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Las vitaminas y minerales tienen valor en mantener saludable a las membranas mucosas.

 
Las deficiencias nutricionales están relacionadas con la ingesta inadecuada de vitaminas y
minerales.

Debido al rápido recambio celular en las membranas mucosas (3 a 7 días) comparado con
la piel (28 días), la cavidad oral puede exhibir signos y síntomas tempranos de enfermedad
sistémica o deficiencias nutricionales.

Las actividades como el comer, beber afectan las membranas mucosas que están debilitadas
por deficiencias.  Además, el microambiente de la boca no es estéril, por lo que los
microorganismos comensales y patológicos pueden acentuar la debilidad de las membranas
mucosas.

No todas las vitaminas y minerales afectan la mucosa oral.  Las vitaminas solubles en agua
que tienen relación con la mucosa oral incluyen a la vitamina B2, B3, B6, B12, ácido
fólico, y vitamina C.  Las vitaminas solubles en agua no se almacenan en el cuerpo en
grandes cantidades, por lo que deben aportarse por la dieta. 

Las vitaminas solubles en grasa que afectan la mucosa incluyen a las vitaminas A, D y E. 
Los minerales relevantes de la mucosa oral son calcio, fluoruro, hierro y zinc.

Vitaminas solubles en agua.


La vitamina B1 (tiamina) participa de las reacciones metabólicas, como convertir
carbohidratos a grasas, y en convertir aminoácidos, carbohidratos y grasas a energía.  Los
alcohólicos tienen alto riesgo de deficiencia de vitamina B, pacientes crónicamente
enfermos con nutrición parenteral, mujeres con hiperemesis gravídica prolongada y
anorexia.  La deficiencia de tiamina causa dos condiciones el beri-beri y síndrome de
Wernicke-Korsakoff, que no presentan manifestaciones orales.

La vitamina B2 (riboflavina), y su forma metabólicamente activa, forma parte de las


coenzimas flavina mononucleótidos y flavina adenina dinucleótido, que ayuda a enzimas en
varias reacciones metabólicas intermedias.  Los pacientes con malabsorción están en riesgo
de desarrollar edema de faringe y de las membranas mucosas, queilitis angular, estomatitis
y glositis.

La vitamina B3 (niacina) está involucrada en la reparación celular, y sus coenzimas


participan en una variedad de reacciones, incluyendo el tejido respiratorio y glicólisis.  Los
pacientes que presentan alto riesgo de deficiencia de vitamina B3 son los alcohólicos y
pacientes con defectos congénitos de intestino y riñones que previenen la absorción efectiva
de triptófano.  La deficiencia se conoce como pelagra, manifestándose como glositis rojo
brillante, sensación de quemadura de la boca, eritema de la gingiva, y caries dentales.

La vitamina B6 (piridoxina) está involucrada en el metabolismo de los carbohidratos, grasa,


y proteínas, como de otras reacciones como convertir el triptófano a niacina, biosíntesis del
hemo y síntesis de neurotransmisores.  La vitamina B6 también ayuda en el aclaramiento
sanguíneo de homocisteína.  Los pacientes de alto riesgo de deficiencia son los alcohólicos
y pacientes que toman medicación que reacciona con B6 como la isoniazida, L-dopa,
penicillamida y cicloserina.  La deficiencia se presenta como glositis, queilitis, y eritema de
la gingiva.

La vitamina B9 (ácido fólico) participa en la síntesis del ADN y es crítica en las células con
rápido recambio celular que requiere de la creación contínua de ADN.  El ácido fólico está
involucrado en la formación de glóbulos rojos en la médula ósea.  Se asocia con vitamina
B12, y los cambios hematológicos ocurren si alguna de las dos es insuficiente.  Los
pacientes que presentan alto riesgo de deficiencia son los ancianos, alcohólicos, y aquellos
que reciben medicaciones que interfieran con ella, como el metotrexate, y fenitoína.  La
deficiencia conduce a anemia megaloblástica.  Las manifestaciones clínicas incluyen
sensación de quemazón en lengua y mucosa oral, lengua roja e hinchada, y queilitis
angular.

