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Francesco Ni Lugar Memoria y Tectonic A
Francesco Ni Lugar Memoria y Tectonic A
Mayo de 2018
Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá • Facultad de Artes • Programa de Doctorado en Arte y Arquitectura
Lugar, memoria y tectónica en la experiencia poética de la obra de arquitectura:
Una reflexión contextualista a partir de textos teoría y crítica de la segunda mitad del siglo XX
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Directora
Ph.D. Beatriz García Moreno
Línea de Investigación
Estética y Crítica
Grupo de Investigación:
Poéticas Intertextuales, Arte, Diseño y Ciudad
Mayo de 2018
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Índice de Tablas
Tabla 0-13 1.4 Aplicación de las categorías del formismo inmanente al concepto de poética del
El Banquete de Platón (205b)....................................................................................................................114
Tabla 0-14 1.5 Ejemplo de construcción de clases con un número cada vez menor de
particulares, mediante la introducción progresiva de características, tomado de Ética
Nicomáquea de Aristóteles .........................................................................................................................116
Tabla 0-1 I. 1. Resumen sobre la relación entre tema, tesis, problema, pregunta de investigación,
hipótesis, objetivo general, objetivos específicos y metodología ................................................409
Tabla 0-2 I. 2 Preguntas para una diferenciación inicial de un concepto de experiencia poética
de la arquitectura...........................................................................................................................................411
Tabla 0-3 I.3 Resumen de alternativas de formulación de la pregunta de investigación ..............412
Tabla 0-4 I.4 Circunstancias del surgimiento del problema .....................................................................413
Tabla 0-5 I-5 Tránsito de la hipótesis a la tesis .............................................................................................414
Tabla 0-6 I-6 Relación entre argumentación y metodología ....................................................................415
Tabla 0-7 1. 1 Diferenciación inicial de un concepto de experiencia poética de la arquitectura
...............................................................................................................................................................................416
Tabla 0-8 1.2 Relación entre visiones de mundo y teorías de la verdad de acuerdo con Pepper
...............................................................................................................................................................................417
Tabla 0-9 1.3 Especies de formismo, sus metáforas raíz y categorías ..................................................418
Tabla 0-10 1.6 Aporte del Capítulo 1 a la tesis ..............................................................................................419
Tabla 0-11 2.1 Aporte del Capítulo 2 a la tesis ..............................................................................................420
Tabla 0-12 3.1 Aporte del Capítulo 3 a la tesis ..............................................................................................421
Tabla 0-13 4.1 Distinción entre representativo y ontológico ...................................................................422
Tabla 0-14 4.2 Relación de la distinción entre representativo y ontológico con los cuatro
elementos de la arquitectura, planteados por Semper, y los tres vectores, propuestos por
Frampton ...........................................................................................................................................................423
Tabla 0-15 4-3 Aporte del Capítulo 4 a la tesis ..............................................................................................424
Índice de Ilustraciones
Ilustración 1. Funcionamiento de la memoria de acuerdo con Bergson ..............................................226
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A la memoria de mi madre,
quien no vio este trabajo terminado
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Agradecimientos
El autor reconoce su enorme deuda de gratitud por haber tenido el honor de contar con la
También deja constancia del reconocimiento que debe a los muy oportunos e iluminadores
Sopó, y Académico, Arquitecto MSc. Edgar José Camacho Camacho, por la asignación de
investigación se hallaba en una fase temprana y le proporcionó un impulso inicial, que éste
agradece.
El acceso a algunas publicaciones que resultaron especialmente valiosas para este trabajo
fue posible gracias a la generosa colaboración de los siguientes arquitectos: Luz Stella Peña
Génova; Vivian Camila Bolívar Durán, en la de la Universidad de Buenos Aires; Juan Luis
Británica, en Londres.
Para la traducción, con destino a este trabajo, de textos en italiano, el autor contó con la
Arquitecta Vivian Camila Bolívar Durán, quien además se desempeñó como auxiliar de
Resumen
cuando capta cómo crean lugar, cómo se despliega en ellas la memoria y cómo escenifican
un drama tectónico.
Esta tesis contribuye a la solución del problema que representa, para la teoría de la
arquitectura, la reverberación de sentidos en los que, en los primeros años del siglo XXI, se
segunda mitad del siglo XX. El alcance de su contribución corresponde a haber aislado uno
de esos sentidos, haber identificado la visión de mundo que lo alienta y haberlo articulado
Para avanzar hacia una respuesta a la pregunta sobre lo que se capta cuando la recepción de
obras de arquitectura constituye una experiencia poética, se planteó como hipótesis que los
conceptos de mundo, mortalidad y tierra, procedentes de algunas obras del filósofo alemán
arquitectura, llevadas a cabo durante la segunda mitad del siglo XX, a acercarse a una
partir del indicio proporcionado por una observación de Kenneth Frampton en la que
indicio permitió plantear una correlación de tres conceptos encontrados en algunos textos
inquirir por otros sentidos en los que se aplicaban los conceptos de poética y experiencia,
partir de algunos textos de teoría y crítica, provenientes de la segunda mitad del siglo XX.
Para alcanzar este objetivo, se requirió diferenciar uno, con respecto a formas alternativas
misma manera, fue necesario reconstruir la reflexión, sobre este concepto caracterizado, en
relación con cada uno de los restantes. El principal instrumento empleado para caracterizar
dicho concepto fue la identificación de la visión de mundo que lo alienta. Por su parte, la
reconstrucción de las reflexiones efectuadas, en torno a cada uno de los conceptos de lugar,
memoria y tectónica, elaboró un argumento que, aunque se basa en una serie de autores,
ofrece algo más que la recopilación de sus puntos de vista, no obstante carecer, al mismo
tiempo, de la pretensión de descifrar algo así como una mente situada más allá de ellos. En
este sentido, se argumenta que ofrece una reconstrucción razonada. Tal reconstrucción
1
El pasaje en referencia dice: “[…] lo construido llega a existir invariablemente a partir de la interacción
constante de tres vectores convergentes topos, typos y tectónica” (Frampton, Estudios sobre cultura tectónica.
Poéticas de la construcción en la arquitectura de los siglos XIX y XX, 1999 [1995], pág. 13)
experiencia poética de la arquitectura que reclama una articulación con los de lugar,
memoria y tectónica, con respecto a formas alternativas de aplicar los conceptos de poética
y experiencia en este campo, permitió tematizar la distancia entre los trabajos del mismo
Heidegger, en relación con las fuentes de la antigüedad griega a las que recurre este autor
Los textos de la segunda mitad del siglo XX, provenientes del campo de la arquitectura, en
los que se aplicaban conceptos de poética y experiencia, y que fueron revisados, con
pensar” (1993 [1954]). Dentro de estos textos, algunos concentran su atención sobre
conceptos como lugar y tectónica. Tal es el caso del texto de Frampton ya mencionado, que
además sugiere una trayectoria desde otros conceptos y otros debates, como el del
Esta trayectoria fue reconstruida a partir de una secuencia de sus trabajos (“Hacia un
regionalismo crítico: seis puntos para una arquitectura de resistencia”, 1983; “Rappel à
l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990]; Estudios sobre cultura tectónica.
Labour, Work and Architecture. Collected Essays on Architecture and Design, 2002). En el
dentro de los trabajos seleccionados, sí se reconstruyó una secuencia. En este último caso,
sus trabajos “Il passato e il presente nella nuova architettura” (1958), La arquitectura de la
de lugar, efectuados por autores provenientes de América Latina, como Marina Waisman y
pueda ser reducida a la decodificación de un mensaje cifrado, dejado por su autor). Por su
parte, la asociación entre mortalidad y memoria presentó a esta última como una forma de
despliegue entre los extremos de una memoria que se contrae en la acción y otra que en la
que se despliegan los recuerdos, así como entre memoria individual y memoria colectiva.
empatía entre la obra y quien la recibe, requerida para que la obra sea considerada como
En la conclusión del trabajo se regresa desde la tectónica, por los caminos de la memoria y
La investigación llevada a cabo deja planteada una serie de interrogantes. Uno primero
parte del reconocimiento de que el trabajo adelantado se limitó a articular sólo uno de los
arquitectura, en la primera década del siglo XXI, y que dejó pendientes los restantes. Un
irreductibilidad. Una tercera cuestión, que podría ser abordada en futuros trabajo tiene que
decir, aquélla que corresponde al autor. Una cuarta pregunta abierta correspondería a la
metodológico, sobre la manera de acudir a fuentes filosóficas; de la misma manera que, con
Introducción
arquitectura
Por primera vez tengo realmente ojos para la arquitectura. Nunca había adivinado la
arquitectura
constituye una experiencia poética, cuando capta cómo crean lugar, cómo se despliega en
las que es propio ser recibidas como tales, que la relación entre arquitectura, poética y
foco de interés del presente trabajo es la obra de arquitectura; en este sentido, se ocupa de la
estética, que tuvo lugar durante la segunda mitad del siglo XX, los problemas de la
recepción de la obra de arte resultan ineludibles, y, en este sentido, una parte esencial de ser
obra de arquitectura sería ser recibida como tal 3 . El compromiso del desarrollo de este
último retoma un momento del primero, según el cual “[l]a experiencia estética en cuanto
poiesis se refiere a su posibilidad por parte del receptor de la obra de arte de entender el
mundo no como algo dado que se nos impone, sino como algo que pude ser producido.”
(Sánchez Ortiz de Urbina, 1996, p. 183) 5 . En el entendido de que la tesis que aquí se
2
En la introducción a Architectural Research Methods, Groat y Wang dan a entender que el objeto de la
investigación en arquitectura es el ambiente construido: “El objetivo de este libro es ofrecer un manual
introductorio a cualquiera de desee adelantar una investigación (o más informalmente, una consulta) sobre
algún aspecto del medio ambiente construido, desde la escala de un componente de construcción, una
habitación, un edificio, un vecindario, hasta una ciudad.” Traducción propia de “The aim of this book is to
provide an introductory handbook for anyone wishing to conduct research—or more informally, inquiry—on
an aspect of the built environment—from the scale of a building component, a room, a building, a
neighborhood, to an urban center.” (Groat y Wang, Architectural Research Methods 2013, 3).
3
Se ha considerado que “[…] en el caso de formaciones culturales no objetivas (en el límite las propiamente
artísticas) los problemas de la recepción pasan a un primer plano, contradistinguiéndose de los problemas del
contexto de producción. En consecuencia será imposible investigar las cuestiones relacionadas con la
recepción por el mero análisis de la estructura de la “obra de arte”, sin profundizar en una experiencia estética
imprevisible que la desborda, pero que en ningún caso es arbitraria […]” (Sánchez Ortiz de Urbina, 1996, p.
170).
4
El origen del concepto de “experiencia estética y su posterior difusión a la totalidad de la reflexión estética
es reconocido por Sánchez Ortiz de Urbina, cuando dice: “Con esto llegamos al cuarto periodo que hemos
distinguido en la historia de la teoría de la recepción, el cambio de paradigma en los estudios la teoría de la
literatura que se produce en la década de los años sesenta, y que después se amplía a toda la estética.”
(Sánchez Ortiz de Urbina, 1996, p. 174)
5
Hans Robert Jauss, en Experiencia estética y hermenéutica literaria (1986 [1977]) propone un concepto de
experiencia estética que articula los conceptos de poiesis, aistheis y catarsis. Con respecto a un concepto de
experiencia estética como éste, el de experiencia poética retomaría el momento correspondiente a la poiesis,
para reflexionar sobre la recepción de la obra de arquitectura, aunque para Jauss, al menos en el campo de la
literatura, la “capacidad productiva de la experiencia estética” ya había sido muy estudiada para la década de
1970. En sus términos. “Desde entonces [cuando la estética de Hegel, que definía lo bello como irradiación
espiritual de la idea, arrinconó a la estética kantiana y su intento de hacer una teoría de la expresión estética
que basara lo bello en el consenso de juicio reflexivo], la estética se ha orientado hacia la función
representativa del arte, y la historia de las artes ha sido entendida como historia de las obras y sus autores. De
las funciones entornales del arte sólo se tuvo en cuenta la capacidad productiva de la experiencia estética;
muy pocas veces, la receptiva y, casi nunca, la comunicativa. Desde el historicismo, la investigación científica
del arte nos ha venido informando, incansablemente, de la tradición de las obras, sus interpretaciones, su
Durante la segunda mitad del siglo XX, se difundió entre lectores interesados en la teoría de
Gastón Bachelard. Esta difusión quizá se encuentre asociada con el uso de expresiones
arquitectónica”, por parte del arquitecto colombiano Rogelio Salmona (“Comentarios del
aparecido pocos años después de la publicación del referido texto del filósofo francés. El
uso de estas expresiones puede ser interpretado como indicio de una temprana aparición de
Bachelard no habría sido la única fuente desde la cual se introdujo el concepto de poética
(1984 [1983]), de Alexander Tzonis, Liane Lefaivre & Denis Biodeau. Por su parte, los
génesis objetiva y subjetiva, hasta el punto que hoy es fácil reconstruir el lugar que ocupa una obra de arte en
su época, su originalidad respecto a fuentes y a precedentes, e, incluso, su función ideológica, que la
experiencia de aquellos que —con una actividad productiva, receptiva y comunicativa— han desarrollado, in
actu, la praxis histórica y social de las que las historias de la literatura y el arte sólo nos han legado su
resultado más concreto.” (Jauss, 1986 [1977], pág. 12). El presente trabajo deja esta discusión con conceptos
de “experiencia estética”, vinculados a la literatura, para futuras investigaciones.
poética la raíz griega poiesis [ποίησις], el de “autopoiesis”, fue tomado de la biología para
“un nuevo marco para la arquitectura” (Schumacher, 2011). Desde un punto de vista como
éste, la aplicación del concepto de poética a la arquitectura sería algo de lo que apenas
obstante, aún para esta afirmación de la vigencia del concepto de poética, asociada con
mitad del siglo XX, entre los que se encuentran los mencionados, suscitaban una serie de
argumentos con los que se ponía en duda su vigencia. De acuerdo con lo anterior, en los
primeros años del siglo XXI, la aplicación de los conceptos de poética y experiencia en el
segunda mitad del siglo XX, debido, entre otras razones, a la superposición de varios
arquitectura.
Esta superposición hacía difícil la comprensión, entre otras cosas, de aquello que el recurso
[1957]) dedicado al sentido de la audición. Este autor anota cómo este fenómeno de
reflexión la puede convertir “[…] en un murmullo confuso y sin sentido.” (pág. 192)6. De
acuerdo con lo anterior, la tesis que aquí se defiende contribuye a la solución del problema
que representa para la teoría de la arquitectura, esta reverberación de sentidos en los que se
la amplitud de las edificaciones en las que se presenta8. Una asociación semejante puede
hacerse con respecto al problema de la reverberación de sentidos en los que se aplicaban los
siglo XXI. Esta amplitud se habría dado con respecto al tipo de publicaciones, al tipo de
6
Siguiendo una explicación del libro Planning for Good Acoustics de Hope Begenal, sobre por qué las
condiciones acústicas de una iglesia como la primera basílica de San Pedro en Roma “deben conducir, por su
propia naturaleza, a una clase de música determinada” Rasmussen anota que “Cuando el sacerdote quería
dirigirse a los fieles, no podía hacerlo con la voz con la que hablaba normalmente. [192] Aunque fuese lo
bastante potente como para oírse en toda la iglesia, cada una de las sílabas reverberaría durante tanto tiempo
que produciría una superposición de palabras enteras, y el sermón se convertiría en un murmullo confuso y
sin sentido.” (Rasmussen, 2004 [1957], págs. 191-192)
7
Un resumen que muestra la relación entre el tema de investigación, la tesis que se defiende y el problema a
cuya solución contribuye dicha tesis puede verse en la primera de las tablas incluidas en el anexo.
8
La ininteligibilidad de la voz humana estaba asociada con que las iglesias en las que se presentaba este
fenómeno “[…] eran tan enormes y estaban tan vacías que el sonido continuaba reverberando hacia delante y
hacia atrás entre los muros macizos” (Rasmussen, 2004 [1957], pág. 191)
de su aplicación.
aplicación que hacen de ellos como algo de lo que se puede esperar una cabal compresión
por parte de los lectores y que, por lo mismo, no constituye un problema para la
investigación (Navarrete Jiménez, 2008). Del otro, se la trata como un problema de este
tipo, al que se consagran tesis doctorales (Patterson, 2009; Rueda Plata, 2008)9. Trabajos
doctorales como los referenciados descubren a la vez afinidades (ambos recurren a autores
9
En la publicación correspondiente a la XXI Bienal Colombiana de Arquitectura se invita a apreciar “la
poética del lugar”, como el logro distintivo de las obras recogidas en la misma (Navarrete Jiménez, 2008, pág.
15). También es posible encontrar trabajos en los que para el hacer uso del concepto de poética basta una
somera alusión a la Poética de Aristóteles, sin que se requiera un esfuerzo de reflexión adicional: “Aristóteles
en su Poetica habla de la precisión. La precisión que trato que presida estos escritos, que es la misma
precisión que exijo a mis trabajos. Aristóteles en su libro compara la historia con la poesía. Yo, que querría
estar siempre cerca de Aristóteles aprendiendo de él, también me atreví a comparar la arquitectura con la
poesía. Aquí me he atrevido a tomar prestado el nombre de su Poetica para esta mi POETICA
ARCHITECTONICA.” (Campo Baeza, 2014, pág. 14) Por su parte, en los trabajos doctorales mencionados
se ha argumentado que la manera en que la arquitectura de Rogelio Salmona se relaciona con el lugar
constituye una re-creación poética del mundo (Rueda Plata, Place-Making as poetic World re-creation: An
experimental tale of Rogelio Salmona’s places of obliqueness and desire, 2008) o que la arquitectura religiosa
de Sigurd Lewerentz es una arquitectura de la imagen poética (Patterson, 2009): “El objetivo de esta tesis se
relaciona con su título de manera directa: La creación de lugar de Rogelio Salmona es una actividad poética,
imaginativa, cuya función específica es generar en sus habitantes una totalidad significativa de experiencia
(un mundo)”. (Rueda Plata, 2008, pág. 5) Traducción propia de: “The aim of this dissertation directly relates
to its title: Rogelio Salmona’s place-making is a poetic, imaginative activity whose specific function is to
originate, in dwellers, a meaningful totality (world) of experience.” (Rueda Plata, 2008, pág. 5). “Mediante
una atenta lectura y un estudio comparativo del texto de Merleau-Ponty [Lo visible y lo invisible (The Visible
and the Invisible, 1964)] con la Piscología de la imaginación [Psychology of Imagination] (1940) de Jean
Paul Sartre, esta tesis propone un modelo ampliado de significado que afirma la imaginación como un vínculo
hermenéutico entre lo percibido (lo visible) y el concepto (lo invisible). Lo invisible se elabora a través de una
presentación compositiva de la imagen poética que muestra cómo el significado surge de las experiencias que
permiten y fomentan la participación.” (Patterson, 2009) traducción propia de “Through a close reading and
comparative study of Merleau-Ponty's text [The Visible and the Invisible (1964)] with Jean-Paul Sartre's
Psychology of Imagination (1940), this dissertation proposes an expanded model of meaning that asserts
imagination as the hermeneutic agent between percept (the visible) and concept (the invisible). The invisible
is elaborated through a composite presentation of the poetic image that shows how meaning arises from
experiences that permit and encourage participation.” (Patterson, 2009)
Merelau-Ponty), que muestran una riqueza de matices que invita a proseguir sus esfuerzos
de investigación.
Sus llamados de atención sobre los aspectos táctiles y sonoros de los edificios, que
acompaña sus referencias sobre los visuales, confirman la importancia que atribuye a lo
encuentra una continuación en trabajos de los primeros años del siglo XXI, como los de
Juhani Pallasmaa (2014 [2012])11 o Cristina Vélez Ortiz (2012)12. Un trabajo que reconoce
10
El llamado de atención del texto sobre los aspectos sonoros de los edificios quedó atestiguado con las
referencias anteriores a la reverberación. Con respecto a los aspectos táctiles de la percepción de los edificios,
el texto argumenta que “[…] la mayor parte de los edificios consisten en una combinación de duro y blando,
ligero y pesado, tenso y flojo, y de muchas clases de superficies. Todos ellos son elementos de la arquitectura,
algunas de las cosas que el arquitecto puede poner en escena. Y para experimentar la arquitectura se ha de ser
consciente de todos estos elementos.” (Rasmussen, 2004 [1957], pág. 28).
11
“Me había preocupado cada vez más por cómo el predominio de la vista, y la supresión del resto de los
sentidos, había influido en la forma de pensar, enseñar y hacer crítica de la arquitectura, y por cómo,
consecuentemente, las cualidades sensuales y sensoriales habían desaparecido de la arquitectura.” (Pallasmaa,
2014 [2012], pág. 11).
12
“Antes de afirmarse, el arte moderno no sólo emprendió una lucha denodada para deshacerse de los estilos
del pasado, sino que también libró un combate entre cuerpo y espíritu. El pensamiento y el ojo, hasta entonces
hegemónicos, se vieron amenazados por la aparición de la conciencia del cuerpo y la voluntad de dar lugar a
la expresión de las sensaciones.” (Vélez Ortiz, 2012, pág. 287)
arquitectura hacen algo más: suministran una poesía trascendente, una cierta
categoría/sentido que reviste una presentación inmediata del lugar –el cual debe ser
para ser apreciado por el intelecto.” (Unwin, 2003 [1997], págs. 9-10)
Así como estas referencias a autores como Rasmussen, Pallasmaa o Vélez Ortiz suscitan un
experiencia (Gadamer, 1996 [1975]; Heidegger, “El origen de la obra de arte”, 2008
[1935/1936])13. De esta manera, habría una diferencia entre dos intereses desde los cuales
13
Hans Georg Gadamer considera que el de vivencia es un concepto del siglo XIX: “El concepto de «arte
vivencial», como casi siempre en estos casos, está acuñado desde la experiencia del límite con que tropieza su
pretensión. Las dimensiones mismas del concepto del arte vivencial sólo se hacen conscientes cuando deja de
ser lógico y natural que una obra de arte represente una traducción de vivencias, cuando deja de entenderse
por sí mismo que esta traducción se debe a la vivencia de una inspiración genial que, con la seguridad de un
sonámbulo, crea la obra de arte que a su vez se convertirá en una vivencia para el que la reciba. Para nosotros
el siglo caracterizado por la naturalidad de estos supuestos es el de Goethe [1749-1832], un siglo que es toda
una era, toda una época. Sólo porque para nosotros está ya cerrado, y porque esto nos permite ver más allá de
sus límites, podemos apreciarlo dentro de ellos y tener de él un concepto.” (Gadamer, 1996 [1975], pág. 108)
Heidegger en “El origen de la obra de arte” (2008 [1935/1936]) dice “Este saber, que como querer habita
familiarmente en la verdad de la obra y sólo de este modo sigue siendo un saber, no saca a la obra fuera de su
subsistencia, no la arrastra al círculo de la mera vivencia ni la rebaja al papel de una mera provocadora de
vivencias. El cuidado por la obra no aísla a los hombres en sus vivencias, sino que los adentra en la
pertenencia a la verdad que acontece en la obra y, de este modo, funda el ser para los otros y con los otros
como exposición histórica del ser-ahí a partir de su relación con el desocultamiento. Finalmente, el conocer al
modo del cuidado está lejos de ese conocimiento guiado exclusivamente por el mero gusto por lo formal de la
obra, sus cualidades y encantos en sí. Saber en tanto que haber-visto es estar decidido; es estar dentro en el
combate dispuesto por la obra en el rasgo.” (Heidegger, “El origen de la obra de arte”, 2008 [1935/1936],
págs. 49 [55-56])
Doberti (2011; 2008)14 y Topofilia o la dimensión poética del habitar (1998) de Carlos
Mario Yori (1998)15. Este desbordamiento plantea un interrogante con respecto a si hacer
teoría de la disciplina? o ¿se puede aplicar este concepto dentro de su fronteras? El interés
completando un panorama diverso en los intereses desde los que se han aplicado los
14
Doberti equipara su objeto de estudio, “el Habitar”, con el ser. El pasaje en referencia dice: “Prestemos
atención, por primera vez estoy escribiendo Habitar con mayúscula, por primera vez Habitar oscilará entre el
verbo y el sustantivo. A partir de ahora se habilitan expresiones como “yo habito, tu habitas…” y también
expresiones como “el Habitar de los pueblos…”. En verdad, no es que oscile entre el verbo y el sustantivo:
en verdad es ambas cosas a la vez. Puesto así, reconociendo y ostentando esta duplicidad y escrito con
mayúscula, se pone en el mismo podio que ocupa el Ser de los metafísicos, aunque convengamos que menos
prestigioso, pero también menos estrafalario y evanescente.” (Doberti, Habitar, 2011, pág. 36)
15
Topofilia o la dimensión poética del habitar (1998) se ocupa del “habitar mismo […] desde propuestas […]
que integren […] quehaceres como […] el ecológico ambiental […]” (1998, pág. 23). El pasaje en referencia
dice: “[…] el tema del habitar mismo, en su carácter filosófico, […] desde propuestas concretas de habitación
que integren un discurso pensado desde aquí con quehaceres como el urbano-arquitectónico y el ecológico
ambiental; saberes a los que, de suyo, y en primera instancia les corresponde implementar políticas y acciones
concretas de habitación.” p 23. En una nota el autor agrega: “Destacamos dentro de estas escasas
aproximaciones los trabajos de Christopher Alexander, Nurberg Muntañola [probablemente se refiere a
Joseph Muntañola i Thornberg, incluido en la bibliografía] y Christian Norberg-Schultz (sic) principalmente,
recalcando aquí que no hacemos referencia, ni a los filósofos que hablan del “habitar humano” [24] ni a los
teóricos de la arquitectura que “filosofan” en torno al tema, sino a aquellas propuestas que, por decirlo así,
construyen una “filosofía instrumental” en la cual el arquitecto, en su hacer, se revela como un “filósofo del
espacio” o si se nos permite, como un “artista” del espaciar…” (Yori, 1998, pág. 23)
16
Así como aquí el interés principal de la investigación se encuentra en la aplicación de los conceptos de
poética y experiencia en el campo de la arquitectura, mientras que la preocupación por el habitar es
complementaria, se puede encontrar otros ejemplos en los que ésta es central. Tal sería el caso del trabajo
doctoral de David Wang, “A Cognitive-Aesthetic Theory of Dwelling: Anchoring the discourse on the
'concept of dwelling' in Kant's Critique of Judgment”, sobre en el que en otro texto de su autoría dice: “El
tema de la investigación: ¿Cómo puede la filosofía estética de Kant ofrecer una explicación sobre por qué los
seres humanos sienten un “sentido de lugar”, y cómo puede esta explicación ser más robusta que la teoría
sostenida por la “fenomenología” de Christian Norberg-Schulz?” (Groat & Wang, 2002, pág. 62). Traducción
propia de: “The topic of inquiry: How Kant’s aesthetic philosophy yield an explanation for why people feel a
“sense of place”, and how can this explanation be more robust then the theory of put forth by the
“phenomenology” of Christian Norberg-Schulz?” (Groat & Wang, 2002, pág. 62) Wang hace referencia a su
propio trabajo doctoral para ilustrar la diferencia entre fuentes primarias y fuentes secundarias: “El diagrama
la década de 1980, testimonian amplitud en relación con el espectro temporal de las fuentes
a las que habría que recurrir para comprender las posibilidades de aplicación de los
poética del orden (1984 [1983]), de Alexander Tzonis, Liane Lefaivre & Denis Bilodeau.
mediados del siglo XX, de obras poéticas que tuvieron difusión entre el siglo XIX y la
primera mitad del XX (Friedrich Hölderlin, 1770-1843, Stefan George (1868-1933), Georg
Trakl 1887-1914). Esta amplitud suscita preguntas como: ¿Qué tan atrás hay remontarse en
mapea el flujo desde el material filosófico original en la obra de Kant [el diagrama dice: “Fuente Primaria:
Crítica del Juicio de Kant”] cómo este material fue procesado por un entramado de comentaristas y analistas
(las fuentes secundarias), y finalmente cómo una nueva teoría fue articulada a partir del material tomado tanto
de las fuentes primarias como de las secundarias. También se mostró el compromiso necesario con la línea de
pensamiento propuesta por Christian Norberg-Schulz, a la cual respondió la nueva teoría. Nótese la
designación de Heidegger como fuente secundaria para una investigación sobre Kant. Esto no significa que el
material original de Heidegger no tenga lugar en la tesis; ciertamente lo tiene, debido a la crítica que requirió
el material de Norberg-Schulz. Pero, con respecto al tema de una investigación centrada en la filosofía de
Kant, las obras de Heidegger fueron fuentes secundarias. Esta dinámica alcanza el punto en el cual se
difuminan los significados de “primaria” y “secundaria” dependiendo de la iniciativa de investigación
específica. Finalmente, no obstante, la clasificación de las fuentes entre primarias y secundarias (y aún
terciarias) es parte integral de la articulación de la lógica de un proyecto de investigación.” (Groat & Wang,
2002, págs. 62-63). Traducción propia de: “The diagram maps the flow of the original philosophical material
in Kant’s work [the diagram says: “Primary Source: Kant’s Critique of Judgment”], how this material was
digested by a network of commentators and analysts (the secondary sources), and finally how a new theory
was framed from material taken from both the primary and secondary sources. Also shown is the necessary
engagement with the line of thinking proposed by Christian Norberg-Schulz, to which the new theory was the
response. Note the designation of Heidegger as a secondary source for the research of Kant. This does not
mean that the original Heidegger material did not play a part the dissertation; certainly it did, because of the
critique of the Norberg-Schulz material demanded. But relative to the topic of inquiry centered on Kant’s
philosophy, Heidegger’s works were secondary sources. This dynamics raises the point that “primary” and
“secondary” can easily blur in meaning depending upon the exact [63] intent of research. Ultimately,
however, an arrangement of the literature into primary and secondary (and even tertiary) sources is integral to
framing the logic of a research project.” (Groat & Wang, 2002, págs. 62-63). Una aplicación de este criterio al
presente trabajo, implicaría considerar las obras de Heidegger, Norberg-Schulz, Rossi y Frampton como
fuentes primarias. No obstante, cabe preguntar si esta interpretación no es una aplicación de criterios más
pertinentes para otro tipo de investigaciones, como aquellas de carácter histórico.
en referencia? ¿Hasta algunas interpretaciones filosóficas del último medio siglo, de obras
En cuanto a la amplitud con respecto a la escala del contexto en el que se aplican los
anteriores se registró un uso de estos conceptos que incluso desborda el campo disciplinar
(Doberti, Habitar, 2011; Yori, 1998), así como su empleo para la caracterización de un
“arquitectura del lugar” (Ramírez Nieto, 2013, pág. 91)18. Esto mismo, ocurre en el caso de
pág. 23)19.
17
Pueden ser ejemplo las interpretaciones publicadas a mediados del siglo XX, de la obra poética de autores
de la primera mitad del siglo XX, la que hace Gaston Bachelard (La poética del espacio, 1975/1957) de
Rainer Maria Rilke (1875-1926), o del siglo XIX, como la de Hölderlin (1770-1843) hecha por Heidegger
(Heidegger, “... Poéticamente habita el hombre...”, 1994 [1951]).
18
Ramírez Nieto cita a Martín Padrón cuando dice “Los años finales de los ochenta marcan en Venezuela un
proceso de introspección. Se da el reconocimiento disciplinar de la arquitectura como un hecho cultural al ser
trasladada a los museos para exponerla. El punto de inicio de esto podría situarse en 1987, con la celebración
de la VIII Bienal de Arquitectura bajo el título “Arquitectura del Lugar”, que marcó un reencuentro con
América Latina y un restablecimiento del diálogo entre arquitectos, antes aislados y con críticas
descalificadoras […] Rogelio Salmona participó en esta Bienal como jurado y conferencista y nos permitió
descubrir que más allá de la cordillera se hacía una arquitectura muy cercana a nuestra propia realidad y que
no estábamos solos […]”. (Ramírez Nieto, 2013, pág. 91)
19
“Esta época [de la arquitectura moderna] ratifica y enriquece los elementos permanentes de la buena
arquitectura colombiana: sencillez y austeridad, sentido del lugar y limpieza compositiva, sin trabajar para
impresionar la tribuna o impactar en las revistas sino construyendo dentro de un sentido loosiano, sin
pretensiones “artísticas”, con firmeza y rigor tectónico, en un lugar concreto y para quienes van a ocupar el
edificio. Y todo esto para crear una poética espacial con los recorridos, la luz, la naturaleza y las actividades
o sueños de sus ocupantes.” (Niño Murcia, “La construcción del lugar y la tradición de la arquitectura en
Colombia”, 2004, pág. 23) (negrillas en el texto original).
Sin necesidad de abundar, esta enumeración basta para mostrar la amplitud en medio de la
cual se daba la reverberación de sentidos en los que se aplicaban los conceptos de poética y
experiencia a la arquitectura, en los albores del siglo XXI, y su relación con reflexiones del
I.2 Una pregunta sobre lo que se pedía captar cuando se invitaba a recibir
su contexto
habitar), al espectro temporal de las fuentes a las que se recurría (incluso de la antigüedad)
y al tipo de contextos (de los globales a los locales), en la revisión efectuada llamó la
atención la frecuencia con la que aparecían referencias a algunas obras del filósofo alemán
Martin Heidegger.
20
Un resumen de las preguntas que anticipan una caracterización inicial de un concepto de experiencia se
encuentra en la segunda de las tablas incluidas en el anexo.
resultaba procedente formular la pregunta: ¿qué se debe entender por experiencia poética de
anotada ponía en duda. Una segunda alternativa para la formulación de la pregunta, que
experiencia poética de la arquitectura durante la primera década del siglo XXI? Esta
formulación habría reconocido tales amplitud y diversidad, al mismo tiempo que conducido
cabe preguntar, ¿cuál habría sido la utilidad de esta taxonomía? Una tercera opción
considerada fue la de preguntar: ¿Qué se pedía captar cuando, en los albores del siglo XXI,
haciendo eco de la introducción, durante la segunda mitad del siglo XX, de los conceptos
arquitectura como una experiencia poética? En este caso, la respuesta esperada no implica
la preexistencia de una única respuesta válida, ni una taxonomía de posibles sentidos. Esta
tercera alternativa fue la escogida para ofrecer, como contribución a la solución del
21
Cabe anotar que resulta razonable asumir que este es un problema descubierto por una mirada retrospectiva,
sensible a la diversidad de sentidos en los cuales se había aplicado los conceptos de poética y experiencia en
el campo de la arquitectura, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, y que quizá no se planteó para los
autores de los trabajos de este periodo a los que se hace referencia. En este sentido, se trata de una pregunta
sobre textos de teoría de la arquitectura de la segunda mitad del siglo XX, formulada en los primeros años del
XXI. Por lo anterior, el problema de reverberación de sentidos no sería de falta de coherencia en los trabajos
sobre las relaciones entre el concepto de arquitectura con los de poética y experiencia, desarrollados durante
de la segunda mitad del siglo XX, sino más bien de su interpretación y aplicación, a comienzos del XXI.
formulación del objetivo general de una investigación, cabe argumentar que en un texto
lógica”, se acerca bastante a lo que aquí se quiere significar con este término:
que antes discrepaban. Estas obras tienden a ser fines en sí mismas, toda su misión
parece ser la de estructurar [articular] sistemas conceptuales lógicos que una vez
apreciados de una manera relevante.” (Groat & Wang, 2002, pp. 301-302)23.
Para avanzar hacia una respuesta a la pregunta sobre lo que se capta cuando la recepción de
obras de arquitectura constituye una experiencia poética, se planteó una hipótesis que tuvo
22
Un resumen de alternativas de formulación de la pregunta de investigación se encuentra en la tercera de las
tablas incluidas en el anexo.
23
Traducción propia de: “The architectural literature and related literatures include works whose primary
attribute is an ability to give logical order to a set of previously disparate factors. The works tend to be ends in
themselves; their entire mission seems to be to frame logical [302] conceptual systems that, once framed,
interconnect previously unknown or unappreciated factors in relevant ways.” (Groat & Wang, 2002, págs.
301-302)
algunas obras de este autor, habrían conducido algunas reflexiones dentro de la teoría de la
arquitectura, llevadas a cabo durante la segunda mitad del siglo XX, a acercarse a una
conceptos de lugar, memoria y tectónica. De acuerdo con esta hipótesis, lo que se pedía
La investigación efectuada llegó a esta hipótesis a partir del indicio proporcionado por la
en la arquitectura de los siglos XIX y XX, 1999 [1995], pág. 13). Este indicio permitió
intersección de lugar, forma y materia. Entre tanto, la que se puede asociar a mundo,
24
Un resumen que muestra la relación entre el tema de investigación, la tesis que se defiende, el problema a
cuya solución contribuye dicha tesis, la pregunta cuya respuesta constituye una solución al problema
planteado y la hipótesis de respuesta a la misma puede verse en la primera de las tablas incluidas en el anexo.
de forma y tiempo.
habla inglesa, sin ninguna conexión con el contexto latinoamericano. Sin embargo, se
pág. 64)
poética, experiencia, lugar, memoria y tectónica, que indicarían que la presencia de una
En el caso de la teoría de la arquitectura, cierto vacío, que se puede asociar con la crisis del
experiencia en el campo de la arquitectura, en los primeros años del siglo XXI. De acuerdo
teórico indicado, lo que implica que su contexto temporal haya sido la segunda mitad del
siglo XX25. Pero esta búsqueda de fundamentos teóricos para la arquitectura no se dio al
margen de lo que ocurría en otros campos del acontecer humano. Al respecto cabe
mencionar algunos acontecimientos sucedidos a lo largo de la primera mitad del siglo XX,
Guerra Mundial (1939-1945). Tanto el arte, como la reflexión sobre el mismo, se vieron
influidos por dicha afectación. Un autor, en cuya reflexión quedó registrada la profundidad
de esta afectación comienza su Teoría estética (Adorno T. W., 1983 [1970]) con esta
afirmación: “Ha llegado a ser evidente que nada referente al arte es evidente: ni en él
El mismo autor, suele ser recordado por haber sostenido que se había hecho imposible
escribir poesía después de Awschwitz26. Resulta significativo que esta afirmación provenga
25
La importancia de la reflexión sobre la experiencia a partir de la segunda mitad del siglo XX ha sido
reconocida por autores del campo de la arquitectura como Igansi de Solá-Morales, quien caracteriza y ubica
su concepto de experiencia en los siguientes términos: “En la experiencia contemporánea, lo estético tiene
sobre todo un valor paradigmático. A través de lo estético se reconoce el modelo de nuestras experiencias más
ricas, más vivas, más verdaderas en relación con una realidad de perfiles borrosos. Si como advirtiese
Heidegger en su meditación sobre la técnica, la ciencia acaba convirtiéndose en una rutina, no resulta
inexplicable que la cultura contemporánea haya desplazado el centro de sus intereses hacia regiones en otros
tiempos consideradas, con toda evidencia, periféricas. Lo más pleno, lo más vivo, aquello que es sentido
como la “experiencia misma”, en la cual se funden el sujeto perceptor de la realidad y esa misma realidad, de
un modo fuerte, intenso, está en la obra de arte.” (Solá-Morales, 2003/1995, pág. 65)
26
El pasaje de “La crítica de la cultura y la sociedad” (Adorno T. W., 1962) en referencia reza: “Cuanto más
total es la sociedad, tanto más cosificado está el espíritu, tanto más paradójico es en su intento de liberarse por
sí mismo de la cosificación. Hasta la más afilada conciencia del peligro puede degenerar en cháchara. La
crítica de la cultura se encuentra frente al último escalón de la dialéctica de cultura y barbarie: luego de lo que
pasó en el campo de Awschwitz es cosa barbárica escribir un poema, y este hecho corroe incluso el
conocimiento que dice por qué se ha hecho hoy imposible escribir poesía. El espíritu crítico, si se queda en sí
mismo, en autosatisfecha contemplación, no es capaz de enfrentarse con la absoluta cosificación que tuvo
entre sus presupuestos el progreso del espíritu, pero que hoy se dispone a desangrarlo totalmente.” (Adorno T.
W., “La crítica de la cultura y la sociedad”, 1962, pág. 29) Otros autores también atribuyen a lo acontecido en
textos literarios, puesto que atribuye a los críticos culturales la función de dar una
orientación (pág. 10), que es, en cierto sentido, el propósito que anima la tarea aquí
enseñaron a apreciar en las obras de arquitectura, algunos textos de teoría y crítica que,
durante la segunda mitad del siglo XX, dirigieron su atención sobre “lo poético” de la
también su recepción, dando lugar, entre otras posibilidades, a la apreciación de cómo crean
mitad del siglo XX aparece para esta disciplina como una unidad problemática (dada más
por una búsqueda continua, que por el predominio de un concepto y, en este sentido,
por la que la habría sido una sucesión de tentativas por llenar carencias, percibidas con
Awschwitz la condición de síntoma de una clausura de posibilidades. Tal es el caso de Jean- Jean-François
Lyotard para quien “[e]n Awschwitz se destruyó físicamente a un soberano moderno: Se destruyó a todo un
pueblo. Hubo la intención, se ensayó destruirlo. Se trata de crimen que abre la posmodernidad, crimen de lesa
soberanía, ya no regicidio sino populicidio (algo diferente de etnocidios)”. (Lyotard J.-F. , La posmodernidad
(explicada a los niños), 1987 [1986], pág. 31) y quien declara: “Mi argumento es que el proyecto moderno (de
realización de la universalidad) no ha sido abandonado ni olvidado, sino destruido, “liquidado”. Hay muchos
modos de destrucción, y muchos nombres le sirven como símbolos de ello, “Awschwitz” puede ser tomado
como un nombre paradigmático para la “no realización” trágica de la modernidad.” (Lyotard J.-F. , La
posmodernidad (explicada a los niños), 1987 [1986], pág. 30)
27
El testimonio de Francisco de Gracia confirmaría la existenica de esta unidad negativa: “[…] agotadas en
los años sesenta y setenta [del siglo XX] las mejores esperanzas originadas con el Movimiento Moderno, [la
arquitectura] tiende a depender del impulso que le llega desde ámbitos adyacentes o periféricos dedicados a la
producción de imaginería banal, cuando no extravagante. Tanto vale esto [8] para referirnos a la ya vieja
inspiración deconstructiva de los ochenta, al socaire de Jaques Derrida, como al influjo del diseño paramétrico
que tanto parece fascinar a Zaha Hadid [ya fallecida], si atendemos a sus recientes declaraciones, las cuales
bien pueden haber prescrito cuando salga este escrito.” (Gracia, 2012, págs. 7-8)
la arquitectura, que aquí se busca articular. Por otra parte, las consecuencias de esta
Latinoamericana28.
Con respecto a las circunstancias de lugar, asociadas al matiz particular aportado por
puede argumentar que los acontecimientos negativos de la primera mitad del siglo XX, a
los Estados Unidos de América en los siglos XVIII y XIX, como proveedores de materias
alteró la manera como las economías regionales se insertaban en dicho orden internacional,
28
Jorge Ramírez Nieto, en Las huellas que revela el tiempo (1985-2011). Seminarios de Arquitectura
Latinoamericana –SAL– (2013), anota que: “Para hablar aquí del seminario SAL, se puede iniciar
diferenciado dos instancias que lo componen; de hecho, hay, casi siempre, dos eventos superpuestos. Son dos
campos de encuentro, diferentes en sus búsquedas e intenciones, pero relacionados en sus expectativas. El
primero es la reunión de un grupo de académicos, críticos y profesionales de la arquitectura, que desde el
inicio de los SAL se ha propuesto como tarea discutir los argumentos que surgen en la práctica académica y
profesional continental. […] En el segundo ámbito hay un grupo de profesionales y estudiantes interesados en
participar con ponencias, escuchar conferencias o enterarse de las propuestas arquitectónicas que
constantemente se desarrollan en América Latina” (pág. 24 y 25). De acuerdo con esta obra, a la fecha de su
publicación se había celebrado 14 de estas reuniones, en diferentes ciudades del subcontinente.
urbanización de la población, que, para las décadas de 1950 y 1960, acercó las
las de sus pares, quienes enfrentaban la crisis ocasionada por la destrucción del parque
ambos lados del Atlántico, en torno a algunas reflexiones, lo que propició la circulación en
reconocidas como “racionalistas”, por su contraposición con otras que se presentaban como
1951, cuyo relato fue publicado, de manera significativa, en el mismo número de Zodiac
(“una revista sobre arquitectura contemporánea” patrocinada por la firma italiana Olivetti)
en el que apareció el texto “Jörn Utzon and the Third Generation”, del que se anunciaba se
29
“La segunda opción [que se suma a la de exportar otros bienes a los centros, además de los tradicionales] se
impuso intensamente en la periferia durante las grandes crisis de los centros, especialmente la gran depresión
mundial y la segunda guerra. Más que por designio, la caída violenta de las exportaciones primarias hizo
necesario dar vuelo a la industrialización estableciendo nuevas industrias o impulsando resueltamente las que
ya había aparecido anteriormente al amparo de derechos fiscales. Así se inicia la industrialización sustitutiva.”
(Prebisch, 1981, pág. 186).
30
“Los últimos datos censales revelan que continúa, en forma intensa, la migración rural urbana en casi todos
los países de América Latina. Las grandes tensiones sociales, que se suponía existían en el campo,
aparentemente están siendo llevadas a las ciudades por los migrantes. La población urbana crece a saltos, los
servicios urbanos, especialmente la habitación, atienden a las necesidades del público en forma cada vez más
precaria, y los indicios exteriores de la miseria –mendicidad, prostitución, comercio ambulante, etc.– se
multiplican.” (Singer, 1981 [1975], pág. 71)
31
“En 1951, Bruno Zevi visitó Buenos Aires y sus conferencias en la Facultad de Arquitectura descubrieron y
revaloraron la figura de Frank Lloyd Wright y del organicismo. A partir de entonces, la arquitectura moderna
Estos debates, más bien locales, entre “racionalistas” y “organistas” fueron seguidos por
arquitectura, sino de la totalidad de las relaciones sociales33. Una expectativa como esta fue
alentada por la Revolución Cubana (1959), que algunos autores consideraron “un hito
preocupación por el lugar 35 . Tras una fase de confinamiento dentro de los límites
Latinoamericana – SAL36.
diferenciado, siendo más profundo en los países de América Latina cuyas economías
siglo XIX37. Este último fue el caso de Colombia, donde se vivió un proceso acelerado de
sociedad. [...] La arquitectura –o digamos más estrictamente la práctica arquitectural– constituye uno de los
niveles incluidos en la globalidad de la praxis social.” (Segre, Cuba. Arquitectura de la revolución, 1970, pág.
3)
35
“Este tipo de eclecticismo [basado en la obra de todos los arquitectos de prestigio juntos, inclusive famosos
latinoamericanos] puede ser considerado como instrumental y, por tanto, bastante útil al principio como
método de aprendizaje. Pero debe ser superado con el tiempo, y dar paso a un entendimiento directo con las
realidades del lugar, la ciudad y el país.” (Cetto, 2007 [1975], pág. 184)
36
De acuerdo con Las huellas que revela el tiempo (1985-2011). Seminarios de Arquitectura
Latinoamericana –SAL– de Jorge Ramírez Nieto, “[l]a insularidad cultural de América Latina, durante las
primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX, causada por la proliferación de las dictaduras civiles y
militares, había conducido al encerramiento dentro de las estrechas márgenes nacionales.” (Ramírez Nieto,
2013, pág. 116). Según el mismo autor, “[e]l primero de los encuentros, reunido en Buenos Aires, ocurrió de
manera casual, inducido por la presencia de arquitectos latinoamericanos que asistían a la Bienal de
Arquitectura de Buenos Aires” (Ramírez Nieto, 2013, pág. 49)
37
“El siglo XIX fue una larga y penosa transición del capitalismo en Colombia. Todavía a finales del siglo
XIX [y] comienzos del siglo XX, era difícil encontrar en el país los elementos de una estructura capitalista,
era difícil encontrar formas de trabajo asalariado o redes mercantiles extensas que vincularan a los
productores a un mercado amplio nacional o mundial. Sin embargo, en Colombia como Europa, aunque a
través de procesos históricos muy diferentes el trabajo asalariado y las redes mercantiles extensas fueron el
resultado de un largo proceso de desarrollo, a través del cual el capital fue subordinando en forma creciente a
los diferentes elementos de la estructura social. Este proceso de desarrollo se vivió de manera acelerada en
Colombia en las dos décadas anteriores a la crisis mundial de 1929, como consecuencia de una bonanza
exportadora sin precedentes en la historia anterior del país y durante las crisis de los años 30, con base a una
bonanza industrial. El rápido desarrollo capitalista a partir de 1910 puede hacer perder de vista el lento
proceso de transformación al capitalismo que vivió Colombia desde fines del período colonial. Desde el punto
de vista del proceso de desarrollo capitalista, la economía colonial puede definirse en tres características: En
primer lugar, por su articulación débil al mercado mundial. En segundo lugar, por el subdesarrollo del
mercado interno y finalmente porque a pesar de su atraso mercantil contenía en ella elementos básicos del
desarrollo capitalista.” (Ocampo, 1982, pág. 35)
textos de crítica de 1951 y 1960, respectivamente, con respecto a qué se considera digno de
Sanabria]” (Salmona, 1960) considera como dignos de aprecio “la invención formal”, “el
38
“En Colombia no existen esas grandes compañías constructoras que perfeccionan la construcción pero que
reducen su tarea a una transacción comercial […] Es posible que por esta compenetración del diseño
arquitectónico, técnica constructiva y administración de obra, la arquitectura contemporánea en Colombia no
haya caído en el barroquismo y talvez también por esa razón se logrado en este país, más que en ninguna otra
parte, una arquitectura de características muy simples, en la que el hombre de la calle ha podido tomar parte
como creador.” (Arango Sanin & Martínez Jiménez, 1951, págs. 32-33). “La arquitectura en Colombia no está
en manos de un grupo de “snobs” ni patrocinada por mecenas oficiales. La arquitectura contemporánea en
Colombia, es un movimiento popular.” (Arango Sanin & Martínez Jiménez, 1951, pág. 33). “Siendo muy
nueva la Arquitectura en Colombia es muy nueva la construcción. A pesar que las facultades de arquitectura
han florecido en los últimos diez años (hoy hay seis en Colombia, con más de 700 alumnos) no se han
formado escuelas de construcción, ni compañías constructoras propiamente dichas, de manera que los
arquitectos han venido construyendo sus propias obras. Talvez a este hecho del arquitecto realizador y
creador, casi único en el mundo, se debe que haya nacido en Colombia una arquitectura contemporánea de
alta calidad.” (Arango Sanin & Martínez Jiménez, 1951, pág. 32).
39
“En arquitectura, el aspecto formal no puede desligarse del aspecto espacial. Es necesario analizar la
invención formal en relación con la intención espacial, para determinar las consecuencias de la obra en el
campo de las ideas y, así apreciar sus cualidades plásticas. La arquitectura es un todo. Para lograrla, debe
intervenir, además del esfuerzo personal, el don natural del artista, la búsqueda y la intención, pero sobre todo
el conocimiento del medio para el cual la obra se produce, la legibilidad de sus medios de expresión, la
invención de formas ricas poéticamente, con las cuales el arquitecto tiende a posesionarse del espacio.”
(Salmona, 1960, pág. 48) “El proyecto no se elabora por consiguiente a partir de unos esquemas conformes
funcionalmente justos, sino a partir de unos esquemas de síntesis que responde a la intención espacial, base
del proyecto y motor de la poética de la composición arquitectónica.” (Salmona, 1960, pág. 48). Este cambio
en la manera de valorar la obra de arquitectura representa un distanciamiento de afirmaciones como la de Le
Corbusier y Pierre Jeanneret: “La tesis es simple: para obrar, el hombre precisa superficies horizontales
iluminadas, al abrigo de la lluvia, del clima, de la curiosidad. ¡Eso es todo!” (Le Corbusier & Jeanneret,
1973/1930, pág. 132), en favor de una recepción de las obras de arquitectura como experiencia poética.
colombiano40.
Ahora bien, en cuanto a las circunstancias de modo, en las que habría aparecido la
arquitectura, con los lugar, memoria y tectónica ha tenido que seguirlo, desde un momento
pausas, en las que pareció mantenerse en un segundo plano. Como se amplía más adelante,
40
Esta reflexión, en un primer momento habría quedado embebida en un debate entre racionalismo y
organicismo, que como se indicó, también se dio en otros lugares del continente. “A finales de los años
cincuenta [del siglo XX] se comenzó a hablar en Bogotá de la arquitectura orgánica como un paso adelante en
la crisis del funcionalismo. En Europa esta crisis tenía sus raíces en la diversidad de culturas y de regiones,
por un lado, y en la adopción de un concepto más humanista de la arquitectura por el otro. En el fondo era un
rechazo a la universalidad del artista, con unos patrones únicos. Lo mismo que en el arte, la arquitectura tuvo
simultáneamente muchas manifestaciones diversas, como el neoplasticismo, el stijil, el purismo, el futurismo,
el constructivismo, el racionalismo, etc. Por eso cuando se polariza en Colombia la discusión entre dos
tendencias, la orgánica y la racionalista, no se sabe a ciencia cierta cuál es la diferencia de una con respecto a
la otra. Surgían temas nuevos, el lugar, los materiales y las formas, pero había muchos temas comunes. La
confusión radica en que la arquitectura moderna, toda, seguía la premisa básica de adaptación funcional: sin
duda el concepto funcionalista ha influido en la arquitectura moderna hasta el punto que es la tendencia
característica de ella. Sin embargo, el origen del movimiento funcionalista no es propiamente científico, sino
racional y poético. En los orígenes de la arquitectura moderna, la arquitectura funcional era más adecuada a la
época que la arquitectura formal, de órdenes clásicos y de símbolos establecidos.” (Samper Martínez, 2000,
pág. 149)
41
Se ha evitado el uso de comas para separar los sustantivos del título, tomando en consideración que éstas no
se encuentran en la edición del mismo, dentro de las obras completas de Heidegger publicada por Vittorio
Klostermann (Heidegger, “Bauen Wohnen Denken”, 2000 [1954]), aunque en otras ediciones en alemán si se
Provence, que tuvo lugar el mismo año de la publicación mencionada. Aunque el empleo de
más de un interés, común, tanto a Darmstadt como a Doorn, por la construcción de vivienda
después de la devastación de las ciudades europeas durante la Segunda Guerra Mundial, por
lo que no parece razonable esperar que discusiones como las del Team X tengan como
Es así, como hay un espacio de tiempo entre la lectura del texto, del que se argumenta que
que realizó un tránsito entre el concepto de espacio y el de lugar, entre el segundo lustro de
la década de 1960 y los últimos años de la década de 1970. Se trata de los trabajos de
desarrollo del presente trabajo, para reconstruir el mencionado tránsito entre los conceptos
encuentran (Heidegger, “Bauen, Wohnen, Denken”, 2014 [1954]). Con respecto a esta conferencia, Ignasi de
Solá-Morales comenta: “El tan divulgado texto de Martin Heidegger: Construir, habitar, pensar (Bauen,
wohnen, denken) no es un texto salido de las cavilaciones de un filósofo al margen de cuanto sucedía en la
Europa posbélica sino una respuesta concreta del antiguo rector de Heidelberg a una iniciativa que en torno al
problema de la ciudad y la vivienda reunía en el Darsmstadt (sic) Gesprach a expertos procedentes de áreas
diferentes con el fin de aportar sus sugerencias desde campos diversos.” (Solá-Morales, 2003/1995, págs. 49-
50). Cabe anotar que, de acuerdo con la cronología incluida por Rüdiger Safranski en su biografía de
Heidegger, Un maestro de Alemania. Martin Heidegger y su tiempo (1997 [1994]), este filósofo alemán fue
rector de la Universidad de Friburgo entre 1933 y 1934, mientras que menciona Heidelberg como destino de
gestiones realizadas en 1933 siendo rector en Friburgo. (pág. 499).
42
El numeral 3 del Manifiesto de Doorn dice que “[e]l “hábitat” se ocupa de la casa particular de un tipo de
comunidad particular” (Hereu, Montaner, & Oliveras, 1999, págs. 290-291)
italiano, en la revista Lotus, en 1975, justo los años de la publicación de Existencia, espacio
castellano44.
Tras cierto grado de difusión de este concepto de lugar, en el que, según se argumenta, se
pensamiento del que provino el texto presentado en el coloquio aludido, se encontraría otra
pausa, que habría sido ocupada por otros debates y se habría prolongado hasta los primeros
concepto de tectónica, proveniente del siglo XIX, asociándolo con el tipo de experiencia
indicada. En este caso, se trata de escritos de Kenneth Frampton sobre tectónica. Por su
parte, entre los otros debates aludidos se encontraría aquél en el que argumentos a favor de
43
En el prefacio a la edición en referencia, Albert Hofstadter, quien tradujo el texto al inglés, da entender que
su traducción fue minuciosamente revisada por el mismo Heidegger y por Hannah Arendt: “Me he
beneficiado enormemente de la generosidad de J. Glenn Gray en sucesivas revisiones de las traducciones,
hasta sus últimos detalles. El trabajo en ellas, del Profesor Gray con Heidegger, reiterado una y otra vez, me
da la seguridad de que pueden ser entregadas al público lector con la convicción de que transmite algo del
pensamiento mismo de Heidegger. […] Hannah Arendt has sido particularmente amplia al sugerir mejoras, el
presente texto contiene muchos cambios debidos a ella.” (Heidegger, “Building Dwelling Thinking”, 1971
[1954], pág. vii) Traducción propia de: “I have benefited enormously […] from the generosity of J. Glenn
Gray in recurrently reviewing the translations down to their last details. Professor Gray’s work with
Heidegger on them, renewed over and over again, gives me the assurance that they may be submitted to the
reading public whit the feeling that at last some of Heidegger’s own thinking comes through. […] Hannah
Arendt has been particularly liberal with suggestions for improvement, the present text contains many
changes due to her.” (Heidegger, “Building Dwelling Thinking”, 1971 [1954], pág. vii)
44
Sobre esta publicación José Luque Valdivia anota: “[…] este breve ensayo de Heidegger, publicado en
inglés en 1971: Building Dwelling Thinking y reproducido en la revista Lotus, en inglés e italiano, unos años
después (HEIDEGGER, Costruire Ahitare Pensare, en Lotus international, 1975, n. 9, pp. 34-43)” (Luque
Valdivia, 1996, pág. p. 275 n. 77)
el mismo Frampton. A su vez, dicho regionalismo crítico, fue objeto controversia en los
(2000).
