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Argumentos negativos o refutación

La refutación de un argumento consiste en mostrar mediante un contraargumento que la


tesis defendida por nuestro contrincante está equivocada o es falsa. Al refutar quizá no
podamos demostrar que nuestra tesis es más fuerte o mejor, pero demostraremos que la
argumentación del equipo contrario es débil. De esta manera, la audiencia (público y
jueces) se convencerán de que nuestro oponente ha sido derrotado porque, normalmente,
el público del debate suele prestar más atención a las críticas que se hacen ambos
equipos que al trabajo de presentación de los argumentos.

ESTRATEGIAS Y RECURSOS PARA LA ARGUMENTACIÓN


Hay muchas estrategias para dar respuesta a los argumentos presentados por nuestro
oponente. Veremos algunas:
A) Estrategia de refutación basada en la/s evidencia/s presentada/s por el oponente.
Consiste en mostrar problemas relacionados con los datos ofrecidos al respaldar sus
afirmaciones. Por ejemplo, en un debate sobre la pena de muerte, un caso de refutación
basada en evidencia podría ser:

Su primer refutador ha afirmado en su anterior intervención que nuestro país


debería adoptar la pena de muerte porque así disminuiría la tasa de delitos violentos.
Sin embargo, las investigaciones que utilizan para respaldar su argumento son del
año 1960. Los mismos investigadores, en 1980, mostraron que esas conclusiones
eran equivocadas y que, en realidad, de su estudio no podía concluirse que la
adopción de la pena de muerte hiciera caer la tasa de delitos violentos. En
consecuencia, el argumento del equipo contrario pierde fuerza, pues está basado en
resultados de investigadores que, años después, confirmaron que sus conclusiones
habían sido erróneas.

El orador muestra que la evidencia que el refutador del equipo contrario presentó en
apoyo a la pena de muerte, no es digna de confianza; de hecho, sus mismos
investigadores aclararon que los resultados del estudio eran erróneos. De este modo, el
orador busca desacreditar el argumento de su oponente por estar respaldado en fuentes
inadecuadas.

B) Estrategia de refutación basada en el razonamiento, en la que lo que atacamos es


el razonamiento exhibido por nuestro opositor. En este tipo de refutación, resulta
especialmente útil conocer las formas de razonamiento y falacias. En este ejemplo, el
refutador/a ha puesto el foco de la refutación en mostrar que el equipo contrario —en
lugar de haber presentado una buena razón— cometió la falacia de apelar a la tradición
(ad antiquitetem). Ejemplo
Nuestros oponentes dicen que no debemos prohibir la fiesta de los toros porque eso iría en
contra de un espectáculo que hunde sus raíces en nuestro país desde la Edad Media y, en
consecuencia, en contra de nuestra historia. Sin embargo, esta apelación a la tradición no
constituye una razón para que nos opongamos a las corridas de toros. Ellos, además de decir
simplemente eso, deberían habernos mostrado, por ejemplo, cuál es el valor de mantener esa
fiesta que se perdería de aprobarse su ilegalización, pero no lo han hecho. En consecuencia,
no encontramos aquí —además de esta falacia— ninguna razón que podamos analizar

.
C) PREGUNTAS RETÓRICAS: Preguntas que el/la debatiente presenta sin esperar
obtener una respuesta directa por parte del oponente. El objetivo de una pregunta retórica
es sembrar dudas 2 en el jurado y en la audiencia sobre la firmeza de algún argumento
presentado por nuestro oponente. Por ejemplo, en un debate sobre la conveniencia de
controlar las redes sociales de los hijos, el refutador del equipo a favor del control parental
podría comenzar su refutación así:

La idea de dejar libertad a nuestros hijos e hijas a la hora de relacionarse a través de las
redes sociales es, en principio, muy atractiva; pero debemos preguntarnos: ¿qué padre o
madre dejaría en soledad a su hijo o hija en mitad de un bosque por la noche rodeado
de miles de personas con perversas intenciones? ¿Cómo sabrían distinguir nuestros
menores una amistad virtual conveniente de una no conveniente? ¿Qué precio
podrían pagar por su supuesta libertad? La única forma de evitar posibles consecuencias
negativas sobre la salud física y psíquica de nuestros hijos es controlar sus perfiles en las
redes sociales a través de distintos programas de control parental.