La vitamina B12 (cobalamina) también es requerida para la síntesis de ADN.  Los ancianos,
vegetarianos y los que tienen resección de estómago o íleon son particularmente
susceptibles a la deficiencia de ésta vitamina.  La deficiencia de vitamina B12, se presenta
como anemia perniciosa, anemia megaloblástica y manifestaciones orales como lengua con
sensación de quemazón, roja, atrófica.

El déficit de vitamina B12, junto con el déficit de ácido fólico y hierro se asocian con
estomatitis aftosa recurrente.  El déficit de éstos nutrientes se encontró en el 18% al 28% de
los individuos con estomatitis aftosa recurrente, que mejora en algunos pacientes cuando se
corrige el déficit.

La vitamina C (ácido ascórbico) es un antioxidante potente que es un cofactor en la


formación de hidroxiprolina, que es necesario para la formación de colágeno, y también
mejora la absorción de hierro.  Los pacientes que presentan riesgo de déficit de vitamina C,
escorbuto, son los alcohólicos e individuos que no consumen frutas o vegetales, ancianos,
niños que sólo consumen leche de vaca.  Los fumadores, en particular, los que presentan
déficit de vitamina C presentan mayor probabilidad de desarrollar enfermedad periodontal. 
El escorbuto se presenta como gingivitis hemorrágica con gingiva azulada o roja, sangrado
gingival, gingivas edematizadas e infecciones.  El escorbuto también afecta la dentición,
ocasionando pérdida de piezas dentarias e infartos interdentarios.  La probabilidad de
enfermedad periodontal ha mostrado ser mayor al 20% en pacientes con baja ingesta de
vitamina C.
Vitaminas solubles en grasas.
La vitamina A es crítica en mantener la salud oral.  La vitamina A es responsable de
pigmentos fotosensibles como rodopsina, manteniendo el tejido epitelial y previniendo las
enfermedades infecciosas.  La vitamina A también proporciona el crecimiento de huesos y
dientes.  Los pacientes en riesgo de ésta deficiencia son los que presentan malabsorción,
como los celíacos y síndrome de intestino corto.  Las manifestaciones orales de la
deficiencia de vitamina A incluyen xerostomía (boca seca), resistencia disminuída a las
infecciones y deterioro del crecimiento de los dientes.

Debido a que la vitamina A es soluble en grasas, puede almacenarse en los tejidos a niveles
tóxicos.  Las manifestaciones orales de toxicidad incluyen queilitis, gingivitis, carotinemia,
y deterioro en la cicatrización.  Los pacientes con riesgo de toxicidad por vitamina A son
los pacientes con alteraciones hepáticas por abuso de drogas, hepatitis o ingesta excesiva de
zanahorias.

La vitamina D es responsable del mantenimiento sérico de la homeostasis del calcio, debido


a su rol facilitador de absorción de calcio desde el intestino y remoción de los depósitos de
calcio desde los huesos.  Los pacientes que presentan riesgo de déficit de calcio son los
ancianos, mujeres con múltiples embarazos, e infantes de bajo peso al nacer.  Aunque el
déficit de vitamina D puede incrementar la probabilidad de pérdida de la fijación
periodontal, carece de otros hallazgos mucosos.

La vitamina E (tocoferol) es un antioxidante cuya deficiencia puede asociarse con cáncer


oral.  Los pacientes que presentan riesgo de ésta deficiencia son los prematuros y pacientes
con síndrome de malabsorción o con anormalidades del transporte de lípidos.
Minerales.
El calcio es el componente mayor de dientes y huesos.  Los pacientes en riesgo de
deficiencia de calcio son los prematuros que no llegan a la fase crítica intrauterina donde el
80% de calcio, magnesio y fósforo corporal se absorben y que también pueden tener mal
funcionamiento de los riñones que fallan en metabolizar adecuadamente la vitamina D.  La
ingesta baja de calcio se asocia con el incremento de riesgo de enfermedad periodontal.

