Manual Teoría Del Tiro (Citea)

CURSO DE INSTRUCTOR DE
TIRO DEL EJÉRCITO DEL AIRE
TEORÍA DEL TIRO

SUBTENIENTE D. CÉSAR VÁZQUEZ LUENGO
ESCUELA DE TÉCNICAS DE SEGURIDAD, DEFENSA Y APOYO (ETESDA)
DEPARTAMENTO DE INSTRUCCIÓN Y ADIESTRAMIENTO, SECCIÓN DE TIRO
CLASIFICACIÓN: SINCLAS, USO OFICIAL
FECHA: ABRIL 2021

ÍNDICE
1. NORMAS DE SEGURIDAD EN EL MANEJO DEL ARMAMENTO...................................1
2. PROTECCIÓN ACÚSTICA EN LOS EJERCICIOS DE TIRO...........................................5
3. PROTECCIÓN ÓPTICA EN LOS EJERCICIOS DE TIRO..............................................11
4. EL TIRO CON LOS DOS OJOS ABIERTOS...................................................................13
5. ELEMENTOS DE PUNTERÍA EN ARMAS CORTAS......................................................17
6. EMPUÑAMIENTO DE ARMAS CORTAS........................................................................19
7. CONTROL SOBRE EL DISPARADOR............................................................................21
8. POSICIONES DE GUARDIA CON ARMAMENTO..........................................................23
9. POSICIÓN DE TIRO ISÓSCELES MODERNA...............................................................35
10. ERRORES MÁS HABITUALES EN EL MANEJO DE ARMAMENTO...........................37
11. INTERRUPCIONES.......................................................................................................41
12. RECARGA DE UN ARMA O CAMBIO DE CARGADOR...............................................47
13. FISIOLOGÍA DEL ENFRENTAMIENTO ARMADO........................................................53
14. NIVELES DE PERICIA EN EL MANEJO DE LAS ARMAS...........................................61
15. CONDICIONES DE PORTE DE LAS ARMAS DE FUEGO...........................................63
16. TÉCNICAS DE TIRO EN CONDICIONES DE BAJA LUMINOSIDAD..........................67
17. AJUSTE DE MIRAS ABIERTAS.....................................................................................75
18. COLIMAR UN ARMA.....................................................................................................77

ETESDA TEORÍA DEL TIRO
1. NORMAS DE SEGURIDAD EN EL MANEJO DEL ARMAMENTO
La finalidad de las Normas de Seguridad en el manejo del armamento, es garantizar la

propia seguridad del tirador y la de las personas que le rodean.
En la formación de un tirador siempre se ha dado mucha importancia al cumplimiento de

las Normas de Seguridad, como medida a tomar para evitar accidentes. Estas normas se
agrupaban en grandes listas, que en ocasiones eran difíciles de recordar. Sin embargo las
Normas de Seguridad no pueden ser olvidadas y deben ser llevadas a la práctica
sistemáticamente. La forma de conseguirlo, es reducir el número de Normas de
Seguridad, seleccionando de entre todas ellas las más importantes. Estas son:
UN BUEN TIRADOR PRIMERO DEBE SER UN

TIRADOR SEGURO
- Mantenga el dedo índice fuera del disparador hasta que haya

decidido disparar.
- No apunte con su arma hacia algo o alguien a quien no quiera

disparar.
- Identifique siempre su objetivo y lo que hay más allá de él.
- Sepa en todo momento en que condiciones está su arma.
- Trate todas las armas como si estuvieran cargadas.
El cumplimiento de las Normas de Seguridad, hará que se eleve el nivel de confianza

entre compañeros. En una intervención armada, suficiente preocupación es estar
pendiente del enemigo y sus armas, como para además estar pendientes de las de
nuestros compañeros.
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Analicemos una por una las principales Normas de Seguridad:
• MANTENGA EL DEDO ÍNDICE FUERA DEL DISPARADOR HASTA QUE HAYA

DECIDIDO DISPARAR: Quizá la más importante de todas las Normas de
Seguridad en el manejo del armamento. Suponiendo que hiciéramos caso omiso
del resto de las normas de seguridad, y por ejemplo: sin haber comprobado nuestra
arma, resultase que está cargada con un cartucho en la recámara y bromeando
apuntásemos a un compañero, a quien en realidad no queremos disparar y
tampoco nos preocupásemos de quien pueda estar detrás de él, aún así, no
pasaría nada si mantuviésemos el dedo fuera del disparador. Esto no quiere decir,
ni mucho menos, que sea la única norma que hay que cumplir, todas ellas son
importantes y se complementan, pero quizá esta sea la más importante de todas
ellas.
En un enfrentamiento armado, en ocasiones se producen disparos fortuitos al

desenfundar el arma. La imperiosa necesidad de realizar un disparo defensivo, al
verse mortalmente amenazado hace que el dedo índice presione el disparador
antes incluso de dirigir el arma hacia su objetivo. Esto provoca disparos fortuitos
que pueden herir a terceros o incluso al propio tirador.
Por lo tanto, cuando se empuña un arma el dedo índice debe permanecer a lo

largo del arma, apoyado sobre el armazón, no es recomendable apoyar el dedo
índice sobre el arco guardamontes ni en el disparador. Mientras nos estamos
moviendo o mientras se apunta a un sospechoso que debe ser identificado, un
simple tropezón o un sobresalto en una situación de estrés puede provocar
movimientos defensivos involuntarios que harán que apretemos el disparador de
forma fortuita.
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• NO APUNTE CON SU ARMA HACIA ALGO O ALGUIEN A QUIEN NO QUIERE

DISPARAR: Dirija siempre su arma hacia un lugar seguro, esta medida debe ser
tenida en cuenta en todas las manipulaciones que se hagan con el arma,
comprobando los movimientos que se realizan y hacia donde apunta el arma en
cada momento.
• IDENTIFIQUE SIEMPRE SU OBJETIVO Y LO QUE HAY MÁS ALLÁ DE ÉL: En los

enfrentamientos armados siempre existe la posibilidad de que personal ajeno al
mismo resulte herido o muerto, pueden distinguirse dos escenarios:
◦ Enfrentamientos militares, en los que se crea un gran volumen de fuego

automático, para que el enemigo no sea capaz de devolver el fuego, de esta
forma la posibilidad de herir o matar a personal no combatiente aumenta
considerablemente (daños colaterales).
◦ Enfrentamientos policiales, donde la presencia de no combatientes es evidente,

y deben extremarse más si cabe las medidas de seguridad para no provocar
victimas inocentes.
En cualquiera de los escenarios, “UNA BALA QUE NO IMPACTA DONDE QUIERO,

IMPACTA DONDE NO QUIERO”. La solución para que un disparo no “IMPACTE
DONDE NO QUIERO”, es simplemente no apuntar en esa dirección.
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• SEPA EN TODO MOMENTO EN QUE CONDICIÓN ESTA SU ARMA: Siempre

debemos saber en que condición se encuentra nuestra arma, si esta cargada o
no, si el seguro manual está puesto o quitado, si tiene un cargador puesto o no.
Portar o manipular un arma cargada creyendo que no lo está, puede provocar

desastrosas consecuencias para la integridad física del portador o la de terceros.
Del mismo modo, portar un arma descargada creyendo que sí que lo está, hará que
el uso de ella no sea efectivo y nuestro enemigo tenga total ventaja sobre nosotros.
Para saber en todo momento en que estado está nuestra arma, debemos
comprobarla antes y después de cualquier tipo de actividad en la que vayamos a
emplearla. Esta comprobación ha de convertirse en un hábito que debe realizarse
de forma sistemática.
• TRATE TODAS LAS ARMAS COMO SI ESTUVIERAN CARGADAS: Quizás la

expresión “NO PASA NADA, ESTA DESCARGADA”, sea la más repetida por
quienes algún día tendrán un desafortunado incidente. El tener la certeza de que el
arma está revistada (cargador y recámara vacía), no exime del cumplimiento de
las Normas de Seguridad, es decir, aunque el arma este revistada no se apuntará a
nadie a quien no se quiera disparar.
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2. PROTECCIÓN ACÚSTICA EN LOS EJERCICIOS DE TIRO
Adiestrarse en el uso y manejo de las armas de fuego sin protección acústica causa
lesiones irreversibles.
El estampido ocasionado por el disparo de las armas de fuego, es uno de los sonidos de
mayor intensidad que pueden producirse.
Este estampido es percibido con mayor intensidad en las Galerías de Tiro cerradas que
en los Campos de Tiro al aire libre, donde los materiales de construcción pueden producir
efectos multiplicadores del nivel sonoro.
Galería de Tiro Campo de Tiro
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El uso continuado de armas de fuego sin protección auditiva, puede producir trauma
acústico, se trata de una lesión en los mecanismos auditivos del oído interno, debida a
explosiones cerca del oído o a la exposición prolongada a ruidos elevados, como por
ejemplo, disparos.
Una de las consecuencias del trauma acústico es la hipoacusia auditiva o perdida de

audición, esta perdida puede aparecer y empeorar lentamente, de forma que el
afectado no lo advierte hasta que es demasiado tarde. Uno de sus síntomas más
significativos es la aparición de ruidos o zumbidos en el oído (la incapacidad para
escuchar el silencio).
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2.1. MEDIOS DE PROTECCIÓN
La mejor forma de evitar la perdida de audición es la prevención, utilizando material

adecuado que proteja del nivel acústico al que vaya a ser sometido. Cualquier medio
empleado como medida de protección acústica debe cumplir la Norma EN-352 de
Protectores Auditivos. Requisitos de Seguridad y Ensayos y EN-458 de Protectores
Auditivos. Recomendaciones relativas a la selección, uso, precauciones de empleo y
mantenimiento.
2.2. TAPONES DE PROTECCIÓN AUDITIVA
El uso de unos tapones adecuados puede reducir el ruido una media de entre 25 y 31 dB.
Los más sencillos están hechos de una pieza de material blando (espuma, goma o
silicona). Para introducirlos en el oído deben presionarse, una vez puestos se expanden
adaptándose a la forma del canal auditivo.
2.3. VÁLVULAS SÓNICAS
Algunos modelos incorporan una válvula que, se cierra a partir de un determinado umbral
considerado peligroso (80-85 dB), y permanece abiertas por debajo del mismo,
permitiendo escuchar el resto de los sonidos.
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2.4. CASCOS DE PROTECCIÓN AUDITIVA
El uso de unos cascos de protección auditiva adecuados puede reducir el ruido una media
de entre 25 y 35 dB. Existen muchos modelos, pero todos ellos se componen de dos
vasos de protección unidos por un arnés, que mantiene la presión de estos sobre la
cabeza.
2.5. CASCOS DE PROTECCIÓN AUDITIVA ELECTRÓNICOS
Están dotados de unos micrófonos que recogen y amplifican los sonidos ambientales,
atenuando los sonidos superiores a 85 dB. Pueden conectarse a una radio y así recibir y
transmitir comunicaciones
Es importante tener en cuenta que algunos cascos de protección auditiva no son

compatibles con el casco de combate, ya que no caben debajo de él.
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2.6. USO COMBINADO DE TAPONES Y CASCOS DE PROTECCIÓN AUDITIVA
El uso conjunto de tapones y cascos de protección auditiva es la medida preventiva más

recomendable, ya que es la que más protege. Al contrario de lo que pudiera parecer, la
protección no se suma, sino que se complementa, mejorando la protección en unos 10 dB
el dispositivo de mayor calidad , es decir, si usamos unos tapones que mitigan el ruido en
25 dB y unos cascos que lo hacen en 30 dB, la reducción acústica no será de 55 dB sino
de 40 dB aproximadamente. Esto es porque el sonido no solo se trasmite al oído interno
por el canal auditivo, sino también a través de los huesos del cráneo. Ese es el motivo por
el cual unos cascos siempre protegen más que unos tapones.
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3. PROTECCIÓN ÓPTICA EN LOS EJERCICIOS DE TIRO
La fragilidad de los ojos, hace que la protección ocular en los ejercicios de tiro sea
imprescindible. Una vaina caliente o el rebote de un pequeño fragmento del encamisado
de un proyectil, son algunos de los incidentes que pueden dañar los ojos sino se utiliza la
adecuada protección.
Heridas producidas en el rostro de un soldado.