Por su parte, las discusiones en torno a una arquitectura con sentido del lugar, llevadas a
particular con referencia a los debates que se dieron en el marco de los mencionados
reflexión sobre arquitectura con sentido de lugar esta investigación halló, en el contexto
caso, también se acudió a una fuente proveniente de la seguda mitad de la década de 1960,
45
Al comenzar el apartado cuyo subtítulo es “La experiencia poética de la arquitectura” dice: “La poética de
la arquitectura se revela cuando la materia trasciende lo prosaico y lo ilumina, por así decirlo, con destellos,
unas veces intuitivos, otras deliberados, unas veces circunstanciales, otras permanentes. Dado que existe una
[292] relación directa entre las cualidades del lugar y la experiencia que despiertan en la persona, y dado que
cada ser siente y piensa de manera distinta y que su mundo interior es único, es necesario entender que la
poética de la arquitectura no es una sino múltiple y que cada mirada puede identificar aquello que otras
miradas no percibieron. No es posible reducir la poética de la arquitectura a fórmulas de creación o de
experiencia. Eso sería equivalente a dar normas para la vida sensible, la cual, por su naturaleza, tiende a ser
tan libre como sea posible.” (Saldarriaga Roa, 2002, pág. 290 y 292)
colectiva. El autor en referencia es Aldo Rossi, de quien se toma una secuencia de sus
trabajos que incluye “Il passato e il presente nella nuova architettura” (1958), La
en las que surgió como problema para la teoría de la disciplina, la reverberación de sentidos
segunda mitad del siglo XX en el campo disciplinar, dada más por una búsqueda
comparación con la primera mitad del mismo siglo, como contexto temporal. Los anotados
46
En un capítulo de La ciudad de la arquitectura. Una relectura de Aldo Rossi (1996), dedicado al concepto
de locus, Luque Valdivia anota “[…] un ensayo de Heidegger, que ha tenido especial incidencia en el discurso
arquitectónico sobre el lugar desarrollado especialmente a finales de los años setenta, proporciona al discurso
rossiano una base teórica de indudable interés y permite extraer consecuencias que en los textos de la ciencia
urbana sólo están virtualmente presentes. En el artículo a que nos referimos – Construir, habitar, pensar” [una
nota aquí aclara que la publicación de la traducción al italiano (1975) es posterior a La arquitectura de la
ciudad (1966) y que “Rossi ya había señalado –siguiendo a Cattaneo– esta identidad entre construir y cultivar
la tierra, y su reflejo en la lengua alemana”]– el filósofo alemán analiza las raíces etimológicas, tanto en
inglés como en alemán, de las palabras que se refieren a la acción de construir, cultivar la tierra y habitar; en
todos los casos aparecen elementos comunes que ponen de manifiesto las implicaciones mutuas existentes
entre las realidades designadas.” (Luque Valdivia, 1996, pág. 275) El mismo texto de Luque Valdivia remite
al pasaje de “La idea de Arquitectura en Rossi y el cementerio de Módena” (1992/1973) en el que Rafael
Moneo anota que: “De algún modo, y aunque creo que Rossi no habla de él, hay una cierta visión
heideggeriana que entiende el construir como el ocupar la tierra. Esto da a la arquitectura de Rossi esa
condición ontológica, metafísica, en la que construir, alcanzar la arquitectura, supone una reflexión ajena a
cualquier posible espontaneísmo.” (Moneo, "La idea de Arquitectura en Rossi y el cementerio de Módena",
1992/1973, pág. 56). No obstante este antecedente, el recurrir a una fuente que no hace una referencia
explícita a escritos de Heidegger y que además de trabajos teóricos es autor de obras arquitectónicas introduce
una dificultad metodológica adicional. En este sentido, se puede adelantar que el capítulo dedicado al
concepto de memoria es aquél en el que se hace un mayor esfuerzo de reconstrucción.
tectónica, a partir de textos de teoría y crítica, provenientes de la segunda mitad del siglo
sentidos en los que, a comienzos del siglo XXI, se aplicaban los conceptos de poética y
del siglo XX. La contribución del logro del objetivo en referencia, a la solución de este
mundo que lo alienta y haberlo articulado con los de lugar, memoria y tectónica.
47
Un resumen de la circunstancias de surgimiento del problema se encuentra en la cuarta de las tablas
incluidas en el anexo.
Para llevar a cabo la articulación indicada, se llevó a cabo lo que se puede denominar una
(1983/1978), para la historia de la ciencia. Tal analogía permite explicar por qué este no es
debe establecer un diálogo entre lo que denomina “historia real” y aquello a lo que se
refiere como “reconstrucción racional” (Lakatos, 1983/1978, pág. 72). Este diálogo sitúa su
del que harían los protagonistas de los hechos relatados. En este sentido, la reconstrucción
que se efectúa en el presente trabajo aspira a ofrecer algo más que la recopilación de puntos
de vista de los autores a los que hace referencia. Sin embargo, carece la de la pretensión de
descifrar una razón situada más allá de los actores, por lo que no emplea el calificativo
48
Un resumen que muestra la relación entre el tema de investigación, la tesis que se defiende, el problema a
cuya solución contribuye dicha tesis, la pregunta cuya respuesta constituye una solución al problema
planteado, la hipótesis de respuesta a la misma, el objetivo general que corresponde a la contribución a la
solución del problema y los objetivos específicos requeridos para alcanzarlo, puede verse en la primera de las
tablas incluidas en el anexo.
Ahora bien, al enumerar los objetivos específicos con respecto a los conceptos de lugar,
reflexión. Al respecto, resulta muy sugestiva su concepción como pliegue que distingue y
vincula, que ofrece Roberto Doberti al hacer referencia al ejercicio y la visión del habitar
provienen dichos textos, sin pretender subsumirla dentro de otro discurso, por lo que se
Habitar (2011) de Roberto Doberti. Por otra parte, en este trabajo se da la palabra a los
49
Las demostraciones o pruebas serían propias de sistemas basados en leyes matemáticas, como reconocen
Groat y Wang cuando argumentan: “En el otro extremo [opuesto a los trabajos que dependen de reglas
matemáticas en un espectro que abarca desde éstos, de un lado, hasta aquellos que derivan su coherencia
lógica de las visiones de mundo tomadas de la cultura en la cual se encuentran embebidas, del otro] se
encuentran los sistemas que tiene fuerza persuasiva porque capturan una visión de mundo y la destilan en un
argumento lógico a la vez con claridad teórica y fuerza retórica.” (Groat & Wang, 2002, pág. 303) “At the
other end [opposite to those works that depend upon mathematical rules at an spectrum ranging from them, at
one end, to those that draw their logical coherence from the cultural world views they are embedded in, at the
other] are systems that have persuasive force because they capture a worldview and distill it into a logical
argument with both theoretical clarity and rhetorical power.” (Groat & Wang, 2002, pág. 303)
del lector ante la amplitud de la citación. A propósito de este recurso a citas relativamente
extensas, cabe hacer referencia al criterio adoptado para la inclusión de notas a pie de
página. Estas, en general, se destinaron a registrar el tenor literal de los textos aludidos,
cuando se recurrió a paráfrasis de éstos o a alusiones sucintas a los mismos. Las notas a pie
aquellos pasajes en idiomas diferentes al castellano, a los que se hace referencia en el texto.
La interpretación de los textos supuso identificar los pertinentes y disponer de medios para
cierta fusión del “[…] sujeto perceptor de la realidad y esa misma realidad” (Solà-Morales,
2003 [1995], pág. 65). Por su parte, el de pertinencia temática hizo referencia al tratamiento
de la experiencia poética en relación con, al menos, uno de los conceptos de lugar, memoria
de la cultura occidental, con especial interés en las que tuvieron difusión e influencia en
América Latina y, en particular, en Colombia, que se detallan a más adelante. Por su parte,
circularon durante la segunda mitad del siglo XX. Para las fuentes filosóficas y algunos
El instrumento metodológico más recurrente fue la identificación de los supuestos desde los
Study in Evidence, de Stephen Pepper (1972 [1942]) . Según esta fuente “[…] en la
actualidad hay cuatro visiones de mundo, de más o menos igual adecuación” (pág. 98) que
(Ídem.)50. En el desarrollo de este trabajo, se hace referencia a tres de estas cuatro visiones
de mundo. El concepto de experiencia poética que se articula está animado por una visión
las tres restantes (las formistas y las organicistas) aparecen con referencia a la primera. Una
50
El pasaje en referencia dicen: “Creemos que en la actualidad hay cuatro visiones de mundo, de más o
menos igual adecuación. Las podemos llamar formismo, mecanicismo, contextualismo y organicismo.
(Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 98). Traducción propia de: “We believe
that at present time there are four world hypotheses of about equal adequacy. We shall call them formism,
mechanism, contextualism, organicism.” (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág.
98). Otro pasaje que incluye la enumeración de las visiones de mundo dice: “Cuatro visones de mundo
quedan a la vista cuando se eliminan varias causas de evidente inadecuación. Les doy a estas hipótesis unos
nombres ligeramente inusuales para evitar problemas relacionados con los nombres mismos. Las he llamado
formismo, mecanicismo, contextualismo y organicismo.” (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence,
1972 [1942], pág. 141). Traducción propia de: “Four distinct world hypotheses come to view when the
various kinds of causes of patent inadequacy have been removed. I am giving these hypotheses slightly
unfamiliar names so as to avoid issues over the names themselves. I am calling them formism, mechanism,
contextualism, and organicism.” (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 141)
griega, citadas por este autor alemán. Por su parte, comparaciones entre visiones de mundo
tectónica, por haberse encontrado que las primeras alentaron buena parte de la reflexión
aparecen de manera indirecta, como un punto de vista alternativo, desde el cual se puede
pretender cuestionar la articulación efectuada (véase tabla I-2 en el anexo, al final del
documento).
Cabe anotar que cada una de estas visiones de mundo puede guiar la recepción de cualquier
obra arquitectónica. En este sentido, las visiones de mundo se puede aplicar de manera
White. Este autor norteamericano puntualiza que no quiere dar a entender que las categorías
de Pepper son las únicas posibles. Incluso, considera que “ […] los grandes filósofos –
Platón, Aristóteles, Descartes, Hume, Kant, Hegel, Mill– resisten una reducción a los
arquetipos suministrados por Pepper […]” (White, 1975 [1973], pág. 13) y que “[s]i [estos
doctrinarias de las que delinea Pepper”51 (Ídem.). De acuerdo con esta manera de aplicar las
visiones de mundo de Pepper, considera que “[…] suministran una muy conveniente
“[…] tipo de concepción general de la realidad […]” (pág. 14) que encuentra en autores de
su disciplina (historiadores) cuando “[…] cuando hablan como filósofos […]” (Ídem.).
Debido a un uso de las visiones de mundo como este (más instrumental que doctrinario), no
mundo mecanicistas, a la vez que se prefiere, en lo posible, el uso de plural para hacer
referencia a cada una de las categorías de Pepper, con el fin de mostrar que no se ha
asumido que éstas sean cuerpos doctrinarios. Así, resulta preferible utilizar “visiones de
51
Los pasajes en referencia dicen: “Siguiendo el análisis de Stephen C. Pepper en su World Hypotheses, he
diferenciado cuatro paradigmas de la forma en la que una explicación histórica, considerada como un
argumento discursivo, puede ser concebida, que son: Formista, Organicista, Mecanicista y Contextualista
[Nota 7: Lo subrayado con respecto a Frye en la nota 6 [No quiero sugerir que las categorías de Frye son las
únicas posibles para clasificar géneros, nodos, mythoi, y el gusto, en literatura; pero las encuentro
especialmente útiles para el análisis de obras históricas (pág. 8)] aplica, mutatis mutandi, a la noción de
Pepper de las formas básica de reflexión filosófica. Ciertamente, los grandes filósofos –Platón, Aristóteles,
Descartes, Hume, Kant, Hegel, Mill– resisten una reducción a los arquetipos suministrados por Pepper. Si
representan algo, es una meditación entre dos o más clases de posiciones doctrinarias de las que delinea
Pepper. Sus tipos ideales, no obstante, suministran una muy conveniente clasificación de los sistemas
filosóficos más simples [14] o visiones de mundo, el tipo de concepción general de la realidad que
encontramos en historiadores cuando hablan como filósofos –es decir, cuando invocan una noción general de
ser, apelan a una teoría general de verdad y verificación, derivan las implicaciones éticas de verdades
asumidas, y así sucesivamente]. ” (White, 1975 [1973], págs. 8, 13-14) Traducción propia de: “Following the
analysis of Stephen C. Pepper in his World Hypotheses, I have differentiated four paradigms of the form that a
historical explanation, considered as a discursive argument, may be conceived to take: Formist, Organicist,
Mechanistic, and Contextualist [Note 7: The remarks made with respect to Frye in note 6 [I do not wish to
suggest that Frye's categories are the sole possible ones for classifying genres, modes, mythoi, and the like, in
literature; but I have found them especially useful for the analysis of historical works (p. 8)] apply, mutatis
mutandi, to Pepper's notion of the basic forms of philosophical reflection. Certainly the greatest philosophers
–Plato, Aristotle, Descartes, Hume, Kant, Hegel, Mill–resist reduction to the archetypes provided by Pepper.
If anything, their thought represents a mediation between two or more of the kinds of doctrinaire positions
which Pepper outlines. Pepper’s ideal types do, however, provide a very convenient classification of the more
simplistic philosophical systems [14] or world views, the kind of general conception of reality which we find
in historians when they speak as Philosophers –that is to say, when they invoke some general notion of being,
appeal to some general theory of truth and verification, draw ethical implication from truths putatively
established, and so on.].” (White, 1975 [1973], págs. 13-14)
lugar, memoria y tectónica. Por lo anterior, esta visión de mundo particulariza lo que aquí
se entiende por dilucidación. Un indicio sobre lo que desde una visión de mundo
nel moderno” y “Teorie del moderno” de Francesco Dal Co, titulada justamente,
que este autor italiano “[…] optó por un modo asistemático y fragmentario de escritura,
evitando cerrar conclusiones” (Gizarelli & Liernur, 1990 [1982], pág. 10). A lo cual
agregan: “Método abierto, entonces, que construye su cadena de conceptos sin un orden
consideración crítica de los sucesos y las representaciones que éstos fueron suscitando.”
(Ídem.) También comparan esta forma de escritura con un “telar que despliega sus hilos en
52
Un antecedente en el que se puede reconocer una posibilidad activa de aplicación de estas visiones de
mundo se encuentra en el “Prefacio” (2016 [1994]) de Ángel Mediana a Lógicas en arquitectura (2016
[1992]) de García Moreno, cuando indica que pueden servir como “matriz generadora de diseños”: “El
paradigma lógico se puede aplicar a la arquitectura como matriz generadora de diseños. En efecto, el diseñar
es un modo de relacionar, y, bien sean concebidas como integraciones de formas perceptivas con tipos o
formas de ser y con individuos materiales o vivos (formismo), o bien lo sean como partes de espacio o masa
en un complejo dinámico (mecanismo), o como totalidades en desarrollo que incluyen funciones, aspectos y
momentos configurativos dentro de su total sentido comprensivo (organismo), son en definitiva las relaciones
las que se traducen gráficamente en diseño.” (Medina, "Prefacio", 2016 [1994], pág. 19) Esta aplicación
activa de las visiones de mundo resultaría muy apropiada para una reflexión que abordara la experiencia
poética de la creación de obras, que completaría una aproximación desde su recepción, como la que ha sido
adelantada en el presente trabajo.
superación de la diversidad de los hilos (“trazas”) en la unidad abierta del tejido que
esperar que haga una reconstrucción razonada de una serie de trazas, cuyas relaciones no
textil corrige las implicaciones de aquella otra de la reverberación, con la que se caracterizó
poética y experiencia a la recepción de obras de arquitectura en los años iniciales del siglo
se aplicaban los conceptos mencionados, esta metáfora textil aclara que, si bien estos
sentidos preexisten, en tanto que trazas, el tejido que se hace con ellos es una construcción
nueva. En este sentido, la dilucidación radica tanto en la selección de las trazas, como en el
tejido hecho con estás. De esta manera, el alcance de la investigación realizada corresponde
a haber aislado uno de los sentidos en los que se aplicaban los conceptos de poética y
53
Un resumen que muestra la relación entre el tema de investigación, la tesis que se defiende, el problema a
cuya solución contribuye dicha tesis, la pregunta cuya respuesta constituye una solución al problema
planteado, la hipótesis de respuesta a la misma, el objetivo general que corresponde a la contribución a la
solución del problema, los objetivos específicos requeridos para alcanzarlo y la metodología empleada para
hacerlo, puede verse en la primera de las tablas incluidas en el anexo.
algunos escritos de Heidegger (a los que se hizo referencia al caracterizar las circunstancias
que se ha aclarado el sentido de dilucidación para una visión de mundo contextualista, estos
los contextos en los cuales se espera que sea apreciado el aporte consistente en haber
regional en el que se abocó la reflexión sobre sentido del lugar, tipología y materialidad
“On Tact. Some Thoughts on the Architecture of Richter & Dahl Rocha”, 2007; Liernur J.
universidades de Norte América. Ejemplo de ello serían los trabajos doctorales de Beatriz
García Moreno y Carlos Iván Rueda Plata. El trabajo de García Moreno (Lógicas de la
mundo, que la autora colombiana construye a partir de la obra ya mencionada del filósofo
una fuente que, hasta su tesis doctoral, tenía poca o nula difusión en la región
latinoamericana. Por su parte, en sus reflexiones sobre las relaciones entre creación, lugar y
54
De acuerdo con la reconstrucción del primer cuarto de siglo de los Seminarios de Arquitectura
Latinoamericana –SAL–, efectuada por Ramírez Nieto, los procesos de globalización han sido incorporados
en la agenda de estos foros. Al caracterizar la Fase 4 de los SAL (que sitúa de 2007 en adelante (Ramírez
Nieto, 2013, pág. 48)), anota que: “La celebración prolongada del cambio de siglo e inicio de milenio,
matizada por el acogimiento de la condición global como realidad incuestionable, produjo modificaciones en
la definición del sentido de los SAL.” (Ramírez Nieto, 2013, pág. 104). En concordancia con lo anterior, el
foco en la autocomprensión, correspondería a lo que el mismo Ramírez, siguiendo a Ruth Verde Zein,
denomina el “corazón histórico” para referirse a los encuentros que tuvieron lugar entre 1985 y 1995: “Estos
siete primeros encuentros pueden ser considerados el corazón “histórico” de los SAL” (Verde Zein, en SAL
XII, 2007, p. 69 citado en (Ramírez Nieto, 2013, pág. 96))
entre otras fuentes, al filósofo australiano Jeff Malpas (Place and Experience: A
local (como Pepper y Malpas) para resolver problemas surgidos en éste; mientras que el
planteadas desde otras latitudes, abriendo la reflexión local hacia debates del ámbito de la
Latinoamérica.
Así como se pretende que se aprecie la presente investigación como una contribución a la
desarrollo de la crítica contrasta con el avance sostenido que se ha logrado en campos como
la teoría, la historia y la ciudad (Trujillo Jaramillo, 2004, pág. 43)55. En un contexto como
55
“Hoy en Colombia, es posible comprobar despliegues laborales permanentes en campos como la historia y
la teoría, la legislación y el diseño urbano, el ordenamiento del territorio, la museografía o la actividad
editorial, la docencia como oficio, la restauración y los estudios de patrimonio, entre otros. Cabría sólo
lamentar la ausencia secular de una actividad crítica profesional seria y sostenida, quizás el vacío más sensible
en el interior del diversificado panorama actual.» (Trujillo Jaramillo, 2004, pág. 43)
Colombia durante el tercer cuarto del siglo XX (Niño Murcia, “Colombia, cien años en la
construcción de un país”, 2000, pág. 44)57, y una escasa producción histórica, teórica y
crítica en el mismo periodo, sugieren una relación paradójica entre calidad y reflexión. De
acuerdo con algunos autores, esta relación paradójica se encontraría, de manera inversa, a
partir la década de 1990: si, en el tercer cuarto del siglo XX, la elevada calidad de las obras
contrastaba con cierta precariedad en la reflexión teórica, para la última década de dicho
siglo, el nivel alcanzado en la producción teórica se echaba de menos en las obras (Trujillo
Jaramillo, 2004, págs. 40-41)58. La superación de esta aparente brecha entre la calidad de
reflexión y obra que proporciona una crítica desde el punto de vista de la experiencia
56
“[…] resulta crucial pensar y debatir sobre la manera de actuar ante la dialéctica permanente entre tradición
y creatividad, entre la banalización comercial o los convencionalismos académicos y la auténtica forma de
sentir o pensar de la población. Así conseguiremos que la arquitectura contribuya a construir nuestra nación y
lo haga como formulación contemporánea y apropiada sin ceder a modas o histrionismos, como construcción
de un sentido del lugar y una poética del espacio.” (Niño Murcia, “La construcción del lugar y la tradición
de la arquitectura en Colombia”, 2004, pág. 28) (negrillas en el texto original)
57
“A comienzos de este tercer cuarto de siglo se dio la época de oro de la arquitectura profesional
colombiana, cuando, además de grandes maestros se alcanzó un nivel general de calidad, cuyo legado está
entre las mejores páginas de toda la cultura colombiana.” (Niño Murcia, “Colombia, cien años en la
construcción de un país”, 2000, pág. 44)
58
“[…] el fortalecimiento de la reflexión teórica, la indagación histórica o patrimonial y en buena hora, el
retomar de los asuntos que conciernen a la ciudad […] viene[n] en fermento, con la lenta maduración
inherente a los procesos profundos, hacia un proceso de profesionalización de un sector consciente e ilustrado
de la arquitectura en Colombia. Dicho fenómeno es hoy tangible a través de despliegue académico, editorial,
investigativo y reflexivo cada vez más intenso, el cual se consolida como la garantía de la pertinencia cultural
y, ojalá de la calidad futura de nuestra arquitectura.” (Trujillo Jaramillo, 2004, págs. 40-41)
obras de arquitectura.
Como complemento a estas indicaciones, con respecto al marco en el cual se espera que
sean apreciados los aportes del presente trabajo, resulta pertinente, situarlos en la
En este sentido cabe anotar que la misión de la Universidad Nacional de Colombia incluye
estudiar y enriquecer el patrimonio cultural del país, lo que, entre otras cosas, le
crítica al enriquecimiento de las maneras en las que pueden ser apreciadas las obras de
Diseño y Ciudad. Como parte de las actividades de este grupo, la investigación recogida en
estética de la arquitectura, adelantadas por los profesores que lo orientan (García Moreno,
la publicación de los trabajos “Tectónica: Una poética arraigada en la tierra” (2015) y “Una
poética de la fragilidad. Sobre el despliegue de la experiencia poética del paso del tiempo
Latinoamericana de sobre poéticas. Arte – Diseño – Ciudad (diciembre, 2016), a los que se
introducción y las conclusiones, cuatro capítulos, cada uno de los cuales se dedicó al logró
59
Con respecto a los antecedentes personales del autor de la presente investigación, se puede anotar que la
elección de la aplicación de la experiencia poética de la arquitectura en la crítica, se encuentra precedida por
dos trabajos anteriores de su autor. El primero de ellos, un trabajo de grado para obtener el título de
arquitecto, correspondió a un intento por descifrar la creación en la arquitectura, a partir de la semiótica. El
título de este trabajo es «La otra casa de papel» y un resumen del mismo fue publicado en el número 333 de la
Revista Proa (1984). Este intento de mostrar que en la arquitectura no hay nada más que la expresión de las
relaciones sociales de producción y dominación, se apoyó, principalmente, en Crítica de la economía política
del signo (1982/1972) de Jean Baudrillard. El resultado de esta tentativa de reducción de la arquitectura a la
expresión de las relaciones sociales producción y dominación, al vaciar la obra arquitectónica de contenido
específico, planteó la pregunta por la posibilidad de la arquitectura como obra de arte. Esta pregunta, fue
abordada, en una formulación más general, en el segundo de los trabajos en referencia, en este caso, un
trabajo de grado para optar por el título de Maestría en Filosofía. En este caso, el título del trabajo es «Un
estética funambulista. El problema de la posibilidad del arte en la Teoría estética de Adorno» (2004). Esta
investigación, sobre el problema de la posibilidad del arte en la Teoría estética de Theodor W. Adorno,
sugirió que la posibilidad del arte se jugaría en la experiencia poética de cada una de sus obras. Ahora bien, si
la posibilidad del arte se juega en una experiencia poética de cada una de sus obras, el presente trabajo ha
vuelto sobre las obras y la manera en la que la experiencia poética de ellas está condicionada por las
relaciones mutuas entre dichas obras, sus autores y sus espectadores (quienes, en el caso de la obra de
arquitectura, pueden adquirir un papel más activo que el de espectadores, como usuarios). Por otra parte, el
autor de este trabajo ha publicado los artículos de crítica de arquitectura en los que se buscaba superar las
aproximaciones funcional, constructiva o subjetiva, mediante la construcción de marcos referenciales
apoyados en textos filosóficos, que también constituyen un antecedente de la presente propuesta de
acercamiento entre lo universal de la reflexión y lo particular de obra, a través del concepto de experiencia
poética (“ArquiediLICIA a través del Espejo” (1994), comentarios sobre el Centro Urbano de Recreación de
la Caja de Compensación Familiar Compensar, obra los arquitectos Daniel Motta y Fernando Rodríguez,;
“Más allá de lo bello y lo sublime” (1993), comentarios sobre la obra de la firma Anzellini, Böhm, Maté, y
“Una opción permanente por la arquitectura” (1990), comentarios sobre la obra del arquitecto Álvaro Botero
Escobar). También, cabe anotar que el autor ejerce la docencia universitaria, tanto en un programa de maestría
en arquitectura, como en un programa de pregrado de la misma disciplina, en los campos de la formación para
la investigación, el diseño y el urbanismo, y que también hace parte de un grupo de investigación, ámbitos de
actividad que se han visto beneficiados por los resultados de la investigación realizada.
arquitectura, susceptible de ser articulado con los de lugar, memoria y tectónica, tiene
rasgos distintivos de este primer concepto orientaron la búsqueda de sus relaciones con los
Aristóteles, llevada a cabo por Heidegger, proporcionó una hipótesis con respecto a cómo
articular dicho concepto con los de lugar, memoria y tectónica. Por lo tanto, una discusión
sobre este autor proporcionó un hilo conductor para este capítulo. La diferenciación entre el
contextualista, atribuida a dicho autor del siglo XX, particularizó este capítulo, desde el
punto de vista metodológico. El origen del concepto de lugar tomado en consideración por
capítulo, proporcionó una razón para asignarle el segundo a este concepto. En efecto, el
haber rastreado sus inicios hasta una controversia con un concepto de espacio, que había
predominado en teoría y crítica de la arquitectura hasta mediados del siglo XX, permitió
ofrecer una comprensión con respecto a su relación con la situación precedente. La obra de
pregunta por aquello que hace posible el despliegue de posibilidades de ser y estar en el
mundo, que representa la creación de lugar por la obra arquitectónica, hizo conveniente
dedicar el tercer capítulo al concepto de memoria, puesto que éste ofrecía una hipótesis de
concepto de memoria, a su vez, planteó una pregunta por aquello que media entre apertura
organicistas como rasgo metodológico común. Al cabo de esta secuencia a través de los
arquitectura, susceptible de ser articulado con los de lugar, memoria y tectónica, como se
indicó. Las principales fuentes a las que hace referencia este capítulo corresponden a
escritos de Heidegger (“El origen de la obra de arte”, 2008 [1935/1936]; “... Poéticamente
habita el hombre...”, 1994 [1951]; “La pregunta por la técnica”, 1993 [1953]), así como de
algunos autores de la antigüedad a los que remite este autor alemán: Parménides (Kirk,
Raven, & Schofield, 1987 [1983]), Platón (El Banquete, 1983 [s. IV a. C.]; Fedro, 1983;
Fedón, 1983; Menón, 1978; República, 1994) y Aristóteles (Poética, 1974 [335 a. C.];
anterior a aquél consagrado en la obra del mismo nombre del último de los filósofos de la
este primer capítulo fue que reflexiones de Heidegger, suscitadas por poemas de Hölderlin,
reintrodujeron en la filosofía de la segunda mitad del siglo XX, la unidad de lo que tienen
mortalidad y tierra, de una manera que anticipa la relación de los conceptos de lugar,
arquitectura, susceptible de ser articulado con los de lugar, memoria y tectónica, con
dedicó a la relación entre poética y arquitectura. Con respecto a esta relación, encontró que
sería la del todo (la poética) con una de sus partes (la arquitectura), considerando la poética
como la unidad de lo que tienen en común los productos del hacer humano, de acuerdo con
en la reflexión filosófica de la segunda mitad del siglo XX. Por su parte, la tercera sección
del primer capítulo, se dedicó a la relación entre este concepto de poética, anterior al de
diferencias entre la visión de mundo que lo considera como materia formada, asociada a la
transformación del concepto de poética en la antigüedad griega (de unidad de lo que tienen
en común los productos del hacer humano) en imitación (mímesis) y aquella visión de
mundo como acontecimiento, desde la que dicha unidad habría sido recuperada en la
vez, permitió plantear una distinción entre distancia (rasgo de la visión de mundo desde la
este último, ser un distintivo del concepto de experiencia poética, asociado con los de
mortalidad del quién de la experiencia poética y el concepto de memoria, así como (c) entre
arquitectura con los de lugar, memoria y tectónica, a las que se dedicaron cada uno de los
restantes capítulos.
mientras que el segundo, tercero y cuarto se ocupa, de la parte de dicha proposición, que
hace referencia a su articulación con los conceptos de lugar, memoria y tectónica. En este
sentido, los siguientes tres capítulos se ocuparon de cada uno de los objetivos específicos
en torno a uno de los conceptos de lugar, memoria y tectónica. Estos capítulos presentan
relacionado con el concepto del que se ocupan. A continuación se revisaron algunas de las
atención a las discusiones asociadas al concepto del que se ocupa en cada caso, que
tuvieron lugar en América Latina, así como a los aportes de dichas discusiones a la
De acuerdo con lo anterior, para el segundo capítulo, titulado “La experiencia poética de la
con el concepto de lugar, con el fin de proponer una forma de este concepto susceptible de
en este capítulo fue que la reflexión sobre la experiencia poética de la arquitectura, en torno
al concepto de lugar, puede ser reconstruida a partir del tránsito entre los conceptos de
como una apertura hacia la captación de la obra de arquitectura desde el estar involucrado
con ésta como en un acontecimiento. Tras haber presentado la estructura argumental del
entender como resultado de un debate con el concepto de espacio, el cual había resultado
central para teoría de la arquitectura de la primera mitad del siglo XX, como lo testimonia
la difusión e influencia alcanzada por el libro Espacio, tiempo y arquitectura (2009 [1969])
primeros se encuentra en los escritos de Bruno Zevi, cuyo libro Saber ver la arquitectura
(1978 [1951]), titulado en su traducción al inglés como Architecture as Space. How to look
at Architecture (1957), gozó de amplia difusión en América Latina. Contra trabajos como
[1967]). Una reconstrucción de este debate, se adelantó en esta segunda sección del
tránsito se dedicó la tercera sección del segundo capítulo. Así mismo, en cuarta sección
encontró en Benedetto Croce (Estética, 1969 [1902]) una fuente filosófica de los trabajos de
Zevi, que, como se argumentó en esta sección, puede vincularse con una visión de mundo
organicista, en términos de Pepper (1972 [1942]). También, esta sección registró cómo el
“Construir habitar pensar” (1993 [1954]) permitió descubrir cómo, para una visión de
mundo contextualista, la mirada puede ser tan creadora como la mano. La argumentación
ésta como en un acontecimiento, se realizó a partir de discusiones que tuvieron lugar en los
1980 y 1990. Este segundo capítulo terminó con una recapitulación en la que se resaltó el
descubrimiento del papel activo y creador de quien recibe la obra. También destacó que la
en el mundo, lo que, a su vez, suscitó una pregunta por la posibilidad de que suceda tal
específico que se planteó alcanzar en este capítulo, con respecto al concepto de memoria
torno a éste, para mostrar el papel que juega este concepto en la referida experiencia. Para
el logro de este objetivo se consideró la siguiente hipótesis auxiliar: las relaciones entre tres
escritos teóricos de Aldo Rossi (“Il passato e il presente nella nuova architettura” (1958),
pueden ser interpretadas como ejemplos de tres momentos que permiten reconstruir una
la estructura de los capítulos segundo, tercero y cuarto, se identificó un debate con el cual la
debate, sobre si se debe entender que hay múltiples pasados en lugar de sólo uno, se
referencia incluye las participaciones de Rossi, con su artículo “Il passato e il presente
nella nuova architettura” (1958); la de Reyner Banham, cuya airada reacción al artículo de
[1959]) desató la polémica; así como la de Ernesto Nathan Rogers, quien respondió al
artículo de Banham desde las páginas editoriales de la revista Casabella en “La evolución
momento polémico de la reflexión reconstruida, el primero de los tres a los que hace
referencia la hipótesis auxiliar, considerada en este capítulo. Los dos restantes fueron
por La arquitectura de la cuidad (1982 [1966]), consideró las memorias colectivas, en las
tercera sección. Entre tanto, la cuarta, se ocupó de una conciliación entre la decantación de
formas arquitectónicas por las memorias colectivas, con los recuerdos individuales. Esta
capítulo se indicó cómo una fuente filosófica (Heidegger) permitió que una reflexión muy
vinculada con una visión de mundo organicista, se enriqueciera con una incorporación de
Halbwachs (La memoria colectiva, 2004 [1950]) habría proporcionado una conexión con el
contextualismo de Bergson (Materia y memoria, 2006 [1939]), que, a su vez, habría tenido
sobre el regionalismo crítico, que tuvieron lugar en América Latina, en la quinta sección de
este tercer capítulo, algunas controversias en torno al concepto de tipología, en las que
participaron autores de esta parte del mundo como Marina Waisman (El interior de la
el contexto para una introducción de un concepto de imagen. Este concepto, a su vez, fue
reconstruido como aquello que hace posible que la memoria escape a su confinamiento en
pregunta por la relación entre memoria y mortalidad planteada en el primer capítulo. Esta
última sección plantea que la reflexión de Bergson sobre la memoria (en la lectura que hace
Deleuze de este autor (El bergsonismo, 1987 [1966])), aporta un concepto de duración,
colectivo (La memoria colectiva, 2004 [1950]; “La memoria colectiva en los músicos”,
esta perdurabilidad revele su fragilidad a los efectos devastadores del tiempo. Esta
devastadores del tiempo permitió una asociación con un contraste entre la tendencia del
mundo a perdurar y la de la tierra a no dejarse someter y derrumbar los mundos abiertos por
la acción humana. Entre estos polos, “tierra” y “mundo”, se situó la tectónica, de la que se
perdurar.
orientada a proponer los términos en los que se puede articular este concepto con la referida
captación, como un drama que acontece en las obras, de tensiones entre dos pares de polos;
experiencia poética de la arquitectura, que tuvo lugar durante la segunda mitad del siglo
Tectonic”, 2002 [1990]), del otro. La tercera sección de este cuarto capítulo, se dedicó a la
identificación de algunas de las principales fuentes aludidas en los argumentos que dieron
curso a esta reflexión sobre el concepto de tectónica; en particular de aquellas a las que
Frankfurt, como Theodor W. Adorno (La jerga del autenticidad, 2005 [1962-1964];
Minima moralia, 1998 [1951]); Hannah Arendt (La condición humana, 1974 [1958]), una
autora que estableció relaciones conflictivas los autores de dicho Instituto; y Martin
Heidegger (“Construir habitar pensar”, 1993 [1954]; “El origen de la obra de arte”, 2008
[1935/1936]), también vinculado con Arendt por tensiones entre cercanías y distancias, así
como crítica de miembros del referido Instituto. En la cuarta sección del capítulo, el rumbo
arquitectura se ejemplificó a partir de algunos trabajos de Frampton (“El estatus del hombre
y el estatus de sus objetos”, 2012 [1979]; "Rappel à l'Ordre", 2002 [1990]; "Reflexiones
sobre la autonomía de la arquitectura", 1994 [1991]; Estudios sobre cultura tectónica, 1999
[1995]). En esta cuarta sección se argumentó que, para reivindicar del carácter material de
Semper (The Four Elements of Architecture, 2010 [1851]; El estilo, 2013/1878-1879). Este
concepto le habría permitido plantear una distinción entre representativo y ontológico, que
en esta sección fue relacionada con los cuatro elementos de la arquitectura propuestos por
el teórico alemán del siglo XIX (hogar, basamento, estructura del tejado y muro de relleno).
La reconstrucción efectuada siguió la manera en la que este autor británico articuló fuentes
filosóficas de la segunda mitad del siglo XX, como Heidegger y Arendt, con referencias a
autores anteriores como Gianbattista Vico (Ciencia nueva, 1995 [1744]). La reconstrucción
la cuaternidad planteada por Heidegger (cielo y tierra, “los Divinos y los Mortales”), para
propósito, la reconstrucción se remontó a las fuentes de Frampton, así como a una de las
fuentes filosóficas de Gottfried Semper, en tanto que fuente a la que, a su vez, recurrió
Frampton. Este haberse remontado a Arthur Schopenhauer (El mundo como voluntad y
representación, 2009 [1819]) permitió comprender el drama tectónico desatado entre cielo
y tierra. Con respecto al sentido de “los Divinos”, una obra de Heidegger (Parménides,
pasaje de Arendt, no aludido por el teórico británico, lo hizo sobre la relación entre
mundanidad y mortalidad. Esta cuarta sección termina con una argumentación sobre la
relación entre el concepto de tectónica elaborado por la teoría de la arquitectura del siglo
XIX y el carácter ornamental atribuido a la arquitectura por autores como John Ruskin (Las
siete lámparas de la arquitectura, 1994 [1849]), Richard Wagner (La obra de arte del
édifices, 1893). La quinta sección de este cuarto capítulo recogió algunas reflexiones de
autores latinoamericanos de las segunda mitad del siglo XX, orientadas por visiones de
mundo organicistas (en el sentido de Pepper). Los autores en referencia fueron el mexicano
(Otra arquitectura en América Latina, 1988) y los argentinos Jorge Sarquis (“Arquitectura
y técnica se disuelven en el espacio”, 2008) y Jorge Francisco Liernur (“On Tact. Some
Thoughts on the Architecture of Richter & Dahl Rocha”, 2007). Estas reflexiones,
arquitectura entre dos pares de polos, el primero conformado por “mundo” y “tierra”, el
segundo integrado por “mundanidad” y “mortalidad”. También dejó abierta una pregunta
hipótesis que plantea una respuesta afirmativa a la pregunta, planteada al final de capítulo
la que se vuelve desde este concepto, por los caminos de la memoria y el lugar. La
Este apartado también recogió consideraciones sobre el logro de los objetivos propuestos en
manera que posibles direcciones para desarrollos posteriores, a partir de algunos de los
arquitectura, a partir de algunos textos de teoría y crítica de la segunda mitad del siglo XX,
60
Un resumen que muestra el tránsito argumentativo entre la hipótesis y la tesis se encuentra en la tabla I.5 de
anexo incluido más adelante.
ser consideradas como las trazas de mayor continuidad en la elaboración del tejido
sostuvo que la adscripción de buena parte de las fuentes a una visión de mundo
sobre los conceptos de lugar, memoria y tectónica, efectuada a partir de algunos textos de
experiencia poética de la arquitectura, que había permitido afirmar como tesis que la
recepción de obras de arquitectura constituye una experiencia poética, cuando capta cómo
crean lugar, cómo se despliega en ellas la memoria y cómo escenifican un drama tectónico.
Así mismo, se anticipó una defensa frente a una eventual acusación de circularidad contra
Una segunda objeción que cabría esperar es la falta actualidad de las fuentes (Schumacher,
2011). Frente a esta objeción, se opuso la vigencia de trabajos sobre éstas en campos como
anotación planteó un interrogante sobre las formas legítimas de invocar fuentes filosóficas
visiones de mundo, como los efectuados en este trabajo siguiendo el antecedente de García
Rossi y Mumford, 2016 [1992]), representarían un aporte. Para terminar las conclusiones se
(b) aquella sobre las maneras legítimas de acudir a fuentes filosóficas; y (c) la que
arquitectura desde su producción, con los que, como este trabajo, la consideran desde la
61
Un resumen que muestra la manera en la que se relacionan argumentación (representada en la secuencia de
hipótesis principal, hipótesis auxiliares y tesis) y metodología se encuentra en la tabla I.6, incluida en el
anexo de tablas resumen, al final de este capítulo. Esta tabla ilustra una diferencia del presente trabajo con
respecto a uno de sus antecedentes. En Lógicas en arquitectura (2016 [1992]) de García Moreno, Pepper
(1972 [1942]) es a la vez una fuente temática y metodológica. En contraste con este antecedente, esta
investigación recurre al trabajo de este autor norteamericano como a una fuente de interés principalmente
metodológico.
Hoja en blanco
Capítulo primero
arquitectura
susceptible de ser articulado con los de lugar, memoria y tectónica. Para ello se requiere, en
primer lugar, diferenciarlo con respecto a formas alternativas de aplicar los conceptos de
propuesta.
reverberación de sentidos en los que, en los primeros años del siglo XXI, se aplicaban a la
disciplina durante la segunda mitad del siglo XX. Como también se señaló, la contribución
a su solución radica en aislar uno de los sentidos en los que se pueden aplicar, en identificar
la visión de mundo que anima este sentido y en articularlo con los conceptos de lugar,
tipos de publicaciones, intereses, contextos, así como al espectro temporal de las fuentes a
las que se recurría para tal aplicación. Un examen con respecto a las polaridades y
divergencias, contenidas en esta amplitud, permite una diferenciación inicial del concepto
propuesto.
otro. Entre los extremos de este espectro, la segunda opción resulta compatible con el
éstos de manera inmediata. En este sentido, la percepción es un interés diferente del que
guía esta investigación, aunque sea afín a ella. Por otra parte, la revisión de las fuentes
consultadas para este trabajo encontró pasajes en los que Heidegger toma distancia de una
[1935/1936]), al relacionar ésta con el “desocultamiento”, descarta que la obra de arte sea
este autor, dentro de dichas fuentes, apunta hacia una diferencia entre el concepto que se
arquitectura, en relación con los de lugar, memoria y tectónica, son Frampton, Norberg-
Schulz y Rossi. Aunque estos últimos tres autores recurren a fuentes filosóficas, son
1
Con anterioridad, se había indicado que Heidegger en “El origen de la obra de arte” (2008 [1935/1936]) dice
“Este saber, que como querer habita familiarmente en la verdad de la obra y sólo de este modo sigue siendo
un saber, no saca a la obra fuera de su subsistencia, no la arrastra al círculo de la mera vivencia ni la rebaja al
papel de una mera provocadora de vivencias. El cuidado por la obra no aísla a los hombres en sus vivencias,
sino que los adentra en la pertenencia a la verdad que acontece en la obra y, de este modo, funda el ser para
los otros y con los otros como exposición histórica del ser-ahí a partir de su relación con el desocultamiento.
Finalmente, el conocer al modo del cuidado está lejos de ese conocimiento guiado exclusivamente por el mero
gusto por lo formal de la obra, sus cualidades y encantos en sí. Saber en tanto que haber-visto es estar
decidido; es estar dentro en el combate dispuesto por la obra en el rasgo.” (Heidegger, “El origen de la obra
de arte”, 2008 [1935/1936], págs. 49 [55-56])
dicho campo. En este sentido, se diferencia del interés de trabajos que se ocupan del habitar
mismo2.
Por su parte, el grado de amplitud del contexto, en el que se pregunta por la experiencia
potencial que ofrece la reflexión latinoamericana sobre una arquitectura con sentido de
lugar, así como el propósito de vincular esta investigación con su renovación y proyección
justo medio entre esos dos polos. Por lo anterior, ésta se presenta como una investigación
que reconoce una necesidad de articular los aportes de reflexiones localizadas, en marcos
más amplios, como los regionales, y de situar éstos últimos con respecto a discusiones que
La amplitud del espectro temporal de las fuentes, a las que se recurría para la aplicación de
los conceptos de poética y experiencia a la arquitectura, plantea una pregunta sobre qué tan
arquitectura, en relación con los de lugar, memoria y tectónica. De una parte, el recurso a
2
Como los mencionados Habitar (2011) de Roberto Doberti (2011; 2008) y Topofilia o la dimensión poética
del habitar (1998) de Carlos Mario Yori (1998).
tanto de la antigüedad y como de mediados del siglo XX. Sin embargo, surge una pregunta
Una respuesta posible corresponde a la opción de una aplicación directa de las fuentes de la
arquitectura. La poética del orden (1984 [1983]), de Alexander Tzonis, Liane Lefaivre &
orden semejantes entre arquitectura y poética, a partir del concepto de taxis (τάξις)
(Sebastián Yarza, 1998, pág. 1356)3. Este concepto media en la aplicación del de poética a
la arquitectura. En este sentido, sus autores anotan cómo “[l]as “figuras rítmicas”, “la
armonía y el ritmo”, los “metros”, considerados como “moléculas del ritmo” y “la
magnitud y el orden” son también nociones que caen bajo la idea de taxis de acuerdo con
Bilodeau, El clasicismo en arquitectura. La poética del orden, 1984 [1983], pág. 14)4. Este
3
Según el Diccionario Griego Español (Florencio I. Sebastián Yarza) publicado por Editorial Ramón Sopena,
S. A. (1998), τάξις (taxis) significa “Arreglo; disposición; buen orden; proporción; conveniencia” (Sebastián
Yarza, 1998, pág. 1356)
4
Estos autores remiten a la Poética de Aristóteles, en los siguientes términos: “Una obra clásica de
arquitectura es un mundo dentro del mundo. Está separada de su contorno por lo preciso de sus partes
constituyentes y por la fuerte demarcación de sus límites. En contraste con lo que la rodea es “completa” y
“total”, tiene “unidad” Estas nociones – completo, total, unidad – llegan de nuevo al pensamiento
arquitectónico de la Poética de Aristóteles, el primer tratado teórico importante sobre la poesía y la tragedia,
que contenía muchas referencias a la mayor parte de las otras artes. La arquitectura está claramente ausente
con fuentes de mediados del siglo XX. Una combinación como esta se encuentra en Poética
la primera parte de ese libro, el autor declara que entiende la poética “bajo el prisma de
un concepto de mímesis, como el autor plantea una “doble estructura imitativa de la poética
arquitectónica”, que encuentra en Lukács 5 . A su vez, con base en esta “doble mímesis
autor construye un paralelo entre dos series de categorías; una primera que toma de la
del libro, probablemente debido a sus características fuertemente utilitarias, así como al hecho de estar en
gran parte confiada al trabajo de los esclavos. Sin embargo, las ideas de Aristóteles se transfieren con éxito a
la arquitectura hacia finales de la Edad Media y su presencia se sigue sintiendo hasta bien entrado el siglo
XX.” (Tzonis, Lefaivre, & Bilodeau, El clasicismo en arquitectura. La poética del orden, 1984 [1983], pág.
14)
5
El pasaje en referencia dice: “El corazón del problema hay que verlo a partir de lo que Lukács indica como
“doble mímesis” de la estética arquitectónica (o doble estructura imitativa de la poética arquitectónica). Por
una parte, la arquitectura transforma (imita) la naturaleza gracias a su capacidad constructiva, por otra parte,
transforma (imita) el “hábitat” social, gracias a su capacidad de “habitabilidad”. Finalmente, y aquí radica la
doble mímesis, el objeto arquitectónico “imita la doble imitación” a través de una transformación
exteriorizada de segundo grado y “mimetiza” lo construido en lo habitado y lo habitado en lo construido.”
(Muntañola Thornberg, 1981, pág. 57)
6
El pasaje en referencia dice: “La lectura de Heidegger de esta misma realidad [lo irregular del
comportamiento significativo, debido a la necesidad de adaptarse constantemente a los cambios tecnológicos
y sociológicos] al puntualizar que hay que construir desde un “habitar” y desde un “pensar” creo que sigue la
misma senda teórica, ya que su conclusión final de que “construir” y “pensar” son ambos necesarios [59] al
“habitar” pero, simultáneamente, son inconfundibles, ya que no se puede construir y pensar al mismo tiempo,
delimita una dialéctica cercana de Lukács. El punto esencial es que en arquitectura no podemos pensar en
construir sin definir al mismo tiempo un habitar. Y esta es la contrapartida exacta de la afirmación de Lukács
de existe una mímesis doble (la de pensar) la cual se desdobla en construir (técnica) y un habitar (las
costumbres sociales) como mímesis simples. Sin embargo, yo me pregunto si lo que aquí tenemos es […] una
dialéctica triple en la que cada uno de sus tres términos se desdobla en los otros dos.” (Muntañola Thornberg,
1981, págs. 58-59)
su combinación con reflexiones de mediados del siglo XX, estos antecedentes coinciden en
experiencia (que los distancia del presente trabajo). También agregan otra pregunta a
poética de la arquitectura, que se pretende articular con los de lugar, memoria y tectónica,
que se mantiene dentro del campo de la teoría de la arquitectura, (iv) que reconoce una
7
La aproximación de este autor a la concepción de la relación entre poética y arquitectura presenta dos
diferencias con la adoptada en el presente trabajo. De un lado, el trabajo de Muntañola en referencia, tiene una
mayor cercanía con la producción de la obra arquitectónica, que con su recepción (observable en su
identificación de “pensar” con “proyectar”). De otro lado, el trabajo de Muntañola se apoya en un concepto de
poética que tomó de Aristóteles, mientras que el presente, como se indica más adelante, remite a uno que sería
anterior al de este autor de la antigüedad griega.
8
Un ejemplo de una concepción basada en la similitud, en lugar de la unidad de lo común, se encuentra en
texto (Poética y arquitectura (1981) de Josep Muntañola i Thornberg), cuando expone la semejanza formal
entre las categorías de «peripecia», «reconocimiento» y «lance poético» de la Poética de Aristóteles y las de
«Lo uno y lo otro», «El elemento de doble función» y «El elemento convencional» de Complejidad y
contradicción en la arquitectura de Robert Venturi (1978 [1966]) (Muntañola Thornberg, 1981, págs. 61-62).
En este caso, el concepto de experiencia no resulta central para la comprensión de la relación planteada entre
poética y arquitectura, por lo que, para la definición del tema la investigación que se comenta, basta la
conjunción “y”, mientras que el de la que aquí se propone es la experiencia poética de la arquitectura.
así como (v) de recurrir a fuentes filosóficas tanto de la antigüedad griega y como de
Esta aproximación inicial al concepto, que se busca articular, deja abiertas dos preguntas
cuya solución se presenta en las siguientes secciones. Una respuesta a la pregunta sobre la
Aristóteles, se plantea en la segunda sección. Por su parte, una solución a la pregunta sobre
1.2 Poética y arquitectura: Una relación entre un todo y una de sus partes
En las secciones que siguen se considera la siguiente hipótesis auxiliar, que responde a la
reintrodujo en la filosofía de la segunda mitad del siglo XX, la unidad de lo que tienen en
común los productos del hacer humano, que habría sido distintiva de un concepto de
mortalidad y tierra, de una manera que anticipa la relación de los conceptos de lugar,
9
Un resumen de las respuestas a las preguntas planteadas por la formulación del problema, que ofrecen una
diferenciación inicial de un concepto de experiencia poética de la arquitectura se encuentra en el anexo de
tablas de este capítulo.
poética a la arquitectura, durante la segunda mitad del siglo XX, en particular la asociada al
Aristóteles, sino que abarcan obras anteriores, en particular de Platón y Parménides. Para
compara con la de Heidegger en “El origen de la obra de arte” (2008 [1935/1936]), “...
Poéticamente habita el hombre...” (1994 [1951]) y “La pregunta por la técnica” (1993
relación entre arquitectura y poética, argumenta que, cuando esta relación se piensa desde
la unidad de lo que tienen en común la arquitectura y otros productos del hacer humano,
como forma de relacionarse con el mundo, que implica al mismo tiempo la transformación
Para abordar la pregunta con respecto a la relación entre poética y arquitectura, conviene
particular, en aquellas en las que ha sido concebido a partir de lo que tienen en común la
arquitectura y otros productos del hacer humano. Al respecto cabe anotar que la expresión
“Sabes que el concepto de “creación” [poíesis, ποίησις] es algo muy amplio, ya que
ciertamente todo lo que es causa de que algo, sea lo que sea, pase del no ser al ser es
“creación” [poiesis, ποίησις], de suerte que todas las actividades que entran en la
esfera de todas las artes son creaciones y los artesanos de éstas, creadores o
“poetas” [poiestai, ποιησται]. […] Pero, sin embargo, prosiguió Diotima, sabes que
no se les llama poetas sino que tienen otros nombres y que del concepto total de
denomina con el nombre del todo, “Poesía”, en efecto, se llama tan sólo a ésta y a
los que poseen esa porción de “creación”, “poetas”” (Platón, El Banquete: 205b) 11 .
De acuerdo con este texto, poiesis (ποίησις habría tenido dos significados, uno amplio
banquete: 205b). Estos dos significados, de acuerdo con el texto se encontrarían separados
en el tiempo; es así como la manera de entender la poética como el todo, del cual la poesía
es solo una parte, habría correspondido a tiempos anteriores a la escritura del texto,
mientras que aquella que considera la poesía como el único objeto de la poética sería de
10
En escritos de filosofía se suele citar los texos de Platón haciendo referencia a la edición canónica de
Setephanus de 1578 (París), como, lo aclara Álvaro Vallejo Campos en Platón. El filósofo de Atenas (1996),
cuando presenta la bibliografía: “La paginación de las citas [de Platón] corresponde, como es norma obligada,
a la edición de Stephanus (París, 1578): el primer número se refiere a la página de esta edición y la letra a las
secciones en las que está dividida cada página.” (Vallejo Campos, 1996, pág. 173)
11
La traducción que se cita es de Manuel Fernández-Galiano y José Manuel Pabón, (Platón, El Banquete,
1983 [s. IV a. C.], págs. 83-84)
aquel tiempo pretérito, la poética habría sido considerada como el todo del cual harían parte
tanto la poesía como la arquitectura, en tanto que una de “las actividades que entran en la
esfera de todas las artes” (Platón, El Banquete: 205b). Es decir, la relación entre poética y
arquitectura habría sido, en aquel entonces, la del todo con una de sus partes.
como una de las producciones incluidas, junto con otras, en el concepto de poética, con
respecto al entendimiento de ésta como su único objeto, así como la progresiva reducción
del ámbito de aplicación del concepto en referencia. Esta reducción progresiva parece
actividad de los poetas, con respecto a la de otras producciones del hacer humano12. Por su
monogénito, inmóvil y perfecto”, siendo, por lo tanto, forzoso que “sea completamente o
12
Al respecto, la proscripción del poeta en la polis ideal, a la que se refiere La República de Platón,
proporciona un indicio, al sugerir la existencia de diferencias entre lo que hacen los poetas y otros productos
del hacer humano, con respecto a las concepciones de lo que “es”, lo que “es bueno” y lo que “es
cognoscible”: “Parece, pues, que, si un hombre capacitado por su inteligencia para adoptar cualquier clase de
forma e imitar todas las cosas, llegara a nuestra ciudad con intención de exhibirse con sus poemas, caeríamos
de rodillas ante él como ante un ser divino, admirable y seductor, pero, indicándole que no existen entre
nosotros hombres como él ni está permitido que existan, lo reexpediríamos con destino a otra ciudad, no sin
antes haber vertido mirra sobre su cabeza y coronado ésta de lana; por lo que a nosotros toca, nos
contentaríamos, por nuestro bien, con escuchar a otro poeta o fabulista más austero, aunque menos agradable,
que no nos imitara más que lo que dicen los hombres de bien (…)” (Platón, República, 398 a.). La cita
corresponde a la traducción de José Manuel Pabón y Manuel Fernández-Galiano (Platón, República, 1994,
pág. 172). En estas diferencias entre lo que hacen los poetas y otros productos del hacer humano, se
encontraría el origen de la distinción entre la valoración de los productos del hacer humano, como “utensilio”
y como “obra”, que se expondrá más adelante, cuando se haga referencia al “Origen de la obra de arte” (2008
[1935/1936]) de Martin Heidegger.
poetas, con respecto a otros productos del hacer humano, correspondería la posibilidad de
distinguir el conocimiento que el poeta emplea para “adoptar cualquier clase de forma e
imitar todas las cosas” (Platón, República, 398a) del empleado en otro tipo de
aplica el poeta a la elaboración de sus obras y el que emplean quienes producen utensilios
puede ser caracterizadas a partir de la lectura del Libro IV, “De las virtudes intelectuales”,
de Ética Nicomáquea de Aristóteles. Este texto distingue dos partes en el alma: “[…] la
corresponde a la primera. A su vez, dentro de la porción racional del alma, reconoce dos
partes:
“[…] una con la cual contemplamos de entre las cosas aquellas cuyos principios no
admiten ser de otra manera, otra con la cual contemplamos las que lo admiten. […]
13
Una concepción del ser como inmutable, universal y necesario se encuentra en el poema hexamétrico de
Parménides de Elea: «Permanece aún una sola versión de una vía: que es. En ella hay muchos signos de que
por ser ingénito, es también imperecedero, entero, monogénito, inmóvil y perfecto […] Por tanto, es necesario
que sea completamente o no sea en absoluto» (Kirk, Raven, & Schofield, 1987 [1983], págs. 358-9, notas
295-6). En relación con las vías para la investigación, esta obra es enfática con respecto a cuál es el camino
que conduce a la verdad: la que afirma que aquello que se investiga “es”, y sus consecuencias: que el ser se
tenga que concebir como siendo siempre, no como llegado a ser. Heidegger recurre a Parménides (Heidegger,
Parménides, 2005 [1942-1943]) y Heráclito (Heidegger, “Aletheia (Heráclito, fragmento 16)”, 2001/1954) en
su planteamiento de la verdad como desocultamiento (aletheia).
14
De manera semejante a como se indicó para las referencias a obras de Platón, las de Aristóteles suelen
remitir a una edición canónica, en este caso la de Inmanuel Bekker de 1830, como lo ejemplifica la primera
nota de García Yerba de su “Introducción” a Poética de Aristóteles. Edición trilingüe: “Al citar pasajes de la
Poética me refiero siempre, según la costumbre internacional, a la paginación de I. Bekker [1831, Prusia]”. La
cita corresponde a la traducción de Antonio Gómez Robledo (Aristóteles, Ética Nicomaquea - Política, 1996,
pág. 74)
deliberar y calcular son aquí lo mismo, pues nadie delibera sobre cosas que no
admiten ser de otra manera.” (Aristóteles, Et. Nic., VI, 1139a 9-15) 15.
Estas partes se encuentran relacionadas al mismo tiempo con dos tipos de vida y dos formas
activa que vincula con el conocimiento práctico. Dentro de éste último, una vez más, el
autor en referencia distingue dos tipos de conocimiento; aquél que se agota en su misma
productivo:
“De las cosas que pueden ser de otra manera, unas son del dominio del hacer
[poieton, ποιήτον] y otras del obrar [prakton, πρακτόν]. El hacer [poiesis, ποίησις] y
el obrar [praxis, πράξις] son cosas diferentes […] Así el hábito práctico
15
La cita corresponde a la traducción de Antonio Gómez Robledo (Aristóteles, Ética Nicomaquea - Política,
1996, pág. 74)
16
La cita corresponde a la traducción de Antonio Gómez Robledo (Aristóteles, Ética Nicomaquea - Política,
1996, pág. 76)
esta especie que no sea un arte, resulta que son lo mismo el arte y el hábito
10)17
concepto de poética como la unidad de lo que tienen en común la poesía y otros productos
humanos, así como el que se haya pasado de concentrar la reflexión sobre lo común, a
dirigir la atención hacia las diferencias, como sería el caso de la Poética (1974 [335 a. C.])
del mismo Aristóteles, texto en el cual el término poitikes (ποιητικης habría sido utilizado
(Platón, El Banquete, 205b). De acuerdo con este autor, era usual que se asociara el verso a
la condición de obra poética, lo cual resultaba equívoco, puesto que se consideraría poética
la exposición de un tema de física o de medicina en verso, con lo que cosas sin nada en
común compartirían el mismo nombre (Aristóteles, Poética, 1447b)18. Para el eliminar este
error, Aristóteles sostiene que lo que tienen en común las obras poéticas es la imitación
17
Íbid.
18
La cita corresponde a la traducción de Valentín García Yerba (Aristóleles, 1974 [335 a. C.], pág. 129)
expresiones poéticas (poietikes, ποιητικης) de acuerdo con los medios con los que imitan,
los objetos que imitan y por la combinación de modos de imitar (Aristóteles, Poética:
uso cada vez más restringido el concepto de poética, en un proceso al término del cual
habría quedado éste circunscrito al texto literario, con la consecuente caída en el olvido de
su sentido inicial, como lo común a la poesía y a otras producciones humanas, al punto que
durante la segunda mitad del siglo XX, en particular de la que se apoya en la obra de
partir de la unidad de lo que tienen en común los productos del hacer humano, y aquél en el
cual ésta es reelaborada, coincide con la identificada por el mismo Heidegger, con respecto
a la pregunta por el ser, a la que hace referencia al afirmar que “[la pregunta por el ser]
entonces […]” (Ser y tiempo, 2006 [1927], pág. 25 [2]), es decir, existiría un paralelo entre
la reflexión ontológica desde el punto al cual ésta la había llevado, antes de que se
19
La referencia corresponde la página 127 de la traducción de Valentín García Yerba (Aristóleles, 1974 [335
a. C.], pág. 127)
concepción de poética como la unidad de lo que tienen en común los productos del hacer
humano20.
