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POSITIVISMO Y

NEOPOSITIVISMO
Volumen 19

Joan López i Carrera


Catedrático de Filosofía

Biblioteca Didáctica de Filosofía


BsdBWsil vicensvivesT
I. Positivismo

Tradicionalm cntc, la expresión positivism o va asociada a la obra del fran­


cés Auguste Com te (1798-1857), a quien se considera el fundador de la filo­
sofía positiva, aunque sus raíces se hunden en la Edad Media, sobre todo en
el siglo X IV (1), localizándose el p u n to de arranque efectivo —según el mis­
mo C om te— en la obra del inglés Francis Bacon (1561-1626).

El prim ero en utilizar la expresión filo so fía positiva fue Saint-Sim on, de
quien A. Com te fue secretario durante unos años, si bien éste se encargó de
profundizar y desarrollar el significado de la expresión que, con el paso del
tiem po, fue adquiriendo un sentido muy distinto al que le daban Saínt-
Simon y Comte.

En Com te el positivismo com prende una teoría de la ciencia (influencia


de las escuelas científicas surgidas de la Revolución Francesa), una reforma de
la sociedad (influencia del socialismo utópico) y una religión (evolución
místico-religiosa de su pensam iento en los últim os años de su vida).

La misión de la filosofía, según C om te, es la de precisar el desarrollo de


cada ciencia y captar, desde su interior, la línea directriz. La ley de los tres
estados, el elem ento más conocido de la doctrina com tiana, perm ite llevar a
térm ino aquella misión. Esta ley afirma que la historia del espíritu hum ano
evoluciona, en todos los campos de actividad, pasando por tres fases sucesivas:
teológica, metafísica y científica.

El estado teológico representa la forma original y espontánea del pensa­


m iento. El hom bre se interroga sobre la naturaleza oculta de las cosas, sobre
el «porqué» y explica los hechos y fenóm enos del universo afirm ando que es­
tán gobernados por la voluntad de un ser misterioso, sobrenatural. Este esta­
do pasa por tres etapas (fetichism o-politeísm o-m onoteísm o), cuyo desarrollo
equivale a un progresivo descubrim iento de la invariabilidad de las leyes na­
turales. Es un estado dom inado por la fantasía y la imaginación y corresponde
a la infancia de la H um anidad.

En el estado metafíisico la m ente hum ana continúa preguntándose el


«porqué» de las cosas, pero no busca la respuesta en unos seres sobrenaturales,

(1) C uando se em pieza a considerar com o ob jeto de conocim iento científico sólo lo dado m e­
diante los datos de los sentidos.

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divinos, más allá de la naturaleza, sino que recurre a unas fuerzas ocultas, lo­
calizadas en las cosas mismas, las cuales actuarían de acuerdo con unas «pro­
piedades», «cualidades» o «poderes naturales» que, sin em bargo, escaparían a
todo control empírico. En este estado la reflexión sustituye a la fantasía y la
metafísica a la religión.

El estado positivo representa el abandono, por estéril, de la pregunta


«¿por qué?» —estudio de las causas o esencia de los fenómenos— , interesán­
dose por el «cómo» (cómo surgen los fenómenos, cómo se desarrollan, cómo
se relacionan). Hay una renuncia a buscar el origen y el destino del universo
y el interés se centra en la investigación de los fenómenos concretos para des­
cubrir así las leyes que los rigen. En un intento de descubrir los caracteres
constitutivos de este saber positivo, Com te em plea el m étodo crítico de
H um e, que desembocará en las formas más recientes de empirismo y positi­
vismo. Todo conocimiento auténtico ha de fundarse en la experiencia. La pro­
posición no verificable em píricam ente será considerada m etafísica, aunque
presente apariencia de proposición científica.

fetichismo

¡
Dominio de la imaginación

!
politeísmo
y fantasía
monoteísmo

Ley de los
tres estados metafísico — ► Paso de la imaginación a la reflexión
de la Humanidad

positivo — » Dominio de la observación

La crítica radical de H um e contra el principio de la causalidad se conver­


tirá, en Com te, en un ataque a todos los principios metafísicos.

Todas las ciencias pasan por la ley de los tres estados, si bien su llegada
a los estratos superiores no es fortuita, sino que viene determ inada por el o b ­
jeto mismo de sus estudios, así como por las relaciones que las unen a las ne­
cesidades de la vida social.

