Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para proteger el oído contra las posibles lesiones es primordial comenzar por examinar la
posibilidad de eliminar el ruido.
Eliminar el ruido: El problema que surge es que el ruido no siempre es posible de eliminar,
pues implicaría apagar la maquinaria o el equipo que lo produce y esto detendría la operación
Aislar el ruido: La segunda
posibilidad y que es usada con
frecuencia consiste en aislar el ruido
con barreras físicas ambientales como
murallas u otros obstáculos que impidan
la llegada del ruido a nuestros oídos.
Hay dos tipos de protectores auditivos: los que se insertan en el canal auditivo y aquellos que
cubren el oído desde el exterior.
Un protector auditivo es eficiente sólo si aísla el ruido. Esto, aunque parezca obvio, en la
realidad no lo es tanto. De hecho, en estudios realizados se ha logrado comprobar que muchas
personas fallan en el uso de los protectores porque:
Los protectores se deben usar en los oídos y durante todo el tiempo de exposición.
Quitarse los protectores para guardarlos en un bolsillo o dejarlos colgando del cuello
nunca protegerá al oído.
Los protectores deben ajustar bien. Si el protector no cubre el canal auditivo
completamente en el caso de los de inserción o no cubre la oreja en el caso de los
exteriores, el oído no estará protegido
Los protectores deben estar siempre en condiciones de uso. Deben estar en buen estado,
aseados y colocarse con las manos limpias.