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La Norma EN 795 especifica los requisitos, los métodos de ensayo, las

instrucciones y el marcado de los dispositivos de anclaje, destinados a ser


utilizados con Equipos de Protección Individual contra las caídas de altura.

La normativa que regula los sistemas anticaídas líneas de vida exige una serie de


requisitos que son indispensables a la hora de garantizar las mejores condiciones
de trabajo posibles.

¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS GENERALES DE LA NORMA?

Como requisito general se puede considerar que todos los puntos de anclaje, fijos
o portátiles, tienen que estar diseñados para que una vez conectados a un Equipo
de Protección Individual  no puedan ser desconectados involuntariamente.

La norma forma parte de la protección y seguridad del trabajador como recoge


la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

TIPOS DE LÍNEAS DE VIDA UNE EN 795: 2012

La normativa UNE EN 795 recoge, a través de diferentes disposiciones, todos


estos diferentes tipos.

En esta norma hay que diferenciar entre:

• UNE EN 795 anclajes o líneas de anclajes o de vida.


• EN 795 A1 anclajes únicos para superficies verticales, horizontales e inclinadas.

• Normativa EN 795 A2 anclajes únicos para los tejados inclinados.

• EN 795 B anclajes portátiles provisionales.

• EN 795 C línea de vida horizontal flexible.

• EN 795 D línea de vida horizontal rígida.

• UNE EN 795 E anclaje horizontal de peso muerto.

Es decir, la norma EN 795 regula los dispositivos de anclaje, anclajes únicos o


líneas de anclaje o de vida.

Además, la UNE EN 353 recoge los sistemas de líneas de vida verticales con


punto de anclaje flexible (UNE EN 353.1) y rígido (UNE EN 353.2).

Contacto Instalación Líneas de Vida LuxTop

LÍNEAS DE VIDA HORIZONTAL

La UNE 795 recoge los criterios para las líneas de vida horizontales divididos
según los tipos como: flexibles, temporales y rígidas.

EN 795  C

La UNE EN 795 clase C incluye a los dispositivos de anclaje equipados con líneas


de anclaje flexibles horizontales. Se conocen como líneas de vida horizontales,
y no pueden desviarse de la horizontalidad más de 15 º.

Estos dispositivos tienen que estar proyectados de forma que no sea posible, que
un punto de anclaje móvil pueda desconectarse involuntariamente, debe tener
terminales de tope, y si el anclaje móvil tiene un dispositivo de apertura, éste debe
de contener dos acciones voluntarias y consecutivas para conectarlo y
desconectarlo.

Si la línea de vida es de cuerda, bandas o cable metálico, deberán ser como


mínimo del doble de la fuerza máxima aplicada a la cuerda, banda o cable. Esto
será aplicado igualmente cuando las instrucciones del fabricante contemplen la
utilización simultánea de dos a más personas.

En los dispositivos de anclaje tipo C (horizontal flexible) las instrucciones


deben incluir la fuerza máxima permisible sobre los anclajes estructurales,
terminales o intermedios.

Para las clases C y E el fabricante o instalador debe indicar sobre la línea de


vida o en su proximidad, al menos los siguientes parámetros:

– El número máximo de trabajadores que pueden conectarse.

– La necesidad del uso de absorbedores de energía.

– La altura libre mínima exigida.

EN 795 B

La UNE EN 795 B aplica a las líneas de vida horizontales temporales, y


también establece criterios para cables y para textil.

EN 795 D

Y la normativa UNE EN 795 D establece los criterios del riel para las líneas de


vida horizontales rígidas.
LÍNEAS DE VIDA VERTICAL

De la misma manera, la normativa que recoge las condiciones para las líneas de


vida vertical se encuentra dentro de la UNE EN 795: 2012. Se trata de
establecer una serie de criterios de norma de seguridad en altura y en materia de
prevención de riesgos laborales para minimizar al máximo posible lo que pueda
ocurrir al trabajador.

De esta forma la normativa para líneas de vida verticales se divida en dos.

UNE EN 353-1

La normativa para las líneas de vida verticales rígidas UNE EN 353-1, que


establecen los criterios para el cable y el riel. De esta forma se cuenta con toda la
información necesaria para poder trabajar con garantías de seguridad.
UNE EN 353-2

Y a su vez, encontramos la normativa que recoge las líneas de vida verticales


flexibles UNE EN 353-2, y que establece criterios de seguridad para los cables y
las cuerdas.

