Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Madre de Juan Isidro Pérez, uno de los nueves Trinitarios, doña Chepita fue la primera
“Comunicada” de La Trinitaria, organización política que se fundó en su casa de la calle Arzobispo
Nouel el 16 de Julio de 1838.
Al convocar a la primera reunión de la Sociedad Secreta “La Trinitaria”, los conspirados pidieron a
Doña Chepita, quien vivía frente a la Iglesia del Carmen, prestar su casa para celebrar el encuentro.
Era imperativo evitar llamar la atención de las autoridades haitianas, así que los Trinitarios
decidieron aprovechar la festividad Del Carmen para reunirse ese día, aparentando que todos iban
a la iglesia.
Doña Chepita consistió recibir en su casa al grupo de conspiradores rompiendo los esquemas
tradicionales de la época al ignorar prurito religioso y aprovechan estratégicamente el bullicio de
la festividad del Carmen para la fundación de “La Trinitaria” y el juramento de sus nueve
miembros. Mientras deliberaban, doña Chepita vigilaba la calle, convirtiéndose de esta manera en
la primera de las que se llamaron “comunicadas” de la Trinitaria.
Asumió todos los riesgos que implicaba esta colaboración con la primera organización política de la
Republica Dominicana, con lo que aportó una valiosa cuota al proceso de la historia de nuestra
independencia.
Juana de la Merced Trinidad (Juana Saltitopa, ‘’ La Coronela’’)
Muerte
En el 1860, «La coronela» murió asesinada, durante un enfrentamiento, entre Nibaje y Marilópez,
camino de Santiago de los Caballeros y ya muy cerca de esta ciudad. 7
María de la Concepción Bona y Hernández
María de Jesús Pina nació el 25 de diciembre de 1825, siendo bautizada un mes después en la
Santa Iglesia Catedral.
El distinguido historiador Dr. Alcides García Lluberes, consignó que doña Concepción Bona tuvo
por cooperadora en la confección de la primera bandera nacional, o sea la que fue izada por
Francisco del Rosario Sánchez en el Baluarte la noche del 27 de febrero de 1844, a la señorita
María de Jesús Pina, prima y vecina suya, pues como se sabe ambas señoritas pertenecían a
honorables familias “ardientemente adscritas al servicio de la causa revolucionaria” dominicana.
Ciertamente, el padre de la señorita Pina, don Juan Pina, fue de los patriotas adictos a Duarte en
los días esplendorosos de julio y febrero. Su nombre figura entre los firmantes del Manifiesto del
16 de enero de 1844 y fue de los de la columna de la noche gloriosísima del 27 de febrero. Era,
además, padre del trinitario fundador Pedro Alejandrina Pina, una de las figuras más puras del
sacro colegio duartista.
La señorita Piña, consagró sus energías a la enseñanza, en una escuela de primeras letras fundada
por su hermano, en su propio hogar. Su colaboración en la confección de la bandera duartista, le
da derecho a figurar entre las mujeres de la Independencia.
Murió el 10 de Enero del año 1858.
Ana Valverde
Baltasara era de procedencia desconocida pero si de origen dominicano. Según los historiadores
dominicanos, fue llamada María Baltasara porque nace el día de los Reyes Magos (Epifanía), 6 de
enero, y se cree que fue en fecha de 1798; y le pusieron Baltasara por el rey negro Baltasar.
Baltasara fue hija de Micaela Bustamante, aunque se desconoce algunos datos concernientes a
este hecho.
Baltasara de los Reyes contrajo nupcias, según los historiadores dominicanos el 2 de mayo de 1812
con Francisco Acosta, un diestro marino de origen lusitano, el cual era conocido como El
Portugués. La pareja tuvo dos hijos: Juan Alejandro Acosta, militar y general de marina de la
República Dominicana que luchó por la independencia del país; y Lucía Acosta.
María Baltasara falleció en Santa Cruz de Gato, un pequeño pueblo ubicado en Higüey, República
Dominicana.
Filomena Gómez de Cova
FILOMENA GOMEZ DE COVA y la “Filoria”. ( Flor de los TRINITARIOS ) Una calle del sector
Serrallés , que va desde la Gustavo Mejía Ricart hasta la Jacinto Mañon, fue nombrada en su
honor.
