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Interculturalidad en Salud
Interculturalidad en Salud
ESCUELA DE MEDICINA
SABERES ANCESTRALES
INTRODUCCION
b) Alienación: si un grupo (o parte de él) se asimila y deja absorber en otro más poderoso
que ocasiona la pérdida de identidad.
INTERCULTURALIDAD EN SALUD
Es de fundamental importancia para el Ecuador desarrollar una visión intercultural sobre lo que
constituye uno de los elementos principales de nuestro origen como nación, cultura, pueblo y
democracia. (1)
¿Cómo construir un espacio intercultural e iniciar un proceso en donde los pueblos con propia
identidad tengan presencia y oportunidades para su desarrollo? (1)
En el campo médico la interculturalidad, entendida como un conjunto de acciones y políticas que
tienden a conocer e incorporar la cultura del paciente en el proceso de atención de salud (3)
Iniciativas tendientes a evitar que la identidad étnica y cultural del paciente constituya una
barrera en el acceso y oportunidad a una mejor atención de salud. (3)
La antropología como ciencia contribuye tanto a develar y comprender las culturas involucradas
en el proceso de atención de salud, como a proporcionar elementos socioantropológicos para
apreciar el fenómeno de salud y enfermedad desde su dimensión biológica, social y cultural en
un escenario de creciente pluralismo médico que caracteriza a la sociedad contemporánea. (3).
Reconocer a los sistemas médicos como complejos modelos de pensamiento y conducta, los
cuales constituyen respuestas culturales al fenómeno universal de la enfermedad (3) es un primer
paso que hay que dar para el desarrollo de proyectos interculturales.
La dimensión conceptual de los sistemas médicos está determinada directamente por la cultura
de los pacientes y profesionales. Analíticamente corresponde a los modelos que explican y
fundamentan la enfermedad. (3)
Todos los sistemas médicos presentan axiomas o principios basados en el modelo epistemológico
que sustenta la práctica médica y distinguen medios para validarse y legitimarse a sí mismos. En
la biomedicina por ejemplo, los experimentos científicos, las pruebas clínicas y textos,
constituyen importantes fuentes de validación del pensamiento científico; raramente un médico
aceptará como prueba de una diarrea la intervención de un espíritu maligno en las comidas. Sin
embargo, otras culturas aceptarán como fuente de legitimación los sueños de un chamán, signos
en la naturaleza, apariciones, etc. La lógica que opera en la definición de salud y enfermedad es
la misma en ambos sistemas (una lógica que busca causas, alternativas y consecuencias), sin
embargo difieren en las premisas culturales y pruebas de validación; por ello distintas
percepciones y observaciones del mismo fenómeno resultan en diferentes explicaciones de la
enfermedad. (3)
Sin embargo, los conflictos entre diferentes sistemas médicos no emergen sólo de las diferencias
en los modelos explicativos que los sustentan, sino también de la dominación social de un
modelo de salud sobre otro. En este contexto la cultura biomédica expresada a través del sistema
médico occidental, se ha establecido mundialmente como el modelo capaz de resolver si no
todos, la mayoría de los problemas de salud de la población independientemente de los contextos
sociales y culturales en que se desarrolle la enfermedad. (3)
Una política o enfoque intercultural en salud tiene al menos dos niveles de expresión: uno el de
las acciones y actividades que materializan la interacción entre medicinas, y otro el de la cultura
que sustenta los modelos médicos en interacción. (3)
Estrategia uno: el diálogo; buscar el mejorar los procesos de comunicación y diálogo, promueve
una mayor comprensión de las expectativas de ambos actores y a la vez mejora el nivel de
satisfacción de los usuarios con el sistema de salud biomédico. (3) Mejorar los procesos de
comunicación entre pacientes y profesionales, fenómeno que no sólo involucra al lenguaje como
acto comunicativo sino también al conocimiento de los protocolos de relación cultural y social de
los pacientes. (3)
3. Afirmar las nociones de nación, patria, identidad e historia nacional, identidad cultural,
proyecto de país y otros elementos, que son parte del espacio común y compartido de los
ecuatorianos. Asimismo, de los espacios propios y diversos que para alcanzar la unidad en la
diversidad.
