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LA NOCION TRIPARTITA DEL CONOCIMIENTO: UNA INTRODUCCION A LA EPISTEMOLOGIA JorGE GREGORIO PosaDA RAMIREZ AD a Coleccion Cuadernos Filoséfico-literarios No. 23 de justificacién. Se explica la teoria fundacionalista de la jjustificaci6n al igual que la coherentista, y se concluye que en tanto la justificacién entraiia el componente evaluativo del conocimiento, ambas teorias describen dos aspectos esenciales de las creencias que se asumen como genuino conocimiento: evidencia empirica y coherencia. En el capitulo final se asume una posicién critica con respecto a la definicién tripartita. A través del argumento de la ilusién sensorial y del argumento del suefio del filésofo Rene Descartes, se sefialan algunos de los problemas que tiene dicha definicién, especialmente, para explicar el conocimiento del mundo externo. Con esto, se deja abierto el camino para futuros trabajos de cardcter epistemoldgico. Para esta segunda edicién agradezco la lectura juiciosa de Mauricio Wong y Jhon Isaza; los comentarios de Dany Gonziilez, Parra, Pablo Arango, Alejandro Patifio, Carlos ‘Adolfo Rengifo, Luis Miguel Gallego y Andrés Julién “Arango; y el apoyo de Carlos Augusto Jaramillo, Dedico este trabajo amis hermanos: Antonio, Nicolas, Daniel y Siméon. Especialmente a mi madre, una mujer que da sabiduria a cada etapa de la vida. 1 LA DEFINICION TRIPARTITA DEL CONOCIMIENTO > Hemos empleado infinidad de veces estas ex- presiones: conocemes, no conocemos, sabemos, no sabemos, como si nos entendiéramos el uno 4l otro, mientras ignoramas atin lo que es la ciencia; y para darts una nueva prueba de ello, te haré notar que en este momento mismo nos servimos de las palabras ignorar y comprender, como si nos fuese permitido usarlas estando —privados de la clencia’ Platon Cada vez es més comtin quie estudiosos de areas distintas ala filosofia recurran al término ‘epistemologia’, tal vez para lamar la atencién sobre algo profundo de su disciplina o que se encuentra en estado critico, Articulos sobre la episte- mologia de la edueacién, del deporte, del trabajo social, del feminismo, de la ciencia, invaden las revistas de divulgacién académica, sin que se pueda obtener de ellos una nocién clara y comtin de lo que quieren decir cuando apelan al mal tratado término, Ano ser que, simplemente, quieran referirse a algo muy importante y les parezca provechoso llamarlo epistemologia, la mayoria de estos académicos utilizan el término vagamente. La confusién aumenta cuando dentro de 1a misma filosofia no se distingue la epistemologia de otras ramas " PLATON. Teetetes. México: Porn, 2003, p. 476. afines con el estudio del conocimiento, como es el caso de la filosofia de la ciencia y la metodologia de la investiga- cién. Si bien la filosofia de la ciencia y la metodologia de Ia investigacién tienen unas dreas de trabajo correctamen- te’delimitadas, que las diferencian de la epistemologia y centre si, al ser las tres reflexiones de segundo orden sobre el conocimiento’, es decir, reflexiones sobre actividades cognitivas ya conceptualizadas, se supone que obedecen a los mismos campos de estudio. No obstante, este enmarafiado estado de la epistemologia deja algo bueno, se puede detectar el creciente interés por inquirir sobre el conocimiento desde un punto de vista filos6fico. En lo que sigue aclararé el objeto de estudio de Ja epistemologia, esperando que pueda distinguirse de las restantes reflexiones de segundo orden sobre el conocimiento, como son la filosofia de la ciencia o 1a metodologia de la investigacion. Una de las reflexiones epistemolégicas mas importantes se la debemos a Platén. Su diélogo Teetetes o de la ciencia es el primer intento explicito y sistematico por aclarar el fendmeno humano del conocimiento. Valiéndose