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CORTES COLONIALES Y UTIGACION INDIGENA

El juzgado general de indios


en la Nueva España 1

Renzo Honores
Alumno del noveno ciclo Facultad de Derecho de la PUC

BORAH, Woodrow Wilson 2


Para una bibliogarfía del autor hasta 1985, consultar WILKIE y HORN (1985: 436-441). Es
una entrevista que contiene valiosos datos sobre la vida de este destacado investigador.
El juzgado General de Indios en la Nueva España. Fondo de Cultura Económica, México, 1985
(apéndices, cuadros, mapas, fuentes e índice), 488 pp. 3 .

[!l no de los más destacados ameri-


canistas norteamericanos del
presente siglo, el profesor Woo-
Berkeley. En los años 50, Woodrow
BORAH le comunicó su interés en
el tribunal y desde entonces, am-
La versión inglesa aparec10 en
1983 y se hizo acreedora del «Her-
bert Eugene Bolton Memorial Prize»,
drow Wilson BORAH, nos entrega un bos compartieron sus materiales y correspondiente a 1984, como la
detallado estudio sobre un tribunal de manuscritos. A fines de esa déca- mejor obra escrita en inglés sobre
gran importancia en la vida diaria de da, SIMPSON -jubilado en 1955 co- historia latinoamericana. El texto
los indígenas novohispanos: el Juzga- mo profesor de la Universidad de castellano -que ahora reseñamos-
do General de Indios; una corte creada California (Berkeley)- se retiró del fue publicado en 1985, frustrando
para atender las demandas indias y ali- proyecto y generosamente propor- el anhelo editorial de coincidir con
viar a los natuales de los efectos que la cionó al profesor BORAH los mate- la edición original. A pesar del cui-
colonización producía sobre su gobier- riales acumulados, alentándolo a dado mostrado, la versión castella-
no, población y recursos. concluir el trabajo. na debe consultarse con cautela,
La historia de este juzgado fue BORAH continuó con el proyec- pues padece de ciertas omisiones y
concebida originalmente por el to durante etapas y posteriormente errores en la traducción (LIRA,
profesor Lesley Byrd SIMPSON armaría un texto, que abarca la his- 1985:347, 351-352).
(1891-1984) en los años 30, durante toria del juzgado desde sus oríge- El libro comprende diez capítu-
una estadía como becario en Méxi- nes hasta su abolición (1592-1820),. los. Los tres primeros abordan los
co y Guatemala. Desde entonces, y que en buena medida representa antecedentes históricos y doctrina-
SlMPSON inició una tarea de reco- el cenit de un trabajo iniciado va- rios del tribunal. En buena cuenta,
lección admirable, microfilmando rias décadas antes. El autor recuer- el Juzgado representa la materiali-
y seleccionando documentos cuyo da estos esfuerzos iniciales en las zación de un complejo conjunto de
fruto es el enorme corpus consti- primeras páginas, y dedica la obra ideas sobre la mejor manera de
tuido por 26 volúmenes que hoy se al profesor SIMPSON, lo cual cons- prestar asesoría legal a los "pes vali-
conservan en la Biblioteca Bancroft tituye, sin duda, un justo homenaje dos". Los siguientes capítulos (iv-
de la Universidad de California en a un abnegado erudito (9-11). viii) se ocupan de la historia del

(1) Agradecemos las sugerencias de Jorge Armando Guevara Gil, quien dirigiera nuestra atención al papel cumplido por el derecho
en la sociedad colonial; así como por la simbología introducida por éste. A su vez, agradecemos a José Ugarte Pierrend por sus
consejos sobre arte mesoamericano prehispánico y colonial.
(2) BORAH, Woodrow Wilson (1912- ). M.A. Universidad de Caliiornia, Los Angeles, 1936. Ph.D. Universidad de California, Berke-
ley. Profesor de :Histotia Latinoamericana en la misma lllliversidad, es experto en historia mexicana coloniaL Ha escrito varios
estudios, ocupándose de otras regiones, entre ellas el Perú. Entre sus mejores publicaciones en historia económica está Early colo-
nilll trade lUid nwigation between Mexico and Peru (1953, Berkeley: University of California Press. Editado en castellano en 1975).
Con Sherburne F. COOK formó una dupla abocada a la historia demográfica colonial americana. Revolucionando métodos, crea-
ron un movimiento conocido como la «Escuela Demográfica de Berkeley», con varias publicaciones en su haber. En los años re-
cientes, se ha interesado por los gobiernos provinciales coloniales y las diversas empresas de Cortés en América.
(3) Las citas del libro que reseñamos aparecen entre paréntesis, sin mención alguna al autor ni al año de la edición.

