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Flora Xerofítica
Flora Xerofítica
Las plantas absorben agua fundamentalmente por las raíces, aunque también pueden
procurarse pequeñas cantidades de agua a través de los estomas de las hojas, procedente de
la lluvia, la nieve o el rocío.
Una vez que el agua es tomada por la planta, parte es incorporada a los tejidos de la planta
y otra parte se pierde en la transpiración a través de los estomas.
El transporte del agua que absorben del suelo a través de sus raíces, se realiza gracias al
Sistema Vascular, que es como su sistema circulatorio por donde circulan los nutrientes y
fluidos.
El agua y los minerales (iones) se incorporan a través de las raíces, y en la planta fluyen
a través de sus tejidos conductores.
Dado que hay dos tipos de materiales a transportar, las plantas presentan dos tejidos
diferenciados para transportarlos:
El xilema se encarga del transporte ascendente del agua y de los iones una vez que han
sido absorbidos por la raíz. Gracias a la transpiración de las hojas, el agua asciende por el
xilema.
El floema transporta el alimento ya elaborado (azúcares disueltos producto de la
fotosíntesis), desde las hojas y tallos hacia otras regiones de la planta.
La cantidad de agua que una planta es capaz de absorber depende de la superficie de
absorción, de la cantidad de agua disponible en el suelo y de la capacidad de retención de
agua por éste.
Cómo pierden el agua las plantas
El agua que pasa a formar parte de los tejidos de la planta representa una cantidad
pequeñísima (0,1 al 1 por 100) del agua total necesaria.
El agua se pierde por la transpiración y por la evaporación. A la pérdida de agua por
estos dos conceptos se le da al nombre de evapotranspiración.
- Reducción del tamaño de algunos órganos como raíces, yemas, etc., y del porte general de
la planta.
- Algunas funciones importantes como la polinización o la fecundación se interrumpen o se
reducen al mínimo.