del personaje central de sus diélogos, Sécrates, y de su método dialéctico, consistente en buscar el conocimiento por medio de preguntas y respuestas, se propone definir el conocimiento. * Lafilosofia, como disciplina de anlisis conceptual, se asume como una activi- dad metatebrica. Asi, el objeto de estudio de la flosofia no son los hechos o las relaciones de ls estados de cosas del mundo, sino los conceptos yteorias que Permiten su pensamiento, Al teorizar, no sobre el mundo, sino sobre los eon- ceptos bajo los cuales pensamos el mundo, la flosofia no produce propiamente teorfas, sino metateoris. Por esto es considerada no como una disciplina de primer orden, como es la ciencia, sino de segundo orden, se entiende asi que la flosofia de a cencia, tiene por objeto de eu los eanvepios que estructuran vy definen a la ciencia. Su interlocutor Teetetes, joven avezado en las ciencias, ofrece tres definiciones: i) conocimiento como sensacién, ii) conocimiento como juicio verdadero y iii) conocimiento como juicio verdadero mas explicacién, Definiciones que Socrates desvirtiia a través de contraejemplos, hasta llegar a la conclusién negativa de que no se puede aclarar lo que esel conocimiento. Asi, termina afirmando que no podemos saber qué es el conocimiento. Aunque la definicién final del conocimiento dada en el Teetetes como juicio verdadero mas explicacién es replicada por Sécrates, como veremos, es provechosa fuera de la propuesta doctrinal de Platén, pues ha sido fuente de inspiracién para gran parte de las reflexiones epistemologicas. Si bien Platén la rechazé en el Teetetes porque buscaba una definicién que fuese consistente con su teoria del saber como contemplacién de ideas etemas, y que ademas estuviese expurgada del més minimo atisbo de error, la aceptacion de la inevitable falibilidad humana permite no desestimarla a pesar de sus inconvenientes. Teetetes y Sécrates se proponen definir qué es el cono- cimiento desde un punto de vista esencial. Las preguntas que responderin son: {En qué consiste el conocimiento en si mismo? {Cual es su naturaleza propia? Las preguntas no son por una parte del conocimiento, ni siquiera por las més afortunadas, como es hoy en dia el caso del conocimiento cientifico, sino por las caracteristicas necesarias y suficientes que definen el conocimiento. En la primera respuesta que da Teetetes sobre lo que es el conocimiento afirma que es la geometria, 1a astronomia, la armonia y el céleulo. A lo que replica Sécrates que su pregunta no espor los tipos de conoci- miento, sino por lo que es el conocimiento en si mismo. Dice: “Pero el objeto de mi pregunta, ‘leetetes, no es saber cuales son los objetos de las ciencias, porque no nos proponemos contarlas, sino conocer lo que es la ciencia en si misma™. Sobre la aclaracién de Sécrates a la pregunta epis- teynolégica {En qué consiste el conocimiento?, puede mostrarse que la epistemologia no es filosofia de la cien- cia ni metodologia de la investigacién. Ambas son una parte del conocimiento. Mientras la primera estudia el conocimiento cientifico, la segunda estudia los criterios y modos de producir conocimiento, ya sea cientifico 0 doctrinal, pero ninguna de estas se propone la investiga- cidn del conocimiento en sentido general. Los resultados de la filosofia de la ciencia y de 1a metodologia de la investigaci6n no tienen siempre que ser extensibles a las propuestas epistemoldgicas; no obstante, estas iltimas si tienen que serlo a los primeros. Una adecuada teoria epistemolégica debe poder explicar por qué es correcto aplicar su nocién del conocimiento a una teoria como la fisica de Newton; ademas, por qué es posible aplicarla al estudio filoséfico de su teoria La pregunta de Socrates se refiere a las condiciones que han de cumplirse para que se dé el conocimiento, sin