El Modernismo

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EL MODERNISMO

[I]
El MODERNISMO es un fenómeno multifacético, es decir, muestra
muchas caras de sí, muchas diferencias entre sus componentes. Además no es
un fenómeno exclusivamente cultural.
Tampoco es una escuela (como el Impresionismo, el Surrealismo...), esto
es, no hay manifiestos ni pronunciamientos teóricos o doctrinales.
Podemos afirmar que el Modernismo es un estilo de época, y como tal
afecta a la vida social, la literatura, la política, la religión...

Pero descendamos, MODERNISMO.


En el año 1890 Rubén Darío le puso nombre y declaró lo que ocurría en
(llamémoslo así) grupo. Fue en la columna periodística “Fotograbado” de
Ricardo Palma (escritor, periodista y político peruano, 1833-1919, afincado en
el romanticismo). Manifestó Darío allí: “espíritu nuevo que hoy anima a un
pequeño pero triunfante grupo de escritores y poetas de la América española:
el modernismo”. Y más: “la libertad y el vuelo, y el triunfo de lo bello sobre
lo preceptivo, en la prosa; y la novedad en la poesía: dar color y vida y aire y
flexibilidad al antiguo verso, que sufría anquilosis, apretado entre tomados
moldes de hierro”.
Es decir, lo que pronto se manifiesta, se hace inconfundible en los jóvenes
escritores americanos de esa época es su actitud: 1) las posiciones
inconfundibles y muy elementales a considerar: a) "espíritu nuevo" y b)
"espíritu nuevo" frente a... Lo segundo es esencial, ya digo, porque lo que
proponen y ponen de manifiesto los modernistas es la lucha por clausurar los
suspiros del romanticismo hispánico, que se repetía en el realismo, el
positivismo y el naturalismo, esos movimientos que Gutiérrez Nájera definió
como “desconsoladores” y “repugnantes”; 2) actuar en los diferentes planos

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de la acción literaria, de la escritura: en el plano temático (los asuntos a tratar),
el plano léxico (las palabras a utilizar), en el plano funcional (las formas, los
modos). Por lo último, dislocar los anquilosados recursos antiguos, en prosa y
en poesía, tal cual comenta Darío: libertad, lo bello sobre lo normativo, color,
vida, aire, flexibilidad...

Entonces, fechas, si el Ismaelillo, de José Martí, apareció publicado en el


año 1882, concluimos que el desarrollo del Modernismo lo es a partir de la
década de 1880 hasta... VEREMOS.
*

ANTES:
CABE APUNTAR DOS DATOS IMPORTANTISIMOS EN LO QUE SE REFIERE A LAS
FECHAS, aunque sean extraños esos datos a la cultura, al estricto movimiento
modernista, pero (repito) son esenciales:
1) Hay varios intentos abolicionistas desde el año 1807 hasta la
promulgación definitiva del final de la esclavitud en el año 1886.
Recordemos, 1872, Puerto Rico, con 31.000 esclavos; 1879, Cuba; 1883
liberación de 40.00 esclavos y, por fin, 7 de octubre de 1886 final.
2) Desde la invasión de Napoleón en los años 1808-1814, la rebelión de los
criollos en América se precipita hasta la batalla final. Se consuma la
Independencia de los territorios de la América del Sur (en primer grado) con
la batalla de Ayacucho, en Perú, 9 de diciembre de 1824. A ello seguirá, 74
años después, el final definitivo del Imperio español: independencia de Cuba
(cuyo líder ideológico fue José Martí), Puerto Rico y Filipinas en el año 1898.
Cabe apuntar entonces que el movimiento cultural (literario) más
importante de la América Hispana y del Sur del continente, el Modernismo,
está vivamente enmarcado entre esas dos fuerzas:
a) La reconstrucción y el reordenamiento, con el reconocimiento propio, el
proceso de identificación propia como americanos, de eso que se llamó
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América después del descubrimiento, conquista y colonización española y
portuguesa. O lo que es lo mismo, el principio del "vaciado" del periodo
colonial que fue de octubre del año 1492 a diciembre de1824, 332 años de
confinamiento, de sometimiento, cual los criollos adujeron, ahora se da la
vuelta en pos del "llenado": lo antes de 1492 como materia del ser y ser en los
márgenes de la colonia, ser para el futuro (por ejemplo, Sarmiento, Facundo.
Civilización y barbarie, 1842).
b) La manifestación, con todo su esplendor, de la “negritud” en América.
Esto es, la constatación, hasta entonces excluida, tapada, prohibida,
esclavizada, de un signo capital (como en la historia de América se aprecia),
de una de las vías más importantes de la “diferencia” que es lo negro en
América. Y ello afecta a la América toda (norte y sur) como sabemos. Lo cual
nos da a entender que la dicha “diferencia" se manifiesta en dos vías:
1) La diferencia del menos 1492 y 2) la diferencia de los negros esclavos
que fueron llevados a América. Recordemos que ese proceso va de la
incursión del portugués Joaõ Fernandez el año 1445 en el Cabo Bojador hasta
la fecha vista de 1886. Eso quiere decir que los negros recuperan la voz y que
la manifiestan, la hacen pública, ya no dentro y confinada en su grupo, en los
sótanos y mazmorras en las que estaban encerrados, sino en la plaza, en la
calle, en los templos... Y uno de los fundamentos de los negros no es solo
manifestar su mundo, sus certidumbres (las certidumbres religiosas,
espirituales, metafísicas, ontológicas, circunstanciales, vitales...) sino imitar,
remedar la voz del amo. Así se exponen, con el ritmo propio, con sus
capacidades. De donde (para el caso hispano) idioma de imposición por
esclavitud (castellano) y los rudimentos no olvidados, repetidos en el grupo:
danza, tambores, movimientos, sonidos, dioses lejanos... ¿Resultado?
Recuerden: bolero, salsa...; o el Blues (literalmente, ‘melancolía’, ‘tristeza’),
el Jazz...
Las dos cosas anotadas son primordiales, porque tanto la Independencia
como la liberación de los esclavos apuntan a una cosa: la contravención, el
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rechazo, la impugnación del “amo”. Y el Modernismo (en lo que a la literatura
se refiere) es exactamente eso: rechazo a la centralidad, al peso colonial de la
tradición, rechazo a la imposición del canon.

