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TEMA 1.

CONCEPTO DE POLÍTICA CRIMINAL

Texto de BORJA JIMÉNEZ


1. Diferencias entre Política Criminal y política criminal .

La política criminal como sector público:

“aquel conjunto de medidas y criterios de carácter jurídico, social, educativo, económico y de índole
similar, establecidos por los poderes públicos para prevenir y reaccionar frente al fenómeno
criminal, con el finde mantener bajo límites tolerables los índices de criminalidad en una determinada
sociedad”.

Política Criminal tiene carácter de disciplina de conocimiento que analiza si el conjunto de medidas
adoptadas por los poderes públicos es eficaz para la finalidad de las mimas, que es prevenir y hacer frente al
fenómeno criminal, en un intento de mejorar la legislación penal y utilizar otros mecanismos para hacer frente
al delito.

2. Diferencias más significativas en la política criminal (entendida en su sentido político) de un


Estado totalitario y de un Estado social y democrático de Derecho.

 POLÍTICA CRIMINAL EN LOS ESTADOS TOTALITARIOS:

El delito se considera una forma de atentado a la unidad y estabilidad del Estado; se trata de un acto
subversivo que pone en peligro a toda la sociedad por su facilidad de contagio. A razón de esto, la política
criminal del Estado totalitario es el exterminio de cualquier impronta del crimen, sin tener presente los
derechos y garantías individuales y, para poder lograrlo, las fuerzas armadas y policiales tienen
licencia/libertad, expresa o tácita, para utilizar todos los medios, incluidos la tortura y otras formas de
represión formalmente ilegítimas, para combatir contra el crimen (no existe división de poderes, no existe un
juez natural, ni el principio de presunción de inocencia, ni el derecho del sospechoso a un trato digno y
humano…).

En conclusión, en los Estados totalitarios, predomina la prevención general, y la prevención especial se


lleva a cabo mediante el escarmiento y la anulación de la voluntad del rebelde, una vez que el delito ya se ha
cometido, o se presume cometido.

Esta forma de hacer frente al fenómeno criminal provoca la transformación de la criminalidad; genera un solo
delincuente, el más temido, el Estado.

 POLÍTICA CRIMINAL EN LOS ESTADOS DEMOCRÁTICOS:

Las políticas criminales de los Estados democráticos parten de la hipótesis de que “el delito nunca puede
ser totalmente erradicado de la sociedad”.

Y en efecto, una sociedad que quiera desarrollarse y evolucionar, necesita someter a juicio sus normas y
reglas fundamentales para así provocar la reflexión y alcanzar cierto consenso en la reforma y mejora de sus
leyes. Por esto el delito es tan importante, porque es lo que permite la violación de la norma y su puesta en
tela de juicio.

Además, una de las características fundamentales de los Estados democráticos es el reconocimiento y


protección de los derechos humanos y libertades de la ciudadanía, lo que deriva en el hecho de que en todo
momento aparezcan personas y grupos que abusen de esta libertad, y quieran obtener beneficios de manera
injusta o ilegal.

Por todo esto, la política criminal de los Estados democráticos va dirigida a disminuir hasta límites
tolerables las cifras de criminalidad, pero sin borrar por completo la presencia del delito. Además, es
una política criminal mucho más difícil de llevar a cabo pues, a diferencia de los Estados totalitarios, la lucha
contra el crimen no puede realizarse a costa del sacrificio de las libertades y garantías del ciudadano, sus
derechos fundamentales no pueden ser violados.

Aparte de esto, como reflejo del pluralismo político característico de los Estados democráticos, cada
tendencia ideológica se relaciona con una dirección concreta que debería tomar la política criminal:

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 mientras que los gobiernos más conservadores se centran más en el aspecto represivo del
tratamiento de la criminalidad,
 los gobiernos más progresistas ponen más énfasis y esfuerzo en la prevención del crimen.

3. ¿Qué quiere decir el autor en la siguiente frase: “El Derecho Penal constituye la barrera
infranqueable de toda dogmática criminal”?

VON LISZT concibe el Derecho Penal como el conjunto de principios que garantizan la libertad del ciudadano
frente al poder punitivo del Estado. De manera que, este autor dice que

“El Derecho Penal constituye la barrera infranqueable de toda política criminal”, por lo que la
lucha política contra el crimen debería de respetar los principios estructurales del Derecho Penal
(legalidad, presunción de inocencia, proporcionalidad, etc.). La Dogmática constituye el límite frente
al abuso de poder del Estado.

