La desaparición de personas, incluida la desaparición forzada, constituye una violación

multifacética de los derechos humanos, ya que además de causar un daño irreparable a las
víctimas, provoca sufrimiento en sus familias al desconocer su destino final, generando temor e
incertidumbre indefinidos sobre el paradero de las personas. su ser querido, además del deterioro
económico y de la salud física y mental. Su práctica implica la privación de la libertad y en
numerosas ocasiones de la vida.

Nuestro país enfrenta un problema estructural, en términos de desaparición de personas,

derivado de la combinación de corrupción, impunidad, violencia, inseguridad y la connivencia de
varios funcionarios con el crimen organizado, que se agudiza por las condiciones de desigualdad y
pobreza extrema que hacen Dificulta la vida social. vida. desarrollo en el país. Sumado a lo
anterior, los escasos resultados obtenidos por las fuerzas de seguridad, tanto en la búsqueda y
localización de víctimas directas como en el establecimiento de la verdad sobre los hechos que
dieron lugar a la desaparición y en la identificación de las personas involucradas en el
sometimiento a la acción de la justicia, provocando, entre otras cosas, la multiplicación de estas
conductas. La situación se ve agravada por el hecho de que no existen cifras oficiales precisas y
confiables sobre personas desaparecidas, ni una base de datos sólida en funcionamiento que
concentre el registro de todas las personas que se encuentran en esta situación en México.