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Importancia de los Compuestos inorgánicos y diferencias entre los organicos.

Los compuestos inorgánicos son de gran importancia para los seres humanos ya que entre ellos se


encuentran las sales minerales, el agua, y otros elementos que son importantes para procesos
como la fotosíntesis, y diversos otros tipos de metabolismos.

Facilita el crecimiento de los cultivos mediante la mejora de la capacidad del suelo para almacenar


agua. Mejora la dinámica del agua y del aire en el suelo mediante la incremento de la porosidad, la
capacidad de retención de agua y la resistencia a la sequía.

Entre las principales diferencias que tirenen los compuestos inorgánicos y orgánicos estan:
1. Elementos que las constituyen
Los compuestos orgánicos se basan principalmente en carbono, en combinación con otros
elementos. De forma general, encontramos carbono e hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, azufre y
fósforo.
En cambio, los compuestos inorgánicos se forman con cualquier elemento de la tabla periódica.
No se basan en el carbono, aunque pueden contenerlo en algunos casos, como por ejemplo el
CO2.
2. Tipo de enlace principal
Los compuestos orgánicos se forman en casi todos los casos a través de enlaces covalentes.
En el caso de los compuestos inorgánicos, predominan los enlaces iónicos o metálicos, aunque
pueden darse otro tipo de enlaces.
3. Estabilidad o degradación
La estabilidad que presenta la materia orgánica es menor a la que presenta la inorgánica. Los
compuestos orgánicos se desestabilizan y descomponen con facilidad, mientras que los
inorgánicos se mantienen estables si no se producen reacciones químicas más o menos
poderosas.
Esta diferencia le confiere a la materia orgánica la característica de ser biodegradable.
El deterioro que puede sufrir la materia inorgánica en el tiempo se debe, en todo caso, a la
corrosión y la oxidación, pero no se descompone por mecanismos biológicos.
4. Complejidad
Los compuestos orgánicos tienden a formar largas cadenas de diversa complejidad. Esto no se da
en los inorgánicos, que suelen mantener una estructura simple, con algunas excepciones.
5. Resistencia al calor
La temperatura afecta en mayor medida a los compuestos orgánicos, necesitando temperaturas
poco elevadas para alterar su estructura. Por el contrario, los compuestos inorgánicos requieren de
temperaturas elevadas para que se vean afectados.
La materia inorgánica es generalmente incombustible, mientras que los
principales combustibles conocidos son de origen orgánico, como el petróleo.
6. Solubilidad
Los enlaces covalentes presentes en los compuestos orgánicos dificultan su solubilidad, a no ser
que se realice en presencia de disolventes específicos, como pueden ser los alcoholes.
En cambio, en los compuestos inorgánicos presentan una mayor solubilidad gracias a la
prevalencia de los enlaces iónicos.
7. Conducción eléctrica
Los compuestos orgánicos tienden a ser aislantes y no conductores de la electricidad. La materia
inorgánica (especialmente los metales) sí lo hace con gran facilidad.
8. Isomería
La materia orgánica puede presentar isomería. Esta se da cuando hay moléculas de igual
constitución, pero con orientación distinta de los átomos, lo que le confiere propiedades físico-
químicas diferentes.
Esta característica no suele darse en el caso de la materia inorgánica.
9. Velocidad de reacción
Las reacciones químicas de los compuestos orgánicos tienen una velocidad variable. Pueden
requerir de elementos externos para que se inicie o se mantenga la reacción, como por ejemplo la
temperatura.
Los compuestos inorgánicos tienden a tener reacciones rápidas, sin necesitar más elementos que
los propios reactivos implicados.
De forma natural, la materia orgánica es generada por los seres vivos y la inorgánica a partir de
reacciones en las que no interviene la vida. Pero lo cierto, es que ambos tipos de materia no dejan
de estar relacionadas.
Algunos compuestos inorgánicos, como el CO2, se producen también a partir de reacciones que
tienen lugar en el metabolismo de los seres vivos o en los procesos de descomposición de la
materia orgánica.
De hecho, durante las fases del proceso de descomposición de la materia orgánica, se van
liberando componentes básicos en los que se incluyen tanto compuestos orgánicos (p.ej., el
metano) como inorgánicos (p.ej., el amoniaco).

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