De acuerdo con lo anterior, una concepción de la poética pensada desde la unidad de lo que
tiene en común los productos del hacer humano, y en este sentido semejante a la anotada
Martin Heidegger, “El origen de la obra de arte” (2008 [1935/1936]: 53) cuando dice:
“Si todo arte es, en esencia, poema, de ahí se seguirá que la arquitectura, la
escultura, la música, deben ser atribuidas a la poesía. Ésta parece una suposición
completamente arbitraria. Y lo es, mientras sigamos opinando que las citadas artes
son variantes del arte del lenguaje, si es que podemos bautizar a la poesía con este
título que se presta a ser mal entendido. Pero la poesía es sólo uno de los modos que
adopta el proyecto esclarecedor de la verdad, esto es, del poetizar en sentido amplio.
Con todo, la obra del lenguaje, el poema en sentido estricto, ocupa un lugar
privilegiado dentro del conjunto de las artes.” (Heidegger, 2008 [1935/1936], pág.
53 [60])
20
En la sección siguiente, en la que se considera la relación entre arquitectura y experiencia, a la vez que se
plantea una respuesta a la segunda de las preguntas que quedaron pendientes en la primera sección, sobre la
conveniencia de combinar fuentes distantes en el tiempo y la manera de hacerlo, la identificación de las
visiones de mundo correspondientes, por un lado, a Parménides, Platón y Aristóteles, y por otro, a Heidegger,
proporciona un medio para comprender las semejanzas y diferencias, entre los planteamientos de estos
autores, al vincular a los de la antigüedad griega con una visión de mundo formista, y al del siglo XX, con una
contextualista, en términos de Pepper (1972 [1942]).
poema […]” (52 [59]). Con respecto a la amplitud del ámbito en el que se puede aplicar el
concepto de poética, como el todo del cual es parte la poesía, junto con otras producciones
humanas, el texto señala que “[e]l poema está pensado aquí en un sentido tan amplio y en
una unidad esencial tan íntima con el lenguaje y la palabra, que no queda más remedio que
dejar abierta la cuestión de si el arte en todos sus modos, desde a la arquitectura a la poesía,
agota verdaderamente la esencia del poema” (Heidegger, 2008 [1935/1936]: 53 [61]). Así,
este texto vuelve a considerar la poética como la unidad de lo que tienen en común los
Dentro de la amplitud del ámbito así planteado, tanto la obra de arquitectura como la
literaria, compartirían algo que les es común y que, a la vez, desbordaría a cada una22.
Cabe anotar que no obstante que los textos de Platón y de Heidegger, en referencia,
productos del hacer humano, el que este último autor coloque esta manera de concebir la
21
El sentido en el cual se argumenta que se vuelve a considerar la poética como la unidad de lo que tiene en
común los productos del hacer humano, no excluye la existencia de diferencias, como se explica más
adelante, en particular, cuando estás se caracterizan como diferencias entre visiones de mundo formistas y
contextualistas.
22
El texto que se comenta atribuye a la participación en un «proyecto esclarecedor de la verdad», lo que
tienen en común la obra literaria con las restantes obras de arte. Esta manera de establecer la esencia del arte,
no sólo proporciona un criterio de unidad para la obra de arte, sino que plantea relaciones con otras “maneras
esenciales en que la verdad se establece”, entre las que se encontraría la filosofía: “Una de las maneras
esenciales en que la verdad se establece en ese ente abierto gracias a ella, es su ponerse a la obra. Otra manera
de presentarse la verdad es la acción que funda un Estado. Otra forma en la que la verdad sale a la luz es la
proximidad de aquello que ya no es absolutamente un ente, sino lo más ente de lo ente. Otro modo de
fundarse la verdad es el sacrificio esencial. Finalmente, otra de las maneras de llegar a ser de la verdad es el
cuestionar del pensador, que nombra el pensar del ser como tal en su cuestionabilidad, o lo que es lo mismo,
como digno de ser cuestionado.” (Heidegger, 2008 [1935/1936]: 45, subrayado fuera del texto).
23
Éstas se precisan más adelante como diferencias entre visiones de mundo contextualista, para la que la
esencia es un problema de relaciones en el Dasien y habitando en la cuaternidad (cielo, tierra, mortales,
Heidegger cuando en “La pregunta por la técnica” (1993 [1953]), lectura que interpreta
poiesis [ποίησις] como «pro-ducción», y ésta como «des-ocultamiento», mientras que lee el
paso del “no ser” al “ser” como llegada de “lo todavía no presente a la presencia”:
“Pero, ¿en dónde tiene lugar el juego conjunto de los cuatro modos de dar-lugar-a
que este traer sea, nos lo dice Platón en una frase del “Symposium” (205 b): […]
“Todo dar-lugar-a que algo (cualquiera que sea) vaya y proceda desde lo no-
Incluso argumenta que aplica para un ámbito más amplio que el de los productos del hacer
del hombre, cuando incluye la naturaleza como resultado de una acción productiva como el
Por esta amplitud, con la que el autor concibe el concepto, este texto puede plantear un
aletheia [αλήθεια].
lo que nosotros llamamos desocultar. Para designarlo los Griegos tenían la palabra
Vorstellen].” (Heidegger, “La pregunta por la técnica”, 1993 [1953], pág. 80)
A partir de este vínculo entre poética y verdad, también puede establecer relaciones entre
este primer concepto con los de techne y episteme25, para lo cual se remite al libro VI de
productos del hacer humano (unidad de la cual harían parte tanto la poesía como la
25
“Con respecto a la significación de esta palabra [techne, τέχνη], debemos observar dos cosas: de una parte,
[techne] τέχνη no es sólo el nombre para el hacer y el saber artesanos, sino que también lo es para el arte más
elevado y para las bellas artes. La [techne] τέχνη pertenece al pro-ducir, a la [poiesis] ποίησις; ella es algo
poético. […] La otra cosa que, con respecto a la palabra [techne] τέχνη hay que meditar, es aún más
importante. La palabra [techne] τέχνη está unida, desde los comienzos hasta el pensar de Platón, a la palabra
[episteme] επιστήμη. Ambas palabras son nombres para el conocer, en el más amplio sentido. Mientan el
reconocerse en algo, el comprenderse en algo. El conocer abre. En cuanto abriente, es un desocultar.”
(Heidegger, “La pregunta por la técnica”, 1993 [1953], pág. 81)
evasión, sino como un camino que conduce a quien la recibe hacia la verdad. Es así como
quedan revertidas las objeciones que habrían justificado la mayor atención a las diferencias
entre la poesía y los otros productos del hacer humano, como la arquitectura. El poeta,
representado por Hölderlin, al que hacen referencia los textos de Heidegger, ya no es objeto
tierra. Por el contrario, lo lleva a habitarla, como lo indica el siguiente pasaje de “...
“Ahora bien, si Hölderlin se atreve a decir que el habitar de los mortales es poético,
con sólo decir esto despierta en nosotros la impresión de que el habitar “poético” lo
El habitar poético, por la vía de la fantasía, sobrevuela todo lo real. Con este temor
se topa el poeta cuando dice expresamente que el habitar poético es el habitar “en
esta tierra”. De este modo Hölderlin no sólo preserva a lo “poético” de una mala
interpretación, que es fácil que se dé, sino que, añadiendo las palabras “en esta
coloca por encima de ella para abandonarla y para flotar sobre ella. El poetizar,
26
Interpretaciones que justificarían el reproche que, desde el punto moral, le habría impuesto la proscripción
del poeta en la polis ideal, a la que se refiere la República de Platón, (398a) (Platón, 1999 [s. IV a. C.]: 172)
De acuerdo con este fragmento, la inclusión de la expresión “en esta tierra”, en el contexto
del poema de Hölderlin que dice: “Lleno de méritos, sin embargo poéticamente, habita el
hombre en esta tierra” (Hölderlin citado en Heidegger, 2006 [1936]: 116), constituye una
indicación sobre “la esencia del poetizar”. Según esta indicación, cuando se entiende la
poética como algo que comparte la arquitectura con la poesía y otros productos del hacer
experiencia de habitar en esta tierra, lo que habría ocurrido durante la segunda mitad del
el mundo por participar (como autor o como receptor) en su producción. Esta indicación,
tipo de experiencia, es decir, hacia la existencia de una experiencia poética, que desborda la
27
Como se ha mencionado con anterioridad, en la segunda mitad del siglo XX también se puede encontrar
concepciones con respecto a la relación entre poética y arquitectura diferentes de ésta, que la considera como
lo que tienen en común la poesía con otros productos del hacer humano, entre los que se encuentra la misma
arquitectura. Un ejemplo de una concepción basada en la similitud, en lugar de la unidad de lo común, se
encuentra en Poética y arquitectura (1981) de Josep Muntañola i Thornberg, texto que, como se indicó,
expone la semejanza formal entre las categorías de «peripecia», «reconocimiento» y «lance poético» de la
Poética de Aristóteles y las de «Lo uno y lo otro», «El elemento de doble función» y «El elemento
convencional» de Complejidad y contradicción en la arquitectura de Robert Venturi (1978 [1966])
(Muntañola, 1981: 61-62). En este caso, el concepto de experiencia no resulta central para la comprensión de
la relación planteada entre poética y arquitectura, por lo que, para la definición del tema la investigación que
se comenta, basta la conjunción “y”, mientras que el de la que aquí se propone es la experiencia poética de la
arquitectura. También constituye un ejemplo de traslado de la Poética de Aristóteles a la arquitectura la obra
de Alexander Tzonis, Liane Lefaivre y Denis Bilodeau, El clasicismo en arquitectura. La poética del orden
(1984 [1983]), quienes, como ya se señaló, argumentan que: “Estas nociones –completo, total, unidad– llegan
experiencia)
poética, entendida como la unidad de lo que tienen en común los productos del hacer
humano, a partir de planteamientos como los de Martin Heidegger en “La pregunta por la
técnica” (1993 [1953]). De acuerdo con este argumento, la relación entre poética y
arquitectura se presenta como la que existe entre un todo y una de sus partes. Al abordar la
argumenta que el concepto de poética, entendido como se indicó, implica una concepción
entre las maneras concebir el mundo, desde las cuales se planteó esta concepción de
poética28. Es así como se vuelve a aludir a los textos de Platón y Aristóteles, a los que se
ese mismo apartado, por el otro, con el propósito de establecer cuál es la concepción (visión
de mundo) en la que se sitúan y las diferencias entre los modos de concebir la situación del
indicados plantearon esta concepción de poética desde la forma, entendida como semejanza
diferencia en las maneras de concebir el mundo, desde las cuales se plantea que la poética
es la unidad de lo que tienen en común los productos del hacer humano, implicadas
Heidegger aludidas, se apoya en las indicaciones al respecto que aparecen en “La pregunta
por la técnica” (1993 [1953]) de este último autor, las cuales se amplían con una referencia
a “La época de la imagen del mundo” (2008 [1935/1936]) del mismo Heidegger. En este
pensamiento en el momento de la escritura del texto, esto es, en la segunda mitad del siglo
XX.
Una vez establecida esta diferencia entre forma y acontecimiento, como “metáforas
por Beatriz García Moreno en Lógicas en arquitectura (2016 [1992]), que constituye el antecedente
metodológico inmediato de este trabajo.
en relación con lo que experimenta, que corresponden a estas dos maneras de concebir el
Stephen Pepper (1972 [1942])). Para ampliar la caracterización del quién de la experiencia,
tiempo (2006 [1927]), también de Heidegger. En esta referencia se encuentra el “ser y estar
en el mundo” como uno de sus rasgos fundamentales29. A su vez, esta consideración del
“ser y estar en el mundo”, como rasgo propio del quién de la experiencia correspondiente a
la “visión de mundo” que toma el acontecimiento como “metáfora raíz”, permite cerrar el
segunda mitad del siglo XX, como la unidad de lo que tienen en común los productos del
transformador de la manera de dicho “ser y estar en el mundo” del quién involucrado en tal
29
La expresión de Heidegger, In-der-Welt-sein, ha sido vertida al castellano como “estar en el mundo”, por
Jorge Rivera en la traducción de Ser y tiempo (2006 [1927]) publicada por Trotta, y como “ser en el mundo”
por José Gaos en la suya, El ser y el tiempo (1980 [1927]), editada por Fondo de Cultura Económica (primera
edición de 1951). En este escrito se emplea una combinación de las dos, “ser y estar en el mundo”, para
indicar que incluye estos dos sentidos.
1.3.1 Forma y acontecimiento. Diferencias entre las visiones de mundo desde las cuales
se ha concebido la poética como la unidad de lo que tienen en común los productos del
hacer humano
del hacer humano, que incluye tanto a la poesía como a la arquitectura, planteada por
Martin Heidegger en “La pregunta por la técnica” (1993 [1953]), y sus antecedentes de la
antigüedad, a los que se ha hecho referencia, no es de identidad, como dicho texto reconoce
cuando afirma que “[…] en el ámbito del pensar hay que esforzarse para repensar lo
antiguo.” (pág. 92). Esta referencia a la admiración “ante lo venidero de lo antiguo” apunta
hacia una diferencia con respecto a los puntos de vista desde los cuales se concibió la
poética como la unidad de lo que tienen en común los productos del hacer humano, en la
segunda mitad del siglo XX, de acuerdo con los textos de Heidegger a los que se ha hecho
referencia, con respecto a la manera de ver el mundo que domina los textos de la
De acuerdo con los argumentos de este mismo autor, a cada uno de los momentos a los que
se ha hecho referencia le correspondería una forma de ver el mundo. Por ejemplo, con
el texto de “La pregunta por la técnica” (Heidegger, 1993 [1953]) afirma: “[q]ue desde
técnica”, pág. 87). Según la misma fuente, la razón de ello se encontraría en que “[e]l
hombre puede, ciertamente, concebir, formar e impulsar, esto o aquello, de una manera o de
otra. Pero, del desvelamiento, en el que, en cada caso, lo real se muestra o se retrae, no
dispone el hombre” (“La pregunta por la técnica”, pág. 87). Si la “idea” domina la mirada
del hacer humano, en la segunda mitad del siglo XX, como testimonia “La época de la
posibilidad de una diversidad de visiones de mundo sería un rasgo distintivo de lo que este
texto denomina la Edad Moderna: “En cuanto el mundo se convierte en imagen, la posición
del hombre se comprende como visión del mundo […] El fenómeno fundamental de la
Edad Moderna es la conquista del mundo como imagen.” (Heidegger, "La época de la
imagen del mundo", 2008 [1935/1936], págs. 76-77). Según el mismo texto:
“Como esa posición se asegura, estructura y expresa como visión del mundo, la
confrontación de diferentes visiones del mundo muy concretas, esto es, sólo de
aquellas que ya han ocupado las posiciones fundamentales extremas del hombre con
texto de Heidegger citado caracteriza porque, “[…] han ocupado posiciones fundamentales
extremas […]” (Heidegger, "La época de la imagen del mundo", 2008 [1935/1936], pág.
(1972 [1942]), aun cuando ésta no les atribuya un carácter epocal en el sentido que se
infiere del texto de Heidegger ("La época de la imagen del mundo", 2008 [1935/1936]) al
general, definido de una manera en la cual no se puede excluir ningún hecho como no
mundo”. El autor explica lo que entiende por visión de mundo en los siguientes términos:
30
Cabe anotar que el trabajo de Pepper en referencia no se deriva del Heidegger, sino que corresponde a una
reflexión que discurre por su propio camino. El camino seguido por Pepper sería más cercano al
planteamiento sobre la existencia de un compromiso ontológico en cualquier proposición, el cual implica que
se compromete con la existencia de aquello que nombra, planteado en “Acerca de lo que hay” (Quine, 1962
[1948]) de Willard Van Orman Quine. Mientras que la ontología habría sido un punto de partida para
Heidegger, los autores norteamericanos (Pepper y Quine) llegan a ésta desde preocupaciones por la lógica. En
este sentido, la articulación que se hace aquí entre las “visiones de mundo” a las que se refiere “La época de la
imagen del mundo” (Heidegger, 2008 [1935/1936]) y las “visones de mundo” de World Hypotheses (Pepper,
1972 [1942]) abandona el pensamiento de Heidegger para remontarse a lo que su reflexión sobre la ontología
puede tener en común con otras que se ocupan de la lógica. Por otra parte, desde una tradición más cercana a
Heidegger, Gadamer hace referencia al concepto de Weltanschauung que encuentra en Fenomenología del
espíritu de Hegel, en los siguientes términos: “Sólo en la estética gana su verdadera acuñación el para
nosotros ya familiar concepto de la concepción del mundo que aparece en Hegel por primera vez en La
Fenomenología del espíritu [Ed. Hoffmeister, 424 s.] para caracterizar la expansión de la experiencia moral
básica a una ordenación moral del mundo mismo preconizada como postulado por Kant y Fichte. Es la
multiplicidad y el cambio de las concepciones del mundo lo que ha conferido a la resonancia que nos es más
cercana [El término Weltanschauung (cfr. A. Götze, Euphorion, 1924) retiene al principio todavía su
referencia al mundus sesibilis, incluso en Hegel, en cuanto que es en el arte en donde encuentran las
Weltanschauungen esenciales (Aesth. II, 131). Pero como para Hegel la determinatividad de la acepción del
mundo es para el artista actual algo pasado, la pluralidad y relatividad de las acepciones del mundo se han
vuelto cosa de la reflexión y de la interioridad.” (Gadamer, 1996 [1975], pág. 140). Para la presente
investigación se ha preferido la de Pepper, como una tradición ya aplicada al campo de la arquitectura por
Beatriz García Moreno en Lógicas en arquitectura (2016 [1992]).
“Los dos últimos libros mencionados [Los elementos de Euclides o El origen de las
Pero los otros libros [La República de Platón, la Metafísica de Aristóteles, Sobre la
manera irrestricta. A estos irrestrictos productos del conocimiento los llamo visiones
31
Traducción propia de “The two books last named [Euclid’s Elements or Darwin’s The Origin of Species]
deal with restricted fields of knowledge and can reject facts as not belonging to their field if the facts do not
fit properly within the definitions and hypotheses framed for the field. But the other books [Plato’s Republic,
Aristotle’s Metaphysics, Lucretius’ On the Nature of Things, Descartes’s Meditations, Spinoza’s Ethics,
Hume’s Treatise, Kant’s three Critiques, Dewey’s Experience and Nature, Whitehead’s Process and Reality]
deal with knowledge in an unrestricted way. These unrestricted products of knowledge I am calling world
hypotheses, and the peculiarity of world hypotheses is that they cannot reject anything as irrelevant.” (Pepper,
1972 [1942], pág. 1). La traducción de “world hypotheses” como “visión de mundo” se ha preferido tanto a
una más literal, “hipótesis de mundo”, como a “paradigma”, que también se encuentra en los antecedentes de
su aplicación en el campo de la teoría de la arquitectura, corresponientes a Lógicas en arquitectura.
Precisiones críticas al contextualismo en Pepper, Rossi y Mumford (2016 [1992]) y Región y lugar (2000,
pág. 30) de Beatriz García Moreno. Las razones de esta preferencia corresponden a la connotación de
enunciado provisional sujeto a una posterior verificación, de la expresión “hipótesis”, y a la fuerte asociación
de la voz “paradigma” con La estructura de las revoluciones científicas (1982/1962) de Thomas S. Kuhn y
por ello con una sucesión temporal, que no corresponde con la simultaneidad de las visiones de mundo de
Pepper. Frente a estas connotaciones, el uso de la frase “visiones de mundo” resulta más adecuada en relación
con las implicaciones de decisión de previa con respecto a la constitución del mundo, en el sentido en que una
“visión de mundo” anticipa qué tipo de seres ha de buscar la mirada en el mundo y qué tipo de relaciones son
posibles entre ellos. Citando a Pepper, Hayden White (1975 [1973]) emplea la expresión “paradigmas”
[“paradigms”], aunque admite que equivale a “visiones de mundo” [“world views”]: “Siguiendo el análisis de
Stephen C. Pepper en su World Hypotheses, he diferenciado cuatro paradigmas de la forma en la que una
explicación histórica, considerada como un argumento discursivo, puede ser concebida, que son: Formista,
Organicista, Mecanicista y Contextualista [Nota 7: Lo subrayado con respecto a Frye en la nota 6 [No quiero
sugerir que las categorías de Frye son las únicas posibles para clasificar géneros, nodos, mythoi, y el gusto, en
literatura; pero las encuentro especialmente útiles para el análisis de obras históricas (pág. 8)] aplica, mutatis
mutandi, a la noción de Pepper de las formas básica de reflexión filosófica. Ciertamente, los grandes filósofos
Este grado de generalidad permite comparar obras tan distantes en el tiempo como las de
Platón y Aristóteles, a las que se ha hecho referencia, con las de Heidegger, que han sido
aludidas.
La obra de Pepper mencionada (1972 [1942]), sostiene que “[c]uatro visiones de mundo
quedan a la vista cuando se eliminan varias causas de evidente inadecuación. […] Las he
pág. 141)32. Los rasgos distintivos de dichas “visiones de mundo” están, según el autor,
–Platón, Aristóteles, Descartes, Hume, Kant, Hegel, Mill– resisten una reducción a los arquetipos
suministrados por Pepper. Si representan algo, es una meditación entre dos o más clases de posiciones
doctrinarias de las que delinea Pepper. Sus tipos ideales, no obstante, suministran una muy conveniente
clasificación de los sistemas filosóficos más simples [14] o visiones de mundo, el tipo de concepción general
de la realidad que encontramos en historiadores cuando hablan como filósofos –es decir, cuando invocan una
noción general de ser, apelan a una teoría general de verdad y verificación, derivan las implicaciones éticas de
verdades asumidas, y así sucesivamente]. ” (White, 1975 [1973], págs. 13-14) Traducción propia de:
“Following the analysis of Stephen C. Pepper in his World Hypotheses, I have differentiated four paradigms
of the form that a historical explanation, considered as a discursive argument, may be conceived to take:
Formist, Organicist, Mechanistic, and Contextualist [Note 7: The remarks made with respect to Frye in note 6
[I do not wish to suggest that Frye's categories are the sole possible ones for classifying genres, modes,
mythoi, and the like, in literature; but I have found them especially useful for the analysis of historical works
(p. 8)] apply, mutatis mutandi, to Pepper's notion of the basic forms of philosophical reflection. Certainly the
greatest philosophers –Plato, Aristotle, Descartes, Hume, Kant, Hegel, Mill-resist reduction to the archetypes
provided by Pepper. If anything, their thought represents a mediation between two or more of the kinds of
doctrinaire positions which Pepper outlines. Pepper's ideal types do, however, provide a very convenient
classification of the more simplistic philosophical systems [14] or world views, the kind of general conception
of reality which we find in historians when they speak as Philosophers –that is to say, when they invoke some
general notion of being, appeal to some general theory of truth and verification, draw ethical implication from
truths putatively established, and so on.].” (White, 1975 [1973], págs. 13-14). Con anterioridad, en la
Introducción, también se había hecho referencia a este pasaje de White, con relación a un uso de Pepper como
referente metodológico, en este caso apoya una equivalencia entre “world hypotheses” y “world views”.
32
Los pasajes en referencia dicen: “Creemos que en la actualidad hay cuatro visiones de mundo, de más o
menos igual adecuación. Las podemos llamar formismo, mecanicismo, contextualismo y organicismo.
(Pepper, 1972 [1942], pág. 98). Traducción propia de: “We believe that at present time there are four world
hypotheses of about equal adequacy. We shall call them formism, mechanism, contextualism, organicism.”
(Pepper, 1972 [1942], pág. 98). “Cuatro visones de mundo quedan a la vista cuando se eliminan varias causas
de evidente inadecuación. Les doy a estas hipótesis unos nombres ligeramente inusuales para evitar problemas
relacionados con los nombres mismos. Las he llamado formismo, mecanicismo, contextualismo y
organicismo.” (Pepper, 1972 [1942], pág. 141). Traducción propia de: “Four distinct world hypotheses come
to view when the various kinds of causes of patent inadequacy have been removed. I am giving these
hypotheses slightly unfamiliar names so as to avoid issues over the names themselves. I am calling them
formism, mechanism, contextualism, and organicism.” (Pepper, 1972 [1942], pág. 141)
corresponden a cada una. Con la expresión “metáfora raíz”, el autor hace referencia a un
conjunto de hechos, reconocidos por el sentido común, por los que un ser humano se decide
para intentar comprender, en los términos de este primero, otros conjuntos que no entiende.
En sus términos:
“Un hombre que quiere entender el mundo busca claves para su comprensión. Toma
algún área de hechos reconocidos por el sentido común e intenta comprender, en los
términos de este primero, otros conjuntos que no entiende. Esta primera área se
pág. 91)33
A cada una de las cuatro visiones de mundo mencionadas, el texto asocia una metáfora raíz:
33
Traducción propia de: “A man desiring to understand the world looks about for clue to its comprehension.
He pitches upon some area of common-sense facts and tries if he cannot understand other areas in terms of
this one. This original area becomes then his basic analogy or root metaphor.” (Pepper, 1972 [1942], pág. 91).
El texto introduce a continuación el concepto de categoría en los siguientes términos “Describe tan bien como
puede las características de esa área [de hechos reconocidos por el sentido común], o si se me permite,
describe su estructura. Una lista de sus características estructurales se convierte en sus conceptos básicos de
explicación y descripción. Podemos llamarlos un conjunto de categorías.” (Ídem.) Traducción propia de: “He
describes as best he can the characteristics of this area, or, you will, describes its structure. A list of its
structural characteristics becomes his basic concepts of explanation and description. We call them a set of
categories.” (Ídem.)
34
Los textos en referencia dicen: “La metáfora raíz del formismo es la semejanza” (pág. 151); “[l]a metáfora
raíz del mecanicismo es una máquina” (pág. 186); “[e]l mejor término, tomado del sentido común, para
sugerir el punto de origen del contextualismo problablemente sea el evento histórico” (pág. 232) y “[c]omo
con el contextualismo, así mismo con el organicismo ningún término usual del sentido común ofrece una
referencia segura de la metáfora raíz de la teoría. El término ordinario “organismo” está muy cargado con una
connotación biológica, muy estático y compartimental, e “integración” es sólo un poco mejor. No hay otro
término preferible. Con precausión, se los puede adoptar” (pág. 280). Traducciones propias de: “The root
metaphor of formism is similarity” (pág. 151); “The root metaphor of mechanism is a machine.” (pág. 186);
“The best term out of common sense to suggest the point of origin of contextualism is probably the historic
event.” (pág. 232); y “As with contextualism, so with organicism, no ordinary common-sense term offers a
safe reference to the root metaphor of the theory. The common term “organism” is too much loaded with
Las teorías de verdad correspondientes a cada una de las visiones de mundo, como sugieren
los fragmentos citados, son objeto de una compleja discusión en la fuente en referencia, que
las teorías de verdad se puede ilustrar con el caso de la teoría de ajuste causal,
biological connotation, too static and cellular, and “integration” is only a little better. Yet there are no
preferable term. With a warning, we shall accordingly adopt these.” (pág. 280).
35
Los textos en referencia dicen: “La teoría de verdad que surge de las categorías formistas es la teoría de la
correspondencia” (pág. 180); “La teoría de la verdad del ajuste causal parece superar de manera exitosa la
brecha [entre las actitudes fisiológicas y sus cualidades secundarias supuestamente correlacionadas]” (pág.
230). “Teoría operacional de la verdad […] Es la verdad en términos de acción, de eventos dados que tienen
referencias que conducen a satisfacciones en otro evento dado.” (pág. 268); y “Esta teoría de la verdad es
conocida como teoría de la coherencia. Se encuentra obviamente implícita en las categorías del organicismo
y, obviamente, supone estas categorías” (pág. 310). Traducción propia de: “The theory of truth which grows
out of the formistic categories is the correspondence theory.” (pág. 180); “The causal-adjustment theory of
truth does seem to get one successfully across the gap [between the physiological attitudes and their
supposedly correlated secondary qualities.]” (pág. 230), “Operational theory of truth […] It is truth in terms
of action, of an actual events having references which leads to satisfactions in other actual events.” (pág. 268);
“This theory of truth is known as the coherence theory. It is obviously implied by the categories of organicism
and obviously presupposes those categories.” (pág. 310).
36
Los pasajes en referencia dicen: “En las antiguas teorías mecanicistas se hizo un intento de resolver este
problema en términos de una teoría de la verdad basada en la correspondencia. Ésta, como vimos, es la teoría
de verdad propia del formismo.”; “[l]a hipótesis de la correspondencia simbólica, no obstante, crea una
transición que ha conducido a muchos mecanicistas recientes a sugerir que no es la correspondencia lo que es
importante en una proposición o fórmula, sino el poder predictivo de éstas para producir los resultados
esperados. La verdad de una fórmula es su operatividad. Esta, sin embargo, es la teoría operacional de la
verdad característica del contextualismo.” (pág. 225); “[s]ubyace en el mecanicismo, sin embargo, un
principio que sugiere una teoría de verdad propia del mismo. Los mecanicistas siempre has sido conocidos
como nominalistas. La teoría nominalista de los términos abstractos y generales fue el medio usual de los
mecanicistas para combatir los argumentos de los formistas sobre la realidad de las formas y la categoría de la
subsistencia.” (pág. 226). Traducción propia de: “In older mechanistic theories an attempt was made to solve
this problem in terms of a correspondence theory of truth. This, as we saw, is the theory of truth proper to
mundo, en el sentido que se infiere de los pasajes aludidos de “La época de la imagen del
mundo, que ofrece el texto de Pepper en referencia (1972 [1942]), se puede entender que
las diferencias entre los antecedentes de la concepción de poética como la unidad de lo que
recuperación propuesta por Martin Heidegger en “La pregunta por la técnica” (1993
Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 158). En lo atinente a la visión de mundo atribuible a
los textos de Heidegger, a los que se ha hecho referencia, se argumenta que se trata de una
superar la limitación que representa la teoría operacional de verdad, que Pepper atribuye al
Los argumentos, de acuerdo con los cuales las visiones de mundo tras los textos de Platón y
Aristóteles citados corresponden a las que Pepper denomina formistas, incluyen la mención
formism […]” (pág. 221); “The hypotheses of symbolic correspondence, however, creates a transition in
which has led many recent mechanists to suggest that it is not correspondence that is important in truth of a
sentence or formula, but the predictive power of these to produce the expected results. The truth of formula is
its workability. This, however, is the operational theory of truth characteristic of contextualism.” (pág. 225);
“There does lie in mechanism, however, a principle which suggest a theory of truth proper to it. Mechanists
have always been known as nominalists. The nominalistic theory of abstract and general terms was the regular
mechanistic means of combating the arguments of the formists for the reality of forms and the category of
subsistence.” (pág. 226)
Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 158)37 y la posibilidad de explicar dichos textos en los
términos de las categorías que el autor norteamericano atribuye a estas visiones de mundo.
El capítulo de World Hypotheses. A study in evidence (1972 [1942]), dedicado por Pepper
al formismo señala que “[e]xisten dos fuentes primitivas en el sentido común, que difieren
lo suficiente como para dar lugar a dos especies de esta teoría […]” (pág. 151)38. A la
formismo, cuyas metáforas raíz son “[…] el trabajo del artesano que hace diferentes objetos
a partir de un mismo plano o por la misma razón […]” y “[…] los objetos naturales que se
forman o crecen de acuerdo con el mismo plan […]” (pág. 162)41, el texto de Pepper en
recurre a tres categorías principales diferentes a las empleadas por este autor en la
37
El texto en referencia dice: “[…] Aristóteles y Platón, quienes fueron los grandes iniciadores del formismo
[…]” (pág. 158). Traducción propia de: “[...] Aristotle and Plato, who were the great original formists […]”
(pág. 158).
38
Traducción propia de: “It has two primitive sources of in common sense, differing enough to produce two
species of the theory [...]” (pág. 151)
39
El título del parágrafo en referencia dice: “Metáfora raíz y categorías del formismo inmanente” (pág. 152).
Traducción propia de “Root metaphor and categories of immanent formism” (pág. 152)
40
El pasaje en referencia dice “Podemos así obtener las siguientes categorías principales para el formismo
inmanente: (1) características, (2) particulares y (3) participación.” (pág. 154) Traducción propia de “We thus
obtain the following main categories for immanent formism: (1) characters, (2) particulars, and (3)
participation” (pág. 154)
41
Traducción propia de: “[...] the work of the artisan in making different objects on the same plan or for the
same reason [...] and [...] the observation of natural objects appearing or growing according to the same plan
[...]” (pág. 162)
42
El título del parágrafo en referencia dice: “Metáfora raíz y categorías del formismo trascendente” (pág.
162). Traducción propia de “Root metaphor and categories of transcendent formism” (pág. 162)
materializa la normas (World Hypotheses. A Study in Evidence, pág. 163)43. (Ver Tabla I.3
Cabe anotar que resulta plausible, asociar el formismo trascendente con el pensamiento de
Banquete de Platón al que se ha venido haciendo referencia (205b) resulta más razonable
explicar las relaciones entre “tener la posibilidad de pasar del no ser al ser”, “las actividades
que entran en la esfera de todas las artes” y los productos relativos a “la música y al arte
43
El pasaje en referencia dice “Las categorías del formismo trascendente son: (1) normas, (2) materia para la
ejemplificación de las normas (3) y un principio de ejemplificación que materializa las normas” (pág. 163)
Traducción propia de: “The categories of transcendent formism are: (1) norms, (2) matter for the
exemplification of norms, (3) and a principle of exemplification which materializes the norms.” (pág. 163)
44
Aristóteles en Metafísica (I, 6, 987b) habría señalado, como una diferencia entre los pensamientos de
Sócrates y de Platón, la atribución por parte de este último de una existencia separada de las formas con
respecto a los casos particulares, independencia que constituiría el rasgo esencial del formismo trascendental
(Vallejo Campos, 1996, p. 48). El texto de Aristóteles en referencia reza: “Por otra parte, ocupándose Sócrates
de los problemas morales y no de la Naturaleza en su conjunto, pero buscando en ellos lo universal, y
habiendo sido el primero que aplicó el pensamiento a las definiciones, [Platón] aceptó sus enseñanzas, pero
por aquél motivo [por estar familiarizado con las opiniones de Heráclito] pensó que esto [lo universal] se
producía en otras cosas, y no en las sensibles; pues le parecía imposible que la definición común fuese de
alguna de las cosas sensibles, al menos de las sujetas a perpetuo cambio. Éste, pues, llamó a tales entes Ideas,
añadiendo que las cosas sensibles están fuera de éstas [de las ideas], pero según éstas se denominan todas [las
cosas sensibles] pues por participación [methexin, μεθεξιν] tienen las cosas que son muchas el mismo nombre
que las Especies.”. Aunque sea razonable asociación planteada, el texto de Pepper (1972 [1942]) al que se ha
venido haciendo referencia, sugiere que ambos autores de la antigüedad griega habrían recurrido a las dos
especies de formismo, como cuando, al mencionar las dos metáforas raíz del formismo trascendente, comenta
que “Platón enfatizó el artesano, Aristóteles, el crecimiento natural […]” (pág. 162). (Traducción propia de:
“Plato stressed the artisan, Aristotle the natural growths […]” (pág. 162))
trascendente45.
De acuerdo con esta observación y con relación a estas categorías principales del formismo
inmanente, se puede argumentar que la concepción de poética como la “causa de que algo,
sea lo que sea, pase del no ser al ser” que aparece en El Banquete de Platón (205b) puede
ser explicada en los términos de éstas. De esta manera, la “característica” de aquello que
circunscribe este concepto de poética, es la posibilidad de pasar del no ser al ser, que lo
diferencia de lo que no experimenta este paso; los “particulares” a los que corresponde esta
característica diferenciadora son los productos de “las actividades que entran en la esfera de
todas las artes”, de las cuales el texto menciona una: la relativa “a la música y al arte
métrica”; mientras que lo que vincula al particular correspondiente a los productos de “la
música y al arte métrica”, con la característica diferenciadora, consistente en “el pasar del
no ser al ser”, se puede entender como “participación” del particular en la clase de “las
actividades que entran en la esfera de todas las artes” (Ver tabla 1.4).
45
La razón de esta aparente paradoja se podría encontrar en lo fragmentario del texto que se comenta o en el
lugar que ocupa el texto del que proviene, dentro de la obra de Platón. En el primer caso, serían otros
conceptos a los que hace referencia El Banquete, como los de eros (amor o deseo) o kalón (bello o noble) los
que permitirían apreciar la aplicación de la teoría de las formas (“Dos diálogos, El Banquete y Fedro, se
dedican extensamente al tema [del amor o deseo (eros)]” (Crombie, 1979 [1962], pág. 197); “La procreación
sólo puede tener lugar “en lo bello” y esta es la razón de que la preñez espiritual traiga consigo la pasión
física. Diotima piensa que esta etapa del proceso se alcanza continuamente. La siguiente etapa consiste en
pasar del amor a un cuerpo bello al amor de todos los cuerpos bellos (“de la belleza de la forma a la forma de
la belleza”) y de ellos a la belleza espiritual, a la belleza de conducta, a la belleza de conocimiento, y
finalmente a la belleza misma que el iniciado en la visión final aprecia no como propiedad de cualquier cosa
sino simplemente tal y como es en sí misma. (Aquí estamos desconcertados por el hecho de que kalón
significa tanto “bello” como “noble”. […]” (Crombie, 1979 [1962], pág. 198)). En el segundo caso, El
Banquete habría sido una obra correspondiente a una etapa de transición, representativa de la teoría de las
formas sólo de manera parcial (“Debo decir ahora cual me parece que es en este momento el estado de la
opinión sobre lo que contiene cada uno de los tres grupos [primeros, intermedios, últimos]. En la siguiente
tabla incluiré únicamente los diálogos en los que parece haber acuerdo general para atribuirlos a Platón […] y
pediré al lector que recuerde que la diferencia entre los últimos y los primeros diálogos es clara, y no puede
ser omitida sin una razón importante, que entre los intermedios y los primeros, y los intermedios y los
últimos, es variable y provisional” (Crombie, 1979 [1962], pág. 23); El Banquete aparece en el grupo de los
intermedios).
Tabla 0-1 1.4 Aplicación de las categorías del formismo inmanente al concepto de
poética del El Banquete de Platón (205b)
Categoría Aplicación
Características Tener la posibilidad de pasar del no ser al ser
Participación Los particulares correspondientes a los productos relativos a “la música y
al arte métrica” participan de la característica de tener la posibilidad de
“pasar del no ser al ser”, que corresponde a la clase de los productos de
“las actividades que entran en la esfera de todas las artes”
Particulares Los productos de “las actividades que entran en la esfera de todas las
artes” entre los que se cuentan los productos de relativos a “la música y
al arte métrica”
Elaboración propia a partir de: El Banquete de Platón (205b) (1983 [s. IV a. C.], págs. 83-84) y World
Hypothesis. A Study in Evidence de Stephen Pepper (1972 [1942]).
(1996) hace corresponder formas de conocimiento, a las partes que distingue en el alma
explicación del concepto de clase, como “un instrumento de conocimiento generado por la
participan de una o más características”, expuesta por Pepper en el parágrafo que le dedica
a este concepto (World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 159) 46. En
clases con un número cada vez menor de particulares y, en este sentido, más cercanas al
particular: dentro de los seres animados, que distingue de los que son movidos por otros,
46
El pasaje en referencia dice: “Volviendo de esta importante digresión, encontramos un poderoso
instrumento de conocimiento generado por la participación de características en particulares, a saber, el
concepto de clase. Una clase es una colección de particulares que participan de una o más características.”
(pág. 159). Traducción propia de “Returning from this important digression, we come upon a powerful
cognitive instrument which is generated by participation of characters in particulars namely, the concept of
class. A class is a collection of particular which participate in one or more characters.” (pág. 159)
clase los seres racionales, en la que habría un número menor de particulares que en la de los
seres animados (Aristóteles, Et. Nic., VI, 1140a 1-5)47. A su vez, dentro lo que puede ser
conocido, introduce la característica de “poder ser de otra manera” (Aristóteles, Et. Nic.,
VI, 1140a 5-10)48 y que, por lo tanto, es objeto de deliberación, constituyendo la clase de lo
que es objeto del conocimiento práctico, la cual haría referencia a un número inferior de
47
La cita corresponde a la traducción de Antonio Gómez Robledo (Aristóteles, Ética Nicomaquea - Política,
1996, pág. 74)
48
Íbid. (Aristóteles, Ética Nicomaquea - Política, 1996, pág. 76)
Tabla 0-2 1.5 Ejemplo de construcción de clases con un número cada vez menor de
particulares, mediante la introducción progresiva de características, tomado de Ética
Nicomáquea de Aristóteles
Número de particulares Característica de la cual participan colecciones de particulares
a los que aplica
Un particular Es un producto del hacer de la parte racional de un ser natural animado, capaz
de conocer lo que puede ser de otra manera
Elaboración propia a partir de: Ética Nicomaquea de Aristóteles (1996) y World Hypothesis. A Study in
Evidence de Stephen Pepper (1972 [1942]).
De acuerdo con esta interpretación de los pasajes de Ética nicomaquea (1996) aludidos, el
concepto de poiesis [ποίησις] puede ser asociado con una construcción de clases. Tal
formismo inmanente.
Poética, 1447a), testimonia por sí solo la cercanía de esta obra con la metáfora raíz de la
semejanza, con la que Pepper caracteriza el formismo. Ahora bien, con respecto a la
49
La cita corresponde a la traducción de Antonio Gómez Robledo (Aristóteles, Ética Nicomaquea - Política,
1996, pág. 76)
formismo, identificadas por Pepper, parece suscitarse una aparente paradoja, semejante a la
razonable situar a este autor como ejemplo del inmanente y esperar que emplee conceptos
interpretables como “clase”, de acuerdo con la distinción entre estos dos conceptos
formismo inmanente. En contraste con esta asociación, en Poética (1974 [335 a. C.]) se
textos a una de las especies de formismo que distingue Pepper. Como el mismo texto de
Pepper reconoce, sería objeto de discusión si las dos especies de formismo que identifica no
50
“La norma de un roble en raras ocasiones o nunca se presenta de manera completa en algún roble particular.
Los robles particulares con dificultad se aproximan a la norma. Así, la característica o características de la
clase trazan un círculo, por así decir, en torno a objetos particulares que participan completamente de éstas.
Pero la norma es el centro de una extensión más bien vaga, que requiere objetos ejemplares que se aproximen
a dicho centro alejándose de su periferia y apenas reclamando los así llamados lunares o deformidades. Por
eso una norma no es una clase.” (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 164)
Traducción propia de “The norm of an oak tree is rarely or never fully present in any particular oak. Particular
oaks merely approximate the norm. Thus the character or characters of a class draw a circle, so to speak,
about the particular objects which fully participate in them. But a norm is a center of a rather vague extensity,
claiming as exemplifications object which closely approximate it and making lesser and lesser claims toward
the periphery and scarcely claiming at all so-called spots or freaks. So, a norm is definitely not a class.”
(Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 164)
151)51, sin embargo, de acuerdo con la diferencia aludida, entre clase y norma, se puede
precisar que desde una visión de mundo formista inmanente, para la formulación del
concepto de poética bastaría hacer referencia a “lo que tienen en común los productos del
hacer humano”, mientras que, en contraste con esta formulación, una visión de mundo
formista trascendente, reclamaría la precisión de “la unidad” de “lo que es común a los
Aun cuando, la adscripción de los pasajes tomados de Platón y Aristóteles a las especies
procedente hacer otro tanto con los textos de Heidegger, en relación con las visiones de
mundo contextualistas.
Como se indicó con anterioridad, la metáfora raíz de una visión de mundo contextualista,
histórico (1972 [1942], pág. 232). En relación con esta metáfora raíz, cabe esperar una
51
El texto en referencia, parcialmente ya citado, dice: “Existen dos fuentes primitivas en el sentido común,
que difieren lo suficiente como para dar lugar a dos especies de esta teoría y está en discusión si los dos se
funden completamente. Lo trataré, no obstante, como si difirieran lo suficiente.” (pág. 151) Traducción propia
de “It has two primitive sources of in common sense, differing enough to produce two species of the theory
and it is questionable if the two ever quite completely merge. I shall treat them, however as if they did.” (pág.
151)52 Traducción propia de “[…] the quality of a given event is its intuited wholeness or total character; the
texture is the details and relations which make up that character or quality.” (Pepper, World Hypotheses. A
Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 238)
que tienen en común los productos del hacer humano, procedentes de una visión de mundo
contraste con la traducción del pasaje de El Banquete de Platón (205b) en el que aparece
dicha concepción de poética expresada como “[…] todo lo que es causa de que algo, sea lo
que sea, pase del no ser al ser es “creación” [][…]” y la lectura de Heidegger
como: “Todo dar-lugar-a que algo (cualquiera que sea) vaya y proceda desde lo no-presente
técnica”, 1993 [1953], págs. 79-80). La expresión “vaya y proceda” sugiere algo que
del acontecimiento en el cual consiste la poética, como un movimiento que acontece “desde
lo no-presente a la presencia”, se puede señalar que guarda semejanza con lo que ocurre
con un evento histórico, que de todos los hechos no acontecidos pero posibles, constituye la
actualización de sólo uno, con exclusión de los restantes cursos de acción alternativos,
como cuando, por ejemplo, la madera que tiene la posibilidad de recibir la forma de mesa,
silla, puerta, estantería, etc., ha sido transformada en una de estas alternativas y por este
hecho excluye las demás, adquiriendo de esta manera una condición de singularidad.
Las categorías que Pepper atribuye a las visiones de mundo contextualistas son cualidad y
textura. De acuerdo con este autor “[…] la cualidad de un evento dado es su plenitud
intuida o carácter total […]”, mientras que “[…] la textura hace referencia a los detalles y
anticipado por una anotación anterior. Esta anotación es la que se refiere a la implicación de
expande hacia el pasado y hacia el futuro, que se encontró en los términos de la lectura que
términos, con los que emplea Pepper cuando hace referencia a la subcategoría de
“El cambio continúa y nunca se detiene. Es una característica categorial de todos los
eventos y puesto que para esta teoría todo el mundo está conformado por eventos,
52
Traducción propia de “[…] the quality of a given event is its intuited wholeness or total character; the
texture is the details and relations which make up that character or quality.” (Pepper, World Hypotheses. A
Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 238)
53
“[…] algo (cualquiera que sea) vaya y proceda desde lo no-presente a la presencia […]” (Heidegger, “La
pregunta por la técnica”, 1993 [1953], págs. 79-80)
54
Traducción propia de “[…] my act is rather thick in its duration and spreads […] forward and back”
(Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 239)
243)55
hablarían las referencias incluidas con anterioridad a “La pregunta por la técnica” (1993
[1953]) y “La época de la imagen del mundo” (2008 [1935/1936]). Así, por ejemplo, la
indicados, cuando dice en un pasaje ya aludido: “Que desde Platón se muestre lo real a la
que le interpelaba [zusprechen]” (pág. 87). Entre tanto “la conquista del mundo como
imagen” es un rasgo del acontecer del evento histórico que denomina “la Edad Moderna”,
en el pasaje “La época de la imagen del mundo”, que también se comentó con anterioridad
de la cualidad, la fusión entre los detalles de la textura de una cualidad (Pepper, 1972
55
Traducción propia de “This change goes on continuously and never stops. It is a categorial feature of all
events; and since in world theory all world is events, all the world is continuously changing in this manner.
Absolute permanence or immutability in any sense is, on this theory, a fiction, and its appearance is
interpreted in terms of historical continuities which are not changeless.” (Pepper, World Hypotheses. A Study
in Evidence, 1972 [1942], pág. 243)
textura está hecha de trazas y yace en un contexto. Más aún, no hay una línea marcada entre
trazas y contextos, porque son las conexiones entre las trazas las que determinan el
contexto y, en gran medida, el contexto determina las cualidades de las trazas.” (pág.
246)57 . Con relación a esta interdependencia, cabe anotar que no es ajena a la obra de
afectiva del Dasein y de la condición del mundo de estar abierto, expuesto en Ser y tiempo
(Ser y tiempo, 2006 [1927], pág. 161 [137])58. De acuerdo con este argumento, el contexto,
que constituiría un fondo (mundo), y las trazas de la textura, las cuales representarían una
visiones de mundo contextualistas, baste con estas indicaciones con respecto a las
consideración de las diferencias entre los modos de concebir la situación del quién de la
experiencia con respecto a aquello que experimenta, implicadas en cada una de las visiones
56
“La cualidad siempre muestra algún grado de fusión de los detalles de su textura”; traducción propia de:
“Quality always exhibit some degree of fusion of the details of its texture.” (Pepper, World Hypotheses. A
Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 243)
57
Traducción propia de: “A texture is made up of strands and it lies on a context. There is moreover, no very
sharp line between strands and context, because it is the connections of the strands which determine the
context, and in large proportion the context determines the quality of the strands.” (Pepper, World
Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 246)
58
“La disposición afectiva es modo existencial fundamental de la aperturidad cooriginaria del mundo, la
coexistencia y la existencia, ya que esta misma es esencialmente un estar-en-el-mundo” (Heidegger, Ser y
tiempo, 2006 [1927], pág. 161 [137]).
poética como la unidad de lo que tienen en común los productos del hacer humano
desde las cuales se ha concebido la poética, como la unidad de lo que tienen en común los
productos del hacer humano. De manera análoga, en esta sección, las teorías de verdad
diferencias entre los modos de concebir la posición del quién de la experiencia con respecto
Con respecto a las visiones de mundo formistas, Pepper señala que para éstas “[l]a verdad
consiste en una semejanza o correspondencia entre dos o más cosas, de una las cuales se
dice que es la verdad de las otras” (1972 [1942], pág. 180) 59 . Lo que sea aquello que
aquello que constituye la verdad de otras cosas, en el sentido de que “[…] una ley subsiste a
pesar de que nunca se ejemplifique en algo que tenga existencia concreta” (pág. 177)60. En
esta cuestión de la subsistencia, radica la diferencia con el formismo inmanente, puesto que
éste considera que “[…] una ley no tiene existencia por fuera de sus ejemplificaciones”
59
Traducción propia de “Truth consists in a similarity or correspondence between two or more things one of
which is said to be true of the others.” (1972 [1942], pág. 180)
60
Traducción propia de “[…] a law subsists even though it were never exemplified in concrete existence.”
(Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 177)
“Pero si, como creo, tras haberlo adquirido [el conocimiento] antes de nacer, lo
sentidos, recuperamos los conocimientos que tuvimos antaño, ¿no será lo que
Fedón, 75c)62
El conocimiento como reminiscencia implica una separación entre cuerpo y alma, así como
la inmortalidad de esta última, como lo confirma el Menón (81c), cuando dice: “Así, el
alma, inmortal y renaciendo muchas veces, habiendo contemplado todas la cosas, sobre la
tierra y en la morada de Hades, nada hay que no haya aprendido. Por tanto, no es extraño
aparece la distancia entre “[d]escribir cómo es” el alma, lo que solo se encuentra al alcance
61
Traducción propia de “[…] a law has no being outside its exemplifications.” (Pepper, World Hypotheses. A
Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 177)
62
La cita corresponde a la traducción de Luis Gil (Platón, Fedón, 1983, pág. 172).
63
La cita corresponde a la traducción de Patricio de Azacárate (Platón, Menón, 1978, pág. 349).
En relación con la inmortalidad del alma, este texto declara que “[t]oda alma es inmortal,
pues lo que siempre se mueve es inmortal” (Platón, Fedro, 245 b) 65, mientras que, con
“Mientras [el alma] es perfecta y alada camina por las alturas y rige el universo
entero, pero aquella que ha perdido las alas es arrastrada hasta alcanzar algo sólido
mismo, gracias a su virtud. Llámese ser viviente al conjunto de este ajuste entre
246c66.
La misma distancia entre dioses y hombres, que separa el “[d]escribir cómo es” el alma y el
“decir a lo que se parece”, se encuentra entre el lugar en el cual se tendría que situar quien
“sujeto a cambios” o lo que “es diferente al versar sobre los distintos objetos” Platón,
“[…] puesto que nos hemos a atrever a decir la verdad, especialmente cuando
hablamos de la Verdad, he aquí su condición. Es en dicho lugar [la espalda del cielo
desde donde las almas de los inmortales contemplan las cosas que hay fuera del
64
La cita corresponde a la traducción de Luis Gil (Platón, Fedro, 1983, pág. 314)
65
La cita corresponde a la traducción de Luis Gil (Platón, Fedro, 1983, pág. 313)
66
La cita corresponde a la traducción de Luis Gil (Platón, Fedro, 1983, págs. 314-315)
67
La cita corresponde a la traducción de Luis Gil (Platón, Fedro, 1983, pág. 316)
únicamente para el piloto del alma, el entendimiento; esa realidad que “es” de una
247a68
Desde “la espalda del cielo”, incluso para los mismos dioses, se impone la ley de la
distancia, puesto sólo les es dado “contemplar” aquello que se encontraría en “ese lugar que
hay por encima del cielo”. De acuerdo con lo anterior, en el caso del formismo
en un mundo bajo el cielo, y la segunda, en otro situado por encima del cielo. Así, la
reminiscencia sería el caso extremo de distancia entre quien conoce y aquello que conoce.
Esta manera extrema de poner distancia entre el quien de la experiencia y aquello que
experimenta plantea el problema de la conexión entre los dos mundos que propone. El
así como, al hacer referencia en Metafísica, a la concepción de Platón de las ideas como
entidades separadas de los objetos sensibles, Aristóteles le atribuye la admisión de “[…] las
De esta manera, el formismo trascendente, identificado en las obras de Platón a las que se
68
La cita corresponde a la traducción de Luis Gil (Platón, Fedro, 1983, pág. 316)
69
La cita corresponde a la traducción de Valentín García Yerba (Aristóteles, Metafísica, 1970, pág. 46)
experiencia y lo que experimenta bajo con los rasgos de intermediación y distancia. Para
dar respuesta a esta pregunta, resulta pertinente señalar que, al menos el formismo
que la enumeración de tipos de conocimiento, asociados a partes del alma, a la que se hizo
como lo corrobora el fragmento 9 del Protréptico, que dice: “Hay […] unas ciencias que
producen cada uno de los beneficios de la vida y otras que se sirven de las primeras; hay
unas subordinadas y otras directivas; y en estas últimas reside, como si tuvieran más
la filosofía", 2011, pág. 9) 70 . Así, el que haya unos tipos de conocimiento o ciencias
directivas y otras subordinadas, implica una jerarquía, encabezada por el conocimiento que
corresponde a la parte racional del alma, esto es, al entendimiento, como se puede
“[…] dado que una parte del alma está dotada de razón, y la otra, que es inferior no
70
El texto del Protréptico corresponde a una reconstrucción, a partir de fragmentos, posterior a la edición de
Bekker, por esta razón, no cita con referencia a dicha edición.
Por lo anterior, si la parte racional del alma es la más digna de aprecio, entonces, será al
“Ahora bien, las intelecciones son actos del entendimiento, es decir, son visiones de
las cosas inteligibles, del mismo que ver las cosas visibles es acto de la vista. Por
tanto, todas las cosas deseables para el hombre lo son en función de la intelección y
función del alma, el entendimiento es la mejor de las partes del alma, y están las
En consecuencia, al primado del entendimiento sobre las restantes partes del alma, le
conocimiento es una ciencia que “[…] como la vista no es productora ni artífice de nada –
71
Esta separación del conocimiento teórico y práctico, así como la primacía del primero, han sido
interpretadas como una introyección de la división del trabajo, como lo hace Theodor W. Adorno en “La jerga
“Tener sabiduría y contemplar ([fronein kai theorein] φρονειν και θεορειν) son pues
la función {propia} del alma, y esta función es la cosa más deseable de todas para
los hombres, al igual que lo es, pienso, para los ojos el ver, de lo cual alguien
elegiría ser capaz, aun cuando en virtud de ello no fuera a producirse ningún otro
Ahora bien, cabe anotar que en Metafísica (A, 1, 980 a, 21) también aparece la relación
de la autenticidad” cuando dice: “Ya la llamada psicología platónica expresa la interiorización de la división
social del trabajo” (2005 [1962-1964], p. 435). La “psicología platónica” correspondería a la descripción del
alma como un carro tirado por dos caballos alados, conducidos por la parte racional de ésta: “Sea su símil [del
alma] el de la conjunción fuerzas que hay entre un tronco de alados corceles y un auriga. Pues bien, en el caso
de los dioses los caballos y los aurigas todos son buenos y de buena raza, mientras que en el de los demás
seres hay una mezcla. En el nuestro, está en primer lugar el conductor que lleva las riendas de un tiro de dos
caballos, y luego los caballos, entre los que tiene un bello, bueno y de una raza tal, y otro que de naturaleza y
raza es lo contrario de éste. De ahí que por necesidad sea difícil y adversa la conducción de nuestro carro.”
(Platón, Fedro, 246 a). La cita corresponde a la traducción de Luis Gil (Platón, Fedro, 1983, pág. 314). Un
tratamiento del semejante se encuentra el libro IV de La República (419 a – 445 e). La indicación del
Fragmento 43 del Protréptico, sobre cómo a la vida libre “sólo queda pensar y contemplar” parece dar la
razón a la interpretación de Adorno en referencia. (Aristóteles, "Protréptico. Una exhortación a la filosofía",
2011, págs. 24-25)
72
Las expresiones entre {} corresponden a interpolaciones, añadidos o reelaboraciones de Jámblico de
acuerdo con I Düring en Aristóteles. Exposición e interpretación de su pensamiento [trad. de B. Navarro] 2ª
ed., México, UNAM, 1990, reconocidas como tales por el traductor de la edición citada.
