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de la Fenomenología de Hegel
con círculos de Euler
Sékioz de Niafre
18 de octubre de 2020
A. Conciencia
S M
A.2. La percepción
Mi entendimiento de los objetos del mundo viene mediado por conceptos, que hacen
de puente entre S y M (Locke). En particular, hay una intersección parcial entre ambos.
1
(Técnicamente, los conceptos de los objetos y los objetos mismos son cosas distintas;
sin embargo, lo que estoy afirmando es que hay una biyección canónica f entre ambos,
y por ende puedo escribir de manera natural f ( x ) simplemente como x por abuso de
notación).
S M
Los conceptos directamente derivados de los objetos del mundo constituyen una po-
bre representación de los mismos (y por ende mi abuso de notación es equívoco), pues
en ellos no puedo discernir lo primario de lo secundario (Berkeley).
Sin embargo, parecen estar afectados por ciertas fuerzas del mundo que determinan
su comportamiento común (Newton): describiendo éste (mediante leyes, o conceptos
ya no directamente derivados de los objetos, como la energía potencial, que es más
bien una abstracción mía de los hechos),1 podré entender el mundo.
En particular, sigue habiendo una intersección parcial entre S y M. (Nuevamente, por
abuso de notación, suponiendo que mi representación de las leyes del mundo reflejan
en verdad el mundo)
B. Autoconciencia
1 No uso la gravedad como ejemplo pues podría argumentarse que sí es un objeto, ora en forma del
hipotético graviton, ora en forma de tejido espacio-temporal.
2 «chains of inferences can be so long, unconscious, and even frightening, that we may not recognize them
as purely logical, even if they are.» IEP, cf. Dedekind The nature and meaning of numbers 1887 (Preface
to the first edition, 2º párrafo). En particular, descripciones eminentemente analíticas de la realidad
pueden presentarse como sintéticas, como ejemplifica el principio de razón suficiente de Leibniz.
2
pues hasta ahora siempre he considerado que hay pensamiento más allá del mundo,
i.e., que S r M 6= ∅)
M S
3
el mundo en sus formas de señor y de muerte, viendo la agencia conquistada trunca-
da (Marx). En este sentido, podríamos representar al siervo como a la totalidad de S
sustraída de los susodichos.
Sea como fuere, en todos los casos hay una dualidad (creada por la propia autocon-
ciencia) que rompe la correspondencia buscada entre M y S, un singularizar un otro
dentro del sujeto, un poner un singleton conjuntístico a una parte estricta suya, un ex-
ternalizar, enajenar o compartimentalizar una parte del yo.
D M S
C.AA. Razón
La única alternativa que me queda por explorar es que objeto y sujeto sean exacta-
mente lo mismo (i.e., S = M),3 viendome a mí como sujeto y objeto al mismo tiempo y
al mismo nivel, y no a mí (autoconciencia) como objeto (conciencia) dentro de mí.4
Es decir, no es cierto que: «yo, en mi mente, ideo el mundo, pero no soy (en tanto
que self ) ese mundo ideado, sino sólo su complementario». Pues al considerarme una
subparte estricta de mi propia mente, estoy creando una dualidad en mí entre el yo
que piensa (autoconciencia) y el yo pensado (conciencia; representaciones del mundo
incluidas), el yo sujeto y el yo objeto, el yo y el no-yo, el yo y el otro (Plotino, Fichte).5
nómeno (u objeto), sin llegar a ser la mente misma, pues dicha aparición sólo capta su cualidad de
observada, pero no de observante, que es lo que vamos a añadir en C.AA.5.A.
5 Más explícitamente aun, puedo pensar en cómo pienso a través de ejemplos de pensamientos, y deducir
de ahí: una estructura sintáctico-gramatical universal, unas categorías kantianas, etc., que pasan a ser
el objeto de mi pensamiento, pero que no son el pensamiento mismo (entendido como actividad), pues
para empezar dicha conceptualización de mi mente ni siquiera tiene porque ser una fiel descripción de
la misma, como pone de manifiesto la pluralidad de teorías psicológicas.
