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Aportes para una didáctica de la lengua oral

Las interacciones comunicativas orales: abordaje descriptivo


En los ámbitos escolares ya sea en la escuela secundaria y, con mayor asiduidad, en el ámbito
académico se llevan a cabo también prácticas discursivas orales: exposiciones frente a pares y docente/s,
clases, exámenes orales, coloquios, defensas de tesis, entre otros tipos textuales. Por esta razón, la
reflexión crítica sobre las competencias y los saberes necesarios para interactuar oralmente del modo
más adecuado con nuestros pares y con los futuros estudiantes es uno de los elementos de la formación
docente que debe ser abordado con la mayor antelación posible en el curriculum universitario. La
posibilidad de que los/as estudiantes se enfrenten a situaciones de comunicación oral en las cuales
puedan interactuar con sus docentes y con sus pares con cierta sistematicidad y reflexionar sobre los
dispositivos puestos en juego en la preparación, organización y análisis de estas prácticas docentes serán
de suma utilidad para promover una actitud consciente y metarreflexiva en su futura inserción laboral.
Se parte de la certeza de que estas manifestaciones comunicativas, si bien se expresan oralmente, no son
“espontáneas”. Existe una tendencia muy difundida que distingue la forma de realización oral del
lenguaje de la escrita contraponiendo el carácter “natural” de la primera al “artificial” de la segunda: la
oralidad es de índole universal y consustancial al ser humano mientras que la escritura es un invento del
ser humano, posterior a la lengua hablada y no practicada por todas las sociedades. Según Walter Ong,
la escritura es una “tecnología” como lo son la imprenta o las computadoras, pero es la más
trascendental de todas las invenciones tecnológicas humanas “puesto que traslada el habla oral y
auditiva a un nuevo mundo sensorio, el de la vista, transforma el habla y también el pensamiento” (87).
Sin embargo, el tipo de oralidad a la que nos referimos no es la oralidad prístina, natural, no enseñada,
sino una oralidad secundaria, que se auxilia con algunos instrumentos propios de la escritura, propia de
las actividades intelectuales, de aprendizaje y de difusión de la información y el conocimiento y, por lo
tanto, enseñable. En cuanto tal, es un contenido que necesita ser objeto de reflexión docente y, por lo
tanto, es necesario organizar dispositivos de práctica que permitan abordar, de modo simulado, los
distintos aspectos inherentes a su funcionamiento en el ámbito educativo y académico.
En la oralidad primaria, la palabra forma parte de un presente existencial real; es dirigida a una
persona real y con vida, en un momento específico dentro de un marco real que siempre incluye más que
las propias palabras. En relación con la lengua escrita, la oralidad tiene características peculiares: a) la
materialidad en la que se sustenta es el sonido, por lo tanto, el tono, el timbre, la entonación cumplen un
papel importante en la semántica de la comunicación; b) la lengua hablada posee una “gramática”
diferente donde, por ejemplo, las repeticiones, las suspensiones, las inversiones, etc. no son percibidas
como errores, sino como necesidades de la comunicación; c) el interlocutor, al estar siempre presente, es
un interlocutor previsto.
Pero, además de la conversación espontánea –“forma primera, primaria y universal de realización
de la oralidad” (Tusón, citada por Calsamiglia Blancafort y Tusón Valls 2001: 32) –, muchas otras
producciones discursivas se articulan sobre la base del código oral. Los discursos hablados que se
efectúan en ámbitos institucionales, como el evento comunicativo de la exposición oral, son regulados y
exigen un alto grado de elaboración y planificación; incluso, en la mayoría de los casos, requieren de un
soporte escrito (ayuda-memoria, notas, guión, etc.). Como manifiestan Calsamiglia Blancafort y Tusón
Valls:
Llegar a dominar esas formas de hablar no es sencillo y por ello el desarrollo de la competencia
comunicativa oral es también parte de la educación lingüística, y lo es desde antiguo. Pensemos que en
eso consistían las enseñanzas de la Retórica y de la Oratoria en la antigüedad clásica. (2001: 28)
En este tipo de eventos orales sigue siendo importante el tono, el timbre y la entonación pero la
gramática que estructura el discurso se acerca más a la de la escritura y el interlocutor está presente pero
no necesariamente es previsto, es decir, en muchas circunstancias quien expone no tiene conocimiento
cabal de su público. Estas características suelen exacerbarse en el ámbito académico, por ejemplo, en las
prácticas de conferencias, congresos o simposios, pero también en situaciones de aula, y de allí la
importancia de incorporarlas como prácticas docentes habituales durante la formación universitaria.
Exponer oralmente consiste en “hablar sobre un determinado tema para hacerlo entender a otras
personas”.

Diferencias entre comunicación oral y comunicación escrita:


Comunicación escrita Comunicación oral
Espontánea Exposición oral
· Es diferida, es decir, la · Es simultánea. Es simultánea.
emisión y recepción del
mensaje no se producen
simultáneamente.
· Es una comunicación en · Es una comunicación en Es una comunicación en
ausencia, por lo tanto, quien presencia e interacción presencia, pero de respuesta

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escribe debe eliminar las continua. dilatada hasta el final de la
ambigüedades para evitar exposición, por lo tanto,
malos entendidos. quien expone debe eliminar
las ambigüedades para
evitar malos entendidos.

