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Artículos y documentos diversos en torno a los impactos

de la invasión a Ucrania y la guerra sobre América Latina

Se presentan, a continuación, breves reseñas y vínculos para acceder a diversos materiales relacionados
con el tema mencionado en el título. Tras la reseña de lo que consideramos el texto más importante,
presentamos documentos de organismos multilaterales (OECD, Banco Mundial, BID); de algunos
colectivos o Think Tanks relevantes; y algunos análisis de autores individuales.

De esta manera se busca contribuir a una participación informada en la jornada de discusión que se
tendrá en días próximos con los autores del documento publicado recientemente por la Comisión
Económica para América Latina y que se reseña a reglón seguido.

CEPAL. Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿Cómo enfrentar


esta nueva crisis? (6 de junio de 2022) [Documento accesible en:
https://repositorio.cepal.org/handle/11362/47912]

Según el análisis de CEPAL, la guerra en Ucrania se suma a una serie de choques externos en los
últimos dos decenios: crisis financiera mundial, las tensiones de Estados Unidos con Europa y China y
la pandemia del COVID 19. Choques que han debilitado la globalización como motor de crecimiento y
que han llevado a que las razones geopolíticas predominen sobre la eficiencia. Han crecido las posturas
nacionalistas y antiglobalización en USA y la UE; se han debilitado e incluso roto diversas cadenas
productivas manufactureras por disrupciones en los sectores de producción primaria y en los sectores
industriales productores de insumos. Por todo ello, se reforzaron las diversas estrategias de
regionalización. Asimismo, los países desarrollados han respondido con políticas industriales
proteccionistas en sectores de alta tecnología y fuentes de energía renovables. Estos sucesivos choques
han debilitado la estructura económica de la región.
El año 2022 se inició con menor crecimiento, más inflación y alza de tasas de interés. La guerra en
Ucrania abrió una nueva fuente de incertidumbre y el deterioro de la dinámica del PBI de los
principales socios de la región. El alza de precios de los productos energéticos y de productos básicos
han impulsado una inflación global, y ha endurecido las condiciones financieras globales, que ha
perjudicado los flujos de capital hacia los mercados emergentes, sobre todo a los países altamente
endeudados de la región, tanto a los estados como al sector corporativo.
Los efectos en la región se diferenciarán por grupos de países o según cada país, aunque tendrán en
común el aumento de la incertidumbre y sus impactos en la inversión (escasez, inflación, altas tasas de
interés). Las economías de la región enfrentarán con la desaceleración del crecimiento económico, la
inestabilidad en el comercio internacional, el aumento de las presiones inflacionarias y la lenta e
incompleta recuperación de los mercados laborales.
Pero un retroceso importante también se dará en la lucha contra la pobreza y la pobreza extrema. Sus
niveles serán mayores a los estimados para el 2021, inclusive a los observados antes de la pandemia,
que alejan las posibilidades de una pronta recuperación. Estos efectos no solo perjudican a los más
pobres sino también a los hogares de renta media y media baja de la distribución del ingreso. Todo ello
podría llevar a un aumento de los niveles de malestar y conflicto sociopolítico. En esa dirección,
garantizar la seguridad alimentaria en la región, se vuelve una prioridad. Porque a pesar de que la
mayoría de países de la región tienen un superávit en el comercio exterior de alimentos, la región es
deficitaria en materia de fertilizantes que pueden incrementar los precios agrícolas o disminuir los
rendimientos por hectárea.
En cuanto a los combustibles fósiles, el déficit comercial de hidrocarburos, producto del conflicto en
Ucrania, varía según los países sean exportadores netos, productores y exportadores, pero con balanza
comercial negativa, o países con balanza comercial deficitaria permanente. Los primeros se benefician,
los restantes se ven afectados negativamente. Existe la posibilidad de utilizar la capacidad de
producción y refinación en la región para abastecer de crudo y derivados de petróleo a todos los países,
si aquella se utilizara en toda su capacidad.
Respecto a las políticas de corto y largo plazo, la política monetaria se ha vuelto más restrictiva para
enfrentar la inflación y la depreciación de las monedas, lo cual provocará la salida de capitales y una
mayor aversión al riesgo y apreciación del dólar. En ese sentido, el manejo de las reservas
internacionales ha cobrado particular importancia. A esto se suma la necesidad de establecer subsidios
a la energía y los alimentos, fortalecer el gasto público, aumentar los ingresos tributarios y reducir la
deuda pública. Pero la situación del 2022, señaladas al inicio, ha complicado la situación para aplicar
este tipo de políticas. Respecto a la seguridad alimentaria y de fertilizantes, ésta debe ser una prioridad.
Así como la seguridad energética a través de las energías renovables, cuya transformación sistémica
toma tiempo y, por ello, difícil a corto plazo. La factibilidad de estas propuestas dependerá de las
políticas de relaciones internacionales que se asuman (multilateralismo limitado, regionalismo,
bilateralismo).

