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La política estadounidense es blanco y negro; o mejor dicho: rojo y azul.

Desde 1852, todos los


presidentes de Estados Unidos han pertenecido a solo dos partidos, el republicano o el
demócrata.

Aunque existen otros partidos, los conocidos como third parties (terceros partidos), que también
presentan candidatos presidenciales, como el Partido Verde o el Partido Libertario, por ejemplo,
la realidad es que no son muy populares y que votar por ellos es visto como un mero voto de
protesta.

No obstante existen, y a veces son capaces de arañar un buen puñado de votos. Un ejemplo
de ello son las elecciones del 2016 en las que, en algunos estados clave -como Michigan
Wisconsin o Arizona- el total de votos a los dos principales partidos alternativos fue superior al
número de votos por el que Donald Trump ganó a la demócrata Hillary Clinton en esos estados.

Sin embargo, estos partidos no han conseguido una presidencia en más de un siglo y no tienen
una representación significativa en el Congreso. Actualmente solo tres representantes de la
Cámara y dos senadores son independientes o de partidos alternativos.

El bipartidismo ha estado presente desde los inicios de EE.UU, solo que con distintos nombres:
demócratas y los whig, demócratas y los nacionales republicanos, demócratas-republicanos y
federalistas. Los partidos actuales se conformaron después de la guerra civil, que terminó en
1865.

¿Por qué se desarrolló el bipartidismo?


En gran parte, por el sistema electoral. Tanto el Congreso como la presidencia se eligen por el
método llamado winners take all (el ganador se lleva todo). En 48 de los 50 estados, los
candidatos a la presidencia obtienen todos los votos de un estado si obtienen la mayoría de los
votos.

Como explicó a la Voz de América Lee Drutman, politólogo y autor del libro: Rompiendo el Ciclo
de los Dos Partidos, “siempre ha habido una dinámica de dos partidos y eso tiene mucho que
ver con la naturaleza de «el ganador se lleva todo» de nuestras elecciones, la presidencia del
ganador único con el colegio electoral y que solo haya una ronda de votación”.

El sistema de partido único en Cuba es cuestionado por los enemigos de la Revolución


Cubana. En tal sentido se afirma, que tal praxis se opone a la democracia y constituye una
violación de derechos humanos elementales de los cubanos. Habitualmente se argumenta la
existencia del actual Partido Comunista de Cuba desde la historia Patria en tanto se legitima en
determinados antecedentes históricos de la lucha revolucionaria del Los estudios acerca de la
crisis de los partidos políticos, en sentido general, abordan lados del problema y no el mismo
en su integralidad, por lo que hacemos un análisis del desde diversas aristas.
Palabras claves: Partido, democracia, único, pluripartidismo.
Múltiples razones atraen la atención sobre el tema. El sistema de partido único en Cuba es
cuestionado por los enemigos de la Revolución. En tal sentido se afirma, que tal praxis se
opone a la democracia y constituye una violación de derechos humanos elementales de los
cubanos. Habitualmente se argumenta la existencia del actual Partido Comunista de Cuba
desde la historia Patria en tanto se legitima en determinados antecedentes históricos de la
lucha revolucionaria del pueblo cubano desde el siglo XIX. Los más convencidos
revolucionarios consideran que siempre ha de haber un solo Partido a partir de tales
presupuestos. Al mismo tiempo, con un solo Partido uniendo los esfuerzos de los cubanos se
han logrado los mayores éxitos en el afán dignificador y emancipador del pueblo cubano.

Ahora bien, encontrar respuestas a las siguientes interrogantes - ¿qué es lo singular y qué lo
general?, ¿en qué nos parecemos o nos diferenciamos según los fundamentos teóricos y la
práctica política internacional?,- es la pretensión de este trabajo. Con el se pretende
sistematizar un material disperso en función de la comprensión de los fenómenos objeto de
análisis.

Acerca de los partidos políticos y los sistemas de partidos en la actualidad.

Las ciencias políticas en su primer medio siglo de existencia marchan de forma decidida hacia
el estudio en profundidad de los sujetos políticos. A juicio de muchos autores, los partidos
políticos, además del Estado, constituyen un actor muy significativo en los sistemas políticos
actuales. Entre los autores más socorridos para el estudio de los partidos políticos están, a
juicio de Hugo Mancini, Ostrogorski, Michels, Weber, Schumpeter, Duverger, Neumann,
Downs, Rokkan, Kirchheimer, Sartori y Panebianco 1.

Los partidos políticos, según nuestra Constitución Nacional, son instituciones fundamentales
del sistema democrático, ya que, entre otras cosas, poseen el monopolio de la representación
política. Esto significa que son los únicos habilitados a presentar candidaturas para cargos
públicos. Se encuentran regulados por la Ley Orgánica de los Partidos Políticos (Ley Nº
23.298) la cual distingue entre partidos de orden nacional, es decir aquellos partidos que son
reconocidos en al menos 5 distritos, y partidos de distrito que son los que tienen
reconocimiento legal en alguna provincia.

La cantidad de partidos reconocidos en Argentina viene manteniéndose en números elevados.


En los últimos diez años los partidos de orden nacional suelen oscilar entre 30 y 45, mientras
que los partidos de distrito entre 500 y 700 aproximadamente. Luego de la reforma política del
año 2009 (Ley 26.571), al elevarse los requisitos para mantener el reconocimiento y
mantenimiento, se redujo el número de partidos pero sólo de forma temporaria. Para el año
2015 las cifras volvieron a los parámetros anteriores a la reforma.
Al 31 de marzo de 2022, en nuestro país existen 45 partidos reconocidos de orden nacional,
uno más que en el 2019, y 705 de nivel distrital.

Partidos de distrito reconocidos, por provincia


Como se muestra en el gráfico, los partidos de distrito se distribuyen de forma desigual a lo
largo de las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La provincia de Buenos Aires
encabeza la lista con 81 partidos de distrito reconocidos, seguido de CABA con 54. En el otro
extremo, se encuentra Chubut que sólo cuenta con 12 partidos de distrito. En promedio, las
provincias argentinas tienen 28 partidos de distrito reconocidos por la Justicia Nacional
Electoral.

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