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RESUMEN- (14 – 68 El delito de otorgamiento de contrato simulado en

perjuicio de otro) –

CAPTIULO PRIMERO
ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA TEORIA DE LA
SIMULACION CONTRACTUAL EN DERECHO PRIVADO

I. LA DIVERGENCIA ENTRE VOLUNTAD Y DECLARACION


1. La expresión de la voluntad en los negocios jurídicos: el fenómeno de la simulación

Tras la noción jurídica de sujeto de derecho subyace la idea de que cada uno de ellos expresa
una sola voluntad al celebrar un acto juridico determinado. Revelar que esa expresión de
voluntad en cada caso particular es o no la fiel representación de su querer interno, constituye
un juicio de adscripción en virtud del cual se le considera respectivamente verdadera o falsa. En
consecuencia, como cuestión previa, se impone la necesidad de adherir a una determinada
noción de verdad y falsedad.
Ahora bien en el plano de la expresión de la voluntad, el concepto de verdad posee una
dimensión negativa que corresponde a la ausencia del error que una persona podría padecer.
Esto ocurre en los casos en que el sujeto se representa falsamente la realidad lo que
generalmente subsiste hasta que es corregido. En este contexto ideal, el falso concepto de la
realidad prsente en la persona se expresa y se mantiene de modo inseparable en las decisiones
que adopta de manera consciente. En el plano material, por su lado, es posible distinguir errores
voluntarios e involuntarios, a los primeros se les denomina comúnmente mentiras, y a los
segundos equivocaciones.
En el plano juridico el error voluntario o mentira adopta la forma de falsedad y en los casos en
que esta se expresa en un contrato, constituye el supuesto de la simulación contractual.
Para el derecho civil y particularmente para el derecho de contratos, la voluntad de obligarse se
expresa a través de dos canales de comunicación: a) el consentimiento verbal; y b) el
consentimiento escrito por medio de un documento. Cuando la finalidad de dicho
consentimiento es la creación, modificación o extinción de derechos y obligaciones, el
documento que lo contiene se denomina negocio jurídico. Si el contrato es suscrito por o en
representación de dos o mas personas, también se le denomina contrato o negocio juridico.
La expresión de voluntad documentada en el negocio juridico puede ser en todo o solo en parte,
verdadera o falsa. En este contexto, el documento no constituye la expresión de un
pensamienot previo a la manifestación, sino que solo es su representación en el medio social. Si
esta expresión de voluntad no es verdadera, no significa una ausencia de la misma, sino solo que
no coincide con los derechos y obligaciones que las partes realmente desearon crear, modificar
o extinguir, la que aparece formalmente tergiversada, falseada o incongruente, conforme sus
diversos matices.
Adicionalmente lo declarado por las partes en el negocio juridico no tiene una pretensión de
validez universal o absoluta, ya que pueden existir errores de hecho, jurídicos o en las
expresiones de las partes, sin que ello afecte necesariamente la validez y obligatoriedad del
contrato.
El fenómeno simulatorio consiste en una manifestación deliberada e intencional de los
contratantes que tiene por objeto y finalidad expresar algo diferente a lo querido disfrazándolo
en todo o en parte de otra cosa.

**** No incluyo el desarrollo histórico de la simulación ** No considero que sea algo de


evaluar por parte del profesor ** *

II. LA TIPOLOGIA DE LA SIMULACION CONFORME LA DOCTRINA CIVILISTA

1. Cuestión previa: la causa de los contratos

La causa de los contratos constituye el antecedente que motiva la voluntad de obligarse