importar sui tipo especifico. La pregunta es por ese fenémeno que es comin a la astronomia, la geometria, el célculo y a la misma filosofia, sea de la ciencia o del lenguaje, etcétera. Sécrates dice: “Por ejemplo a la pregunta ,qué es el barro? Es muy facil y sencillo responder, que es tierra mezclada con agua, sin acordarse de los diferentes obreros que se sirven de él”, > PLATON, Op. cit, p. 420, “PLATON, Op. cit, p. 420. En lo que sigue mostraré, a partir del Teetetes, lo que algunos filésofos Haman definicin tradicional o tripartita del conocimiento, por estar compuesta de juicio, verdad y explicacién‘. Posteriormente, desarrollaré dicha definicién a partir de un grupo de textos y filésofos que han visto en el problema del conocimiento uno de los asuntos esenciales de {a filosofia, como es el caso de Descartes, Hume, Russell y recientemente los filésofos Susan Haack y John Searle, 1.1 zEs el conocimiento sensacién? La primera respuesta de Teetetes es que el conocimiento es igual a sensacién. Teetetes, siguiendo al sofista Protigoras, centrega esta definicién en la que se supone que el concurso de los sentidos con los objetos externos es lo que da cono- cimiento. Al respecto dice: Después de tales excitaciones de tu prte, Sderates, seria vergonzoso no hacer los mayores esfuerzos para decirte To que uno tiene en el esprtu. Me parece que el que sabe ‘una cosa, siente aquello que él sabe, y en cuanto puedo juzgar en este momento, Ia ciencia 90 se diferencia en nada de la sensacidn’. Con esta caracterizacién se recoge la idea de que alguien, cuando percibe algo, justamente lo sabe porque lo perci- be. Afincamos nuestra confianza en los hechos que se nos » Desde finales del siglo XX las investigaciones epistemolégicas parten de la ‘definicién final del Teetetes del conocimiento como juicio verdadero més ex- plicacién, Se asume como la defnicién clisica o radicional del conocimiento, justamente por ser Platén quien la propone y por ser la que, a pesar de sus problemas, mejor ha caracterizade al conocimiemto, Jonathan Dancy, en Inro- ‘duccién a ta epistemologia contempordnea afirms que “E] andlisis tradicional {del conocimiento, alrededor del cual gira todo el trabajo reciente al respecte, define el eonocianiento como creencia verdadera ustiticada”. DANCY, Jonathan, Tntreduceién a a epistomologia contemporinea. Madi Tecnos, 1993. 38 * Ibid. p. 428. describen cuando asumimos que son referidos por testigos oculares. Socrates examina las implicaciones de esta tesis mostrando como de ella se sigue que si el conocimiento es igual a sensaci6n y la sensacién ofrece la manera de ser de las cosas tal como se aparecen al que las percibe, el cono- cimiento es igual a la captacién de las cosas tal como se las percibe. Implicacién coherente con la propuesta general de Protagoras resefiada en el Teetetes, en donde se dice que Protégoras afirmaba que: Et hombre, dice, es la medida de todas las cosas, de la existencia de las que existen, y de la no existencia de las que no exsten- (J, QNo es su opinin que las cosas son, con relacién a mi, tales como a mi me parecen, y con relacién a t, tales como a ti te parecen? Porque somos hombres ti y yo" Sentencia que hace que la existencia y el conocimiento de las cosas dependan del hombre y sus condiciones en tanto perceptor. Este pasaje de Protégoras es nutritivo para la re- flexidn filosofica sobre los llamados realismo y antirrealismo ontolégicos. Por un lado, Protigoras representa la posicién antirrealista, pues supone que la existencia de los objetos depende del sujeto; sin el concurso de las personas los ob- jetos simplemente no son. Socrates, por otro, defenderd una posicién realista, pues considera que los objetos tienen un modo de ser que es independiente de las personas. Con el ejemplo Socratico de