Está en la página 1de 18

El Poder de La Oración

José Gregorio Bello Porras, Editorial Panapo, 1996. Caracas, Venezuela.

La oración y su poderosa fuerza

La oración tiene diversos aspectos, pero una virtud única. De ella emana el
poder que reside dentro de ti. Cuando enfocas ese poder adecuadamente, con
disciplina y fe verdadera, los logros no se hacen esperar.

Estas palabras son una invitación a ese descubrimiento personal del poder. La
oración es patrimonio de la humanidad. Ninguna religión o creencia pueden
sinceramente reclamar la exclusividad y el dominio de la oración y su poder.

La oración es valedera porque proviene de lo más íntimo del humano y se


dirige en búsqueda de lo trascendente.

Oramos por distintas razones. La mayoría de las veces lo hacemos por


petición. Ello es válido, siempre que la intención sea fruto de una aspiración
honesta por alcanzar fines que te ayuden en el camino de la evolución.

Sin embargo, la elección del objeto de tu oración solo te pertenece a ti mismo.


Pues, nada de lo que pidas con verdadera fe te será negado.

Es conveniente que recuerdes que solo agradeciendo se te concederá lo que


anhelas, que solo agradeciendo la grandeza verdadera te darás cuenta de que
formas parte de ella, que solo el silencio te sugerirá la palabra perfecta para
dirigirte a Aquel quien todo lo puede.

La oración es una vía para abrir las puertas de tu ser interno, una manera de
conocer, en la práctica, las potencialidades que te acompañan
permanentemente.

Prueba, entonces, el poder de la oración, hazlo con amor y alcanzarás la gracia


de la felicidad.

Prueba el Poder de La Oración

La oración es un arte que logras desarrollar con la práctica. Como todo arte
exige amor, entrega y una dosis de conocimiento de los principios por los
cuales se rige.

1
La oración se dirige hacia el Ser Supremo tal como lo concibes. Y se dirige a
través de tu ser interior.

Has de hacerla con intenso amor, porque el amor todo lo consigue.


Desinteresadamente, pero con la energía de tu fuerza interior.

En la oración, das gracias y te contactas con la luz que reside en ti. Sé que
sabes hacerlo. Sin embargo, te sugiero algunas sencillas reglas para organizar
la oración de agradecimiento y petición.

La oración debe tener sentido

Las palabras expresan lo que el corazón siente. El sentido fundamental de la


oración le viene dado por el sentimiento sincero de alcanzar la gracia.

Si buscas mayor perfección, intenta, simplemente, agradecer el inmenso bien


de la existencia.

Pero la oración que se traduce en palabras debe, además, procurar que esas
palabras, que suenan en tus oídos o la repites en tu mente, sean fruto de una
reflexión. La oración expresada debe procurar tener sentido.

Las palabras unidas solo porque suenan bien, no llevan a formar una oración
verdadera. Las palabras deben expresarse y organizarse adecuadamente.

La complicación de las palabras y la elaboración exagerada de frases no es tan


importante como el sentido sincero y bien expresado.

La sencillez con la que digas lo más profundo de tu sentir y lo dirijas al Ser en


quien colocas tu confianza, es ciertamente lo esencial.

La oración sin sentimiento, aunque esté formada por hermosas palabras y


frases bien construidas, solo es un discurso plano y sin relieve.

Sentimiento y pensamiento deben unirse en la oración verdadera.

La oración debe ser comunicación sincera

Cuando oras te comunicas primero contigo mismo, formulando tus


aspiraciones, viendo y escuchando tus deseos y sentimientos. Cuando oras te
comunicas con tu ser interior; esa parte de ti a la que tienes acceso solo
mediante un acto de reflexión.

2
Cuando oras te diriges, te comunicas con el Ser Superior. No importa cómo lo
llames, tu intención es ser escuchado, ser entendido, ser atendido por Alguien
que todo lo puede.

Para que tu comunicación sea óptima debes evitar el ruido en la comunicación.


No me refiero a los ruidos exteriores, puedes escoger comunicarte con quién te
escucha en el fragor de la calle, en el intenso ruido de las labores cotidianas.
1qqqEl ruido al que me refiero es el ruido interior.

Centra tu atención en lo que haces. Aparta tus pensamientos y


preocupaciones. Déjalos ir por un momento. Relájate y concéntrate en ese acto
de sincera comunicación.

