Tema: ¿Derechos humanos indivisibles?

Por: Vladimir Andocilla R.

El escenario que vive la humanidad luego de la pandemia por la Covid19, obliga a
una rediscusión o reinterpretación de varios principios o conceptos que antes del
2020 existían como un consenso casi generalizado. Uno de esos debates es el que se
enfrenta sobre la indivisibilidad e interdependencia de los derechos humanos.

Para poder responder a la pregunta planteada en el título del trabajo, es menester

iniciar por analizar el origen de esta característica. Como lo señalara Chueca Sancho
(2012, p.15) “(…) el núcleo esencial de los derechos humanos se sitúa en la dignidad
humana. Su finalidad última no es otra que la de proteger la dignidad humana,
defenderla contra los ataques que sufre, sea cual sea el origen de estos ataques.”

La dignidad se convierte en ese imperativo categórico con el cual Kant intenta

“hallar bases objetivas para la moral” (Rabinovich-Berkman, 2013 p.121). Esta se
convierte en la actualidad en el fundamento de los derechos humanos pues, como
lo señala Peces-Barba (1999, p. 94) “(…) el concepto de derechos exige una idea de
persona válida en todas las circunstancias y momentos y que no pueda construirse
cuando se rechaza la idea misma de persona Sin aceptación del ideal de la dignidad
de la persona no puede haber derechos humanos”

Al ser los derechos humanos inmanentes a la persona, estos deben ser asumidos
como indivisibles e interdependientes, pues la dignidad es un atributo que proviene
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de las personas y nos diferencia de otras especies vivientes del planeta,
conduciendo así al reconocimiento del ser como sujeto de derechos y obligaciones y
al otro como titular de los mismos derechos y deberes. (Galvis, 2008, p.46)

El carácter de indivisibilidad de los derechos humanos no ha sido oficialmente

definido por la Organización de las Naciones Unidas, pero son varios los
instrumentos internacionales de derechos humanos que hacen referencia a este
principio, como:

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En los Preámbulos de los Pactos Internacionales de los Derechos Civiles y
Políticos y de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que dice:
“Reconociendo que, con arreglo a la Declaración Universal de
Derechos Humanos, no puede realizarse el ideal del ser humano
libre en el disfrute de las libertades civiles y políticas y liberado del
temor y de la miseria, a menos que se creen condiciones que
permitan a cada persona gozar de sus derechos civiles y políticos,
tanto como de sus derechos económicos, sociales y culturales”;

La Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, adoptada por la Asamblea

General de las Naciones Unidas en su Resolución 41/128, de 4 de diciembre
de 1986 que en su artículo 6.2, señala:
“Todos los derechos humanos y las libertades fundamentales son
indivisibles e interdependientes; debe darse igual atención y
urgente consideración a la aplicación, promoción y protección de
los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales”,
Así mismo, en el artículo 9.1 en que se indica:
“Todos los aspectos del derecho al desarrollo enunciados en la
presente Declaración son indivisibles e interdependientes y cada
uno debe ser interpretado en el contexto del conjunto de ellos”;

En la Declaración y Programa de Acción de Viena en su párrafo 5, se indica:

“Todos los derechos humanos son universales, indivisibles,
interdependientes y están relacionados entre sí. La comunidad
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internacional debe tratar los derechos humanos en general de
manera justa y equitativa, en pie de igualdad y dándoles a todos el
mismo énfasis. Debe tenerse en cuenta la importancia de las
particularidades nacionales y regionales, así como los diversos
patrimonios históricos, culturales y religiosos, pero los Estados
tienen el deber, sean cuales fueren sus sistemas políticos,
económicos y culturales, de promover y proteger todos los
derechos humanos y las libertades fundamentales.”

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En la Declaración sobre el sexagésimo aniversario de Declaración de Derechos
Humanos se señala:
”Reafirmamos nuestro compromiso con la realización plena de
cada uno de los derechos humanos de todos, que son universales
e indivisibles, están relacionados entre sí, son interdependientes y
se refuerzan mutuamente.”
Como podemos apreciar, si bien es cierto no existe una definición del concepto, los
instrumentos internacionales la reconocen a este principio pues, como lo señala
Antonio de Cabo (2015):
“El carácter indivisible e interdependiente de los derechos afirma,
en lo substantivo, que existe un único soporte moral de la
totalidad de los derechos, la dignidad humana, que no es
susceptible de fragmentación o de jerarquización en sus
manifestaciones, por lo que siempre resulta lesionada cuando se
produce la violación o el desconocimiento de un derecho humano;
y, en lo técnico formal, que los singulares enunciados de los
derechos no son sino la definición de ámbitos y elementos
concretos de lesividad de la dignidad humana…” (P.153)