Obsérvese la zona de los ojos libre de impactos por
haberse protegido con las gafas de protección balística.
3.1. GAFAS DE PROTECCIÓN BALÍSTICA
Las gafas de protección balística pueden ser de varios colores o disponer de varias lentes
de colores intercambiables en función de las condiciones en las que vayan a ser
utilizadas:
Lentes Transparentes: Para utilizar en condiciones de

mala iluminación, no distorsiona los colores
mostrándolos tal y como son.
Lentes Amarillas: Mejora el contraste en condiciones

de baja luminosidad, días nublados, atardecer,
amanecer o tiro nocturno con luz artificial.
Lentes Gris: Eficaz en condiciones de alta

luminosidad, evitan deslumbramientos sin cambiar la
percepción de los colores.
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Las gafas de protección balística deben cumplir la Norma EN-166 de Protección Individual
de los Ojos, dentro de esta norma cabe destacar los siguientes parámetros a la hora de
elegir una protección adecuada:
Clase Óptica Riesgos Mecánicos
- 1: uso continuo. - Sin símbolo: resistencia mecánica mínima.
- 2: uso intermitente. - F: resistencia al impacto de baja energía, a 45m/s.
- 3: uso ocasional - B: resistencia al impacto de media energía, a 120m/s.
- A: resistencia al impacto de alta energía, a 190m/s.
- T: resistencia a las partículas de gran velocidad y

temperaturas extremas.
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4. EL TIRO CON LOS DOS OJOS ABIERTOS
La tendencia a cerrar un ojo en los ejercicios de tiro, es debida a la visión doble de

imágenes que realmente son imposibles de separar. Esto hace que el tirador no se
encuentre cómodo y opte por cerrar un ojo y así enfocar mejor sus miras. Tirar con un
sólo ojo abierto tiene una triple consecuencia:
Reduce la visión periférica, no permitiéndonos advertir otras amenazas del

entorno.
Reduce la percepción de la profundidad, lo que nos hace torpes en los desplazamientos.
Incrementa la fatiga del ojo que permanece abierto.
La solución a este problema pasa por la práctica de ejercicios de tiro en seco, tomando
elementos de puntería siempre con los dos ojos abiertos. Al principio se empleará mucho
tiempo en realizar correctamente el ejercicio, pero poco a poco, con la práctica constante
y evitando la tentación de cerrar uno de los ojos, se mejorará sustancialmente, reduciendo
el tiempo empleado en la realización del ejercicio y desapareciendo la sensación de
incomodidad que inicialmente producía tomar elementos de puntería con ambos ojos
abiertos.
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4.1. LA VISIÓN EN EL TIRO Y EL OJO DOMINANTE
Todos tenemos un ojo dominante que presente mayor agudeza visual que el otro, esto es
debido a la lateralidad y es totalmente normal. La lateralidad de un individuo se podría
definir como la preferencia que manifiesta al realizar determinadas actividades en las que
se precisan mayores dosis de fuerza o habilidad y afecta a las manos, pies, ojos y oídos.
La lateralidad hace que uno de los lados prevalezca sobre el otro.
Para determinar el ojo dominante de una persona basta con realizar el siguiente ejercicio:
escoja un objeto pequeño situado a 3 ó 4 metros de distancia, como por ejemplo un
interruptor de la pared, junte las manos con las palmas al frente, formando un hueco en
forma de triángulo entre ellas y extienda los brazos hacía el objeto escogido de forma que
con los dos ojos abiertos pueda verlo a través del hueco formado con las manos. Sin
mover las manos, lentamente acérquelas hacía su cara de forma que no pierda de vista el
objeto en ningún momento. Cuando las manos toquen su cara, estarán delante de solo
uno de sus ojos, ese es su ojo dominante.
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La prueba anterior puede arrojar los siguientes resultados:
Ojo y Mano Dominante del Mismo Lado: Es la condición natural, el esfuerzo para alinear
los elementos de puntería se realizan de forma cómoda.
Ojo y Mano Dominante de Diferentes Lados: Se denomina "Dominancia Cruzada", la más

habitual es la de mano derecha dominante y ojo izquierdo dominante. En este caso
alinear los elementos de puntería puede resultar más complicado que en el caso anterior
y además la percepción de la posición del blanco se verá alterada.
Para comprobar el error de percepción del blanco que se produce en la dominancia

cruzada podemos realizar el siguiente ejercicio: escoja un objeto pequeño situado
a 3 ó 4 metros de distancia, el mismo interruptor de la pared de antes servirá,
extienda su mano fuerte con el pulgar levantado como si se tratase de un punto de
mira y manteniendo los dos ojos abiertos coloque su pulgar debajo del objeto
escogido. Cierre su ojo derecho (ojo no dominante), su pulgar continuará debajo
del interruptor y no se apreciará ninguna variación. A continuación repita la prueba,
pero en esta ocasión cierre su ojo izquierdo (ojo dominante), su pulgar se habrá
desplazado a la izquierda y ya no estará debajo del interruptor.
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4.2. CÓMO SOLUCIONAR LA DOMINANCIA CRUZADA
Cualquier solución que se pueda plantear a la dominancia cruzada pasa por:
1º. Ser consciente del problema.
2º. A través del constante entrenamiento, comprobar que técnicas son mejores
para minimizar la dominancia cruzada en el enfoque y la alineación de los elementos de
puntería.
Algunas de estas técnicas son:
Disparar con la mano débil y el ojo dominante: Es una de las opciones más empleada
para tratar de resolver este problema, pero no suele ser la correcta. Nuestra mano débil
no empuñará el arma de forma adecuada, por el contrario el enfoque y la alineación de
miras será más rápido y preciso disminuyendo la fatiga visual.
Disparar con la mano fuerte y el ojo no dominante, anulando el ojo dominante: En esta
opción el empuñamiento será el adecuado, ya que nuestra mano fuerte ha recibido una
mayor preparación durante toda la vida realizando las actividades cotidianas. Al cerrar el
ojo dominante, se soluciona el problema de la percepción errónea del blanco, aun
alineando las miras con el ojo no dominante se puede disparar de manera efectiva,
aunque al no disparar con ambos ojos abiertos se reduce la visión periférica y la
percepción de la profundidad incrementando la fatiga del ojo que permanece abierto.
Disparar con la mano fuerte y el ojo dominante en dominancia cruzada: A través del
entrenamiento, es posible disparar con ambos ojos abiertos de forma que nuestro ojo
dominante sea el que enfoque y alinee los elementos de puntería mientras empuñamos el
arma con nuestra mano fuerte (contraria al ojo dominante). Al mantener el ojo no
dominante abierto, ni la visión periférica, ni la percepción de profundidad se verán
reducidas, mientras se intenta que no enfoque a los elementos de puntería. Es posible
que al principio se tenga la percepción de imágenes dobles, pero con el entrenamiento se
aprenderá a no ver esa imagen duplicada que en realidad no existe.
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5. ELEMENTOS DE PUNTERÍA EN ARMAS CORTAS
Para realizar un disparo eficaz tomando elementos de puntería, se deben alinear

correctamente el objetivo a abatir, el punto de mira y el alza con nuestra visión. Todos
estos elementos están situados a diferentes distancias de nuestros ojos, lo que hace
imposible enfocarlos a todos a la vez de forma correcta.
Existen tres formas de apuntar con un arma corta, pero sólo una de ellas es correcta, el
aplicar las otras dos supondrá ver reducida la efectividad de los disparos:
1ª Forma Incorrecta de Apuntar: Cuando el tirador enfoca su visión únicamente en el

objetivo. En este caso, el blanco se aprecia perfectamente, sin embargo, los elementos de
puntería se pierden por completo en una visión borrosa y desenfocada.
2ª Forma Incorrecta de Apuntar: Cuando el tirador enfoca su visión en el alza del arma. En
este caso, el alza se aprecia perfectamente, el punto de mira se ve ligeramente borroso y
el blanco completamente desenfocado.
Forma Correcta de Apuntar: Cuando el tirador enfoca su visión en el punto de mira. En

este caso el punto de mira se aprecia perfectamente, dejando a medio enfocar el alza y el
blanco, los cuales se aprecian ligeramente borrosos pero visibles. Ninguno de los
elementos a alinear se percibe completamente desenfocado como en los casos
anteriores.
INCORRECTO INCORRECTO CORRECTO
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6. EMPUÑAMIENTO DE ARMAS CORTAS
El correcto empuñamiento en el manejo de armas cortas es de vital importancia para

poder realizar disparos de forma efectiva.
En el tiro táctico, donde puede ser necesario disparar más de una vez sobre el objetivo
para abatirlo, el arma debe ser empuñada con ambas manos. En este tipo de tiro, el
empuñamiento tiene un doble objetivo: dirigir el arma hacia el blanco y controlar el
retroceso para que los disparos posteriores al primero también sean efectivos.
En el caso particular del retroceso de la pistola, la corredera se desplaza hacía atrás en

su ciclo de funcionamiento, produciendo que la pistola se mueva hacía atrás y hacía
arriba, haciendo que los elementos de puntería dejen de apuntar al objetivo. Estos
movimientos producidos por el retroceso, son los que deben ser controlados a través de
un correcto empuñamiento.
La pistola debe ser agarrada con firmeza, centrada en la mano fuerte o mano armada,
entre los dedos índice y pulgar, de forma que sea una prolongación del antebrazo. Debe
empuñarse lo más alto posible, colocando la mano en contacto con la parte más alta de la
empuñadura (rabera), de esta forma, se reducirá el efecto de cabeceo del arma producido
por el retroceso. En particular, en la pistola Heckler & Koch USP Compact un
empuñamiento bajo no solo no reduce el cabeceo del arma, sino que además puede
producir interrupciones por acerrojamiento incompleto. El dedo pulgar de la mano fuerte
debe colocarse en la parte más alta del armazón, extendido y paralelo a la corredera,
apoyado en la parte posterior de la mano débil o mano reactiva El dedo corazón de la
mano fuerte además de realizar el correspondiente agarre de la empuñadura tendrá la
función de ser el apoyo de la parte inferior del arco guardamonte. El dedo índice debe
apoyarse en el armazón, no en el arco guardamonte, introduciéndole en éste solo para
disparar.
Izquierda: Empuñamiento alto (correcto), dedo índice sobre el armazón.
Derecha: Empuñamiento bajo (incorrecto), dedo índice sobre el arco guardamontes.
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La mano débil debe completar el empuñamiento de la pistola, de forma que el arco