Solo tú puedes interrumpir ese momento de enlace entre lo cotidiano y lo


trascendente. Solo tú puedes hacer que tu mensaje llegue a los oídos y al
corazón de quien quieres.

La oración debe estar dirigida a un objetivo

Cuando ores hazlo para algo. Céntrate en un objetivo. Este puede ser de
cualquier tipo: la paz del mundo, la sanación, la prosperidad, el bienestar de tu
alma, la armonía entre las personas.

Cualquiera puede ser el tema de tu oración, más pon tu atención en el objetivo


que has elegido para orar. La dispersión de tu esfuerzo debilita el poder de la
oración.

Piensa en lo que deseas orar. Piensa en la forma en que lo vas a pedir. Siente
con sinceridad y concéntrate en eso que pides.

Cuando logras fijarte el objetivo, puedes repetir con sentido las palabras que lo
formulan, una y otra vez.

Así estás perfeccionando tu petición, ahondando en lo que pides o en el


agradecimiento por lo que recibes.

Así estás avanzando en tu vida interior.

La oración debe ser positiva

3
Cuando formules tu oración hazlo en positivo. Cada vez que expresas algo
que no deseas, estás recordando eso que no quieres.

Cuando repites lo negativo con intención de crear lo contrario, le costará mucho


más trabajo a tu mente y a tu interioridad discernir el sentido de eso que
formulas.

Si bien el Ser Supremo entiende tus intenciones, la oración es también el


esfuerzo que tú debes hacer para que tu ser interior se contacte con el ser
trascendente.

Y en ese esfuerzo solo cabe lo positivo. Que tus palabras traduzcan


positivamente lo que quieres, que tus palabras den positivas gracias al Dador
de todas las gracias.

La oración debe ser dictada por tu conciencia

Cuando solicites una gracia mediante la oración, deja que tu conciencia te guíe.
Ella te dictará positivamente lo justo y necesario.

Tu conciencia es el tamiz donde debes separar todo lo que es innecesario para


tu progreso.

Allí en ese punto de tu ser interior, unirás tus intenciones, tus deseos y tus
palabras en una oración verdadera.

Tu conciencia te guiará por el camino de la bondad. Tu conciencia anulará toda


sombra que no esté en consonancia con el bien

Toda oración nacida de la recta intención llegará a su destino y producirá sus


frutos.

Pero ten en cuenta, siempre, que en algunas ocasiones esos frutos se dan de
un modo distinto al que tu crees que es el mejor.

La oración debe seguir un ritmo diario

La oración es un ejercicio de perseverancia. Un trabajo diario sobre tu ser


interior.

Cuando ores, hazlo diariamente y formarás un hábito que te facilitará la vida en


múltiples sentidos.

4
En la oración diaria encontrarás un momento de quietud y de encuentro contigo
mismo. Te hallarás frente a tu fuerza interior. Afinarás la comunicación con el
Ser Supremo.

Cuando oras diariamente vas creando la disciplina y la confianza necesaria


para obtener de la oración el mejor fruto: tu crecimiento espiritual.

La oración debe estar acompañada de agradecimiento

Cuando das gracias por un favor obtenido, cumples con una obligación moral
que nace de tu propio espíritu.

El agradecimiento sincero es una oración en sí misma. Y la reafirmas con las


palabras que tú corazón te dicta.

Cuando agradeces por el mismo acto de orar por lo que obtendrás como gracia
o por el apego a la Voluntad Superior, refuerzas en tu ser más íntimo la
convicción y la confianza en Aquel a quien tus palabras van dirigidas.

Haz de tu oración siempre un acto de agradecimiento.

UNA NOVENA UNIVERSAL

Generalmente se han organizado los ciclos de oración en novenas. ¿Por qué el


número nueve?

Nueve días son imagen de un esfuerzo, de tu esfuerzo como representante de


la humanidad, para contactar la energía universal.

Cada día, conjuntamente a tu intención, proponte reflexionar sobre uno de los


aspectos fundamentales de la oración. Así, cada día revisarás el poder de la
oración.

Pero es importante que formes un conjunto armónico con todos los aspectos
que vas interiorizando. Revisa y suma cada día lo que hayas hecho el día
anterior. Al noveno día tendrás una visión completa y una sensación de
plenitud única.

