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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CALLAO

FACULTAD DE INGENIERIA AMBIENTAL Y DE RECURSOS NATURALES


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA AMBIENTAL Y DE RECURSOS
NATURALES

INFORME N°4: “DISTRIBUCION ESPACIAL DE LA POBLACION”


CURSO: SOCIOLOGIA AMBIENTAL
DOCENTE: QUINTANILLA ALARCÓN JORGE

ESTUDIANTES:
- ALVARADO CACERES, RONALD
- TECCSI PRADO, BRYAN
- VALENCIA VILLAIZAN, ARIANA
- YARANGA HUAMANCHAQUI, OSCAR

Callao, 2021
PERÚ
INDICE

INTRODUCCIÓN........................................................................................................2

DISTRIBUCION ESPACIAL DE LA POBLACION EN PERU.................................4

FACTORES DE LA DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA POBLACIÓN..............4

DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR REGIÓN NATURAL Y TASA DE

CRECIMIENTO........................................................................................................5

DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR DEPARTAMENTO Y TASA DE

CRECIMIENTO........................................................................................................7

DENSIDAD POBLACIONAL POR DEPARTAMENTO........................................7

URBANIZACIÓN........................................................................................................9

DINÁMICA DE LAS MODALIDADES DE ASENTAMIENTOS URBANOS EN

AMÉRICA LATINA.................................................................................................9

PROBLEMAS Y DESAFÍOS DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN....12

BIBLIOGRAFIA........................................................................................................14
VALENCIA VILLAIZAN, ARIANA

INTRODUCCIÓN 

Los estudios poblacionales son una herramienta importante para ahondar en el


conocimiento de la historia de vida y la ecología de las especies (Silvertown 1987,
Rockwood 2006). Como parte de estos, la estructura y la distribución de las
poblaciones de especies de plantas aportan datos importantes para conocer su estado
de salud y, así, poder tomar decisiones sobre su vulnerabilidad y medidas para su
manejo y conservación (López-Gallego 2015). Las especies con crecimiento cespitoso
muestran un comportamiento poblacional característico, pudiendo presentar
propagación sexual y vegetativa, las que dependiendo de las condiciones propias del
individuo, como del ambiente, pueden llegar a preferir la propagación vegetativa
sobre la sexual (Benzing 2000), como en el caso de algunas especies de Tillandsia
(Paggi et al. 2010). Así mismo, estas especies pueden presentar estructuras
poblacionales que no cumplen con el típico patrón en forma de J invertida,
presentando mayor número de individuos en categorías de tamaño juveniles y
subadultos que en las categorías de plántulas y adultos (Silvertown 1987, Bennett
1991). Por otra parte, en las especies rupícolas su patrón de distribución geográfica
está determinado principalmente por la disponibilidad de los afloramientos rocosos,
así como por la presencia de algunos sustratos, como hepáticas y musgos, entre otros,
necesarios para su establecimiento en estos ambientes (Benzing 2000). Sin embargo,
hay especies facultativas que dependiendo de condiciones extrínsecas pueden
comportarse como rupícolas, epifitas o terrestres, lo que puede ampliar su ámbito de
distribución geográfica (Bennett 1991, Cogliatti-Carvalho y Rocha 2001). Pitcairnia
huilensis Betancur & JiménezEscobar (Bromeliaceae: Pitcairnioideae) es una especie
cespitosa y rupícola, endémica de Colombia, que se encuentra restringida a la
vertiente oriental de la Cordillera Central de los Andes. Este territorio tiene una larga
historia de uso, relacionada con la ganadería, el cultivo de arroz y las consecuentes
tala y quema periódicas asociadas con estas prácticas agrícolas, por lo que presentan
gran transformación y deterioro (Betancur y Jiménez-Escobar 2015). Además, esta
área hace parte de la zona de influencia del Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo, por lo
que el tamaño de sus poblaciones podría verse afectado drásticamente en los próximos
años. Lo anterior condujo a que P. huilensis fuera categorizada En Peligro Crítico
(CR) por Betancur y Jiménez-Escobar (2015). Por otra parte, el Bosque Seco Tropical
(bs-T), hábitat en donde crece Pitcairnia huilensis, es uno de los ecosistemas más
degradados y fragmentados del Neotrópico y de Colombia, dada la fuerte reducción de
su cobertura vegetal original (Pizano et al. 2014). Así mismo, el bs-T es uno de los
menos conocidos y en donde los estudios sobre la autoecología de las especies son aún
bastante escasos para el país (Pizano et al. 2014) y casi nulos para poblaciones de
bromelias. En general, el conocimiento sobre la ecología de poblaciones de plantas
con hábito rupícola o saxícola es muy reducido y, aún más, para las especies de
bromeliáceas. Sin embargo, existen algunos trabajos realizados en países como Chile,
España, Estados Unidos y Perú que abordan la temática (Bennett 1991, Rundel y
Dillon 1998, Goñi et al. 2006, Pinto et al. 2006, Paggi et al. 2010, Aponte y Flores
2013). 

