasicista.
A diferencia del David de Donatello o del de Verrocchio, el David de Miguel Ángel
es un joven en su plenitud física; además aparece en el momento anterior a matar
al gigante. El cuerpo tiene algunas desproporciones respecto a los modelos clásicos
en la cabeza, manos y torso; en principio la estatua iba a colocarse en una posición
elevada, sobre un contrafuerte de la catedral florentina; al verse a distancia parecería
que las proporciones eran las correctas. Sin embargo, finalmente se emplazó en un
lugar más preeminente: en la plaza de la Señoría, centro neurálgico de la ciudad,
junto al Palacio Viejo, sede del gobierno civil. Fue un encargo de los gobernantes
de Florencia con fin propagandístico, pues simbolizaba el poderío de la República,
personificada en el David victorioso, y servía de advertencia a sus enemigos. David. Miguel Ángel.
(Wikimedia Commons)
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UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
Otra obra de la etapa clasicista es la Madonna de Brujas (1504), encargo de unos comerciantes flamencos, que
recuerda a la Piedad por el rostro idealizado de la Virgen y los profundos pliegues de sus paños, que producen
contrastes de luz y sombra y aportan dinamismo. El Niño Jesús aparece en escorzo, protegido entre las rodillas
de su madre.
Podemos situar los inicios de su etapa manierista en 1505 cuando recibió el encargo de realizar el sepulcro
del papa Julio II, que debía colocarse dentro de la basílica de San Pedro de Roma. Era un conjunto gigantesco,
para el que realizó algunas esculturas sin llegar a terminarlo, ya que entre 1508 y 1512 estuvo pintando los frescos
de la capilla Sixtina.
La estatua fundamental de este sepulcro era el Moisés (1513), donde el profeta aparece sedente, con poderosa
anatomía y gesto enojado (la conocida terribilità miguelangelesca), que muestra tensión interior y enfado. Es
todo un ejemplo de fuerza y movimiento contenido, recogido en sí mismo. El dramatismo se refuerza con el
fuerte claroscuro, producido por los pliegues de la ropa y la larga y ondulante barba. Esta escultura de mármol ha
superado ya el clasicismo de su primera etapa, se ha vuelto más dramática y expresiva, anunciando el tránsito
al manierismo de su madurez. No cabe duda de que el descubrimiento del grupo escultórico helenístico del
Laoconte en 1506, influyó en la evolución artística de Miguel Ángel.
184
Para el sepulcro de Julio II Miguel Ángel esculpió además varias estatuas
de esclavos (Esclavo moribundo y Esclavo rebelde –entre 1513 y 1516–;
Joven esclavo, Esclavo atlante, Esclavo despertándose y Esclavo barbudo –de
1520–). Simbolizaban a los pueblos paganos que reconocían la fe cristiana,
interpretados como figuras masculinas desnudas, de poderosas musculaturas,
que se agitan y retuercen en variadas posturas, como si el alma quisiera liberarse
del cuerpo, y de los deseos terrenales simbolizados por la piedra. Algunas
partes están sin terminar y sin pulir, la denominada técnica del non finito, que
Miguel Ángel empleó para lograr una mayor expresividad. Otra característica
que apreciamos en estos esclavos es que sus cuerpos giran sobre sí mismos,
produciendo una composición helicoidal denominada línea serpentina la cual
produce la sensación de que se ha captado el movimiento instantáneo. Todos
estos recursos fueron muy utilizados por los artistas plásticos manieristas.
De nuevo en Florencia, Miguel Ángel realizó por encargo del papa Clemente VII Esclavo rebelde. Miguel Ángel.
