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Lectura Garantáias Constitucionales
Lectura Garantáias Constitucionales
Artículo 200
(...)
CONCORDANCIAS:
1352
PÉREZ LUÑO, Antonio Enrique. El derecho de hábeas corpus. Monografias. Prólogo al libro
de Ramón Soriano. N° 6. Congreso de los Diputados. Madrid, 1986, pp. 11-12.
Enseña García Belaunde que en el caso de América Latina, el hábeas corpus
fue acogido tempranamente por las nacientes repúblicas -Brasil en 1830 y
Guatemala en 1837- teniendo como referente el modelo inglés y alcanzando un
importante desarrollo incluso mucho antes que algunos países europeos1353.
Soria Luján señala que si bien el hábeas corpus fue conocido en el Perú desde
los primeros años de la República, se trató más bien de un conocimiento
circunscrito a algunos sectores ilustrados y sin que distinguieran su naturaleza
estrictamente procesal. Confundían el proceso de hábeas corpus con el
derecho al cual estaba destinado a proteger, aserto que se respalda en la
evidencia de referencias indistintas al derecho de hábeas corpus o a la Libertad
personal1354.
Será recién a través de la ley del 21 de octubre de 1897 que el hábeas corpus
se incorporará al ordenamiento jurídico peruano, en su formulación clásica de
mecanismo de defensa de la libertad física. Su constitucionalización se verificó
con la Carta de 1920, que respetó en esencia el modelo configurado en la ley
de 1897. En la Constitución de 1933 se mantuvo la figura pero se amplió su
ámbito de protección a todos los derechos reconocidos en dicha Carta,
desviándolo de su esquema original.
Fue la Constitución de 1979 la que devolvió el hábeas corpus a su fórmula
tradicional de defensa de la libertad individual1355, estableciendo el proceso de
amparo para la protección de todos los demás derechos fundamentales.
1353
GARCÍA BELAUNDE, Domingo. El hábeas corpus en América Latina. Algunos problemas y
tendencias recientes. En: "Ius et Veritas". Revista editada por estudiantes de la Facultad de
Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Año V, N° 9, Lima, 1994, pp. 69-70.
1354
SORIA LUJÁN, Daniel. El proyecto de ley de protección a /o libertad personal (1849). Nota
preliminar. En:
"Pensamiento Constitucional". (PUCP), Año III, N° 3, Lima, p. 380.
1355
Sobre el tratamiento normativo y la evolución del hábeas corpus durante todo este periodo,
pueden verse los ya clásicos trabajos del profesor GARCÍA BELAUNDE, Domingo. El hábeas.
corpus interpretado. Instituto de Investigaciones Jurídicas, (PUCP), Lima, 1971. Legislación
peruana sobre el hábeas corpus (1897-1968). En: "Revista de Derecho y Ciencias Políticas",
Vol. 39. N° 1,2 Y 3; Lima, enero-diciembre 1975.
1356
Antes de esta fecha, el proceso de hábeas corpus estuvo regulado en la Ley N° 23506, Ley
de Hábeas Corpus y Amparo, publicada el 8 de diciembre de 1982
1357
STC Caso Crespo Bragayrac (Expediente N° 0217-2002-HC/TC). Publicada el 20 de
septiembre de 2002 en la separata de Garantías Constitucionales del diario oficial El Peruano
Si bien la Constitución recurre a los términos garantía constitucional y acción
para referirse al hábeas corpus, la naturaleza de esta institución corresponde
en estricto a la de un verdadero proceso constitucional1358. En efecto, se trata
de un mecanismo procesal expeditivo, de tutela urgerite, reconocido en la
Constitución y orientado a la discusión de una controversia de naturaleza
constitucional, esto es, la vigencia de la libertad individual. De ahí que su
estudio forme parte del Derecho Procesal Constitucional1359.
Siendo ello así, es posible que la libertad individual pueda verse afectada como
consecuencia de la aplicación inconstitucional de una ley que establezca
restricciones legítimas en los términos señalados, y en esa medida, conforme a
la Constitución; así como por la aplicación de una ley que establezca
restricciones constitucionalmente incompatibles. En ambos supuestos resulta
procedente la interposición del hábeas corpus, advirtiéndose que en el segundo
caso, la sentencia que declare fundada la demanda deberá disponer la
inaplicación de la norma inconstitucional, de acuerdo al artículo 138 de la
Constitución y al artículo 3 del cpc.
1358
De ahí que de acuerdo a su Primera Disposición Final, el Código Procesal Constitucional
haya optado por la denominación proceso de hábeas corpus, abandonando la tradicional pero
poco técnica expresión acción de hábeas corpus
1359
Sobre el Derecho Procesal Constitucional en el Perú, ABAD YUPANQUI, Samuel. Derecho
Procesal Constitucional Antecedentes, desarrollo y destifíos en el Perú. Gaceta Jurídica. Lima,
2004.
1360
CIDH. El hábeas corpus bqjo suspensión de garantías. Opinión Consultiva OC-8/87 de 30
de enero de 1987. Serie A, núm. 8. párr. 33.
