a) La economía de Tiwanacu-. El enigma de Tiwanacu es posible que nunca
llegue a ser aclarado, pero hay un hecho evidente: sus ruinas constituyen un mensaje cultural, un legado histórico que, aunque indescifrado, permanecerá mientras exista el planeta. Y ese legado, por provenir de pueblos que fueron nuestros antecesores, se identifica con nuestras más caras aspiraciones en la lucha contra la alienación cultural, parte y complemento indispensable de la lucha reivindicacioncita. Las ruinas de Tiwanacu, aparte de su extraordinario valor artístico, pueden darnos una visión aproximada de lo que habría sido su base económica y social. La urbe, en su ingente grandeza, supone una organización de Estado basada en una economía agraria, dada la naturaleza del suelo. Debió existir una división del trabajo entre el pastoreo, los oficios manuales y la agricultura, y por consiguiente, ha debido haber una división de la sociedad en clases. Una capital de esa dimensión sugiere inmediatamente la presencia de un gobierno, de sus jerarquías, de sus funcionarios, de un ejército, de técnicos, arquitectos, calculistas, dibujantes, talladores, orfebres, fabricantes de herramientas, armas y utensilios, ¿fundidores, hilanderos, tejedores, talabarteros; habría médicos, cirujanos, astrónomos, sacerdotes. Habría una clase culta que manejaría el Estado, pero no podemos saber si habría sido despótica y tiránica, o benévola y paternalista como la incaica. Habría una clase media donde se reclutarían los funcionarios, los técnicos y los artesanos, y debajo, una clase trabajadora. Todo esto implicaría formas determinadas de vida y de conciencia, una superestructura de la que solamente quedan su rasgos culturales y artísticos. b) La economía aimara—quechua-. La proto—historia aimara—quechua, los relatos de los cronistas españoles y los estudios de historiadores, sociólogos y lingüistas, han podido establecer con bastante claridad lo que fue la economía de los pueblos andinos posteriores a Tiwanacu. La evolución de los ayllus aimaras, como en la gens, se realizó sobre la base de una propiedad colectiva de la tierra, forma comunitaria en la que quedaba incluido el uso de las parcelas individuales rotativas. No sabemossiestaformadepropiedadhubieraentrado en un períododeevoluciónodecadenciaparaserreemplazada por lapropiedadprivada—estamoshablandodelosaimaras— yaqueel proceso se interrumpe cuando los quechuas imponen sudominioconelImperio.Esteadoptalossistemasdepro piedadydetrabajodelosaimaras,loquequieredecirqu esefundasobre labasedelapropiedadcomunitariadelsueloylaformar otativadesu explotación mediantelaaynocka, con la variante de quelos productos se distribuyen en las tres partes que hemosmencionado:paraelInca,elcultoyelpueblo.58 L a característica de esta economía agraria es que,alcanzado el límite al que lo permitía su técnica, empieza aestacionarse,esdecir,quenopodíaprogresarmás,debido alacarencia deelementosde trabajo y producciónque en elViejoMundo eran de uso ya milenario y que habían dado tantamovilidada sussociedades.Losincas noconocíanla rueda,lapólvora,elhierro59,nitampocoelcaballoyel buey.60 Peroesteestacionamientonopodíaserpermanente,ytenía porfuerzaqueconvertirse en descomposición, cuyos signos son elyanaconazgo,queimplicala presenciadeunaverdaderaclaseoprimida, la tributación a favorde funcionarias, la posesión detierras por la nobleza, la conquista del poder por Pachacútec,quien no respeta la sucesión hereditaria de la familia real61, ysobretodo,ladivisiónqueHuaynaKápachacedelimperio entresus hijos Huáscar y Atawallpa, otorgándoles un dominioterritorialqueforzosamenteseextenderíaalosaltos funcionarios﴾curacas, mallkus, apus﴿. El rey ya es representante de una casta privilegiada que iría a iguales formas de apropiación: sehacen dueños de la tierra; hay que admitir, entonces, unadivisión de la sociedad en clases, aunque desprovista de