Está en la página 1de 4

¿QUIÉN FUE CÉSAR RITZ?

Conocido como el más famoso hotelero, Cesar Ritz es también conocido como el “Rey de los
Hoteleros y Hotelero de los Reyes.”
Considerado el padre de la hotelería, concibió, organizó y dirigió los hoteles de lujo del llamado
Ancien Regime turístico que estuvo en vigor hasta 1914. Durante el primer tercio del siglo XIX y
hasta los comienzos del siglo XX puede decirse que fue el animador de la vida elegante de la que
fue de alguna forma el maestro de ceremonias, una actividad absolutamente personal por su
parte, ya que allí donde él estuviese atraía la presencia de reyes, magnates y figuras mundiales.

Nacido en Niederwald (Suiza) el 23 de febrero de 1850, fue el hijo número 13 de una familia
modestísima de granjeros de Niederwald, Alto Valais (Suiza). El hombre que iba a revolucionar la
hotelería tradicional y convertirla en artículo de gran lujo, fue en su niñez pastor de cabras, su
primer contacto con los hoteles se lo proporcionó un cargo de camarero de comedor en la posada
“CROW AND POST”, en Sion, pero le duro muy poco tiempo. Se cuenta que el posadero le dijo:
“Nunca aprenderás el negocio de los hoteles, se necesita un talento especial que tu no tienes”.

En 1867, a los diecisiete años de edad, marchó a Paris a ganarse la vida en los mas variados
oficios. Hacia 1870, en la víspera de la guerra franco-prusiana, entra a la Casa Voisin, donde
aprendió a servir y a conocer a la gran clientela internacional: el Príncipe de Gales, el Conde Nigra,
Sarah Bernhardt, las vedettes del teatro y de la vida alegre, porque las mujeres elegantes no iban a
los restaurantes.

En 1872, pasa a trabajar en el Splendide parisino, y luego, en Viena, al restaurante de los Tres
Hermanos Provenzales y de allí al Gran Hotel de Niza, donde llegó a ser el encargado del
restaurante.
En 1874 ya es mâitre d’hotel del Righi-Kulm y conoce al hotelero suizo Pfyffer d’Altishofen,
fundador del Gran Hotel Nacional de Lucerna, llegando a ser gerente de su establecimiento a
los veinticinco años llegó a gerente, por obra y gracia del buen “olfato” de su propietario el
Coronel Pryffer.

Este ascenso fue el esparaldazo definitivo de su carrera, puesto que el “matinal” era uno de los
mejores hoteles suizos de aquella época y las circunstancias del momento lo habían convertido en
núcleo de residencia de las altas finanzas y de las testas coronadas europeas. Son múltiples las
anécdotas que se cuentan de Ritz en su trato con hombres tales como Morgan, Vanderbilt,
Rockefeller o Rothschild.

Su fama como director de hotel se vio acrecentada con la colaboración de Auguste Escoffier, el
mejor jefe de cocina que jamás hubo en el mundo; pero fue Ritz el que supo valorar a Escoffier y el
que organizo todo el “teatro” del servicio de comedor. Hay que reconocer que el talento de
Escoffier no hubiera alcanzado su fama si la vajilleria, la cristalería, la lencería y la hilera de
diestros sumillers, camareros, ayudantes, etc.., bajo el ceremony master del jefe de comedor, no
hubiera colaborado en la presentación.

Después de abandonar el Nacional de Lucerna, pasa sucesivamente al Roches-Noires de Trouville,


al Grand Hotel de Baden-Baden, al Frankfurter-Hof, a las Termas de Salsomaggiore, a la Villa-
Hygeia de Palermo, al August-Victoria de Wiesbaden, al Iles-Britaniques de Menton y, finalmente,
al Hotel Savoy de Londres.