LUXTOP Y LA NORMATIVA UNE EN 795

Desde Lux Top nos hemos especializado en la fabricación, el montaje y la


distribución de sistemas anticaídas como por ejemplo las líneas de vida.
Realizar la instalación de líneas de vida acorde a la normativa UNE 795 2012 es
clave para asegurar que los trabajadores puedan contar con toda la seguridad en
el desempeño de sus funciones laborables.

En Lux Top cubrimos los diferentes tipos de líneas de vida como podrían ser las
líneas de vida de cable. A su vez pueden ser líneas de vida horizontales, líneas
de vida verticales y líneas de vida provisionales.
La instalación de líneas de vida normativas Lux Top garantiza el cumplimiento
de toda la normativa vigente independientemente del tipo de montaje que
tengamos que realizar. Los sistemas anticaída LuxTop, las líneas de vida, la
cuerda de vida o el cable de vida y en definitiva todos los elementos que se
dispongan para el trabajador contarán no solo con el aval de nuestra experiencia,
sino también con el estricto cumplimiento de la normativa vigente en materia
de prevención de riesgos laborales.
Elegir el anclaje adecuado para un sistema de protección contra caídas puede
generar algunos quebraderos de cabeza; ¿se pueden usar anclajes sin norma EN
795? ¿Y sin marcado CE? ¿Puedo colgarme de una línea de vida? Como
instalador, ¿debo entregar algún tipo de documentación? Ahí va una guía práctica
para usuarios e instaladores.

Contenido [mostrar]
En primer lugar debemos definir el tipo de sistema de protección que vamos a
utilizar: ¿deberá este sistema detener una caída (sistema anticaídas) o solamente
evitar que ésta llegue a producirse (sistema de retención)? ¿Necesitaremos
suspendernos de él (sistema de acceso por cuerdas)? ¿Cuántas personas se
conectarán al anclaje?

Una vez acotado el sistema de protección, toca elegir el dispositivo de anclaje. Y


aquí empieza a complicarse el asunto; a la extensa oferta de marcas y modelos,
debemos sumarle la no menos extensa variedad de tipos de fijación (expansivos,
químicos, embridados, soldados, roscados, etc.) y, sobre todo, la densa y casi
impenetrable selva de normas, directivas y especificaciones técnicas.

Para complicar aún más las cosas, debemos enfrentar nuestras dudas razonables
a un sinnúmero de mitos y leyendas, un ruido de fondo grabado a fuego en
nuestro subconsciente del cual no es fácil desprenderse. Así a bote pronto y sin
orden definido se me ocurren las siguientes objeciones/afirmaciones:

1. No, no todos los anclajes que utilizamos en sistemas de protección contra caídas
cumplen o deben cumplir con la norma EN 795/2012.
2. No, no todos los dispositivos de anclaje tienen que llevar marcado CE.
3. Sí, algunos dispositivos de anclaje permiten ser usados por más de un usuario
simultáneamente.
4. No, no todos los anclajes EN 795 pueden usarse en un sistema de suspensión.
5. Sí, las empresas instaladoras deben entregar documentación que evidencie la
correcta instalación del dispositivo así como las indicaciones necesarias para su
uso.

Anclajes EN 795 A. Foto: © Héctor del Campo


Para intentar dar respuesta a ésta y otras dudas, en este artículo se han
clasificado los anclajes en tres categorías: anclajes estructurales, dispositivos de
anclaje EN 795 y anclajes fuera de norma. También se dedica un capítulo a
repasar las distintas obligaciones y responsabilidades de los tres actores que
participan en la instalación de un dispositivo de anclaje (fabricantes, proyectistas,
instaladores) así como a la documentación que debe ser entregada.

Definiciones

Antes de entrar en materia, vamos a repasar algunas definiciones:

Sistema de anclaje: conjunto total de componentes que incluyen un dispositivo


de anclaje y una estructura portante. Por ejemplo el conjunto formado por plaqueta
de anclaje, fijación expansiva y estructura de hormigón.
Dispositivo de anclaje: elemento o serie de elementos o componentes que
incorporan uno o varios puntos de anclaje. Por ejemplo, una línea de vida
horizontal está compuesta por numerosos elementos y componentes (como las
fijaciones, el absorbedor de energía, etc.) siendo el propio cable el punto de
anclaje.
Punto de anclaje: elemento al que puede ser conectado un equipo de protección
individual tras la instalación del dispositivo de anclaje. Es, por ejemplo, el agujero
de una plaqueta de anclaje al que conectamos un mosquetón o el propio cable de
una línea de vida horizontal.
Anclaje estructural : elemento o conjunto de elementos fijados a una estructura
de forma permanente al que es posible sujetar un dispositivo de anclaje o un
equipo de protección individual contra caídas. Su función es o bien servir de
soporte a un dispositivo de anclaje (por ejemplo una varilla roscada fijada
mediante resina química a la que se le coloca una chapa) o bien funcionar como
dispositivo de anclaje por sí mismo porque ya tiene un punto de anclaje (tensores
tipo Petzl Batinox).
Elemento de fijación: es el elemento cuya función es servir de soporte a un
dispositivo de anclaje pero, al contrario que el anclaje estructural, sí puede ser
desmontado de la estructura. Por ejemplo, sería un elemento de fijación un tornillo
que atraviesa el ala de una viga de acero y sobre el que podemos colocar una
plaqueta de anclaje.

Anclajes estructurales

Como hemos visto en el capítulo anterior, un anclaje estructural es aquel que


queda fijado de manera permanente a la estructura portante. Si bien en su
mayoría tienen como función servir de soporte para un dispositivo de anclaje (por
ejemplo una plaqueta de anclaje), en algunos casos también pueden funcionar
como dispositivo de anclaje por sí solo al incorporar éste un punto de anclaje.
Ejemplo de anclaje estructural con punto de anclaje incorporado
Los anclajes estructurales son considerados “productos de construcción” según
la Directiva Europea de Productos de la Construcción 89/106/CEE, que los define
como aquellos productos fabricados para ser incorporados con carácter
permanente a las obras de construcción.
El marcado CE de estos elementos CE (no confundir con el CE de los anclajes EN
795, hablo de ello más adelante) es opcional. Su correcta instalación, el campo de
aplicación y las especificaciones de calidad vienen reflejadas en un documento (o
especificación técnica) que certifica sus características DITE (Documento de
Idoneidad Técnica Europeo).

Todo anclaje con DITE (no todos los llevan) incluye las instrucciones necesarias
para su buen uso e instalación. El método de cálculo de estos anclajes responde a
los requisitos de los anexos de la Guía de homologaciones técnicas Europeas
(ETAG).

Tipos de fijación

Los sistemas de fijación más habituales de un anclaje estructural son:

Mediante soldadura
Estrictamente hablando los anclajes soldados no entran en la categoría de
anclajes estructurales (tampoco en la de dispositivos de anclaje EN 795) aunque
los incluyo aquí ya que son un recurso muy habitual. Normalmente se suele soldar
una pletina a la que se atornilla un dispositivo de anclaje tipo plaqueta.
Anclaje soldado en grúa de turbina eólica marina. © Héctor del Campo
Las orejetas que encontramos en diferentes tipos de máquinas y estructuras
(como un silo o la multiplicadora de un aerogenerador, por ejemplo) son otros
ejemplos de anclajes fijados mediante soldadura.

Mediante anclaje pasivo


La Nota Técnica de Prevención 893 sobre anclajes estructurales lo define
como anclaje estructural que se incorpora al soporte en el momento de su
conformación (por ej.: anclaje de espera en una zapata de hormigón).
Mediante anclaje activo
Son los más habituales y los que trataremos en este artículo. Un anclaje
estructural activo es un elemento o conjunto de elementos que, introducidos en un
orificio realizado en el soporte queda fijado como parte del mismo por presiones
laterales, adhesión o como consecuencia de su forma. Entran en esta categoría
por ejemplo, los anclajes expansivos, los químicos, las fijaciones basadas en
remaches, los autorroscantes para hormigón tipo Multi-monti, etc.
Los anclajes estructurales activos se pueden clasificar según sus principios de
funcionamiento:

Rozamiento: se perfora un agujero en la estructura (generalmente hormigón o


roca) y se introduce el anclaje que, al expandirse, queda fijado al soporte por
acciones mecánicas ejerciendo presiones laterales. El ejemplo más habitual es el
anclaje expansivo tipo parabolt.
Anclaje estructural expansivo tipo «parabolt»: fijación por rozamiento.
Este tipo de fijaciones, además de su rápida instalación, tiene la ventaja de que
permite aplicar la carga inmediatamente tras su instalación. Entre sus
inconvenientes está el hecho de que provoca tensiones en el material base
(también conocidas como conos de presión), por lo que exige respetar una
distancia mínima entre anclajes y a borde (establecidas por cada fabricante).