Entonces, recapitulamos:
El Modernismo es una revolución ideológica y artística que alcanza al siglo
XX. Pero no hemos definido, hasta ahora, al Modernismo.
Sea:

[II]
¿QUÉ ES EL MODERNISMO?
Miguel de Unamuno dijo que el Modernismo era cosas diversas y hasta
opuestas entre sí .
«[No sé] que es eso de los modernistas y el Modernismo, pues llaman así a
cosas tan diversas y hasta opuestas entre sí que no hay modo de reducirlas a
una común categoría» [1908].
Iván A. Schulman, en E1 modernismo hispanoamericano, Buenos Aires,
Centro Editor de America Latina (Enciclopedia Literaria, 48), 1969, p.8,
explica el despiste de Unamuno:
«[Unamuno] no explora el problema lo suficiente como para descubrir la
unidad y la armonía encerradas en la diversidad y la antítesis del
Modernismo».

Expliquemos, pues:
"Diversidad" = Variedad, desemejanza, diferencia (RAE).
"Antítesis" = Oposición o contrariedad de dos juicios o afirmaciones
(RAE).
Eso nos lleva a considerar
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II.1.- DOS ESCUELAS.
UNA, la más tradicional, la considerada «escuela literaria», id est, la tenida
tradicionalmente como la escuela que representa al Modernismo.
Es una escuela limitadora (cual propondría Unamuno que así fuera), para
quien es lo mismo Azu1 (1888) que Prosas profanas (1896).
CARACTERÍSTICAS:
exotismo, preciosismo, decadentismo.

ESPECIFICACIONES:
1.- la elaboración de la forma,
2.- la búsqueda de nuevos metros y nuevos ritmos;
3.- el amor a la elegancia;
4.-guerra al prosaísmo de léxico y de intención;
5.- exotismo del paisaje;
6.- el juego de la fantasía;
7.- el cultivo de un arte desinteresado;
8.- la exhibición y complacencia sensual.

Eso se aplica como general, como lo universal del Modernismo (por lo


general y despistadamente) en atención a la "primera escuela". Ahora bien, lo
que tenemos que constatar es que lo que fundaron los modernistas (de la
"primera escuela" o la de la "otra/las otras escuelas") fue un ESTILO, estilo
dinámico que sustentaba una serie de actitudes que podemos resumir del
siguiente modo:
1. el respeto por la belleza;
2. la búsqueda de la palabra armoniosa y pura;
3. el reflejo de la armonía secreta de la Creación;
4. la pulcritud y el esmero estilísticos;
5. la confianza en el poder salvador y sagrado del arte;

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6. el arte como refugio y como protesta ante los oprobios histórico-
sociales;
7. la lucha contra la marginación del escritor;
8. la reflexión sobre los enigmas existenciales y ontológicos del hombre.
(José Olivio Jiménez en Antología crítica de la poesía modernista
hispanoamericana, Madrid, Hiperión, 1985, p.20.)

Es decir, lo anotado para la "primer escuela" es UNA PARTICULARIDAD, que


(además) no es exclusiva de ella sino que se repite con mayor o menor
fuerza en todos los modernistas, cual es el caso del uso de los elementos, del
mundo clásico, etc. De donde debemos concurrir a lo general que
comparten, no lo específico de escuela, y los 8 elementos vistos son
INDECLINABLES, INELUDIBLES.
Entonces podemos decidir, podemos constatar:
Todas las cuestiones vistas (los 8 elementos y lo anterior anotado)
plantean y resuelven problemas verdaderamente estéticos, formales,
funcionales. O lo que es lo mismo, frente a las posiciones escapistas o
ideologizadas de antes, lo que les interesa a los modernistas es la literatura,
en su más alto grado, tanto en lo que a la concepción temática se refiere como
a la concepción estilística, y principalmente esta.
PORQUE lo que desplegaron los modernistas fue UNA CONTUNDENTE FE

EN LA PALABRA ARTÍSTICA Y EN LA CONCIENCIA DEL ARTE. De ahí la


importancia que, para la concepción misma del Modernismo, estos elementos
tienen.
[Vid: Rubén Darío (Nicaragua, 1867-1916), Azul y Prosas profanas.]