La mayor parte de estos trabajos muestran que las poblaciones están representadas en
su mayoría por individuos en estadios adultos o juveniles. Por su parte, Aponte y
Flores (2013) encontraron que en Tillandsia latifolia M. Martens & Galeotti el mayor
número de individuos corresponden a juveniles y subadultos. Rundel y Dillon (1998)
y Pinto et al (2006) encontraron que los factores topográficos y climáticos y la
disponibilidad de sustrato determinan su distribución espacial. En otros grupos de
plantas no bromeliáceas con hábito de crecimiento similar al de Pitcairnia huilensis,
rupícolas y cespitosas, como las cactáceas Strombocactus disciformis (DC.) Britton &
Rose y Turbinicarpus pseudomacrochele (Backeb.) Buxb. & Backeb, se ha encontrado
que sus poblaciones están compuestas principalmente por individuos en estadios
juveniles y adultos, en donde los factores microambientales y la depredación de los
estadios más pequeños son los que más influyen en su distribución (Godínez Álvarez
et al. 2003, Álvarez et al. 2004, Ferrer et al. 2011). En este trabajo se evalúa la
estructura de la población y la distribución espacial de Pitcairnia huilensis,
información que brinda herramientas para establecer medidas de conservación y
manejo de esta especie en peligro crítico, así como para mejorar el conocimiento sobre
ALVARADO CACERES, RONALD
el bosque seco tropical y los elementos que lo componen.

DISTRIBUCION ESPACIAL DE LA POBLACION EN PERU

FACTORES DE LA DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA POBLACIÓN


Factores físicos:
Relieve
Clima

Factores históricos y políticos:


Procesos de ocupación del territorio
Propiedad de la tierra
Políticas de población

Factores económicos
Presencia de recursos naturales
Actividad Industrial
Facilidad de comunicaciones (Figueroa, 2016)

DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR REGIÓN NATURAL Y TASA DE


CRECIMIENTO

CUADRO N° 1
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática- Censos Nacionales de Población y Vivienda.

CUADRO N°2
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática- Censos Nacionales de Población y Vivienda.

Se concluye que de ser predominantemente andina ha pasado a ser mayoritariamente


costeña. En el Censo de 1940, la población de la Costa representaba el 28,3% de la
población censada, la Sierra el 65,0% y la Selva el 6,7%, después de 77 años la Costa
representa el 58,0%, la Sierra el 28,1% y la Selva 13,9%.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática- Censos Nacionales de Población y Vivienda.

DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR DEPARTAMENTO Y TASA DE


CRECIMIENTO

CUADRO N° 4
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática- Censos Nacionales de Población y Vivienda.

DENSIDAD POBLACIONAL POR DEPARTAMENTO

De acuerdo a los resultados del último Censo de 2017, la Provincia Constitucional del
Callao (6 815,8 Hab. /Km2) y la provincia de Lima (3 278,9 Hab. /Km2), destacaron
por presentar la densidad más alta del país. Lo que significa que albergan una mayor
cantidad de habitantes por kilómetro cuadrado. Por el contrario, los departamentos de
Madre de Dios (1,7 Hab. /Km2), Loreto (2,4 Hab. /Km2) y Ucayali (4,9 Hab. /Km2),
presentaron la menor densidad poblacional.