73
“Todos los hombres desean por naturaleza saber. Así lo indica el amor a los sentidos; pues al margen de su
utilidad son amados a causa de sí mismos, y el que más de todos el de la vista. En efecto, no sólo para obrar,
sino también cuando no pensamos hacer nada, preferimos la vista, por decirlo así, a todos los otros. Y la causa
es que, de los sentidos, este es el que nos hace conocer más, y nos muestra muchas diferencias.” (Aristóteles,
Metafísica, 980 a) (Aristóteles, Metafísica, 1970, pág. 2). La semejanza que se comenta es señalada en
Aristóteles. Bases para la historia de su desarrollo intelectual (1997 [1923]) por Werner Jaeger (pág. 86).
experiencia y lo que experimenta, o al memos entre quien conoce y aquello que conoce,
indicó, sería extrema en el caso del formismo trascendente de Platón. De acuerdo con el
texto de Pepper, al que se ha venido haciendo referencia, “[l]a teoría operacional concibe la
verdad en términos de acción, de hechos reales que tienen referencias que conducen a
satisfacciones en otros eventos reales […] La cuestión de la verdad surge cuando […] se
Evidence, 1972 [1942], págs. 268-269) 74 . El tenor literal de términos como “acción”,
que lo afecta, sino que realiza operaciones en él. La cuestión radica en establecer si en la
74
Traducción propia de “It [the operational theory of truth] is truth in terms of action, of actual events having
references which lead to satisfactions in other actual events. […] The question of truth arises when a strand is
blocked. This strands then seeks satisfaction in the context of the blocking. In colloquial terms, a problem
arises and we seek a solution of the problem.” (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942],
págs. 268-269)
desaparecer, se encuentra en García Moreno (2016 [1992]). De acuerdo con esta autora, la
distinción entre la visión de mundo contextualista y las restantes visiones, con respecto a su
capacidad para captar el punto de vista de quien está involucrado en un evento, puede ser
con dicha situación de captación del mundo. En efecto, de acuerdo con esta obra, Pepper
observador en la experiencia no es clara” (García Moreno, 2016 [1992], pág. 75), razón por
Pepper no diferencia entre los intereses pragmáticos y los existenciales” (García Moreno,
2016 [1992], pág. 64). Es así como debido a la persistencia de su actitud observacionalista
y a la indistinción entre los requerimientos prácticos más inmediatos y el sentido vital más
Hypotheses, no alcanza “[…] para [dar cuenta] del desarrollo de la creatividad humana y
por tanto del arte” (García Moreno, 2016 [1992], pág. 81). Por lo anterior, hace falta el
anteriormente con respecto a que la visión de mundo del “quien” de la experiencia poética
Siendo usual concebir al ser humano como sujeto en relación con objetos independientes de
acontecer se puede emprender a partir del concepto de Dasein, empleado por Martin
concepto de Dasein, que define como el ente que tiene la posibilidad de preguntar
(Heidegger, Ser y tiempo, 2006 [1927], pág. 30 [7]) 76 . Así mismo, al argumentar la
“primacía óntica de la pregunta por el ser”, el texto señala que «[…] al Dasein le pertenece
esencialmente el estar en un mundo.» (Heidegger, 2006 [1927]: 36 [13])77. Por otra parte, el
75
“[…] el modo, todavía hoy usual, de entender el conocimiento [es] como una “relación entre sujeto y
objeto”, modo de entender que encierra tanto de verdad como de vacuidad.” (Heidegger, Ser y tiempo, 2006
[1927], pág. 86 [59]))
76
“Dirigir la vista hacia, comprender y conceptualizar, elegir, acceder a …, son comportamientos
constitutivos del preguntar y, por ende, también ellos, modos de ser de un ente determinado, del ente que
somos en cada caso nosotros mismos, los que preguntamos. […] A este ente que somos en cada caso nosotros
mismos, y que, entre otras cosas, tiene esa posibilidad de ser que es el preguntar, lo designamos con el
término Dasein.” (Heidegger, Ser y tiempo, 2006 [1927], pág. 30 [7])
77
“Las ciencias son maneras de ser del Dasein en las que éste se comporta también en relación a entes que
pueden ser otros que él. Ahora bien, al Dasein le pertenece esencialmente el estar en un mundo. La
comprensión del ser propia del Dasein comporta, pues, con igual originariedad, la comprensión de algo así
acuerdo con estas anotaciones, el esfuerzo por pensar un “sujeto” implicado en el acontecer
tiene como consecuencia el rechazo del concepto mismo de sujeto y la introducción del de
pregunta por el ser, señala el fenomenológico (Heidegger, Ser y tiempo, 2006 [1927], pág.
por Fenomenología de Espíritu comenta que, para Hegel ““La experiencia” nombra aquello
como un “mundo” y la comprensión del ser del ente que se hace accesible dentro del mundo.” (Heidegger, Ser
y tiempo, 2006 [1927], pág. 36 [13]).
78
“El carácter de historicidad [Geschichtlichkeit] es previo a lo que llamamos historia [Geschichte] (el
acontecer de la historia universal). La historicidad es la constitución del ser del “acontecer” del Dasein en
cuanto tal, acontecer que es el único fundamento posible para eso que llamamos la “historia universal” y para
la pertenencia histórica a la historia universal.” (Heidegger, Ser y tiempo, 2006 [1927], pág. 43 [20])
79
“[…] sujeto y objeto, no coinciden […] con Dasein y mundo.” (Heidegger, Ser y tiempo, 2006 [1927], pág.
86 [59]). En escritos posteriores Heidegger mantiene esta actitud de distanciamiento de con respecto a la
distinción entre sujeto y objeto. Tal es el caso de “El origen de la obra de arte” (Heidegger, 2008 [1935/1936])
en cuyo Apéndice dice: “Situar y poner [en lo no oculto] no significan aquí nunca esa manera provocadora de
ponerse en frente de (del Yo- sujeto) tal como lo concibe la modernidad” (pág. 59). En este contexto, incluso
pone en duda el sujeto gramatical: “El arte es el poner a la obra de la verdad. En esta frase se esconde una
ambigüedad esencial, puesto que la verdad puede ser tanto el sujeto como el objeto de ese poner. Pero aquí,
sujeto y objeto son nombres poco adecuados. Impiden pensar esa doble esencia, tarea que ya no debe formar
parte de estas reflexiones.” (pág. 56). En consecuencia con reservas como éstas, en este trabajo se ha preferido
hacer referencia al “quién de la experiencia poética de la arquitectura”, y se ha evitado el uso de expresiones
como “el sujeto de la experiencia estética de la arquitectura”.
80
“Con la pregunta conductora por el sentido del ser, la investigación se encuentra ante la cuestión
fundamental de toda filosofía. La forma de tratar esta pregunta es la fenomenológica.” (Heidegger, 2006
[1927]: 50 [27])
81
Esta referencia de Heidegger a Hegel, no implica los dos autores compartan una misma visión de mundo.
La visión de mundo que correspondería a Hegel, sería una organicista. Como se indicó, para Hayden White
“[…] los grandes filósofos –Platón, Aristóteles, Descartes, Hume, Kant, Hegel, Mill– resisten una reducción a
los arquetipos suministrados por Pepper. Si [estos autores] representan algo, es una meditación entre dos o
Las notas correspondientes a la visión de mundo de este “[…] ente que somos en cada caso
nosotros mismos, los que preguntamos” (Heidegger, Ser y tiempo, 2006 [1927], pág. 30
[7]) incluyen (a) el “acontecer” como algo anterior a la temporalidad de la historia, (b) un
“cuidado” como “anticiparse-a-sí” (Heidegger, Ser y tiempo, 2006 [1927], pág. 257
experiencia de estar en el mundo, de acuerdo con lo anterior, es posible anticipar que ésta
mundo y que lo sitúan sobre la tierra (en un sentido que defiere del mundo), al mismo
más clases de posiciones doctrinarias de las que delinea Pepper […]” (White, 1975 [1973], pág. 13). La
interpretación de Hegel por Heidegger sería un ejemplo de “[…] meditación entre dos o más clases de
posiciones doctrinarias de las que delinea Pepper […]” (Ídem.)
82
«[…] este momento estructural del cuidado dice inequívocamente que en el Dasein siempre hay algo que
todavía falta, que, como poder-ser de sí mismo, no se ha hecho aún “real”. En la esencia de la constitución
fundamental del Dasein se da, por consiguiente, una permanente inconclusión. El inacabamiento significa un
resto pendiente de poder-ser. […] Pero, tan pronto como el Dasein “existe” de tal manera que en él ya no haya
absolutamente nada pendiente, entonces ya se ha convertido también, a una con ello, en un no-existir-más. La
eliminación de lo que hace falta de ser equivale a la aniquilación de su ser. Mientras el Dasein, en cuanto ente,
es, jamás habrá alcanzado su “integridad”. Pero si la alcanza, este logro se convierte en la absoluta pérdida del
estar-en-el-mundo. Entonces ya nunca más será experimentable como ente.» (Heidegger, Ser y tiempo, 2006
[1927], pág. 257/236)
En relación con esta manera de entender la experiencia, han aparecido los conceptos con
los que, a partir de algunas indicaciones de Heidegger, se puede caracterizar la posición del
pueden encontrar en Ser y tiempo (2006 [1927]) y en “El origen de la obra de arte” (2008
[1935/1936]), así mismo esta última puede arrojar luz con respecto a la relación entre
creación y cuidado, mientras que en “Construir habitar pensar” (1993 [1954]) puede
encontrar precisiones sobre las relaciones de tierra y mortalidad, con dos conceptos que
En “El origen de la obra de arte” (2008 [1935/1936]), Heidegger emplea los conceptos de
mundo y de tierra con significados precisos y diferentes. Este texto atribuye al concepto de
mundo una relación con lo que se abre, mientras que al concepto de tierra lo asocia con lo
que tiende a permanecer cerrado. No obstante estas tendencias opuestas que los diferencian,
“Mundo y tierra son esencialmente diferentes entre sí y, sin embargo, nunca están
separados. El mundo se funda sobre la tierra y la tierra se alza por medio del mundo.
unidad de opuestos que no tienen nada que ver entre sí. Reposando sobre la tierra, el
mundo aspira a estar por encima de ella. En tanto que eso que se abre, el mundo no
tolera nada cerrado, pero por su parte, en tanto que aquella que acoge y refugia, la
Al describir un templo griego, el texto en referencia, precisa que, para el pueblo histórico
que lo construyó, el mundo es “[l]a reinante amplitud […]” de las relaciones abiertas entre
[…]” (Heidegger, 2008 [1935/1936]: 30)83. En cuanto al concepto de tierra, el mismo texto
lo caracteriza como “[a]quello hacia donde la obra se retira y eso que hace emerger en esa
retirada […]”, indicando que “[…] sólo se muestra como ella misma, abierta en su claridad,
allí donde la preservan y la guardan como ésa esencialmente indescifrable que huye ante
83
“[L]a obra-templo es la que articula y reúne a su alrededor la unidad de todas esas vías y relaciones en las
que nacimiento y muerte, desgracia y dicha, victoria y derrota, permanencia y destrucción, conquistan para el
ser humano la figura de su destino. La reinante amplitud de estas relaciones abiertas es el mundo de este
pueblo histórico; sólo a partir de ella y en ella vuelve a encontrarse a sí mismo para cumplir su destino.”
(Heidegger, “El origen de la obra de arte”, 2008 [1935/1936], págs. 29-30)
84
El pasaje completo dice: “Aquello hacia donde la obra se retira y eso que hace emerger en esa retirada, es lo
que llamamos tierra. La tierra es lo que hace emerger y da refugio. La tierra es aquella no forzada, infatigable,
sin obligación alguna. Sobre la tierra y en ella, el hombre histórico funda su morada en el mundo. Desde el
momento en que la obra levanta un mundo, crea la tierra, esto es, la trae aquí. Debemos tomar la palabra crear
dos conceptos se anulen “[…] en la vacía unidad de opuestos que no tienen nada que ver
contextualista existencial, que admite la obra como un evento de creación que se sitúa entre
la tierra y el mundo. Este quién de la experiencia poética tiene por contrapartida la obra.
Entre quien la experimenta y la obra se requiere una relación particular, a la que el texto
que se comenta denomina cuidado: “Dejar que la obra sea una obra, es lo que denominamos
el cuidado por la obra. Es sólo por mor de ese cuidado por lo que la obra se da en su ser-
creación como aquello efectivamente real, o, tal como podemos decir mejor ahora, como
aquello que está presente con carácter de obra.” (Heidegger, “El origen de la obra de arte”,
2008 [1935/1936], pág. 48). Por su parte, este cuidado implica una relación entre creadores
y cuidadores, a la que el texto se refiere en los siguientes términos: “En la misma medida en
que una obra no puede ser sin haber sido creada, pues tiene una necesidad esencial de
creadores, tampoco lo creado mismo puede seguir siendo sin sus cuidadores.” (Heidegger,
“El origen de la obra de arte”, 2008 [1935/1936], pág. 48). Puede decirse que para el quién
de lo ente acaecida en la obra. Ahora bien, ese mantener en el interior del cuidado es un
que sabe verdaderamente lo ente, sabe lo que quiere en medio de lo ente.” (Heidegger, “El
en su sentido más estricto como traer aquí. La obra sostiene y lleva a la propia tierra a lo abierto de un mundo.
La obra le permite a la tierra ser tierra. […] La tierra sólo se muestra como ella misma, abierta en su
claridad, allí donde la preservan y la guardan como ésa esencialmente indescifrable que huye ante cualquier
intento de apertura; dicho de otro modo, la tierra se mantiene constantemente cerrada.” (Heidegger, “El origen
de la obra de arte”, 2008 [1935/1936], pág. 33)
habitar en “Construir habitar pensar” (1993 [1954]) del mismo Heidegger: “Construir es
propiamente habitar. […] Habitar es el modo como son los mortales sobre la tierra. […] El
construir que edifica construcciones.” (pág. 163). En este mismo texto aparece la relación
salvar la Tierra, en acoger al Cielo, es esperar a los Divinos, en guiar a los Mortales, se
desde una visión de mundo contextalista existencial, la investigación que interroga por la
aplicación del concepto de poética a la arquitectura se precisa como una indagación sobre la
“Una de las necesidades básicas del ser humano es experimentar su propia situación
como plena de significado […] El ser humano habita cuando puede orientarse en e
Ahora bien, el que la aplicación del concepto de poética, como la unidad de lo común a los
tectónica
resulta procedente retomar los conceptos de mundo, mortalidad y tierra. Se afirmó con
anterioridad que la creación de la obra es lo que evita que las tendencias opuestas de mundo
y tierra se anulen una a la otra. Con respecto la creación indicada, cabe preguntar ¿qué es lo
creado por la obra de arquitectura? Un indicio para dar respuesta a este interrogante se
encuentra en algunas consideraciones sobre el puente, con el que Martin Heidegger ilustra
el concepto de lugar en “Construir habitar pensar” (1993 [1954]). Este texto afirma “[e]l
lugar no está ya ahí antes del puente [… que] el puente no llega a estar primeramente
dentro de un lugar, sino que desde el puente mismo surge ante todo un lugar. Él es una
cosa, recolecta lo cuadrante, pero recolecta de tal manera que localiza a lo cuadrante en un
paraje.” (pág. 170). Así mismo, el texto en referencia sostiene que “[…] el construir pro-
duce lugares […]” (pág. 175). De acuerdo con tales indicios, la respuesta a la pregunta
85
Traducción propia de. “It is one of the basic needs of man to experience his life situation as meaningful […]
Man dwells when he can orientate himself within and identify himself with an environment, or, in short when
he experiences the environment as meaningful.” (Norberg-Schulz C. , Genius Loci. Toward a phenomenology
of architecture, 1980 [1979], pág. 5)
decir, que una de las maneras en las que se desplegaría la experiencia poética de la
Sin embargo, los lugares creados por las obras de la arquitectura, si bien tienen una
asemejan a la mortalidad del quién de la experiencia poética, a la que se hizo referencia con
humana resiste la mortalidad, la obra se opone a los efectos del paso del tiempo y al
86
“Las «esculturas de Egina» de la colección de Múnich, la Antígona de Sófocles en su mejor edición crítica,
han sido arrancadas fuera de su propio espacio esencial en tanto que las obras que son. Por muy elevado que
siga siendo su rango y fuerte su poder de impresión, por bien conservadas y bien interpretadas que sigan
estando, al desplazarlas a una colección se las ha sacado fuera de su mundo. Por otra parte, incluso cuando
intentamos impedir o evitar dichos traslados yendo, por ejemplo, a contemplar el templo de Paestum a su sitio
y la catedral de Bamberg en medio de su plaza, el mundo de dichas obras se ha derrumbado.” (Heidegger, “El
origen de la obra de arte”, 2008 [1935/1936], pág. 29)
87
“La mortalidad del hombre radica en el hecho de que la vida individual, con una reconocible historia desde
el nacimiento hasta la muerte, surge de la biológica. Esta vida individual se distingue de todas las demás cosas
por el curso rectilíneo de su movimiento, que, por decirlo así, corta el movimiento circular de la vida
biológica. La mortalidad es, pues, seguir una línea rectilínea en un universo donde todo lo que se mueve lo
hace en orden cíclico.” (Arendt, 1974 [1958], pág. 34)
es aquello de lo cual está hecha y que ha vencido las fuerzas de la naturaleza, a las que se
mismo, a abandonar la forma a la que ha sido sometida. El que la obra de arquitectura surja
de haber vencido las fuerzas de la naturaleza, pero que no lo haya hecho de una vez y para
lugar, memoria y tectónica, reclama que se aclare el sentido en el que se argumenta tal
despliegue. Dicho término alude a que se puede dirigir la atención a cada uno de estos
momentos, sin que sea posible ignorar los restantes, es decir, se emplearía el término en una
forma similar a aquella en la que la utiliza Heidegger, cuando hace referencia al despliegue
unitario de la cuaternidad (Heidegger, 1993 [1951]: 165). (Ver Tabla 2-3 en el anexo de
Una consideración final, que complementa las previsiones de lo que se espera de la revisión
(Bachelard, La poética del espacio, 1975/1957, pág. 52) atribuye a los lectores de textos
poéticos y que se resumiría en exclamación por parte de ellos: «deberíamos haber escrito
esto»89.
Las respuestas a las preguntas sobre el sentido en el que se aplica el concepto de poética a
la arquitectura, las razones para hacer referencia a la experiencia cuando se lleva a cabo
esta aplicación, y los conceptos a través de los cuales se despliega la experiencia poética de
con respecto a los conceptos de lugar, memoria y tectónica, cuyo abordaje corresponde a
89
Se amplía esta referencia a esta obra de Bachelard en el capítulo 3.
Capítulo segundo
Este segundo capítulo se ocupa de alcanzar el objetivo específico planteado como una
mitad del siglo XX. A este objetivo, asocia como hipótesis auxiliar la proposición según la
lugar puede ser reconstruida a partir de un tránsito entre los conceptos de espacio y lugar.
aquello que ha sido transformado en cada etapa del mismo (el espacio), y apreciarlas como
acontecimientos que, en cada caso, crean un lugar. El objeto de aprecio en cada caso sería
un aspecto diferente de la obra. En el primer caso, apreciar las obras de arquitectura por la
cambio en los objetos apreciados (de la causa material a la final), habría una transformación
de las visiones de mundo desde las que se considera la obra. Es así como situar la obra
mientras que apreciarla como un acontecimiento, sería hacerlo desde visiones de mundo
contextualistas. El comienzo del tránsito indicado sería observable en una sucesión de tres
En desarrollo de dicha reconstrucción este capítulo sigue las trazas de algunas reflexiones
la segunda mitad del siglo XX. Al seguir las trazas de dichas reflexiones, la sección
esta sección, caracteriza tales reflexiones como dominadas por una visión de mundo
filosóficas aludidas en dicho debate, la tercera sección del capítulo, argumenta que la
consideración del ser y estar en el mundo, propia de los seres humanos, requirió la
por una visión de mundo organicista. Puesto que las metáforas generadoras (o metáforas
histórico, para la organicista, esta sección elabora los conceptos empleados para una
reconstrucción del curso de la reflexión sobre el concepto de lugar, en la obra del autor
mundo contextualistas, en una reflexión dominada por visiones de mundo organicistas, que
90
Este autor noruego fue discípulo de Sigfried Giedion en el Instituto Politécnico de Zúrich, y, como lo
atestiguan las referencias a su obra teórica, ha sido reconocido como ejemplo de aplicación de la
“fenomenología de Heidegger” a la arquitectura (Schumacher, 2011, págs. 9, note 15). Esta aplicación lo situó
en la trayectoria de reflexión que condujo a hacia el concepto de experiencia poética de la arquitectura, a la
que se hizo referencia en la introducción.
este sentido, este segundo capítulo confirma lo anticipado en el primero, con respecto a la
consolidación del lugar como objeto de la teoría arquitectónica, y complementa los aportes
los conceptos de contemplación de formas más allá de las sensaciones, tomada del
contextualismo. Para terminar, se presenta un balance del capítulo y las previsiones para los
Como se indicó con anterioridad, esta segunda sección identifica la reflexión frente a la
planteamiento que caracteriza la arquitectura como arte del espacio, uno de cuyos
defensores más reconocidos fue Sigfried Giedion, en particular, en su libro Espacio, tiempo
cuando, en el siglo XIX, no era tenido en cuenta y se abogaba por su consideración, hasta
alcanzar una posición hegemónica en una teoría dominada por elementos de una visión de
mundo organicista, durante la primera mitad del siglo XX. Esta posición hegemónica, con
Un ejemplo de una reflexión, proveniente del siglo XIX, en la que se echa de menos la
“Las alfombras colgadas permanecían como verdaderas paredes, los límites visibles
del espacio. Las a menudo paredes sólidas detrás de éstas se necesitaban por razones
que no tenían nada que ver con la creación de espacio; se necesitaban por seguridad,
para sostener una carga, por durabilidad, y cosas así. Siempre que la necesidad de
sólidas se hizo necesaria, estas últimas fueron solamente internas, una estructura
91
Además de los trabajos de este autor, se pueden citar como crítica de la hegemonía del concepto de espacio
La estética de la arquitectura (1985 [1979]) de Roger Scruton y Estudios sobre cultura tectónica. Poéticas de
la construcción en la arquitectura los siglos XIX y XX (1999 [1995], pág. 11) de Kenneth Frampton. La obra
de Scruton indicada sitúa el origen de las teorías que consideran el espacio como lo esencial de la arquitectura
en los trabajos de Heinrich Wölfflin y Paul Frankl (pág. 50). En lo atinente a Wölfflin, Scruton remite a dos
obras: Renaissance and Baroque (1888) y a Principles of Art History (1915, 1933 revisión).
92
La necesidad de asignar un lugar al concepto de espacio, en la reflexión sobre la arquitectura, ha sido
ubicada en las postrimerías del siglo XIX. De acuerdo con Estudios sobre cultura tectónica. Poéticas de la
construcción en la arquitectura los siglos XIX y XX (1999 [1995], pág. 11) de Kenneth Frampton, este
reconocimiento se encontraría en Das Wessen der architektonischen Shöpfung (1894), (La esencia de la
creación arquitectónica) de August Schmarsow. Según la misma fuente, el reconocimiento de primacía al
concepto de espacio estuvo antecedido por la introducción de su consideración en el campo de la teoría
arquitectónica por Gottfried Semper.
más propia de una reflexión sobre la tectónica, surge su recomendación de prestar al menos
holísticas de percepción de éste, es decir, desde un “estar situado en medio de”, que
contrastan con aquellas concebidas como un “estar situado frente a”, propias de la
93
Traducción propia de “Hanging carpets remained the true walls, the visible boundaries of space. The often
solid walls behind them were necessary for reasons that had nothing to do with the creation of space; they
were needed for security, for supporting a load, for their permanence, and so on. Wherever the need for these
secondary functions did not arise, the carpets remained the original means of separating space. Even where
building solid walls became necessary, the latter were only the inner, invisible structure hidden behind the
true and legitimate representatives of the wall, the colorful woven carpets.” (pág. 104). Con posterioridad a la
consulta de la traducción al inglés se tuvo acceso a su versión castellana: “El tapiz, en su condición de pared,
permaneció como elemento visible de delimitación. El muro situado detrás, a menudo muy sólido, se
convirtió en necesario a causa de una finalidad distinta de la exigida por la organización del espacio, como es
la de proporcionar una mayor estabilidad a la construcción, o una mayor duración u otras semejantes. Por lo
demás, donde no se tuvieron en cuenta estos fines secundarios, el tapiz quedó como el único y primitivo
elemento de separación espacial. Incluso allí donde se requería la realización de muros sólidos, estos
formaron únicamente el andamiaje interno no visible, oculto tras el auténtico y legítimo representante de la
pared: el tapiz, tejido en múltiples colores.” (Semper, Escritos fundamentales de Gottfried Semper. El fuego y
su protección, 2014, pág. 159)
94
El pasaje en referencia dice: “Su estudio [de los cerramientos espaciales ricamente articulados] para la
comprensión del arte es al menos tan importante como la articulación, proporciones y decoración de aquellos
elementos de apoyo, sostén y cerramiento, con los cuales éste se realiza. Hasta ahora, la mayoría de los
académicos ha preferido estudiar los primeros y ha relegado el de los aspectos espaciales.” (pág. 115)
Traducción propia de “Their study [of the richly articulated spatial enclosures] for the understanding of art is
at least as important as the articulations, proportions, and decorations of those supporting, bearing, and
enclosing elements that came into use with them. Yet the majority of scholars have preferred to study the
latter and have neglected the spatial aspects.” (pág. 115). Con posterioridad a la consulta de la traducción al
inglés se tuvo acceso a su versión castellana: “Su estudio para la comprensión del arte es al menos tan
importante como el de los elementos de articulación, las proporciones y la decoración de las partes utilizadas
como cierre, soporte y apoyo. No obstante, la mayoría de nuestros entendidos en arte se aplicado
preferentemente al estudio de estas últimas, descuidando los aspectos espaciales.” (Semper, Escritos
fundamentales de Gottfried Semper. El fuego y su protección, 2014, pág. 167)
“Se ha dicho, con razón, que el efecto de un aposento de bellas proporciones debe
percibirse aunque se transite por él con los ojos vendados. El espacio como cosa
física no puede ser captado más que con los órganos físicos. Este efecto espacial es
distinción entre tectónico y atectónico (Wölfflin, 2007 [1933], págs. 261-2)95. La referencia
95
La distinción entre formas tectónicas (que habrían predominado en el siglo XVI) y atectónicas (que habrían
predominado en el siglo XVII) fue introducida por Wölfflin en el campo de la pintura y aplicado por analogía
en el de la arquitectura, en la que su uso resulta paradójico, puesto que este autor admite que “[…] la
arquitectura es tectónica por su índole […]” (Wölfflin, 2007 [1933], pág. 261). Los pasajes en referencia
dicen: “El estilo de la forma cerrada [el estilo tectónico] es un estilo de arquitecto. Construye como construye
la naturaleza, y busca en esta lo que le es afín. La tendencia a las formas primitivas, de la vertical y horizontal,
se une a la necesidad de límite, orden y ley. Nunca se llegó a sentir la simetría del cuerpo humano con más
fuerza; nunca fue tan acusada la sensibilidad para el contraste de las direcciones verticales y horizontales y
para la proporcionalidad hermética como entonces. Por todas partes no afana el estilo tras los elementos
sólidos y permanentes de la forma. La naturaleza es un cosmos y la belleza es la ley revelada [Véase L. B.
Alberti, De re aedificatoria, Libro IX, pássim.] […] Para el estilo atectónico pasa a segundo término el interés
por lo construido y cerrado en sí. El cuadro deja de ser una arquitectura. Los factores arquitectónicos son
secundarios en la figura. Lo significativo en la forma no es el aparato, sino el aliento, que pone lo inerte en
fluidez y movimiento. Allá rigen los valores del ser; aquí, los valores de la metamorfosis. Allá radica la
belleza en lo limitado; aquí en lo ilimitado.” (Wölfflin, 2007 [1933], pág. 251); “No obstante, el
desquiciamiento de la tectónica [en el tránsito entre los estilos tectónico y atectónico] se ofrece en la
arquitectura con precedentes análogos a los ya vistos en la historia de las artes representativas. Y si hay reparo
en hablar de una fase atectónica, puede usarse si reparo el concepto de “forma abierta” en oposición al de
forma cerrada.” (Wölfflin, 2007 [1933], págs. 261-2)
difusión, llamó la atención sobre la obra de Frank Lloyd Wright, con lo que alimentó un
debate entre racionalismo y organicismo (en el sentido de un estilo arquitectónico que imita
las formas de la naturaleza). En cuanto a la tercera, puede ser considerada como trabajo
De acuerdo con estas anotaciones, el concepto de espacio habría convocado las reflexiones
teóricas de la arquitectura a lo largo de la primera mitad del siglo XX, como también lo
Ven, la cual incluye como epígrafe del siguiente aforismo de Berlage, fechado en 1908: “El
objeto de nuestras creaciones es el arte del espacio, la esencia de la arquitectura” (pág. 11).
96
Su primera edición es de 1941.
97
Frampton, en el texto aludido, sigue la trayectoria del concepto de espacio en Space, Time and Architecture
(1941) de Sigfred Giedion y Space in Architecture (1978) de Cornelis van de Ven.
Con anterioridad a esta mirada retrospectiva de van de Ven, Sigfried Giedion, quien se
Arquitectura Moderna – CIAM hasta 1956, había reflexionado sobre el concepto de espacio
por Giedion en Espacio, tiempo y arquitectura (2009 [1969]), a comienzos del siglo XX
tuvo lugar una “revolución óptica que abolió el punto de vista único de la perspectiva”
(pág. 37), la cual hizo posible que se volviera a apreciar “las cualidades de emanación
espacial que tienen los edificios exentos” (Ídem.). Dicha revolución, según el mismo texto,
implica el comienzo de una nueva tradición que se diferencia de la concepción del espacio
que la antecedió, caracterizada por el interés en la cavidad del espacio interior. De acuerdo
con la exposición del autor, el concepto de espacio acuñado en las primera décadas del
siglo XX, recupera la sensibilidad hacia las cualidades de “emanación espacial” de los
volúmenes, que también asocia al concepto de espacio predominante en las que el autor
denomina “primeras civilizaciones avanzadas: Egipto, Sumer e incluso Grecia” (págs. 27-
28). Esta recuperación de rasgos del concepto de espacio más antiguo, contrasta con la
relatividad (pág. 433)98. Así la tercera y más avanzada de las tres etapas, que para Giedion
98
El pasaje en referencia dice: “En la física moderna, el espacio se concibe como algo relativo a un punto de
referencia móvil, no como esa entidad aboluta y abstracta del sistema barroco de Isaac Newton. Y en el arte
moderno, por primera vez desde el Renacimiento, una nueva concepción del espacio ha llevado a una
apliación consciente de nuestras maneras de percibir el espacio. Fue el cubismo donde quedó plenamente
punto de vista:
referencia móvil, no como esa entidad absoluta y abstracta del sistema barroco de
Isaac Newton. Y en el arte moderno, por primera vez desde el Renacimiento, una
que permiten plantear una pregunta con respecto a si, en problemas y referencias como
éstas, se encuentra el impulso que condujo la reflexión hacia el concepto de lugar a partir
del de espacio.
Percibir el espacio desde diferentes puntos de vista se presenta como un desafío para esa
tradición acostumbrada a verlo desde un solo punto de vista, que Giedion identifica con la
vista único e inmóvil sino que aquello que se percibe se encuentra frente al espectador y
logrado.” (Giedion, Espacio, tiempo y arquitectura. Origen y desarrollo de una nueva tradición, 2009 [1969],
pág. 433)
diversos puntos de vista móviles parece implicar que el espectador se encuentra en medio
de aquello que percibe y que interactúa con lo que lo afecta. De acuerdo con estas
representa el reto de investigar algo ya conocido desde una “visión de mundo” diferente,
más que el desafío de captar algo nuevo desde una visión de mundo aceptada con
“espíritu de los tiempos” que se impone sobre trabajo intelectual de una época.
Las obras de Zevi son recurrentes en la centralidad del concepto de espacio para la
(1969 [1964]):
que define y consolida los contenidos sociales, los instrumentos técnicos y los
99
Expresiones que atribuyen acciones a seres inanimados también se encuentran el texto coetáneo La
experiencia de la arquitectura (2004 [1957]) de Steen Eiler Rasmussen, como lo muestra el siguiente
fragmento: “Cuando observamos los utensilios que ha producido el ser humano –utilizando el término
“utensilio” en el sentido más amplio de la palabra, que incluye los edificios y sus espacios– nos encontramos
con que ha sabido dar un carácter individual a cada uno de ellos mediante el material, la forma, el color, y
otras cualidades perceptivas. Cada uno parece tener una personalidad propia que nos habla honestamente
como un amigo servicial, como un buen camarada. Y cada instrumento tiene su efecto particular sobre nuestra
mente.” (Rasmussen, 2004 [1957], pág. 28)
horrendo; el espacio interior es, por tanto, el “lugar” donde se dan cita y se
desarrollo de una nueva tradición, 2009 [1969]) como una secuencia en la que al paso del
acuerdo con esta interpretación, considera un error de la edición de 1941 de esta obra, que
Giedion haya dedicado un capítulo intermedio a Frank Lloyd Wright, mientras reservaba el
último para Le Corbusier, puesto que esto implicaba que para entonces su obra representaba
indicaba así claramente que consideraba más actuales las tendencias arquitectónicas
Aún cuando esta referencia de Zevi al texto de Giedion exprese un desacuerdo, el pasaje
citado muestra que ambos autores conciben la historia de la arquitectura moderna como un
proceso único y universal. Así mismo, sus obras comparten el supuesto según el cual este
relación con los desarrollos en el campo de las ciencias; de tal manera que si la
ponerse a la altura de los avances alcanzados por la sicología. En este sentido, el autor
del fin de las concepciones mecánicas” (Zevi, Historia de la arquitectura moderna, 1954
[1950], pág. 381), lo que ilustra para la sicología con la teoría de la Gestalt 100 , cuyo
psicología del siglo XIX”. Según el texto en referencia, dicha superación de las
“[…] en cada una de estas tres ciencias se ha pasado de una concepción en la que
organizadas, que se producen con sus efectos en todas las partes del organismo.”
(Ídem.)
100
Cuyo origen atribuye a Chrisitian von Ehrenfels y sitúa 1890 (Zevi, Historia de la arquitectura moderna,
1954 [1950], pág. 381)
Giedion, es un debate desde visiones de mundo semejantes. Pero, ¿desde qué visión de
mundo
Esta sección arguye que, si el punto de partida de las teorías arquitectónicas, para las que el
de una visión de mundo organicista, en el sentido en el que Pepper emplea estos conceptos
como Ernst Neufert y Hans Scharoun, con Heidegger, en el coloquio de 1951 en Darmstadt,
sobre el tema “Hombre y espacio”, se presenta como una confrontación de dichas visiones
1970. Esta obra ilustra el desarrollo del concepto de lugar a partir de una discusión con el
Por otra parte, la comparación a la que hace referencia el segundo apartado, de algunas
En el primer capítulo, se indicó que Heidegger en textos como “El origen de la obra de
arte” (2008 [1935/1936]), “... Poéticamente habita el hombre...” (1994 [1951]) y “La
pregunta por la técnica” (1993 [1953]), entienden el concepto de poética como la unidad de
lo común a los productos del hacer humano, a partir de una interpretación de poemas de
Hölderlin y de textos como El Banquete (205b) de Platón. También, se argumentó que para
comprender las diferencias entre estos autores se requería referir dicha concepción a la
“visión de mundo” que predomina en cada uno de ellos. De manera análoga, en esta
sección se argumenta que las dificultades del concepto de espacio, con respecto al ser y
Este autor, en Architecture: Pesence, Language and Place (2000 [1994]), se declara
última edición de ese libro, nombra a Jørn Utzon como una figura de un nuevo y
dos vertientes, que en el coloquio sobre “Hombre y espacio”, que tuvo lugar en Darmstadt
[1954]). En relación con la hostilidad entre las dos posiciones, se cuenta con el siguiente
testimonio del también asistente y orador, José Ortega y Gasset: “[…] “un gran arquitecto”
protestó en el curso de los debates porque “[…] en las faenas arquitectónicas se introdujese
el Denker (el pensador) que con frecuencia es Zendenker (des-pensador).” […]” (Ortega y
101
Traducción propia de: “The modern movement thus had a clear direction, which found expression in some
notable architectural works. In his book, Space, Time and Architecture, Giedion singled out Alvar Aalto as
the founder of the “new regionalism”; in the last edition of that book, he named Jørn Utzon as a figure of a
new and significant type of architecture. I my self attempt to work out a theoretical foundation for this
direction in development with my book, Intenzioni in Architettura (1967), making use of the concept of
“symbolic environment” an focusing the Genius loci (1979) on the problems of place.” (Norberg-Schulz C. ,
Architecture: Presence, Language and Place, 2000 [1994], pág. 8)
No obstante el antagonismo, que habría marcado este encuentro, el legado del pensamiento
argumenta que para conciliar estas dos tradiciones fue necesario que Norberg-Schulz
tomara distancia con respecto a la visión de mundo, dominada por elementos del
organicismo, desde la cual Giedion había planteado su concepción del espacio, y aceptara
Así como cuando en el capítulo anterior, al aludir a las visiones de mundo formistas y
teoría de la verdad, resulta procedente describir los mismos términos para una visión de
mundo organicista, con el fin de compararlos con la teoría del espacio expuesta por Giedion
análisis, cabe anotar que el mismo texto de Giedion caracteriza la arquitectura como
externas, pero una vez que aparece, constituye un organismo en sí mismo, con su
Ahora bien, de acuerdo con Pepper (1972 [1942]), la metáfora raíz del organicismo es el
organismo (pág. 280) y “[…] el organicismo tiene que tratar principalmente con procesos
históricos […]” (Ídem.)102. Por su parte, el texto de Giedion en referencia presenta su teoría
del espacio como un proceso histórico en el que distingue tres momentos. De acuerdo con
este autor: “Resulta fácil comprender lo que está sucediendo actualmente en la arquitectura
brevemente: hay tres etapas en el desarrollo arquitectónico.” (2009 [1969], pág. 36). Según
la misma fuente, en la primera etapa, que “[…] abarcó la arquitectura de Egipto, Sumer y
Grecia” así como la mitad de la era romana, “[…] el espacio se hacía realidad mediante la
interacción de los volúmenes” (Ídem.). En la segunda, que “[…] abarca desde el Panteón de
Roma hasta el final del siglo XVIII” (pág. 37), “[…] el espacio interior –y, con él, el
arquitectura” (pág. 36). Por su parte, la tercera habría surgido en los albores del siglo XX,
espacial que tienen los edificios exentos” (pág. 37), como ya se mencionó, así como por
“[…] una interpenetración hasta ahora desconocida de los espacios interior y exterior, y una
interpenetración de diferentes niveles por encima y por debajo de del suelo […]” (Ídem.).
Entre la segunda y la tercera etapa, el autor sitúa al siglo XIX, como un “eslabón
102
Traducción propia de “[…] organicism has to deal maily with historic processes […]” (Pepper, World
Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 280)
Giedion en referencia, cabe preguntar si también le aplican las categorías con las que
Pepper describe esta visión de mundo. Con respecto a las categorías correspondientes a la
visión de mundo organicista, Pepper (1972 [1942]) enumera siete de éstas. Según el texto
en referencia, el “todo orgánico” (que constituye una de estas categorías) está integrado por
en cada fragmento (lo que representa una tercera categoría). Por otra parte, los “nexos o
forma tal que “economiza, guarda, preserva todos los fragmentos de experiencia originales
sin ninguna pérdida” (séptima) (pág. 283) 103 . En Espacio, tiempo y arquitectura (2009
103
El pasaje en referencia dice: “Ahora podemos seguir dando nombre a estas categorías. Podemos nombrar
siete. Pueden ser más o menos, dependiendo de qué tan detallada quiera uno ser en su exposición de la teoría.
Como hemos destacado son características de cualquier proceso orgánico o integrativo y sus logros. Estas
[categorías] son: (1) los fragmentos de experiencia que aparecen con (2) nexos o conexiones o implicaciones,
las cuales conducen de manera espontánea a agravar las (3) contradicciones, brechas, oposiciones o acciones
contrarias que se resuelven en (4) un todo orgánico que se encontraba ya de manera (5) implícita en los
fragmentos y que (6) trasciende las contradicciones anteriores por medio de una totalidad coherente, que (7)
economiza, guarda, preserva todos los fragmentos de experiencia originales sin ninguna pérdida.” (Pepper,
World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 283); traducción del autor de esta investigación de:
“We shall now proceed to name these categories. We shall name seven. They might be more or less,
depending on how detailed one wished to be in his exposition of the theory. They are as we remarked, the
features on any organic or integrative process and its achievements. These are: (1) fragments of experience
which appear with (2) nexuses or connections or implications, which spontaneously lead as result of the
aggravation of (3) contradictions, gaps, oppositions, or counteractions to resolution in (4) an organic whole,
which is found to have been (5) implicit in the fragments, and to (6) transcend the previous contradiction by
con conexiones e implicaciones que las integran en series de tradiciones, que pueden
cada una de las obras que pertenecen a éstas. A su vez, las diferencias en los grados en los
cuales ese todo orgánico se realiza en cada obra, permite ordenarlas, para reconstruir la
espacio como la afirmación del volumen y la negación del espacio interior, el segundo
mientras que el tercero vendría a ser la afirmación simultánea del volumen (“emanación
espacial de los volúmenes exentos”, en los términos de Giedion) y del espacio interior
anterior incluiría seis. La séptima categoría, que implicaría la afirmación con respecto a que
las relaciones entre las obras “conducen de manera espontánea a agravar las
relaciones entre obras las que hicieron que se agravaran las contradicciones al interior de la
concepción según la cual “[…] el espacio se hacía realidad mediante la interacción de los
volúmenes”, hasta alcanzar un punto que le permite al autor afirmar que “[…] el espacio
interior –y, con él, el problema del abovedamiento– empezó a convertirse el propósito más
means of a coherent totality, which (7) economizes, saves, preserves all the original fragments of experience
without any loss.” (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 283)
consideración que la descripción del siglo XIX como “eslabón intermedio” (pág. 37), el
Pepper señala la coherencia (1972 [1942], pág. 310) que “ […] es en primer lugar una
Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 311). La abundancia de ejemplos, con relación a los
cuales se argumenta que pueden ser comprendidos como momentos de un proceso histórico
referencia, aceptaría una teoría de la verdad como coherencia, en el sentido empleado por
Pepper.
tiempo y arquitectura (2009 [1969]) con el predominio de una visión de mundo organicista,
Una de las fuentes a las que recurre Norberg-Schulz en Existencia, espacio y arquitectura
(1975 [1971]) es Hombre y espacio (1969 [1963]) de Otto Friedrick Bollnow. En contraste
con el interés que manifiesta Sigfried Giedion, en Espacio, tiempo y arquitectura (2009
primeras décadas del siglo XX por la teoría de la relatividad, la obra de Bollnow argumenta
un “espíritu del tiempo”, que anima por igual a las manifestaciones científicas y artísticas.
distancia de una presunción de este tipo, con lo que su reflexión se aleja de la visión de
mundo organicista, que recibe de Giedion, y parece admitir elementos de una visión de
Schulz se presenta de manera ambigua y sin una ruptura definitiva, puesto que conserva
como trasfondo la idea de un “espíritu del tiempo” que exige a la arquitectura estar a la
altura de los progresos de la ciencia. Sin embargo, en sus obras más cercanas al
pensamiento contextualista, tal exigencia parece relajarse. Por ejemplo, mientras que en
Piaget, en Genius Loci (1980 [1979]) sólo lo menciona en tres ocasiones, como si
reconociera que para una visión de mundo contextulista no es necesario justificarse frente a
la ciencia. Esta comparación con Hombre y espacio (1969 [1963]) de Bollnow permite
una visión de mundo dominada por el organicismo, hacia una visión contextualista del
principios del siglo XX, cuyos pensadores y polemistas preferían verla como ciencia
antes que como poética. Y sin embargo, es también fiel al Hölderlin de Heidegger
en pensar la arquitectura como la poética del habitar el mundo.” (Isasi, 2005, pág.
11)104
ejemplo en el cual se plantea el concepto de lugar a partir de una discusión con el concepto
de espacio, la de Bruno Zevi, publicada entre las décadas de 1950 y 1960, representa una
una visión de mundo contextualista, en una discusión dominada por elementos de una
mundo. En la obra que se comenta de estos dos autores, las particularidades del ser y estar
confía cada vez menos a los “avances” de la ciencia. Con respecto al concepto de poética,
104
Otras obras, como La arquitectura como lugar. Aspectos preliminares de una epistemología de la
arquitectura (1974) de Muntañola persisten en el propósito de fundamentar la arquitectura, ya no en el
concepto de espacio de la física, pero sí en una “psicología epistemológica”, que toma de Piaget. La lectura de
Norberg-Schulz, desde el “estructuralismo genético”, en el que se basa el trabajo de Muntañola en referencia,
encuentra insatisfactoria la contribución de autor noruego a la creación de “[…] métodos en la tercera rama
básica de la matemática o sea la topología” (pág. 205). Frente a esta valoración, se puede argumentar que la
obra de Norberg-Schulz estaría más cerca de la de Bollnow, en cuanto al reconocimiento de ámbitos de
validez independientes para los conceptos matemáticos, como el de espacio empleado en la física, con
respecto a conceptos como “espacio vivencial”, “espacio existencial” o “lugar”.
pensamiento de dos filósofos del siglo XX. Así, una de las principales fuentes de Norberg-
Schulz sobre poética es Heidegger, mientras Benedetto Croce lo es de Zevi105. Cabe anotar
que estos dos filósofos cuentan entre sus fuentes sobre poética, con la discusión que
aparece en El Banquete (205b) de Platón sobre el mismo. Además, resulta significativo que
aproximación que incorpora elementos de una visión de mundo contextualista, con respecto
a otra que se encuentra dominada por elementos de una visión de mundo organicista.
Además de mostrar una vía alternativa a la de Norberg-Schulz, para dar cuenta del ser y
estar en el mundo del quien de la experiencia poética, la obra de Zevi no sólo representa
una preferencia por fuentes distintas, sino también una interpretación diferente del concepto
105
El concepto de poética de Croce se encuentra vinculado a la interpretación de éste en términos de género
literario y, por lo tanto dista de su comprensión como la unidad de lo que tienen en común los productos del
hacer humano: “La distinción entre poesía y prosa debe figurar a continuación de la de la ciencia y el arte.
Desde la antigüedad se ha observado que la distinción no podía fundarse en elementos externos como el ritmo
y el metro, la forma suelta o la forma ligada; que tal distinción era, por el contrario interna. La poesía es
lenguaje del sentimiento, como la prosa es lenguaje de la inteligencia. Mas como la inteligencia, en su
concreción y realidad, también es sentimiento, toda prosa tiene un lado de poesía.” (Croce, 1969 [1902])
(subrayado fuera del texto). La referencia de Croce al “ritmo y el metro” coincide con: “Sabes que el concepto
de “creación” [poíesis, ποίησις] es algo muy amplio, ya que ciertamente todo lo que es causa de que algo, sea
lo que sea, pase del no ser al ser es “creación” [poiesis, ποίησις], de suerte que todas las actividades que
entran en la esfera de todas las artes son creaciones y los artesanos de éstas, creadores o “poetas” [poiestai,
ποιησται]. […] Pero, sin embargo, prosiguió Diotima, sabes que no se les llama poetas sino que tienen otros
nombres y que del concepto total de creación se ha separado una parte, la relativa a la música y al arte
métrica, que se denomina con el nombre del todo, “Poesía”, en efecto, se llama tan sólo a ésta y a los que
poseen esa porción de “creación”, “poetas”” (Platón, El Banquete: 205b)” (subrayado fuera del texto).
un cambio de visión de mundo. Un ejemplo de esta interpretación, por parte de Zevi, del
argumentación del autor italiano se destaca su planteamiento según el cual Mies van der
ignorado por la crónica del movimiento, dejado de lado en las exposiciones retrospectivas,
Mies fue la más alta personificación del neoplasticismo, libre y por lo tanto la únicamente
fiel.” (pág. 77). Esta interpretación de la discusión del concepto de poética en El Banquete
de Platón (205 b) presupone una existencia del contenido de la obra, debida al espíritu del
palabras del autor: “Una poética reúne, subraya el común denominador de varios artistas,
mientras que la poesía distingue y perfila el sello específico de cada arquitecto creador.”
(Zevi, Poética de la arquitectura neoplástica, 1960 [1953], pág. 7). Por lo anterior, la
interpretación del concepto de poética que hace Zevi, no muestra sensibilidad hacia el papel
activo de quien recibe la obra, como el que se puede encontrar en la obra de Norberg-
106
De manera análoga a cómo las obras de Norberg-Schulz, de las décadas de 1960 y 1970, reciben la
influencia de la discusión sobre concepto de poética que se encuentra en (205 b) de El Banquete de Platón a
través del Heidegger; la influencia de este texto habría llegado a Zevi por intermedio de la interpretación de
Benedetto Croce, a juzgar por su alusión al “ritmo y al metro” en el pasaje antes citado (Croce, 1969 [1902],
pág. 111)
Tras aludir, entre otros, a los trabajos de Wölfflin (2007 [1933]), Schmarsow (1905), Frankl
(1914) y Zevi (1958), como fuentes en las que se argumenta la centralidad del concepto de
arquitectura (1998 [1967], pág. 63) que “[l]a exaltación excesiva del concepto de espacio
en los escritos de muchos teóricos de la arquitectura actuales nos parece […] bastante
dudosa; no nos ayuda mucho a dotar al concepto de espacio de una definición clara […]”.
lugar común, un tópico que muchos críticos emplean para explicar sin más
calificación lo que es arquitectura en todas partes. Bruno Zevi, por ejemplo, define
la arquitectura como el “arte del espacio”, pero realmente no define la naturaleza del
distinción de una serie de conceptos de éste, dentro de los que se destaca el de “espacio
caracterización del espacio arquitectónico abre paso a una teoría del lugar. De esta manera,
teoría de la arquitectura que integrara proyecto, historia, teoría y crítica (pág. 57) 108 ,
condujo hacia una teoría del espacio, que lo interpreta como dimensión de la existencia
luego, a una teoría del lugar, en Genius Loci. Toward a phenomenology of architecture
(1980 [1979]). De acuerdo con el autor, esta “recuperación del lugar” sería la dirección y la
Este tránsito entre una crítica a la banalización del concepto de espacio, en el contexto de la
Schulz, podría considerarse como una toma de distancia con respecto a la visión organicista
contextualista, que encuentra en las obras de Heidegger, a las que se aludió en el capítulo
anterior.
107
El pasaje en referencia dice: “El espacio arquitectónico […] puede ser definido como una concretización
del espacio existencial del hombre.” (Norberg-Schulz C. , 1975 [1971], pág. 12)
108
El pasaje en referencia dice: “La teoría de la arquitectura debería hacer un balance entre las dimensiones
características de los tipos de edificación, así como de las estructuras formales y de las relaciones entre estos
dos aspectos de la totalidad arquitectónica. […] La teoría ha de basarse en el conocimiento empírico (historia
de la arquitectura), pero pretende ayudar al arquitecto a proyectar y prever, a comparar y a criticar.” (Norberg-
Schulz,1998 [1967]: 57)
109
El pasaje en referencia dice: “En lo que sigue […] discutiremos algunas colaboraciones dirigidas hacia una
teoría en la que el espacio está realmente interpretado como una dimensión de la existencia humana, más que
como una dimensión del pensamiento o de la percepción” (Norberg-Schulz,1975 [1971]: 15)
110
“Una teoría del lugar no solo integra diferentes contribuciones en una concepción comprehensiva de las
relaciones entre el ser humano y su ambiente, sino que muestra que la historia de la arquitectura moderna
tiene una dirección y una meta: la arquitectura como recuperación del lugar.” (Norberg-Schulz, 1980 [1979]:
201) Traducción propia de: “A theory of place does not only integrate the different contributions, offering a
comprehensive conception of the relationship between man and his environment, but also shows that the
history of modern architecture has a direction and a goal: architecture as the recovery of the place.” (Norberg-
Schulz, 1980 [1979]: 201)
Norberg- Schulz
Heidegger en los trabajos de Norberg-Schulz a los que se ha hecho referencia 111 . Esta
asociación tiende a convertirse también en una reducción, según la cual la primera se limita
a ser una recepción pasiva de la segunda, exenta de originalidad. Frente a esta reducción,
aquí se argumenta que, en relación con el concepto de lugar, la obra de este teórico de la
arquitectura es más que una lectura de los textos de Heidegger y que, por el contrario, hay
un trabajo interpretativo en el que conviene detenerse para captar los matices y las
implica que el lugar sea un efecto de la arquitectura y no algo anterior a ésta. Con respecto
“lugares creados” por el ser humano, representaría un argumento en contra, puesto que, a
111
Por ejemplo, cuando Patrik Schumacher, en The Autopoiesis of Architecture. A new Agenda for
Architecture, incluye los escritos sobre arquitectura de Christian Norberg-Schulz dentro de los casos de
teorías arquitectónicas basadas en la filosofía, reconoce la deuda de este autor con la fenomenología de
Heidegger. “As examples of architectural theories that are informed by philosophy one might cite the
phenomenological approach to architecture, drawing on Heidegger’s phenomenology, as articulated in the
architectural writings of Christian Norberg-Schulz; or the theoretical underpinnings of Deconstructivism,
drawing on French Post-Structuralism and Derrida’s philosophy of Deconstruction, as articulated in the
architectural writings of Bernard Tschumi and Peter Eisenman.” (Schumacher, 2011, págs. 9, note 15)
concepto de lugar. Así mismo, cuando al concepto de lugar se le atribuye una importancia
crea el lugar. Así, para esta indagación con respecto a la relación entre el concepto de lugar
entre lugar y sitio. De acuerdo con el ejemplo, la rivera de un río ofrece muchos sitios en
los que sería posible ubicar algo, sin embargo, sólo con respecto a donde se ha levantado el
puente, se puede decir que existe un lugar. El texto es insistente con respecto a que el lugar
no estaba antes de que se construyera el puente y a que es la construcción del puente, lo que
permite que uno de tantos sitios en el curso del río se convierta en lugar, convoque la
“El puente, es por cierto, una cosa de tipo peculiar; pues recolecta lo cuadrante de
manera tal que le localiza [verstattet] un paraje [Stätte]. Pero sólo lo que él mismo
es un lugar puede espaciar un paraje. El lugar no está ya ahí antes del puente.
Ciertamente, antes de que el puente éste, hay muchos sitios a lo largo del río que
por el puente. Así, pues, el puente no llega a estar primeramente dentro de un lugar,
sino que desde el puente mismo surge ante todo un lugar.” (pág. 170)112
Este pasaje sugiere que no hay lugar con anterioridad a la construcción de obras
distinción entre “lugares naturales” y “lugares hechos por el ser humano”, que aparece en la
obra de Norberg-Schulz, a la que se ha hecho referencia, si, en tanto que lugares, habrían
comenta el pasaje citado de “Construir habitar pensar” en los siguientes términos: “El
un lugar, esto es, descubrir los significados potencialmente presentes en un entorno dado.”
112
El texto en alemán dice: “Die Brücke ist freilich ein Ding eigener Art; denn sie versam- melt das Geviert
in der Weise, daß sie ihm eine Stätte verstattet. Aber nur solches, was selber ein Ort ist, kann eine Stätte
einräu- men. Der Ort ist nicht schon vor der Brücke vorhanden. Zwar gibt es, bevor die Brücke steht, den
Strom entlang viele Stellen, die durch etwas besetzt werden können. Eine unter ihnen ergibt sich als ein Ort
und zwar durch die Brücke. So kommt denn die Brücke nicht erst an einen Ort hin zu stehen, sondern von der
Brücke selbst her entsteht erst ein Ort.” (Heidegger, “Bauen Wohnen Denken”, 2000 [1954], pág. 156/148).
Por su parte, la traducción al inglés de Albert Hofstadter, citada en el texto de Norberg-Schulz en referencia
dice: “To be sure, the bridge is a thing of its own kind; for it gathers the fourfold in such a way that it allows
a site for it. But only something that is itself a location can make space for a site. The location is not already
there before the bridge is. Before the bridge stands, there are of course many spots along the stream that can
be occupied by something. One of them proves to be a location, and does so because of the bridge. Thus the
bridge does not first come to a location to stand in it; rather, a location comes into existence only by virtue of
the bridge.” (Heidegger, “Building Dwelling Thinking”, 1971 [1954], pág. 154) Con respecto a esta
traducción llama la atención que la palabra alemana “Ort” haya sido vertida al inglés como “location” y no
como “place”.
natural” denota una serie de niveles en el ambiente, que abarcan desde los continentes y
países, hasta el área sombreada bajo un árbol en particular.” (pág. 32)114. Esta manera de
cualquier intervención humana, puesto que ni los continentes, por su enormidad, ni la casi
humano para existir115. Sin embargo, pese a lo naturalista y alejado de toda acción humana
que pueda sonar esta caracterización del “lugar natural” (si se hace caso omiso de que el
término ambiente nombra la relación del ser humano con la naturaleza), de manera
mitológicas a la realidad, que consideran los seres naturales como animados, e incluso
113
Traducción para este texto de: “The existential purpose of building (architecture) is therefore to make a
site become a place, that is, to uncover the meanings potentially present in the given environment.” (Norberg-
Schulz C. , Genius Loci. Toward a phenomenology of architecture, 1980 [1979], pág. 18)
114
Traducción para este texto de: “The term “natural place” denotes a series of environmental levels, from
continents and countries down to the shaded area under an individual tree.” (Norberg-Schulz C. , Genius Loci.
Toward a phenomenology of architecture, 1980 [1979], pág. 32)
115
Ricardo L. Castro, introduce el concepto de Topothesia para dar cuenta de aquello que “caracteriza no sólo
los edificios […] sino lugares específicos o topografías que parecen intemporales y que dan la sensación de
haber evolucionado progresivamente a su estado actual” (Castro, 2008, pág. 29)
116
“Desde el origen de los tiempos, el ser humano ha reconocido que la naturaleza consta de elementos
interrelacionados que expresan los aspectos fundamentales del ser. El paisaje donde éste vive no es un mero
flujo de fenómenos, sino que tiene estructura y encarna significados. Estas estructuras y significados han dado
lugar a mitologías (cosmogonías y cosmologías) las cuales han constituido las bases del habitar” (Norberg-
Schulz C. , Genius Loci. Toward a phenomenology of architecture, 1980 [1979], pág. 23). Traducción propia
de: “From the beginning of time man has recognized that nature consist of interrelated elements which
express fundamental aspects of being. The landscape where he lives is not a mere flux of phenomena, it has
structure and embodies meanings. These structures and meanings have given rise to mythologies
(cosmogonies and cosmologies) which have formed the basis of dwelling.” (Norberg-Schulz, 1980 [1979]:
23)
por el texto al que se ha hecho referencia, entre “convertir un sitio en un lugar” y “descubrir
expresiones mencionadas puede entenderse como un caso en el que algo, es decir, el lugar
que antes de la construcción de la obra de arquitectura no existía, pasa del “no ser” al “ser”.
expresión “descubrir” constituye un indicio del tipo de compromiso ontológico que el autor
estaría dispuesto a admitir. Como en la referencia de Quine (Acerca de lo que hay, 1962
[1948], pág. 41), al punto de vista del realismo en la filosofía de las matemáticas, según la
cual esta manera de pensar se compromete con la existencia de entidades abstractas, que
tienen un ser independiente de la mente, la cual puede descubrirlo, pero no crearlo 117 ,
con una ontología que contenga, ya de antemano, todo lo que puede llegar a ser, como seres
of architecture, 1980 [1979], pág. 18) 118 , la cual amplía y apoya en la siguiente
interpretación de W. J. Richardson:
117
«Realismo […] es la doctrina platónica de que los universales, o entidades abstractas, tienen un ser
independientemente de la mente; ésta puede descubrirlos, pero no crearlos.» (Quine, 1962: 41)
118
Traducción propia de: “Before, the meaning of the landscape was “hidden”, and the building of the bridge
brings it out into the open.” (Norberg-Schulz C. , Genius Loci. Toward a phenomenology of architecture,
1980 [1979], pág. 18).
“lugar”, sin embargo, no existía como un ente antes del puente (aunque hubo
siempre muchos sitios a lo largo de las orillas del río donde podría haber surgido),
, Genius Loci. Toward a phenomenology of architecture, 1980 [1979], pág. 18) 119.
equivalente a “surge”, para referirse al lugar, que se da como tal por la construcción del
puente.
Aún sin tener que tomar partido con respecto a si la acción del ser humano es la de un
Rasmussen (2004 [1957]) en los siguientes términos: “La actividad de este espectador es
creativa: Su esfuerzo por formar una imagen completa de lo que ha visto re-crea el
fenómeno que observa.” (Rasmussen, 2004 [1957], pág. 33). En el mismo pasaje, el autor
equipara la actividad del espectador con la del pintor, al indicar que “[…] su actividad
119
Traducción propia de: “The bridge gathers Being into a certain “location” that we may call a “place”. The
“place”, however, did not exist as an entity before the bridge (although there were always many sites along
the river-bank were it could arise), but comes-to-presence with and as the bridge [W. J. Richardson,
Heidegger. Through Phenomenology to Thought. The Hague 1974, p. 585.].” (Norberg-Schulz C. , Genius
Loci. Toward a phenomenology of architecture, 1980 [1979], pág. 18).
simple esbozo, después lo elabora […] por último va añadiendo detalles […]” (Rasmussen,
2004 [1957], pág. 33). A esta aproximación entre la actividad del espectador, con respecto a
necesaria para experimentar el objeto que se ha visto. Pero lo que ven esos
Aun cuando haya acuerdo con respecto al papel activo del espectador, sí hay diferencias
comentario de Rasmussen, sobre cómo “[n]o hay una idea objetivamente correcta de la
apariencia de una cosa […] y la anotación que desde una aproximación fenomenológica
explicación de un ser previo, sino la fundamentación, los cimientos del ser; la filosofía no
es el reflejo de una verdad previa, sino, como el arte, la realización de una verdad.”