guardamonte del arma descanse sobre el dedo índice y el dedo pulgar quede a lo largo
del armazón paralelo a la corredera. También es posible empuñar la pistola de forma que
el pulgar de la mano débil descanse sobre la corredera paralelo a ella, en este caso el
dedo no deberá ejercer ninguna presión sobre la misma ya que de hacerlo podría
provocar interrupciones.
La pistola debe ser agarrada con firmeza, aplicando la misma fuerza en ambas manos, de
forma que ni el dedo índice de la mano fuerte pierda movilidad, ni el arma tiemble. Un
empuñamiento en el que se aplica una fuerza excesiva es contraproducente y resulta
cansado.
Posición de la mano débil y de los pulgares en el empuñamiento con dos manos.
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7. CONTROL SOBRE EL DISPARADOR
Uno de los aspectos más difíciles de controlar en el manejo del armamento, es la fuerza
ejercida sobre el disparador para que no afecte a la efectividad del disparo.
Este problema es aún mayor si nos referimos a las armas cortas, donde la presión que
debemos ejercer sobre el disparador es incluso mayor que el peso del propio arma. Por
ejemplo, la pistola Heckler & Koch USP Compact con su cargador lleno pesa en torno a
1,130 kg (2,5 lb), la presión que hay que ejercer sobre el disparador en simple acción es
de 1,8 kg (4,5lb) y de 4,5 kg (10lb) en doble acción. Estas diferencias de peso, hacen que
sea muy fácil provocar movimientos involuntarios en el momento del disparo que afecten
a la efectividad del mismo.
7.1. FORMA DE PRESIONAR EL DISPARADOR
Debido a que la fuerza que hay que aplicar sobre el disparador es generalmente mayor
que el peso del arma, cualquier presión que no esté dirigida exclusivamente hacia atrás
provocará movimientos indeseados en el arma y por consiguiente falta de efectividad en
los impactos.
Nuestro dedos están formados por tres falanges, y resulta muy difícil mover una sola
falange independientemente de las otras dos, siendo lo habitual que las tres falanges se
muevan a la vez, como piezas del mismo dedo que son. Esto hace que al presionar hacia
atrás el disparador con nuestro dedo índice, involuntariamente se produzcan movimientos
laterales. Estos movimientos laterales son los que debemos eliminar, haciendo que el
dedo índice se mueva exclusivamente de adelante hacia atrás. Esto se consigue
presionando el disparador con la parte central de la yema de la primera falange del dedo
índice, de esta manera intentaremos evitar cualquier movimiento lateral.
Diferentes formas de presionar el disparador y efectos que produce.
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7.2. RESET DEL DISPARADOR
Para poder disparar varias veces de manera rápida y consecutiva sin perder efectividad,
es importante evitar los movimientos innecesarios. Si en cada disparo que efectuamos
modificamos nuestra posición, empuñamiento, elementos de puntería, respiración, etc no
podremos ser efectivos, son muchos factores a tener en cuenta, en especial si se trata de
un enfrentamiento real. Para eliminar los movimientos innecesarios relativos al
accionamiento del disparador, debemos mantener nuestro dedo índice en contacto en
todo momento con el mismo.
Por lo general, las armas modernas tienen tres posiciones claras en el recorrido de su
disparador. Dos de ellas son evidentes, una cuando el disparador está completamente
presionado y otra cuando esta totalmente liberado, la tercera es una posición intermedia,
conocida como posición de “reset”, en esta posición el arma está lista para disparar, sin
que sea necesario volver al inicio del recorrido del disparador. La razón por la que es
importante saber cual es la posición de reset de nuestro arma es claro, a menor recorrido,
menores posibilidades de cometer errores y menor tiempo entre disparos.
Para encontrar la posición de reset en un arma, lo mejor es dispararla utilizando alivia-

percutores y soltar progresivamente el disparador hasta que se oiga un“click”, ese será el
punto de reset del arma, desde el que se puede efectuar otro disparo sin necesidad de
soltar el disparador por completo.
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8. POSICIONES DE GUARDIA CON ARMAMENTO.
Las posiciones de guardia con armamento se adoptan cuando el enfrentamiento armado

se prevé inminente, de esta forma, se pretende hacer fuego en el menor tiempo posible si
fuera necesario. En las posiciones de guardia el arma debe estar cargada, es decir, con
cartucho en la recámara, no tiene sentido adoptar una posición de guardia si el arma no
está lista para hacer fuego, por lo tanto, deben extremarse las normas de seguridad en el
manejo del armamento.
No existe una posición de guardia valida para todos los enfrentamientos armados, la
posición de guardia deberá de adaptarse a las circunstancias tácticas de cada
enfrentamiento. La mejor posición de guardia será aquella en la que el arma se encuentre
más cerca de la posición final de fuego y cumpla las normas de seguridad en el manejo
del armamento.
El criterio más adecuado para escoger la posición de guardia será la probabilidad de que
se produzca un enfrentamiento armado:
• posibilidad remota: pistola en la funda o fusil colgado.
• posibilidad probable: pistola o fusil empuñado en guardia baja o sul.
• posibilidad inminente: pistola o fusil empuñado en guardia al frente o apuntando.
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8.1. POSICIONES DE GUARDIA CON ARMA CORTA.
• Guardia Baja: En esta posición, la pistola debe empuñarse con ambas manos, los
brazos permanecen estirados y la boca de fuego apunta al suelo con un ángulo
aproximado de 45º, de tal forma que basta levantar el arma hacia la amenaza para
disparar. Sus principales características son:
◦ El arma no apunta a nadie, siempre que la zona alrededor del tirador esté
despejada. Al mantenerse la línea de fuego del arma bastante alejada de la
posición del tirador, es posible que el arma apunte a las piernas de alguien que
se encuentre en las inmediaciones.
◦ Al formar el arma con el suelo un ángulo aproximado de 45º aumenta la

posibilidad de que se produzca un rebote en caso de disparo accidental.
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• Guardia Baja Recogida: Es una variante de la posición anterior, consiste en

flexionar los codos acercando la pistola al cuerpo. El arma, empuñada con ambas
manos apunta al suelo con un ángulo aproximado de 45º, para disparar basta con
extender los brazos hacia la amenaza. Sus características son:
◦ Al estar el arma más cerca del cuerpo, se reducen las probabilidades de

apuntar a las piernas a alguien que se encuentre cerca del tirador.
◦ Al formar el arma con el suelo un ángulo aproximado de 45º se mantiene la

posibilidad de que se produzca un rebote en caso de disparo accidental.
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• Guardia al Frente: En esta posición los brazos se mantienen flexionados, pegando

las manos al pecho, el arma empuñada con ambas manos apunta al frente. Sus
principales características son:
◦ En esta posición el arma apunta constantemente a alguien o algo.
◦ Debe emplearse cuando el enfrentamiento armado parece inminente, como por

ejemplo, el tirador que va en primer lugar en limpieza de edificios.
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• Posición Sul: La posición sul, también denominada guardia baja plegada, es una
posición de guardia baja muy cerrada. En esta posición la palma de la mano débil
se apoya sobre el cuerpo, el arma empuñada por la mano fuerte apoya la corredera
sobre el dorso de la mano débil, la boca de fuego apuntando hacia el suelo (hacia
el sur) ligeramente por delante de la posición de los pies del tirador, las yemas de
los pulgares de ambas manos pueden estar en contacto entre si. Para adoptar la
posición de fuego, basta con extender los brazos hacia la amenaza mientras la
mano débil completa el empuñamiento del arma con ambas manos. Sus principales
características son:
◦ Permite un control muy bueno sobre la línea de fuego del arma en los
desplazamientos.
◦ Se emplea en espacios cerrados o con gran afluencia de publico.
◦ Al estar el arma apuntando casi verticalmente hacia el suelo, en caso de que se

produjera un disparo accidental, el proyectil se destruiría contra éste.
◦ El tirador puede llegar a apuntarse a los pies o las piernas.
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• Guardia Alta: También denominada arma terciada, en esta posición los codos se
mantienen doblados y pegados al cuerpo, el arma se empuña con ambas manos y
la boca de fuego apunta hacia arriba formando aproximadamente un ángulo de 45º.
Sus principales características son:
◦ La línea de fuego del arma puede moverse en los desplazamientos.
◦ En un núcleo urbano esta posición implica estar apuntando hacia algo o

alguien, mientras que en campo abierto un disparo accidental hacia arriba
puede ser letal incluso durante la caída del proyectil.
◦ Para enfundar el arma, ésta debe pasar por la horizontal, apuntando

forzosamente a algo o alguien.
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• Guardia Alta a la Sien: En esta posición, el arma se empuña con una sola mano
apoyándola en la sien del tirador. Se mantiene el arma en contacto con la cabeza
del tirador para evitar que el brazo armado se mueva en los desplazamientos y la
línea de fuego de ésta pueda apuntar a personas que se encuentren en las
inmediaciones.
◦ Puede utilizarse cuando el tirador se encuentra en el interior de un vehículo y su

movilidad se ve muy reducida y adoptar cualquier otro tipo de guardia implicaría
apuntar a alguna de las personas que le rodean, si bien es fácil chocar o
engancharse con el techo, cinturón de seguridad o cualquier otra parte del
vehículo al intentar salir.
◦ El agarre del arma no es el más apropiado y puede resultar sencillo que nos
arrebaten el arma.
◦ Puede reducir la visión periférica del lado que se porta el arma.

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• Arma apuntada: En esta posición el arma apunta directamente a la amenaza. No

es en sí una posición de guardia, es una posición de fuego en la que todavía no se
ha tomado la determinación de disparar.
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8.2. POSICIONES DE GUARDIA CON ARMA LARGA.
• Guardia Baja: En esta posición, el fusil está colgado por su correa pero empuñado
por ambas manos. La mano fuerte permanece colocada en la empuñadura del fusil
mientras que el dedo índice se mantiene fuera del arco guardamonte. La mano
débil agarra el guardamanos del fusil, manteniendo el brazo estirado y haciendo
que la boca de fuego del arma apunte hacia el suelo ligeramente por delante de la
posición del tirador. La cantonera de la culata se apoya en la clavícula del lado
fuerte, de forma que solo haya que levantar el fusil pivotando sobre ella para hacer
fuego. Sus principales características son:
◦ buena posición para los desplazamientos, ya que mantiene la línea de fuego

apuntando hacia el suelo.
◦ tanto al subir el fusil como al bajarlo, la palanca selectora debe estar en la

posición de seguro.
◦ debe evitarse perder el contacto de la cantonera con la clavícula del lado fuerte
al subir y bajar el fusil.
◦ al pasar de la posición de fuego a la de guardia baja, la mano débil debe evitar

que el fusil llegue a apuntar a las piernas o pies del tirador.
31
• Posición Sul: Al igual que con el arma corta, es una posición de guardia baja muy
cerrada. El fusil se empuña de la misma forma que en guardia baja, pero la línea
de fuego del arma se mantiene entre los pies del tirador ligeramente adelantada,
prácticamente en vertical. Sus características son las mismas que para la pistola:
◦ Permite un control muy bueno sobre la línea de fuego del arma en los
desplazamientos.
◦ Se emplea en espacios cerrados o con gran afluencia de publico, permite pasar

con facilidad por espacios angostos, puertas, etc.
◦ Al estar el arma apuntando casi verticalmente hacia el suelo, en caso de que se

produjera un disparo accidental, el proyectil se destruiría contra éste.
◦ El tirador puede llegar a apuntarse a los pies o las piernas.
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• Guardia Alta: También denominada arma terciada. En esta posición, el fusil está
colgado por su correa pero empuñado por ambas manos. La mano fuerte
permanece colocada en la empuñadura del fusil mientras que el dedo índice se
mantiene fuera del arco guardamonte, la mano débil agarra el fusil por el
guardamanos. Ambos brazos mantienen el fusil terciado respecto al tirador, de
forma que la boca de fuego del arma sobresale por el hombro débil del tirador
inclinada ligeramente hacia delante y la culata se mantiene entre el codo y el
costado contrario, el cargador del arma se mantiene hacia el frente. Sus principales
características son:
◦ La línea de fuego del arma puede moverse en los desplazamientos, aunque se

puede progresar a mayor velocidad que en guardia baja.

