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Laura Alejandra Charry Aldana - Ana Maria Cely Angel

La Celestina
1. Melibea es un personaje que tiene constantes cambios en su comportamiento. En el
primer encuentro con Calisto se puede evidenciar la “furia de Melibea”:

MELIBEA.- Mas desventuradas de que me acabes de oyr Porque la paga será tan fiera,
qual meresce tu loco atreuimiento. E el intento de tus palabras, Calisto, ha seydo de
ingenio de tal hombre como tú, hauer de salir para se perder en la virtud de tal muger
como yo.¡Vete!, ¡vete de ay, torpe! Que no puede mi paciencia tollerar que aya subido en
coraçón humano comigo el ylícito amor comunicar su deleyte. (pp. 33-34)

Las palabras de Melibea demuestran el deseo que esta tiene por hacer más importante el
honor que el sentimiento amoroso, es por esto que rechaza cruelmente a Calisto, este es un rasgo
muy característico de la mujer en la ficción sentimental, esta es la respuesta de una casta virgen
que reconoce las segundas intenciones y no está dispuesta poner en duda su honor y virtud.
Más adelante nos damos cuenta de que Melibea se arrepiente de haber rechazado a
Calisto, empieza a mostrar signos de la enfermedad de amor hasta tal punto que cuando más
dolorosos son los síntomas, más necesaria se hace la cura, más grande es el deseo por estar con
él. La intervención de Celestina en la casa de Pleberio (Acto IV) logra algo decisivo en los
sentimientos de Melibea, pues logra suscitar en ella la compasión y la amabilidad, que se podrían
reconocer también como una aceptación hacia Calisto y una posterior espera por el encuentro.
Celestina queda complacida al saber que Melibea ha caído enferma de amor por Calisto y le
promete concretar un encuentro entre ellos para remediar su mal. Para el acto X Melibea llega a
tal punto que “ha perdido por completo el control de sí misma y de su honra” (Mier, p. 5) lo que
demuestra que verdaderamente se encuentra bajo la enfermedad de amor:

MELIBEA.- (...)Agora toque en mi honrra, agora dañe mi fama, agora lastime mi cuerpo,
avnque sea romper mis carnes para sacar mi dolorido coraçón, te doy mi fe ser segura e,
si siento afluio, bien galardonada. (pp. 59-60)
Dicho encuentro se consuma en el Acto XII donde Melibea le entrega su virginidad a
Calisto. A partir de este momento Melibea pierde todo decoro: en el Acto XVI por poco les grita
a sus padres lo que ha acontecido con su amado al oírlos alabarla por su castidad “Lucrecia
(...)interrúmpeles sus alabanças con algún fingido mensaje, si no quieres que vaya yo dando
bozes como loca, según estoy enojada del concepto engañoso, que tienen de mi ignorancia”
(162). Antes de su encuentro con Calisto en el Acto XIX Melibea y Lucrecia cantan a gran
volumen sobre su amor y de manera bastante lasciva: “Saltos de gozo infinitos/ da el lobo viendo
ganado/ con las tetas los cabritos/ Melibea con su amado”. A nuestra protagonista ya no le
importa quien se entere de su amor y la pérdida de su honra, pues sólo quiere gritarlo a los cuatro
vientos.
Con respecto al suicidio podríamos llegar a pensar que sería una forma para restablecer
su honor, sin embargo, el suicidio en sí es también un acto que no era bien visto, lo que nos hace
dudar de esta posibilidad. Según Casas, Melibea “se suicida por amor a Calisto y no por haber
perdido la virginidad, ni haber infringido la ley, ni ser la causante de la pérdida del honor
familiar.” (p. 66). Sin Calisto ya no le encuentra sentido a su vida, es tanto el dolor de perder a su
enamorado que toma el suicidio como una solución a su padecimiento.
En cuanto a la cuestión de si la magia fue o no indispensable para que se diera la
metamorfosis de Melibea concluimos que sí, pero a ello también se le sumaría el poder
persuasivo de Celestina que al apelar a la piedad de Melibea durante su episodio de furia, le
implantó en la cabeza la imagen de un Calisto más amable que el que se encontró por primera
vez en el huerto.

