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¨PROBLEMAS Y DESAFIOS EN EL

PERU ACTUAL¨

“TRABAJO FINAL”

DOCENTE
Rocio Verónica Gómez Medina.

INTEGRANTES
Paredes Coyla Dayana Margaret
U18100792

Peña Ortega Piero Luciano U20216673

José Rubén Farfán Pineda U20219187

Arequipa – Perú 2021


Corrupcion
La corrupción es un mal que se ha convertido prácticamente en algo endémico en
nuestra sociedad e historia. Esto lo podemos afirmar, ahora con muchas más
luces, después de leer y conocer más de nuestro pasado colonial y republicano.
Tristemente llegamos a la siguiente conclusión: la corrupción es consustancial a
nuestra historia, es más, se puede afirmar con toda seguridad que es inmanente a
nuestra política.
El fragmento citado del pensador Manuel González Prada nos permite entender
que la coyuntura posguerra del Pacífico en la que vivía se encontraba plagada de
diversos defectos, estos eran la corrupción, el egoísmo y la desunión.
Prácticamente en cada estancia de la sociedad y de la vida se filtraban estas taras
humanas. Lo anteriormente mencionado toma certeza mayor cuando finaliza la
cita extraída de sus “Pájinas libres” espetando: “En resumen, hoy el Perú es
organismo enfermo: donde se aplica el dedo brota pus”. (1976, p. 56). Esta
sentencia comprendía la realidad de nuestro país.
Con todo esto, y haciendo una comparación analógica del Perú de los finales del
siglo XIX con el de este siglo XXI, podemos sostener y ratificar que la crítica del
Manuel González Prada continúa aún vigente y, lo decimos con mucho pesar,
parece que esto se perennizará y perdurará si no hacemos un cambio radical en
las bases éticas y axiológicas de nuestra sociedad. A continuación, ilustraremos
esta realidad para justificar nuestra posición.
Existe una buena cantidad de autores peruanos que han estudiado y explicado
cómo es que nuestra sociedad se convertido en una decadencia de moralidad
política y social. Todos ellos llegan a la resolución de que esto se debe
principalmente a la corrupción imperante en todo estrato de nuestra sociedad:
desde los círculos elevados del gobierno, hasta los círculos más pequeños de
nuestra cotidianeidad. En toda instancia se manifiesta este lastre moral.
Un epígono en la investigación y explicación de este tema es Alfonso Quiroz con
su obra “Historia de la corrupción en el Perú”. Este documento será el cimiento de
nuestra reflexión. La obra de Quiroz nos remite al pasado y nos comenta cómo es
que desde tiempos virreinales ya se veía este daño en la sociedad, sobre todo en
le sector público. Son sus palabras: “Desde el periodo del virreinato, pasando por
el periodo republicano, hasta nuestros días se constatan patrones más o menos
comunes respecto de los factores que favorecieron las prácticas venales en los
cargos públicos”. (2013, p. 34).
Es así que Quiroz explica que la corrupción en sector público ya viene desde
antes incluso de la fundación de la República. Desde el virreinato ya había visos
de este mal. Aunque, por estar bajo la regencia de un monarca, el nepotismo y el
compadrazgo era algo casi natural en un sistema de gobierno fundamentado en la
imposición y obligación.
Ahora, según Quiroz, sí podemos detectar que la corrupción y daño en el aparato
estatal se dio durante la República, pues se observa que a lo largo de la historia
peruana que el cohecho, la colusión y el tráfico de influencias son usadas en las
contrataciones estatales. (p.147)
Esto lo venimos arrastrando hasta la presente década de este siglo. Es más que
evidente que los políticos ven al Estado como un botín que debe ser llevado. Y los
gobernantes no hacen nada más que coludirse con el sector privado para defalcar
el erario nacional. Esto ya es sistémico y organizado. Desde las luchas por la
independencia, la naciente República, la época del guano, durante la guerra del
Pacífico, y en la Reconstrucción nacional, durante todos esos momentos
republicanos, siempre brotó el egoísmo del peruano.
Volviendo ya un poco más al siglo XX, Quiroz empieza a realizar un recuento de
los gobiernos dictatoriales, del terrible primer gobierno aprista y de la década
oscura del fuji-montesinismo. Aquí este autor concluye:
No se construye un verdadero Estado de derecho sin un sistema normativo
congruente con las necesidades del Estado, sin instituciones que velen por
el cumplimiento de la ley, sin un sistema de control que opere de manera
eficaz, sin una élite dirigente que mire por encima de sus propios intereses
y sin partidos políticos que representen los intereses de la población. (p. 45)
Entonces podemos entender que nuestro país no está llevado por verdaderos
líderes que busquen el bienestar de los ciudadanos. Los apetitos económicos y
financieros son los que impelen a estas personas con egoísmo a situarse en algún
cargo del Estado. Eso debemos cambiar.
Ya como conclusión, podemos agregar que solo queda invocar a la reflexión
mediante la exposición breve de lo que aconteció en Europa y que debemos tomar
como ejemplo urgente: Inglaterra e Italia, dos países donde hace tres décadas se
había apoderado la corrupción en la gestión y dirección pública, dieron un vuelco
de 180 grados en su administración estatal castigando y renovando sus políticas
estatales basados en la honestidad e integridad de sus servidores: Informe Nolan
y Tangentópolis, respectivamente. Quizás aquí en nuestro país ya es necesario
ese cambio radical desde los cimientos, cueste lo que cueste.

Fuentes bibliográficas:
Quiroz, A. (2013). Historia de la corrupción en le Perú. Lima: Instituto de Estudios
Peruanos.
González Prada, M. (1976). Pájinas libres. Horas de lucha. Venezuela: Fundación
Biblioteca Ayacucho.
Alfonso, Q. (2016). historia de la corrupcion. org.pe. Obtenido de
https://fondoeditorial.iep.org.pe/producto/historia-de-la-corrupcion-en-el-peru-
edicion-popular/

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