jurídicamente. Si la voluntad existe y es manifestada de un modo serio, el negocio
juridico se perfecciona con una finalidad concreta y querida por las partes que lo
celebran.
La falsedad de la causa es una variante de la simulación que afecta a los sujetos del
negocio, interposición ficticia de personas- o al objeto del mismo, que consiste en una
divergencia intencional de la voluntad externa y la interna de las partes del negocio
jurídico. A través de dicha maquinación, los contratantes persiguen disimuladamente
una finalidad diversa a la causa típica del contrato.
La falsedad de la causa del contrato tiene a su vez dos variantes: a) la simulación
absoluta en los casos en que detrás de la apariencia no existe negocio alguno y b) la
simulación relativa en aquellos que existe un negocio de distinta caracterización jurídica
al ostensible.
En la primera clase de simulación el acto aparente carece de contenido real porque
oculta la voluntad de no celebrara acto alguno. En esta clase no existe voluntad de
obligarse, ya que los contratantes quieren demostrar la realización de un acto
determinado para ocultar la ausencia de vinculación jurídica personal de tal modo que
la apariencia formal del acto jurídico representa obligaciones ficticias.
La segunda especie, la apariencia oculta otro acto que es el reamente querido por las
partes. En este supuesto la obligación ostensible se presenta como una convención
provista de los requisitos exigidos legalmente para su existencia formal pero su fondo,
es decir la causa del negocio no es verdadera ya que le falta sinceridad frente a la real
intención de los contratantes.
En ambos casos las consecuencias jurídicas del animo simulatorio manifestado son los
eventuales perjuicios que este acto puede provocar en un patrimonio ajeno; así la
configuración de cada especie de simulación contractual es un indicio de la sanción a
que se exponen las partes del contrato elusivo.

2. Concepto de simulación contractual


El concepto de simulación contractual es de carácter jurídico y se compone de diversos
elementos. La palabra simular significa en castellano representar una cosa, fingiendo o
imitando lo que no es. Dicho termino proviene del latín simulare, que significa fingir o
hacer aparecer lo que no es cierto. El concepto simular presenta dos especies, posee un
solo tronco común: el engaño. En la que se pretende burlar a los terceros haciéndoles
creer la existencia de algo que no existe, o bien en un disfraz que oculta la realidad
mostrando una cosa diferente e la que realmente es.

3. Dos acepciones de la simulación

Conforme la corriente denominada <<voluntarista>> mayoritariamente en España y


predominante en la doctrina francesa, hay simulación cuando existe divergencia o
discrepancia consciente y querida entre la voluntad y la declaración de las partes. En
estos casos dicha corriente sostiene que ha de primar la voluntad de las partes por
encima de lo declarado.
La tendencia denominada <<declaracionista>> entiende, con una vocación de
protección de los intereses del trafico, que la simulación consiste en la discrepancia
entre la declaración y una contradeclaración, debiendo primar lo declarado. Para esta
escuela lo preponderantes es la declaración por encima de la voluntad interna, ya que lo
relevante para el mundo del Derecho son los elementos externos que pueden ser
conocidos por los interesados en el acto y no los internos que quedan como meras
intenciones en el fuero interno de los declarantes.

4. Los contratos en perjuicio de tercero

Consiste en la celebración de un contrato que ocasiona daño a un tercero, lesionando


un derecho subjetivo de aquel. Por ello se dice que esta figura constituye una excepción
al efecto relativo de los contratos y que se construye a partir del daño ocasionado a un
tercero debido a la celebración de un contrato, ya sea que ambas partes contraten econ
el propósito de dañar o solo una de ellas persiga el fin lesivo, como los casos de a)
acuerdos de oicot, a traves de los cuales las partes se obligan a no contratar con un
tercero, o b) los acuerdos de violación de un pacto de exclusiva.
Esta clase de contrato exige que el daño sea consecuencia directa e inmediata del
contrato y no basta que coloque a los terceros en una situación desfavorable.

5. Requisitos del negocio simulado

De acuerdo con lo señalada hasta el momento se puede concluir que los requisitos del
negocio simulado son: a) una declaración deliberadamente disconforme con la voluntad,
que distingue la simulación del error obstáculo, ya que en la simulación dla
disconformidad es consciente mientras que en el error es inconsciente, b) un acuerdo
entre las partes, que distingue la simulación de la reserva mental, puesto que la
simulación ambos contatantes acuerdan la disconformidad entre lo querido y lo
declarado, mientras que en la reserva mental, dicha disconformidad permanece oculta
solo en la mente de uno de los contratantes; y c) una finalidad común de ocultar la
verdadera voluntad a terceras personas, aunque no se exige que ese fin sea ilícito o
fraudulento.