las seis tabas, expuesto en el Teeteres, se recrean ambas posiciones. Afirma que: Un sencillo ejemplo te hari comprender lo que quiero decirte. Si pones seis tabas enfrente de cuatro, diremos que aquellas son més y que superan a las cuatro en una mitad; si pomes las seis enfrente de las doce, diremos que quedan "Tid. p. 426, reducidas a menor nimero; porque son la mitad de doce, {Podria explicarse esto de otra manera? ;Lo consent ti? Ciertamente no’ ‘Asi, seis tabas en relacién con doce son menores, y las mismas seis tabas en relacién con cuatro son mayores. Siguiendo la posicién de Protagoras, lo que son las seis tabas depende de su relacién con un patron de medida, externo a ellas; manifiestamente las seis tabas en si mismas no son nada. Sécrates negara lo anterior, afirmando que indagar por los modos de ser propios de las tabas no implica su consideracién en relacién con otras, sino por lo que ellas son en si mismas. Las seis tabas siempre sera las seis tabas; @ menos que a ellas mismas se les aumente o se les quite algo; su rela mn, sea con doce o con cuatro tabas, no hard que las seis tabas sean mayores o menores si se consideran en si mismas No sélo la posicién ontolégica, sino también epistemolégica de Protégoras, y con ella la primera definicién que da Teetetes del conocimiento, se sumergen en un subjetivismo extremo. ,Comoes el vino? Dependera del parecer de quien lo tome. Si quien est enfermo debe ofrecer una descripcién del vino, seguramente lo juzgaré como amargo, pero si lo hace un hombre sano dir que es dulce y agradable, con lo que el vino sera dulce y amargo dependiendo del sujeto. Por eso Aristételes afirmaba que la tesis de Protégoras segimn la cual “el hombre es la medida de todas las cosas” implica: {.-] que una cosa puede, al mismo tiempo, sr y no ser, 0 ser buena y mala, y que las demas proposiciones contra- rias son igualmente verdaderas, puesto que muchas veces “Ibid, p. 428, Jo que parece bello a unos es fo contario para otros, y el parecer de cada uno es la medida’. Esta caracterizacion del conocimiento es a todas luces errdnea. Los argumentos que ofrece Sécrates en contra son numerosos y avasalladores. Si conocimiento es igual a sensaci6n, animales como las ranas y las cabras tendran tanto conocimiento como Protagoras, pues ambos poseen sensacién. Jocosamente, dice Sécrates, habria que decir de Protagoras que es tan sabio como las ranas. Por otra parte, si el conocimiento depende del parecer de cada hombre, siendo el parecer de Protégoras distinto al de sus discipulos, Protégoras no tendria licencia para enseftarles nada, Si el conocimiento y, con él, la verdad se ajustan a las determi- naciones de cada individuo, Protagoras no tendré nada que ensefiar, pues’su verdad es solo su verdad y no tiene que ser la misma que la de sus escolares. Sécrates, finalmente, destruye esta primera definicién afirmando que si el cono- cimiento es sensacién y, con ello, depende del parecer de Jas personas, la definicién de Protigoras es falsa, de lo que se sigue que Protégoras y sus seguidores deben aceptarla como falsa. Alas critic: sensacién se suma el escenario del suefio. Sécrates afirma + Por s de la definicin de conocimiento como que cuando se suefia se tienen sensaciones de las co: ejemplo, de montafias y valles, no obstante, estas sensacio- nes, por su origen, estados de alucinacién, no deben tomarse como conocimiento de dichas cosas. Por lo tanto, dice: ARISTOTELES. Metafisica K 6, 1062. 