1361
Si bien la Constitución reconoce ambos principios con relación al denominado control
judicial parcial de los regímenes de excepción, es de destacar que el ámbito de aplicación de
los mismos se extien
A su vez, conviene tener en cuenta que las afectaciones a la libertad individual
pueden presentar grados o niveles de lesividad así como modalidades
distintas. Ello explica que la doctrina y la jurisprudencia hayan ido identificando
también distintos tipos de hábeas corpus, en función de la gravedad o
modalidad de las afectaciones. En el caso peruano, el Tribunal Constitucional
ha identificado hasta ocho modalidades de hábeas corpus, indicando que dicha
lista es meramente enunciativa1362. De este modo, el Tribunal admite que ante
nuevas formas de afectación a la libertad individual, puedan desarrollarse
también tipos correspondientes de hábeas corpus.
En opinión que compartimos, Abad Yupanqui señala que una extensión de esta
naturaleza no era indispensable establecerla en la Constitución, toda vez que
de ello se pudo hacer cargo el legislador o la jurisdicción constitucional1364. De
hecho, el artículo 25 del CPC establece un catálogo enunciativo de 17
supuestos en los que procede la interposición del hábeas corpus. Entre ellos, el
derecho a no ser torturado, a la voluntariedad del servicio militar, a no ser
privado del documento nacional de identidad, así como a no ser objeto de
desaparición forzada.
1365
La CIDH ratificó este criterio en su sentencia recaída en el asunto Cesti Hurtado, de 29 de
septiembre de 1999. En este caso el Consejo Supremo de Justicia Militar se negó a cumplir con
una sentencia de hábeas corpus favorable al señor Cesti Hurtado, argumentando que dicho
mecanismo no procedía contra las decisiones de la justicia castrense. El hábeas corpus fue
interpuesto para cuestionar la decisión de la Justicia Militar de procesar al referido señor a
pesar de tener la condición de civil (militar retirado).
1366
ABAD YUPANQUI, Samuel. Hábeas corpus y amparo contra actos de particulares: una
posible defensa de los derechos humanos de las militares. En: "Ius et Veritas". Revista editada
por estudiantes de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Año
VII, N° 12. Lima, 1996, pp. 125-132.
un derecho fundamental que actúa como presupuesto del ejercicio de muchos
otros derechos fundamentales, sino además un valor esencial del
ordenamiento jurídico y social.
Sin duda, el desarrollo que hace el CPC del proceso de hábeas corpus
reconocido en la Constitución, recoge la experiencia de muchos años en la
aplicación de este proceso en el país, así como los principales desarrollos
alcanzados tanto por la doctrina como por la jurisprudencia nacional e
internacional en esta materia. Contribuye pues a configurar un proceso de
tutela de la libertad individual, ampliamente garantista, correspondiendo ahora
a la jurisdicción constitucional, sobre todo en lo que le toca al Poder Judicial, el
reto de consolidar este proceso constitucional como mecanismo idóneo y eficaz
para la vigencia de la libertad individual.
DOCTRINA
Artículo 200
(*) Texto del inciso según modificatoria efectuada por la Ley N° 26470, publicada el12 de junio
de 1995.
CONCORDANCIAS:
C.: arts. 2, 202 inc. 2),205;
C.P.Ct.: arts. 1 a IX, 37
a 60; C.T.: 15' DF; L.O.P.J.: arts. 49 inc. 2) y 131;
L.O.T.C.;
L.O.D.P.: arto 9 inc. 2);
Ley 26470;
Ley 26853;
Ley 26775: arto 7;
Ley 26847;
Ley 26979: arts. 16.2, 31.4 Y S' DCT;
Ley 27809: arts. 133 y
134; C.A.D.H.;
D.U.D.H.;
P.I.D.C.P.
1. Introducción
2. Derechos tutelados
1368
Cfr. ABAD YUPANQUI, Samuel B. El proceso constitucional de amparo. Gaceta Jurídica.
Lima, 2004.
La Constitución ha optado por una tesis amplia en lo que respecta a la tutela de
los derechos fundamentales a través del amparo, al disponer que aquel protege
los derechos constitucionales distintos a la libertad individual y a los tutelados
por el hábeas data. El texto constitucional emplea la expresión derechos
fundamentales para denominar aquellos incluidos en el primer Capítulo de su
Título 1, estableciendo una aparente distinción con los restantes derechos
desarrollados en otros capítulos pues a ellos no los denomina fundamentales
sino sociales y económicos (Capítulo II) y políticos (Capítulo III).
1372
El grupo de trabajo estuvo integrado por los profesores Domingo García Belaunde,
Francisco Eguiguren,Juan Monroy, Arsenio Oré,Jorge Danós y Samuel Abad. Cfr. Código
Procesal Constitucional Antepr'!Jecto y legislación vigente. Palestra Editores, Lima, 2003.