6. Simulación absoluta o simulación relativa

La simulación absoluta, en cuanto al fin especifico por el cual ha sido desplegada por los
contratantes, se puede clasificar en absoluta o relativa. La simulación absoluta, es
aquella por medio de la cual se aparenta celebrar un negocio, con la intención de no
ejecutar negocio alguno. Se pueden distinguir dos categorías de esta especie de
simulación: a) aquella que simula un negocio mediante el cual disminuye el patrimonio,
como en los casos en que un deudor se insolventa para impedir la persecución de la
deuda en su patrimonio; y b) la que simula un negocio que ocasiona un aumento del
pasivo del patrimonio de manera ficticia, lo que ocurre en los casos en que se fingen
deudas para defraudar a los acreedores.
La simulación relativa es aquella por medio de la cual se aparenta un negocio, cuando en
realidad se otro acto diverso, pero disimulado, que se oculta tras el ficticio. Existen tres
categorías distintas de simulación relativa: a) la simulación relativa a la naturaleza del
contrato, como en la donación disfrazada de venta; b) la simulación relativa al contenido
del contrato, en el caso que el precio pactado es distinto al real; y c) la simulación
relativa a los sujetos del contrato, también denominado de interposición de persona o
negocio celebrado por medio de testaferro, con diversos fines, algunos lícitos y otros
ilícitos.

7. Otras clasificaciones de la simulación contractual

Puede ser: a) licita, cuando las partes realizan el acto basándose en un interés licito y sin
propósito de fraude, ejemplo fingiendo grandes ventas para promocionar un producto;
b) ilícita, cuando el acto simulado busca defraudar a terceros u ocultar la violación de un
precepto legal. Esta segunda clase puede ser: 1) la simulación de insolvencia; que
consiste en la compraventa que impide la ejecución judicial; 2) liberalidades
encubiertas, ejemplo donaciones que esconden actos honerosos; 3) prestamos
usurarios, realizados para fingir o bien la naturaleza del préstamo o bien los elevados
intereses; 4) simulación de endoso bancario, el librador hace cesion o endoso de la letra
a un tercero complaciente para frustrar la excepción de falta de provision de fondos; 5)
la letra de favor; 6) la simulación en las sociedades; 7) simulación de negocios
fiduciarios.

8. La declaración judicial de la simulación contractual

a. Generalidades
Solo una sentencia judicial puede declara que un negocio jurídico es simulado. Se
trata de una sentencia declarativa que debe dictarse en un juicio contradictorio,
previo emplazamiento de todos los contratantes.
b. Prueba de simulación
La acción de simulación se dirige a destruir la presunción de validez que gozan los
contratos. Se presume el contrato como cierto, mientras no se pruebe y declare
judicialmente la simulación. Se trata de una presunción simplemente legal no de
derecho y por lo mismo admite prueba en contrario.

c. Los legitimados para ejercer la acción de simulación


En primer lugar las partes que celebraron el negocio simulado y sus herederos.
También goza de legitimación activa para solicitar la declaración de simulación
todos aquellos terceros que sea titulares de derechos subjetivos o de una situación
jurídica amenazada por el negocio simulado, es decir, que tengan un interés
suficiente y digno de tutela jurídica.

9. De los efectos de la declaración judicial de simulación

Por regla general los efectos de la declaración de simulación del negocio juridico no
alcanzan a terceros. La razón es que dichas personas no han concurrido con su voluntad
a la celebración del contrato y por ende, vulneraria el efecto relativo de los negocios
jurídicos contractuales al estimar que la declaración judicial de nulidad les afecte
respecto de situaciones jurídicas realizadas de buena fe.

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