(Merleau-Ponty, 1997 [1945], pág. 20). Si se acepta un compromiso ontológico con este
alcance se seguirá que los “lugares naturales” también son “lugares hechos por el hombre”,
que son creados por la forma en la que son percibidos, son objetos mirados como obras, por
[1998], pág. 66). Así, la mirada viene a ser tan creativa como la mano.
Esta cuarta sección del capítulo identifica tres consecuencias, sobre el tránsito del concepto
postmodernismo. Por su parte, la tercera consecuencia, puede ser entendida como una
según se lo aborde desde una teoría de la arquitectura dominada por elementos de una
visión de mundo organicista, o desde una reflexión que incorpora elementos de una visión
esperar que las obras, que expresan el “espíritu del tiempo”, sólo aparezcan en los centros
que esa visión de mundo considera más avanzados. Por lo anterior, la aparición de obras de
esfuerzo por captar las particularidades de ser y estar en el mundo del ser humano,
del lugar” permanezca en el tiempo, puesto que no da por hecho un predominio del
“espíritu del tiempo” sobre el “espíritu del lugar”. Ahora bien, si la discusión sobre el
procesos históricos de carácter vinculante para toda la humanidad. Estas dos discusiones,
según se sostiene en esta cuarta sección, proporcionaron las condiciones para el despliegue
regiones atrasadas, se presenta en el primer apartado de esta sección. Para mostrar cómo
corresponde a la mirada sobre lo regional, desde una teoría de la arquitectura dominada por
arquitectura moderna (1954 [1950]) de Zevi. Esta mirada se contrasta con los
[1969]) de Giedion, en los que se destaca el asombro ante lo que resulta anómalo para una
“regionalismo crítico” de Alexander Tzonis y Liane Lefaivre (“The grid and the pathway”,
retomado por Kenneth Framton en textos como “Hacia un regionalismo crítico: seis puntos
(2009 [1985]). Con respecto a los textos de Frampton, se indica algunas fuentes de las que
visión de mundo organicista desde la que se concibe dicho proceso. Para terminar, se
Solà-Morales.
autores como Enrique Browne (1991), Cristian Fernádez Cox (1991), Ada Dewes (1991) y
Moreno presenta una lectura de la discusión llevada a cabo en los SAL, en términos de
visiones de mundo. Esta lectura permite precisar la mencionada distinción entre captar la
encuentra plausible suponer que las innovaciones científicas, técnicas, sociales y artísticas,
correspondientes a dicho “espíritu de los tiempos”, se difunden desde los centros más
avanzados, donde se originan, hacia unas periferias rezagadas. Una expresión de estos
los siguientes términos: “Cada época se caracteriza por su tendencia artística original, pero
siempre hallamos, especialmente lejos de los centros que llevan a cabo la renovación,
espléndidas obras hablan un lenguaje antiguo.” (pág. 604). Supuestos como éstos
constituyen el trasfondo del asombro que causan, desde una visión organicista de mundo,
tradición, 2009 [1969]). Esta introducción lleva como subtítulo de “La arquitectura en los
años 1960: Esperanzas y temores”. De acuerdo con el texto en referencia, las esperanzas de
Giedion se ven alentadas por aportes a la arquitectura moderna, provenientes de fuera del
continente europeo. Son estos aportes los que se encuentran asociados a la expresión
“nuevo regionalismo”. Según el mismo texto, dicha expresión se entiende como “[…]
adentrarse en los elementos cósmicos y terrestres de una región […]” (pág. 21). De manera
consistente con una visión de mundo organicista, el autor percibe las respuestas
totalidad, representada por una civilización universal que expresa el “espíritu de los
tiempos”. Este “nuevo regionalismo” propone un diálogo entre dichos elementos cósmicos
y terrestres, que el autor califica como “inmutables”, y “[l]a concepción espacial y los
local (regional) viene a corresponder con aquéllas entre el “espíritu del tiempo” y el del
“lugar” y entre civilización y cultura, como ha sido puesto de presente en el debate en torno
contemporánea, 2000)
La referencia al diálogo entre contrarios aparece tanto en este planteamiento del “nuevo
regionalismo crítico: arquitectura moderna e identidad cultural”, comienza con una extensa
cita de un artículo de 1961, escrito por Paul Ricoeur que tiene por título “La civilización
universal y las culturas nacionales” (1990 [1955]). Esta cita termina con un reclamo por un
diálogo auténtico, cuyo contraste con el diálogo entre “[l]a concepción espacial y los
tradición, 2009 [1969], pág. 21), indica el sentido del calificativo “crítica”, aplicado, tanto
al tipo de historia que pretende hacer, indicada en el título del libro, como al regionalismo,
“Nadie puede decir qué será de nuestra civilización cuando haya conocido
dominación. Pero hemos de admitir que este encuentro aún no ha tenido lugar en un
plano de auténtico diálogo. Ésa es la razón por la que estamos en una especie de
A su vez, esta distancia crítica, que Frampton encuentra en Ricoeur, resulta mantener algún
grado del optimismo con respecto a la posibilidad de diálogo, planteada por Giedion, frente
Dialéctica de la Ilustración (1994 [1969], pág. 62). El único de residuo de optimismo que
se detiene ni ante el progreso [y que] exige hoy tomar partido a favor de los residuos de
libertad, de las tendencias hacia la humanidad real, aun cuando éstas parezcan impotentes
“[…] mi afinidad con la teoría crítica de la Escuela de Fráncfort ha teñido sin duda
120
Ricoeur precisa el problema del que se ocupa ese texto en los siguientes términos: “La humanidad, tomada
como un cuerpo único, entra en una única civilización planetaria que representa a la vez un progreso
gigantesco para todos y una tarea aplastante de supervivencia y adaptación de la herencia cultural a este nuevo
marco” (Ricoeur, 1990 [1955], pág. 251). Según el mismo texto este problema “[…] es común a las naciones
altamente industrializadas y dirigidas por un Estado nacional antiguo como a las naciones que están saliendo
del subdesarrollo y están dotadas de una independencia reciente.” (Ídem.) En consecuencia con esta
anotación, considera que “[…] es la primera vez que vislumbramos, desde hace un par de siglos en Europa y
desde la segunda mitad del siglo XX para las inmensas masas humanas de Asia, de África y de América del
Sur, la posibilidad de acceso de todos los hombres a un bienestar elemental” (Ricoeur, 1990 [1955], pág.
255). Esta consideración contrasta con el que “[p]or todas partes, a través del mundo, las mismas malas
películas, las mismas máquinas tragaperras, los mismos horrores en plástico o en aluminio, la misma
distorsión del lenguaje por la propaganda, etc. …; y todo pasa como si la humanidad, el acceder en masa a
una primera cultura de consumo, se hubiera detenido también en masa en un nivel de subcultura. Llegamos
así a un problema crucial para los pueblos que salen del subdesarrollo” (Ricoeur, 1990 [1955], pág. 256)
De acuerdo con este pasaje, ser crítico es “ser consciente del lado oscuro de la Ilustración”.
crítico como lo que identifica a “[…] esas “escuelas” regionales relativamente recientes
cuyo propósito primordial consistió en ser el reflejo y estar al servicio de las limitadas áreas
en las estaban radicadas” (Historia crítica de la arquitectura moderna, 2009 [1985], pág.
318). En “Hacia un regionalismo crítico: seis puntos para una arquitectura de resistencia”
(1983), Frampton reconoce el origen del regionalismo crítico en “The grid and the
pathway” (1981) de Alexander Tzonis y Liane Lefaivre. Desde el primer párrafo, este
121
Marina Waisman comenta este pasaje en una nota incluida en la sección que dedica al dilema entre
“Subjetividad y objetividad” en la “Historiografía arquitectónica”, en El interior de la historia como “[u]n
ejemplo excelente del cumplimiento” de declaración explícita, por parte de cada historiador de “[…] su
ideología arquitectónica y el método que ha de seguir en su trabajo” (Waisman, El interior de la historia,
1990, pág. 43)
El texto establece un vínculo entre regionalismo y una recuperación del concepto de genius
loci. Cuando ubica una primera fase del regionalismo griego en el siglo XVIII, menciona el
del Renacimiento y el siglo XVII, el cual “se sacudía el yugo de las reglas del jardín formal
cediendo en cambio a las del “genio del lugar” [A. Pope. Moral Essays. Epistle to
Burlington (1730-31)].” (Tzonis & Lefaivre, “The grid and the pathway”, 1981, págs. 165-
166)123. A la que identifica como una segunda fase del regionalismo, y que ubica al final
122
Traducción propia de “By way of general definition, we can say that it [regionalism] uphold individuals
and local architectonic features against more abstract and universal ones, in addition, however, regionalism
bears the mark of ambiguity. On the one hand, it has been associated with movements of reform and
liberation, it has helped to foster a new sense of identity among groups and to cement new unites, on the
other, it has proved a powerful tool of repression and chauvinism, splitting people into separate enclaves and
enclosing them behind the walls of prejudice and intolerance.” (Tzonis & Lefaivre, “The grid and the
pathway”, 1981, pág. 164). El autor reconoce una deuda de gratitud con el Arquitecto Juan Luis Rodríguez,
cuya intervención hizo posible acceder al texto en la biblioteca de la Universidad de Yale.
123
Traducción propia de “[…] throws of the yoke of the rules of the formal garden yielding instead to those
of the “genius of the place” [A. Pope. Moral Essays. Epistle to Burlington (1730-31)]” (Tzonis & Lefaivre,
“The grid and the pathway”, 1981, págs. 165-166). Cabe aotar que Pope ha sido mencionado como el pionero
de la recuperación del concepto de genius loci: “El genius loci (el espíritu del lugar) es el término usado en la
antigüedad clásica para denotar el espíritu guardián de un lugar particular. En la arquitectura del paisaje, la
identificación del carácter particular de cierto lugar –su genius loci– se ha convertido en un importante
principio de diseño, introducido por el poeta Alexandr Pope (1688-1744) en su carta a Richard Boyle, Lord
Burlington, 1731: Consulta para todo al genio del lugar; que le dice a las aguas si elevarse, o caer; o ayuda a
la ambiciosa colina a escalar el cielo; o recolecta el valle en teatros círculares; llama en el campo, atrapa los
claros abiertos, se une a la voluntad de los bosques, y diferencia unas sombras de otras; ahora quiebra, ahora
dirige las intenciones de las líneas; pinta como tú siembras y como tú trabajas, diseña. [A. Pope. Moral
Essays. Epistle to Burlington (1730-31)]” (Smienk & Niemeijer, 2011, pág. 13); traducción propia de: “The
genius loci (sprit of the place) is a term which was used in classical antiquity to denote the guardian sprit of a
particular place. In landscape architecture, identification of the particular character of a certain place –its
genius loci – become an important design principle, introduced by the poet Alexander Pope (1688-1744) in
his epistle to Richard Boyle, Lord Burlington, 1731: “Consult the genius of the place in all; That tells the
waters or to rise, or fall; Or helps the ambitious hill the heav’ns to scale; Or scoops in circling theatres the
vale; Calls in the country, catches opening glades, Joins willing woods, and varies shades from shades; Now
referencia, lo que caracteriza esta fase, fuera de Grecia, es la manifestación de los ideales
locales y el desdén […] por la reglas y sistemas de la arquitectura neoclásica […]” (Tzonis
& Lefaivre, “The grid and the pathway”, 1981, pág. 166)124. Esta segunda fase, es seguida
“El regionalismo histórico es sucedido por un tercer tipo. A pesar de que este
contexto social, económico, político y cultural diferente. Sus oponentes no son los
seudouniversales, sino los aspectos despóticos del estado del bienestar y los efectos
breaks, or now directs, th’intending lines; Paints as your plant, and, as you work, designs.” (Smienk &
Niemeijer, 2011, pág. 13). Así mismo, se ha discutido tal condición de precursor “Entonces, he aquí la manera
en la cual Villa Rotonda, yaciendo al margen de una colina, domina y dirige el paisaje circundante. Es un
testigo silencioso, porque mientras Palladio, en efecto, menciona la vista panorámica sobre los campos y
cultivos a su alrededor, calla sobre la manera en la que ha reunido la villa y el paisaje. Él ha explotado la
situación dada aquí tan bien que él, y no Alexander Pope (unos pocos siglos después), debería aparecer como
el inventor del concepto de genius loci”; Traducción propia de: “Then there is the way in which the Villa
Rotonda, lying on the edge of a hill ridge, dominates and directs the surrounding landscape. It is a silent
witness, because while Palladio indeed mentions the panoramic view over the fields and farms all around, he
is silent about the way in which he has jointed the villa and the landscape. He has even exploited the given
situation here so well that he, and not Alexander Pope (a few centuries later), would appear to have invented
the concept of genius loci.” (Smienk & Niemeijer, 2011, pág. 13).
124
El pasaje en referencia dice: “Fuera de Grecia, los ideales regionalistas de independencia y libertad se
manifestaron en la admiración de ruinas de estructuras medievales locales y el desdén de, en palabras de
Goethe, por la reglas y sistemas de la arquitectura neoclásica, la cual provocaba, con un paternalismo
patriarcal, una uniformidad de los edificios opresora del alma [Goethe. Von deutscher Baukunst 1775. W. D.
Roberson Scott. The Literaty Backgrund of the Gothic Revival in Germany. Oxford, 1965, p. 76-95 “Gothic”.
Architectural Review t. XCVIII. diciembre 1945” (Tzonis & Lefaivre, “The grid and the pathway”, 1981, pág.
166). Traducción propia de: “Outside Greece, the regionalist ideals of independence and freedom are
manifested in the admiration of local remains of medieval structures and the disdain in words of Goethe, for
the “rules” and “systems” of the neo-classical architecture which brought about with “patriarchal fatherliness”
a uniformity of buildings pressing upon de soul [Goethe. Von deutscher Baukunst 1775. W. D. Roberson
Scott. The Literaty Backgrund of the Gothic Revival in Germany. Οξφορδη [Oxford], 1965, σ. [p.] 76-95
“Gothic”. Architectural Review τ. [t.] XCVIII.] Δεκ [diciembre] 1945” (Tzonis & Lefaivre, “The grid and the
pathway”, 1981, pág. 166)
década de 1980 de “crítica y regionalista”, argumentando que encuentran en ésta “[…] una
(pág. 23). Sostienen también que estas características son empleadas “[…] con la intención
como a fin de poner en tela de juicio una realidad presente carente de estándares morales o
los elementos tradicionales) y región coincide con lo afirmado por Frampton con
125
Traducción propia de: “Historical regionalism is succeeded by a third type […]. Although this regionalism,
which we may call critical regionalism still derives from the ideals of the singular and the local, of liberty and
antiauthoritarianism it fits into a different social, economic, political and cultural context. Its opponents are
not the repressive absolutist regimes and their restrictive academic pseudo-universal theories but the despotic
aspects of the Welfare State and the custodial effects of modernism.” (Tzonis & Lefaivre, “The grid and the
pathway”, 1981, págs. 171-172)
126
“Habíamos desarrollado el concepto de regionalismo Crítico para ciertos fenómenos de la arquitectura
actual que observamos en Alemania [A. Tzonis, L. Lefaivre y A. Alofsin, “Die Frage des Regionalismus” en
Für eine andere Architektur, Edición a cargo de M. Andritzki, L. Burkhardt y D. Hoffman. 2 vols. Fisher,
Frankfurt, 1981, pp. 121-134] y Grecia [“The grid and the pathway”, Architecture in Greece, 5, 1981 (el
número es realmente 15)] y así mismo, de forma retrospectiva, para un breve movimiento que tuvo lugar en
los años cincuenta y que se suele asociar a Lewis Mumford, Ernesto Rogers y, parcialmente, a Kenzo Tange y
Giancarlo de Carlo.” (Tzonis & Lefaivre, “Crítica y regionalista. La arquitectura española en el marco
internacional”, 1990, pág. 23 y 24)
instancia, la de “ser” sólo pueden tener lugar en un dominio que esté claramente
A partir del reconocimiento de la relación entre regionalismo crítico y cultura, así como
entre esta última y lugar, se comprende el valor crítico del lugar, puesto que viene a ser lo
opuesto a “estar tan alejado de su propia producción como del mundo natural” y el sentido
de resistencia que le atribuye Frampton. Sin embargo, no todo en el lugar sería resistencia,
de Frampton.
hacen mutuamente legibles precisamente por las semejanzas y las diferencias entre ellas”
(pág. 20). A partir de este abordaje pretende “[…] construir un discurso, […] instalar un
dispositivo desde el cual atrapar rasgos, perfiles, actitudes y valores que formen parte
127
El texto original en inglés dice “[…] Heidegger shows that etymologically the German gerund building
closely linked with the archaic forms of being, cultivating and dwelling, and goes on to state that the condition
of “dwelling” and hence ultimately of “being” can only take place in a domain that is clearly bounded.”
(Frampton, “Towards a Critical Regionalism: Six Points for an Architecture of Resistance”, 2002 [1983], pág.
85 [24])
Investigaciones Sociales de Frankfurt, por lo que resulta pertinente para esta reflexión.
siglo XX como “comprometida con el proyecto moderno” que se presenta como un “[…]
discurso histórico por el cual, con carácter de necesidad, se explica el proceso que ha
llevado de la tradición clásica a la “nueva tradición” de la que habla Giedion” (pág. 17). A
esta crítica comprometida contrapone una para la que “[l]a arquitectura no es un árbol [de
tradiciones] sino un acontecimiento resultante del cruce de fuerzas capaces de dar lugar a
reconocimiento o la manifestación de ramas, tronco y raíces, sino que ella también es una
“acontecimiento”.
crítico” (pág. 69) al mismo tiempo que toma distancia de “Construir habitar pensar” (1993
[1954]) de Heidegger cuando, con referencia al “regionalismo”, dice que se trata de “[u]n
concepto, por cierto, también basado en la lectura del Heidegger más discutible y ambiguo,
más rural y menos urbano, proclive al pensamiento arcaizante y que encuentra en el texto
de este autor sobre el contraste entre las dos caras de la propuesta de Frampton, por un lado,
la de la “resistencia” y, por el otro la del “regionalismo”, indica que lo que considera “[…]
“teoría crítica”.
No obstante, su crítica le permite tomar distancia del concepto de lugar. En este sentido
benevolente acción de un inatrapable genius loci […]” (Solà-Morales, 2003 [1995], pág.
160). A esta actitud retrógrada contrapone “una cultura del acontecimiento” que caracteriza
como:
hacia el caos es capaz de generar elementos energéticos capaces de cribar este caos,
“La ruptura entre hacer y ser, entre la tecné y la poesis es, en Heidegger, la
está en la dirección del arte, del hablar, del construir, del habitar.” (pág. 136)
de Heidegger y Merleau-Ponty128, que “[…] marcan la inflexión crítica de las ideas del
puede considerar si, debido a la manera en la que se entrecruzaron las trazas de los debates
contextualista.
las que centran su interés en la postmodernidad como asunto histórico, en las que, por ese
articular la cuestión del regionalismo como Browne (1991) y Fernández Cox (1991). El
segundo reúne, intervenciones en las que se puede encontrar una mayor articulación entre
los dos debates y se pone en cuestión la consistencia del concepto de proceso (Dewes,
modernidad”, 1991).
de 1980 y 1990. Para examinar cómo se combinaron trazas de los debates sobre el
explora una respuesta afirmativa de dicha posibilidad, en el marco del debate sobre el
postmodernismo.
Por su parte, Zevi, en su intervención en dicho debate, tampoco proporciona razones para
artículo “El porvenir de la arquitectura francesa” (1984 [1981]), que hace parte el libro que
la acompañó, señaló los que consideraba como errores de la arquitectura de ese país en
aquel momento. Estos “errores” estaban representados por dos movimientos que calificó de
mismo texto agregó el regionalismo, con el que completa las que llama “[…] tres recetas
vernáculo.” (págs. 36-38). El artículo atribuye la causa de estos errores a los “vacíos
alemán ni del neoplasticismo holandés, el tener “[…] poca experiencia en el campo del
129
«La Arquitectura Moderna murió en St. Louis, Missouri, el 15 de julio de 1972 a las 3.32 de la tarde (más
o menos), cuando a varios bloques del infame proyecto Pruitt-Igoe se les dio el tiro de gracia con dinamita.»
(Jencks, 1984 [1978], pág. 9)
el haber tenido una participación poco activa en el periodo neo expresionista que siguió a la
Segunda Guerra Mundial (pág. 36). En síntesis, los “errores” del Movimiento Moderno de
la arquitectura en Francia son atribuidos por Zevi, al haber saltado etapas 130 , lo que
confirma su persistencia en una aproximación desde una visión de mundo organicista (en el
sentido de Pepper).
crítica sin abandonar su teoría de la arquitectura, dominada por elementos de una visión de
crítica que pone en duda la visión de mundo mencionada. Se trata de algunos trabajos de
Jean François Lyotard. Si, como se indicó, el “proceso” constituye una categoría central de
incredulidad con respecto a los metarrelatos.” (pág. 10) pone en cuestión la categoría de
“proceso”.
130
Como explicar los problemas psicológicos de un adulto por no haber completado estapas de la niñez o la
adolecencia.
“Los “metarrelatos” a que se refiere La condición posmoderna son aquellos que han
históricos”, el contextualismo tiene que admitir estructuras de integración que rodean los
1972 [1942], págs. 280-281). Según este autor, una visión de mundo organicista repara en
las etapas de los procesos históricos y en las características de la etapa más avanzada, que
constituye el ideal hacia el cual tiende el progreso de cada etapa hacia las siguientes. En
este sentido, etapas y progreso serían categorías de las visiones de mundo organicistas 131.
131
El pasaje en referencia dice: “Las categorías del organicismo consisten, de un lado, en notar las etapas
involucradas en el proceso orgánico, y, de otro lado, en notar las características últimamente alcanzadas o
realizadas de la estructura orgánica. La estructura alcanzada o realizada es siempre el ideal que anima las
etapas progresivas del proceso […] Esta oposición entre las que podemos llamar categorías progresivas e
ideales es una característica inevitable del organicismo, y parece ser una fuente de todas sus dificultades.
Idealmente, las categorías ideales deberían ser las únicas categorías del organicismo –y el ardiente exponente
de esta teoría cree que lo son con una profunda fe–, pero sin las categorías progresivas la teoría, obviamente
parecería más bien carecer de alcance. Y si las categorías ideales son omitidas, las categorías progresivas
inevitablemente sufrirían una revisión en dirección al contextualismo, la metáfora raíz del “organicismo” o
universal, se abre lo que este autor denomina determinismo local, que se puede asociar con
(Lyotard J.-F. , La condición postmoderna, 1979 [1989], pág. 10)132. De acuerdo con lo
anterior, una condición para dar respuesta afirmativa a la pregunta con respecto a la
necesidad de encajar en algún tipo de proceso. Tal liberación se encuentra en las visiones
de mundo contextualistas.
“integración” habría sido abandonada y la metáfora raíz fértil más cercana sería el acontecimiento histórico
[metáfora raíz propia del contextualismo].” (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942],
págs. 280-281). Traducción propia de “The categories on organicism consist, on the one hand, in noting the
steps involved in the organic process, and in the other hand, in noting the features in the organic structure
ultimately achieved or realized. The structure achieved or realized is always the ideal aimed at by the
progressive steps of the process. […] This opposition between what may be called the progressive categories
and ideal categories is an ineradicable characteristic of organicism, and seems to be one [281] source of all its
difficulties. Ideally, the ideal categories should be only categories of organicism –and the ardent exponent of
this theory with a profound faith in it believes they are,–but without the progressive categories the theory
seems rather obviously to lack of scope. Yet if the ideal categories are omitted, the progressive categories
would inevitable suffer revision in the direction of contextualism, for the root metaphor of “organicism” or
“integration” would have been abandon and the nearest fertile root metaphor would be the historic event.”
(Pepper, 1972 [1942], págs. 280-281)
132
El pasaje en referencia dice: “Así, la sociedad que viene parte menos de una antropología newtoniana
(como el estructuralismo o la teoría de sistemas) y más de una pragmática de la partículas lingüísticas. Hay
muchos juegos de lenguaje diferentes, es la heterogeneidad de los elementos. Sólo dan lugar a una institución
por capas, es el determinismo local.” (Lyotard J.-F. , La condición postmoderna, 1979 [1989], pág. 10)
relación entre cultura y lugar aunque, por otra parte, rechaza que el autor británico se
refiera a éste como un movimiento de retaguardia133. Se puede preguntar si, cuando Enrique
Reencantada” (1991), también cae bajo el dominio de una visión de mundo organicista.
aproximación a lo poético, en tanto que unidad de lo común a los productos del hacer
humano. Sin embargo, son más los elementos de una visión de mundo organicista, por lo
133
Los pasajes en referencia dicen: “Como destaca Frampton, la palabra cultura proviene de cultivar (la tierra)
y por lo tanto se refiere a un lugar [FRAMPTON, Kenneth: “Arquitectura y regionalismo crítico”].” (Browne,
1991, págs. 25-26); “Otros podrán decir con mayor propiedad que yo, si es conveniente hablar de vanguardia.
Pero tengo claro que este movimiento [al que denomina “la nueva arquitectura latinoamericana] no es, en
ningún caso de “retaguardia” [Término utilizado por Kenneth Frampton para describir a los “regionalismos
críticos”]” (Browne, Algunas características de la nueva arquitectura latinoamericana, 1991, pág. 32)
obra como acontecimiento, que le hubiera ofrecido la adopción de una visión de mundo
tan sólo a una de sus vertientes, que denomina, “modernidad ilustrada” (pág. 11). Así
Católica” que proporcionaría “[…] los gérmenes culturales que nos permitirían [a los
con lo anterior, considera que “[…] se puede sustentar que en nuestra realidad
elementos objetivos que nos anuncian la posibilidad de otra modernidad a la nuestra” (pág.
nosotros, es que podemos aprender de las [20] invenciones y experiencias pasadas de los
que van más adelantados” (págs. 19-20) pueden ser interpretadas como coincidencias con la
etapa, de un ideal hacia el que habrían progresado las etapas anteriores, términos en los que
Pepper (1972 [1942], págs. 280-281) describe la categorías de las visiones de mundo
organicistas.
Cristian Fernández Cox. Sobre el particular argumenta “[…] no creo que sea coherente
“modernidades” por la puerta trasera. Los “ismos” son la modernidad. Es claro que me
refiero al artículo de C. Fernández Cox […]” (Dewes, 1991, pág. 77). Como solución de la
contradicción propone “una arquitectura postmoderna propia” (Dewes, 1991, pág. 85) en la
que lo general corresponde al espíritu del tiempo (la postmodernidad) mientras que lo
particular se identifica con lo local (términos no muy distintos de aquellos en los cuales
regionalismo dice: “El interés en lo regional así reanimado adquiere entonces matices de
autenticidad histórica” (Dewes, 1991, pág. 83). Esta distinción entre identidad y
del tiempo parece quedar implícita la existencia de un tiempo universal” (pág. 89) y que,
sin embargo “[…] nuestra América y su arquitectura viven simultáneamente en tres tiempos
parece, pues, que el concepto de tiempo se presenta como una categoría demasiado
ambigua, casi inasible, como para que sin un análisis más profundo, podamos aceptarlo
como parámetro para la caracterización que estamos buscando [que pueda dar cuenta de
“No ocurre lo mismo con respecto al espíritu del lugar, tema sobre el que existen
reflexiones valiosas que han ido conformando un concepto rico, susceptible de ser
leído desde varios ángulos que no se contradicen entre sí, y acerca del cual parece
suya una actitud existencial, que rechaza la arquitectura abstracta, la arquitectura del
Esta valoración comparativa del “espíritu del tiempo” y el “espíritu del lugar” sustentan una
orientación hacia el acontecimiento, por encima del proceso, como la que se encuentra en el
siguiente pasaje:
mejor cuenta de su verdadera naturaleza (lo que no implica que no pueda elevarse a
partir de él una reflexión general o una creación poética […]); y porque , además a
las ideas y las prácticas […].” (Waisman, “Un proyecto de modernidad”, 1991, pág.
90)
que menciona los aportes de Silvia Arango, quien, según esta autora argentina, había
advertido sobre los peligros de un “cerrado nacionalismo” (pág. 92); de Enrique Browne,
quien busca una “conciliación en el espíritu del tiempo” (pág. 92); de Cristián Fernández
Cox, quien lo asocia con “una visión desde el centro” (pág. 92); y de Antonio Fernández
Alba, quien objeta que la arquitectura está más vinculada a ciudades que a regiones. Al
ponderar estos aportes, anota: “Si hay algo netamente positivo que ha derivado de la crítica
hegemónicos, en reconocimiento de las diferencias […]” (pág. 92) Con base en esta
resistencia. Todo lo que me hace pensar que estamos más cerca de una vanguardia
Si bien, estas alusiones a vanguardias y retaguardias no permiten afirmar que esta autora
abandone una concepción de proceso, detrás de la cual se puede adivinar una afinidad con
historia (1990) una discusión de sobre la objetividad de la labor del historiador, señala
cómo se ve forzado a efectuar recortes que luego ensambla en un todo sistemático. Este
mundo organicistas, que el despliegue, afín a visiones de mundo contextualistas, las cuales
Aun cuando no haga alusión a “les grands recits”, como Fernandez Cox, esta consideración
muestra capacidad para tomar distancia de las visiones de mundo organicistas, y reconocer
uno de los antecedentes inmediatos del presente trabajo, en particular, del análisis orientado
arquitectura, García Moreno sintetiza los resultados de su análisis de las visones de mundo
manera:
“Podría decirse que en las teorías expuestas presentan dos énfasis diferentes en el
propone la búsqueda de los gérmenes que han generado una cultura específica,
mayoría de los casos, una actitud de tipo contestatario, que busca resguardar la
una actitud contextual, que hace un llamado para ir al proyecto mismo y descubrir
en él la manera como se han dado los encuentros, como se han transformado las
De acuerdo con los resultados del análisis sobre las discusiones de los SAL, expuesto en
Región y lugar (2000), los trabajos de Waisman el habrían permitido a García Moreno
enfocar cuestiones como el papel activo de quien recibe y habita la obra, es decir, su
A diferencia de lecturas de las obras de arquitectura, como las que predominan en los
trabajos de Giedion o de Zevi, a los que se ha hecho referencia, en que las obras son
acontecimiento rescata la singularidad de cada una, así como el valor de cada una de las
direcciones en las que abren nuevas posibilidades. Este valor de la obra como apretura de
mundos posibles, se puede comprender más que como un desvelamiento de una verdad, en
los términos de Heidegger, como una inversión de la relación entre esencia y apariencia,
con respecto a la verdad, en los términos de Adorno: “Su esencia (Wesen) [del mundo, que
Reflexiones desde la vida dañada, 1998 [1951], pág. 112). Así más que descubrimiento del
cuyo pensamiento y acción depende el cambio –lo único esencial– deben su existencia a lo
arquitectura de la segunda mitad del siglo XX, fue la discusión sobre el concepto de
de ser y estar en el mundo con dicho concepto de espacio. En esta discusión, la reflexión
entre sujeto y objeto), que en un comienzo aspiraba a emular, para involucrar al quién de la
la visión de mundo, desde la cual se abordó principalmente tal reflexión. En este sentido, la
espacio como infinito y homogéneo en todas direcciones, implica que se lo represente como
condición que acompaña la posibilidad de existencia de los cuerpos, por lo que no urge dar
momento desde el cual existe el lugar. En este sentido, la incorporación del concepto de
lugar, en la discusión sobre el de espacio, planteó una antinomia entre “lugar natural” y
“lugar creado” por el ser humano, cuya solución se presentó, como un llamado de atención
hacia el papel activo de quien recibe la obra de arte, en este caso de arquitectura. Este
llamado de atención hacia la capacidad creadora de quien recibe la obra, sería una
En el capítulo anterior, se argumentó que Heidegger en “La pregunta por la técnica” (1993
[1953]) reintrodujo en la filosofía del siglo XX la unidad de lo que tienen en común los
productos del hacer humano, que habría sido distintiva de un concepto de poética anterior
acuerdo con la metáfora raíz que caracteriza este tipo de visiones de mundo. Ahora bien, si
este concepto de poética implica que la obra sea considerada un acontecimiento, de esta
visión contextualista de mundo también se sigue que la experiencia sea entendida como
espacio y lugar, al que habría correspondido una transición desde visiones de mundo
arquitectura desde un estar involucrado en ésta como en un acontecimiento, que abre una
serie de posibilidades de ser y estar en el mundo. En esta proposición han vuelto a aparecer
acontecimiento en el que la obra involucra a quien la recibe, abre una serie de posibilidades
de ser y estar, que representan la apertura de un mundo él. En este sentido, el concepto de
que abre una serie de posibilidades de ser y estar (para quien recibe una obra de
arquitectura como experiencia poética). (Ver Tabla 2.1 en el anexo de tablas, al final del
documento.)
mundo, sobre todo organicistas y contextualistas, sin que se pueda descartar la presencia de
aproximación a la obra que se aleja de los esfuerzos por recortarla y situarla como
por el autor para que lo reconstruya quien recibe la obra. En consecuencia con el
descubrimiento del papel activo y creador de quien recibe la obra, ese mismo “quién” cuyo
no sólo permite preservar el valor de cada obra, sino también el de cada una sus
siguiente capítulo.
Hoja en blanco
Capítulo tercero
mundo. Como se indicó al final del capítulo anterior, tal despliegue plantea un interrogante
sobre cómo es posible que suceda. Para dar respuesta a esta pregunta por lo que permite
dicho despliegue, este tercer capítulo arguye que la memoria proporciona las condiciones
para él.
propia del ser humano, en el primer capítulo, como un tema del pensamiento de Heidegger,
cuando se planteó, junto con los de lugar y tectónica, su relación con la experiencia poética
arquitectura, provenientes de la segunda mitad del siglo XX, que ejemplifican una
el presente ha llegado a ser lo que es, en ocasión para el despliegue de los recuerdos.
De acuerdo con lo anterior, este capítulo argumenta que las relaciones entre algunos
escritos teóricos de Aldo Rossi (“Il passato e il presente nella nuova architettura” (1958),
pueden ser interpretadas como ejemplos de tres momentos que permiten reconstruir una
momento polémico con una forma de entender la obra a partir de situarla en una secuencia
lineal. El momento intermedio atiende la relación de cada obra con las formas decantadas
De manera análoga a cómo se señaló una discusión, como punto de partida para la reflexión
que involucran el concepto de memoria. Desde una de las dos posiciones enfrentadas en
este debate, se reconoce validez a una única reconstrucción del pasado (una única manera
múltiples reconstrucciones del pasado. La polémica en referencia es la que tuvo lugar entre
Reyner Banham (“Neoliberty. La retirada italiana del Movimiento Moderno”, 1999 [1959])
frigoríficos”, 1999 [1959]). En el centro de esta polémica estuvo el artículo de Rossi, “Il
(1982 [1966]). La hipótesis que se considera, en relación con estos conceptos, es la de una
interpretación de las relaciones con el pasado teñida por una preferencia ideológica hacia lo
propiamente dichos. Por su parte, la creencia en que existe una estructura estable, detrás de
comunes de las formas decantadas por la “memoria colectiva” que por la especificidad del
fuentes que han interpretado la influencia del estructuralismo en esta obra de Rossi (Luque
Valdivia, 1996), la relación de ésta con la de otros autores, como Giorgio Grassi (Piñón,
1984) y las visiones de mundo que la guían (García Moreno, Lógicas de la arquitectura.
haber cedido y el interés por el sujeto colectivo y las formas resultantes de la decantación
paralelo con los conceptos de recuerdo puro, recuerdo imagen y precepción, expuestos por
2004). También considera otras lecturas de la obra de Rossi (Eisenman, 1992 [1982]).
presenta una interpretación del concepto de memoria, como punto de partida para el
la experiencia poética de la arquitectura con relación al lugar. El pensar como imagen, tanto
el tipo, como el recuerdo autobiográfico, proporciona una explicación con respecto a cómo
mundo, que se suman a la serie de éstas que constituyen la experiencia poética del lugar.
memoria
discusión con el de espacio. De forma análoga, este capítulo expone cómo un debate sobre
de la segunda mitad del siglo XX. El debate en referencia tuvo lugar en 1959. En él
tomaron parte Reyner Banham y Ernesto Nathan Rogers, desde las páginas editoriales de
fue un artículo de Aldo Rossi, publicado por la mencionada revista italiana el año anterior,
Dicho artículo de Rossi, incluido en el número 219 de Casabella, hace referencia a tres
obras: una casa en una población llamada Superga, obra del arquitecto Giorgio Rainieri;
Gregotti, Ludovico Maneghtti y Giotto Sttopino (el texto de Rossi también hace referencia
obras son de pequeña escala y de impacto local. La explicación que las acompaña no
menciona que hayan sido resultado de concursos arquitectónicos, cuyas premiaciones son
internacional tiempo después, como la arquitecta Aulenti por el Museo de Orsay 134 y
Gregotti, por obras teóricas como El territorio de la arquitectura (1966) así como por su
trabajo proyectual135. Dadas estas características de las obras a las que se refiere el artículo
de Rossi ¿cómo pudo, entonces, dicho texto dar pie a un debate internacional? Parece
razonable considerar que no fue tanto por la naturaleza de las obras, como por su
134
Mencionado por Frampton en Historia crítica de la arquitectura moderna (2009 [1985]): “A este
despliegue de destacados servicios debe añadirse el Musée d’Orsay, instalado dentro del armazón restaurado
de la estación del mismo nombre por la arquitecta Gae Aulenti” (2009 [1985], pág. 339).
135
Frampton también menciona, tanto la producción arquitectónica de la década de 1960, como El territorio
de la arquitectura, significativamente en los capítulos de su Historia crítica de la arquitectura moderna
titulados “Lugar, producción y escenografía: teoría y práctica internacionales desde 1962” (“Otros italianos
[además de Aldo Riossi] que hicieron importantes aportes a la Tendenza fueron Vittorio Gregotti, cuyo libro
El territorio de la arquitectura (1966) tuvo una amplia influencia y Enzio Bonfanti, que con Massimo Scolari
dirigió la revista neorracionalista Controspazio en la segunda mitad de la década de 1960.” (2009 [1985], pág.
299) (en la página 295, de la edición inglesa de 1985)) , y “Regionalismo crítico: arquitectura moderna e
identidad cultural” (“Entre los de la generación de postguerra que han seguido comprometidos con esta
orientación regional se pueden contar Ernst Gisel en Zürich, Jørn Utzon en Copenhague, Vittorio Gregotti en
Milán, Sverre Fehn en Oslo, Aris Konstantinidis en Atenas ,y en último lugar, pero en absoluto el menos
importante, Carlo Scarpa en Venecia.” (2009 [1985], pág. 321) (en la página 326, de la edición inglesa de
1985); “En lugar de adaptarse al emplazamiento lo construyen, según la tesis expuesta por Vittorio Gregotti,
en El territorio de la arquitectura (1966).” (2009 [1985], pág. 323) (en la página 328, de la edición inglesa de
1985)).
136
Banham en la introducción a la edición inglesa de 1982 Teoría y diseño en la primera era de la máquina
trata estos términos como equivalentes: “El “Movimiento Moderno” o “Estilo Internacional” ha disfrutado de
un larga y productiva vida en arquitectura […]” (1985/1960, pág. 17)
convertida en doctrina.
El texto de Rossi menciona que las obras corresponden a “[…] un concepto de casa, por
se tiene en cuenta que la casa como máquina para vivir habría sido un concepto muy
que la inclusión de obras que lo confrontan habría sido recibida como una toma de
distancia. Algo similar ocurre con el uso de las comillas en la afirmación con respecto a que
“[l]a preeminencia de los valores formales no significa “el abandono de las conquistas del
conocido de esta arquitectura” (Rossi, 1958, pág. 16)138. Las comillas hacen razonable que
el lector se pregunte ¿acaso, Rossi no cree en las conquistas del Movimiento Moderno? El
distanciamiento aparece más franco cuando dice: “En el fondo, se puede afirmar que no
existe hoy una arquitectura moderna, o más aún, un gusto moderno como tal [...]” (Rossi,
1958, pág. 16)139 o su reflexión con respecto al relativismo histórico de lo que se puede
137
El texto en referencia dice: “Frente a la difusión, a menudo incontrolada, de nuevas técnicas “redentoras” y
el concepto de casa-máquina, se propone (con el riesgo de evasión) una concepción, por decir lo menos,
tradicional de vivienda.” (Rossi, 1958, pág. 16). Traducción de “Davanti alla diffusione, spesso incontrollata,
di nuove tecniche “redentrici” e della concezione della casa-macchina, esse propongono (col rischio di
rifugiarvisi) una concezione, a dir poco, tradizionale della abitazione.” (Rossi, 1958, pág. 16) realizada por la
Arquitecta Sara Luciani, con quien el autor reconoce una deuda de gratitud. Así mismo, el autor está en deuda
con la Arquitecta Luz Stella Peña Escobar por haber ubicado el artículo en referencia en la biblioteca de la
Universidad de Génova.
138
Traducción realizada por la Arquitecta Sara Luciani de “La preminenza dei valori formali non significa
“l’abbandono delle conquiste del Movimento Moderno in architettura” ma piuttosto l’approfondimento di un
aspetto di quella architettura nei suoi motivi meno conosciuti.” (Rossi, 1958, pág. 16).
139
Traducción de “In sostanza si può affermare che non esiste oggi un’architettura moderna, o peggio un
gusto moderno come tale […]” (Rossi, 1959, pág. 16) realizada por la Arquitecta Sara Luciani.
“De aquí el desprecio por cada fácil polémica en torno a una modernidad que no
existe a priori en la arquitectura del Movimiento Moderno –sino como una ingenua
defensa– pero que en ese Movimiento ha tenido una definición histórica válida, sin
ser por esto, como los formalistas parecen suponer, eterna” (Rossi, 1959, pág. 16)140
Con respecto a la hipótesis de respuesta a la pregunta sobre por qué un artículo sobre obras
de pequeña escala e impacto local desató una polémica internacional, que identifica en el
con respecto a que habría sido el distanciamiento de los cánones de la reflexión sobre el
habría sido la injusta atribución de una nostalgia reaccionaria al texto de Rossi, por parte de
Banham. Como se indicó con anterioridad, el artículo de Rossi que ha sido comentado,
junto con otras publicaciones de Casabella, fue objeto de una valoración negativa por parte
del entonces muy reconocido teórico británico Rayner Banham, en su artículo “Neoliberty.
140
Traducción realizada por la Arquitecta Sara Luciani de “Da qui il disprezzo per ogni facile polemica circa
una “modernità” che non esiste a priori nell’architettura del Movimento Moderno – se non come ingenua
difesa – ma che in quel Movimento ha avuto una definizione storicamente valida, senza essere per questo,
come in formalisti sembrano supporre, eterna.” (Rossi, 1959, pág. 16).
número 747 de abril de 1959 de Architectural Review. Con respecto al escrito de Rossi, el
“las formas de un pasado de clase media”, a los Tempi Felici, a los buenos tiempos
“[…] la polémica de Aldo Rossi implica de hecho una justificación del Neoliberty
basándose en que la vida borghese en Milán sigue siendo lo que era en 1900. Pero
esto no es de recibo, pues esa vida no es en absoluto lo que era al comienzo del siglo
Por su parte, el editor de Casabella, Ernesto Nathan Rogers respondió a críticas como estas
[1959]). Con relación a la lectura de Rossi por Banham, Rogers argumenta que:
“[Mr. Banham] haciendo también una poda tan imprecisa como infiel del artículo de
Aldo Rossi Il passato e il presente nella nuova architettura, que con claridad y
honestidad critica a sus amigos en aquel preciso punto en que Banham lo presenta
como una especie de demagogo del espíritu burgués.” (Rogers, “La evolución de la
maquinista, a favor de la cual este autor argumenta en otros escritos, como cuando en
hecho digno de señalarse durante estos años [1950-1960] estará necesariamente ligado a
11). Esta interpretación implicaría que Banham rechazaría en las obras de Rainieri, Aulenti,
años luz por detrás de aquellos para quien fue creado el Movimiento Moderno” (Banham,
1999 [1959], pág. 312). Sin embargo, no es este el reproche de Banham, sino la ausencia de
algún “[…] grado de aspiraciones progresistas, [de] una estética con la mirada puesta
Estos dos reproches de Banham, sobre una nostalgia reaccionaria y sobre la ausencia de
interpretación del tiempo enmarcada en la polaridad entre progreso y reacción. Entre estos
dos polos se establece una línea de sucesos que constituyen un proceso histórico.
términos: El texto de Rossi más que apartarse de los cánones establecidos por la reflexión
que dicha reflexión había entendido la relación entre pasado y presente. Esta interpretación
del tiempo, en términos de una sucesión lineal y unidireccional de hechos integrados por un
proceso histórico, se vería corroborada por el siguiente pasaje del artículo de Banham:
“La única justificación concebible para revivir cualquier cosa en arte es que el que
lo revive se encuentra en una posición análoga a la del tiempo que intenta revivir –
una vuelta a algo parecido a la complejidad y riqueza del Clasicismo en la Italia del
semejante al sentimiento democrático ateniense de los primeros años del siglo XIX
allí donde estos factores intrusos son demasiado importantes como para ser pasados
En síntesis, se debería devolver el tiempo, en un sentido casi literal, para que fuera legitimo
establecer alguna relación con el pasado. De acuerdo con lo anterior, detrás de las
Rossi, se plantea una discusión de fondo, que enfrenta una lectura lineal y secuencial de la
historia, representada por Banham, con la posibilidad recurrir al pasado para iluminar el
serie de obras de arquitectura publicadas por Casabella a un intento por revivir el estilo
italiano equivalente al Art Nouveau, que permite a Banham sentenciar: “Revivirlo [el Art
Nouveau, lo Stile Liberty] equivale a abdicar del siglo XX” (1999 [1959], pág. 314), la
artista cuando se niega a aceptar de manera mecánica ciertos temas. Para Mr.
las formas según una línea de evolución abstracta.” (Rogers, “La evolución de la
mención, comience con una referencia a Proust (pág. 315) y termine con la recomendación
a Banham de leer The Poetry of Architecture de John Ruskin (pág. 320). La referencia a
Proust sugiere el despliegue de la memoria, por pasajes como aquel en el que la compara
con “ […] ese juego en el que los japoneses de divierten mojando en un tazón de porcelana
lleno de agua trocitos de papel, hasta entonces indistintos, que, en cuanto los sumergen en
personajes consistentes y reconocibles […]” (Proust, 2014 [1913], pp. 65-66)141. La alusión
141
“Hay sensaciones que uno no logra quitarse de encima, como los olores ligados a ciertos pensamientos, de
la que nos habla Proust.” (Rogers, “La evolución de la arquitectura. Respuesta al guardián de los frigoríficos”,
1999 [1959], pág. 315). Con esta frase comienza el artículo de Rogers. Un pasaje al que bien puede
corresponder la alusión a Proust es el siguiente: “Y en cuanto hube reconocido el sabor del trozo de
magdalena mojado en tila que me daba mi tía –aunque no supiera aún descubrir, hubiese de aplazarlo para
mucho más adelante, por qué me hacía tan feliz aquel recuerdo–, la vieja casa gris que daba a la calle, donde
estaba su cuarto, vino al instante como un decorado de teatro a ajustarse al hotelito, que daba al jardín,
construido por mis padres es su parte posterior –aquel lienzo de pared truncado que era lo único que había
vuelto a ver hasta entonces– y, junto con la casa, la ciudad, desde la mañana hasta la noche y a todas horas, la
plaza, a la que me mandaban antes de almorzar, las calles por las que iba a hacer los recados, los caminos por
lo que, si hacía bueno, nos internábamos, y, como en ese juego en el que los japoneses de divierten mojando
en un tazón de porcelana lleno de agua trocitos de papel, hasta entonces indistintos, que, en cuanto los
sumergen en el agua, se estiran, se retuercen, se colorean, se diferencian, se vuelven flores, casas, personajes
consistentes y reconocibles, también entonces todas las flores de nuestro jardín, las del parque del Sr. Swann,
los nenúfares de Vivonne, la buena gente del pueblo, sus casitas, la iglesia, todo Combray y sus alrededores –
todo aquello, que iba cobrando forma y solidez– salió –ciudad y jardines– de mi taza de té.” (Proust, 2014
[1913], págs. 65-66).
planteamientos como los del escrito de Rossi. Su alusión a “[l]a necesidad de recuperar las
“Il passato e il presente nella nuova architettura”, 1958, pág. 16) 143 contrastaba con el
arquitectura. Origen y desarrollo de una nueva tradición, 2009 [1969]), Zevi (Historia de
la arquitectura moderna, 1954 [1950]), Pevsner (Pioneros del diseño moderno. De William
máquina, 1985/1960). Esta apertura de nuevas posibilidades para establecer relaciones con
distinto, asume otro significado” (Rossi, “Il passato e il presente nella nuova architettura”,
142
El texto aludido de Ruskin dice: “A la ilustración de ese departamento de esta noble ciencia [La Ciencia de
la Arquitectura], que puede ser designada como la Poesía de la Arquitectura, serán dedicados este y otros
artículos en el futuro. Es esta particularidad del arte la que constituye su nacionalidad, y ésta se encontrará tan
interesante como útil, para esbozar los caracteres distintivos de la arquitectura de las naciones, no sólo su
adaptación a la situación y el clima en el cual han surgido, sino su fuerte semejanza a, y conexión con, el
predominio de la mentalidad por la cual se distingue la nación que lo empleó por primera vez.” Traducción
propia de: “To the illustration of the department of this noble science [The Science of Architecture] which
may be designated the Poetry of Architecture, this and some future articles will be dedicated. It is this
peculiarity of the art which constitutes its nationality; and it will be found as interesting as it is useful, to trace
in the distinctive characters of the architecture of nations, not only its adaptation to the situation and climate
in which it has arisen, but its strong similarity to, and connection with, the prevailing turn of mind by which
the nation who first employed it is distinguished.” (Ruskin, The Poetry of Architecture; or,the architecture of
the nations of Europe considered in its association with natural scenery and national character, 2006 [1837-8])
(Ruskin, The Poetry of Architecture; or,the architecture of the nations of europe considered in its association
with natural scenery and national character, 2006 [1837-8])
143
Traducción realizada por la Arquitecta Sara Luciani de “La necessità di recuperare i modi di un passato
ancora significativo per l’elaborazione di un linguaggio nuovo.” (Rossi, 1958, pág. 16).
un proceso único. Desde la visión de mundo implicada en esta noción de proceso lineal
de que las obras de arquitectura del presente rememoran el pasado, frente a las
concepciones predominantes, para las cuales el interés por el pasado estaría limitado a la
genealogía del presente. Es decir, a una aproximación al pasado para la cual tiene sentido la
pregunta: ¿qué posibilidades ofrecen hoy las alternativas que fueron abandonadas en el
pasado?, se contrapone a aquella que busca responder ¿cómo el presente llegó a ser como
es?
“En enero de 1961, Pevsner, uno de los primeros historiadores en inventar la idea
del “movimiento moderno”, tal como observaría Banham, hizo sonar una voz de
144
El pasaje en referencia dice, refiriéndose a una obra de Gae Aulenti: “Pero, probablemente, la novedad y la
continuidad, es precisamente esta insistencia en la forma como tal, el color, la medida; finalmente, la citación,
en un contexto distinto, asume otro significado. Con el riesgo propio de una experiencia de este tipo, de ser,
en último término, irrepetible.” (Rossi, 1958, pág. 16) Traducción realizada por la Arquitecta Sara Luciani de
“Ma il nuovo probabilmente, e la continuità, è proprio in questo insistere sulla forma come tale, sul colore,
sulla misura; alla fine citazione, in un contesto diverso, assume un altro significato. Con il rischio proprio di
una esperienza di questo tipo, di essere infine irrepetibile.” (Rossi, 1959, pág. 16).
que los arquitectos buscaban precedentes en lo que parecía una vuelta a los estilos
retornaban tanto al gótico o a lo clásico como a los propios estilos modernos al crear
habría sentido forzado a reconocer el Neo-Art Nouveau como un hecho, susceptible de ser
representado por el Neo-Art Nouveau, había llegado a ser lo que era. Para Pevsner,
responder a la pregunta sobre cómo la tendencia a revivir el Art Nouveau había llegado a
hacerse presente habría implicado la reconstrucción de una línea que la ligara con los que
consideraba sus antecedentes, las obras de Gaudí y Sant´Elia. La línea reconstruida de esta
manera representaba una alternativa a la que el mismo autor había trazado entre William
Morris y Walter Gropius, que seguía considerando como preferible: “Pero sigo convencido
como siempre que el estilo de la fábrica Fagus y de la fábrica modelo en Colonia es válido
de hacia 1955.” (pág. 14). Un reconocimiento como éste, de la validez de más de una línea
de conexión entre pasado y presente, abría la posibilidad para que las interpretaciones
múltiples relaciones con el pasado. Quizá por este papel en un cambio entre el
entorno a obras en las que la crítica encontraba rasgos comunes con el Liberty, el Art
Nouveau, o el Estilo Floral, contribuye a explicar el tono irritado del artículo de Banham y
reflexión histórica sobre manifestaciones del tipo anotado, atestiguada por artículos como
145
Al menos el texto de Tentori se aproxima de una manera bastante crítica a la cuestión del Neoliberty, como
lo atestigua su afirmación con respecto a que “[…] las experiencias europeas del Liberty se pueden insertar
directamente como esenciales en el cuadro de la constitución del nuevo espacio y del Movimiento Moderno.
Pero los ejemplos de “Estilo Floral” de nuestro país [Italia], en cambio, se exceptúan automáticamente del
ámbito del Movimiento Moderno […] porque en la base de tantas obras hay solo una búsqueda plástica
superficial y casi ninguna idea del espacial nueva” (Tentori, 1958, pág. 71) Traducción realizada por la
Arquitecta Sara Luciani de “[…] le esperienze europee del Liberty si possono senz’altro inserire come
essenziali nel quadro della costituzione del nuovo spazio e del Movimento Moderno. Ma gli esempi di “Stile
Florale” del nostro paese, invece, si eccettuano automaticamente dall’ambito del Movimento Moderno […]
perché alla base di tante opere sta solo una esteriore ricerca plastica e quasi mai una idea spaziale nuova.”
(Tentori, 1958, pág. 71). Las referencias de este texto a escritos de Rossi dan a entender que la posición de
este autor estaba bastante lejos de la nostalgia reaccionaria que le atribuye Banham. Por ejemplo, Tentori cita
a Rossi para decir que “[…] es válido también para Sommaruga que “[…] permaneció cautivo – como escribe
Rossi- en una temática decadente, cerrada, en la que su participación “realista” se limitó a tomar nota de una
sociedad en la cual el motor de progreso estaba parcialmente o del todo bloqueado”.” (Tentori, 1958, pág.
72). Traducción realizada por la Arquitecta Sara Luciani de “[…] “restò compreso – come scrive Rossi – in
una tematica decadentistica, chiusa, la cui participazione “realista” si limitò al predere atto di una società in
cui il moto di progresso era parzialmente o del tutto bloccato”.” (Tentori, 1958, pág. 72). Con respecto al
interés de Rossi en el Neoliberty, Luque Valdivia anota: “Es lógico el interés que, en un primer momento, el
neo-liberty despierta en Rossi; él, al igual que estos arquitectos milaneses y turineses, siente la necesidad de
recuperar la historia, de soldar cualquier posible rotura en el proceso conformador de la arquitectura, de negar
incluso la existencia de una arquitectura moderna como distinta de una pretendida arquitectura del pasado.”
(Luque Valdivia, 1996, págs. 285-6)
de la relación entre pasado y presente, como secuencia lineal unidireccional, entonces, cabe
preguntar en qué términos concibe dicha relación desde esta posición alternativa. Para
plantear una respuesta, a continuación se considera una hipótesis con respecto a cuál sería
examina una concepción de la memoria planteada desde dicha visión de mundo. En su libro
Mumford (2016 [1992]), García Moreno argumenta que, aunque mezclada con otras, la
con la concepción de la memoria acorde con una visión de mundo contextualista. Tal
mención por Pepper, como ejemplo de un pensamiento concebido desde una visión de
mundo contextualista (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág.