1373
Se trata del Proyecto de Ley presentado por los congresistas Chamorro Balvín, Alcides;
Alejos Calderón, Walter; Almerí Veramendi, Carlos; Amprimo Plá, Natale; De la Mata
Fernández,Judith; Del Castillo Gálvez,Jorge; Delgado Nuñez Del Arco, José; Ferrero Costa,
Carlos; Flores-Araoz Esparza, Ántero; Lescano Ancieta, Yonhy; Martínez González, Michel;
Saavedra Mesones Cruz, Gerardo; Salhuana Cavides, Eduardo; Santa María Calderón, Luis
1374
SOLOZABAL ECHAV ARRÍA, Juan José. Algunas cuestiones básicas de la teoría de /os
derechos fundamenta/ii. Revista de Estudios Políticos, N° 71, CEC, Madrid, 1991, p. 92.
Unitario de Trabajadores de Telefónica del Perú S.A. y FETRATEL contra
Telefónica del Perú (Expediente N° 1124-2001-AA/TC, resuelta el11 de julio de
2002 y publicada el11 de setiembre de 2002, p. 5271). En tal ocasión el
Tribunal sostuvo que "(oo.) la fuerza normativa de la Constitución, su fuerza
activa y pasiva, así como su fuerza regulatoria de relaciones jurídicas se
proyecta también a las establecidas entre particulares, aspecto denominado
como la eficacia inter privatos o eficacia frente a terceros de los derechos
fundamentales". Un mayor desarrollo jurisprudencial, en ocasiones polémico,
se ha presentado tratándose del amparo contra los actos de los poderes
públicos (normas legales y resoluciones judiciales) y de los órganos autónomos
Jurado Nacional de Elecciones y Consejo Nacional de la Magistratura).
1375
GARCíA BELAUNDE, Domingo. Derecho Procesa! Constitucional. Temis, Bogotá, 2001, p.
157
recaídas en otro proceso de amparo siempre que no se trate de decisiones
dictadas por el propio Tribunal Constitucional1376.
1376
HUERTA GUERRERO, Luis Alberto. La jurisdicción constitucional en el Perú en e12003. Un
balance sobre su desarrollo en la legislación y la jurisprudencia. Comisión Andina de Juristas,
Lima, 2004. pp. 58-59.
1377
BOREA ODRÍA Alberto. Evolución de las garantías constitucionales. Hábeas corpus, acción
de amparo, hábeas data, acción de cumplimiento. Grijley, Lima, 1996, p. 70.
El artículo 142 de la Constitución, dispone que "no son revisable s en sede
judicial las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones en materia
electoral, ni las del Consejo Nacional de la Magistratura en materia de
evaluación y ratificación de jueces". De esta manera, se trató de establecer
zonas exentas de control judicial, asumiendo en el plano constitucional que
determinados actos constituyen "causas no justiciables", doctrina que en la
actualidad se encuentra en franco retroceso.
DOCTRINA
Artículo 200
(*) Texto del inciso según modificatoria efectuada por la Ley N° 26470, publicada el 12 de junio
de 1995
CONCORDANCIAS:
1. Norma constitucional
Los derechos protegidos por el hábeas data, entonces, son los siguientes:
1379
Sobre la clasificación de las garantías constitucionales cfr. PÉREZ LUÑO, Antonio. Los
derechos fundamentales. 7" edición, Tecnos, Madrid, 1998, pp. 66-104. El mismo tema en el
ordenamiento constitucional peruano cfr. CASTILLO C6RDOVA, Luis. Elementos de una teona
general de /os derechos constitucionales. Universidad de Piura - Ara Editores, Lima, 2003, pp.
244-281
El derecho de acceso a la información pública (primer párrafo del artículo 2.5
de la Constitución). El constituyente ha previsto que toda persona tiene
derecho a:
Si bien con base en una aplicación estricta del artículo 200.3 de la Norma
Suprema, el hábeas data procederá para la defensa de estos derechos
constitucionales, será con respecto al tercero de los mencionados derechos
donde encuentre su plena virtualidad, como se tendrá oportunidad de explicar
más adelante.
Qué duda cabe que "[h]oy en día con los adelantos tecnológicos
experimentados en el campo de la informática, no solo es posible la recolección
y el almacenamiento de información referida a varios ámbitos de la vida de una
persona, sino que esa misma operación puede realizarse respecto de un gran
número de ellas a la vez"1383.
Como bien se ha advertido, "[h]oy se puede decir que cualquier ser humano
puede acumular, sin mayor esfuerzo, un conocimiento detallado sobre cientos
(sino miles) de otros seres humanos en sus horas libres. Con cuanta mayor
razón no acumulará información sobre ellos alguien que se especialice en la
tarea o que, inclusive, la vea como un negocio potencial: acumula información y
luego la vende como servicio"1384.
Frente a este poder informático y frente al riego que supone para los derechos
fundamentales su ejercicio irregular y extralimitado, ha surgido el concepto de
-en términos del Tribunal Constitucional- "Derecho a la autodeterminación
informativa"1387 como un nuevo derecho de la persona, de modo que "a la larga
lista de derechos humanos existentes debería agregarse uno más, que algunos
llaman libertad informática o derecho a la libertad informática, y otros auto
tutela informativa o autodeterminación informativo'1388. En términos generales,
este nuevo derecho va a suponer el reconocimiento a toda persona de una
serie de facultades jurídicas que se le atribuyen precisamente para enfrentar
las extralimitaciones del mencionado poder informático y evitar de esta manera
que el mal uso del mismo pueda lesionar bienes o derechos constitucionales de
las personas1389. Precisamente para la protección de estos derechos frente a
agresiones que puedan proceder del mal empleo del poder informático es que
se ha reconocido la garantía constitucional llamada hábeas data1390.