· Es controlada, es decir que el · Es espontánea. Es controlada, es decir que


escritor puede planificar lo que el expositor puede planificar
va a decir y volver atrás para lo que va a decir. De ese
corregir. De ese control control depende la eficacia
depende la eficacia comunicativa.
comunicativa.

Como se ve en el cuadro, la exposición requiere de una preparación previa y en ese sentido se acerca
a la escritura. Presupone el conocimiento y una organización planificada del tema de acuerdo con el
tiempo del que se dispone y el tipo de espacio donde se va a realizar la exposición, así como también de
la audiencia. Puede realizarse con apoyo de un texto escrito.

Esquema básico de planificación:


1. Presentación del tema.
2. Afluencia de ideas y búsqueda de información: la percepción de realidad, la conversación con otras
personas (entrevista), la lectura (consulta bibliográfica); se puede recurrir al pensamiento o a la
imaginación (cuento, relato); análisis y elaboración.
3. Organización de las ideas: habilidad de ordenar y seleccionar información teniendo en cuenta el tema,
los intereses y la competencia de la audiencia, la intención del emisor; jerarquización de ideas;
organización (supone una actividad de escritura).
4. Exposición o conformación lingüística (dar forma lingüística clara y fluida); puesta en escena que
contempla: la modulación de la voz, la postura corporal, los gestos, las miradas; usos de elementos
auxiliares.

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El presente documento tiene un objetivo doble, por una parte, la descripción del fenómeno de la
oralidad permite contar con elementos para la reflexión metalingüística sobre las exposiciones
docentes, en virtud de la tarea de formación de profesores que tiene la carrera de Letras, tanto en la
especificidad del profesorado, como para los futuros licenciados, dado que la tarea de investigación
requiere de acciones para la divulgación del conocimiento y de tareas de docencia en ámbitos
universitarios. Por otra, permite a los futuros docentes de educación secundaria abordar la enseñanza
de la exposición oral. Los materiales curriculares para el Ciclo Básico del Nivel Secundario de la
Provincia de La Pampa (2009) están organizados en cuatro ejes; uno de ellos es la lengua oral. Desde
nuestro concepto la enseñanza de la oralidad que tiene significatividad en las aulas es la oralidad
secundaria, es decir, cómo organizar un discurso para ser expuesto ante un público. Los exámenes
orales, instancias típicamente escolares y académicas, constituyen una muestra de esa
significatividad. Por lo tanto, los pasos para la preparación, organización y control de una exposición
oral forman parte de los contenidos de la enseñanza de la lengua en la educación secundaria y, a su
vez, un insumo fundamental para reflexionar sobre las prácticas docentes en los diferentes niveles
educativos.

Bibliografía consultada
Calsamiglia Blancafort, Helena y Amparo Tusón Valls. “Capítulo 2. El discurso oral”. Las cosas del
decir. Manual de análisis del discurso. Barcelona: Ariel, 2001 (1999). 27-70.
De Luca, Marta O. P. Didáctica de la lengua oral. Metodología de enseñanza y evaluación. Buenos
Aires: Kapelusz, 1983.
Ong, Walter. Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra. México: Fondo de Cultura Económica,
1987 (1982).
Viramonte de Ávalos. Magdalena. La nueva lingüística en la enseñanza media. Buenos Aires: Colihue,
1996.

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Grilla para el análisis metareflexivo de las interacciones comunicativas en el aula
Observaciones
ASPECTOS PROXÉMICOS

1. La voz aturde, resulta inaudible, habla


demasiado alto, demasiado bajo o el volumen
es adecuado
2. La voz es monótona, cansadora, con escasas
variaciones, con muchas variaciones y bien
utilizadas
3. Características de la dicción, pausas y cortes
fuera de lugar, exceso de muletillas.
4. Características de los gestos, escasez,
variación, uso adecuado para acentuar o
enriquecer la exposición

ASPECTOS DISCURSIVO-ARGUMENTATIVOS

1. Disposición y organización de los


contenidos:
 Planteo de objetivos
 secuenciación
 ejemplificación
 presentación de conclusiones y/o síntesis
de contenidos
 nivel del vocabulario utilizado
2. Ritmo de la exposición y motivación del
auditorio: muy rápido o muy lento, adecuación
a las dificultades del tema y/o posibilidades
del auditorio
3. Interacción con el auditorio: consideración
o desconsideración de sus planteos o
preguntas, interés y disposición para el
diálogo

ASPECTOS DE CONTENIDO

1. Conocimiento del tema desarrollado, amplitud


y profundidad de la información, preparación

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del tema.

ASPECTOS DIDÁCTICOS (autoevaluación reflexiva)

1. Impacto de la exposición oral entre los Responda en hoja aparte


oyentes (grado de atención o de interés,
interacciones que se produjeron, discusiones
surgidas, etc.)
2. Aprendizaje/s realizado/s durante esta Responda en hoja aparte
experiencia en relación con su formación
docente
3. Interrelaciones con experiencias similares en Responda en hoja aparte
éste o en otros niveles educativos
4. Aspectos de la práctica que modificaría o Responda en hoja aparte
mejoraría en relación con lo dicho

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