4. ¿Cómo es la relación entre la Dogmática Penal y la Política Criminal?

Para principios de la década de los setenta, ROXIN criticó el ensimismamiento que la Dogmática penal había
alcanzado al basarse exclusivamente en criterios jurídicos, sin tener en cuenta la realidad social y las
necesidades político-criminales de las instituciones penales. Así, se abogó por que la Política Criminal
orientase la interpretación y sistematización de los preceptos penales.

De manera que, si bien es cierto que ambas siguen manteniendo su autonomía, se complementan
íntimamente:

 La Política Criminal acerca a la Dogmática a la vida de la calle y al tiempo en que desarrolla su


función.
 Y, de la misma forma, para poder llevar a cabo las funciones político-criminales concretas y
adecuadas, será imprescindible el correcto entendimiento de la legislación penal, el cual aportará la
Dogmática penal.

Texto de KLAUS ROXIN


5. ¿Por qué dice el autor que las sanciones no son efectivas?

Teniendo en cuenta que la criminalidad aumenta y la reincidencia es muy alta, la ineficacia de la pena se
sustenta en lo siguiente:

 Siempre va a existir cierta medida del fenómeno que no va a poder evitarse jamás.
 Las situaciones para las cuales las personas con vida normal dentro de la legalidad, no están
preparadas ni mental ni emocionalmente, conllevan al individuo a encontrar el delito como única vía
de escape. Es por ello que en situaciones extremas que se caracterizan por fuertes afectos o miedo,
las normas pierden su fuerza de motivación.
 Las personas que provienen de relaciones familiares devenidas, en ocasiones y a efecto de estas,
resultan criminales. Cuando estos sujetos son estigmatizados, los efectos de lo penal no son
efectivos puesto que es muy difícil corregir dicho deterioro de la socialización.
 La miseria económica es un condicionante de los grupos marginados de las sociedades que los
conduce a la comisión de delitos que ponen en peligro la seguridad pública.

6. ¿Cuáles son las desventajas principales de las penas de privación de libertad?

Resulta difícil educar a alguien hacia una vida responsable en sociedad, mientras se le aparta de ella y se le
ofrecen condiciones de vida tan radicalmente distintas a las de la vida en libertad.

Tiene realmente un efecto múltiple disocializador, puesto que durante su aplicación el delincuente es
sustraído de su vínculo familiar y relación laboral, lo que hace que se detenga el curso normal de su vida. De

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este modo, queda marginado de la sociedad y puede ser más peligroso criminalmente que antes de cumplir
la pena.

Es necesario hacer el cálculo del efecto de infección criminal que puede tener la pena privativa de libertad.

Hay que considerar que esta pena, cuando se ejecuta en condiciones inferiores a las humanas, es muy cara,
ya que el funcionamiento del establecimiento, el personal, la vigilancia y el cuidado del interno exigen
grandes erogaciones y los costos de las condenas se recaudan en casos excepcionales. Por ello, a menudo
no queda más dinero para las medidas de resocialización. 

7. ¿Qué significa cuando el autor dice que hay que ampliar y completar el sistema de reacción
penal?

Habría que valorar, tras el análisis de cada caso en concreto, la posibilidad de contar con un abanico más
amplio de sanciones para así hacer frente a la delincuencia. Nos podemos encontrar con distintas situaciones
que requieren de medidas distintas:

Para reincidentes y/o con trastornos de la personalidad, es importante el ofrecimiento de una terapia,
siempre y cuando el infractor esté dispuesto a trabajar de manera enérgica en sí mismo.

Para los autores de delitos leves o medianamente graves, se debería ofrecer la posibilidad de sustituir la
multa o pena privativa de libertad, por trabajos de utilidad pública, trabajo corporal o intelectual, a partir
de una base voluntaria.

En el Derecho Penal también se ve una gran función social al incluir a la víctima para su mayor protección.
Es frecuente que se deje la indemnización en manos del derecho civil puesto que la pena privativa de libertad
o la multa desalientan al autor al pago de la misma. A esto hay que acompañarle con la posibilidad de
reconciliación entre la víctima y el autor.

Se pueden eliminar casos leves cuyo hecho delictivo sólo causa perturbaciones sociales; así, es posible
sobreseer el procedimiento penal y en su lugar imponer determinados servicios. Esto ahora al autor la
discriminación social que supone la condena, pero al mismo tiempo le pone claro que el estado no puede
tolerar su conducta.

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