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DANIELA CAMÚS JIMENEZ – 1º Bach L

UN DÍA CUALQUIERA (O NO)

Como bien dice el título, este articulo habla del que podría ser un día normal o cualquiera, pero
no, porque, aunque no lo parezca, todo lo que ahora nosotros consideramos básico o necesario
para nuestro uso cuotidiano, antes no existía. Hasta que una persona lo invento o lo hizo posible.
Y desgraciadamente, siempre pensamos en hombres cuando se trata de algún descubrimiento
o invento, pero eso no es verdad, porque como podemos comprobar en este artículo, las
mujeres también hacemos descubrimientos importantes y muy necesarios para nuestro uso
diario.

El primer enlace que me ha llamado su atención, ha sido “No hay mensajes ni llamadas”, porque
me ha intrigado saber quién estaba detrás de ese pedazo de invento que hoy en día lo utilizamos
tanto. Y como no, detrás de esto, está la matemática Erna Schneider Hoover, que inventó un
sistema de intercambio telefónico automático (US 3623007 A) para evitar que el sistema se
sobrecargue durante las horas pico. Utiliza una computadora para monitorear las llamadas
entrantes y ajusta automáticamente el nivel de aceptación de las llamadas. Trabajó en Bell Labs
durante más de treinta años, donde fue nombrada jefa de servicios técnicos; fue la primera
mujer en hacerlo. Es increíble todo lo que logro y lo importe que es hoy.

El segundo enlace fue “compresas”, ya que quería saber quien la invento y como. Descubrí que
el articulo hablaba más concretamente de los tampones, pero también me pareció interesante
como Judith Esser-Mittag, invento un tampón más cómodo y sin aplicador para poder nadar
mas cómodamente. Ella era una ginecóloga alemana, que, aunque no invento el tampón, sí que
lo mejoró mucho a partir de su experiencia y sus necesidades. Creo el o.b. tampón, que consiste
en capas de almohadillas de fibra enrolladas que supuestamente se expanden uniformemente
desde todos los lados, llenando la cavidad vaginal más completamente que un tampón menos
flexible. Es más eficaz en la protección contra fugas. Las capas de algodón y rayón logran la
absorbencia necesaria. En definitiva, nos hizo la vida más cómoda.

El tercer enlace se llama “nadar en la piscina“, que tiene un poco de relación con el anterior.
Fiona Fairhurst, fue la mujer que invento el traje de natación más veloz del momento. Fue
nadadora competitiva hasta los 16 años y esto le proporcionó algunos antecedentes en la
industria de la natación. El producto innovador de Fairhurst es el traje Speedo Fastskin, que es
el conjunto de la creatividad del equipo de I + D de Fairhurst con Speedo. Dado que se puede
determinar en una fracción de segundo si un nadador ganará, Fairhurst y su equipo se
comprometieron a encontrar los materiales y el diseño adecuados para el nuevo traje Speedo.
Su objetivo es encontrar un material que pueda reducir la fricción de la piel en el agua, y
Fairhurst descubrió que los animales hidrodinámicos son particularmente interesantes.
Finalmente, cuando su equipo vio que las pequeñas crestas en la piel del tiburón podían reducir
la fricción que enfrentan los nadadores, encontraron la solución. Finalmente lograron lo que se
propusieron y el bañador estuvo en el pódium, la primera que se usaba, en el 83% de los
nadadores en los Juegos Olímpicos del 2000. Por este motivo he elegido la historia, porque todo
lo que te propones lo puedes conseguir.
En el cuarto lugar, tenemos el enlace “Titanic”, y lo he escogido porque me daba curiosidad el
cómo puede estar esta película tan mítica relacionada con las mujeres. Resulta que Maria
Beasley, fue la inventora y la persona que patentó la primera balsa salvavidas moderna de la
historia. Su diseño se basa en la premisa de lograr protección contra incendios, compacidad,
seguridad y fácil botadura de la balsa. La balsa Beasley cumple con todos estos requisitos porque
está fabricada con una serie de flotadores metálicos de sección transversal rectangular, tiene
pilares de seguridad y es fácil de plegar y embalar. Después de obtener la primera patente,
Beasley continuó mejorando su diseño y solicitó una nueva patente en 1882. Lógicamente, su
relación con el Titanic es obvia, ya que se puede ver como desalojan a las mujeres y niños mas
ricos en esos salvavidas. La americana no solo patentó eso, sino que también patentó hasta 15
invenciones con las que se hizo millonaria en aquella época.

Y, por último, el quinto enlace es “nuevas, desconocidas e inesperadas”, que me a causado


intriga porque no me esperaba ver esas tres palabras subrayadas. Lo que he encontrado al clicar
en el enlace, ha sido el nombre de Beulah Louise Henry o “Lady Edison”, una inventora y
empresaria estadounidense completamente autodidacta que creó 110 invenciones y 49
patentes. Entre sus inventos más destacados se encuentran la máquina de coser sin bobinas y
la máquina congeladora que permitía hacer helados más rápidamente y con un menor gasto de
hielo. Como no, por este motivo la han enlazado con este enlace, ya que fue de las mujeres más
revolucionarias científicamente en su época y creó objetos nuevos que no se habían visto antes.
También patentó el parasol, la radio-muñeca, un aparato flotador y el protógrafo. Beulah fue
una gran mujer.

Para finalizar, me gustaría dar las gracias a todas las mujeres científicas que crean objetos para
que nuestro día a día sea mejor y mas llevadero, porque si ellas no se hubieran atrevido a
hacerlo, no hubiéramos avanzado y ahora mismo no creo que pudiera estar escribiendo esto
digitalmente. Se que todo esto también es gracias a los hombres, pero las mujeres siempre han
tenido muchos menos privilegios en el ámbito científico, por eso hay que darles el
reconocimiento que se merecen por enfrentarse a ese estereotipo tan grande y que
desgraciadamente hoy aún existe. Ojala que el 11 de febrero no hubiera existido nunca.

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