1385
ESPINOSA-SALDAÑA, Eloy. El hábeas data en el derecho comparado y el Perú, y algunas
notas sobre su real viabilidad y la pertinencia en nuestro país. En: CASTAÑEDA OTSU, Susana
(coordinadora). "Derecho Procesal Constitucional". T-II, 2' edición, Jurista Editores, Lima 2004,
p. 912.
1386
SAGÜÉS, Néstor. Derecho Procesal Constitucional. Acción de amparo. Vol. 3,4' edición,
Astrea, Buenos Aires 1995,p. 678
1387
Expresión acuñada igualmente por el Tribunal Constitucional. Por todos cfr. Exp. N° 1797-
2002HD ITC, del 29 de enero de 2003, f. j. 3; Y Exp. N° 0700-2003-HC/TC, del 1 O de abril de
2003, en cuyo f. j. 2
1388
GARCÍA BELAUNDE, Domingo. Derecho Procesal Constitucional. Temis, Bogotá, 2001, p.
55.
1389
Cfr. LANDA, César. Teoría del Derecho Procesal Constitucional. l' reimpresión, Palestra,
Lima 2004. p. 134.
1390
Sagüés, hablando de la posibilidad de compatibilizar el "derecho informático" y "los otros
derechos eventualmente perjudicados", a6rma que "[u]na vía de solución estriba en definir una
zona de 'información sensible', no registrable en los bancos de datos, o con áreas
insusceptibles de registrar. La 'información susceptible' cubre puntos como religión, ideas
políticas, comportamiento sexual, salud moral y física, vinculaciones sindicales, raza. Otro
mecanismo de adaptación consiste en auspiciar un proceso judicial expeditivo (en concreto, el
hábeas data)". SAGÜÉS, Néstor.
Hábeas data: su desarrollo constitucional. En: "Lecturas Constitucionales Andinas 3". Comisión
Andina de Juristas, Lima, 1994, p. 88
El Derecho no puede ni debe desconocer la existencia del poder informático ni
debe renunciar a combatir sus excesos. El Derecho debe realizar su mejor
esfuerzo dirigido a regular y controlar la existencia de bancos de datos, así
como el manejo de la información en ellos contenida, a fin de evitar situaciones
atentatorias contra los derechos constitucionales, particularmente de derechos
vulnerables como el derecho a la intimidad1391.
La doctrina coincide en afirmar que el hábeas data como garantía que pretende
neutralizar los excesos del poder informático, debe poder servir para lograr las
siguientes pretensiones de las personas cuya información está contenida en
algún banco o registro de datos: acceder a la información; actualizar, rectificar o
excluir información del registro; y atribuir a la información el carácter de
información confidencial1392. La pregunta que conviene formular es si es posible
concluir esta virtualidad del hábeas data desde el texto constitucional peruano.
En el caso peruano, toda esta virtualidad se puede inferir del artículo 2.6 de la
Carta del 93. La norma constitucional habla de suministro de i'!formación, lo
que a priori haría pensar que se trata de una disposición que no incluiría dentro
de su campo de protección, todas las situaciones anteriores al acto de
suministro y, por tanto, tampoco incluiría ninguna de las virtualidades
apuntadas.
Sin embargo, esta impresión inicial no es la correcta pues resultaría muy poco
eficaz circunscribir las facultades que otorga el derecho solo al acto de
suministro de información. El derecho recogido en el artículo 2.6 de la
Constitución tiene por finalidad que los servicios informáticos -públicos o
privados, computarizados o no suministren determinada información que
potencialmente pueda ser agresora del derecho a la intimidad. Pues bien, esta
finalidad solo podrá obtenerse en la medida que se otorgue al titular del
derecho todas las facultades dirigidas a posibilitar que la entrega de
información que pueda dañar la intimidad de las personas, no se llegue a
verificar. No será posible que no se suministre información que atente contra la
intimidad, sino se otorga al titular la facultad de acceder a la información
contenida en un banco de datos para actualizarla, rectificarla, declararla
confidencial o excluirla, según corresponda.
1391
Cfr. ESPINOSA-SALDAÑA, Eloy. Código Procesal Constitucional. Proceso contencioso
administrativo y derechos del administrado. Palestra, Lima 2004, p. 53
1392
CEr. SAGÜÉS, Néstor. Ob. cit., p. 681
mecanismo de protección que alcanza también a los momentos anteriores al
suministro de la información y, por tanto, hacer proceder el hábeas data,
además de evitar el suministro de información, también para proteger el acceso
a la información contenida en el banco de datos y para su correspondiente
fiscalización a través de su actualización, ratificación, confidencialidad o
exclusión.