El sistema de salud abarca todas las organizaciones, las instituciones y los recursos de los que
emanan iniciativas cuya principal finalidad es mejorar la salud.
Por sistema de atención sanitaria, en cambio, entendemos las instituciones, las personas y los
recursos implicados en la prestación de atención de salud a los individuos.
Y en el artículo 359 menciona: “el sistema garantizará, a través de las instituciones que lo
conforman, la promoción de la salud, prevención y atención integral, familiar y comunitaria, con
base en la atención primaria de salud, articulará los diferentes niveles de atención y promoverá la
complementariedad con las medicinas ancestrales y alternativas. La red pública integral de salud
será parte del sistema nacional de salud y estará conformada por el conjunto articulado de
establecimientos estatales, de la seguridad social y otros proveedores que pertenecen al Estado;
con vínculos jurídicos, operativos y de complementariedad.”
El Dr. Eduardo Estrella, en su obra Políticas Sociales de Salud, propone tres, los sintetizamos y
redimensionamos de la siguiente manera:
1. Componente oficial
1.1. Institucional
a) Ministerio de Salud
1.2. Privada
El MAIS-FCI asume el concepto de salud dado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
en su Constitución de 1948, define salud como el estado de completo bienestar físico, mental,
espiritual, emocional y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La
salud implica que todas las necesidades fundamentales de las personas estén cubiertas: afectivas,
sanitarias, nutricionales, sociales y culturales.
La salud entendida en una doble dimensión: como producto de las condiciones sociales y
biológicas y a la vez como productor de condiciones que permiten el desarrollo integral a nivel
individual y colectivo. La salud se construye en el marco de las condiciones económicas, sociales,
políticas, culturales, ambientales, de las formas de relación con los grupos sociales, de las formas
en que cada sociedad se organiza para la distribución de los bienes, entre ellos los servicios de
salud y de cómo a nivel individual y sobre una base biológica y espiritual se procesan estas
condiciones.
En palabras de Del Bosque S. (1998) “La salud se crea donde la gente vive, ama, trabaja, y se
divierte: es la integración entre ambientes y gentes, en el proceso de la vida diaria lo que crea un
patrón de salud”.
La salud como productor de desarrollo implica un esfuerzo consciente de los individuos y los
grupos sociales, en función del mejoramiento de las condiciones de vida, de la generación de
oportunidades, adquiere un papel de cohesión social y puede constituirse en una de las fuerzas
que juega un papel constructivo en el proceso de desarrollo social.
La salud y el enfoque de la APS-R están en estrecha relación con la noción de desarrollo humano
sustentable, que trasciende el sentido de generación de riqueza económica pues plantea el
desarrollo como el logro de bienestar y generación de oportunidades en el presente y para las
generaciones futuras.
El bienestar significa la satisfacción de necesidades materiales y espirituales, la potenciación de
las capacidades humanas, la libertad, el ejercicio de derechos, la participación, el cuidado de los
recursos naturales y los ecosistemas, el reconocimiento y respeto a la diversidad, es decir, el
mejoramiento de la calidad de vida. Citando a Max N. (1986), “el mejor proceso de desarrollo
será aquel que permita elevar más la calidad de vida de las personas”
La Constitución Ecuatoriana, desde una visión integral de la salud (Capítulo segundo, Art. 32)
reconoce la salud como un derecho fundamental que tiene que ser garantizado por el Estado y
cuya realización se vincula al ejercicio de otros derechos que sustentan el Buen Vivir.
La medicina indígena liga el rito de sanación con los mitos primigenios de lo humano, lo natural
y lo divino, en los cuales los rezos, las invocaciones, los pases mágicos, son parte del ritual de
sanación. El sanador es un mediador que ejerciendo el rito, conecta el mito, al tiempo que
ejercita las distintas dimensiones del acto curativo, vinculando seres humanos, comunidad,
naturaleza y divinidad.