Materiales y documentos de organismos multilaterales

CEPAL – ALADI - Webinario: Mesa Redonda “Impacto de la guerra en Ucrania en la economía


Post-COVID de América Latina y el Caribe” (28 marzo 2022). [Video]
https://www.cepal.org/es/eventos/webinario-mesa-redonda-impacto-la-guerra-ucrania-la-economia-
post-covid-america-latina
https://www.youtube.com/watch?v=7HObVspv054

Este evento se desarrollo a pocas semanas de iniciado el conflicto, la mayor parte de su contenido está
incluida en el documento de junio de la CEPAL.

OECD. Economic and Social Impacts and Policy Implications of the War in Ukraine (marzo,
2022)
https://www.oecd.org/economy/Interim-economic-outlook-report-march-2022.pdf

Antes del estallido de la guerra, se consideraba que la mayoría de las principales variables
macroeconómicas mundiales volverían a la normalidad en 2022-23 tras la pandemia de COVID-19. Se
preveía que el crecimiento mundial en 2023 volvería a tasas similares a las del periodo inmediatamente
anterior a la pandemia. Se esperaba que la mayoría de las economías de la OCDE volvieran a alcanzar
el pleno empleo en 2023, y se consideraba que la inflación convergería en niveles cercanos a los
objetivos de la política económica, aunque más tarde y a partir de niveles más altos de lo previsto en la
mayoría de los países. También se esperaba que se normalizaran los ajustes excepcionales de la política
económica, con la eliminación progresiva de la acomodación de la política monetaria y la supresión
gradual de las medidas fiscales de emergencia, adoptadas en respuesta a la pandemia.
Aunque Rusia y Ucrania son economías relativamente pequeñas en términos de producción, son
grandes productores y exportadores de alimentos, minerales y energía. La guerra ya ha provocado
importantes perturbaciones económicas y financieras, especialmente en los mercados de productos
básicos, con la subida de los precios del petróleo, el gas y el trigo. Los movimientos de los precios de
las materias primas y de los mercados financieros observados desde el estallido de la guerra podrían, si
se mantienen, reducir el crecimiento del PIB mundial en más de un punto porcentual en el primer año,
con una profunda recesión en Rusia, y hacer subir la inflación de los precios al consumo a nivel
mundial en aproximadamente 2½ puntos porcentuales. Un apoyo fiscal bien diseñado y
cuidadosamente orientado podría reducir el impacto negativo sobre el crecimiento con sólo un pequeño
impulso adicional a la inflación. En algunos países, esto podría financiarse mediante la imposición de
las ganancias inesperadas. Ante una nueva perturbación negativa de duración y magnitud inciertas, la
política monetaria debería seguir centrándose en garantizar unas expectativas de inflación bien
ancladas. La mayoría de los bancos centrales deberían continuar con sus planes previos a la guerra, con
la excepción de las economías más afectadas, en las que podría ser necesaria una pausa para evaluar
plenamente las consecuencias de la crisis.
A corto plazo, muchos gobiernos tendrán que amortiguar el golpe de la subida de los precios de la
energía, diversificar las fuentes de energía y aumentar la eficiencia siempre que sea posible. En cuanto
a los alimentos, el aumento de la producción en los países de la OCDE, la renuncia al proteccionismo y
el apoyo multilateral a la logística ayudarán a los países más afectados por una interrupción del
suministro desde Rusia y Ucrania. La guerra ha subrayado la importancia de minimizar la dependencia
de Rusia para las importaciones energéticas. Los responsables políticos deberían reconsiderar la
idoneidad del diseño del mercado con vistas a garantizar la seguridad energética y poner en marcha
incentivos para asegurar la transición ecológica con apoyo público.

Foro Económico Mundial – Conflicto: Ucrania-Rusia. ¿Cómo afectará a América Latina y el


Caribe? (29 marzo de 2022).
https://es.weforum.org/agenda/2022/03/conflicto-ucrania-rusia-como-afectara-a-america-latina-y-el-
caribe/

A lo señalado por otros textos, este análisis aporta dos ideas principales: a) El alcance del impacto en
cualquier país dependerá de dos factores principales: el acceso al petróleo y el acceso a los alimentos.
b) La región debe trabajar para fortalecer las relaciones comerciales y crear una respuesta rápida para
mitigar los impactos de la guerra de Ucrania.
Existen tres áreas de impacto: incremento de la inflación por la subida de los precios del petróleo y los
alimentos; endurecimiento de la política monetaria mediante la subida de las tasas de interés; y la
fragmentación regional por las distintas formas de respuesta frente a la crisis.
Una respuesta rápida requiere de la cooperación regional y la voluntad política de todos los países,
mediante tres pactos: productivo (remplazar los productos importados), social (universalización de la
protección social) y fiscal (tributación progresiva combatiendo la evasión y las exenciones fiscales).