◦ Al estar la cantonera de la culata fuera del hombro puede resultar más

complicado abrir fuego. Para disparar habrá que realizar dos movimientos:
estirar los brazos para alejar el fusil del cuerpo del tirador y volver a recogerlo
colocando la cantonera de la culata sobre la clavícula.
33
34
9. POSICIÓN DE TIRO ISÓSCELES MODERNA
En la actualidad, la posición de tiro Isósceles Moderna es una de las posiciones de tiro a

dos manos más extendidas entre los usuarios de armas de fuego, tanto a nivel profesional
como deportivo.
9.1. VENTAJAS DE LA POSICIÓN ISÓSCELES MODERNA
En una situación de alto estrés y con poco tiempo de reacción, la posición isósceles
moderna es la que puede adoptarse más fácilmente, esto es debido a que su
configuración es más natural e instintiva que en otras posiciones.
El ser humano combate innatamente de modo frontal, es decir, dando frente a la

amenaza. Ante la percepción de un peligro a través de cualquiera de los sentidos, la
reacción natural del ser humano es girarse hacía la amenaza y encararla desde una
posición frontal. En la posición isósceles el arma está centrada simétricamente delante de
la cara, de forma que allá donde mire el tirador, también mirará su arma.
9.2. CONFIGURACIÓN DE LA POSICIÓN ISÓSCELES MODERNA
La configuración de la posición isósceles moderna es la siguiente:
• pies separados aproximadamente la distancia de los hombros apuntando al frente

de manera natural.
• pie fuerte ligeramente retrasado respecto al otro para dar estabilidad a la postura.
• rodillas flexionadas al frente de forma natural.
• tronco echado ligeramente hacía adelante de forma que los hombros estén por
delante de la cadera, así se adelanta el centro de gravedad lo que da estabilidad a
la posición.
• hombros relajados, para facilitar la absorción del retroceso.
• manos y brazos estirados a la altura de los hombros de manera natural o

ligeramente flexionados por los codos de forma que éstos apunten hacía el suelo
(isósceles moderna dinámica), consiguiendo así que el retroceso sea absorbido por
el cuerpo a través de los brazos, en un movimiento desde fuera hacía dentro,
evitando así la elevación del arma.
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arma situada sobre la línea central del cuerpo y a la altura de la vista, de forma que la
línea de retroceso atraviese perpendicularmente esta línea y los elementos de puntería
puedan ser adquiridos de manea rápida y natural.
Posición isósceles con arma corta.
Posición isósceles con arma larga.
36
10. ERRORES MÁS HABITUALES EN EL MANEJO DE ARMAMENTO
En el momento del disparo el tirador puede verse influenciado por varias causas, entre
ellas el temor al retroceso del arma o al estruendo de la detonación. Debido a ello,
algunos tiradores de forma instintiva pueden llegar a cerrar los ojos en el momento del
disparo o a realizar movimientos reflejos involuntarios que afecten a la precisión del
disparo. Con la práctica, estos tiradores deben reconocer y controlar estos movimientos y
así ganar en eficacia.
10.1. ERRORES MÁS HABITUALES EN EL MANEJO DE ARMAS
Los errores más habituales y comunes al uso de cualquier tipo de arma son:
• No introducir correctamente el cargador, provocando fallos en la alimentación del

arma.
• Acompañar la corredera en la pistola y el cierre en el fusil en su movimiento hacia

adelante, provocando fallos en la alimentación del arma.
• Introducir incorrectamente el dedo en el disparador, generando fuerzas laterales

que desplazan el arma hacia los lados.
• Presionar apresuradamente el disparador para terminar cuanto antes con la tensión

del momento del disparo, variando la línea de puntería.
• Mover el arma hacia abajo para compensar el retroceso que produce el arma en el
momento del disparo.
• Adoptar incorrectamente la postura, manteniendo los hombros en la vertical de la

cadera o no flexionando las rodillas.
Introducción incompleta de cargador (provoca fallos en la alimentación).
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10.2. ERRORES MÁS HABITUALES EN EL MANEJO DE LA PISTOLA
Los errores más habituales en el manejo de la pistola son:
• Empuñamiento bajo, dejando espacio entre el arco de la mano fuerte y la rabera

del arma, no absorbiendo correctamente el retroceso del arma y produciendo un
acerrojamiento incompleto.
• Flexionar los brazos en el momento del disparo, como si se tratasen de

amortiguadores, no absorbiendo correctamente el retroceso del arma y
produciendo un acerrojamiento incompleto.
• Empuñamiento incorrecto de la mano débil o reactiva, dejando huecos entre ambas

manos o levantando el pulgar.
• Empuñamiento incorrecto de la mano débil o reactiva, superponiéndola a la mano

fuerte o armada.
Empuñamiento bajo (mala absorción del retroceso, riesgo

de fallo en la alimentación).
Mano débil en cazoleta bajo el cargador

(huecos entre ambas manos).
Pulgar de la mano débil encima de la mano fuerte

(riesgo de accidente con la corredera).
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10.3. ERRORES MÁS HABITUALES EN EL MANEJO DEL FUSIL
Los errores más habituales en el manejo del fusil son:
• Perder el contacto de la cantonera de la culata con el hombro entre disparos, de

forma que cada disparo sea distinto al anterior y no siendo posible mantener una
secuencia de disparo correcta.
• Colocar el fusil muy bajo o muy hacia el lado fuerte del tirador, de forma que el
tirador tenga que forzar el cuello para poder adquirir los elementos de puntería.
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10.4. CONSECUENCIAS DE LOS ERRORES EN EL MANEJO DE ARMAMENTO
Este tipo de errores no sólo nos hacen errar los disparos, sino que también nos
imposibilitan a encadenar una secuencia de varios disparos seguidos. Si en cada disparo
debemos corregir el empuñamiento, la posición, los elementos de puntería, la presión del
disparador, etc, son demasiados factores a tener en cuenta que nos harán distraernos,
especialmente si en lugar de tratarse de un entrenamiento estamos inmersos en un
enfrentamiento armado real. La práctica y el entrenamiento son muy importantes, para
conocer y corregir nuestros errores y para hacer del manejo del armamento un proceso
natural.
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11. INTERRUPCIONES
Un arma de fuego sufre una interrupción cuando debido a diferentes causas no puede
continuar disparando.
Las interrupciones o coloquialmente “encasquillamientos”, deben ser consideradas un

gran problema, ya que de ocurrir durante un enfrentamiento armado hacen que nuestra
arma quede fuera de servicio al menos temporalmente. Es por ello que debe entrenarse la
resolución de interrupciones, hasta que se consigan solucionar rápida y eficazmente en el
menor tiempo posible.
11.1. MOTIVOS QUE PRODUCEN LAS INTERRUPCIONES
Los principales motivos que producen interrupciones en el funcionamiento de las armas

de fuego son:
• fallos mecánicos del arma.
• fallos de alimentación.
• fallos de la munición.
• fallos en la manipulación del arma por parte del tirador.
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11.2. ACERROJAMIENTO INCOMPLETO
Se produce cuando la corredera de la pistola o el cierre del fusil no efectúan el cierre

completo del arma. Casi siempre se produce porque el tirador acompaña la corredera de
la pistola o el cierre del fusil hacia delante, en su recorrido para introducir un cartucho en
la recámara del arma, quitándole fuerza al muelle recuperador del arma.
Cuando se produce esta interrupción la recámara queda entreabierta, dejando ver a

través de la ventana de expulsión la parte trasera del cartucho.
Acerrojamiento incompleto en arma corta.
Para solucionar la interrupción, debemos volver a cargar el arma, ya sea pistola o fusil, sin
acompañar en esta ocasión en su avance a la corredera o cierre, según corresponda. Al
solucionar la interrupción de esta forma, debemos tener en cuenta que perderemos el
cartucho que ha provocado el cierre incompleto. En el caso de la pistola, otra forma de
solucionar la interrupción sin perder el cartucho que ha provocado el cierre incompleto, es
golpear la parte posterior de la corredera de forma que avance unos milímetros y
complete el cierre.
Este tipo de interrupción también puede producirse en las pistolas por un empuñamiento
incorrecto, un empuñamiento bajo provoca que durante el retroceso el arma no encuentre
la adecuada resistencia, lo que a su vez resta inercia a la corredera impidiendo que ésta
complete el recorrido hacia atrás y pueda posteriormente introducir el siguiente cartucho
en la recámara.
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11.3. FALLO EN LA ALIMENTACIÓN
Se produce cuando el tirador no introduce correctamente el cargador en el arma. Cuando

esto ocurre, al cargar el arma, ya sea en la pistola o el fusil, ningún cartucho es
introducido en la recámara del arma.
Cargador mal introducido

en arma corta.
Otra incidencia muy similar a la anterior, es en la que estando correctamente introducido

el cargador, éste se libera mediante la presión involuntaria sobre su retén.
Para solucionar esta interrupción, debemos introducir correctamente el cargador y volver

a cargar el arma.
11.4. FALLO EN EL DISPARO
Se produce cuando estando correctamente cerrada el arma e introducido el cargador en

su alojamiento, al presionar el disparador no se produce disparo alguno.
Este tipo de interrupción puede ser provocada por un fallo mecánico en el sistema de
percusión del arma, lo que implicaría la intervención de un armero o lo que es más
probable que la munición presente algún defecto.
En el caso de que la munición presente algún defecto y se trate de una pistola de doble
acción, la manera más rápida de solucionar esta interrupción, sería volver a efectuar el
disparo (en esta ocasión en doble acción), si el disparo siguiera sin producirse,
deberíamos volver a cargar el arma, de forma que el cartucho defectuoso fuera expulsado
de la recámara y otro nuevo fuera introducido en la misma.
Sin embargo, en el fusil no tiene sentido intentar un segundo disparo, ya que su

funcionamiento es diferente al de la pistola. Para solucionar la interrupción, volveríamos a
cargar el arma, de forma que el cartucho defectuoso fuera expulsado de la recámara y
otro nuevo fuera introducido en la misma.
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11.5. FALLO DE EXPULSIÓN
Este tipo de interrupción puede producirse por encontrarse la munición en mal estado
(carga de pólvora insuficiente o deteriorada) o por algún defecto en el mecanismo de
extracción-expulsión. En estos casos, aunque si se produce el disparo, la vaina suele
quedarse en el interior de la recámara o atrapada en la ventana de expulsión entre la
corredera y el cañón en la pistola o entre el cierre y el armazón en el fusil.
Para solucionar este tipo de interrupciones, simplemente debemos volver a cargar el

arma, para expulsar o liberar la vaina que ha producido la interrupción y que un nuevo
cartucho sea introducido en la recámara.
Fallo en la expulsión (chimenea).
11.6. DOBLE ALIMENTACIÓN
Esta interrupción se produce, cuando un cartucho intenta introducirse en la recámara