(Wikimedia Commons)
las tumbas de sus familiares, sitas en la sacristía nueva de la iglesia de San
Lorenzo, diseñada también por él (Capilla de los Médici). Los sepulcros de los
Médici (1524-1534), en los que mezcla clasicismo y manierismo, representan a
Julián (que simboliza la vida activa) y Lorenzo (la vida contemplativa) idealizados,
sedentes y vestidos como emperadores
romanos, alojados en sendos nichos en
la pared. Debajo de cada uno hay sendos
sarcófagos curvilíneos rematados con
volutas, donde se apoyan de manera
inestable (pues parecen resbalar hacia
abajo) figuras desnudas alegóricas del paso
del tiempo: el Día y la Noche, y la Aurora
y el Crepúsculo, respectivamente. Ambos
grupos escultóricos tienen una composición
triangular. Las figuras alegóricas (dos Sepulcro de Julián de Médici. Miguel
femeninas y dos masculinas) tienen Ángel. (Wikimedia Commons)
poderosas musculaturas y posturas en zigzag, recogidas sobre sí mismas. Las
del Día y el Crepúsculo (masculinas) tienen algunas partes sin terminar (non
Sepulcro de Lorenzo de Médici. Miguel Ángel. finito). Es en estas figuras desnudas donde se aprecian los principales rasgos
(Wikimedia Commons)
manieristas del conjunto escultórico de Miguel Ángel.
En sus últimos años el artista sufrió una profunda crisis espiritual, que lo
llenó de pesimismo y amargura. Su misticismo religioso acentuó el dramatismo
de sus obras; se refugió en la religión y lo piadoso. Realizó varias versiones
del tema de la Piedad, donde abandonó los ideales renacentistas y buscó la
expresión de lo espiritual, el dolor, el sufrimiento. La belleza formal desaparece,
deja algunas partes sin acabar (non finito), tiende a la desproporción y al
esquematismo de las formas, siguiendo una estética plenamente manierista.
Estas obras son la Piedad florentina (1555), la Piedad de Palestrina (1556),
de Florencia, y la Piedad Rondanini (1564), de Milán, su última obra, que dejó
sin terminar. En esta utilizó un canon alargado, propiamente manierista, para
esculpir a Cristo y la Virgen, cuyos cuerpos aparecen unidos ante la muerte.
La escultura en Florencia
El manierismo miguelangelesco influyó en los escultores florentinos, como Benvenuto Cellini y Juan de Bolonia,
que continuaron la línea trazada por el maestro.
Benvenuto Cellini (1500-1571). Es el
autor de Perseo (1554), figura desnuda del
héroe mitológico en escorzo, que adelanta el
brazo con la cabeza cortada de Medusa.
Juan de Bolonia (1529-1608). También
conocido como Giambologna, fue un escultor
de origen francés asentado en Florencia,
realizó el Mercurio volador (1565), desnudo y
en pleno movimiento y el grupo escultórico el
Rapto de las Sabinas (1582), donde las figuras
desnudas describen una línea serpentinata
(giran sobre su propio eje) se mueven en
sentido helicoidal y poseen numerosos puntos
de vista. El movimiento y dramatismo de esta Perseo. Benvenuto Cellini. (INTEF) El rapto de las Sabinas. Juan de Bolonia.
(INTEF)
obra anuncian ya el Barroco.
2.3. La pintura
Al igual que las demás artes, la pintura italiana osciló entre el clasicismo y el manierismo; destacaron las escuelas
de Roma y Venecia como más representativas.
La pintura clasicista se caracteriza por los siguientes rasgos:
●● La difusión de la pintura al óleo, ya usada por los pintores flamencos del siglo XV (primitivos flamencos) en sus
cuadros. Esta pintura permite obtener colores más ricos y corregir mejor los errores, al tardar mucho en secar.
●● La representación de figuras humanas bellas e idealizadas, en actitudes elegantes y graciosas, por influencia
del arte clásico y de la filosofía neoplatónica.
●● Las composiciones sobrias, simétricas y ordenadas, sobre todo triangulares, buscando la armonía, el
equilibrio y la proporción.
●● Los fondos de paisajes o arquitecturas vistos en perspectiva, para realzar la monumentalidad de los personajes.
Los fondos incluyen pocos elementos para no distraer la atención del espectador del tema principal.