ORGANIZACIÓN DE LAS REFUTACIONES: MODELO DE LOS CUATRO PASOS


Una refutación requiere incluir:

 Paráfrasis presentada por el oponente


 Argumento de refutación completo para mostrar su debilidad

El modelo presentado por Schuster y Meany (2005) está basado en cuatro pasos para
organizar una refutación eficaz y no olvidar puntos importantes:
Primer paso: “Ellos dijeron...” El primer paso es la paráfrasis. Para ello, podemos
comenzar nuestra refutación con la frase “Ellos/ellas dijeron...”, “Mi oponente dijo...” o “El
refutador/a del equipo contrario afirmó…”. Es importante mencionar el argumento que
vamos por refutar para que la audiencia y los jueces puedan seguir con más facilidad
nuestra línea de pensamiento. Cuando nos referirnos al argumento de nuestro oponente,
debemos parafrasearlo en forma concisa; puede ayudarnos usar un título o frase corta. Es
importante ser breves, para poder usar más tiempo al explicar nuestras propias ideas.
Segundo paso: “Pero...” Después de la paráfrasis del argumento de nuestro oponente,
debemos luego ofrecer nuestro argumento de refutación o contraargumento. La
afirmación de ese argumento de refutación es la que introducimos en el segundo paso de
este modelo de refutación. Esta afirmación puede ser una afirmación opuesta a la de
nuestro contrincante, una objeción a su razonamiento o a la evidencia presentada, o bien
una explicación de por qué su argumento no es importante. Por ejemplo, una afirmación
opuesta al ejemplo en un debate sobre la despenalización del consumo de drogas podría
ser:

Ellos dijeron que la despenalización del consumo de drogas generaría un aumento en


la cantidad de drogas consumidas (argumento a refutar), pero el consumo de drogas se
caería si se aprobara la despenalización (afirmación que vamos a defender en nuestro
argumento) refutación.

Tercer paso: “Porque...” Tras presentar la afirmación de nuestro argumento de


refutación, debemos mostrar cuál es el razonamiento y la evidencia con que la
respaldamos, es decir, debemos terminar de presentar nuestro contraargumento. Así, el
tercer paso del modelo suele comenzar con la palabra “porque” y en él debemos justificar
la afirmación de nuestro argumento de refutación. Un modo de hacerlo es presentar
información que contradice la evidencia utilizada por nuestro oponente. Por ejemplo, otro
modo de responder ante el argumento de la pena de muerte del caso anterior podría ser
el siguiente:

Nuestros oponentes en este debate han afirmado que controlar las redes sociales de
los hijos e hijas es contraria al derecho a la intimidad de los menores (argumento a refutar),
pero nosotros afirmamos que este control es un deber y una obligación de sus
progenitores (afirmación sobre la que se basa nuestro argumento) porque deben ejercer
su derecho de la patria potestad que se regula en los arts. 156 y 154 del Código Civil,
legislación posterior a la citada por el equipo contrario y en la se incide en la obligación de
los padres de velar por sus hijos e hijas, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y
procurarles una formación integral (razonamiento y evidencia con la que respaldamos
nuestro contrargumento)
Cuarto paso: “Por lo tanto...” Finalmente, el último paso es proveer una conclusión. La
conclusión es una comparación entre el argumento presentado por nuestro oponente y
nuestro argumento de refutación: suele decirse que lo que hacemos aquí es pesar
argumentos.

Nuestros oponentes en este debate han afirmado que controlar las redes sociales
de los hijos e hijas es contraria al derecho a la intimidad de los menores (argumento a
refutar), pero nosotros afirmamos que este control es un deber y una obligación de
sus progenitores (afirmación sobre la que se basa nuestro argumento) porque deben
ejercer su derecho de la patria potestad que se regula en los arts. 156 y 154 del
Código Civil, legislación posterior a la citada por el equipo contrario y en la se incide
en la obligación de los padres de velar por sus hijos e hijas, tenerlos en su compañía,
alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral. (razonamiento y
evidencia con la que respaldamos nuestro contrargumento). Por lo tanto, nuestra
refutación debe prevalecer sobre el argumento original de nuestros contrincantes, por
estar respaldada con una legislación que redunda en beneficio de los hijos.
Conclusión

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