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DOS

rte, ro a

asctsmo

l té nnino ..fascisn10,, no Jcs crihe un cuerpo cst:thle Je


doctrinas. Dont.lc surgieron In. n10,·i111icnros f.1sc isr:1s (en
los sistcn1;1s de gohicrno ir:1liano, alc111án y español. y
con10 presencia constante en nu,ncrosos paíst:s, incluyendo :1
Gr:111 l~rera1i:1, Fr:1ncia. Esrado. L1niJos, Japón y Sut.láfrica) . . e han
mot.lcla<lo según las tradiciones políricas y culnrralcs locales. ldeo-
l(¡gic,tmt:nte. su f.H.:tor co111ún ha si<lo la reivindicación <le la co1n-
l,inacicín de naciona lisn10 con socialismo. l~n la pr,1crica. el ideal
colt:cti,·ista que expresa este ,,socialisn10» suele in1plicar el n1odo
<le n,anrener unidas las c.liferentes clases sociales hajo un senti-
111it:nto co111partido de ,·nsnllajt' hncia los intt'reses con1uncs de
n:u.:ionalidad ,· ra:,.:1. Fstos ,·ínculo ~uci:1lt:s se inrc.:nsificaron con el
n1ilirarisn10 y el f:.1scisn10 inherentes que deri\'arían en guerra.
Los fascistas insistieron en la distinción entre su ,·ersión del
. ocialisn10 ,. la de los co,nun ista . L'n:.1 Je las n,uchas diferencias
entre a1nhas idcnlobrías reside en que en el fascisrno se admitía l:t
irr:1cion.1li<l:1<l. l,.o. idc6lo!!oS con1unisras, con10 Lcnin, sostenían
~

9ue el con1unisn10, :l pesar de u retórica en1ori\'a, se basal,,1 en la


objcti,·ida<l científica, y que. en última instancia. sus idcale apela-
han t1 In r;1:,.611. Por el contrario. los fa sc.:isrns recha7.aban :1bierra-
111cntc él r.1cion:1lisn10 y la árida l' incxprcsi,·a visión dc la n1odcr-
-
r1idad bur~ucsa. .,. desc ribían su n1nvin1ienro cuino un culto a l:1
accic'>n y a la pasión lihre de reglas doctrina les..-\sí. el fa,;cista
fr:111cé:. Roll<.:rt Br.1sill:1ch h,1!,laba tlL·I fasc isn10 no cuino <le una
tenrí:1. !-> ino co1no de una pocsí:1 .. de fe .,· cn1oción. ~• ~ t us, olini
0

J eclaraua: ,,No so~· w1 hon1brc de [ stado, oy 1nás bien un poeta


loco». l~n c:I lihro .l!t·i11 Ai.unpJ: que Adnlf Hitler escril>icí cuando
2-1. R. l lf\1\1.\,,,
fue enl"arccla<lo en La fortaleza Je Landsberg después de fracasar
1a n1adrf' a/pn1ana. l lJ4l.
Ólen ,obrc.- hrnzo. en el golpe n1i litar e.J et 9 de no,·íen1bre de l92J. se decía que un
Obe1f1n;in1direl-1 ion. líder no podín gn nnr Se!,rt1ido res con meras explicnciones u insrruc-
tvllJnich. cionc. ; c. o j:1111,ís h:1brí.1 1110,·ido a la. rnasas, según t i: ..es sicn1pre
una de,·oción lo que las inspira, _v a menudo un tipo de histeria el
t1uc l:t<; conrnina a actu:1r». I~a prop,1g,1n<la fascista r:1ra ,·e;,, prometía
bicn1:srar n1:1terial; en lugar de ello, ahogaba por sustituir el n1:1re-
rü1lisn10 de la \'ida capiraLista por el reino de] sentir espontáneo, la
inmt:diatez. física .,. la reintegración ... de los indi,·iduos en eJ alma
colecri,·a de su nación.
Los propagandistas fascistas describfa11 explícitan1e□ te estas
idc.:as co1no si fueran n1ític:1.s: co1no unJ ,·isi6n aua rcadora (1\!e!tdus-
cha11u11g) de una sociedad espiritual1nente unificada y 1noraln1cntc
rt:generada creada por la ,·oJunrad de su pueblo personificada en su
lí<ler. El nazis1no ale,n:ín, diferenciado de on·as ,·ariantes fascistas
por su dc.:spiadado énfa. is c.:n las tcorí~L<; raciales extrc.:111istns, cons-
truía la nueva sociedad con10 una con1unidad org,ínica r:1cialn1ente
ptu·a (\ólks,_{{t:11n'Í11schaft). El atracti,·o de esta ,·isión de unidad orgá-
nica se dehió en gran parte a la crisis e.le la ·ociedad alen1ana que.
cuando ll itler ron11í el poder c.:n 1933, cst:1h:1 m1un1arizad;1 por h1
25. H[Rl\1 -\"' \'\1ffTf , <lerror.1 de la Prin1er:1 (;uerra ,\ tundial _\' soci,1ln1cntc fragmentada
Con~lruyamos albergue<
por la inesrabi lid:1d política del período \\'ein1ar y por l:1 prnfundn
y hogare~. 1938-1939.
C.irtel. 83,8 x 56,9 cn1. depresión econ61nica ~- el paro, Explotando la profunJan,ence
1rnperiJI W,lr Mu:.eu,11, arra.igad:1 tradici1ín anrisc,nita, los nazis atribuyeron todos aquellos
Londre:-. desastres a la fase de decadencia creada por la conspiración secreta
de los judíos. :\J pron1ecer sustituir la con-
fusión .\' la alienación de la vida n1oderna
por lo ,·alores eternos de una in1aginaria
cultura aria, los naz is ofrecían un n1ito c¡ue
muchos historiadores han J enomin.ldo
«palingenético», una forma de utopis1no que
evoc,1ba la idea de renacimiento o regene-
raci6n e, piritu,11. J.a propaganda nazi no
dudó en insistir en que ese renacer. descrito
con10 una ,,reconducci6n hacia delante~.
sllfgiría de un proceso de destrucción.
Co1110 en la propaganda de Estado, el
fa cismo no dirif,ria un 1nensuje sencillo a
un público unificado. F.I contenido y méto-
dos de su propag.:111da cstah:111 di,·crsifica-
dos con el fin de apuntar a los di"ersos inte-
rese · de una pol>lacióo heterogénea. ,\sí, su
pron,~~a de aplastar el bolchevismo atraía a
las clases n1edias, n1icnrras que la sobrcv.1-
lornción del trabajo n1onual )' In pron1esa de
puestos de trabajo cntusi,1srnaban a las cla-
ses trabajadoras. E l p:ipel de la n1ujcr - aun-
qu<.: cada \'ez. 1nás limitado a la esfera del
maa·irnonio .,. la n1aten1iJad- recibía un

prestigio místico. Los escolares eran adoc-

.+8
a·inado en cla e ,v rnovil izados en u tiempo libre (fig. 25). l..At tarea
de la propaganda f,iscista era aconiodarse a los v;1lores de es-e elec-
rorrt do diver ·o a la ,•ez que transn1itir la irnpresión de coher encia
ideológic~ )' u11idad nacional .El Partido Obrero Naciona.1 -Socia-
Iisca 1-\ Ie1n án (NSDt\ .P) su¡)eró al re ro de lo regfr1lene fa ci ta
gracias a una m.iqnina p1t>pagandísrica perfectatnenre coordinada .\'
burocráticaru ence n1uy co1upleja. .El arte funcionaba sólo con10 un
componertte n1ás <le su prograrna, pero trajo consigo la legirin1ación
del stt1tus de la cult:ura ete,·ada )' proporcion6 O'l t11.:ho de los . lnt•
bolos e in1ágenes de lo que los naz.is llan1aron su «n1isión cultu r.1I».

