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LABORATORIO DE INMUNODIAGNÓSTICO
- Grupo A: en este caso sólo se presenta el antígeno de superficie A, por lo que el sujeto
presentará en su sangre anticuerpos contra el antígeno de superficie B, por el paciente no podrá
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recibir sangre procedente de los grupos AB o B
- Grupo B: los glóbulos rojos de los pacientes cuya sangre pertenece al grupo B presentan
únicamente dicho antígeno (el B) en la superficie de sus membranas, por lo que en el plasma
de estos sujetos hallaremos anticuerpos contra el antígeno A, motivo por el cual no podrán recibir
una transfusión de sangre procedente de los grupos AB o A.
- Grupo AB: en este caso, en la superficie de los hematíes nos encontramos con ambos antígenos,
tanto el A como el B, por lo que en la sangre de estos pacientes no encontraremos anticuerpos
contra ninguno de los 2 antígenos, de modo que en este caso los pacientes pueden recibir
sangre de cualquier grupo del sistema de clasificación ABO, pero su sangre sólo puede ser
donada a otros sujetos del mismo grupo AB.
- Grupo O: en la superficie de los hematíes de los pacientes que presentan este grupo sanguíneo
no encontramos ninguno de los 2 antígenos presentes, por lo que en su plasma se pueden
encontrar anticuerpos para ambos antígenos, tanto para el A como para el B. Es esto que los
pacientes que presentan en este grupo sanguíneo pueden donar su sangre a cualquier grupo
dentro del sistema de clasificación ABO, pero debido a la presencia de anticuerpos en su plasma,
estos sólo pueden recibir transfusiones procedentes de otros pacientes que presenten su mismo
grupo sanguíneo
Además del sistema ABO, otro sistema de clasificación cuya importancia es vital a la hora de la
realización de transfusiones es el grupo Rh, del cual existen una gran cantidad de antígenos, estando
identificados más de 45, pero siendo con diferencia el antígeno más importante el antígeno D, por lo que
en pacientes cuyos hematíes presentan en la membrana dicho antígeno se clasifican como Rh (+),
mientras que aquellos que no lo poseen entrarían dentro del grupo Rh (-). Pese a que, a diferencia de
en el caso de los grupos ABO, el organismo no posee de manera innata anticuerpos frente al antígeno
D el caso de aquellas personas que son Rh (-), un contacto con dicho antígeno induce a la formación de
anticuerpos que, en futuras transfusiones, pueden provocar reacciones de aglutinación (coágulos), por
lo que siempre se toma en cuenta antes de realizar un procedimiento que involucre una transfusión
hemática. El sistema Rh es complementario al sistema ABO, y cuando se clasifica el grupo sanguíneo
de un individuo, de modo estándar lo haremos usando ambos sistemas, existiendo por tanto un total de
8 grupos sanguíneos, siendo el O (-) un donante universal para todos, y el grupo AB (+) un receptor
universal.
Para la determinación del grupo sanguíneo regresaremos una sencilla técnica de aglutinación, en la que
emplearemos distintos antisueros, los cuales contienen anticuerpos del tipo IgM, que en caso de ser el
opuesto al antígeno presente en la superficie de los hematíes de la muestra problema, producirán una
reducción de aglutinación que será claramente visible en pocos segundos. Se trata de una técnica
relativamente barata, además de ser muy útil por lo sencillo y rápido que resulta su ejecución.
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de micropipeta diferente para cada mezcla de antisuero y muestra sanguínea, evitando
contaminación cruzada.
- Baldosa o tabla de resultados: se trata de una baldosa cuadriculada, en la cual se halla dibujada
una tabla, la cual nos es de mucha utilidad a la hora de realizar la interpretación de los
resultados.
- Portaobjetos. En este caso utilizaremos un portaobjetos para realizar la determinación del grupo
Rh,
Aparatos:
- Calentador para portaobjetos. Este se usará para calentar el portaobjetos en el cual vamos a
realizar la prueba para determinar el grupo Rh al que pertenece nuestra muestra sanguínea, ya
que dicha reacción de aglutinación ocurre con mayor facilidad si se le aplica un poco de calor.