Banco Mundial - Perspectivas Económicas Mundiales (Junio 2022)


https://www.bancomundial.org/es/publication/global-economic-prospects

Se prevé que el crecimiento en América Latina y el Caribe (ALC) se desacelere bruscamente en 2022 y
siga siendo débil en los dos años siguientes. Esto como resultado de la elevada inflación, el
endurecimiento de las condiciones financieras y la incertidumbre en cuanto a la política económica. La
ralentización del crecimiento en los principales mercados de exportación, el endurecimiento de la
política monetaria de EE. UU. y los cuellos de botella en las cadenas productivas y comerciales,
tendrán repercusiones negativas en la región. Las mayores economías de ALC tendrán menor
crecimiento este año, arrastrando el crecimiento de toda la región hasta el 2,5%. Se prevé que el
crecimiento se reduzca aún más en 2023, hasta el 1,9%. La invasión de Ucrania por parte de la
Federación Rusa ha elevado los precios de muchas de las exportaciones regionales, pero es probable
que tenga un efecto neto negativo en el crecimiento de ALC a través del debilitamiento del comercio
mundial y el aumento de los costos de los insumos y los precios al consumidor. Es probable que la
elevada inflación reciente prolongue los ciclos de endurecimiento de la política monetaria. Los riesgos
de las proyecciones de referencia se inclinan a la baja, e incluyen nuevas perturbaciones del
crecimiento mundial, la estanflación la estanflación interna, las tensiones financieras y el malestar
social vinculado a la fuerte subida de los precios de los alimentos y la energía.

BID - El impacto comercial de la guerra en Ucrania en América latina y el Caribe (Julio 2022).
https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/El-impacto-de-la-guerra-en-Ucrania-en-
America-Latina-y-el-Caribe.pdf

A corto plazo, las vías de transmisión más importantes del conflicto en Ucrania en América Latina es el
alza del precio de los alimentos y la energía, la contracción del crecimiento mundial, el aumento de la
inflación y el posible efecto contagio en los mercados financieros. En cuanto a lo primero, se han
obstaculizado los flujos de exportaciones, por lo que los precios se han disparado y su tendencia es
incierta debido a otros factores que afectan la oferta global. Las estimaciones de la OCDE indican una
tendencia decreciente del crecimiento mundial, lo cual no son buenas noticias para la región en tres
aspectos: reducción del crecimiento, inflación e inestabilidad financiera. A ello se suma la posibilidad
de una crisis alimentaria que afectaría particularmente a AL. En segundo lugar, si bien la subida de los
precios alimenticios beneficia a los países exportadores, afecta a los países importadores, que son más
de la mitad de los países de la región. En todo caso, el impacto será negativo en el poder adquisitivo de
todos los hogares. En tercer lugar, si bien el comercio de la región con respecto a Ucrania y Rusia es
solo del 1%, la disrupción de los flujos comerciales con ambos países puede causar serios problemas en
la importación de fertilizantes y cereales y en la exportación de carnes, por ejemplo.
Las oportunidades se encuentran en la sustitución de las exportaciones de Rusia (energía, cobre, hierro
y crustáceos) y de Ucrania (aceites vegetales, maíz) comprando en países de la misma región. Las
dificultades en ello son el grado de incertidumbre sobre el carácter permanente de la disrupción de los
flujos comerciales; y que las empresas, para garantizar el acceso a nuevos mercados, puedan reducir los
costos de transporte y garantizar la expansión su producción. Las respuestas dependerán de cada país
ya que el impacto es asimétrico, pero en general deben evitar aplicar restricciones a las exportaciones
para proteger sus mercados ante el aumento de los precios, más bien deberían promover la
modernización y sostenibilidad de las cadenas de valor agrícolas Así mismo, requieren apoyo
financiero y asesoramiento político de los donantes bilaterales y los organismos multilaterales de
crédito para diseñar y financiar las políticas de mitigación y contar con una robusta agenda comercial.

Publicaciones colectivas

La Libre - El efecto dominó. Guerra en Ucrania y extractivismos en América Latina (marzo


2022).
https://www.cedib.org/wp-content/uploads/2022/05/EfectoDominoGuerraImpactos-1.pdf