Es más, desde esta perspectiva, las categorías kantianas no serían más que efectos o propiedades
4
Por el contrario, yo soy la totalidad de mi mente: no tiene sentido entenderme (dentro
de mí) como a un objeto separado de mí, pues yo soy el objeto mismo que es visto por
mí, en una suerte de objeto consciente y auto-observado. En particular, la conciencia
es al mismo tiempo la realidad, y son por ende nociones indistinguibles (panteísmo
idealista de Schelling).
S=M
Este cambio de paradigma es tan profundo, que debo replantearme todas las postu-
ras anteriores. En efecto, en B.4 trate de renunciar o subyugar al mundo para reafirmar
mi autonomía y autoproclamarme como única fuente y fuerza activa de la realidad,
viendo a las representacciones del mundo como algo pasivo y trivial (o a lo sumo ins-
trumental).6
Pero ahora he caído en la cuenta de que ese mundo al que negaba y destruía es tam-
bién parte de mí, y estaba por ende autodespreciandome, pues las representaciones son
en verdad un acto activo y creador (quizá incluso divino), una afirmación del sujeto y
del objeto al mismo tiempo.
En efecto, al nombrar las cosas (como hacía en A.2)7 y clasificarlas (o notar sus di-
ferencias y leyes, como en A.3), también las creo (ser como sentido en Heidegger): de
otro modo, petroglifos, graffitis y «hobo signs and symbols» serían indistinguibles (o
significarían lo mismo) para mí, y los entendería simplemente como arte, manchas,
gamberradas, etc. según el caso, en lugar de dotarlos de una realidad per se separada de
éstos.8
Sin embargo, mis representaciones universalizantes y estáticas nunca llegan a captu-
rar la realidad particular y cambiante (egipcismo de Nietzsche), contrariando mi pre-
misa de S = M.
cosa que no tenga sentido para mí (o para la que no se lo haya construido), invisibilizandola.
5
de mis fines (o jerarquía de valores, framing, narrativa...), determinando desde lo ge-
neral como actuar en cada momento y entender cada suceso, al mismo tiempo que la
especificidad de los mismos informa y reconfigura al primero.
Más aun, yo soy la única excepción. Pues como ponen de manifiesto las limitaciones
de la psicología (C.AA.5.A.b-c), la razón (i.e., el sujeto-mundo) no es observable, sino
sólo actuable. O en otras palabras, no es algo que podamos estudiar desde fuera, sino
que se ha de entender necesariamente desde dentro, como actividad que se realiza (o
vivencia, a la Husserl).
En este sentido, el giro recuerda al salto de A.2 a A.3, pero aplicado a la conciencia,
que pasa de entenderse como sustancia a actividad.
Paréntesis A pesar de las diferencias, pues, esta sección puede considerarse un revi-
sitado de B.4, y una vuelta a la interioridad y la ética, sustituyendo su espíritu hos-
til precedente por uno más afable, como haciéndose eco del Bóreas y Helios de Esopo
(c. 620–564 aC).
Más específicamente, en C.AA.5.B.a-c va a examinar las figuras del hedonista, el ro-
mántico (que desindividualiza el placer en altivos ideales propios, independizándose
de la otredad) y el kantiano (que desindividualiza los ideales del anterior en impe-
rativos categóricos, evitando el enajenamiento para con el resto de la realidad de los
primeros, así como su carácter opresivo).
Pero Kant resulta igualmente enajenado al tratar de manifestarse mediante tales leyes
universales, pues están esencialmente vacías de contenido: o bien no dicen nada parti-
9 «La consolidación de verdades y mentiras es fruto de la comodidad verbal: cuando nos cansamos de
pensar colocamos una palabra» (Nietzsche La voluntad de poder III.I.c.477).