El acto curativo, por sobre todo, es un acto espiritual y de sanación, donde el rezo, la invocación
y el pase, liga al ser con el acontecer, con las energías de la naturaleza (la Pachamama), y donde
Dios es la percepción y la vivencia de una cosmogonía.
Los mediadores del proceso de curación en el sistema formal de salud lo constituyen sus recursos
humanos y tecnológicos, mientras que en los sistemas de medicina tradicional indígena los
mediadores son los sanadores, hombres y mujeres de sabiduría: hierbateros, yachak, fregadores
(o sobadores), parteras, rezadores (o invocadores), entre otros.
Tanto en el sistema de medicina formal como en el de las medicinas tradicionales indígenas, las
operaciones de los modelos comportan aspectos promocionales, preventivos, de curación y
rehabilitación de la salud. No obstante, en las medicinas tradicionales indígenas el hecho
curativo, la homeostasia, es un hecho fundamentalmente espiritual.
Visto desde el punto de vista del sanador, el acto curativo es un acto de sanación contactándose
con lo divino. Visto desde fuera del sanador, el acto es de re-equilibramiento de las fortalezas y
energías internas, permitiendo la salida de espíritus y fuerzas negativas que enfermaron al ser
humano.
Las nacionalidades y pueblos indígenas en el Ecuador poseen una diversa y rica herencia cultural:
sus manifestaciones estéticas, sus conocimientos, tecnologías y formas de organización se hallan
fundamentados en la sabiduría ancestral.
Durante los años 1993 y 1994, el Estado Ecuatoriano, a través del Ministerio de Salud Pública,
inició el estudio de la problemática de salud de los pueblos indígenas conformando un equipo de
trabajo orientado a buscar modelos alternativos para la atención de salud de estos conjuntos
poblacionales. Se iniciaron los primeros esfuerzos con el fin de estructurar una Dirección
Nacional de Salud de los Pueblos Indígenas (DNSPI) creada mediante Acuerdo Ministerial No.
01642, el 13 de septiembre de 1999.
Esta Dirección inició sus labores en noviembre del año 2002, dentro de la Dirección Provincial
de Salud de Pichincha, realizando un plan operativo en el cual intervinieron diferentes
organizaciones de base y representantes de organizaciones de segundo grado, definiendo el
trabajo con dos pueblos: una nacionalidad Cayambe, Quitu, Migrantes y la nacionalidad Tsáchila.
A partir de aquello se viene realizando los planes operativos de seguimiento basados en los
componentes de Medicina Tradicional: Modelos Interculturales de Salud, Desarrollo
Institucional, Medio ambiente, Desarrollo del Talento Humano y la Comunicación Intercultural
como eje transversal.
Meses más tarde se crea este organismo en la Dirección Provincial de Salud del Azuay, que tiene
su sede en el antiguo Hospital de San Vicente de Paúl, dirigido por la Dra. Yadira Cabrera. Sus
actividades se han concentrado en censar los agentes informales de salud indígena de la
provincia, capacitación a mamahuas y parteras y la participación en la conformación y desarrollo
del Primer Consejo Cantonal de Salud Intercultural de la provincia, en el cantón Nabón.
La lucha y demandas de las nacionalidades, pueblos indígenas, montubio y afro ecuatorianos del
país, ha permitido el reconocimiento constitucional del Ecuador como un país intercultural y
plurinacional, lo que establece una nueva lógica de organización del Estado y sus instituciones
para garantizar sus derechos.
La hegemonía del enfoque occidental en el quehacer sanitario y la incapacidad que han tenido las
políticas y programas de salud para comprender, respetar e incorporar los conocimientos y
prácticas de salud ancestrales de la medicina tradicional y medicinas alternativas, se expresa
entre otros aspectos en las profundas limitaciones de acceso a los servicios de salud,
especialmente a los pueblos y nacionalidades indígenas y afro ecuatorianos.
