Binta y la gran idea

Los habitantes al sur de Senegal, viven en solidaridad y armonía; aunque, a pesar de compartir la
misma cultura, las ideas de algunos se anteponen a la de los demás. Las mujeres trabajan en los
arrozales, donde cada una tiene su trozo de tierra, pero trabajan juntas, ya que esta en su cultura
el poder ayudarse y trabajar en equipo. La pesca es igualmente una actividad importante para
ellos, aunque no siempre consiguen una buena recolección, lo cual les preocupa para el futuro de
sus hijos “ los niños tubab”; la mayoría de ellos reciben educación, que les da un mismo integrante
de la comunidad, donde les enseñan a trabajar juntos, sin importar las diferencias que se
presentan entre ellos, es muy importante que ellos aprendan lo básico de educación ya que se
observa que la mayoría de la población es analfabeta e incluso algunos presentan problemas al
vender sus productos (cosechas) y los engañan consumiéndolos a menor precio de lo que ellos
piden, por lo que se ve a la necesidad de que los niños se preparen de tal modo que puedan ser el
futuro y sostén de la comunidad; lamentablemente algunas personas de la tribu, tienen otras ideas
acerca de la educación y mas en el caso de las niñas, sus pensamientos radican en que ellas
deben contribuir en las tareas hogareñas, casarse y ser madres al igual que las otras mujeres, y
esta idea es un problema social ya que muchas niñas que quieren tener el derecho a la educación
son privadas de su libertad por sus propios padres.

Al presentarse esta problemática, surge una idea potencial, que un niño tubab sea adoptado, y
reciba la preparación necesaria para poder ayudar a los demás miembros de la sociedad, en
calidad de educación y valores igualitarias sin importar la diferencia de edad o sexo. Sin duda la
cultura que ellos tiene, se nutre de una convivencia en la que todos puedan ejercer una labor y
tengan derecho a recibir educación; a los niños les enseñan a practicar estos valores, para que, de
esta manera se pueda lograr que el núcleo de la comunidad no decaiga, pero es esencial una
preparación que les sirva de soporte para el futuro.

La comunidad de Binta esta llena de riquezas, ya que ellos no contemplan necesario, lo material, si
no, la armonía entre sus integrantes, el amor a su entorno, la ideología de cada uno y las
capacidades de los niños de imaginar, los gustos por los colores, que les recordaban todo lo que
les rodea y poder sobre llevar las expectativas a otro nivel, así también la unión que establecen
entre ellos.

En conclusión, el núcleo del cortometraje es la educación, la cual es un derecho fundamental e

indispensable para adquirir los conocimientos y alcanzar una vida social plena, al igual que permite
transmitir principios comunes a las nuevas generaciones, conservando así los valores de toda una
sociedad.

Fátima Concepción Villafranco Covarrubias

9 de septiembre de 2019.
Sección 103