La novena es aplicable a múltiples fines, pero ten en cuenta que los mismos
siempre deben estar dentro de lo conveniente para tu evolución personal. Si no
es así, pide aprender lo que realmente te conviene.

5
Esta novena universal que ahora se presenta ante tus ojos, oídos y
entendimiento, es un modelo, solo un modelo, para construir tu propia oración.

Señor, ayúdame a convertir mis palabras, sentimientos y actos en una sincera


oración. Que llegue hasta Ti y regrese convertida en la señal que Tú quieres
enviarme. Permíteme afinar mis sentidos internos para interpretar tus
designios.

Acepto tu Voluntad.

Amén

Día 1

La petición

Sé que mis deseos son la expresión sincera de lo que creo son mis
necesidades. Más en este momento, reposado de toda preocupación, puedo
contemplarlos y ver si se ajustan a lo que es conveniente, a lo que es justo, a lo
que está en armonía con el orden universal.

Puedo discernir y apartar todo lo que es superfluo. Y concentrarme en lo que


es esencial para mi progreso y el de quienes me rodean.

Tal vez en mi reflexión solo pueda conocer lo que me es necesario. Pero quiero
extender mi petición y englobar en ella a todo a quien lo necesite.

Quiero reconocer que deseo vivamente hacer esta petición a Quien todo lo
puede.

Lo hago con toda la humildad de la que soy capaz. Lo hago sin condiciones y
con todo el amor que mi ser puede profesar.

Señor te pido por las necesidades de todo el universo. Conserva en orden la


existencia según los planes de tu inmensa sabiduría.

Dale vida, fuerza y esperanza a todo ser que la necesite.

Reconozco Tu Poder, el mismo que se manifiesta en mí a través de la


posibilidad de la existencia.

6
Señor, hoy deseo dejar en tus manos una petición especial. Sé que todo lo
conoces y entiendes mis sentimientos y mi necesidades. Más quiero expresarte
lo que en este momento creo necesitar (se expresa la Petición).

Tú comprendes la razón de ser de todos los acontecimientos y sabes que mi


petición procede de mi sana intención. Dame la valentía para aceptar tu
voluntad y la fuerza para osar a que mi voluntad esté en armonía con la tuya.

Amén

Día 2

La perseverancia

Hoy puedo observar que regreso al punto de meditación consciente y centrado


en mi petición. Ello me dice que puedo insistir. Que insistir para lograr la gracia,
para agradecer los dones, es una forma de reconocer el poder que obra en mí.

Experimento el don de la perseverancia. Sé que mantendré mi fe, mi


esperanza, mi amor durante todos los días de mi vida.

Sé que esa es mi verdadera necesidad. En ella logro todo lo que está en orden.
En ella logro las maravillas que el Señor promete a sus hijos.

Hoy, a través de la perseverancia experimento el poder creador del Ser


Superior.

Paso a paso logro comprender mejor mis necesidades y aspiraciones y saber


que están ajustadas al orden universal.

Hoy a través de la perseverancia conozco un poco más al Dueño de la


Voluntad y el Tiempo.

Señor, concédeme el don de la perseverancia. Haz que a través de su ejercicio


constante pueda realizar en mí el desarrollo espiritual al que estoy llamado.

Permíteme, Señor, observar en mis palabras y deseos repetidos ante ti, una
sincera intención y una confianza plena en tu poder.

Permíteme confiarte mi petición (se hace la petición). Y esperar que tú


misericordia y tu amor infinitos la conviertan en una realidad en este plano
donde se desarrolla mi existencia.

7
Señor, concédeme la gracia de perseverar en la fe, que mantenga la fuerza
viva que infundes en mí, a fin de obtener mediante su ejercicio un encuentro
con el sentido de esta existencia y a través de ella el bienestar espiritual.

Amén.

Día 3

La aceptación

Hoy acepto lo que proviene de la vida.

Hoy trato de comprender las señales en el camino de mi existencia.

Algunas de ellas son de alerta y me parecen impactantes, algunas veces.

Mantengo la calma ante estas señales que me ofrece el camino.

Otras son de optimismo y avance rápido. También las aprovecho.

Y corro hacia la meta que me he propuesto y me tiene reservada el Señor de la


Vida.

