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¿Qué son las plantas Xerófitas?

Las plantas que soportan grandes sequías


y están adaptadas a ésa escasez de agua se
denominan xerófitas. Todas éstas plantas
presentan diferentes características que
otorgan tolerancia a la falta de agua, y
serán éstas las que elijamos para ocupar
nuestro Xerojardín. Éstas son algunas de
las adaptaciones utilizadas por éste tipo
de plantas:

    Espinas: Son formaciones agudas que


pueden ser de origen foliar o bien ramas que
se han reducido a espinas.

Ejemplos: Cactáceas (Opuntia sp. o chumbera,


Ferocactus), Juniperus oxicedrus o enebro, Rhamnus lycioides o espino negro, Genista
hirsuta o genista.

    

Suculencia: Muchas plantas xerófitas captan


agua durante los periodos cortos de lluvias,
almacenándola en su interior. El corte de sus
hojas presentan un aspecto carnoso o
suculento (de ahí su nombre) y muchas
veces gelatinoso.

Ejemplos: Áloe sp. conocido como Áloe,


Ágave americana o pita.

   

Enrollamiento de las hojas para así reducir la superficie de transpiración.


Ejemplos: Quercus coccifera o coscoja, Cistus clusii o jara blanca.

Presencia de pelos y ceras que reducen su temperatura foliar


Ejemplos: Salvia officinalis o salvia, Lavandula Stoechas o cantueso, Lavandula
angustifolia o espliego, Rosmarinus officinalis o romero, Thymus vulgaris o tomillo.
Sensibilidad estomática
    Cuando el suelo está seco, estas plantas
mantienen cerrados sus estomas durante
todo el día, pudiendo conservar el agua.

Aumento de la absorción de agua por las


raíces     (Presencia de un sistema radical
profundo)
Ejemplo: Eucalyptus camaldulensis o
eucalipto.

Reducción de hojas y órganos aplanados


Ejemplo: Chamaerops humilis o palmito.

     Cómo toman el agua las plantas

Las plantas absorben agua fundamentalmente por las raíces, aunque también pueden
procurarse pequeñas cantidades de agua a través de los estomas de las hojas, procedente de
la lluvia, la nieve o el rocío.
Una vez que el agua es tomada por la planta, parte es incorporada a los tejidos de la planta
y otra parte se pierde en la transpiración a través de los estomas.
El transporte del agua que absorben del suelo a través de sus raíces, se realiza gracias al
Sistema Vascular, que es como su sistema circulatorio por donde circulan los nutrientes y
fluidos.
     El agua y los minerales (iones) se incorporan a través de las raíces, y en la planta fluyen
a través de sus tejidos conductores.
     Dado que hay dos tipos de materiales a transportar, las plantas presentan dos tejidos
diferenciados para transportarlos:
     El xilema se encarga del transporte ascendente del agua y de los iones una vez que han
sido absorbidos por la raíz. Gracias a la transpiración de las hojas, el agua asciende por el
xilema.
El floema transporta el alimento ya elaborado (azúcares disueltos producto de la
fotosíntesis), desde las hojas y tallos hacia otras regiones de la planta.
La cantidad de agua que una planta es capaz de absorber depende de la superficie de
absorción, de la cantidad de agua disponible en el suelo y de la capacidad de retención de
agua por éste.

    
  Cómo pierden el agua las plantas
    El agua que pasa a formar parte de los tejidos de la planta representa una cantidad
pequeñísima (0,1 al 1 por 100) del agua total necesaria.
    El agua se pierde por la transpiración y por la evaporación. A la pérdida de agua por
estos dos conceptos se le da al nombre de evapotranspiración.

    La evaporación se refiere a la pérdida de agua de la superficie del suelo donde se


encuentra la planta.
    En una planta, cerca del 90% del agua que entra por sus raíces la pierde en forma de
vapor. A este proceso se le llama transpiración y es consecuencia de que se abran y se
cierren los estomas para captar el dióxido de carbono para efectuar la fotosíntesis.
    La transpiración tiene efectos positivos y negativos para la planta. Los positivos le
proporcionan la energía necesaria para poder transportar agua, minerales y nutrientes a las
hojas en la parte aérea de la planta. Los negativos dan lugar a la mayor pérdida de agua, que
puede amenazar la supervivencia de la planta, sobre todo en climas secos.
    Casi toda el agua se transpira por los estomas de las hojas, que son células de la
epidermis de las plantas que regulan el intercambio gaseoso y que se rodean de células
oclusivas. Estas células epidérmicas rodean a los estomas y regulan el cierre y la apertura
de los mismos para el intercambio gaseoso y la pérdida de agua.
    Cuando el suelo no dispone de agua suficiente, las plantas reaccionan cerrando más o
menos las estomas de las hojas, reduciendo proporcionalmente la transpiración.
    La falta del agua necesaria para las plantas, produce en éstas dos tipos de reacciones:

- Reducción del tamaño de algunos órganos como raíces, yemas, etc., y del porte general de
la planta.
- Algunas funciones importantes como la polinización o la fecundación se interrumpen o se
reducen al mínimo.