12. Madrid: Gredos, 1982. {No recuerdas la controversia que suscitan con tal motivo los partidarios de este sistema, y principalmente sobre los estados de vigilia y del sueiio? ,Qué dicen? Lo que has oido, creo yo, muchas veces a los que nos exigen prueba de si en este momento dominos, siendo nuestros pensamientos otros tantos suefios, o si estamos despier- tos y conversando realmente juntos. - Es muy dificil Socrates distinguir los verdaderos signos que sirven para reconocer la diferencia, porque en uno y otto estado, se corresponden, por decirlo asi, los mismos caracteres”. En consecuencia, en tanto no se posea un criterio que permita distinguir las sensaciones o percepciones de las cosas y las que simplemente son productos de nuestros estados oniricos, la sensacién no es de fiar para el conocimiento"'. Todo esto obliga a Teetetes a reformular su definicién del conocimiento, pues la nocién de sensacién esté plagada de problemas. 1.2 ZEs el conocimiento juicio verdadero? Evidentemente, el conocimiento no puede definirse como sensaci6n. A pesar de la cercania que tiene esta definicién con nuestras convicciones ordinarias, dado que desde el sentido comiin es normal afirmar que las descripciones de alguien son dignas de crédito, puesto que estuvo en presencia de los ® PLATON, Op. cit, p. 433. " Sécrates oftece el que podsiamos llamar esbo20 del escepticismo cartesiano sobre el conocimiento del mundo externo. Recordemos que Descartes on la pri ‘mera meditacién metafsicaerige su filosofia através del método progresivo de Ja duda. Fl conocimiento del mundo, teniendo cono fuente ls sensaciones que ‘nuestros sentidos pueden capturar, es evestionado por Descartes en el segundo ‘aso desu método, Iamado el argumento del sueto. Sugiere suspender nuestros juicios sobre el mundo externo,o por lo menos tatarlos como si fuesen falsos, ues si estos dependen de nuestras sensaciones, en tanto no se puedan distinguir Tas sensaciones reales de Ins que aparecen en muestros suetios, no podremos jist el eonoviniiento del smuudo extenno, Ea la parte final de este trabajo desarollaré este tema hechos, dicha definicién es insuficiente. Las criticas de S6- crates son tan fuertes que es necesaria otra caracterizacién. El mismo filosofo leva a Teetetes a una nueva definicién del conocimiento, y con ella una revisién de nuestro apresurado sentido comin, ‘Al final de la primera parte del Teetetes Socrates esta~ blece una distincién sutil, pero capital para la mueva cara‘ terizaci6n del conocimiento. Sécrates le pregunta a Teetetes si las cosas que sentimos las sentimos con los sentidos 0 ‘por los sentidos. No puede ser lo primero, pues si las cosas las sentimos con los sentidos, ,cémo explicar que sentidos tan distintos, como la vista y el tacto, nos informen a la vez de cualidades comunes de las cosas como su diferencia 0 semejanza? Si sintiésemos con los sentidos, dificilmente podria establecerse que la dulzura de la miel y su textura suave provienen de una misma sustancia, pues el gusto nos daria la dulzura y el tacto su suavidad, pero ;con cual sentido sentiriamos que ambas sensaciones le pertenecen a un mismo objeto? Para Sécrates, no sentimos con los sentidos, pues es seguro que podemos sentir la unidad, la diversidad y la semejanza, y todo esto lo percibimos no con todos o algunos de nuestros cinco sentidos, sino que sentimos por los sentidos, pues estos son s6lo un medio para poder llegar posteriormente a cierto tipo de percepeiones que incluyen la unidad, la diferencia, la diversidad y la existencia, entre otras. Si los sentidos son un medio para tales percepciones surge la pregunta: {qué permite la obtencién final de las mi mas? Si solamente por el oido no podemos sentir la gravedad de la tuba ni la agudeza del clarin, ;qué permite finalmente dichas percepciones? Socrates dice: La razén por la que procuro aqui Ia exactitud de las pa- Iubras, es porque quiero saber sien nosotros hay un slo y mismo principio por el que sabemos, por medio de los djos lo que es blanco o negro, y los demas objetos por medio de los demas sents, y siti achacas cada una de estas sensaciones los 6rganos del