2. Pleberio es un personaje muy distinto a lo que se tenía dentro de la concepción de la


posición del padre dentro de la ficción sentimental, como en toda la obra de La Celestina, se
puede ver una parodia de los valores del amor cortés. Según Anna Casas, en Pleberio
encontramos “una nueva subjetividad en la que el padre no se preocupa por representar la ley y
la autoridad y ser una figura imparcial, sino que el padre en la obra de Fernando de Rojas asume
una posición más humana en relación con la muerte de su hija.” (p. 53). La preocupación de
Pleberio es evidente desde el Acto XX, en dónde pregunta una y otra vez por su dolor y se ofrece
a hacer lo que sea con tal de remediarlo:
PLEBERIO.- (...)Que ni faltarán medicinas ni médicos ni siruientes para buscar tu salud,
agora consista en yeruas o en piedras o en palabras o esté secreta en cuerpos de animales.
Pues no me fatigues más, no me atormentes, no me hagas salir de mi seso e dime ¿qué
sientes? (205)

Podemos ver también en el Acto XII que la confianza que Pleberio le tiene a Melibea es tanta,
que al escuchar que está despierta y preguntarle la razón, esta le dice que Lucrecia fue por agua,
cuando la verdad es que se encontrará con Calisto. Esta es una actitud ingenua y despistada, muy
contraria a la que se podría esperar de un padre de la ficción sentimental. En el Acto XVI es
también muy irónico que los padres de Melibea busquen cuidar el don de la virginidad de su hija,
cuando ya el encuentro de los amantes se ha dado. Igualmente, el que Pleberio le pida consejo a
su esposa es una actitud contraria a la del esposo en la novela sentimental porque en estas ellos
no aceptan las peticiones de la esposa, mucho menos pedirán su consejo (Casas, p.64).
Con la muerte de Melibea nos damos cuenta que para Pleberio no prima el honor ni la
ley, las riquezas carecen de sentido y sin ella lo ha perdido todo. En el monólogo final podemos
ver también una equiparación de Pleberio con la figura de la madre en la ficción sentimental,
pensemos por ejemplo en el monólogo final de Coleria, la madre de Leriano en Cárcel de amor.
En este discurso final podemos evidenciar todo el amor que tenía Pleberio por su hija, el dolor de
su pérdida no implica solamente el dolor por su ausencia, sino también por el hecho de que al
perder a su única heredera, todos sus bienes ganados con esfuerzo carecen de sentido, la
siguiente cita ejemplifica estos sentimientos:

PLEBERIO: (...) ¡O duro coraçón de padre! ¿Cómo no te quiebras de dolor, que ya


quedas sin tu amada heredera? ¿Para quien edifiqué torres? ¿Para quien adquirí honrras?
¿Para quien planté árboles? ¿Para quien fabriqué nauíos? (217)

Pleberio subvierte el modelo de padre inflexible y perseguidor de la justicia al asumir un


rol amoroso y misericordioso con su hija lo cual “(...)lo feminiza y lo pone a la par con las
madres de la novela sentimental.” (Casas, p.69). Este alejamiento del papel del padre del
arquetipo de la ficción sentimental permite humanizar al personaje de Pleberio.
3. La Celestina actúa como un puente entre los pensamientos diferentes de la Edad
Media y el Renacimiento por medio de la parodia y la ironía. El uso de la comedia dentro de la
obra permite dar vuelta a una serie de valores, como el amor cortés, y permite acercarse a una
visión más humanista de la cotidianidad. La gran dosis de realismo y la falta de moralidad que
inunda sus páginas nos muestra las constantes rupturas de la tradición, estas parecen apuntar a un
uso muy concreto y diferente del establecido, lo que permite que se considere por muchos como
una obra moderna. El entendimiento del amor relacionado con la satisfacción sexual pertenece
más al pensamiento renacentista que al medieval. La línea que separa el tipo de relación entre las
clases sociales se va difuminando cada vez más y vemos en personajes de las altas clases, como
Melibea y Calisto, actitudes carnales iguales a las del resto como Sempronio o Areúsa.

Bibliografía

Casas, Anna. “Hacia una nueva subjetividad: La figura del padre en la novela sentimental
y La Celestina”. Celestinesca, n.º 40, 2016, pp. 53–72.
https://ojs.uv.es/index.php/celestinesca/article/view/20191/17954
Mier, Laura. “Saber de amor en La Celestina''. Actas del XVI Congreso de la Asociación
Internacional de Hispanistas (AIH): Nuevos caminos del hispanismo, editado por P. Civil y F.
Cremoux, Iberoamericana Vervuert, 2010. Centro Virtual Cervantes,
https://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/16/aih_16_2_046.pdf
Rojas, Fernando de. La Celestina / Fernando de Rojas; edición y notas de Julio Cejador
y Frauca. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 1999.
https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-celestina--1/html/fedc933a-82b1-11df-acc7-
002185ce6064_112.html#I_0_

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