ElJascisrrlO y la estetiz ación de la JJolftica


Lo parridos fascista prest:.iron 111,ucha arencíón al --nspecro»
estilístico de su n'lov.in1iento, adí\ptando el corte e insigr1ias de su
un iforn1es a !os nue,·os sfnibolo, del E. tado, con10 la bandera l.'.On
la es\·ástíc}J que I-Iitler afirtnaba haber diser1ado él rn isn10. !)e ha
destacado a menudo que las rnani fcs raciones p(1blicas del na2.ismo
adquiría11 una fon11a teatral y rirual. tipificada por los nun1e-roso
desfi les, cere1nonias y congregaciones de grandes n1}1sas . .A.gTupa-
ban a la gente de un rr1odo plan ificado p~1ra conferirle on senci-
cniento de íclencid~1d coino grupo ;v un con1prorn iso para hacer-
1 : '

lo su t epribles de n1:1nipuk1cione ,en1ocionaJes. En r\le1nania e


inventó un nuevo calendario de fiesta nacionale. para aut1'1entar
las posibilidi1des de celebnacione . y ca i todos los acontecin1ientos
1, úbl.icos eran e pect.ícu.l o cuidadosan1ente orgnni~1dos.
r1 irler era n1uy exigente en la conforn1.ación estilística de su per-
ona pí1blica . '"fon1ó lecciones de un actor para de arrollar u
repertorio de gestos y trucos retóricos, y había cn:-ado una e cuela
para ense11ar a lo n1ien1bro del P,lrrido a hablar en público ya
en 1928. Co1110 parte de su culto al lidcra1~go. o ducisn10, en Italia.
1\ 11ussolinj tan1bién había desarro.llado llll cúdi~ro de gestos y expre-
iones faciale :drameru:e e riJizadas pensado para ser clararnente
inteligibles desde la parte n1ás alejada de una ntu ltirud. Estos estilos
de actuar pueden haber sido ton:iados de los del cine ,n udo. Hítler
y J\llussolin i pretend ieron sin d uda errianar un carisrna erótico'.
an1bos se enorgullecían de poder controlar a las n1ultitudes «conlo si
e tratara de una r11ujer...
L:'.1 teatralid:i d fascista dependía de las recnologias de lo
rnedios de con1unic 1ción de 11a as. En .i-\Je111an.ia, las ....m-.1nde conw
c'entraciones dependían <le los sisten1as públicos y se retransrn itían
por radio o e proyeccab~ul en lo cines. J_o enorn1es e pacios
arquitectónicos estaban construidos u propósito, der.í\·ando u
diseño de u11a cor-nbina.ción de e t-adios deporti\·os y e cr::nai-io de
lo rnusicale d lx!ollv,vood. , Las concentracione toniaron tan1-
bifn prestadas las ren1pra11as inno\'acioncs reatral~s del período

.4,1e, pn>pnga11da yJ,1 -riJ1110 49


Copyrigt1túd rnatcnal
26 y 27. El triunfo de
la voluntad rrriumph des
Willens), dirigida por Leni
Riefenstahl, 1934.
Fotogramas.

Después de la Segunda
Guerra Mundial,
Riefenstahl fue condenada
por su obra corno
propagandi la nazi. Pero
ella insistió en que su
película sobre el Congreso
del Partido de 1934 no
era propagandística, si110
un «documental». tFiln16
Rieie11stahl únicamente el
• •
acontec11n1 ento como una
ob. ervadnra, o ~ implicó
dirigiendo ella misma el
acto? Sin lugar a dudas, la
película etaba
-
n1inuciosan1ente planeada
de antemano. e
con!>truycron puentes
especiales, torres y raíles
para las panorá ,nicas y los
1ravellings. e contó con
un aeroplano y una
derunavc para la~ vbta~
aéreas. y se en1plearon
cámaras de mano desde
escaleras de bomberos.
El personal de la película
estaba compuesto por 1 35
personas. entre ella 37
SA y SS que ayudaron a
mantener el orden.

.
1
.
'

50 Arte, propaga11da ,,fascis1110


\.\lein1ar v.•
en concreto el ide:ll de Geu,111tk101sft"úJerk . la obra de artt
tol'al, en la que se fundían drm11a. coreografía, música y arquícecruni
en una experiencia global. La rnás fa1nos.:1 de ,iquella concentracio-
nes. el congreso del tJ;1rtido eo 1934 -fi.ltrlado por lJeni lliefenst,1hl en
E'/ triut!fo de la volu11tad (l fiurnph des \~;il!ens) (figs. 26 y 27)- n, uestra
1

c:61110 se fueron organíw udo lo episodio del ;1con.tecimientu segt'ín


un n1odelo sín1hólico de ín1ágene . I~a di po íción de la genre en for-
n1aciones _,.geon1étric-.as sin1bolizaba h\ tr,u1sfon11ación de las n1asas
info11:nes en una fuei-1,a nacional unida. l~a con1iti\·a de l-liclc1~en un
a111plio pa iUo entre las filas par:-.\ en alzar su posición por encicna de
rodos per1n ire inte11>reta.rlo corno un soldado raso que ha ,,surgido en
medio de ta g-ente,, para n·an n1itir u mensaje dj\'ino. Su a censión al
podio >' el intercan1bio ritual de bendicione expresa u in1agen
pública sacerdotal y di,·inj_ a la vez. !~hí e r;1, ,·i ible por todo y cen-
tro de rodas las n1ir::-tdns. l~a afirn1ación de 1:-Jitler de ser la personifi•
cación de la voltu1tad del p,1eblo tiene la e. rr11t rtJra de un espejo: h1
gente es cof1n1in ada a ver a u líder corno reflejo de su personalidad
colectiva. En la sofisticada película de l{iefense1hl, el dirigirse co1tS-
tance1nenre a las rnasas en fila. a las esváscic._<is •v al roso·o de Hitler,
expre.sa el lt:nia clave del a<.:ontociiniento: "Ein \ lolk. eiJ1 Füh.rer. ein
Reicho. ]_{! retórica de la. palabras de Hitler a la rnultírud i11si te en
la e. rrucrura sin1ilar del ..Yo, vosotros y para nosotro. .: ,.y cuando
nosotros (los Líderes del Partido] no estemos. vu esO':'I rarea ser.1 soste~
ner rápid,unente la bandera que una vez izafno al \Íento. Y yo sé que
queréis y podéis h:cacerlo; porque soi carne de nue era carr1e :' s~111gre
de nue tr.:i sangre; y el espíritu que e inf101n:1en ,·uestr.'.\S rnentes es
el 1n.ísn10 espíritu por el que no·otro esra,nos tan1bién dotn inados".
(--:orno n1uestrn l,l película, la concentración duró varios días.
L-0 q ue ton1aro n parte en ella, principalrnente horn bre íóvencs.
viajaron juntos desile di\·ersas zona del paí (la pelícltla in i te en
ese llegar juntos de la regione ), y con1ieron , se lavaron. :' dum1ie-
ron jtu1ros en ca1npao1entos al estilo militar. .El nivel <le activid:ide
--<¡ue cor.ltUltLaron duran.te la noche con discursos, juran1entos y cnn-
cione :ilrededor del fuego- indico la cre,1ci6n de li berada de la con -
diciones físicas discfi adas para destruir la c.1pacidad de pensan1íenro
o reflexión individuales. La fa lrn de privacid~d , el. alej:1rnit:11to de[
entorno fa rniliar y la · p O<,.'itS horas de ueiio constituyeron podero-
sos i11So·urnentos para rrahajar la vulnerabiltdad en1ocional. Todo
ello estuvo reforzado por el i1npacto vi uaJ de la repetición r.ít:Inica
d1,1ranre horas de instrucción n1ilita1~ roques de tan1bor y cantos.
;,\ u11 ni\'el local, los r1tu.a les a pequtiia e ca l.1 se apropiaban de
lo o-adicione que ya~, tít1n. Por ejernpl.o, en la Navidade de 1933,
los trabajadores del ferro<.::lrril repre entaron una o bra navideña.
La obra e de. arroll6 en torno a un árbol de Navidacl, donde lo
actore , vesticfos de cru zado , escenificaban la lucha de la luz con-
t'!'3 la oscu1;dad, )' las tropa ele a alto ll'larchaban hacia el belén