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juzgado. f.l autor aborda su juris- mayor protección. Un ejército bu- que inaguró el servicio y que fue
dicción, atribuciones, reformas, rocrático de dimensiones variables, uno de sus principales gestores-
cuerpo burocrático y asuntos so- cuyo cuerpo básico a fines del siglo sugirió que se devengue una suma
metidos a su autoridad). El penúl- XVI estaba compuesto por el vi- de los tributos anuales recaudados
timo capítulo explora las jurisdic- rrey, un asesor, dos secretarios de por las comunidades; que, sin em-
ciones exentas al Juzgado, y el últi- gobernación y de cámara, dos abo- bargo, se opusieron tercamente y
mo incluye un breve balance sobre gados -uno para cada sala, civil y prefirieron asumir una obligación
la corte y explica las razones de su criminal- dos procuradores y soli- contributiva adicional (312).
abolición. citadores y un relator, un notario, El Juzgado General de Indios
Por la variedad de temas inclui- un intérprete y un alguacil (242- gozaba de jurisdicción sobre la ma-
dos, hemos optado por una selec- 243). Es por eso que esta corte dc"- yor parte de la Audiencia de Méxi-
ción temática, enfatizando ciertos sarrolló su propio esprit de corps y co. La otra audiencia, con la que
aspectos medulares, que nos pue- gracias a su burocracia pudo pres- constituía el virreinato de la Nueva
den brindar valiosas pistas para re- tar servicios con gran autonomía. España, Nueva Galicia (con sede
construir la historia judicial latí- Por lo demás, en los más de dos en Guadalajara), tenía un propio
noamericana. siglos de servicio -su funciona- . sistema de atención a la población
r miento se inició en 1592- el cuerpo nativa. No obstante, ambas se nu-
El sistema alternativo de cortes fue paulatinamente creciendo a tal trían del mismo cuerpo de cédulas,
especiales punto que a fines del siglo XVIII, producido para proteger a los na-
nos encontramos con una asom- turales.
El Juzgado General de Indios brosa maquinaria compuesta por En la audiencia de México, exis-
fue creado merced a una orden real cerca de medio centenar de funcio- tían dos entes relativamente autó-
en abril de 1591. Acompañada pos- narios (vid. 445-450, cuadro 7.1. Es- nomos y exentos de la autoridad
teriormente de varios despachos, te cuadro es comparativo de sala- del Juzgado: el Marquesado del
estas disposiciones constituyeron rios y personal en distintas épo- Valle de Oaxaca y la Capitanía Ge-
el marco de actuación legal de la cas). neral de Yucatán. El Marquesado
corte. Sus atributos jurisdiccionales Como la tarea primordial del del Valle era una concesión seño-
comprendían las disputas que en- Juzgado era resolver disputas, el rial otorgada por la corona al con-
frentasen a indios entre sí o a éstos virrey contaba con un asesor letra- quistador Hernán Cortés en retri-
cuando fuesen demandados por do que, a diferencia de él, era un bución a sus servicios colonizado-
españoles. Dentro de la gradiente experto en materias jurídicas. De- res. Un caso excepcional conjunta-
judicial era competente -no de ma- pendiendo del temperamento del mente con el brindado a los des-
nera exclusiva- en primera instan- vicesoberano, el asesor letrado po- cendientes del almirante Cristobal
cia, en asuntos civiles y criminales. dría ejercer mayores facultades. Colón. (VON WOBESER, 1985:
Las apelaciones subían a la Au- En el siglo XVIII, el crecimiento de- 167). Como señorío tenía un propio
diencia. Sin embargo, el mayor mográfico del cuerpo incrementó sistema de administración judicial,
caudal de causas indias enfrenta- la cuota de asesores, quienes vir- mas éste no era plenamente autó-
ban a los naturales con los coloni- tualmente desplazaron al virrey en nomo. Así, v.g., el rey nombraba
zadores, y a pesar de que las cédu- la tarea de juzgar, reservándole só- un "juez conservador" -habitual-
las constitutivas no lo autorizaban, lo la de firmar en los decretos ya mente un oídor- sugerido por el
los virreyes -quienes presidían el actuados (256-258). marqués. La historia del señorío
tribunal- supieron arrogarse la Los gastos para la manutención fue irregular, revertiendo en algu-
competencia sobre estas disputas de la maquinaria serían sufragados nos casos a la corona -por ejemplo,
(104-119). por la pobláción india en razón de a raíz de la acusación de conspira-
El tribunal contaba con un con- un tributo especial: el medio real dor a Martín Cortés en 1567, ésta
