La capacidad de la bacteria Ideonella sakaiensis para digerir el plástico se ha convertido
en una promesa del biorreciclaje. El plástico común, conocido como polietileno tereftalato (PET), es muy versátil, su resistencia a la degradación natural presenta un riesgo grave y creciente, sin embargo, esta bacteria puede desarrollarse en PET como una fuente importante de carbono y energía, gracias a sus enzimas MHETasa y PETasa, que logran desintegrarlo hasta sus componentes originales. Esto implica que al ser posible descomponer el plástico en unidades químicas más pequeñas y solubles, sería posible recoger estos componentes y reciclarlos para fabricar nuevos plásticos, produciendo un verdadero sistema de reciclaje. Por otro lado, aun cuando utilizar enzimas de bacterias en biorreactores para descomponer el plástico y reciclarlo, sigue siendo una idea muy lejana de concretar, varios equipos están intentando descubrir cómo funciona exactamente la PETasa, mediante el estudio de su estructura, ya que entender la manera en que esta prometedora enzima descompone el PET, permitirá tener idea de cómo hacerla trabajar con mayor rapidez, manipulando sus partes activas. Esto podría dar a los científicos una interesante oportunidad de adelantar a la evolución, diseñando formas de PETasa optimizadas. Así pues, se debe impulsar en el Perú el desarrollo de esta biotecnología, ya que es una alternativa eficiente y ecoamigable para la gestión responsable de residuos plásticos, es una innovación que promete revolucionar el biorreciclaje a favor del medio ambiente y de los seres humanos.