CUADRO N° 5
Fuente: Instituto Nacional de Estadística e Informática- Censos Nacionales de Población y Vivienda.

TECCSI PRADO, BRYAN

URBANIZACIÓN 

El proceso de urbanización involucra cambios trascendentales tanto en lo que atañe a


la dinámica y la distribución de la población como en lo que concierne a la
localización de las actividades económicas y a la organización de las relaciones
sociales. Se trata, por cierto, de un proceso de honda raigambre histórica, cuyas
expresiones tienen larga trayectoria. Sin embargo, las modalidades que reviste su
evolución reciente le confieren atributos particulares. Uno de ellos corresponde al
acelerado ritmo con que grandes sectores sociales se incorporan a formas nuevas de
producción, consumo y gestión; otro, consiste en la conformación de grandes
ciudades, áreas metropolitanas y regiones urbanas, que prevalecen dentro de los
sistemas urbanos nacionales (Jordan, 1982, pp 8).
Las evidencias empíricas acerca de la aceleración del proceso de urbanización de la
sociedad humana y del surgimiento de grandes conglomerados urbanos son
abundantes. Estudios realizados por Naciones Unidas muestran que todavía en 1850
apenas el 4,3% de la población mundial residía en ciudades de 20.000 o más
habitantes; un siglo después, en 1950, los habitantes de esas ciudades representaban la
quinta parte de la población del planeta, y en 1970, uno de cada cuatro habitantes de la
tierra vivía en localidades de aquel tamaño. A su vez, mientras en 1850 sólo se
contaban tres ciudades que poseían un millón de habitantes o más —Londres, Pekín y
París—, en 1950 las urbes de tal magnitud eran setenta y siete, y en 1970 llegaban a
ciento sesenta; las proyecciones indican que en el año 2000 habrá unas doscientas
cincuenta de estas ciudades, noventa de las cuales superarán los cuatro millones de
habitantes y dos tercios de ellas se situarán en regiones de menor desarrollo
(Grauman, 1976, pp 16 - 33).

DINÁMICA DE LAS MODALIDADES DE ASENTAMIENTOS URBANOS EN


AMÉRICA LATINA 

Entre las regiones de menor desarrollo, América Latina se distingue tanto por su
proporción relativamente alta de población urbana como por el ritmo de crecimiento
de esta proporción. Desde el punto de vista demográfico espacial, este grado de
urbanización ha sido alcanzado en virtud de importantes corrientes migratorias
internas y de la multiplicación acelerada de la población, todo lo cual ha concurrido al
surgimiento de un número importante de ciudades, algunas de ellas de tamaños
considerables. Con el propósito de entregar antecedentes para la apreciación
cuantitativa del proceso de urbanización de América Latina y de ilustrar las complejas
vinculaciones que éste tiene con las tendencias demográficas, se consideran
brevemente algunas cifras indicativas de las principales variables intervinientes
(Jordan, 1982, pp 12).