De ahí que al retomar una conversación, debate, tema o, más en general, un tren de pensamiento
(ajeno o propio, presente o pasado), empecemos a encontrarle peros, como sucede en MinuteEarth Our
Definition For “Moon” Is Broken (Collab. w/ MinutePhysics) 2017-8-15, pues vivimos en una constante
redefinición de la realidad.
Una contingencia que atañe incluso a las constantes universales, como pone de manifiesto Sixty
Symbols Multiverses and Constants 2015-1-4.
10 Cf. Anexo.
6
cular sobre sí mismo en su universalidad, o bien están sesgadas y no permiten llegar a
(o comulgar con) el resto de la realidad, volviendo a crear una otredad.
Recapitulando, para alcanzar el absoluto necesito ser una actividad afirmativa basa-
da en unos fines que han de emerger de manera orgánica, viva y natural de mí mismo
y para mí mismo para poder ser realmente de mí mismo (constituyendo fuente, destino
y propietario, y rehuyendo por ende toda posibilidad de enajenación),11 dentro y fue-
ra de mí mismo (i.e., para los cuales sus externalizaciones no me enajenen, exigiendo
cierta universalidad).
En particular, en tanto que debe ser algo orgánico, no voy a transformarme (como en
C.AA.5.B): basta con entenderme a un nivel más profundo, y adaptarme a ese orden
interno mío ahora oculto (libertad a la Leibniz, y vuelta al esencialismo).
Y es precisamente en el trabajo como fin, que no como medio (como ocurría con el
siervo), que puedo ser yo mismo, siendo una actividad hecha por, de y para mí, algo
completamente mío (mundo incluido).
Sin embargo, podría ocurrir que, al poner algo de mí mismo en el mundo, en lugar de
demostrarme a mí mismo y al mundo algo de mí mismo y el mundo para mí mismo y el
mundo, terminara simplemente llenándome de mí mismo a través del reconocimiento
del mundo a base de ceder a sus demandas.
Pero ello sería insincero para con uno mismo: el mundo debe ser un corolario, no un
lema del que depender. Y si en C.AA.B iba de dentro a fuera y del individuo al mundo,
ahora no puedo simplemente conformarme con invertir el orden, sino que necesito un
marco común que los unifique y balancee a ambos: el contexto socio-histórico-cultural.
Anexo
11 Análogo en el eslogan «Of the hoboes, by the hoboes and for the hoboes» de Hobo News (1915-29).
12 I.e.,
fórmulas (lógicas) bien formadas (wff) sin variables libres. E.g., en el lenguaje formal de la lógica de
primer orden, ∀∃) x no es una wff, ∃ x ( x2 = y) es una wff que no es sentencia, y ∀y∃ x ( x2 = y) es una
sentencia.
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5. satisfacible (aka semanticamente consistente) cuando existe algún modelo13 para
el cual todas las sentencias de Σ son ciertas (i.e., cuando es correcto en algún
«contexto», pero no necesariamente todos, dando lugar a modelos no estándar).
7. teoría cuando α ∈ Σ ssi Σ ` α (i.e., cuando toda sentencia deducible por Σ forma
parte de Σ, lo cual podemos asumir sin perdida de generalidad para todo Σ a base
de ir añadiendo a Σ dichas fórmulas deducidas por Σ).
13 I.e.,una terna (U , σ, I ), con U el conjunto en el que viven las variables, aka universo, σ = (S, ar) el
conjunto S de los símbolos de las relaciones sobre U y la función ar que asigna a cada uno su aridad,
aka signatura, y I la función que evalúa el valor de verdad de una sentencia (e.g., si se da o no xRy, con
x, y ∈ U , R ∈ S), aka interpretación.
Recordatorio: R es una relación n-aria sobre U ssi R ⊂ U n , como la suma o la igualdad en los números
naturales.
Ejemplo: la sentencia ∀y∃ x ( x2 = y) es cierta en U = C pero falsa en U = R.
14 Ejemplos de sentencias validas: ∀ x ( x = x ), ((( a → b ) → a ) → a ). Introducción en Carlos Bacelar