Aquí surge una característica propia del pensam iento de Comte: la exi­
gencia de organización (ninguna actividad —intelectual o práctica— es eficaz
si carece de organización). Así surgen los dos problemas determ inantes de su
filosofía: organizar unitariam ente el saber científico (problem a de todas las fi­
losofías positivistas) y reorganizar la vida social que en Europa había perdido

«
su unidad desde el final de la Edad Media, al perder la Iglesia su protagonis­
mo y poder dirigente. Esta tarea la asignará Com te a la sociología.

El problem a de la organización del saber científico lleva a Com te a la si­


guiente clasificación de las ciencias: m atemáticas, astronom ía, física, quím ica,
biología, sociología.

Es una clasificación que obedece a criterios lógicos (grado decreciente de


generalización y grado creciente de com plejidad), históricos (es el orden en
que han ido apareciendo y adquiriendo su estadio positivo) y pedagógicos (se
deben enseñar las ciencias al alum no en este mismo orden).

Hay que añadir que cada ciencia necesita de la anterior y es necesaria a


la siguiente, a excepción de las matem áticas, las cuales, por la generalidad de
su objeto, son más un m étodo que una ciencia: pueden aplicarse a toda clase
de hechos y no necesitan de ninguna ciencia anterior m ientras que, sin ellas,
ninguna ciencia habría sido posible.

La psicología, que en el positivismo posterior llegará a asum ir una posi­


ción de ciencia fundam ental, no aparece en esta clasificación, porque Com te
considera que puede reducirse, en parte, a la biología y, en parte, a la socio­
logía.

La novedad más im portante de esta clasificación es el lugar preponderan­


te asignado a la sociología que, en la época de C om te, no había llegado toda­
vía a su estadio positivo, por lo que la tarea más im portante del positivismo,
según él, era acelerar esta llegada. A la sociología — a la que prim eram ente
llamará física social (estudio positivo de los hechos sociales)— le asignará la
función de organizar la unidad perdida de los espíritus desde la Edad Media.
Para facilitar esta tarea, Com te, que rechaza la religión como una forma in­
fantil de conocim iento, la rehabilita por su fuerza social, capaz de unir y ar­
monizar las voluntades individuales sustituyendo, eso sí, sus dogmas por un
conocimiento científico positivo, aunque se conserven sus formas y ritos.

Com te am pliará el campo de la sociología hasta incluir en él la ética y


la política, si bien en los últim os años de su vida situará la ética como séptim a
ciencia fundam ental y coronam iento definitivo de las restantes.

El positivismo, que nació en la atmósfera cultural surgida en torno a la


primera escuela de la burguesía industrial francesa (Escuela Politécnica de
París), se difundirá por toda Europa acom pañando la industrialización cre­
ciente. Por eso se le considera como expresión de la m entalidad de la sociedad
burguesa e industrial, consolidada en Europa durante la segunda m itad del
siglo X IX .

o
Con su extensión, penetrará no sólo en los medios científicos y filosófi­
cos, sino tam bién en los históricos y literarios. Todo esto com portará que el
térm ino positivismo vaya adquiriendo una pluralidad de acepciones y convir­
tiéndose en una actitud que impregnará la mayor parte de las tendencias filo­
sóficas de fines del siglo XIX y una parte im portante de las del siglo XX.

A pesar de que es muy difícil determ inar los caracteres comunes del posi­
tivismo posterior a Com te, incluso limitados al positivismo contem poráneo,
pueden destacarse algunas características:

1? Fenom enism o. No hay ninguna diferencia real entre esencia y fe n ó ­


m eno. Los fenómenos que percibimos no son manifestación de realidades no
reveladas directam ente al conocimiento ordinario, lo que justificaría el uso de
un concepto como el de sustancia, fundam ental en cualquier doctrina m etafí­
sica. Todas las discusiones sobre cuestiones que van más allá de la experiencia
desembocan en un puro verbalismo.

2? N om inalism o. Es consecuencia de la característica anterior. Todo sa­


ber, aunque se presente form ulado en térm inos generales, no es sino un saber
sobre objetos concretos singulares. Así, todo conocim iento abstracto no es más
que ordenación, una clasificación de los datos experimentales y no posee nin­
guna autonom ía cognoscitiva, ya que nos conduciría más allá de lo empírico.
Todos los contenidos de la metafísica no son más que ilusiones surgidas del
hecho de atribuir ilegítim am ente existencia a lo que no puede existir fuera
de la palabra.