Acepto mi vida como es en este momento, para empezar a progresar desde


ahora mismo.

Me doy cuenta que solo asimilando lo que ahora tengo podré ir hacia un mejor
destino.

Evito juzgar o calificar como bueno o malo lo que ahora me ocurre.


Simplemente lo acepto y me propongo superarlo con la ayuda de Quien todo lo
puede.

Señor, enséñame la virtud de aceptar mi vida tal como se presenta en este


momento.

Permíteme aprender de esta experiencia en la que transito día a día. Que ella
me indique la vía más propicia para avanzar en el camino hacia la verdadera
felicidad que es encontrarte.

Señor, ayúdame a aceptar las pruebas de la vida como un reto para robustecer
mi fe.

8
Permíteme que con humildad pueda cambiar lo que esté a mi alcance para
lograr avanzar en el camino. Y también a aceptar gozoso lo que proviene de tu
gracia.

Señor, sé que mi deseo es alcanzar tu favor


(se hace la petición).
Pero estoy dispuesto
a que tu Voluntad sea
la que dirija los pasos de mi vida.
Que mi voluntad sea la tuya.
Y sepa agradecerte la lección de la experiencia
con la sabiduría que solo Tú sabes dar.
Amén.

Día 4

La confianza

Confío en que lo que pido me será concedido si está en orden con los
designios superiores.

Confío en que mis deseos provienen de mis sinceros deseos por manifestar el
bien en este plano donde vivo.

Tengo plena confianza en mí porque mi confianza se asienta en la poderosa


roca que es el Ser de donde proviene mi ser.

Sé que soy escuchado, tanto como escucho mis palabras en el silencio de este
momento.

Reconozco que en mí está el poder de construir mis aspiraciones de acuerdo al


bien y el orden que gobierna el universo.

Puedo sentir que soy atendido, conforme a mi plegaria y que mi petición se


convierte en una realidad maravillosa.

9
Señor, Tú que inspiras la confianza en todo ser y que atiendes las súplicas de
tus hijos, dame la fuerza para entregar en tus manos misericordiosas la petición
que te hago.

Reconozco que de ti procede esa sensación de plena fe en tus designios. Que


de ti emana el poder que se manifiesta en mí como confianza plena en tu
misericordia.

Señor, aumenta en mí estos dones de la confianza y la fe verdadera.

Señor, concédeme poder admirar tu obra, si es tu voluntad, a través de la


concesión de la gracia que te pido (se expresa la petición). Confío en ti, Señor,
confío en tu voluntad, y acepto el don que me ofreces este día.

Amén

Día 5

La providencia

La abundancia divina de dones se manifiesta diariamente en mi existencia y en


la de todo el universo.

La vida y su desarrollo constante es prueba de esa inagotable fuente de


energía.

La Providencia Divina sale al encuentro de mi vida hoy. Me llena de sus dones


y solo exige que yo los reciba con alegría.

Si me niego a la visión de la Providencia, aun así, ella me dará el regalo de la


vida sin reservas.

Me tiene destinados muchos de sus dones

Confío en la Providencia y en su poder que se manifiesta en mí ser interior.

Abro mi corazón con amor para recibir los bienes que la Providencia me
depara. La vida, la salud, la armonía, el bienestar emocional, la riqueza en
todos los sentidos.

Espero en la Providencia activamente.

10
Obro con rectitud y aguardo porque sé que ella me dará todo lo que necesito
para mi plena felicidad.

Señor, tu Providencia es grandiosa.

Me llenas de los dones espirituales y materiales, y sobre todo, me concedes el


regalo de la vida.

Permíteme cada día ser más consciente de ese bien y sus infinitas
posibilidades.

Señor, tu Providencia me regala el sustento y el bienestar diario.

Tu Providencia me concede lo que espero y más aún, de lo que espero.

En virtud de tu infinita Providencia, hoy te ruego me concedas la gracia que te


pido con humildad (se hace la petición).

Señor, hoy me permites experimentar el gozo de la felicidad en ti, porque tú


Providencia cubre todas mis necesidades.

Concédeme la virtud, Señor, de valorar tu regalo y serte agradecido


eternamente.

Amén

Día 6

El milagro diario

Todos los días se opera en mi vida un milagro.