estando ésta ocupada por otro cartucho o vaina y por lo tanto no consiguiéndolo.
Fallo de doble alimentación.
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Este tipo de interrupción puede producirse si la uña extractora falla y no saca la vaina de
la recámara, al volver hacia delante la corredera en la pistola o el cierre en el fusil, éstos
intentarán introducir un nuevo cartucho en la recámara, impidiéndolo la vaina que había
quedado alojada en la misma.
Esta interrupción es una de las más complicadas en su resolución y que más tiempo
necesita. Para solucionarla habría que sacar el cargador para que a través de su
alojamiento cayera el cartucho doble alimentado, tirar de la corredera en la pistola y del
cierre en el fusil hacia atrás, hasta conseguir expulsar la vaina alojada en la recámara,
volver a introducir el cargador y cargar de nuevo el arma, dejando el arma lista para
disparar.
11.7. LA TÉCNICA TAP-RACK-BANG (TRB)
Esta técnica permite solucionar rápida y eficazmente casi todo tipo de interrupciones con
las armas de fuego. La única interrupción que no puede ser resueltas con esta técnica es
la de doble alimentación.
En los ejercicios de tiro, se puede dedicar todo el tiempo necesario en resolver las
interrupciones, decidiendo cuál de las diferentes técnicas vistas anteriormente vamos a
aplicar. En los enfrentamientos armados, bajo una importante carga de estrés, no se
dispone de ese tiempo ni tampoco de las capacidades mentales y manuales necesarias
para resolver las interrupciones adecuadamente.
Esta técnica, cuyo nombre viene del sonido que producen sus maniobras, consiste en que
en el momento que se accioné el disparador y no se produzca el disparo, el tirador aun sin
saber la causa concreta de la interrupción, realice las siguientes acciones:
TAP: Golpe en la base del cargador.
RACK: Tirar de la corredera en la pistola o del cierre del fusil.
BANG: Continuar disparando.
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46
12. RECARGA DE UN ARMA O CAMBIO DE CARGADOR
En un enfrentamiento armado, el momento en el que se efectúa un cambio de cargador

por haberse agotado la munición, supone una clara desventaja frente al enemigo, ya que
se pierde la capacidad de fuego. Es por lo que siempre hay buscar algún tipo de cobertura
para efectuar las recargas, sino la hubiera, se debe reducir silueta en la medida que las
circunstancias lo permitan. La recarga del arma o cambio de cargador, es una maniobra
que debe practicarse hasta realizarla eficaz y rápidamente.
No existe una norma fija que diga como portar los cargadores de respeto, cada persona
puede hacerlo como más le guste o como su equipo se lo permita. Una de las formas más
comunes, es llevar los cargadores al lado contrario del arma para extraerlos con la mano
débil o reactiva, de hacerlo así deben cumplirse los siguientes puntos:
• Cargador dentro de su portacargador con la munición hacia abajo.
• Punta de los proyectiles (escoger una de las dos opciones):
◦ Hacia atrás (si la palma de mano que va a sacar el cargador se coloca hacia el
cuerpo).
◦ Hacia adelante (si la palma de mano que va a sacar el cargador se coloca hacia
el exterior del cuerpo).
Sea cual sea la opción escogida, al sacar el cargador de su funda y llevarlo hacia
el arma, éste debe quedar colocado con los proyectiles al frente, de forma que no
se pierda tiempo en tener que dar la vuelta al cargador.
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12.1. RECARGA DE EMERGENCIA
Este tipo de recarga se realiza cuando durante un enfrentamiento armado, se nos agota la
munición del cargador y necesitamos introducir un nuevo cargador municionado porque el
enfrentamiento no ha finalizado.
Los pasos a seguir son los siguientes:
• Accionar el sistema de retenida del cargador y dejar caer éste al suelo (en una
situación de emergencia no se puede perder tiempo en sacar cuidadosamente el
cargador o recogerlo del suelo).
• Introducir un nuevo cargador municionado en el arma.
• Cargar el arma para introducir un cartucho en la recámara:
◦ En el fusil, al agotarse la munición el arma quedará abierta, para cargarla, habrá

que tirar ligeramente del cierre hacia atrás, permitiendo así que éste vaya hacia
delante y alimente la recámara con un cartucho.
◦ En el caso de la pistola, al agotarse la munición el arma también quedará

abierta, para cargarla, habrá que tirar ligeramente de la corredera hacia atrás,
permitiendo así que ésta vaya hacia delante y alimente la recámara con un
cartucho. La pistola, también puede cargarse liberando la corredera al accionar
la palanca de retenida, aunque al hacerlo de esta manera se suele romper el
empuñamiento del arma, por lo que esta forma de cargar el arma no es
recomendable.
Arma abierta (sin munición). Extracción de los cargadores
simultáneamente.
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Introducción del cargador municionado. Avance de la mano débil hacia la corredera.
Cargar de nuevo el arma. Posición de tiro recuperada.
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12.2. RECARGA TÁCTICA
Este tipo de recarga se realiza cuando durante un enfrentamiento armado y teniendo el

arma cargada (cartucho en la recámara), ante la posibilidad de quedarnos sin munición en
un momento crucial, realizamos el cambio de cargador para obtener mayor potencia de
fuego, guardando el cargador que estaba en el arma, ya que los cartuchos que le quedan
podrían hacernos falta más adelante.
Los pasos a seguir son los siguientes:
• Sacar el cargador totalmente municionado del portacargador y acercarlo a la pistola

con la boca del cargador hacia el frente.
• Sacar el cargador del arma e inmediatamente introducir el nuevo cargador

totalmente municionado.
• Guardar el cargador que no está totalmente municionado donde más sencillo y

rápido sea (portacargador, un bolsillo, la cintura del pantalón).
• No será necesario cargar el arma para continuar abriendo fuego, ya que el arma
tiene un cartucho en la recámara del primer cargador.
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Sacar el cargador del portacargador. Llevar el cargador totalmente municionado
a la pistola con la boca del cargador al frente.
Intercambiar ambos cargadores. Guardar el cargador que no está
totalmente municionado.
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13. FISIOLOGÍA DEL ENFRENTAMIENTO ARMADO
Cuando una persona percibe una situación de peligro para su vida o integridad física, su
organismo de modo automático experimenta una serie de cambios que le ayudarán a
soportar mejor el ataque, haciéndole frente o huyendo de él para ponerse a salvo.
13.1. EL ESTRÉS
El estrés en si mismo no es patológico, eustrés y distrés son dos caras de la misma

moneda, ante un mismo agente estresor unas personas reaccionan con estrés positivo y
otras negativo:
• Eustrés: Es el estrés positivo, el cuerpo es capaz de enfrentarse a las situaciones e

incluso obtiene sensaciones placenteras con ello, no producen desequilibrio
orgánico.
• Distrés: Es el estrés negativo, ocasiona un exceso de esfuerzo en relación a la

carga, va acompañado de un desorden fisiológico.
53
13.2. ESTRÉS DE COMBATE
Dos son los factores que constituyen el estrés de combate:
• Factor Psicológico: Cuando el individuo recibe una agresión y se siente preparado

para la lucha, mantiene cierto control de la situación y se siente más “cómodo” ante
la agresión. Este sentimiento de preparación sólo se consigue a través de la
instrucción y el entrenamiento ante situaciones similares.
Por el contrario, si la persona no se considera preparada, pasará por las fases de

estrés positivo y negativo. Si lo hace primero por el eustrés, podrá repeler la
agresión, pero si desde el principio experimenta distrés, será casi imposible
efectuar una defensa eficaz, propiciando la huida.
• Factor Fisiológico: Estudios científicos han demostrado que el ser humano posee
“dos cerebros”, uno más antiguo y limitado a la respuesta ante emociones fuertes y
otro mucho más evolucionado y racional desarrollado con la evolución del ser
humano, en situaciones de uso de la fuerza para defender la vida ante una
amenaza grave, el ser humano usa su cerebro primitivo o emocional, sin ser capaz
de usar su cerebro racional hasta que cese la percepción de la amenaza mortal.
El cerebro del ser humano en el momento de percibir una amenaza mortal elimina
el proceso cognitivo, que va desde la propia percepción de la amenaza por el
tálamo, a la corteza cerebral donde busca una respuesta racional, la cual será
enviada a la amígdala para su distribución al sistema nervioso medular.
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En situaciones de peligro o amenaza grave la corteza cerebral no interviene, por lo

que no es posible encontrar respuestas adecuadas a la acción real, solo a la
percibida. En este caso el tálamo sigue percibiendo la amenaza, solo que cuando
esta es muy grave la comunica directamente a la amígdala, la cual responderá
aplicando una respuesta automática aprendida, espontanea e irracional, sin la
intervención del nuestra corteza cerebral, mucho más racional, la cual solo entrara
en funcionamiento cuando la intensidad de la amenaza se perciba como menor o
controlada.
En ese proceso de percepción el tálamo informa a la hipófisis, glándulas

suprarrenales, tiroides, ganglios linfático e incluso a algunos músculos de la
percepción de una amenaza grave, lo que produce de forma inmediata la secreción
de hormonas que rápidamente alcanzan cantidades muy elevadas extendiéndose
por el organismo y produciendo los siguientes efectos:
• Cortisol (Hidrocortisona): Hace que el organismo libere glucosa en la sangre

para enviar cantidades masivas de energía a los músculos.
• Adrenalina (Epinefrina) y Noradrenalida (Norepinefrina) : Dilatan las vías

respiratorias para aumentar el flujo de oxígeno, producen vasoconstricción
en los órganos que no van a ser utilizados, enviando mayor cantidad de
sangre a los grupos musculares principales, aumentan la frecuencia
cardíaca y dilatan las pupilas para aumentar la visión.
En resumen, el cuerpo humano reacciona ante una amenaza mortal incrementado su

fuerza y resistencia física, sin embargo estas reacciones dificultan, entorpecen o anulan
su capacidad para emplear con eficacia algunas herramientas complejas que requieren
justo de lo contrario: habilidad y destreza.
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13.3. EFECTOS DEL ESTRÉS DE COMBATE
La pérdida de capacidades que sufre el ser humano ante la necesidad de usar la fuerza
para sobrevivir a una amenaza implica a casi la totalidad del cuerpo humano, así
podemos observar limitaciones funcionales e incapacidad en algunos de nuestros órganos
internos y sentidos, como por ejemplo:
• Visión Túnel: Las pupilas se dilatan, lo que provoca la entrada de más cantidad de
luz en el ojo para poder ver mejor la amenaza, sin embargo, ésto dificulta la visión
periférica, produciendo la denominada “Visión Túnel”. Debido a este fenómeno,
ante una amenaza grave, no se es capaz de percibir lo que ocurre alrededor,
centrando exclusivamente la atención sobre la amenaza. No es posible percibir lo
que hacen el resto de los compañeros, otros agresores o terceras personas,
incluso sé es incapaz de percibir otras amenazas igual de mortales o más que la
detectada en primer término.
• Exclusión Auditiva: O “Túnel Sonoro”, es otro de los efectos que experimenta una
persona que perciba una amenaza mortal. La tensión muscular del cuello y cara
hace que el oído perciba los sonidos de forma atenuada. El sonido de los disparos
se escucha, pero es imposible determinar la procedencia, no pudiéndose
determinar si son disparos propios, de un compañero o del agresor.
• Sistema Circulatorio: Se producen vasoconstricción en los órganos que no van a

ser utilizados, enviando mayor cantidad de sangre a los grupos musculares
principales que sí van a intervenir en el combate o huida.
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• Pérdida de Habilidades Motrices : Las habilidades motrices son las habilidades que
se adquieren como parte del desarrollo motor del individuo y que requieren el
control y coordinación voluntaria de uno o varios grupos musculares. En estos
movimientos participan de forma coordinada el cerebro, el sistema nervioso y el
aparato locomotor. El conjunto de las habilidades motrices se pueden separar en
tres grupos, las habilidades motrices gruesas, complejas y finas.
• Habilidades Motoras Gruesas: Son las más innatas en el ser humano, implican
músculos o partes del aparato locomotor relativamente grandes, como las piernas,
brazos o tronco. Por ejemplo, mantenerse erguido, sentarse, levantarse, andar,
correr o saltar.
• Habilidades Motoras Complejas: Son las que vamos desarrollando con el