junto de funcionarios especiales - de ministros. Por éste, todo indíge- engrosó el patrimonio real- pero se
los "agentes indios del medio real"- na jefe de familia debía entregar un mantuvo en manos de los descen-
quienes se encargaban de tramitar medio real anual para acceder a las dientes de Cortés, hasta que extin-
las causas de los naturales, aseso- bondades del sistema. En un prin- guida la línea directa y por vías
rarlos legalmente y brindarles la cipio, Luis de Velasco II -virrey nupciales pasó a diversas casas no-
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les europeas. f.. pesar de contar con deseaban, los naturales podían liti- En el otro extremo, las reformas
un sistema judicial autónomo y un gar en sus juzgados locales. borbónicas procuraban mejorar la
cuerpo encargado de proteger a los Una decisión de este tipo engar- administración racionalizando las
naturales, algunas de sus causas se zaba plenamente dentro de la ideo- tareas de los virreyes. El Juzgado,
ventilaban ante el Juzgado General logía jurídica española, que tolera- en esta perspectiva, era uno que
de Indios en México (334-335, 343- ba juzgados especiales por las ca- alimentaba indebidamente sus fun-
344). racterísticas de los individuos o la ciones (384-386). Lentamente la en-
En el siglo. XVI, la creación del ·naturaleza de los asuntos. (GON- tidad fue golpeada por un discurso
Juzgado generó gran polémica. El ZALEZ, 1981:44; SOBERANES, ilustrado que la consideraba in-
debate doctrinario fue muy intenso 1980:188-190; vid. COBO (1639), compatible con los nuevos ideales
pues los juristas reales se resistían 1964 II:335-350, 401-402). De hecho, políticos que propugnaban la ple-
a considerar a los indios "misera- en el virreinato peruano existían na igualdad jurídica. (398-407).
bles", ya que una clasificación así mecanismos alternativos de pro- Aunque formalmente desapare-
implicaba una protección especial tección que la Corona procuró sean ció en 1820, no se extinguió en
del rey -la doctrina de la "obliga- emulados (94-95). Por otro lado, la cambio las necesidades que le die-
ción"-. Protección que convertiría propia experiencia novohispana ron origen. Durante el siglo XIX,
los asuntos de los naturales en "ca- contaba con las viejas prácticas de diversas entidades fueron creadas
sos de corte", desvirtuando el afo- los virreyes, que, como Antonio de para atender las demandas indias
rismo ordinario del actor sequitur Mendoza (1535-1550), solían char- (LIRA, 1985:350). El propio profe-
forum reí, por el cual los coloniza- lar con los indígenas y emitir reme- sor BORAH recuerda que en los
dores acusados eran juzgados ante dios administrativos. Un virrey años 30, mientras realizaba sus in-
sus tribunales y leyes (23, 90-94). enérgico y hábil, como Luis de Ve- vestigaciones en el Archivo Gene-
Un tribunal para los indios tam- lasco II, ejecutó las reformas y diri- ral de la Nación de México, presen-
poco resultaba atractivo para los gió personalmente su aplicación ciaba cómo el entonces presidente
funcionarios de la Audiencia, abo- (98-104) 4. Lázaro Cárdenas prestaba audien-
gados, procuradores, escribanos y El tribunal, por cierto, fue objeto cia a los "indios". Esta corte apa-
todos los que obtenían estipendios de varios ataques. Durante mucho rentemente desaparecida, seguía
por prestar servicios legales. Un tiempo hubo acusaciones de extor- funcionando como en los remotos
sistema alternativo los privaría de siones y cobros ilegales, que pro- años del siglo XVI, cuando el vi-
caudalosas rentas máxime si la liti- dujeron en su dilatada existencia rrey Antonio de Mendoza medía
giosidad indígena iba en aumento. varias reformas (283-300). En el Si- su tiempo para escuchar las peti-
La Corona finalmente alármada glo de las Luces, uno de sus adver- ciones de los indios.
ante una litigación inmanejable y sarios mas acérrimos, el licenciado
una pérdida ingente de población Hipólito de Villarroel acusaba al El rol de la litigación:
india, optó por el sistema especial. Juzgado de proteger a indígenas juridización y resistencia
Así, dotó a los naturales de un tri- venales y sugería una estructura
bunal especial para sus causas en social unificada donde la plurali- La Corona Española diseñó para
primera instancia. Una jurisdicción dad de fueros no fuese tolerada América un ambicioso proyecto
que no sería exclusiva, pues si lo (381-384). administrativo. Impregnada de un