La pandemia —que parece entrar en una nueva etapa de menores impactos— ha visibilizado con gran
contundencia el alto grado de dependencia de nuestros países al interior de la economía globalizada, así
como la vulnerabilidad de estas articulaciones económicas. Aún no se ha consolidado un proceso de
recuperación ni se han superado los problemas económicos de la pausa obligatoria que impusieron las
cuarentenas y ya nos enfrentamos a un nuevo hecho con repercusiones económicas globales: la guerra
entre Rusia y Ucrania. Si bien en los medios de comunicación y en la opinión pública internacional y
nacional se discute el apoyo o rechazo a los países que protagonizan esta guerra, parecen pasar
desapercibidas las consecuencias económicas que está generando el posicionamiento político con
medidas económicas que varias potencias económicas están asumiendo en el marco de la guerra. La
presión por manifestar una posición ya sea como países o como individuos dificulta visibilizar las
intenciones geopolíticas de las grandes potencias globales y el reacomodo de alianzas y articulaciones
entre estas.
La mayor parte de los países latinoamericanos se caracteriza por los extractivismos que sostienen sus
economías. Esto, si bien ha permitido un crecimiento importante en épocas de altos precios
internacionales de ciertas materias primas, ha profundizado la dependencia de los vaivenes de la
economía global y de los principales consumidores de esos bienes primarios. Además, se ha observado
en las últimas décadas una profunda transformación del conjunto de nuestras sociedades, de la
economía pública y privada, de la institucionalidad estatal, de la política y de la cultura.
Transformaciones que favorecen los extractivismos en muchos casos en detrimento de las dinámicas
territoriales, del medioambiente y de los derechos humanos.
La fuerte dependencia de los mercados globales y la vulnerabilidad ante esta dependencia convierte
este tema en uno de gran interés en América Latina tanto para dimensionar los impactos como para
prever potenciales consecuencias futuras. El rol que nuestro continente ha adquirido en la economía
global conlleva consecuencias en el plano geopolítico, más aún cuando esta guerra tiene como
trasfondo el mencionado reordenamiento global. En este sentido, abordar lo que está ocurriendo en el
contexto y alrededor de la guerra en Ucrania es un tema urgente para Latinoamérica.
En el primer capítulo, Eduardo Gudynas analiza los impactos globales que la guerra en Ucrania está
generando en la explotación y comercialización de hidrocarburos, minerales y alimentos, y se enfoca en
el alcance de estos en América Latina. Brinda un análisis acerca de las repercusiones directas de esta
guerra sobre los extractivismos en nuestros países, la exacerbación de sus impactos económicos
sociales y sobre la necesidad de encontrar alternativas al desarrollo que contrastan con los
prácticamente nulos esfuerzos al respecto de los países y organizaciones regionales en el continente.
En el segundo capítulo, Pablo Villegas retoma el contexto económico alrededor de las materias primas
generado por la guerra en Ucrania y las medidas asumidas por las diferentes potencias involucradas
precisando el impacto que estas tienen en Bolivia y en el particular momento económico que atraviesa.
Por tanto, advierte sobre el peligro de no aprender de la experiencia en la Segunda Guerra Mundial, en
la que asumió posiciones ajenas a sus propios intereses.
En el tercer capítulo, Antonio Turiel y Juan Bordera, nos vuelven a plantear el análisis global de los
impactos de la guerra desde el contexto de la crisis energética y de los conflictos geopolíticos y bélicos
que esta conllevará en el futuro. En el cuarto capítulo, Gudynas analiza el tipo de política autoritaria
que sostiene los extractivismos en Rusia y sus repercusiones en América Latina, y desde allí aborda el
reordenamiento geopolítico que está en marcha a nivel global y las implicaciones en nuestro
continente.
Por último, el artículo de Daniel Gatti describe las presiones que enfrentan quienes plantean las
diversas contradicciones geopolíticas que este conflicto está evidenciando. Es una reivindicación del
pacifismo y la independencia que permite percibir el trasfondo de la estrategia de polarización que
también se desenvuelve a nivel global como parte de las tensiones detrás de esta guerra.

Real Instituto Elcano - América Latina y la invasión de Ucrania: su incidencia en la economía, la


geopolítica y la política interna, por Carlos Malamud y Rogelio Núñez (30 marzo 2022).
https://www.realinstitutoelcano.org/analisis/america-latina-y-la-invasion-de-ucrania-su-incidencia-en-
la-economia-la-geopolitica-y-la-politica-interna/