- Lanceta desechable, del tipo utilizado para realizar punciones dactilares, siendo del mismo tipo
que las utilizadas para realizar las medidas de glucosa. En este caso las utilizaremos para
realizar una pequeña punción en uno de nuestros dedos, y obtener de este modo la sangre
necesaria para realizar la determinación del grupo sanguíneo.
Reactivos:
- Antisueros específicos para cada grupo sanguíneo, en nuestro caso hemos utilizado un total de
5 antisueros diferentes: antisuero A, que contiene anticuerpos específicos contra el antígeno A;
antisuero B, específico para determinar el grupo B, antisuero AB, el cual contiene tanto
anticuerpos antiA como antiB, por lo que se usará para determinar el grupo AB, antisuero A1,
permite terminar un subgrupo dentro del grupo A, el subgrupo A1 el cual pertenecen cerca del
80% de los individuos que presentan únicamente el antígeno A en la superficie de sus hematíes.
Por último, también disponemos del antisuero D, el cual contiene anticuerpos que atacan al
antígeno D del grupo Rh, por lo que esta mentira determinar si una persona es Rh positivo o
negativo.
- Muestra de sangre problema, en este caso, dicha muestra la obtendremos extrayendo la
directamente de nuestro dedo.
DESARROLLO Y PROCEDIMIENTO:
A continuación, describiremos de manera detallada el procedimiento seguido para determinar el grupo
sanguíneo al que pertenece, en este caso, nuestra propia muestra de sangre.
El procedimiento a seguir por tanto ha sido el siguiente:
1. El primer paso a seguir consistirá en la obtención de la muestra, para lo cual, una vez nos
hayamos lavado de forma correcta las manos, acercaremos una lanceta a la punta del dedo
pulgar, realizando una pequeña incisión en la yema, con el objetivo de obtener unas pocas gotas
de sangre. Con tan sólo 5 gotas será más que suficiente.
2. Una vez hecha la punción, pondremos una gota de nuestra sangre en cada una de las casillas
correspondientes de la baldosa cuadriculada, y también el corto gesto solo que realizaremos la
determinación del grupo Rh.
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3. Colocar una gota del antisuero correspondiente en cada una de las casillas y en el portaobjetos,
no encima de la muestra, sino más bien a un lado de esta.
4. Con la ayuda de una punta de micropipeta distinta para cada una de las pruebas, mezclaremos
la muestra con el antisuero que corresponda en cada casilla o en el portaobjetos.
5. Transcurridos entre 30 segundos a un minuto, observaremos aglutinación en aquellas pruebas
que sean positivas, mientras que aquellas en las que no se observe ningún tipo de reacción de
aglutinación, serán dadas como negativas. Se anotarán los resultados positivos, y se apuntará
el grupo sanguíneo al cual pertenece nuestra muestra.
RESULTADOS Y CONCLUSIONES:
En el caso de nuestra mesa, los cuatro miembros, a saber, Ainoa García, Daniela Marzana, Arantxa
Juanes, y yo, Mikel Román; hemos obtenido resultados idénticos, ya que todos poseemos sangre del
grupo A +, del subgrupo A1, por lo que se ha observado reacción de aglutinación con los antisueros A,
AB, A1 y D, más no se observado aglutinación alguna con el antisuero B.
Los casos en los que hemos podido observar aglutinación, esta se debe a la reacción antígeno-
anticuerpo que se da entre el antígeno que se halla en la membrana plasmática de los hematíes y los
anticuerpos presentes en los respectivos antisueros, y, dado que en el caso del grupo AB0 en todos los
casos en los que se ha visto aglutinación (antisueros A, A1, y AB) contienen anticuerpos antiA, sabemos
que el antígeno que se halla presente en la superficie de los eritrocitos de la muestra ha de ser el
antígeno A, en concreto el subtipo A1, y este será por tanto el grupo AB0 al que pertenecen en este caso
todas las muestras de nuestro lado de la mesa.
