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El hombre más rico de Babilonia

(Resúmenes por capitulo e introducción)


(10 capítulos – George S. Clason)

Prefacio
Nuestra prosperidad como nación depende de la prosperidad financiera
de cada uno de nosotros como individuos…

Este es el inicio de un libro muy interesante que trata de los éxitos


personales de cada uno, nos muestra como nuestros esfuerzos,
habilidades y constancia nos puede llevar fácilmente al éxito personal y
financiero con la siguiente frase:
“Nuestro pensamiento no puede ser más sabio que nuestra comprensión”
En estos relatos que tienen como escenario a Babilonia, nos mostrarán
una forma sencilla y adecuada para manejar las finanzas, problemas
personales relacionados con el empleo y dinero. El libro refleja estas
enseñanzas por medio de relatos cortos y se basa en Babilonia, una ciudad
que fue considerada la más rica del mundo por aplicar los mismos
principios y costumbres que muestran en el libro, es una guía completa
para aprender a manejar las finanzas, saber ahorrar adecuadamente y
generar más ingresos para lograr la estabilidad económica que tanto
anhelamos.

G.S.C

EL HOMBRE QUE DESEABA ORO


(Primer relato)

“La riqueza de un hombre no está en la bolsa que lleva”


Este relato narra la historia de Bansir, un constructor de carruajes en la
ciudad de Babilonia. Bansir poseía un negocio que podría darle estabilidad
a su familia gracias a sus habilidades, sin embargo, él no lo veía de este
modo, lo único que hacía día tras día era compararse con los ricos y
sentirse miserable al lado de ellos. Solo pensaba en la cantidad de dinero
que guardaba en la bolsa, un dinero que siempre era escaso y se acababa
rápidamente, Bansir no sabía como ahorrar ni invertir para mejorar su
situación económica, no lograba tener una estabilidad financiera para
darle la vida que deseaba para su familia.
Un día llegó de visita un amigo que hace tiempo no veía, un hombre
llamado Kobbi, un músico que no tenía dinero suficiente para sobrevivir.
Kobbi sabía que su amigo tenía un trabajo que fácilmente prosperaba en
la ciudad y por ello, le pidió prestado algo de dinero para poder comprar
alimentos. Kobbi se llevó una sorpresa al escuchar la respuesta de Bansir,
su amigo se encontraba en la misma situación, el dinero que ganaba se iba
con facilidad, nunca lograba ahorrar y siempre se encontraba
compadeciéndose de sí mismo.
Y en medio de la extensa charla, Kobbi le contó que se había encontrado
con su viejo amigo Arkad, considerado como el hombre más rico de
Babilonia y a la vez, admirado por su carisma y humildad. Kobbi le
aconsejó buscarlo y escuchar sus consejos para lograr una buena
estabilidad económica, mencionando que hasta el mismo rey de Babilonia
solía reunirse con él. Al principio, Bansir dudaba de sí mismo, no creía en
sus propias habilidades, pero al final decidió ir a buscarlo y llevar consigo a
unos amigos de su infancia que se encontraban en la misma situación.
Kobbi elogió a Bansir por su idea, dándole a entender que era un hombre
que siempre pensaba en los demás a pesar de sus frustraciones.

EL HOMBRE MÁS RICO DE BABILONIA


(Segundo relato)