El incremento de la ingesta de calcio se ha asociado con la disminución del riesgo de


enfermedad periodontal y de pérdida dentaria, en parte por su rol en prevenir la pérdida
sistémica de hueso.

El fluoruro hace que el enamel sea menos soluble y más resistente a la desmineralización. 
Aunque la deficiencia de fluoruro no afecta las membranas mucosas, se asocia con el
incremento de incidencia de las caries dentales.  La toxicidad, causa un moteado del
enamel, desde manchas blancas hasta coloración marrón y pitting del enamel.

El hierro es importante en varios aspectos de función normal.  Como componente de la


hemoglobina, el hierro es crítico para el transporte de oxigeno.  El hierro es esencial para la
producción de adenosina trifosfato y de la función inmune normal y es un cofactor de la
vitamina C en la producción de colágeno.  Las embarazadas y pacientes con pérdida
sanguínea o enfermedades de malabsorción presentan riesgo elevado de déficit de hierro. 
El consumo de fitatos, exalatos, café, y té disminuye la absorción de hierro, mientras que la
vitamina C la aumenta.

Las manifestaciones orales de la anemia por déficit de hierro incluyen atrofia de las papilas
linguales, sensación de quemazón y enrojecimiento de la lengua, estomatitis angular,
disfagia, palidez de los tejidos orales por anemia.  Como el ácido fólico y vitamina B12, el
déficit de hierro puede asociarse con úlceras aftosas recurrentes.  Aunque la causa del
síndrome de Plummer-Vinson es desconocida, éste síndrome se asocia con déficit de hierro,
junto con factores genéticos y se presenta con estomatitis angular, glositis y disfagia.

El zinc juega una variedad de roles críticos en las células, particularmente actuando como
un cofactor enzimático crítico para el crecimiento celular y la reproducción, función
inmune normal, metabolismo, y como un estabilizador de ADN, ARN y síntesis de
colágeno.  Los pacientes en riesgo de presentar éste déficit son las embarazadas, ancianos,
alcohólicos, diabéticos, pacientes con HIV, enfermedad inflamatoria intestinal.  El consumo
excesivo de calcio, hierro, cobre, fibras, fitatos, y sales de fosfato interfieren con la
absorción apropiada de zinc.

Las manifestaciones orales de déficit de zinc incluyen cambios en el epitelio de la lengua,


incremento del número de células, papilas filiformes adelgazadas, úlceras y xerostomía.  El
deterioro de la curación de heridas es uno de los efectos más dañinos de la deficiencia.  El
zinc mejora el gusto y el apetito, por lo que su déficit disminuye la sensación del gusto, que
puede cíclicamente contribuir al problema de malnutrición.
La acrodermatitis enteropática es una enfermedad metabólica fatal que obstaculiza la
captación de zinc.  Las membranas mucosas orales pueden infectarse en forma secundaria
con Cándida o Estafilococo.
El rol de la dieta en las enfermedades de las membranas mucosas.
Ciertas poblaciones están predispuestas al déficit de vitaminas y minerales.  Los individuos
con alteraciones como anorexia nerviosa y bulimia, son susceptibles a numerosas
deficiencias que pueden afectar las membranas mucosas, los dientes, tejido periodontal,
glándulas salivares, y tejido perioral.  Las condiciones psicológicas asociadas, incluyendo
depresión mayor, trastornos de ansiedad, enfermedad obsesivo-compulsiva, abuso de
drogas o sustancias, pueden combinar efectos locales en la cavidad oral e incluir pobre
cuidado dental, abuso de medicaciones y hábitos nutricionales alterados.