En el caso del grupo Rh, el antisuero lleva anticuerpos antiD, el cual actúa contra el antígeno D, siendo
este el principal antígeno del grupo Rh, y dado que también se ha observado aglutinación por igual con
este antisuero, las muestras serían Rh +, por lo que el grupo sanguíneo atendiendo tanto a la
clasificación Rh como al grupo AB0 sería el grupo A +.
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entre las IgM presentes en el antisuero correspondiente y los antígenos que se hallan en la membrana
de los hematíes que estamos analizando.
Aparatos:
- Centrifuga. Esta se usará para centrifugar la mezcla inicial de sangre total y SSF, con el objetivo
de lavar los hematíes. En todos los casos en los que usaremos dicho aparato a lo largo de esta
práctica, lo haremos a 3500 RPM, con el tiempo necesario para cada ocasión.
Reactivos:
- Antisueros específicos para cada grupo sanguíneo, en nuestro caso hemos utilizado un total de
5 antisueros diferentes: antisuero A, que contiene anticuerpos específicos contra el antígeno A;
antisuero B, específico para determinar el grupo B, antisuero AB, el cual contiene tanto
anticuerpos antiA como antiB, por lo que se usará para determinar el grupo AB, antisuero A1,
permite terminar un subgrupo dentro del grupo A, el subgrupo A1 el cual pertenecen cerca del
80% de los individuos que presentan únicamente el antígeno A en la superficie de sus hematíes.
Por último, también disponemos del antisuero D, el cual contiene anticuerpos que atacan al
antígeno D del grupo Rh, por lo que esta mentira determinar si una persona es Rh positivo o
negativo.
- Muestra de sangre problema. En el caso de nuestra mesa, dicha muestra sabemos de antemano
que pertenece a un paciente cuyo grupo sanguíneo es A+.
- SSF, usado para mantener a los hematíes en un medio isotónico que evite la ruptura celular.
DESARROLLO Y PROCEDIMIENTO:
La técnica utilizada para llevar a cabo esta práctica consta de los siguientes pasos para poder ser
desarrollada de forma idónea:
1. Rotular los 4 tubos de hemolisis de forma adecuada (uno como A, otro como B, un tercero como
AB, y el ultimo, en el que se realizará el test del grupo Rh, lo identificaremos como Rh).
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2. Con la ayuda de la micropipeta ajustable entre 100-1000 μl, mezclaremos 500 μl de la sangre
problema con 9500 μl de SSF dentro del tubo cónico grande.
3. Una vez homogenizada dicha mezcla, se lleva a la centrifuga 3500 RPM durante un tiempo de
5 minutos.
4. Extraer el tubo de la centrifuga, y desechar el sobrenadante con cuidado.
5. Volver a añadir SSF al botón hemático que se encuentra en el fondo del tubo cónico,
nuevamente hasta alcanzar un volumen de 10 ml.
6. Repetir los pasos 2-4 dos veces, pero en la última ocasión, únicamente llenaremos el tubo hasta
que se alcance un volumen total de 2000 μl.
7. Repartir la solución de hematíes lavados en los 4 tubos de hemólisis, añadiendo 500 μl de
hematíes lavados a cada uno de ellos.
8. Añadir los antisueros que corresponda a cada tubo. Una o dos gotas por tubo.
9. Tras añadir los antisueros respectivos, esperaremos 15 minutos a temperatura ambiente para
darle tiempo a la reacción antígeno-anticuerpo de que ocurra.
10. Una vez ha transcurrido el tiempo necesario para que suceda la reacción, llevar los tubos de
hemólisis a la centrifuga durante un minuto a una velocidad de 3500 RPM.
11. Resuspender cuidadosamente el botón hemático resultante tras la centrifugación, y observar en
cuáles tubos a ocurrido la reacción de aglutinación que buscamos.
