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La verdad sobre
''pepe botella''
Investigación sobre la verdad y realidad del
alcoholismo de josé bonaparte
Algunas de estas mofas de los detractores del Rey francés han sobrevivido hasta
llegar a nuestros días. La más conocida, la que dicen hasta en los libros de texto, los
libros con que hemos estudiado en el colegio y el instituto, es el sambenito más
popular de "Pepe Botella", por su supuesta afición a la bebida.
Y, aunque tuvo otras muchas, como glotón, tuerto(a pesar de que tenía ambos ojos),
ludópata, violento, ladrón, aun que muchas de estas en la realidad pueden llegarse a la
conclusion de que son falsas, falsas por el hecho que no hay evidencia alguna de su
certeza y puede evidenciarse en retratos de él mismo, como la de tuerto, lo que
confirmaría su certeza, algo que probablemente sea el origen de esto, sea su
participación en la política en Madrid, la población no lo aceptaba como rey, no se
sentían conformes con la decisión de Napoleon, a raíz de esto, empieza una crisis
social y dura crítica hacia José I.
Como Rey impuesto por Napoleón Bonaparte (obligando a Carlos IV a abdicar) fue muy
mal acogido por los Españoles, en las calles de España empezaban a recorrer rumores y
bulos acerca del alcoholismo del rey y su adicción al juego que enseguida le llamaron
despectivamente «Pepe Botella«, lo cual fue usado como un intento de desprestigiarlo.
Una de las primeras leyes del nuevo rey fue cancelar todos los impuestos sobre las
bebidas alcohólicas. En este sentido, se publicaba el siguiente decreto: «Queda suprimido
desde este día en todas las provincias de España el estanco de aguardientes y rosolis, y
libre su fabricación, circulación y venta. Los derechos que pagaban los aguardientes a su
introducción en Madrid quedan reducidos en la forma siguiente: a 33 reales arroba el
aguardiente común de quince grados, en vez de 57 reales y 10 maravedís; a 40 el de prueba
de Holanda, y ron de diecinueve grados, en vez de 79 reales y 6 maravedís, y a 50 el prueba
de aceite de veinticuatro grados, en vez de 140 reales y 25 maravedís. Los rosolis y licores
pagarán los derechos establecidos; y la fábrica existente de la Real Hacienda, mientras no
se logre enajenarla o arrendarla, satisfará los derechos en los aguardientes que introducen
como cualquier particular». Lo que fue mal interpretado por la población y aplaudido por
otros.
«Pepe Botella, / baja al despacho. / —No puedo ahora, / que estoy borracho. /
No quiere Pepe / ninguna bella. / Quiere acostarse / con la botella. / Ya se va
por las Ventas / El Rey Pepino. / con un par de botellas / para el camino».
Una caricatura de la época le representa cabalgando sobre un pepino y vestido con un
traje hecho de cartas de naipes y vasos de vino. Entre las coplas y cantares de los
madrileños sobre la presunta afición de José Bonaparte a la bebida una letra decía:
«Cada cual tiene su suerte, la tuya es de borracho hasta la muerte».
Un texto incluido en el libro ‘Errores en la historia de Madrid’ trataba sobre como José
Bonaparte daba intentos de atraerse la simpatía del pueblo llano, otorgando leyes
populares y organizando fiestas, cada vez era más impopular entre los españoles, que le
consideraban como el máximo representante de la opresión extranjera.