●● La simplificación de los temas, a base de destacar el motivo principal de la obra y eliminar lo secundario
o anecdótico.
●● El interés por representar el movimiento, siempre contenido para no romper las normas clasicistas de
belleza ideal.
●● El empleo del claroscuro para producir la ilusión del volumen de las formas, y del esfumado en los contornos
de las figuras, de modo que se difuminen con el fondo y produzcan una sensación de gracia y sensualidad.
●● El uso de la perspectiva aérea para producir la ilusión de la profundidad. Es una influencia más de la pintura
flamenca del siglo XV, donde ya se utilizaba. Así se consigue una impresión muy realista de la distancia, al
representar la atmósfera que envuelve los objetos.
La pintura manierista tiene las siguientes características:
• La ruptura de los principios clásicos, tales como la unidad espacio-temporal del tema, la preeminencia del
motivo principal del cuadro sobre los secundarios, la representación del espacio tridimensional, los fondos
de paisajes y arquitecturas, el canon de proporción y belleza idealizada de las figuras, las composiciones
ordenadas, el movimiento contenido, etc.
• Es un arte místico e intelectual, de figuras alargadas y desproporcionadas, movimientos y escorzos violentos,
contrastes fuertes de colores, líneas serpentinas, escenas dramáticas y expresivas, fondos abstractos y
simbólicos, sin referencias a la naturaleza.
186
La pintura en Roma
En Roma trabajaron los tres grandes maestros del siglo, representativos de ambas tendencias del Quinientos,
Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Rafael Sanzio.
Leonardo da Vinci (1452-1519). De origen florentino, fue un extraordinario y polifacético artista del Renacimiento:
ingeniero, escritor, científico, inventor. Su formación inicial se desarrolló en el taller de Andrea Verrocchio en
Florencia; más tarde trabajó en Milán, Roma y otras ciudades italianas.
Sus últimos años transcurrieron en Francia, donde fue contratado por el
rey Francisco I.
Su estilo es clasicista, se caracteriza por sus composiciones ordenadas,
simétricas y de pocos personajes, que se relacionan entre sí a través de
gestos y miradas; sus figuras idealizadas y serenas, el claroscuro de gran
suavidad, el esfumado o difuminado de los contornos, para dar gracia y
sensualidad a sus personajes, y el uso de la perspectiva aérea en sus
fondos de paisajes, que representan un espacio infinito.
Los personajes, algunos de ellos de marcados rasgos andróginos,
expresan sus estados de ánimo. Su movimiento se caracteriza por la
contención, para no romper la belleza y serenidad de sus composiciones.
Sus retratos son en general de medio cuerpo, el rostro de los retratados es
naturalista, aunque con expresión dulce y cierta idealización.
La Virgen de las rocas (1486), de la que existen dos versiones, es un
cuadro de composición triangular con la Virgen, el Niño, San Juan y un
ángel, todos de gran belleza, pintados con un claroscuro muy suave y un
sensual esfumado, que contribuyen a la armonía y serenidad que trasmite
la pintura. El fondo, de paisaje montañoso, está representado mediante La Virgen de las rocas. Leonardo da Vinci.
la perspectiva aérea. Sólo el escorzo de la mano izquierda de la Virgen (Wikimedia Commons)
aporta dinamismo al conjunto.
Durante su estancia en Milán realizó La última cena (1497), pintura mural ubicada en la pared del refectorio del
convento de Santa Maria delle Grazie. Su estado de conservación es muy deficiente porque en vez de pintarlo con
la técnica del fresco, Leonardo lo hizo con una mezcla de óleo y temple que al poco tiempo empezó a desprenderse.
La pintura al fresco exigía una rapidez y habilidad que Leonardo no tenía; él era un pintor perfeccionista y minucioso,
que nunca estaba conforme con lo que hacía y retocaba sus obras continuamente. Por ello la técnica del óleo era
su preferida.