Invitado por el propietario a dirigir el restaurante, Ritz llega a ser director del hotel en 1889,
puesto en el que permaneció hasta 1898. Por su iniciativa se construyeron los hoteles Carlton de
Londres y Ritz de París con capitales ingleses. Como culminación de su extraordinaria carrera, se
construyen bajo su dirección Hoteles Ritz por todas partes, en Madrid, El Cairo, Johannesburgo.
Cesar Ritz se vio solicitado por la mejor hotelería de la época para enderezar negocios ruinosos
antes de crear el Hotel Ritz de Paris, el hotel Bristol pasaba por ser el mejor de Europa respecto al
lujo que en el reinaba (tenía un cuarto de baño para cada piso). Marie Luise Ritz, su mujer, cuenta
en sus memorias como debían de subirse grandes tinas de agua caliente cuando el príncipe de
gales deseaba un baño, y todo el ceremonial que llevaba consigo, los hoteles que Ritz construyó o
modificó, por primera vez en la historia de la hotelería, todos los apartamentos con su
correspondiente cuarto de baño y excelentes instalaciones de fontanería. Así fue el gran Hotel de
Roma en 1893; el Hotel Ritz de Paris en 1898; el hotel carlton de Londres en 1899, y el gran hotel
Naciontal de Lucerna, en el último año del Siglo XIX.
Como la gente rica y elegante no tardó en imitar este ejemplo en sus domicilios particulares, Cesar
Ritz Puede ser considerado también como uno de los promotores de la higiene.

Volviendo a sus hoteles, Ritz sustituyó en ellos por pintura al aceite, el antiguo empapelado de las
paredes y desterró el terciopelo y las panas, pero sus cuartos de baño, con bañera de mármol y
paredes recubiertas de azulejos, hacían sentirse a sus huéspedes como reyes en un imperio
futurista. Llego a dirigir una docenas de hoteles simultáneamente; además de los citados, el Savoy
y el Carlton de Londres; el Hotel de las Termas, de Salsomaggiore; el Frankfuter Hof; Frankfurt; al
Provnce, en la Riviera; el Mierva y el restaurante de la Conversation, en Baden Baden.

Fue el primero que organizó una reservada información sobre sus huéspedes, de tal modo que la
cadena Ritz poseía las referencias personales del mundo elegante de la época, ello originó sus
“Relaciones Públicas” (Felicitaciones en onomásticos, Aniversarios de bodas, etc..), y en cualquier
hotel de los suyos que el cliente se presentara por primera vez era atendido como cliente antiguo.
He aquí, por ejemplo, una ficha de ese estilo:

“Lord B. gusta de las camelias blancas, bebe un ponche de ron cada noche, a las diez. No aguanta
la música en las comidas, es amigo del conde C. La habitación de su secretario debe estar junto a la
del Lord, etc..”.
Pero quizá el mejor éxito de cesar Ritz fue la dignificación de la profesión hotelera, hasta el
extremo que pueden hacerse dos etapas: antes y después de él. Ritz de humilde origen, pero que
vivió como magnate de los que recibía, fue el primero que supo aplicar la psicología, en forma
maestra, a su especialización.

Una de sus mejores anécdotas es la forma en que resolvió cierto banquete, en pleno invierno, con
las calderas de la calefacción inutilizadas, sirvió en platos previamente calentados, organizo un
sistema de ladrillos envueltos en toallas para apoyar los pies e improvisó una espléndida
decoración tropical en el comedor.

El legado de The Ritz-Carlton de Boston comienza con el famoso hotelero Cesar Ritz, el “rey de los
hoteleros y hotelero de los reyes.” Su filosofía de servicio y las innovaciones redefinen la
experiencia de hotel de lujo en Europa a través de la gestión de El Ritz de París y Le Carlton en
Londres.
The Ritz-Carlton, Boston revolucionó la hospitalidad en los Estados Unidos mediante la creación de
un entorno de lujo en el hotel:

 Baño privado en todas las habitaciones


 Telas más ligeras en la habitación de invitados para permitir mejor el lavado
 Delantales de lazo blanco en los uniformes de los camareros, lazo negro para el Maitre, y para el
resto del personal una apariencia profesional oficial
 Flores frescas en todas las zonas públicas
 Cena a la carta, ofreciendo opciones para los comensales
 Cocina gourmet, utilizando el ingenio y métodos de Auguste Escoffier
 Vestíbulos pequeños e íntimos para la experiencia del cliente más personalizada
Cesar Ritz murió en 1918 pero su esposa Marie continuó la expansión de hoteles que llevan su
nombre. En los Estados Unidos, The Investing Company Ritz-Carlton fue creada por Albert Keller
que compró y franquició el nombre. En 1927, The Ritz-Carlton, Boston, abrió y otros hoteles
seguida en Nueva York (en el Madison y 54ª Avenida), Philadelphia, Pittsburgh, Atlantic City y Boca
Raton. Sin embargo, en 1940 ninguno de los hoteles estaban operando, excepto The Ritz-Carlton,
Boston

También podría gustarte