Arte, 1,roprrga11rla y_(ascis1110 51


Copynghtcd rnatcrial
con es\'ástícas en la banderas. El rrarrador anunciaba la victor ia
sin1bólica: .. Dios nos envía a u n salvador en e.1 nion1ento de n ues-
tra desesperación rná.s profunda: nuestro caudillo y nuestras 1na,r~-
villosas tropas de asalto... f...a mezcla de política con religiosidad y
la fu ión de hechos conren1porán eos cún leyenda del pasado fu e-
ron una c:u·accerística de la técnica nazi para conseguir un e pírít-u
de culto ni apoyo popular ..\de1n:is 1 los actos de vand:1lis1no oficial
- de rroz.o de e caparace , quen1a de libro en público- e coocíA
bieron con10 una especie de macabro rearro caUejero dirif,rido a
dra111ariz.ar la división e11rre pertenencia y exclusión.
El estilo teatral con el que el fascism o rep1·esentaba su ideología
sirvió con10 susrin1ro de la con rítución den1ocrática. Confirió un
sentido de particip,1ci611 popular a un sisren1a totaln1enre a utorita-
rio, E l escritor \;\1alter J-3enja111in ( 1892~ I940), que se suicidó al
inc:entar e.scar,ar del régimen n.az..i. describe el fa cismo coro.o l:i cste-
ti,.:-1ción de la política. Según él, no concede sus derecl1os a la clase
obrera, ino sólo la oportuni(lad de expresarse. Concl.uye que. con
u dLnán1ic,1 inrerna de revolt1ción perrnanente, de uperproduc-
ción industrial y con su obsesión por la 111uerte, el fasci.sn10 sólo
podría tennu1ar consun,iéndose a í mjsn10 en una f,r uemi. En una il1-
tl~rpret-ación altern,1riv-,1 a la de Be11jauú n. t\ l.bert Speer (1905-1.9 l).
el 1 rin.cipal arquitecto de Hitler, recordaba en , ll Diari()s de S¡>,1fl-
dau: «Cuando el rin1al estaba to nn altn ente establecido -de hecho
casi canonizado- era cuando yo me dab:1cuennt de que el espect:ículo
había que tornrLrlo literah11er1te. Sie,npre he creído en codos aque-
llos des files, procesiones y cerc.~11onias de iniciación como par te de
una Yirtuosa recreación propagandística. Ahora veo clar:u11cnte que
para Iiider era co1110 fundar uru1 iglesia,,.
Sin duda hubo n1illones de f-)ersonas en AJen1ania que no estt1-
vieron de acuerdo con las ideas nazis clurante el ··rercer Reich., aun-
que las posibilidades de resistencia organí.z,'lda eran 111uy lin1.itada.s.
lA1 proporción exacn1 de gente qlle iguió el nacional oci:llisrt10 .no
e segura, pero el partido nazi no logró una n1ayoría electoral real.
.Prob,1blemen te ólo una pequefi.fl parte de lo que npoyaron el
nazisn10 estuvieron n1orivados básic:an1enre por el a11tiser11itisr110 o
et racisrno. l.. os fotomontajes de J ohn Hettrtfield (l S.9 l-1968), que
se publícaron en revistas de izql1ierdas para los con1unistas cla.n-
desrioos o exiliados, constituyen ejemplos 1n uy conocidos de la c11l-
tura a.lernana ,u1cifascisc:a. il-Jur1'tll .re ha acablltla la n1onttt¡11ilhz! (fig. 28)
uti liz,u la sátira dadaísta para exponer el absurdo de la rerórica nazi.
Rodendos pot un p;_1pel pintado de esvástica.s. una .fi1rn iJia leal sen-
tada a la rnes¡) e e t::í co111iendo u bicicl.eta. La abuelita está 111o r -
diendo un;1 pala de recoger C:1rbón y el bebé chupa un !tacha. Lti
})Íntlu·a alude a la observación de Goring obre las ven~1jas de .la
co111ida fi, 1gal; en 11 11 d iscurso explicó: «El acero ha hecho ft1erte a
un país; la n,anrequilla y el rocino sólo hacen g·orda ,1 la gente».

52 Artr, pro¡Jnga nda yfasciS-1110


Copyngtitoo rnatcnal
"W'" ~ ~~ (;>

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♦ ♦ + v♦
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I• f

~ L
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28 , Joic, Hl ·\RII IHI),


iHurr;i, 't' llJ ,1r.1h.1do lc1 /l1,l11lt.'</t/il/,J 1,
AIZ, 19 de dicic1nbrc clC' 19 ,~,.
Fotonuintéljc.

.-lrrc, pnl¡1r1g1111clr1 yJñscis1110


29. Ct~BERT P -\lf\11[,
Lc1 rC:'tvn,pen~a del tral>ajo,
posterior a 1933. Óleo
~obre li~nzo, 1,-15 '< 2.85 111.
Obcrfinanzd ircl-.1 ion,
Munich .

Fascis1110 y arcaís1110
J] fascisrno rccha;,.a la idc.1 de «progreso». Con sus raíces en h1
tradición de la Ilustración del siglo X\-lll, la noción de progreso sos-
tiene que la 1-fistoria está n1odelada de modo lineal por el desarrollo
uc l:1 rJzón hu,nana. l.,os fr1scistas asocial>an esta tradición con el
überalis,uo y el n1arxismo (aw1que tan1bién procede de la creencia
colonialista t:uropea sobre el derecho a iinponer t:l «progre o occi-
dental" a las nnciones ,..atrasadas,,) . En hl!:,Tllr de esa ,·isión lineal de la
I listoria, el f:1scisn10 ve un rnodclo cíclico de rcnaci111icnto o recu-
peración, y se planten el retorno a los perdidos años dorados.
Esto sirve de base a la persistencia de in1ágenes y estilos arcai-
cos en el arte y la arquitecn1ra fascistas. El fascismo no creó ningún
estilo nuc,·u en arte, y ninguno de sus regímenes empleó un estilo
cxclusi,·.1n1cntc. Bajo el fascis n10, los di,·cr os cipos tle arte cxi ten-
tes fueron adaptados con nuevos tenias o puestos en contextos que
los hicieran políti<.:os. l .os <.:riterios para el arte ofil.:ialmc.:ntc.: f.l\·orc.:-
cido, perfeccionado y rcguh1do por exposiciones p,1trocinad:ls pnr
el Es tado, encargo. púbUco. ~· revistas artísticas oficiales, fucron
,nuy diversos. Pero un factor con1ún en la 1l1ayor parre del arre fas-
cista es la c,·ocaci6n de la continuidad con el pasado ...\sí. :1unt.:1ue
las pinturas fa.-.cisras pueden :1 n1cnudo parecer «realistas», la esté-
tica fascista rechazaba formaln1ente las nociones de realisn10 que
pretendieran úoicarnenre reflejar el presente. Por el contrario, t:I
arte debería e,·oc:tr los ..,·atores eternos».
En la pinn1ra de paisaje, un género in1porrantc en el arte del
rJe rcer Keich (193 .~- 19~5), l:1 idt:n dt: «,·nlores eternos» -<.:on1hin:t-
ción de ,·alorcs artísticos, ,nor:1lcs ~- sociales- connota in1,igencs
idílil;as de In ,·ida rural. Lt, rvco111pt•11s11 tlt·I trabajo (fig. 29) r1:trnta a l;1
con1unidad rural ,·i\'iendo y trahaj11ndo en arn1onía con los <.: iclos