Visto lo cual, y separado lo particular de lo general, descendamos al


Modernismo:

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II.2. DOS ETAPAS.
a) Preciosista, caracterizada por la destrucción y alejamiento de lo
americano (Rubén Darío, Herrera y Reissig [Uruguay, 1875-1910], Casal,
Rodó). También por la obsesión por París.
b) Mundonovista, caracterizada por lo americano (en los paisajes, los tipos,
los problemas continentales). Si bien es cierto que algunos poetas no
abandonaron y practicaron siempre (por compromiso) esta adscripción,
también lo es que el primer aspecto visto (preciosista) es casi definitivo y
excluyente en algunos de ellos. Ahora bien, cabe considerar el traslado de
posiciones en algunos casos, por ejemplo, el paso hacia atrás, hacia América
que da Darío en su momento, o el paso hacia atrás, hacia Argentina que
Lugones. De los primeros (América) ha de nombrarse a Martí
(fundamentalmente), o a José Santos Chocano (y no tan fundamentalmente
como Martí, aunque...). En Martí, América y el porvenir; en Chocano, la
historia, la heroicidad, la patria, el paisaje... Uno esencial, otro...

[PARA LA REFLEXIÓN: Jose Martí (Cuba, 1853-1895) y el liderazgo


americanista.]

II. 3. NUEVAS CONSIDERACIONES.

Se defendió durante mucho tiempo que el Modernismo es lo que muestra la


primera escuela (Rubén Darío como modelo). Lo que hoy defendemos es que no
cabe el Modernismo reducido a esas premisas. El Modernismo es mucho más.

1934: Federico de Onís (Salamanca, 1885-Puerto Rico,1966: profesor de la


Universidad de Columbia desde 1918, filólogo, crítico literario e hispanista
español, que se suma a las voces del exilio para la difusión del hispanismo en
EEUU y la reafirmación de lo hispanoamericano) escribió:

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«[E1 Modernismo] es la forma hispánica de la crisis universal de las letras y
del espíritu que inicia hacia 1885 [1882] la disolución del siglo XIX y que se
habría de manifestar en el arte, en la ciencia, en la religión, en la política y
gradualmente en los demás aspectos de la vida entera, en todos los caracteres,
por lo tanto, de un hondo cambio histórico».

Juan Ramón Jiménez dijo:

«El Modernismo es un cambio histórico cuyo proceso continúa hasta hoy».

[Cfr. Modernismo, México, Aguilar, 1962. Editado por Ricardo Gullón.]

A estas conclusiones se llega por consideraciones estéticas, por el estudio


estilístico y cronológico de los textos. De ello surge la novedad: la definición
cierta y cabal del Modernismo.
Otro añadido histórico: después de la segunda mitad del siglo XIX, la
literatura española e hispanoamericana entran en crisis. Por la crisis,
movimiento innovador. Y eso, claro, no afecta solo a un escritor. De donde,
Rubén Darío no es el Modernismo, aunque explique el Modernismo (como Las
Meninas explican el Barroco), Darío es solo uno de entre los «muchos artistas
sensibles a los profundos cambios que produjeron una literatura renovada»
[Schulman, p.12].
CON ESOS DATOS se deduce que el florecimiento del Modernismo va del
año 1875 (México, Gutiérrez Nájera) al año 1920. Que se tenga como básica la
idea de Modernismo por la primera escuela se debe a las declaraciones, el
egocentrismo, el confusionismo y el magisterio de Rubén Darío. Por ejemplo, en
el año 1896 Darío se autoproclamó el “iniciador” del movimiento, y hasta
cercano el año 1980 ese criterio se siguió usando falsamente.
Dato importante: 1888, año de la aparición de Azul; 1916, muerte de Darío.
[Cfr., para una creativa crítica a esa escuela, Ramón María del Val1e-Inclán:
Luces de bohemia.]

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En el año 1899, José Enrique Rodó (Uruguay, 1871–1917) declaró:
«Yo soy un modernista también; yo pertenezco con toda mi alma a la gran
reacción que da carácter y sentido a la evolución del pensamiento en las
postrimerías de este siglo; a la reacción que, partiendo del naturalismo literario y
del positivismo filosófico, los conduce, sin desvirtuarlos en lo que tienen de
fecundos, a disolverse en concepciones mas altas» [citado por Schulman, p.13].

En1895, otro testimonio de Darío Herrera (Panamá, 1870-1914):


«Para mí Darío y [Julián del] Casal [Cuba, 1863-1893] han sido los
propagadores del Modernismo, pero no los iniciadores. Este título corresponde
mas propiamente a José Martí... y a Manue1 Gutiérrez Nájera [México, 1859-
1895]. Ambos vinieron a la vida literaria mucho antes que Darío y Casal, y eran
modernistas cuando todavía no había escrito Darío Azul ni Casal su Nieve».
Recordemos, aparte de los ejemplos en la prosa de Martí y de Nájera, que en
1882 fue cuando se publicó (en New York) Ismaelillo y que en 1882 Nájera
comienza a publicar en revistas los cuentos que se tienen por el inicio la
narración modernista y luego recogerá en un libro, en 1883, con un exacto título
modernista: Cuentos frágiles. Ahí, en ese libro de prosas, se encuentran la
precisión parnasiana, las sugerencias simbolistas y las figuraciones
impresionistas en pos del lenguaje sincrético de la época, además de destrozar
las formas clásicas del cuento realista.

III.

EL HOMBRE DEL FINAL DEL SIGLO.


El hombre del final del siglo XIX siente que el mundo está en
transformación. Las instituciones y las actividades humanas (incluidas las
literarias) necesitan ser reajustadas.