El texto, desde el punto de vista de “occidente”, analiza el impacto de la guerra en Ucrania en tres
ámbitos: económico, geopolítico y de política interna. Asume que un contexto internacional incierto le
ha dado cierto protagonismo a los países latinoamericanos.
En el plano económico, ha tenido consecuencias heterogéneas: positivas para algunos países, por la
subida de los precios de materias primas, negativas para casi todos por el impacto inflacionario. Esto
traerá consecuencias en las expectativas de crecimiento económico tras la pandemia. Se analiza el caso
del petróleo, si bien su alza beneficia a los países productores, encarece los precios del transporte, los
alimentos y los fertilizantes, lo cual obligará a los gobiernos a incrementar el gasto social y las
subvenciones. A ello se suma el alza de la tasa de interés en los Estados Unidos que motivará la salida
de capitales. Todo ello podría reactivar las tensiones y las protestas sociales de los años anteriores. Una
nueva oportunidad se abriría con algunas commodities relacionadas a la revolución tecnológica (níquel,
litio, cobre, fosfatos), que atraería nuevas inversiones de capital y llevaría a los países de América
Latina a revalorizar su relación con occidente.
En el plano geopolítico, la expresión más clara de los cambios es el ambiguo acercamiento entre
Venezuela y los Estados Unidos, con relación a las sanciones y la venta de petróleo, aunque el tema del
reconocimiento oficial del gobierno de Maduro no está en la agenda. Para Venezuela es una
oportunidad de romper su aislamiento político y apuntalar las mejoras en su economía, pero su
principal objetivo es su reconocimiento internacional. Esto abre la posibilidad lejana de un “efecto
arrastre” en los casos de Cuba y Nicaragua, pero estos no cuentan con los márgenes de maniobra de
Venezuela. En general, la crisis en Ucrania pone en evidencia tres déficits regionales que limitan su
acción en el tablero internacional: a) la falta de unidad latinoamericana (hablar con una sola voz) en la
escena internacional. Esto se vio en tres momentos de la crisis: al producirse la invasión, en la OEA y
la ONU. Aunque en general no hubo un respaldo a Rusia, predominó la ambigüedad y la disonancia.
Pero también se han expresado en los foros de la izquierda regional (Grupo de Puebla) y en los
organismos de integración regional (UNASUR y otros). b) El déficit de liderazgo expresado en que los
tres principales países de la región y miembros del G20 (Brasil, Argentina y México) no han tenido una
postura coherente ni coordinada. c) Su ausencia de peso internacional, quedando como mero espectador
periférico. La crisis de Ucrania muestra los peligros que conlleva ser aliados de Rusia (o sus intentos de
acercarse a Rusia). También se menciona como negativo el acercamiento a China, inclusive como
reemplazo de Rusia como aliado. Estos lazos benefician a Rusia porque refuerzan su proyección
internacional, consigue aliados en su pulso geopolítico con Estados Unidos y obtienen nuevos
mercados para sus exportaciones.
En cuanto al impacto político interno, este análisis considera que es muy limitado, dado que la mayoría
de la población vive de espaldas a sucesos percibidos como ajenos y lejanos.
En conclusión, los autores le reprochan a América Latina no haber dado paso alguno para sancionar a
Rusia, como Estados unidos y la Unión Europea. Según este análisis se está perdiendo la oportunidad
para recuperar una alianza firme con “occidente” teniendo como eje la cuarta revolución industrial,
como proveedores de materias primas tradicionales y receptores de desarrollo tecnológico. “Su ventaja
comparativa [de América Latina] es la de ser un socio confiable y no agresivo ni perturbador del statu
quo internacional y compartir mayoritariamente los valores occidentales”.

Foreing Affairs - Rusia y Ucrania: repercusiones para Latinoamérica, por Jordi Bacaria Colom
(julio 2022)
https://revistafal.com/rusia-y-ucrania-repercusiones-para-latinoamerica/
https://revistafal.com/fal-22-3/

Esta entrega de la revista FA ubica el conflicto en el marco de la agudización de la disputa geopolítica,