141)146
una posibilidad de múltiples pasados puede considerarse con base en el cono invertido con
146
“El contextualismo comúnmente es llamado pragmatismo. Se asocia con Peirce, James, Bergson, Dewey,
Mead.” (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 141) Traducción propia de:
“Contextualism is commonly called “pragmatism”. It is associated with Peirce, James, Bergson, Dewey,
Mead.” (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 141)
A B
A’ B’
A’’ B’’
“Esto equivale a decir que entre los mecanismos senso-motores representados por el
pasado que permanece inmóvil] hay sitio […] para miles y miles de repeticiones de
nuestra vida psicológica, representadas por otras secciones del mismo cono A’B’,
nuestro estado sensorial y motor para vivir la vida del ensueño, tendemos a
mueve entre ellas, adopta una por vez las posiciones representadas por la secciones
idea para que ellas puedan concurrir útilmente a la acción presente.” (Bergson, 2006
(las “miles y miles de repeticiones de nuestra vida psicológica, representadas por otras
secciones del mismo cono A’B’, A”B”, etc.”) entre la máxima contracción de la memoria
recuerdos (la vida del ensueño). Una aplicación de esta concepción de la memoria por
Bergson fue la escogida para el presente trabajo, por su utilidad para explicar la posibilidad
referencia con anterioridad. Por supuesto, habría que reconocer otras posibilidades, como la
que ofrece el presente expandido, que quizá sea la que subyace a una experiencia poética de
la manera en la que se establece la relación con la experiencia, este autor distingue entre
“[l]a memoria del cuerpo” y “la verdadera memoria del pasado” (Bergson, 2006 [1939],
pág. 163). Caracteriza a la primera como aquella “constituida por el conjunto de los
del pasado” indica que ésta le “sirve de base” (Ídem.). El texto precisa que “[c]omo no
constituyen cosas separadas, como la primera no es, decíamos, más que la punta móvil
insertada por la segunda en el plano moviente de la experiencia, es natural que esas dos
funciones se presten mutuo apoyo” (Ídem.). En esta distinción es posible reconocer dos
147
Bergson se opone a una separación entre presente y memoria: “Olvidamos que la relación de continente
[cerebro] a contenido [imágenes] toma su claridad y su universalidad aparentes de la necesidad en que
estamos de abrir siempre el espacio delante nuestro, de cerrar siempre detrás nuestro la duración” (Bergson,
2006 [1939], p. 159), en consecuencia, reclama que el presente se extienda tanto hacia el pasado como hacia
el futuro.
habría un movimiento del pasado hacia el presente que “[…] presenta a los mecanismos
dirección contraria, del presente hacia el pasado, “[…] los aparatos senso-motores
vínculo entre pasado y presente que incluye, para el pasado, una posibilidad siempre abierta
siguientes términos:
ejecuta la acción. En otros términos, es del presente que parte el llamado al cual
En esta manera de concebir el vínculo entre el pasado y el presente, la acción aparece como
Bergson que expone Gilles Deleuze en El Bergsonismo (1987 [1966]) los dos movimientos
término constituye una indicación sobre el sentido en que se haría referencia al despliegue
(pág. 51).
memoria (2006 [1939]) con el propósito de plantear una relación entre pasado y presente
que corresponda a una visión de mundo contextualista, que a su vez permita plantear una
diferencia de aquella manera de concebir la relación entre pasado y presente, desde la cual
fue discutida la planteada por Rossi en “Il passato e il presente nella nuova architettura”
encontrado en Bergson hace referencia al ámbito individual, mientras que las discusiones
en el campo de la memoria colectiva, a la que se refiere la obra con este título de Maurice
Halbwachs (2004 [1950]), citada por Rossi en la Arquitectura de la ciudad (1982 [1966]).
memoria. En efecto, la reseña biográfica escrita en 1948 por J. Michel Alexandre, para la
alumno hacia la filosofía 148 . Por otra parte, la nota biográfica en referencia también
menciona el espíritu crítico que, con posterioridad, desarrolló el discípulo hacia su maestro,
cuando dice que “[s]i bien siempre reconoció lo que le debía a Bergson, se plantó también
con la lectura que hace de su maestro. Para el autor de La memoria colectiva (2004 [1950])
resulta más sensato entender que lo que permanece del pasado son “[…] todas las
pasado que nos representamos de forma completa o confusa, o que creemos incluso
148
La referencia corresponde a las palabras iniciales de la reseña biográfica que dicen: “Fue un niño formal y
serio, de familia universitaria, que leía a Julio Verne con un atlas; un estudiante normal hasta que, en Instituto
Henri-IV, se convirtió en alumno de Bergson. Deslumbrado por su personalidad y exaltado por la revelación
de la filosofía, en seguida descubrió su vocación. Y desde entonces – desde los veinte años – tras un aspecto
discreto de cortesía y silencio, encarnó, por su parte, a esa especie humana a la vez respetada y contestada que
es el filósofo: aquél para quien la primera preocupación es el pensamiento.” (Alexandre, 2004/1948, pág. 17)
individuales. Para persuadir a su lector con respecto a esta reconstrucción colectiva de los
recuerdos, responde a una pregunta sobre la causa de la facilidad para recordar que
proporcionan los relatos de otras personas que también han participados de los hechos
recordados:
“¿De dónde viene, efectivamente, que, cuando el azar nos vuelve a poner frente a
aquellos que participaron en los mismos hechos, que han sido actores o testigos
junto a nosotros, cuando nos cuentan o descubrimos de otro modo lo que ocurría a
que lo que tomamos por un espacio vacío no era en realidad más que una zona algo
vestigios. Ahora nos indican con precisión el camino seguido, aparecen estas
huellas, las unimos una a otra, se acentúan y se unen por sí solas. Por lo tanto,
existían pero estaban más marcadas en la memoria de los demás que en nosotros
mismos. Es evidente que reconstruimos, pero esta reconstrucción opera según las
líneas ya marcadas y dibujadas por nuestros recuerdos o los de los demás. Las
imágenes nuevas asoman sobre lo que, en los demás recuerdos, seguía sin ellas,
recuerdos como “imágenes nuevas” así como que amplíe la respuesta con un ejemplo
urbano, que incluye los rasgos de una recepción empática de la obra de arquitectura:
historia de estas calles y estas casas. Surgen todo tipo de nociones nuevas, que
tienen lugar sin problemas en el decorado que queda. Nos parece que este decorado
en sí y por sí solo bastaría para evocarlas, y que lo que nos imaginamos no es más
teníamos ante los ojos estaba cargado de un significado que todavía nos resultaba
oscuro, aunque adivinábamos algo. La naturaleza de los seres con los que hemos
vivido debe sernos descubierta y explicada a la luz de toda nuestra [78] experiencia,
tal como se formó en los siguientes periodos. El nuevo cuadro, proyectado sobre los
hechos que ya conocemos, nos muestra más de un rasgo que tiene lugar en éste y
De esta manera, la crítica de Habwachs a Bergson contribuye con una explicación sobre
cómo la memoria puede contribuir en la formación de nuevas imágenes, así como sobre por
qué tales nuevas imágenes pueden ser recibidas como algo que proviene a la vez de la obra
para el caso de los lectores de poesía, cuando exclaman “deberíamos haber escrito esto”
reflexión sobre aquello que hace posible el despliegue de las posibilidades de ser y estar en
respecto la interpretación del debate entre un pasado único o muchos pasados, como
la segunda mitad del siglo XX, al que se hizo referencia en la sección anterior. De acuerdo
con esta obra de Halbwachs, la historia es única mientras que las memorias son múltiples,
en sus términos: “Existen, en efecto, varias memorias colectivas. Es el segundo rasgo por el
que se diferencian de la historia. La historia es una y podemos decir que no hay más que
una historia.” (Halbwachs, La memoria colectiva, 2004 [1950], pág. 84) Esta aclaración
retirada italiana del Movimiento Moderno” (Banham, 1999 [1959]) provendría de una
en el intercambio con los integrantes de los grupos de los que hace parte, proporcionaría
dos polos, uno constituido por la memoria individual y el otro, por la memoria colectiva.
Esta interacción entre memoria invidual y colectiva, como condición para el despligue de
de la arquitectura, no sería la única polaridad que lo permite. Tras la dualidad que Helio
encontraría una segunda polaridad entre tipo y memoria. Con respecto a esta segunda
polaridad cabe preguntar si guarda relación con la los conceptos de “memoria contracción”
y “memoria recuerdo” y en qué contexto se podría establecer un vínculo entre estos dos
pares de términos.
dedicado a Rossi, Helio Piñón señala la “[i]ncidencia del elemento subjetivo en una idea
esencialmente positiva de la arquitectura” (pág. 83) como uno de los “principios en los que
se apoya” (pág. 84) el programa de Rossi, de “trazar una teoría del proyecto propiamente
dicho” (pág. 83). Además de este principio, incluye los que denomina “[…] necesidad de la
este último principio, Piñón señala que “[l]a crítica al funcionalismo que el proyecto
comporta […] se apoya en dos conceptos sin los que la teoría difícilmente hubiera superado
los límites del positivismo más instrumental: la ideas de tipo y memoria.” (pág. 86). Ahora
bien, el autor opone estos dos conceptos como si pertenecieran a esferas separadas: el tipo
convenciones sociales (¿una memoria contraída que olvidó su origen?), al mismo tiempo
Para mostrar el juego de estos dos elementos (tipo y memoria) en diferentes momentos de
la obra de Rossi, Piñón compara el proyecto que este arquitecto presentó, junto con Giorgio
Grassi para el concurso de 1966 para el Complesso Residenziale San Rocco, en Monza, con
capacidad de traducción inmediata del tipo” (Piñón, 1984, pág. 88), lo que para él tiene
como consecuencia que “[e]l propósito de realizar una abstracción adquiere tal grado de
inmediatez que se sitúa en el límite de la arquitectura: donde el gesto del sujeto se reduce a
la celebración racional de la lógica del sistema” (Ídem.). Con respecto al segundo, anota
que “[n]ada de ello ocurre […] la transcripción formal del tipo es sólo la operación inicial
continuo de un sistema.” (Piñón, 1984, pág. 88). La razón de ser de esta diferencia estaría,
según el mismo autor, en que “[e]n la teoría de Rossi, la doble consideración de la ciudad –
enriqueciendo la interpretación” (Piñón, 1984, pág. 88); pero que el proyecto se beneficie
se hace mecánica y la singularidad, tímida; [y] se diría que el algoritmo y el gesto artístico
han renunciado a parte de su grandeza para poder coexistir” (Piñón, 1984, pág. 88). Esta
diferencia entre San Rocco y Gallaratese sería equivalente a aquella entre las direcciones
que tomaron los trabajos de Grassi y Rossi149. Mientras que el trabajo de Grassi habría
permanecido dentro de los que el mismo Rossi, en su introducción al Ensayo sobre el arte
149
Piñón comenta las direcciones divergentes que tomaron los trabajos de Rossi y Grassi, después de su
colaboración en San Rocco: “La distancia entre las dos formulaciones teóricas –formuladas por Rossi y
Grassi, respectivamente– que se querían herederas y continuadoras de la arquitectura racional, con el paso del
tiempo se acentúa. Mientras Rossi, en la introducción a su Essai sur l’Art, rememora a Boullée como
paradigma de un pensamiento arquitectónico en la adhesión a principios racionales no comporta la renuncia a
la autobiografía, Grassi prologa Entfaltung einer Plannugsidee, obra tardía de Hilberseimer, en la que narra
las vicisitudes del trasplante mecánico de su teoría de la Grosstadt a los suburbios de Chicago. Sin ocultar lo
que libro tiene de “relectura de la propia experiencia urbanística”, Grassi aprovecha la ocasión para divulgar
los principios fundamentales sobre los que Hilberseimer construyó su Grosstadtarchitektur, en 1927: la idea
de ciudad como unidad y el plan como introspección teórica a muchos niveles. La convención implícita en el
uso del parámetro funcional para construir un sistema lógico de proporciones, en su teoría sobre la ciudad
vertical y la necesidad de reducir la forma arquitectónica a sus aspectos más sobrios, necesarios y generales,
por la exigencia de disponer de una ley de formación universal, son los aspectos destacados por Grassi. El
rechazo de cualquier confusión entre el funcionalismo instrumental de Hilberseimer con el formalismo
ideológico de los teóricos del Movimiento Moderno acaba de perfilar los rasgos esenciales de una posición
que “para una problemática más abierta y consciente los problemas de la arquitectura, propone la
consideración de una dimensión ideal, esto es, en última instancia, del “tipo” entendido como aspiración a la
certeza”. [Giorgio Grassi, introducción al libro de Ludwig Hilberseimer, Un’idea di piano, Marsilio Editore,
Padua, 1967 (versión castellana: “Introducción a Ludwig Hiberseimer” en La arquitectura como oficio y otros
escritos, Editorial Gustavo Gili, S.A., Barcelona, 1980)]” (Piñón, 1984, pág. 99). Cabe anotar que en la
“Introducción a Boullée”, mencionada por Piñón, Rossi emplea la expresión poética en un sentido cercano a
aquél empleado por Zevi, por ejemplo cuando dice: “La relación de Boullèe con la naturaleza ciertamente es
la parte más singular de su poética.” (Rossi, "Introducción a Boullée", 1977/1967, pág. 225) La desconexión
del concepto de tipo con el de memoria en la interpretación de Hilberseimer por Grassi se aprecia en una
afirmación como “[…] el proceso de definición formal no podía entenderse sino como proceso de estilización
[…] es decir, el fatigoso proceso de puesta a punto de los tipos, como esfuerzo de organización según normas
racionales, testimonia la búsqueda de elementos invariables.” (Grassi, 1980 [1967], pág. 58)
El punto de partida de esta observación es que entre tipo y memoria habría algo así como
una diferencia de naturaleza. Con respecto a este supuesto cabe preguntar si no se trata más
bien de una diferencia de grado. Frente al juicio sobre el proyecto para San Rocco, habría
que preguntar si lo que se le puede reprochar es que tenga demasiada lógica o si más bien
El mismo Rossi ofrece un testimonio sobre este cambio con respecto al grado de despliegue
recuerdos y, al mismo tiempo, me servía de mis impresiones urbanas; tras los sentimientos,
leyes inmóviles de una tipología situada fuera del tiempo” (pág. 27) y esta afirmación la
“Lo buscaba [un oficio que se le iba desvelando por insistir en las cosas] en la
extendían o regresaban al mundo de los objetos: la casa del Borgo Ticino se refería
150
El pasaje en referencia dice: “[…] el racionalismo convencional pretende hacer derivar todo el proceso de
la arquitectura de los principios, en tanto que este racionalismo exaltado de Boullée y otros, presupone una
confianza (o una fe) que ilumina el sistema pero que se sitúa fuera de él.” (Rossi, "Introducción a Boullée",
1977/1967, pág. 216)
puede ser trastornado por hechos externos de tipo histórico, geológico, psicológico.”
partir de la interpretación del tipo como memoria colectiva contraída. Esta interpretación,
Se plantea que la decantación de las formas en procesos colectivos, como la que daría lugar
recuerdos con los sistemas organizados por el hábito, de acuerdo con lo que requiere la
acción en el presente, es posible plantear las relaciones entre un pasado que ha sido
decantado por la acción y un pasado que despliega recuerdos, por igual en la producción de
una reflexión sobre la memoria como se presenta para cada individuo, una argumentación
aplicabilidad en un contexto de memoria colectiva. Para sopesar las razones que pueden
contexto indicado.
la arquitectura en la década de 1960, cabe anotar que le eran adversas algunas teorías que
Architectura in nuce (1969 [1964]) según la cual “[t]odos los prejuicios más anacrónicos de
La censura de Zevi contra lo tipológico se encuentra asociada con su interés por lo que
originalidad de los maestros y de sus obras” (Ídem.). En un contexto como este, resulta
pertinente preguntar ¿qué razones podrían haber tenido autores como Rogers, Argan y el
mismo Rossi para recuperar los conceptos de tipo y tipología? Frente al interés de Zevi por
existencia de un trasfondo ideológico, que los llevaba a oponer una concepción que
explicaba la obra desde lo colectivo. Este interés por explicar la obra desde lo colectivo se
151
José Luque Valdivia en La ciudad de la arquitectura (La ciudad de la arquitectura. Una relectura de Aldo
Rossi, 1996, pág. 233) hace referencia a este pasaje en una nota del apartado que lleva como subtítulo
“Tipología versus metodología”, en alusión a un artículo (“Metodo e tipologia”) de Ernesto Nathan Rogers,
publicado en número 291 de 1964 de Casabella. En relación con dicho artículo anota que “[…] pone de
manifiesto […] las motivaciones coyunturales que impulsaron al Movimiento Moderno a desconfiar del tipo,
o lo que es lo mismo, a valorarlo sólo como proto-tipo, es decir en su aspecto productivo [... que olvida] el
recurso a la experiencia arquitectónica como estímulo de una nueva ideación arquitectónica.” (Ídem.)
continuación.
esencialista y regulativo, así como una capacidad para cambiar de significado. También
resalta el contraste de dicho concepto de tipología con el de arquetipo, que de acuerdo con
la continua búsqueda, un momento donde los diversos términos del proceso técnico-
aquellos temas que tienden a ser análogos y, por tanto, asimilables a una unidad de
interés por lo universal hacia una preocupación por lo individual, que le da pie para
El peligro que a su juicio representa “el principio metodológico” para la arquitectura “[…]
objeto destinado –por cuanto bello– a perder su valor didáctico, útil para transformarse en
norma cuantificable” (Ídem.) 154 , puede ser entendido como un motivo para retomar el
153
Traducción realizada por la Arquitecta Sara Luciani de “Simile alla difficoltà che si riscontra nella politica,
intesa sociologicamente, è il problema architettonico dove si corre continuamente il pericolo di cadere
nell’individualismo alienato del contesto degli altri uomini o, all’opposto, nella massa che aliena l’individuo.”
(Rogers, “Metodo e tipologia”, 1964, pág. 1).
154
Traducción realizada por la Arquitecta Sara Luciani de “[…] di finire in analisi troppo particolari affinché
si possa impostare e risolvere la forma di un oggetto destinato – por quanto bello – a perdere il suo valore
didascalico, utile a trasformarsi in norma quantificabile.” (Rogers, “Metodo e tipologia”, 1964, pág. 1).
155
Frente a una eventual duda con respecto a si el ser colectiva se atribuye a la arquitectura, la vida cívica o la
sociedad, se puede acudir al texto de esta misma proposición en L´architettura della città: “Intendo la
architettura in senso positivo come una creazione inscindibile della vita civile e della società in cui si
manifesta; essa è per sua natura collettiva” (Rossi, 2013 [1966], pág. 11) . Traducida al castellano como
“Concibo la arquitectura en sentido positivo, como una creación inseparable de la vida civil y de la sociedad
en la que se manifiesta; ella es, por su naturaleza, colectiva.” (Rossi, La arquitectura de la ciudad, 1982
[1966], p. 60).
Quincy, señala que Giulio Carlo Argan la había citado recientemente, en alusión al artículo
“La palabra “tipo” no presenta tanto la imagen de una cosa que deba ser copiada o
objeto que se debe repetir tal cual es; el tipo es, al contrario, un objeto según el cual
cada uno puede concebir obras que no se parecerán en absoluto entre ellas. Todo es
preciso y dado en el modelo; todo es más o menos vago en el tipo. Así vemos que la
Luque Valdivia (1996) comenta que “[e]n ese artículo [Argan] utiliza la antigua definición
dejando “aparte de las consideraciones de Argan”, vuelve sobre la definición de tipo para
encontrar que en la arquitectura “hay algo que está presente en el modelo”, que “es una
constante”, y que permite “concebir el hecho arquitectónico como una estructura”. Sobre
el elemento típico o, más sencillamente, el tipo, es una constante, puede hallarse en todos
los hechos arquitectónicos” (1977 [1966], pág. 188). Lo anterior es consecuente con su
que está más cerca de su esencia” (pág. 80). En este mismo libro, amplía considerablemente
la cita de Quatremère de Quincy. Además del pasaje citado en el texto de Argan, al que se
puede dejar de aplicarse a todas las invenciones de los hombres. Así, vemos que
continuación los desarrollos y las variaciones de la forma, de los que era susceptible
el objeto. Por ello nos han llegado mil cosas de todos los géneros, y una de las
investigar su origen y su causa primitiva. Eso es a lo que hay que llamar tipo en
El que Rossi se haya hecho cargo de este carácter esencialista de la definición de tipo hace
más complejo sopesar la afinidad entre tipo y “memoria contracción” que, como se
argumenta a continuación, puede ser captada con mayor facilidad en “Metodo e tipologia”
Argan.
(pág. 1) que permitiría comprender por qué “[…] se puede afirmar que los términos del
proceso mutan pero ha quedado constante la relación entre estos; y por lo tanto ha quedado
constante el modo espiritual de producir los objetos de la arquitectura aun si los productos
han resultado muy diversos” (pág. 1)157. La manera en la que el pasaje citado relaciona
156
El texto de Quatremère de Quincy continúa con una observación, de cierta manera, regionalista que
matizaría el esencialismo que se le puede atribuir: “Hay más de un camino, para resaltar el principio
originario y para la formación del tipo en arquitectura en diversas regiones. Los principales se encuentran en
la naturaleza de cada región, en las nociones históricas y en los monumentos mismos del arte ya desarrollado.
Así cuando se remonta al origen de las sociedades que tuvieron un principio de incivilidad, se ve al arte de
edificar nacer de causas y con medios casi uniformes por todas partes.” (Quatremère de Quincy, 2007 [1788-
1825], pág. 242)
157
Los pasajes en referencia dicen: “Desde el elemento primario hasta el más complejo organismo, la historia
de la arquitectura, al menos en el ámbito de nuestra cultura, revela esta persistencia secular de un modo de
pensar y de reaccionar, aun si se transforma en sus manifestaciones formales al punto de hacerse menos
aceptable cuanto afirmo, si nos detenemos en la pura visualidad.” (Rogers, “Metodo e tipologia”, 1964, pág.
1) y “Un movimiento entre continuidad y crisis es, en realidad, lo que establece los fenómenos vitales de la
historia. Solo se puede afirmar que los términos del proceso mutan pero ha quedado constante la relación
entre estos; y por lo tanto ha quedado constante el modo espiritual de producir los objetos de la arquitectura
aun si los productos han resultado muy diversos.” (Rogers, “Metodo e tipologia”, 1964, pág. 1). Traducción
realizada por la Arquitecta Sara Luciani de “Dall’elemento primario al più complesso organismo, la storia
dell’architettura, almeno nell’ambito della nostra cultura, rivela questa persistenza secolare di un modo di
pensare e di agire, anche si se trasforma nelle sue manifestazione formali al punto de rendere meno accettabile
quanto affermo, se ci se arresta a alla pura visibilità.” (Rogers, “Metodo e tipologia”, 1964, pág. 1) y “Un
historia, cuando dice: “No se crea con esto que basta pensar en el pasado como una
una explosión de eventos fantasiosos, mensajeros de cada impensable capricho” (Ídem.) 159.
Este autor presenta una advertencia similar con respecto, no a la historia, sino la actividad
proyectual, en la que opone dos prejuicios, el que confía el proyecto sólo a la inteligencia y
movimento tra continuità e crisi è in realità, ciò che stabilisce i vitali fenomeni della storia, Si può soltanto
affermare che i termini del processo mutano ma è rimasto costante il rapporto tra di essi costante è dunque
rimato il modo spirituale di produrre gli oggetti dell’architettura anche se i prodotti son risultati diversi.”
(Rogers, “Metodo e tipologia”, 1964, pág. 1).
158
Al respecto considérense los siguientes pasajes: “Pues si esos cuerpos [vivientes] tienen por objeto recibir
excitaciones para elaborarlas en reacciones imprevistas, incluso la elección de la reacción no debe ocurrir al
azar. Esa elección se inspira, sin ninguna duda en las experiencias pasadas, y la reacción no se produce sin un
llamado al recuerdo que situaciones análogas hayan podido dejar tras de sí.” (Bergson, 2006 [1939], pág. 77)
y “La memoria […] intercala el pasado en el presente, contrae a su vez en una intuición única múltiples
momentos de la duración […]” (Bergson, 2006 [1939], pág. 84)
159
Traducción realizada por la Arquitecta Sara Luciani de “Non si creda con ciò che basti pensare al passato
come una concatenazione di periodi guidati da una logica meccanica o, all’opposto credere a un’esplosione de
eventi fantasiosi, forieri d’ogni impensabile capriccio.” (Rogers, “Metodo e tipologia”, 1964, pág. 1).
160
El texto menciona “el peligro de dos prejuicios opuestos: “el primero es aquél que considera que los
productos arquitectónicos son un mecánico sucederse de ecuaciones resolubles con la sola aplicación de la
inteligencia; el segundo es, al contrario, aquél que cree que todo producto arquitectónico es el resultado
repetido de una feliz intuición individual.” [Rogers, Ernesto Natham, Esperienzzia de la architettura. Einaudi
Ed., Milano, 1958, p. 225]” (Luque Valdivia, 1996, pág. 50)
De acuerdo con la interpretación de este último, “Pocos arquitectos han respondido a este
requerimiento [de evitar caer en alguno de los dos prejuicios] de modo más consciente y
dentro de una arquitectura […]” (Luque Valdivia, 1996, pág. 50). Esta anotación sobre la
recuerdo de la autobiografía.
De acuerdo con “Acerca del concepto de tipología arquitectónica”, el tipo más que una
[…]” que se actualiza como respuesta ante una situación actual (Argan, 1969 [1962], pág.
permite que los recuerdos que resultan útiles concurran en la acción emprendida en el
161
El autor agradece a la Arquitecta Vivian Camila Bolívar su gestión para ubicar el texto en referencia en la
Biblioteca de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires
(UBA). Cabe anotar la afinidad de los dos prejuicios planteados en este pasaje de Rogers, con la observación
de Quatremère de Quincy, en el artículo sobre el tipo, antes citado: “Así los unos y los otros confundidos con
la idea del tipo, modelo imaginativo, con la idea material del modelo positivo, que arrastra todo su valor,
corrían por dos vías opuestas, desnaturalizando toda la arquitectura: unos no dejando más que el vacío
absoluto de todo sistema imitativo y la desvinculación de cada regla, de cada concepto; otros, obstaculizando
el arte comprimiéndolo entre el legado de una servidumbre imitativa que destruye el propio sentimiento y el
espíritu de la imitación.” (Quatremère de Quincy, 2007 [1788-1825], pág. 244)
“memoria contracción”.
individual y aquélla entre formas que se pueden considerar como memoria colectiva
No obstante, la distancia que tanto Rogers como Argan tomaron con respecto a las
concepto de tipo, en la década de 1960, dicha concepción todavía fue objeto de discusión
décadas. En este contexto, Marina Waisman cuestionó el concepto esencialista de tipo que
literatura arquitectónica sobre tipo y tipología dos formas de comprensión, “[…] como
instrumento o como principio […]” (pág. 74). La autora ilustra esta segunda alternativa
con una referencia a Rossi: “El tipo es considerado en este caso [de La arquitectura de la
términos:
“Pero puede entenderse [el tipo] también como sujeto histórico, histórico porque
estructural.” (Ídem.)
Se puede resaltar dos puntos de su crítica: la idea de una “destilación”, que cuestiona que
entre tipo y memoria haya una diferencia de naturaleza, puesto que implica más bien una
diferencia de grado (de grado de despliegue), y la reducción del significado, que hace a la
concepción del tipo como principio, inadecuada para el trabajo del historiador, en el sentido
en el cual lo concibe la autora. Esta segunda crítica se capta en su afirmación con respecto a
que “[e]n Rossi, como en general en los nuevos racionalistas, la tipología formal asume la
totalidad de los significados arquitectónicos.” (pág. 75). Esta reducción del significado
respecto a que “[s]i se pretende […] como debe hacerse en un estudio histórico, alcanzar el
Waisman fundamenta su crítica a la concepción del tipo como esencia con referencias a las
discusiones sobre el estructuralismo, en la que reconoce una de las fuentes a partir de las
También incluye una cita de Cesare Bandi [Struttura e Architettura, Einaudi, Turín, 1967]
que implica la descalificación de la concepción del tipo como principio: “una concepción
artificioso; la realidad es siempre fluyente”. Cabe anotar que Rossi también parece poner en
cuestión este inmovilismo en el pasaje de Autobiografía científica (1998 [1981]) citado con
162
El pasaje aludido de la obra de Eco dice: “[…] ponemos en tela de juicio la concepción de un
estructuralismo “ontológico” que pretende reducir las leyes semióticas a datos naturales (la estructura del
Espíritu Humano), desembocando en aporías insolubles. Como alternativa proponemos que las leyes
semióticas se interpreten como modelos operativos.” (Eco, 1981/1968, pág. 42)
De este reconocimiento de un punto de vista desde el cual se abstrae el tipo, se sigue que es
ordenamiento en series. Es así como, a partir de este rechazo a la consideración del tipo
necesario ir más allá de los tipos usualmente considerados, esto es, el tipo formal y el tipo
funcional […]” (pág. 83) y tener en cuenta “[…] junto a las tipologías mencionadas, a la
las técnicas ambientales.” (pág. 83). Como se indicó este despliegue de tipologías se
“Estas tipologías se ordenaron en series que su vez se estudiaron por medio de una
análisis urbanos que, sin dejar de lado la dimensión histórica, ponen necesariamente
construcción de una mirada contextualista, García Moreno alude, entre otras fuentes, a la
entenderlo. Esta comprensión abierta del concepto de tipo incluye la historia, las
tradiciones, los modos de habitar y las maneras locales de construir ciudad, que no harían
parte del tipo, cuando se entiende como principio abstracto.163 El capítulo de El interior de
utilización de este concepto a que “[…] se exploren en cada ocasión nuevos usos para el
antiguo instrumento” (Waisman, 1990, pág. 86). Por su parte, la referencia de García
Moreno a dicho texto hace eco de este condicionamiento, cuando indica que el concepto de
ofreciendo en cada ocasión nuevas formas de articulación de los recuerdos. Estas nuevas
permite dar este paso de la consideración del tipo, a la reflexión sobre la imagen, como lo
163
El pasaje en referencia reza: “Si embargo, Marina Waisman se separa de la definición de Rossi, cuando
éste se refiere al tipo como un principio abstracto, como la esencia misma de la arquitectura, y ella prefiere
entenderlo como un modelo abierto que se construye al identificar una serie de aspectos urbanos y
arquitectónicos, que se suceden en la historia específica de cada realidad latinoamericana, que esta autora
distingue de la europea, y que puede cambiar de acuerdo con la pregunta formulada. A través del uso del
concepto de tipología ve la posibilidad de rescatar la historia, la tradición, una manera de habitar, la manera
de construir ciudad.” (García Moreno, Región y lugar. Arquitectura Latinoamericana contemporánea, 2000,
págs. 80-81)
constructivo, y/o las características del entorno urbano donde se ubica, hacen parte
La distinción entre esquema corporal y esquema dinámico fue elaborada de nuevo por la
que “[…] sucede a partir de la “atención a la vida” esto es, como dice Deleuze [ (Deleuze,
1987 [1966], pág. 72)] al interpretar al filósofo [Bergson] mediante “la adaptación del
pasado al presente, de la utilización del pasado en función del presente”.” (García Moreno,
Experiencia, Imagen y Arquitectura, el camino de Bergson, 2004, pág. 58). Con respecto al
164
Este pasaje bien podría haber sido citado con referencia al lugar, en el capítulo anterior. Por su alusión a la
materialidad, también podría haber sido invocado en el capítulo cuarto, sobre tectónica. Aquí, su pertinencia
proviene de su alusión al concepto de “esquema corporal” que está asociado con la reflexión de Bergson sobre
la memoria. Como se indica en la primera sección de las conclusiones, al presentar una experiencia poética de
la arquitectura que articula lugar, memoria y tectónica, la reflexión de García Moreno habría tenido el mérito
de ocuparse de la materialidad y materialización de las obras de arquitectura en sus relaciones con el lugar y
la memoria. En todo caso, como también se reconoce en las conclusiones, está investigación deja abierta una
pregunta con respecto si la experiencia poética de la arquitectura, puede ser reducida a la creación de lugar o
si por el contrario, la “co-pertenencia” de los conceptos de lugar, memoria y tectónica implica también cierta
irreductibilidad.
relación con ciertas ansiedades temáticas y se practica en las escuelas del mismo
contribuye a explicar cómo el segundo no queda confinado en el pasado sino que participa
Ahora bien, ¿cuál ha sido el hilo conductor que ha permitido pasar del debate entre una
concepción plural de la relación con el pasado y una representación del pasado como único,
memoria, que habían aparecido con anterioridad en este trabajo, quedan por considerar?
Las secciones anteriores de este capítulo han considerado la pregunta ¿qué permite el
proporciona condiciones para este despliegue, lo que ha llevado a identificar dos pares de
polos entre los cuales éste se puede presentar; el primero, la memoria individual y la
pasado.
existencia de un pasado único. Esta primera hipótesis auxiliar (hay múltiples pasados, por
lo tanto, múltiples memorias) se encontró en el debate entre Banham y Rogers, que tuvo
centro único (como si hubiera un big bang de la memoria), sino que lo hace entre polos (de
manera semejante a un campo magnético). En la revisión del curso que tomó, en la obra de
Rossi, la discusión con respecto a la relación de la arquitectura del presente con esos
múltiples pasados, que habían sido defendidos en la discusión con Banham, se identificó
dos polaridades que podrían dar lugar al despliegue de nuevas posibilidades de ser y estar
En lo que se refiere la hipótesis auxiliar sobre despliegue de la memoria entre los polos
(1984), éstos se asociaron a los conceptos de memoria y de tipo. Se señaló que para realizar
esta asociación es necesario despojar a este último concepto de sus vínculos con trasfondo
Los indicios proporcionados por una crítica a las connotaciones esencialistas asociadas al
concepto de tipo, en el marco de una polémica con respecto a éste, que se dio en el ámbito
El examen de las hipótesis auxiliares mencionadas, apoyó la principal, puesto que condujo
para ofrecer en cada ocasión nuevas formas de articulación de los recuerdos, las cuales
mortalidad del ser humano, relación que no se ha sido mencionada en las secciones
memoria y mortalidad, esta última sección plantea que la reflexión de Bergson sobre la
colectiva (2004 [1950]) sobre la relación entre memoria y lugar. Si la relación entre
(Halbwachs, 2004 [1939]) y su afinidad con lo que Rafael Moneo denomina “estructura
ampliar las consideraciones de secciones anteriores sobre la relación entre tipo y memoria.
Estas anotaciones sobre la relación entre memoria y mortalidad, anticipan tópicos que serán
Una obra literaria cercana al pensamiento de Bergson ilustra cómo el lugar pertenece a la
“Los lugares que hemos conocido no pertenecen sólo al mundo del espacio en el
que los situamos para mayor comodidad. No eran sino una fina capa en medio de
imagen es una simple añoranza de cierto instante y las casas, la carreteras, las
avenidas son -¡hay!- fugitivas como los años.” (Proust, 2014 [1913], pág. 510)
Lo estrecho del vínculo entre memoria y espacio también ha sido puesto de presente en la
“La duración pura nos presenta una sucesión puramente interna, sin exterioridad; el
espacio una exterioridad sin sucesión (en efecto, la memoria del pasado, el recuerdo
35-36)
Frente a la referencia al “espíritu que dura”, cabe preguntar si su duración corresponde solo
a una conciencia individual que dura, o si puede ser asociada a una pluralidad de
esta resistencia del lugar ante los efectos del tiempo, como de su fragilidad frente a los
mismos. Bajo el subtítulo “Las piedras del casco histórico”, Halbwachs recoge
observaciones sobre la perdurabilidad de murallas, calles y casas, las cuales asocia con la
estabilidad de los grupos que las habitan. Pone el ejemplo de París y Roma que “a pesar de
las guerras, revoluciones y crisis parecen haber atravesado los siglos sin que la continuidad
2004 [1950], pág. 134). Con respecto a su relación con los grupos humanos que habitan las
sino toda la parte del grupo que no deja de estar en contacto en ellas […]” (Halbwachs, La
memoria colectiva, 2004 [1950], pág. 135) y que “[s]i los recuerdos se conservan en el
pensamiento del grupo, es porque permanece establecido sobre el suelo, porque la imagen
del suelo dura materialmente fuera de sí mismo y porque puede volver a verla en cualquier
momento” (Halbwachs, La memoria colectiva, 2004 [1950], pág. 141). Esta asociación
entre la perdurabilidad de objetos materiales y grupos sociales explicaría por qué “[l]as
costumbres locales se resisten a las fuerzas que tienden a transformarlas, y esta resistencia
permite percibir mejor hasta qué punto en estos grupos la memoria colectiva se apoya en
duración y perdurabilidad.
recuerdan y los objetos en el espacio que evocan sus recuerdos, también implica el
reconocimiento de su vulnerabilidad frente a los efectos del paso del tiempo. Al respecto,
“Un habitante para quien estas viejas paredes, estas casas decrépitas, estos pasadizos
cuyos recuerdos ocupaban una buena parte estas imágenes borradas para siempre,
siente que toda una parte de sí mismo se ha muerto con estas cosas, y lamenta que
no hayan vivido por lo menos el tiempo que le queda por vivir.” (137)
particular, el que esta perdurabilidad revele su fragilidad a los efectos devastadores del
tiempo, se descubre un vínculo entre memoria y mortalidad, como el que había sido
éste.
Así como en el primer capítulo de este trabajo se mencionó un vínculo entre memoria y
mortalidad, también se hizo referencia a afirmación de Frampton con respecto a que “[…]
vectores convergentes topos, typos y tectónica” (1999 [1995], pág. 13) y se anotó la
analogía de estos tres vectores con respecto a los tres conceptos cuya concurrencia ha sido
analogía sugiere una pregunta con respecto a la relación entre tipo y memoria. Como se
indicó, el concepto de tipo, como se concibió entre finales del siglo XVII y comienzos del
XIX, está vinculado con un modo de pensar esencialista, del que parece conveniente
abstraerse para captar su relación con el concepto de memoria. Sin embargo, persiste la
pregunta con respecto cómo se relaciona la memoria con el tipo. En relación con esta
pregunta, las observaciones de Halbwachs en “La memoria colectiva en los músicos” (2004
[1939]) resultan útiles en planteamiento de una respuesta. Este texto plantea una discusión
con la manera en la que Bergson concibe la relación entre memoria y “reacción motora”, en
particular con respecto al papel de los signos en la memoria. Halbwachs argumenta que
“[l]os signos musicales […] no desempeñarían […] un papel indispensable” (pág. 173) en
“teoría fisiológica”, “[…] con cada audición se produce en el sistema cerebroespinal una
serie de reacciones motoras, siempre en el mismo sentido, que se refuerzan de una audición
a otra” y “[…] acaban dibujando un esquema motor” (pág. 172), así mismo, “[…] son los
movimientos del cerebro los que se transformarían en signos, y no los signos los que darían
lugar a movimientos del cerebro” (pág. 173). Para Halbwchs, “[…] hay un hecho que esta
explicación no tiene en cuenta, sin duda porque no puede verse a plena luz, cuando
suponemos que el hombre está aislado. Este hecho es que dichos signos son el resultado de
lo que han convenido varios hombres.” (pág. 174) Esta discusión, aplicada a la cuestión en
factor convencional, de tal manera que la relación entre memoria y tipo, estaría mediada
como consecuencia cierto desdoblamiento de los objetos en signos que son asociados a
éstos:
objeto sino porque ella misma es un objeto. Ciertamente, este objeto sólo existe para
el grupo de los músicos. Pero ¿qué nos garantiza la existencia de un hecho, un ser o
una cualidad sino el acuerdo que se establece al respecto entre los miembros de una
sociedad, es decir, entre los hombres que se interesan por él? No es el individuo el
sonidos, que sólo es capaz explorar la sociedad de los músicos. Esto se debe a que
más que otros miembros.” (Halbwachs, “La memoria colectiva en los músicos”,
De estas consideraciones se puede derivar dos consecuencias. La primera, que así como la
creación y la recepción de las obras, tanto musicales como arquitectónicas. La segunda, que
una de las cuales bien podría corresponder con ciertas “estructuras formales” que pueden
ser asociadas con el concepto de tipo, como lo hace Moneo en “De la tipología”
(1984/1978), cuando dice que éste “[…] tal vez pueda ser definido como aquel concepto
que describe un grupo de objetos caracterizados por tener la misma estructura formal.”
(Moneo, Tipología, 1984/1978, pág. 15). Estas observaciones, indicarían que en la memoria
colectiva no sólo perduran recuerdos asociados a objetos sino que también se fijan dichas
resulta compatible con su anterior asociación a la “memoria contracción” (Ver tabla al final
del documento).
del tiempo, en la que se revela la mortalidad, ha conducido de nuevo a los polos entre los
aparecido, esta contraposición vuelve traer aquélla entre la tendencia del mundo a perdurar
humana. Entre estos polos, “tierra” y “mundo”, se situaría la tectónica, de la que se ocupa el
siguiente capítulo.
Al final del primer capítulo se planteó una pregunta con respecto a la especificidad de la
naturaleza (que en esta sección se deja entrever como un triunfo del “mundo” sobre la
respecto a dicho despliegue, este tercer capítulo abordó una pegunta sobre aquello que lo
planteó, a su vez una hipótesis según la cual tal despliegue de posibilidades de ser y estar en
la experiencia poética de la arquitectura como triunfo del “mundo” sobre la “tierra”, para la
reflexión sobre ésta que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX. Esta concatenación de
indicada.
Hoja en blanco
Capítulo cuarto
En el primer capítulo de este trabajo, se planteó una asociación de los conceptos de mundo,
mortalidad y tierra, con los de lugar, memoria y tectónica. La primera serie conceptos se
encontró en el examen de algunos textos de Heidegger (“El origen de la obra de arte”, 2008
[1935/1936]; “La pregunta por la técnica”, 1993 [1953]; “Construir habitar pensar”, 1993
[1954]). Entre tanto, a la formación de segunda serie contribuyó una referencia al pasaje de
relación entre los conceptos de tierra y tectónica. Al respecto, se plantea que la tectónica
media entre tierra y mundo. De una manera más específica, media entre lo cerrado de la
tierra y lo abierto del mundo. A lo cerrado de la tierra correspondería aquello que se resiste
a permanecer como materia formada, mientras que lo abierto del mundo haría referencia a
la apertura de posibilidades de ser y estar en éste, por parte de la obra. Esta mediación
convierte la obra en un escenario en el cual se despliega una tensión entre tierra y mundo,
ya que se requiere algo que mantenga abiertas dichas posibilidades de ser y estar, a la vez
que evite que la obra se cierre, quedando convertida en materia informe. La tectónica sería
lo que mantiene la apertura y evita el cierre. A la tensión mencionada se suma la que suscita
temor de que ellas dejen de estarlo o se muestren vanas, lo que puede ser presentado en
términos de una relación entre “mundanidad” y “mortalidad”, para emplear dos términos
encuentra en la captación, como un drama que acontece en las obras, de tensiones entre dos
capítulo, bajo una estructura similar a la de los dos anteriores. Los capítulos segundo y
exposición incluyó cuatro momentos. El primero de éstos correspondió a un debate del cual
identificación de algunas de las principales fuentes, a las que se recurrió para reflexionar
tercero se expuso una reconstrucción del curso que tomó la respectiva reflexión, a partir del
reflexión sobre los conceptos en referencia, que tuvo lugar en Latinoamérica. En el segundo
capítulo se argumentó que un debate sobre un concepto de espacio, que había llegado a ser
dominante en la reflexión teórica sobre la arquitectura durante la primera mitad del siglo
XX, constituyó un punto de partida para una reflexión sobre un concepto de lugar que
memoria se asoció a la confrontación entre una concepción del pasado como único y la
Banham y Rogers, sobre un artículo de Rossi. En dicho tercer capítulo, una concepción de
memoria, que reconoce una multiplicidad de pasados, se mostró como condición para aquel
La tercera sección de este capítulo identifica algunas de las principales fuentes aludidas en
la reflexión de Frampton sobre la tectónica. Con respecto a éstas señala tres vertientes a
también vinculada con Arendt por tensiones entre cercanías y distancias, hace referencia a
Heidegger165.
cuarta sección del capítulo. Se indica cómo este autor retoma dicho concepto de una larga
respecto al mismo, que tuvo lugar en el siglo XIX, de la que, sin embargo, la concepción
del británico se diferencia. Esta discrepancia, según se argumenta, está relacionada con la
manera en la que fueron retomadas otras discusiones como la división entre trabajo manual
drama que se escenifica entre tierra y mundo, así como entre mundanidad y mortalidad, que
165
Arendt fue a la vez discípula Heidegger e interlocutora de los representantes de dicho instituto en los
Estados Unidos de América, en una gestión orientada a la publicación de “Tesis sobre filosofía de la Historia”
de Walter Benjamin: “La última vez que Walter Benjamin vio a Heinrich Blücher y Hannah Arendt, en
Marsella, les confió a ambos una serie de manuscritos, incluido el de las “Tesis sobre filosofía de la Historia”,
con la esperanza de que pudieran entregarlos al Institut für Sozialforschung en Nueva York. Los Blücher
tuvieron el honor de ser mensajeros de su amigo.” (Young-Bruehl, 1993/1982, pág. 216) “Pocos días después
de su llegada a Nueva York, Hannah Arendt había cogido la cartera que contenía los manuscritos de Walter
Benjamin y se había presentado en la oficina, situada en la calle 117 Oeste, donde Theodor Adorno y sus
colegas de habían establecido el Institut für Sozialforschung de Frankfurt. Fue recibida por Alice Maier,
secretaria del Instituto y más tarde también amiga de Hannah Arendt; Alice llamó a “Teddy” Adorno, quien
se mostró asombrado de que los manuscritos de Benjamin hubieran sobrevivido. Estos escritos,
particularmente las “Tesis sobre filosofía de la Historia”, jugaron un importante papel en el desarrollo
intelectual de la Escuela de Frankfurt; pero el modo con que al principio fueron tratados por Adorno le resultó
muy perturbador a Hannah Arendt.” (Young-Bruehl, 1993/1982, pág. 222)
en las que, según se argumenta predominan visiones de mundo organicistas, a partir de las
cuales se plantea una pregunta sobre el potencial de una visión de mundo contextualista,
como la que ha guiado esta investigación, para enriquecer la aplicación de los pares de
Al final del capítulo, con base en lo anterior, se retoma una pregunta por las relaciones del
arquitectura.
amplia y compleja, como para que fuera razonable esperar que proporcionaran una base
Venturi y Scott Brown. Adorno, Arendt y Heidegger, son fuentes filosóficas aludidas por el
autor británico, mientras que Semper lo es, dentro de los autores de la disciplina a los
siglo XX
La discusión sobre el ornamento parecía haber quedado zanjada en las primeras décadas del
(1972/1908) de Adolf Loos, hasta cuando, en medio de un debate más amplio, volvió a
arquitectónica” (Venturi, Izenour, & Scott Brown, 1978 [1977]). Como se indicó, tal
ornamento, que tuvo lugar durante la segunda mitad del siglo XX. Como contexto, se
señala cuál fue el debate más amplio del que hizo parte la controversia sobre el ornamento,
de la que se argumenta que constituyó el punto de partida para una reflexión sobre la
defensa de la prioridad del ornamento se ejemplifica con un escrito de Denise Scott Brown
y Robert Venturi (1999 [1968]); mientras que los argumentos, esgrimidos contra una
El interés en el valor comunicativo de las obras de arquitectura dio pie a que volviera a
aparecer una discusión sobre el ornamento en medio de un debate más amplio, en el que se
Hardy/Holzman/Pfeiffer como posmoderna” (Jencks, 1984 [1978], pág. 6), Jencks señala la
un debate y, lo que es aún más importante, un movimiento dialéctico entre estos dos
del espacial y del valor expresivo de la construcción misma. Tal sería el caso del texto
“Gansadas y decoración” (1999 [1968]) en el que estos autores argumentan que: “Nuestra
que la finalidad expresiva lo ha distorsionado todo más allá de los límites de la economía y
la comodidad” (pág. 441) 166 . Con base en esta tesis sostienen que “[…] aunque no se
admita, [esta distorsión expresiva es] un tipo de decoración, aunque equivocado y caro”
(pág. 441) y que “[m]ejor sería que se admitiera de una vez la necesidad y que se aplicara
la decoración allí donde se precisa […], con la misma facilidad que se pegan los anuncios a
su superestructura” (pág. 441). Afirmaciones como ésta han sido interpretadas como una
propuesta “[…] de separar radicalmente lo que es el espacio –un tinglado pensado para que
“Si bien Venturi habla del espacio en su primer libro, en los artículos y
como se expresa en los rótulos de anuncios de Las Vegas o de las grandes ciudades
166
Cabría también una interpretación según la cual también la relación con materialidad y la materialización
habría sido distorsionada, como plantea David Watkin en Moral y arquitectura (1981 [1977]).
“Con el “Rapel à l’Ordre” [llamado al orden] de 1990, mis esfuerzos iniciales para
Venturi” 168 (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág.
91), al que se ha hecho referencia. Contra dicho triunfo dirige su “llamado al orden” para
167
Traducción propia de “With “Rapel à l’Ordre” of 1990, my earlier efforts to ground the practice of
architecture in critical regionalism were redirected to “the poetics of construction”. Departing from the
hypothesis that as far as the relative autonomy of architecture was concerned, built form was much about
structure and construction as it was about the creation and articulation of space, I attempt to recover the
nineteenth-century notion of the tectonic in an effort to resist the contemporary tendency to reduce
architecture to scenographic effects.” (Frampton, Labour, Work and Architecture. Collected Essays on
Architecture and Design, 2002, pág. 23).
168
Traducción propia de “[…] the universal triumph of Robert Venturi’s decorated shed” (Frampton, “Rappel
à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 91).
revelación.” (Ídem.) 170 Las preocupaciones de Frampton no sólo tenían por objeto esta
disciplina (en lo que coincide con Venturi, Izenour y Scott Brown (Venturi, Izenour, &
Scott Brown, 1978 [1977], págs. 26-27)) y, como lo puntualiza el autor en la introducción a
siglos XIX y XX (1999 [1995]): “Este estudio pretende mediar y enriquecer, sin la intención
13). En este mismo pasaje resuena el vínculo entre el concepto de tectónica, propuesto por
edificada:
169
Traducción propia de “[…] return […] to the structural unit as the irreducible essence of architectural
form” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 92)
170
Traducción propia de “[…] we are not alluding here to mechanical revelation of construction but rather to
a potentially poetic manifestation of structure in the original Greek sense of poesis as an act of making and
revealing.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 92)
Por otra parte, este argumento según el cual la dimensión artística del concepto de tectónica
a que tal dimensión artística tampoco corresponde a algo abstracto, reiteraría el interés de
Ahora bien, esta reapertura de los debates sobre el ornamento en arquitectura también
contemporánea” (1994 [1991]) hace referencia tanto a las condiciones más generales,
tenido lugar en la construcción de la cúpula de Santa María de las Flores en Florencia, por
dibujada” como alternativa de los profesionales de la arquitectura, para paliar los efectos de
Aquel privilegio del interés por simbolismo y el alarde tecnológico, que contrasta con la
concepciones para las cuales la arquitectura es ante todo el arte de construir. Por ejemplo,
con respecto al criterio por el cual Hegel asigna su lugar a la arquitectura en su sistema de
las artes y que corresponde a la “materialidad pesada” de ésta (Hegel, 1989 [1842], pág.
arte de la construcción y su caracterización como arte del espacio, en la primera mitad del
siglo XX, así como las posteriores discusiones con respecto a esta concepción y los intentos
dicho siglo.
Esta sección presenta algunas de las fuentes filosóficas a las que Frampton recurrió a lo
largo de una serie de reflexiones que condujeron a sus planteamientos sobre el concepto de
tectónica. Con respecto a dichas fuentes identifica los periodos en los se puede reconocer su
influencia en los escritos del teórico británico. También se plantea lo que sus escritos
Al comienzo del capítulo se señaló algunas divergencias entre fuentes aludidas por
francfortianas y su convicción de que sólo mediante una actitud crítica frente a la realidad
observación se podría considerar que tal actitud crítica, constituiría un hilo conductor del
trabajo de este autor. En efecto, esta voluntad crítica se mantiene en Estudios sobre cultura
crítica intersubjetiva sobre o en esas condiciones, tanto antes como después del
pues la tradición sólo puede ser revitalizada a través de la innovación.” (pág. 35)
el teórico británico reconoce que “[l]as reservas que Arendt expresó públicamente sobre
esta escuela de criticismo marxista [la Escuela de Frankfurt] debería ser suficiente
advertencia contra […] comparaciones” como la que le permite encontrar “[…] una
(Frampton, “El estatus del hombre y el estatus de sus objetos”, 2012 [1979], pág. 88).
reflexión, Frampton puntualiza los puntos de convergencia entre estas fuentes, en principio
divergentes, al indicar que “[e]stá claro que tanto Arendt como la Escuela de Frankfurt
las sociedades industriales avanzadas, aunque estos términos fueran absolutamente extraños
(Ídem.).
De acuerdo con lo anotado, estas tres fuentes tomadas de la filosofía, de las que se ha hecho
Sociales de Frankfurt se habría extendido, al menos, hasta los escritos sobre el regionalismo
crítico (“Hacia un regionalismo crítico: seis puntos para una arquitectura de resistencia”,
1983; Historia crítica de la arquitectura moderna, 2009 [1985]). Por su parte, la de Arendt
cubriría desde 1965 hasta la primera década del siglo XXI171. Entre tanto, las referencias a
tectónica, en las postrimerías del siglo XX (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the
171
La colección de ensayos de Frampton bajo el título Labour, Work and Architecture. Collected Essays on
Architecture and Design (2002), dispone los trabajos que reúne en tres secciones, en su orden: teoría, historia
y crítica. En introducción a la primera de éstas reconoce cómo La condición humana (1974 [1958]) constituyó
una influencia permanente en su trabajo, cuando dice: “El estudio de Arendt de 1958 me impulsó, una década
después de su publicación, a escribir un ensayo titulado “Labor, trabajo y arquitectura”, el cual fue incluido en
la antología de George Baird y Charles Jenkcs, Significado en Arquitectura, de 1969. Esta obra fue
reelaborada, exactamente una década después, en el ensayo incluido aquí bajo el título “El estatus del hombre
y el estatus de sus objetos”. Esta última versión se ubicó a la cabeza de la sección sobre teoría por la
influencia seminal del pensamiento de Arendt en toda mi escritura posterior a 1965.” (pág. 22). Traducción
propia” De “Arendt’s 1958 study prompted me, a decade after its publication, to write an essay entitled
“Labor, Work and Architecture”, which was included in George Baird and Charles Jenkcs’s anthology
Meaning in Archiecture of 1969. This piece was reworked, exactly a decade later, into this essay featured
here, under the title “The Status of the Man and the Status of his objects”. This subsequent version is placed at
the head of the theory section because of the seminal influence of Arendt’s thought on all my writing after
1965.” (Frampton, Labour, Work and Architecture. Collected Essays on Architecture and Design, 2002, pág.
22).
No obstante la aparente divergencia entre las fuentes a las que se ha venido haciendo
indicaría el rasgo común que Frampton les atribuye. Para comprender a qué hace referencia
esta ruptura se puede remitir al siguiente pasaje de la introducción a Estudios sobre cultura
ciencia técnica, que mira al [35] pasado como una serie de momentos obsoletos a lo
una serie de momentos obsoletos” pueden ser interpretadas como un contrapunto entre
en las referencias de Frampton a la obra de arte como una invención resultante de una serie
de decisiones, cada una de las cuales tiene el carácter de un “acontecimiento”, que escapa a
aporta una visión crítica, como la reclamada en el pasaje que se comenta, para la
Frampton, como lo ilustra el reemplazo del término “acción” por el de “arquitectura”, tanto
en el título de la versión de 1969 de “El estatus del hombre y el estatus de sus objetos”,
como en Labour, Work and Architecture. Collected Essays on Architecture and Design
(2002), si se tiene en cuenta que las tres actividades que Arendt asocia a la condición
humana, en la obra de este título, son “labor”, “trabajo” y “acción”, las cuales hace
corresponder a la vida, la mundanidad y la pluralidad, siendo esta última la que asocia con
la actividad política (La condición humana, 1974 [1958], pág. 19). Algunas referencias a la
172
Esta interpretación se vería confirmada por la manera en la que aparece el “acontecimiento” cuando, al
comentar el aforismo que atribuye al arquitecto portugués Alvaro Siza, según el cual “los arquitectos no
inventan nada transforman la realidad”, Frampton cita a Sylvianne Agacinski: “Una obra de arte se halla
favorecida por la invención que en sí misma es el resultado de una multiplicidad de decisiones. Y diría que
cada decisión es un “acontecimiento”, i. e., algo que lejos de caer simplemente en los territorios de la
necesidad, le ocurre al arquitecto junto con esa parte de contingencia propia de la obra técnica o artística. Esa
parte de intervención del evento en la invención es precisamente lo que mina la autonomía de la invención …
Ahora, la relación entre invención y evento, el préstamo de lo empírico en la invención es exactamente lo que
la metafísica rechaza del pensamiento. [Shares of Invention, ponencia ofrecida en Afterword Conference.
Véase D: Columbia Documents of Achitecture and Theory 1 (1992), pp. 53-68]” (Frampton, Estudios sobre
cultura tectónica. Poéticas de la construcción en la arquitectura de los siglos XIX y XX, 1999 [1995], pág.
35)
173
La referencias de Frampton a autores vinculados al Instituto de Investigaciones Sociales de Frankfurt varía
con el tiempo entre, por ejemplo, la cita a Mimina moralia (1998 [1951]) de Adorno, con la que comienza “El
estatus del hombre y estatus de sus obras” (Frampton, 2012 [1979]) y las menciones de Jürgen Habermas en
la introducción a Estudios sobre cultura tectónica. Poéticas de la construcción en la arquitectura de los siglos
XIX y XX (Frampton, 1999 [1995])
siguiente:
De las tres fuentes mencionadas, quizá la que se relaciona de manera más específica con
Frampton incluye referencias a los textos de Hiedegger, “Consturir, habitar, pensar” (1993
[1954]) y “El origen de la obra de arte” (2008 [1935/1936]) (citada pp. 32 de la obra de
Frampton) 174 . Al hacer referencia a la primera de estas fuentes anota cómo “[…] las
ontológico”, es decir, considerando la distinción entre cosa (de la que Frampton destaca la
Poéticas de la construcción en la arquitectura de los siglos XIX y XX, 1999 [1995], pág.
33)175. Esta alusión al estatus de las partes de un edificio, sugiere que la lectura Heidegger
por Frampton aporta un matiz ontológico a la reflexión de este último autor sobre la materia
distinción entre los aspectos “[…] representativo y ontológico de la forma tectónica”, que
declara haber intentado relacionar “[…] con la distinción de Semper entre el aspecto
Poéticas de la construcción en la arquitectura de los siglos XIX y XX, 1999 [1995], pág.
técnico, con lo que está sujeto a las leyes de la naturaleza176. Dichas contraposiciones entre
175
El pasaje en referencia reza: “Puesto que la arquitectura permanece en equilibrio entre la propia
comprensión humana y la verdad maximizadora de la tecnología, esta debe comprometerse necesariamente en
la distinción de diferentes estados y condiciones. Debe distinguir sobre todo entre la durabilidad de una cosa,
la instrumentalidad del útil y la prolijidad de las instituciones humanas. La tecnología se presenta como forma
de expresión de estos estados diferentes y gracias a su inflexión, como medio de adaptación a las diferentes
condiciones bajo las que aparecen y se ausentan las cosas. Bajo este precepto las distintas partes de un edificio
pueden reproducirse de forma diferenciada y según su status ontológico.” (Frampton, Estudios sobre cultura
tectónica. Poéticas de la construcción en la arquitectura de los siglos XIX y XX, 1999 [1995], pág. 33)
176
El pasaje de Semper en referencia reza: “El número de los factores que interactúan en la creación de la
obra es indeterminable, y se pueden tocar aquí sólo algunos de los más importantes.
Pueden subdividirse en dos clases separadas, a saber,
- primero, los que en cierta medida están presentes en la obra misma y sujetos a determinadas leyes de
necesidad natural y física, que en todas las circunstancias y en todas las épocas son las mismas;
- segundo, los factores que influyen desde afuera en la génesis de una obra.