aprendizaje, están basadas en la capacidad para coordinar movimientos de forma
voluntaria y nos permiten efectuar varias tareas a la vez. Por ejemplo, sacar el
cargador del arma con una mano mientras con la otra sacamos otro cargador de su
funda.
• Habilidades Motoras Finas: Implican movimientos muy precisos realizados con

músculos pequeños (manos y dedos), generalmente estos movimientos se realizan
con mayor precisión cuando son realizados con el apoyo de la vista. Por ejemplo,
quitar el seguro del arma con el pulgar o desactivar los mecanismos de retención
de la funda.
El uso de armas de fuego implica de forma especial las habilidades motoras complejas,
que son las que desarrollamos en los ejercicios de entrenamiento, convirtiéndolas en
habilidades motoras finas. Durante un enfrentamiento armado, el ser humano pierde sus
habilidades motoras finas y ve muy reducida su habilidad motora compleja, precisamente
las habilidades necesarias para el uso de herramientas especializadas, como el arma de
fuego.
Esta pérdida de control sobre las habilidades motoras, también hace que puedan
producirse contracciones involuntarias del sistema neuromuscular, espasmos
involuntarios que podrían activar los mecanismos de disparo de un arma de fuego.
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• Aumento de la Frecuencia Cardíaca : Tradicionalmente se ha considerado que

durante un enfrentamiento armado, debido al aumento del ritmo cardíaco y al
estrés producido por el propio enfrentamiento, se pierden las habilidades motrices
finas, y es por eso que no se puede accionar el seguro manual de una pistola o
cerrar la corredera de la misma accionado su palanca de retenida, ya que estos
movimientos están dentro de dichas habilidades. Si esto fuera cierto, tampoco sería
posible realizar el movimiento del dedo índice para presionar el disparador, el
movimiento del dedo pulgar u otro dedo para desactivar los mecanismos de
retención de la funda, ni el movimiento del dedo pulgar o índice para presionar el
botón de retenida del cargador.
La idea de que un aumento en el ritmo cardíaco provoca pérdida de habilidades

motoras finas no es totalmente cierta. Sí que es cierto que con un ritmo cardíaco
muy elevado se experimentan problemas con las habilidades motoras finas, sin
embargo, a través del entrenamiento estos efectos negativos pueden ser
contrarrestados. Los atletas de biatlón (esquí de fondo y tiro con carabina) bien
entrenados, son capaces de efectuar disparos de precisión con gran efectividad a
un ritmo cardíaco muy elevado. De la misma forma los pilotos de caza vuelan a
grandes velocidades, persiguiendo un objetivo, con varias pantallas transmitiendo
datos a la vez, recibiendo comunicaciones radio soportando ocho veces el peso de
su propio cuerpo, perdiendo la visión y audición progresivamente en un efecto túnel
que puede llevarle al desmayo, y son capaces de reaccionar eficazmente.
El mayor culpable de la perdida de habilidades motrices finas no es el aumento del

ritmo cardíaco, sino el miedo o pánico que se experimenta durante un
enfrentamiento armado, el cual puede llegar a paralizarnos.
58
• Percepción Cerebral: Cuando el cerebro percibe una amenaza mortal, no utiliza la

parte racional correspondiente a la corteza cerebral. Las reacciones son puramente
fruto de nuestro cerebro emocional, las respuestas automatizadas aprendidas en el
pasado condicionan nuestra respuesta en el acto presente, muchas veces de forma
irracional. El cerebro ha elaborado estas respuestas para ser capaz de sobrevivir
ante situaciones complejas y donde la lentitud en tomar la respuesta puede
suponer la diferencia entre morir o sobrevivir, resulta herido o salir ileso.
Entre los efectos producidos por el estrés de combate en el cerebro destacan los
siguientes:
• Percepción "A Cámara Lenta": Este es un fenómeno muy común, quizá el

más documentado y fácil de recordar, presente en la mayoría de los casos,
incluso en accidentes de nuestra vida cotidiana, al acelerarse el proceso
mental y los pensamientos ser más rápidos, esto nos hace pensar que todo
fuera de nosotros va más lento. Estos es debido a que al usar la vía corta
que anula el uso de la corteza cerebral en la respuesta, nuestra percepción
es que todo va más rápido cuando solo es nuestro cerebro el que trabaja
más deprisa.
• Pérdida de Memoria: La percepción visual y auditiva están alteradas los que

implica que los sucesos no queden almacenados con eficacia en el cerebro.
En estas condiciones el ser humano tiene serias dificultades en recordar
todo lo sucedido. Algunos estudios llegan a la conclusión de que
aproximadamente la mitad de los sucedido en una situación de
enfrentamiento armado no llegue a recordarse nunca, incluso ni siquiera la
mitad de lo que el agente hizo en su intervención armada. Es más,
concluyen que el cerebro no recuerda más que una cuarta parte del suceso
en las primeras 24/48 horas, necesitando al menos 72 horas para llegar a
recordar con eficacia que pudo suceder.
• Irrealidad o Alucinación: El cerebro mezcla la realidad con la ficción,

juntando pensamientos, experiencias propias y de compañeros. Este
fenómeno es habitual en intervenciones prolongadas donde el individuo está
inmerso en situaciones de estrés prolongadas. La persona está sometida a
un cambio constante de emociones, sustancias hormonales en sangre y
cambios de ritmo cardíaco, por lo que su mente tiende a construir un
escenario propicio para su defensa.
• Temblores: La sobre producción hormonal puede provocar un shock, con

escalofríos y temblores imposibles de controlar. Al saturarse nuestro cuerpo
de sustancias nuestro cuerpo puede reaccionar de forma convulsiva.
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• Limitación Verbal: Es casi imposible el poder articular nuestras palabras, ya

que nuestra lengua es una habilidad motora compleja, nuestro cerebro está
acelerado y las boca seca por la vasoconstricción periférica, incluso
pensando más rápido de lo que podemos articular.
• Mareos o Pérdida de Equilibrio: Esto debido a que nuestro sistema de

equilibrio se encuentra en el oído, al ser este afectado nos produce una
sensación de movimiento sin haberlo en realidad.
• Negación o Incredulidad: A modo de mecanismo de protección, se rechaza

la idea de lo que está pasando, cuestionando la veracidad de los hechos.
• Parálisis o Bloqueo Emocional: En algunos casos al no encontrar el cerebro

una respuesta correcta ante la agresión puede llegar a paralizarse, suele
darse en situaciones de sorpresa, baja preparación o poca experiencia.
También puede producirse por el exceso de posibles respuestas aprendidas,
impidiendo al cerebro seleccionar una de ellas. El miedo a morir o la
percepción de que la respuesta aplicada no surte efecto implica una
sobrecarga de estrés de combate que en ocasiones bloquea al individuo.
Al finalizar el peligro el cuerpo humano busca válvulas de escape para sacar las
emociones, los efectos más habituales suelen ser: llanto incontrolable, dolor de estómago,
náuseas o vómitos.
60
14. NIVELES DE PERICIA EN EL MANEJO DE LAS ARMAS
Muchos profesionales que en el desarrollo de sus cometidos emplean armas a diario caen
en la rutina y la monotonía, esto hace que su actitud tanto en el manejo del armamento
como en su entrenamiento se vuelva descuidada y por lo tanto propicie que ocurran
hechos no deseados.
Un buen ejercicio de autocrítica, podría ser analizar la formación de cada uno de nosotros,
encuadrándonos en alguno de los grupos que se citan a continuación.
14.1. NIVEL 1: INTENCIONADAMENTE INCOMPETENTE
En este nivel estarían encuadrados los profesionales obligados a llevar armas por razón
de su cargo. Son plenamente conscientes de su falta de pericia en el manejo del
armamento y aún así se niegan a hacer nada para solucionarlo. Participan en los
entrenamientos de su unidad sólo por obligación, no les gusta hacerlo y critican
despectivamente a los que sí se preocupan por su formación. Suelen ser los
protagonistas de incidentes de fatales consecuencias.
Distintas “formas” de portar y usar el arma corta.
14.2 NIVEL 2: DESCONOCEDOR DE SU INCOMPETENCIA
En este nivel estarían encuadrados los profesionales que no son

conscientes de su bajo nivel de formación, su formación
generalmente es elemental pero a ellos les parece suficiente, no
saben que no saben. Normalmente nunca se han visto implicados
en un enfrentamiento armado, sin embargo, es ante una situación
real cuando descubren su incompetencia, lamentablemente tarde.
61
14.3. NIVEL 3: CONSCIENTEMENTE INCOMPETENTE
Si un profesional “Desconocedor de su Incompetencia” sobrevive a un enfrentamiento

armado o es testigo de alguno, suele darse cuenta de sus carencias en el manejo de las
armas, carencias de las que antes no se daba cuenta, de esta manera se convierte en un
Consciente Incompetente. A partir de este momento suele implicarse más en su formación
estando más motivado y querrá alcanzar cierto grado de pericia.
14.4. NIVEL 4: CONSCIENTEMENTE COMPETENTE
Un profesional “Conscientemente Competente” sería aquel que maneje su armamento

con seguridad y pericia, siendo capaz de resolver interrupciones, desenfundar con soltura
o hacer recargas. Es consciente de la importancia de que sus disparos impacten en el
blanco, ya que de no ser así se producirían daños colaterales no deseados. Conoce
diferentes posiciones de tiro y técnicas (isósceles, condiciones de baja luminosidad, con
una sola mano, desde parapeto), aún así todavía no reacciona de modo instintivo ante
situaciones extremas.
14.5. NIVEL 5: INCONSCIENTEMENTE COMPETENTE
El profesional “Inconscientemente Competente” tiene muchas horas de entrenamiento tras

de sí, tanto en seco como en galería. Es capaz de reaccionar instintivamente en un
enfrentamiento armado y salir de la línea de tiro de su agresor, realizando las acciones
necesarias para repeler la agresión con su arma. Habrá visualizado infinidad de veces la
posibilidad de tener que hacer uso de su arma en diferentes supuestos y situaciones,
secuenciando cada una de las acciones a tomar y así familiarizarse con ellas.
62
15. CONDICIONES DE PORTE DE LAS ARMAS DE FUEGO
Las condiciones de porte de las armas de fuego van de la 1 a la 4, y se utilizan para

definir exactamente el estado en el que está o debe estar un arma en determinadas
situaciones como durante el servicio, los entrenamientos, el transporte o el
almacenamiento de las armas.
15.1. CONDICIÓN 1
El arma tiene un cargador municionado en su interior y está cargada (tienen un cartucho

en la recámara). El mecanismo de percusión está en simple acción y el seguro manual
está activado.
Para realizar un disparo, habrá que desenfundar el arma, desactivar el seguro manual y
presionar el disparador. El martillo será liberado con muy poca presión y recorrido del
disparador, ya que la pistola está en simple acción.
Es una condición de porte muy utilizada en pistolas de simple acción (Llama XI-B, 1911,
Star), aunque también pueden portarse así pistolas de doble acción, como las Heckler &
Koch USP Compact.
Las Beretta 92 no pueden portarse en esta condición, ya que la palanca del seguro
manual actúa a su vez como desamartillador, dejando el arma en doble acción, es decir,
no se puede tener el arma asegurada en simple acción.
En esta condición también pueden portarse los fusiles de asalto, rifles de cerrojo y demás
armas de simple acción exclusiva.
63
15.2. CONDICIÓN 2
El arma tiene un cargador municionado en su interior y está cargada (tienen un cartucho

en la recámara). El mecanismo de percusión está en doble acción. El seguro manual
puede estar activado o no a criterio del portador, aunque lo más habitual es que no lo
esté.
Para realizar un disparo, simplemente habrá que desenfundar el arma, y presionar el

disparador. El martillo será liberado con el doble de presión y recorrido del disparador que
en Condición 1, ya que la pistola está en doble acción. Esta condición es lo
suficientemente rápida como para ser eficaz en autodefensa.
Los revólveres de doble acción de dotación para vigilantes de seguridad se portan en