(4) Las reformas judiciales toledanas pueden consultarse en las ordenanzas sobre pleitos de indios (BALLESTEROS, 1752:185-190v).
Estas ordenanzas fueron emitidas en La Plata, el22 de diciembre de 1574, durante la "visita general" del virrey al sur peruano. El
Juzgado del Cercado de Lima fue instituido durante el gobierno del virrey Luis de Velasco en 1603. Velasco era un funcionario
familiarizado con los asuntos indianos -su padre, Velasco "el viejo", fue virrey de la Nueva España- y un administrador con ex-
periencia de gobierno. De allí su enérgica decisión de implantar un tribunal con características similares al novohispano que él
mismo había inaugurado. (COBO (1639), 1964 II:349-350). El profesor Silvio ZABALA ha descrito las comparaciones que los vi-
rreyes novohispanos hicieron entre México y Perú, al ser designados vicesoberanos de estos virreinatos. La excesiva litigación de
los naturales era una de ellas, aunque estos virreyes advertían que los maltratos y extorsiones a los indios eran peores en el vi-
rreinato peruano (ZAVALA, 1975:19,21). Aunque la muestra se limita a dos virreyes -Martín Enriquez de Almansa y Luis de Ve-
lasco- sus comentarios son importantes. ZAVALA sugiere que las impresiones sobre problemas comunes en ambas áreas y las
relaciones entre éstas, constituyen un tema férUl para la investigación (1975:22).