Específicamente entonces está entre las primeras ante todo nuevamente el propósito cuyo tratamiento artístico
se plantea como tarea, sea concreto o más ideal, pudiéndose este último reducirse en la mayoría de los casos,
si no en todos, a un propósito real interpretado en un sentido más elevado.” (Semper, “Sobre las leyes
formales en el adorno y el significado de éste como símbolo artístico”, 2013/1856, pág. 115)
Tectónica, construir una relación entre tierra y mundo que resista la muerte
Cómo se indicó con anterioridad, esta sección presenta el rumbo que tomó la reflexión
arquitectónicas, a parir del debate sobre el ornamento, que tuvo lugar en la segunda mitad
del siglo XX, como se puede ejemplificar en algunos trabajos de Frampton. Para empezar,
la sección reconstruye la lectura de Semper que hace este teórico británico, en particular,
revisa las relaciones que este último autor establece entre su distinción entre representativo
y ontológico, con los cuatro elementos de la arquitectura propuestos por Semper. También
explora algunas consecuencias que se derivan del matiz ontológico en esta lectura de
manera en la cual el ser humano es y está en el mundo, que acerca su reflexión al concepto
de empatía que habría sido central en la aproximación estética, que Henry Francis
sección continúa con una puntualización de las diferencias entre el concepto de tectónica de
almena, así como de algunas particularidades del contexto de esta última reflexión en torno
reconstruido a partir de trabajos de Frampton de la segunda mitad del siglo XX, capta en la
entre tierra y mundo, así como entre mundanidad y mortalidad, susceptible de ser asociado
con la cuaternidad mencionada por Heidegger en “Construir habitar pensar” (1993 [1954]).
explicar la asociación que plantea entre los cuatro elementos de la arquitectura, propuestos
Frampton presenta una explicación sobre la manera en la que entiende los términos
representativo y ontológico en “Rappel a l’Ordre: The Case for the Tectonic” (2002
[1990]). Para esta explicación, plantea una distinción entre los objetos tecnológico,
A continuación, con base en la distinción entre estos tres tipos de objeto, construye su
Estos dos modos pueden verse como paralelos a la distinción que Semper hace entre
Por otra parte, una referencia a Heidegger permite a Frampton establecer una asociación
entre tectónica representacional, ausencia y signo [sign], así como entre tectónica
177
Traducción propia de: “The term “tectonic” cannot be divorced from the technological, and it is this that
gives it a certain ambivalence. In this regard it is possible to identify three distinct conditions: 1) the
technological object, which arises directly out of meeting an instrumental need; 2) the scenographic object,
which may be used equally to allude to absent or hidden element; and 3) the tectonic object, which appears in
the two modes.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 94)
178
Traducción propia de: “We may refer to these modes as the ontological and representational tectonic. The
first involves a constructional element that is shaped so as to emphasize its static role and cultural status. […]
The second mode involves the representation of a constructional element which is present, but hidden. These
two modes can be seen as paralleling the distinction that Semper made between the structural-technical and
the structural-symbolic.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 94)
podemos pensar que es una “cosa” [thing] más que un “signo” [sign].” (Frampton,
“Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 93)179
arquitectura de los siglos XIX y XX (1999 [1995]), Frampton asocia lo “representativo” con
“[…] la piel que representa el carácter compuesto de la construcción […]” (pág. 26) y lo
respecto a los cuatro elementos de la arquitectura identificados por Semper, que “[e]sta
naturaleza simbólica más representacional del hogar y el muro de relleno” (Ídem.) (ver
Tabla 4.2). Con base en esta asociación, plantea un vínculo con los tres vectores que, según
él, concurren en lo construido, cuando afirma: “Desde mi punto de vista, esta dicotomía
179
Traducción propia de: “[…] one may assert that building is ontological rather than representational in
character and that built from is a presence rather than something standing for an absence. In Martin
Heidegger’s terminology we may think of it as a “thing” rather than a “sign”.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre:
The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 93)
180
Esta serie de asociaciones con los conceptos de representativo y ontológico se resumen en la tabla 4.1.
una forma arquitectónica, ya que cada tipo de edificio, técnica, topografía y circunstancia
En un texto anterior, el teórico británico ya había considerado la relación entre los cuatro
topos, typos y tectónica”, como afirma en la referida introducción a Estudios sobre cultura
(Frampton, 1999 [1995], pág. 13). Dicho trabajo anterior es “Reflexiones sobre la
el cual aporta indicaciones sobre lo que entiende por cada uno de estos vectores: “[…] la
(la institución), topografía (el contexto) y tectónica (el modo de construcción)” (Frampton,
1994 [1991], pág. 6). Así mismo, en este texto relaciona tales vectores con tres de los
“Se podría decir que las más profundas raíces de la autonomía arquitectónica se
hallan aquí: no en la tríada vitruviana del saber tradicional clásico, sino en la mucho
9)
cerramiento, que asocia con el arte textil y con su llamado a dar al menos tanta importancia
a la configuración espacial, como otros aspectos de la obra arquitectónica (Ver tabla 4.2 en
el anexo al final del documento). Esta ausencia resulta significativa en el contexto del
paralelo entre los elementos de la arquitectura de Semper y sus tres vectores, no significa
que no lo tome en consideración, sino que lo hace a partir de una distinción diferente de la
para la materialización de la obra arquitectónica, que también toma de Semper. Es así como
“estructural simbólico”, el texto de “Rappel à l’Ordre: The Case for the Tectonic”
A partir de esta anotación, señala las “consecuencias ontológicas” de dicha distinción entre
de la masa, mientras que la forma masiva es telúrica, se incrusta cada vez más con
cosmológicos hacia los cuales cada uno de ellos aspira: el cielo y la tierra.”
(Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 95)182
cosmológica, hacia una segunda, entre la obra de arquitectura y el ser humano, que lo
181
Traducción propia de: “Aside from these distinctions, Semper was to divide built form into two separate
material procedures: into the tectonics of the frame, in which members of varying lengths are conjoined to
encompass a spatial field; and the stereotomics of compressive mass that, while it may embody space, is
constructed through the piling up of identical units (the term stereotomics deriving from the Greek term for
solid, stereos and cutting, -tomia)” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990],
pág. 95)
182
Traducción propia de: “[…] we tend to be unaware of the ontological consequences of these differences;
that is to say, of the way in which framework tends towards the aerial and the dematerialization of mass,
whereas the mass form is telluric, embedding itself ever deeper into the earth. The one tends towards light and
the other towards dark. These gravitational opposites, the immateriality of the frame and the materiality of the
mass, may be said to symbolize the two cosmological opposites to which they aspire: the sky and the earth.”
(Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 95)
por teóricos y filósofos del siglo XIX. Tal empatía, a su vez, implica los dos otros
elementos de incluidos por Heidegger en la cuaternidad; “los Divinos y los Mortales” (1993
la cual permanecen latentes en toda forma estructural. De hecho, estas formas sirven
pueden evocar “el ser”, y que mediante esta analogía con nuestro propio cuerpo
él, literalmente como una psiquis” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the
Wand 184 , o como Knoten [nudo] el texto menciona “Construir habitar pensar” (1993
183
Traducción propia de: “[…] these polarities still largely constitute the experiential limits of our lives. It is
arguable that the practice of architecture is impoverished to the extent that we fail to recognize these
transcultural values and the way in which they are latent in all structural form. Indeed, these forms may serve
to remind us, after Heidegger, that inanimate objects may also evoke ‘being’, and that through this analogy to
our own corpus, the body of a building may be perceived as though it were literally a physique.” (Frampton,
“Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 95)
184
El ejemplo en referencia dice: “Influido por las ideas lingüísticas y antropológicas de su tiempo, Semper
estaba preocupado con la etimología de construcción. Así, distinguió la masividad de una muralla fortificada
de piedra, como lo que indica el término Mauer, de la estructura liviana rellena – bahareque, dicen – de la
edificación doméstica medieval, para la cual se usa el término Wand.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The
Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 97). Traducción propia de: “Influenced by the linguistic and
anthropological insights of his age, Semper was concerned with the etymology of building. Thus he
habitar, cultivar y ser […]” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002
[1990], pág. 98)185. En su lectura de Semper, también encuentra un antecedente que puede
con dicho antecedente, la arquitectura debería ser reclasificada entre las artes ontológicas,
“Por esta capacidad [de engendrar analogías entre la forma orgánica y tectónica], la
arquitectura sirve al mismo tiempo como metáfora de, y como contraste con, la
arquitectura con la pintura y la escultura como una de las artes plásticas, sino con la
danza y la música, como arte cósmico, como un arte ontológico que hace mundo, en
lugar de como forma representativa.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for
Frampton encuentra que esta propuesta inclina la balanza de su reflexión sobre la distinción
entre representativo y ontológico, a favor de este segundo término, y que conecta los
distinguished the massivity of a fortified stone wall, as indicated by the term Mauer, from the light frame and
in-fill – wattle and daub, say – of medieval domestic building, for which the term Wand is used.” (Frampton,
"Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic", 2002/1990, pág. 97)
185
Traducción propia de: “[…] close association between building, dwelling, cultivating and being that was
remarked on by Martin Heidegger in his essay ‘Building, Dwelling, Thinking’ of 1954.” (Frampton, "Rappel
à l'Ordre: The Case for the Tectonic", 2002/1990, pág. 98)
186
Traducción propia de: In this capacity [to engender analogies between tectonic and organic form]
architecture simultaneously serves both as a metaphor of, and as a foil to, the naturally organic. In tracing this
thought retrospectively, one may cite Semper’s ‘Theory of Formal Beauty’ of 1856 in which he no longer
grouped architecture with painting and sculpture as a plastic art, but with dance and music as a cosmic art, as
an ontological world-making art rather than as representational form.” (Frampton, "Rappel à l'Ordre: The
Case for the Tectonic", 2002/1990, pág. 96)
Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 92) 187 , no ya como una reivindicación
impulso [además del examen de la relación entre forma y contexto], no desvinculado, que
El estilo dio a la estética de la segunda mitad del siglo diecinueve fue su contribución a las
sobre estas teorías indica su origen “[…] no es de Semper, sino de Arthur Schopenhauer”
como voluntad y representación (Schopenhauer, 2009 [1819]) con los de la hipótesis que
considera este capítulo, hace de esta fuente uno de sus antecedentes. Sobre la relación de la
obra con la tierra, por ejemplo, dice: “Abandonada a su tendencia originaria, toda la masa
del edificio se presentaría como un simple conglomerado unido tan firmemente como fuera
posible a la Tierra, a la que le atraería sin cesar la gravedad” (Schopenhauer, 2009 [1819],
pág. 253). En relación con esta resistencia de la tierra a mantenerse como materia formada,
187
Traducción propia de: “[…] the structural unit as the irreducible essence of architectural form” (Frampton,
“Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 92)
que una mediata, a través de rodeos. Así, por ejemplo, las vigas no pueden gravitar
misma y su atracción hacia la masa terrestre solo puede satisfacerse a través de los
pilares, etc. Pero precisamente por esos rodeos forzados y esos obstáculos, se
arquitectura.” (Ídem.)
discordia: pues en verdad, la lucha entre gravedad y rigidez es la única materia estética de
(Schopenhauer, 2009 [1819], págs. 252-254). Elementos como los ejemplificados pueden
una reflexión sobre el concepto de tectónica, de la segunda mitad del siglo XX, habría
despliega un mundo entre el cielo y la tierra, queda pendiente una pregunta por los otros
dos elementos que integran la cuaternidad, propuesta por Heidegger en “Construir habitar
de lo indicado sobre cómo, para Frampton, gracias a la “analogía con nuestro propio cuerpo
[…] un edificio puede ser percibido como si se pensara en él literalmente como una
psiquis” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 95)
cabe anotar cómo su lectura empática también puede descubrir la mortalidad de esa otra
“psiquis”, a través de la resistencia de la obra arquitectónica a las fuerzas del tierra y a las
Es así como, al final de su artículo “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, Frampton
plantea una articulación de fuentes diversas. De acuerdo con el título de la sección final de
este artículo, “Postscript: tectonic form and critical culture” [“Posdata: forma tectónica y
cultura crítica”], este propósito crítico proporciona la línea sobre la cual articula fuentes
primera referencia de este pasaje corresponde a un texto de Giedion, en el que este autor
checo-suizo parece haber basculado desde una aproximación a la arquitectura guiada por la
idea de proceso histórico (visión de mundo organicista), hacia otra, confiada a la existencia
las pirámides) 188 o a una esencia de lo humano 189 . El texto de Frampton en referencia
comienza:
188
El campo de esta obra de Giedion incluye lo simbólico, la perdurabilidad, lo sublime, lo enigmático y lo
misterioso, como ilustra el siguiente pasaje: “A través de un impacto simbólico surge la pirámide y hasta
compite con la eternidad. El empeño humano nunca ha logrado de nuevo una sencillez tan sublime en la
materialización del irreprimible impulso del hombre de unir su destino con la eternidad. Una precisión
impoluta hizo que lo lógico se fundiera con lo enigmático y misterioso.” (Giedion, El presente eterno: Los
comienzos de la arquitectura. Una aportación al tema de la constancia y el cambio, 1981/1964, pág. 18).
Sorprende también la referencia de Giedion a Heidegger: “En la época presente el problema de la constancia
literal, alguna dimensión de un presente eterno que yace por fuera de la pesadilla de
(Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], págs. 102-
103)190
Lo crítico del impulso hacia lo que Giedion llama el “presente eterno” se encontraría en su
impulso se insinúa a sí mismo, de nuevo hoy, como un campo potencial desde el cual
resistir la mercantilización de la cultura.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the
reviste especial importancia, porque los hilos del pasado y del mañana han sido revueltos por una demanda de
cambio por el cambio. Nos hemos vuelto adoradores de una existencia al día. La vida discurre como un
programa de televisión: a cada programa le sigue inexorablemente otro, pasando someramente sobre los
problemas sin en ningún momento pretender aislarlos orgánicamente. Esto ha llevado a una incertidumbre
interior, a grandes deficiencias en todas las fases de la vida: a lo que Heidegger llama “un olvido del ser”.”
(Giedion, El presente eterno: Los comienzos del arte, 1981/1962, pág. 31)
189
“Es hora de volver a ser humanos, y a dejar que la escala humana rija todas nuestras empresas. El hombre
compensado que necesitamos solamente es nuevo por contraste con nuestra época distorsionada; reaviva
demandas seculares que hay que satisfacer en términos de nuestros tiempos si queremos que nuestra
civilización no se desplome.” (Giedion, El presente eterno: Los comienzos del arte, 1981/1962, pág. 22)
190
Traducción propia de: “As Sigfried Giedion was to remark in the introduction to his two-volume study The
Eternal Present (1962), among the deeper impulses of modern culture in [103] the first half of this century
was a ‘transavantgardist’ desire to return to the timelessness of a pre-historic past; to recover in a literal sense
some dimension of an eternal present, lying outside the nightmare of history and beyond the processal
compulsions of instrumental progress.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002
[1990], págs. 102-103)
de las cosas facilitará una vez más la aparición y experiencia del hombre.”
(Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 103)192
relaciona con su lectura de La condición humana (1974 [1958]) de Arendt en “El estatus
tectónica como una conexión entre mundanidad y mortalidad. Tal interpretación considera
presenta la mortalidad del hombre, en contraste con el carácter procesual del ciclo
biológico, con respecto al cual la vida individual se resiste a dejarse absorber. De acuerdo
con Arendt:
191
Traducción propia de: “This drive insinuates itself again today as a potential ground from which to resist
the commodification of culture.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], pág.
103)
192
Traducción propia de: “Within architecture the tectonic suggests itself as a mythical category with which
to acquire entry to an anti-processal world wherein the ‘presencing’ of things will once again facilitate the
appearance and experience of men.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990],
págs. 102-103). La voz “appearance” ha sido traducida como “aparición”, no como “apariencia”, tomando en
cuenta la influencia de La condición humana (1974 [1958]) de Arendt en la obra teórica de Frampton, en
particular, el empleo de la expresión “space of appearance”, que ha sido traducido al castellano como
“espacio de aparición”.
vida individual se distingue de todas las demás cosas por el curso rectilíneo de su
movimiento, que, por decirlo así, corta el movimiento circular de la vida biológica.
La mortalidad es, pues, seguir una línea rectilínea en un universo donde todo lo que
Ahora bien, en “El estatus del hombre y el estatus de sus objetos” (Frampton, 2012 [1979]),
Frampton incluye una extensa cita del párrafo final de IV capítulo de la obra de Arendt
resulta significativo que esta cita corresponda al cierre de la argumentación de Arendt con
respecto al trabajo, puesto que esta autora asocia, tanto su concepción de mundanidad,
como la capacidad para resistir los efectos negativos del paso del tiempo (lo opuesto a la
vulnerabilidad frente a éstos, es decir, a la mortalidad), a esta actividad que, junto con la
Arendt en referencia, “[l]a condición humana del trabajo es la mundanidad” (Arendt, 1974
de sus límites alberga cada una de las vidas individuales, mientras que este mundo
trabajo, la capacidad de resistir los efectos negativos del paso del tiempo. Tal
proceso biológico del cuerpo humano, cuyo espontáneo crecimiento, metabolismo y final
decadencia están ligados a las necesidades vitales producidas y alimentadas por la labor en
el proceso de la vida” (Ídem.), mientras que la “acción, única actividad que se da entre los
mundo” (Ídem.). Resulta significativa esta afirmación según la cual los seres humanos
viven en la Tierra, pero habitan en el mundo, es decir, en un artificio producto del trabajo.
primera vista da a entender el texto, pero también se da en relación con aquello que tiende
la acción, la vulnerabilidad frente a los efectos negativos del paso del tiempo se encuentra
primero de los pasajes del párrafo final del capítulo sobre el trabajo, de La condición
humana (Arendt, 1974 [1958]), omitidos en la mencionada trascripción que Frampton hace
de éste en “El estatus del hombre y el estatus de sus obras” (Frampton, 2012 [1979]), que
permanezca, en tanto que ciclo, para cada uno de los individuos de ésta, se extingue con su
Por estas razones, uno de los apartes del mencionado pasaje de La condición humana,
citado por Frampton, afirma que “[l]a vida en su sentido no biológico, el período de tiempo
que tiene todo hombre entre nacimiento y muerte, se manifiesta en la acción y el discurso,
que comparten con la vida su esencial futilidad” (Arendt, 1974 [1958], pág. 231). En la
argumentación de Arendt, es justo la “futilidad”, esta mayor vulnerabilidad ante los efectos
devastadores del paso del tiempo, la que hace que labor y acción dependan de la
perdurabilidad del mundo para oponerse a la muerte y al olvido; en los términos de Arendt,
“El mundo de las cosas hecho por el hombre, el artificio humano erigido por el
homo faber, se convierte en un hogar para los hombres mortales, cuya estabilidad
consumo y la pura utilidad de los objetos producidos para el uso.” (Arendt, 1974
El mismo pasaje de Arendt, transcrito por Frampton, propone una conexión entre poética,
193
La cita está tomada de la traducción de La condición humana (Arendt, 1974 [1958]) por Ramón Gil
Novales, no de la traducción de su cita por Frampton, salvo por la corrección de su interpretación de
“objects” como “objetivos”, que se sustituyó por “objetos”, por considerarla más fiel al original.
Cuando el trabajo aporta a la vida y la acción la perdurabilidad del mundo que produce, la
ambas corresponden a lo que Arendt se refiere como la capacidad más elevada del hombre
autora:
“Si el animal laborans necesita ayuda del homo faber para facilitar su labor y aliviar
el esfuerzo, y si los mortales necesitan su ayuda para erigir un hogar en la Tierra, los
hombres que actúan y hablan necesitan la ayuda del homo faber en su más elevada
historia que establecen y cuentan, no sobreviviría. Con el fin de que el mundo sea lo
que siempre se ha considerado que era, un hogar para los hombres durante su vida
discurso, para las actividades no sólo inútiles por completo a las necesidades de la
de fabricación con las que se produce el mundo y todas las cosas que cobija.”
resistencia a los efectos devastadores del paso del tiempo, refrendaría la separación de la
del siglo XX, con otra tomada de la filosofía de una época anterior, en este caso se trata de
Scienza nuova (1730) de Gianbattista Vico. En este autor napolitano, Frampton encuentra
un “[…] potencial para una contrahistoria marginal […]” que se encuentra “[m]ás allá de
las aporías de la historia y el progreso, y fuera del encierro reaccionario del historicismo y
el neovanguardismo” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002
[1990], pág. 103)194: La referida “contrahistoria” sería “la primitiva historia del logos” a
partir de la cual Vico se habría aproximado a la “lógica poética”, para asomarse al abismo
194
Traducción propia de: “Beyond the aporias of history and progress and outside the reactionary closures of
historicism and the neo-avant-garde lies the potential for a marginal counter-history.” (Frampton, “Rappel à
l'Ordre: The Case for the Tectonic”, 2002 [1990], págs. 102-103)
195
Traducción propia de: “This is the primeval history of the logos to which Vico addressed himself, in his
Nuova Scienza, in an attempt to adduce the poetic logic of the institution. It is a mark of the radical nature of
Vico’s thought that he insisted that knowledge is not just the province of objective fact but also a consequence
of the subjective, ‘collective’ elaboration of archetypal myth, that is to say, an assembly of those existential
symbolic truths residing in the human experience. The critical myth of the tectonic joint points to just this
por otra parte, relaciona con cuerpos que son mentes, figura análoga a los edificios que son
que los cuerpos sean mentes (y, sin embargo, se creyó que el cielo tronante era
Júpiter); de ahí que los poetas frecuentemente se ejerciten en cantar las maravillas
hechas por las magas por obra de encantamientos. Esto hay que refundarlo en un
sentimiento oculto que tienen las naciones de la omnipotencia de Dios, del cual nace
aquel otro por el que todos los pueblos son naturalmente llevados a ofrecer honores
infinitos a la divinidad. Y así es como los poetas fundaron las religiones entre los
Si la referencia a El presente eterno (Giedion, 1962) en “Rappel à l'Ordre: The Case for the
alusiones a Ciencia nueva de Vico, en Estudios sobre cultura tectónica (Frampton, 1999
timeless, time-bound moment, excised from the continuity of time.” (Frampton, “Rappel à l'Ordre: The Case
for the Tectonic”, 2002 [1990], pág. 103)
Por otra parte, en la introducción a Estudios sobre cultura tectónica (1999 [1995]), al hacer
Frampton encuentra afinidades entre Vico y este filósofo alemán. En particular, asocia
“[…] aletheia, conocimiento en cuanto revelación ontológica […]” con el “[…] verum,
ipsum, factum [verdad como resultado del hacer] de Vico, un estado de cosas donde
conocer y hacer se hayan unidos inextricablemente […]” (Frampton, 1999 [1995], pág. 33).
En este mismo pasaje, Frampton anota cómo el texto de Heidegger que comenta “[…]
recuerda también ese momento en el que la techné revela el status ontológico de una cosa
con “[…] un ámbito en el que las obras de arte se ofrecen únicamente para el placer
atribuye “al conocimiento de un experto” (Ídem.) y que se puede asociar con un polo
de su mundo son irrevocables. Las obras ya no son lo que eran. Las que encontramos son
ciertamente las mismas, pero ellas mismas son las pasadas.” [Martin Heidegger, “On the
p. 61]” (Ídem.)
Vico, se plantea una relación entre tectónica y los conceptos de aletheia y techné. La
asociación del primero de estos conceptos, con la concepción de tectónica del autor
contexto de la cuaternidad: cielo y tierra, los Divinos y los mortales. En este sentido, cabe
mencionar que uno de los contextos de los cuales Heidegger tomó el concepto de aletheia
Raven, & Schofield, 1987 [1983], pág. 351) 196 . Frente a esta expresión, este texto de
poema de Parménides, o a un sustantivo común que puede ser traducido como “verdad”, en
ninguna “experiencia mítica” de esta diosa, sino que un pensador, por su propia
196
La traducción del texto de Hiedegger por Carlos Másmela, a la que corresponden las citas, emplea
“desocultamiento” por “Aletheíes” [Αληθείης] (Heidegger, Parménides, 2005 [1942-1943], pág. 9).
Esta personificación del concepto universal de verdad proporciona a Heidegger una ocasión
para presentar una interpretación del sentido general que la expresión para divinidad habría
tenido en el pensamiento griego, cuando señala que “[…] las divinidades griegas consisten
1943], pág. 182) es decir, en una captación de lo que desoculta. La manera en la cual
ontológica prepara el camino para una interpretación del vínculo de la aletheia con “lo
divino”: “Los dioses griegos no son “personalidades” o “personas” que dominan el ser;
ellos son el ser mismo que mira en el ente.” (Heidegger, Parménides, 2005 [1942-1943],
pág. 143). En relación con este “ser mismo que mira en el ente” se daría una comprensión
de lo divino como lo que hace posible el desocultamiento (la aletheia), es decir, como la
mirada ante la cual se hace presente una revelación ontológica; al respecto el texto de
Heidegger dice: “Lo que mira es lo que mira en el desocultamiento: το Θεαον to theaon]
es το Θει ονto thei on] . Traducimos esto correctamente, pero sin pensamiento y
pretenciosamente, por “lo divino”. Θεάοντες [Theaontes] son aquellos que miran en lo
Ahora bien, si lo divino es aquello que mira en lo desoculto, entonces, se entenderá cómo la
aletheia constituye un vínculo entre lo divino y la techné, puesto que es una forma de
“En otro tiempo se llamó τεχνή [techné] también al des-ocultar que produce la
verdad en el brillo de lo que aparece. […] En otro tiempo se llamó τεχνή [techné]
ποίησις [poiesis] de las bellas artes.” (Heidegger, “La pregunta por la técnica”, 1993
Esta manera de asociar la techné con la “revelación ontológica” [aletheia] y con la mirada
ante la que aparece lo que se desoculta en tal revelación (“los Divinos”) completaría la
Con respecto a esta “revelación ontológica”, a la que hace referencia Frampton y que,
según lo expuesto, se encuentra asociada con “los divinos” que hacen parte de la
cuaternidad planteada por Heidegger, cabe preguntar: ¿en qué medida ésta apoya la
un drama que acontece en las obras, de tensiones entre dos pares de polos, el primero
entre la “tierra”, como lo que tiende a cerrarse, y la magnitud que representa la apertura de
un “mundo”, el cual, en tanto que “artificio humano”, a un tiempo hace a los seres humanos
semejantes a un poder divino, creador del mundo, y los confronta con su propia mortalidad,
reconstrucción del concepto de tectónica, efectuada por Frampton en las postrimerías del
siglo XX, pero no se ha indicado si el concepto de tectónica, invocado por este teórico de la
arquitectura del siglo XIX. Sobre este particular, se plantea una aproximación que
debates sobre la arquitectura, responde a los diferentes contextos en los que éstos se
plantean. De acuerdo con este planteamiento, en la sección siguiente se argumentará que las
particularidades del contexto. Pero, antes de dar paso a la siguiente sección, se incluye
con una “revelación ontológica”, resulta paradójico que una encuentre una de sus fuentes en
Wagner197. En torno a esta paradoja se puede anotar que el recurso al concepto de tectónica
197
En su “Introducción” al El estilo (2013 [1878-1879]) de Semper, Mallgrave hace referencia a “[l]a amistad
a veces tensa entre Semper y Wagner” (Mallgrave, 2004, pág. 7) surgida en 1842 con ocasión de la
correspondió al uso que se hizo del mismo en la segunda mitad del siglo XX, ilustrado en la
preocupaciones que les sirven de fondo. Mientras en el primer caso una cuestión
Para una reflexión como la de Lecciones sobre la estética de Hegel (1989 [1842]), a la que
en el extremo de menor espiritualidad, dentro del sistema de las artes planteado por este
dominante […]” (Hegel, 1989 [1842], pág. 486), se excluían de dicha arquitectura bella,
representación de obras del músico, como “El holandés errante” y “Tannhäuser” en el Hoftheather (Teatro de
la Corte) de Dresde, diseñado por el primero. También hace mención de un segundo encuentro entre ellos, en
la década de 1860, debido al proyecto no construido de Semper para el Festspielhaus en Munich, “[…]
destinado a albergar la primera producción del ciclo completo del Ring des Nibelungen de Wagener” (pág. 9)
198
Una interpretación alternativa, con respecto a la relación de la arquitectura con su contexto histórico se
encuentra en La condición humana (1974 [1958]) de Hanah Arendt, para quien el “[…] asombroso
florecimiento de la poesía y de la música desde la mitad del siglo XVIII hasta casi el último tercio del XIX,
acompañado por el auge de la novela, única forma de arte por completo social, coincidiendo con una no
menos sorprendente decadencia de todas las artes públicas, en especial la arquitectura, [que] constituye
suficiente testimonio para expresar la estrecha relación entre lo social y lo íntimo.” (Arendt, 1974 [1958], pág.
60)
199
El texto en referencia reza: “Pero tales construcciones [los domicilios privados y las villas los romanos,
cuyo lujo contrasta con la simplicidad de las viviendas de los griegos, así como sus suntuosos palacios
imperiales, baños públicos, teatros, circos, anfiteatros, acueductos y fuentes,] en que la utilidad sigue siendo
lo prevaleciente y dominante, pueden concederle un lugar a la belleza más o menos sólo como adorno.”
(Hegel, 1989 [1842], pág. 486)
sentido diferente, John Ruskin en Las siete lámparas de la arquitectura (1994 [1849])
definió: “La arquitectura es el arte que dispone y adorna los edificios levantados por el ser
humano para el uso que sea, de modo que la visión de ellos contribuya a su salud mental,
poder y placer.” (pág. 17). A continuación de esta definición, sentenció: “Es muy necesario,
(Ídem.) y abogó por su reconocimiento como una de las bellas artes, con exclusión de lo
correspondiente al uso del término para referirse al saber con el que se “[…] fabrica un
por su referencia a los “edificios levantados”, restringió la atención que ésta puede prodigar
arte [la arquitectura] que, haciéndose cargo y admitiendo como condiciones para su trabajo
y bellos, por lo demás inútiles” (pág. 17). El autor ilustra esta definición con dos ejemplos,
en los que parece establecer una distinción entre arquitectura e ingeniería militar 200. De
200
Como parte de su lectura de La condición humana (1974 [1958]) de Arendt, Frampton interpreta la
distinción entre arquitectura e ingeniería como un “[…] desplazamiento del “qué” al “cómo” […]”:“[…] en
primer lugar, con la creación categórica anti-gremial de Cobert de varias academias reales para las artes y las
ciencias incluida la Académie Royale d’Architecture (1677), cuyos graduados en “arquitectura se dedicaban
únicamente al “que”, esto es a la reificación de las estructuras públicas encargadas por el Estado; y además
con la creación con Perronet de la Ecole de Ponts et Chaussées, cuyos graduados en “ingeniería” se ocupaban
únicamente del “cómo”, particularmente de los medios para aumentar el acceso permanente e este ámbito”.
abiertos por debajo para el ataque. Ahora bien, si dichos cuerpos están tallados por
los intervalos, están arqueados y adoptan la forma de trébol, que también es inútil,
a la primera un interés exclusivo “[…] por los caracteres de edificio que están por encima y
más allá de su uso corriente” (Ídem.) 201 . Esta referencia al uso corriente le permite
En este pasaje incluye la siguiente cita de Michel Parent Jacques Verroust [Vauban, (1971), París: Editions
Jacques Fréal, pag. 60 ]: “En el siglo XVI la defensa de la ciudades y castillos fue trabajo de los “arquitectos”.
La palabra ingeniero permaneció reservada a los que no sólo construían las máquinas de asedio sino que
también las manejaban”.
201
El pasaje en referencia dice: “Quizá no sea fácil trazar la línea divisoria de modo tan nítido y sencillo,
porque hay pocas construcciones que no tengan alguna pretensión o color de ser arquitectónicas; no puede
existir arquitectura que no esté basada en la construcción, ni buena arquitectura que no lo esté en una buena
construcción, no obstante, es bien fácil y muy necesario mantener ideas claras y entender de una vez por todas
que la arquitectura se interesa sólo por los caracteres de edificio que están por encima y más allá de su uso
corriente.” (Ruskin, Las siete lámparas de la arquitectura, 1994 [1849], pág. 18)
preocupaciones:
de los seres humanos, tiene desde luego una utilización a la que se ajusta a su
decoración arquitectónica, pero no una utilización que limite, por alguna necesidad
Adolf Loos, el cual sumaría a la exclusión de la utilidad, la del ornamento, puesto que
afirma que “Solo una parte, muy pequeña, de la arquitectura corresponde al dominio del
arte: el monumento funerario y conmemorativo. Todo lo demás, todo lo que tiene una
finalidad hay que excluirlo de dominio del arte” (Loos, “Arquitectura”, 1972/1910, pág.
230) 202.
La adopción del ornamento como criterio para establecer qué obras se pueden considerar
mundo católico, con respecto a la cual reivindica lo genuinamente grande y bueno 203. Una
202
“Solo una parte, muy pequeña, de la arquitectura corresponde al dominio del arte: el monumento funerario
y conmemorativo. Todo lo demás, todo lo que tiene una finalidad hay que excluirlo de dominio del arte. […]
Si encontramos un montículo en un bosque, de 6 pies de largo por 3 de ancho, amontonado en forma
piramidal, nos pondremos serios y nuestro interior algo nos dirá: Aquí hay alguien enterrado. Esto es
arquitectura.” (Loos, “Arquitectura”, 1972/1910, pág. 230).
203
El texto en referencia dice: “El tratamiento del templo de los papistas es exhibicionista en grado sumo; es
todo él superficial; y el peligro y lo perverso de sus decoraciones eclesiales radica, no en su realidad –no en la
papistas” constituye el punto de partida para una propuesta para redimir la arquitectura del
pecado de la utilidad. Este es el caso de la obra de “arte completa”, propuesta por Richard
Wagner en La obra de arte del futuro (2007 [1850]), que, de acuerdo con este autor, habría
de la utilidad:
de modo egoísta, en la obra de arte comunitaria del futuro, sólo con la redención en
general del ser humano de la utilidad en el ser humano artista del futuro, la
riqueza y el arte de éstas, de las que el pueblo llano nunca es sabedor– sino en su brillo y oropel, en la
doradura del altar y el color de la imagen, en recamado de sus deslustradas togas, en la profusión de gemas de
imitación; siendo todo ello puesto por delante para ocultar lo que hay genuinamente de bueno y grande en sus
edificaciones […] Las nobles ventanas pintadas de St. Maclou, en Ruán, y otras muchas iglesias de Francia,
están totalmente obstruidas detrás de los altares, por la colocación de inmensos rayos de sol, de madera
dorada, salpicados de querubines. (Nota 3)].” (Ruskin, Las siete lámparas de la arquitectura, 1994 [1849],
págs. 26-27)
respetar porque los tintes no dejan ver otra cosa más que lo que sele de sus talleres.”
(Viollet-le-Duc, 1893)204.
“Pero ni la más bella de las plantas, ni los más suntuosos muros de piedra, le sirven
hacer posible así la plena comprensión de la vida, pues en tal copia es donde podrá
aparecer completamente el ser humano artista. Las paredes de ese escenario, que
encaran frías y distantes al artista y al público, han de adornarse, para ser dignas de
participar en la obra de arte humana, con los frescos colores de la naturaleza y con
la cálida luz del éter. La arquitectura plástica se topa aquí con sus limitaciones y sus
dependencias, y se arroja, menesterosa, a los brazos del arte de la pintura, que debe
utilidad, implicaba en esta obra de Wagner, una aceptación del añadido de decoraciones.
En los textos de Hegel, Ruskin y Wagner, a los que se ha hecho referencia, en sus
reflexiones sobre la decoración, a esa separación entre trabajo material y trabajo intelectual,
mencionada por Frampton, que conduce a una distinción entre construcción y arquitectura
se suman aquellas entre espíritu y materia, así como entre el qué (arquitectura) y el cómo
arquitectura que tuvieron lugar durante el siglo XX. Así como los contextos particulares en
los que se dio la discusión sobre el ornamento en la arquitectura durante el siglo XIX,
tiñeron el uso que se hizo del concepto de tectónica, el contexto latinoamericano habría
Como se indicó en la primera sección de este capítulo, este apartado examina algunas
poética por la reflexión. A continuación, se hace referencia a otras dos dificultades, que se
suman a este riesgo de desviar la discusión hacia la difusión en la región de algunos escritos
sobre tectónica. Una segunda dificultad tienen que ver con limitaciones para acceder a las
reflexiones de autores cuya obra evidencia una atención esmerada hacia su materialidad y
materialización. Mientras que una tercera, corresponde a las consecuencias que tuvieron
entre mundo tierra, así como entre mudanidad y mortalidad. Para terminar, se expone un
balance sobre el grado en el que los argumentos presentados apoyan la hipótesis de partida.
Para comenzar una consideración sobre los aportes de latinoamericanos relacionados con el
concepto de tectónica, resulta pertinente aclarar que este trabajo se refiere a las reflexiones
arquitectura” (2004) afirma que “[…] los textos de Semper y […] no tuvieron influencia en
Latinoamérica […]” (pág. 73), a la vez que encuentra significativo que a la fecha de su
escrito no existieran traducciones al castellano de Die Vier Elemente der Baukunst (2010
dirigida al traductor y editor de la obra del mismo autor, Der Stil, Juan Ignacio Azpiazu,
“El libro Der Stil de Gottfried Semper era muy respetado en el Instituto de
a veces se referían a él y alguno de ellos tenía una copia de éste, en alemán. Un par
de veces lo hojeé, pero la verdad es que nunca lo estudié o lo leí o siquiera lo miré
con cuidado. Las influencias de Semper en mi fueron por lo tanto continuas pero
tectónica, como las precisiones sobre la diferenciación entre técnica, tecnología y tectónica
de Jorge Sarquis, quien considera que “[…] la tectónica es lo más propio y específico de la
arquitectura, desde sus raíces lingüísticas hasta su peso marcando a la arquitectura por su
“Arquitectura y técnica. Prólogo”, 2008, pág. 11)206. Por otra parte, Sarquis coincide con
205
Cabe anotar que hay una traducción al castellano del escrito de Semper, del 2014 (Semper, Escritos
fundamentales de Gottfried Semper. El fuego y su protección, 2014), es decir, posterior al artículo en
referencia.
206
El pasaje de Sarquis, con respecto a la serie de estos tres conceptos, del que se extrajo este fragmento dice:
“Sin duda la trilogía técnica, tecnología y tectónica son inimaginables por fuera de la arquitectura, si bien la
primera compete por su carácter genérico y omnipresente desde el nacimiento del hombre, razón por la cual la
filosofía la ha tomado entre sus manos, la tecnología o lógica de la técnica ya [11] es propiedad de los saberes
particulares y más aún los especializados con sus rutinas y automatismos propios de la era moderna lo que
para muchos ocluye el acceso a la creatividad restando posibilidades a la arquitectura, finalmente la tectónica
Si con esta aclaración, con respecto a cómo el objeto de indagación para este trabajo es la
materialización de las obras, se evita una discusión sobre la recepción de la obra teórica de
observé y no tienen nada que ver con un deseo de sistematizar esas observaciones,
es lo más propio y específico de la arquitectura, desde sus raíces lingüísticas hasta su peso marcando a la
arquitectura por su materialidad y la manera en la que esta nos provoca sensaciones que la precepción
decodifica según los imaginarios dominantes de materiales nobles e innobles, cálidos y fríos, etc.; etc.”
(Sarquis, “Arquitectura y técnica. Prólogo”, 2008, págs. 10-11).
207
“En registro observable y mesurable, la envolvente es el límite del espacio arquitectónico, aunque
reconocemos que desde la modernidad se privilegió el espacio como protagonista de la misma. Desde hace no
más de una década, comienza a repensarse intensamente el asunto. Merece destacarse el renacer de estas
consideraciones donde se demuestra que la materialidad de los límites es el componente de la arquitectura que
realmente induce y da sustento a los observadores a tomar partido en los juicios sobre las obras [29] de
arquitectura, sean observadores “distraídos” en la consideración de Benjamin, o atentos como los disciplinares
o críticos. Empieza a advertirse entonces, la concepción limitante de la abstracción espacial racionalista, y a
ponderarse el real valor expresivo que portaba la materialidad.” (Sarquis, “Arquitectura y técnica se disuelven
en el espacio”, 2008, págs. 28-29)
Desde el punto de vista temporal, la mayoría de los textos de autores latinoamericanos a los
que se ha hecho referencia, provienen de los primeros años del siglo XXI. En este sentido,
se puede pensar que representan el registro de una respuesta regional a una discusión
planteada un ámbito más amplio. Por lo anterior, cabe preguntar por la existencia de una
arquitectura. Así mismo, sobre los rasgos que caracterizarían dicha tradición y, en el marco
particular de esta investigación, por las visiones de mundo desde las cuales ha sido
abordada, así como por sus avances y limitaciones. Al respecto, se puede argumentar que,
aún en algunos escritos a los que se ha hecho referencia, se presenta una tercera dificultad
relacionada con las visiones de mundo organicistas que fracturan las observaciones
de arquitectura.
historia y la teoría por parte de “[…] muchos arquitectos [… quienes] consideran que
ambas [historia y teoría] son inútiles para la práctica, que les demanda actuar primero y
la arquitectura para la producción de sus obras (Toca, 2004, pág. 61). Con este fin se apoya
acuerdo con este autor, la arquitectura avanzada corresponde a la que siguió el camino
abierto por autores como Semper, con base “[…] en investigaciones antropológicas y en su
observación sobre la evolución de las técnicas constructivas” (Toca, 2004, pág. 62), es
respecto al avance de las técnicas constructivas de su propia época […]” (Toca, 2004, pág.
Con base en dicha distinción entre arquitectura avanzada y atrasada, Toca concluye que:
nombres o las obras, se puede verificar hasta qué punto están vigentes aún estas
la tierra pisonada y —después— el concreto armado. Esta situación prueba una vez
más que son las teorías —las ideas— las que permiten crear y explicar las obras; y
que éstas no son, como a menudo se supone, creaciones inexplicables.” (Toca, 2004,
pág. 73)
En este caso, la reflexión parece perder de vista las experiencias relacionadas con la
categorías. Algo semejante ocurriría con la distinción entre espíritu del tiempo y espíritu del
cuerpos históricos de todas partes y de todos los tiempos. […] Ahora bien, por
involucra el hábitat:
artificial– en que los pueblos habitan. Por lo mismo, a la noción de espíritu del lugar
El propósito de incluir el “hábitat físico” constituye para este autor la razón por la cual
materialización de las obras, debido a la tendencia a reducir la experiencia, con este aspecto
de las obras, a uno de dos polos opuestos: “arquitecturas del desarrollo” y “otra
entre otros criterios, el valor expresivo de la construcción, lo hace para confrontar las obras
con respecto a sus “condiciones materiales pre-existentes”. Es así, como clasifica la una
obra como “arquitectura del desarrollo” si por su materialidad y los medios para su
“En América Latina los líderes desarrollistas retoman la relación entre progreso
Por otra parte, clasifica una obra como representativa de la “otra arquitectura” cuando los
materiales con los que ha sido construida y los procedimientos para su materialización
materiales, según las condiciones del encargo y disponibilidades del lugar. Por
En la práctica los experimentos de Eladio Dieste son pioneros en el mundo. […] Las
acentúen el efecto de “masa”, una tendencia que revierte aquella del Estilo
“dinámico”. Las obras no adquieren la tensión visual que producen las proezas del
variedad espacial, del trabajo de luz y del color.” (Browne, Otra arquitectura en
Al margen del peso que tendría en esta argumentación una visión de mundo organicista, la
208
El aludido Eladio Dieste bien podría tener un visión de mundo distinta de la de quien, en este caso,
comenta su obra. Si se toma en consideración que parece creer en cierta armonía preestablecida, como lo
ilustra el siguiente fragmento: “Para desarrollarnos tenemos que hablar bien, primero claro, preciso,
sencillamente; luego vendrá de suyo la poesía, muestra del contenido insondable de la palabra [De una carta
personal de E. Dieste, fechada 22 de noviembre de 1961].” (Bonta, 1963, pág. 9) se abría aproximado a la
producción de sus obras desde una combinación de elementos de visiones de mundo formistas y mecanicistas,
en el sentido en el que estos términos han sido tomado de Pepper para este trabajo, independientemente de
que éstas puedan ser recibidas desde otras de estas visiones.
avanzada” versus “atrasada”, de Toca), que tienden a reducir la reflexión sobre materialidad
Aún por fuera de este tipo de contraposiciones entre “arquitectura del desarrollo” y “otra
primera década del siglo XXI. Tal es el caso de “On Tact. Some Thoughts on the
Architecture of Richter & Dahl Rocha” (2007) de Jorge Francisco Liernur. De acuerdo con
este autor:
“En la práctica de Richter & Dahl Rocha, la técnica ocupa, de otro lado, el mismo
recuerda que “[…] el término “tectónica” fue acuñado al comienzo del siglo XIX
mucha frecuencia la niega.” (Liernur J. F., “On Tact. Some Thoughts on the
209
Traducción propia de “In the practice of Richter & Dahl Rocha, technique occupies, on the other hand, the
same subordinate space that it occupied in the traditional practice of architecture, even setting aside the
Con respecto a esta identificación de tectónica con yuxtaposición, que presenta el pasaje de
Liernur en referencia, cabe anotar que el texto de De Michelis al que remite, a su vez alude
sección anterior de este capítulo, representa una elaboración del concepto en referencia,
procedente de las postrimerías del siglo XX210. Por otra parte, resulta significativo que el
trabajo de Liernur aluda a textos de De Michelis y de Kurt Forster publicados con motivo
de la Bienal de Venencia de 2004, cuya muestra incluyó obras en las que se había acudido a
illusion of tectonics. Marco De Michelis reminds us that “the term tectonic was coined at the beginning of the
19th century as an instrument for reconstituting the lost unity of the architectonic organism by the
combination and juxtaposition of building elements.” [Marco De Michelis, “Morphing Metamorph,” Log:
Observations on Architecture and the Contemporary City 4 (Winter 2005): 10.] In the architecture of Richter
& Dahl Rocha, on the other hand, the unity does not respond to the logic of such juxtapositions, and very
often negates it. (Liernur J. F., “On Tact. Some Thoughts on the Architecture of Richter & Dahl Rocha”,
2007, pág. 26 )”. El ensayo al que pertenece este pasaje fue publicado en castellano en 2010, con el título
“Acerca de la delicadeza: consideraciones sobre la obra de RDR”. La versión del mismo, en parte en
castellano dice: “En la obra que estamos analizando, la Técnica ocupa, en cambio, el mismo lugar
subordinado que ocupaba en la práctica tradicional de la arquitectura. […] Por empezar, la obra de RDR no
recurre tampoco a la ilusión tectónica. Como nos recuerda Marco de Michelis “the term ʻtectonicsʼ was
coined at the beginning of the XXth century as an instrument for reconstructing the lost unity of the
architectonic organism by the combination and juxtaposition of elements” [en inglés en el original, “[…] el
término “tectónica” fue acuñado al comienzo del siglo XX [sic.] como un instrumento para reconstruir la
perdida unidad del organismo arquitectónico por la combinación y yuxtaposición de elementos”]. En los
trabajos de RDR en cambio, la unidad no responde a la yuxtaposición. Más aún, con frecuencia la niega.”
(Liernur F. , "Acerca de la delicadeza: consideraciones sobre la obra de RDR", 2010, pág. 224)
210
El pasaje aludido dice: “The term tectonics [Kenneth Frampton, Studies in Tectonic Culture: The Poetics
of Construction in Nineteenth and Twentieth Century Architecture, (Cambridge, Mass.: MIT Press, 1995);
Marko Pogacnik, “La dissolution de la grande forme” in faces 47 (1999/2000): 14-23] was coined at the
beginning of the 19th century as an instrument for reconstructing the lost unity of the architectonic organism
by the combination and juxtaposition of elements.” (De Michelis, 2005, pág. 10)
211
El texto introductorio del mismo Forster a la publicación oficial de la Bienal, titulado “Architettura ombre
riflessi” (2004) incluye como ilustraciones imágenes de “Walt Disney Concert Hall” de Frank O. Gehry, del
“Nuovo Polo Fiera Milano” de Massimiliano Fuksas, y de “Wolfburg Science Centre” de Zaha Hadid y
Mayer Bahrle Freie Arkitekten BDA. Un pasaje de su artículo “Thoughts on the Metamorphoses of
Architecture” (Forster, 2004) bien puede valer como descripción de obras como éstas: “Si altera esa dialéctica
[entre lo horizontal y lo vertical, que a todo lo largo de la modernidad ha situado los edificios dentro de un
comienzo del siglo XIX”, en el cual el concepto de tectónica se habría puesto en crisis ante
como ejemplo de este momento de crisis “[…] la reverencia de Gottfried Semper – a la vez
vidrio, el Palacio de Cristal, construido por Joseph Paxton, para la Exposición Universal de
universo cartesiano], el objeto escapa, la arquitectura parece perder su compostura, perder su fundamento. Al
final del proceso podemos decir que es una cuestión de grado de la misma cosa el que algo sea un piso, un
techo o un muro. […] La noción fundamental evocada por la caja espacial es la de las superficies continuas,
ya sean plegadas, dobladas o enrolladas, cuyas propiedades fenoménicas eliminan la dialéctica precedente de
la diferencia.” (Forster, “Thoughts on the Metamorphoses of Architecture”, 2004, págs. 24-25). Traducción
propia de los pasajes que dicen “For example, all through modernism we were adamantly following the line
that buildings are located within a Cartesian universe, that what was horizontal and what was vertical in them
constituted its fundamental dialectic. […] If you tampered with that dialectic, the object went away;
architecture seemed to lose its bearing, to lose its ground. At the end of the process we can say that whether
something is a floor, a ceiling, or a wall is only a gradient condition of the same thing. […] The fundamental
notion evoked by spatial case is that of continuous surfaces – be they folding, bending, or coiling – whose
phenomenal properties abolish the preceding dialectic of difference.” (Forster, “Thoughts on the
Metamorphoses of Architecture”, 2004, págs. 24-25). Con respecto a las tecnologías digitales, en
“Architettura ombre riflessi” (Forster, 2004) dice: “El software para el diseño asistido por computador ha
ocupado desde hace mucho tiempo el lugar dejado vacante por los diseñadores y grabadores. […] Por la
historia de la tecnología sabemos que lo que se ha creado para un fin, termina a menudo siendo usado para
otro, a veces incluso mejor. La tecnología informática aplicada primero al diseño (CAD) tiene un potencial
infinitamente superior, si se aplica a la maquinaria de fabricación digital [maquinaria de control numérico,
CNC]. Además de ampliar la tecnología informática para la fabricación de maquinaria controlada
numéricamente, el uso amplio y consistente de programas digitales para programar cada fase y aspecto del
diseño, fabricación, montaje y control, ya está trayendo los edificios a un área que habría sido impensable
hace diez años. No hay duda de que la innovación tecnológica en el mundo es ahora esencial para la
arquitectura, y contribuye a su transformación en una especie diferente.” (Forster, “Architettura ombre
riflessi”, 2004, pág. 13). Traducción propia de: “Il software per il Computer-Aided Design ha da tempo
occupato il posto lasciato vacante dai disegnatori e dagli incisori. [...] Dalla storia della tecnologia sappiamo
che ciò che è stato creato per uno scopo spesso finisce per realizzarne un altro, a volte addirittura meglio. La
tecnologia informatica dapprima applicata al disegno (CAD) ha potenzialità infinitamente superiori se
applicata ai macchinari controllati numericamente. Oltre a estendere la tecnología informatica alla manifattura
di macchinari controllata numericamente, l’uso ampio e coerente dei programmi digitali per programmare
ogni fase e aspetto della progettazione, della fabbricazione, dell’assemblaggio e del controlio, sta già portando
gli edifici in un ambito che sarebbe stato impensabile anche solo dieci anni fa. Non c’è dubbio che
l’innovazione tecnologica nel mondo è ormai indispensabile per l’architettura e funzionale alla sua
trasformazione in una specie diversa.” (Forster, “Architettura ombre riflessi”, 2004, pág. 13)
arquitectura en sí, precisamente por su aspiración intrínseca a ser más leve, más
planteamiento de una indistinción de estos elementos en un flujo, que habría tenido lugar en
212
Traducción propia de: “[…] Gottfried Semper’s awe – at once admiration and concern – in the face of that
seminal prototype of modern buildings in iron and glass, the Crystal Palace, built by Joseph Paxton for the
Universal Exhibition in London in 1851.” (De Michelis, 2005, pág. 10)
213
El pasaje en referencia dice: “Uno puede también decir que éste [la tectónica] fue el medio que puso los
diversos elementos a disposición del diseñador de la revolución técnica, de regreso en un sistema de reglas
que eran específicamente arquitectónicas. Típico de esta aproximación fue la reverencia de Gottfried Semper
– a la vez admiración y preocupación – frente al prototipo seminal del edificio moderno de hierro y vidrio, el
Palacio de Cristal, construido por Joseph Paxton, para la Exposición Universal de Londres, en 1851. Para
Semper, la arquitectura en hierro no parecía compatible con la noción de arquitectura en sí, precisamente por
su aspiración intrínseca a ser más leve, más inmaterial, al punto que en que se convertía en “una arquitectura
invisible – en un ideal para el cual las reglas de proporción o de composición arquitectónica ya no parecían
justificarse”.” (De Michelis, 2005, pág. 10). Traducción propia de “One could also say that this was the means
that led the various elements at the disposal of the designer of the technical revolution back into a system of
rules that were specifically architectonic. Typical of this approach was Gottfried Semper’s awe – at once
admiration and concern – in the face of that seminal prototype of modern buildings in iron and glass, the
Crystal Palace, built by Joseph Paxton for the Universal Exhibition in London in 1851. To Semper,
architecture in iron did not seem compatible with the notion of architecture itself, precisely because of its
intrinsic aspiration to be more slender, more immaterial, to the point of becoming “an invisible architecture –
an ideal for which rules of proportion or the composition of architectural elements no longer seemed
justifiable.” (De Michelis, 2005, pág. 10)
214
El texto aludido dice: “En su introducción al catálogo de la Novena Exposición Internacional de
Arquitectura de la Bienal de Venecia, Kurt Forster cita la propuesta de Frederick Kiesler en la cual la
“separación de pisos, muros, pilastras y techos es abandonada” en favor de “un flujo” que deberá conectar los
diferentes elementos” [citas de Kurt W. Forster, “Architecture, Its Shadows and its Reflections,” en
abandonada” en favor de “un flujo” que deberá conectar los diferentes elementos” (Ídem.) y
que ya en las primeras décadas del siglo XX habría anticipado una “[…] posible
composición “tectónica” de sus múltiples elementos, sino del flujo de sus partes en un
continuo – no muy distinto del proceso que configura la naturaleza” (De Michelis, 2005,
pág. 11)
de la muestra.
Metamorph, Focus, 6-13, con la aclaración de que la cita de Kiesler proviene de un manuscrito inédito de
mediados de la década de 1930, que reposa en el archivo de la Fundación Kiesler, en Viena]. Estos fueron
precisamente los temas que, desde el [11] comienzo del siglo XX, delinearon la fisonomía de una posible
arquitectura, en la cual la estructura del organismo arquitectónico ya no dependía de la composición
“tectónica” de sus múltiples elementos, sino del flujo de sus partes en un continuo – no muy distinto del
proceso que configura la naturaleza.” (De Michelis, 2005, págs. 10-11). Traducción propia de “In his
introduction to the catalogue of the Ninth International Architecture Exhibition of the Venice Biennale, Kurt
Forster quotes Frederick Kiesler proposing that the “separation of floors, walls, pilasters, and roof be
abandoned,” in favor of “a flow” that will connect the various elements. [Kurt W. Forster, “Architecture, Its
Shadows and its Reflections,” in Metamorph, Focus, 6-13. The Kiesler quotations is taken from an
unpublished manuscript from mid-1930s, in the archive of Kiesler Foundation, Vienna.] These were precisely
the issues which, from the [11] beginning of the 20 th century, delineated the physiognomy of a possible
architecture, in which the structure of the architectonic organism would no longer be dependent on the
“tecontonic” composition” of its various elements, but rather on the flow of the parts in a continuum – not
dissimilar to the configurative process of nature.” (De Michelis, 2005, págs. 10-11)
Venecia al tema de la “Metaforma” parece no sólo legítima sino, sobre todo, capaz
papel que [Forster] le asignó a cuatro maestros – Aldo Rossi, James Stirling, Peter
Einsenman y Frank Gehry – que constituyen una convergencia entre dos conceptos
De otro lado, precisamente debido a las consideraciones presentadas aquí, hay una
215
Traducción propia de “Kurt Forster’s decision to dedicate the Ninth Architecture Biennale of Venice to the
theme of “Metamorph” appears not only legitimate but above all capable of raising fundamental – and
controversial – questions regarding the nature of architectural practices in our time and the very idea
architecture advanced by these practices. […] On one hand, there is the question of the role he [Forster]
assigned to four masters – Aldo Rossi, James Stirling, Peter Eisenman, and Frank Gehry – constituting a
“watershed” between two radically deferent concepts of architecture, as if what Forster defines as the end of a
“Vitruvian” concept of [13] architecture coined with period in the 1970s characterized by the debate on the
autonomy of architecture and its role in history. On the other hand, precisely because of the considerations
presented here, there is a progressive characterization – optimistically open to the future – that Forster assigns
to the concept of metamorphosis, as though the physiognomy and sense of this process was unequivocally
evident and marked out a direction taken and shared by part of the new generation of architects. (De Michelis,
2005, págs. 12-13)
autor:
con respecto a los intentos de las décadas de 1970 y 1980 para reestablecer la
metamorfosis parece ser un recurrente tema paralelo, una pregunta aún sin
siglo XIX, que presenta de manera continua las prácticas arquitectónicas en la estela
técnicas que han sido exitosas unas tras otras con tal fuerza abrumadora.” (De
sino que, por el contrario mantendría interés en el campo de la teoría de la arquitectura. Por
216
Traducción propia de “It does not seem possible to view the “metamorphoses” of the original tectonic
notion of architecture as a concluding chapter of the modernist era, the result of some sort of final rebellion in
the face of attempts in the 1970s and 1980s to reestablish the autonomy of an architecture founded on an
already fragmentary and ruptured historical tradition. On the contrary, metamorphosis seems to be a recurrent
parallel issue, an unanswered question that has accompanied the vicissitudes of modern architecture since the
19tn century, continually presenting architectonic practices in the wake of the great discoveries of science and
spectacular technical innovations that have succeeded one another with such overwhelming force.” (De
Michelis, 2005, pág. 13)
comenta:
concepción de esta tarea ese rol temporal –la nave del tiempo la llamaría Mishima–
supone, entre otras cosas, la posibilidad de recibir esa dote de la que habla
229)217
217
Cabe anotar que la alusión Vitrubio no se encuentra en el texto de Forster mencionado en el ensayo de
Liurnur citado, sino en Forster, K. W. (2004). “Architettura ombre riflessi”. En K. W. Forster, Metamorph,
Focus (págs. 6-13). Venecia: Fondazione La Biennale di Venezia.
vórtice que nos arrastra y después nos deja, confundidos. La amplitud del cambio ya
crítico: no hay duda que perderíamos mucho si la arquitectura, tal como la había
pensado Vitruvio y como fue reafirmada hasta el infinito por sus lectores y
seguidores, cediera a algo totalmente diverso. Difícil decir cómo será [9] esta nueva
pero nuestras dificultades emergen de los fenómenos mismos y, por tanto, asumen
218
Traducción de la Arquitecta Sara Luciani Mejía de “La luce modula gli edifici all'infinito, accordandoli
con Ia loro stessa instabilità. l’erosione incessante della fissità idealizzata dell'architettura ha accumulato tanta
forza nel tempo, perché assimila l'esperienza contemporanea al suo contrario. Vivere dentro l'architettura ci
avvicina ancora di più alle manifestazioni del cambiamento e della trasformazione, e al tempo stesso ci priva
del senso eli orientamento. Le forze del cambiamento a volte sembrano avvitarsi in un vortice che ci trascina e
poi ci lascia, confusi. L’ampiezza del cambiamento non e più registrabile su scala convenzionale, ma potrebbe
raggiungere un punto critico: non c’è dubbio che perderemo molto quando l'architettura, cosi come l'aveva
pensata Vitruvio, e come e stata riaffermata all'infinito dai suoi lettori e seguaci, cederà a qualcosa di
totalmente diverso. Difficile dire come sarà questa nuova architettura e su quali fondamenti poggerà, se avrà
fondamenti stabili, ma le nostre difficolta emergono dai fenomeni stessi e perciò assumono valore
diagnostico.” (Forster, “Architettura ombre riflessi”, 2004, págs. 7-9) El autor agradece al Arquitecto William
Blain su gestión para la ubicación del texto citado en la Biblioteca Británica en Londres.
escenifica un drama tectónico. Para la captación de tal creación, despliegue y drama, como
García Moreno.