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Alcanza a todos los escritores este convencimiento: Darío, poeta escapista y
amanerado, es más que eso: ser profundo, alma pensante, hombre que siente y
sufre, como los otros modernistas. Dijimos que el Modernismo señala obras con
contradicciones internas entre sí, con cambios de posición respecto al arte entre
uno y otro autor, o incluso entre los autores mismos a lo largo del tiempo. Pero
lo que no se puede obviar es la expresión preciosista o exacta, el vigor, el flujo y
el reflujo de la crisis universal.

IV.

MODERNISMO: PROSA Y POESÍA.


La prosa tiene prioridad en la génesis del Modernismo. El Modernismo se
caracteriza porque la revolución comenzó en la prosa, en Martí y Nájera
(hacia 1875), antes que en la poesía.

OPOSICIONES:
a) A la prosa chata y gris del Realismo y del Naturalismo.
b) En Martí concurre, para esa revolución dicha, la fijación en la prosa de las
figuras mas relevantes del Siglo de Oro hispánico (Santa Teresa, Cervantes,
Quevedo, Gracián, Saavedra Fajardo...), mas (a partir del año 1879) los dictados
del Simbolismo, el Parnasianismo y el Impresionismo franceses.
IV.1.- La lección martiana es esta: a la tradición hispánica se une la
renovación francesa. Eso quiere decir que los valores de la tradición de la
lengua son inmutables; los de la renovación han de ser adaptados al modo de ser
propio, teniendo en cuenta que lo que se persigue es arrasar con el estado de la
literatura a la que se ha llegado.

ESTE ES EL PRINCIPIO AXIAL DE LA MODERNIDAD


HISPANOAMERICANA, Y LO QUE DA SENTIDO A LA REVOLUCIÓN
DE LAS LETRAS DEL CONTINENTE, DESDE EL MODERNISMO HASTA

NUESTROS DÍAS. SIN ELLO NO SERÍA POSIBLE ENTENDER


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ACTITUDES LITERARIAS COMO LAS DE MARTÍ, CASAL, HERRERA
Y REISSIG O DARÍO. Y, AL MISMO TIEMPO, LAS DE LÓPEZ
VELARDE, MACEDONIO FERNÁNDEZ, ARLT, BORGES, ONETTI,
CORTÁZAR, CARPENTIER, LEZAMA LIMA, RULFO, VARGAS
LLOSA, GARCÍA MÁRQUEZ O CARLOS FUENTES.

Latinoamérica (luego de los años que van de la pre-independencia y la


independencia hasta esas fechas, más o menos de 1820 a 1875), América se
representa a sí misma como un conjunto armónico, cromático, musical,
extendida sobre las bases de lo mejor del idioma y la necesidad [“periférica”,
SUBRAYO PERIFÉRICA porque es esencial], necesidad de novedad, en la
búsqueda y el reconocimiento de los ancestros occidentales, del padre perdido
en el Continente europeo, de ahí Francia (París) donde cabían los adelantos más
primorosos del mundo (los dichos Impresionismo, Simbolismo,
Parnasianismo...)

IV.2.- Y eso fue lo que hizo actuar a Gutiérrez Nájera, el primer escritor
americano del momento que basó su credo más en la renovación, es decir, en
componentes formales, funcionales, estéticos, y no en componentes sociales,
nacionales, de identidad o históricos, cual había sido común hasta esas fechas.

Schulman, p.19:
«En Marti los elementos franceses de su estilo están asimilados y convertidos
en procedimiento individual; en Gutiérrez Nájera estos se transparentan, de
manera directa, en giros y vocablos franceses, y en su cuentística en los
ambientes parisienses y los temas frívolos aprendidos de [los escritores
franceses de la época]».

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IV.3.- La prosa modernista surge en Martí y Nájera. La poesía en 1882 con el
Ismaelillo de José Martí.

¿Por qué?

La tradición poética, en cualquier lengua, se resiste más a las


transformaciones. La prosa, en cambio, es más dada a la experimentación, como
puede verse incluso en la actitud de Rubén Darío.

V.

EL ESPÍRITU DE LA ÉPOCA

a) Protesta y fuga frente al vacío espiritual (cfr. el encierro de Casal o de


Herrera y Reissig, la explotación del ser doblado: el normal, que atiende a
oficios más o menos recomendables para (sobre)vivir (periodismo, por ejemplo,
enseñanza, diplomacia u otros menesteres) y el literato con su carga espiritual y
fantasiosa, misteriosa, oculta a los ojos de los seres comunes.
b) Debilitamiento de las normas.
c) Debilitamiento de las tradiciones antiguas.
d) Sustitución del positivismo por la nueva ciencia experimental.

Todas estas cuestiones traen como consecuencia uno de los centros del
Modernismo: la concepción del vacío. Dios ha muerto, toda capacidad de
trascendencia (que daba apoyo a la debilidad humana) ha desaparecido. Ha
muerto la eficacia de la ciencia enfatizada por el positivismo. Hombre
abandonado ante su propia suerte, solo ante el mundo y ante sí mismo. Luego,
repito VACÍO, y con VACÍO, nihilismo= del latín nihil que significa 'nada',
entonces negación de los tradicionales sentidos de la vida.

Ya podemos intuir, por tanto, cuál es LA TEMÁTICA DEL MODERNISMO. En


dos vertientes: 1) la nihilista dicha en atención al vacío, pesimismo,
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desconfianza de la vida, las preguntas ontológicas (del existir) sempiternas, la
vacuidad, la nada, el destino, la muerte...; 2) por la posición en época (como le
ocurre al Barroco), persistir en lo seguro, en lo duradero, en lo fuerte, en lo fijo:
mundo clásico, objetos suntuosos (oro, piedras preciosas...), lo fantástico...

