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El orador muestra que la evidencia que el refutador del equipo contrario presentó en
apoyo a la pena de muerte, no es digna de confianza; de hecho, sus mismos
investigadores aclararon que los resultados del estudio eran erróneos. De este modo, el
orador busca desacreditar el argumento de su oponente por estar respaldado en fuentes
inadecuadas.
.
C) PREGUNTAS RETÓRICAS: Preguntas que el/la debatiente presenta sin esperar
obtener una respuesta directa por parte del oponente. El objetivo de una pregunta retórica
es sembrar dudas 2 en el jurado y en la audiencia sobre la firmeza de algún argumento
presentado por nuestro oponente. Por ejemplo, en un debate sobre la conveniencia de
controlar las redes sociales de los hijos, el refutador del equipo a favor del control parental
podría comenzar su refutación así:
La idea de dejar libertad a nuestros hijos e hijas a la hora de relacionarse a través de las
redes sociales es, en principio, muy atractiva; pero debemos preguntarnos: ¿qué padre o
madre dejaría en soledad a su hijo o hija en mitad de un bosque por la noche rodeado
de miles de personas con perversas intenciones? ¿Cómo sabrían distinguir nuestros
menores una amistad virtual conveniente de una no conveniente? ¿Qué precio
podrían pagar por su supuesta libertad? La única forma de evitar posibles consecuencias
negativas sobre la salud física y psíquica de nuestros hijos es controlar sus perfiles en las
redes sociales a través de distintos programas de control parental.
El modelo presentado por Schuster y Meany (2005) está basado en cuatro pasos para
organizar una refutación eficaz y no olvidar puntos importantes:
Primer paso: “Ellos dijeron...” El primer paso es la paráfrasis. Para ello, podemos
comenzar nuestra refutación con la frase “Ellos/ellas dijeron...”, “Mi oponente dijo...” o “El
refutador/a del equipo contrario afirmó…”. Es importante mencionar el argumento que
vamos por refutar para que la audiencia y los jueces puedan seguir con más facilidad
nuestra línea de pensamiento. Cuando nos referirnos al argumento de nuestro oponente,
debemos parafrasearlo en forma concisa; puede ayudarnos usar un título o frase corta. Es
importante ser breves, para poder usar más tiempo al explicar nuestras propias ideas.
Segundo paso: “Pero...” Después de la paráfrasis del argumento de nuestro oponente,
debemos luego ofrecer nuestro argumento de refutación o contraargumento. La
afirmación de ese argumento de refutación es la que introducimos en el segundo paso de
este modelo de refutación. Esta afirmación puede ser una afirmación opuesta a la de
nuestro contrincante, una objeción a su razonamiento o a la evidencia presentada, o bien
una explicación de por qué su argumento no es importante. Por ejemplo, una afirmación
opuesta al ejemplo en un debate sobre la despenalización del consumo de drogas podría
ser:
Nuestros oponentes en este debate han afirmado que controlar las redes sociales de
los hijos e hijas es contraria al derecho a la intimidad de los menores (argumento a refutar),
pero nosotros afirmamos que este control es un deber y una obligación de sus
progenitores (afirmación sobre la que se basa nuestro argumento) porque deben ejercer
su derecho de la patria potestad que se regula en los arts. 156 y 154 del Código Civil,
legislación posterior a la citada por el equipo contrario y en la se incide en la obligación de
los padres de velar por sus hijos e hijas, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y
procurarles una formación integral (razonamiento y evidencia con la que respaldamos
nuestro contrargumento)
Cuarto paso: “Por lo tanto...” Finalmente, el último paso es proveer una conclusión. La
conclusión es una comparación entre el argumento presentado por nuestro oponente y
nuestro argumento de refutación: suele decirse que lo que hacemos aquí es pesar
argumentos.
Nuestros oponentes en este debate han afirmado que controlar las redes sociales
de los hijos e hijas es contraria al derecho a la intimidad de los menores (argumento a
refutar), pero nosotros afirmamos que este control es un deber y una obligación de
sus progenitores (afirmación sobre la que se basa nuestro argumento) porque deben
ejercer su derecho de la patria potestad que se regula en los arts. 156 y 154 del
Código Civil, legislación posterior a la citada por el equipo contrario y en la se incide
en la obligación de los padres de velar por sus hijos e hijas, tenerlos en su compañía,
alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral. (razonamiento y
evidencia con la que respaldamos nuestro contrargumento). Por lo tanto, nuestra
refutación debe prevalecer sobre el argumento original de nuestros contrincantes, por
estar respaldada con una legislación que redunda en beneficio de los hijos.
Conclusión