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regalismo acentuado, fue continua- Así, algunos indios, como el licen- nuevo discurso.
dora de la "política inagurada por ciado Luis Ximénez de Mendoza - Estos mecanismos de asimila-
los Reyes Católicos de promover sacerdote y cacique de Tlaxcala- ción de un discurso jurídico exter-
una burocracia instruida y distante graduado ep Leyes, actuaba como no no sólo fueron resultado de su
socialmente de la nobleza. La ad- representante de su pueblo en la presencia masiva en cortes. Los di-
ministración colonial debía ser Audiencia (304). Con el manejo de versos actos negociales que envol-
fuerte y ajena a los intereses de los la escritura y el conocimiento del vieron a muchos naturales, lleva-
colonizadores y, como en España, Derecho, los naturales redactando ban implícito un código cultural -
las funciones públicas debían ser peticiones y memoriales ante la con cláusulas cuyo tenor iba redac-
ocupadas por un personal probo y corte o el Rey, sabían que podían tado en latín- que aludían a los be-
educado. Es así que nació una obtener ciertos beneficios. neficios, prerrogativas y facultades
práctica de colocar en los cargos Los naturales percibieron enton- adquiridas o transmitidas (vid., pa-
públicos a un grueso sector de jó- ces que una sociedad con nuevos ra los Andes: GUEVARA, 1987 ll:
venes educados en Derecho (KA- símbolos -cortes, funcionarios, in- lii 34-137). En un mundo de reaco-
GAN, 1974; BURKHOLDER y térpretes en los procesos legales, modos y con un nuevo poder en el
CHANDLER, 1977: 9-10; HAMPE, "papeles"- empezaba a edificarse y área, se condujo probablemente a
1986: 171). que éste era el referente privilegia- que muchas comunidades guarda-
Estos funcionarios, aunados a la do en el nuevo ordenamiento pro- sen celosamente la documentación
avalancha de migrantes que cum- ducido por la colonización. CÜan- colonial, conservándola durante
plirían funciones legales (MALA- do los naturales novohispanos fre- centurias (CAILLAVET, 1985;
GON, 1966: 81-100) -como los "es- cuentaban las cortes, llevaban en GUEV ARA, 1987 iii: IV 11 0-111;
cribanos"- formaron lo que Angel sus reclamaciones -redactadas por MALAGON, 1966: 99). Tal vez lo
RAMA ha llamado la «ciudad le- abogados- un conjunto de referen- jurídico fue dentro de un proceso
trada» (1984: 25). Una sociedad se- tes paradigmáticos (54-55). En efec- de transformaciones, un vehículo
creta caracterizada por su conoci- to, asimilaron un discurso concep- importante para moldear una so-
miento de la escritura -el signo evi- tual-el pensamiento Legal- que duran- ciedad nueva que cambiaría para
dente de la colonización- y su cer- te centurias había sido objeto de dis- siempre la suerte de los indios.
canía al poder. Una relación que en cusiones en . Europa Continental
el ejercicio de las funciones jurídi- (310). ¿Resistencia indígena?
cas se tradujo en leyes, reglamen- Descubrieron, de otra parte, que
tos y decisiones (RAMA, 1984: 41). las decisiones de una corte podían Las estrategias de adaptación y
Estos hombres que manejaban- ese apelarse; que la invasión de un resistencia de la población abori-
raro y valioso instrumento, causa- predio podía remediarse celera- gen colonial americana han sido
ron un~ fuerte impresión a los na- mente con solicitar un "amparo en materia de discusión, y han provo-
turales . la posesión"; o que los daños de- cado una abundante literatura
Algunos indígenas hispaniza- bían ser resarcidos (49-52, 154-158). (KEEN, 1985: 671-674; KELLOG
dos descubrieron que su manejo Asesorados por abogados o "pro- 1988:432-433; LARSON, 1986:25-30;
era imperativo para enfrentar a los tectores" -funcionarios nombrados ZAMORA, 1987:336-338). El desa-
colonizadores (ADORNO, 1989: para brindarles consejos legales, rrollo teórico ha provenido princi-
21-22, 225-245). Pero los signos defenderlos en procesos y supervi- palmente de la· antropología, que
iban asociados al discruso, y en es- sar sus actos negociales- vieron in- ha creado un valioso material para
te extremo el Derecho era valioso. filtradas en sus motivaciones ese delinear los mecanismos de coer-