cuerpo. Pero quizé vale ‘mas que seas ti mismo el que diga to esto, en lugar de tomarme yo este trabajo port Con base en la pequefia distincién verbal por y con, S6- crates indica la necesidad de introducir para el conocimiento una funcién sintetizadora, Los sentidos s6lo proporcionan datos sensibles, los cuales no son suficientes para la obten- cién de sensaciones propiamente percibidas por los sujetos, ni mucho menos para el conocimiento de otras cualidades de los objetos. Socrates afirma la existencia de otro érgano que sintetiza el distinto material proporcionado por los sentidos y que permite establecer que todo él le pertenece, por ejemplo, aun Unico objeto. La dulzura, la suavidad y Ia claridad la posee en unidad la miel, afirmacién que se elabora gracias a la capacidad sintetizadora del alma, Junto con la unidad y la diversidad, el alma advierte de la existencia o inexistencia, el ser o el no ser, propiedades necesarias para establecer conocimiento. En el didlogo se observa: ‘Teetetes.— Hablas sin duda del ser y del no ser, de la semejanza y de la desomejanza, de Is identidad y de la diferencia, también de la unidad y de los dems nme ros. ¥ es evidente que ti me preguntas por qué érganos » WITTGENSTEIN, Ludwig. Conferencia sobre ética, Barcelona: Paidés, p. 34. tionada mostrando problemas que a primera vista parecen insolubles, ella ha sido adoptada como el rostro chino de la investigacion epistemologica. 1.4 Razones de las reflexiones anteriores Desde la propuesta de Platén, ni sensacién, ni juicio ver- dadero, ni juicio verdadero mas explica para una adecuada definicién de lo que es el conocimiento Socrates en el Teetetes concluye que no podemos saber qué es el conocimiento. No obstante, su definicién final, fuera de su posicién doctrinal, ha sido capital para las reflexiones epistemoldgicas, las cuales se han ido centrando en el pro- blematico concepto de explicacién o justificacién Resefiamos los problemas centrales que ofrece Platén con el objetivo de introducir el érea de trabajo de la reflexion epistemolégica, Como mencionamos, este es el lugar comin de la epistemologia. La definicién final sobre el conocimiento que offece Platén, reconocida como la definicién tradicional © tripartita del conocimiento, por estar compuesta de tres partes: juicio, verdad y explicacién, ha sido tradicionalmente el punto de partida para encarar desde la filosofia los pro- blemas del conocimiento. Se comprende entonces que el escepticismo, la piedra en el zapato de la epistemologia, parte de la nocién triparti- ta del conocimiento para enfilar sus araques contra los que afirman que hay conocimiento. Su tesis es que, como no podemos brindar una adecuada explicacién o justifi de nuestras creencias, el conocimiento no es posible. Frente a.este problema el fundacionalismo y el coherentismo, que se asumen como las teorias tipicas de Ia justificacién, tienen como uno de sus propésitos centrales rratar adecuadamente in son suficientes icion Jos problemas intuidos por Socrates sobre lo que es Ia expli- cacién o justificacién y su manera de operar en los juicios verdaderos” 4, De igual forma, la condicién de juicio verdadero, propia de la definici6n tripartita, permite delimitar el tipo de saber que se busca explicar desde la epistemologia; la reflexign se concentra en el “saber qué” y no en el “saber emo”. En el primer caso, “el saber qué”, hace referencia a proposiciones, que es intuitivamente lo que tenia en mente Platén cuando se refirié a juicios verdaderos. Se reconoce el “saber qué” bajo la formula S sabe que p, en donde S hace referencia a un sujeto cualquiera y p a una proposicién. Por ejemplo, si Daniel sabe que las mareas son producidas por la atrac- cién gravitatoria del sol y la hina sobre el agua, tenemos que S (Daniel) sabe que p (las mareas