Adhesión: se perfora un agujero y se rellena con una resina química fluida que
solidifica y se adhiere a las paredes del mismo. Mientras la resina permanece
fluida se introduce un anclaje (por ejemplo una varilla roscada) al que luego se
fijaran otros elementos como puede ser una plaqueta de anclaje.

Son los denominados anclajes químicos sobre estructura maciza (no confundir con
los químicos sobre estructura hueca, que no se fijan a la estructura mediante
adherencia sino mediante forma, ver más abajo).

Al contrario de las fijaciones por rozamiento, tienen la ventaja de no producir


presiones internas dentro del soporte permitiendo por tanto distancias entre
anclajes y a borde más reducidas.

Los anclajes químicos por adhesión tienen como principal inconveniente el tiempo
de fraguado (dependiendo del tipo de resina y de la temperatura ambiente, éste
puede superar las 24 horas).
Otra desventaja respecto a los anclajes fijados por rozamiento (expansivos) es
que su instalación es mucho más delicada: aquí el diámetro de la broca, la
limpieza del agujero perforado, la correcta mezcla de la resina química, los
tiempos de fraguado, la humedad, etc. son parámetros claramente determinantes
en la solidez de la fijación.

Forma: el anclaje introducido en el agujero perforado presenta o adquiere una


forma tal durante su colocación que, al chocar con la forma interna del material
base, le impide ser extraído.

Anclaje estructural químico, fijación por forma


Ejemplo de esta fijación son los remaches utilizados comúnmente en la instalación
de postes terminales e intermedios de líneas de vida horizontales sobre cubiertas
de acero: estos postes suelen quedar fijados a la chapa de la cubierta mediante
una decena de remaches de un diámetro que suele rondar los 8 mm.

Otro ejemplo de fijación por forma son los anclajes químicos sobre soporte hueco:
se perfora un agujero, se introduce un tamiz (pequeña malla cilíndrica), se inyecta
la resina (específica para este tipo de fijación), y a continuación se enrosca el
elemento de fijación (por ejemplo una varilla roscada). Al introducir esta varilla, la
resina rebosa por la malla y crea una especie de “bola” que al solidificarse impide
su salida.
Principio de funcionamiento de los anclajes estructurales, ventajas e
inconvenientes. Fuente: INSST

Dispositivos de anclaje EN 795

La norma EN 795, aprobada en 2012 y armonizada en 2015 tras una larga


polémica, abarca una amplia variedad de dispositivos de anclaje y es la norma
técnica de referencia en el ámbito de los trabajos en altura.

Marcado CE

Una de las particularidades de esta norma —y que hace que sea tan confusa— y
es que, de los cinco tipos de dispositivos de anclaje que abarca, dos son
considerados EPI (los de tipo B y E) y tres no. Esto implica que la norma sólo
confiere presunción de conformidad con los requisitos esenciales del Reglamento
UE 2016/425 sobre EPI a los dos primeros, y por tanto son los únicos que pueden
(y deben) llevar marcado CE.

Esto puede generar confusión y hace que fabricantes y empresas instaladoras se


las vean y se las deseen intentando convencer al cliente final de que sus
productos —por ejemplo una línea de vida horizontal— son perfectamente seguros
y cumplen con la normativa técnica y reglamentaria pese a no disponer de un sello
CE que muchos clientes exigen por simple desconocimiento.

Compatibilidad
Los dispositivos de anclaje EN 795 suelen tener limitaciones de uso relacionadas
con el tipo de sistema de protección contra caídas con el que son compatibles.
Que un dispositivo cumpla con la norma no significa necesariamente que pueda
ser utilizado indistintamente en, por ejemplo, un sistema anticaídas (es decir,
donde el anclaje sólo está sometido a tensión cuando se produce una caída) y en
un sistema de acceso por cuerdas (donde está sometido a tensión desde el minuto
1.

Anclaje EN 795 A instalado en aerogenerador con uso limitado a sistemas


anticaídas (si haces zoom puedes leer «For fall arrest only» :)) ©Héctor del Campo
Por ejemplo, las líneas de vida horizontales flexibles (EN 795 C) no suelen ser
compatibles con los sistemas de suspensión (normalmente el fabricante específica
estos límites de compatibilidad en sus instrucciones de uso), al contrario de las
horizontales rígidas.