(5) En la experiencia prehispárúca mexicana había una tradición pictográfica conservada en códices, que los funcionarios colorúales
asimilaron como «libros de indios» (JANSEN, 1982 I: 34-41). Es plausible que los indígenas novohispanos no se hubiesen asom-
brado tanto -como los de los Andes- de los instrumentos de los colonizadores (libros, plumas, papeles, etc.). Por otro lado, la pic-
tografía mexicana es un medio de comunicación diferente al alfabeto latino, pues está constituida por imágenes y símbolos
(JANSEN, 1982 I: 81-84). Una observación sugerente proviene de un crorústa español, fray Toribio de Benavente-Motolinla,
quien escribía asombrado que los naturales registraban en su picto~ sus diversos pleitos y sentencias (JANSEN, 1982 I: 36).
Respecto de la documentación colorúal, puede consultarse a CORTEZ (1971).

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ción, autoridad, asimilación y re- El profesor BORAH ha resumi- establecía una distancia de 500 va-
producción social realmente exis- do 173 expedientes -174 en la ver- ras entre las haciendas y el casco
tentes en las sociedades coloniza- sión inglesa- tramitados directa- de las comunidades. Como los in-
das. mente ante el Juzgado .General de dios empezaron a extender el casco
En la literatura sobre América Indios. Estos han sido clasificados para solicitar derechos sobre las
colonial de la década pasada, el en seis rubros, que abordan desde tierras de las haciendas, los propie-
Derecho ha sido objeto de peculiar litigios sobre tierras hasta la super- tarios indignados exigieron refor-
atención. Así, algunos trabajos per- visión de barrios y comunidades mas legales. Finalmente se estable-
miten vislumbrar la capacidad in- indígenas. Este capítulo quinto -el ció que el límite no partiese del casco
dia por apropiarse del discurso ju- más extenso del libro- procura del poblado, sino del centro del pue-
rídico colonial y del empleo siste- brindar una visión panorámica so- blo y específicamente desde la igle-
mático de los canales judiciales que bre las funciones del Juzgado por sia de la comunidad (146-148).
podían brindarles protección para medio de su tarea concreta: la reso- A pesar de que los indios eran
enfrentar los efectos de la coloniza- lución de las disputas sometidas a pasibles de un sinnúmero de exce-
ción (v.g., BORAH, 1985; CUTTER, su autoridad. sos, el discurso jurídico colonial
1986; STERN, 1986: 185-218). El A pesar de que las cédulas cons- era lo bastante abierto para filtrar
profesor KEEN ha emparentado titutivas no lo autorizaban, el Juz- sus reclamaciones.
estos escritos como una literatura gado resolvía disputas en las que Por otro lado, los naturales co-
que enfatiza el rol del sistema legal los emplazados eran españoles. nocían sus potencialidades para
español en las sociedades indíge- Los casos más comunes involucra- maniobrar en un territorio desco-
nas americanas. Dentro de esta lite- ban disputas sobre tierras, daños nocido como era la corte. En oca-
ratura, el trabajo pionero de Ar- patrimoniales y ll).élltratos físicos. siones solían llevar "preSentes" a
mando GUEVARA (1987) ha su- Dentro del conjunto de derechos y los funtionarios del Juzgado pese a
brayado este mismo fenómeno. acciones, los naturales percibieron que los estipendios estaban expre-
GUEVARA, a partir del estudio so- que algunas figuras legales podían samente prohibidos (287). Virtual-
bre los títulos de una hacienda, ha ser explotadas al máximo y permi- mente las reformas judiciales no
éstabilizado y examinado la habili- tirían acceder a un remedio celero pudieron impedir esta práctica, ali-
dad indígena por seleccionar las y eficaz. El caso más notable, es el mentada en parte por una vieja ·tra-
vías procesales más expeditivas del "amparo colonial", muy popula- dición prehispánica, pero princi-
para acojer sus pretensiones (vid. rizado entre los indígenas, y gracias palmente por una secular descon-
III: N 54-120; una estabilización en al que podían inclusive desafiar de- fianza a la imparcialidad del po-
III: N 166-169). cisiones administrativas (52). der. Ya en México, muchas comu-
Retomando las premisas plan- El "amparo" permitía, además, nidades litigaban no sólo ante el
teadas por TRAZEGNIES (1981: remediar y suspender un daño pa- Juzgado General de Indios, sino
195-207), GUEV ARA sugiere una trimonial intolerable. Así, los in- ante la Audiencia; lo habitual era
lectura del Derecho como un espa- dios de San Nicolás Cuitlatetelco que la Audiencia turnase el caso al
cio maleable -alimentado por ele- requerían al virrey protección por- virrey para que éste decidiese en
mentos internos y externos- que que habían sido expulsados por es- primera instancia. Los indígenas
materializa intereses. De algún mo- pañoles y algunos indios del lugar sabían muy bien que el Juzgado
do, estos trabajos sobre el sistema donde cada sábado realizaban sus solía acoger sus pretensiones, pero
legal colonial y sobre otros aspec... ferias (154). El "amparo" permitió, cuando iban perdiendo un caso, in-
tos de la vida india, forman parte sin duda, que muchas comunida- mediatamente recurrían a la Au-
de un movimiento que ha resalta- des cautelasen sus recursos y acti- diencia aprovechando el ostensible
do la capacidad india por desem- vidades (154-158). Otras nociones, desorden de los archivos. En casos
peñar un papel activo en la socie- como la del "fundo legal", fueron extremos esperaban un tiempo
dad colonial y entenderla como objeto de polémica y generaron prudencial y reiniciaban sus recla-
fruto de una interacción entre colo- abiertos problemas. A mediados maciones (308-311). ·
nizados y colonizadores (KELLOC, del siglo XVI, una ordenanza vi- Algunos pueblos, como la pro-
1989: 215-219; ZAMORA, 1987: rreina! asignaba a los indígenas vincia de Tlaxcala, no ventilaban
345-346). una núnima porción de tierras y sus acciones ante el Juzgado, sino
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Reseña de libros