_-{r,{', J_ll'tljJt1gr111t/(f }'_/tlS(ÍSl/111 55


JO. H UH [ RT l.ANZli'-G[R,
El abandc:radu, po:.lcrior
a 1933. US Arn1 y Art
Cullection, \ Va:.hingtc ,n.

Hitler fue retratado c-on10


un e rutado que t, ,1ería
la ::.a lvJci6n a tra,·és
de la guerra. Él habí.:i ditho:
<<la Hun1,1 11idacl ha llegado
a lo que e:. gracia:, c1 l.i
lucha ... Un.-i p~7 que dura
rná~ de veinlicinc-o ;iño~
caus.1 un gran daño
a una nacití nn.

9
< '- I
1- _,>

ele la natur;1le1.a. ~ lientr;1s e l trabajo 1.h:I cnn1po es tamhién un te111a


habin1al del arre so,·iécico. en las \'ersíones fascis ras rara yez ,·emos
los n1odt:rnos tractores a los 4ue los con1unisras so,·iéticos eran tan
:ificionatlos. l~)S campesinos :1rc,1dicos en1plean una tecnologín ana-
crónica y 111:,·an tr;1jes de un período indctcr1ninado. f_-.ras pintu-
ras :1dquirieron su ,-.1lor policíco por su ~ubre:rco nacionalista de
,,Sangre~- tierra... len,a clave de los nazis)' título con1ún :t n1uchas
pintur.1s que n1ostrahan a la gcntt arraigatl.1 al sucio de su tierra
naral y -a n1cnndo con alus iones a L1 sicn1bra .,· la siega- reprodu-
ciendo la purez,1 genética de u raza . . --\ qui c.:sr._1 idea e rransn1ice
111cdianrc un sencillo si1nh0lism o de colore. en el (1ue los ,·csridos
an1arillos sin cosrura. hacen juego con el color del cabello de las
principales fi guras. l..os 111ás puros heredero de la er;1 dorada ser:1n
rubios. La i111agen puede interpretarse a la ,·cz con10 unci alegoría
nost~H!:,rica de una época perditla ). con10 una n1eráfora utópica del
n1undo futuro d<.: l nuc\'o Rcich . Sus in,plíci ros \'a lores políticos
~1dquieren carta <le na rurale2.~1. o parecc.: n norn1al~s y eternos, al
unirse con lo. 6rdcnc. de la n:1tur,1lci'.a.
La Edad ,\ledia es ci tada Jlluy a 1ucnu<lo cn las in1.ígcncs fas-
cistas con ttnia 1n:ís ch·1cos o 1narciales. Celebran una t ra feudal
in1aginaria de unidad dentro de w1a cstricr~1 jcrarquí:i social. l:.n el
fasc is1no italiano. l:1 iconnb,r:1fín niedieval del lidera7.gn en la fi gura
del prú1cipc de la l"iu<.L1d-t$tado esni dibujada al lado de la <le~ lusso-

56 .--1.nt•, prc1paga1ulrr rJi1.~(is1110


J1. " 1,1 11, Hl,ll\ \\.1 \ ,
\u/..itJ ,\l1 ~hi1n,1, 1970.
f o l11gr c'.l fí,l.

Yukio Mi,hi,na, un c~t.rit or


dt• é,,to e n fapon, gu,t,1b,1
ele Íol ogr,1 fi,lrs<' con10 Ltn
guerrero '-Jl1lurai. Puco
de~pué, de e,t.1 íotogrc1 íí.1.
:,{' suicidJría n1c d iante
un haraquiri ritual, un acto
quC' prctcndíJ den1ostra r
!>U con1pro 111bo con la
recuperación ele lo> , alorC?·
111arcialc!, e in1pcriale~. En
'L" c ...rito~ autoningráfico,.
N\i~hin,a rcvcl<i su interé:-
por el n<1rcb1,m11 y el
sadon1a!,11qui~n10. An1bo~
p,irc<.cn h,1ber c~t.1do rnu}
rel.:icit>n.tdo~ con !!U
,1dhc..,11in en,oc ic >r1al
,ll 11cofa:-<.·bn10.

lini. ucl 111is1no cnodo l(U<.: 1nuc.: has ,·l.!c.:cs ~<.: retrata :1 l litlcr con,o
un t.:.1ballero teutú11 (fig. .10). Bajo el Tcn..:er RL:ich, el 1nl'dic,·a lis,no
t.:n ~,rquirecrur:1 SL'. ,·e con10 cl recurso :1 los edificios vcrn,iculos cnn
cntran1ndo de 1nadcra p:1n1 logra r st:r 111;ís .-.._,ij//.-isch qu<.: lo,; de <.:stilo
neoclásico. I·] térn1ino ~i~rt1ific,1 ••dl'.l pueblo», pl'.r11 tiene <.:onnota-
ciones arcaicas y raciales. J)ara el na.zisn10, el n1cdieva lis n10 se había
hecho problcn1;itico por l.1 rl'.sistl'.ncia di.'. la Jglcsia Catcílica al régi-
men, ,. Hitler de ·cri1J i6 en una oc:1sicín el estilo ¡¡11rico con1n ..dcn1:1-
. -
siaJu cri~riano... Sin c1nl,argo, la i,nag'incrí.1 -¡;iilkisch con1bin:1l,a a
~ ~