Dos factores concurren simultáneamente a la explicación, de modo inmediato, del


rápido crecimiento urbano; ellos son: una tasa relativamente elevada de incremento
natural de la población total —fruto de la diferencia entre una alta aunque decreciente
fecundidad y una mortalidad en continua reducción— y la transferencia neta de
población entre áreas rurales y urbanas. Este último factor está constituido, a su vez,
por dos conjuntos de elementos: corrientes migratorias entre áreas rurales y urbanas y
reclasificación de la población de áreas rurales, sea por efecto de la expansión física
de ciudades que absorben localidades anteriormente rurales o como resultado del
crecimiento de algunas de éstas que devienen urbanas al superar un cierto umbral de
tamaño. Estimaciones indirectas permiten sostener que, como promedio para América
Latina, la contribución del crecimiento natural representaría alrededor de la mitad del
incremento urbano total en tanto que la transferencia neta de población rural tendería a
aumentar en los países que registran tasas más bajas de crecimiento de la población
total (ONU, 1980).
Las estructuras agrarias de los países latinoamericanos han experimentado cambios en
décadas recientes, cuyos efectos parecieran haber elevado las presiones expulsoras de
población. Así, en ciertas áreas se han introducido innovaciones tecnológicas como un
medio para elevar la rentabilidad del capital y para obviar la incidencia de las
reformas agrarias, que han dado lugar a una creciente disminución de las
explotaciones intensivas en mano de obra y a un incremento en la estacionalidad en la
demanda de fuerza de trabajo. Por otra parte, muchos de los esquemas de reforma
agraria parecieran haber desembocado (directa o indirectamente) en una reducción de
las oportunidades laborales, sea porque ellas se orientaron a una asignación
preferentemente individual (o familiar) de las tierras o porque se llevaron a la práctica
en medio de un proceso de movilización campesina al cual los terratenientes
respondieron adoptando mecanismos contractuales que permiten obviar la
sindicalización (Urzua, 1980, pp 57-105).
De un modo u otro, muchos de estos cambios han tenidocomo efecto neto una
tendencia a restringir la oferta de puestos de trabajo en el sector agropecuario, efecto
éste que no ha sido suficientemente contrarrestado mediante planes y programas de
colonización de nuevas tierras. Por consiguiente, al ver mermadas sus expectativas de
empleo, conjuntos importantes de población se han desplazado hacia las áreas
urbanas. Además, la extensión de los servicios educacionales —y la transmisión de
contenidos de enseñanza que promueven valores y motivaciones no susceptibles de
satisfacerse en el medio rural— fortalecen las presiones migratorias. Finalmente,
dentro de esta visión esquemática, cabe señalar que el aumento en la estacionalidad de
la demanda de fuerza de trabajo agrícola, asociado al carácter empresarial de las
explotaciones que usan tecnología "moderna", ha promovido movimientos temporales
de población que suelen involucrar el establecimiento de la misma en pueblos y
ciudades de pequeño tamaño.

        De otro lado, el proceso industrial, estimulado por políticas de índole


proteccionista, ha derivado hacia una estructura productiva orientada esencialmente
hacia la generación de bienes de consumo que requieren, en cierto grado, de la
importación de materias primas y procesos tecnológicos. A su vez, las restricciones de
la demanda interna, ocasionadas por una distribución generalmente regresiva de los
ingresos, han conducido a la formación de situaciones de tipo cuasi monopólico de la
oferta. De este modo, los establecimientos fabriles han ido perdiendo su carácter
nacional para integrarse como ramas o agencias subsidiarias de grandes corporaciones
transnacionales, las cuales han desplazado, en muchos casos, a los pequeños
productores.

         Entre los efectos de estos cambios cabe destacar que el creciente uso de
tecnologías intensivas de capital ha ocasionado restricciones en la demanda de fuerza
de trabajo dentro del medio urbano; a ello se debe, en parte, el hecho de que el
excedente relativo de población económicamente activa de las ciudades se haya ido
incorporando a funciones de servicios de la más variada índole. Otro de los efectos ha
sido el aumento de la concentración económica en las grandes ciudades que, de este
modo, absorben recursos humanos y físicos del resto del territorio de los países. Sin
embargo, como muchas de las industrias dependen de grandes volúmenes de
importaciones y como sus productos están orientados a satisfacer la demanda
establecida en esas mismas ciudades, ellas no contribuyen a intensificar el uso de
recursos naturales nacionales, por la que su impacto dinamizador resulta más bien
exiguo y su capacidad para absorber fuerza de trabajo no urbana, bastante reducida.