son producidas por la atraccién gravitatoria del sol y la luna sobre el agua). Distinto del “saber como” o saber hacer, en el cual se tiene cominmente el verbo saber mis un verbo en infinitivo. Este tipo de saber no alude a un saber proposicional o ted- rico, sino practico, esto es, a cierta capacidad o habilidad para ejecutar algiin tipo de acciones, como bailar, cantar o nadar. Antonio sabe nadar es un caso de “saber como”, no proposicional. La reflexién epistemolégica se centrard en el “saber qué”, el saber sobre juicios 0 proposiciones, nocién defendida por Platon en la segunda definicién que brinda del conocimiento, Jess Mosterin, en Racionalidad 2 Bla segunda parte de este trabajo se desarollaré tanto la teoria fundacionalista de Ia justiticacion como la coherentista, Se dir, como lo propone la filésofa britinica Susan Haack, que no ¢ favorable asumirlas como teorias rivales de ta jastficacién Fl fundacionalismo y el coberentismo son teorias que describe. ddos cualidades necesarias para la adecuada justficacin de nuestros jucios respaldo empirico y coherencia y accién humana, presenta el “saber qué”, propio de la reflexi6n epistemolégica, indicando: [..] el saber que empleamos cuando decimos que x sabe que j (donde x es un humano y j, una idea), como en los ejemplos siguientes: (1) Ya sé que no soy tan alto como ti, ;Sabes que Felipe hha muerto? No sabe que se le ha asabado el dinero, Ek Aiputado sabe que su popularidad ta descendido en los ilimos meses, Todos sabemos que la tierra gira alrededor del sol. Las oraciones de (1) ejemplifican el saber idedtico, el saber que j (donde jes una idea cualquiera). Este saber ue es el uso del verbo “saber” que mis nos interesa aqui y el que mas tiene que ver con la ciencia”. Delimitar la reflexi6n epistemoligica al “saber qué”, al saber proposicional, permite conjugar en el conocimiento la relacién que tiene la proposicién con los hechos y con la mente. R. B, Braithwaite, en La naturaleza del creer, reficre Ja primera relacién como la conexiéa de la proposicién con Ja verdad y la segunda como la conexidn de la proposicién con Ia creencia, Dice: “Existe, en primer lugar, la relacién en que la proposicién se refiere al hecho, esto es la verdad © falsedad de la proposicién, Y hay, en segundo lugar, la relacién en que la proposicién se refiere a la mente que co- noce™, Relacién que mas adelante llama del creer. Cuando el andlisis del conocimiento parte de! juicio o la proposicién y se dirige al sujeto, se estudia el estado mental de la creen- cia, Se define, entonces, el conocimiento como creencia verdadera justificada. MOSTERIN, Jesis. Racionalidad y accibn humana. Madrid: Alianza, 1978, pls. . > BRALIHWALLE, X. 6. Lanaturaleza del creer. ins GRLSHITHS, Pips (t- tor). Conocimientoy creencia. Mexico: Fondo de Cultura Beonémica. 1974p. 47. ‘Asi, la definicién tripartita del conocimiento, la que encontramos en Platén y de la que parten en gran medida Jos trabajos epistemologicos, afirma que si $ sabe que p, entonces se cumplen las siguientes condiciones t pes verdadera, 2. Scree que p, ¥ 3. Sesté justificado en oreer que p. Donde p es la proposicién de la que se supone se tiene conocimiento, la cual debe ser verdadera, Ses el sujeto epis- témico, el cual debe creer en p y ademas debe tener justifi- caciones 0, lo que puede ser lo mismo, evidencia o razones para creer que p. En un ejemplo analicemos lo anterior: 'S(Nicolis) sabe 0 conoce que p (“Nacional fue campeon de la Copa Libertadores de América en 1989”). Con base en esto, miremos las tres condiciones para que pueda afirmarse que hay conocimiento: 1. pes verdadera, Eneste caso la proposicién: “Nacional fue campeén de la Copa Libertadores de América en 1989” es verdadera, pues corresponde con el hecho de que Nacional fue campeén de la Copa Libertadores de América en 1989. 