Condición 2.
64
15.3. CONDICIÓN 3
El arma tiene un cargador municionado en su interior pero no está cargada (no tienen un
cartucho en la recámara), el martillo está abatido, el seguro manual puede estar activado
o no a criterio del portador, aunque lo más habitual es que no lo esté.
Para realizar un disparo, habrá que desenfundar el arma, y cargarla tirando de la

corredera, lo que dejará el mecanismo de disparo en simple acción, por lo que el martillo
será liberado con muy poca presión y recorrido del disparador.
Para los poco conocedores del manejo de las armas es la condición ideal, alegan que el
hecho de cargar el arma delante del delincuente puede persuadirlo, sin considerar que si
un elemento hostil está decidido a atentar, lo hará igualmente. Obliga al portador a perder
un tiempo potencialmente valiosísimo en la respuesta a un ataque súbito y una vez
cargada el arma queda en simple acción, con lo que el agente poco habituado a portar
cartucho en recámara y con alto nivel de estrés provocado por una situación de riesgo
puede cometer errores fatales.
65
15.4. CONDICIÓN 4
El arma no tiene un cargador en su interior y no esta cargada (no tiene cartucho en

recámara).
Se puede usar en la estancia en determinados recintos, como zonas de espera en los

campos de tiro o para realizar entrenamientos de tiro en seco.
15.5. FRASEOLOGÍA EN EL ÁMBITO OTAN
Dentro del ámbito de la OTAN, también existe una fraseología que hace referencia a las
condiciones de porte de las armas:
Weapon Unloaded (WU): Arma descargada (recámara vacía) y cargador fuera del arma.
Weapon Loaded (WL): Arma descargada (recámara vacía) y cargador dentro del arma.
Weapon Ready (WR): Arma cargada (cartucho en recámara) y cargador dentro del arma.
66
16. TÉCNICAS DE TIRO EN CONDICIONES DE BAJA LUMINOSIDAD
16.1. FORMAS DE SUJETAR LAS LINTERNA TÁCTICAS
La forma de empuñar la linterna dependerá de varios factores: tamaño, ubicación del

interruptor y técnica de tiro que se vaya a emplear. Ha de sujetarse de forma que se
pueda hacer uso de ella fácilmente y no suponga un estorbo.
• Agarre de Espada: Esta forma de sujetar la linterna sería la misma que

utilizaríamos para empuñar una espada, es decir, el pulgar de la mano que sujeta
la linterna sería el más próximo a la lente. Este tipo de agarre se utiliza cuando el
interruptor de la linterna está ubicado en el cuerpo de la misma próximo a la lente.
• Agarre de Picahielo: Esta forma de sujetar la linterna sería la misma que

utilizaríamos para empuñar un picahielo o puñal para clavarlo, es decir, el pulgar de
la mano que sujeta la linterna sería el más alejado de la lente. Este tipo de agarre
se utiliza cuando el interruptor de la linterna está ubicado en la parte posterior de la
linterna.
Agarre de espada (izquierda) y agarre de picahielo (derecha)
67
16.2. FORMAS DE EMPUÑAR EL ARMA CON LINTERNAS TÁCTICAS
• Técnica con Manos Juntas: Hace referencia a cualquier técnica en la cual la mano
o muñeca que sostiene la linterna, toca la mano o muñeca que empuña el arma. En
las técnicas con manos juntas, como las manos del tirador están entrelazadas o
presionadas una sobre la otra, al desviar el haz de luz de la linterna, también se
desvía el cañón del arma.
• Técnica con Manos Separadas: Hace referencia a cualquier técnica en la cual la

mano que sostiene la linterna, se mantiene separada de la mano que empuña el
arma.
• Contracción Receptiva: Es el término que se emplea para describir dos fenómenos

fisiológicos que a menudo ocurren bajo condiciones de distrés.
◦ Contraer todos los dedos de una mano aunque la intención haya sido contraer
solamente algunos.
◦ Tendencia que tienen las dos manos y sus dedos a realizar acciones similares,
incluso cuando la intención era realizar la acción sólo con una mano, o sus
dedos. Este fenómeno es más propenso a ocurrir cuando ambas manos se
encuentran próximas la una de la otra.
• Confusión de Manos: Hace referencia fenómeno fisiológico en el que se activa la

mano equivocada en situaciones en que a cada mano se le asigna una tarea
diferente (como cuando la mano izquierda se encarga del interruptor de la linterna y
la mano derecha del disparador del arma). Este fenómeno también es más
propenso a ocurrir bajo condiciones de distrés y cuando las manos se encuentran
próximas la una de la otra.
68
16.3. TÉCNICAS BÁSICAS CON LINTERNA/PISTOLA
16.3.1.Técnica FBI
La linterna se sujeta con el agarre en picahielo, si el interruptor está ubicado en la parte

posterior de la linterna se accionará con el pulgar o el índice, si está colocado en el
cuerpo de la misma se accionará con el dedo que permita hacerlo más cómodamente. El
brazo estará extendido o doblado por el codo, con la linterna a la altura de la cabeza. El
arma se sostiene ligeramente ladeada hacia el centro del cuerpo.
Ventajas:
• Puede emplearse con linternas grandes y pequeñas.
• El retroceso del disparo no mueve la linterna.
• La separación de las manos reduce la posibilidad de que ocurra una contracción

receptiva o confusión de manos.
• No delata exactamente la posición del tirador al estar separada del cuerpo.
• Buena transición a la técnica Neck-Index.
Desventajas:
• Se necesita mucho espacio para moverse.
• Es cansada, en especial con linternas grandes o permaneciendo mucho tiempo.
• Mantener paralelos el haz de la linterna con la línea de fuego del arma requiere
práctica.
69
16.3.2.Técnica Neck Index

cuerpo de la misma se accionará con el dedo que permita hacerlo más cómodamente. La
linterna se coloca en la parte inferior de la mandíbula, de forma que se mueve
conjuntamente con la cabeza del tirador. El arma se sostiene ligeramente ladeada hacia el
centro del cuerpo.
Ventajas:
• El retroceso del disparo no mueve la linterna.
• La separación de las manos reduce la posibilidad de que ocurra una contracción

receptiva o confusión de manos.
• Buena transición a la técnica FBI.
• No necesita mucho espacio para moverse.
• No es cansada.
Desventajas:
• Delata con exactitud la posición de la cabeza del tirador.
70
16.3.3.Técnica Michael Harries

cuerpo de la misma se accionará con el dedo que permita hacerlo más cómodamente.
Las muñecas se unen y se juntan los dorsos las manos.
Ventajas:
• Permite un apoyo más firme del arma con las dos manos.
Desventajas:
• El retroceso del disparo mueve la linterna.
• La proximidad de las manos aumenta la posibilidad de una contracción receptiva o

confusión de manos.
• Delata con exactitud la posición del tirador.
71
16.3.4.Técnica CHAPMAN/ROGERS
La linterna se sostiene con el agarre en espada, el dedo pulgar extendido al frente para su
activación, ambas manos se unen juntando los pulgares.
Ventajas:
• Es muy sencilla de aprender y de aplicar.
Desventajas:
• No puede ser aplicada con linternas que tengan el interruptor en su parte posterior.
• En disparos consecutivos, es difícil de mantener la posición de la linterna.

72
16.3.5.Técnica ROGERS/SUREFIRE
Se sujeta la linterna entre los dedos índice y corazón como si se sujetara una jeringuilla,
accionando el interruptor con el pulgar. El empuñamiento del arma se realiza con ambas
manos, aunque sólo los dedos anular y meñique de la mano que sujeta la linterna
envuelven a la mano que empuña el arma.
Ventajas:
• Permite un apoyo más firme del arma con las dos manos.
Desventajas:
• No puede ser aplicada con linternas grandes.
• No puede ser aplicada con linternas que tengan el interruptor en su cuerpo.

73
74
17. AJUSTE DE MIRAS ABIERTAS
Los elementos de puntería de las armas cortas están constituidos por el punto de mira y el
alza, situados respectivamente en la parte anterior y posterior del arma. En algunos
modelos los elementos de puntería no son ajustables, en otros solo se puede ajustar uno
de ellos y en otros pueden regularse ambos. En las armas cortas de defensa, sobre todo
en las pistolas, el ajuste que se puede hacer sobre los elementos de puntería suela ser en
deriva, no pudiéndose regular en altura. Este es el caso de la pistola H&K USP
COMPACT, en la cual pueden ajustarse tanto punto de mira como alza pero sólo en
deriva.
Revólveres con miras no ajustables (izquierda) y alza ajustable en altura y deriva (derecha).
17.1. CRITERIOS DE AJUSTE
Ajustes sobre el alza para desplazar los impactos hacia:
Derecha: Desplazar el alza a la derecha.
Izquierda: Desplazar el alza a la izquierda.
Arriba: Subir el alza. H&K USP COMPACT
Abajo: Bajar el alza. (alza y punto regulable en deriva)
Ajustes sobre el punto de mira para desplazar los impactos hacia:
Derecha: Desplazar el punto de mira a la izquierda.
Izquierda: Desplazar el punto de mira a la derecha.
Arriba: Bajar el punto de mira.
Abajo: Subir el punto de mira.
75
76
18. COLIMAR UN ARMA
Colimar, ajustar, homogeneizar o poner a cero un arma, son todos términos que hacen
referencia al mismo concepto, realizar las funciones de ajuste sobre los elementos de
puntería de un arma para conseguir la máxima exactitud en el disparo.
La exactitud en el disparo es la suma de dos parámetros:
• Precisión: Guarda relación con el tamaño del agrupamiento de impactos,; cuanto

menos dispersa sea la agrupación, mayor será la precisión del arma.
• Corrección: Es la distancia existente entre el Punto de Puntería=PdP (donde

apuntamos) y el Punto de Impacto=PdI (donde impacta nuestro disparo); cuanto
más próximos estén el PdP y el PdI mayor corrección habrá.
EXACTITUD = PRECISIÓN + CORRECCIÓN
+ + +
Tiro preciso pero no Tiro menos preciso pero Tiro exacto (preciso y
corregido. más corregido. corregido).
77
18.1. PRECISIÓN
Aunque se mantenga fijo el PdP de cada disparo, dos disparos nunca serán iguales y será
la separación entre los PdI la que determine la precisión. Esta precisión va a depender de
factores inherentes al arma, a la munición, a las condiciones meteorológicas y por
supuesto al tirador, que no podrá mantener fijo el PdP en los dos disparos.
Para intentar reducir estas variables, se debe sujetar el arma a un banco de pruebas y
realizar una serie de disparos, obteniéndose una agrupación formada por los PdI. Cuanto
menos dispersa sea la agrupación, mayor será la precisión del arma.
Normalmente la precisión se mide en forma de desvío angular utilizando como unidad el