La atrofia mucosa y glositis (eritema y atrofia de la lengua) son causadas


predominantemente por déficit de vitaminas.  Las erosiones dentarias (pérdida del enamel)
pueden causarse por la ingesta de bebidas carbonatadas.  Las erosiones severas del enamel
por ácidos de vómitos frecuentes se presentan con una erosión lingual clásica de los dientes
anteriores (fig 1).  Las glándulas salivares pueden agrandarse y mostrar sialometaplasia en
la biopsia.  La sensación de quemadura en la boca puede ser secundaria a la atrofia mucosa,
deficiencias nutricionales, candidiasis o abuso de drogas.  El dolor dentario puede ser por
erosión o caries.
El diagnóstico de éstas enfermedades de la alimentación se realizan con la historia, signos
clínicos, y evaluación psicológica.  El tratamiento es complejo y requiere de un manejo
multidisciplinario.

Los vegetarianos tienen riesgo de déficit de vitamina B12, porque las fuentes primarias de
vitamina B12 son las animales.  Este grupo debe prestar particular atención en obtener los
niveles recomendados de B12 a través de multivitamínicos.  La prevalencia de caries es
menor en vegetarianos en relación a los no vegetarianos, posiblemente porque consumen
una dieta basada en plantas, que son más fibrosas que las dietas basadas en carnes.

Los consumidores de tabaco y drogas ilícitas tienen alto riesgo de deficiencias nutricionales
y las manifestaciones en la mucosa oral están relacionadas a los hábitos de vida y a la
afectación de la mucosa por las sustancias consumidas.  El uso de tabaco se asocia con
consumo de alcohol y dieta pobre, lo que incrementa el riesgo de deficiencia.  El fumar es
también un fuerte factor de riesgo para enfermedad periodontal.

El consumo de drogas ilícitas se asocia con la pobre higiene personal, y hábitos de ingesta
erráticos.  Los que consumen metafentaminas tienden a ser individuos jóvenes con dieta
pobre y hábitos higiénicos escasos y consumo de bebidas carbonatadas.  El eso de
metanfetaminas conduce a caries avanzadas y xerostomia (fig 2).  También presentan
menos molares que la población general

Los alcohólicos son un grupo de riesgo para deficiencias nutricionales y presentan patrones
particulares de manifestaciones orales.  La hepatitis alcohólica se acompaña comúnmente
de malnutrición, anemia y deficiencias vitamínicas.  Estos pacientes presentan palidez,
queilitis angular, y glositis.  Los alcohólicos son particularmente susceptibles al desarrollo
de déficit de tiamina porque el alcohol interfiere con la absorción de tiamina.  Las caries
tienden a ser extensas en los alcohólicos por la disminución del flujo salival y del
comportamiento del estilo de vida tendiente a la higiene oral deficiente.

Los pacientes con diabetes tienen mayor riesgo de desarrollar infecciones orales y
periodontales que los pacientes no diabéticos.  Pueden experimentar candidiasis oral y
periodontitis como resultado de su condición inmunocomprometida, retraso en la curación
de heridas, y reducción de saliva por xerostomía.  Los síntomas orales comunes son
sensación de quemazón lingual, alteración del gusto, y disestesias.  Es recomendable que
los diabéticos persigan una dieta que contenga nutrientes específicos a intervalos regulares.

Los ancianos son otro grupo de alto riesgo para deficiencias nutricionales.  La obesidad y
desnutrición son los desórdenes nutricionales más comunes para personas mayores de 65
años.  La dentadura postiza tiene un efecto bidireccional en la salud oral y la nutrición: es el
resultado de una pobre salud oral y reduce el estado nutricional y de salud.  La dentura
postiza trae problemas en la mordida y en la masticación.  La dentadura limita la selección
de comida, haciendo que el paciente consuma alimentos blandos que son fáciles de comer
pero menos nutritivos.