desde el punto de vista del stablishment norteamericano. Resalta el reforzamiento de “la coalición de
las dos grandes potencias autoritarias del mundo, China y Rusia, que puede debilitarse si entran en
conflicto sus intereses particulares, pero que puede reforzarse si la estrategia es unirse contra
Occidente.” Frente a esa coalición, Estados Unidos ha actualizado la Doctrina Monroe, “pensada para
contener la intervención de las potencias europeas en el continente y ahora recuperada para enfrentar a
las nuevas potencias.” Jorge Heine y Andrés Serbin analizan el comunicado de Vladimir Putin y Xi
Jinping del 4 de febrero de 2022, concluyendo que “las nuevas relaciones interestatales entre China y
Rusia son superiores a las alianzas políticas y militares de la era de la Guerra Fría”, que la “amistad
entre ambos Estados no tiene límites” y que “no hay áreas ‘prohibidas’ en materia de cooperación”. A
su vez, identifican un conflicto entre el interés geoestratégico chino de largo plazo, que apuesta por una
proyección internacional de China con Rusia desde Eurasia, y sus intereses económicos en el corto y
mediano plazo en el marco de la interdependencia con Estados Unidos.
Armando Chaguaceda y Adriana Boersner Herrera analizan la posición de Rusia en Latinoamérica. Los
principales sectores latinoamericanos que atraen inversiones rusas son la explotación de recursos
naturales, la tecnología de la información, la industria automotriz, la nuclear y la aeroespacial. Las
principales inversiones de empresas rusas en la explotación de recursos naturales se dirigen a las minas
de bauxita en Guyana, Jamaica y Perú, así como a los proyectos de Gazprom, Lukoil y Rosneft en
Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba y Venezuela. Brasil y México son los mercados más importantes para
Rusia, que importa azúcar de caña, soya, café, carnes y aparatos mecánicos de Brasil, así como
automóviles, teléfonos, cerveza y azúcar de México. Rusia sirvió también de alivio económico para
Venezuela ante la presión de las sanciones económicas. Las relaciones de Rusia con Cuba y Nicaragua
se han basado primordialmente en la necesidad de adquirir y modernizar armamento, y también
Venezuela fue un comprador importante de armas rusas. Otro artículo analiza el impacto del triunfo de
Petro, señalando que incidirá en una mayor autonomía de la región frente a Estados Unidos, tras el
triunfo de Petro. Montserrat Arce analiza el tema de las sanciones por la guerra en Ucrania, así como
las contramedidas tomadas por el gobierno de Putin y sus efectos. Unas y otras pueden afectar a
Latinoamérica, en particular, al sector agrícola, debido a la dependencia de Argentina, Brasil y México
de los fertilizantes rusos.
Robert Kagan, uno de los más destacados analistas neoconservadores, reconoce que la invasión de
Ucrania ha sido una respuesta a la expansión de la OTAN hacia el este: “así como Pearl Harbor fue la
consecuencia de los esfuerzos de Estados Unidos para frenar la expansión japonesa en el continente
asiático, y así como los ataques del 11-S fueron en parte una respuesta a la presencia dominante de
Estados Unidos en el Medio Oriente después de la primera guerra del Golfo, las decisiones rusas han
sido una respuesta a la expansión posterior a la Guerra Fría de la hegemonía bélica de Estados Unidos y
sus aliados en Europa.” Por último, Anna Reid explica la interpretación de Putin de la historia de Rusia
para justificar la invasión de Ucrania. Para Putin, todas las divisiones entre Rusia y Ucrania son obra de
las potencias occidentales. Los medios estatales rusos informaron que Ucrania era un Estado fallido
tomado por una junta neonazi y que las fuerzas rusas acudían al rescate. Sin embargo, como explica
Reid, la identidad nacional ucraniana es antigua y su movimiento nacional moderno comenzó en la
década de 1840, encabezado por el primer gran escritor en lengua ucraniana, Taras Shevchenko.

Artículos diversos

Le Monde Diplomatique – América Latina y la guerra de Ucrania, por Ignacio Ramonet (4 de


marzo de 2022).
https://mondiplo.com/america-latina-y-la-guerra-de-ucrania

Para Ignacio Ramonet, la guerra en Ucrania tiene consecuencias planetarias, no solo abarca el aspecto
militar sino todos los ámbitos de la vida humana (guerra total). El impacto en América Latina será
sobre todo económico, debido a algunos vínculos de Rusia con la región. Rusia ha intentado acercarse a
la región de tres maneras: su apoyo en la crisis sanitaria del Covid 19 (Argentina, Bolivia, Nicaragua,
Paraguay y Venezuela), su apoyo a los países sancionados por USA (Venezuela, Cuba y Nicaragua) y
el diálogo directo con algunos presidentes sudamericanos (Argentina y Brasil). Sin embargo, iniciado
el conflicto ningún país de la región se alineó de modo incondicional con las posiciones del Kremlin.
La guerra impactará en la subida de los precios de algunas materias primas importadas por la mayoría
de países del continente (petróleo, gas, metales, alimentos y fertilizantes), con el subsecuente
incremento de la inflación. Por otro lado, beneficiará a países exportadores de algunos de estos
productos: Venezuela, Chile, Perú, Bolivia, Argentina, Brasil). En segundo lugar, el cierre del espacio
aéreo de Europa del Norte afectará al turismo, especialmente Cuba y República Dominicana.

BBC News - Rusia y Ucrania: qué efectos puede tener la invasión rusa en las economías de
América Latina, por Cecilia Barría (15 marzo 2022).
https://www.bbc.com/mundo/noticias-60741690
Pese a que los volúmenes de intercambio comercial entre Rusia y América Latina son bajos (menos del
1.5%), varios sectores productivos se verán afectados por la guerra (exportación de bananas desde
Ecuador, importación de fertilizantes por Brasil). Rusia exporta (11 mil millones de dólares) a la región
más de lo que importa (8,500 millones de dólares). Las exportaciones rusas llegan principalmente a
México y Brasil; y sus principales productos son fertilizantes (40%), acero (segundo producto para
América Latina), petróleo refinado y las vacunas Sputnik. En cuanto a las importaciones, los
principales productos son frutas, verduras, carnes y pescado, provenientes principalmente de México,
Brasil y Ecuador. El impacto económico indirecto se verá reflejado en el incremento del precio de las
materias primas (petróleo, alimentos y metales), que aparentemente beneficiará a países como Brasil,
Colombia y Ecuador (petróleo), y Brasil y Argentina (granos). La inflación y el bajo crecimiento
económico tiene consecuencias contradictorias ya que se incrementarán las exportaciones, pero se
encarecerán las importaciones. Frente a ello se responderá con la subida de las tasas de interés, lo que
frenará el crecimiento económico. Todo ello podría producir un enorme descontento social que ya
viene de años anteriores. Finalmente, los países más dependientes de Rusia se verán más perjudicados,
mientras que aquellos que quieren profundizar sus relaciones económicas tendrán que postergar sus
planes.