“Encontré el camino a la riqueza cuando decidí que una parte de todo lo


que ganaba era mía para ahorrarla”
En esta segunda parte se cuenta la historia de Arkad, un hombre tan rico
como generoso, con una gran estabilidad económica que hacía posible
que su familia tuviese lo mejor. Arkad se reunió con sus viejos amigos para
contarles como salió de la pobreza y se convirtió en el hombre más rico de
Babilonia. Sus amigos charlaron con él, dispuestos a descubrir sus
secretos, pero todos los comentarios eran negativos, aquellos hombres
solo sentían lástima de sí mismos, no habían aprendido nada en toda su
vida, se comparaban con él y no comprendían porqué Arkad tenía
semejante fortuna si todos habían crecido en la misma condición, siendo
Arkad un joven sin cualidades sobresalientes y tan humilde como ellos.
Arkad les respondió de una manera sencilla de comprender; cuando era
joven solía ver todas las cosas buenas que podría obtener gracias al oro.
Arkad se dio cuenta que si tenía suficiente oro podría hacer todo lo que
deseaba, por ello se propuso a conseguir una buena fortuna que lo
ayudase a conseguir sus propósitos. Un día decidió que no quería ser
pobre por siempre, fue en búsqueda de conocimientos que lo ayudasen a
aumentar el poco oro que obtenía con su duro trabajo, poder conservarlo
y tener lo suficiente para darse todos los lujos que quisiera. Arkad
tampoco entendía al principio, se frustraba varias veces porque todo lo
que ganaba era para pagar su comida y las deudas que adquiría.
Uno de sus trabajos fue el de escriba, donde ganaba bien pero nunca
lograba conservar ni aumentar sus ingresos. Un día, un hombre llamado
Algamish, un prestamista, le pidió hacer una copia de unas tablillas, al no
poder terminar su duro trabajo, Arkad le pidió que le contase como había
acumulado su fortuna, el joven le prometió terminar su pedido al
amanecer del día siguiente y Algamish aceptó el trato. Arkad logró
terminar con las tablillas y el prestamista empezó a darle muchos consejos
para conseguir la fortuna que tanto anhelaba, durante años Arkad
aprendió con sus errores las maneras que había para ahorrar suficiente
oro, y nos dejó unas reglas importantes:
1.- Aprender a vivir con menos dinero de lo que se gana.
2.- Buscar consejos de las personas que han conseguido lo que anhelas y
aplicarlo en tu vida.
3.- Aprender a manejar el dinero, conservarlo y usarlo con sabiduría.
4.- Disfrutar plenamente de la vida, saber ganar y ahorrar dinero sin
malgastar todas las energías.
5.- Vivir de acuerdo con nuestros ingresos y aprender a administrarlo sin
temor a gastarlo.
Cuando Arkad terminó el relato, sus amigos no supieron que decir, la
algunos no habían entendido sus enseñanzas, otros pensaban que debía
compartir su fortuna con sus amigos que no tenían suficiente oro para sus
familias, pero, dentro de este grupo, también hubo algunos que
comprendieron sus palabras, para ellos fue un nuevo comienzo, una luz
que iluminaría sus caminos por el resto de sus vidas, los únicos que
lograrían la estabilidad económica que deseaban.

LOS SIETE REMEDIOS PARA UNA BOLSA POBRE


(Tercer relato)

“Cultiva tus propios poderes, estudia y sé más sabio, sé más hábil”

Hubo un tiempo en donde surgió una terrible crisis económica en


Babilonia, tanto que el rey, preocupado por su pueblo, pidió a su canciller
que mandase llamar a Arkad, al conocer su riqueza y fama. El rey deseaba
que la situación en la ciudad mejorase, que recuperasen sus días de gloria,
por ello fue en la búsqueda de Arkad y sus sabios consejos, y después de
una charla, Arkad aceptó enseñar a cien hombres del pueblo para que
aprendieran a manejar el oro, ahorrarlo y aumentar sus fortunas, así
Babilonia podría volver a ser un país próspero.
Arkad pacientemente les enseñó a estos hombres varias lecciones para
que cambiasen sus vidas y el futuro de Babilonia. Con sus relatos y
experiencias en total fueron siete lecciones que nos dejó:
1.- Comienza a engordar tu bolsa.
2.- Controla tus gastos.
3.- Haz que tu oro se multiplique.
4.- Protege tus tesoros de posibles pérdidas.
5.- Haz de tu morada una inversión provechosa.
6.- Asegura un ingreso futuro.
7.- Aumenta tu habilidad para ganar dinero.

