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TP 3 Elaboración de Vino Blanco y Tinto
TP 3 Elaboración de Vino Blanco y Tinto
La cosecha de las uvas debe ser realizada en forma cuidadosa, evitando el contacto con
metales, pues es posible desatar un proceso que terminaría en sabores y aromas no
deseados.
• Recepción de la uva en la bodega: puede ser en bines, cajas o a granel. Aquí se
controla el peso, estado sanitario y se llena el CIU (Comprobante de ingreso de uva),
que se hace en forma manual y luego se carga en la Página oficial del I.N.V (Instituto
Nacional de Vitivinicultura)
• Selección de la uva. Para determinados tipos de vinos se procede a una selección previa
de la uva. De los racimos depositados en cintas se separan los granos rotos, enfermos o
verdes, los restos de hojas u otras partes de la planta o elementos extraños.
• Despalillado y estrujado. Los granos de uva se separan del escobajo (parte verde del
racimo). Estos granos luego pasan por rodillos acanalados que los estrujan suavemente
para permitir un rápido escurrimiento del jugo durante el proceso de prensado. Se utiliza
la moledora despalilladora.
• Prensado. En esta etapa la uva es sometida a una presión para extraer la mayor cantidad
de jugo o mosto. La presión no debe ser excesiva para no extraer sustancias amargas y
astringentes de las semillas y/o del hollejo. Se utilizan prensas neumáticas que trabajan
con presión reducida, obteniéndose mostos de gran calidad.
• Desborre o desfangado. Los mostos son llevados a una vasija donde permanecen de 8 a
24 horas a baja temperatura. Dado que los mostos están inmovilizados se produce una
decantación de restos de pulpas, semillas, tierra y partículas en suspensión que
sedimentan en el fondo de la vasija y se separan luego mediante un trasiego. La adición
previa de enzimas y la baja temperatura (10°C aprox.) contribuyen a este proceso.
Si bien las levaduras naturales o indígenas vienen adheridas al hollejo de la uva, hoy
existen cepas de levaduras (aisladas en laboratorio) que aseguran una fermentación
óptima y controlada. Una vez que las levaduras han degradado el azúcar y lo han
transformado en alcohol y demás sustancias, mueren y forman un sedimento en el fondo
de la vasija llamado borras. El azúcar que no se transforma en alcohol es llamado azúcar
residual.
La temperatura adecuada para la fermentación de variedades blancas es de 15° a 18°C,
para evitar la oxidación del vino (producida por temperaturas elevadas) y favorecer el
desarrollo de compuestos aromáticos deseables.
• Trasiegos. Después del descubado, se realizan trasiegos para separar el vino de los
sedimentos más finos que se depositan en el fondo de la vasija. Esta operación consiste en
pasar el vino de una vasija a otra, dejando todo el sedimento en la primera.
• Estabilización tartárica: Se realiza enfriando el vino a valores por debajo de 0°C para
que precipiten las sales tartáricas que se encuentran disueltas en el vino y que de no ser
así precipitarían en la botella, luego del fraccionamiento, formando cristales.
• Selección de la uva. Como en los vinos blancos se procede a una selección previa de la
uva.
• Enfriado. Para bajar la temperatura de campo y evitar procesos de oxidaciones o
arranques de fermentación indeseables. Se utiliza el intercambiador de calor tubo en
tubo (enfriador de vendimia).
• Despalillado y estrujado. Los granos de uva se separan del escobajo (parte verde del
racimo). Estos granos luego pasan por rodillos acanalados que los estrujan suavemente
para permitir un rápido escurrimiento del jugo durante el proceso de prensado. Se utiliza
la moledora despalilladora.
• Fermentación alcohólica. Se realiza a temperaturas que van de los 24°C a los 28°C
dependiendo del tipo de vino a elaborar. Pasa lo mismo con los tiempos de encubado que
varían de 7 a 10 días o más. En esta etapa, además de comenzar la fermentación, se
produce otro proceso que es el de maceración, por el cual el jugo de la uva al estar en
contacto con la piel y otros elementos sólidos irá ganando color, taninos, aromas y
sabores.
La fermentación se completa y ha finalizado cuando la cantidad de azúcares reductores es
inferior a los dos gramos por litro, es decir cuando ya no hay más azúcar en el medio y se
ha transformado en alcohol. En ese momento se procede al descube o la separación del
vino flor de los orujos (semillas, hollejos y pulpa).
•Fermentación maloláctica. El proceso químico es el mismo que se explicó para los vinos
blancos.
• Crianza. Los vinos tintos pueden ser jóvenes, frescos, frutados. Se los llama tintos
jóvenes, primicia o del año. Otros vinos pueden atravesar un proceso llamado crianza, que
consiste en estacionar los vinos generalmente en barricas de madera (generalmente roble
francés o americano), lo cual permitirá -después de la fermentación maloláctica- que el
vino se enriquezca en aromas, sabores y estructura. La crianza en barricas, además, la
estabilización del color.
• Embotellado. Cuando se completa la crianza se procede a fraccionar el vino y
embotellarlo cuidadosamente.