El Diario - Los efectos de la guerra de Ucrania llegan hasta América Latina (20 marzo 2022).
https://www.eldiario.es/internacional/efectos-guerra-ucrania-llegan-america-latina_1_8839925.html

La invasión rusa también afecta a las perspectivas de crecimiento y estabilidad de los países de la
región, a pesar de los miles de kilómetros de distancia. A nivel económico: impactos en el mercado de
materias primas y atascos en las cadenas de suministros, como consecuencia de las sanciones de
occidente contra Rusia. A la vez, podría dar oportunidades a países que exportan productos similares a
Rusia. Las sanciones (congelación de activos, exclusión de los bancos rusos del sistema SWIFT y veto
a los oligarcas rusos) impactarán en la reducción de la cooperación entre Rusia y América Latina, que
había experimentado un crecimiento sostenido. Durante las últimas décadas Rusia ha fortalecido su
presencia en AL con sus aliados históricos (Cuba, Nicaragua, Venezuela), así como con Argentina,
Brasil, Bolivia, Ecuador y México. Es notoria la presencia de los medios de comunicación rusos (Rusia
Today y Sputnik) y el envío de la vacuna Sputnik durante la pandemia. Aun así, su presencia es débil.
La invasión a Ucrania generó un rechazo generalizado en América Latina que, son embargo, no ha
aplicado sanciones a Rusia.

OBSAL - La guerra en Ucrania y sus efectos en América Latina y el Caribe, por Carlos Mauricio
Ferolla y Marcelo Depieri (23 marzo 2022).
https://www.workers.org/2022/04/62946/

De lo ya señalado en textos anteriores, el autor aporta algunos alcances nuevos: a) Los efectos
económicos de la guerra no provienen solo del propio conflicto sino también de las sanciones de
occidente contra Rusia. b) Este impacto económico se da en un contexto en el cual las economías no se
recuperan todavía del impacto de la pandemia. c) Los países más afectados por la pandemia y la guerra
serán aquello con mayor desigualdad y economías oligopólicas. d) Tres dinámicas impactarán sobre
América Latina: incremento de precios y/o restricciones para el acceso a productos importados;
apertura de nuevos mercados para países de la región exportadores de alimentos e hidrocarburos; y el
incremento de los precios internacionales del petróleo, gas y alimentos. e) “Implica una oportunidad
para profundizar debates y generar políticas que orienten a los países hacia el autoabastecimiento de
energía y caminar hacia la soberanía alimentaria, para esto la integración regional se presenta urgente y
necesaria”.

IICA - Las potenciales crisis alimentarias provocadas por la invasión de Rusia a Ucrania, por
Álvaro Ramos (18 abril 2022).
https://blog.iica.int/en/blog/las-potenciales-crisis-alimentarias-provocadas-por-invasion-rusia-ucrania

El principal aporte del artículo es una propuesta de siete medidas de cómo los países de América Latina
pueden enfrentar la crisis de Ucrania para enfrentar sus consecuencias en el campo alimentario,
resumida en la siguiente afirmación: “perseverar y sostener aquellas acciones de modernización de los
sistemas agroalimentarios nacionales y regionales, asegurando así la inclusión en ellos de las unidades
productivas familiares”.

BBC News - Por qué el actual "boom" de las materias primas no está enriqueciendo a América
Latina, por Cecilia Barría (25 julio 2022)
https://www.bbc.com/mundo/noticias-62259890

La autora se responde señalando las siguientes razones: a) La “maldición de los recursos naturales”,
basar el crecimiento económico en la exportación de recursos naturales obliga a la importación de
productos manufacturados, en un contexto de incertidumbre sobre la evolución de los precios. b) La
inflación pone en duda los beneficios, aunque no exista una forma precisa de medir esta relación. Hay
que analizarlo tanto desde el punto de vista de los productores de materias primas como de los
consumidores. El alza del costo de los créditos y la desaceleración de la economía china también
afectan. Los efectos son distintos en cada economía porque las dificultades por las que atraviesan son
distintas. La demanda de materias primas, tras alcanzar un récord a comienzos de julio, ha sufrido una
caída de 20% por los temores a una próxima recesión.