El espacio social de las ciudades latinoamericanas, especialmente de las áreas


metropolitanas, más que un sistema cultural único, se constituye como una serie de
subsistemas diferenciados cuya integración está dada por la operación de mecanismos
de apropiación y de gestión. La marcada estratificación de la ciudad, en cuanto a las
áreas de asentamiento, al uso de las dotaciones físicas, a la provisión de servicios, a la
distribución del ingreso y de los frutos del progreso técnico —en suma, en cuanto a las
múltiples dimensiones de la calidad de la vida y del ambiente—, define un contexto
heterogéneo que pone de manifiesto las desigualdades de las estructuras sociales de
los países. Se trata, en esencia, de un proceso particular de establecimiento humano
que requiere de análisis interpretativos profundos para permitir el diseño de estrategias
de acción. Cabe tener presente que este proceso de diferenciación social intraurbano
no ha sido ajeno al que, a escala nacional, ha presentado la distribución general de la
población en el espacio de los países latinoamericanos (Jordan, 1982, pp 18-22).

PROBLEMAS Y DESAFÍOS DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN 

Dado que la concentración en las grandes áreas metropolitanas— se ha desenvuelto,


en la mayor parte de su evolución, con antelación al crecimiento industrial y sin que,
necesariamente, se registrase una modificación sustantiva de la organización
productiva agraria, ella comporta atributos estructurales problemáticos que afectan a
las pautas globales de distribución espacial de la población. Entre estos problemas —
ya crónicos— cabe mencionar situaciones de desempleo y subempleo, una fuerte
expansión de actividades terciarias de baja productividad, reducidos e irregulares
ingresos, insuficientes ritmos de ahorro e inversión, una demanda restringida y una
oferta más bien limitada de bienes y servicios. A su vez, como la fase de crecimiento
industrial tendió a favorecer localizaciones en las que ya existía una demanda, el
resultado ha sido una creciente concentración de los equipos de producción y de los
servicios que les son concomitantes en las ciudades de mayor tamaño. Tal
concentración, que se ha ido reproduciendo y ampliando, ha jugado un papel
importante en la generación o acentuación de diferencias económicas entre las
distintas unidades territoriales de los países. Esto ha redundado en la conformación de
sistemas urbanos que se distinguen por un alto grado de primacía y por la carencia de
ciudades de tamaño intermedio que posean estructuras económicas suficientemente
diversificadas como para generar opciones de localización 
Se ha postulado que los factores determinantes del deterioro del medio urbano y del
déficit cuantitativo y cualitativo en materia de provisión de servicios demandados por
la población estriban en problemas estructurales de funcionamiento de las sociedades
latinoamericanas. La disparidad entre el ritmo de crecimiento económico y las pautas
de distribución del ingreso generado han redundado en un alto grado de concentración
demográfica en las grandes ciudades. Dentro de éstas se percibe que los problemas
estructurales de la sociedad adquieren una más nítida expresión que, al parecer, guarda
relación con el tamaño adquirido por las urbes y con la falta de equidad en las
modalidades de organización social del espacio. Desde un punto de vista
esencialmente técnico pudiera sostenerse que trascendidos ciertos umbrales de tamaño
urbano —en términos de población y de superficie— los costos marginales que
demanda la satisfacción de necesidades básicas tienden a elevarse por encima de los
beneficios (Jordan, 1982, pp 24).

Bibliografía

Figueroa, J. (02 de abril de 2016). Distribucion espacial de la pobación. Obtenido de


Slideshare: https://www.slideshare.net/jackelinlin/distribucin-espacial-de-la-
poblacin

Jordan, Luis. (1982). DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DE LA POBLACIÓN Y


DESARROLLO: NOTAS ACERCA DE LOS ASENTAMIENTOS URBANOS DE
AMÉRICA LATINA. Revista. EURE, 25, 8-24.

Grauman, John V. (1976)."Orders of Magnitude of The World's Urban Population History", 


United Nations Population Bulletin, 8, pp 16 - 33.

United Nations. (1980). Patterns of Urban and Rural Population Growth.New York,
ST/ESA/SER.A/68, Sales, No E. 79. XIII. 9. 

Urzúa, Raúl. (1980, Diciembre) "Distribución Espacial de la Población en la América


Latina". Revista Notas de Población, 24, pp 57-105.

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