Otro tanto ocurre con algunos anclajes fijos (EN 795 A), de gravedad (EN 795 D),
o temporales (EN 795 B, por ejemplo los anclajes de puerta): muchos no están
diseñados para ser utilizados en sistemas de suspensión, por lo que es
imprescindible consultar siempre las indicaciones del fabricante.

Dispositivos para un usuario vs dispositivos multiusuario

Otra particularidad de esta norma es que sólo “aborda dispositivos de anclaje para
un único usuario previstos como desmontables de la estructura (EPI) en donde
estén instalados.»
Aquellos dispositivos de anclaje diseñados para ser usados por más de un usuario
simultáneamente —por ejemplo las líneas de vida horizontales— deben cumplir
además con una Especificación Técnica (documento de menor rango que una
norma EN), concretamente la CEN/TS 16415:2013.

Esta especificación técnica es complementaria a la norma EN 795:2012, lo que


significa por ejemplo que una línea de vida horizontal de cable debe cumplir tanto
con la norma EN como con la TS (Technical Specification, en su siglas en inglés).

Resistencia mínima

Los dispositivos de anclaje regulados por la última versión de la EN 795 deben


tener una resistencia mínima de 12 kN si son metálicos y de 18 kN si son textiles.
Estos son valores mínimos y en la actualidad la mayoría de fabricantes ofrece
productos con valores muy superiores a los exigidos por la norma.

Revisiones

La revisión periódica de dispositivos de anclaje debe seguir siempre las directrices


establecidas en la evaluación de riesgos correspondiente teniendo en cuenta las
instrucciones del fabricante y las recomendaciones ofrecidas por la norma EN
795:2012.

Prueba periódica de resistencia de anclaje según EN 795: 5 kN-15 s. A no


confundir con prueba de resistencia para certificar anclaje como EN 795: 12 kN-3
min. © Héctor del Campo
Tanto la periodicidad (anual, bianual, trimestral etc.), como la metodología (ensayo
funcional, de resistencia estática, etc.) o procedimiento quedan a la libre elección
del empresario (o del técnico competente delegado) siempre y cuando éstas no
entren en conflicto con las indicaciones suministradas por el fabricante ni, por
supuesto, con las disposiciones reglamentarias en materia de prevención de
riesgos laborales.

Respecto a las recomendaciones de la EN 795:2012, recalcar que sin ser de


obligada observancia, (la propia norma las define como “informativas”),
constituyen una excelente guía y el referente normativo más específico disponible.
Estas recomendaciones suelen usarse como referencia también para anclajes
estructurales.

De todo esto se habla más detalladamente en el post Revisión periódica de


anclajes EN 795: guía técnica.

Tipos de anclaje

Son cinco los tipos de anclaje contemplados por la norma EN 795:

Tipo A

Dispositivo de anclaje conforme a EN 795:2012 compuesto por punto de anclaje


(la chapa) y anclaje estructural (expansivo). La norma EN 795 sólo aplica al
primero.
Dispositivos de anclaje con uno o varios puntos de anclaje estacionarios y que
necesitan que los anclajes estructurales o elementos de fijación se fijen a la
estructura. No son EPI y por tanto no pueden llevar CE. El ejemplo más
representativo es la plaqueta de anclaje a la que conectamos un mosquetón.

Tipo B
Dispositivos de anclaje con uno o varios puntos de anclaje estacionarios que no
necesitan que los anclajes estructurales o elementos de fijación se fijen a la
estructura. También son conocidos como anclajes temporales o transportables.
Son EPI. Deben llevar CE. Ejemplos: anillos de cinta, trípodes, anclaje de viga, de
puerta, de vacío, etc.

Anclaje temporal de vacío, EN 795 B © 3M/DBI Sala


Tipo C
Dispositivos de anclaje equipados con líneas de anclaje flexibles horizontales. No
son EPI. No pueden llevar CE. Son las líneas de vida horizontales de cable de
acero.

Tipo D
Dispositivos de anclaje equipados con líneas de anclaje rígidas horizontales. No
son EPI. No pueden llevar CE. Línea de vida horizontal de riel.

Tipo E
Dispositivos de anclaje para su uso en superficies horizontales, cuyo
funcionamiento depende únicamente de la masa y la fricción entre ésta y la
superficie (anclajes de peso muerto). Son EPI. Deben llevar CE.

Sistemas de fijación en dispositivos de tipo A, C y D

Para ser fijados, los dispositivos de anclaje no EPI requieren bien de un anclaje
estructural (ver capítulo anterior), bien de un elemento de fijación.