EFE - Latinoamérica resiste mejor el 2022 pero no escapará al freno económico en 2023 (26 julio
2022).
https://www.youtube.com/watch?v=5lM2wKKQmyI
https://www.efe.com/efe/america/economia/latinoamerica-resiste-mejor-el-2022-pero-no-escapara-al-
freno-economico-en-2023/20000011-4857419

Basado en un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), sostiene que, si bien América Latina
resistirá mejor el impacto de la guerra en Ucrania, ésta se ralentizará en la segunda mitad del año y se
notarán los efectos en el 2023. La región crecerá 3% este año y 2% el próximo, según sus
proyecciones. Aunque con matices, el impacto será general. El alza en conjunto de este año se
explicaría por la recuperación de las economías más grandes (Brasil, México, Colombia, Chile), sobre
todo por la reapertura de la economía tras la pandemia y el alza del precio de las materias primas. La
causa principal del debilitamiento será la inflación, que obligará a endurecer las políticas monetarias y
fiscales. Los países que apuesten por una mayor presencia en los mercados globales requerirán mayor
inversión y eso lleva tiempo.

KAS - América Latina: ¿gana o pierde con la guerra en Ucrania?, por Tarah Lynn Ramthun (29
julio 2022)
https://dialogopolitico.org/agenda/america-latina-guerra-ucrania/

Las consecuencias de la guerra en Ucrania son ambiguas. Mientras los precios del petróleo y las
materias primas benefician a los exportadores; la inflación, los déficits de infraestructura y la
incertidumbre política, juegan en contra. En cuanto a lo primero, los beneficios no son uniformes
dependiendo de si los países son exportadores o importadores; así como tampoco si estos beneficios
contribuirán a una mejora económica en el largo plazo, sobre todo por la falta de infraestructura
(oleoductos, gaseoductos), la corrupción y la intervención del Estado. Estos períodos de precios altos
también desincentivan las inversiones o la integración en otras fases de creación de valor. En cuanto a
lo segundo, se abren oportunidades de que la región suministre productos agrícolas a países que antes
se abastecían de Rusia o Ucrania (África, Medio Oriente). Sin embargo, la subida de precios de los
fertilizantes y de los costos de transportes tienen un efecto negativo. Esta subida de los costos de los
alimentos tiene un impacto negativo en los consumidores latinoamericanos. Como se puede ver, ambos
sectores tienen importantes paralelismos. El más importante es que si bien las ganancias del Estado y
del sector privado pueden incrementarse, las consecuencias son negativas para los consumidores y la
mayoría de la población.

Esglobal - América Latina ante el nuevo Gran Juego geopolítico global, por Roberto Mansilla (10
agosto 2022).
https://www.esglobal.org/america-latina-ante-el-nuevo-gran-juego-geopolitico-global/

Pese a que América Latina es un escenario poco relevante con relación al conflicto en Ucrania, no
escapa a la puja entre las grandes potencias debido a necesidad de tener influencia en los países
exportadores de materias primas esenciales. En ese sentido, la mayor parte de los países de la región
han mantenido posiciones en equilibrio en relación a las principales potencias globales. La UE, en este
contexto, busca vías de cooperación en campos como las energías limpias, el fomento de la
democracia, la integración económica y los acuerdos comerciales, entre otros. Sin embargo, países
como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Brasil, Argentina y México ven en Rusia y China tanto
oportunidades de cooperación económica y militar como factores disuasivos para establecer un
equilibrio en relación a Estados Unidos. En ese sentido, la mayoría de los países de AL evitaron
alinearse de manera irrestricta con algún bando, pese a que la región se verá afectada por las
consecuencias del conflicto.
El autor analiza, en primer lugar, los casos de los aliados directos de Rusia y China en la región:
Venezuela, Nicaragua y Cuba; donde Rusia intenta influenciar a través de la ayuda sanitaria y las
alianzas económicas y militares, mientras China lo hace a través de la cooperación y la ayuda
económica, y la firma de acuerdos de libre comercio. En segundo lugar, aquellos países que se han
acercado a China y Rusia con el fin de mantener una relación más equilibrada con Estados Unidos
(Brasil. Argentina, México). Esta tendencia se fortalece en América Latina debido al nuevo giro
político a la izquierda en la región (Bolivia, Perú, Chile, Honduras y Colombia) que buscan ampliar sus
alianzas exteriores no solo con China y Rusia, sino también con India, Turquía e Irán. El caso de
Colombia es particular ya que es socio extracontinental de la OTAN. Asimismo, Argentina ha
solicitado su ingreso en los BRICS; y una posible victoria de Lula en Brasil podría llevar a un retorno
de una política multilateral. Mientras tanto, México mantiene una posición ambigua, y el resto de
países tiene una actitud expectante.

ECV/RPG
Agosto 2022

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