CONSECUENCIAS:

Ya dije: como en el Barroco se tiende al mundo de lo perdurable (los


materiales evocados son diamantes y piedras preciosas, objetos y minerales
ricos, mundo clásico, pasiones puras, espacios no contaminados, etc.)
Ahora bien, para que no se confunda, como es usual para el caso, de lo
siguiente: los cisnes, los exotismos, los experimentos decadentistas, las
princesas, los jardines versallescos, etc., etc. NO SUSTITUYEN AL SENTIR
GENERAL DE LOS MODERNISTAS NI A LO QUE LO PROPICIA:
repito: época, situación en la época, reflexión sobre la época,
repercusiones de la época en el ser y reacción de los individuos a
las condiciones y disfunciones de la época.

VI.

El artista, condicionado por la idea de «Civilización» mentada ya para el


caso de Domingo Faustino Sarmiento, y por la utilidad política de las artes en la
fijación de lo americano que sustanció la pre-independencia y después de la
independencia, frente a eso el Modernismo HA DE OFRECER NUEVAS
perspectivas, HA DE PROCLAMAR nuevas RESPUESTAS Y HA DE FIJAR
NUEVOS VALORES DE LA VIDA y DEL ARTE.

Estas cuestiones han de subrayarse:

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a) Lo que los modernistas deploran es la estrecha relación que existía entre
política y literatura (por la construcción de América, p-ej. Andrés Bello,
Sarmiento y...) en la pre-independencia, en la independencia y en la inmediata
post-independencia.

b) El paso de más implica defender un asunto no solo de suma importancia


para la literatura sino para América en literatura: los valores del arte, que ya se
han señalado. A ello es a lo que se aplican los modernistas. En principio en
exclusiva; luego arte en América, pero con el plus del aprendizaje absoluto en
letra. A eso es (insisto) a lo que se dedican. De ahí la importancia (repito) capital
de esta revolución en el idioma que se llama Modernismo.

Entonces:

1) El Modernismo y los modernistas responden a la alienación de la cultura


burguesa, convertida en instrumento mediocre;

2) el artista se niega a ser un sujeto cautivo.

El artista del Modernismo reclama la libertad creadora y personal, de lo


que resulta una cultura fugitiva. Surge el encierro, la separación del mundo
del artista para proponer los valores del individuo (artista, escritor) y su mundo.

VII.

Y ya dije que el Modernismo se caracteriza por LA VARIEDAD INARMÓNICA.

Es decir, resultará extraordinario, uno de sus valores más duraderos, el que la


estética del Modernismo fuera/sea multifacética y contradictoria.

¿Por qué?

a) Por la ruptura a las vías tradicionales de la interacción vida-literatura.

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b) Por la ruptura de las vías sociales de la acomodación.

Resultado: repliegue y aislamiento individuales, cual ya se ha dicho.

Cosa no extraña.
Ricardo Gullón habla de la realidad modernista de la mitad del siglo, entre
1880-1940, y se pregunta por si podemos fijar exactamente las
características individuales del Modernismo en atención a eso que veríamos
como universal, esto es, restrictivo del Modernismo. Dicho de otro modo,
¿son universales y fijas las realizaciones artísticas del Modernismo, como
cabe preguntarnos por las del Renacimiento? Quiero decir que lo que se
plantea Ricardo Gullón es si podemos reducir el Modernismo a su exacta
función y funcionalidad de escuela. Respuesta: no. Y el más del NO que
resulta de la pregunta convertida en respuesta es también categórico: sin
embargo, el Modernismo es, es una operación en tiempo aceptable,
computable, definible, tanto para la literatura como para la vida de los
hombres en esa época. Luego...
Es cierto que hablamos de individuos particulares, singulares en el
Modernismo, ninguno identificable, confundible con otro. Cada modernista
aporta su experiencia al Modernismo, y lo hace como experiencia cimera,
meritoria, sustancial (Martí, Casal, Herrera-Reissig, Darío, Silva...) Ahora
bien, lo que también es cierto y podemos deducir después de los análisis es
que a los modernistas los une la actitud: la relación con su tiempo, con la
fatiga de su tiempo y la respuesta a su tiempo, y a la fatiga de la literatura, por
la que luchan, con la que se comprometen. Eso puede deducirse de lo anterior
visto. Es decir, al Modernismo le ocurre lo mismo que al Renacimiento, al
Barroco, al Romanticismo. Y eso no es poco decir. Eso es lo destacado, lo que
vertebra y distingue al movimiento.

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Otra de las características del Modernismo (y que siguen todos los
modernistas) es el rechazo a formas académicas rígidas. Ahí su entrada y su
pelea. Y por ello el Modernismo dará un paso extraordinario en pos de la
experimentación, que es una de las funciones sustanciales de las "literaturas
de frontera", y lo que explica lo que luego ocurrirá en América con los autores
modernos ya citados. Dos objetivos básicos:
a) «extender las fronteras de la expresión hispánica»
b) «enriquecer el lenguaje literario» [Schulman, p.24]
SON DOS PRINCIPIOS ESENCIALES PARA EL FUNCIONAMIENTO
DE UN SISTEMA ARTÍSTICO, PORQUE PLANTEAN SOLUCIONES
PRECISAS A LA FORMA, AL MODO DE ACTUACION EN LA LETRA.