Los argumentos presentados han mostrado cómo teóricos y críticos latinoamericanos se han
partir de Frampton sobre el concepto de tectónica pudo ser interpretado como la captación
de un drama de tensiones entre dos pares de polos, el conformado por “tierra” y “mundo”, y
del desarrollo” u “otra arquitectura”, Browne) no deja espacio para otras reflexiones; o
porque esta concepto sólo sirva para explicar la combinación y yuxtaposición de elementos
despliegue de la memoria
argumentado que el propósito que llevó a Frampton a ocuparse del concepto de tectónica
Design, 2002, pág. 23), y que esta resistencia planteaba un debate contra posiciones como
interpretaciones ilustraron la captación de tensiones entre los polos conformados por tierra
y mundo, por un lado, y mundanidad y mortalidad, por otro, como un drama que acontece
arquitectura, reveló una actividad de los elementos constructivos, que hace posible que
éstos escenifiquen dicho drama, en el que un mundo se despliega entre el cielo y la tierra.
divino, creador del mundo, y los enfrenta a su propia mortalidad, representada por los
efectos devastadores de las potencias de la “tierra”, revelados por el paso del tiempo sobre
tensiones entre dos pares de polos, el primero conformado por “tierra” y “mundo”, el
esta visión de mundo no parecen compatibles con la aplicación de los pares de conceptos
pregunta con respecto al potencial de la visión de mundo contextualista, que ha guiado esta
tendría el mérito de ocuparse de estos aspectos en sus relaciones con el lugar y la memoria,
Conclusiones
memoria y tectónica
las obras de arquitectura desde una visión de mundo contextualista permitiría volver desde
la tectónica, por los caminos del lugar y la memoria, es decir, articular un concepto de
de Bergson (2004) de García Moreno. Dentro de las fuentes filosóficas de estos trabajos se
encuentran “Construir habitar pensar” (1993 [1954]) y “El origen de la obra de arte” (2008
[1935/1936]) de Heidegger. Estas fuentes también hacen parte de aquellas a las que acudió
obstante compartir estas fuentes, los trabajos de García Moreno, pese a ser posteriores a los
de Frampton, no incluyen referencias a textos como “Rappel à l'Ordre: The Case for the
la arquitectura de los siglos XIX y XX (1999 [1995]), en los que se emplea de manera
textos sobre tectónica y que el término “tectónica” habría proporcionado un hilo conductor,
con los contextos en el que se ha recurrido a éste. En relación con el discurso mencionado,
se pude reconocer que referencias a algunos textos de Heidegger constituyen trazas que lo
atraviesan con mayor continuidad, por lo que resulta razonable entender su lectura como un
los antagonismos entre las fuentes filosóficas a las que recurrió Frampton, mencionadas en
la tercera sección del capítulo anterior, hablan a favor de una interpretación según la cual la
convergencia de dichas trazas de mayor continuidad con otras de diferente origen y menor
continuidad, no se debe, por supuesto, a una fuente común, sino a la experiencia poética de
Ahora bien, en lo sigue, se busca establecer una cierta continuidad entre el curso que tomó
visión de mundo contextualista permite articular un concepto de tectónica con los de lugar
Con todo, la duda planteada da pie para a una pregunta más general, con respecto al papel
Puesto que, habría que reconocer que la reconstrucción presentada, tanto para el concepto
de tectónica, como para los de lugar y memoria, es sólo una de muchas posibles, se puede
anticipar que, en relación con interpretaciones alternas cabe iniciar nuevos ejercicios de
admiten una mayor riqueza de matices; un ejemplo de ello se encuentra en Región y lugar.
las obras construidas por Oscar Niemeyer, en el centro recreativo de Pampulha, a finales de
“Cualquiera de estas obras serviría para ilustrar esta particularización que logra la
arquitectura moderna con los proyectos de Niemeyer. Las nuevas corrientes que se
sin embargo, la obra se moldea con base en ciertas características del sitio que,
como ya lo han señalado diferentes críticos, tiene íntima relación con la geografía y
219
La obra de García Moreno en referencia, como la de Browne, mencionada con anterioridad, elabora la
relación entre civilización y cultura, aunque a partir de una fuente diferente. Mientras Browne plantea estos
conceptos con base en Alfred Weber, García Moreno se apoya en el texto de Paul Ricoeur “Civilizaciones
universales, culturas nacionales” (Ricoeur, 1990 [1955]). Cabe anotar que estos dos autores latinoamericanos
que este aspecto de las obras entrelaza “característica del sitio” con formas de vida
decantadas por el tiempo, como “la misma gestualidad de los habitantes de esta región”, en
un discurso que vuelve desde la tectónica, por los caminos del lugar y la memoria, para
anota: “Pareciera que todas las imágenes del sitio hubieran encontrado la manera de
fusionarse, posibilitando un nuevo camino para la acción y una continuidad sincrónica entre
reflexión se dirige hacia las que la autora denomina “artesanías vitales locales”. En
tomando como posibilidad de materiales los que están ahí mismo, que parecen
aluden al recurso a la distinción entre civilización y cultura de Kenneth Frampton, en el contexto de sus
planteamientos sobre el “regionalismo crítico”.
sobre los cuales pueda haber una tradición artesanal constructiva que hace parte del
desarrollo tecnológico del país. De la misma forma como ocurre, según Heidegger,
con los “zapatos de cuero” de Van Gogh, en estas casas de Martínez la tradición es
La reflexión sobre la forma en las casas mencionadas no aparece aislada de la que tiene por
geometría un vínculo entre las consideraciones sobre las relaciones entre las formas
naturales y las construidas, las cuales dejan de ser de yuxtaposición y dan lugar que la
220
Este pasaje hace referencia a la adecuación de la materialidad seleccionada y los medios para la
materialización de la obra, con el desarrollo tecnológico en el contexto local de la obra. Sin embargo, a
diferencia del sentido que tal adecuación adquiere bajo la visión de mundo organicista que guía el texto de
Toca, antes mencionado, en este caso, encuentra un motivo más para el despliegue de posibilidades de ser
estar en el mundo.
221
El texto en referencia reza: “Por un lado, surge la naturaleza con todas sus características, con todo su
color y textura, mostrándose a veces como algo imponente, otras como algo caprichoso, otras como algo que
acompaña, acogiendo a quien la habita. La naturaleza deja de ser yuxtapuesto de una forma geométrica
euclidiana y se convierte en su modulante, al sugerir líneas que surgen de ella misma, que particularizan la
figura prismática universal de la tectónica clásica, al proponer texturas y colores que parecen entrar a
establecer continuidad y elaboración proyectiva en relación con ella misma. La naturaleza, con su topografía,
sus texturas, sus amplitudes y estrecheces, se convierte en modulación de la geometría, de sus vacíos y
llenos, de sus accidentes y discontinuidades. La naturaleza deja de ser una idea universal, abstracta, y se nos
muestra en toda su peculiaridad en los contextos geográficos. La ortogonalidad pierde su consistencia para
darle paso a la línea curva, al ángulo agudo u obtuso, buscando, a través de ellos, integrarse al sitio. Descubre
la naturaleza en toda su dimensión.” (García Moreno, Región y lugar. Arquitectura Latinoamericana
contemporánea, 2000, pág. 119)
autora:
“De otra parte, la obra se materializa en la tecnología local, la cual implica una
relación con un contexto existente. Es así como estas casas se realizan en ladrillo a
la vista, utilizando las arcillas y la mano de obra del sitio. De esta manera, un saber
acumulado se hace presente, participa de una nueva totalidad que adquiere su propia
uno de dos extremos, el texto de García Moreno encuentra en las obras que examina
configuró una imagen que se definía por una casi horizontalidad hecha de ladrillo y
también para la contemplación activa de los edificios que marcaban sus bordes y
que contenían la historia allí vivida. La memoria contenida en cada una de esas
presente y del que, se prefiguraba, estaba por venir. Esa casi horizontalidad, antes
lectura propuesta como una alusión al cerrarse de la tierra, en el sentido de que, librada por
completo a una fuerza de gravedad extrema, el material se convertiría en una superficie que
se ofrecería a la percepción humana como un plano horizontal sin límite. En contraste, los
mismos materiales, que en las construcciones aledañas aparecen venciendo esta tendencia
tierra. Por otra parte, la articulación de elementos provenientes pasado, entorno al vacío de
lado, la mortalidad de los seres humanos cuyas manos levantaron y cuidaron esos
puede considerar como evocación de aquello a lo que se ha hecho referencia como “lo que
hace posible el desocultamiento”, o como “la mirada ante la cual se hace presente una
revelación ontológica”.
construida en la cercanía del borde en el que la tierra se cierra. Se trata del Parque Simón
sentido de su descripción como una construcción desde una cercanía en la que se puede
captar el cerrarse de la tierra, lo habría expuesto dicho arquitecto, al presentar esta obra en
los días ordinarios; una configuración del relieve, un vínculo armonioso con la
propósitos de lograr “una configuración del relieve, un vínculo armonioso con la geografía,
la naturaleza y el paisaje locales y una orientación cósmica”, cuya única referencia consiste
tierra (como lo que tiende a cerrarse) en el material para resistir, justamente, su propia
tendencia al cierre, de tal manera que ésta permita la apertura, entre el cielo y la tierra, de
un mundo. Esta desproporción acentuaría el drama de entre el cielo y la tierra que la obra
“La tierra se desplaza para que el agua se haga presente y corra y se deslice
recorrido del paseante y cuida por conservar los ejes lejanos que le traen los cerros y
el cielo, así como los cercanos que le ponen de presente sus texturas, formas y
222
Hasta ahora la interpretación de las obras había seguido la lectura del teórico y el crítico de arquitectura. El
recurso a la voz del autor de la obra introduce un cambio, que recuerda cómo el punto de vista desde el que se
ha abordado el concepto de experiencia poética de la arquitectura es el de la recepción de este tipo de obras, lo
indica que también sería posible hacerlo desde el punto de vista del autor, así como desde el de quien la
habita.
Esta apertura de un mundo entre tierra y cielo, efectuada por la obra a la que corresponden
diferentes a quien la observa. La contención que ofrece cuando se pliega sobre ella
a ella. Las graderías, a su vez, conducen hacia un punto central a quienes allí se
reúnen y posibilitan la reunión de los asistentes alrededor de lo que allí sucede; pero
a la vez, a través del óvalo central que conforman, y la manera de abrirse en los
extremos norte y sur, permiten la conexión con el amplio espacio que las rodea, con
del eje longitudinal y cubrir la plaza desde un horizonte lejano. La plaza despierta la
pág. 77)
223
En relación con esta Plaza Ceremonial, en otro de sus trabajos, García Moreno indica: “Dentro de los
proyectos del Parque que estuvieron a cargo directo de Arturo Robledo, se destaca la Plaza Ceremonial del
cual entregó planos detallados en 1983. Esta plaza que ha sido construida en su primera etapa, tiene como
centro la “cota cero” del trazado regulador, y se conforma como un teatro a cielo abierto con base en un óvalo
con accesos en cada uno de sus extremos agudos, mientras que en sus otros dos lados el óvalo se expande en
peldaños sucesivos sobre una pendiente del terreno adecuada para este fin.” (García Moreno, Arturo Robledo:
la arquitectura como modo de vida, 2010)
“En este lugar de nuevo la memoria se puso de presente. Una memoria viva que tan
sólo parece estar comprimida en imágenes que han logrado expandirse, y le han
primitiva por lo allí contenido, que le confirió el carácter sagrado, de nuevo aparece,
Cabe anotar que el texto además plantea la captación de otro drama, que no es uno de los
que se ha planteado con anterioridad en esta sección, es decir, el que se despliega entre
224
En este caso el tenor literal es el siguiente: “En este proceso, la obra encuentra un sin número de inter-
relaciones con hechos del lugar que la definen y moldean. La naturaleza la penetra a través del cambio de
naturaleza, como si la naturaleza aprendiera a mirarse desde fuera de sí, en la obra. En este
que el mundo muestra algo de la tierra, que permanecía oculto para ésta.
Avendaño, como en la del trabajo de Arturo Robledo, para el Parque de Simón Bolívar de
esta misma ciudad, García Moreno alude a la memoria, como aquello que permite la
material, que se vuelve pérgola o terraza, amplio ventanal o celosía. Quizás esta imagen del desbordamiento
de la ortogonalidad y la posibilidad de introducción de la línea curva, ejes sesgados o discontinuos, que a su
vez se presentan para configurar una nueva geometría, pone de presente lo no visto, lo obvio. En este sentido
vale recordar a Italo Calvino cuando dice: […] “Y no pienso solamente en Puck y en toda la fantasmagoría
del sueño, o en Ariel y en todos los que “are such stuff / as dreams are made on” [son de la misma sustancia
de que están hechos los sueños], sino sobre todo en esa especial modulación lírica y existencial que permite
contemplar el propio drama como desde fuera y disolverlo en melancolía e ironía.” [Italo Calvino, Seis
propuestas para el próximo milenio, traducción Aurora Bernárdez, Madrid, Edición Siruela, 1989]” (García
Moreno, Región y lugar. Arquitectura Latinoamericana contemporánea, 2000, pág. 119). Otras reflexiones de
autores latinoamericanos se aproximan al dramatismo de la relación entre tierra y mundo. Tal es el caso del
artículo “El problema de la técnica y la obra de Richter-Dahl Rocha” (Liernur F. , “El problema de la técnica
y la obra de Richter-Dahl Rocha”, 2008, págs. 93-94) de Jorge Francisco Liernur. Según informa el mismo
autor, RDR es “una de las grandes oficinas suizas de arquitectura” (Liernur J. F., "Acerca de la delicadeza:
consideraciones sobre la obra de RDR”, 2010, pág. 199), fundada por el argentino Ignacio Dahl Rocha y el
suizo Jacques Richter, que “nace a comienzos de la década de los noventa” (pág. 195). Liernur explica su
interés en la obra de esta oficina, en los siguientes términos: “A diferencia de lo que ocurre con las imágenes
de gusto “fuerte”, que pueblan los magazines contemporáneos de Arquitectura –capaces de captar nuestro
interés de manera evidente, violenta– la vibración que percibimos en el trabajo de RDR es misteriosa, apenas
perceptible y demanda un esfuerzo para ser incorporada. Y lo interesante es que la obra de RDR consigue esa
vibración ubicándose en el espacio estrecho y tenso determinado por negarse a abandonar el territorio arcaico
de la Arquitectura, adecuándose a las exigencias de retórica e historicismo exagerado provenientes de los
mass media, sin dejar por eso de aceptar, como dijimos, el campo de trabajo definido por los programas, los
modos de producción y los actores públicos y privados contemporáneos. Precisamente en su equilibrio en el
borde mismo de la desaparición, está su atractivo.” (pág. 191). Al hacer referencia al edificio para
reparaciones de trenes en Ginebra, obra de la firma mencionada en el título, propone este símil: “Como las
muecas trágicas o risueñas que cubren el rostro de los caracteres en la escena, la rusticidad de los bloques de
madera nos hablan aludiendo, “representando” el interior, en este caso la condición dura, mecánica y en cierto
modo primaria, del trabajo manual industrial.” (Liernur F. , “El problema de la técnica y la obra de Richter-
Dahl Rocha”, 2008, págs. 93-94)
en Pampulha, esta autora comenta que “[…] ese mismo campanario, como elemento
las anteriores obras, pone de presente el recurso a la geografía, y al hacerlo descubre algo
2000, pág. 120) a la vez que puntualiza cómo “[l]a obra se hace parte del paisaje, es casi su
continuidad, pero no se mimetiza con él, se diferencia, pero establece una cierta
continuidad.” (Ídem.)
la materialidad y materialización de sus obras, que aquí ha sido presentada como una
cuaternidad de Heidegger: cielo y tierra, los mortales y los Divinos. Justamente, tal
Una vez presentada esta experiencia poética de la arquitectura que articula lugar, memoria
y tectónica, como parte de las conclusiones del presente trabajo, a continuación se incluye
sobre el grado de verificación de la hipótesis planteada. Así mismo, con respecto a las
fuentes a las que recurrió, se incluye una reflexión sobre la relación entre textos filosóficos
y de teoría de la arquitectura. Para terminar, se hace referencia a otros trabajos, que aluden
a algunas de las fuentes que aparecieron a lo largo del texto con mayor frecuencia, y que
arquitectura, en relación con los de lugar, memoria y tectónica, a partir de textos de teórica
y crítica, provenientes de la segunda mitad del siglo XX. Con respecto a este objetivo, cabe
superación de la diversidad de las trazas, encontradas en las fuentes, en la unidad del tejido
que las articula, dándoles la consistencia del despliegue de un evento, que a su vez que abre
tejido discursivo coherente, que, de manera razonable, se pueda considerar como una
criterios de pertinencia (indicio de la existencia algo más que una unidad impuesta desde
Con respecto a la ilación discursiva, se puede entender que esta depende de la continuidad
de las trazas que hayan sido puestas en relieve en la reconstrucción del despliegue de la
Algunas trazas presentaron mayor continuidad que otras. Por ejemplo, las referencias a
textos de Heidegger aparecen a lo largo de los capítulos primero, segundo y cuarto. Es así
como, mientras la conexión de estas referencias con los textos de los autores del campo de
la teoría de la arquitectura, cuyo trabajo ilustra el curso de las discusiones a las que estuvo
textos de Norberg-Schulz y de Frampton a los que se hizo alusión, su conexión con los de
Rossi es, de cierta manera negativa, si se tiene en cuenta el texto de Luque Valdivia (La
ciudad de la arquitectura. Una relectura de Aldo Rossi, 1996, pág. 275) sobre La
habitar pensar” (Heidegger, 1993 [1954]) , texto que, a su juicio, proporcionaría una base
teórica al discurso de Rossi225. Este recurso a Rossi además plantea la dificultad adicional,
225
Como se indicó en la introducción, en el capítulo dedicado al concepto de locus, Luque Valdivia anota
“[…] un ensayo de Heidegger, que ha tenido especial incidencia en el discurso arquitectónico sobre el lugar
desarrollado especialmente a finales de los años setenta, proporciona al discurso rossiano una base teórica de
indudable interés y permite extraer consecuencias que en los textos de la ciencia urbana sólo están
virtualmente presentes. En el artículo a que nos referimos – Construir, habitar, pensar” [una nota aquí aclara
que la publicación de la traducción al italiano (1975) es posterior a La arquitectura de la ciudad (1966) y que
“Rossi ya había señalado –siguiendo a Cattaneo– esta identidad entre construir y cultivar la tierra, y su reflejo
en la lengua alemana”]– el filósofo alemán analiza las raíces etimológicas, tanto en inglés como en alemán, de
las palabras que se refieren a la acción de construir, cultivar la tierra y habitar; en todos los casos aparecen
otros autores (Piñón, 1984), con el fin de constatar desde la recepción de la obra por la
crítica, los argumentos, tomados de Rossi, en los que se combinan sus posiciones como
Heidegger” (2011, págs. 9, note 15)226. En tal caso la coherencia se identificaría con la
autolimitación a una sola fuente filosófica, o al menos a una misma escuela. Sin embargo,
en el caso del presente trabajo, se acogió un criterio más amplio para establecer la
pertinencia de las fuentes, el de que hubiera predominado una contextualista, dentro de las
visiones de mundo tras éstas. De esta manera, en el referido caso de las fuentes filosóficas
una obra que, aunque polemiza con planteamientos como los expuestos por Bergson en
elementos comunes que ponen de manifiesto las implicaciones mutuas existentes entre las realidades
designadas.” (Luque Valdivia, 1996, pág. 275)
226
“Como ejemplo de teorías arquitectónicas inspiradas en filosofía se puede citar la aproximación
fenomenológica a la arquitectura, basada en la fenomenología de Heidegger, como fue articulada en los
escritos sobre arquitectura de Christian Norberg-Schulz; o la fundamentación teórica del deconstructivismo,
apoyada en el posestructuralismo francés y la filosofía de la deconstrucción de Derrida, articulada en los
escritos sobre arquitectura de Bernard Tschumi y Peter Eisenman.” (Schumacher, 2011, págs. 9, note 15)
Traducción propia de: “As examples of architectural theories that are informed by philosophy one might cite
the phenomenological approach to architecture, drawing on Heidegger’s phenomenology, as articulated in the
architectural writings of Christian Norberg-Schulz; or the theoretical underpinnings of Deconstructivism,
drawing on French Post-Structuralism and Derrida’s philosophy of Deconstruction, as articulated in the
architectural writings of Bernard Tschumi and Peter Eisenman.” (Schumacher, 2011, págs. 9, note 15)
contextualista227.
Además del planteamiento de un criterio de pertinencia para las fuentes, distinto de una
ejercicio de relacionar algunas fuentes vinculadas con otras visiones de mundo. Este
consistencia metodológica.
Se consideró como hipótesis que los conceptos de mundo, mortalidad y tierra, procedentes
arquitectura, llevadas a cabo durante la segunda mitad del siglo XX, a acercarse a una
mitad del siglo XX, la unidad de lo que tienen en común los productos del hacer humano,
que habría sido distintiva de un concepto de poética anterior al de Aristóteles, que, a su vez,
227
Bergson es mencionado de manera explícita por Pepper dentro de los ejemplos de autores contextualitas:
“El contextualismo por lo común es llamado “pragmatismo”. Se asocia con Peirce, James, Bergson, Dewey,
Mead”; traducción propia de: “Contextualism is commonly called “pragmatism.” It is associated with Peirce,
James, Bergson, Dewey, Mead.” (Pepper, World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 141)
tiempo. Fue así como se señaló la diferencia entre las visiones de mundo correspondientes a
estos textos y a su interpretación por Heidegger, esto es, entre visiones de mundo formistas
relación entre el quién de la experiencia poética y aquello que la suscita, fue caracterizada
mundo”. A su vez, se descubrió que al mundo que se abre al ser y estar en él, se opone el
que a la vulnerabilidad del mundo que se abre sobre la tierra, frente al paso del tiempo y las
presencia de lo ausente, es decir, la memoria, como una forma de victoria sobre la muerte.
Por otra parte, se anotó que el que dicho mundo requiera de algo que lo mantenga abierto,
convierte a lo que media entre lo abierto de éste y lo cerrado de la tierra (la materialidad y
manera, la recuperación de la poética como unidad de lo que tienen en común los productos
creación de lugar, despliegue de la memoria y drama tectónico. Al final del primer capítulo,
tienen en común los productos del hacer humano, que habría sido distintiva de un concepto
mortalidad y tierra, dejando pendiente para los subsiguientes, aquella otra parte de la
hipótesis que se refiere cómo los conceptos de mundo, mortalidad y tierra anticipan la
arquitectura.
Esta secuencia argumental del primer capítulo, consistente en (a) una diferenciación inicial
se presentó el problema, (b) una recuperación de la poética como unidad de lo que tienen en
común los productos del hacer humano, (c) una concepción de la experiencia como
tectónica, tiene como hilo conductor textos de Heidegger. Dado este hilo conductor, habría
cabido esperar que los capítulos siguientes repitieran una estructura argumental desde las
embargo, cada uno de los capítulos siguientes comenzó con un debate en el campo de la
teoría de la arquitectura, relacionado con uno de los conceptos cuya relación con el de
más como parte de esfuerzos por resolver problemas planteados por la reflexión sobre la
arquitectura, que como una arbitraria elección de algún referente filosófico para renovar la
producción de sus formas. En lo que a las fuentes filosóficas se refiere, se acudió a autores
Como se mencionó la recurrencia del ejercicio de relacionar fuentes aludidas con las
visiones de mundo que les pueden ser atribuidas, habría contribuido a la consistencia
metodológica de este trabajo. Cabe anotar que no todas las visiones de mundo tuvieron la
aparecieron para explicar diferencias e incompatibilidades. Fue así como se hizo necesario
unidad de lo que tienen en común los productos del hacer humano, para comprender que en
su vez, la confrontación con los textos disciplinares en los capítulos segundo y tercero
como moderna. Tal parece ser el peso de esta tradición, que aun cuando parezca razonable
mundo organicista (como ocurre en el caso del concepto de “autopoiesis”, al que se hace
entre los textos de la antigüedad en los que la poética se presenta como la unidad de lo que
tienen en común los productos del hacer humano (Platón, El Banquete, 205b), y la
mitad del siglo XX (“La pregunta por la técnica”, 1993 [1953]). Dicha distancia apareció
como una diferencia entre una visión de mundo formista y otra contextualista, lo que, a su
una visión de mundo organicista en los argumentos que esgrimió que Banham (“Neoliberty.
revista Casabella (Rossi, “Il passato e il presente nella nuova architettura”, 1958; Rogers,
adscripción de las obras de Halbwachs (La memoria colectiva, 2004 [1950]) y Bergson
(Materia y memoria, 2006 [1939]) a una visión de mundo contextualista. Por su parte la
Ahora bien, en algunas ocasiones el ejercicio de relacionar fuentes con visiones de mundo
ofreció dificultades. Por ejemplo, en el primer capítulo, relacionar algunos pasajes de textos
de Platón y Aristóteles con las variantes del formismo (trascendente e inmanente) a las que
Pepper (1972 [1942]) vincula a cada uno de estos autores. No obstante, como se indicó en
su momento, este mismo autor había anotado cómo resultaba objeto de discusión si las dos
sentido en el que los conceptos de mundo, mortalidad y tierra anticipaban la relación de los
es, como creación en la relación entre mundo y lugar, como despliegue en la relación entre
cual la recepción de obras de arquitectura constituye una experiencia poética, cuando capta
cómo crean lugar, cómo se despliega en ellas la memoria y cómo escenifican un drama
tectónico.
Ahora bien, la aceptación de que los argumentos presentados hacen admisible el tránsito
arquitectura, llevadas a cabo durante la segunda mitad del siglo XX, a acercarse a una
228
El pasaje en referencia reza: “The root metaphor of formism […] has two primitive sources in common
sense, differing enough to produce two species of theory, and it is questionable if the two ever quite
completely merge.” (World Hypotheses. A Study in Evidence, 1972 [1942], pág. 151)
menos, una objeción. A primera vista, parecería que la tesis devuelve la hipótesis, es decir,
argumentos pueden ser esgrimidos contra esta acusación de circularidad: que se trata de la
y experiencia en la arquitectura (por haber aislado uno de estos sentidos, haber identificado
la visión de mundo que lo anima y haberlo articulado con los de lugar, memoria y
tectónica), se puede asociar con lo que Heidegger en Ser y tiempo (2006 [1927]) denomina
estructura existencial de prioridad del Dasein mismo” (pág. 176). En este sentido, el
círculo del comprender se encuentra asociado al ser y estar en el mundo propio de los seres
humanos. En defensa del círculo de la comprensión el texto en referencia sostiene que “[…]
ver en este círculo un circulus vitiosus y buscar cómo evitarlo, o por lo menos, “sentirlo”
(Ídem) y que “[n]o se lo debe rebajar [al círculo del comprender] a la condición de un
constante y última tarea consiste en no dejar que el haber previo, la manera previa de ver y
la manera de entender previa les sean dados por simples ocurrencias y opiniones populares”
fueron puntualizadas por Hans Georg Gadamer en el primer tomo de Verdad y método
“[…] la interpretación empieza siempre con conceptos previos que tendrían que ser
en las cosas mismas. Elaborar los proyectos correctos y adecuados de las cosas, que
como proyectos son anticipaciones que deben confirmarse “en la cosas“, tal es la
¿qué otra cosa es la arbitrariedad de las opiniones previas inadecuadas sino que en
verdaderas posibilidades cuando las opiniones previas con las que se inicia no son
arbitrarias. Por eso es importante que el intérprete no se dirija hacia los textos
directamente desde las opiniones previas que lo subyacen, sino que examine tales
textos que gozaron de cierta difusión durante la segunda mitad del siglo XX, y en este
sentido se podría pensar que corresponden a opiniones popularizadas dentro de los lectores
reflexiones recogidas hasta donde parecen devolver el eco de algo que correspondería a la
la objeción de una presunta circularidad entre hipótesis y tesis. De acuerdo con él, la
arquitectura suscitada por la memoria. Fue así como, en el capítulo tercero, se ejemplificó
el despliegue de la memoria con un pasaje de Proust. Con base en este mismo autor, Jeff
Malpas en Place and Experience (1999) expone el despliegue del lugar. En el pasaje en
incluso es también un proceso necesariamente dinámico, más que uno estático, por
lo que siempre invoca el tiempo […]. A este respecto, el logro de Proust es poner de
mundo, como algo que ocurre a través del despliegue espacio-temporal del lugar.”
163)229
memoria aplique también para el lugar, e incluso para la tectónica. Por otra parte, en la obra
y con cierta circularidad de la reflexión. Es así como, la conclusión del referido trabajo del
autor australiano señala cómo el mundo se despliega en el lugar y que es a éste al que las
229
Traducción popia de “The unfolding of appearances thus always occurs as an unfolding of co-present
particulars, and such co-presence is only possible in space, yet, since it is also necessarily dynamic rather than
static process, so it always call upon time as well (and so upon what Poulet treats as the displacement
associated with the temporal). In this [163] respect Proust’s achievement is to display the disclosure of the
multiplicity and unity of experience, and so of the world, as something that occurs through the spatio-
temporal unfolding of place.” (Malpas, Place and Experience: A Philosophical Topography, 1999, págs. 162-
163)
siempre deben dirigirse y a la cual éstas deben regresar.” (Malpas, Place and
De esta manera, en lugar de ser un defecto, haber regresado a la hipótesis, tras haber
la crítica de la disciplina, provenientes de la segunda mitad del siglo XX, que, de manera
razonable, pueden ser considerados pertinentes, sería algo impuesto por la misma
investigación adelantada.
Ahora bien, ¿es esta experiencia poética de la arquitectura, como ha sido pensada en este
trabajo, algo anclado en la segunda mitad del siglo XX o tiene algo que ofrecer frente a
obras que, avanzado el siglo XXI, reclaman novedad? Para responder a esta pregunta, a
aquellas que, como se indicó, constituyen las trazas más largas de la reconstrucción
230
Traducción propia de “And, as the starting point for philosophical reflection is not a world of empty space
or inhuman objects nor a realm of purely subjective sensation or “sense-data”, but is a world given in relation
to activity, an objective world grasped from a subjective viewpoint, a world of other persons as well as a
world in which we find ourselves, so it is to this world, and the place in which it unfolds, that philosophical
explorations must always be addressed and to which they must always returns.” (Malpas, Place and
Experience: A Philosophical Topography, 1999, pág. 196)
Como ya se ha indicado, la traza más larga del tejido que se construyó para la
corresponde a una lectura de escritos de Heidegger. En relación con el recurso a una fuente
como esta, se ha argumentado que constituye un camino ya agotado, y que, por lo tanto,
nada tiene que aportar a la reflexión sobre la disciplina de la arquitectura. Tal sería el caso
1970 (y 1980) incluyen, entre otros, Karl Marx, Friedrich Nietzsche, Walter
231
Traducción propia de: “In architecture the reception of philosophy within the architectural avant-garde
discourse has been an ongoing feature since the crisis of Modernism in the late 1960s. Authors who were
influential during the 1970s (and 1980s) include, among others, Karl Marx, Friedrich Nietzsche, Walter
Benjamin, Georg Lukács, Georg Simmel, Theodor Adorno, Max Horkheimer, Martin Heidegger, Maurice
Merleau-Ponty, Claude Lévi-Strauss, Noam Chomsky, Roland Barthes, Michael Foucault, Gaston Bachelard,
Georges Bataille, Henri Lefebvre, Jean Baudrillard, Paul Virilio, Jacques Derrida, Pierre-Félix Guattari and
De acuerdo con este autor, la vigencia de estas fuentes habría expirado, por tarde, al final
de la década de 1980. Sin embargo, la producción filosófica sobre un autor como Heidegger
con posterioridad a dicha fecha, plantea un interrogante con respecto a por qué, si en el
Topology : Being, Place, World (2008) de Jeff Malpas, quien considera “[…] que un
lugar y que […] el concepto de lugar también es central para el pensamiento del filósofo
clave del siglo XX, Martin Heidegger” (pág. 1)232. De acuerdo, con esta consideración, se
encontraría que la reflexión filosófica mantiene su interés en un autor del siglo XX porque
lo sigue encontrando útil para la elaboración de un concepto que habría sido descuidado por
dicha reflexión, el concepto de lugar233. Por otra parte, si la reflexión sobre la arquitectura
Gilles Deleuze. The intensified reception of philosophy can be regarded as a definite sign that the avant-garde
has entered a revolutionary period.” (Schumacher, 2011, pág. 120)
232
Traducción propia de “[…] that a central, if neglected, concept at the heart of philosophical inquiry is that
of the place, and […] that the concept of place is also central to the thinking of the key twenty century
philosopher, Martin Heidegger.” (Malpas, Heidegger's Topology : Being, Place, World, 2008, pág. 1)
233
Neil Leach en “The Dark side of the Domus” no sólo argumenta la caducidad de una fuente como
Heidegger sino que, además, la señala como potencialmente negativa: En el párrafo introductorio de este
artículo dice: “Dentro de teoría arquitectónica reciente, la arquitectura como “habitar” se ha convertido en
algo así como un paradigma dominante en medio de llamados a un regionalismo arquitectónico y una
celebración del genius loci. Esta es una aproximación que proviene del trabajo del filósofo alemán, Martín
Heidegger, y que ha sido seguida por quienes han desarrollado su pensamiento – teóricos de la arquitectura
como Christian Norberg-Schulz y filósofos como Gianni Vattimo [una nota remite a Christian Norberg-
Schulz, Genius Loci: Towards a Phenomenology of Architecture, London: Academy Editions, 1980; Gianni
Vattimo, ‘The End of Modernity, The End of The Project?’, trans. David Webb, Journal of Philosophy and
the Visual Arts, Academy Editions, pp.74-7.]. Muchos han visto la arquitectura del “habitar” como un medio
para combatir la alienación de la sociedad contemporánea y de resistencia a la homogenización desarraigada
del estilo internacional de arquitectura. Lo que yo quiero argumentar, sin embargo, es que tomado en su forma
extrema, el “habitar” mismo, -la lógica de la domus– puede tener consecuencias peligrosas. Hay, yo
sostendría, un lado negativo del “habitar” – un lado oscuro de la domus.” (Leach, 1998) ; traducción propia
alemán, como a las elaboraciones a partir de sus obras de un autor como Malpas, como lo
experimental tale of Rogelio Salmona’s places of obliqueness and desire (2008)234. Esta
lugar, provenientes de la reflexión sobre la arquitectura, en las últimas décadas del siglo
XX y la primera del XXI, llevada a cabo en América Latina, con corrientes de reflexión
originadas ámbitos de habla inglesa. Las tesis mencionadas, por otra parte, ilustran dos
vertientes de la reflexión crítica, en el primer caso la que se concentra en una sola obra de
segundo.
de: “Within recent architectural theory architecture as ‘dwelling’ has become something of a dominant
paradigm amid calls for a regionalist architecture and celebration of the concept of genius loci. This is an
approach which emanates from the work of the German philosopher, Martin Heidegger, and which has been
pursued by those who have developed his thought — architectural theorists such as Christian Norberg- Schulz
and philosophers such as Gianni Vattimo. [Christian Norberg-Schulz, Genius Loci: Towards a
Phenomenology of Architecture, London: Academy Editions, 1980; Gianni Vattimo, ‘The End of Modernity,
The End of The Project?’, trans. David Webb, Journal of Philosophy and the Visual Arts, Academy Editions,
pp.74-7.] Many have looked to an architecture of ‘dwelling’ as a means of combatting the alienation of
contemporary society and of resisting the homogenising placelessness of International Style architecture.
What I wish to argue, however, is that taken to an extreme ‘dwelling’ itself — the logic of the domus — can
have negative consequences. There is, I would maintain, a negative side to ‘dwelling’ — a dark side to the
domus.” (Leach, 1998). Malpas, controvierte esta posición en The Heidegger’s Topology. Being, Place,
World (2008), como se indica más adelante.
234
“Para entender la complejidad y relevancia del lugar como fundamento de la experiencia, el pensamiento y
la acción humanas (lo cual incluye lo político, considerado de manera amplia) esta tesis toma prestado como
punto de apoyo filosófico el amplio estudio multidisciplinario de Jeff Malpas sobre lugar y experiencia [en
nota remite a Jeff Malpas, Place and Experience: a Philosophical Topography (London: Cambridge
University Press, 1999)].” (Rueda Plata, Place-Making as poetic World re-creation: An experimental tale of
Rogelio Salmona’s places of obliqueness and desire, 2008, pág. 12). Traducción propia de “In understanding
the complexity and relevance of place as the ground of human experience, thought and agency (which is to
say politics, broadly considered) this dissertation borrows from Jeff Malpas’s extensive multi-disciplinary
study on place and experience from a philosophical standpoint [See, particularly, Jeff Malpas, Place and
Experience: a Philosophical Topography (London: Cambridge University Press, 1999)].” (Rueda Plata,
Place-Making as poetic World re-creation: An experimental tale of Rogelio Salmona’s places of obliqueness
and desire, 2008, pág. 12)
Por su propio alcance, el presente trabajo deja abiertas una serie de opciones a futuras
investigaciones. Puesto que una de sus contribuciones ha sido haber aislado uno de los
arquitectura que aquí se adoptó, esto es aquellas que se acerquen a la experiencia desde la
temporal’, así como de la concepción del diseño industrial” (Rueda Plata, Place-
Por otra parte, esta última sección también incluye tres consideraciones con respecto a los
América Latina sobre arquitectura (un diálogo entre el trabajo sobre teoría de la
arquitectura realizado en América Latina, con el que se lleva a cabo en otros lugares del
filosóficas (un diálogo con las fuentes filosóficas, en lugar de su empleo como un barniz de
las obras de arquitectura desde su producción, con respecto a aquellas adelantadas desde su
recepción, como el presente (un diálogo entre intentos por descifrar la mente del genio y
aquellos que buscan comprender el sentido que se teje entre las obras, sus creadores y sus
receptores – cuidadores, para emplear una expresión que aparece en textos de Heidegger).
Este trabajo ha recurrido a autores latinoamericanos con los que comparte un interés por el
235
Traducción propia de: “It is arguable that the making of place ultimately differentiates the creative
practice of architecture from other forms of artistic expression involving aesthetic explorations into the
experience of ‘time and space’ as from industrial design conception.” (Rueda Plata, Place-Making as poetic
World re-creation: An experimental tale of Rogelio Salmona’s places of obliqueness and desire, 2008, pág.
12)
algunas de sus fuentes, serían sospechosos de haber sobreestimado el sentido del lugar, en
Mumford, 2016 [1992]) y Carlos I. Rueda Plata (Place-Making as poetic World re-
2008), que ejemplifican la fecundidad del encuentro del interés de estos autores en torno al
sentido de lugar, con fuentes filosóficas de procedencia anglo parlante, como Pepper (1972
Por otra parte, también se ha recurrido a textos de Liernur sobre la obra Richter & Dahl
Rocha, que muestran una reflexión en América Latina sobre la arquitectura, que va más allá
de una autocomprensión, para participar en una discusión que trasciende las fronteras
mismo autor argentino, al prologar Modern Architecture in Latin America. Art, Technology,
and Utopia (2014) de Luis Carranza y Fernando Luiz Lara, reivindica un reconocimiento
Un debate actual, como aquél ya mencionado entre la arquitectura, como la había pensado
Vitruvio, y su metamorfosis digital, podría beneficiarse con miradas en las que convergen
las posibilidades de una generación algorítmica de la forma, como la que ofrece Roberto
Como el trabajo que se comenta más adelante, en tanto que ejemplo de una vertiente
236
El pasaje en referencia dice: “Esta falta de integración [de obras, ideas o eventos en el canon internacional]
es patética cuando secciones dedicadas a “América Latina” son adicionadas a los textos clásicos sobre la
historia de la arquitectura moderna como si las obras, los proyectos o las ideas generadas en América Latina
no fueran parte del desarrollo general de la arquitectura moderna. Y si uno acepta esta absurda distorsión del
mecanismo real y complejo de construcción de la cultura, es porque esa fabricación historiográfica nos ha
sido impuesta por la fuerza misma de la propiedad, dentro de las dinámicas generales de la hegemonía del
Atlántico Norte que se ha dado sobre el fenómeno global de modernización.” (Liernur J. F., “Foreword”,
2014, pág. xiii) Traducción propia de “That lack of integration [of the works, ideas or events into the
international canon] is pathetic when sections devoted to “Latin America” are added to the classical texts on
the history of modern architecture as if the works, projects, or ideas generated in Latin America were not part
of the general development of modern architecture. And if we accept this absurd distortion of the real and
complex construction mechanism of culture, it is because that historiographical fabrication has been imposed
on us whit the very strength that its ownership within the general dynamics of the North Atlantic hegemony
has given it over the global phenomenon of modernization.” (Liernur J. F., “Foreword”, 2014, pág. xiii)
237
Al presentar la estructura de la obra, el autor anota: “Siguiendo la senda de las explicaciones que intentan
precisiones convendrá decir que las producciones teóricas –que componen la segunda sección [del libro
Espacialidades]– abarcan los tres campos en los que se centran nuestros intereses. Ellos son: La Morfología
o teoría de la forma, la Teoría del Habitar – que aunque tiene antecedentes muy añejos hemos instaurado
como disciplina y asignatura específica –el cuerpo conceptual que trata sobre el Proyecto y la investigación.”
(Doberti, Espacialidades, 2008, pág. 12) Cabe anotar que, aunque el autor en sus “Configuraciones” acude a
medios digitales, parece concebirlos como instrumentos de dibujo más que como un modo de generación
formas, a juzgar por una observación como la siguiente: “Estas líneas conóidicas ya las habíamos publicado,
dibujado por medios manuales e informáticos, y definido sus ecuaciones” (Doberti, Espacialidades, 2008,
pág. 14)
obra de Jorge Sarquis, en particular, sus reflexiones sobre el hacer “poiético”, que se ha
Además de las ya indicadas sobre la vigencia de las fuentes filosóficas, a las que se ha
hecho alusión, el presente trabajo abriría una discusión sobre la forma de apelar a este tipo
de fuentes, sin tener que adscribirse a algún autor o corriente de preferencia, pero también
sin caer una arbitraria mezcla de referencias. Un ejemplo de un recurso discutible a fuentes
de Lyotard en “The Dark Side of the Domus” (1998) de Neil Leach (al que, a su vez, remite
Inhuman, trans. Geoffrey Bennington and Rachel Bowlby, Cambridge: Polity Press,
238
“Insistimos que es en ese momento [de creación], cuando cada campo produce sus innovaciones y no
debemos olvidar que cada dimensión tiene su propio proceso elaborativo: la T[éoría]., la M[étodología]. y la
T[écnica]. Ni antes (en el establecimiento de las causas previas) ni después (cuando se concretan las mismas)
sino en el camino o proceso de gestación, o de meditación, tal como además lo definió Aristóteles cuando
establece los “mediante”: […] 1º) El hacer teórico, busca la verdad mediante la contemplación de los seres
que ya son. […] 2º) El hacer práctico, busca la justicia y la pertinencia mediante la acción en la vida
cotidiana. […] 3º) El hacer poiético, busca la producción o fabricación de artefactos mediante la
proyectualidad previa, de los entes que “todavía-no” son. […] Esta rígida fragmentación muestra
interpretaciones desde la primera modernidad y así sabemos que el hacer poiético requiere de la “theoria”
para orientar su acción en el sentido deseado; además requiere saber dónde está la verdad de lo éticamente
correcto para colocar su artefacto entre ellos mediante el proyecto. Artefacto que ingresará a la vida cotidiana
para su uso práctico mediante ciertas leyes del habitar.” (Sarquis, Itinerarios del proyecto (Tomo 1). Ficción
epistemológica, 2006, pág. 30)
contraste del campo con la ciudad tanto como de la condición del campo con la de
hegemonía del orden natural ha sido suplantada por lo artificial [Para Lyotard, en la
megalópolis, lo que se ha hecho con el control que tenía la domus, es una forma de
239
Traducción propia de: “Lyotard picks up the problem of Heidegger’s thought in the context of architecture
in his piece, ‘Domus and Megalopolis’[Jean-François Lyotard, The Inhuman, trans. Geoffrey Bennington and
Rachel Bowlby, Cambridge: Polity Press, 1991, pp.191-204.]. Lyotard contrasts the traditional domus with
our present condition, that of the megalopolis. In other words he is contrasting two models of existence, two
ideals of living. Although the one, the domus, is associated with the simple homestead, and the other, the
megalopolis, with the city, he is not contrasting the homestead with the city, so much as the condition of the
homestead with the condition of the city. He is contrasting the myth of the domus — the phenomenon of
‘home’ — with the more alienated model of ‘city-life’ within the age of the megalopolis.” (Leach, 1998)
240
Con respecto al texto de Leach en referencia, argumenta Malpas “[…] Leach […] parece argumentar que
el pensamiento basado en el lugar está fuera de orden con el carácter del mundo contemporáneo […] con el
impacto de la tecnología y la globalización. Yo [Malpas] argumentaría […] que un reclamo como este
descansa en un malentendido con respecto a la naturaleza del lugar y del mundo contemporáneo” (Malpas,
Heidegger's Topology : Being, Place, World, 2008, págs. 324-325). Traducción propia de: “[…] Leach […]
seems to argue that place-based thinking is out of kilter with the character of the contemporary world […]
with the impact of technology and globalization. I would argue […] that such a claim rest in a
misunderstanding concerning the nature of place and the contemporary world.” (Malpas, Heidegger's
Topology : Being, Place, World, 2008, págs. 324-325).
Para que esta interpretación sirviera, a partir de la primeras décadas del siglo XXI, como
argumento contra la vigencia del pensamiento basado en el lugar, tendría que ser recibida
desde una visión de mundo organicista (en términos de Pepper (1972 [1942])), es decir, de
una manera semejante a la visión de mundo desde la cual Zevi (Architectura in nuce. Una
nueva tradición (2009 [1969]), por ser la más avanzada de ese momento y haber dejado sin
vigencia todo lo anterior. Una recepción así, sin embargo, contrasta con algunas
afirmaciones del texto de Lyotard como la que dice que “[e]n todo caso, sólo al último de
astros le pueden suscitar una alegría (mala).” (Lyotard J.-F. , 1998/1987, pág. 199). Más
aún la forma en la que Leach alude al texto de Lyotard parece no advertir el tono irónico
del párrafo del que extrae la sentencia “El control ya no está territorializado ni historizado.
Está computarizado.” (Lyotard J.-F. , 1998/1987, pág. 200), en el cual casi se hace una
241
Traducción propia de: “For Lyotard there can be no more domus; the megalopolis has now stifled the
domus, and has ‘gnawed away’ at the domus and its community. With the advent of the megalopolis the
traditional values of the domus have been transformed, and the hegemony of the natural order has been
supplanted by the artificial [For Lyotard what takes over from the ‘control’ of the domus in the megalopolis is
a form of techno-science which offers a new form of control, one that is no longer territorialised and
historicised, but computerized.].” (Leach, 1998)
242
El párrafo en referencia dice: “El único pensamiento, aunque abyecto, objetivo, rechazante, capaz de
pensar el fin de la domus, es tal vez el que sugiere la tecnociencia. La mónada doméstica estaba todavía casi
« desnuda », como decía Leibniz, era un medio demasiado pequeño de memorizar y practicar, de inscribir. Se
descompone a medida que se forma la gran mónada, más compleja, que Heidegger, a partir de un
pensamiento completamente distinto, un pensamiento que se decide enteramente otro, nombra el Gestell.
Mucho más complejo, mucho más capaz de programar, de neutralizar el acontecimiento y almacenarlo, de
en el lugar está fuera de orden con el carácter del mundo contemporáneo […] con el
World, 2008, págs. 324-325), se podría encontrar otras obras que descartarían a este autor
humana es otra forma de destruir el proyecto moderno que, a su vez, simula realizarlo.”
(Lyotard, 1987: 30)” (Lyotard J.-F. , La posmodernidad (explicada a los niños), 1987
“La dominación por parte del sujeto de los objetos obtenidos por las ciencias y las
mejor distribuida. Viene acompañada por una mayor seguridad respecto a los
pág. 30)
mediatizar lo que sucede, de conservar lo sucedido. Incluido, desde luego, y en primer lugar lo indomable, el
resto doméstico incontrolado. Fin de la tragedia, flexibilidad, permisividad. El control ya no está
territorializado ni historizado. Está computarizado. Hay un proceso de complejización, dicen, que nadie,
ningún yo, tampoco el de la humanidad, mueve ni desea. Zona cósmica, otrora llamada Tierra, ahora
minúsculo planeta de un pequeño sistema estelar en una galaxia bastante modesta, pero zona donde actúa la
entropía negativa. La domus era demasiado simple, dejaba un resto demasiado grande que no conseguía
domar. La gran mónada tecnocientífica no necesita nuestros cuerpos terrestres, de las pasiones, las escrituras,
no hace mucho ocultas en la domus. Necesita «nuestros» maravillosos cerebros. Cuando la gran mónada, que
es cósmicamente competitiva, evacue el sistema solar moribundo, no llevará con ella lo indomable. Antes de
hacer implosión, como los otros cuerpos celestes, con su sol, la pequeña tierra habrá legado a la gran mónada
megapolitana la memoria confiada en algún momento a la más inteligente de las especies terrícolas. Pero la
única memoria útil para la navegación de la mónada por el cosmos. Dicen.” (Lyotard J.-F. , 1998/1987, pág.
200)
agenda de investigación en teoría de la arquitectura incluya como tema las formas legítimas
continuación de los aportes ya alcanzados por Ángel Medina y Beatriz García Moreno, a
Ahora bien, con anterioridad se hizo referencia a dos vertientes de reflexión en crítica de la
arquitectura, la que se concentra en un solo autor, incluso, en una sola obra, y la que se
mueve en el plano del debate conceptual. En ese lugar también se mencionó la posibilidad
de una complementación entre las dos. Para ilustrar esta posibilidad, a continuación se
propone un ejemplo de cómo un enfoque que, por su nivel de abstracción puede considerar
autor, obra y usuario-espectador, puede resolver una dificultad que se presenta desde el
estudio centrado en autores y obras particulares, sin pretender anular la riqueza que dicha
and desire, 2008), Rueda Plata aborda la obra a cuyo estudio consagró dicha disertación,
desde la recepción de la misma243. En este trabajo más reciente, no obstante, haberse dado
243
“Este capítulo de Modernismos syndéticos se origina en un pasaje de mi tesis doctoral centrada en la
fenomenología del lugar y los procesos creativos de la arquitectura, que caracterizan la obra del arquitecto
Rogelio Salmona […] En pocas palabras, la syndesis en Salmona se relaciona, en última instancia, con un
proceso de creación poética cercano a la metamorfosis. Es la apuesta general de este capítulo que, en el
edificio que se visita a continuación [el edificio Rogelio Salmona en la Universidad Nacional de Colombia en
Bogotá], toma lugar una syndesis [125] de elementos arquitectónicos e imágenes poéticas barrocas: del
Barroco europeo al modernismo “neobarroco” en Latinoamérica.” (Rueda Plata, “Un lugar de oblicuo
modernismo: teoría de una Syndesis barroca Edificio “Rogelio Salmona” Universidad Nacional de Colombia
– Bogotá”., 2012, págs. 124-125)
dice:
“No pretendo sin embargo presentar los procesos creativos como un asunto de pura
genialidad inconsciente; más bien sugerir que, es más la conciencia que el arquitecto
control racional sobre instante creativo.” (Rueda Plata, “Un lugar de oblicuo
Por su parte, esta noción de intencionalidad, conduce a intentos por justificar con presuntas
intenciones del autor de la obra, lo que en el presente trabajo ha sido mostrado como el
memoria244, la que no se ve apremiada por la urgencia de hallar en la mente del autor todas
y cada una de las imágenes que la obra pueda suscitar en quien la recibe. La situación
ejemplificada de esta manera apunta hacia las posibilidades de complementación entre las
ésta que transforma la relación de quien la recibe con el mundo, en particular, a partir del
poética de la arquitectura, de la segunda mitad del siglo XX, que enseña a apreciar cómo
244
“La analogía entre dos espacios es producto de mi propia invención o reflexión crítica. Rogelio Salmona
no obstante habló de la responsabilidad tremenda que involucró hacer el llamado “edificio de posgrados”
(Humanidades) dada la relevancia de los precedentes arquitectónicos del lugar. Rother fue de explicita
mención, en entrevista personal con el autor […]” (Rueda Plata, “Un lugar de oblicuo modernismo: teoría de
una Syndesis barroca Edificio “Rogelio Salmona” Universidad Nacional de Colombia – Bogotá”., 2012, pág.
143 n23)
drama tectónico.
Para recapitular lo expuesto en estas conclusiones, en relación con el logro del objetivo de
teoría y crítica de la segunda mitad del siglo XX, se ha argumentado que éste depende de
establezcan vínculos entre los elementos de dicho tejido argumental. A partir de esta
manera de entender una articulación, se indicó cómo una fuente filosófica constituyó la
traza de mayor continuidad y de qué manera otras de menor recurrencia se relacionaron con
habrían aportado consistencia a la argumentación. Por otra parte, también se anticipó una
respuesta a una eventual objeción ante una presunta circularidad de la argumentación, que
como tesis. Con respecto al posible cuestionamiento sobre vigencia de las fuentes
filosóficas a las que se acudió con mayor frecuencia, se ha aludido a ejemplos de cómo
Estas anotaciones finales también indicaron las direcciones alternativas a la que siguió este
trabajo y puntualizaron caminos que se abren a diálogos en tres direcciones. Dentro de las
sobre las maneras legítimas de acudir a fuentes filosóficas, y el que puede darse entre los
como este trabajo, la consideran desde la transformación del mundo de quien recibe la obra
de arquitectura.
de sus fuentes y, sobre todo, al despliegue, opuesto como argumento ante la posible
objeción de una presunta circularidad, han hecho admisible afirmar la tesis según la cual la
recepción de obras de arquitectura constituye una experiencia poética cuando capta cómo
crean lugar, cómo se despliega en ellas la memoria y cómo escenifican un drama tectónico.
Hoja en blanco
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Tabla 0-1 I. 1. Resumen sobre la relación entre tema, tesis, problema, pregunta de
investigación, hipótesis, objetivo general, objetivos específicos y metodología
TEMA
¿Sobre qué trata esta investigación?
Esta investigación trata sobre la recepción de obras de arquitectura como experiencia poética.
TESIS
¿Qué sostiene con respecto a la recepción de obras de arquitectura como experiencia poética?
Esta investigación sostiene que la recepción de obras de arquitectura constituye una experiencia poética,
cuando capta cómo crean lugar, cómo se despliega en ellas la memoria y cómo escenifican un drama
tectónico.
PROBLEMA
¿A la solución de qué problema contribuye esta tesis?
Esta tesis contribuye a la solución del problema que representa para la teoría de la arquitectura, la
reverberación de sentidos en los que, en los primeros años del siglo XXI, se aplicaban conceptos de poética y
experiencia, introducidos en este campo durante la segunda mitad del siglo XX.
PREGUNTA HIPÓTESIS OBJETIVO GENERAL
¿A qué pregunta responde la solución del ¿Qué hipótesis de respuesta a la pregunta ¿Qué aportó la investigación a la solución
problema consistente en la reverberación sobre lo que se pedía captar cuando (en del problema consistente en la
de sentidos en los que (en los primeros los albores del siglo XXI) se invitaba a reverberación de sentidos en los que (en
años del siglo XXI) se aplicaba a la recibir obras de arquitectura como una los primeros años del siglo XXI) se
recepción de obras de arquitectura experiencia poética, se consideró? aplicaban conceptos de poética y
conceptos de poética y experiencia experiencia (introducidos en este campo
(introducidos durante la segunda mitad durante la segunda mitad del siglo XX)?
del siglo XX)?
La solución del problema consistente en la Se consideró como respuesta a la pregunta La investigación aportó a la solución del
reverberación de sentidos en los que se sobre lo que se pedía captar cuando, en los problema consistente en la reverberación
aplicaban a la recepción de obras de albores del siglo XXI, se invitaba a recibir de sentidos en los que, en los primeros
arquitectura (en los primeros años del siglo obras de arquitectura como una años del siglo XXI se aplicaban conceptos
XXI) conceptos de poética y experiencia experiencia poética, la hipótesis según la de poética y experiencia, introducidos en
(introducidos durante la segunda mitad del cual los conceptos de mundo, mortalidad y este campo durante la segunda mitad del
siglo XX), responde a la pregunta ¿Qué se tierra, procedentes de algunas obras de siglo XX, una articulación de un concepto
pedía captar cuando, en los albores del Heidegger, habrían conducido algunas de experiencia poética de la arquitectura,
siglo XXI, se invitaba a recibir obras de reflexiones dentro de la teoría de la en relación con los de lugar, memoria y
arquitectura como una experiencia arquitectura, llevadas a cabo durante la tectónica, a partir de textos de teoría y
poética? segunda mitad del siglo XX, a acercarse a crítica, provenientes de la segunda mitad
una comprensión coherente de la del siglo XX, por lo que logró el objetivo
experiencia poética de la arquitectura, que consistente en articular un concepto de
articula los conceptos de lugar, memoria y experiencia poética de la arquitectura, en
tectónica. relación con los de lugar, memoria y
tectónica.
HIPÓTESIS
Los conceptos de mundo, mortalidad y tierra, procedentes de obras de Heidegger, habrían conducido algunas
reflexiones dentro de la teoría de la arquitectura, llevadas a cabo durante la segunda mitad del siglo XX, a
acercarse a una comprensión coherente de la experiencia poética de la arquitectura, que articula los
conceptos de lugar, memoria y tectónica.
Despliegue de la experiencia poética de la arquitectura
Términos que anticipan la Conceptos articulados por la tesis
relación de los conceptos de lugar, en un concepto de experiencia
memoria y tectónica, en la poética de la arquitectura
experiencia poética de la
arquitectura
El concepto de… … anticipó la experiencia poética …como
de la arquitectura…
TESIS
La recepción de obras de arquitectura constituye una experiencia poética, cuando capta cómo crean lugar,
cómo se despliega en ellas la memoria y cómo escenifican un drama tectónico.
Fuente: Elaboración propia
Formismo Semejanza “La metáfora raíz del Correspondencia “La teoría de verdad que surge
formismo es la de las categorías formistas es la
semejanza” (p. 151) teoría de la correspondencia”
(p. 180)
Mecanicismo Máquina “La metáfora raíz del Ajuste causal “La teoría de la verdad del
mecanicismo es una ajuste causal parece superar de
máquina” (p. 186) manera exitosa la brecha [entre
las actitudes fisiológicas y sus
cualidades secundarias
supuestamente
correlacionadas]” (p. 230)
Contextualismo Evento histórico “El mejor término, Operacional “Teoría operacional de la
(o tomado del sentido verdad […] Es la verdad en
Acontecimiento) común, para sugerir el términos de acción, de eventos
punto de origen del dados que tienen referencias
contextualismo que conducen a satisfacciones
problablemente sea el en otro evento dado.” (p. 268)
evento histórico” (p. 232)
Organicismo “Organismo” o “El término ordinario Coherencia Esta teoría de la verdad es
“integración” “organismo” está muy conocida como teoría de la
cargado con una coherencia. Se encuentra
connotación biológica, obviamente implícita en las
muy estático y categorías del organicismo y,
compartimental, e obviamente, supone estas
“integración” es sólo un categorías” (p. 310)
poco mejor.” (p. 280)
Fuente: Elaboración propia a partir de World Hypotheses. A Study in Evidence de Stephen Pepper. (1972
[1942])
HIPÓTESIS
Los conceptos de mundo, mortalidad y tierra, procedentes de obras de Heidegger, habrían conducido algunas
reflexiones dentro de la teoría de la arquitectura, llevadas a cabo durante la segunda mitad del siglo XX, a
acercarse a una comprensión coherente de la experiencia poética de la arquitectura, que articula los
conceptos de lugar, memoria y tectónica.
Hipótesis Auxiliar Capítulo 1
Reflexiones de Heidegger, suscitadas por poemas de Hölderlin, reintrodujeron en la filosofía de la segunda
mitad del siglo XX, la unidad de lo que tienen en común los productos del hacer humano, que habría sido
distintiva de un concepto de poética anterior al de Aristóteles, que, a su vez, articula los conceptos de mundo,
mortalidad y tierra, de una manera que anticipa la relación de los conceptos de lugar, memoria y tectónica, en
la experiencia poética de la arquitectura.
Consideraciones metodológicas
Esta hipótesis auxiliar demandó explicar la distancia entre la concepción de poética como la unidad de lo que
tienen en común los productos del hacer humano, en la antigüedad griega, y su reintroducción en la filosofía
de la segunda mitad del siglo XX, por la reflexión de Heidegger en torno a algunas obras de Hölderlin. La
articulación de este concepto de poética requirió la introducción de una diferenciación entre fomismo
(correspondiente a los textos de la antigüedad griega) y contextualismo (que se asoció con la obra de
Heidegger).
Pregunta articuladora con los capítulos siguientes
¿En qué sentido se despliega la experiencia poética de la arquitectura en lugar, memoria y tectónica?
Despliegue de la experiencia poética de la arquitectura en relación con los conceptos de lugar,
memoria y tectónica
Términos que anticipan la Concepto articulado en el de
relación del concepto de lugar con experiencia poética de la
el de experiencia poética de la arquitectura
arquitectura
El concepto de… … anticipa la experiencia poética …como
de la arquitectura…