Plantas xerófitas: qué son, características y ejemplos


Aunque no conozcas el término seguro que serías capaz de nombrar varias plantas xerófilas
si te decimos que estas se caracterizan por ser plantas que necesitan poca agua y que,
además, son plantas resistentes a la sequía. Y sí, efectivamente los cactus se encuentran
dentro de este tipo de plantas, pero no son las únicas.

Qué son las plantas xerófitas y sus tipos


La etimología de la palabra xerófita nos hace retroceder hasta el griego antiguo, donde
encontramos las dos palabras que la forman en realidad: fito o phytón, que significa planta,
y xero, cuyo significado es seco. De ahí, podemos decir de forma general que las plantas
xerófitas son aquellas que se han adaptado ante la escasez de agua. Gracias a la
modificación de sus hojas, tallos y raíces son capaces de absorber y retener el agua durante
largos periodos de tiempo para sobrevivir a climas extremos.
Las plantas xerófitas presentan raíces largas, hojas muy pequeñas con pocos poros de
manera general, pero también existen algunas que cuenta con espinas. Así, podremos
diferenciar varios tipos de plantas xerófitas:
Xerófitas con espinas
El mejor ejemplo de este tipo de plantas xerófilas son las pertenecientes a la familia de las
cactáceas. Estas están cubiertas por espinas tanto por el tallo como por sus hojas.
Xerófitas suculentas
Este tipo de plantas xerófitas destacan por contar con hojas carnosas capaces de almacenar
líquidos como agua o látex. Además, disponen de manera general por un tallo ancho y
hojas anchas, como en el caso de las plantas pertenecientes a la familia de las crasuláceas.
Las plantas suculentas se encuentran entre las más resistentes a largos periodos de sequía y
suelen ser también una fuente de alimento y agua para otros animales del entorno, incluido
el ser humano.
Xerófitas con hojas enrolladas y dentadas
La mayoría de las plantas pertenecientes a este grupo son de tipo arbustivo. Sus hojas son
duras, dentadas y de una coloración verde oscuro en el haz y de tonos grises en el envés.
Xerófitas con vello y cera foliar
Típicas del clima mediterránea destacan por la presencia de una vellosidad gris que cubre
sus hojas por completo. Claros ejemplos de este tipo de xerófitas son algunas de las más
conocidas plantas aromáticas como la salvia, la lavanda o el romero. Además, una de sus
principales ventajas es que gracias a la adaptación de sus hojas son capaces de reducir la
pérdida de agua producido por el proceso de transpiración y, del mismo modo, mantener la
temperatura de la planta estable durante todo el año.
Xerófitas con un mayor número de estomas
Dentro de este grupo se encuentran los Lithops, que comprenden un género de plantas
suculentas con más de 100 especies; también se les conoce como plantas roca. Estas a pesar
de contar con pocas hojas logran sobrevivir gracias a su número de estomas que
permanecen cerrados a la espera de lluvias o de humedad necesaria.
Xerófitas con raíces profundas
Aquí encontramos en su mayoría árboles con un fuerte sistema radicular, más largo y
grueso que el de la mayoría. Gracias a él la planta logra recoger y retener el agua que se
almacena en el subsuelo para poder sobrevivir a largos periodos de sequía o crecer en zonas
semidesérticas.

Características de las plantas xerófitas


Estas son las características de las plantas xerófitas más importantes:
 La principal característica de las plantas xerófitas es que son plantas que han evolucionado
para conseguir conservar el agua que necesitan para su crecimiento y desarrollo óptimo en
condiciones climatológicas extremas.
 Estas plantas cuentan con una epidermis espesa y unas hojas compuestas por una gran
cantidad de estomas para favorecer el proceso de la fotosíntesis debido a la falta de lluvias.
 Sin embargo, aún no se ha comprobado del todo que la aparición de espinas o
modificación de sus hojas sea una de las adaptaciones de las plantas xerófitas para evitar la
evapotranspiración.
 Las plantas xerófilas también han sabido adaptarse a los excesos de luz y a la falta de
nutrientes. De hecho, a pesar de crecer bajo estas condiciones e incluso con temperaturas
extremas suelen ser muy apetecibles para otros animales gracias a su aporte alimenticio.
Ejemplos de plantas xerófitas
A continuación, os ofrecemos un listado con algunos nombres de plantas xerófitas que,
muy posiblemente, tengas en casa, en tu jardín, en alguna de las zonas verdes de tu ciudad.
Quizás algunas de ellas te sorprendan:
Árboles xerófilos
 Acacia spp o acacia
 Cupressus sempervirens o ciprés
 Lagerstroemia indica o árbol de Júpiter
 Brachychiton populneum o braquiquito
 Quercus ilex o encina
 Punica granatum o granado
 Ficus carica o higuera
 Olea europea o olivo
 Juniperus thurifera o sabina albar
Palmeras
 Chamaerops humilis o palmito
 Phoenix dactilifera o palmera datilera
Arbustos xerófilos
 Arbutus unedo o madroño
 Lavandula o lavanda
 Myrtus communis o mirto
 Nerium oleander o adelfa
 Rosmarinus officinalis o romero
 Thymus vulgaris o tomillo
 Manihot esculenta o yuka o yuca
Crasas o suculentas
 Agave lechuguilla o agave
 Aloe succotrina o aloe
 Opuntia sp. u opuntia

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