VIII.

LAS INCORPORACIONES, LOS PROCEDIMIENTOS.


¿Cómo organizan los modernistas esa respuesta "experimental" en letra?

El Modernismo es una apertura a todas las corrientes; es cosmopolita y


universal, asuntos que forman parte esencial del alma del americano y de
todas las “culturas de frontera” (repito, y que ustedes pueden seguir por la
canaria). La escritura explora nuevos recursos expresivos y renovadas formas
estilísticas, traídas de otras partes, de otras artes, de otros lenguajes artísticos
(la escultura, la pintura, la música).
El primer elemento de la frase se convertirá en imprescindible para
entender las nuevas vías de la literatura en América y en el idioma. La
cuestión no está en que el artista esté atento a la novedad allí donde se
produzca y encuentre, Francia, otros países de Europa o EEUU, y que con esa
conciencia se mueva de igual manera a como se mueven esos autores
sublimes; la cuestión radica en que el Modernismo no es mimético, no copia o
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sigue sin más al otro; lo que hace el Modernismo es incorporar, asumir eso
que tiempo después un escritor de la vanguardia brasileña, José Oswald de
Sousa Andrade, defendió como atropofagia. Los modernistas hacen lo
mismo que hicieron los aztecas con sus víctimas sacrificadas: se hacen dueños
de sus valores, los incorporan a su carne, a su sangre, a su cerebro... Este
aspecto es fundamental. No podríamos entender sin ello lo que ocurrirá con el
magisterio de William Faulkner para los nuevos novelistas de América, de
Rulfo a García Márquez con Mario Varias Llosa.
Cabe una cita (para aclarar esta pelea de los modernistas contra el
provincianismo) del gran escritor inglés Óscar Wilde: “Conocer diversas
literaturas es el medio mejor de liberarse de la tiranía de algunas de ellas”.
Y Gutiérrez Nájera escribió (en el año 1894) un ensayo que títuló “El
cruzamiento de la literatura”. Ahí se lee (contra los españoles): “Mientras más
prosa y poesía alemana, francesa, inglesa, italiana, rusa, norte y sudamérica
importe la literatura española, más producirá y de más ricos y más cuantiosos
productos será su exportación”. Es decir, frente a la posición exportadora del
modernismo hispanoamericano (por los “importes” de que Nájera habla), el
provincianismo español (que hasta esas fechas compartió América) tiene
como calvario el quedar reducida a sí misma.

Cito algunos pormenores de la poesía para aclarar:


a) El uso de ritmos nuevos o buscados en los clásicos griegos y latinos
(p.ej., el hexámetro) o desusados (como las formas hispánicas clásicas). Lo
cual explica otro rigor: la alta formación de estos escritores.
b) La monorrima, el endecasílabo dactílico (aquel que lleva acento en las
sílabas cuarta y séptima, RAE), los versos blancos o sueltos (verso que no
forma con otro rima perfecta ni imperfecta, RAE), etc.

En prosa = formas rítmicas, formas plásticas, formas cromáticas.

Cabe, con lo dicho, apuntalar las BASES DEL LENGUAJE MODERNISTA:


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1. Sincretismo, por las diversas incorporaciones señaladas.
2. Preciosismo.
3. Parnasianismo, por lo que los modernistas aprendieron de ese
movimiento en atención a la rigurosa perfección formal. Con ello los
otros valores del “sincretismo” (el Impresionismo): la plasticidad y la
visualidad. La claridad lineal de las formas, la rotundidad del color, el
empleo de los materiales nobles (oro, plata, mármoles, seda, piedras
preciosas...)
4. Prerrafaelismo por la miniatura, el trazo delicado, pulcro, minucioso.
5. Simbolismo, porque su espíritu apuraba, en la conmoción, el retorno al
idealismo. Todo es símbolo, dijo Goethe. Por el simbolismo, el ver
hacia adentro. Y el simbolismo prepara a los modernistas para los usos
metafóricos e imaginistas más extraordinarios.
6. Impresionismo: en la lucha de los modernistas contra el realismo, el
impresionismo depara mirar según cada quien y resolver lo mirado
según cada quien. El matiz: lo impreciso y lo cambiante se encuentran
ahí, frente a la infalibilidad del realismo.
7. Después (sobre todo Darío desde las Prosas profanas) lo que
aprendieron del Art Nouveau: lujo, metáfora, gratuidad, proliferación...

Observen que todos estos elementos están incardinados en la concepción


del arte por los modernistas, que tiene como refugio sus desplazamientos
hacia lo que aprendieron de París y de otras artes distintas a la literatura y que
todos apuntan a vencer eso que señalamos líneas más arriba: el horror al
VACÍO.

IX.

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Cumple ahora hablar de las INFLUENCIAS. Por lo dicho antes, en
especial, el Simbolismo, el Parnasianismo, el Impresionismo. (También se
habla del expresionismo, aunque este movimiento —si se pone con
mayúsculas, Expresionismo, y remite a escuela— es más tardío y yo no veo
del todo la relación Modernismo-Expresionismo, si no tiene que ver ese
muestrario con la incuestionable sumisión de la literatura a las capacidades
expresivas de sus autores...). PERO, vuelvo a insistir: lo que importa del
Modernismo no es ver ahí lo que ocurrió en las etapas miméticas de la
literatura latinoamericana (hasta esa fecha, por seguir, fundamentalmente, los
cánones de la literatura central española); lo importante a considerar aquí es
que lo de afuera existe, pero la condición es que se adopte con naturalidad,
sencillez y espontaneidad. Es decir, priman las influencias «degustadas» y
«digeridas», no la belleza forzada, amanerada.
No es extraño, entonces, que el Modernismo se aprecie por semejantes
virtudes y que cuando el Modernismo se pasa de la raya (en algunos
momentos de Darío o sus seguidores), y sobre todo al final de su recorrido, el
que podemos considerar Modernismo mimético dentro de sus propias filas,
una frase se haya hecho famosa: «TUÉRCELE EL CUELLO AL CISNE».