ENCUENTRE A LA DIOSA DE LA BUENA SUERTE


(Cuarto relato)

“La buena suerte se puede atraer aceptando la oportunidad”

En Babilonia había un lugar en donde los hombres podían aprender, ellos


eran astutos y agudos pensadores. Este centro de aprendizaje era llamado
“El templo del conocimiento”, había profesores que enseñaban sobre la
sabiduría del pasado, de los grandes maestros, tenían reuniones en donde
todas las personas, ya sean ricos o pobres, podían asistir, todos eran
tratados como iguales.
Arkad solía asistir a esas reuniones con regularidad, un lugar en donde
debatían sobre las bendiciones de la suerte. Hubo diversas historias acerca
de ella, relatos que coincidían que la suerte es atraída por las personas
trabajadoras, pero si un hombre no hace ninguna labor, la suerte jamás
aparecerá para volverte rico. Arkad dijo que la oportunidad nunca espera
a las personas ociosas, si alguien quiere tenerla de su lado hay que actuar
con rapidez y saber aprovecharla. La suerte es inteligente, una diosa llena
de amor y dignidad, cuyo placer es ayudar a quienes son merecedores de
su sabiduría.
Arkad les enseñó a no dejar pasar las oportunidades que aparecen para
cambiar la vida de las personas, nunca se debe postergar los proyectos ni
darse al abandono. La suerte siempre está rondando a las personas,
esperando las decisiones que tome, al hombre que nunca actúa, la suerte
lo ignorará. Arkad también les dejó una lección para que lo aplicaran en
sus vidas si en verdad deseaban cambiar su situación económica. “La
buena suerte se puede atraer aceptando las oportunidades”, solo las
personas que desean mejorar, atraerán a la diosa, ella siempre ayudará a
quienes le agraden con sus acciones.
LAS CINCO LEYES DEL ORO
(Capítulo cinco)

“En la fuerza de tus propios deseos hay un poder mágico”

Un hombre llamado Kalabab estaba reunido con un grupo de personas en


el desierto, al plantear la siguiente pregunta: “¿elegirían una bolsa con oro
o una tablilla de arcilla grabada con palabras sabias”? Supo de antemano
la respuesta de aquellos hombres que segundos después dijeron “El oro,
el oro”. Estos hombres siempre buscaban la sabiduría de Kalabab, pero les
faltaba mucho por aprender, aquella noche les relató la historia de Arkad,
el hombre más rico de Babilonia, en sus tiempos, y la de su hijo Nomasir.
Las cinco leyes del oro:
1.- Un hombre puede obtener una buena cantidad de oro siempre y
cuando logre separarlo para ahorrar, invertir, aumentar la fortuna y
asegurar el futuro de su familia.
2.- El oro es como el rebaño en el campo, se multiplica en manos de
hombres trabajadores y diligentes.
3.- El oro se mantiene con la persona que es precavida, quien sabe
escuchar los consejos de personas que han logrado sus objetivos y los
aplica para multiplicarlo.
4.- El oro desaparece si cae en manos de aquellos que buscan grandes
fortunas si tener el mínimo conocimiento, si lo gastan sin criterio.
5.- El oro nunca estará al lado de los hombres que se dejan embaucar por
estafadores, tampoco de personas que creen tener la sabiduría necesaria
para invertir o se deja llevar por las emociones, sin pensar en las
consecuencias.
Y no se debe olvidar la frase “En la fuerza de tus propios deseos hay un
poder mágico. Guía este poder con tu conocimiento de las cinco leyes del
oro, y compartirás los tesoros de Babilonia”.

EL PRESTAMISTA DE ORO DE BABILONIA


(Capítulo seis)

“Antes de permitir que alguna pieza de oro salga de tu bolsa cerciórate


que tienes una forma segura de hacerla regresar”