eseelemento que sería el fundamental en el Viejo Mundo: laacumulación de riqueza monetaria, hecho que hay que tenermuy en cuenta para no incurrir en comparaciones faltas desentido. El Imperio ingresaba así a una fase que, dada laausencia de elementos técnicos, implicaría un retroceso.62 Enefecto, cesa el crecimiento de las fuerzas productivas; no seoriginaelconflictoconlasformasdepropiedadolasre lacionessociales,Estaquietudnosetraduceenlaformaa ctivaqueseríalarevolución,sinoenlaformapasivaque esladescomposición.No hay, en el seno de la sociedad incaica, lagénesis de unanueva forma productiva que sustituya al colectivismo.Pachacútec,HuaynaKápacysushijos,nosonen gendrosdeunanueva clase, dinámica y progresista, nacida dentro de lasociedadcolectivista,queseencaminanaunaformasupe riordeeconomía; son el resultado de la vieja sociedad que se haestratificado, que anuncia una próxima senilidad, En lugar derepresentar un avance, anuncian una decadencia, unainvolución,lasustitucióndelcolectivismoporel feudalismo .Laconquistainterrumpeesteprocesoevolutivo.c)Laecono míacolonial.—El sistema feudal que sehabía implantado en Españaerasustancialmentedistintoalquepredominaba en E uropa.63 EnelViejoContinente,másalládelosPirineos,al lado d elossiervosde la gleba existían trabajadores libres que manejaban lasartesanías y más tarde se convirtieron en manufactureros;aparecencomerciantesqueempezaron a acumul arelcirculantemonetario en sus manos, gracias al tráfico de esclavos, laaperturade rutasa Oriente,laespeculación ylausura,todolocualconstituyela"acumulaciónprimitiva delcapital",factorinicialpara la aparición del capitalismo industrial. El poder, por otraparte,sehallabadispersoennumerosísimospequeños es tados,feudosocondadosdondelaautoridaddelreyera no minal.Estascondiciones permitieron que dentro de la sociedad feudal seengendraranpoderosasfuerzasproductivasque darían lugar alaformación deunanueva clase socialque seríala burguesía, lacualadquiriríaprimeroelpodereconómicoymástardeel poderpolítico.Se da por implícitamente establecido que es este sistemafeudal el que fue implantado por España en sus coloniasamericanas. Intentamos demostrar que no es así, porque elfeudalismoespañolofrececaracteresmuydistintosal feudal ismoeuropeo.Hayautoresque,inclusive,llegan a negar la existenciade un feudalismo español.64 El poder económico estaba enmanos de los árabes que desde el siglo VIII llegaron a laPenínsula; los moros desarrollaron sus aptitudes comercialesperosinoriginarartesanadonimanufactura.65 Nosellegóauna"acumulaciónprimitiva"quepudiera ser l abasedelcapitalismo.Las guerras de la Reconquista empobrecieron al pueblo66, leprivaron de movilidad social. En la parte española no ocupadapor los árabes, existía además una relativa centralización delpoder ﴾reinos de Asturias, Navarra, León, Aragón, Castilla﴿acatado por los señores feudales.67 La expulsión de judíos y moros, si bien produce la unidad española, le priva de suprincipal palanca económica68, el circulante escasea, no haytrabajadoreslibresal ladodelos siervos. Faltan casi todas lascondiciones para la formación, dentro de la sociedad feudalespañoladefuerzasproductivascapacesdeformara suvezunanueva sociedad, la burguesía, como estaba aconteciendo enEuropa.La falta de fuerzas productivas de carácter burgueses lacausa para que las ingentes riquezas provenientes de lascolonias no produjeran el enriquecimiento y prosperidad deEspaña, sino que, por paradoja, dieran lugar a su paulatinoempobrecimiento,hastaconvertirlo en el país más re trasadodeEuropa.69 Quiere decir que aquellas riquezas no permanecían,noseinvertíanenEspaña,sinoquesetransfe ríanalContinente,proveedor de toda clase de artículos manufacturados que noproducía la Península, convirtiéndose España en una simpleintermediaria.70 Faltaba el espíritu de empresa, la energía delcomerciante, la tenacidad del manufacturero pre— capitalista,