Esta pintura es una de sus mejores composiciones, por el tratamiento de la perspectiva lineal. Cristo aparece
aislado en el centro, sabedor de su destino, mientras los apóstoles, colocados a sus lados en grupos de tres,
gesticulan sorprendidos
ante el anuncio de que
uno de ellos le traicionaría.
Tiene una composición
isocefálica, simétrica y
ordenada. La habitación,
con tres vanos al fondo
por los que se ve un
paisaje con perspectiva
aérea, está representada
mediante la perspectiva
lineal, y el punto de fuga
coincide con la cabeza de
Cristo.
La última cena. Leonardo da Vinci. (Wikimedia Commons)
187
UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
Miguel Ángel, ya estudiado como arquitecto y escultor, fue el iniciador y principal representante del manierismo.
Sus grandiosas figuras desnudas e idealizadas de poderosas anatomías, violentos escorzos y movimientos, gestos
dramáticos y expresivos (la ya mencionada terribilitá miguelangelesca) y líneas serpentinas, expresan misticismo
religioso, tensión espiritual y están dotadas de un fuerte carácter escultórico. Podemos decir que a Miguel Ángel
solo le interesó el tema de la figura humana, que expresa fuerza y dramatismo, confianza en la capacidad racional
y creadora del ser humano, sentimiento propio del humanismo y antropocentrismo renacentistas.
Una de sus primeras pinturas florentinas es el Tondo Doni o La Sagrada Familia (1505), cuadro de formato
circular (un tondo) pintado al temple. En primer plano, formando una composición triangular, están la Virgen,
el Niño Jesús y San José, todas figuras monumentales en contraposto, con movimiento contenido. La Virgen
describe ya una línea serpentinata, su cuerpo gira en sentido helicoidal. En un plano posterior se encuentra San
Juan Bautista niño, el cual vincula a la Sagrada Familia con las figuras desnudas que aparecen al fondo como
representación del paganismo. Esta obra contiene ya incipientes elementos del manierismo.
El manierismo
El manierismo fue un estilo artístico surgido en Italia a partir de 1520, vigente hasta los comienzos del arte barroco,
hacia el año 1600. Representó la transición entre el clasicismo renacentista y el Barroco. El manierismo se originó
en Roma, y pronto se difundió por Venecia y otras zonas de Italia y de Europa. Fue una reacción anticlásica, que
cuestionaba la validez de los ideales de belleza propios del Renacimiento. El término manierismo viene de la palabra
italiana maniera, definición que significa moda o estilo. El artista y escritor italiano Giorgio Vasari (1511-1574) lo
asignaba a aquellos artistas que pintaban “a la manera de”, es decir, siguiendo la línea de Miguel Ángel, Leonardo o
Rafael, pero manteniendo su propia personalidad artística.
El término se aplica tanto a la arquitectura como a las artes plásticas, aunque fue la pintura la que tuvo más seguidores.
Miguel Ángel fue su iniciador, y su influencia se aprecia en artistas como Rafael, Tiziano, el Veronés, Tintoretto,
y otros muchos. Pintores manieristas también fueron Jacopo da Pontormo (1494-1557), Rosso Fiorentino (1494-
1540), Domenico Beccafumi (1486-1551), Agnolo Bronzino (1503-1572), Parmigianino (1503-1540), Francesco
Primaticcio (1504-1570) y Giuseppe Arcimboldo (1527-1593).
188
Las pinturas más famosas de Miguel Ángel están en el interior de la
Capilla Sixtina (Roma); son pinturas murales realizadas con la técnica del
fresco, en la cual era un consumado maestro.
En Roma, el papa Julio II le encargó las pinturas de la bóveda de la
Capilla Sixtina (1508-1512).
La bóveda está dividida en compartimentos rectangulares, separados con
pinturas de arquitecturas fingidas realizadas con grisalla (pintura realizada
con diversas tonalidades de un único color, el gris), en ellos se representan
escenas del Génesis, desde la Creación hasta el Diluvio Universal y se
observa el interés del pintor centrado en las figuras, no en la ambientación.