En este capítulo se cuenta la historia de Rodan, el fabricante de lanzas de


la vieja Babilonia. Rodan ganó quince piezas de oro gracias a su trabajo,
pero no sabía que uso debería darle, solo pensaba en los bienes que
podría adquirir, a pesar de ello, sabía que debía ahorrarlas y multiplicarlas,
por eso unos días después fue a pedirle consejo a un prestamista de oro
llamado Mathon, quién le dijo que el oro trae a su poseedor muchas
responsabilidades y un cambio de posición con sus semejantes, así como
el temor de una posible pérdida.
Mathon le empezó a contar varios relatos en donde le enseñó muchas
lecciones. Sobre todo, el cómo poder conservar su oro y multiplicarlo.
Rodan tuvo muchísimas preguntas que fueron respondidas por medio de
ejemplos que sacaba de estas narraciones, en dónde poco a poco se dio
cuenta de la necesidad de ahorrar y saber tomar decisiones para
multiplicar la fortuna. Mathon le habló acerca de los principios básicos de
un prestamista, que son:
1.- Se debe prestar oro a quienes tengan posesiones que valgan más que
el oro que piden prestado, para asegurarse que volverá sin riesgo alguno
de perdida.
2.- Los hombres que se dejan llevar por las pasiones no deben ser
tomados en cuenta, ellos son un gran peligro para un prestamista de oro.
3.- Las personas que sepan invertir el oro para ganar más, son aptos para
un préstamo. Pero, quienes solo deseen oro para pagar caprichos y no
trabajen para multiplicarlo, no son aptas para un préstamo porque el oro
nunca podría ser recuperado.
Mathon terminó el relato con un consejo muy importante que Rodan no
llegó a escuchar, un consejo que se resume con “Mejor tener un poco de
precaución a un gran remordimiento”.

LOS MUROS DE BABILONIA


(Capitulo siete)

“Detrás de los inexpugnables muros de los seguros, cuentas de ahorro y


seguras inversiones, podemos protegernos contra las inesperadas
tragedias que pueden aparecer en cualquier momento”

En este capítulo se cuenta la historia de Banzar, un guerrero que


custodiaba el pasillo que conducía a la parte superior de los antiguos
muros de Babilonia cuando fue atacada por muchos enemigos que
querían derribar las puertas para robar las riquezas que había en el
pueblo. Estos muros eran lo suficientemente fuertes para proteger la
ciudad a pesar que muchos pobladores tenían miedo de ser atacados.
Banzar los tranquilizaba al decirles que nada ni nadie podría atravesar
esos muros, que todos se encontraban seguros, pero el guerrero también
veía día a día todo el esfuerzo de los demás guerreros hacían por defender
aquellas puertas, con un gran número de muertos y después de días,
lograron proteger la ciudad como habían prometido a las personas.
Babilonia se mantuvo por muchos siglos, porque estaba completamente
protegida.
En este relato breve podemos ver una metáfora, se debe asegurar el
dinero, protegerlo con sabiduría, no permitir que nada destroce nuestro
muro de seguridad, cuidar el dinero como los guerreros lo hacían con
Babilonia.

EL TRAFICANTE DE CAMELLOS DE BABILONIA


(Capítulo ocho)

“Donde está la determinación, el camino se puede encontrar”

Tarkad, hijo de Azure, no había comido en dos días y se encontraba


rodeado de muchos problemas económicos. Pensativo y con el estómago
vacío, veía con expresión ausente las comidas que preparaban en el
mercado del pueblo, solo quería encontrar a alguien que le prestase un
penique para que el mesonero le preparase una buena comida. Con estos
pensamientos, Tarkad se encontró con Dabasir, un viejo amigo y traficante
de camellos, a quien le debía oro. Dabasir le pidió que le devolviese el oro
prestado, pero Tarkad solo tenía un estómago vacío y nada de dinero.
Dabasir estaba fastidiado, pero, lo llevo a un lugar conocido en la ciudad
en donde preparaban una deliciosa cabra asada, cuando le sirvieron el
plato, Tarkad no podía quitarle los ojos de encima, para su malestar,
cuando Dabasir empezó a contarle acerca de las cosas que sucedieron en
su juventud, otras personas se acercaron a su mesa llevando diversos
platillos que comían delante de Tarkad, quien era el único que no tenía
nada. En ese lugar, Dabasir rebeló que había sido esclavo en Siria y todas
las cosas que había padecido, relato que incluía los consejos de una mujer
llamada Sira, gracias a ella pudo darse cuenta de muchas cosas, se puso a
trabajar para poder pagar sus deudas y se convirtió en un hombre
respetado.
Gracias a ello, Tarkad pudo comprender muchas cosas acerca del dinero y
el trabajo, se vio reflejado en un joven Dabasir, desde ese momento
decidió cambiar su vida, y gracias a la comida que fue invitada por el
hombre, Tarkad estaba más decidido a ganarse el dinero y poder tener las
cosas que quería, vivir cómodamente. Si Dabasir había logrado salir de esa
vida penosa, el también podría hacerlo.