Han sido varias las respuestas que se han formulado a la pregunta antes
planteada. Así, se tiene afirmado que "su existencia como garantía o proceso
constitucional carece de suficiente justificación"1396, ya que "el Hábeas Data es
una especie de Amparo especializado para la defensa de ciertos derechos" 1397,
es decir, "importa, pues, una pieza del derecho procesal constitucional
configurativa de un amparo especializado, con fatalidades específicas"1398, al
punto que -y en referencia a la Constitución peruana- "resultaba innecesaria su
incorporación en la nueva Constitución, pues para proteger este derecho [de
libertad informática] bastaba con regular adecuadamente al proceso de
amparo"1399. También hay posturas contrarias, como aquella que afirma que "la
naturaleza de las actividades vinculadas a la informática, y el riesgo de un mal
uso de estos instrumentos [informáticos] (...) sí parece aconsejar este trato
diferenciado [entre amparo y hábeas data]"1400. Incluso, existe la opinión que
afirma que "[e]n realidad, no tiene mayor importancia si el hábeas data existe
como figura procesal autónoma o si está encubierto y aparece como
dependiente de otra. Lo importante, en realidad, es que el derecho sea
protegido"1401.
1396
EGUlGUREN PRAELI, Francisco. El habeas data y su desarrollo en el Perno En: "Derecho"
N° 51, Lima, 1997, p. 308.
1397
BOREA ODRÍA, Alberto. Evolución de /as garantías constitucionales. 2" edición actualizada,
Fe de Erratas, Lima, 2000, p. 487
1398
SAGÜÉS, Néstor. Ob. cit., p. 655
1399
ABAD YUPANQUI, Samuel. Hábeas data y conflicto entre órganos constitucionales: dos
nuevos procesos constitucionales. En: AA. vv., "La Constitución de 1993. Análisis y
comentarios", Comisión Andina de Juristas, Lima 1994, p. 268
1400
ESPINOSA-SALDAÑA, Eloy. Ob. cit., P. 891.
1401
GARCÍA BELAUNDE, Domingo. Ob. cit, P. 58
No se puede intentar solucionar la cuestión planteada si es que primero no se
intenta establecer cual puede ser ese punto o contenido que hace distinto el
amparo del hábeas data. En referencia siempre al ordenamiento constitucional
peruano, en un momento inicial el hábeas data se diferencia del amparo no
tanto por el derecho constitucional que se desea proteger, que en uno y otro
caso será el mismo (el derecho a la intimidad, el derecho al honor o el derecho
a la imagen); sino que la diferencia se configura a partir de los actos agresores
de esos derechos. Se habla de hábeas data y no de amparo en razón de que
los actos de agresión a un derecho constitucional provienen de un ámbito de
cosas especialísimo: la técnica informática (computarizada o no). Es como si
los actos de agresión de los derechos a la intimidad, al honor o a la imagen, por
ejemplo, se dividieran en dos grupos: aquellas agresiones que son fruto del
ejercicio de un poder informático y aquellas otras que no lo son. AsL solo
cuando las agresiones sean del primer grupo se hablará de hábeas data. Solo
en este caso, y en un segundo momento, puede hablarse del mencionado
"derecho a la autodeterminación informativa" como un derecho que otorga una
serie de facultades a su titular, facultades dirigidas en la línea de neutralizar los
posibles excesos en el ejercicio del poder informático.
DOCTRINA
Artículo 200
CONCORDANCIAS:
1. Introducción
1403
Si bien los decretos ley no se encuentran mencionados en el artículo 200 inciso 4 de la
Constitución, pues son normas ajenas al ordenamiento constitucional, el Tribunal ha
establecido que tiene competencia para analizar si estas disposiciones son compatibles con la
ley fundamental, lo cual resulta razonable por cuanto se trata de normas que aún se
encuentran vigentes. Se pueden revisar al respecto las sentencias de los Expedientes N°s.
007-96-I/TC (publicada el 26 de abril de 1997), 021-96-I/TC (publicada el 23 de mayo de 1997)
y 010-2002-AI/TC (publicada el4 de enero de 2003). Fue en la última de estas sentencias que
el Tribunal se pronunció por primera vez, en forma expresa, sobre su competencia para
conocer demandas de inconstitucionalidad contra Decretos Leyes. En términos generales
señaló: (a) los decretos leyes "deben considerarse como actos con jerarquía de ley y, por lo
tanto, susceptibles de ser modificados o derogados por otras normas del mismo valor y rango;
y por ende. sujetos al control de la constitucionalidad"; b) las normas comprendidas en el inciso
4 del artículo 200 de la Constitución "solo tienen un carácter enunciativo y no taxativo de las
normas que son susceptibles de ser sometidas al control en una acción de
inconstitucionalidad".
1404
La expresión "leyes de reforma constitucional" prevista en el artículo 206 de la Constitución
ha servido de fundamento para que el Tribunal Constitucional interprete que sus facultades de
control también se extienden a este tipo de normas. En este sentido ha señalado que "si bien el
inciso 4 del artículo 200 de la Constitución no prevé expresamente las leyes de reforma
constitucional como objeto de la acción de inconstitucionalidad, también es verdad que esta se
introduce al ordenamiento constitucional mediante una ley y, además, porque el poder de
reforma de la Constitución, por muy especial y singular que sea su condición, no deja de ser un
auténtico poder constituido y, por lo tanto, limitado". Ver al respecto la sentencia del Expediente
N° 014-2002-AII TC, publicada el 25 de enero de 2003, párrafo 35.