En otras ocasiones, espero un acontecimiento particular para ser consciente de


esa gracia especial.

Hoy sé que la vida es un milagro permanente. Que se renueva


constantemente. Que en su apariencia natural guarda un inmenso misterio y el
prodigio de revelar al ser humano atento, los designios de una Mente Superior.

Observo con atención los pequeños detalles En el transcurrir de mis


actividades cotidianas.

En ellos descubro las señales del milagro cotidiano.

11
Mientras más positivamente me encuentre dispuesto a ver y sentir los
acontecimientos, logro participar en la construcción de los pequeños milagros
en mi vida.

En ocasiones los milagros son más visibles. Y se tornan incontestables.

Cuando recobro la esperanza ante la vida porque ella toma rumbos nuevos de
positiva realización, siento la alegría de colaborar con el Ser Superior en la
manifestación de las maravillas.

Señor, hoy quiero colaborar contigo en el milagro diario de la vida. En las


pequeñas y grandes ocasiones de construir el mundo, de avanzar en la
evolución de mi ser interior.

Señor, hoy quiero descubrir en las señales de mi camino, el poder de tu fuerza


milagrosa. Aquella que me indica que en la positiva intención y en la fuerza de
mi ánimo, logro lo que me propongo para bien mío y de todos y todo lo que me
rodea.

Señor, hoy que descubro esa fuerza, esa capacidad de colaborar con tu obra,
deseo expresarte amorosamente mi sincera intención (se expresa la intención).
Que la misma se logre en consonancia con tus designios y para gloria de tu
poder milagroso. Amén.

Día 7
Cambios positivos en mí

Hoy experimento que avanzo en la vía hacia la perfección y lo hago


pausadamente, con mi propio ritmo. Con afanes de trabajo y con el descanso
diario.

Hoy experimento que todas mis acciones son una oración. Una petición y un
agradecimiento centrado en el amor.

12
Más allá de los deseos circunstanciales y de las necesidades inmediatas que
me impulsan a pedir, encuentro que mi vida tiene sentido en el dar. Cada vez
que doy con desprendimiento recibo infinitamente más de lo que doy.

Cada vez que expreso el amor por mí mismo y por mis semejantes, el amor por
la naturaleza y el universo entero, aprendo más a mar al Ser que se oculta
detrás de todo lo que existe. Y que está a la vista de quien quiere encontrarlo
con sencillez.

Hoy experimento el progreso en mi vida. El bienestar en todos los sentidos, el


logro en todos los propósitos verdaderos, porque descubro en mí ser interior a
ese Ser que todo lo puede y todo lo concede con amor.

Señor enséñame a valorar los pequeños y los grandes logros en mi existencia.


A valorar los avances en el camino hacia Ti, el progreso en mi acercamiento a
tu esencia verdadera.

Permíteme, la armonía interior para medir mis pasos y para enmendar mis
desaciertos. Para evaluar la construcción de mi ser y compararla con mis
deseos.

Señor, haz que este sea un día de descubrimiento interior. Un día donde
puedaevaluar positivamente que lo que te pido está en concordancia con tu
voluntas. Que sea capaz de encontrar en la intención que te solicito (se hace la
petición), mucho más de o que en principio te rogué.

Concédeme, Señor,
la claridad para ver
en la llama del amor
todas mis acciones.
Y la valentía para quemar
en ella todo lo que me
impida verte y realizarme
según el proyecto de tu

13
Voluntad Suprema.
Amén.

Día 8
Los logros del espíritu

Detrás de mis esfuerzos por alcanzar un favor material, anímico o espiritual,


encuentro hoy una gran verdad. Una verdad que me pertenece y que le
pertenece a todos los seres humanos.

Solo avanzando en la búsqueda interior puedo aspirar a que por añadidura se


me conceda cualquier otra gracia. Sé que todo se me concede por la confianza
que he depositado en Alguien que es la Fuerza de todas las fuerzas.

Pero me pliego a su voluntad sinceramente y encuentro que con esa acción


avanzo en una vía que me conduce hacia mi ser interior. Descubro el valor de
la realidad espiritual. Esa que ante las apariencias materiales se torna invisible.

Y veo cada vez más, en este y todos los días, la realidad única del espíritu
como dador de todos los dones.