Los nombres de Ana Valverde, María Trinidad Sánchez, Foreland Fables, Baltazara de los Reyes,
Rosa Duarte, Juana Saltitopa, María de Jesús Pina, Filomena Gómez, Micae- la Rivera, Petronila
Gaú, Concepción Bona, las hermanas Villa y del Orbe, ocupan un lugar en los anales de nuestra
gloriosa Independencia.
Ellas son el pomo de perfume, los pétalos fragantes de aquella época de heroísmo y de grandeza.
A doña Filomena Gómez de Cova corresponde la gloria de haber importado de Caracas la blanca
flor que sirvió de símbolo duartista en el pecho y en la cabellera de la mujer dominicana y en el
ojal y sobre el corazón de los próceres en los días gloriosos de La Trinitaria.
Cuando el coronel Machado gritó, en el vértigo de la reacción antiduartista, ¡Abajo los filorios!, a
este grito respondieron «los trinitarios como jamás se ha respondido en una infamia: desde ese día
las jóvenes duartistas llevan en sus cabellos una blanca flor: ¡la filoria!». (Emilio Rodríguez
Demorizi. Juan Isidro Pérez, el Ilustre Loco, C. T., 1944, p. 85).
«También se afirma... que el nombre de “Filorio” se deba a los estudiantes de filosofía en tiempos
de la dominación haitiana. ¡Craso error! Este apodo respectivo (despectivo) fue dado por el
coronel Machado a los duartistas el día en que proclamaban a Santana jefe supremo. Él, Machado,
fue quien gritó: ¡Abajo los filorios!... Desde entonces, las señoritas partidarias de Duarte se
colocaban en sus cabelleras una flor blanca que denominaban “filoria”, la misma que importó del
extranjero doña Filomena Gómez de Cova». (A.B.: Contestación al opúsculo del señor don José
María Serra, Santo Domingo, Tipografía Comercial, 1889.
«La juventud se instruía y... preciso es decirlo, hubo quienes nos censuraban y nos ridiculizaban:
nos llamaban filorios por irrisión.
Esta palabra no tiene significación en el idioma: fue in- ventada por un truhán para llamarnos por
ironía filósofos». (José María Serra: Apuntes para la historia de los trinitarios fundadores de la
República Dominicana, Santo Domingo, 1887, p.18).
Cuando el coronel Machado gritó, en el vértigo de la reacción antiduartista, ¡Abajo los filorios!, a
este grito respondieron «los trinitarios como jamás se ha respondido en una infamia: desde ese día
las jóvenes duartistas llevan en sus cabellos una blanca flor: ¡la filoria!». (Emilio Rodríguez
Demorizi. Juan Isidro Pérez, el Ilustre Loco, C. T., 1944, p. 85).
«También se afirma... que el nombre de “Filorio” se deba a los estudiantes de filosofía en tiempos
de la dominación haitiana. ¡Craso error! Este apodo respectivo (despectivo) fue dado por el
coronel Machado a los duartistas el día en que proclamaban a Santana jefe supremo. Él, Machado,
fue quien gritó: ¡Abajo los filorios!... Desde entonces, las señoritas partidarias de Duarte se
colocaban en sus cabelleras una flor blanca que denominaban “filoria”, la misma que importó del
extranjero doña Filomena Gómez de Cova». (A.B.: Contestación al opúsculo del señor don José
María Serra, Santo Domingo, Tipografía Comercial, 1889.
«La juventud se instruía y... preciso es decirlo, hubo quienes nos censuraban y nos ridiculizaban:
nos llamaban filorios por irrisión.
Esta palabra no tiene significación en el idioma: fue in- ventada por un truhán para llamarnos por
ironía filósofos». (José María Serra: Apuntes para la historia de los trinitarios fundadores de la
República Dominicana, Santo Domingo, 1887, p.18).
Doña Filomena Joaquina Gómez Grateró, viuda de la Cova, acabó sus días en esta misma ciudad el
9 de mayo de 1893, en edad nonagenaria.
María Trinidad Sánchez