1405
El artículo 3 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional señala: "En ningún caso se
puede promover contienda de competencia o de atribuciones al Tribunal respecto de los
asuntos que le son propios de acuerdo con la Constitución y la presente ley".
inconstitucionalidad. Esto es acorde con lo dispuesto en el Código Procesal
Constitucional (artículo 100), el que señala que el plazo para presentar una
demanda de inconstitucionalidad se empieza a contar a partir de la publicación
de la norma.
1406
El artículo 241 inciso 8 de la Constitución de Colombia establece como competencia de la
Corte Constitucional "decidir definitivamente sobre la constitucionalidad (...) de los proyectos de
leves estatutarias tanto por su contenido material como por vicios de procedimiento en su
formación" (subrayado nuestro). En este país, las leyes estatutarias se distinguen de las leyes
ordinarias por su contenido y por los mayores requisitos que se exigen para su aprobación. En
cuanto al contenido, e! artículo 152 de la Constitución de Colombia señala que los siguientes
temas solo pueden ser desarrollados a través de leyes estatutarias: a) derechos y deberes
fundamentales de las personas y los procedimientos para su protección; b) administración de
justicia; c) organización y régimen de los partidos y movimientos políticos, e! estatuto de la
oposición y las funciones electorales; d) instituciones y mecanismos de participación
ciudadana; y e) estados de excepción. El control previo que realiza la Corte Constitucional de
Colombia consiste en la revisión integral de cada una de las disposiciones de las leyes
estatutarias. Esta revisión se produce una vez aprobado e! proyecto de ley en e! Congreso. Si
la Corte considera que e! proyecto es constitucional, este se envía al Presidente de la
República para su promulgación. Si es declarado total o parcialmente inconstitucional, e!
proyecto se remite a la Cámara de origen. Si la inconstitucionalidad es parcial y no ha
terminado la legislatura correspondiente, la Cámara de origen puede rehacer las disposiciones
afectadas en concordancia con e! dictamen de la Corte. Una vez cumplido este trámite, se
remite el nuevo proyecto a la Corte para e! fallo definitivo (Decreto 2067, artículos 41 y 33).
1407
Ver sentencia de! Expediente N° 003-96-I/TC, publicada e! 25 de diciembre de 1996
1408
Ver sentencia de! Expediente N° 004-2001-I/TC, publicada e! 27 de diciembre de 2001
inconstitucionalidad, que tales normas entren en vigor y originen perjuicios en
asuntos de especial trascendencia.
El Código Procesal Constitucional aborda el tema del plazo para presentar una
demanda de inconstitucionalidad en su artículo 100 y señala que el mismo es
de seis (06) años contados a partir de la publicación de la norma y de seis (06)
meses para el caso de los tratados. La Segunda Disposición Final establece
que al entrar en vigencia el Código, los procesos en trámite continuarán
rigiéndose por las normas anteriores a efectos de, entre otros aspectos, el
cómputo de los plazos que hubieran empezado. El artículo 100 del Código
precisa asimismo que, una vez vencido el plazo para presentar una demanda
de inconstitucionalidad prescribe la pretensión, sin perjuicio de lo dispuesto por
el artículo 51 y por el segundo párrafo del artículo 138 de la Constitución, es
decir, sin perjuicio de que los jueces puedan hacer uso de su facultad de
control difuso de la constitucionalidad de las normas jurídicas, lo cual conftrma
el carácter mixto de nuestro sistema de control constitucional abstracto de
normas.
5. Motivos para declarar inconstitucional una norma por el fondo o por la forma
1409
Las normas internacionales sobre derechos humanos se incorporan como parámetro para
analizar la constitucionalidad de las normas internas como consecuencia de lo dispuesto en la
Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Carta de 1993. La jurisprudencia del Tribunal
Constitucional llevó a la práctica este mandato constitucional y extendió sus alcances de la
obligación de observar la jurisprudencia internacional. El Código Procesal Constitucional ha
recogido esta tendencia al señalar lo siguiente en el artículo V de su Título Preliminar: "El
contenido y alcances de los derechos constitucionales protegidos por los procesos regulados
en el presente Código deben interpretarse de conformidad con la Declaración Universal de
Derechos Humanos, los tratados sobre derechos humanos, así como de las decisiones
adoptadas por los tribunales internacionales' sobre derechos humanos constituidos según
tratados de los que el Perú es parte".
1410
El artículo 83 del Código Procesal Constitucional señala que por la declaración de
inconstitucionalidad de una norma "no recobran vigencia las disposiciones legales que ella
hubiera derogado".
inconstitucionalidad (artículo 82, primer párrafo). Asimismo señala dos
precisiones importantes:
1411
Sentencia del Expediente N° 024-96-AI/TC, publicada el 26 de abril de 2001, fundamento 6.
