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De Esa Abuela No Sabemos Nada Afrodescen
De Esa Abuela No Sabemos Nada Afrodescen
Facultad de Humanidades
Especialización en Estudios Sociales y
Culturales
A mi abuela
Esta flor se secó esparciendo su semilla
Sol y Lluvia, sed amables—
Murió convencida
De que brotaría de nuevo.
I. Iniciando la conversación
Cuando Chimamanda Adichie -escritora feminista nigeriana- reflexiona
acerca de los peligros de una sola historia recuerda la palabra “nkali” que en la
lengua igbo significa “ser más grande que otro”. Las historias se definen por el
principio nkali: quién, cómo y cuándo las cuentan depende del poder. Ella dice
que este no es sólo la capacidad de contar la historia del otro sino de hacer que
esa historia sea la definitiva. La pregunta por los orígenes, la ancestralidad, y un
fuerte sentimiento de conexión con quienes me precedieron siempre estuvo
presente en mi vida. Desde niña vengo recibiendo de mis padres -y mis abuelos
antes que ellos- el encargo de cuidar los objetos queridos y relatos a través de
los cuales se entrelazan las memorias familiares. Estos remiten siempre a
comunidades campesinas lejos en espacio y tiempo del barrio conurbano en el
que me crié y en el que mi familia se radicó, empujada por la guerra o el hambre,
buscando una vida mejor. Reconstruir esas tramas en familia es nuestro modo
de relacionarnos con los ancestros en la vida cotidiana. Se hacen presentes de
formas misteriosas, en sincronicidades, en reencuentros imposibles, en sueños,
y los escuchamos con atención. Pero la tarea no es sencilla, porque nuestra
conversación siempre estuvo plagada de silencios y algunas voces resuenan
más alto que otras. También porque existen quienes ya no prestan su oído a ella.
Mi historia familiar no es muy diferente a la de muchas personas en
nuestro país y desde las narrativas hegemónicas coincide con el discurso acerca
del canon identitario en el que se fundó el estado nación argentino. Mis abuelos
humanas. Pp.90-92
categorías coloniales relevadas en los padrones elaborados a tal fin: españoles, indios, mulatos
y negros en condición libre/esclavo. Esta categoría es reconocida por el estado provincial en
1823.
7 Se menciona que los mulatos y cuarterones solamente podían votar si eran hijos de
nacidos libres y para aspirar a los empleos de republica (no a los de gobierno) cuando no
encontraran más allá del cuarto grado a un esclavo en su ascendencia.
12Así, por ejemplo, aparece registrado el matrimonio entre Nazario Reta -veterano “de
los ejércitos de la patria”, oriundo de Mendoza- con María del Carmen, esclava de Don Juan
Manuel López. Podría tratarse del batallón 8 conformado por el general San Martin.
13 Se trata de una imagen popular en la década del 60. Ruben “el negro” Rada, músico
candombero afrouruguayo, utilizó esta imagen para la tapa de su disco “en familia”.
Africa.
17Segato, R. (2007). La nación y sus otros. Raza, etnicidad y diversidad religiosa en
tiempos de politicas de la identidad. Pág.
18 Freixa, O. (2018). La presencia afrodescendiente en Argentina. El reto de la
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