“Minuto del Ángulo” o “Minute Of Angle (MOA)”, medida que en función de la distancia al
blanco supone una desviación en centímetros.
a 50 m. equivale a 1,45 cm.
1 MOA: a 100 m. equivale a 2,91 cm.
a 200 m. equivale a 5,82 cm.
78
18.2. CORRECCIÓN
Respecto a la corrección, segunda parte de la exactitud del disparo, ésta depende de la

puntería, de tal forma que se logre llevar el PdI lo más próximo al PdP, bien introduciendo
correcciones en los elementos de puntería o bien corrigiendo el tiro modificando el punto
al que apuntan los elementos de puntería.
Para predecir dónde irá el impacto es necesario conocer la trayectoria que describe un
proyectil, en el caso de disparar un proyectil en el espacio (en el vacío y en ausencia de
gravedad) éste describiría una trayectoria rectilínea. En la realidad esto no es así, ya que
la atmósfera, la gravedad y la fuerza de rozamiento hacen que la trayectoria del proyectil
sea una parábola asimétrica, en la que la rama ascendente es aproximadamente dos
tercios del alcance máximo y la rama descendente es aproximadamente de sólo un tercio.
Mientras que la trayectoria del proyectil tiene la forma de una parábola asimétrica, la línea
de puntería es una recta que queda determinada por la alineación de los elementos de
puntería. Ambas líneas, la trayectoria del proyectil y la línea de puntería, guardan una
relación entre sí que determina la relación entre el PdP y el PdI y que varía con la
distancia a la boca de fuego.
79
Tanto en el fusil como en la pistola, la boca de fuego se encuentra por debajo de la línea
de puntería, esto hace que la trayectoria del proyectil corte a la línea de puntería en dos
puntos diferentes, uno en la rama ascendente y otro en la rama descendente de la
trayectoria, teniendo en cuenta esto, se pueden deducir varias cosas:
• En el momento en que el proyectil abandona el cañón, el PdI está por debajo del
PdP.
• Pasada una cierta distancia, se produce el primer corte entre la línea de puntería y
la rama ascendente de la trayectoria (PdP = PdI).
• Más allá de este primer punto de corte, el PdI continúa subiendo hasta llegar
aproximadamente a los dos tercios de la trayectoria, cuando el PdI se encontrará a
la máxima altura.
• A partir de ahí, el PdI empieza a bajar hasta que se produce el segundo corte entre
la línea de puntería, en esta ocasión en la rama descendente de la trayectoria (PdP
= PdI).
• Más allá de este segundo punto de corte, el PdI continúa bajando por debajo de la
línea de puntería.
• A las dos distancias en las que se cortan la línea de puntería con la trayectoria del
proyectil (PdP = PdI), son a las que se colima un arma.
En un arma de fuego, no se busca la trayectoria de mayor alcance, sino la que sea más
eficaz. Para asegurar que el impacto se produzca en la zona deseada sin tener que
realizar ajustes, se deben evitar que haya grandes variaciones entre el PdP y PdI, es
decir, que la altura máxima que alcance el proyectil no exceda del límite superior de la
zona de impacto y que alcance el mayor alcance posible antes de que el proyectil caiga
por debajo del limite inferior de la zona de impacto. Esta trayectoria se define con el
concepto “Maximun Point Blank Range (MPBR)” o “Alcance Máximo de Impacto en el
Blanco” y sería la distancia máxima a la que un disparo entraría dentro del blanco,
cumpliéndose que mientras el PdP se mantenga en el centro de la zona de impacto el PdI
no estará más de una determinada distancia por encima o por debajo del PdP.
80
Aunque la trayectoria correspondiente al MPBR podría calcularse experimentalmente,

normalmente se calcula utilizando un software balístico, donde se introducen los
siguientes datos:
• Datos de la munición (velocidad inicial del proyectil, coeficiente balístico, peso del
proyectil).
• Datos del arma (altura de la línea de puntería respecto a la línea de tiro).
• Radio de la zona de impacto (que coincidirá con la altura máxima de la trayectoria).
El resultado indicará el MPBR, la variación del PdP respecto al PdI en función de la

distancia y los puntos de corte de la trayectoria del proyectil con la línea de puntería
(PdP=PdI), distancias que se utilizarán para colimar el arma.
1 18.3. COLIMACIÓN DEL FUSIL DE ASALTO H&K G-36
En el caso del fusil de asalto H&K G-36 las distancias más habituales de colimación son
50/200, que sin coincidir exactamente se acerca bastante a la distancia de colimación en
función a su MPBR.
Colimando el fusil con los siguientes parámetros:
• MPBR: 222 m.
• Distancia exacta de colimación: 50/196 m.
• Radio Zona de Impacto: 4 cm.
se obtendrían los siguientes resultados:
• a 50 m., PdI 0,1 cm. por debajo del PdP.
• a 200 m., PdI 0,5 cm. por debajo del PdP.
es decir, prácticamente coinciden el PdI y el PdP en ambas distancias.
Esta colimación permite aprovechar de forma óptima y eficaz la capacidad del fusil y su
munición, así el tirador no ha de preocuparse de la distancia al blanco, sabiendo que
mientras su PdP esté en el centro de la zona de impactos, su PdI no se desviará más de 4
cm. por encima o por debajo. En realidad, sí existe una primera parte de la trayectoria en
la que el proyectil se encuentra fuera de la zona de impacto, por debajo de los 4 cm. de su
borde inferior, ya que en el caso del H&K G-36 la altura de la línea de puntería respecto a
la línea de tiro es de 7 cm., así que hasta pasados aproximadamente los primeros 20 m.
de la trayectoria, el PdI estará más de 4 cm. por debajo del PdP.
81
18.4. AJUSTE DEL VISOR ÓPTICO DEL FUSIL H&K G-36
El visor del fusil H&K G-36 puede ajustarse en altura y deriva, girando cada uno de los
respectivos tornillos de ajuste de que dispone. Cada una de las divisiones modifica el
punto de impacto en aproximadamente 2,3 cm. a una distancia de 100 m.
18.4.1.Ajuste en altura
Si quiere bajar el impacto, gire el tornillo de ajuste superior en sentido contrario a las
agujas del reloj, hacia la “T”.
Si quiere subir el impacto, gire el tornillo de ajuste superior en sentido de las agujas del
reloj hacia la “H”.
18.4.2.Ajuste en deriva
Si quiere desplazar el impacto hacia la izquierda, gire el tornillo de ajuste lateral en

sentido contrario a las agujas del reloj, hacia la “L”.
Si quiere desplazar el impacto hacia la derecha, gire el tornillo de ajuste lateral en sentido
de las agujas del reloj, hacia la “R”.
82
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pericia-en-manejo_25.html
84

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CURSO DE INSTRUCTOR DE

TIRO DEL EJÉRCITO DEL AIRE

TEORÍA DEL TIRO

ESCUELA DE TÉCNICAS DE SEGURIDAD, DEFENSA Y APOYO (ETESDA)

DEPARTAMENTO DE INSTRUCCIÓN Y ADIESTRAMIENTO, SECCIÓN DE TIRO

CLASIFICACIÓN: SINCLAS, USO OFICIAL

FECHA: ABRIL 2021

2. PROTECCIÓN ACÚSTICA EN LOS EJERCICIOS DE TIRO...........................................5

3. PROTECCIÓN ÓPTICA EN LOS EJERCICIOS DE TIRO..............................................11

4. EL TIRO CON LOS DOS OJOS ABIERTOS...................................................................13

5. ELEMENTOS DE PUNTERÍA EN ARMAS CORTAS......................................................17

6. EMPUÑAMIENTO DE ARMAS CORTAS........................................................................19

7. CONTROL SOBRE EL DISPARADOR............................................................................21

8. POSICIONES DE GUARDIA CON ARMAMENTO..........................................................23

9. POSICIÓN DE TIRO ISÓSCELES MODERNA...............................................................35

10. ERRORES MÁS HABITUALES EN EL MANEJO DE ARMAMENTO...........................37

12. RECARGA DE UN ARMA O CAMBIO DE CARGADOR...............................................47

13. FISIOLOGÍA DEL ENFRENTAMIENTO ARMADO........................................................53

14. NIVELES DE PERICIA EN EL MANEJO DE LAS ARMAS...........................................61

15. CONDICIONES DE PORTE DE LAS ARMAS DE FUEGO...........................................63

16. TÉCNICAS DE TIRO EN CONDICIONES DE BAJA LUMINOSIDAD..........................67

17. AJUSTE DE MIRAS ABIERTAS.....................................................................................75

18. COLIMAR UN ARMA.....................................................................................................77

1. NORMAS DE SEGURIDAD EN EL MANEJO DEL ARMAMENTO

La finalidad de las Normas de Seguridad en el manejo del armamento, es garantizar la

En la formación de un tirador siempre se ha dado mucha importancia al cumplimiento de

UN BUEN TIRADOR PRIMERO DEBE SER UN

- Mantenga el dedo índice fuera del disparador hasta que haya

- No apunte con su arma hacia algo o alguien a quien no quiera

- Identifique siempre su objetivo y lo que hay más allá de él.

- Sepa en todo momento en que condiciones está su arma.

- Trate todas las armas como si estuvieran cargadas.

El cumplimiento de las Normas de Seguridad, hará que se eleve el nivel de confianza

Analicemos una por una las principales Normas de Seguridad:

• MANTENGA EL DEDO ÍNDICE FUERA DEL DISPARADOR HASTA QUE HAYA

En un enfrentamiento armado, en ocasiones se producen disparos fortuitos al

Por lo tanto, cuando se empuña un arma el dedo índice debe permanecer a lo

• NO APUNTE CON SU ARMA HACIA ALGO O ALGUIEN A QUIEN NO QUIERE

• IDENTIFIQUE SIEMPRE SU OBJETIVO Y LO QUE HAY MÁS ALLÁ DE ÉL: En los

◦ Enfrentamientos militares, en los que se crea un gran volumen de fuego

◦ Enfrentamientos policiales, donde la presencia de no combatientes es evidente,

En cualquiera de los escenarios, “UNA BALA QUE NO IMPACTA DONDE QUIERO,

• SEPA EN TODO MOMENTO EN QUE CONDICIÓN ESTA SU ARMA: Siempre

Portar o manipular un arma cargada creyendo que no lo está, puede provocar

• TRATE TODAS LAS ARMAS COMO SI ESTUVIERAN CARGADAS: Quizás la

2. PROTECCIÓN ACÚSTICA EN LOS EJERCICIOS DE TIRO

Galería de Tiro Campo de Tiro

Una de las consecuencias del trauma acústico es la hipoacusia auditiva o perdida de

2.1. MEDIOS DE PROTECCIÓN

La mejor forma de evitar la perdida de audición es la prevención, utilizando material

2.2. TAPONES DE PROTECCIÓN AUDITIVA

2.3. VÁLVULAS SÓNICAS

2.4. CASCOS DE PROTECCIÓN AUDITIVA

2.5. CASCOS DE PROTECCIÓN AUDITIVA ELECTRÓNICOS

Es importante tener en cuenta que algunos cascos de protección auditiva no son

2.6. USO COMBINADO DE TAPONES Y CASCOS DE PROTECCIÓN AUDITIVA

El uso conjunto de tapones y cascos de protección auditiva es la medida preventiva más

3. PROTECCIÓN ÓPTICA EN LOS EJERCICIOS DE TIRO

Heridas producidas en el rostro de un soldado.

3.1. GAFAS DE PROTECCIÓN BALÍSTICA

Lentes Transparentes: Para utilizar en condiciones de

Lentes Amarillas: Mejora el contraste en condiciones

Lentes Gris: Eficaz en condiciones de alta

Clase Óptica Riesgos Mecánicos