2. S cree que p. Nicolas ctee que Nacional fue campeon de la Copa Libertadores de América en 1989, Nicolas cuenta con esta creencia, pues si considera que p es verdadera, es apenas normal que tenga la creencia de que p. 3, S esta justificado en creer que p. Nicolis esti justificado en creer que Nacional fue cam- peén de la Copa Libertadores de América en 1989, esto por las evidencias que conserva, no sélo mentales (como el re- cuerdo que tiene de la noche del 31 de mayo de 1989 cuando viajé a Bogoté, entré al estadio el Campin y vio cémo Leonel Alvarez anotaba el penalti que convertia a Nacional en el campedn de la Libertadores), sino también fisicas (como el periddico que conserva del dia 1 de Junio de 1989, en el que en la primera pagina se ve al equipo verdolaga alzando hacia el cielo el merecido trofeo).. - Asi, se concluye que Nicokis sabeo conoce que Nacional fue campeén en 1989 de la Copa Libertadores de América, pues tiene creencia verdadera justificada. Hasta aqui el primer propésito del trabajo: deseribir a partir del Teeteres de Platén la definicién tripartita del co- nocimiento. Como se mostré, ella es el lugar comiin de la reflexién epistemologica. La relacién de la creencia con la verdad y la justificacién es el objeto de estudio de la epis- temologia, En la segunda parte de este trabajo rastrearé las nociones de creencia y justificacién, con el fin de avanzar en el andli- sis de la definicién tripartita, Bajo la lente de David Hume, Bertrand Russell y John Searle ofreceré una explicacién del estado mental del creer. Asi, con Hume mostraré la creencia como un sentimiento vivaz que acompaiia a ciertas ideas, en Jas que depositamos creencia. La teoria de la ereencia mejora con la propuesta de Russell, pues supera en parte la depen- dencia sicol6gica propia de la teoria de Hume. La creencia no sera, esencialmente, un sentimiento vivaz que acompafia a ciertas ideas, sino una actitud proposicional que en tanto se refiere y se relaciona con un objeto, lo que Hama Russell relacién objetiva, permite en ella la evaluacién de verdad o falsedad. Finalmente, con John Searle y desde algunos de sus aportes a la filosofia de la mente y del lenguaje, presentaré una refinada teoria del creer. La creencia se asume, desde este filésofo, como un estado mental intencional, que en tanto representa mentalmente estados de cosas del mundo, soc aR ane posee un contenido representacional y un modo psicoligico. El contenido representacional establece las condiciones 0 estados de cosas que han de darse en el mundo para que la creencia sea verdadera, mientras que el modo psicologico establece la manera como ha de ditigirse la evaluacién de este estado mental. Mostraré cémo la justificaci6n funge como un criterio evaluativo que permite establecer cuiles creencias son bue- nas candidatas a conocimiento y cudles no. La nocién de |justificacién delimita las creencias que son conocimiento de las que simplemente no lo son. Desde la fildsofa britanica Susan Haack y el estudioso de la epistemologia Jonathan Dancy, deseribiré la teoria fundacionalista y la teoria cohe- rentista de la justificacién. La primera afirma, grosso modo, que desde la evidencia empirica debe establecerse el critetio de justificacin que permite establecer qué creencias cuentan, como conocimiento; la segunda teorfa sostiene que no es desde la evidencia empirica que debe construirse el criterio de evaluacién de las creencias, sino desde la coherencia que internamente se da entre ellas. Intentaré diluir la disputa coherentismo versus fundacionalismo desde la nocién de superveniencia: la justificacién de las creencias superviene ala evidencia empirica y a la coherencia interna entre ellas. 36 2 La CREENCIA

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