n1enuc.Jo rr:1tlicione:.. <.: ris[ianas con un pag~1nisn10 g-en1::rosan1t:nre


inventado. Esto puede ,·ersc en los fuegos de ca111pan1enro ~- en los
rito::. tic antorcha::. de lo::. !:,rrupo::, de la~J uvcntllllcs 1-1ith: rianas, y <.: n
h1.s connotnciont:s ocult:t<; de l:1es,·.í.stica.
En la idcologí,1 ultr:_1nacionalista del Japón in1pcrial. la religión y
la polírica se unieron con 11llH:ha frcc11cnci;1 y se cxprcsaron en tenias
n1cdie,·,1les. l•:n 19~-I-. sc fundó la urg.1ni1.a<.:i<Ín japonesa lv,ku/xJnsha
para difundir la suprccnacía raciL1l de J.1p6n en el P.1cífico. y eso se
expresó en el resurgir del culto :1 los guerrero~ san1ur:1is que pcr1ni-
ti1:ron el n1ilitarisn10 japonés. El fa111oso no,·cli~ca y ncof:t<;l"isca \ 'ukio
J\ lishi,na ( 1925- 19í 0) rrar6 de n:,·i,·irln dur:1ntc los :uins sesenta. l."11 11
su pcq ul"ilo cjc:rciro prÍ\'acln. c:uyo, 11nililnncs fueron dist.:fiados por
c:1 111ísmo. y que :1.sun1iií los rin1nh.:::, -;:11n11r:1is, la.<; artt:~ 111;1rcialc~. el
cuJto al cul"rpo y la croti;,_,;1citÍn de h1 nlul'.rtl' (tig. 31). [J grupo :11>0-
gaba por la reinsrauración de los poderes políticos del emperador. Su 32. AtE~~ 'IDRO BRUSCHETTI,
intento de golpe en 1970 -todo u.n despliegue de teatro, que incluyó Síntesis fascista, 1935 .
Óleo sobre contrachapado,
el rapto de un general del ejército y al haraquiri de J\1üshin1a- había 1,55 x 2,82 m. The Mitchell
sido preparado meticulosa1nente en los escritos de J\1lish.ima y en Wolíson Ir. Collection,
sus comunicaciones a los medios. El movimie::nto de J\1ishima fue Mian1i Beach, Florida
pequeño y marginal, pero constituye un ejemplo puro y cons- y Génova, Italia.
ciente del fascis1no con10 escecización de la política.
El arcaís nio fascis ta oculta una actitud contradil'.toria hal'.Ía la
moden1idad. J\1ientras los regin1enes claman por restaurar los
valores yue prel'.edieron a la decadencia de la modernidad, instigan
a la ,·ez. la industrialización intensiva para levantar sus bases
econón1icas .v n1ilitares. El uso del neoclasicisn10 co1no estilo monu-
mental para los grandes edificios públicos en lt1Jia y Alemania
contribuyó l:n parte a resol\'er esa paradoja. t\plicado ::1 fábricas,
estaciones de ferroca rril y carreteras, rransn1iti6 un aire dt: estabi-
lidad y de grandiosidad apolfnea. Pero esa fue una ,·ersión muy
sin1plificada del clasicismo, una delgada fachada que ol'.ultaba una 1
estructura de funcionalismo 1noderno. En absoluto excluSÍ\'O del
fascisn10, este estilo se en1plcó en toda Europa y en los Estados 1
Unidos entre los años vt:inte y treinta, y prolíficamente por Stalin.
~rancu para el fascismo como para el estalinisn10 supuso un eficaz
n1edio de expresar el conservadurismo cultural en un entorno
n1o<lerno. t\<lemás, taoto Hitler como J\1ussoLini explotaron su s
alusiones al in1perialisn10 romano para n1ostrarse co1no los nuevos
en1peradores de Europa.
Bajo el régimen de ,1'.1ussolini en Italia, la propaganda y la
censura se habían extendido y los fascistas italianos veían su 1110-
virnicnro con10 la vanguardia de un renacimiento artístico. Sin

58 Arte, propn~a11cla )'_{ascis1110


33. Desfile histórico crnl.,argo, la política cultural del gobierno imponía mcnos unifor-
en la inauguración de una midad que en Alernania. El arte fascista J)Odía ser abiertamente
Casa del Fascio en Toscana,
ca 1928. moderno, corno la pintura furur ista Sí11tesisJasci.stn (fig. 32) de Ales-
sandro Bruschetti ( 1910- 198 1). Con,o indica su tín,lo, la pintura
La fa chada ncoin,perial representa el univer-so fascista, e n el que lo nuevo y lo viejo se reú-
del edificio incorpora un nen en una síntesis dinán1ica. Coexisten los antiguos edificios y los
par de gigantescas íasccs, postes eléctricos, las espadas y las aniea·alladoras, y son puestos en
los haces de varas que
simbolizaban la autoridad
marcha con un frenesí reglamentado presidido en todo momento
de los antiguos magistrados por el espíritu de i\1ussolini (fig. 33). Su rostro aparece en el centro,
romanos y de los que visto como una imagen ni(tltiple que recuerda los efectos del mon-
deriva la palabra íasci mo. taje cinematogr.ifico. En Pe,ftl continuo de Musso!iui (fig. 34), de 193 3.
de Re nato Bertelli ( 1900- 1974), s ucede algo parecido. Los rasgos
de t\ilussolini. tan inconfundibles como una marca de fábrica, están

Arre, pr<>p<1g<111d<1 yJñscis,110 59


34. RE"IATO BERTEll 1,
Perfil cun1int10
de ,\.lu~sulini , 193 3.
Cerán1íca, al1u,a 29,8 en,,
díjn1etro 22,H tn1.
ln1perial \\1ar i\~u!:,cun1,
1 ondr('-..

--
- --
reproduci<los en 360°. lJa escultur.1 in1pli1:a que la visión <lel lí<lcr,
." el poder de su gobierno, se extienden en rodas las direcci()nes
desde un centro fijo.
l,,0s ,·:1lores supuesrarnence eterno. <le la culrura elevnd:1 han
sido 11tili7.ados a lo l:irgo de la Historia para legiti1nar el poder y
los pri,·ilcgios. Pero esta fun c:i<Ín h;1 sido n1~ís co,npleja bajo los
regí,nenes - fasc istas o con1unistas- que pretendieron ser n10,·i-
1nicntos de n,asa!>. ,\ 1explotar el elc,·ado status del :irte tradicional,
su propaganda corría el riesgo de alienar a las clases Cl"Tibajadoras.
para las que una pintura ;i l óleo en un n1u ·eo era un objeto inhe-
rentemente hostil en un entorno elitista. L,os reu-ímenes tr:1t:1ban de
~

contr,trr(;St.tr 1.'S(; cfccto uniendo la~ hcllns ,trtcs co n la c ultur:1


de 111:1. as. Par.1 ello se siguieron dos csrratcgia. rch1cionadas: pri-
n1ero, la reproducc ión en n1as~1 de p inn1ras y csculn1ras en pelícu-
las. ca rtl:lcs, postall:s, anuncios~· rc.:,·ii,tas, que.: cambiaron los lug,1-