El PRINCIPIO MODERNISTA es, pues, el nutrirse de todo, abarcarlo todo,


pero con el sentido mismo que lo arma: del rigor a lo dicho: antropofagia.

X.

MODERNISMO Y NEOESPIRITUALISMO.
Del Positivismo toma el Modernismo el espíritu critico, reformador, la
reputación de las ideas clásicas, la reputación de las ideas absolutas
(por consagradas, universalizadas). Recuérdese: la ética es universal; el clima,
la geografía, los hombres son particulares.

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Ricardo Gullón confirma que en la ideología del Modernismo se encuentran
elementos varios, incluso contradictorios: industrialización, positivismo
filosófico, la politización de la vida [Martí] frente al rechazo de la politización
de la vida (Casal, Herrera y Ressig, Silva...), el anarquismo ideológico y
práctico, el marxismo, el militarismo [Lugones, Chocano], la ciencia
experimental, el auge del capitalismo y la burguesía, el neoidealismo, la
Utopía...
[Vid. Direcciones del Modernismo, Madrid, Credos, 1963.]

También en lo espiritual e ideológico el Modernismo se mueve con sus


dictámenes. El Modernismo propugnaba la invalidez de las reglas, los
sistemas, las escuelas. De nuevo topamos con la premisa axial: el
individualismo. Y se añade una nueva y fundamental pauta: el Modernismo se
distingue por la metafísica agónica. Recuerden que el filósofo del pesimismo,
el alemán Arthur Schopenhauer, vivió entre 1788 y 1860, y que su gran
libro, Die Welt als Wille und Vorstellung, apareció en el año 1844.

XI.
REALIDAD, EVASIÓN Y AMERICANISMO.
Para la primera escuela crítica, el Modernismo era cisnes, pavos reales,
sátiros, ninfas, diamantes, rubíes, jaspe, orfebrería, ebanistería, cristales,
ambientes regios, ambientes exóticos, ambientes aristocráticos,
transposiciones pictóricas...
Es cierto lo que dice Schulman: ESO no es todo el Modernismo. Lo cual
quiere decir que esa realización, esa proliferación modernista no ha de tenerse
como central sino que ha de SER INTEGRADA. Y SE EXPLICA esa cuestión
de pavos, cisnes... (reitero) COMO SE EXPLICA EL BARROCO, esto es, no
hay contradicción. Esto es,
a) Lo superficial no está peleado con b) lo profundo, que ya he señalado.
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El Modernismo sería, por tanto, un paso de má s del Barroco; como el
Barroco lo fue del Renacimiento. El Modernismo, como el Barroco, es
horizontal y vertical. Má s aú n, lo dicho responde a la misma necesidad de
PERMANENCIA, de TRASCENDENCIA, de HUIDA HACIA LUGARES
ESTABLES, SEGUROS por la fugacidad de un tiempo en crisis, de unos
valores superfluos (cual sucedió en el periodo del Barroco).
Los anhelos estéticos de los modernistas están en Paris, aparte del repaso
dicho a la tradición más incitante de los modelos hispánicos, del Siglo de Oro
a la prosa del XVIII. Pero París representa, asimismo, los ideales vedados,

prohibidos para la realidad cotidiana. NO ES EXTRANO QUE CASAL SE


QUEDARA EN LAS PUERTAS DE ESA CIUDAD, en un viaje hecho a

propósito para visitarla, PARA QUE NO SE LE ESTROPEARA EL PARÍS


QUE ÉL HABÍA SOÑADO, QUE ÉL SE HABÍA FABR1CADO, QUE ÉL
HABIA IMAGINADO.
La realidad otra, la realidad figurada es esencial a la estética del
Modernismo. ¿Qué hizo Casal, qué hizo Darío (incluso por su adicción al
alcohol), qué hizo Lugones en Las fuerzas extrañas (cuentos fantásticos y de
anticipación científica), qué hizo Marti en Versos 1ibres, y Herrera y Reissig
con la expresión del ensueño, del misterio, de la muerte común a todos los
hombres o por su adicción a las drogas?
Para el modernista, la realidad única SE OPONE a la realidad verdadera. Y
también su revés: el Modernismo, en la etapa llamada mundonovista, busca
la realidad propia. Pero no lo hace EN LA REALIDAD INMEDIATA; los
modernistas buscan en el pasado, en la heroicidad probada en la historia,
constatada, fijada, en los mitos antiguos (v.gr., Chocano)...
SchuIman, p.42, escribe:
El mundonovismo revela al modernista primigenio «buscando raíces fuera
del ámbito de la realidad circundante, y, por tanto, en postura escapista, a
pesar del indigenismo de su orientación».
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XII.
PRINCIPIO Y RESUMEN:
El Modernismo busca la síntesis y la armonización en todos los aspectos
del arte, del pensamiento y de las ideas.
La preocupación de los modernistas por excelencia es huir del
«nacionalismo» (Martí no se cuenta), del «indigenismo»... que consideran
rémoras peligrosas de la etapa anterior contra la que luchan.
Recuerden: criollismo y autarquía frente a pensamiento y civilización
constructiva, integradora. Esos dos aspectos fueron causa de muchos de los
males y defectos políticos y sociales de América, desde la incapacidad para
articular el sueño de Bolívar, la Panamérica, a las guerras entre vecinos o la
sucesión de estados con principios de regencia autoritarios como el modelo
expulsado, España.