LAS TABLILLAS DE ARCILLA DE BABILONIA


(Capítulo nueve)

“Si usted paga por todo lo que compre y luego paga algo de lo que debe,
será lo mejor que habrá hecho”

Este capítulo comienza con una carta enviada el profesor Franlkin Caldwell
en 1934, el encargado de una expedición, en donde se le informa que han
sido halladas cinco tabillas de arcilla y que han podido ser traducidas. En
esas tablillas se rebela la historia de Dabasir para pagar sus deudas, relato
que se muestra en el capítulo anterior, Dabasir es un hombre que
demuestra que las condiciones de vida no han cambiado mucho después
de cinco mil años. Escrito en estas cinco tablillas están los consejos para
pagar las deudas y conseguir más dinero. Con estos consejos narra como
dejó de ser un esclavo y pudo convertirse en un hombre rico y respetado
en la antigua Babilonia.

Las tablillas contienen los siguientes consejos:

Tablilla 1:
- “El hombre que guarda en su bolsa oro y plata que no necesita gastar, es
bueno para su familia y leal a su rey”.
- “Pero el hombre que no tiene nada en su bolsa es desatento con su
familia y desleal a su rey, pues su propio corazón está amargado”.
- “Por lo tanto, el hombre que desea ganar debe tener monedas que pueda
ahorrar hasta que resuenen en su bolsa, y amor en su corazón para su
familia y lealtad a su rey”.

Tablilla 2:
- “El plan provee que fuera de mis ganancias, mis deudas se pagarán”.
- “Cada vez que la luna esté llena, dos décimos de todo lo que gane se
dividirá honorable y justamente entre aquellos que han confiado en mí con
quienes estoy endeudado, así todas mis deudas se pagarán”.
- El tercer consejo lo coloca a modo de una lista, en donde escribe cada
nombre y el dinero que le debe, con el propósito de tener todo organizado
y poder pagar todas las deudas que tiene.

Tablilla 3:
En esta tablilla continua el relato de Dabasir, en donde menciona los
nombres de las personas con las cuales tenía grandes deudas. Tuvo con
aquellos hombres muchas discusiones por aquellas deudas, pero llegó a
una conclusión que le sirvió de mucho “Es más fácil pagar las deudas de
uno que evitarlas”.
Tablilla 4:
En esta tablilla se sigue narrando la vida de Dabasir, cuando a conseguido
trabajo y gracias a la ayuda de su esposa puede pagar sus deudas. Dabasir
a logrado ahorrar, empezar a pagar deudas, ahorrar al mismo tiempo y
reconciliarse con aquellos hombres con los cuales tuvo problemas por el
dinero. Dabasir cuenta los altos y bajos que padeció para poder conseguir
la estabilidad económica que tanto había deseado.

Tablilla cinco:
Es el día en que Dabasir al fin a podido pagar todas sus deudas, durante
doce lunas a podido trabajar duro y ahorrar. Sus amigos lo tienen en alta
estima ahora, el hombre recalca la importancia de seguir estos consejos,
por ello un ex esclavo pudo conseguir la cantidad de oro que necesitaba
para llevar una vida plena junto a su familia, y podría ayudar mucho más a
una persona que no haya pasado por esta experiencia.

EL HOMBRE MÁS AFORTUNADO DE BABILONIA


(Capítulo diez)

En este último capítulo se cuenta la historia de Sharru Nada, el príncipe


comerciante de Babilonia, quién solía vestirse con las mejores ropas, pero,
nadie sospechaba que por dentro estaba preocupado, y el joven Hadan
Gula, el nieto de su socio. Se narra la travesía desde Damasco,
atravesando un sofocante desierto. Esta persona pasó de ser un esclavo a
un hombre con grandes fortunas, oro y tierras, respetado en toda
Babilonia. Sharru Nada destaca la clave para haber conseguido dicha
hazaña.
Sharru Nada recalca la disciplina y el trabajo arduo, seguido a problemas
cotidianos por los dueños o jefes. El hombre nos dice que si uno trabaja
duro y ama lo que hace, a pesar de los inconvenientes que se nos
presenten, todo se puede conseguir.

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