60 .,-lrte, l''"Pa.l!a,ula yjñsrisu,o


rt?s de recepción y les cottlirieron u11a especie ele se11timiento de
perte11encia de la ,in1agen; segundo, la adaptación estilística del
:n;te a los c&ligos visuales de la c1dtura popular -haciendo que
una piI1tura pareciera un carrel o tina ¡>in•up pornográfica. por
eten1plo. !=os resi1h:ados se han calificado de kitsch, tém1ino <1ue se
refiere a un arte es1)ecíficarnente disef1ado para el co11su1n o de
tnasas. Por supuesto, lo reg(menes podían e,nplear a la vez la cul-
tu1·a eleva<ia a escah1 rr1onu1r1enc1l par.J intin1idar y rebajar a la
gente.
<<C.oordh1ación» (Gleichschaltung) era el eufen1isn10 en1pleado
J)Or los nazis para describir el reforian1ienro de la conformidad
política. En la prensa e indusn·ias editoriales, la gente política-
mente sospecbosa de er «racialn1ente in1pura" era avas:11lada.
Como u.n portavoz del Partido afirn1ó en 193 4, el objetívo del
na1,isn10 era p roducir «t111 toral ordenan:tienro de la gente ale-
1.n anr1», que debfa ,,sobre todo ser un.ifo1m e, nacida de 1.u, espíritu
Úflico, )1 arnpliada sisten1ática.inente, desde tu1 punto central, a
t@da la vida social,,. Con,o en la imposición de Stalin de la ortodo-
xia soviérici1t:n el can1po artisrjco qu1: e prodttjo también en lo
prin1eros años treinta, el régin1en nazi aboli6 los grupos de arte
independientes y los sustituyó por organ.i.zaciones únicas inte-
gradas e11 el .Estado. J-\.5.í se creó la Cámara NacionaJ de Culn1ra
(li.e.ichJkultur/. ·a111tne-1J, fundada en otoño de 193 3, ausf>iciada por el
nlinisrro de In Propaganda e ]lustración del Pueblo, J osef Goeb-
be1s. .Esta organ.ización con.t-aba co111siete departamentos: n1ú ica,
artes visuales, literatura, teatro, prensa, radio y cine. Cada uno de
ellos se dividía a su vez eu subdepartan1:en.ros; el dcpartan1ento
de arte vi ua'l inclufr1 secciones de pintura. escultura, arquitectura,
dasefio gráfico y de interiores, asociaciones de arresarúa, publica•
ciones de arre, ventas y subastas. Corno dicraba la ley que había
creado la Cán1ara Nacional de Cultui--a.., su pro¡)ósito era «t1ni.r:se a
1-os ele111eotos creativos de todos los cat11pos para llegar. bajo el
Lidcraz.go del Estado, a una voh.1n.tad (u1ic;a... Sólo eran ad n1iridos
en ella los arriscas rac.ial e ideológicarnente aceptable . r\unque
mucl1os artistas de la .'\ lernartia iicp.1ierdista permanecieron en un
..exilio interno», cerca de 100.000 profesionales forn1aban parte de
la C.ímara Nacional de Cultura en 19 35, incluyendo a 15.000 arqui-
tectus, 14. 300 pintores, 2.900 escultores y 6.000 diseñadores.

Nariorialsoci.alismo y 11attgi,ardia
Dado el conservaduris1110 cuJtural del Partido Naciooai Socia-
lista, deberíarnos dar por sentado que los nazis se opusieron total-
mente al arte de vanguardia y lo condenaron desde el princípío.
Los recienres estudios de historia del arte revelan una relación rnás
a,mbigua. Es cierto que en 1. 93 i la d.irección nazi l1abía dejado claro

Arte, propaganda yJ.isris,no 61


Copyrighted ,natcnal
35 . ER,~T I.UD\\IG su rechazo de l arte 1noderno. y que los artistas de Yangunrdia habían
KIRC 1-iNíR, 8aí'iiqc1:,
sido excluidos y tenazn1cnrc perseguidos. Pero csr:1 siru;1ci6n hahí:1
en tvlont1ht,rg, 1909-1 C)26.
Ó leo ~obre' lien7o,
estado precedida por algunos años de debate l'ntre los altos oficiales
1,,5 1 X 1,20 lll. <lel Partido. Jose::f Goeubels afirmaua que ali:,'l1nos .1rtisras c.lel n10-
Tate Gallcry, Londres. ,·i111icnro expresionista, como Emil loldc ( 1867-1 95 6), Erich l leckl'I
(1883 -1970), E.rnst Luu,vig Kircbner (1880- 1938). Karl Sch11údt-
í{o ttluf ( l88~-1 976) y En1st 13arlach (1870-19.l8). representaban un
cierto espíritu n,1cion:1l del arre alemán que pod í-1asun1ir el Tercer
Reich. r\ prin1er:1 ,·isra la declaración resulra sorprendente, pues
no se puede considerar que estos a rtistas fu esen prec isan1encc sim-
patizantes de ltls naijs, a pesar de que ol<le perteneciese al Par-
tido durante un hre,·e período de tic n1po. Las señas de identidad
1nti,1utoritarins e indi\·idualistas. 1o obs-
el cxprcsionisn10 eran L
tante, Goebl)els pudo percibir en su confusa ,·isión polític.1 algu-
nas afinidades con la \ \ c//{111scha11ru1e: nazi. U na lectura sclccri\·a de
-
los rcxros cxprcsionisras ofrece algunas declar,u.:iones orgullosa-
n1ente nac io na üsras y un \·ago anticapitalisn10 qu1,; se opone la
sofisticación cosmopolita de la sociedad urbana, cnfrcnr.'í ndola a
in1:1genes nostálgicas dt una con1unidad espirin1aln1ente unificada
~' en arn,onía con la natural eza (lig. .15). 1-\ dcn1.ís, el arte <le los
expresionist:is y . u estilo de \·ida proclamaban la prioridad de las

62 Arte, prop11g1111da y fascis1110


ensacío11e física y la pa ión por encirna del intelecto, o.n senti-
rniento co111partido por el culto a la n<:ción de los nazi . Por 111oti-
vos racisras, estos últinlos deplor,tron el ernpleo que ~qu~llos
hacían de esri lu. procedente· del arre africano, cornplet:11ne11te
con trario a sus ideas de «belleza aria". Y, no obstante. la visión
rorn ;íntica expresion.ist.1 de la llarriada vida «prim.i tiva.. en.cuentra
un e¡;o di 'tanteen l:1celebración pr1111ith·ista J e la culturr1 vb1kisch
(popular).
Sería erróneo calíficar de proto11azi al expresionisruo y subes-
thnar la persecución que posteriom1ente sufrieron sus artistas.
l{e ultarfa rnucho 1r1t1 exacto decir que, con10 di cur o separa-
dos, expresionisrno y nacionalsocialismo se forrnaron con una
fuerte inclinación hacia la culn1ra alen1ana, que bu caba una alter-
nativa in·acional a la alienación y fragmentación ocial del capita-
li 1no burgués. Desde final e del iglo pasado h.ubo en t\le1u ania
una n1arcada tendencia al ,,regreso a l,:1 naturale:i~t--. 1nanifesrad:1 en
excursione - y acan1.pad.is j.uvenile y un:i creciente oleada de nu-
disn10 e11 los años veinte. 1\ilucho. grupos de jóvenes ;: clube de
nt1di t-~\S e taban relacionado con organizacione de izquierda.
l.os nazis lo - prohibieron, pero e apropiaron y explotaron algu.nos
de lo ·entinliento qu1:.· lús h:1l>ían configurado.
A pes:1r del apoyo de (~oebbels, el expresionisn10 habh1 sido
objeto J.e frecuente araqucs por parre <.le desra~dos oa1Js, entre
los que se incluían 1-fitler y 1\l fred Ro enberg, y el arte rnoderno y
su partidario · en1pez::1ron :1 ser expurgado de los 1nu eo poco
después de que 1-lider llegar,1 al poder. Para b1 corrientt: princí¡)al
del Partido, el arte n1o<ler 110 era u n objetivo desta<.:~1do con el que
podían iotiT.11.idar a lo. inrclectuale ' no 11azis y den1ostrar su poder
irnponiendo ln conforrnidad. Y, lo que es n1ás i1r1po rtante, el ataque
al e:.:presioni n10 podía enlplearse para articular la teoría nac:ion.il-
sociali ta de la «degeneración", ten1::i fundamenta l de su ideología,
f..sro se pondría de 111anifiesco de una rnanera teatral y rípicarne11te
en acionalista en la ex1,cJsíción ENtürltte /{uust (r1rte dege11ertldl)) l¡ue
se inauguró en 1vtunich en jtJ lio de! 1937 (figs. 36 y 37).
1- a ex¡)osición de .Arte degenera.tlo exhibió m~is de 700 obras ele
arte n1oderno con el único propósito de burlarse de ell as .v vil.i-
pendh1rlas . 1\ll.ocha.s de las piezas habían ido confi cadas de la
colecciones públicas y representaban a n1ás de cien artistas de la
n,odernidaci. l ,as pinturas se colgaro n de rn:1n~ra irreguhtr,
1n uch:1s vece in 111arco, con etiqueta · indicadoras del precio que
los ,n u eos públicos habían pagado por ellas, y declaraciones de
crítico y de artistas rnoderno e cric~, en las parede . Se aco1n-
p;1ñaban talnbíén de sarcásticos subtítulos redacrados por l-htler .Y
Je largo eslógnne que denunciab:in la obscen idad. locura. bLtsfe-
1n ia y «negritud,. (\fe.rníggt:rung) de esre ;irte. en alusión a las deri-
vaciones estilísticas del arte afi·ícano. Todo los objc:cos e:-hihido.