Para el sector salud el reto fundamental es incorporar de manera transversal el enfoque
intercultural en el modelo de atención y gestión, y que los recursos de la medicina tradicional y
medicinas alternativas sean complementarios.
El fortalecimiento del MAIS-FC implica por lo tanto definir e implementar estrategias que
permitan incorporar el enfoque holístico de la salud de las culturas ancestrales y operativizar el
enfoque intercultural en los diferentes niveles de atención, Para lograrlo, se requiere, entre otras
acciones, la formación y capacitación del recurso humano en el enfoque intercultural, generar
actitudes y condiciones para garantizar una interacción con las y los usuarios respetando sus
conocimientos y prácticas de salud, y avanzar en la adecuación cultural de los servicios con la
activa participación de los actores de la medicina ancestral y alternativa, que contribuyan a
recuperar, fortalecer y potenciar sus saberes y prácticas en función de una atención integral.
Es así que la interculturalidad en salud se vincula como el enfoque que permite la inter relación
entre culturas sanitarias distintas, aquella que se da entre los proveedores de salud que tienen en
sus orígenes, en su preparación y formación, concepciones y prácticas distintas, más que tienen
credibilidad y preferencia por parte de los usuarios. Además la interculturalidad mejorará las
relaciones entre los proveedores diversos en salud y sus demandantes o usuarios que por su
origen tienen y generan distintas demandas de atención en salud.
Desde la oferta de servicios de atención en salud la interculturalidad como enfoque busca hacer
efectivo el mandato constitucional donde se establece la conformación y presencia efectiva de
los proveedores de las medicinas occidentales, en conjunto con las medicinas alternativas y
complementarias, inter relacionados logren el bienestar del individuo, familia y comunidad
respetando y considerando sus situaciones y condiciones diversas, a fin de que la provisión de
servicios cumpla con criterios de pertinencia, coherencia y correspondencia.
REFERENCIAS
(1) Ayala Mora, Enrique, Ecuador Patria de Todos, Corporación Editora Nacional,
Universidad Andina Simón Bolívar, segunda edición, Quito, 2005, pp 52.
(2) Albó Xavier, Interculturalidad y salud, en Salud e Interculturalidad en América Latina,
perspectivas antropológicas, ediciones Abya Yala, Quito, 2004, pp 65-66.
(3) Alarcón Ana, Vidal Aldo, Neira Jaime, Salud intercultural: elementos para la
construcción de sus bases conceptuales. Rev Méd Chile 2003; 131: 1061-1065.
(4) Espinosa Luz María, Ysunza Alberto, Diálogo de saberes médicos y tradicionales en el
contexto de la interculturalidad en salud, CIENCIA ergo sum, 2009,16(3):300.
(5) Cañizares E. Sistemas de Salud [conference]. Symposium Educación Universitaria en
Ciencias de la Salud: Universidad de Cuenca; 2006.
(6) Rojas R. Reunión de la Comisión Andina de Salud Intercultural, Programa Regional
Salud de los Pueblos Indígenas de las Américas, OPS, http://www.paho.org.
(7) Organización Mundial de la Salud (OMS). Sistemas de salud. Disponible en
http://www.who.int/whr/2003/chapter7/es/index.html.
(8) Ministerio de Salud Pública del Ecuador. Informe anual. Dirección Nacional de los
Pueblos y Nacionalidades Indígenas. Quito; 2005. Disponible en
http://www.dpsp.gov.ec/html/docs/Salud%20Intercultural1.pdf.
(9) Ministerio de Salud Pública del Ecuador. MANUAL DEL MODELO DE ATENCION
INTEGRAL DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD Familiar Comunitario e
Intercultural (MAIS-FCI). Quito, 2012.
http://construyamossalud.grupofaro.org/sites/default/files/documentos/Manual_Modelo_
Atencion_Integral_Salud_Ecuador_2012%20Logrado%20ver%20amarillo.pdf