El efecto vinculante de las decisiones emitidas en los procesos de
inconstitucionalidad presenta especiales características respecto a los
tribunales ordinarios, los que no pueden inaplicar una norma que ha sido
declarada por el Tribunal como compatible con la Constitución. Asimismo,
deben adecuar su interpretación de las normas a lo señalado por el supremo
intérprete de la Constitución. Al respecto el Código Procesal Constitucional
señala lo siguiente en su Título Preliminar (artículo VI, segundo y tercer
párrafo):
Los Jueces interpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de ley y los
reglamentos según los preceptos y principios constitucionales, conforme a la
interpretación de los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el
Tribunal Constitucional".
DOCTRINA
Artículo 200
CONCORDANCIAS:
1. Aspectos generales
En este nuevo cuerpo normativo se establece una sección común (Título VI,
artículos 75 al 83) dedicada al proceso de inconstitucionalidad y al proceso de
acción popular, lo cual se explica por cuanto se trata de dos procesos similares
en cuanto a su alcance: defender la supremacía normativa de la Constitución.
Asimismo se establece un conjunto de normas específicas sobre el proceso de
acción popular en el Título VII (artículos 84 al 97). En términos generales, las
normas del Código son similares a las de la derogada Ley N° 24968, aunque
existen algunas diferencias interesantes que iremos mencionando a lo largo de
este texto.
Sin embargo, es importante señalar que no todos los países cuentan con un
proceso similar a nuestra acción popular, ni este proceso es la única vía
existente para que los tribunales puedan pronunciarse sobre la
inconstitucionalidad de las normas administrativas de carácter general. Al
evaluar el caso español, Caamaño describe que existen varias posibilidades al
respecto, como el análisis que sobre este tema se pueda hacer en el marco de
1413
Al comentar esta norma, Jorge Danós señalaba: "Una apreciación global de la citada ley,
permite observar que en varios aspectos ha seguido el modelo de procedimiento estructurado
por la Ley Orgánica del Tribunal de Garantías Constitucionales, para la acción de
inconstitucionalidad. Nos parece acertado que el legislador del procedimiento de la acción
popular tome prestado instituciones y normas del procedimiento de la acción de
inconstitucionalidad, porque (.u) ambos instrumentos de Garantía Constitucional tienen por
objeto el control reparador o represivo de las normas jurídicas de carácter general, en vía de
acción y principal, con efectos generales erga omnes y , abstractos." DANÓS ORDÓÑEZ,
Jorge. La garantía constitucional de lo acción populor. En: "Lecturas sobre Temas
Constitucionales" N° 4. Comisión Andina de Juristas, Lima, 1990, p. 157.
1414
GARCÍA BELAUNDE, Domingo. Garantías constitucionales en h Constitución peruana de
1993. En: "Lecturas sobre temas constitucionales" N° 10. Comisión Anilina de Juristas, Lima,
1994, p. 261
un proceso contencioso administrativo e, incluso, a través de un proceso de
amparo, tema que no ha estado exento de polémica1415.
El tema de la legitimidad para presentar una demanda que permita dar inicio a
un proceso de control abstracto de normas tiene una especial importancia. Al
establecerse quiénes son los sujetos facultados para presentar una demanda al
respecto, se está al mismo tiempo determinando el grado de protección de la
Constitución.
Es importante anotar que existen una serie de obligaciones que surgen para
aquellas personas que presentan una demanda de acción popular, previstas
para evitar demandas temerarias. En este sentido, el artículo 97 del Código
Procesal Constitucional establece:
"El plazo para interponer la demanda de acción popular prescribe a los cinco
años contados desde el día siguiente de publicación de la norma."
El artículo 100 del Código establece que, una vez vencido el plazo para
presentar una demanda de inconstitucionalidad prescribe la pretensión, sin
perjuicio de lo dispuesto por el artículo 51 y por el segundo párrafo del artículo
138 de la Constitución, es decir, sin perjuicio de que los jueces puedan hacer
uso de su facultad de control difuso de la constitucionalidad de las normas
jurídicas, lo cual confirma el carácter mixto de nuestro sistema de control
constitucional de normas. Aunque una disposición similar no se ha previsto
respecto al proceso de acción popular, consideramos que la misma idea debe
ser aplicada.
La Carta de 1993 no dice mucho sobre este tema, pues se limita a señalar que
el proceso de acción popular procede ante una "infracción de la Constitución o
la ley".
El Código Procesal Constitucional aborda esta materia en el artículo 75 y
establece al respecto:
1416
Resolución del Expediente N° 000S-2003-AI/TC, del 18 de julio de 2003 y publicada el 7 de \
agosto de 2003. Este proceso continuó su trámite y el Tribunal emitió finalmente la sentencia
correspondiente, publicada el 18 de octubre de 2003
"La demanda de acción popular procede contra los reglamentos, normas
administrativas y resoluciones de carácter general, cualquiera sea la autoridad
de la que emanen, siempre que infrinjan la Constitución o la ley, o cuando no
hayan sido expedidas o publicadas en la forma prescrita por la Constitución o la
ley, según el caso" (subrayado nuestro).
Ambas normas del Código permiten precisar las razones que pueden dar lugar
a la impugnación de una norma a través del proceso de acción popular.
6. Principios de interpretación
7. Instancias
La Carta de 1993 no dice mucho sobre este tema, pues se limita a señalar que
el proceso de acción popular procede ante una "infracción de la Constitución o
la ley".