referían la Audiencia, renunciando rrollaban al interior de las comuni- blación indígena de los coloniza-
así al trato'especial que brindaba el dades y versaban sobre la titulari- dores, e intervino en las agrias po-
tribunal (307-308). dad de los cacicazgos, excesos de lémicas que enfrentaron a los natu-
Un aspecto importante, era la los jefes comunales, o impugnacio- rales. A su vez, éstos asimilaron el
oportunidad de las reclamaciones. nes por elecciones fraudulentas. discurso jurídico en aras de proteger
A pesar de la existencia de normas . Como la población indígena había aquello que consideraron valioso,
tuitivas, los naturales no estaban sido concentrada en pueblos, los desarrollando estrategias múltiples.
dispuestos a desafiar a los poderes españoles procuraron que tuviesen A la luz de toda la documenta-
locales acusándolos por maltratos, una organización similar a la de ción consultada durante décadas,
sino cuando devenían en intolera- cualquier villa. Esto incluía la reno- el autor concluye con unas refle-
bles. Al presentar sus reclamacio- vación anual de las autoridades co- xiones que vale la pena retomar:
nes, incorporaban un sinnúmero munales, que debían ser confirma-
de atropellos previos que, a pesar das por el juez local o por el virrey. «Todo el sistema ofrecía a los
de violar las normas españolas, ha- Una posición expectante generó naturales mucho espacio para ma-
bían sido permitidos (197). enormes tensiones en la comuni- niobrar, del que no tardaron en to-
Los naturales habían establecido dad y provocó odios entre faccio- mar ventaja, pues si bien es verdad
una gradiente que incluía el dere- nes que alimentaron una enorme que los imperialistas suelen estu-
cho que se iba a reclamar, la opor- cantidad de procesos (208-212). diar a sus colonizados, no menos
tunidad en su presentación y el tri- Así, la vida comunal estaba muy cierto es que los colonizados estu-
bunal donde se ventilarían las dis- presente entre los asuntos de la dian a sus amos, con gran atención
putas. Los colonizadores de este corte, la que debía calmar las pa- y sagacidad. ¿Quién podrá decir
modo podían ser neutralizados, si siones encendidas. cuál de los dos entiende mejor al
el uso resultaba adecuado. Vista esta enorme gama de ca- otro?» (235).
Pero las disputas no sólo enfren- sos, ¿cuál era la política judicial
taron a los españoles con los indios practicada por el Juzgado? BO-
ni a éstos con una enorme gama de RAH concluye que la corte asumía Un breve balance
población hispanizada. También un rol principalmente mediador,
enfrentó tenazmente a las.comuni- procurando conciliar a las partes. El sistema de cortes especiales
dades, siendo los litigios por tie- De esta manera, en problemas so- abocadas exclusivamente a las dis-
rras y linderos los más comunes. bre tierras -que solían ocupar a putas de naturales ha sido una
En todos ellos, los indígenas exi- muchas comunidades entre sí- si práctica frecuente en todas las so-
gían el cabal cumplimiento del de- ambas partes exhibían pruebas re- ciedades con pasado colonial (15-
recho castellano, probablemente en lativamente convincentes, la tierra 16). En la conteporánea Papua
un intento de acreditar alianzas se dividía (253). Igualmente, cuan- Nueva Guinea, v.gr., se ensaya
con el "estado" (54-55). Muchas de do los naturales se indignaban por unas cortes rurales que resuelven
estas disputas ·tenían un origen "cobros excesivos" de funcionarios los litigios de los aborígenes, apli-
prehispánico, pues las partes so- coloniales, lo más probable es que cando su derecho consuetudinario
lían exhibir en los procesos regis- el tribunal exigiese una restitución (WESTERMAK, 1986; SCAGLION,
tros pictográficos (139). En esa mis- razonable (254). 1990: 27-31).
ma secuencia, muchos pueblos que- La corte solía manejar un criterio Aunque el Juzgado tendía a
rellaban contra otros solicitando a de sociedad estamental debidarnen- . aplicar el derecho castellano y el
las autoridades coloniales pertenecer .te ordenada, donde todos sus miem- colonial (261-263), se alimentaba de
a otra "cabecera", en un ánimo evi- bros ocupaban un lugar -y un rol- de la misma filosofía, que inaugura
dente de independencia (212-214). manera pacífica. Cualquier exceso o mecanismos de protección a quie-
Corno una nueva literatura lo ha su- alteración debía ser corregido, pues nes se consideran el segmento más
gerido, es probable que estas dispu- atentaba contra la propia visión de débil de la sociedad. Una debilidad
tas se desarrollen animadas por esta- la sociedad que los funcionarios es- que se ve agravada cuando colisio-
blecer los límites de la identidad co- pañoles compartían (310). nan dos culturas que n11nca tuvie-
munal (BONILLA, 1989: 5-6). A pesar de sus limitaciones, el ron un contacto previo. Lo intere-
También los conflictos se desa- Juzgado permitió cuatelar a lapo- sante es resaltar la lucidez de la ad-