Las fijaciones no estructurales más habituales son:

Embridado: se trata de un sistema de bridas y varillas roscadas que abraza una


viga metálica o de madera. Se utiliza por ejemplo para instalar líneas de vida en
tejados de teja.
Tornillo pasante: un simple tornillo, normalmente de métrica 12 ó superior que
atraviesa el ala de una viga metálica.
Tornillo roscado en soporte metálico: se perfora un agujero y a continuación se
crea una rosca interna con ayuda de un macho de roscar. Muy útil en estructuras
metálicas donde no es posible perforar de lado a lado o donde no es posible
acceder a ambos lados de la estructura (para colocar una tuerca, por ejemplo).
Tornillo autoperforante en chapa metálica: muy habitual en instalación de
líneas de vida sobre cubiertas de acero.

Anclaje terminal de una línea de anclaje flexible horizontal EN 795 C fijado con
tornillos autoperforantes © Héctor del Campo
Taco basculante/paraguas: se introduce una varilla con una pieza basculante
que impide su salida.
Tabla resumen de dispositivos de anclaje según EN 795

Anclajes fuera de norma

Si bien está fuera de toda duda de que, en sistemas de protección contra caídas
de altura, es muy recomendable utilizar anclajes con norma EN 795 o
estructurales con DITE, también existe la posibilidad, en determinados casos, de
utilizar dispositivos fuera de norma. Por supuesto, esto no significa que valga
cualquier “invento” ya que estos anclajes deben cumplir también una serie de
condiciones.

Existen dos opciones:

 Usar un elemento que en sus instrucciones indique que es un dispositivo de


anclaje.
 Utilizar un dispositivo diseñado y calculado por una persona cualificada,
normalmente un ingeniero. Lo habitual es este caso es seguir las
recomendaciones de la norma EN 795 en cuanto a resistencia y compatibilidad.

En cualquiera de los casos estos dispositivos deben estar avalados bien por un
cálculo, bien por una prueba o, mejor aún, por ambas cosas.

Documentación entregada después de la instalación

Cuando se instalan dispositivos de anclaje para ser usados por terceras personas
intervienen normalmente tres entidades distintas:

 El fabricante tanto del propio dispositivo de anclaje como —en los casos en que es
preciso— de los elementos de fijación o de los anclajes estructurales. Garantiza
unas resistencias mínimas bajo unas condiciones de uso determinadas y da
instrucciones sobre su instalación.
 La empresa que realiza el proyecto y determina el tipo de anclaje, su ubicación y
las condiciones particulares de utilización. También debe garantizar la resistencia
de los elementos estructurales sobre los que se asientan los dispositivos de
anclaje.
 La empresa instaladora de los sistemas. Ésta garantiza que la instalación se ha
hecho acorde a las instrucciones del fabricante y del proyecto. En algunos casos
la propia empresa instaladora es también la que realiza el proyecto.

Una vez instalado el sistema, debe entregarse una documentación específica que
es la que prueba el cumplimiento con los requisitos expuestos anteriormente y que
constituye la base sobre la que se apoyarán las sucesivas revisiones.

Concretamente, según la norma EN 795:2012, esta documentación debería incluir,


al menos, la siguiente información:

 Dirección y ubicación exacta de la instalación


 Datos de la empresa instaladora
 Nombre de la persona responsable de la instalación
 Información del dispositivo de anclaje (marca, modelo, tipo…)
 Información de la fijación o del anclaje estructural (marca, modelo, par de apriete,
carga de trabajo…)
 Plano de la instalación (por ejemplo del tejado o cubierta, con ubicación exacta de
los anclajes)
 El informe técnico firmado por la empresa instaladora que certifica, entre otros,
que el sistema ha sido instalado siguiendo las instrucciones del fabricante, que ha
sido instalado en el substrato adecuado, que se ha seguido en todo momento las
directrices del proyecto de instalación, etc.
 Documentación gráfica del sistema, especialmente si las fijaciones/anclajes
estructurales (parabolt, resina química, tornillo, etc.) o el sustrato no son visibles
tras la instalación.

Por último, todo dispositivo de anclaje cuyo uso previsto sea integrarse en un
sistema de protección contra caídas debe ir marcado con un pictograma o similar
que indique claramente que el dispositivo está destinado a ser utilizado
exclusivamente con un EPI de protección contra caídas. De este modo evitamos
sorpresas cuando nos encontramos con anclajes instalados en cubiertas de los
que desconocemos su uso previsto (yo he visto de todo).

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