El Código Procesal Constitucional aborda esta materia en el artículo 75 y
establece al respecto:
6. Principios de interpretación
7. Instancias
Asimismo el Código aborda este tema al otorgar el valor de cosa juzgada a las
decisiones del Poder Judicial en los procesos de acción popular (artículo 82,
primer párrafo). Establece además dos precisiones importantes:
9. Reflexiones finales
El proceso de acción popular es uno de los mecanismos que permite la
defensa de la Constitución a través de los órganos jurisdiccionales del Estado.
La Constitución de 199310 contempla y la legislación asigna al Poder Judicial
la competencia para conocer y resolver, a través de dos instancias, las
demandas respectivas. Lamentablemente, se carece de información para saber
realmente cuál es el grado de empleo de este proceso y existe poco análisis de
las decisiones emitidas en el marco del mismo.
DOCTRINA
Artículo 200
CONCORDANCIAS:
1. Antecedentes
1418
Constitución de 1991, artículo 87.- "Toda persona podrá acudir ante autoridad judicial para
hacer efectivo el cumplimiento de una ley o acto administrativo. En caso de prosperar la acción
la sentencia ordenará a la autoridad renuente el cumplimiento del deber omitido". Mayores
referencias sobre otros procesos que guardan coincidencias con la acción de cumplimiento en,
CARPIO MARCOS, Edgar. La acción de cumplimiento (con especial referencia al caso
peruano), en: FERRER MAC-GREGOR (coord.) "Derecho Procesal Constitucional". Vol. 11,
Forma, México, 2002, pp. 1719-1731.
especialmente llamativa si tenemos en cuenta la novedad de esta
institución1419.
1422
Cfr. GARCIA DE ENTERRIA, Eduardo y FERNANDEZ, Tomas Ramón. Curso de Derecho
Administrativo, Tomo 1, Civitas, Madrid, 1999, p. 39 ss., quienes definen al Derecho
Administrativo como derecho de las administraciones públicas.
1423
Criterios expresados por el Tribunal Constitucional en los Exp. N° 0191-2003-AC/TC y N°
23872003-AC/TC.
de cumplimiento no controla cualquier inactividad de la administración sino
aquella que asume la condición de renuente, conforme al artículo 200, inciso 6.
DOCTRINA
(...)
Una ley orgánica regula el ejercicio de estas garantías y los efectos de la
declaración de inconstitucionalidad o ilegalidad de las normas.
El ejercicio de las acciones de hábeas corpus y de amparo no se suspende
durante la vigencia de los regímenes de excepción a que se refiere el artículo
137 de la Constitución.
Cuando se interponen acciones de esta naturaleza en relación con derechos
restringidos o suspendidos, el órgano jurisdiccional competente examina la
razonabilidad y la proporcionalidad del acto restrictivo. No corresponde al juez
cuestionar la declaración del estado de emergencia ni de sitio
CONCORDANCIAS:
1424
Agravado por e! número de votos exigidos para la aprobación de una ley orgánica: "se
necesita el voto de más de la mitad del número legal de miembros de! Congreso"; porque e!
trámite es el mismo que e! previsto para una ley ordinaria
sino incluso de orden competencial. Así, por ejemplo, que determinadas
fuentes, como la ley orgánica, solo son capaces de regular determinadas
materias"1425. Esas materias son, en general, "las referidas a la estructura y
funcionamiento de las entidades del Estado previstas en la Constitución, así
como también las otras materias cuya regulación por ley orgánica está
establecida en la Constitución" (primer párrafo del artículo 106). Dentro de esas
otras materias se encuentra la referida a las garantías constitucionales.
Con base en estas premisas, lo que debe afirmase es que los derechos no se
suspenden realmente en un estado de excepción. Así lo viene a confirmar la
disposición constitucional que ha ordenado la procedencia del amparo y del
hábeas corpus frente a derechos constitucionales suspendidos en un régimen
de excepción. Y es que, "La propia significación y naturaleza de la suspensión
exige no poder hablar de gradaciones en los efectos suspensivos. Es decir, lo
que está suspendido no tiene otra forma de estarlo más que totalmente
suspendido. El contenido de un derecho fundamental no puede estar
parcialmente suspendido. Estar (totalmente) suspendido el derecho significa
que ese derecho no está vigente y, por ello, no es exigible. Pero ¿cómo se
puede estar (totalmente) suspendido y a la vez disponer que hay que examinar
la proporcionalidad y razonabilidad de la restricción del derecho? Si está
suspendido el derecho no tiene vigencia y, consecuentemente, no se puede
hablar de restricción porque no se puede restringir aquello que jurídicamente
no tiene vigencia"1431.
Esto no quiere significar -se debe afirmar una vez más- que en el ordenamiento
jurídico peruano los derechos constitucionales son derechos ilimitados. Los
derechos constitucionales, como bien ha afirmado el Tribunal Constitucional,
son esencialmente limitados1432. Lo que quiere significar es que el contenido
limitado de todo derecho constitucional es exigible incluso en los estados de
excepción. Con un ejemplo se clarificará.
DOCTRINA