La prescripción de drogas puede alterar la salud nutricional afectando la absorción,


metabolismo y excreción.  La polifarmacia y la xerostomía resultante es particularmente un
cambio para las personas ancianas.  En promedio una persona de 75 años tiene 3
condiciones crónicas y usan 5 drogas distintas.  La xerostomía es un efecto adverso de
numerosas medicaciones, incluyendo antihistamínicos, antihipertensivos, antidepresivos, y
antipsicóticos.  La xerostomía se asocia con el incremento de riesgo de candidiasis oral,
caries y enfermedad periodontal.  También afecta el gusto y las percepciones de texturas,
hace que el uso de la dentadura postiza sea menos confortable de usar e incrementa la
dificultad de comer.  Los pacientes con xerostomía experimentan déficit en la ingesta de
potasio, vitamina B6, hierro, calcio, y zinc.  Otras drogas que afectan la salud oral incluyen
la hiperplasia gingival, un efecto adverso común de la fenitoína, debido a la interferencia
del metabolismo de la vitamina D.  La hiperplasia gingival es también un efecto adverso de
los bloqueantes del calcio y de la ciclosporina A.

Finalmente, los ancianos son susceptibles a la deficiencia de vitamina D por la reducción a


la exposición a la luz solar y a la reducción de la síntesis de la vitamina D a través de la
piel.

Los pacientes HIV pueden experimentar sensaciones de quemazón dolorosas, disfagia, y


susceptibilidad a enfermedades virales orales como herpes simple y citomegalovirus que
originan ulceraciones crónicas y leucoplasia vellosa.  El dolor causado por las infecciones
orales encontradas comúnmente en los pacientes con HIV pueden reducir el apetito e
incrementar la dificultad de comer haciendo que la dieta sea pobre.  Algunos estudios en
pacientes HIV han sugerido que requieren niveles más altos de vitamina C que los
recomendados para los requerimientos diarios.  Los pacientes HIV positivos deberían
seguir un plan de nutrición que focalice en comer poca cantidad, pero frecuentemente y que
los alimentos sean altos en calorías y nutrientes.

Las enfermedades gastrointestinales, enfermedad de Crohn, fibrosis quística, obstrucción de


los conductos biliares y malabsorción ocasiona deficiencias de las vitaminas solubles en
grasas, como vitamina A, D, E y K y en general malnutrición.

La colitis ulcerosa ocasiona la potencial malabsorción de vitamina K, B12, y ácido fólico. 


Los pacientes pueden experimentar demoras en la cicatrización, incremento del riesgo de
infecciones, pioestomatitis vegetante, leucoplasia vellosa.  El tratamiento involucra la
determinación de la función hepática del paciente y evitar la dosis tóxica de drogas porque
el paciente puede tener reducido el metabolismo.  Antes de realizar alguna cirugía, se debe
evaluar al paciente en busca de anemia y déficit de vitamina K.

La enfermedad de Crohn ocasiona el deterioro de absorción de nutrientes, particularmente


el calcio, hierro, ácido fólico, vitamina B12 y vitaminas liposolubles.  Estas deficiencias
ocasionan palidez, queilitis angular y glositis.  Las lesiones orales se encuentran en el 6 al
20% de pacientes con enfermedad de Crohn.  Los pacientes experimentan pioestomatitis
vegetante, granulomatosis orofacial, e hiperplasia inflamatoria de la mucosa oral con un
patrón en empedrado.  Los pacientes con enfermedad de Crohn necesitan prestar atención a
la nutrición para evitar éstas deficiencias.

La gastritis atrófica origina anemia perniciosa, que se manifiesta por presentar lengua roja
sin papilas filiformes.

Las manifestaciones orales de varios trastornos nutricionales afectan la salud de los


pacientes.  Generalmente es difícil identificar la deficiencia sin una historia y evaluación
física completa
¿Qué aporta éste artículo a la práctica dermatológica?.
Las manifestaciones orales de las deficiencias nutricionales pueden afectar las membranas
mucosas, dientes, tejido periodontal, glándulas salivares, y piel perioral.  Es importante
tenerlas en cuenta para poder diagnosticarlas y tratarlas precozmente. 
♦ Comentario y resúmen objetivo: Dra. Geraldina Rodriguez Rivello
65.pdf (medicinaoral.com) Stifano M, Chimenos Küstner E, López JL, Lozano De Luaces V, Küstner EC. Nutrición y prevención de las
enfermedades de la mucosa oral [Internet]. Medicinaoral.com. [citado el 7 de septiembre de 2022]. Disponible en:
http://www.medicinaoral.com/preventiva/volumenes/v1i2/65.pdf