.4fl'e, ¡1ro¡MgC111d11 yfa$risn10 6]


Copyrigt1túd rnatcnal
36. Catálogo ele la exposición
Arle clegenerado, 193 7,
con la escultura ele ÜllO Freuncllich
El ho,nbre nuevo. Freundlich (1878-1943)
murió en un carnpo de concentración.

37. loseí Goebbels visita la exposición


• Arte degenerado. 1 937 .
1• \

• •• •

La exposición fue concebida como una especie
de juicio-espectáculo. Los visitantes eran
anin1ados a burlarse del «degeneradou arte
de vanguardia exhibido en ell.1. Durante los
cuatro meses que duró la exposición, se dijo que
la habían visitado más de dos millones
de personas. Después se trasladó a trece
ciudades alemanas y austriacas, donde la vio
otro n1illón ele personas. Se ha descrito con10
la exposición con niayor número de visitantes
jan, ás realizada. Seguin,os sin saber qué es
lo que pensaba realrnente la mayoría de los
visitantes sobre el arte de vanguardia expuesto .

64 Ane, propaga11da yfascis1110


fueron denu nciados co1t10 «l:,0Jche,·is1no culrural,. ( Kultrtr-Bolt·he-
vis1·11us) y atri buidos a un,a conspiración del «i111peri,1lisrno judío».
Con10 idea clave de la teor ía naí.'.i. la "degeneración.» der ít·aba
de la tern1 inología 11,édica del siglo XI X enip1eada pa,ra descri bir
defo r,nacion.e gelléticas. .El escritor ~!Jax Nordau. autor de .Dege-
neración (Entn.rtung, l 93), fue el prin1ero en popularizar el uso deJ
término ¡y.ira definir el decli,·e de la civilízacíón. Era unn c~1r:l1.:-
terl rica de 110.1 re;1ccíón jin de siecle contri) las condic io nes de la
vida urbana n1oderna. cuyos efectos e percibían en cérn1ino
patológicos {otras teoría europeas sin1ilares hablaban de «neuras-
tenia,. o agomrnienro nervioso). l,a deger1eración in1plicaba debili-
dad y desorden, y pronro se unió .i n1t:t,íforas política que emJ)lea•
ban el leng uaje de la enfe rtned~td y la ínfección p ara de cribir la
itllpurez.a política y· racial. En un discurso sobre arre pronunciado
en la época de la exposición. f-litl er en1pleó una. <:01nbina1.:ión sin1i -
h1r de alu. iones n1eraf6rícas a la enfernH::dad, afirtnilndo que la
distorsiones en el arte moderno eran sin1:01náticas de la acrual
degeneracjón de las faculrade 111enrales y percepriv,1s de lo · :ircís-
tas, o de u nt,n de er1gaüar ~, pervertir a la nación. En cualquier
caso. el castigo potencial estab,t claro en la abierta referencia de
l-f.irler a la pr-.1ctict1 nazi de matar a lo enen:ii&tO~ polfrico y a lo
disn1inu idos físicos o psíq uicos. E.se 1n isn10 ;lño, el n1 in istro de
l:':.ducación publicó un folleto en el que se decía que el arte
nioderno era «la 111ayor prueba de 111 necesidad de una solución
raciical ::i la c uestió n. judía».
Por aquel enconce . en toda Europa y E~tado~Unido lo ata-
ques al ar re 111oderno por parre de la c rítica conservadora se re la-
c ionaban t ~u11bié n con lo judíos, el bolchevi 1110, ht locura y la
hornosexualidad. En lo regi,nenes fascistas, sin en1bargo, este
discur ·o ~obre 1.a degeneración t.enía la función específica de
a111pliar sus demandas de crear un orden social renacido y depu•
rado. Gran parte de ta propaganda fa cL ts jugó con la dico•
tomfas de oscur idad •y luz, decadencia •y renovación, 111uerte •y
renacer. E.11 consonancia con esto, la ina ug uración en 1\ 'lunich de
la exposición r1rte degenerodo e tll \'O acon,pañada de otra rr1ayor
titulada Grossc Deutscbe Kunslllll.!'Stellung (Gran exposirión de arte
aletnán ;, que se celebró mu:-' cercá y ru,·o lug:ir todo los ::if\os
desde 19 3 7 hasta 1944. Esta expo ici6 n de art e nt1e\'o fa\'Orecida
por <.'I régin1en inauguró la gran Cas:1 del Arte Ale111:i, n (l-laus der
Deuts-Che11 Kunst ). uno de los principales proyectos de edi ficios
públ icos de l Tercer l{eich. Su apertura esruvo acon1paflada de un
gran dcsfLle de carrozas ':,' de seguidol'es ve tido con tra jes hi tó-
ricos. enc:1.rna<:iones el.el ren ,tcirníento ele la c ultura n.a cional. Todos
lo· año ~ se re petir ía de forn1a í,nílar e re D ía de l r\ rtc .:\Jen1án.
El de 1939 fue filn1ado en colo r po r n1i~rn bros de la Sociedad
.i\ n:1art.:ur de C ine de 1\ 1lu nich (fig. 38).

."lne, propagnnda yJasci¡n10 65


Copyrigt1túd rnatcnal
l8. Dí,1 del 1-\11e ,\lcmán. La i1-1terpretació11 fascista del c1-1e1po
Nlunich, 14 de jL1lio ele 1939.
fo1ogr;un;¡, 1<, n1n1. F.n el nacionalsocialis,no el rrar:in1ienco del cuerpo humano.
Koclarhron,r. tanto en el arte como en la \'ÍUa rea l, sir\'ió para :i rticular las doc-
rrinas de la teoría rac ista. los pareceres sobre los resp ectivos
p:1pclcs del hornbrc y la n1ujer, y lo. conceptos de la unid:id orgá-
nica de l:1 nación-estado. Las premisas de los ideales de belleza
corporal se cu,nplen en la pintura de J,·o Saliger, El Juicio de Pllris
(fi g. 39), que adopta una cen1a rec urrente del arre occide ntal. 1:;:1
mortal París es lla1nado para decidir sobre los cuerpos desnudos
tle tres diosa y recompen ar a la 01.ís hermosa con una manza na
<le oro. Históricamente. este tema ha permirido a los artistas
mostrar su habilid,1d n la hora de crear In forma femenina ideal ,·
con1plen1enrar la belleza física de los cu1:rpos pintados con la
belleza artística y la destreza pictórica. En este caso. tanto los
cuerpos pálidos ~- de proporciones ch1sicas, corno el estilo de la
obra , que podría pasar por ncoch1sic¡1 o ,,helénica,,, son conside-
rados «arios... l)e esre m odo, la pinrur.1 se re laciona con las
tl'úrías nacion,1lsocial ista. que identificaban di versas cualidades