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Derecho & Sociedad
ministración colonial española por lerencia española del medioevo La historia del profesor BORAH
diseñar todo•un sistema de asisten- con los judíos y musulmanes, .1sí es prefen.:ntemente el estudio del
cia a pesar de la oposición de fun- como la vieja pra~.-uca J..: ¡x.·nnitir tribunal. Aunqu~ .d .1utur no des-
cionarios y colonizadores, dotando juzgados especial~:.. ~.·uiJ<i l<i:. d1:.puta::. ni a los indios
al cuerpo de ingresos y personal Conforme la culuni7l'lción gene- l.!n~tudlo::. ~:n dl<i::., (·! propósito
calificado. raba pautas comunes, ~1 juzgado principal es exponer la larea vida
El tribunal ensayado en gran es- devino en una corte ct~ auAihu p.lrJ d~ esta institución. l'ostt:~ciur..:!:i es-
.cala para la Nueva España y el Pe- el grueso sector que formaría lJ. ba- tudios se ucuparán J..: .:J.da sector
rú -BORAH llega a afirmar que el se social de una estructura social agrupado hoy en un tuJo ínkgral.
aparato era más elaborado en el unificada. Por cierto, este proceso De ellos el L'Studio peculiar de la li-
Perú, (405) (vid. BORAH, 1970)- no fue uniforme, pues la suerte de tigación e historia legal de los indí-
permite corroborar la capacidad de diversos pueblos indígenas ameri- genas, ampliarán nuestras perspec-
la administración por controlar las canos fue desigual. Pero en mu- tivas sobre los reacomodos y trans-
demandas de todos los cuerpos so- chos casos los descendientes de los formaciones de los pueblos indios
ciales dentro de una visión esta- colonizados engrosarían aquel seg- en el mundo colonial.
mental y gremial. Una política en mento que todos reconocerían co-
que fue decisiva la tradición de to- mo el más "pobre" y "atrasado".

Cortés y Moctezuma
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Derecho & Sociedad
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