Martí:
«No hay letras, que son expresión, hasta que no haya esencias que expresar
en ellas. Ni habrá literatura hispanoamericana hasta que no haya Hispano
America. Estamos en tiempos de ebullición, no de condensación; de mezcla
de elementos, de obra enérgica de elementos unidos. Están luchando las
especies por el dominio en la unidad del género.» (Nuestra América.)

Observen:
Si Hispanoamérica es una idealidad, lo que propone Martí es que esa
idealidad sea congénita, les afecta a todos los americanos. Pero eso forma
parte de la responsabilidad y del compromiso ideológicos. Y a eso lo
acompaña la literatura. Frente a España que decidió, ahora ellos deciden con
el rigor, y desde América. Esa será, por ejemplo, la gran guerra de Borges: ser
uno, si no el más, importe escritor del idioma, pero desde la lateralidad, desde
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Argentina; porque ni en ese momento estaba dispuesto a abandonar Argentina
ni creía (como creyó Galdós) que para ser un buen escritor es necesario
trasladarse a Madrid. Y eso solo se explica por el ejercicio literario, no por ser
argentino, cubano, uruguayo o español. Eso (insisto) es lo que le concede el
valor que tiene a este movimiento.

Así, si 1824 consagra la independencia política de America del Sur, el


Modernismo consagra la independencia cultural americana, por todos los
elementos vistos y atañen al arrojo, a la reflexión, al rigor, a la formación, a la
madurez y a los procesos de “antropofagia” y de síntesis, entre lo español y lo
foráneo.

XIII.
ESPECIFICACIONES FINALES

MOMENTOS DEL MODERNISMO:


1) Iniciación: primera generación modernista (1882-1896).
José Martí y Manuel Gutiérrez Nájera: modernismo en prosa y primer libro
de poemas modernistas: Ismaelillo.
La culminación se fija en el año 1888, año en el que Rubén Darío publica
Azul. Darío se convierte en el líder del movimiento y en torno a él gira el
Modernismo, por su actividad, por sus manifestaciones, por sus publicaciones.
En el año1896 aparece Prosas Profanas, el libro por el que el Modernismo
asciende a su cumbre.
A esta generación pertenece también el excelente poeta colombiano José
Asunción Silva (Colombia, 1865-1896.)

2) La segunda generación modernista. Martí y Nájera mueren en el año


1895. Rubén Darío continuará activo hasta la publicación de su último libro
en vida, Canto a la Argentina y otros poemas, 1914. Morirá dos años después,
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en el año 1916. Ya dije que se autoproclamó y consideró el jefe de la escuela
modernista, pero que eso hemos de matizarlo, hemos de ponerlo en su sitio
como hemos hecho.
Y se unen los nuevos valores del movimiento: Leopoldo Lugones, Ricardo
Jaimes Freyre (Bolivia-Argentina, 1868-1933), Amado Nervo (seudónimo de
Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz, México, 1870-1919) o Julio Herrera
y Reissig.

LAS ETAPAS:
Dos etapas en el desarrollo del Modernismo:
1) La Preciosista: temas exóticos, la antigüedad, sin compromiso con la
realidad, estética de la evasión, paisajes versallescos, objetos
privilegiados (oro, sedas, piedras preciosas...). La obra de Rubén
Darío es quien más insiste en este aspecto, aunque ya vimos la actitud
de Gutiérrez Nájera o la de Leopoldo Lugones, aunque esas
aportaciones son (por lo general) menos reconocidas al respecto, entre
otras cosas porque en Darío son reiteradas y se convierten en
exponenciales.
2) Etapa mundonovista: se vuelve la mirada a América, por los temas
sociales y políticos.
Tres ejemplos:
a) Rubén Darío, Cantos de vida y esperanza (1905).
b) José Santos Chocano (poeta, periodista y diplomático de vida
libresca que no solo fue acusado de un defalco en el Banco de
España sino que mató a un joven escritor —Edwin Elmore—,
se prodigó como amigo de dictadores y fue asesinado en un
tren. Nació en Perú en 1875 y murió en Chile en1934). Libro a
considerar al respecto (aunque no es el único): Alma América
(1906).
c) Leopoldo Lugones, Odas seculares (1910, con motivo de la
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celebración del primer centenario de la Revolución de Mayo
argentina).

XIV.
LOS NOMBRES

José Martí (Cuba, 1853-1895).


Manue1 Gutiérrez Nájera (México, 1859-1895).
Juliá n del Casal (Cuba, 1863-1893).

José Asunción Silva (Colombia, 1865-1896.)


Rubén Darío (Nicaragua, 1867-1916).
Ricardo Jaimes Freyre (Bolivia-Argentina, 1868-1933).
Amado Nervo (México, 1870-1919).
Leopoldo Lugones (Argentina, 1874-1938)
Julio Herrera y Reissig (Uruguay, 1875-1910).

José Santos Chocano (Perú, 1875-1934.)

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