3.a Negación de valor cognoscitivo a los juicios de valor y a los enuncia­


dos norm ativos. Se trata de una consecuencia del fenomenism o y el nom ina­
lismo anteriores. Todos los términos que utilizamos para calificar aconteci­
mientos, cosas y, sobre todo, conductas hum anas (bueno, malo, herm oso...)
no nos son dados en la experiencia ni existe una esfera de valores fuera del
m undo sensible. Esto no significa prohibición de enunciar juicios de valor so­
bre lo que sea, sino ser conscientes de que éstos no dependen de razones cien­
tíficas. Son resultado de nuestra elección arbitraria.

4? Fe en la u n id a d fu n d a m en ta l d e l m étodo de la ciencia. Se trata de


la certeza, siempre presente en las doctrinas positivistas, de que los modos de
adquisición del saber válido, al igual que las principales etapas de la elabora­
ción de la experiencia a través de la reflexión teórica, son las mismas en todos
los campos de la experiencia. Esto llevó a muchos positivistas a pensar en la
posibilidad de reducir todas las ciencias a una sola: la física (fisicalismo), por
ser la que ha elaborado los mejores modos de descripción y posee explicacio­
nes que abarcan las propiedades y los fenómenos más universales dentro de
la naturaleza.
Éstas son algunas de las características más im portantes del positivismo,
que, resumidas en una, es su clara aversión a la metafísica ateniéndose a lo
dado y no salir nunca de él, por lo que la filosofía queda reducida a los resul­
tados de la ciencia.

Positivismo (A . Comte) Contexto histórico,


cultural y filosófico

1798 Nace A. Comte en Montpellier Primera exposición industrial en


París. Expedición de Napoleón
a Egipto
1804 Promulgación del Code Civil. Na­
poleón emperador de Francia y
Francisco II emperador de Aus­
tria. Muere Kant
1806 Fin del Sacro Imperio Romano de
la Nación Alemana. F e n o m e ­
n o lo g ía d e l E s p íritu , de Hegel.
1812 Campaña rusa de Napoleón. Cor­
tes de Cádiz
1814 Comte admitido en la Escuela Calda de Napoleón y restaura-
Politécnica ción de los Borbones en Fran­
cia. Fernando Vil restablece el
absolutismo en España
1815 Los cien días de Waterloo. Se­
gundo tratado de París. La
Santa Alianza
1816 Comte proyecta ir a EE.UU. Co- Momento culminante de la revo-
noce a Saint-Simon lución industrial en Inglaterra
1819 Primer esbozo de la filosofía so­
cial
1820 Trienio liberal en España. Nacen
Engels y Spencer
1822 Comte publica en el Systéme
industriel de Saint-Simon,
P ro s p e c tu s de s T ra v e a u x
sc ie n tifiq u e s n é ce ssa ire s p o u r
ré o rg a n is e r la so c ie té
1823 Los Cien Mil Hijos de San Luis a
España para restablecer el ab­
solutismo borbónico
1824 S y s té m e de p o litiq u e p o s itiv e . Sube al trono Carlos X, líder de
Ruptura con Saint-Simon la reacción ultramontana
1826 Comte inaugura las lecciones del
Curso de filosofía positiva. In­
ternado en un sanatorio y de­
clarado incurable
Contexto histórico,
Positivismo (A . Comte) cultural y filosófico

1830 Aparece el primer volumen del París, hogar de los revoluciona-


C u rs o de filosofía p o s itiv a rios europeos. Con la Revolu­
ción de Julio, la burguesía se
convierte en clase política
1831 Muere Hegel
1832 Muere Goethe
1836 Segundo volumen del C u rs o de
filosofía p o s itiv a .
1838 Tercer volumen del C u rs o de fi­
lo so fía p o s itiv a .
1839 Cuarto volumen del C u rs o de fi­
lo so fía p o s itiv a .
1840 Proudhon: ¿ Q u é es la p ro p ie d a d ?
1841 Quinto volumen del C u rs o de fi­
lo so fía p o s itiv a
1842 Sexto y último volumen del C u r ­
s o d e filoso fía p o s itiv a .
1844 D is c u rs o so b re el e s p íritu p o s i­
tiv o
1848 Fundación de la Sociedad Posi- Manifiesto Comunista. Se pro-
tivista. Predominio del senti- clama el gobierno provisional
miento de París. Proclamación de la
República. Luis Napoleón Bo-
naparte, elegido presidente.
Nace Frege
1851 Publicación de los 4 tomos del
1854 S is te m a de P o lític a p o s itiv a Revolución en España y guerra
de Crimea: Francia e Inglaterra
frente a Rusia
1856 Muere Comte Tratado de París: fin de la gue­
rra de Crimea

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