66 ,--irre, 1,ro¡1a,~a11da y.fásris1,ro


de la superioridad aria. cuya raza se con..'i idcraha la más lúcida. 39. lvo S,\I IGER,
espiritual, creari ra, etc. Entre estas cualidades, la supuesta supe- El juicio de Paris. 1939.
Óleo solJre lienzo,
rioridad de su belle7~a física es la prueba final de su supremncía 1,6 x 2 n1.
11-atural. E stas creencias n1oti\'arían las políticas de persecución a
la que se vieron s001etidos millones de indh·iduos. El examen En un discur~o de 193 7,
bnrocrático de los a ntecedente. fam iliarc. para encontrar asccn- Hi1 ler proclamó: " unca
clc:ntes judíos, el diagnóstico médico de incapacidad física o 1uen- ha estado la Hun1an idad
tan cerca como ahora
ta l, y las pruebas policiales de ho111osexualidad sirvieron p:ira de la Antigüedad en su
etiquetar a las personas como enemigos de la raza suprema. 1\de- apariencia y sensibilidad.
n1:ís de acabar con ellos sistem¡iticasnente, los progran,ns eugené- Las cornpeticiones y las
sicos de lo~ nazis, que fomentaron la reproducción selectiva y la pruebas deportivas han
fortalecido a millones
esterilización, trataron de purificar la configuración genérica de
ele cuerpo:s jóvenes.
la futura población. E11tre los medios de que dispusieron, en di- ofreciéndonos una forma
ciembre <le 19 3.1 se promulgó una ley en la que la edad mínima y un ten,per.'I rnento co,110
para la esterilización .. ,·oluntaria» eran los diez asíos y para la no !>C habían ,naniíe~tado
obligatoria los catorce. 1~ finales <le l 9 35 habían sido esterjli- ni se habrían pensado
tener en tal vez n1iles
zados l 10.000 adultos .y niños,\'
. n1iles serían asesinados en insti- de año~11. La noci(>n
tuciones «médicas,,. En esas circunstancias, .Y <lentro del marco de belleza fbica de Hillcr
específico de la ideología nazi, las obras de arte que promovían se refería especííican1enle
intencionadan1ente el concepto de belleza aria y excluínn la ,,fca l- il la 1(pure2a racial>, aria.

i lrte, pré1pn,~n11d<1 y frtscis111Cl 67

1
dad» y la «irnpureza» fueron córnplices activos de la exclusión y
e:x.rer1n inio de la población no aria, especialn1eo.te los judíos y las
«razas eslavas» del este de E uropa y la Unión Soviética. Desde
esta perspectiva malvada y de pec\1liar carga estética, la can1paiia
de genocidio contra los judíos y el asesinato <le aproximadan1ente
veinte millo.nes de soviéticos durante la Segundn G uerra M1in-
dial fueron considerados «logros culturales».
Los J uegos Olín1picos celebrados en Berlfo en 1936 propor-
cionaron al régi.I11en una oportunidad de adaptar su concepción
de mas~1s del espectácul.o po.lítico para el consu1110 del público
inter11acion al. Cotno competición de excelencia física, magnifi-
cada por el ethos •psettdo-helé11ico de la tradició11 olímpica, el
acontecitniento era un. vehículo ideal para insít1uar la n1itología
nazi en la cultura popular del deporte. lJerú Riefensrah l fue la
encargada de filn1a r los juegos, )' la película resultante, Oli,n-
pintla (Ol)1111pia) , dividida e 1l dos partes, Festi,M I de /t,s naciones
(Fcst der \lotkcr) ,v festivfil de la helteza (Fest der Schonheit), testimo-
nia el culro nazi a la belleza y el poder físicos (figs. 40 )r 41).
Con10 EL fr-iunfo riela voluntad, la película no es un doctu.n ental
objetivo. El reportaje de las com.periciones deportivas está. pre-
cedido por una secuencia inicial que muestra los orígenes del
espír:iru olín1pico en la antigua Grecia. I·l ot11bres y rnujeres des~
oudos, atletas «g.riegos» que su rgen de no f)aisaje arcaico como
estatuas clásicas, generat1 la llan1a olítnpica, que es transportada
nústican1ente en el tiempo }' e.l espacio desde las 1noncafi.as de la
antigua G reci~1 hasta el estadio de Berlín. Es la alegoría de la 111aJ"-
cba l1acia el oe~-re y del dotninio de la culnu11 a.ria. La 111itiJica-
ción de la historia velanclo el presente (el inquietante y ba11al flujo
de la vida cotid iana moderna) con visiones del pasado leja110 e insi-
nuaciones de un d esti,10 futtLrO heroico es característ ica del nacio-
na lsocialis nto,
AJ caracterizar a las atletas, Riefe11stahl hace una represen-
tación relaciva111ente pos irjva de la n1ujer como triunfadora
acriva, aunque en un ámbito alejado del mundo del trabajo.
Esta i1naginería contrasta con la 1,ornografía blanda ta n fre-
cuente en el arte nazi: desol1dos eróticos toscamente realizados
para los ,lltos c;trgos del Partido. Este contraste se relaciona
con un. conflicto i.n tern.o más amplio en Jos valores naiís, en los
que existe ciert~1 contradicc ión entre la 1nisoginia neurótica
que puede hallarse a menudo en su retórica, y la presencia en
el movit:niento de 111uchas 111ujeres activistas. J_as revistas fen1e-
n111as oacioua ls1)cialistas como Frauen li~rte (Valoresj'e1ne11i1r.os) y
Die Detttsche Ka111pferi11 (úz f uchcidora ale·,nano) ofrecía o a veces
modelos positivos para las m.ujeres -la mu jer nórd.ica vigilante
o la uni.versit:~ria n1oderr1a, como la propia l{ie feosrahl - . La
ideología del Partido trJ1taba de reconciliar los r11etisajes co11~

68 Arte, pr()pagtnula y fascis1rió


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rnet:ífor:1 :1rologcric:1 l]lll' \ 'L' l:l el l'lll'I po l'Olll<l 1111 lll<Hklr1 d 1
Es1:1Jn. Como Lis de l cuerpo , c:1d:1 p ;irtL' del l·,st :ido dcl>1 :1 ,lL 11 1. 11 ·
en :1rmoní:1, pero no en igu:1ltl:ld : lo misnrn que l:1 c:1l>ci.,1 tiene
poder 'obre lo rnicm lm>s, el gobierno tiene poder -;olJre las pcr-
on~1 . Pero gobierno y pc r ·011:1s cstfo vinnil:1dos y, por tanto, el
E. t:1do es t5 fundid o co n l:1 nació n. li.1 'ue rpo del Estndo es puro,
li bre l nfe rm e !acle. in te rn a e in mune a la · cont:1111inacioncs
externa . Aun que e te concepto de unicL:id orgfoica ha car:1cteri-
zado l J en ' ami ento político occidenul Jurante siglos, en el fas-
ci mo ti ene un a c~pecia l importancia. El prorngoni 1110 de esta
metáfora e releva nt en casi rodas las representacione del cuerpo
hum ano en l arte fascista. La imágenes de fuerza corpora l, vigor,
agresión y vigi lancia, co mo las de Albert Jane ch, Deporte awcítico
(fi g. 42), y Ad lf \i\h1111per, El genio de la \licturia (fig. 43), refleja n las
pretendid as cualid ades del Estado fascista .
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43. ADOLF WAMPER


El genio de la Victo;ia , 1940.

Arte, propaganda yJ1_,¡ l.)/1/11 - 1

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