Si me esfuerzo en buscar la perfección como ser humano, debo ir hacia mí ser


interior. Y allí se manifiesta la fuerza espiritual que emana de quien brota todo
el Poder.

Cada vez que me acerco a las fuerzas y el poder de lo espiritual, voy logrando
lo más valioso, mi realización interior. Ante ella cualquier favor palidece, pues
ella es el máximo favor que puedo alcanzar de la Divinidad.

14
Señor, te suplico me concedas la gracia de mirar, más allá de las cosas
materiales, el bien espiritual, la realidad oculta tras las formas. Que en los
embates de una vida signada por el tiempo pueda encontrar la verdad de la
existencia perdurable en Ti.

Señor, que así como te pido la gracia especial (se hace la petición), pueda
obtener el descubrimiento más grande de mi vida, reconociendo la realidad
única y sin par, de donde brota toda posibilidad de realización.
Señor, hazme humilde
ante el encuentro contigo.
Porque sé que de otra manera
tan solo me alejaría de la realidad.
Permíteme crecer espiritualmente,
Para que todo cuanto te pida llegue
a ser solo vivir
simplemente en amor,
según tu voluntad.
Amén.
Día 9
La manifestación de la gracia en mi vida

Hoy puedo experimentar que se manifiesta la gracia en mi vida. Ese don


gratuito que procede de Alguien Superior, al que deseo conocer más y más. Y
al que conozco en la medida en que conozco a mí ser interior.

La gracia es absolutamente gratuita. Mis esfuerzos para merecerla son apenas


un acto de humildad y reconocimiento del Poder Superior. La acepto con la
mayor de las alegrías y la mejor disposición de agradecimiento.

Siento que solo el desprendimiento y la espera de quien no espera nada, son el


ambiente propicio, la preparación eficaz para recibir el don que se me concede.

Si bien me he esforzado para pedir y esperar que me sea concedida la gracia.


Únicamente la Voluntad de quien todo lo puede, me permiten alcanzarla.

15
Un gran misterio se abre ante esta paradoja. Estoy dispuesto a aceptar lo que
el Supremo Ser me tiene preparado. Sea cual fuera el resultado, sé que es el
mejor. Que es para mi bien y para toda la humanidad que en este momento
represento.

Señor, permíteme valorar con generosidad la gracia que me concedes. Que mi


disposición sea la de quien todo lo espera de Ti. La de quien activamente
promueve todo lo que está a su alcance para alcanzar lo que Tú gratuitamente
me das.

Señor, bien sé que te he solicitado la gracia de una petición particular (se hace
la petición). Concédeme ahora la visión, el sentido, la sensatez suficiente para
apreciar su valor en mi vida.

Dame la fuerza para agradecerte eternamente cada bien que me concedes.


Inflama en mí la llama del amor, por la que manifiesto mi agradecimiento.

Y ahora que cierro un ciclo de petición,


que se abra en mí el deseo de que
seas Tú quien guíe mi vida
hacia la perfección espiritual
Amén.

ETERNA ACCIÓN DE GRACIAS

Cada vez que a tu mente acuda el deseo de orar, de continuar pidiendo el favor
que tanto anhelas, recuerda das inmensas gracias al que concede todos los
bienes.

Cada vez que termines tu oración, da gracias por lo que se te ha concedido.


Observa que, de alguna manera, ya has alcanzado el bienestar del contacto
con el Ser Supremo. Y ello vale el agradecimiento.

16
Que tus palabras sean sentimiento pleno y sincera acción de gracias. Y que el
Señor te colme de sus abundancias por siempre.

Señor, te doy gracias por la oportunidad de la vida. Por la ocasión de conocerte


y amarte en mí, en mis semejantes, en la naturaleza y en el universo entero
que conserva el orden que Tú le has dispuesto.

Señor, te doy gracias por el amor, por el pensamiento y la palabra. Por la


comunicación conmigo mismo, con mis semejantes, con todos los seres y,
especialmente, contigo que eres fuente de todo bien.

Te doy gracias por los dones especiales que obtengo de tu misericordia a cada
momento de mi vida.

Permíteme, Señor,
darte gracias con mis obras,
con mis pensamientos
y con todo mi ser
en cada instante
del tiempo de mi existencia.
Permíteme darte gracias
con el ejercicio pleno del amor
que eres Tú
Amén.

17
18

También podría gustarte