RESULTADOS Y CONCLUSIONES:
En este caso, transcurrido el tiempo de espera necesario para que se dé la reacción de aglutinación que
buscamos, al observar los distintos tubos hemos obtenido los resultados que se presentan a
continuación:
Antisuero Utilizado Aglutinación
A (Anticuerpos antiA) Positiva
B (Anticuerpos antiB) Negativa
AB (Anticuerpos antiA y antiB) Positiva
D (Anticuerpos antiD, grupo Rh) Positiva
Dado que nuestra prueba se basa en la reacción entre el antígeno presente en la superficie de los
hematíes de la muestra y los anticuerpos que se hallan presentes en el antisuero que se le aplica, las
reacciones positivas corresponden a aquellos casos en los que dicha reacción a tenido lugar, y como en
el caso del grupo AB0 la reacción se ha producido cuando la muestra a tenido contacto con los antisueros
que contienen el antígeno antiA (antisueros A y AB), podemos deducir que el grupo hemático al que
pertenece la muestra es el grupo A; además, ya que también encontramos aglutinación con el antisuero
antiD, resulta ser Rh +, por lo que el grupo sanguíneo de la muestra resulta ser el A+, hecho que
concuerda con la información de la que disponíamos en un inicio.
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conocidos, usaremos 2 suspensiones con hematíes de grupo A y de grupo B conocidos, los cuales
usaremos para enfrentar al suero del paciente, y conocer de este modo que anticuerpos se hallan
presentes en dicho suero, siendo el grupo hemático al que pertenece el suero del paciente el opuesto al
de los eritrocitos de la suspensión con la cual aglutina, o en caso de no producirse ningún tipo de
aglutinación, esto se deberá a que el suero del paciente pertenece al mismo grupo hemático que las
células a las que lo hemos enfrentado. En este caso la determinación sólo se realizará sobre el grupo
AB0.
DESARROLLO Y PROCEDIMIENTO:
En este caso el procedimiento, pese a resultar bastante simple, resulta ser un poco más tardado de
realizar que en la técnica de aglutinación mediante el enfrentamiento entre sangre capilar y los antisueros
usados en la práctica 1 del presente informe. Los pasos a seguir han sido los siguientes:
1. Primero, rotularemos cada uno de los tubos, uno como hematíes A y el otro como hematíes B,
para que puedan ser correctamente identificados.
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2. En el tubo que corresponda, echaremos 1 ml de sangre junto a 9 ml de SSF, homogenizando la
mezcla de forma correcta. (En el tubo identificado como hematíes A echaremos la sangre de
tipo A, y viceversa).
3. Llevar ambos tubos a la centrífuga, y ponerla en marcha a 3500 RPM durante 5 minutos.
4. Tras la centrifugación, desechar el sobrenadante y volver a reconstituir el pellet (los hematíes)
con SSF hasta alcanzar otra vez los 10 ml. Centrifugar a 3500 RPM otros 5 minutos, y repetir
este proceso una tercera vez.
5. Tras la última centrifugación, reconstituir los eritrocitos en 2 ml de SSF.
6. Una vez tenemos tanto los hematíes A como los hematíes del grupo B lavados, en la baldosa
que usaremos como tabla de resultados pondremos en cada casilla (una para el grupo A y otra
para el grupo B) 10 µl del suero problema, y en la casilla A lo enfrentaremos a hematíes del
grupo A, haciendo lo propio en la casilla B.
7. Como en este caso estamos observando la reacción Ac-Ag entre los anticuerpos del suero del
paciente con los antígenos que ya conocemos presentes en la superficie de los hematíes
lavados, en este caso la presencia de aglutinación revela que el paciente posee sangre del grupo
opuesto al de los hematíes que producen dicha reacción, de acuerdo a la siguiente tabla:
GRUPO AB0 AGLUTINACIÓN
A Hematíes B
B Hematíes A.
AB Ninguna Aglutinación.
0 Hematíes A, Hematíes B.
RESULTADOS Y CONCLUSIONES:
Una vez hemos obtenido nuestros hematíes lavados, procedemos a realizar el enfrentamiento entre el
suero problema y nuestros hematíes, observando que se produce la reacción de aglutinación de manera
casi inmediata con los hematíes lavados del grupo B, y por tanto, de acuerdo con la tabla que se ha
presentado en el paso 7, el suero de este paciente pertenece a un paciente con sangre del grupo A
dentro del sistema de clasificación AB0, ya que como hemos mencionado, en este caso, la muestra
pertenece al grupo opuesto al de los hematíes que provocan la reacción de aglutinación.