En la misma línea de los instrumentos internacionales citados anteriormente, se

encuentra la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (2000), en
cuyo preámbulo afirma que está “fundada sobre los valores indivisibles y
universales de la dignidad humana, la libertad (…)”
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La importancia de este principio ha influido en el derecho constitucional de varios

países, por ejemplo, la Corte Constitucional de Colombia ha señalado que:
“En cuanto los inconvenientes dogmáticos, la jurisprudencia
constitucional ha llegado a un consenso, nutrido por las normas
del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, acerca de la
aplicación en el plano de la protección de los derechos
constitucionales, de las propiedades de indivisibilidad e

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 interdependencia que les son atribuibles. ´Por ende, se ha
concluido que todos los derechos constitucionales son derechos
fundamentales, pues cada uno de ellos encuentra un vínculo
escindible con el principio de dignidad humana, fundante y
justificativo del Estado Social de Derecho. Por lo tanto, la tesis de
la conexidad entre los derechos sociales y los derechos
fundamentales, como presupuesto para la justiciabilidad de
aquellos, perdería sustento al preferirse esta visión integradora
del carácter iusfundamental de los derechos. Así se señaló en la
sentencia T-016/07, en la que la Corte planteó las condiciones
teóricas para la fundamentalidad del derecho a la salud´”.
(Sentnacia C-520/16)

Como podemos apreciar, la indisolubilidad de los derechos humanos es

consecuencia de la protección a la dignidad humana que tienen como fin, por lo
cual, todos ellos se encuentran interrelacionados (Nogueira, 2009) y no tienen una
diferenciación jerárquica pues, todos contribuyen al fin último que es la vida digna
del ser humano.

Luego de los trágicos hechos de la II Guerra Mundial y la constitución de la

Organización de las Naciones Unidos, los Estados llegaron al consenso de
comprometerse al respeto de los derechos humanos y las libertades. Ese
compromiso que se expresa en la Carta de las Naciones Unidas se va evidenciando
con la creación de la Comisión de Derechos Humanos en 1946. El 10 de diciembre
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de 1948 ese compromiso se evidencia en la aprobación por parte de la Asamblea
General de la ONU de la Declaración de los Derechos Humanos, días antes en
Bogotá, la Organización de Estados Americanos, aprobaría la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre. Desde estas fechas, la proclama de
derechos realizada en la Revolución Francesa va desarrollándose y siendo asumida
como parte de las normas de derecho internacional y nacional.
En consecuencia, son los Estados y sus servidores los que tienen la responsabilidad
de garantizar y proteger los derechos, mismos que no tienen ninguna jerarquía,

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pues la división en generaciones es meramente pedagógica y en el caso de que se
reconozca la separación entre derechos civiles y políticos, por una parte, y derechos
económicos, sociales y culturales sería meramente político (Nikken).
Hoy más que nunca, la indivisibilidad e interdependencia de los derechos se ha
evidenciado, las limitaciones a la libertad de movilización para garantizar la salud
han sido ejemplos de esta realidad. (Piovesan y Morales, 2020)

Bibliografía:
CABO, Antonio de, “Hacia un nuevo Convenio Latinoamericano de Derechos
Humanos”, Quito: Corte Constitucional del Ecuador, 2015.
GALVIS, Ligia, Comprensión de los Derechos Humanos, Colombia: Ed. Aurora, 2008.
NINKKEN, Pedro, La protección de los derechos humanos: haciendo efectiva la
progresividad de los derechos económicos, sociales y culturales, disponible en:
https://www.corteidh.or.cr/tablas/r25563.pdf visitado el 12 de diembre de 2021.
NOGUEIRA ALCALÁ, Humberto, Los derechos económicos, sociales y culturales
como derechos fundamentales efectivos en el constitucionalismo democrático
latinoamericano, en: Revista Estudios constitucionales, Santiago de Chile, Vol. 7, No
2, 2009.
PECES-BARBA, Gregorio. Curso de derechos fundamentales, Madrid: BOE, 1999.
Número Especial, 2020.
PIOVESAN, F. y MORALES M., Interdependencia e indivisibilidad de los derechos
humanos: Una nueva mirada frente al covid-19, en: Anuario de Derechos Humanos,
Chile: Centro de Derechos Humanos Facultad de Derechos de la Universidad de
Chile,
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RABINOVICH-BERKMAN, ¿Cómo se hicieron los derechos humanos?, Argentina: Ed.
Didot, 2013.

Jurisprudencia:
Corte Constitucional Colombia, sentencia C-520/16

Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos:

ONU, Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948

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ONU, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 1966
ONU, Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966
ONU, Declaración sobre el derecho al desarrollo, 1986
ONU, Declaración y Programa de Acción de Viena, 1993
UE, Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, 2000

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