Junto a los temas principales aparecen profetas, sibilas y efebos desnudos
completando la composición, que sirven de unión entre la tradición
grecorromana, judía y cristiana. La escena central de La creación de Adán
es una de las más conocidas del conjunto, realmente impresionante. Las
figuras humanas, de idealizadas y poderosas anatomías, son dinámicas y Interior de la Capilla Sixtina. Miguel Ángel.
(Wikimedia Commons)
muestran llamativos escorzos en diagonal.
Las pinturas de la pared frontal de la capilla Sixtina fueron
encargadas por el papa Clemente VII y confirmadas por su
sucesor Paulo III. Representan El Juicio Final, según se
narra en el Apocalipsis de San Juan, y fueron pintadas entre
1536-1541. En ellas el manierismo es patente, se caracteriza
por el recargamiento de figuras (más de trescientas) sobre
un fondo plano abstracto y simbólico, donde personajes de
grandiosas anatomías y gestos dramáticos, en violentos
escorzos, se agitan en todas las posturas posibles. Los
difuntos resucitan, los elegidos se elevan y los condenados
se hunden en el infierno. En la parte superior aparece junto
a la Virgen María el Cristo Juez, amenazador y terrible, La creación de Adán. Bóveda de la capilla Sixtina. Miguel Ángel.
en crispado movimiento, mediante una línea serpentinata; (Wikimedia Commons)
a sus lados los santos, apóstoles y ángeles. Vinculando la escena celestial y la terrenal aparecen los ángeles
trompeteros que anuncian el Juicio Final. Esta obra, de gran fuerza dramática, recrea un ambiente de pesimismo,
violencia y caos que se anticipa al arte barroco. Tras el Concilio de Trento, se consideró que tanto desnudo era
inmoral para un tema religioso, y se encargó al pintor manierista Daniele da Volterra (1509-1566), que cubriera
las partes pudendas de los personajes sagrados.
El Juicio Final. Capilla Sixtina. Miguel Ángel. Cristo y la Virgen en El Juicio Final. Capilla Sixtina.
(Wikimedia Commons) Miguel Ángel. (Wikimedia Commons)
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UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
Concierto campestre. Giorgione. (Wikimedia Commons) Venus dormida. Giorgione. (Wikimedia Commons)
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UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
10. Define brevemente los siguientes términos o conceptos artísticos: pintura al óleo, orden gigante, línea
serpentinata, perspectiva aérea.
11. ¿Qué diferencia existe entre una Madona y una Piedad?
12. Resume las características principales de la pintura veneciana del Cinquecento.
13. Comenta brevemente la Escalera de la Biblioteca Laurenciana (Florencia) de Miguel Ángel.
14. Expón tres características propias de la arquitectura manierista.
15. Comenta brevemente la escultura del David de Miguel Ángel.
16. Indica una obra de cada uno de los siguientes arquitectos: Donato Bramante, Jacopo Vignola, Andrea
Palladio.
17. Resume la trayectoria pictórica de Rafael Sanzio.
18. Indica una obra de cada uno de los siguientes escultores: Miguel Ángel, Benvenuto Cellini y Juan de
Bolonia.
Recuerda
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UNIDAD 6
EL ARTE DEL RENACIMIENTO EN ITALIA Y SU DIFUSIÓN POR EUROPA
3.1. Francia
Las expediciones militares de los reyes franceses Carlos VIII, Luis XII y Francisco I por territorio italiano, y la
llegada a Francia de artistas italianos, permitieron la penetración del gusto renacentista desde finales del siglo XV.
La arquitectura renacentista francesa fue sobre todo civil, se construyeron palacios o castillos, que eran las
residencias de los reyes y la aristocracia, símbolos de su poder y riqueza. Durante el reinado de Francisco I
destacaron los castillos de la región del Loira, como la ampliación del castillo de Blois (1525) y la construcción
del castillo de Chambord (1539). Algo posterior es el castillo de Fontainebleau (1540), en el norte de Francia, que
significó la llegada del manierismo a Francia.