La deficiencia de vitaminas podría ser evidente en su lengua..... POR: Dr. Michael F. Soler

Los micronutrientes son componentes, tales como las vitaminas y minerales, que el cuerpo requiere en pequeñas
cantidades para su desarrollo, prevención de enfermedades y bienestar.3 Las deficiencias en estos micronutrientes pueden
tener consecuencias negativas devastadoras para la salud en niños y adultos. Algunos de estos incluyen hierro, folato, zinc
y yodo.
Algunos cambios en su lengua podrían ser indicios de la deficiencia de alguna vitamina. Una lengua de color rojo fresa,
lisa e hinchada, podría indicar una deficiencia de hierro, folato o vitamina B12.4 Esta inflamación también llamada
glositis podría provocar que la lengua parezca lisa.
Esto significa que cuando la hinchazón disminuye, las papilas volverán a ser más evidentes. Naomi Ramer, DDS,
directora de Patología Oral y Maxilofacial en el Hospital Monte Sinaí, explica:5

"La vitamina B12 y el hierro son necesarios para la maduración de las papilas en la lengua. Si es deficiente en esas
vitaminas, pierde esas papilas, lo que puede hacer que su lengua luzca muy lisa".

Una deficiencia de vitamina B12 también podría ocasionar cambios sensoriales en su lengua ya que dicha vitamina es
crucial para la adecuada función neurológica de las papilas gustativas.6
Esto podría provocar una sensación de hormigueo, ardor, dolor o adormecimiento en ausencia de lesiones específicas.
Esta enfermedad se ha observado con mayor frecuencia en mujeres ancianas y de mediana edad quienes también
experimentan alteraciones en el sentido del gusto y boca seca.
Una deficiencia de vitamina A podría ser responsable de los cambios físicos de la lengua, llamados glositis lingual
festoneada.7Esta es una rara afección que se caracteriza por dolor, sensibilidad e inflamación, además de cambios de color
y una apariencia festoneada en los bordes de la lengua.
Mientras que la deficiencia de vitamina A es una de las causas, la afección también podría ser el resultado de alergias a su
pasta de dientes o enjuague bucal, boca seca crónica, infecciones bucales o uso crónico de sustancias irritantes como el
tabaco, alcohol o alimentos con especias.
La lengua hinchada, de color rojo fresa, también podría ser consecuencia de una afección llamada enfermedad de
Kawasaki, que se observa con mayor frecuencia en niños menores de 5 años y que está acompañada de fiebre alta.8
A menudo la fiebre es más elevada de 102.2 grados Fahrenheit (F) y dura más de tres días. Los síntomas de la enfermedad
son provocados por la inflamación de las arterias medianas en todo el cuerpo.
Otras vitaminas y nutrientes desempeñan un papel fundamental en la salud de su lengua. Los síntomas de las deficiencias
más obvias incluyen:9
•Vitamina B
Las deficiencias pueden provocar inflamación y lesiones en la lengua, fisuras en la superficie o hendiduras de los dientes.
Las fuentes alimenticias de vitamina B12 se encuentran naturalmente en productos de origen animal. Considere tomar un
suplemento en caso de ser vegetariano.
•Hierro
La deficiencia podría causar hinchazón y lesiones dolorosas en la boca. Los alimentos ricos en hierro incluyen a las
sardinas, carne de res orgánica de animales criados con pastura y espinacas.10
•Vitamina C y Zinc
El cuerpo necesita vitamina C para mantener fuertes sus capilares y tejidos. Las deficiencias de vitamina C y zinc podrían
provocar sangrado de encías y mayor riesgo de infecciones. Los alimentos ricos en vitamina C incluyen a las fresas, piña,
mango y coles de Bruselas.11
Los alimentos ricos en zinc incluyen carne y productos lácteos de animales alimentados con pastura y criados de manera
orgánica, frutos secos y semillas.12 
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