En la escultura destacaron Jean Goujon (1510-1572) y Germain Pilon (1537-1590), inspirados en las formas
del manierismo italiano.
En pintura destacó la influencia de los pintores italianos establecidos en Francia, como Leonardo da Vinci o los
manieristas Rosso Fiorentino y Francesco Primaticcio, creadores de la Escuela de Fontainebleau, al servicio
del monarca Francisco I.
3.2. Flandes
En el siglo XVI se produjo la división de los Países Bajos entre la zona de Bélgica, de población católica y
ligada al Imperio de los Austrias, y las provincias del norte (Holanda), de religión protestante, que lucharon por su
independencia.
La pintura flamenca fue la manifestación más importante del siglo XVI. En ella podemos apreciar un naturalismo
y detallismo minucioso, que continuó la tradición de los primitivos flamencos del siglo XV, y la influencia del
Renacimiento italiano. Aparte de los temas religiosos y mitológicos, tuvieron importancia los retratos, paisajes,
bodegones y escenas de género (costumbristas), que se difundieron en el siglo XVII.
Destacan Peter Brueghel el Viejo y Antonio Moro.
Peter Brueghel el Viejo (1525-1569). Pintó
escenas de género naturalistas, donde se retrata la
vida cotidiana del campesinado, con ironía y sentido
del humor. Sus composiciones están repletas de
pequeñas figuras, inmersas en fondos paisajísticos
o de interiores. Recibió influencias de la pintura de
El Bosco (1450-1516) y su obra influyó en la difusión
del paisajismo en Flandes. Destaquemos La cosecha
(1565) y La boda campesina (1568).
Algunas de sus obras manifiestan un sentido de
crítica social y una tendencia moralizante, afín con su
espíritu reformista. La pintura de Brueghel influyó en la
difusión de los temas de género en los Países Bajos La boda campesina. Peter Brueghel. (Wikimedia Commons)
durante el periodo barroco.
Antonio Moro (1519-1576). Destacó por sus retratos cortesanos de aparato, influidos por los del veneciano
Tiziano. Son retratos de cuerpo entero, con rigor psicológico y reproducción minuciosa del lujo y detalles de la
indumentaria del personaje. Influyó junto con Tiziano en los retratos barrocos cortesanos de los siglos XVII y XVIII
(Retrato de la reina María Tudor, 1554; Retrato de Felipe II, rey de España, 1557).
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3.3. Alemania
La pintura alemana se caracterizó por su realismo dramático y
expresivo, el gusto por el detalle de influencia flamenca, y la fusión
entre la tradición gótica y la influencia renacentista italiana.
El pintor más importante fue Alberto Durero (1471-1528), que
viajó por Italia y ejemplifica la fusión del gótico germano con las
influencias clasicistas italianas. Racionalista e interesado en el estudio
de las proporciones del cuerpo humano, sus figuras son plenamente
renacentistas y monumentales, en ellas se valora el dibujo y la forma.
Sin embargo, sus formas clasicistas tienen un fondo sentimental
y expresivo y un gusto por el detalle que son de tradición germana.
Durero destacó además como grabador, lo que permitió que su obra
se divulgase por Europa. De sus obras debemos destacar Autorretrato
(1498), Adán y Eva (1507) y los Cuatro apóstoles (1526).
En esta última obra, concebida como un díptico, Durero representó
a San Juan y San Pedro en una tabla y a San Marcos y San Pablo en
la otra. Destaca la verticalidad y monumentalidad de los personajes,
que destacan sobre un fondo oscuro. El pintor hizo un estudio de los Adán y Eva. Alberto Durero. (Wikimedia Commons)
distintos temperamentos del ser humano: sanguíneo (San Juan), flemático (San Pedro), colérico (San Marcos) y
melancólico (San Pablo).
Otros artistas alemanes fueron Lucas Cranach el Viejo (1472-1553), Hans Holbein el Joven (1497-1543),
Matthias Grünewald (1470-1528) y Albrecht Altdorfer (1480-1538).
Actividades
Recuerda
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